Author Topic: #prompts4everyone ☆ ronda #dos  (Read 15624 times)


Deidara

#prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Topic Start: September 19, 2014, 10:32:51 AM »


Segunda ronda! Mismo funcionamiento, que repito de nuevo por si acaso:

-   Dejo los prompts, cada participante que quiera participar debe escoger un prompt como mínimo, escribir un fic siguiendo dicho prompt.
-   En cuanto a palabras: mínimo 400, máximo 1000.
-   Si quieres escribir más de un prompt, puedes hacerlo.
-   Para postear, copia y pega el prompt, seguido de tu fic.
-   ¡Sé libre de usar random.org en tus prompts!

El stop será dejado el miércoles a las 11pm hora España, se dispondrá del jueves de ‘descanso’, día que se podrá aprovechar para ponerse al día, proponer prompts, comentar…

Usad solo este post para postear prompts, para comentarios ya está su correspondiente post, y si tienes dudas o sugerencias dirígete al tema de la actividad o a mí por PM <3.

Estos son los cinco prompts que se han escogido al azar (mediante random.org) para esta ronda:

Quote
- Personaje X olvida la fecha de aniversario y Personaje Y no se lo toma nada bien.
- Personajes X e Y graban un video para youtube.
- Personaje X y personaje Y se conocieron en una fiesta, acabaron juntos/acostándose. Es el nuevo día de universidad, y personaje X llega a su nuevo dormitorio… personaje Y es su compañero de cuarto.
- Personaje X acaba de desbancar a Personaje Y en Kim Kardashian Hollywood.
- Tu bishoujo principal despierta en el cuerpo de Bishoujo X el día de su aniversario de enamorados con tu Bishonen principal.
- Tu bishoujo e X, Y, Z son niños de guardería. Tu bishounen es el cuidador, en el que tu bishoujo tiene un crush.
- Bakery o Coffee shop AU
- Personaje X tiene que pedirle a personaje Y que finjan tener una relación. Fake relationship.

Varias notas sobre la elección de prompts:
Se han intentado escoger mínimo un prompt por persona (que propuso).
En cuanto a los prompts propuestos similares— al azar se eliminó uno de ellos y se dejó el otro, para evitar repetir tropes etc. En otros casos, se intentó fusionar ambos.



Puri

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #1: September 19, 2014, 03:56:44 PM »
EL MEJOR DE LOS AUUUUUUS

Prompt: Bakery o Coffee shop AU

***

Sayaka era pobre y eso era bien conocido por sus amigos, pero eso estaba bien, ya que ellos también lo eran. El problema era que todos esos amigos se habían quedado -por pobres- en el pueblito de donde venía y ahora ella se encontraba en la ciudad, becada para una universidad de artes y humanidades, con una pensión que apenas cubría lo básico y la dejaba en la pobreza extrema en otros temas.

Así, cuando los patrocinadores de la beca la invitaron a un evento para que le tomen mil fotos y le regalaron una laptop del programa, Sayaka supo que debería tomar medidas drásticas para obtener internet.

…Pero en serio, ¿quién llamaría a un café ’Johnny’s’? Eso  debería de estar penado por la ley.

Al entrar y echar un vistazo rápido a la carta, Sayaka palideció. Esta desgracia cobraba más que en Starbucks y todo se debía a que era un café hipster, en los que te cobran todo adicional por la decoración, atención y música única del lugar. Pero bueno, uno tenía que hacer sacrificios por wifi gratis y esto era lo más cercano al dormitorio.

“¡Bienvenida a Johnny’s!”, le atendió un chico con una amplia sonrisa. “¿En qué te puedo atender?”.
“¿Un espresso…? ¡Doble!”, agregó recordando que en estos locales un shot significa 3 mililitros de café, y si iba a gastar, al menos lo iba a hacer bien. “Y la clave del wifi”, nailed it.
“Expreso doble para…”, El chico sacó una taza diminuta y Sayaka quiso llorar. Además, sacó una tarjeta y una crayola negra.
“Sayaka”.
“Listo”, dijo escribiendo su nombre y poniendo la tarjeta dentro del platito de café, para luego moverlo a otra mesa para el barista. “Son 8 dólares, atrás de la tarjeta encontrarás la clave”. Recordó de pies a cabeza el manifiesto comunista, pero se mordió el labio y pagó.

Sayaka se recordó entonces que ella solita se había metido en todo este embrollo. Ella solita mandó la aplicación a la beca de una de las universidades más caras porque pensaba que no sería considerada por sus notas mediocres, pero noooo, juuuusto entraba en la cuota de gente campesina que tenían que cubrir, así que la aceptaron. Al comienzo cuando les dijo a sus padres que se iba a estudiar literatura, estos quisieron desheredarla, hasta que entendieron que era gratis y se emocionaron tanto que mataron un pavo para festejar. Bueno, al menos tenía la suerte de que una vez al mes le llegaban papas, cebollas, tomates, mangos, uvas y pollos para comer… Pero por todo lo demás, seguía pobre.

“Espresso doble para Sayaka”, llamaron y la peliceleste fue a recogerlo, pero al llegar vio una mano agarrando su taza, así que alzó la mirada y vio al barista -no tan alto, cabello negro corto con mucho gel, mirada penetrante a la Edward Cullen-, que por alguna razón…
“Oh”. Murmuró al verla, negó con la cabeza y se volteó a seguir con sus cosas.

…Si Sayaka no se equivocaba (y nunca lo hacía) el desgraciado le dio una mirada de ‘Es tan pobre que solo puede costearse esto, mira cómo viste’. Al parecer nadie pedía malditos esspresos en el lugar por ser los más baratos y el maldito había querido ver con sus propios ojos quién ordenaba uno.

Ah no, no, no, NADIE despertaba al dragón.

***

“¿Te gustó el café?”, preguntó el chico que la había atendido la última vez. Su identificación decía: Yuichi.
“Ajaaa…”, en realidad prefería el té, pero no pagaría agua y un filtrante. “Me das un Capuccino doble con crema, leche de soya, jarabe de almendras y canela espolvoreada”.
“Wow, un gran cambio”, comentó sonriendo.
“Ese día estaba de dieta, ahora me engreiré. COMO ME LO MEREZCO”, agregó en un tono alto cuando reconoció la espalda del barista. Yuichi levantó una ceja, pero no dijo nada y cobró lo correspondiente, mientras Sayaka hacía cuentas sobre qué dejaría de comer ese mes. Finalmente, tras unos minutos, la llamaron.
“¿Capuccino doble de soya con crema y jarabe de almendras?”, dijo sin creerlo y murmurándole a un pelirrojo: ¿Quién pediría eso?.
“Olvidaste la canela”, dijo Sayaka con una pokerface apenas llegó. El barista la miró con incredulidad hasta que su expresión cambió al recordarla.
“Claro que me olvidé la canela”, murmuró con molestia y sacó un frasco del cual le echó de mala gana. Sayaka le dedicó una amplia sonrisa y supo que si no fuera mujer, el otro le habría golpeado. El feminismo ganaría batallas otro día, por el momento, todo estaba bien.

***

Hasta la sexta ocasión, Sayaka pidió combinaciones rarísimas de café que había encontrado en tumblr y había logrado enojar al barista cada vez más, ’Tienes idea de que esto va en contra del arte del café, ¿no?’, pero eso también significó quedarse más pobre, así que había aceptado encargos de transcripciones de audios… El peor trabajo existente, pero eso mismo le permitía costearse el cafecito y el internet.

El problema ahora era que se encontraba en exámenes parciales, necesitaba café, pero no tenía dinero porque sus empleadores habían decidido pagarle a fin de mes; por lo que en el mostrador solo pidió una botella de agua helada y se sentó a escribir un ensayo pendiente.

Por otro lado, la única ventaja de transcribir era la excusa perfecta de comprarse headphones, así que mientras escuchaba música y avanzaba, no escuchó que la llamaban hasta que alguien tuvo que moverle el hombro.

El barista.

“¿Ah?”, preguntó extrañada sacándose los headphones.
 “No has pedido café”, le dijo como si fuera su madre que le reclamaba los platos sucios.
“¿Hoy quiero agua?”, preguntó extrañada, pero en eso el chico se sentó al frente, cruzado de brazos y molesto, por alguna extraña razón. Después de unos segundos en silencio, habló.
“La casa invita, pide algo”.
“¿Puedo pedir una torta tres leches?”.
“Solo café”, rodó los ojos.
“Pero la casa invita”.
“Y la casa invita café”. Sayaka se enojó por su tono burlón.
“Fine”. Se recostó en el sillón, cruzándose de brazos también. “Un macchiato con leche de almendras, jarabe de cereza, con clavos de olor y mi nombre escrito en espuma”. El chico se mordió el labio inferior y asintió, cuando… “…Hecho con café instantáneo. De Cebada”.
“¿¡QUÉ!?”, preguntó indignado.
“¿Acaso no tienen? Pensé que tendrían todo tipo de café donde venden café”.

El chico la miró y Sayaka solo atinó a levantar las cejas. En un abrir y cerrar de ojos se quitó el delantal y lo lanzó a la silla, para irse directo a la calle, dando un portazo. Fue ahí que la peliceleste notó que habían montado una escena, con todos mirándola y Yuichi, el cajero, sorprendido… Lo peor fue que el local se quedó así hasta que cinco minutos después volvió el barista con el mismo enojo y una bolsa en mano, pasó por donde ella, recogió el delantal y volvió a su puesto.

Sayaka reconoció en la bolsa un tarro de café instantáneo.

Había creado un monstruo.

***

Después del incidente, Sayaka se saltó su visita semanal para terminar varios pendientes en su dormitorio, donde no tenía internet y no perdía horas rebloggeando. Fue por eso que la siguiente semana, en que necesitaba internet sí o sí, llegó para encontrarse con un Yuichi extrañamente molesto.

“¿Dónde estabas? Después que te fuiste sin decirle nada entró en una crisis existencial”.
“¿…AH?”.
“Se emociona cuando le pides cosas imposibles, nunca nadie lo había retado así”, rodó los ojos. “Estaba orgulloso cuando terminó eso del café instantáneo y tú lo tomaste, seguiste trabajando y te fuiste. Piensa que lo odiaste y peor aún cuando desapareciste, ahora trabaja dentro incluso”.
“¿¡No viste su cara!? Quería DESPEDAZARME, ¡¡por eso me fui silenciosamente!!”.
“Esa es su expresión de ‘necesito tu aprobación para sentirme validado en este mundo’, pero Tatsuya suele verse muy intenso ante quienes no lo conocen”. Sayaka no se creía nada de eso, pero la persona detrás en línea bufó, así que se apresuró en pedir cosas raras para calmar las necesidades de validación del otro.

Sin embargo, otra voz la llamó a recoger su pedido, un chico pelirrojo. El barista -Tatsuya- no estaba por ningún lado. Y en su bandeja le habían agregado una torta tres leches.

“La casa invita”, le respondió con un guiño.
“Oh”, respondió. Al bajar la mirada notó que tras las puertas que llevaban al interior se veían por debajo las piernas de alguien recostado en la pared. Esas botas militares parecían conocidas. “¿Primero me engríen con el mejor macchiato de mi vida de café instantáneo, para colmo de cebada, y ahora me regalan postres? Nunca más dejaré que se acumule el trabajo para venir siempre”. Aseguró en voz alta.

Para cuando Tatsuya se convenció a sí mismo de salir a preguntarle qué tal estaba su café, se encontró con una puerta cerrándose y la espalda de Sayaka perdiéndose en la calle. A punto de volver a meterse dentro, Massu le puso una servilleta en sus manos.

‘¿Sabes hacer té? No filtrantes, té de verdad’.

***

La semana siguiente, de nuevo fue el pelirrojo quien la llamó para darle su pedido.

“Ya tengo la clave de wifi”, le dijo cuando vio que había otra tarjeta con su nombre.
“Esa es otra clave”. Sayaka tomó la cartulina y la volteó, encontrando un número de teléfono.

’Acabo de comprar el libro ‘El maravilloso mundo del té’ y todo un set. ¿Sábado en la tarde? 4 pm.

“Sí saben que no vengo aquí por el café, ¿verdad? Sino solo por el wifi y la atención”, le dijo en voz alta al pelirrojo. Alguien rió desde la cocina.

***
« Last Edit: September 19, 2014, 04:01:22 PM by Puri »

Forget all the shooting stars and all the silver moons
We've been making shades of purple out of red and blue


Arence

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #2: September 19, 2014, 04:27:55 PM »
Este prompt es un desastre esperando a suceder. ¿Accelerator de cuidador de niños? Van a demandarlos muy pronto. Aunque, es canon que cuida niños. Hahahaha.

