Capítulo I
Al bajar su equipaje y cerrar la puerta tras él, Shen Yuan sintió que el pobre auto casi le daba las gracias. Había pasado las últimas semanas en el departamento de su hermano mayor y éste se ofreció a llevarlo. Sin embargo, su carro era una baratija que se veía casi obsoleta, Yuan entendía que Lian era de alma humilde y no quería llamar la atención de los muggles, ¡pero era hasta triste verlo! Aún así Lian lo atesoraba como si de una reliquia se tratase y Yuan no se atrevió a hacer ningún comentario.
La próxima vez lo convencería de pedir un taxi, prefería mil veces la mirada desconcertada del conductor al ver a su búho mascota a tener que pasar por lo mismo.
A pesar de que era moderadamente temprano cuando llegaron, la estación 9¾ ya estaba llena de gente. Caminaron hasta la entrada de uno de los bagones y Lian suspiró con evidente pesar.
"No puedo quedarme por más tiempo, hermanito, me disculparás."
Lian había ingresado satisfactoriamente al ministerio de magia poco después de graduarse y, de hecho, tenía un buen puesto de trabajo, así que era entendible. Además, ni sus padres no tuvieron oportunidad de venir a verlo, Yuan tenía más que suficiente. Honestamente le sorprendía que pudiese hacer tiempo para acompañarlo hasta el andén puntualmente cada año. Shen Yuan sabía que era porque su hermano lo adoraba, pero también era imposible no ver la nostalgia y felicidad en sus ojos cuando se hallaba frente al imponente tren escarlata.
"Ni lo menciones, gracias por soportarme estos días, por cierto."
Lian se rió antes de darle un fuerte abrazo y desarreglar su cabello en un gesto familiar y lleno de cariño.
"Te espera un año ajetreado, que tengas suerte, A-Yuan."
"!!" El jovencito miró a su alredor con verguenza en cuanto fue liberado. "Sí-gracias, gracias, nos vemos."
Lian sonrió gentilmente. "Te escribiré." Yuan agitó una mano como despedida y así, el mayor se marchó.
Una vez solo, Shen Yuan volvió a mirar su equipaje y luego rápidamente recorrió el lugar con los ojos. Sería bueno encontrar a alguno de sus amigos desde allí en lugar de dar vueltas dentro del tren. Para su suerte, sí había alguien conocido no muy lejos.
Luo Binghe era menor que él, cursaría el tercer año desde ese mismo día, también pertenecía su misma casa y Yuan lo asesoraba en sus clases cuando podía. No fue difícil notarlo entre tantos estudiantes por su cabello largo y esponjoso, además, no estaba solo: dos niños de enormes y expresivos ojos caminaban a cada lado de Binghe.
Yuan lo recordó al instante. Binghe no había parado de decir durante la última semana del pasado año escolar cuánto anhelaba que sus dos pequeños amigos pudiesen ingresar a Hogwarts. Sin duda, aquellos dos debían ser ellos. Sin pensarlo, Yuan gritó.
"¡Hey, Binghe!"
Dicho jovencito pareció distinguir su voz de inmediato y detuvo su conversación para girar su rostro en la dirección en la que Shen Yuan se encontraba. Su reacción fue muy rápida, los ojos de Luo Binghe lo ubicaron entre la algarabía de alumnos con tal facilidad que Shen Yuan no pudo simplemente no sorprenderse. '¡Qué buen oído!' pensó.
Al siguiente instante, una gran sonrisa se dibujó en el rostro de Binghe y los niños con él voltearon intentando ver a quién se la dirigía, por lo que Shen Yuan debió alzar una mano muy en alto para evitarles trabajo innecesario.
"¡Joven Shen!" Le llamó Binghe mientras casi corría empujando su equipaje, los niños con él avanzaron con un poco más de dificultad.
"Hola, Binghe, pero no corras, se van a caer todos." Lo sermoneó ni bien los alcanzó.
"Me da gusto encontrarlo." Binghe sonrió sin inmutarse y luego se dirigió a sus acompañantes. "Ellos son Mika y Yuu; chicos, él es Shen Yuan, el amigo del que les hablé." Explicó.
El nombre parecía ser conocido para los menores, porque sus rostros pasaron de la sorprensa a la comprensión en un santiamén.
"¡Ah, éste es el joven Shen!" Dijo el niño rubio.
"Vaya, eso fue muy rápido, estamos de suerte."
"Yuu-chan." Le llamó Mika.
"OH cierto."
Los dos pequeños colocaron sus brazos a ambos lados e hicieron una respetuosa reverencia.
"¡Gracias por cuidar del hermano Luo!" Dijeron ambos con sonrisas sinceras en sus adorables rostros.
Yuan se sintió algo enternecido y avergonzado, pero intentó que no se le notara.
"No hay por qué agradecer, y tampoco piensan que soy su niñera..."
"No importa, igual gracias." Habló Mika.
"Sí, especiamente porque Luo puede ser difícil de tratar." Comentó Yuu.
"Debes contarnos cómo se veía en su primer año."
A Yuu le brillaron los ojos. "Mejor aún, en el primer día."
"Tal vez eso sea difícil, Yuu-chan, ¿pero sí podrías darnos tips para cuando lleguemos, joven Shen?"
"¡Sí, Luo no ha querido explicarnos mucho! No quisiera parecer un tonto en la ceremonia."
"Lo harás tarde o temprano, Yuu-chan."
"¡¿Te estás burlando de mí, Mika?!"
"Chicos, no lo sofoquen, por favor." Intervino Binghe, alejando a los pequeños que estaban casi tirando de las mangas de Shen Yuan.
Ah, Yuan suspiró a sus adentros. Aún ni abordaba y ya tenía trabajo por hacer.