Author Topic: Para Shura ❤ "Historia inspirada en Disney"  (Read 7623 times)


Neko

Para Shura ❤ "Historia inspirada en Disney"
« Topic Start: December 24, 2013, 06:13:00 PM »
¡Kiwi! ¡Aquí estoy con tu regalito TVT! Apenas son las doce, pero... es que me hace ilusión que lo leas.
Es una parodia medio musical, yo ya te aviso...
Va cargadito con mis mejores deseos para este año, espero que te guste ❤





¡Con valor!
Crackfic



—¡Con valor! —gritaban las tropas que estaba preparando Sol, aprendiendo a usar cohetes.

—¡Seré más raudo que un río bravo! —les animaba Sol, aunque ninguno de ellos daba en el blanco.

—¡Con valor! —le coreaban mientras Yuri pateaba el soporte del cohete de Shura simplemente por molestarle.

—¡Tendré la fuerza de un gran tifón!

Shura apenas tuvo tiempo de agarrar el cohete y terminó con la cara manchada de hollín después de que la mecha llegara a la pólvora.

—¡Con la energía del fuego ardiente!

 Y el proyectil se estrelló en la tienda de Nero, que por suerte había acabado de salir de ella.

—¡La luna sabrá guiar el corazón! —aulló Sol desde una colina, descamisado, observando con pena el campamento a lo lejos.

Al día siguiente, mientras Sol intentaba meter a presión fuerza y resistencia en aquellos cuerpos blandos, Shura se desmayó por el camino, tirando sus sacos. Nero suspiró y señaló hacia el cuerpo inmóvil en el suelo.
Por mucho que le pesara, tenía que tomar una decisión.

—No estás listo aún para luchar. Sobras ya, te irás de aquí —le explicó a Shura esa misma noche, dándole las riendas de su caballo.

Lo que no le dijo fue que ya no podría ser el mejor para él.

La mañana siguiente amaneció con Shura lanzándole la flecha que había clavado en lo alto de aquel poste el primer día de campamento.
El muchacho estaba trepado en lo más alto del poste, sentado allí como si nada, con esa sonrisa satisfecha que mostraba cada vez que, por fin, algo le salía bien.

—Oh, mierda… —susurró.

Se estaba enamorando. Y parecía que Sol aún no aprendía a usar una camisa.



Habían pasado unas semanas desde que empezasen el entrenamiento y los reclutas iban progresando adecuadamente. Mejor que adecuadamente, pensaba Sol, inflando el pecho, lleno de orgullo.
Esos novatos estaban más cerca de ser unos guerreros de verdad gracias a sus habilidades como instructor, estaba claro.
Además, empezaban a hacerse amigos entre ellos. La camaradería entre compañeros siempre era un buen signo y Sol podía escucharlos jugar en el lago desde los límites del campamento.

Levantó la vista y vio la luna, casi llena, un poco más allá. Suspiró, pensando en el futuro. Era hora de que se unieran a la batalla.
Se puso una camisa por encima de los hombros y entró en la tienda de Nero.

—Mañana emprenderemos la marcha hacia el frente —avisó y Nero le miró con el ceño fruncido.

—Disculpe mi arrogancia, capitán, pero no están listos y-

Sol contuvo una risa y miró al consejero del Emperador de arriba a abajo.

—Han acabado la instrucción, no tengo más que decir.

Y salió de aquella tienda como había entrado, a medio vestir.

—¡Eh, capitán! —le interceptó Shura, fresco de su ducha en el lago— ¡Yo le sujeto y tú le pegas!

Sol arrugó el entrecejo. Sabía que se refería al consejero y aunque a veces Nero podía ser molesto, también era necesario.
No añadió nada mientras se marchaba, pero su corazón latía con más fuerza al ver la admiración que reflejaban los ojos de Shura mientras le llamaba por su rango.



Nero salió de su tienda con la toalla alrededor de su cuerpo, otra más enrollada en su cabeza y sus zapatillas de baño.
Trotó canturreando hasta el lago, creyendo que las tropas ya habrían terminado su relajo y se dispuso a bañarse con tranquilidad.

Oh, pobre ilusión la que tenía.

No tardaron en encontrarle y tirarle al agua, haciéndole ahogadillas. Por suerte, cosa extraña que le sucedía de vez en cuando, no murió con el juego.