Quote
- Tu bishoujo e X, Y, Z son niños de guardería. Tu bishounen es el cuidador, en el que tu bishoujo tiene un crush.


"Entonces ¿Todos entienden el plan?"

Dos de los otros niños asintieron. Garma solo parecía muy confundido.

"Bien," Las dos colitas de Kuroko rebotaban cada que hablaba a pesar de que lo hacía en un susurro (O eso creía ella, en realidad su voz no era nada discreta). Los otros tres niños y ella estaban escondidos en un rincón del patio de juegos, a la sombra del árbol más grande y bien lejos del maestro, aprovechando que estaba ocupado regañando a Regene por jalarle el cabello a las niñas otra vez.

"Esperen..." dijo Garma, sus pequeños ojitos mirando de un lado a otro. "Yo todavía no sé lo que tengo que hacer. Es más ¿Qué estamos haciendo?"

Rápidamente, Yuri le dio un golpe en la cabeza con su espada de plástico. Al mismo tiempo Yuuka le dio con su pequeña sombrilla rosa.

"Ayudamos a Kuroko." Dijo Yuri.

"Quiere ir a ver a su novia en el salón de los niños grandes~." Terminó Yuuka.

"¡Hey, no es mi novia!" Gritó Kuroko, poniendo sus manitas detrás de su espalda y balanceándose de un lado a otro. "Es mi onee-sama. Por ahora."

"Ahh, el amor florece en primavera." Cantó Yuuka.

“Estamos en otoño Yuuka” Interrumpió Garma. “Otoño es cuando se caen las hojas de los árboles, eso dijo el maestro ¿Ves?” Señaló al árbol, que ya se había tornado color ocre para esas fechas. “¿Ves, ves?” Y saltó sobre las hojas del suelo, haciéndolas crujir ruidosamente.

“Eso que importa. También hay amor en otoño.”

"¿Se dan besitos?” Dijo Yuri haciendo un gesto con la mano, moviendo todos los dedos rápidamente.

 “¿Qu-qué? N-n-no-n-nonono-no-NOOO” Kuroko retrocedió un par de pasos.

“Seguro que no, Mikoto te pega si te le acercas.” Yuuka abrió su sombrilla y escondió su cara detrás de él, solo se veía su sonrisa.

“El tío Raven dice que los niños solo le pegan a las niñas que les gustan.” Yuri apoyó su espada entre sus hombros comodamente.

“Pero Mikoto es una niña.” Dijo Garma con una mueca.

“Pero tal vez sí le gustas.”

“¿C-crees? Eso…eso haría a Kuroko muy feliz. Hehehee, onee-samaaa.”

“La perdimos.” Yuri le picó las costillas con el dedo sin obtener resultado.

“Está soñando con darle besitos.” Asintió Yuuka.

“Guacala.” dijo Garma con una mueca.

 “¡Quiero ser la niña que tira flores en su boda!”

“¿Eso existe?”

“¡Claro! Lo hice en la boda de la tía Anna y el tío Yoh.”

“BASTAAAA.” Gritó Kuroko, interponiéndose entre los tres niños.

"Oh, ya despertaste." Yuri seguía picándole las costillas.

Kuroko le empujó las manos y le sacó la lengua. “¿Me van a ayudar sí o no? ¡Ya casi se acaba el recreo!”

“¡Todavía no me dicen qué tengo que hacer!” Gritó Garma, hinchando los cachetes.

“Tú solo cállate y ven para acá.” Yuri y Yuuka lo jalaron hasta el centro del patio, mientras tanto, Kuroko se paró discretamente cerca de la puerta de entrada junto al maestro. Accelerator, la miró de reojo con sospecha pero no dijo nada. Cuando todos estuvieron en sus lugares, Kuroko y Yuuka intercambiaron miradas y asintieron.

Yuuka había cerrado su sombrilla y la apuntó directo hacia Yuri. Garma observaba, sorprendido, sentado en el suelo a un lado de ellos en donde lo habían dejado.

De repente, el patio se llenó de gritos.

“¡YURI LOWELL! TE RETO A UN DUELO” gritó.

Yuri se acercó de un salto hasta ella, apuntándole con su espada. “YUUKA KAZAMI ¡ACEPTO TU RETO!”

Y así inició una batalla que se recordaría por días en el jardín de niños. Incluso el siguiente lunes, después del descanso de fin de semana, algunos niños seguirían platicando sobre como Yuuka quiso golpear las piernas de Yuri y él la evadió con un salto, o como Yuuka atacaba ferozmente, lanzando golpes y riéndose a todo volumen, haciendo a Yuri retroceder más y más hasta que chocó con Garma y cayó al suelo.

Yuuka apuntó triunfantemente la punta de su sombrilla al cuello de Yuri, pero el gritó “¡No vale! Garma me tiró”

“¡No es cierto!” Respondió como pudo el niño, aun tirado debajo de Yuri y con la cara llena de tierra. “¡Tú te estrellaste contra mi!”

Yuuka movió su sombrilla, apuntando esta vez hacia Garma “¡Interrumpir un duelo es ilegal! Y el castigo es ¡La muerteeeee!”

Yuri se levantó rápidamente y, con una sonrisa fugaz a Yuuka, ambos dirigieron sus temibles armas contra Garma, quien seguía, confundido, en el suelo.

Para ese momento, todos los demás niños del patio se habían congregado a su alrededor. El maestro empezaba a acercarse a ellos desde la entrada. Ya no había ni rastro de Kuroko.

“¡AL ATAQUE!” Gritaron y se lanzaron contra Garma, repartiendo golpes de espada, sombrilla y muchos gritos contra el pobre niño, rodeados de los demás que gritaban y apuntaban emocionadamente.

Sin embargo, pronto fueron interrumpidos por Accelerator, quien los levantó a ambos por el cuello de sus batitas azules.

“¡¿QUÉ CREEN QUE HACEN, MOCOSOS MALCRIADOS?!

Yuuka se colgó instantáneamente de su brazo, obligándolo a soltar a Yuri.

“¡Cuando el maestro se enoja, sus ojos rojos lanzan lasers!” Gritó Yuri “¡Corran, todos corran!”

Todos los niños salieron corriendo en todas direcciones, gritando y con las manos alzadas. En el segundo que Accelerator tardó en reaccionar, Yuuka se colgó de su cuello.

“¡Oh no! Maestro, ¡Ayuda, ayuda!”

“¿Qué te pasa, niña? ¡Suéltame!”

“¡Maestro, estoy herida de la batalla! ¡Solo un beso podrá curarme!”

“¿Qué? NO, SUELTAME.”

“¡UN GRAAAAN BESO DE AMOR!”

“¡NO!”

En ese momento, si alguien hubiera prestado atención, podrían haber escuchado muy al fondo, detrás de todo el ruido en el patio, un agudo grito que proclamaba “¡¡ONEE-SAMAAAAAA!!” Y varios golpes fuertes, como de muchas sillas y mesas cayendo al suelo, que venía de alguno de los salones de pre-primaria.


Shura

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #3: September 20, 2014, 12:18:45 PM »
A Sol le queda lo de ser cuidador de guardería, como a un cristo dos pistolas. Pero así ya metía los cuernos en la ronda dos de la actividad  ;D



Tu bishoujo e X, Y, Z son niños de guardería. Tu bishounen es el cuidador, en el que tu bishoujo tiene un crush.





Parte del trabajo de cuidar niños, no es simplemente estar encima de ellos y asegurarse de que no tirasen los juguetes los unos a los otros hasta hacerse sangre. Algún listo, pensaba que se podía compaginar este cuidado, con la labor informática: el registro de niños diario, el contacto con los proveedores, el arreglo del comedor, arreglo de cuentas, horarios de trabajo de padres… y todo en una hora más o menos.

-Profe…
-¿Qué quieres, Shura? El profe tiene trabajo -giró la cara de la pantalla, el contacto visual con los niños es importante, porque si no, aunque les respondas no se dan cuenta. Otro dato que demostraba, a su modo de ver, que los niños son personitas bastante tontitas.
-¿Hay videojuegos en ese ordenador?
-No, sólo deberes -Sol Badguy aprovechó para mirar el aula… todo iba bien, de momento los críos jugaban.
-¿Te puedo ayudar?
-No.
Pero la niña no se movía del lugar, Sol no podía concentrarse.
-Va, acércate una silla, quédate de pie y llegarás a la panta… -pero Shura le cortó, más rápida y acabando por sentarse sobre su rodilla inclinada sobre la pantalla, estirando las manos directa al teclado.
-Yo ya soy mayor, mis padres me dejan usar el ordenador.
-Claro que sí, muy mayor -rodó los ojos- dale a esta tecla cuando yo te diga… a esa no, a esta.
-¡Yo sé!

Mientras, al fondo del aula, Lady había lanzado un juguete contra Dante, con tan buena puntería que le había dado en la frente y el chico había comenzado a llorar… ¿cómo era posible? Hace un segundo estaban riéndose, y ahora el drama. La teoría de Sol, es que los niños sólo van a jugar para acabar sufriendo; contra mas nivel de risas alcanzaba un juego, mayores eran las lágrimas que venían después.

Mandó a Shura a irse a jugar mientras se acercaba para ver el drama.
-Lady, no se tiran los juguetes, que se rompen, ¿y a ti qué te ha pasado?
Pero Dante no dejaba de llamar a su madre, cuando Sol consiguió que apartara la mano de la frente, resulta que el juguete aun le había levantado la piel y quedaba una marquita azul que se iría en un par de minutos.
-¡Profe! ¡Me muero!
-No caerá esa breva… -era un consuelo que los niños no controlasen el arte de la palabra, tomó a Dante de la manita guiándole por el aula-. Venga, que el profe te va a dar algo para curarte.
Agua y secar con una toalla, el remedio mágico para los golpes en la cara y las lágrimas.

Pero el baño estaba cerrado.
-Profe, Nero esta dentro.
-Nero, sal, esta prohibido jugar con el agua.
Insistió un par de veces, pero el niño había conseguido cerrar la puerta y por las lágrimas que escuchaba, no parecía saber cómo abrirla. No le quedó más remedio que ir a por el destornillador, por lo menos los críos aprendieron algo de bricolaje casero.
-Venga, todos fuera que os dé un poco el aire.

Mataría por un cigarrillo en un momento así. Aún tenía que hacer todo el trabajo informático, pero con los niños fuera, no le quedaba más remedio que quedarse vigilando.
Dante se había apropiado del tobogán, desde lo alto y con una buena munición de tierra del huerto de la guardería (“a tomar por culo el huerto y la tomatera, la semana que viene plantarán lentejas”), riendo y arrojando la tierra a la cabeza de Lady para que no subiera. La chica comenzaba a frustrarse, gritando y haciendo pucheros… lo más probable era que cuando pillase al niño, lo de tirarle el juguete resultará ser una broma comparado con lo que iba a hacerle. De momento ya iba pensando en el castigo que ponerles, sentarlos a ver la tele con la película de Doctor Dolittle, era una opción.

Por otra parte tenía a Nero, agarrado a los bajos de su bata blanca de guardería, llorando como si tuviera un arsenal de lágrimas que no se agotasen nunca.
-Nero, vete a jugar con los demás.
Pero no había manera.
Se sentó en el suelo cruzando las piernas, aún sentado tenía que inclinarse para llegar a la altura del chico. Por lo menos aquello pareció llamar su atención para dejar de llorar, pero al mismo tiempo sin bajar la guardia
-Veamos… Nero, ¿sabes lo que he encontrado esta mañana? Un bicho, un grillo muy simpático, -se metió la mano en el bolsillo de la bata, sacando el puño cerrado-, lo he guardado porque se dedica a hacer cosquillas ¿quieres verlo?
Abrió la mano con Nero inclinado curioso para ver de qué se trataba, pero en la mano no había nada.
-Pero… ¡se ha escapado! -Sol miró a su alrededor, agarrando a Nero antes de sonreír y comenzar a hacerle cosquillas en los lados de la tripa -.¡Está aquí!
El niño no se contuvo, y como todo niño pasó del llanto a las risas en un chasquido de dedos, acabando tirando por los suelos intentando apartar las manos de Sol, riendo con fuerza en vez de preocuparse por respirar.

