Author Topic: #prompts4everyone ☆ ronda #tres  (Read 16760 times)


Deidara

#prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Topic Start: September 26, 2014, 10:04:52 AM »


Tercera ronda! Mismo funcionamiento, que repito de nuevo por si acaso:

-   Dejo los prompts, cada participante que quiera participar debe escoger un prompt como mínimo, escribir un fic siguiendo dicho prompt.
-   En cuanto a palabras: mínimo 400, máximo 1000.
-   Si quieres escribir más de un prompt, puedes hacerlo.
-   Para postear, copia y pega el prompt, seguido de tu fic.
-   ¡Sé libre de usar random.org en tus prompts!

El stop será dejado el miércoles a las 11pm hora España, se dispondrá del jueves de ‘descanso’, día que se podrá aprovechar para ponerse al día, proponer prompts, comentar…

Usad solo este post para postear prompts, para comentarios ya está su correspondiente post, y si tienes dudas o sugerencias dirígete al tema de la actividad o a mí por PM <3.

Estos son los cinco prompts que se han escogido al azar (mediante random.org) para esta ronda:

Quote
- Tu bishojo y el Bishonen Oficial tienen un hijo, y ha venido del futuro a pasar un día entero con vosotros.
- Persona X y Personaje Y tienen maletas iguales y las intercambian sin darse cuenta.
- Tu Boy Next Door es el nuevo vecino de tu bishoujo.
- Personaje X es un famoso cantante, y su mayor fan, Personaje Y, ha ganado una cena con éste.
- Personaje X ha sido contratado para espiar a tu Bishoujo de parte de una mafia que desea extorsionar a su familia, pero para ello deberá infiltrarse en su academia/universidad/colegio.
- Los padres de personaje X y los de personaje Y son enemigos (trabajan en compañías rivales), pero ellos no pueden evitar llevarse bien.
- Tus personajes son cazadores de demonios y otras criaturas de la noche ¿A quién van a cazar hoy? Demon hunter/supernatural AU.
- Cop AU.


Kora

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #1: September 27, 2014, 07:31:02 AM »
En mi cabeza tenía más gracia, todo sea dicho...

Y pole en el thread con el header mío <'3



Personaje X ha sido contratado para espiar a tu Bishoujo de parte de una mafia que desea extorsionar a su familia, pero para ello deberá infiltrarse en su academia/universidad/colegio.
Bruno + Kora

- Buenos días, me llamo Bruno Buccellati. Voy a estar sustituyendo al señor Undersn hasta que se recupere, y esto es… - Revisó los papeles. - Teoría del Derecho II.

Sólo recibió como respuestas un par de miradas, de los pocos estudiantes que se encontraban en la clase, la mayoría estaban en dos o tres pequeños grupos hablando entre sí. Bruno había revisado la lista de alumnos y un simple vistazo le bastaba para saber que aquello sería como mucho un tercio del alumnado.

Pero aquello no era lo que le interesaba, de hecho era incluso mejor para él. La persona por la que estaba allí era de las pocas presentes, charlando en segunda fila con tres chicas más.

- Voy a pasar lista. - Por muy aburrida que fuera la asignatura, tenía que mantener la imagen.
- Pero si nunca pasamos lista…

Bruno ignoró a la chica de pelo azul eléctrico, que sólo puso los ojos en blanco y volvió a revisar su móvil.

- ...Kora Hardy…

Levantó la vista de la lista por primera vez. La chica levantó la mano, apoyada en el respaldo de la silla. Como ya había visto, era una chica normal, con el pelo claro y largo, nada excepcional sobre ella excepto el hecho de que era la hija mayor de los Hardy.

El famoso bufete de abogados familiar había sido contratado para llevar el caso contra otro tipo de familia, y el capo de la ciudad le había pedido personalmente que buscara un punto de acceso a todas las pruebas. Era difícil empezar una agencia de investigación privada cuando se tenían orígenes tan humildes como los de Bruno, por lo que aún debía un par de favores a la mafia.

Como la más probable heredera del negocio, había decidido probar con Kora Hardy. Era joven y aún no tendría la experiencia suficiente como para cubrir todas sus huellas, por lo que sería cuestión de tiempo hasta que se le escapara algo o dejara una ventana abierta para que Bruno tuviera acceso a la información de los Hardy.

- Veo que no hay mucha asistencia, precisamente. - Levantó una ceja al comprobar que sólo habían asistido trece de treinta y siete alumnos. Los pocos que aún estaban atendiendo simplemente soltaron una risita.
- Pues espérate al viernes…

Y el viernes llegó, pero ninguno de los alumnos con él. La clase estaba completamente vacía, y Bruno chasqueó la lengua. ¿Es que nadie se tomaba en serio la universidad? Al ir hacia clase, había visto a un chico durmiendo en el suelo al lado del radiador.

Sin embargo, la suerte pareció sonreírle ampliamente. La puerta de la clase se abrió, dejando paso a la joven Hardy. Iba completamente arreglada y vestida de punta en blanco, y se acercó hasta su escritorio.

- Hola. - Se colocó un mechón detrás de la oreja, conteniendo una sonrisa. - Vengo a por los apuntes de hoy.
- ¿Perdona?
- Oh, supongo que no te lo habrán dicho porque eres nuevo, pero el señor Undersn siempre nos deja irnos el viernes a última hora, y uno de nosotros se pasa y recoge las fotocopias para todos. - Hizo un gesto con la mano. - Y ya nos lo estudiamos en casa.

Había sido una pregunta retórica lo de antes: nadie se tomaba en serio la universidad. Pero Bruno era también joven, y podía jugar a aquel juego también.

- Muy bien. - Se sentó en el escritorio, abriendo el portátil. - Te lo paso directamente a un pen, ¿llevas uno encima?
- Sí, claro, mucho mejor. - La chica sonrió entusiasmada, y le tendió un lápiz usb morado. Bruno se lo devolvió segundos después tras haber pasado el archivo con las diapositivas a exponer aquel día. - Muchas gracias.

Dejó que Kora se alejara unos pasos.

- ¿Dónde vas?
- ¿Hm? - Kora se giró hacia él. - Me voy a casa, no vamos a dar clase, ¿no?
- Claro que no, pero no vas a irte así como así. - Bruno cerró el portátil. - Siéntate donde quieras, todavía faltan casi dos horas para que termine la clase, y te vas a cansar de pie.

La chica levantó una ceja, cruzándose de brazos. Estaba sonriendo incómodamente, sabiendo que no iba a poder escapar, aunque no se dejaría vencer sin pelear primero. Era hasta adorable, y Bruno tuvo que recordarse que estaba allí para espiarla.

- Perdona, pero esto no es el instituto. Me puedo ir cuando quiera de tu clase. - Hablaba muy valientemente, aunque no hacía ademán de moverse.
- Vete si quieres, ya lo apuntaré yo y veré qué hago con tu nota.

Bruno se acomodó en la silla, abriendo su kindle de nuevo y fingiendo que retomaba la lectura. Pronto oyó los tacones de la chica volver hacia él, sentándose en primera fila con un bufido indignado.

- Pues vale. - Gruñó Kora, quien sacó a su vez el móvil. - Voy a avisar a todos de que eres guapo pero muy borde.
- ¿Te parezco guapo? Gracias.

Se le escapó una risa, y Kora levantó la cabeza inmediatamente, poniéndose roja y con los labios apretados.

- Tampoco te lo creas mucho, ya habrás visto cómo es el resto de profesores, el listón no está muy alto precisamente. - Hizo un gesto con la mano. - De verdad, eres un siete como mucho.
- La mitad de siete es tres con cinco… creo que ya tengo tu nota.
- ¿¡Qué!? ¡No! ¡No puedes ponerme un tres con cinco por eso!

Bruno simplemente levantó el kindle, esta vez retomando la lectura de verdad mientras la chica seguía quejándose. Comparado con sus encargos anteriores, aquello de ser profesor parecía mucho más tranquilo... y aunque estaba mal admitirlo, más divertido.

Al final, Kora no sabía remotamente nada del caso, y tuvo que sacar la información por métodos de espionaje más tradicionales, pero al menos se quedó con la satisfacción de ver cómo cada viernes, todos y cada uno de los alumnos de Teoría del Derecho II asistía a clase.


Puri

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #2: September 27, 2014, 08:08:18 PM »
Prompt: Tu bishojo y el Bishonen Oficial tienen un hijo, y ha venido del futuro a pasar un día entero con vosotros.

***

¡Un día precioso de verano! Sayaka se levantó sonriendo y saltando, abrió las ventanas de par en par, empezó a cantar sus canciones de johnny’s favoritas cuando…

Su celular sonó y…

“Sayaka, escucha, sé que no estamos en la mejor de las situaciones, pero—”

… Era su ex. La peliceleste quiso tenerlo en ese instante frente a él para cortarle la cara con una cuchilla por arruinarle el día. No bastaba con haberle arruinado la vida hace un año cuando cortaron, sino que encima cuando volvió a la ciudad le hizo un escándalo por verla saliendo con Koki, quien era su amigo. El pobre para colmo terminó con un ojo morado por saltar a defenderla, así que ya no quería saber nada más de él.

“VETE A LA MIERDA”, gritó y colgó, para luego apagar su teléfono.

No, no dejaría que ese idiota arruinara su vida. Se cambió, fue a hacerse el desayuno… Y sonó la puerta. Al abrirla, se encontró cara a cara con Tatsuya Ueda.

Su ex.

“¿¡CUÁL ES TU MALDITO PROBLEMA, HIJO DE PUTA!?”, gritó horrorizada.
“¡¡WOW, CUIDA TU LENGUAJE!!”, le reprimió frunciendo el ceño tras las gafas de sol que usaba. Sin embargo, antes de poder preguntarle qué carajo—
“¡¡Mami!!”

Detrás de las piernas del otro había una niña pequeña de cabello celeste, ojos rasgados y celestes, una nariz y sonrisa muy parecidas a las de… No. NO.

***

“¿Cómo rayos apareció?”, preguntó horrorizada en susurros. Tatsuya miraba a la niña con el mismo horror que ella (al menos sufrían por igual).
“Desperté y estaba mirándome. Dijo que venía a pasar un día con ‘papá y mamá’ y no ha dejado de decir que tú y yo somos ellos… ¡Y mírala! Es idéntica a nosotros”.
“¿Lo has comprobado?”.
“Eri”, la cosa respondía a ese nombre y corrió emocionada a sentarse en sus piernas.
“¿Sí?”.
“Enséñale a tu mami la foto que me mostraste”.
“¡Claro!”, sacó del bolsillo una foto y se la dio: La miraron unas versiones mayores de ella y Tatsuya abrazando a la chiquita.
“El lado positivo de esto”, murmuró, “Es que ya sabemos que el rubio te quedará pésimo”, dijo aludiendo al color que se había teñido el otro en el futuro. Tatsuya le miró con las mismas ganas de querer cortarle la cara con una cuchilla.
“¿Qué haremos?”, le preguntó obviando lo otro.
“¡¡Vamos al parque!!”

***

 “Ambos hemos leído Madoka. ¿No está eliminando su timeline al estar aquí?”.
“Existe la posibilidad de que el tiempo sea como en Marvel y su interferencia cree un nuevo mundo, así que en teoría serían dos timelines distintas pero que mantienen su flujo… Aunque igual no debería de estar aquí”.
“No, pero apareció de la nada, no sé cómo devolverla”.
“Todo esto es tu culpa”.
“¿Disculpa?”.
“Asumiendo que en un futuro volvemos y tenemos una hija, YO la criaría mejor. Es obvio que esta actitud rebelde a los 5 años es tu falla como padre de familia”.
“Asumiendo un futuro juntos, ¿Qué clase de madre deja descuidada a su hija?”.
“QUÉ RARO que Eri no desaparezca, porque con tremenda machonería que has dicho NO HAY FORMA de que volvamos”.
“¡¡Papá!!”, Eri vino corriendo. “¡¡Hazme caballito!!”
“¿Qué?”, preguntó empalideciendo.
“You know nothing, chino nieve”, Sayaka tomó a Eri en sus brazos y la sentó en una de sus rodillas, mientras empezaba a moverla. La menor se rió un montón.
“¡Mamá nunca me hace caballito!”.
“¿Ah, no?”.
“No, siempre estás de viaje y cansada, por eso papá juega conmigo”.
“Ah… Eso significa que papi es un fracasad—OW”, gimió por el pisotón que le dio el otro.
 “¿Qué hago yo, Eri?”, preguntó el otro con una sonrisa forzada.
“Tocas piano y luego te vas de gira, con nosotras”, asintió emocionada. “¡Y con Horo-Horo!”
“Ah, tu tío”.
“No, mi hermano”.
“…………………….”

***

Después de un silencio incómodo después de descubrir que no era solo uno, sino dos milagritos del señor, Eri los había jalado hacia una pequeña feria. En un comienzo Sayaka había estado reticente a involucrarse más, pero conforme iban jugando en diversas cosas, había recordado que algo que la había unido a Tatsuya en su momento era la competitividad que mantenía con el otro. Tatsuya odiaba perder y ella amaba joderlo, así que las siguientes horas se la pasaron jugando, ganando miles de premios para la menor y volviendo a la rutina que habían mantenido cuando estaban juntos. La peliceleste no podía negar que le había extrañado, y por como el otro se comportaba con ella, parecía sentir lo mismo.

Además, habían averiguado más del futuro. Sayaka terminó siendo una gran actriz y viajaba a todos lados a filmar, mientras que Tatsuya había abandonado la actuación para dedicarse al piano y daba recitales por varias partes del mundo. Irónicamente, entre el boxeador y la promotora de derechos humanos, era Sayaka quien había terminado yendo a la cárcel tras lanzarle una piedra a un paparazzi que le había tomado una foto a Eri recién nacida. Cosas de la vida.

“¡¡Vamos a tomarnos fotos!! ¿Sí, sí?”, comenzó a chillar Eri al ver un photoboot.
“Ya, yo los espero”.
“¡Pero yo quiero con mamiiii!”.
“Eri, la recámara es muy pequeña”, intentó razonar.
“Ay pero mamá no seas sonsa, tú te sientas encima de papi y yo encima de ti”.
“Sí mamá, no seas tan sonsa”, comentó el otro con un tono serio que nadie se creía a excepción de Eri.

Después de suspirar, Sayaka se metió con ellos y se sentó encima de su ex, quien le abrazó fuertemente de la cintura y metió las monedas para las fotos. Finalmente terminaron haciendo varias muecas y se divirtieron, aunque se arrepintieron el momento en que Eri empezó a cantar “¡beso, beso!” y resolvieron por darle un beso cada uno en la mejilla para la foto. No, no empezarían a pelearse por quién tuvo la culpa de qué en frente de la dulce criatura que alucinantemente habían logrado crear (en universos paralelos, se recordaron).

