Post Hime fic. I HAD TO.
Tu bishojo y el Bishonen Oficial tienen un hijo, y ha venido del futuro a pasar un día entero con vosotros.
Taikoubou revisó su reloj y nuevamente miró hacia el cielo.
"¿Por qué miras hacia arriba?" preguntó Sayi
El peligris se llevó una mano a la nuca "Pues... nunca he visto a Isumi regresar del futuro, ¿bajará del cielo?"
"¿Y qué te hace pensar que bajará con un séquito de querubines?" rio la pelirosa "Quizás y venga a toda velocidad en un DeLorean"
La pareja buscó una banca disponible y se sentó a esperar a la pelirroja. Con el conflicto entre Rizembool y Hanasaki concluído, y la tarea de HiMEs y Keys en el olvido... Sayi y Taikoubou se habían asentado en la rutina de días tranquilos en lo que esperaban graduarse del instituto.
Lo único fuera de lo ordinario eran las visitas de Isumi Kanzaki, ex-hime y amiga de Sayi. La pelirroja -o ghei, como también se le conocía- no tenía mucho que hacer en el presente ahora que la guerra HiME/Rebel ya no existía. Era por eso que hace unos seis meses había decidido asentarse en su tiempo... justo después que su novio, Light Yagami, terminara de tramitar la visa al futuro -??-
La pelirroja gustaba de visitar el pasado cada que tuviera oportunidad, pero la última vez que Isumi se había dado una vuelta les había hecho una promesa peculiar: Esperarla en el parque central, frente a la pileta, a eso de las doce del mediodía.
Pero ya eran las doce y cuarto y aún no había rastro de la pelirroja.
“¿Quizás y se le olvido?” pensaba Taikoubou “Deberían existir smartphones pasado-futuro para mandarle un Line”
“Disculpen…”
Un niño llamó su atención y la pareja se giró hacia él. Tenía los ojos verdes y el cabello rosado oscuro. Parecia tener unos diez años, y la pelirrosa le sonrió al notar la incomodidad que la criatura mostraba en su rostro.
“¿Te podemos ayudar en algo?” le preguntó Sayi “¿Has perdido a tu mamá?”
“No…” respondió el niño tímidamente “Eres tu, ¿verdad?”
El niño sacó una nota de su bolsillo y se la alcanzó a Sayi. La pelirrosa miró a Taikoubou confundida y recibió el papel. Mientras leía el contenido, el rostro de la ex Hime pasó de desconcierto, a sorpresa, a felicidad, a inseguridad y a felicidad de nuevo.
No había manera que aquella no fuera carta de Isumi: La letra, la manera de expresarse y los dibujitos característicos eran imposibles de falsificar. Y lo contundente: ¿Qué otra persona más en este universo podía orquestrar un evento como este?
Sayi le lanzó la carta a Taikoubou para que se montara en la misma montaña rusa emocional.
“¡Mi hijo! ¡Oh Dios mio eres PRECIOSO!” la pelirrosa tomó su rostro entre ambas manos y lo acerco para estudiarlo de cerca “¡TIENE MI CABELLO! ¡Y TUS OJOS BOU! Aunque si hubiera sacado tu cabello gris y mis ojos amarillos hubiera sido sexy también”
Pero Taikoubou parecía más sorprendido por la persona frente a él “Por-porqué Isumi haría…”
“¡Yo se lo pedí!” respondió el niño, y Sayi se enterneció de escucharlo responder tan vehementemente “Tía Isumi…”
“¡AY DIJO TIA ISUMI!”
“Me contó de sus aventuras como HiME y Key…”
“¡AY DIJO QUE SABE DE NUESTRA HISTORIA!”
“…y me dijo que ustedes me darían un tour antes que demolieran Rizembool y lo convirtieran en un Real Plaza”
“AY DIJO—”
“¿¡PODRIAS DEJAR HABLAR AL NINO!?”
“Taikoubou, si no me dejas idolatrar y engreír a mi hijo en paz te quedarás como Baby Daddy”
El niño rió, y la pareja se alegró que se sienta más a gusto.
“Se parecen a mis papás” dijo, y Sayi estuvo por decir algo pero Taikoubou le cubrió la boca “Tía Isumi me dijo que estuviese en este lugar a las ocho y este al pendiente de la salida. Son pocas horas, pero dijo que cuando creciera podría venir más tiempo”
“Pues entonces hay que apurar el paso…” Taikoubou se puso de pie, pero entonces se percató que se le había pasado una pregunta obvia “¿Cómo te llamas, hijo?”
