Author Topic: Dive back in time  (Read 247 times)


Miyu

Dive back in time
« Topic Start: May 11, 2025, 09:41:14 AM »

Quote
DIVE BACK IN TIME - JAWS
"Chase you to the end of the world
Just to say your name once more
If I had only got it right before"

"Every minute that I dialed back in time
Every single existence rewinds
Something secretive hidden inside your mind"

"All the heartaches and the smiles never faded
I know you'll be by my side when we make it
Come back from the dive back in time"


Quise adelantar mi historia en el DD o HV y todo lo que salió de mi mente fueron ideas para fics de LC jajaja. Aprovecho para crear un tema de mis chinitos favoritos <3

« Last Edit: May 11, 2025, 05:34:30 PM by Miyu »


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Miyu

Re: Dive back in time
« Reply #1: May 11, 2025, 05:10:41 PM »

Amo a Lu Guang y Cheng Xiaoshi ;;



Al final de esta línea, ¿te quedarás conmigo?

La habitación se ve más solitaria que nunca, impregnada de recuerdos que lo hunden más en el vacío que siente. Cada rincón lleno de voces e imágenes de Cheng Xiaoshi; las sonrisas de él, los gestos ridículos, las peleas fingidas, las comidas compartidas y cada momento que juntos habían pasado en el estudio de fotografía.

Apretó la mandíbula con fuerza.

Cada parte de su alma rota, cada línea paralela dónde lo vio partir lo han hundido hasta el fondo.

Lu Guang viviendo siempre en el pasado, aferrándose a un futuro dónde no puede salvarlo. Quiere arrancarlo, deshacerse de todo lo que le hará daño a Cheng Xiaoshi en el futuro que no quiere que conozca. Siempre atrapado en mentiras, conociendo todo y dejando que el destino siga su curso sin poder detener el rojo que se extiende frente a ellos.

¿Todo se desmoronará?

Las manecillas del reloj marcan las nueve una vez más.

— Lu Guang, vamos a cenar —el chico de cabellos negros lo mostró dos recipientes de sopas instantáneas. La sonrisa tonta en el rostro de Cheng Xiaoshi le sacó una pequeña mueca al albino.

¿Cuántas veces había visto esta escena? Su amigo agitando las sopas, mientras la tetera eléctrica suena en la cocina, el chico empezó a acercarse y a moverse alrededor de él.
 
—Apúrate o me comeré todo —corrió de regreso hacia la cocina, aún moviendo la cena con fuerza, probablemente rompiendo todos los fideos.

Lu Guang suspiró con una sonrisa y empezó a seguirlo con pasos lentos. Una rutina silenciosa, seguirlo y protegerlo, porque para eso había regresado una y otra vez, se había sumergido en cada foto para volver a verlo.

Destrozado, roto, con el alma partida, rebobinando una y otra vez

—No te comas mi porción, imbécil.

Cuando vio la espalda ancha de su mejor amigo corriendo a velocidad hacia otra sala, una pequeña mueca se formó en la perpetua línea que solían ser sus labios y empezó a dirigirse lentamente a la cocina.

Pasando el umbral de la puerta lo vio, la razón por la quiere salvarlo por qué no le importa si él da su vida a cambio de la de Cheng Xiaoshi; el pasado no se puede cambiar, él lo sabe mejor que nadie, que los nodos son puntos de inflexión difíciles de modificar y cada vez logra evitarlo las cosas se van un poco más al carajo.

—Ya les puse agua —le sonrió con gentileza, la expresión de un niño al que quería cuidar por siempre, no importa si eso significa vivir en el pasado—. Cinco minutos y comeremos, Lu Guang.
—Vale —se sentó en una de las sillas en la isla de la cocina y su compañero le trajo los palillos.

¿Evitará que conozca el futuro que tantas veces a visto? ¿Se quedará con él al final de la línea?

—Pareces desanimado —se acercó un poco más al albino e intentó darle un golpecito en la cabeza con los palillos, cosa que el otro detuvo con sus dedos sin levantar la vista.

Rebobinar, retroceder, volver atrás una, otra y otra vez.

—Otro ataque —con la mano libre esta vez la dirigió a la mejilla de Lu Guang.
—Idiota —la detuvo, aún con los ojos cerrados—. Te conozco.
Abrió sus ojos azules y lo contempló unos instantes.
—¡Qué injusto! —le devolvió la mirada con una inmaculada sonrisa—. Después juguemos algún juego de pelea.
—Por supuesto que no—soltó ambas manos del pelinegro y llevó una a su mejilla, apoyando el codo en la mesa—, mejor fíjate si ya está el ramen.