***

“Ya no puedo más. Eri”, Tatsuya se lanzó al piso y se agarró la cabeza frustradamente. “¿Qué rayos haces aquí?”. Sayaka quiso lanzarle un ladrillo por su rudeza, pero la niña no pareció inmutarse. Se horrorizó al pensar que en un futuro decidía que alguien así criara a sus niños.
“Papá dijo que era un desperdicio si nadie usaba la máquina del tiempo que el tío Horo-Horo había inventado”. Sayaka le miró con una cara de TE DIJE QUE ERA TU CULPA, “Y mamá dijo que sería muy divertido si es que alguien viajaba al año 2014, dijo que ese fue el año más divertido de su relación”. El otro le devolvió una mirada de Y TU SARCASMO TERMINARÍA MATÁNDONOS, “¡¡Y tenía razón! ¡Me la he pasado muy bien aquí!!”.
“…”

***

Aparentemente, Eri llevaba consigo misma un mecanismo que la llevaría de vuelta a su tiempo, así que después de alistarle una mochila con sus nuevos juguetes, ropa y comida de emergencia (uno nunca sabe con los viajes del tiempo), la niña se despidió de ellos.

“¡¡Qué lindo saber que se quieren tanto allá como acá!!”, les dijo emocionada y desapareció, dejándolos solos en la casa de Tatsuya.
“Hicimos una niña”, murmuró el pelinegro aún sin creérselo. “Y parece decente”.
“Actually, hicimos dos, pero sí omg, una niña normal y linda”.
“…”
“Necesito un trago”.
“Yo también”.

El shock más grande de sus amigos, después de enterarse una semana después que los dos habían vuelto, fue encontrarlos comprando libros sobre paternidad en la librería unos días después.

***
« Last Edit: September 27, 2014, 08:09:58 PM by Puri »

Forget all the shooting stars and all the silver moons
We've been making shades of purple out of red and blue


Shura

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #3: September 28, 2014, 11:47:01 AM »
Comenzando ronda ♫



Tu bishojo y el Bishonen Oficial tienen un hijo, y ha venido del futuro a pasar un día entero con vosotros




Aquella noche Shura no había sentido nada extraño, ni siquiera recordaba haber tenido sueños, pero por la mañana al despertar, descubrió que no había dormido sola.

Abrió los ojos desvelada, abrazando un bulto calentito que dormía a su lado, y aunque sintió como su corazón daba un vuelco, estaba tan sorprendida que simplemente atinó a destapar la manta, descubriendo a la niña, que descansaba plácidamente con el pulgar metido en la boca y abrazando el remendado peluche de un gato negro, no parecía que tuviera más de tres o cuatro años.

Shura comenzó a respirar aliviada, revisando los datos en la Omnitool, la sorpresa fue mayúscula al comprobar que la niña se trataba de un jugador de nick Cereza. Nunca había visto a un jugador con apariencia tan joven, hasta donde sabía del juego, los niños tan pequeños no deberían jugar, quizás fuera sólo la apariencia, pero comenzó a sentir una mezcla de ternura y lástima por la niña encerrada y perdida dentro del juego.
-Hola pequeña, ¿te has perdido? -La sacudió del hombro con delicadeza, la niña comenzó de desperezarse, bostezando y frotándose los ojos con sus puñitos, sentándose en la cama y mirando hacía Shura, con la boquita abierta por la sorpresa y parpadeando lentamente con sus enormes ojos del color del agua marina. A Cereza se le dibujó una enorme sonrisa que le ilumino la cara, abrazándose a la cintura de Shura.

-¡Mamá!

---

-Y así es como ha llegado, no tengo ni idea de dónde ha salido -Desayunando en su lugar habitual de Prorencia junto con Caesar y Joseph, sus dos amigos le habían pedido explicaciones cuando la chica apareció con la niña en brazos.
-¿Y dices que te ha llamado mamá? Que tierna.
-Esa no es la cuestión, Caesar -Shura no podía contar con el Elementalist que parecía encandilado con la niña, regalándole burbujas que, gracias a su elemento, se mantenían intactas pese a los juegos de Cereza.
-¿Estas segura? Yo creo que os pareceis -Joseph mantenía la barbilla apoyada en la mano, mirando a la niña que comía los trocitos de bizcocho que Caesar le iba preparando.
-En el blanco de los ojos…
-Creo que hay un modo sencillo para saber si miente… Cereza, ¿sabés el nombre de mamá?
-¡Shura!
-¿Se lo has dicho tú? ¿No? ¿Por qué iba a saberlo entonces?
-Tiene que haber una explicación razonable para esto -Shura se llevó la mano a la frente mareada.
-¡Es porque vengo del futuro! -Cereza miró resuelta a ambos, moviendo los pies que le colgaban desde la silla y sonriendo con miguitas en la comisura de los labios.
-Ahí tienes tu explicación razonable -Joseph le dio unas palmaditas reconfortantes en la cabeza de Shura, que la había dejado caer entre sus brazos sobre la mesa.

Había perdido hasta el hambre, alzando la mirada para ver a la niña, ¿de verdad que era su hija? Entonces… ¿quién era el padre?

-¿Te pongo más leche Cerecita? -Caesar le llenó el vaso siendo apurado por la niña.
-Ay, Cereza, pareces un gatito con lo que te gusta la leche -Joseph estaba fascinado por la niña, y aún más con las atenciones que Caesar le dedicaba. 
Cereza se quitó el vaso de los labios manchados de leche, comenzando a maullar como si fuera un gato, JoJo no pudo evitar abrazarla emocionado.
-¡Qué mona que eres! -Comenzó a reír contagiado por la risa de la niña.
-¡Me haces cosquillas!
Caesar tomó una servilleta limpiándole los restos del desayuno.
-¿Has desayunado bien princesita?
-¡Si!
-Entonces, ¿te apetece hablarnos del futuro donde vienes? ¿Quiénes son tus padres? -Caesar le dedicó una mirada de refilón a Shura, que alzó la ceja tragando saliva por la tensión.
-Pues mi papá es…
-Ey, espero que hayáis terminado de desayunar, hoy tendríamos que ir a subir de nivel mientras Nero termina su Quest de Knight -Sol había ido a acompañar al mencionado, decidiendo aprovechar su tiempo para otros temas en vez de esperar, barrio la mesa con la mirada hasta detenerse en la niña en brazos de Joseph -, ¿quién es esa niña?
-¡Papá! -De un saltó, bajo hasta llegar y abrazarse a la pierna de Sol.

---

-¿Había pasado esto alguna vez dentro del juego?
Habían contado a grandes rasgos la aparición y origen de la niña, Shura había intentado ocultar el hecho de que era la supuesta madre pero Cereza la había delatado, tan tranquila como estaba mientras intentaba hacer un enorme lazo en la bufanda de JoJo, resaltaba aún más la tensión entre los adultos.
-Yo ya no sé nada del juego -chasqueo la lengua molesto por la pregunta de Shura -, pero esta claro que esta niña nos es de utilidad. Habla, si has venido del futuro, ¿qué puedes contarnos de los eventos del GM?   
Caesar dio una palmada sobre la mesa.
-Sol, esta claro que no se trata de ningún paquete del futuro listo para destrozarlo al abrir.
-Si en el futuro no me he vuelto un puto imbécil, habría mandado a Cereza con noticias.
-¡No utilices ese lenguaje!
-Es mi hija, no la tuya.
-Quietos los dos -Shura los detuvo antes de que la discusión llegase a más, Joseph consolaba a la niña antes de que se pusiera a llorar por lo tensa de la situación.
-Tranquila Cereza, los adultos a veces somos tontos y nos enfadamos por tonterías.

-Creo que Sol tiene razón… pero no son maneras de hablar -Shura se adelantó antes de que Caesar protestase -.Cereza, tienes que contarnos por qué estás aquí. 
-Quería… -respiro para calmarse abrazando a su peluche, Joseph le quitó el pelo de la cara dándole un beso en la mejilla para animarla -, quería conocer el juego donde mamá y papá se conocieron, entre yo sola aunque ya había jugado con mamá y papá antes

Aún estaban digiriendo esas palabras… Cereza venía de fuera, entraba y salía cuando querían, y venía del futuro… eso quería decir, que sobrevivirían al juego. La sensación de alivio fue tal que no encontraron manera de expresarlo.

-¿He hecho algo malo?
-No princesita, no has hecho nada malo-, Caesar le pellizco la mejilla con cariño, mientras le daba un beso al peluche que la niña le había acercado.
-Entonces, ¿por qué esta en el pasado? ¿Un bug? -Lo primero que pensó Shura es que, puede que del mismo modo misterioso en que había llegado Cereza, se fuese a marchar.
-Ya no tiene importancia, ¿no crees? -Sol agarró a la niña de la cintura, cargándola en un abrazo cuando Cereza se le acercó estirando las manitas reclamando su atención, apoyando la cabeza en su pecho y comenzando a cerrar los ojos-, así que eres un pequeño rayo de esperanza, ¿eh?
-Sol, se te cae la baba -Joseph, se puso en pie seguido por Caesar -,os dejamos solos un rato, tendréis muchas cosas de las que hablar.   

-¿Te parece que sigamos como antes de que todo esto pasase?
-Me parece bien, Sol.
Aunque por dentro los dos sabían…

---

-¿Tu crees todo esto?
-¿Qué saldremos del juego? No lo sé… creo que lo mejor será no relajarse.
-Ey, Shiza, mira eso -JoJo señaló hacia el escaparate de una tienda- ¿no es el mismo peluche que tenía Cereza?
Efectivamente, un peluche de gato negro remendado detrás de todos los juguetes más bonitos del escaparate. Aunque no pudieran relajarse del todo, la esperanza era más grande que nunca.
-¿Te parece si lo compramos?


Shura

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #4: September 29, 2014, 09:51:41 AM »
*Cuack* Shurmano gamer



Tu Boy Next Door es el nuevo vecino de tu bishoujo



Desde hace un par de semanas que había bastante movimiento en la casa de al lado, por eso Shura no se sorprendió cuando por fin se encontró con su nuevo vecino, un chico un poco más alto que ella y con aspecto apurado mientras cargaba con dos pesadas bolsas mientras empujaba con el pie la tercera arrastrándola por el suelo, del esfuerzo su flequillo pelirrojo se sacudía hasta casi parecer que se levantaba.
-¿Hola? ¡Hola! -No queriendo asustarle, Shura llamó su atención antes de acercarse -, me llamo Shura, soy la vecina que vive justo al lado, ¿qué tal? ¿Eres el nuevo vecino?
-Sí -tuvo la cortesía de sonreír con la presentación, pero él mismo se encontró que no daba a basto para terminar con las bolsas y atender a la chica.
Shura fue bastante perceptiva al respecto.
-Oh, espera, deja que te ayude -antes de que el chico pudiera decir “no te molestes, ya lo hago yo”, Shura había tomado la bolsa de las asas cargándola y sin poder evitar mirar en su interior: no sería tan pesada si no fuera por algunos libros que llevaba, pero lo que más le llamó la atención fueron las cajas de videojuegos que quedaban en la parte de arriba.
Era mejor no decir nada para no resultar indiscreta, aunque ver que compartía una afición con un vecino que, a juzgar por su apariencia, tendría más o menos su misma edad, hizo que se interesará por el joven y quisiera entablar, ya si no fuera una amistad, al menos una buena relación con él.

Dejó la bolsa en el recibidor de la casa junto a otro buen montón de cajas y bolsas que ya había cargado, no había nada destacable, pero a la chica le llamaba la atención lo distinto que le parecía aquel recibidor cuando era exactamente la misma estructura de su propia casa.
-Muchas gracias por tu ayuda, Shura.
-De nada, ¿queda algo más por traer?
-No, esto era lo último -se sacudió las manos en el pantalón antes de extenderla-, mi nombre es Kakyoin.
-Un placer, Kakyoin -estrechó la mano con este-, si necesitas algo más, no dudes en llamar a mi puerta.
-La verdad… -Kakyoin rodó los ojos sopesando si lo que iba a decir era correcto, pero ya había empezado a hablar-, estaba preguntándome si por aquí cerca había algún sitio para comer que no costase demasiado dinero. Con el tema de la mudanza no he tenido tiempo para ir a comprar.
-Claro, pero deja que te ofrezca algo de lo que he preparado esta mañana antes de salir a la academia -levantó la mano para reclamar su atención antes de que Kakyoin volviera con las formalidades y rechazase su invitación-, si me das un minuto te traigo ensalada de pasta, he cocinado tanta pasta que siendo lunes, tendré hasta el viernes, en mi casa sólo somos dos, y no vamos a comer pasta toda la semana, si no te traigo se echará a perder.
-Cómo iba a negarme entonces -volvió a sonreír pero parecía incómodo, Shura esperaba no estar avasallandole, retrocediendo nerviosa hacía la puerta.
-Bueno, pues picó al timbre en diez minutos, hasta ahora.

Shura comenzaba a hacer una montaña de un grano de arena, había ido con su mejor voluntad con Kakyoin, pero quizás había perdido la oportunidad de hacer una amistad con el chico; y es que a medida que una se va haciendo mayor, parece que se nos olvida la capacidad de hacer amigos.
-En fin… -suspiró sin querer lamentarse más, lo hecho, hecho esta; puso la comida en un par de tuppers y, como le había dicho, en diez minutos llamó al timbre.
-Que puntual.
-Sólo para la hora de comer -sonrió relajada al ver que el chico le correspondía la broma riendo por lo bajo sacudiendo los hombros. La chica le paso los tupper y el vaso lleno de salsa-. Puedes pasármelo cuando termines, no te preocupes, ya me encargo yo de fregarlo.
-Muchas gracias… vaya -sonrió del mismo modo incómodo de que antes-, pensaba que podría apañármelas solo, y nada más llegar ya necesito ayuda.
Shura se sintió esperanzada, así que antes no era que ella la incomodase, es que él estaba nervioso por la mudanza.
-Uno se acaba acostumbrando a todo, si no, mira todo lo que tienes -le señaló todas las cajas y bolsas-, créeme que podrás con todo eso, pero intenta superar mi record: nueve meses hasta que deshice la última bolsa.
-Espero no llegar a eso -puso los ojos en blanco dibujando una falsa sonrisa para más confidencialidad.
-De verdad, los hay peores, en fin, que tendría que ir march-
-¿Ya has comido? Con todo lo que has traído da para los dos sin problemas.