“Si lo dices así pareciera que estás en el geriátrico, Bou” rió Sayi “Ternurita, ¿con que glorioso nombre de bautizamos?”
Pero el niño se rehusó a decirles “Tia Isumi dijo que ustedes debían adivinarlo”
“¿Pero entonces como te llamamos?” preguntó Taikoubou
“Bueno, dado que me siento como en Sailor Moon yo opino que lo llamemos Rini… ¡Rino!” y dicho esto la pelirrosa tomó de la mano a su novio e hijo y comenzó a caminar con dirección a Hanasaki “¡Vámonos Rino, Bou! ¡Caminemos tomados de las manos mientras sentimos nuestro parentezo vibrar dentro de nosotros al compás de una
esperanzadora melodía en piano!
…
“Mamá, ¿te sientes bien?”
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El día se pasó volando mostrándole Hanasaki y sus alrededores al pequeño Rino… más que nada por la cantidad de personas que pedían un minuto para conocerlo. Aún si Rino prometió que volvería pronto, Sayi empezaba a temer que el pequeño se traumara por la cantidad de abrazos y besos a los que fue sometido en esas pocas horas. Ichigo se saltó el turno de la tarde en su trabajo, y Hige dejó la guardería donde voluntariaba para darle un paseo sobre su lomo -¿?- casi todo el camino hasta Hanasaki.
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En Rizembool los esperaba Soujirou Seta, el ex Rebel de Sayi. Apenas lo vio, Rino corrió hacia él y el castaño lo recibió sonriente. Era extraño que tanto HiME como Rebel hubiesen perdido la costumbre saltar apenas notaran la presencia del otro… pero supuso que era normal con la pelea terminada.
Lo que si extrañaba a la pelirrosa era ver lo emocionado que estaba su hijo en conocer a la versión joven del Rebel que la atormentó en tantas ocasiones.
“Taikoubou… ¿y si soy una mala madre?” le preguntó Sayi mientras Soujirou conversaba con el pequeño “Quizás y Rino quiera verme sufrir”
“…No creo. Para mi que esto es como conocer a un personaje de su historia favorita”
“¿Y por qué no nos visitaste antes?” le preguntó Soujirou al pequeño “¡Si hubieras venido hace un año hubieras visto a tu madre pelear en toda su gloria!”
“Si hubiera venido antes tu hubieras sido capaz de raptarlo y tirarlo al fuego”
Soujirou sonrió divertido “Yo quiero leer ese fic”
“Hay cosas que no cambian…”
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Luego de la visita a Hanasaki, Rizembool, el centro —y en el camino conocer la versión joven de tanta gente— ya faltaba cuarto para las ocho y era momento de regresar a Rino a la pileta. A Sayi le entristecía tener que dejar ir a su hijo, pero imaginaba que el pequeño debía estar agotado de tanta acción… así como tantas preguntas que le hacían sobre el futuro.
“Ok entonces Taikoubou debe alejarse de las harinas porque es propenso a engordar en sus treintas… ¿cierto?” recordaba Sayi
“¡Asi es!” respondió el pequeño
La inminente despedida los sumió en un corto silencio y Taikoubou lo rompió con la pregunta del millón.
“Aún no hemos dado con tu nombre”
“Les daré una pista” dijo el pequeño “Mamá me bautizo porque con mi color de cabello me iba a parecer a cierto personaje…”
“¡SHUICHI! ¡EL DE GRAVITATION!” respondió la pelirrosa y el niño asintió contento.
En ese momento un halo de luz apareció cerca suyo, y los tres supieron que debía tratarse se algún portal gheiezco. Un par de abrazos y el pequeño Rinoichi salió corriendo hacia el halo, no sin antes prometer que volvería pronto.
“…¿Nombraste a tu hijo como el protagonista de un yaoi?” preguntó Taikoubou una vez el parque regresó a la oscuridad de siempre.
“¡Con ese rosado oscuro y el tipo de cabello se parece mucho! ¿Y qué tiene? Shuiichi es lindo…” respondió Sayi “Mas bien tuvo suerte que no heredo tu tipo de cabello señor cabeza de palmera bob patiño”
Taikoubou suspiró cansado.
“Hubiera preferido que se quedara como Rino…”