Me salió muy largo orz 1.7 pero es que me emocioné mucho con la prompt. Todo inspirado en el pv del solo de mi chinis:
http://indavideo.hu/video/Ueda_Tatsuya-_MONSTER_NIGHT_PV_hun_Egao_FsPrompt: Tus personajes son cazadores de demonios y otras criaturas de la noche ¿A quién van a cazar hoy? Demon hunter/supernatural AU.***
“¿Estás seguro del plan?”, le preguntó Sayaka a Tatara en susurros. Los dos, junto a Mikoto, habían sido capturados por uno de los hombres lobo de la manada que intentaban eliminar de la zona, por lo que los llevaba ante el alfa para que decida su destino.
“Sí, es imposible que algo malo pase, dejarse capturar por el enemigo es un clásico. Además, Mikoto trae la sal”.
“¿¿No que la sal era solo para fantasmas??”.
“UH………”
“Oi”, gritó el lobo a un hombre que dormía en una silla al costado de un gran portón. Al verlo de cerca, sin embargo, se dieron cuenta que tampoco era humano, ya que era blanco como la nieve, muy alto y llevaba los labios cortados como el jóker. “Despiértate, idiota”, el lobo le pateó.
“¡Owww! ¿Por qué me tratas tan mal, Kokiii?”
“Cállate y anúncianos al jefe, le traje a los idiotas que contrataron para exterminarnos”.
“Ya va…”, el hombre les sonrió antes de desaparecer por un pasillo. Minutos después, el portón se abría y el mismo hombre los anunciaba. “Ante ustedes, Tatsuya, lobo alfa de la manada”.
Los tres caza-bichos-raros observaron la escena: Un salón de trono con un hombre lobo sentado en este, con ojos rojos brillantes que los miraba con gran furia. A su costado derecho, otro hombre lobo parado de apariencia ordenada y pulcra, quien debía de ser su segundo al mando. En los escalones, había otro hombre lobo sentado observándose las uñas y abajo, en el nivel en el que ellos estaban, tres hombres lobos que conversaban entre sí.
Apenas se cerró la puerta y Koki jaló de la cuerda para que los tres cayeran al piso simultáneamente, todos fijaron su vista en ellos y reinó el silencio.
“Mystery Inc., grupo de cazadores de lo paranormal compuesto por Tatara Totsuka, Mikoto Suoh y Sayaka Miki. Faltaría solo el cuarto miembro, Izumo Kusanagi, que por alguna razón no los acompaña”, completó la mano derecha del líder alzando una ceja.
“Es que está con fiebre”, comentó Tatara como si hablara del clima.
“Hemos derrotado a todos los cazadores anteriores”, comenzó ahora el lobo de las escaleras que seguía prestando atención a sus uñas que a ellos. “Y hasta donde nos enteramos, ustedes eran mucho mejores que ellos, entonces… ¿Cómo así se dejaron atrapar?”.
“¡HEY!”, gritó Koki. “¡YO LOS CAPTURÉ!”.
“¿Dieron pelea digna?”, preguntó la mano derecha y Koki se quedó callado. El otro lobo sonrió.
“Entonces”, prosiguió, “¿Qué sucede aquí?”.
“Ha de ser una trampa”, habló uno de los lobos con cabello marón que estaba en el grupo de tres, el cual parecía ser mucho más importante de lo que parecía. “Falta uno de sus miembros y ni ellos ni Koki tienen rasguños fuertes de pelea. Ni siquiera sentí algo de dolor en la conexión que tenemos con él”.
“Eso es porque en realidad, sí, todo esto era un plan”, todos miraron interesados a Tatara, mientras Sayaka y Mikoto rezaban que todo saliera bien. “Queríamos hablar con ustedes, pero dudábamos que aceptaran”.
“¿Y qué quieren?”, preguntó la mano derecha mostrando sus colmillos y denotando molestia.
“El pueblo nos contrató porque han estado robando animales y secuestrando a aquellos que se acercan demasiado a sus límites”.
“¡Já!”, el lobo más pequeño de todos y que se encontraba en el grupo se acercó indignado con las manos en la cintura. “¡Eso es mentira! Solo los espantamos para que no entren a nuestros dominios, son ellos los que inventan historias de secuestros. El único humano que pisó dentro del castillo fue bien recibido”.