Shura rechazó su invitación, pero Kakyoin insistió de nuevo y ya no pudo negarse.
A decir verdad, cuando le enseño la casa, todo estaba bastante desangelado, entre otras cosas parecía que Kakyoin iba a dormir con el colchón directamente en el suelo, lo único que había montado, era el sofá y el televisor conectado a la videoconsola en el mismo salón donde comieron. Eran prioridades que habían compartido en la mudanza.
-¿Te gustan los videojuegos? -Decidió romper el hielo con el tema.
-Sí…
-¿Has jugado Destiny? Quise hacerme un hechicero pero me equivoque y me salio un cazador… aunque creo que salí ganando con el cambio -prefería hablar con naturalidad, siempre estaba la preocupación con estos temas de que te tomasen por alguien con gustos infantiles.
-No me había sentido tan cómodo en un modo on-line desde Gears of War.
-¡Entiendo a lo que te refieres! Aunque nada que ver con la tercera parte.
-Han habido terceras partes muy malas.

Había buena química entre ellos y se sintieron cómodos con la presencia del otro mientras hablaban, comenzando a conocerse.
Llamaron al timbre con Kakyoin saltando del sitio para abrir la puerta, un tipo alto con gorra y abrigo blanco apareció en la entrada.
-No he podido llegar antes…
Kakyoin levantó la mano interrumpiéndole, tal y como había hecho la chica antes con él.
-Ahora no Jotaro, tengo una invitada. 
Kakyoin hizo las pertinentes presentaciones, la chica decidió que era hora de marcharse, intercambiando Gamertag con Kakyoin, prometiendo llevar comida y presentarles a Vergil otro día.

-Es extraño, ¿dejaste el introvertismo en casa de tus padres, Kakyoin? -Pese a su rudeza hablando, Jotaro simplemente estaba preocupado por Kakyoin, que negó con la cabeza antes de buscar su mano y entrelazar los dedos.
-Quizás, solo necesitase salir de esa casa.
Jotaro le apretó la mano, inclinando la cabeza hasta quedar su frente sobre la cabeza de este.
« Last Edit: September 29, 2014, 03:11:49 PM by Shura »


Puri

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #5: September 29, 2014, 11:21:25 AM »
me olvidé de postear esto ayeeer

Prompt: Personaje X es un famoso cantante, y su mayor fan, Personaje Y, ha ganado una cena con éste.

***

Si en el instituto le preguntaran, Kyoko negaría fervientemente escuchar música comercial (es decir, mierda) como la que hacía Oktavia, ex estrella de Disney y cantante de moda. De hecho, se burlaba de los temas catchy que cantaba la peliceleste y criticaba por lo general su estilo de vida que dejaba mucho que desear sobre alguien que se hacía llamar ‘apasionada’ sobre escribir y componer sus temas. En pocas palabras, sus gustos de rock no podían compararse con cosas estúpidas que cantaba una chica con un público objetivo púber-adolescente.

Pero la realidad era muchísimo más distinta que eso. Kyoko era su más grande admiradora, amaba la forma de ser de Oktavia de jugar con las reglas del mismo showbiz, usarlas a su favor y luego ir en contra de todas ellas saliendo airosa. Tenía canciones muy pegajosas, sí, pero la mayoría de ellas correspondían a su etapa Disney y había evolucionado mucho desde eso, yendo por letras más serias y otras canciones que tenían letras estúpidas, pero complementaba con PVs simbólicos que dejaban entrever el crecimiento en el ámbito personal por el que pasaba. En realidad, su estilo de vida era muy fiel a aquel de sus rockeros favoritos, mientras lo transformaba en una parodia de cómo debe comportarse una mujer y dejaba un mensaje feminista mucho más importante.

Long story short: Kyoko tenía una huge lesbo crush con Sayaka y tenía toda su discografía, álbum de fotos, calendario y en una caja bajo llave un single autografiado. Incluso su pijama era una remera de uno de los conciertos.

Por eso, cuando RadioMar Plus (categóricamente superior ay que rico!!) hizo un concurso por teléfono para ganar una cena con ella, era obvio que Kyoko terminaría ganando. Respondió bien a todas las preguntas (Su postre favorito es el turrón, el primer CD que compró fue de Parchis y su palabra favorita es metodología) y se aseguró el premio, quedando para cenar con Oktavia el próximo sábado.

***

Ahí estaba. Espléndida, bella y etérea: Oktavia. Nunca había estado tan cerca de ella y no podía creer todavía su suerte.

“Ok, las reglas son las siguientes”, pero en eso un chico de apariencia pulcra interfirió su visión al pararse en frente. “Se confiscan tus pertenencias, cualquier tipo de regalos que tengas serán revisados y abiertos antes, no puedes preguntar ningún tipo de información personal y no puedes acercarte más de lo que le corresponde a tu mitad de la mesa. En caso intentes algo gracioso, todas las mesas contiguas están ocupadas por miembros de seguridad de Oktavia y en esa mesa de allá”, Kyoko se volteó a ver y se encontró cara a cara con Tatsuya, el vagabundo, quien le saludaba amenazadoramente, “Estaré sentado con Tatsuya vigilándote de cerca”.
“Y tú quién mierda eres”, preguntó enojada por la demora para conocer a la cantante. El chico alzó una ceja.
“Yuichi Nakamaru, mánager. Así que te atienes a las reglas o tu cena pasa de una hora a dos minutos. Ahora, adelante, Oktavia ya debe estar aburrida”.

Se recordó a sí misma que debía respirar para vivir y que debía vivir para conocer a Oktavia. Un paso, otro más, luego otro y listo.

“Kyoko, ¿no?”. Le preguntó ofreciéndole su mano. La pelirroja la tomó y le dio un fuerte apretón.
“Sí. ¿Oktavia está bien, o prefieres Sayaka?”. Llamarla por su verdadero nombre siempre le había parecido sacrilegio como la fan obsesiva que era, después de todo, ella misma predicaba en los foros que la gente debía de respetar su vida privada en que era Sayaka y tratarla de Oktavia en su faceta pública. Pero esa cena no era ningún evento público, así que…
“Sayaka está bien”, Kyoko se sentó. “Suena raro cenar con alguien y conversar con ese nombre”.
“Oh”. Justo en eso llegó el mozo y Sayaka, quien había tenido más tiempo leyendo, pidió de una vez todo lo que cenaría. Kyoko simplemente pidió lo más caro e incluso dos postres, comida era comida y comida gratis era mejor. Una vez que el hombre se fue, sin embargo, la mesa quedó en silencio. Piensa, piens—
“Debo reconocer” y a esto la peliceleste se cruzó de brazos y recostó en su asiento, sonriendo de lado. “Que nunca creí que alguien supiera la respuesta a mi palabra favorita. No quería hacer esto de la cena porque por lo general ganan niñas de 14 años u hombres de 30, así que le dije a Yuichi que pusiera esa pregunta para que nadie ganara. ¿Cómo rayos lo sabías?”.
“Uh…”, porque en la revista Seventeen de hace 3 años, edición noviembre, lo mencionaste. “Tumblr”.
“Damn, ya no solo spoilea los finales de Free!, ahora tiene respuestas a mi vida, what’s next? ¿La posición en la que a Tatsuya y a mí nos gusta hacerlo, o qué?” En la otra mesa, el vago se echaba a reír y el mánager se atragantaba con algo.
“Wait, tienes tumblr, NO ESPERA, ¿¿MIRAS FREE??”
“Cómo crees que sobrellevo mi vida”, rodó los ojos.
“Ok, no puedo pedir tu tumblr, ¿pero cuál es tu OTP de Free?” las dos se quedaron un rato en silencio.
“Reigisa”, dijeron al unísono, se miraron asombradas y sonrieron.
“¡¿En serio?!”, Sayaka se acercó de nuevo a la mesa. “Pensé que serías una de esas MakoHaru shippers”.
“¿Eh? ¿Qué te hizo pensar eso?”.
“Tienes cara de amar darle la contra a la gente”, se encogió de hombros. “Y el MakoHaru es néctar para los hipsters”.
“Wow, que tú me llames hipster a mí en serio lo volvió hiriente”, frunció el ceño.
“Lo dije por decir, no pareces una”, se echó a reír y luego cruzó los brazos sobre la mesa y se inclinó aún más cerca. Kyoko en serio luchó, pero no pudo evitar sonrojarse. “Y dime, Kyoko, ¿a qué te dedicas?”.

***

La cena de dos horas terminó volviéndose una de tres. Al final habían descubierto que también leían X-Men y amaban las películas de la nueva generación (y shippeaban cherik), pero donde Sayaka apoyaba a Charles Xavier, Kyoko lo hacía con Erik Lehnsherr y se quedaron debatiendo el tema con cólera hacia la otra (y la pelirroja nunca creyó que podría en serio llegar a tener una relación así con Sayaka, no solo de admiración, sino de verdadera frustración por su forma de ser y así, inevitablemente, sentirse cercana a su ‘yo’ real), finalmente dejando de debatir sobre cómics y comparando las situaciones vistas ahí con temas de la vida real. Tuvo que ser nuevamente el desgraciado de su mánager el que rompiera con el hechizo.

“Sayaka, mañana tienes grabación en el estudio temprano, ya es hora de irnos”, la peliceleste se volteó y le miró enfadada, pero bastó un segundo en que su mirada se desviaba al vago, quien le miraba aburrido, para que asintiera.
“Bueno, entonces trae la cámara para tomarnos fotos”, suspiró. A Kyoko se le rompió el corazón y tuvo que clavarse el tenedor en la palma de la mano sin que la vieran para concentrarse y no echarse a llorar por el final de la velada.
“Aquí está”, Yuichi le dio la cámara a la peliceleste y esta se levantó, para luego sentarse en el regazo de la pelirroja y tomar una selfie rápidamente desde arriba.
“¿Alguna otra idea para foto además de selfie estilo emo 2008?”.
“¿Foto de nuestras boobs y sonrisas a lo perfil de hi5 2006?”. Sayaka no pudo más y se echó a reír con ganas.
“¡Yucchi!”, llamó al otro. “Agarra el celular de Kyoko y deja registrado tu número”.
“¡¿Qué?!”, preguntó el otro molesto.
“No hay forma de que pueda sobrevivir a la vida nuevamente sin Kyoko, así que cállate y déjale tu número para que nos mantengamos en contacto”.

Kyoko observó la palidez del chico, el asombro y asomo de molestia del vago y la radiante sonrisa de la peliceleste.

Cuando se despertó en emergencias y le informaron que tuvo un desmayo por una abrupta bajada de la presión debido a una emoción fuerte, en verdad pensó que eso de ‘podría morirme ahí mismo’ fue tomado muy en serio por su subconsciente.

***

Al día siguiente, aún llorando el no haberse despedido nunca de Sayaka, mientras revisaba su correo electrónico se quedó congelada al leer el título: skybluetemptation has followed you on tumblr.

***

Forget all the shooting stars and all the silver moons
We've been making shades of purple out of red and blue


Shura

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #6: September 29, 2014, 04:54:18 PM »
Tarariroriroooosookookaaaraaa



Cop AU

Joseph Joestar * Caesar Zeppeli * Mista



La radio del coche patrulla crepitó con el mensaje de un nuevo mensaje, Caesar se asomó para leer el mensaje directamente de la pantalla, antes de que pudiera avisar a su compañero, que este parecía haber captado la urgencia de la llamada.
-¡Yo conduzco!
-¡Alto ahí Jojo! -Le agarró del brazo evitando que entrase en el coche-, tú no conduces, has estrellado dos coches patrulla en el último año, no dejaré que haya un tercero.
-¿Qué falta de confianza es esa? -A Joseph no le quedó más remedio que entrar en el lado del copiloto, abrochándose el cinturón mientras su compañero ponía en marcha el vehículo.
-No es falta de confianza, es aprecio a la vida.

---

La pareja de policías formada por Caesar Zeppeli y Joseph Joestar llevaba meses tras la pista del ladrón Guido Mista, habían registrado su matrícula, pero le habían perdido la pista en el centro, localizando el coche aparcado era una zona de bares, y uno de los locales que tenían que registrar, era un streaper alquilado para despedidas de soltera.
-OH NO!
-¡Concéntrate Jojo! ¡Tenemos que atraparlo! -Aunque Caesar intentaba mostrarse frío y profesional, le delataba que estaba comenzando a sonrojarse por el giro de los acontecimientos.
-¿Quieres entrar ahí? ¿Con el uniforme puesto? ¡Se nos van a comer vivos! Suzie me contó lo que le hacen las solteras a estos tipos y…
-¡Tenemos que darnos prisa antes de que opte por secuestrar un rehén! -Sentía que lo mejor era centrarse en la misión, aunque cuando entró, la presión por la amenaza se hizo intensa, todas las mujeres se giraron aplaudiendo a los recién llegados.
-¡Señoras! ¡Esto es una redada!
Hubo una ovación generalizada por el anuncio.
-Eso Caesar baby, tu sigue echando leña al fuego -Joseph puso los ojos en blanco, pero tenía un truco estupendo con el que salir airoso… o por lo menos, él-. ¡Señoras y señoritas! Disfruten del agente Zeppeli, ¡y busquen bien porque escondido tiene una sorpresa para quien la encuentre!
-¡JOOOOOOJOO! -No podía escapar cuando las mujeres se le lanzaron comenzando a manosearle y quitarle el uniforme.
-Yo te he avisado, tú te lo has buscado por no hacerme caso -le lanzó un beso, mordiéndose la lengua divertido por ver a su compañero en una situación tan comprometida, y a punto de perder la camisa en un tiempo récord-, disfruten, yo vengo ahora con sus bebidas.

Estaba claro que no estaba en la sala de fiestas, aprovechó para colarse en la zona de personal del local de fiestas, gracias a su uniforme no tenía ni porqué enseñar la placa, todos parecían dar por sentado que trabajaba en aquel sitio, y podía llamarse intuición u olfato policial, pero algo le decía que Mista no andaba lejos. Abriendo la puerta de un camerino y descubriendo a Mista que le apuntaba agachado desde el suelo.
-No te muevas.
-Vaya… -Joseph chasqueo la lengua, temerario sacando su pistola rápidamente, antes de que el ladrón pudiera reaccionar y disparar-, esa es mi frase.
Con los dos apuntándose con sus armas, la situación llegó a un punto muerto.
-Escucha poli…
-Puedes llamarme Jojo -le guiño el ojo.
-¿Qué? -Mista no podía creer la sangre fría de este, o eso o era directamente imbécil.
-Tratémonos con confianza, yo primero: deja el arma en el suelo y podremos ser amigos y comer unas pizzas; dispara y saldrás con los pies por delante de este lugar.
-Oh, poli, yo soy más rápido -Mista sonreía confiado.
-¡No! ¡Yo lo soy más! -Rodó los ojos, dando con algo curioso en el techo, pero no podía distraerse-. ¿Cómo va a ser un ladrón de poca monta como tú más rápido?
-¿Qué me estás contando? ¿Yo? ¿Un ladrón? -Mista empezó a comprender porque le había perseguido el poli mas tonto de toda la jefatura-. Eres un idiota, no soy un ladrón, oooooh, amigo, hoy no es tu día de suerte.
Joseph comenzó a sentir más amenaza por aquello que desconocía de Mista que por el arma que le apuntaba.
-Escucha, en confianza Jojo, voy a contar hasta tres antes de disparar, así veremos quien es el más rápido… uno.

