Author Topic: Para Isumi ★ Capilla El Heno  (Read 6781 times)


Cho

Para Isumi ★ Capilla El Heno
« Topic Start: January 15, 2014, 02:48:41 PM »
*random-ish title*

Damn... he muerto y resucitado un millón de veces mientras escribía esto y ahora... no sé lo que salió. Está ubicado en el MMORPG, pero es tan random (aparte que no me he puesto al día y puede haber cosas medias off por ahí) que esto es como un AU. Pues... espero que te guste y perdón por la horrible tardanza *hides in shame*



En medio de otro día dentro del MMORPG, el equipo recibió un mensaje de parte de Kabu por la omnitool. El mecánico al parecer necesitaba materiales difíciles de encontrar dentro de un área no muy lejana a Rabanastre, y lo más importante, les ofrecía una muy decente suma de dinero a cambio.

Luego de recibir los datos de la misión y el recorrido que él esperaba que siguieran, todos los integrantes conversaron sobre si tomar la misión o no. Tamaki no estaba para nada contento con la idea, y no quería actuar como algún sirviente del clan Centuria si podía evitarlo. Sin embargo, Okita votó por aprovechar la oportunidad de ganar una cantidad desproporcionada de dinero. Sayi notó que el área tenía enemigos de poco nivel, y podía ser el mejor momento para entrenar. Y Holden argumentó que el camino era corto y podrían terminar la misión en un máximo de dos días. Tsukimi guardó silencio, pero asintió a cada punto de vista, y fue evidente que también estuvo de acuerdo con tomar la misión. No sonaba muy difícil, y tal vez con algo de suerte encontrarían el raro Damascus Steel al mismo tiempo.

Hicieron algunos preparativos importantes y el equipo de cinco se aventuró al bosque. Unos materiales se ganaban cuando derrotaban un tipo específico de ciervos, y otros tenían que cosecharlos del piso, por lo cual tenían que estar mirando a sus pies frecuentemente. Sin duda, el dinero que la misión ofrecía era bastante para ser algo que un mecánico con experiencia podía hacer en su tiempo libre, pero no era como si ellos fueran a quejarse.



Al llegar a un área del bosque con gran visibilidad, todos aprovecharon para dividirse y cubrir el mayor terreno posible. Los monstruos eran muy esporádicos y un tanto débiles, sólo fue necesario que Tsukimi hiciera pareja con Sayi para prevenir cualquier susto.

Holden llegó hasta una ladera que bajaba hacia un río. Volvió a encontrar un brote, que era uno de los materiales que buscaban. No estaba seguro si estaba teniendo mucha suerte, o si esos materiales no eran tan raros como Kabu pensaba que eran. En fin, todavía faltaba más por encontrar antes de terminar con la misión, así que siguió buscando. En eso, al dar un paso, la tierra húmeda se hundió y por poco le hace rodar hasta el río, de no ser porque alguien llegó a tiempo y le agarró de un brazo.

“Oye, ten más cuidado,” Okita le jaló para que pudiera pisar tierra más estable.
“…” Holden se recuperó, y miró al soldier con desconcierto. Era entendible que un compañero de su Guild fuera a ayudarle en caso de tener problemas pero… ¿Okita?
“¿Holden?” Okita movió su mano frente a los ojos de su compañero. “¿Estás bien? ¿Por qué te has quedado quieto?”
“¿Qué te pasa? ¿Por qué me ayudaste?” Holden miró a Okita con desconfianza. Hubiera esperado que este le dejara caer hasta el río y se burlara de él por el resto del día. Por ello, había algo casi ‘aterrador’ dentro de su gesto de buen samaritano.
“Hm, no lo sé,” Okita miró al cielo por un instante. “Es raro, yo no ayudo a los demás. Pero… digamos que… esta vez nació de mí. Así de simple.”
“¿N-nació de ti?”
“Por algún motivo, me puse a pensar en nuestra situación, y aun atrapados en este juego, tenemos un excelente Guild. No al nivel del clan Centuria, pero todos nos llevamos bien y tenemos autonomía.”
“Ehhh…” ¿qué le estaba pasando al ‘psicópata’ del equipo?
“Y sobre todo, los dos hemos sido un fuerte dúo desde antes de conocer a los demás. Creo que te debo al menos un agradecimiento,” al decir esto, Okita sonrió de un modo en el cual toda posible malicia se borró de su expresión. Tan puro y radiante semblante hizo que Holden sintiera escalofríos de pies a cabeza.
“E…estás demente, aléjate,” seguramente sólo estaba haciéndole una broma. Decidió darse media vuelta e irse a paso rápido. Sí, seguro el momento ya se había acabado y ese idiota regresaría a ser el descarado de siempre.



Pero no fue así. El atardecer pasó y Holden recibió un mensaje de Sayi que se estaba tardando en regresar al punto de acampamiento y que se apurara antes que se oscureciera más. Ella también mencionó que Okita estaba actuando raro y le comenzaba a dar miedo. Entonces, esa ‘fase’ de él todavía persistía.

Holden llegó donde su Guild, y vio que tenían una fogata lista donde estaban cocinando uno de los ciervos que habían cazado en la tarde. Grande fue su sorpresa cuando vio a Okita agarrar el instrumento de Tamaki y tocar una sencilla canción de fogata.