Era difícil que una escena así te dejará impasible, acabando por reír también, alejado de las preocupaciones, sintiendo a la altura del pecho, que se estaba haciendo blando por dentro.
La niña Shura se le acercó por detrás, acariciándole el pelo.
-Profe, tienes el pelo muy largo, ¿puedo peinarlo?
”Niñas…” Suspiró resignado aún sonriendo, echando la cabeza atrás para que esta paseara sus deditos entre su pelo, como si fuera un peine. 
-Qué bonito, me gusta mucho tu pelo.
-¿De verdad?
Nero se puso en pie, en la aventura de rebuscar entre el pelo del hombre.
-Si veis algún bicho, quitármelo -se le escapó otra sonrisa cuando los niños, parecieron tomarse a pecho sus palabras y rebuscarle en el pelo en busca de bichos.
-Profe, creo que he visto uno.
-Menos coñas, Nero…

Señaló a los niños para que le agarraran de los brazos, poniéndose en pie y cargando a cada uno de ellos de un brazo sin que pudieran evitar tomar aquella exhibición de fuerza como un juego, comenzando a reír.
-¡Yo también quiero! -Lady y Dante llegaron a la carrera, agarrándose a la bata queriendo subir donde estaban sus amigos.
-Enanos… -Aún pudo sostener a Lady y levantarla del suelo con la mano, pero ya un cuarto niño ni iba a intentarlo-, ¿habéis visto que profe tan bueno que tenéis? A la, que en cuatro días ya ni os acordareis de todo lo que hago por vosotros.
-Profe… -Shura se puso muy seria frente a aquel comentario, aun colgada del brazo y apretando los labios como si le costase hablar-, yo nunca te olvidaré.
-Anda que la otra… -Sol puso los ojos en blanco, intentando que no se le notase que estaba avergonzado porque aquella idea, se le hubiera escapado en forma de comentario. Aunque fueran niños y no lo supieran todo, los niños tenían una gran intuición.

-Venga, todos abajo -dicho y hecho, se los sacudió de encima, tomando de la mano a Nero y Shura -, y todos dentro, que hay que prepararse, hoy comemos pizza.
Dante soltó un grito de júbilo digno de un animal.
« Last Edit: September 20, 2014, 12:28:32 PM by Shura »


Kora

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #4: September 21, 2014, 11:15:25 AM »
Sólo a un genio como a mí se le ocurre coger este prompt cuando ni siquiera entiendo como funcionan los niños (gracias chicas por el tutorial 8'D). Eran las tres de la madrugada y todo era más gracioso...



Tu bishoujo e X, Y, Z son niños de guardería. Tu bishounen es el cuidador, en el que tu bishoujo tiene un crush.
Ky + Kora & Elizabeth & Johnny & Ezio


Trabajar como cuidador infantil durante los turnos de tarde podía parecer un trabajo tranquilo a primera vista, pero visto desde dentro, era todo un reto. Sin tantos niños como por la mañana, el grupo que le habían asignado a Ky eran sólo cuatro… sólo que daban tanta faena como dieciséis.

A Ky no le molestaba realmente, siendo él mismo huérfano, se había criado con su tío-abuelo y entendía cómo la ausencia de figuras parentales podía dejar tan hambriento de atención a un niño. En la mayoría de los casos los niños más problemáticos eran los que solían ganarse el cariño de los profesores, a su manera.

Elizabeth estaba sentada en su regazo, con un libro algo grande y pesado para ella entre sus manitas, por lo que tenía que ayudarla a sujetarlo. Tea Stilton y sus extravagantes aventuras eran los favoritos de la niña.

- Pero con aquella tormenta, me era im… impooosiiible llegar a Francia… Pensé en alguien que pudiese sus… sustiut… no, um, sustiiituir... ¡Sustituirme!

La niña tenía aún dificultad para pronunciar algunas palabras, pero seguía siendo impresionante que con cinco años ya fuera capaz de leer y comprender libros para niños más mayores. Su lectura fue interrumpida por otro par de manitas empujándola. Ky llegó a agarrarla con un brazo antes de que cayera de su regazo, y Elizabeth quedó colgando de un lado mientras la ganadora trepaba sobre sus piernas, sentándose sobre ellas como una reina.

- ¡Kora! - Regañó a la niña, y ésta sólo se giró para abrazarle el pecho. - Kora, no puedes hacer eso.
- Pero es que te quiero, Ky.

No se le escapaba a Ky que más de una niña tuviera un flechazo infantil con él, no era de extrañar a sus edades, aunque mientras las otras le apartaban la mirada o se reían con un poco de vergüenza, Kora no tenía ningún reparo en marcar territorio. Más de una vez había tenido que separarla de otra chiquilla por las mañanas.

- Y yo a ti. - Le respondió, y Kora soltó una risita contenta. - Pero pídele perdón a Elizabeth, ya sabes que no puedes pegarle a tus amigos.
- ¡No le he pegado! - Protestó primero, aunque enseguida miró a Elizabeth. - ...Perdón.
- Perdonada.

Tampoco había mucho que hacer al respecto. Ya se le pasaría, y Ky simplemente le dio unas palmaditas en la cabeza mientras ayudaba a Elizabeth a realizar un aterrizaje seguro. Al girar la cabeza, vio algo agazapado encima de la estantería. Un niño moreno, sonriendo maliciosamente con la capucha de la sudadera cubriéndole la cabeza.

- ¡Ezio, baja de ahí ahora mismo!
- ¡Vale! - Ezio flexionó las piernas. - ¡Salto de-!
- ¡Saltando no! ¡Quédate ahí!

Ezio levantó los brazos, exasperado ante su aparente indecisión. Con Kora en brazos, Ky se acercó a la estantería, y sujetándola con un brazo, Ky vigiló a Ezio mientras bajaba por las estanterías hasta que llegó a una altura desde la que era seguro saltar a una de las mesas, y de ahí al suelo.

- ¡Nada es verdad, todo está permitido! - Gritó Ezio antes de desaparecer debajo de las otras mesas. Ya saldría cuando fuera la hora de la merienda.

Entonces fue cuando lo oyó, desde una de las mesas más alejadas de donde estaba. Unos sollozos muy familiares y característicos…

Todavía aguantando a Kora con un brazo y Elizabeth a su lado, Ky se acercó hasta la mesa. Johnny tenía la cabeza hundida entre los brazos, sacudiéndose entero con sollozos.

- No le hagas caso que es un llorica. - Le dijo Kora cuando se acercaban, soltando un bufido.
- ¡¡No soy un llorica!! - Para probarlo, Johnny se levantó de repente, con la cara roja y cubierta en lágrimas y mocos.
- Kora, ya vale.

Ky no necesitaba más para saber quién había dejado a Johnny así, pero Kora simplemente siguió agarrada de su cuello. Elizabeth se acercó a Johnny y extendió las manos para ponerle bien su gorrito de lana que llevaba torcido, y Ky dejó que intentara consolarle ella primero.

- No llores, Johnny…
- ¡¡No estoy llorando!!

Johnny la empujó hacia atrás, haciendo que cayera de culo con un “¡Ay!”. Ky se acercó a Elizabeth, alarmado, pero la niña se levantó sola, aguantándose las lágrimas.

- ¡¡No empujes a Elizabeth!! - Gritó Kora desde su cuello. - ¡¡Eres un mal amigo!!
- ¡¡Tú si que eres mala!! - Respondió Johnny. - ¡¡Gyro tiene razón, tú no serás una princesa porque eres una bruja!!

Demasiado tarde.

Ky había prohibido la palabra “bruja” desde que el otro niño la había usado contra Kora en venganza por las lágrimas de Johnny, y con razón. Empezó a oír un ruido agudo, como una olla a presión a punto de reventar, aumentando en volumen hasta volverse un chillido agudo digno de una banshee. Ky tuvo que usar los dos brazos para sujetar a Kora, quien se había soltado de su cuello y alargaba las manos intentando agarrar a Johnny sin dejar de gritar.

- ¡¡Te voy a partir las piernas, llorica!! ¡¡Llorica!!

“¿De dónde habrá aprendido eso…?”. Ky la apartó de Johnny como pudo, sujetándola fuerte contra su pecho y girando el cuerpo, pero el niño no se iba a quedar atrás una vez había encontrado el punto débil de Kora.

- ¡¡Vas a ser una bruja fea y con verrugas!!
- ¡¡NOOO!! - De pura rabia, Kora empezó a llorar también, sin dejar de gritar en ningún momento. - ¡¡Ky, dile que pare!!
- Por favor… no os peleéis… - Era difícil oír a Elizabeth por encima del griterío, pero la niña estaba sollozando. - ¡¡No os peleéis!!

El reloj marcaba sólo las cinco de la tarde, y todavía faltaba un par de horas antes de que pudieran irse. Ky suspiró, lanzando una plegaria mental pidiéndole fuerzas al Señor, para que al menos pudiera devolver a aquellos tres enteros cuando sus padres fueran a recogerlos.

Por suerte, Ezio seguiría escondido un buen rato.
« Last Edit: September 21, 2014, 11:17:04 AM by Kora »


Neko

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #5: September 21, 2014, 02:37:27 PM »
Por fin me estreno en la ronda dos xD Creía que no me saldría nadaaaa. Por si acaso aviso aquí de que este prompt tiene un poquitín de R-18, pero vamos, un poquitín.




Personaje X y personaje Y se conocieron en una fiesta, acabaron juntos/acostándose. Es el nuevo día de universidad, y personaje X llega a su nuevo dormitorio… personaje Y es su compañero de cuarto.


Party time
Hipo & Jack

       

—¡Vamos va! —chilló Anna mientras tiraba de la mano de Hiksti.

El chico rodó los ojos, andando un poco más deprisa, pero intentando que Anna no le tirara al suelo en su afán de llegar de inmediato.

—Está bien, estoy yendo. ¿Ves, estoy caminando? Mira, mira, como se mueven mis pies.

Anna miró hacia abajo y luego hacia arriba, andando de espaldas y sin soltar la mano de su amigo.

—Ja, ja. Muy gracioso, supergracioso… ¡Date prisa!

Hiksti no sabía si reírse o llorar, pero acabó suspirando y haciéndole caso a la chica.

—No sé para qué quieres ir a la fiesta, Anna…

—¡Porque es una fiesta! —gritó ella, gesticulando con sus manos— ¡Una fiesta, Hiksti! ¿Sabes cuánto tiempo hace que no voy a una fiesta? Además, va a estar toda la gente.

—¿Qué gente? —Hiksti arrastraba los pies, con los brazos cruzados.

—¡La que no conoces!

Desde donde estaban podían oír la música de la fiesta pre-universitaria. Habían ido encontrándose con más jóvenes según se acercaban al lugar, pero ahora empezaban a estar rodeados de ellos.
Y verás, estas eran las diferencias entre ellos dos: Cuanto más cerca, más emocionada estaba Anna y más reluctante parecía Hiksti.

—¡La fiesta! —bramó Anna, con los brazos en altos y dando saltitos.

—Yuhu… —le coreó Hiksti, mirando al edificio con desgana.

Y entraron en la casa con objetivos muy diferentes.


       

No llevaban allí dentro ni veinte minutos y Anna ya parecía haberse hecho amiga de todo el mundo. Hiksti suspiró, bebiéndose su tercer ¿o cuarto? vaso de no sabía muy bien el qué e intentando sin éxito aparente hacerse uno con el sofá.

—¡Eh, tú! —escuchó Hiksti entre la multitud— ¡Tú! ¡El del sofá!

Obviamente, Hiksti no se iba a dar por aludido, había más personas sentadas en sofás. Alguien le dio una patadita, en una de sus zapatillas y como no contestó le dio tres o cuatro pataditas más.

—¿Me estás ignorando?

Una cara apareció a la altura de sus rodillas. Un chico con el pelo blanco y una sudadera azul se había acuclillado delante de él y le miraba desde abajo.
El desconocido no tardó en dedicarle una sonrisa traviesa al darse cuenta de que por fin tenía su atención.

—¿Yo? —preguntó Hiksti después de levantar las cejas y señalarse.

—Sí, tú. No me dirás que no te has dado cuenta de que te estaba tocando.

—Oh, de hecho no —Hiksti levantó un poco la pierna izquierda—. Perdí parte de la pierna en un accidente hace años, es una prótesis.

El chaval pareció serio y arrepentido durante unos segundos antes de volver a su expresión pícara.

—Tú sí que sabes cómo causar una primera impresión… —se levantó y tendió la mano hacia Hiksti— Me llamo Jack.

—Hiksti… —se presentó, estrechándole la mano con algo de duda.

Jack estiró de él, levantándolo de golpe y agarrándole de los hombros para que no se cayera cuando se tambaleó.

—Nadie puede poner esa cara en una fiesta —declaró Jack, serio de repente.

—¿Por qué no? —preguntó Hiksti, ladeando la cabeza.

—¡Porque es una fiesta!

Hiksti suspiró y echó la cabeza hacia atrás mientras se frotaba la nuca.