¿Le estaba vacilando? ¿Era un farol?

-Dos… -Los ojos de Mista demostraba que no estaba de broma, a punto de apretar el gatillo con la siguiente palabra…
-¡VALE! ¡Me rindo! -Joseph levantó los brazos con el arma aún agarrada-, ¡no me dispares!
Pero un disparo resonó en el camerino.

***

Caesar sintió un escalofrío recorrerle por la espalda, y no era porque estuviera sin camisa sujetándose los pantalones, tenía un mal presentimiento respecto a Jojo.
Se libró como pudo, casi con cierta desesperación que le abrió camino entre las extrañadas clientas, moviéndose sin saber a donde iba, dio con el camerino donde estaba Joseph… junto al ladrón Mista, este segundo se sujetaba el brazo herido.
-Te recuperaras Mista, la bala simplemente te ha rozado.
-¡Jojo! ¡Estas bien! -Caesar sonrió, pero un instante después tosió para recuperar la compostura-, quiero decir… buen trabajo con el ladrón. 
-Hijo puta… esto duele -Mista no esperaba que Jojo utilizará en rebote de la bala contra una tubería para alcanzarle, aún no sabía si era idiota o un genio por no volarle la tapa de los sesos con aquello.

***

Ya en comisaría, comenzaba el interrogatorio.
-Qué no voy a hablar… -Mista movía los dedos, la herida apenas había necesitado unos puntos y no había perdido sensibilidad.
-Nadie te pide que hables, escucha si te da la gana mientras leo de que se te acusa -Caesar iba a por el protocolo, pero Joseph a su lado dio una palmada en la mesa.
-Sí que vas a hablar, vaya si vas a hablar… ¿de qué iba lo de antes? Tu estas metido en algo más gordo.
-¿De qué hablas Jojo?
-Eso, ¿de que hablas Jojo? -Mista hablaba con voz monótona y casi aburrida.
-Conozco tu punto débil Mista, y si no hablas tendré que utilizarlo… -seguía sin parecer afectarle, así que... -¡Cuatro!
-¿Qué? -Caesar no entendía nada.
-¿¡QUÉ!? -Mista se puso pálido.
-CUATRO-CUATRO-CUATRO CUATROS DETRÁS DE LAS PAREDES
-¡Basta! ¡Vale hablaré! No soy un ladrón, soy-

La puerta de la sala de interrogatorios se abrió, la jefa de policía Lisa Lisa les obligó a parar con el interrogatorio, detrás de ella un joven rubio entró solemne hablando sin más presentaciones.
-Han retirado la denuncia, él no robó nada, se lo regalaron, Mista queda libre, me lo llevo.
-Ya era hora Giogio.
-¿Libre? ¡Ha amenazado a un policía! -Caesar intentó retener a Mista, pero Lisa Lisa se adelantó quitandole las esposas.
-¿De verdad? ¿Amenazarle con una pistola de juguete?
-¿Cómo? -Joseph sabía que aquello no era verdad, estaban falsificando pruebas -, ¿de que va eso de que le regalaron lo que robo? ¿Te lo has sacado de Los Miserables, Giogio?
-Tenga cuidado agente, Mista podría denunciarle por dispararle -el desconocido se despidió junto con Mista sin mediar más palabra.

Lisa Lisa pareció suspirar aliviada.
-Es mejor que olvidéis lo que ha pasado.
Misterio, falsificación de pruebas, secretos que envolvía a toda la jefatura, ¿quién era Mista? ¿Y Giogio? ¿A qué poderoso grupo pertenecían para amasar tanto poder?
Habían tenido la solución al alcance de los dedos.
-¿Olvidarlo?
-Ni en sueños. 
« Last Edit: September 29, 2014, 06:42:10 PM by Shura »


Kora

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #7: September 29, 2014, 05:57:27 PM »
Yo quería hacer algo mono, dije a las once de la noche... en fin, que las ganas de algo guarrillo no me las quitaba nadie. He tenido un día duro, vaya mier de lunes ;; así que creo que se me puede excusar por hoy.

R-18 y m/m, pido perdón... y no volverá a ocurrir (...no, eso no puedo firmarlo...).
Nota para el conteo: Se pasa unas 100 palabras, así que cuenta como 1k y no hace falta leer esto. Perdón, Cho.

Los personajes son de Shura y no he pedido permiso, pero creo que no hacía falta... si lo de moñas era porque te quiero ♥ espero que te guste.
Conste que cumple con el prompt, que llevarse, se llevan muy bien...



Los padres de personaje X y los de personaje Y son enemigos (trabajan en compañías rivales), pero ellos no pueden evitar llevarse bien.
Jonathan/Dio

- Dio… Ah, Dio…

Los dedos de Jonathan se le hundían en los hombros y espalda mientras Dio mordía el amplio cuello, expuesto para él. Clavaba los dientes en el tendón para después recorrerlo con la lengua, y mientras, sus manos se encargaban del cinturón de Jonathan. Éste cayó al suelo con un fuerte ruido metálico, seguido de los pantalones, y Dio aprovechó para juntar aún más sus cuerpos, aprisionando al otro contra el armario. Con sólo la ropa interior, Dio podía sentir perfectamente la erección de Jonathan en su cadera desnuda.

- Jojo, sí que me tenías ganas… - Murmuró contra la piel ya marcada de su cuello, y movió la pierna para apretar con el muslo contra la entrepierna de Jonathan. - Ha pasado demasiado tiempo desde la última vez, ¿verdad?
- D-Dio… - Jonathan suspiró, subiendo las manos hasta llegar donde cuello y hombro se unían. - Te he echado de menos…

Jonathan lo sujetó por la mandíbula, alzándole el rostro hasta que estuvieron a la misma altura y pudo besarlo. Dio tardó un par de segundos en corresponderle, le había aturdido por unos segundos la sinceridad en la voz del otro. No podía olvidar cuál era su objetivo, el por qué de todo aquello, por mucho que deseara a Jonathan. El hecho de que disfrutara de la presencia, en muchos sentidos, del heredero de los Joestar era sólo una ventaja inesperada en su plan. Ningún tipo de sentimentalismo podía nublar su juicio.

Sin dejar de besarlo, lo agarró del collar de la camisa, arrastrándolo hacia la espaciosa cama en el centro de la habitación. Sus encuentros debían mantenerse en secreto, pero no implicaba que tuvieran que renunciar al lujo en sus vidas. Dio se encargaba siempre de escoger el hotel, asegurándose de que les ofrecerían la máxima discreción.

La cama crujió bajo el peso de los dos cuando cayeron sobre ella, y Dio vio que a Jonathan también empezaba a molestarle la ropa, casi arrancándole los pantalones al mismo tiempo que Dio buscaba deshacer los botones de su camisa. Recorrió su pecho con las manos, disfrutando de la sensación de los fuertes pectorales bajo sus palmas, y deleitándose aún más con el gemido de Jonathan cuando atrapó sus pezones entre los dedos.

- Ven aquí. - Dio se acomodó en la cama, entrando más en ella, y le hizo un gesto para que Jonathan gateara sobre él. - Quítame la ropa interior.

Obediente como siempre, Jonathan, asintió y levantó las piernas para quitar la única prenda que le quedaba a Dio, besando sus muslos mientras deslizaba la tela.

- Buen chico. - Dejando ir una sonrisa, Dio movió su pierna hasta que pudo rozar la erección de Jonathan, aún atrapada bajo su ropa interior, con el pie, moviendo el empeine bajo ésta hasta hacerlo gemir. - Date prisa, Jojo… no puedo esperar más.

Relamiéndose para añadir más peso a sus palabras, Dio separó aún más las piernas y llevó la mano hasta entre ellas, ya se había preparado antes de su encuetro y podía deslizar sus dedos dentro de él sin ningún problema. No estaba mintiendo a Jonathan: realmente no podía esperar más, aunque la reacción del otro valía la pena. Boqueando sin poder decir nada más que su nombre, le faltó tiempo para quitarse la ropa interior. Sin hacerle falta más instrucciones por parte de Dio, Jonathan lo sujetó de la cintura con ambas manos, posicionándose.

- Dio… Estás… no tienes ni idea de cuánto…

Jonathan tenía la mirada teñida de lujuria, y Dio se regodeó en lo mucho que lo deseaba en aquel momento, tanto que ni podía articular una frase coherente. Aprovechando que Jonathan lo sujetaba, le rodeó la cintura con las piernas, apretando el bajo de la espalda con los talones.

- Dame fuerte, Jojo. Dámela toda. - Ronroneó, intentando que no se notara demasiado su impaciencia. Jonathan se colocó, entrando lentamente, y Dio apretó con más fuerza el agarre en sus caderas. - Jojo, te he dicho que no puedo esperar…

Aunque se hubiera preparado, Jonathan estaba proporcionado en todos los aspectos, y su cuerpo ofreció cierta resistencia al principio. Pero estaba ya acostumbrado, y cada centímetro que entraba dentro de él sólo le provocaba un poco de incomodidad antes de volverse una oleada de placer, sintiéndose tan lleno como sólo podía sentirse con Jonathan.

- Jojo, así… - Rodeó la espalda de Jonathan, ahogando un gemido de placer. - Más, quiero más…

Y Jonathan obedeció. Dio sabía que procuraba contenerse al principio, pero sólo necesitó un par de órdenes directas antes de que su cuerpo se moviera por instinto, dejándose llevar. Casi le hacía daño de tan fuerte que le sujetaba las caderas, aunque para Dio aquel dolor era una victoria, e igualmente, Jonathan tampoco se quejaba cuando arañaba su espalda y brazos al exigirle más y más.

- Voy a… ¡Dio!... Voy…

Jonathan levantó la cabeza, mirándolo por unos momentos, pidiendo permiso silenciosamente, y Dio sólo sonrió. Enredando sus dedos en el pelo oscuro, le hizo agachar la cabeza de nuevo hasta que pudo susurrar en su oído:

- Córrete dentro de mí, Jojo.

Apenas necesitó un par más de embistes erráticos antes de que cerrara los ojos y dejara ir un gemido largo que parecía ser su nombre, llenándole con aquel calor húmedo. Su expresión y la familiar sensación fueron más que suficientes para llevar a Dio hasta su propio clímax, clavando las uñas en los fuertes músculos de la espalda y partiendo la piel.

Con un suspiro agotado, Jonathan se dejó caer a su lado, respirando agitadamente, aunque por agotado que pareciera aún tenía fuerzas para llevar su mano hasta el brazo de Dio, acariciándolo. Era adorable, y había sido tan bueno, que se merecía un premio. Apoyándose en un brazo, Dio se giro hacia él, pasándole el índice por el cuello.

- Puedes dormir si quieres, Jojo. - Se acercó hasta rozar la punta de la nariz, besándole con pasión antes de continuar. - He pagado la noche entera.
- Dio… quiero… quiero ésto. Quiero estar contigo.

Jonathan lo cogió de la mano, haciendo que a Dio le recorriera un sentimiento que no podía o, peor aún, no quería reconocer. Dio se recompuso, chistándole suavemente mientras le acariciaba el pelo, acomodándose a su lado y rodeando su cintura con la pierna, asiéndole posesivamente.

- Pronto, Jojo. Pronto… - Le susurró, y Jonathan sólo asintió, sin soltar su mano.

Pronto el antiquísimo bufete de abogados de los Joestar se arruinaría, gracias a sus hábiles maquinaciones, y no les quedaría otro remedio que asimilarse con los Brando. Los dos negocios familiares se unirían bajo un mismo nombre, el nombre del ganador, quien se lo llevaría todo. Sólo habría un heredero: él, Dio. Y todo sería suyo…

Incluyendo a Jonathan.
« Last Edit: September 29, 2014, 07:20:05 PM by Kora »


Puri

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #8: September 29, 2014, 10:01:27 PM »
jejejeje

Prompt: Tu Boy Next Door es el nuevo vecino de tu bishoujo

***

Finalmente lo había logrado. Después de años perdidos en varios trabajos de medio tiempo y convencer a su mejor amigo que firmara como garante, Misaki había obtenido el préstamo para hacer el pago inicial y pudo comprarse un departamento. De ahora en adelante se comportaría como un hombre, tal y como Mikoto habría querido para él. Y tal como Saruhiko habría querido también, pero nunca admitiría que él había influido en la decisión.

Cuando el carro de mudanza se fue y lo dejó con los muebles instalados y las cajas en cada cuarto que correspondían, Misaki abrió las ventanas de par en par y gritó emocionado:

“¡¡LO HICE!! ¡¡ES MÍO!!”.
“¡¡Felicidades!!”.

Nunca pensó que alguien estaría pasando justo por la tranquila calle y le devolviera el saludo. Lo peor de todo, es que era una chica.

Cualquiera que conociera a Misaki sabría que tenía un serio problema para hablar con las chicas. En serio, el chico odiaba a todas las personas que se burlaban de Rajesh en TBBT porque él mismo sufría de eso, no tan serio, pero para él siquiera sostener la mirada con una era todo un martirio. La única persona en el mundo a la que se lo había admitido, Saruhiko, seguía hasta ahora jodiéndolo con ello, así que nunca se había molestado siquiera en buscar ayuda para mejorar el problema.

Silencio.

“Mi nombre es Sayaka”, siguió la chica. Misaki no quería que siguiera hablando, eso solo significaba que tendría que responderle. “Vivo en la casa de al lado” y Dios se rió de él cuando el pelirrojo se dio cuenta que la única vecina que tenía (ya que vivía en la esquina y detrás era una tienda) era ella. “Cualquier cosa avísame, ¡nos vemos!”, dicho esto se despidió y el pobre atinó al menos a despedirse con la mano, para que una vez la peliceleste desapareciera, cerrara la ventana, cortina, corriera al cuarto, sacara las sábanas de una caja y se envolviera en ellas en su cama.