“Sal de ahí, chivito, chivito. Sal de ahí de ese lugar~” el soldier estaba cantando mientras tocaba un par de acordes básicos para darle ritmo a la canción. “¡Todos juntos! Sal de ahí, chivito, chivito~”
“¿Q-qué está pasando?” preguntó Holden. Todos menos Okita se giraron y le miraron.
“Ni idea,” contestó Sayi, contrariada. “Ha estado así desde que regresó.”
“¿Y qué hace tocando el instrumento de Tamaki?”
“Me dio varios ítems a cambio del permiso y de enseñarle dos acordes,” Tamaki no se podía quejar, pero no dejaba de sentir recelo. Si algo le pasaba a su guitarra, nunca dejaría a Okita vivir en paz.
“…” Tsukimi parecía tener miedo, y estaba agarrando a Sayi de un brazo firmemente.

Holden se extrañó aún más. La idea de que algún enemigo se había disfrazado de Okita para robarles surcó brevemente por su mente, pero eso no tenía mucho sentido, y aun de darse, quizás dicho enemigo secreto era más seguro que Okita en sí. Se acercó al emocionado canta-autor quien continuaba con su canción del chivo.

“Vamos a llamar al palo, para que le pegue al chivo~…”
“Okita, ya basta,” Holden le quitó el instrumento.
“¡Oh, hola Holden! Justo te echábamos de menos,” Okita prácticamente ignoró el acto de Holden de quitarle la guitarra y se alegró de corazón de volver a verle. Incluso extendió sus brazos como si fuera a darle un abrazo fraternal.
“A-aléjate,” dio un par de pasos hacia atrás, en shock.
“No reacciones así, sólo me alegro que no te haya pasado nada. Te tardaste mucho.”
“Eso es lo que da miedo…”
“Descuida, aquí no hay homo. Somos bros, ¿verdad?”
“¿B-bros?”
“Bros, Pals, amigos, es el mismo sentimiento.”
“…” la mención de ‘sentimiento’ le hizo sentir escalofríos. Todavía no podía creer que Okita había dado un giro tan brusco en su personalidad. Debía admitir que le agradaba más que la forma usual de ser del soldier, pero sentía que no podía fiarse. Tal vez algún insecto raro le había picado, así que esperaría antes de darle credibilidad.
“Bueno, no te culpo por pensar mal de mí. Siempre he sido muy desconsiderado, pero estoy intentando hacer cambios positivos,” Okita sonrió como un puro bishounen y extendió sus manos a Holden, en señal de que le regresara la guitarra. Holden alzó una ceja y se rindió a devolverle el instrumento. Con esto, el soldier volvió a cantar esa canción lleno de ánimos.

“Ehm… regresando a la misión…” Sayi negó. Todos menos Okita, quien estaba absorbido en su canción, le miraron. “Falta que entregues los ítems que llegaste a conseguir, Holden.”
“Ah, cierto,” él entró a su Omnitool y pasó los ítems al contenedor del grupo.
“T-tenemos la primera parte…” observó Tsukimi.
“Fue mucho más fácil de lo que pensé, hasta el doble de ítems de lo necesario,” la pelirrosa se confundió. Esos ingredientes no eran nada raros. “Nos toca avanzar a otro sector del bosque para encontrar más mañana.”
“Algo no me gusta de esta misión,” Tamaki no estaba convencido. Aparte del recelo que tenía con el mechanic, la misión sonaba muy ‘misericordiosa’ para ser real.
“Nos ha prometido una buena ganancia, y ya le hemos conocido de antemano,” Holden se encogió de hombros. Dudaba que él fuera a jugarles una mala pasada…

Después de comer y de que Tamaki declarara fin a su renta de la guitarra, el grupo pudo conciliar el sueño. Les esperaba otro día activo en el bosque.



Al día siguiente, todos se levantaron y siguieron el sendero hacia una zona del bosque con árboles gigantes. Según las instrucciones de Kabu, los materiales que buscaban eran frutos y brotes por la cima de dichos árboles, y el consejo más importante era que no se cayeran trepando, ya que los monstruos de esa zona no eran una amenaza.

Tamaki terminó probando su poca habilidad de trepar, al igual que Tsukimi, y Sayi decidió quedarse con ellos para recolectar todo lo posible en las ramas más bajas, además de encargarse de los monstruos que pretendían perseguirles por los árboles. Por ello, Holden y Okita quedaron a cargo de trepar a lo más alto.

Ya había sido un largo rato, y por más que los dos estuvieran mucho más acostumbrados a labores físicas que el resto del grupo, la tarea seguía siendo cansada. Los dos llegaron a un árbol tan alto que sobresalía del espeso bosque, y donde pudieron finalmente encontrar los ítems más inaccesibles que necesitaban.

Holden terminó de luchar contra un mono en el árbol y luego de ver al simio ser lanzado fuera del árbol, el lugar regresó a su tranquilidad y seguridad. Él alzó su mirada. Las ramas encima de él eran más delgadas y no estaba seguro si podrían sostenerle. Ya podía sentir el tronco central del árbol tambalearse cuando se movía, y mejor no ponía más stress en la estructura.

En ese instante, Okita le dio el alcance, llegando a una rama al frente. También estaba cansado, pero su expresión mostraba sus buenos ánimos y espíritu. De nuevo algo inquietante de ver en él, pero Holden empezaba a alegrarse del sorpresivo cambio de su supuesto ‘amigo’.