—Te llevarías bien con Anna.

—¿La pelirroja? —señaló hacia un grupo de chicas que reían. Anna estaba en medio.

—La misma…


       

No tenía muy claro cómo había pasado, pero estaba en una cama. No sabía de quien, tampoco le importaba mucho. Ah, las maravillas del alcohol…
A Hiksti se le escapó una risilla aguda y Jack levantó la cabeza, con la mano aún en su pene y la lengua fuera. El hilillo de saliva que unía su lengua con el glande de Hiksti se partió poco después y el pelo blanco de Jack le hacía cosquillas entre los dedos.

—Te ríes como un duende, no sabía que te rieras como un duende —Jack le sonrió con algo de malicia.

—No me río como un duende, es que pienso. Y me río.

Jack se rió también, pero su risa era más como una explosión de cascabeles.

—Estás borracho…

—Dime que tú no.

Jack le volvió a sonreír con la misma mala idea y gateó por la cama, reclamando los labios de Hiksti con un beso apretado y húmedo, mordisqueándole los labios entre risas.

Y Hiksti supo que la resaca iba a ser monumental al día siguiente, pero de momento, había valido la pena.


       

—No tienes porqué volver a verlo —dijo Merida, levantando una ceja y soplando uno de sus rizos que no se movió para nada—, el campus es grande ¿sabes?

Hiksti alargó la mano para apartarle aquel mechón y luego se encogió de hombros.

—Ya bueno… —contestó él— Conociendo mi suerte.

—¿Qué, conociendo tu suerte qué? —Merida frunció el ceño, entrompando los labios.

Estaban en la residencia de la universidad, llevando las maletas con las pertenencias de Hiksti hasta la que iba a ser su habitación.
Hiksti se frotó la nuca y resopló, encogiéndose de hombros otra vez.

—No sé…

—¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué no se acuerde o que se acuerde? —interrogó Merida, entrecerrando los ojos.

—No, en serio, Meri, ni idea. No sé qué es peor.

—Eso es porque no sabes lo que quieres —dijo ella, afirmando con la cabeza y abriendo la puerta con la punta del pie.

—¿Cómo quieres que sepa lo que quiero? ¡Sólo sé que se llama Jack, no lo conozco!

Hiksti intentó entrar detrás de su amiga, pero se chocó con la espalda de ella.

—¡Meri, muévete! —ordenó, agarrando la maleta que estaba arrastrando con la dos manos— Esto pesa.

Merida dejó la caja que llevaba en brazos en el suelo, se dio la vuelta y puso una mano en el pecho de Hiksti antes de ponerse de puntillas y dejarle un beso en la mejilla.

—Suerte.

Se largó tan rápido que Hiksti ni siquiera se dio cuenta de cómo había logrado colarse entre la puerta, la maleta y él.

Levantó la mano, asomándose al pasillo, pero sólo le dio tiempo a ver los rizos naranjas de la chica rebotar el doblar la esquina.
Se frotó la frente antes de empujar la caja con el pie y acceder propiamente a su habitación.

Ya había alguien dentro.

—¡Hola! —saludó Hiksti, levantando la cabeza para dejar de ver los pies de su compañero y verle la cara.

Estaba de espaldas, pero ese pelo blanco lo había tenido entre sus dedos. Y reconocía la sudadera azul. Hiksti notó como el calor le subía a la cara. Fue ese el momento en el que Jack se quitó uno de los auriculares, dándose la vuelta.
Se miraron durante unos segundos, los dos atónitos.

Y Jack le sonrió.


   FIN   
 
« Last Edit: September 21, 2014, 02:42:43 PM by Neko »


Neko

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #6: September 22, 2014, 09:23:31 AM »
Y aquí está el coffee shop au :DDDDDD Le tenía ganas (por algo lo había propuesto XD). Es una estupidez, pero me encantan los coffee shop au ;v;U




Bakery o Coffee shop AU


Cafelatte


—¡Una tostada y dos cookies! —anunció Neko mientras entraba por el costado de la barra para acceder a la cafetera.

—¡Marchando! —contestó su compañero empezando a preparar el pedido.

Jack dejó caer un poco de mantequilla en la plancha y dejó caer encima la rebanada de pan, moviéndola un poco antes de coger un par de platos para preparar las cookies mientras el pan se tostaba.
Neko sacó el portafiltro, dando un par de golpes para quitar el café ya usado y rellenó la canasta, levantó el brazo para volver a ajustar el portafiltro a la cafetera, moviéndose enérgicamente.

El pedido no tardó en estar listo y Neko volvió a salir de detrás de la barra para llevarlo a sus mesas correspondientes. Jack ya había preparado la bandeja.

—Corto y negro para tí —sonrió la chica mientras dejaba la tacita al lado de uno de sus clientes habituales.

—Como mi alma —bromeó él, trasteando con una de sus cámaras.

Kudou había dedicado sus primeros años de vida profesional a perseguir personas con una cámara. Su padre era detective privado y Yohji había querido seguir sus pasos hasta que empezó a desarrollar una romance serio con sus cámaras.
Ahora las usaba para retratar modelos y paisajes y empezaba a hacerse un nombre en el mundo de la fotografía artística profesional.

—Cómo eres… —respondió Neko, dejando una de las cookies en su mesa y rodando los ojos con una sonrisa divertida antes de dirigirse a otra de las mesas.

—Tu tostada, Camus.

—Gracias —dijo el pelirrojo, levantando la cabeza del libro en el que la tenía metida.

Neko le sonrió cordialmente, dejando el plato en su mesa.

A Camus le gustaba ocupar una de las mesas de la tarima, un rincón un poco más escondido que el resto de la cafetería y normalmente más tranquilo. Era profesor en una escuela por allí cerca desde hacía dos años y no hablaba mucho.

—Ah, perdona… —llamó él.

—Neko, me llamo Neko.

Camus asintió antes de pedirle el café que había olvidado encargar antes. Neko se preguntó cómo podía recordar los nombres de todos sus alumnos si siempre se olvidaba del suyo.

—Y eso que viene todos los días dos veces… —murmuró antes de sonreír a su siguiente cliente y dejarle su pedido.

A parte del café de Camus no quedaban mesas por atender y Neko dejó la bandeja en un rincón mientras daba saltitos hacia la máquina de café.

—Ey —saludó alguien sentado al otro lado de la barra.

La chica se giró mientras descargaba la canasta del café.

—Uy, hola Logan —sonrió otra vez.

Logan llevaba su puro en la mano. Sabía que estaba prohibido fumar, pero eso no le impedía oler su tabaco antes de tomarse un buen café.
Neko no sabía mucho de la vida privada de Logan, sólo que tenía una hija a la que iba a recoger a la guardería después de tomarse su café.

—¿Largo y solo? —preguntó, aunque ya sabía que el hombre gruñiría afirmativamente.

Y así hizo, mientras olía su puro. Logan afirmaba que en aquella cafetería preparaban el mejor café de toda la ciudad.

—¿Algo más? —preguntó Jack mientras ponía las tazas limpias en su sitio.

—Nah, sólo dos cafés. Yo me encargo.

Los hombros de Jack se sacudieron un poco en una risa disimulada. La campanilla de la puerta repiqueteó en ese momento.

—Como siempre, oh, reina de la cafetera.

—Princesa, Jack. Esto… —Neko enmarcó la cafetera con una movimiento de sus dedos— es mi princesado.

—Lo que tú digas —rodó los ojos Jack antes de frotar la cabeza de Neko, que dio bofetadas al aire, intentando quitarse los dedos traviesos de Jack de encima.

—Ehm… ¿hola?

Los dos camareros se giraron de repente para mirar al nuevo cliente. Era rubio, tenía el pelo largo y ondulado recogido en una coleta suelta a la altura de su nuca y a Neko le pareció muy atractivo.

—¿Sí? —preguntaron Jack y Neko a la vez, pegándose por debajo de la barra sin dejar de mirar al rubio desconocido.

—¿Hay un pelirrojo aquí? —preguntó— Lleva gafas de pasta negra, pelo largo. Hoy ha salido con una camiseta azul y una chaquetita negra. Se llama Camus.

Neko y Jack se miraron entre ellos y Jack le dio un codazo a Neko, señalando la cafetera con la cabeza.
Neko se dedicó a poner los dos cafés que le esperaban.

—¿Que quieres? —dijo Jack, cruzándose de brazos y mirando al desconocido con el ceño fruncido.

Logan se puso el puro en la boca y se giró, con una mano en la barra y el codo hacia arriba, encogido en una postura bastante agresiva.
El desconocido lo miró nervioso y empezó a jugar con las puntas de su propio pelo.

—Veréis, es que… —metió la mano en el bolsillo del pantalón y sacó un sobrecito.

Abrió el sobre, dejando caer algo en su mano y luego la extendió hacia ellos.

—Me llamo Milo, soy su novio.

Jack y Logan se echaron una miradita antes de cambiar sus posiciones, de agresivas a ligeramente incrédulas pero interesadas.

—¿Podríais llevarle algo con esto? —preguntó Milo, aún nervioso pero esperanzado.

Mientras ellos hablaban, Neko había dejado el café de Logan en la barra, junto con una galletita de canela que el hombre siempre guardaba para su hija y había salido de la barra, café con leche en mano.
Se plantó al lado de Milo, mirándolo de arriba a abajo antes robarle el anillo y ponerlo al lado del café, quitando el sobre del azúcar para hacerle sitio.

—¡Neko! —gritó Jack sorprendido, encaramándose a la barra para mirar como su compañera iba rebotando su falda hacia la tarima al otro lado de la pared.

—Tu café con leche —canturreó Neko, bajando los tres escalones a saltitos—. ¡Ya está!

Neko había puesto las manos en su cintura, recibiendo expresiones patidifusas allí donde miraba.

En su mesa, Camus miró el café, sin ver el sobre del azúcar y levantó la cabeza para buscar a la camarera, pero había desaparecido tan pronto como había llegado.
Le dio la vuelta al platito por si estaba al otro lado, pero lo que vio le sorprendió todavía más.

—Un anillo… ¿con una nota? —se preguntó, al ver el papel enrollado alrededor.

La camarera debía haberlo dejado allí por error. Y aunque Camus solía ser muy cuidadoso con las cosas que no eran suyas, la curiosidad pudo con él y desenrolló la nota.

Ni medio minuto después de que Neko dejara el café en la mesa de Camus, el joven apareció corriendo desde el rincón y miró a Milo con los ojos muy abiertos. Milo le miró de vuelta y sonrió no muy seguro de sí mismo. Estaba jugando con su pelo otra vez.

—¡Sí! —gritó Camus— ¡Sí quiero!

La tensión que Milo había estado sintiendo sin darse cuenta desapareció con esas palabras y Camus avanzó por entre las mesas para abrazar a su novio.
Jack se rió y empezó a aplaudir y Neko se unió con grititos varios. Logan se reía con el puro en una mano. Y alguien hizo una foto.

Kudou bajó la cámara y sonrió, mirando la pantalla digital para ver como había quedado.

—Perfecto —musitó mientras se terminaba su café.


   FIN   
« Last Edit: September 22, 2014, 09:29:30 AM by Neko »


Shura

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #7: September 22, 2014, 11:55:35 AM »
Gracias Kora por prestármelos para la prompt  ;D si algo tienen estos dos es que se juntan prácticamente solos.



Personaje X y personaje Y se conocieron en una fiesta, acabaron juntos/acostándose. Es el nuevo día de universidad, y personaje X llega a su nuevo dormitorio… personaje Y es su compañero de cuarto.




A Johnny Joestar le habían traído obligado a aquella fiesta, no era difícil si sabías cómo empujar la silla donde iba, lo sorprendente era que todos pensasen que, por estar lisiado, no quería ir a las fiestas por estar deprimido. Sencillamente no quería, ¿tan difícil era de creer? Glee había hecho mucho mal.

La fiesta para los nuevos universitarios estaba pensada para que los alumnos se conocieran entre ellos y a los alumnos más veteranos. Pero todo acababa en una excusa para beber y gastar inocentadas, eran tan cutres que incluso en esa fiesta había matasuegras y gorritos que debían de ser de fin de año, Johnny andaba mordisqueando el extremo de un matasuegras, esperando a que llegara una hora prudencial para marcharse sin tener que soportar un “¿por qué?” por su acción.