Su sueño de la casa propia se había vuelto una pesadilla.

***

“No veo cuál es el problema, no es como si tuvieras que hablarle”. Al día siguiente, después de mil mensajes de texto desesperados, Saruhiko estaba sentado en la cama, bajo la misma sábana que lo cubría al pelirrojo.
“¡¡Pero es mi vecina!! ¡Los vecinos siempre se hablan y se ayudan!”.
“¿No has escuchado de los vecinos que se odian y nunca se hablan? ¿O de la gente normal que no interactúa con nadie? Estás idealizando demasiado todo esto, Misaki”.
“Que tú seas un maldito sociópata es tu problema, Saru, pero el resto del mundo se lleva y convive con otros”.
“Tremenda estupidez”, rodó los ojos. “En todo caso, ¿qué de bueno obtendrías hablándole?”.
“Uh…”.
“… No puede ser. ¿Te gusta?”. Dijo enfadado.
“¿¿Y QUÉ TIENE??”.
“Misaki”, dijo seriamente. “Tienes 27 años y nunca has salido con nadie. Ya déjalo, no pasó, no pasará”.
“PERO TÚ TAMPOCO”.
“Sí, pero el sociópata soy yo. Ahora escúchame, déjalo, vas a regarla si lo intentas”.
“Ni siquiera sé para qué te pedí ayuda”.
“¿Eso significa que lo intentarás?”. Silencio.
“P-PUES SÍ”.

***

“¡Hey!”, Sayaka salió a su patio trasero a tender la ropa y vio a Misaki al otro lado de la cerca, atornillando lo que parecía un estante con ayuda de otro chico. “¿Ya te acomodaste al vecindario?”.
“Misaki es un bruto, todavía no ha terminado de desempacar”.
“QUÉ— MENTIROSO, CÓMO TE—”, quería ahorcarlo, pero en eso escuchó a la chica reír.
“Me pasó lo mismo cuando me mudé, creo que recién un año después abrí la última caja. Por cierto, yo soy Sayaka Miki”, le dijo a Saruhiko, quien la miró con ganas de cortarle el cuello.
“É-ÉL ES SARUHIKO. SARUHIKO FUSHIMI. Y YO MISAKI YATA”. Si la chica encontraba gracioso que tuviera nombre de mujer no dijo nada, simplemente asintió.
“¡Mucho gusto! ¿Saruhiko, también te estás mudando aquí?”.
“No, Misaki me quiere lejos porque así me extraña más”.
“MENTIROS—”
“¡Oh, eso es taaan cierto! Me pasa lo mismo con mi mejor amiga, si estamos demasiado tiempo juntas terminamos jalándonos de los pelos”.
“¿Ah que sí?”, comentó Saruhiko dejando de mirar a la chica con cólera, cosa que asombró a Misaki. Era muy raro que el otro aceptara a desconocidos así sin más.
“Qué bueno que hayan logrado encontrar también un equilibrio a su relación”. Terminó de tender la ropa y se acercó a la cerca.
“Después de tantas peleas teníamos que hacerlo, para no seguir alejándonos”, el peliazul se encogió de hombros. “Tuvo que llegar el momento de madurar”. Al terminar esto se volteó y se quedó mirando fijamente a Misaki, quien se había quedado asombrado por su confesión.
“Es verdad”, murmuró con una leve sonrisa para él. Tras unos instantes, Sayaka se aclaró la garganta.
“¡Bueno! En serio espero que se la pasen muy bien por aquí. Tengo cosas que hacer, ¡nos vemos!” Y se fue corriendo rápidamente dentro.
“¿Qué acaba de pasar?”, se preguntó el mayor sin entender nada.
“Hablaste con una chica, Misaki. Finalmente ya no eres virgen de palabra”.
“VEN AQUÍ DESGRACIADO—”

***

“¿Y si hago un pastel para Sayaka?”. Una semana después, Misaki seguía en el dilema de ser el vecino perfecto y obtener una cita con la vecina.
“Eso es muy común, espera a que salga al patio”.
“Pero quisiera verla a propósito, no de casualidad”.
“Toca su puerta”.
“Para todo el drama que me hiciste de que ni debería pensarlo estás dejándome muchas libertades, ah”. Saruhiko alzó la vista y le miró.
“¿Qué daño podría hacerte intentar, no?”. Sonrió.
“Damn right. Ok, iré a comprar los ingredientes entonces, ¿vienes?”.
“Nah, hace demasiado frío afuera”.
“Como quieras”.

Misaki tomó las llaves, se puso su hoodie y salió de la casa… Pero estando afuera vio un carro aparcar en el estacionamiento de la casa de Sayaka y se animó a saludarla e incluso invitarla a que le acompañara a la tienda, pero grande fue su sorpresa al ver a un hombre salir del asiento del conductor.

Sus miradas se cruzaron.

“¿Eres el vecino?”, le preguntó con un tono neutral, aunque el pelirrojo no podía juzgarlo por llevar unos lentes oscuros. Quién rayos usaba eso en invierno…
“Sí. ¿Y tú quién eres?”, le dijo en un tono más amenazante.
“El dueño de la casa”, respondió enseñando sus llaves.
“No, esa es la casa de Sayaka”.
“Sayaka, quien viene a ser mi enamorada”, finalmente un gesto: una sonrisa burlona. Misaki decidió partirle la cara—
“¿¡TU ENAMORADA?!”. El otro sonrió se acercó.
“Tatsuya Ueda, mucho gusto”, le dio la mano y a falta de saber qué hacer, se la estrechó. El problema fue que el otro no se la dejó ir. “Sayaka me contó que se había mudado un chico y que su enamorado venía a verle. Es eso cierto, ¿no?”.
“QUÉ COSA QUÉ—”
“Hey”, ambos se voltearon y vieron a Saruhiko en la entrada, cruzado de brazos. Al verle así, con bata y babuchas, Misaki se dio cuenta que aunque pudiera no podía asegurar que Saruhiko no fuera su gay lover, la escena gritaba que así era. “Deja en paz a Misaki”. Justo en eso, Tatsuya le dejó, se quitó los lentes y les sonrió a ambos de verdad.
“Hacía tiempo que nadie vivía en esta casa, bienvenidos.”, todo esto lo dijo en un tono mucho más amable y cordial, incluso se mordió el labio inferior como si se sintiera tímido. “Si necesitan algo en serio no duden en preguntarnos”, bajó un poco la cabeza y se metió a su casa, llamando a Sayaka y la otra respondiendo alegremente.
“…”
“…”
“Tú sabías esto”.
“Cuando estaba colgando la ropa él estaba dentro mirándola. Que no te hayas dado cuenta es otra cosa”.
“Tú sabías esto y por eso me mandaste a ir por ella. Para que me encontrara con ese otro idiota Y ME DIERA CUENTA Y OH DIOS TÚ SOLO QUERÍAS AVERGONZARME Y ROMPERME EL CORAZÓN”.
“Ehh, qué feas acusaciones, Miiiisaaakiiii…”.
“VEN AQUÍ HIJO DE PUTA”

***

Gritos hasta la madrugada, llanto hasta el amanecer y otro tipo de sonidos luego… Una semana después Saruhiko se mudaba a la casa de Misaki.

“Tch. ¿Por qué crees que firmé como garante?”.

No sabía si ahorcarlo o besarlo. Sayaka, desde el otro lado de la cerca le hizo señas de que lo besara. Tatsuya le enseñó los pulgares y sonrió. Misaki gritó internamente.

***

Forget all the shooting stars and all the silver moons
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Kora

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #9: September 30, 2014, 05:43:07 AM »
Bienvenido a la comunidad, Neil :v



Tu Boy Next Door es el nuevo vecino de tu bishoujo.
Neil

Apenas había entrado en el edificio cuando le indicaron que había junta de vecinos en la casa del presidente, en el segundo piso, y Neil dejó la maleta que llevaba en la portería. El camión con sus cosas llegaría más tarde, igualmente, y no tenía nada que hacer hasta entonces.

La reunión había empezado de forma relativamente normal, lo único que Neil veía extraño era la enorme bandera americana que había en la pared tras el escritorio, pero dentro de lo que cabía, no podía quejarse. Al menos no se olvidaría de en qué país estaba.

- ¿Puedo sentarme? - Una chica de pelo blanco tomó la silla a su lado, tendiéndole la mano. - Anda, eres el vecino nuevo. Encantada, soy Kora.
- Igualmente. - Neil le tendió la mano. - Neil.

Su presentación duró poco. Un hombre con el pelo largo que terminaba en unos perfectos rizos se sentó en la mesa, sacando un martillo y golpeando la madera. A su lado, un chico moreno algo más desgarbado en comparación se aclaró la garganta. Neil lo reconoció como el portero.

- Va a dar comienzo la cuarentagésimoséptima junta de vecinos bajo el mandato de nuestro Presidente Valentine. - El tal Valentine permaneció solemne mientras el chico hablaba. - Ya sabéis lo de siempre, apagad los móviles, no se puede fumar, y por favor no uséis los panfletos como arma proyectil.
- Pues a la mierda con el papelito si no se lo voy a poder tirar a Diego.

Detrás de ellos, un joven con el pelo largo arrugó el trozo de papel que les habían repartido al principio y lo lanzó detrás de su silla.

- Gracias, Ezio. - Comentó Valentine. - Eres un ejemplo para todos los inmigrantes.
- Pero si yo he nacido aquí… - Respondió Ezio, sin que el otro hombre le prestara atención.
- Como es costumbre y tradición en nuestro país, vamos a escuchar el himno nacional antes de empezar.
- ¿Yo también me tengo que levantar?

Detrás de él, un chico rubio en silla de ruedas levantó la mano con la mejor cara de póker que podría poner en su situación.

- No, Joestar, tú puedes quedarte sentado.

El Presidente se levantó, y para sorpresa de Neil, los otros vecinos se levantaron también, aunque no parecían especialmente entusiasmado. Ezio sacó un radiocasette de debajo de la mesa y pulsó el play. Durante el minuto y medio que duró el himno, el presidente permaneció con los ojos cerrados.

- ¿Esto se hace siempre? - Le preguntó Neil a Kora, que sólo asintió mientras volvía a sentarse.
- Hoy es un día importante para ésta, nuestra comunidad. - Continuó el Presidente Valentine. - Así como uno de nuestros más antiguos vecinos nos deja, también llega un nuevo inquilino. Por favor, Neil Dilandy, levántese.

Dudó un momento, que apenas se había sentado, pero Kora le susurró que mejor lo hiciera. Los otros vecinos se giraron hacia él, y Neil hizo lo que pudo por mantenerse impasible.

- Encantado de conoceros. Espero que nos llevemos bien, y… encantado. - Dijo, asintiendo, y se sentó.

Una mujer con el pelo negro y corto le dirigió una sonrisa tras estudiarlo de arriba a abajo, y alargó la mano hasta dejarla sobre su muslo.

- Bienvenido, guapo. Me llamo I-No, y la parte más interesante del edificio es mi piso, ¿quieres que te lo enseñe luego?
- Tira a zorrear a otra parte. - Kora le dio un manotazo, y arrugando los labios como si le enseñara los dientes a la otra, I-No se giró, no sin antes guiñarle un ojo a Neil.

¿Dónde se había metido?

- A ver, un poquito de por favor… - Ezio hizo chasquear los dedos para poner un poco de orden. - Que Diego se va.
- Diego Brando, has sido uno de los miembros más ejemplares de nuestra comunidad. - Valentine se levantó, instando a que un chico rubio en primera fila hiciera lo mismo. - Te digo adiós con dolor en el corazón y-
- Que sí, que adiós a todos. - El tal Diego levantó la cabeza. - Eh, Johnny y Gyro, vuestras bromas son una mierda y tenéis la gracia en el culo, pero muchas gracias por presentarme a Hot Pants.
- De nada, Diego. Que te vaya todo bonito, te deseo lo mejor. - Le respondió el rubio en la silla de ruedas sin cambiar su expresión o tono.

El de pelo largo se acercó a Kora, aguantando una risa.

- Yo creía que con Hot Pants nos había salido el tiro por la culata, pero Johnny se ha enterado de que a la chica le van cierto tipo de cinturones… ¿entiendes? - Por eliminatoria aquel debía ser Gyro, que negó con la cabeza, fingiendo escándalo. - No me esperaba esto de Dieguito.
- Qué fuerte…
- Los del fondo que se callen, por favor. - Les chistó Ezio.
- Quién te ha visto y quien te ve, fratello mio, vendiéndote así a los yankees.

Gyro volvió a su sitio mientras el Presidente Valentine retomaba la junta.

- Siguiente punto: El inquilino Polnareff ha enviado una queja sobre el estado de los baños…

---

La junta había terminado poco después de aclarar el incidente de los baños, tras lo cual se había culpado a una tal Asami de causar un apagón y después de que los dos graciosillos de atrás la acusaran de estar inventando vibradores eléctricos y que I-No se ofreciera como sujeto de prueba, la cosa se había salido de madre, hasta el punto de que el portero había saltado por la ventana rellano para escapar de aquel jaleo entre gritos de “Esto con Buccellati no pasaba”.

Al menos Kora parecía normal, ayudándole a escapar cuando la cosa se había vuelto un sálvese quien pueda de la ira del Presidente.

- ¿En qué puerta vives? - Preguntó Kora mientras subían al tercer piso.
- El ocho.
- Ay, qué tonta, claro. Es la puerta de Diego. Yo vivo al lado, en el siete. - Se hizo un momento de silencio, y la chica siguió hablando. - Vaya presentación, ¿eh? No te preocupes, te acostumbras. Son todos buena gente… en el fondo.
- No creo que pueda ser peor que donde estaba.

Kora arqueó una ceja, sonriendo de lado mientras se pasaba un mechón de pelo detrás de la oreja. Era demasiado pronto para decirlo en voz alta, pero Neil creía que al menos tenía cierta compensación divina con una vecina tan mona como aquella.

- ¿Tú crees? - Insistió Kora.
- Mi casera iba con un látigo por ahí. Y no era para enseñarlo.
- ...Vale, sí, podría ser peor.

A Neil le preocupó un poco que hubiera tardado un par de segundos en admitirlo. Pero sólo un poco.


Puri

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #10: September 30, 2014, 12:57:30 PM »
Me salió muy largo orz 1.7 pero es que me emocioné mucho con la prompt. Todo inspirado en el pv del solo de mi chinis: http://indavideo.hu/video/Ueda_Tatsuya-_MONSTER_NIGHT_PV_hun_Egao_Fs

Prompt: Tus personajes son cazadores de demonios y otras criaturas de la noche ¿A quién van a cazar hoy? Demon hunter/supernatural AU.