“Oye, casi llegamos a recolectar lo suficiente. Hemos tenido mucha suerte,” comentó Okita, con un tono ligero y amable.
“Sí, ya casi no parece suerte. Kabu nos dio una misión fácil,” respondió Holden.
“Quién sabe, tal vez él nos ha dado la misión para entrenar. Luego de recibir la recompensa, tenemos que comprarnos mejores armas y más ítems de auxilio.”
“Cierto, pero si compramos muchas pociones e ítems que quiten status effects, luego Kurara no tendrá muchas oportunidades de levelear curándonos,” en un principio, Holden lo comentó sin ningún interés, pero entonces notó algo. Acababa de mencionar a Kurara, por lo cual fijó su mirada severamente en Okita, a ver su reacción.
“Lo sé, pero siempre es bueno tener repuestos, no queremos que nadie pierda una de sus vidas,” el soldier miro al panorama. “Hace un buen clima, ¿no es así?”
“Oye Okita, dije que debemos pensar en Kurara antes de comprar ítems curativos…”
“Sí, te oí,” Okita se confundió. “Pero los ítems no pueden ser tan malos. Oye, también estaba pensando que su compramos granadas, pueden salvarnos de aprietos…”
“No, no me oíste bien. O sea, suena que no te preocupas por Kurara lo suficiente…” Holden le miraba intensamente. Dentro de su cabeza estaba gritando ‘Muestra tu obsesión enferma por Kurara y deja de mentirme, desgraciado’ pero cada vez se sorprendía más al ver a Okita actuar como un ser humano normal.
“Holden…” sorprendentemente, el soldier pareció preocuparse por él. “No puedes andar mencionando tanto a Kurara. A este paso sólo la vas a asustar…”
“¡Ese eres tú, idiota! ¡Tú eres el único raro que la asusta tanto!”
“¿Yo?” una pausa. “Ahh, ya entiendo. ¿Será que tienes miedo que le haga algo a Kurara? Escucha Holden, he dejado esa parte de mí en el pasado,” sonrió torpemente. “Sé muy bien todo lo que he dicho e insinuado, pero realmente no es justo para ella o para nadie seguir con ese comportamiento. He decidido cambiar, y entiendo perfectamente que no me creas, así que me comportaré mejor y trabajaré duro por nuestro grupo para que comiencen a aceptarme. Sé que les debo a todos disculpas.”
“…” Holden sintió escalofríos leves, pero no sentía que él mentía. Ese extraño genio maligno a veces presente en los ojos de su ‘amigo’ había desaparecido de la faz de la tierra, dejándole una expresión sincera y seria. Sintiendo que todavía era muy pronto para soportar la luz bondadosa de ese sonriente semblante del soldier, desvió la mirada. “Y-ya, a ver si terminas probando tu punto a todos.”
“Pues, lo intentaré,” Okita mostró humildad, no muy seguro de su meta. Él se sentó y desempacó un pequeño obento. “Había preparado un refrigerio. Toma, esta caja es tu parte. No podemos continuar sin darnos un buen descanso con esta vista.”
“Okay…” Holden se rindió a seguirle el juego, sin antes enviar un pequeño mensaje escrito a Sayi por medio de su Omnitool diciéndole: ‘Okita me ha invitado un aperitivo. Si muero, ya sabes por qué fue’.

Mientras comían el delicioso aperitivo, el soldier se detuvo a tomar una bocanada de aire fresco y a mirar hacia el horizonte.

“El bosque termina hacia allá, puedo ver el inicio de unas verdes praderas,” observó Okita. “Si no me equivoco, es parte del recorrido de nuestra misión.”
“Sí, es nuestro último paradero,” contestó Holden.
“Tenemos mucha suerte de estar en una quest tan fácil y con ambientes tan relajados. Le debemos a Kabu por eso.”
“Sí, y por ignorar que GorgeousPrince está en nuestro grupo.”
“Buen punto, lo último que queremos es problemas con guilds por la actitud del bard. Él todavía tiene que probarse como parte de nuestro grupo, no está siendo muy activo.”
“Oye, ¿y por qué estabas cantando usando su guitarra para cantar ayer?”
“Pensé en amenizar y dejarles saber que estoy en son de paz, pero realmente no estoy metido en la música.”
“Pues, creo que ya eres mejor bardo que el ‘príncipe’ del grupo.”
“Diría que su guitarra es el quinto miembro, él vino de adorno.”

Los dos empezaron a reírse, y luego siguieron hablando sobre Tamaki. Esa charla pasó a otros temas, y poco a poco empezaron a congeniar más. El descanso terminó prolongándose por la charla, y sólo un mensaje de Sayi a ambos les recordó de la misión, la cual completaron apuradamente, e iniciaron el descenso.



“En resumen…” luego de regresar, Okita reunió a todos y expresó su lamento por todas las cosas malas que les había hecho. Él dio una pronunciada reverencia. “Quiero disculparme sinceramente, y no espero que me perdonen o me crean. Sólo les digo que haré lo mejor de mí para ser un mejor miembro del grupo a partir de este instante.”

Los tres dirigidos intercambiaron miradas. Realmente no sabían qué contestarle, o si era prudente creerle.

“Ah, y antes que me olvide,” el soldier sacó un ítem de su Omnitool; una bonita y pomposa flor, y caminó hacia Kurara. La pequeña dio un par de pasos hacia atrás. “No te asustes, sólo traje esta flor de la cima del árbol porque quiero disculparme especialmente contigo. Sé que te he asustado mucho, pero ahora ya no te trataré mal, ni distinto a los demás. Es para ti.”
“…” Kurara le miró sorprendida, y luego a la flor. Por sus abundantes y delgados pétalos, le daba una gran impresión a una medusa, y extendió su brazo para tomarla.
“Hold it!” Sayi se puso en medio y sacó su Omnitool para evaluar a la flor hasta en sus componentes más diminutos. Pasado el riguroso chequeo de aduanas, la pelirrosa miró a su amiga. “Okay, go on.”
“…” ella asintió dos veces y agarró la flor, confundida.

Sayi miró a Holden y lo agarró, jalándolo a un lado.