No podía decir que llamase especialmente la atención, o por lo menos Johnny no podía explicarse por que aquel alumno mayor que él, se había puesto a su lado, apoyando una mano en la cadera y mirándole, sonriendo. Johnny aun le concedió un tiempo prudencial, sosteniéndole la mirada con su mejor cara de pocos amigos.
-Nyo~ho.
-¿Que miras? ¿Tengo monos en la cara?
-Ya sabía yo que tenías que ser el alma de la fiesta, -rodó los ojos, Gyro era una persona abierta que nunca dejaba indiferente a nadie, no esperaba que en su primer contacto con aquel chico ya tuviera predisposición de rechazarle, pero un Zeppeli no se da por vencido. Le extendió un vaso de papel con líquido naranja dentro -.Es pacharán con naranja, ¿quieres?

Aunque Johnny no fuese la persona más social del planeta, sabía que tampoco vivía debajo de una piedra y aquella invitación no le dejaba indiferente. Estiró la mano para tomar el vaso, cuando el chico se lo apartó llevándoselo a los labios.
-¡Ah! No, nada de alcohol, los viejos alumnos tenemos que cuidar de los nuevos -apuró el vaso de un trago, sentándose en el suelo y apoyando la cabeza en el brazo de la silla de Johnny, liberando un gran suspiro cansado, mirando hacía arriba buscando la mirada de Johnny-. ¿Por qué organizamos estas fiestas? Es mi segundo año y aun no conozco ni un cuarto de la gente de mi carrera… y la verdad, soy más feliz así.
Johnny no le contesto, quizás aquel chico estaba ya borracho.
-Gyro Zeppeli -le extendió la mano a modo de saludo, Johnny lo observó largamente, inclinándose hacia él con el matasuegras en la boca, soplando para que la punta de este le diera en la frente al tal Gyro, que parecía tan sorprendido que solo atinó a quedarse como estaba mientras Johnny estrechaba su mano.
-Johnny Joestar, eso por lo de la bebida de antes -aunque había sido una bordería, por la sonrisa de Gyro estaba claro que le había caído en gracia con aquella broma.
-Nyo~ho ¡Eres bueno Johnny!

Veinte minutos de chistes después, Johnny descubrió que había sido un error intentar mostrarse “gracioso” delante de Gyro, el repertorio del italiano era inagotable y deleznable a partes iguales.

-Y lo mejor para pasar una borrachera, es quedarse sentado, ya sabes de lo que hablo, ¿eh, Johnny?
-Llevo una hora queriéndolo decir, Gyro: pero lo tuyo es un atentado contra el humor, tienes la gracia en el culo -Johnny ya no sabía si marcharse o cometer homicidio.
-¿Una hora? ¡Pero si no hace ni treinta minutos que nos conocemos!
-Las pillas al vuelo -aquella vez sí que se Johnny se sintió divertido con la cara de ofendido que había puesto Gyro.

-¡Oh! Pero tengo mejores bromas… me las guardo todas en mi habitación -lo dejó caer como quien no quiere la cosa.
-¿En serio? Me gustaria mucho verlo -Johnny sabía jugar mucho mejor en juegos para provocar, y estaba claro por la sonrisa casi infantil de Gyro, que había dado en el punto clave.

Lo llevó hasta una de las habitaciones de la residencia de estudiantes, siendo el mismo Johnny el que le pidió sentarse en la cama, haciendo señas a Gyro para que se acercarse, aprovechando para tomarlo de la pechera y obligarle a acercarse a su boca, donde le robo un beso en el que Johnny tenía las de mandar.
-Ufff, Johnny, creo que me ha tocado el premio gordo contigo -Gyro estaba abrumado con aquel beso, comenzando por meterle la mano por debajo de la ropa a Johnny, tocando su estómago, y deteniéndose cuando le clavó las uñas en aquella mano. 
-Tu no estas borracho -Johnny lo había saboreado de su boca para darse cuenta, poniéndose receloso.
-Es difícil emborracharse con naranjada y coca cola.
-¿Cuál es el chiste de traerme aquí? ¿Reírte del lisiado?
-¿Qué? -Gyro pareció tan desconcertado que acabó por sacudir la cabeza incrédulo -. Mira que tienes una hostia Johnny Joestar… ¿por qué me juzgas así? Joder, Glee ha hecho mucho daño.

Aflojó la mano como única reacción al comentario, Gyro se lo tomó como que le había hecho gracia su chiste, aunque Johnny se sentía abrumado por su honestidad y en cierto modo en la misma honda.

-Te he traído a mi dormitorio porque estas muy bueno -volvió a colocarse a la altura de su rostro, sonriéndole y escudriñando dentro de sus ojos con su mirada-, y te mereces un premio por reírte de mis bromas.
-Mira, ahí sí que coincido, necesito un reconstituyente por haber aguantado tus chistes -le mordió en la línea del cuello que une con la clavícula, de sorpresa y dolor Gyro apretó entre sus dedos las sabanas.
-¡Joder! ¡Johnny! -Gyro disfrutó de aquel dolor pasional, resoplando entremezclado una risa cuando se separó -, ufff, como me pones… ahora verás, te voy a dar tan fuerte que no vas a poner levantarte en una semana.

----

A los días...

Era el momento de instalarse en la residencia de estudiantes, Johnny ya se encontraba en su habitación cuando llegó su nuevo compañero.
-Diego Brando.
Pero antes de que el recién llegado pusiera un pie dentro del cuarto, una mano lo agarró por el cuello de la camisa echándole de la habitación.
-¡Vete a comer mierda a otra parte Diego! -Gyro cerró la puerta dejando al otro con sus cosas fuera y gritando-, ya puede reclamar a quién le dé la gana, el profesor está de acuerdo en que como estudiante de medicina me quede a tu lado por si surge alguna necesidad.
Johnny ya conocía las “necesidades” que iban a surgir durante aquel curso.
Con Gyro, ahí parado al lado de la puerta, parecía impaciente por una reacción de Johnny, pero si esperaba un “te he echado de menos”, podía esperar sentado.
-¿De verdad estudias medicina? No se si me pondría en tus manos precisamente.
-Nyo~ho, tranquilo Johnny, tomatelo con calma, que aun tienes todo un curso para escuchar todos los nuevos chistes que he estado preparando.

Johnny sonreía ante la provocación.
« Last Edit: September 22, 2014, 03:35:40 PM by Shura »


Neko

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #8: September 22, 2014, 01:50:29 PM »
Ay, este me ha salido solo <3 Es de los de ponerse insulina antes (?)





Tu bishoujo e X, Y, Z son niños de guardería. Tu bishounen es el cuidador, en el que tu bishoujo tiene un crush.


Sweet child


La Casa del Gatito era una de las guarderías más frecuentadas de la zona. El sitio era amplio y siempre estaba limpio, trataban a los niños muy bien… pero esos no eran los motivos de las visitas diarias. Los motivos eran cuatro: los cuidadores.

—¡Cuidado! —advirtió Yohji a un grupo de colegialas que rondaban la entrada mientras él regaba las plantas junto a la puerta con una manguera.

Las chicas chillaron entre risas, apartándose del camino del agua y alguna se acercó a saludar al cuidador.

—Sóis muy tiernas, mis delicadas flores —les guiñó un ojo después de bajarse un poco las gafas de sol—, pero ninguna de vosotras es mayor de edad.

Más risas y varias quejas después, se cortó el agua de la manguera y Ken se asomó desde dentro.

—Recoge ya, Yotan, van a venir enseguida a por los niños.

Yohji sacudió la muñeca y miró su reloj para comprobar la hora.

—Hoy se me ha pasado el día volando.

Ken estiró la mano para agarrar la manguera que le ofrecía su compañero y saludó a las chiquillas antes de dejar todo en su sitio.

—¿Por qué no sale Omi? —dijo una de ellas, poniéndose de puntillas y estirando el cuello para intentar ver dentro de la escuela infantil.

—Estará en las clases —dijo otra, encogiéndose de hombros.

—Pero casi todos los niños están ya en el patio…

—Si no venís a recoger niños, marchaos —les llegó el tono frío del cuarto cuidador.

Fujimiya frunció el ceño, acabando de barrer la acera. La mayoría de chicas se apartaron un poco más, aunque alguna se quedó rondando la puerta. El pelirrojo no las molestó porque eran las únicas que en realidad venían a recoger a sus familiares más pequeños.

Aya entró en silencio, aunque aún se podía apreciar el gesto de molestia en su cara.

—No hables tanto, Ayan, que igual te quedas afónico —le atosigó Yohji después de colgarse de su cuello.

—Quita, mamarracho —se apartó Aya, dejando la escoba en su rincón.

Yohji se rió un poco antes de volver a acercarse a él.

—No te costaría nada ser un poco más simpático —Yohji señaló hacia la puerta, donde las adolescentes habían vuelto a agolparse.

Aya rodó los ojos antes de acercarse a los niños que salían de las dos aulas y se arremolinaban en grupitos en el recibidor.

—Ya tengo bastante con los niños.

—¡Eso, eso! ¡No sea que se enamoren de tí! —gritó Yohji, con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Ayan, Ayan! —gritaron dos de dichos niños mientras se acercaban a él correteando.

Fujimiya suspiró, siendo atacado por los dos monstruitos que se pegaron a sus piernas.

—Demasiado tarde…

—¿Para qué? —preguntó la niña.

Aya no contestó, pero se quedó mirando a los dos niños. Anir y Hyoga podrían haber pasado por mellizos perfectamente. Iban a todas partes juntos y tenían la misma manera de reír alegre y despreocupada, se guardaban los puzzles y empujaban a cualquier otro niño que se metiera con el otro.
Menos a Ikki.

—¡Aia! —intentó decir un bebé de los más pequeños.

Shun aún no tenía claro cómo funcionaban las letras, pero sabía correr cinco metros sin caerse. Aunque por mucho que Aya se agachó a intentar coger al niño, las dos garrapatas de sus piernas no le dejaban moverse lo suficientemente deprisa y Shun se cayó.

Todos se quedaron quietos, viendo con horror como el niño levantaba la cara con la nariz roja. Las mejillas del bebé se pusieron del mismo color que su nariz y apunto de llorar estaba cuando su hermano mayor estiró de los tirantes de su peto y lo puso de pie.

—¡Suelo malo! —dijo Ikki dando un pisotón donde Shun se había caído— Ala, ya está.

Ikki se sacó un pañuelo que llevaba medio colgando fuera del bolsillo y se lo entregó a Shun, que se frotó la tela por la cara porque eso era lo que te hacían los mayores cuando te pasaba algo. Y le devolvió el pañuelo a su hermano con una sonrisa bien grande.

Aya, Anir y Hyoga volvieron a respirar y los dos niños soltaron un poquito las piernas del cuidador, volviendo a tocar el suelo con los pies en vez de estar colgados de él.

—Aya, Aya… —intentó llamarle la atención Hyoga, tirando de la tela del pantalón.

—¿Qué pasa? —preguntó el pelirrojo.

—Te quiero muuuucho, mucho mucho —dijo el niño, abrazándose más.

—¿Mucho, mucho? —preguntó Aya, llevándose una mano al pecho, pero sin cambiar su tono ni su expresión neutra— ¿Como cuánto?

—¡Más que nada! —gritó el chiquillo.

—Hala, eso es mucho.

Anir puso sus piecitos encima del zapato de Aya, balanceándose sin soltar la tela del pantalón. Hyoga sólo soltó un puñito para enfatizar sus palabras.

—¡Y no te voy a dejar nunca!

—¿De verdad? —dijo Aya, ladeando la cabeza.

—Sí.

—¡Hyoga! —se oyó una voz desde la entrada y el niño salió pitando.

—¡Mamá! —chilló corriendo hacia ella.

La madre de Hyoga aupó al niño y saludó a Aya con la mano antes de llevárselo. Hyoga se despidió desde el hombro de su madre.
Cinco segundos después, Aya suspiró y miró hacia abajo.

—Pues vaya.

Fujimiya abrió y cerró las manos, en un gesto universal para decirle a la niña que iba a cogerla al brazo. Anir se soltó sólo de una mano, con sus pequeñas cejas fruncidas y se agarró a la tela del jersey naranja de lana de su cuidador cuando la tuvo a la altura de su cara.

—¿Tú me quieres? —preguntó Aya y la niña asintió con la cabeza, mordiéndose un nudillo porque le picaba y no se quería soltar— ¿De verdad?

—Sí —dijo Anir—. Yo sí que te quiero.

—¿Me das un beso? —preguntó Aya mientras mecía un poco a la chiquilla, que volvió a afirmar con la cabeza.

Aya paró y acercó la mejilla, inflando el moflete para ponérselo más fácil a la niña.
Anir le dio un beso bien grande antes de abrazarle y se quedaron un ratito sentados en la entrada, esperando a que Watari se acercara a recoger a su hija.