***

“¿Estás seguro del plan?”, le preguntó Sayaka a Tatara en susurros. Los dos, junto a Mikoto, habían sido capturados por uno de los hombres lobo de la manada que intentaban eliminar de la zona, por lo que los llevaba ante el alfa para que decida su destino.
“Sí, es imposible que algo malo pase, dejarse capturar por el enemigo es un clásico. Además, Mikoto trae la sal”.
“¿¿No que la sal era solo para fantasmas??”.
“UH………”
“Oi”, gritó el lobo a un hombre que dormía en una silla al costado de un gran portón. Al verlo de cerca, sin embargo, se dieron cuenta que tampoco era humano, ya que era blanco como la nieve, muy alto y llevaba los labios cortados como el jóker. “Despiértate, idiota”, el lobo le pateó.
“¡Owww! ¿Por qué me tratas tan mal, Kokiii?”
“Cállate y anúncianos al jefe, le traje a los idiotas que contrataron para exterminarnos”.
“Ya va…”, el hombre les sonrió antes de desaparecer por un pasillo. Minutos después, el portón se abría y el mismo hombre los anunciaba. “Ante ustedes, Tatsuya, lobo alfa de la manada”.

Los tres caza-bichos-raros observaron la escena: Un salón de trono con un hombre lobo sentado en este, con ojos rojos brillantes que los miraba con gran furia. A su costado derecho, otro hombre lobo parado de apariencia ordenada y pulcra, quien debía de ser su segundo al mando. En los escalones, había otro hombre lobo sentado observándose las uñas y abajo, en el nivel en el que ellos estaban, tres hombres lobos que conversaban entre sí.

Apenas se cerró la puerta y Koki jaló de la cuerda para que los tres cayeran al piso simultáneamente, todos fijaron su vista en ellos y reinó el silencio.

“Mystery Inc., grupo de cazadores de lo paranormal compuesto por Tatara Totsuka, Mikoto Suoh y Sayaka Miki. Faltaría solo el cuarto miembro, Izumo Kusanagi, que por alguna razón no los acompaña”, completó la mano derecha del líder alzando una ceja.
“Es que está con fiebre”, comentó Tatara como si hablara del clima.
“Hemos derrotado a todos los cazadores anteriores”, comenzó ahora el lobo de las escaleras que seguía prestando atención a sus uñas que a ellos. “Y hasta donde nos enteramos, ustedes eran mucho mejores que ellos, entonces… ¿Cómo así se dejaron atrapar?”.
“¡HEY!”, gritó Koki. “¡YO LOS CAPTURÉ!”.
“¿Dieron pelea digna?”, preguntó la mano derecha y Koki se quedó callado. El otro lobo sonrió.
“Entonces”, prosiguió, “¿Qué sucede aquí?”.
“Ha de ser una trampa”, habló uno de los lobos con cabello marón que estaba en el grupo de tres, el cual parecía ser mucho más importante de lo que parecía. “Falta uno de sus miembros y ni ellos ni Koki tienen rasguños fuertes de pelea. Ni siquiera sentí algo de dolor en la conexión que tenemos con él”.
“Eso es porque en realidad, sí, todo esto era un plan”, todos miraron interesados a Tatara, mientras Sayaka y Mikoto rezaban que todo saliera bien. “Queríamos hablar con ustedes, pero dudábamos que aceptaran”.
“¿Y qué quieren?”, preguntó la mano derecha mostrando sus colmillos y denotando molestia.
“El pueblo nos contrató porque han estado robando animales y secuestrando a aquellos que se acercan demasiado a sus límites”.
“¡Já!”, el lobo más pequeño de todos y que se encontraba en el grupo se acercó indignado con las manos en la cintura. “¡Eso es mentira! Solo los espantamos para que no entren a nuestros dominios, son ellos los que inventan historias de secuestros. El único humano que pisó dentro del castillo fue bien recibido”.
“Pero nunca regresó”, comentó Mikoto.
“Duh, porque prefirió quedarse. ¡Diles, Massu!”, los tres entonces se voltearon al único que no había hablado, un hombre lobo pelirrojo. Al concentrarse en él, pudieron ver que debajo de las facciones de hombre lobo, aún quedaba el rostro del chico desaparecido del pueblo.
“Dios mío, pueden convertir a otros”, murmuró Sayaka, pero en eso Koki le pateó.
“Cállate y deja que tu jefe hable por ti”.
“Tatara no es mi jefe”, gruñó con molestia. “Y si lo fuera ya lo habría destituido”.
“Eh, para qué digo que no si sí”, Tatara se encogió de hombros.
“Yuya tiene razón”, habló el pelirrojo. “Preferí unirme a la manada que volver al pueblo, aquí tratan mucho mejor a los pares que allá y me valoran por lo que aporto”.
“Bueno, no podemos interferir en las decisiones personales”, dijo Tatara volviendo a mirar a los dos hombres más importantes. “Pero… Lo que queríamos pedirles era un trato”, Sayaka y Mikoto se miraron entre sí, estaban perdidos. “¿Serían tan amables de dejar de robar animales? ¿O de volverse por donde vinieron? Así nosotros no tenemos que hacerles nada y todos vivimos felices”…Nunca más escuchar al pacifista.
“…”, se quedaron los lobos en silencio.
“Yo les daría kudos por intentarlo”, susurró el de las escaleras al jefe, quien se encogió de hombros.
“¿En serio eran verdad los rumores sobre este grupo?”, le susurraba el lobo de pelo marrón al tal Yuya en tono de reprimenda.
“Koki, mátalos”, suspiró la mano derecha.

Cuando Tatara se volteó a despedirse para siempre, toda la escena cambió. Mikoto se levantó sin las sogas y con una pistola de plata en la mano, apuntando al líder. Todos los lobos se tensaron y empezaron a gruñir, mostrando los colmillos. El líder sonrió y se levantó.

“Vaya”, finalmente habló mientras bajaba las escaleras y su mano derecha y el que estaba sentado se ponían cada uno a su lado. “Los rumores de Yuya no podían ser tan falsos. Dime, en caso de que dispares…”, esto lo dijo en frente de él y poniéndose a propósito a milímetros de distancia del arma. “¿Cómo sobrevivirás a toda una manada intentando vengar a su líder al mismo tiempo?”. Mikoto se quedó en silencio.
“No tendrá que hacerlo porque no disparará”, dijo Tatara con voz firme. “Nos iremos y la próxima vez que nos veamos será bajo otras reglas, ¿de acuerdo?”.
“Ah, pero yo no estoy de acuerdo. ¿Qué tal un símbolo de su buena fe con nosotros? A cambio de su vida nos dejan a su mujer”.
“Wait qué, NO ME LLAMES AS—OW, IDIOTA, ¿¿TIENEN ENCAÑONADO A TU LÍDER Y ME PATEAS??”, le gritó a Koki, pero este solo le gruñó aún más.
“¿Y para qué la querrían?”, preguntó Mikoto.
“Necesitamos alguien que limpie el castillo. Déjennosla y prometemos nunca más incordiar a los pobladores”.
“Lo lamento, pero no podemos dejar a Sayaka”, repuso Tatara.
“Nuevo trato. Ella se queda un mes en el que ustedes decidirán si nos dejan en paz o se enfrentan a nosotros. De no aceptarlo moriré hoy, pero ustedes tres y su otro amigo con el pueblo también.”. Sus ojos rojos congelaron al rubio, quien supo en ese momento que lo mejor sería aceptar. Además, ya tenían el testimonio de que alguien podía sobrevivir en la compañía de ellos… Solo tendrían que esperar que no le pasara nada a Sayaka.
“¿Qué piensas?”, suspiró su amigo.
“QUE TE ODIO”.
“Sayaka se queda”, afirmó Mikoto. “Tatara, vámonos. Y tú”, le dijo a la chica. “Cuídate”.

***

Un mes después, los dos amigos de Mystery Inc. Se presentaban junto a Izumo, el miembro faltante, en el castillo. Todo el mes en que Sayaka se había quedado no hubo ningún ataque (a pesar que más de un pueblerino intentó provocar a la manada) y todo parecía estar bien. Sin embargo, aún no tenían idea de cómo recuperar a su amiga sin irse a la guerra con los lobos… Pero el panorama que encontraron era distinto.

“¡Chicos!”, gritó Sayaka emocionada desde su asiento... Wait. Sayaka tenía asiento propio. Y se encontraba bordando. Al elevar la mirada, Tatara reconoció al lobo que era el tercero al mando, quien con los labios les decía en silencio: ‘LLÉVENSELA’.
“¿…Todo bien?”, Izumo no se lo podía creer.
“¿Bien?”, preguntó el lobo de cabello rubio, Yuya. “¡Todo perfecto! ¿Vieron? Es como cuando vino Massu a quedarse con nosotros, todo genial y nadie salió herido…”
“Bueno, si cuentas a Jin…”, comenzó uno de sus amigos.
“Y a Koki…”, completó Massu.
“FIIIINE, casi nadie salió herido, pero sí, todo salió bien”.
“Eso dices porque finalmente tienes una amiga con la que chismear”, murmuró el tercero en comando, quien resultó ser Jin.
“Ya, ya”, el segundo los calló. “¿Llegaron a una conclusión, Mystery Inc.?”.
“La verdad, no”, admitió Tatara.
“Nosotros mantenemos nuestra propuesta. Dejen a Sayaka aquí y no habrá problema”.
“Yucchi, te juro que si vuelves a hablar por mí voy a teñir tu ropa interior de rosado” y ante el asombro de sus amigos, el segundo en comando se quedó callado, no sin antes murmurar disculpas.
“¿Qué piensas tú, Sayaka?”, preguntó el macho alfa.

No lo podían creer. Sayaka había dominado a la pinche manada.

“Que quiero ser libre, duh”, rodó los ojos. “Ya te dije que no planeo desarrollar síndrome de Estocolmo contigo, Tatsuya”. Ante esto, el lobo alfa se echó a reír y los otros tres se quedaron preguntando de qué rayos estaba hecha Sayaka.
“Parece que seguimos en un impasse”, les dijo Tatsuya.
“¿Y si Sayaka prometiera quedarse con ustedes cierto tiempo al año?”, aventuró Tatara. Detrás de Sayaka vio a Koki negar rápidamente la cabeza y con miedo. Jin hacía lo mismo.
“¡Esa es una buena idea!”, dijo el lobo de cabello marrón, mientras sus amigos intentaban asesinarlo con la mirada.
“Tatara, ¿y si te callas la boquita? Kazuya, tú también”, la chica les sonrió, para luego voltearse hacia Tatsuya. “Déjame ir. Sabes mejor que yo que fastidian al pueblo por diversión y que Junno es suficiente para limpiar el castillo”.
“¿Después que vinieron a amenazarnos crees que todo quedará así sin más?”, Tatsuya alzó una ceja.
“Ya, perdona por herir tu orgullo de lobo”, Sayaka hizo un gesto con la mano de supéralo. “Déjame ir, por favor”.
“Ok”. Yuya, Massu y Kazuya se levantaron ofendidos.
“¡¿La vas a dejar ir?!”, preguntó Kazuya mientras Yuya gritaba lo terrible que se vería ante otras manadas y Massu intentaba calmarlo, aunque enojado.
“Con una condición”. Silencio. “Cazadores de lo paranormal siempre son útiles cuando se usan contra los bichos que no nos son útiles. Son libres de ir y con nuestra palabra que no haremos daño al pueblo con tal de que eliminen a los vampiros que viven en el próximo y amenazan nuestro dominio. ¿Tenemos un trato?”.
“¡Hecho!”, gritó Izumo que sabía tomar una oportunidad cuando la veía. “¿Cómo se llaman estos vampiros?”.
“Son una colonia distribuida en varias parvadas”, informó Yucchi. “El pueblo se llama K-Pop y sus líderes son la familia Shinee. ¿Contamos con ustedes?”.
“¡Sí!”, Sayaka se levantó y volvió donde sus amigos, los cuatro se cruzaron de brazos. “¡Cuenten con Mystery Inc. para ello!”.

***

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Puri

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #11: September 30, 2014, 04:23:00 PM »
Prompt: Persona X y Personaje Y tienen maletas iguales y las intercambian sin darse cuenta.

***

“Esta no es mi maleta”. Comentó Sayaka con una voz pálida.
“¿Qué?”, Tatsuya frunció el ceño. “Pero si esa es la maleta que te compré para el viaje”.
“Pero no son mis cosas…”
“¿Qué hay dentro?”, al no recibir respuesta, el chico se levantó y acercó a ver.
 “Dude…”

***

“¡¡Lo logramos!!”, gritó emocionado Koki dando un salto en el aire.
“¡¡Pensé que no lo lograríamos!!”, no pudo evitar abrazarlo. “Ahora podremos retirarnos para siempre”.
“Me iré de viaje a África”, comentó Koki ensoñado. “¿Tú qué harás?”.
“Me iré a vivir a Los Ángeles y dejaré este basurero”, sonrió. “Bueno, hay que sacar el botín y repartirlo”.
“Claro”. Llevaron la maleta al cuarto que habían alquilado y la abrieron…

… Para encontrarse con lencería, ropa de mujer, dulces y zapatos.

“Koki. Esta no es la maleta”.
“¡¡PERO ES LA MISMA MALETA!!”.
“Koki. Sigue sin ser la maldita maleta”.
“¡¡PERO!!”.
“¡¡KOKI TANAKA VEN AQUÍ!!”.

***

“¿Y si es dinero lavado? De seguro alguien del aeropuerto está siguiéndonos para luego apresarnos”, murmuró Sayaka aún pálida.
“Tampoco podemos llamar al número que consigna ahí”, le dijo molesto. “¿Qué hacemos? Decirles: Hola, su maleta con dinero ilícito se confundió con la mía, ¿nos juntamos a cambiarlas? ¿Qué pasa si son de alguna mafia y nos matan?”.
“Bueno, tampoco podemos llevarla al aeropuerto”, respondió ofuscada. “Los estadounidenses siempre creen que la gente tiene segundas intenciones, sobre todo extranjeros”.
“TE DIJE que no viniéramos al Disneyland de Miami, pero noooooo, tú no querías ir al de Tokyo”.
“¿¿Qué clase de vacaciones son esas??”.
“VACACIONES EN LAS QUE NO TERMINARIAMOS MUERTOS O EN LA CÁRCEL”.
“OH, GRACIAS POR AYUDAR A SOLUCIONAR EL PROBL—”, Sayaka no pudo terminar puesto que sonó el celular. Al verlo, era un número desconocido. “D-Deben ser ellos. O la policía”.
“O tu mamá desde un público, trae acá”, le quitó el número y contestó en altavoz, aunque no respondió.
“¿Aló? ¿Señorita Sayaka Miki?”, ante el asentimiento de Tatsuya, habló.
“¿Quién habla?”.
“Soy Junnosuke Taguchi. Me parece que tomó mi maleta… ¿Podríamos reunirnos para intercambiarlas?”.
“Ya hemos visto qué hay en la maleta”, dijo Tatsuya, a lo que el otro lado de la línea se quedó en silencio. “No ganamos nada delatándolos, así que no lo haremos, pero tampoco ganamos nada encontrándonos con ustedes sin saber qué esperar”.
“Pongan sus condiciones, entonces”, respondió otra voz.
“Downtown Disney, mediodía. Haremos la transacción en el globo aerostático”.
“Done”, dicho esto, cortaron la línea.