“¿Qué está pasando con Okita?” preguntó ella.
“N-no lo sé, ha estado así desde ayer,” le respondió. “Y honestamente, creo que sí está intentando cambiar.”
“¿Q-qué?” no podía creer que Holden le había dado su aprobación.
“Sé que es raro y de la misma nada, pero honestamente ha tenido muchas oportunidades de ser cruel con todos en este viaje, o de fastidiar a Kurara, pero todo está bien. Acabo de pasar horas con él en los árboles, y sí ha cambiado. Estuvo normal todo el tiempo.”
“Hm…” Sayi no estaba convencida. Ella negó. “No he visto lo mismo que tú, pero te aconsejo que le tengas un ojo encima, ¿de acuerdo?”
“Sí, lo sé, es muy pronto para llegar a conclusiones…”
“Ya, ahora preparemos el almuerzo, nos falta otra área de árboles por hoy.”

Todos compartieron tiempo y espacio en el almuerzo, y sorprendentemente, Okita se quedó entreteniendo al ambiente. Él era el alma de la fiesta, y de un modo transparente y carente de malicia. Holden empezó a sentirse más a gusto, Tamaki dejó de mirar al soldier con ojos tan desconfiados, e incluso Tsukimi no agarró el brazo de Sayi con tanta fuerza en todo el rato. La pelirrosa también admitía que había un cambio positivo, pero sentía que debía mantenerse alerta.

Y el segundo día pasó con Okita y Holden curiosamente volviéndose los mejores amigos.



El tercer día era quizás el más pesado de la quest. El grupo llegó a unos pantanos que estaban cerca de las afueras del bosque. La labor consistía en derrotar unos sapos enormes por el loot que dejaban, y también rebuscar materiales en las orillas de los pantanos. Como cualquier lugar de ese tipo en la vida real, debían tener mucho cuidado por dónde pisaban, y era inevitable ensuciarse con sólo caminar por los senderos de lodo y tierra húmeda.

“¡Oh, encontré otra!” Tsukimi arrancó una flor de pantano, contenta. Debían de encontrar aquellas que pese a ser blancas, tenían una muy ligera coloración violeta. La white mage regresó donde su amiga, y le mostró su hallazgo.
“Bien hecho,” dijo Sayi, quien estaba en plena labor de rebuscar la tierra por pequeñas corazas de caracoles. Era lindo ver a Kurara tan alegre con su labor, pese a que sacar las flores requería meterse dentro del pantano y arrancar plantas resbaladizas. La pelirrosa agradecía a los estambres largos y abundantes de las flores por motivarle.

“¿Cuántos de estos necesitamos?” se quejaba Tamaki. Su labor era de acercarse a los árboles más viejos y quitar la corteza externa. Si el interior de la corteza tenía una tonalidad carmesí, había encontrado otro ítem, de lo contrario debía desecharlo. Levantar la corteza más de una vez le había hecho toparse con moho, telarañas, bichos tan grandes que por poco tenían una barra de vida, y hongos que al ser movidos esparcían esporas que le hacían daño físico o daban status effects. Ya tenía casi todos los que buscaba, pero después de experimentar parálisis durante cinco minutos antes que sus compañeras lo notaran, sólo quería terminar con el presente día de una vez.

De repente, los tres oyeron el agua salpicar, y entendieron que los dos encargados de derrotar a los sapos mutantes habían regresado al área. Vieron al par de recién proclamados bros perseguir a un par de sapos que estaban prontos a ser derrotados.

“¡Yo tengo a doce en mi contador! ¡Sigo en la delantera!” exclamó Holden.
“¡Pero no por mucho!” Okita saltó para atacar a un sapo, y terminó eliminándole. Él recogió el loot y sonrió. “¡Once y contando!”
“¡Trece!” Holden arremetió contra el segundo sapo, y también lo eliminó. Él giró a mirar a su nuevo amigo de verdad y sonrió con energías. “Nada mal, pero sigo ganando.”
“Sí pues, esta vez me has ganado,” el soldier sonrió rendido. “Oye, ya que terminamos con nuestra parte del trabajo, ¿qué tal si cazamos a esos murciélagos de la zona?”
“Suena a un mejor desafío. ¡Volveré a ganar!” Holden corrió a internarse en el bosque.
“¡Oye, eso es trampa!” Okita corrió detrás de él, claramente entretenido.

Ni bien ellos se fueron, Kurara y Suga intercambiaron miradas.

“Mantenerle un ojo encima, ¿huh?” Sayi negó y dio un suspiro. Holden había perdido toda su aprehensión.
“No esperé este cambio de Okita…” admitió Kurara, bajando la mirada.
“Nadie lo esperó.”
“Ehh… ¿todo estará bien?”
“Pues, espero…”
“Sería genial si Okita se queda así… q-quizás todos podemos ser grandes amigos…”
“Kurara…” Sayi sonrió, lo cual contrastó con sus siguientes palabras. “Por favor, no olvides que estamos hablando de Okita. Slash al menos puede defenderse.”
“O-okay…” ella asintió, temerosa.

Ellas continuaron trabajando y buscando los materiales que tenían asignados. Al menos no era mucho trabajo más. El pantano se hundió en un profundo silencio por un corto rato, hasta que de repente, los tres oyeron a uno de los bros abrirse camino por otra área del bosque.