Desea poder decirle la verdad, pero siente que la voz se pierde en el tiempo. No puede salvarlo.

Cheng Xiaoshi fue a ver los dos cuencos de ramen tapados y abrió ligeramente uno, el vapor cálido subió como columna y con ello un aroma a especies que inundó la cocina, ambos amaban esa marca de sopas.

—Ya está Lu Guang —tomó con cada mano una y la llevó a la isla, colocando ambas frente a su compañero.
—Gracias —tomó uno de los rámenes y lo abrió, dejando que el vaho salga del recipiente y luego comenzó a comer con los palillos. Con tranquilidad, llevando los fideos a su boca con tanta elegancia y teniendo cuidado de que todo sucediera como lo recordaba.

Lu Guang, alguien destinado a vivir en el pasado. Repetir una y otra vez cada acción, sin cambio y aprendiendo que cada cosa que cambia en el pasado empeora el final que quiere evitar. Un destino decidido del que quiere escapar, un destino hilado ya del cual solo puede teñirse de rojo.

Perdido en el tiempo.

Perdido en la premura.



Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
« Last Edit: August 02, 2025, 01:27:52 PM by Miyu »


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Miyu

Re: Dive back in time
« Reply #2: May 31, 2025, 08:02:24 AM »
Tengo algo para el HV, a ver si lo termino jajaja



Time Photo Studio.
Tan largo ha sido su camino, tan maldito ha sido su destino; siempre mirando hacia las fotos, siempre sumergiéndose en las fotografías, rompiendo la superficie quieta del papel para lanzarse al torbellino del pasado… y todo por sentir una vez más la calidez de Cheng Xiaoshi.

No se arrepiente. ¿Cómo podría hacerlo?

Todos sus sacrificios lo valen, aun si termina perdido en el mismo vacío o, al final del camino, encuentra la muerte.

—¡LU GUANG, AYUDAAA!
Corre hacia el albino como siempre, escondiéndose detrás para evitar que Qiao Ling lo agarre.
—¡Deja de esconderte, Xiaoshi! —está molesta; su tono agresivo y postura en jarra lo dicen todo.
La rutina, la dulce normalidad que tanto añora y lo desespera. Suspiró, cerrando los ojos.
—¿Qué hiciste? —sigue con los párpados caídos.

Recién entra al estudio fotográfico y es asaltado por los dos “adultos” del lugar, que más parecen niños discutiendo por las cosas más triviales del mundo.

—¡NADA, LO JURO! —el azabache apoya ambas manos sobre los hombros del otro varón—. La casera enloqueció.
—¡Mentiroso, poco confiable! —apartó una mano de sus caderas para señalar el rostro de su hermanastro, detrás de Lu Guang—. ¡Te pedí que revelaras un viejo rollo, el cliente estará en una hora!

Lu Guang avanzó hasta el mostrador de la tienda y se fijó en la lista de clientes que tenían para ese día. No habían anotado ningún encargo para dentro de unas horas. Colocó la mano en el mentón para pensar. Normalmente es cuidadoso con los registros.
Frente a él, una pelea campal se desarrolla, con la casera tirando de las mejillas de Cheng Xiaoshi hasta dejarlas completamente rojas.

—No hay nada aquí, Qiao Ling —murmuró el menor de los tres con la vista sobre los nombres de reserva.
—Ah, es que el cliente lo pidió como favor especial —desvió la mirada hacia él, con las manos puestas sobre los pómulos de Cheng.
—… —suspiró de nuevo, cerrando el cuaderno—. Entonces, ¿cuándo exactamente lo pidió?
—Uhm… —la fémina soltó a su hermanastro y apoyó ambos brazos sobre el mostrador—. Un momento antes que te fueras, entró y lo pidió entre lágrimas. ¡Se veía desesperada!
—Ya veo —musitó el encargado con una expresión de comprensión—. Entiendo la urgencia, pero el revelado de un rollo de fotos no es tan rápido como muchos creen. No es como imprimir algo en una impresora. El proceso requiere una serie de pasos químicos y luego un tiempo para secarse.
—¡Es lo que le dije, Lu Guang! —con las mejillas rojas e hinchadas, corrió hacia detrás del mostrador para apoyar la mejilla en el hombro del albino.
—¡Mentiroso! —su índice se dirigió una vez más a Cheng Xiaoshi—. Dijiste que la agenda estaba llena y Wang Wang es un demente con el orden.
—… —otro suspiro por parte del albino—. Imagina que el rollo es como una "cinta" donde la luz ha dibujado las imágenes —explicó el encargado, usando sus manos para ilustrar—. Para que podamos ver esas imágenes, necesitamos que ocurran varias cosas que es imposible completar en dos horas.
—Pero… —la chica lo miró con pena—. La señorita parecía estar a punto de llorar.
—Qiao Ling, te explico esto para que entiendas los pasos en el revelado… Para que podamos ver esas imágenes, el rollo tiene que pasar por varios "baños".