***

“¿Por qué estás molesta?”, preguntó Tatsuya después que Sayaka le mirara con cara de ‘bitch don’t you dare’ al intentar abrazarla.
“Mi idea de subirme al globo aerostático era pasar un rato bonito y romántico, no hacer transacciones ilegales”.
“¿Qué querías? ¿Qué nos metiéramos a la bola gigante de Epcot y lo hiciéramos ahí?”.
“Bueno, eso es menos romántico, así que…”
“¿Y desde cuándo te preocupa eso?”, resopló enojado mientras daba unos cuantos pasos más en la fila. Pronto sería su turno de subir y esperaba que los contrabandistas estuvieran cerca.
“Uuuuuuuuugh, ¿¿desde que te pedí por favor que tuvieras una pinche semana de vacaciones fuera del maldito país para poder relajarnos??”.
“Pues créeme que un montón de gente de Japón viene hasta aquí también”.
“Eres imposible”.
“Siguientes, por favor”, una señorita les sonrió al inicio de la fila.
“Dos”, le dijo Tatsuya.
“Pasen. Siguientes…”, después de entrar, el chico se quedó alerta observando a todas las personas dentro del globo aerostático, cuando en eso, la señorita anunció las medidas de seguridad y el aparato despegó. Fue cuando se dio cuenta que un pasajero sacaba de una mochila un chullo en forma de Hello Kitty que le había regalado a Sayaka, que supo que era él.
“¡Hey! ¡Lindo gorro!”.
“¡Oigan!”, respondió el chico que estaba al costado. “¿No son ustedes de Japón?”.
“Wow, qué pequeño es el mundo”, respondió Sayaka monótonamente y rodando los ojos. Los otros dos se acercaron a ellos.
“¿Dónde está la plata?”, dijo el líder con una sonrisa forzada y un tono gélido.
“En las mochilas, aunque usamos $200 para almorzar”.
“Cómo te atreves—”, comenzó el otro.
“Dude, ¿dónde está mi ropa?”.
“En la mochila”, respondió el líder con molestia, pero no se dignó a enseñarle ni nada. “Ahora dennos la plata”.
“Primero quiero ver que está mi ropa y demás cosas”, gruñó Sayaka enojada.
“Mira idiota, a nadie le import—”
“¿Cómo la llamaste?”, preguntó su enamorado con enojo y acercándosele al otro.
“I. Dio—”, estuvo a punto de terminar de repetir, pero Tatsuya le dio un rodillazo en el estómago, a lo que Sayaka lo jaló a su costado rápidamente, ya que el otro se había lanzado hacia delante para tumbarlo fuera del globo…

… Para que en ese momento se le resbalaran de las manos la mochila con las cosas de Sayaka y esta cayera al vacío, abriéndose y lanzando toda su ropa por los aires, hacia la gente que esperaba abajo y hacia el lago.

La señorita estaba a punto de pedirles que se comportaran o bajaría el aparato cuando Sayaka, con lágrimas en los ojos de la furia, se quitó la mochila que llevaba y vació cerca de $200,000 dólares en billetes y tarjetas de crédito.

Tatsuya nunca se había sentido más orgulloso de ella. Pero a la vez nunca había tenido más miedo en su vida.

***

Al día siguiente, después de pasar una noche en la cárcel y de que los cargos en contra de ambos fueran levantados, la embajada de Japón les hubiera salvado, hubieran metido a la cárcel a los dos contrabandistas y Tatsuya terminó de lanzar su celular a la basura por todas las llamadas de su mánager y de revistas de chismes…

“Disney nos ha prohibido el ingreso”, murmuró Sayaka con un suspiro, vistiendo de nuevo la ropa de Tatsuya.
“Universal siempre fue más divertido”, se encogió de hombros y le tomó de la mano. Sayaka no pudo evitar reír.
“Sin duda le contaré esto a mis nietos”.
“Si lo haces, me quedaré sin algo que contarles porque ya sabrán la historia”, la peliceleste se lo quedó mirando ante esta confesión.
“Eres imposible”, sonrió levemente y le dio un beso.

***

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Shura

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #12: September 30, 2014, 08:09:01 PM »
Para esta historia, me quedo con la apariencia de Dante del anime, más serio sin llegar al nivel de DMC2  ::)



Tus personajes son cazadores de demonios y otras criaturas de la noche ¿A quién van a cazar hoy? Demon hunter/supernatural AU




La ciudad era gris y polvorienta, la joven se arrebujó la capucha en un intento por cubrirse del frío de la noche y de la llovizna, pretendiendo pasar desapercibida mientras abrazaba su peluche de conejo mitad rosa y la otra blanca, era una chica bajita, en apariencia muy poquita cosa, y las calles eran peligrosas.
-Mira que bonita…
Paso por al lado de unos tipos sin tan siquiera mirarlos a la cara, aceleró el paso, pero uno de los tipos la agarró del brazo.
-¿Quieres venir a divertirte con nosotros? -Abriéndose la chaqueta, dejó ver la culata de una pistola con claras intenciones de amenazarla-. No puedes negarte.
-¿Una pistola? Eso no es nada…
Dijo esto último como algo personal, pero la escucharon claramente.
-¿Qué no es nada dices? Tienes que ser muy tonta o estar mal de la cab-
-No es nada... comparada con una recortada -Hablaba mientras bajaba la cremallera de su chaqueta, sacando una recortada y apuntándoles, inmediatamente levantaron las manos apartándose. Pero el aspecto inocente de Nanami, pareció hacerles gracia, con un peluche agarrado con el codo y las manos sobre un arma que se le quedaba grande.
-Ten cuidado, no te hagas daño con eso.
-No vas a dispararnos, pequeña.
Pero al contrario, disparó apuntando a los pies de los hombres, que saltaron asustados cuando desprendió la gravilla al lado de sus pies, huyendo en dirección contraria.

Nanami respiró tranquila, justo un instante antes de que la nueva presencia le pillara desprevenida, conteniendo la respiración y levantando el arma justo para que el hombre agarrase el cañón. Debido a la sorpresa, Nanami apretó accidentalmente el gatillo, impactando el tiro sobre el pecho del desconocido, que se inclinó por la fuerza del tiro, claramente muerto… o no, el hombre del abrigo rojo, volvió a reincorporarse, con la herida dejando de sangrar hasta cerrarse. Nanami temblaba sin salir de su asombro, finalmente el hombre le quitó el arma de las manos.
-No deberías llevar algo tan peligroso.
-T-te, te estaba buscando… -Nanami retorció las manos nerviosa-, ¿eres Dante? ¿Del Devil May Cry?

Por lo general, la gente que acudía al caza demonios, era para casos desesperados, y viendo el arma de aquella niña, estaba claro que ella estaba en uno de esos casos.
-¿Por qué llevabas una recortada contigo?
Nanami miró a su alrededor cubriendo su cara con el curioso peluche, como si temiera que pudieran asaltarla por hablar.
-Porque… pretenden matarme…

***

La oficina del Devil May Cry era el perfecto caos organizado, las paredes estaban decoradas por posters y trofeos de cadáveres de demonios, el sofá lleno de revistas y todo en general cubierto por una capa de polvo, excepto el tocadiscos y la mesa de billar.
-Bien, Alice, aquí podremos hablar tranquilos, cuéntame que te ha pasado.
-¿Alice? -Dante le señaló con la cabeza el conejo que ella abrazaba, sorprendiéndose al percatarse del paralelismo y sonriendo tímidamente por ello-. Todo comenzó hace dos meses… mi padre es arqueólogo, en esa época mi padre regresó de investigar unas ruinas al este de Europa… pero, al regresar, no era mi padre…
Se mordió el labio ante el recuerdo, Dante le concedió el tiempo que necesitase para superar el trago de revivir su historia.
-Tenía su aspecto, s-se movía igual, pero estaba obsesionado con los demonios; apenas salía de su despacho, mi madre comenzó a dormir en mi habitación, asustada, porque en las noches en las que regresaba a la cama para dormir, decía que tenía pesadillas, que sentía dormir con un extraño… ella… tenía razón,pero... no pudimos escapar a tiempo…
Comenzó a temblar, abrazándose el pecho inclinada por el dolor del recuerdo y la culpabilidad.
-¿Qué le ha pasado a tu madre?
-No… no lo sé, pero… temo que sea lo mismo que le ha sucedido a mis mascotas…
Dante escuchó, temiendo lo que iban a revelar sus palabras.

-A la semana de llegar mi padre… mi pájaro murió, él vivía en su jaula, pero lo encontré en el jardín, parecía que lo hubiera atacado un animal o eso era lo que me contó mi padre, pero era imposible porque su jaula estaba intacta. Y mi perro…
Hizo una amarga pausa.
-En el cobertizo teníamos una pala, estaba clavada en el tronco del árbol del jardín, y sobre esta… mi perro… -se le quebró la voz-, la cabeza decapitada de mi perro…
A partir de ahí casi parecía hablar vomitando las palabras para acabar rápidamente con aquello.
-Le pregunté a mi padre, estaba en su despacho, me dijo que estuviese tranquila, que me compraría otro perro... lo dijo con una sonrisa que no era humana... y aunque el despacho estaba oscuro en aquel momento pude ver que tenía las manos llenas de sangre. Mi madre no vino a dormir aquella noche a mi habitación… bueno, realmente… y-yo pensaba que si, alguien entró en mi cuarto, pero al desvelarme vi claramente el filo de un cuchillo, ¡era mi padre que quería asesinarme!
-¿Escapaste en ese momento?
-Tenía todo preparado para escapar -se señaló el uniforme que vestía-, pero jamás pensé que intentaría hacernos daño a mi o a mi madre, necesito tu ayuda, a mi padre lo han poseído, aún podemos estar a tiempo para salvar a mi madre.

***

Dante tomó el coche para llegar lo antes posible, pero la noche les tenía reservado otros planes.
Demonios alados les atacaron intentando sacar el coche de la carretera.
-¿¡Qué es eso!? -La chica se cubrió la cabeza agachándose.
Dante apretaba los dientes conduciendo el auto, pensó rápidamente teniendo la pista al mirar a la chica.
-¡Tu arma! -Tomó la recortada, soltando el volante y disparando al aire, alcanzando a la criatura que pretendía matarlos.
“Ella es nuestra…”
Sólo Dante pudo descifrar aquellas palabras… definitivamente, el rastrero hombre había vendido su alma al demonio a cambio de la vida de la hija.

En la casa, las cosas no iban mejor, los demonios atacaron mientras Dante tenía que luchar contra ellos y defender a la joven, malherido, las criaturas se cerraron en círculo sobre ellos, Nanami intentó defender al caza demonios mientras la recortada le temblaba entre las manos con un único tiro en ella, pero una presencia hizo acto de presencia, su padre.
-Nana…
Levantó el arma, podía acabar con aquello apretando el gatillo y salvarse todos… pero…
Dejó caer el arma al suelo.
-No puedo hacerlo…

-Nana… -el hombre hablaba con voz tomada, su piel parecía corrompida, pero de sus ojos comenzaron a caer lágrimas-, no… no puedo hacerlo…
Agarrándose a lo poco que quedaba de su humanidad por salvar a su hija, los demonios ya no tenían tratos con él, pero tenía que pagar por sus pecados… lo agarraron con sus garras y sus bocas afiladas, arrastrándolo hacia las sombras.
-¡Padre!
Dante hizo acopio de sus fuerzas, llevándose a la chica del lugar, la casa estaba ardiendo por un fuego que no había provocado ninguna llama de este mundo.

***

Al amanecer, solo quedaban cenizas, la policía encontró el cadáver calcinado del padre, nadie se explicaba, como un hombre que en apariencia pesaría unos pocos de kilos a causa de haberse calcinado, llegó a pesar ciento veinte kilos, peso que no había tenido ni en vida.
Pero, aún quedaba el misterio de donde se encontraba la madre de Nanami…

-La encontraremos, te lo prometo.


Cho

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #13: September 30, 2014, 10:03:10 PM »
*no sabe cómo lo hizo pero lo hizo* (?)

Tu Boy Next Door es el nuevo vecino de tu bishoujo.


Era alrededor de las cuatro de la tarde cuando regresó al edificio donde vivía, no muy lejos de la universidad. No sería tan céntrico ni un edificio de estudiantes, pero la renta era barata y era una vecindad tranquila, así que no podía quejarse.
 
Entonces, al llegar al cuarto piso donde vivía, vio muchas cajas apiladas frente a la puerta del apartamento vecino. Hasta el momento nadie había rentado ese espacio, así que seguramente era una nueva persona. Cho miró los paquetes con curiosidad y decidió seguir de frente, cuando en eso vio a un par de personas de mudanza salir, seguidos de un chico.
 
"Eso sería todo, muchas gracias," les agradeció el tercero, y quien parecía ser el nuevo en el edificio. Era un chico de cabello marrón puntiagudo y ojos azules con una disposición bastante amena. Los trabajadores se despidieron y abandonaron el edificio luego de terminar con su trabajo, y el nuevo miró a Cho. "Oh, tú debes ser mi vecina. Mucho gusto, mi nombre es Sora."
"Eh, igualmente. Mi nombre es Cho," la peliceleste se vio algo confundida por cuán directo había sido el otro. Bueno, debía ser del tipo espontáneo. Ella no sabía que decirle. "Eh, bienvenido al edificio. ¿Eres un estudiante de universidad?"
"Sí, recién he empezado la semana pasada, pero por problemas con la mudanza acabo de llegar hoy. Tuve que quedarme con amigos los primeros días," Sora sonrió. "¿Y qué bus tomas? No parece que pueda caminar desde aquí a clases."
"Sí, mejor no lo hagas. Yo tomo la ruta 42 y la 30. Cualquiera de las dos sirve."
"Ah, muchas gracias. Qué bueno conocer a otra estudiante aquí. Por un momento pensé que todos eran viejos."
"C-cierto..." Cho dio un suspiro, algo incómoda. "Bueno, te dejo terminar. Tengo mucho que estudiar."
"Está bien. Ah, espera," Sora se acordó de algo. "Voy a tener una pequeña fiesta en la noche con mis amigos aquí, así que si puedes venir, estás invitada."
"Gracias, pero no creo que pueda hoy. Pero lo tendré en cuenta," Cho sonrió forzadamente mientras por dentro se moría. ¿Acababa de decir una fiesta?
 