“¡AHHH!” Holden apareció descendiendo de un grupo de frondosos árboles agarrado de una rama, yendo directamente hacia Tamaki quien se volteó un poco tardíamente.
“¡O-oye-AAHH!” GorgeousPrince fue arrollado por Holden, quien primero le empujó al impactar con él y luego terminó aterrizando encima. Por ello, el rubio se hundió un poco en la tierra húmeda, ensuciándose.
“Vaya, estuvo cerca, por poco te caes al pantano,” dijo Okita, recién llegando luego de atravesar arbustos. Él extendió su mano a Holden y le ayudó a levantarse, obviando al pobre bardo en el barro. “Vi un grupo enorme de murciélagos. ¡Vamos a cazarles!”
“¡O-oigan, miren el desastre que han hecho!” Tamaki se levantó para reclamarles, pero Holden le empujó para finalmente retirarse con su bro, y el rubio se cayó a otro lado. El desafortunado terminó cayendo encima de hongos raros que nuevamente le dejaron paralizado y envenenado.

“E-espera, voy a curarte…” Tsukimi se levantó alarmada y fue donde el rubio.

La recolección no duró mucho más, y los tres tuvieron que esperar a que los dos ‘bros’ dieran señales de vida para cazar alimento, seguir avanzando y encontrar un lugar cómodo donde acampar.



La noche finalmente había llegado y después de una comida agradable, y en compañía de un par de alegres y ruidosos ‘pals’, tanto Tamaki como Kurara se fueron a descansar. Era el turno de Suga de quedarse despierta y hacer vigilia… pero sin duda sentía que estaba perdiendo tiempo y horas de sueño porque el par de bros aún no estaban dormidos. Luego de esperar que el bardo del equipo se durmiera a prudente distancia, Okita tomó prestada la guitarra, y luego de quedarse en blanco con Holden, lograron recordar una ‘canción’ que ambos sabían bien para tocar.

“C-A-M-P-F-I-R-E S-O-N-G SONG! C-A-M-P-F-I-R-E S-O-N-G SONG!!!” Okita cantaba lo más rápido que podía mientras tocaba la guitarra como loco, de un modo que, si el realismo del juego estaba con ánimos de cooperar, terminaría gastando las cuerdas del pobre instrumento. “¡Te toca, Holden!”
“C-A-M-P-F-FFFF-AAHH! ¡me perdí!”
“¡Vamos, tú puedes! ¡Como yo! C-A-M-P-F-I-R-E S-O-N-G SONG!”
“C-A-M-P-F-I-R…”
“E S-O-N-G SONG!!!”
“C-C…C-A-M-P-F-I-R-E S-O-N-G SONG!”
“¡Ahí está! ¡Bob Esponja estaría orgulloso de ti!”
“…” Sayi les miraba con ganas de asesinarlos. Había tenido que soportarles con sus pláticas ruidosas, teorías raras del funcionamiento del mundo, historias sobre sus respectivas masculinidades, y ahora ambos estaban cantando a todo pulmón. Ella llevaba casi una hora de guardia y sinceramente estaba agotada, pero el bullicio hacia su trabajo muy difícil, aparte de sobresaltarle seguido por subir su tono de voz repentinamente. Los dos incluso se tomaban la libertad de hablarle demasiado o tratar de meterle en sus raras e irritantes conversaciones. Ojala no tuviera que soportarles…

“¡Tú turno, Suga!” Okita le miró, pero la pelirrosa no participó en la canción.
“Oye…”
“¡Muy bien!” el soldier volvió a cantar mientras tocaba el instrumento. “C-A-M…!”
“¡Oye!” Sayi no se contuvo y le quitó la guitarra.
“Ya, tranquila. ¿Qué pasa?” Okita levantó sus palmas, en son de paz.
“Están haciendo demasiado ruido, y ya he tenido que aguantarles un largo rato. ¿Podrían al menos bajar el tono de voz?”
“Y-ya, perdón,” dijo Holden. “Pero sabes, tal vez deberías aprovechar para dormir.”
“Sí, Patrick y yo cubriremos tu guardia. La noche es joven.”
“Okita, ¿y desde cuándo yo soy Patrick?”
“Desde que se me ocurrió la canción y tú tardaste en cantarla. En fin,” él miró a Sayi. “Es como Slash dice, mejor ve a dormir. Nosotros tenemos más bonding que hacer.”
“O…kay…” ahora Sayi se arrepentía de no haberles detenido antes. Seguro que de haberlo hecho, ya estaría durmiendo plácidamente y sin molestias. “Hasta mañana, no se queden mucho rato despiertos. Nos toca recorrer las praderas.”
“Sí, sí…” Holden vio a Suga levantarse de su sitio para ir hacia el lugar donde iba a dormir. Entonces, él pensó en algo, y al intercambiar miradas con Okita, los dos comprendieron que habían tenido la misma idea.

“¡Espera!” Okita detuvo a Sayi antes que se fuera. Su bajo tono llamó la atención de la chica, haciéndole pensar de algún posible peligro por el área.
“¿Qué pasa?” preguntó ella.
“Acabo de recordar de un peligro que habita en este bosque…”
“Oh, cierto, debes tener cuidado,” Holden asintió.
“¿De qué?” Suga les miró, esperando que fueran directos.
“¿No lo has oído? Es un monstruo feroz que asecha a todos los campamentos de noche,” Okita se le acercó, hablando con seriedad y suspenso. “Escucha atentamente. Este tiene una fuerza descomunal, un rugido espantoso, y puede comer a cualquiera de nosotros vivos de un solo bocado. Todos estamos en peligro de esa horrible mole.”
“¿Mole?” Sayi se extrañó. ¿Acaso era algo que Kabu había olvidado decirles? “¿P-pero de qué peligro hablas?”
“Hablo, por supuesto…” él se acercó a susurrarle en el oído. “Del Seabear…”
“¡O-oye!” Sayi le empujó y le vio reírse con gusto. “¡No andes inventando cosas!” y entonces, algo le sacudió los brazos violentamente, asustándole. “¡AAHHH!”
“¡Hahaha, caíste!” Holden aprovechó que Okita llamara su atención y le asustó de atrás. Los dos bros se juntaron y se rieron con todas las ganas, hablando sobre el éxito de la broma y sobre el Seabear y Searhinocerous del show. Sayi optó por rodar los ojos e irse. Parte de ella deseó que al menos uno de esos dos monstruos llegara para tragárselos. Esos dos sí que eran pesados como dúo.