   FIN   


Kora

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #9: September 22, 2014, 03:48:33 PM »
Ha triunfado esta prompt ;D ya había ganas de hacer algo de shippeo, ¿eh?.
Gracias Shura por prestarme los personajes, intercambio de listas para la prompt ♥



Personaje X y personaje Y se conocieron en una fiesta, acabaron juntos/acostándose. Es el nuevo día de universidad, y personaje X llega a su nuevo dormitorio… personaje Y es su compañero de cuarto.
Mista + Giorno

Todavía no habían comenzado las clases, aunque Mista sentía que estaba empezando la universidad por todo lo alto. Sólo eran las dos de la madrugada y y ya tenía una bebida en la mano y un culo en la otra. Vale, era el culo de otro chico, pero la universidad era una época para probar cosas nuevas, además de que aparte de sus amigos, nadie lo conocía en aquella fiesta.

Sin contar con que aquel chico lo estaba volviendo loco, recorriéndole pecho y espalda por debajo de la camisa mientras mantenía los labios pegados a su cuello cual vampiro. Quizá era el alcohol, quizá era la excitación, pero Mista se sentía en la gloria y sólo quería dejarse llevar por mucho que fuera, de hecho, otro chico.

El chico levantó la cabeza de su cuello, donde habría dejado un moratón tremendo, y lo miró con ojos azules hambrientos.

- Me pones un montón. - Le dijo antes de morderse el labio inferior, como si aún se estuviera conteniendo.

Mista tragó saliva cuando sintió unos dedos deslizarse por el borde de su pantalón, introduciéndose sólo un poco, claramente provocándole.

- ¿Quieres venir a mi cuarto?

--

Grupos de amigos impares más habitaciones de a dos no eran una buena combinación, y al final, alguien salía herido. Mista maldijo entre dientes a los otros cuatro (cuatro tenían que ser), a quienes les había faltado tiempo para emparejarse entre ellos y dejarlo a él a su suerte.

Abrió la puerta del que era su nuevo dormitorio, asegurándose primero de que no era un cuatro o algún múltiplo, y entró.

- ¿Hola?

Había un chico rubio al lado de la ventana, con el pelo recogido en una trenza francesa, y cuando se giró, a Mista le cayó un cubo de agua fría cuando reconoció aquel rostro. Era el chico de la fiesta.

- Oh, vaya. - Le dijo, aunque no aparentaba demasiada sorpresa. - Sí que habían pocas posibilidades…
- Uh… esto…

Mista tragó saliva, buscando desesperadamente qué decir sin mucho éxito, y el otro aprovechó el silencio para vanzar hacia él, poniéndole una mano en el pecho. Del sobresalto, Mista soltó las dos bolsas donde llevaba su equipaje.

- Qué cosas, ¿no? - Levantó la barbilla al hablar, esbozando una media sonrisa. Mista no sabía si se estaba burlando de él, o algo peor.
- O-oye, mira, lo que pasó en la fiesta… - Mista se llevó una mano al pelo. - No sé cómo decírtelo pero… es que no me van los tíos. Lo siento.
- ¿Hm? - El chico alzó una ceja rubia, sin dejar de tocarle. - ¿En serio? No lo parecía la otra noche.
- En serio, escucha, er… esto… ¿cómo te llamabas?
- Giorno.

Y mientras hablaba, Giorno lo iba empujando lentamente hacia la cama, guiándole con la misma implacable actitud que la noche anterior. Era eso lo que más le había excitado del chico, aunque estando sobrio, ahora maldecía a su cuerpo por reaccionar a traición.

- No, en serio, nunca había estado con un- ¡Agh! - Mista ahogó un grito al caer de espaldas sobre la cama, e inmediatamente se apoyó sobre los codos. - De verdad, iba muy, muy puesto esa noche…
- Hmmm-hmm.

Giorno asintió mientras empezaba a trepar sobre el colchón, con las manos y rodillas a cada lado de Mista. Sus movimientos parecían los de un gato, y de hecho, su cara parecía la de un gato que iba a zamparse a un ratón.

- Y lo que quiero decir, es que no quiero confundirte… - El más confuso en aquellos momentos era Mista, a quien le empezaba a faltar el aire y la voz le salía un poco más aguda de lo que quería. - ...me puedo cambiar de habitación si es mucho problema…
- No creo que te vayas a ir a ninguna parte.

Giorno estaba sobre él a cuatro patas. La trenza rubia le caía por un hombro, todo su pelo brillaba bajo la luz del sol con un halo dorado. Los ojos azules tenían el mismo destello hambriento que en la fiesta, y era injusto lo guapo que era y lo mucho que le ponía.

- Soy un poco más pequeño que tú, y has tenido tiempo de sobra. - Continuó Giorno. - Si quisieras pararme de verdad, ya lo habrías hecho, ¿no crees?

Dejando ir un quejido largo, Mista se llevó las manos a la cara, replanteándose su mismísima existencia desde el principio de los principios. Con un litro de vodka en el cuerpo todo parecía más fácil.

Al menos Giorno le dio tiempo para decidir que la tienda de campaña que se había levantado por abajo era un claro indicador de que sí, la universidad era una época para descubrirse a uno mismo y explorar nuevas posibilidades. Especialmente si involucraban a rubitos algo dominantes pero muy monos.

Lentamente, apartó las manos de la cara, encontrando su mirada con la de Giorno, quien levantó el índice y recorrió la línea de su mandíbula con el índice.

- Así que… ¿Mista? ¿Te llamabas Mista?

En realidad era su apellido, pero todo el mundo le llamaba por él desde el insituto (exceso de Guidos), y se había quedado así. Simplemente asintió, cogiendo valor para llevar una mano al costado de Giorno, acariciando el cuerpo fino aunque sorprendentemente firme de éste, que sonrió de lado antes de hablar.

- No tengo clase hasta dentro de una hora y media…

Giorno llevó el dedo por el cuello, pasó por la clavícula, y luego tiró del cuello de la camisa hasta desabrochar el primer botón. Se mordió el labio inferior, bajando el rostro sin dejar de mirarle. No le hacía falta añadir nada más.

- Tengo… - ¿Tenía clase aquel día siquiera? Mista no podía pensar en nada más, toda la sangre se le iba yendo a otra parte del cuerpo. - Da igual. Me puedo quedar.
- Perfecto.
« Last Edit: September 23, 2014, 04:54:57 AM by Kora »


Kora

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #10: September 22, 2014, 04:58:11 PM »
Hoy ha sido una tarde productiva en clase  ::) éste se ha terminado de escribir solo, y tenia ganas de poner algo de mi crossover BTOTP.
Gracias Shura (otra vez) por prestarme a Dante, Yuri necesita a su bro.



Bakery o Coffee shop AU
Yuri + Naminé

La puerta del local se abrió para quedarse un rato abierta. Era hora punta en Starbucks, aquel momento crítico en el que terminaba el turno de mañana en la universidad y los estudiantes se esparcían entre los locales de la zona, hambrientos y ansiosos tras horas encerrados.

Yuri estaba listo para enfrentarse a las masas, era su lucha diaria, para lo que le habían estado entrenando tanto tiempo.

- Mira, ahí está tu novia.

Y Dante rompió el momento.

- Que no es mi…
- Un latte desnatado. - Le interrumpió la voz de la primera en llegar al mostrador.

Los profesores también tenían un rato libre, y Yuri compadecía a los alumnos de aquella mujer, esperando que el látigo que llevaba a la cintura fuera sólo un adorno. El resto de la cola pasó relativamente rápido, alternando con Dante atender a los clientes y preparar los cafés.

Al fin llegó a la chica, La Chica. Con un guiño exagerado, Dante se pasó a las máquinas para dejarle en la barra.

- Hola. - La chica se pasó un mechón de pelo rubio tras la oreja, sonriéndole tímidamente.

Era pequeña, y lo parecía más aún con la enorme carpeta que sujetaba, la cual escondía casi la mitad de su cuerpo mientras que su mochila sobresalía por los hombros y los lados. Yuri se había aprendido su nombre a la primera: Naminé.

- Ey, ¿qué tal? - Le devolvió la sonrisa ampliamente. - Lo de siempre, ¿no?
- Bien, gracias, y sí.

Frapuccino de vainilla y una cookie de chocolate blanco. Yuri lo tenía memorizado. Pero no se le escapó que Naminé parecía de todo menos estar bien, igual de guapa que siempre, claro, pero tenía unas marcas oscuras bajo los ojos y la sonrisa no terminaba de disimular el cansancio. En el cartón del frapuccino, Yuri dibujó una carita sonriente debajo de su nombre.

- Siéntate y ahora te lo llevo todo. - Le dijo, y Naminé asintió con un “gracias”.

Como un buen “bro”, tal y como se autodenominaba en aquellas situaciones, Dante dejó que le llevara el pedido a Naminé mientras él se sacrificaba para atender a las chicas de ADE. Un auténtico héroe.

- ¿Demasiado duras las clases? - Preguntó Yuri mientras dejaba la bandeja en la mesa apartada que había elegido Naminé, y ésta levantó la mirada de su móvil.
- Un poco. - Cogió el frapuccino, y vio el dibujito de Yuri. A éste se le salió una risita al ver que sonreía, para ponerse aún más rojo cuando levantó la vista hacia él. - Gracias.
- De nada.

Yuri tenía un par de mesas a las que atender, y con resignación, dejó a Naminé para cumplir con su trabajo. Por suerte, volvió a encontrar un hueco para casualmente pasar por el lado de su mesa, aprovechando que la bandeja estaba vacía.

- ¿Me llevo esto?

Señaló al plato de la cookie, y Naminé asintió. Estaba dibujando con el cuaderno apoyado sobre sus rodillas, esbozando rápidamente figuras rápidas que iban cambiando en la pantalla de su móvil.

- Parece difícil.
- Lo es, al principio. - Explicó Naminé. - Tienes que hacerte una idea de la forma de la figura en sí, captar las líneas y el movimiento… y en menos de treinta segundos. Pero te acostumbras.
- ¿Y no dais clases con modelos de verdad?

Yuri había visto siempre en las películas las enormes aulas con un modelo desnudo en el centro, y rezó para que Naminé no tuviera telepatia… por un momento le había pasado por la mente estar en esa situación mientras ella pintaba.

- A veces… pero los modelos reales suelen ser cosas como fruteros.
- Ah, los bodegones. Supongo que todo el mundo te lo pide, pero puedes dibujarme a mí.

¿Qué estaba diciendo? Pero ya estaba metido, y mejor salir del lío antes de decir algo más tonto.

- Este es mi lado bueno. - Se giró hacia la derecha, señalándose a sí mismo. Cuando oyó reír un poco a Naminé, se sintió más tranquilo. Había salido del paso. - ¿Quieres algo más?
- Hmmm… hoy ha sido duro, así que me merezco otra cookie. - Parecía un poco más animada, y Yuri no pudo evitar sonreír. - Chocolate blanco.
- Marchando.

Le trajo la galleta unos minutos después, más tarde de lo que quería, pero había sido entretenido por un par de clientes y las preguntas de Dante. La dejó en el plato, y Naminé le enseñó su bloc de dibujo sin decir nada, con las mejillas ligeramente sonrojadas.

En primer plano, había hecho un dibujo de él en su propio estilo de comic, pero había dejado los rasgos principales para que se le reconociera fácilmente y además, llevaba el delantal y una bandeja en la mano.

- ¡Qué pasada! Me has hecho más guapo aún, y eso que es difícil. - Se le escapó una risa que se le contagió a la chica.
- También he dibujado a tu compañero. - Pasó a la página siguiente, donde había dibujado a un chico con nariz respingona y una sonrisa maliciosa que era claramente Dante.
- Increíble. Estás hecha una artista. ¿Puedo quedarme el mío?

Cerrando el bloc para presionarlo contra su pecho, Naminé apretó los labios. Yuri sintió un nudo en la garganta, quizá había ido un poco lejos.

- Es sólo un boceto… no está tan bien como quisiera. - Empezó la chica, claramente incómoda. - Pero-
- Vale, no, no te preocupes-
- Pero me gustaría dibujarte bien.

Naminé habló un poco más rápido que de costumbre, sosteniéndole la mirada en una pregunta. Durante unos segundos, Yuri estuvo en silencio, aunque enseguida se acogió al juego.

- Mi turno termina a las cuatro. - Le dijo, tamborileando los dedos sobre la bandeja. - Si te esperas, poso para ti todo lo que quieras.
- Vale... - Asintió Naminé, con una amplia sonrisa y las mejillas aún rosadas. - Vale.

Yuri se felicitó mentalmente por no haber añadido un “e incluso desnudo si quieres”.
« Last Edit: September 22, 2014, 05:07:32 PM by Kora »


Shura

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #11: September 22, 2014, 06:31:58 PM »
Ni siquiera se como ha salido este aporte  ??? demasiados personajes.