Ahora Lu Guang estaba siendo observado por los dos chicos con atención. Él solo exhaló aire, codeando a su amigo, que ya sabe mejor que nadie el proceso.

—Primero debemos meternos en el cuarto oscuro —señaló una habitación cerca—. El baño del "Revelado" es lo primero… ahí sumergimos el rollo en un líquido especial llamado revelador. Este químico es el que "despierta" las imágenes invisibles que la luz grabó en la película, haciéndolas aparecer. Este paso lleva entre dos y cinco minutos, dependiendo del tipo de rollo y el químico que usemos. Sigue el baño de "paro", donde el rollo pasa por un líquido que frena la acción del revelado. Esto evita que las imágenes sigan oscureciéndose. Es un paso muy rápido, apenas unos treinta segundos a un minuto. Después tenemos el baño del fijador. Usamos un químico que hace que las imágenes queden permanentes y no se borren cuando les dé la luz. Sin el fijador, tus fotos desaparecerían con el tiempo. Sigue el de "limpieza" o lavado. Después de todos esos químicos, el rollo se lava con agua para quitar cualquier residuo. Y finalmente, el momento de la "espera" o secado. Obtenemos los negativos, que son como la versión invertida de tus fotos. Necesitamos colgarlos cuidadosamente en un lugar sin polvo para que se sequen completamente. ¡No podemos tocarlos mientras están húmedos porque se arruinarían! Este secado es lo que más tiempo consume, pudiendo durar de 2 a 5 horas, o incluso más si el ambiente es muy húmedo.
—Eh… —la chica quedó un poco impresionada y después miró a Cheng Xiaoshi. Ella se había equivocado…
—¿Casera? —la cara de suficiencia de Cheng esperando disculpas era impresionante.
—Tampoco te hagas el tonto y ve a trabajar —el albino lo empujó con suavidad—. Ayer te quedaste a medias en un encargo.
—¡IIIIKKKKK! — gritó antes de volver hacia su amigo y apoyar de nuevo el rostro en su hombro—. Lu Guang, déjame tener este momento de victoria.
—¡Insensible! —la mayor sacó el móvil—. Le avisaré a la chica.
—Espera —abrió de nuevo el libro de clientes y buscó con la mirada un hueco entre los pedidos de esa semana—. Dile que para mañana.
—¡Ah! ¿En serio? —la carita de ella brilló ante las palabras de Guang.
—Sí. Por única vez haremos una excepción, por ti —anotó con un plumón la fecha—. A las 17 hs. ¿Cómo se llama?
—Sí, ahora le diré —comenzó a teclear en el teléfono para mandar un mensaje—. Mizi. ¡Listo!
—Bien. Recuerda hablar conmigo antes de aceptar pedidos de revelados —cerró sus párpados a la par que guardaba el libro—. Está bien que tengas buenas intenciones, pero… tenemos un cronograma que seguir y Xiaoshi no hace nada…

Lo fulminó con la mirada.

—¡Ya voy, Lu Guang! —apartó la cara del hombro y sus pies lo dirigieron al cuarto oscuro de inmediato. Estaría algunas horas ahí dentro.
—Te avisaré para el almuerzo, no te distraigas —le advirtió.
—Sí, sí. Tan molesto como la casera.

La puerta del cuarto oscuro se cerró con un leve golpe después de que Cheng Xiaoshi entrara. El sonido seco marcó el inicio del trabajo. Desde afuera, apenas se percibía el tenue resplandor rojo filtrándose por la rendija inferior, mientras todo quedaba en silencio, interrumpido solo por los pasos apagados del chico moviéndose dentro del cuarto.
« Last Edit: May 31, 2025, 08:45:34 AM by Miyu »


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