“Pero nunca regresó”, comentó Mikoto.
“Duh, porque prefirió quedarse. ¡Diles, Massu!”, los tres entonces se voltearon al único que no había hablado, un hombre lobo pelirrojo. Al concentrarse en él, pudieron ver que debajo de las facciones de hombre lobo, aún quedaba el rostro del chico desaparecido del pueblo.
“Dios mío, pueden convertir a otros”, murmuró Sayaka, pero en eso Koki le pateó.
“Cállate y deja que tu jefe hable por ti”.
“Tatara no es mi jefe”, gruñó con molestia. “Y si lo fuera ya lo habría destituido”.
“Eh, para qué digo que no si sí”, Tatara se encogió de hombros.
“Yuya tiene razón”, habló el pelirrojo. “Preferí unirme a la manada que volver al pueblo, aquí tratan mucho mejor a los pares que allá y me valoran por lo que aporto”.
“Bueno, no podemos interferir en las decisiones personales”, dijo Tatara volviendo a mirar a los dos hombres más importantes. “Pero… Lo que queríamos pedirles era un trato”, Sayaka y Mikoto se miraron entre sí, estaban perdidos. “¿Serían tan amables de dejar de robar animales? ¿O de volverse por donde vinieron? Así nosotros no tenemos que hacerles nada y todos vivimos felices”…Nunca más escuchar al pacifista.
“…”, se quedaron los lobos en silencio.
“Yo les daría kudos por intentarlo”, susurró el de las escaleras al jefe, quien se encogió de hombros.
“¿En serio eran verdad los rumores sobre este grupo?”, le susurraba el lobo de pelo marrón al tal Yuya en tono de reprimenda.
“Koki, mátalos”, suspiró la mano derecha.
Cuando Tatara se volteó a despedirse para siempre, toda la escena cambió. Mikoto se levantó sin las sogas y con una pistola de plata en la mano, apuntando al líder. Todos los lobos se tensaron y empezaron a gruñir, mostrando los colmillos. El líder sonrió y se levantó.
“Vaya”, finalmente habló mientras bajaba las escaleras y su mano derecha y el que estaba sentado se ponían cada uno a su lado. “Los rumores de Yuya no podían ser tan falsos. Dime, en caso de que dispares…”, esto lo dijo en frente de él y poniéndose a propósito a milímetros de distancia del arma. “¿Cómo sobrevivirás a toda una manada intentando vengar a su líder al mismo tiempo?”. Mikoto se quedó en silencio.
“No tendrá que hacerlo porque no disparará”, dijo Tatara con voz firme. “Nos iremos y la próxima vez que nos veamos será bajo otras reglas, ¿de acuerdo?”.
“Ah, pero yo no estoy de acuerdo. ¿Qué tal un símbolo de su buena fe con nosotros? A cambio de su vida nos dejan a su mujer”.
“Wait qué, NO ME LLAMES AS—OW, IDIOTA, ¿¿TIENEN ENCAÑONADO A TU LÍDER Y ME PATEAS??”, le gritó a Koki, pero este solo le gruñó aún más.
“¿Y para qué la querrían?”, preguntó Mikoto.
“Necesitamos alguien que limpie el castillo. Déjennosla y prometemos nunca más incordiar a los pobladores”.
“Lo lamento, pero no podemos dejar a Sayaka”, repuso Tatara.
“Nuevo trato. Ella se queda un mes en el que ustedes decidirán si nos dejan en paz o se enfrentan a nosotros. De no aceptarlo moriré hoy, pero ustedes tres y su otro amigo con el pueblo también.”. Sus ojos rojos congelaron al rubio, quien supo en ese momento que lo mejor sería aceptar. Además, ya tenían el testimonio de que alguien podía sobrevivir en la compañía de ellos… Solo tendrían que esperar que no le pasara nada a Sayaka.
“¿Qué piensas?”, suspiró su amigo.
“QUE TE ODIO”.
“Sayaka se queda”, afirmó Mikoto. “Tatara, vámonos. Y tú”, le dijo a la chica. “Cuídate”.