Un rato después estaba tosiendo, con el puño tembloroso sujetando el borde de la toalla que tapaba su cuerpo. En la otra mano estrujaba una de sus zapatillas de baño.

—¡Rufianes, insubordinados! ¡Me debéis un par de zapatillas nuevas! —gritó en la distancia, agitando el calzado mojado que había conseguido rescatar— ¡Y yo no chillo como una chica!

Inmediatamene después, chilló como una chica mientras un panda se comía su zapatilla.

—¡Mensaje urgente del general! —anunció el hombre que montaba a lomos del palma, Nero aún no se podía creer lo que estaba viendo— ¿Qué pasa, nunca has visto un oso patrulla?

Nero se recompuso a tiempo para tomar el rollo de papel que le entregaban y empezó a leerlo.
Ni un minuto después se encontraba corriendo hasta entrar a trompicones en la tienda del Capitán Sol.

—¡Mensaje urgente del Capitán, nos necesitan en el frente! —anunció, con las mejillas sonrojadas por la carrera y la piel húmeda.

—Si te lo había dicho yo.

Sol sonrió de costado, se había quitado la camisa. Aunque sería su último día de libertad antes de volver a ponerse la armadura ligera.



Marchando hacia el frente, los soldados no tenían otra cosa mejor que hacer que cantar sus sufrimientos. Que si les dolían los pies, que si sólo se escuchaban a ellos mismo quejándose. Pero el tono de la canción cambió con rapidez.

—¡El premio es tu dulce y linda flooooor! —gritó Yuri agarrando los hombros de dos compañeros suyos, que no tardaron en soñar despiertos con él.

—¿¡Eh!? —preguntó Shura, obviamente sin entender a qué se refería.

—¡La quiero blanca como luz!

Shura rodó los ojos y se cruzó de brazos.

—¡Radiante su mirar! —continuó el muchacho sin hacer caso a las palabras de Shura.

—¡Que ame mi fuerza y mi don, mi arrojo al batallar! —añadió Ikki, dándole un par de codazos a Shura, que simplemente se rió.

Gaudy se inclinó sobre los tres antes de unirse a las rimas.

—Da igual como ella pueda ser o como vista —todos se acercaron más al rubio, para ver a que se refería—, pero que al guisar sea una artista. ¡Vaca, cerdo, pollo!

—¡Hmmn! —coreó todo el batallón.

Sol suspiró cansado, escuchando el resto de la canción, aunque agudizó el oído al distinguir la voz de Shura, que había intentado evitar participar.

—Cabeza aguda y gran saber… ¿Juiciosa para hablar?

Todos renegaron de lo que había dicho, pero Sol arrugó la nariz. Así era como él veía a Shura.
Bueno, tal vez lo de juicioso al hablar no, pero no se podía tener todo en esta vida.

—¡Sé que por vencer no habrá mujer que no me dé su amor! —cantó la tropa.

—¡Voy a tener! —gritó Yuri a hombros de Gaudy.

—¡Mi dulce y linda flor! —completó el resto de la compañía.

—¡Me esperará!

—¡Mi dulce y linda flor! ¡Mi dulce y linda…!

Y entonces el cielo cayó sobre sus cabezas de dos formas. Los Hunos habían arrasado el puesto avanzado de combate y empezó a llover.



La lluvia no tardó en convertirse en nieve, cubriendo los restos de la batalla acontecida, pero también tapando el rastro de los Hunos. Ni siquiera intentaban esconder sus huellas, así de seguros estaban de que iban a ganar, de que no habían dejado a nadie con vida. De que la ciudad imperial iba a ser suya.
Sol apretó las riendas del caballo entre sus dedos.

Cuan equivocados estaban aquellos Hunos.

Eran pocos, pero contaban con el ingenio de Shura, que se las apañó para, con pocos recursos, aniquilar a todo un ejército y salvarlos a todos, Sol incluído. Pero él no sobrevivió al ataque.
Sol se quedó mirando el precipicio por largos minutos antes de que su escuadrón lo convenciera de abandonar el lugar e ir a dar la buena nueva a la ciudad imperial.
A regañadientes, Sol se levantó, notando un vacío en el pecho que no podía llenar con nada.

Durante el pasacalle de la victoria, Sol se encontraba en las nubes, no se podía concentrar. Y eso le costó el no darse cuenta de que quienes portaban la marioneta del dragón eran un puñado de Hunos que habían sobrevivido a la avalancha.