El equipo tuvo el descanso de la noche para llenarse de energías, y finalmente terminar con la misión al día siguiente. Más de uno ya no podía esperar para terminar con la labor y regresar a Rabanastre.



El sol de la mañana les dio la bienvenida al nuevo día, y el grupo finalmente dejó la sombra del bosque para llegar a una hermosa pradera con abundante variedad de flores y pasto que se mecía con la brisa refrescante. Era sin duda el panorama más ideal y tranquilo del viaje, y con lo que pondrían el broche de oro a la aventura.

La misión consistió en encontrar copos de algodón, algunas flores, una especie de mariquitas y una buena ración de tierra fértil del área. Ello fue algo fácilmente encontrado a inicios de las praderas, y luego de terminada la misión, el grupo tomó el camino principal del valle que debía llevarles de regreso a Rabanastre. Sin embargo, lo que prometía ser un relajado camino de regreso cambió cuando todos vieron un anuncio rústico de madera.

Capilla El Heno – 1km
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“Cierto, en este juego uno puede casarse,” Holden alzó una ceja. “¿Pero habrá algún punto o beneficio de ello?”
“Pues, en este juego muchas cosas de la vida real no tienen la misma importancia,” dijo Sayi, encogiéndose de hombros. “Será sólo para cambiar el título o status.”
“Oh, sobre eso, he oído rumores que sí tiene ventajas,” Okita sonrió.
“¿En serio?” preguntó Tamaki, escéptico.
“No sé qué tan verídico sea, pero creo que hay lugares donde sólo jugadores casados pueden ingresar, también descuentos en ciertos artículos y mayor support en batalla. Suena a una gran idea para levelear y estar más protegidos,” el soldier miró a Suga. “Hace un tiempo estuve pensando que sería genial que Kurara y tú se casen.”
“¿Q-qué…?” Kurara pareció incómoda por la repentina mención.
“Eh, por más estratégico que sea, una boda sigue siendo una boda,” respondió la pelirrosa. “Tampoco sabemos si los rumores son ciertos, y creo que todos estamos bien sin necesidad de más.”
“Pues sí, pero no dolería tenerlo en mente a futuro, no sólo para ustedes, sino para todos nosotros,” dijo Slash. “Suena a un posible recurso, y no veo qué hay de malo.”
“En este MMORPG hay cosas que requieren de más importancia, como derrotar a bestias y ganar dinero para sobrevivir. Una boda es más por conveniencia,” Okita habló con completa naturalidad, y repentinamente se giró a mirar a su bro. Él preguntó algo que sorprendió grandemente a todos.

“Holden, ¿qué te parece si aprovechamos para casarnos ahora?”
“¿Qué?” el dirigido dio un paso hacia atrás. “Esto es sorpresivo…”
“Lo sé, pero me parece una genial idea si nos va a dar ventajas más adelante. Además, sabes que somos bros, no hay homo aquí, y eres en quien más confío en todo el juego.”
“Okay, pues…” no había esperado oírle decir eso. “Sé que eres mi bro y todo, y también creo que el casamiento aquí es casi trivial, pero sigue siendo raro…”
“¿Qué está pasando…?” Sayi se dio un facepalm. El Slash que conocía y había aprendido a apreciar y respetar se negaría rotundamente y la discusión llegaría a su fin en cuestión de segundos, pero parecía como si realmente lo estuviera considerando. “Holden… esto sigue siendo una boda, y no olvides que estamos hablando de Okita.”
“Bueno…” el soldier sonrió levemente apenado. “No te culpo por dudar de mí, entiendo que me tomará tiempo para merecerme la aceptación de todos…”
“…” Holden negó, pensando al respecto. Hubo un corto momento de silencio mientras se esperaba alguna respuesta. “Será raro, pero yo realmente sí he decidido confiar en que Okita y yo hemos superado nuestras diferencias,” se encogió de hombros y miró a su ‘bro’. “Ya que, si quieres podemos hacer esto, no es que a mí me importe.”
“Oh, excelente,” Okita se vio feliz. “Y si al final los beneficios son mentiras y ya no te llama la idea de ser bros oficialmente, un divorcio debe ser la cosa más fácil.”
“¡¿Qué?! ¡Es imposible!” Tamaki no podía creer que los dos habían llegado tan lejos en apenas tres días. Vaya… de tener su propia Royal Guard a estar en un Guild pobre con un par de bros sospechosamente gays… ¿tan bajo había caído?
“¿S-seguros?” preguntó Kurara, en shock.
“En fin, no es que vaya a doler a nadie,” Holden decidió no darle importancia.



Un kilómetro después, el equipo llegó a la capilla. La pequeña iglesia estaba abierta al aire libre, sin paredes o techo y con apenas unas columnas y el frente del lugar construido de piedra caliza y gastada. Los asientos largos de madera tenían tanto la vista del altar como de las praderas del alrededor, y se podía sentir una suave y armoniosa brisa.