***
Un mes después, los dos amigos de Mystery Inc. Se presentaban junto a Izumo, el miembro faltante, en el castillo. Todo el mes en que Sayaka se había quedado no hubo ningún ataque (a pesar que más de un pueblerino intentó provocar a la manada) y todo parecía estar bien. Sin embargo, aún no tenían idea de cómo recuperar a su amiga sin irse a la guerra con los lobos… Pero el panorama que encontraron era distinto.
“¡Chicos!”, gritó Sayaka emocionada desde su asiento... Wait. Sayaka tenía asiento propio. Y se encontraba
bordando. Al elevar la mirada, Tatara reconoció al lobo que era el tercero al mando, quien con los labios les decía en silencio:
‘LLÉVENSELA’.
“¿…Todo bien?”, Izumo no se lo podía creer.
“¿Bien?”, preguntó el lobo de cabello rubio, Yuya. “¡Todo perfecto! ¿Vieron? Es como cuando vino Massu a quedarse con nosotros, todo genial y nadie salió herido…”
“Bueno, si cuentas a Jin…”, comenzó uno de sus amigos.
“Y a Koki…”, completó Massu.
“FIIIINE, casi nadie salió herido, pero sí, todo salió bien”.
“Eso dices porque finalmente tienes una amiga con la que chismear”, murmuró el tercero en comando, quien resultó ser Jin.
“Ya, ya”, el segundo los calló. “¿Llegaron a una conclusión, Mystery Inc.?”.
“La verdad, no”, admitió Tatara.
“Nosotros mantenemos nuestra propuesta. Dejen a Sayaka aquí y no habrá problema”.
“Yucchi, te juro que si vuelves a hablar por mí voy a teñir tu ropa interior de rosado” y ante el asombro de sus amigos, el segundo en comando se quedó callado, no sin antes murmurar disculpas.
“¿Qué piensas tú, Sayaka?”, preguntó el macho alfa.
No lo podían creer. Sayaka había dominado a la pinche manada.
“Que quiero ser libre, duh”, rodó los ojos. “Ya te dije que no planeo desarrollar síndrome de Estocolmo contigo, Tatsuya”. Ante esto, el lobo alfa se echó a reír y los otros tres se quedaron preguntando de qué rayos estaba hecha Sayaka.
“Parece que seguimos en un impasse”, les dijo Tatsuya.
“¿Y si Sayaka prometiera quedarse con ustedes cierto tiempo al año?”, aventuró Tatara. Detrás de Sayaka vio a Koki negar rápidamente la cabeza y con miedo. Jin hacía lo mismo.
“¡Esa es una buena idea!”, dijo el lobo de cabello marrón, mientras sus amigos intentaban asesinarlo con la mirada.
“Tatara, ¿y si te callas la boquita? Kazuya, tú también”, la chica les sonrió, para luego voltearse hacia Tatsuya. “Déjame ir. Sabes mejor que yo que fastidian al pueblo por diversión y que Junno es suficiente para limpiar el castillo”.
“¿Después que vinieron a amenazarnos crees que todo quedará así sin más?”, Tatsuya alzó una ceja.
“Ya, perdona por herir tu orgullo de lobo”, Sayaka hizo un gesto con la mano de
supéralo. “Déjame ir, por favor”.
“Ok”. Yuya, Massu y Kazuya se levantaron ofendidos.
“¡¿La vas a dejar ir?!”, preguntó Kazuya mientras Yuya gritaba lo terrible que se vería ante otras manadas y Massu intentaba calmarlo, aunque enojado.
“Con una condición”. Silencio. “Cazadores de lo paranormal siempre son útiles cuando se usan contra los bichos que no nos son útiles. Son libres de ir y con nuestra palabra que no haremos daño al pueblo con tal de que eliminen a los vampiros que viven en el próximo y amenazan nuestro dominio. ¿Tenemos un trato?”.
“¡Hecho!”, gritó Izumo que sabía tomar una oportunidad cuando la veía. “¿Cómo se llaman estos vampiros?”.
“Son una colonia distribuida en varias parvadas”, informó Yucchi. “El pueblo se llama K-Pop y sus líderes son la familia Shinee. ¿Contamos con ustedes?”.
“¡Sí!”, Sayaka se levantó y volvió donde sus amigos, los cuatro se cruzaron de brazos. “¡Cuenten con Mystery Inc. para ello!”.
***