—¡Capitán! —escuchó la voz de Shura justo antes de que aquel pequeño grupo le atacara.

Confundido, sacó la espada, intentando defender al Emperador, pero perdiéndolo pronto.
Parecía que Sol estaba destinado a perder todo lo que le importaba. Chistó y se quedó en blanco al darse la vuelta y ver la figura de Shura recortada entre la multitud.

—¡Shura, estás vivo! —gritó.

—¡Sí! ¡Y tengo una idea! —replicó el chico, sonriendo con picardía.



No tardaron en recoger ropa de las viviendas cercanas.

—¿Tengo que ir de rosa? —preguntó Gaudy, poniéndose bien el relleno.

—Eres rubia, a tí te va a quedar mejor —dijo Yuri encogiéndose de hombros.

—Y ese era el vestido más grande —añadió Ikki, demasiado a gusto con la ropa que llevaba.

Sol entrecerró los ojos, pero no dijo nada. Él era el único que se había negado en redondo a servir como distracción. No pensaba vestirse de mujer, no señor.¯
Cuando Shura apareció, iba ajustándose el vestido azul con detalles en dorado y cortes a los lados. El cinturón blanco le hacía una figura espectacular y Sol se encontró tragando saliva y pensando en cosas feas… feas como… como…

—¿Dos moños? —le preguntó ladeando la cabeza.

—Sí, es más de chica ¿no?

—Maldita sea, Shura —dijo Ikki después de echarle un buen vistazo a su compañero—. Si pareces mujer.

Yuri silbó y Gaudy puso sus manos en las cabezas de sus compañeros para dirigirlos al frente.

—Vamos, chicos. Tenemos una ciudad que salvar.

—Gracias, Gaudy —dijo Shura, con las mejillas sonrojadas.

Gaudy ladeó la cabeza para mirarle.

—Oh, después de salvar la ciudad podemos tomarnos unas cervezas si no te quitas el traje.

Shura se rió de buena gana.

—Con vosotros no se puede…

Y Sol vio la luz. Había estado ahí desde el principio, sólo que no se había dado cuenta.

—Es una chica… —murmuró mientras los veía alejarse, justo antes de que Shura le llamara para que no se quedara atrás.



¿Quién iba a adivinar que el Emperador Otacon tenía un monstruo de metal en lo profundo de Palacio? Pues nadie, y menos los Hunos.®
Después de una lucha épica y de que Sol y Shura consiguieran atraer la atención de los Hunos sobre ellos y que dejaran al Emperador escapar… Bueno, diez minutos después, los Hunos habían dejado de ser un problema.

El emperador Otacon se reía histéricamente desde su monstruo de metal, al que insistía en llamar mecha, mientras los pobres soldados eran atacados de nuevo. Esta vez por una horda de mujeres, aunque no todas eran lindas ni dulces ni flores.

—¿Y si tenía eso por qué no lo ha usado desde un principio? —preguntó Shura mientras una joven gritaba su amor eterno por él, agarrada a su brazo— Señorita, por favor.

Intentó liberarse Shura entre sonrisitas diplomáticas y tirones agresivos.

Sol sólo tenía que mirarlas mal para que le dejaran en paz, no era justo. Pero parecía que él tenía su meta enfrente de los ojos.

—Verás Shura… —empezó antes de dirigir su mirada furibunda hacia la mujer, que soltó a Shura con rapidez y desaparició entre la multitud— No hace falta que lo escondas más.

—¿Eh? ¿El qué? —preguntó mientras se frotaba el brazo.

—Yo… sé que eres una mujer. Y-

Las palabras de Sol se cortaron por la risa cantarina de Shura.

—¿Qué dice, capitán? ¡Soy un hombre!

—No, escucha, en serio. No tienes que esconderlo.

—¡En serio! ¡Tengo cadera y eso y patas, pero soy un hombre! —Shura agarró la tela del vestido que llevaba y aprovechó un corte que se había llevado en medio de la batalla para descubrir su pecho plano. El relleno cayó al suelo— ¿Ve? ¡Todo el equipamiento es de chico!

Sol no pudo más que mirar hacia abajo y hacer una mueca de horror.
Balbuceó sus disculpas y se fue tambaleándose hacia algún rincón en el que se pudiera enterrar a sí mismo y a su vergüenza.

Hasta que al final chocó con el emperador.