Después de ese breve encuentro, cada quien siguió con sus quehaceres. Cho procedió a sus estudios y a resolver algunos ejercicios de matemáticas acompañada de su sabor de ramen favorito, pero no se podía concentrar muy bien. Sólo esperaba que el nuevo inquilino no fuera a hacer mucho ruido...
 
Pero fue como lo temió. Poco después de caída la noche, escuchó muchos pasos en el pasillo dirigidos hacia el apartamento vecino. Y la música ensordecedora no se hizo esperar.
 
"..." Cho estaba en su escritorio tapándose las orejas y tratando de procesar lo que su libro de historia medieval decía, en vano. La música vibraba su piso y sus paredes, y no dejaba de oír a algún estudiante recién ingresado a la universidad gritar y correr desenfrenadamente por el pasillo frente a su puerta. Su tranquilo y acogedor santuario acababa de ser arrebatado.
 
En eso, oyó a alguien tocar su puerta, y dando un suspiro, fue a abrir. Vio a tres chicos vestidos holgadamente y trayendo cerveza, una manguera corta y un embudo.
 
"La fiesta es al lado," dijo Cho, extremadamente frustrada. Era el tercer grupo que tocaba por accidente, pero por el inhumano volumen de la fiesta, entendía la confusión.
"Ah, ya. Permiso," dijo un chico, yéndose con sus amigos.
 
Cho cerró su puerta y no tardó en oír a Sora darles la bienvenida afectivamente. Regresó cansadamente a su mesa a estudiar, pero ni pudo terminar de leer un tedioso párrafo cuando oyó a alguien más tocar la puerta con furia. Sabiendo que no podía ignorarlo, fue donde la puerta y la abrió. Vio a una anciana del tercer piso mirarle con un odio indescriptible.
 
"Buenas noches..." Comenzó Cho, antes de verse interrumpida.
"¡Apaga tus malditos parlantes! ¡Seré vieja pero no sorda! ¡Esto es inhumano!"
"E-espere..."
"¡Y eso que yo me opuse a que gente joven rentara aquí! ¡Esta vez todos sí me van a oír, ¿has entendido? ¡¿Cuál es tu maldito problema?!"
"La fiesta es al lado," repitió la peliceleste, con una mezcla de frustración e indignación.
"Oh..." Por un instante, la ancianita se quedó sin palabras y luego habló con una voz baja y un tono más comprensivo. "Es tu nuevo vecino, ya veo. Lo siento mucho."
 
Esa ancianita siguió su camino mientras Cho cerró la puerta. La aparición de la ancianita sí bajó el sonido de la música, pero sólo por diez minutos porque volvió a subir ni bien pusieron Gangnam Style. Para no recurrir a golpear su frente contra la pared, Cho decidió tomar una ducha. El sonido del agua le daría algo de paz en medio de ese infierno.
 
Y pasó alrededor de hora y media. Cho decidió postergar su estudio ya que no podía concentrarse, y miró televisión. Lamentablemente, por tanto ruido, se rindió a sintonizar Tom y Jerry por el simple hecho de tener algo relajante y que no requiriera de oír frente a ella.
 
Entonces, la puerta fue tocada una vez más. Cho decidió ignorarlo como ya lo había hecho en otras ocasiones, pero quien sea que tocaba seguía insistiendo en hacerlo sin parar, así que sacó paciencia de donde no tenía para atender.
 
Para su sorpresa, se trataba de Sora. Este se notaba algo inquieto y apenado por algún motivo.
 
"Hola Cho, espero no incomodarte," dijo él.
"¿Qué sucede?" Cho frunció el ceño al oírle decir esas palabras, pero ahorró sus ganas de reclamarle.
"Es que estoy yendo puerta en puerta para alertar a todos de algo. Verás, se nos escapó una Boa Constrictor y la estamos buscando..."
"¡¿Q-qué?!" Cho palideció y dio unos pasos hacia atrás. "¡¿Qué clase de fiesta están teniendo en tu apartamento?!"
"¡No, no es nada raro!" Sora se extrañó por su reacción. "¡Es sólo la mascota de un amigo que se escapó, nada más! En fin, quería avisarte para que lo supieras y aconsejarte que, pase lo que pase, no dejes tu puerta abierta hasta que la atrapemos. Yo te avisaré cuando..."
 
Y justo en ese instante, la exótica culebra de más de dos metros serpenteó rápidamente entre los pies de Sora y entró a la habitación de Cho.
 
"¡AAAHHHH!" Cho dio un salto a un lado.
"¡Chicos, aquí está!" Exclamó Sora y otros tres chicos entraron al apartamento de Cho, apenas susurrando un 'hola' o 'permiso' a la dueña de casa.
"..." y mientras estos trataban de acorralar a la mascota, Cho sintió un tic en el párpado. ¿Cuándo había perdido control de su vida?
 
 
Luego de atrapar a la serpiente y de llamar a la sociedad protectora de animales para que deje de estrangular a uno de los chicos, Cho decidió cerrar su puerta con seguro y trató de dormir. Eventualmente, el sueño le hizo ignorar el escándalo y se levantó pesadamente la mañana siguiente al sonido de su celular.
 
Cho se alistó somnolienta en su cuarto, sintiendo que la ausencia del caos de la noche anterior había dejado un hueco inmenso. Ella fue a su cocina para preparar el desayuno... y se sorprendió de ver a Sora durmiendo encima de su sillón, tapado con una manta de procedencia desconocida.
 
"..." el pelimarrón se despertó con gran pereza al sentir los pasos de Cho.
"Oye..." Y el tic regresó al párpado de la peliceleste. "¿Qué haces aquí?"
"Perdón, pero mi habitación está completamente mojada y mi apartamento en ruinas. Casi hubo un incendio, larga historia..." Sora negó. "Ah, y necesitaba un alka seltzer. Tienes un montón de medicinas. Luego te pago, ¿sí?"
"¿Pero cómo entraste aquí?"
"Por la escalera de incendios. Perdón, fue una emergencia, no volverá a suceder."
"..." Sí, más le valía que no volviera a suceder...
"¿Y qué hora es?"
"Son las siete y cuarto..."
"¡¿Qué?!" eso le hizo levantarse como un balde de agua verbal. "¡Tengo una prueba de matemática a las ocho! ¡Ah, tengo que irme! ¡Pero todavía no tengo una calculadora científica!" Él miró instintivamente al escritorio de Cho y agarró la calculadora antes de darle oportunidad a la dueña. "No tienes matemática hoy, ¿verdad?"
"N-no, pero..."
"¡Gracias, te la devolveré en la noche! ¡Debo irme, chau!"
 
Sora se fue corriendo con manta y calculadora a su apartamento sin decir nada más.
 
Entonces, Cho recordó a la ancianita de la noche. Quizás sí había forma de botar a ese nuevo inquilino formalmente...


Puri

Re: #prompts4everyone ☆ ronda #tres
« Reply #14: October 01, 2014, 02:12:18 AM »
Prompt: Personaje X ha sido contratado para espiar a tu Bishoujo de parte de una mafia que desea extorsionar a su familia, pero para ello deberá infiltrarse en su academia/universidad/colegio.

***

El nuevo semestre había empezado y Sayaka estaba emocionada al descubrir que, a pesar de que no se veían desde que se fueron la primera semana de vacaciones juntos a Indonesia, Yuya le había leído la mente y había terminado matriculándose en la mayoría de los mismos cursos que ella: Filosofía del Arte, Escultura II, Pintura II y Fotografía. En el último curso diferían, donde Sayaka había optado por llevar Historia Moderna y Yuya llevaba –por alguna extraña razón- Introducción a las Ciencias Experimentales.

En fin, lo importante era que el dúo dinámico Tesshiki –como se habían autodenominado desde una borrachera en que intentaron afirmar que eran hermanos con ese apellido para meterse en un trío con una persona que tenía un kink muy raro de incesto- se había reunido y nada los separaría.

“Entonces, estaba caminando por el balneario y de la nada este chico se me acerca y…”
“OWW—”

Antes que el rubio pudiera continuar su historia, alguien pasó corriendo por el costado de Sayaka y terminó botándola al piso. Esa misma persona, quien también terminó en el piso por el golpe del impacto, se movió al toque a ayudarla.

“¡D-Disculpa!”, atinó a responder, mientras la ayudaba de un lado y Yuya por el otro.
“¡Mira por dónde vas, imbécil!”, le reprimió Yuya fastidiado.
“Descuida Tesshi, estoy bien”, la peliceleste se encogió de hombros y se paró.
“Perdona, estoy llegando tarde a clases”, se agachó ahora a recoger los papeles tirados en el piso. “N-Nos vemos”, dijo y se fue corriendo en otra dirección.
“Mira qué imbécil, se va así sin más”, comentó el rubio cruzándose de brazos.
“Espera… Carajo”.
“¿Qué pasa?”.
“El tarado ese se equivocó y se llevó mis dibujos que cayeron al piso”.
“¿¡Eh!? No, no te preocupes Mikita, después de clases nos ponemos a averiguar sobre él, te lo prometo”.

***

El después de clases llegó mucho más rápido de lo que creían. Dos horas después en que almorzaron juntos en la cafetería más cara, al llegar a su segunda clase del día, Fotografía, encontraron que en uno de los asientos más cercanos a la profesora estaba sentado el chico misterioso. Fue por ello que esperaron a que acabara la clase, hora y media después, para poder acercarse.

“Ah, hola”, comenzó Sayaka sin saber qué decir. Hacía años que no hacía small talk con los plebeyos, así que no sabía qué tan ruda estaba siendo.
“Tienes los dibujos de Sayaka”, todo intento de ser cordial se fue al caño cuando Yuya abrió la boca.
“Sí, disculpa, no vi que me los llevaba”, de su mochila sacó los sketchs y se los dio a la chica. “Te llamas Sayaka, ¿no? Dibujas precioso”.
“Escuchar eso es muy raro en la facultad de artes”, le sonrió. “¿No eres de aquí?”.
“No, estoy un semestre de intercambio, vengo de la universidad privada del norte”.
“¿Cómo puedes vivir allá con tanto frío?”, Yuya negó con la cabeza. “Apenas hace frío acá me refugio en mi casa de playa a dos horas de aquí”.
“¿Y cómo vienes a clase?”, inquirió el desconocido con genuino interés.
“Con un helicóptero, duh”, rodó los ojos. “Bueno, Sayaka, ¿nos vamos? Llegaremos tarde al pilates”.
“Sí. Uh… Un gusto, eh…”.
“Kazuya. Kazuya Kamenashi”, le sonrió. “¿Y tú eres Sayaka…?”.
“Sayaka Miki”.
“Espera… ¿Miki como las empresas Miki de chocolatería fina?”.
“Sí, esa Miki”, se encogió de hombros.
“Sí, sí, Mikita se pudre en plata y su papá está en el top 10 de hombres más poderosos después de mi papá, lo que quieras, vámonoooooooooooos”, chilló su mejor amigo jalándola del brazo hacia la salida.

***

“Tesshi… ¿Y si Kame es un espía que quiere extorsionarme?”, preguntó después de darle otro hit a su joint.
“Tiene sentido”, dijo quitándole de la mano la joint porque era su turno. “Te lo encuentras en todos lados. Eso también explicaría que tenga pulgares”. Sayaka se echó a reír.
“¡Claaaro! Porque la hombría se mide por los pulgares del hombre, es verdad”, asintió.

Después de dos meses en el semestre, Kazuya –a quien llamaban ahora Kame puesto que Yuya vivía obsesionado con llamar a las personas con nicknames de sus apellidos- se aparecía en todos lados donde iban los mejore amigos, incluso aunque estuvieran saliendo de sus clases de pilates en el barrio más caro de la ciudad, ahí estaba Kame que justo pasaba por el lugar.

“Tal vez quiere contigo”, murmuró Yuya. “Ya sabes, por los pulgares, tiene unos buenos pulgares”.
“Pero si quisiera conmigo entonces por qué no me ha pintado un cuadro”.
“Es verdad, eso no es de hombres… Oh, ¿y si quiere conmigo?”.
“No Tesshi, tú eres muy hardcore para una suave alma como la de Kame”.
“Point taken, pero hay que emparejarlos a ustedes dos entonces, así podrás tener alguien que te abra la reja con los pulgares”.
“Y que me traiga caballos”.
“Ajá”. Siguieron fumando por un largo rato en silencio. “Ok, este es el plan…”.

***

Yuya y Sayaka le habían dicho que irían a la fiesta de fin de exámenes, pero el de cabellos marrones no los veía por ningún sitio. Enojado, pensando que le habían hecho perder el tiempo, estaba a punto de irse cuando alguien se le lanzó encima: Una Sayaka borracha.

“Kameeeeeeeee, Tesshi diche que tus pulgares son lindoooooooos”.
“¿Gracias?”, preguntó con una sonrisa abrazándola. “¿Quieres que te lleve a tu casa?”.
“Síiiiiii”, dijo emocionada e intentando saltar para agarrarse de su cintura con sus piernas, pero el otro lo evitó.
“Wow, wow, wow”, respondió avergonzado y con un gran sonrojo. “No hagas eso”.
“¿Por qué no?”, preguntó con un puchero para luego acercarse a él y sonreírle. “¿Acaso no te gustaría estar conmigo, Kazuya?”
“¿No que estabas borracha?”, aquel cambio de comportamiento fue muy repentino. La peliceleste rodó los ojos.
“Tesshi y yo somos los maestros de esto, por favor”. Dicho esto le besó, “¿Qué dices?” y el otro…

***

“Mierda”, susurró al despertar con la peliceleste encima. El contrato le había especificado: ‘Espíala y saca toda la información posible para atacar a la familia’, no existía ninguna cláusula sobre ‘Si quieres tíratela, ganador 1313’.

Estaba en serios aprietos.

***

Forget all the shooting stars and all the silver moons
We've been making shades of purple out of red and blue