Bakery o Coffee shop AU



Primer día de trabajo de Shura, se sentía motivada y preparada, aunque nunca había tratado de cara al público, aquel dinero le venía de maravilla para pagar su matrícula, además de que un trabajo de media jornada en la cafetería de la universidad, le ayudaría a conocer a la gente que por ahí de movía.
-¡Buenos días! ¿Qué le pongo?
-¿Cuanto cuesta un vaso de agua del grifo? -La chica de pelo verde y aspecto desgarbado señaló al fondo de la barra.
-Pues, un vaso de agua del grifo te lo puedo poner, y gratis.
-¿Gratis? ¡Muchas gracias! Eres la mejor, ¿me lo apuntas a nombre de Foo Fighters? -Se fue al otro extremo de la barra, donde Shura apuntó en un vaso el nombre de la chica, rellenándolo con agua y pasándolo a su compañero de barra Sol, recibiendo de éste su primera mirada de reprobación.
-Tienes que tener cuidado con los gorrones como esa.

La chica se apunto mentalmente aquel consejo, sin flaquear para dibujar una sonrisa para el siguiente cliente.
-Buenos días, ¿qué va a tomar?
-Un café americano, a nombre de Kira Yoshikage -el hombre rubio tenía un cierto aire a David Bowie, pero Shura se guardó el comentario.
-Ahora mismo se lo sirvo, aquí tiene su factura, -le paso el recibo, pero Kira en vez de tomarlo, la agarro de la mano.
-...Qué manos más finas y bonitas tienes…
-¡Hasta otro día! -Shura apartó las manos, no era tanto como un cumplido el como había sonado, que como una insinuación a sus propias manos, había resultado más creepy de lo que podía soportar.

-¡Lo siguiente que vas a decir! “¡Buenos días! ¿Qué puedo ofrecerte?
-¡Buenos días! ¿Qué puedo ofrecerte?... ¿¡Pero…!? -A Shura se le había quedado el culo torcido con aquello, el chico de la bufanda sonreía satisfecho, pero la verdad es que adivinar aquellas palabras no tenía ningún mérito-. ¿Un café con leche?
-¿Cómo lo has sabido? Sí por favor, a nombre de Joseph Joestar -le guiño un ojo marchándose al extremo de la barra.

-¿Puedo pedirte otro vaso de agua?
-Qué rápido que te lo has bebido… -Esta vez Shura no mando a Foo Fighters al extremo de la barra, si no que fue ella la que llenó el vaso para que Sol no le volviera a reprochar.

-Buenos días, -el chico fue el primero en saludar, era alto y llevaba una gorra negra que se confundía con su pelo.
-¡Buenos días!
-La semana pasada regalaban unos muñecos para la bañera con forma de delfín, por la compra de unos batidos…
-Mmm, soy nueva por aquí, le preguntó un momento a mi encargado, -dejo un momento al chico mientras se acercaba para hablar con Sol el cual le contó al respecto-. Lo siento, parece que ayer se agotaron todos.
-¿Cómo que agotados? ¿Quién más los compraba? Era una colección, delfines en color gris, azul, verde y rosa, necesito ESE delfín rosa.
-Pues aquí sólo tengo café y batidos, siento mucho si tu novia no puede tener su colección de juguetitos.
-El delfín es para mi.
Shura apretó los labios sin poder evitar que le saliera una pedorreta de entre estos que en principio iba a ser una risotada.
-Perdona, ahora mismo remuevo cielo y tierra… y mar, seguro que alguno se habrá quedado nadando en el almacén, dame un rato para cuando termine con la fila y te lo busco, ¿puedo ponerte algo mientras tanto?
-Un batido de chocolate, a nombre de Jotaro.
-Marchando.

-Perdone, ¿hay alguna cabina de telefono?
-Ninguna que yo sepa, aquí tiene su pedido profesor Doppio, un café capuchino.
-¿Puedo pedirte un vaso?
Shura se lo concedió, aunque aún intentaba entender porque se había llevado el vaso a la oreja como si fuera un auricular.

Se acercó el siguiente cliente.
-¿Qué te pongo?
-Un café bombón y un trozo de tarta de cereza, a nombre de Kakyoin -apenas le había dejado el plato con la tarta, que el chico se llevó la cereza a la boca, dándole vueltas con la lengua-, rerorerorerorerorerorerorero
-¡Llevo pidiendo un café Macchiato y la contraseña del wifi desde hace un buen rato! ¡A nombre de Rohan Kishibe!

-¡Siguiente! -¿Qué pasaba en aquella universidad?
-¿Te puedo pedir otro vaso de agua?
-¡Siguiente!
-Un café solo descafeinado de máquina, Mista.
-Y para mi un té con limón, a nombre de Giorno.
Les dio el ticket conjunto, el primero, Mista, observó el precio como si una pequeña criatura del averno estuviera bailando ahí  mismo.
-¡Cuatro con cuarenta y cuatro!
-Bueno… no es tan caro, ¿o sí? -Shura miró a Giorno sin comprender, pero el chico sabía cómo restablecer rápido el orden en el universo.
-Añade a la cuenta un trozo de pastel de flan, así ya no será el mismo precio.
-No entiendo nada… -Pero la chica cumplio con el pedido esperando al siguiente cliente.

-Un café con leche descafeinado de sobre con hielo, y un tenedor… estoy en plena clase de matemáticas, apuntamelo todo a nombre de Fugo.
Shura ya no quería ni preguntar qué tenía que ver un tenedor en todo aquello, Sol comenzó a darse cuenta de que ya ni daba los buenos días.
-Te vas adaptando al trabajo.
-¿Es así todos los días?
-Si quieres, tómate un descanso, lo peor ya ha pasado.

Y era verdad, ya no quedaba nadie en la fila, Shura no tentó a su suerte y se marchó al almacén para tomarse unos minutos antes de volver a salir. Bebiendo agua con limón de la botella que tenía reservada para ella, viendo que en un rincón del almacén, quedaban dos juguetes de agua con forma de delfín, uno rosa y otro verde. Salió del almacén buscando a Jotaro, poniendo los dos juguetes sobre la mesa.

-Toma, los he encontrado juntos, así que es justo que la pareja siga junta.
No sabría bien cómo describir la cara de Jotaro con aquello, era como si el comentario le hubiera calado fondo, en un tío tan grande y tan inexpresivo, estaba claro que el tema de los delfines le tocaba la fibra sensible.
-Gracias… -apuntó algo en una servilleta y se la extendió a Shura-, creo que esto es tuyo.
Era un número de teléfono, Shura no supo como reaccionar, culpa de la inexperiencia.

-¿¡Cómo va a ser el resultado menor que el multiplicador!?
-¡AAHH! -Un chico bajito, al que le había apuntado un zumo de naranja a nombre de Narancia, estaba gritando de dolor, con el tenedor que Fugo le había clavado en la mejilla. Estaba claro por la reacción del resto, que aquello era una escena bastante común en el comedor.

-Anda, así que era para eso para lo que quería el tenedor
« Last Edit: September 22, 2014, 06:42:09 PM by Shura »


Shura

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #12: September 22, 2014, 08:55:40 PM »
ya había ganas de hacer algo de shippeo, ¿eh?
Pues no le encuentro otra explicación *mirada de Gendo Ikari*
Y es que si no hacía un Dio/Jonathan con esta, esta noche no dormía ( ͡° ͜ʖ ͡°) quizás la prompt iba pensada para un tono más de humor, pero al pensar en relación fake, no me podía quitar a Dio de la cabeza... en fin.



Personaje X tiene que pedirle a personaje Y que finjan tener una relación. Fake relationship.




Jonathan Joestar no quería verse forzado a aquello, estaba la probabilidad de que Dio lo ignorase, pero su padre había insistido en que no fuera hasta Londres él solo. Y no era caballeroso que fuese su mismo padre quien le pidiera aquel favor a Dio, a fin de cuentas Jonathan ya no era ningún niño, y aunque Dio no hizo su infancia fácil, con los años habían acortado distancias.

-Si no quieres, no tienes porque acompañarme, no quiero interrumpirte de tus deberes.
-Oh, Jojo, para mi será un placer acompañarte a la ciudad, -se acercó hasta su hermanastro, paseando las manos por su camisa hasta ajustarle el lazo del cuello, rozando su piel deliberadamente y cerrando los dedos como si fuesen un cepo sobre sus hombros-, nunca perdería la ocasión de hacerte un favor…

---

Los dos jóvenes paseaban por la ciudad arropados por sus abrigos de la nieve que había comenzado a caer, vigilando sus pisadas, Jonathan había comprado unos libros de arqueología que necesitaba para la universidad, optando ambos por comprar unos dulces para llevar al padre de Jonathan y aprovechar un poco más la estancia en el bullicioso barrio de Londres.

Jonathan se detuvo para admirar una tienda de instrumentos, retomando su marcha, con tan mala suerte, de que la nieve le hizo patinar, a poco perdiendo el equilibrio si no fuese por el brazo de Dio que le había sostenido.
-Cuidado Jojo, en Londres tienes que andar con mil ojos, sobre todo en este tiempo.
-Gracias Dio, -retomando la compostura, intentó soltarse de su agarre, pero Dio simplemente le dedicó una enigmática sonrisa-, ¿Dio?
-Vamos Jonathan, hemos venido a Londres a divertirnos, aquí nadie nos conoce, finjamos que somos una amante pareja de visita a la ciudad.

Jonathan simplemente atinó a decir el nombre de esté, mientras su cara iba tomando un tono carmesí.
-Oh Jojo, tan inocente… -Dio paladeo aquella palabra-, simplemente bromeo, pero es más seguro para los dos que permanezcamos agarrado al otro, para evitar accidentes como el de antes.

Jonathan lo acepto con reticencia, paseando los dos cogidos del brazo, con Jonathan mirando a todas partes como si cualquiera pudiera delatarlos y malinterpretar sus intenciones; Dio por su parte, lo disfrutaba, alzando con orgullo el mentón, presumiendo de amante con una sonrisa llena de intención para quien se atrevía a sostenerle la mirada.
 
-¿Uhm? ¿Dio? Tu antes vivías por la ciudad, ¿verdad?
Le clavó las uñas en el brazo, involuntariamente pero sin hacerle daño gracias a los guantes, ante el recuerdo de aquellos malditos años. La última vez que había paseado del brazo de una persona en aquellas calles… era con aquella mujer, ella que había muerto hace muchísimos años.
-¿Qué sucede con ello, Jojo? Si quieres saber que esta de moda entre los jóvenes, podemos acercarnos a algún Cabaret, es un concepto francés de prostíbulo de lujo.
-¡Dio!
-Shhh… -le acarició la mejilla con el revés de su mano enguantada-, siento ofenderte Jojo, sé que eres un caballero, no te molestaré más con mis bromas, ¿qué es lo que querías preguntarme?

Jonathan aceptó sus disculpas, tomando aquellas bromas de Dio como un acercamiento con el que reunió el valor para lanzar su proposición.
-Me preguntaba, si no querrías ir a visitar algún sitio en especial ahora que estamos en la ciudad, como la casa de tus padres.
-No -le soltó del brazo adelantándose, dando por terminada la diversión.

Jonathan no se esperaba aquello, no solo fue la negativa, era el modo indispuesto en que lo había pronunciado, como si hubiera tocado un punto muy sensible y desconocido de Dio. Pero era natural, solo tenías que mirar en los callejones para ver la inmundicia escondida de la ciudad, la miseria era mucho más patente con la llegada del invierno, y Jonathan no podía imaginar a qué nivel había vivido Dio durante su más tierna infancia.

Las palabras de Jojo habían abierto viejas heridas, no muy lejos de ahí, en un callejón en invierno, era donde su madre había muerto de agotamiento y frío, era un niño que iba agarrado a su brazo, demasiado niño para comprender la gravedad de lo que estaba sucediendo y de lo que le aventuraría en su vida, haber perdido la protección de su madre.
Intentó pedir ayuda corriendo hacía la calle principal, ayuda a gente como Jojo o él, que con una sola de sus camisas hubieran podido pagar el tratamiento que salvase la vida a la mujer… pero solo le brindaron indiferencia, como si no existiera en aquel momento en que se rompía a pedazos.