Holden y Okita miraron al altar donde había un viejo cura NPC, e intercambiaron miradas como si estuvieran yendo a enfrentarse a un gran boss. Por un lado, los otros tres se sentaron en la última banca de la capilla, todavía no pudiendo creer la serie de eventos. Sayi se extrañó al ver a una pareja de jóvenes jugadoras recién casadas irse corriendo por las praderas llenas de flores con las manos agarradas y dando brincos juntas. El efecto del Internet en las personas daba miedo a veces.

“Esto no es parte de la misión, ¿por qué tenemos que estar aquí?” renegó Tamaki, sentado y con los brazos cruzados.
“No lo sé, Slash ha perdido la cordura, y creo que Okita nunca la tuvo,” contestó Suga.
“Q-quizás… Okita está aprendiendo a actuar mejor…” pensó Kurara.
“Pues, él nunca ha sido normal… tal vez tienes razón y sus raros intentos de bondad tienen lógica sólo dentro de su cabeza…” Suga negó. Ella no estaba nada convencida, y no dejaba de tener un mal presentimiento de todo esto. “Yo también espero terminar con esta misión pronto, espero que las cosas regresen a la normalidad. Además, Kabu nos debe estar esperando en Rabanastre…”

“No exactamente…” el mecánico sorprendió a los tres por atrás, asustándoles.
“¡AHHH!” Kurara dio un brinco y agarró a Suga del brazo.
“Genial, como si el día no se pudiera poner peor,” Tamaki se disgustó por verle.
“Kabu, ¿qué haces aquí?” preguntó Sayi, confundida.
“Pensé que lo mejor era no esperarles y ver el final de la misión,” él sonrió y luego apuntó al camino. Ahí había una extraña y amplia vespa modificada. “También estoy probando una de mis invenciones. Es todo terreno y tiene gran potencia. He llegado aquí en poco menos de dos horas, con descansos y todo.”
“Si te es tan fácil, ¿por qué nos hiciste viajar por tres días por artículos tan comunes?” Tamaki le miró con recelo.
“No te quejes, les voy a pagar por su servicio. Yo también tengo cosas que hacer, y deberías estar agradecidos. He sido muy generoso, ¿no les parece?”
“Pero eso no justifica el raro viaje que hemos tenido…” Sayi dio un suspiro. “¿Está bien si te entregamos los ítems del quest?”
“Sí, cuanto antes,” Kabu accedió su Omnitool y aceptó los ítems. Luego, depositó la cantidad de la misión en los ahorros del grupo. “Buen trabajo.”
“P-parece… que están recibiendo un tutorial…” observó Kurara, mirando al frente.

Todos los demás se giraron y vieron a los dos bros recibir una explicación del NPC sobre la boda. Una burbuja encima del cura explicaba los términos, aunque era difícil leer a tanta distancia.

“Wow, los dos llegaron al altar, ¿quién lo imaginaría?” Kabu sonrió entretenido. “Pensé que Slash tenía más dignidad.”
“A Okita le ha picado un insecto o algo y le hizo más amigable con Slash. Ahora los dos son los mejores amigos…” Tamaki se estremeció con sus palabras. Se habían vuelto insoportables, y él lo tenía que pagar más que los demás.
“Pues sí, esa es la única forma que esto ocurriría, ¿no lo creen?” preguntó el mecánico. Él sonrió con una extraña y divertida sonrisa, mientras miraba atentamente al altar. Suga notó su expresión. Casi parecía como si él intentara ver qué tan lejos llegaban…
“¡Un momento!” la pelirrosa se dirigió a Kabu. “¿Cómo nos encontraste aquí? El camino de regreso a Rabanastre parte 500 metros antes de llegar a la capilla, y por una colina no nos podrías haber visto a distancia.”
“Oh, buena observación, hahaha,” el mecánico sonrió. “Como mecánico siempre puedo hacer algún rastreador, peeero no es la razón. Digamos que desde el principio…” su tono se contagió de una muy tenue y extraña maldad. “…siempre supe que vendrían aquí.”
“¿Q-qué?” Kurara le miró con miedo.
“No me digas…” Tamaki le apuntó con un dedo acusatorio. “¡Tú eres el responsable de que Okita sea tan raro!”
“No me culpes a mí, todo esto fue idea de Okita.”
“¿P-perdón?” Sayi se estaba confundiendo más. ¿Acaso había una horrible y compleja verdad detrás de la simple misión que duró tres días? “¿Cómo que esto es idea de Okita?”
“Llegar hasta el altar por conveniencia…” Kabu miró al altar. Sí, lo había logrado.

Todos vieron a Holden presionar el botón de ‘I do’ en su Omnitool para aceptar casarse. Y entonces, los demás pudieron ver a Okita mirarles de soslayo con unos ojos malignos y una sonrisa cruel digna de alguien que había ganado el mundo. El ente maligno en sus ojos había regresado de la misma nada…

“¡Nooo!” Sayi se levantó de su sitio y corrió al altar. “¡Yo me opongo!”

“Hmm~” Okita giró su dedo encima de su Omnitool, y luego de ver a la pelirrosa correr casi todo el pasillo al frente, presionó el botón ‘I don’t’.
“¿Okita?” Holden se sorprendió por verle cambiar de parecer, y notar su maligna expresión resurgir. “¡O-oye, ¿qué demonios es esto?!”
“E-espera, ¿acaso no ibas a casarte por Holden por conveniencia?” preguntó Suga a Okita, deteniendo su carrera.
“¡Hahahahaha!” el soldier rió con todas sus fuerzas. Su risa reflejó que había reprimido su impulso de reírse por un largo tiempo, tres días enteros, para ser exactos. “¡Lo hice, gané la apuesta!”

Él abandonó el altar y caminó a los demás como un campeón. Mientras, un Holden en shock vio un mensaje en su Omnitool que decía: ‘Sorry, you’ve been rejected’.