—¡Hombre, Sol! ¡Cuanto tiempo! —le saludó, dándole palmaditas en la espalda y después carraspeó para ponerse serio— Verás, las flores que han florecido bajo la adversidad… son las más bellas de todas.

—¿Y eso qué quiere decir, señor?

El emperador Otacon se encogió de hombros.

—Yo que sé, chico. Tengo la adrenalina por las nubes.

Sol se quedó observando la espalda del Emperador mientras se retiraba hacia el palacio.

—¡Ha sido un atentado deliberado contra mi vida! —escuchó decir a Nero que salía de entre los escombros de palacio— ¿¡Quién es el responsable de todo esto!? ¡Ahora sí que la han armado!

Nero se chocó contra el pecho de Sol, que por reflejo le agarró de la cintura para que no cayese. El consejero imperial se quedó quieto, muy quieto. Y muy callado antes de gritar como una nena.

—¡Apártate!

Pero en vez de eso, Sol apretó su cuerpo con más fuerza, levantando las cejas al darse cuenta de que allí… allí debajo había un pecho.

—¿C-capitán? —preguntó Nero mientras veía como la sonrisa de Sol empezaba a tener cualidades lobunas— ¡Socorro!

—Así que eras una chica… ¿Y nunca dijiste nada?

Nero se quedó en blanco antes de empezar a darle puñetazos débiles a Sol en el pecho, con sus pequeños puñitos. ¿Cómo no se había dado cuenta antes?

—¡Emperador, alguien, socorro!

Sol levantó a Nero del suelo y se lo llevó a un lado. Tenían muchas cosas de las que hablar.
Por ejemplo de aquellas miradas demasiado largas a su pecho desnudo cuando estaban entrenando en el campamento. O de aquella forma que tenía Nero de gritar, que a Sol siempre le ponía los pelos de punta.

—¡Aaaah!

Y otras cosas.



-FIN-




Y ahora que ya te lo has leído, decir que sé que soy un poco troll y que ha sido un placer escribir una cosita para tí y que estoy muy nerviosa y que quiero que te guste y urrrg -se esconde-


Shura

Re: Para Shura ❤ "Historia inspirada en Disney"
« Reply #1: December 25, 2013, 05:54:36 AM »
¿Estas nerviosa!? ¡Nerviosa! YAAAAUUUUuuuuh! *abrazo al cuello* Yo también me pongo nerviosica con un fic de hombres descamisados y sudorosos preparándose para la batalla (not homo xDD)
AYY!! Me ha encantado el giro final iiih, yo pensaba que solo era Nero en modo pringado xDD luego que veo las películas y empiezo a fliparme xDDD
También es tan genial que Otakon sea el emperador xDD ayy, el bebe tiene barra libre para hacer juguetes, y YA YA los otros se quejan por tener que ir de tias (excepto Ikki!? xDDD por qué Ikki!? xD él todo lo que hace le pone pasión) ayy y Gaudy en modo Lala xDD (uno de los momentos de Slayers que quedará gravado en mi corazón) ¡ay! Me encanta su parte de canción de "mi dulce y linda flor" xDD fue como escucharlo cantar (con su tono de voz de "aaahh, pero que tranquilo y agustito estoy" xDD)
Ayy, perdona por comentar salteado <3 demasiada emoción.
¡AY AY! Otra de esas cosas que tiene esta película, la duda de Sol por lo que siente por Shura xDD luego que va con el calentón y pilla por banda a la otra xDD (ayy ayy, me encanta el final... ¿te acuerdas hablando del fic? "qué si, que creo que voy a hacer Nero/Shura, según como me despierte ese día"; ¡los cojones despertarme! los personajes hacen lo que les da la gana xDDDD -y confieso que me gusta tanto <3 jiji-) Ay el tontorron de Nero xD que se va al ejercito a ver chicha! Y parecía tonto cuando lo compramos xD
Ay! Y hablando del trío lalala, Yuri fastidiando a Shura (a punto de poner Shurmanita xD), lo que hizo con el cohete fue robarle donde se sostenia, gitano que es uno xDD *chistaco gratuito xDD

Ayyy <3 muchas gracias por el regalo, bordado que te ha quedado!! GRACIAS!!!!!!!!! siente mi abrazo apachurrador!!! RAAAAWWWWW <3 *Que topecito para fic más mono por dios!