-¿Dio? -Jonathan le tocó el hombro, asustado cuando este se había quedado quieto, con la mirada perdida en dirección a un callejón, el chico siseó ante el contacto.
-Oh, Jojo… -le echó los brazos al cuello, colgando de sus hombros y acercando su cuerpo todo lo posible al del Joestar, mezclando su aliento con el de Jonathan que volvía a estar rojo de vergüenza, apoyando la cabeza sobre su pecho, incluso a través de su abrigo, podía sentir su pesado corazón latiendo con fuerza-. Abrázame Jojo…

No entendía porque le hacía caso, pero su cuerpo se movió solo, abrazándolo y arropándolo contra él, reparando en cuanto daño le habían hecho sus palabras, sosteniendo los pedazos de Dio, intentando mantenerlo entero cuando parecía tan desesperado, a punto de romperse.

Pero, no había nada que Jonathan pudiera rescatar de Dio, por más que lo intentase, hace demasiado tiempo que esté estaba roto por dentro. Arropado por su abrazo, frío por dentro, demasiado frío para que el calor de Jonathan lo alcanzase.
-Jojo… -Sus manos se deslizaron por su nuca, sintiendo como le picaban los dedos por apretar aquel cuello hasta que Jonathan dejase de respirar y la luz en la mirada desapareciera… pero, no lo hizo, tenía que tener paciencia, y esperar el momento adecuado.

Pronto aquella relación de falsos hermanos llegaría a su fin, y entonces, Jonathan conocería lo que era la auténtica desesperación, lo que era perderlo todo y volverse inexistente, justo antes de que él, Dio, lo destruyera en pedazos.
« Last Edit: September 23, 2014, 07:34:16 AM by Shura »


Kora

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #13: September 23, 2014, 04:54:30 PM »
¿Para mi JOTP en el aniversario de cuando se conocen en el canon? Hoy era el día para hacer esta prompt ♥



Personaje X olvida la fecha de aniversario y Personaje Y no se lo toma nada bien.
Gyro + Johnny

- Estás enfadado.
- No lo estoy.

Johnny podía decir lo que quisiera, pero estaba claramente enfadado, y Gyro todavía no terminaba de entender qué estaba pasando siquiera. La última vez que habían salido parecía haber estado de muy buen humor, y nada grave había sucedido desde entonces. Tampoco había sido nada que hubiera hecho, sabía que a Johnny en el fondo le gustaba cuando le pellizcaba la nariz para que la arrugara como un conejito, no podía ser que de repente aquello le hiciera que contestara de forma tan seca.

Incluso había ido nada más le había llamado, sin quejarse porque le hubiera despertado un sábado por la mañana. Gyro había acudido a la cita que de repente le había impuesto Johnny y hasta lo había llevado a un Burger King. Lo único que podía echarle en cara era que había llegado a las dos menos cinco en lugar de a la una y media, pero no era nada nuevo que encontrara un contratiempo mientras se vestía o conducía.

Gyro estaba barajando sus opciones: fingir naturalidad podría enfadar aún más a Johnny si resultaba que la culpa era suya, pero si seguía preguntando, también lo molestaría. Lo más seguro, al final, era recurrir al humor para relajar la situación:

- Eh, Johnny, han traído una muestra de virus vampírico al hospital y creo que me he pinchado. - Gyro cogió dos patatas fritas y mojó la punta en ketchup. - ¡Oh, no!

Johnny siguió bebiendo de su refresco, alzando una ceja como única respuesta mientras Gyro colocaba las dos patatas debajo del labio superior para que quedaran como dos colmillos.

- Wryyy… - Levantó las manos para que parecieran garras.
- Hilarante. - Murmuró Johnny entre dientes.
- Vale, esto ya es serio. - Gyro se quitó las patatas de la boca. - Normalmente te ríes de mis chistes.
- Es lo que pasa cuando tienes la misma gracia que un niño de cinco años.

Sin cambiar siquiera el tono de voz, Johnny se recostó en el asiento, cruzándose de brazos, y Gyro estaba seguro de que si hubiera podido utilizar las piernas, seguramente le hubiera dado una patada.

- Johnny, ya basta. ¿Qué pasa y por qué es mi culpa?

Pasaron unos segundos eternos hasta que finalmente fue digno de una respuesta. Johnny se inclinó lentamente sobre la mesa, frunciendo el ceño.

- ¿De verdad no sabes qué día es hoy? - Pronunció cada sílaba con cuidado. - ¿De verdad?
- Estamos a… - Gyro hizo trampas con el móvil. - Veinticinco de Septiembre. ¿Qué pasa con el…?

Paró a mitad frase, con un montón de alarmas activando el protocolo de emergencia en su cabeza. Para que Johnny se pusiera así respecto a una fecha, o era su cumpleaños (y no podía ser porque era alrededor de Halloween), o aquel día era...

- ¡E-Era broma, Johnny! - Rió exageradamente, y cogió una mano del otro, que lo estaba atravesando con la mirada. - ¡Nyo-ho! Tendrías que verte la cara, ha valido la pena. Por supuesto que me acuerdo de nuestro aniversario.
- No te lo crees ni tú. - Johnny se soltó, hundiéndose en el asiento y apartándole la cara.
- De verdad, Johnny, era broma. Hasta he preparado una canción. - Se aclaró la garganta, rezando para que su musa no le fallara en un momento tan crítico. - Somos dos almas gemelas… juntadas por el destino…

Pero la melodía se fue apagando al ver la expresión de Johnny, con la cabeza hundida en los hombros y el ceño fruncido. No había sido muy convincente.

- Al menos no me tomes por idiota. - Bufó, sin mirarle siquiera. - Da igual.

A Gyro le cayó el alma a los pies con el tono del otro. Prefería mil veces el enfado y el sarcasmo a tan simple decepción.

- Johnny… lo siento. - Tragó saliva. - He estado muy liado con las prácticas, si ya de normal no sé ni en qué día vivo…
- Ya. - Tal vez era por escapar de su culpa, pero la frialdad de Johnny era un poco irritante.
- Además, sólo es una fecha, ¿qué más da?

Por fin sacó una reacción de Johnny, que sólo levantó la vista hacia él, entrecerrando los ojos y apretando los labios. Fuera lo que fuera a decirle, se estaba conteniendo.

- Siento que te parezca una tontería que… - Volvió a dejar ir un bufido, sin terminar de hablar. - Tienes razón, es una chorrada.
- Johnny-
- Creo que es mejor que me lleves a casa.

---

El trayecto de vuelta había sido lo peor. Johnny había seguido optando por el silencio como castigo, y si algo podía a Gyro, eran los silencios incómodos. Lástima que lo único con lo que había podido llenarlo había sido discutiendo. En el momento había sido incluso reconfortante comparado ser ignorado, pero pensando en frío, la cosa había escalado y se había salido de sitio completamente.

Gyro, sin embargo, había tomado una decisión por mucho que después de lo que se habían llegado a decir, quizá era una locura que estuviera allí.

Por lo menos Johnny le abrió la puerta, aunque tenía cara de pocos amigos.

- ¿Qué quieres? - Sonaba cansado.
- Técnicamente empezamos a salir a las ocho de la tarde, así que… Sólo llevamos una hora de retraso. - En respuesta, Johnny sólo parpadeó. - Feliz aniversario, amor.

Se inclinó para dejarle un conejito de peluche en el regazo, y antes de que pudiera levantarse, Johnny lo sujetó por el pelo, tirando de éste como si fueran las riendas de un caballo hasta quedar a la altura apropiada para besarlo. Aunque le hacía un poco de daño, Gyro le respondió entusiasmado, rodeándole el cuello con los brazos.

- Tienes la cara muy dura viniendo aquí con un peluche como si no hubiera pasado nada. - Murmuró Johnny contra sus labios, sin soltarle el pelo.
- Puede ser. - Gyro levantó la vista hacia él. - Lo siento.

Le dio un beso corto antes de levantarlo de la silla de ruedas, cargándolo contra él mientras Johnny le daba palmadas en el hombro con la mano libre. La otra seguía tirándole del pelo, agarrado como una vieja a un columpio.

- ¿Ves como siempre vas a la tuya? - Se quejó Johnny, pero al menos alargó la mano para cerrar la puerta de su casa.
- Puede ser.

Gyro ya conocía el camino hacia el dormitorio de Johnny. Aquella noche se llevaba doblete, polvo de aniversario y de reconciliación.

- Por cierto, ¿de verdad son tan malos mis chistes?
- Terribles. - Johnny suspiró contra su cuello. - No sé cómo lo he aguantado un año entero.
- Y lo que te queda...
« Last Edit: September 23, 2014, 04:59:18 PM by Kora »


Deidara

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #dos
« Reply #14: September 24, 2014, 05:51:25 AM »
Omg hacía tanto tiempo que no escribía a zoro MY FEELS. I missed u bb
Me quedó más corto de lo que esperaba, pero la inspiración me faltó 8(.



Tu bishoujo e X, Y, Z son niños de guardería. Tu bishounen es el cuidador, en el que tu bishoujo tiene un crush.

Zoro tenía una relación amor-odio con su trabajo.

“¡Profeee! ¡Dei se ha reído de mi dibujo!”

Días como estos era la razón por la que odiaba su trabajo, en ocasiones.

Niños pegándose por hacerse con el control de Joker, el osito de peluche más viejo de la clase. Tirones de pelos por conseguir los rotuladores más nuevos, los que de verdad pintaban bien. La más nueva— niños negros, llorando porque otros niños eran ‘racistas, ¡le han llamado color carne al rosa!’. Zoro nunca se había encontrado con activistas tan jóvenes.

Lo que nunca cambiaba, era la relación que tenía Deidara con la mayoría de sus compañeros. Algo que no entendía, porque él nunca le había visto hacer ninguna maldad en persona.

“A ver, Apollo… ¿qué ha pasado ahora?”
“Deidara me ha dicho que el dibujo de mi tío Nick es feo… ¡que ser abogado no es un trabajo de verdad!” Lloró, a lo que Zoro suspiró.
“¿Es eso verdad, Deidara?”
La joven pelirroja, miró al suelo, jugueteando con la manga de su bata de cuadros negros (se negaba a llevar una rosa). “M-Mis papas… mis papas se separaron… y por culpa de un abogado, mi papa y yo tuvimos que ir a vivirnos a otro sitio… ¡no me gustan los abogados!” Y ahora tenía a dos niños llorando, y a uno de ellos (Deidara, obviamente) abrazándose a su pierna.
Zoro la levantó del suelo. “Hey, venga, no es para tanto… ¿qué tal si hacemos las paces con Apollo?”
Deidara asintió, mirando a Apollo de reojo. “Lo siento, Polly.”
“Vale, así me gusta… ahora vamos a llevarte un rato al baño a limpiarte la cara y a calmarte, y luego volveremos a jugar con Polly, ¿vale?”

Una vez Zoro se giró, todavía con Deidara en brazos, ésta se abrazó con más fuerza al profesor, y le enseñó la lengua a Apollo, sonriendo.


* * *

Zoro estaba jugando a fútbol con Peter y Steve, cuando Deidara apareció corriendo para abrazarse a su pierna.

“Dei, ¡para! ¡No nos estás dejando jugar!”
Deidara le sacó la lengua a Peter. “¡Calla! Zoro y yo vamos a jugar a espías!”
“¡No, es nuestro turno!” Se quejó Steve, quien trató de meterse por medio. “Siempre estás tú con él, ¡nosotros también queremos!”
“¡Eso, no es tuyo!”
“¡Sí que lo es!”

Los niños empezaron a pelearse, y Zoro tuvo que meterse de por medio. “Chicos, chicos… ¿qué tal si jugamos todos a espías, eh?”

Deidara sonrió triunfante, y mientras cogía a Zoro de la mano y se lo llevaba a su ‘base secreta’, escuchó a Peter murmurar, “mi tío Ben dice que todas las mujeres enamoradas dan miedo.” Zoro no estuvo seguro de a qué se refería, pero… vamos, ¿cómo iba una niña a enamorarse de él?

* * *

Más tarde, Zoro le encargó a su clase que dibujaran qué querían ser de mayor. La imaginación de algunos de sus alumnos era increíble—Steve y Peter querían ser superhéroes, y se dibujaron a ellos mismos con trajes inventados, luchando contra el mal. Lo cual acabó en una pelea por saber quién sería mejor superhéroe de los dos.

Cómo no, Apollo entregó un dibujo en el que él vestía un traje y llevaba un maletín en la mano. En una esquina, había escrito, ‘AVOJADO PROTESTO’. Zoro sonrió, y colgó el dibujo en la pared junto al de Steve.

El siguiente dibujo, era el de Deidara… quien se había dibujado a ella misma, vistiendo sus ropas normales de calle, junto a Zoro, quien llevaba puesto un traje. Ambos estaban cogidos de la mano, y en un cartel había escrito, ‘RECIEN CASADOS’.

Mh. Tal vez era hora de tener una charla con Deidara.