“¡¿Qué estás haciendo?!” exclamó Tamaki. “¿Nos has hecho sentir incómodos por gusto?”
“Eso no tiene que ver, es todo por culpa de Slash,” contestó Okita, sonriendo indiferente. “Porque si no hubiera hecho el acto, no habría conseguido que él se enamorara de mí.”
“¿P-por qué haces esto…?” Kurara estaba en shock. Su voz temblaba y se sentía mal por el horrible rato que Slash debía estar experimentando.
“Pequeña…” el soldier caminó hacia ella, quien dio un par de pasos hacia atrás instintivamente. “Todo lo que hice fue seguir el juego por una apuesta que hice con Kabu hace tres días, pero no tomes mis recientes acciones en serio. Tú eres y siempre serás la única pequeña en mis ojos…”
“¡Aléjate!” Sayi se puso en medio. “¡Kabu, ¿qué es todo esto?!”
“Pues, tu ‘amigo’ Okita me envió un mensaje hace unos días preguntándome si podía hacer un refinamiento especial a su espada. Le dije el precio, pero él lo consideró muy caro y quiso negociar…” Kabu sonrió entretenido. “Un tema llevo a otro y eventualmente, él me propuso una apuesta. Si yo les daba una quest que les llevara indirectamente a la Capilla El Heno y él lograba que Slash llegara al altar con él, yo se lo haría gratis. Vaya, no puedo creer que ganó.”
“No olvides que hay puntos extras por hacer que él acepte,” le recordó Okita. “Haha, pero pudiste hacer la quest más corta. Estoy convencido que Slash estaba listo para casarse conmigo desde ayer.”
“…” Slash sintió una creciente e incontrolable ira incrementar dentro de él. “¡OKITA! ¡E-eres un demonio!”
“…” Suga se ahorró las ganas de decirle ‘te dije’.
“No hagas mucho escándalo. Este NPC debe estar acostumbrado a casar BFFs todo el tiempo. Pero honestamente, ¿pensaste que quería casarme y estar asociado contigo por el resto de mi existencia en el juego? Hahaha, aun así, gracias por tu amor, hahahaha.”
“¡Miserables!” Slash corrió hacia el par que orquestó su desdicha.
“¡Gracias por la quest, nos vemos!” se despidió Kabu, rápidamente y todavía sonriendo. Él corrió, seguido por Okita, y ambos se montaron en la Vespa. Ellos arrancaron, pero sorprendentemente, Holden no se estaba quedando muy atrás. La ira quizás era su propio tipo de adrenalina.

Nuevamente, los tres cuerdos del grupo cambiaron miradas por milésima vez en el viaje.

“¿Ahora qué hacemos?” preguntó Tamaki.
“Pues…” Suga se puso a pensar. “Vi el anuncio de un restaurante de comida rápida en medio de la pradera. ¿Vamos?”
“…” Kurara asintió. “M-mejor olvidemos lo ocurrido de una vez.”

Era hora del almuerzo para ellos, y se quedarían en el restaurante para descansar del agotador viaje, y tal vez esperar a que Holden regresara cuando se cansara de correr. Pues… al menos la paga de la misión sí había sido muy generosa, pero a un costo que para Holden, no tenía precio ni devolución.

El regreso a Rabanastre sería incómodo, aunque si tenían suerte, cierto pelinegro desengañado finalmente pondría fin al soldier.


Isumi

Re: Para Isumi ★ Capilla El Heno
« Reply #1: January 17, 2014, 01:39:11 PM »
CHO
CHO
CHO
CHO
TE PASASTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE XDDDDDDDDD me estuve matando de risa todo el fic. TODO. EL. FIC.
Mira te voy a ser sincera, cuando propuse la idea del fic para wishes, no tenía ni la más remota idea de cómo podría haber sido llevada a cabo, me explico: por cada idea que propongo puedo hacerme al menos un mínimo de imagen mental de como podría hacer yo el fic -o si no la idea no se me ocurriría en primer lugar- y este creo que fue el único que propuse algo que yo no habría sabido como hacer y por ende no habría sabido tampoco como alguien más podría hacerlo y mis expectativas eran neutrales (??), y por eso debo decirte que realmente te pasaste y te superaste y te adoro XDD

Este es uno de esos fics que el spoiler de saber que es obvio que Okita estuvo tramando algo todo el tiempo es indispensable (??) y era más como ir construyendo la intriga sobre QUÉ era lo que estaba tramando. Me gustó mucho como Holden fue tomándole confianza poco a poco y no bruscamente, hiciste un trabajo genial en ese aspecto xD la parte de la rosa y Sayi revisando cada componente fue muy original too, oh y el hecho de que Sayi nunca terminara de confiar en él me lo esperaba XDD
Cuando empezaron a hablar de matrimonio y todo eso yo estaba de '.......QUÉ VA A PASAAAAAAR' te juro hasta que no leí la palabra 'apuesta' no caí en cuenta de lo que podría ser. Oh y el 'Sorry, you’ve been rejected' fue el toque final perfecto XDD me reí demasiado con eso y con todo el final y el 'gracias por tu amor' y todo eso me mató XDD, enserio fue muy épico este fic, fue exactamente lo que quería sin saber realmente qué era lo que me esperaría, y eso no es fácil de lograr Cho mía uwu
So no queda más que decir aparte GRACIAS GRACIAS GRACIAS porque sé todo el esfuerzo que le pusiste al fic y la verdad es que fue compensado <3


With the kids sing out the future
Maybe, kids don't need the masters
Just waiting for the little Busters