Deidara tiene toda la pinta de profesional como para andarse frustrando por los acontecimientos, aunque también manteniendo la calma y haciendo planes de investigación dentro del barco. Ahora le tocará también hacer lujo de su supuesta identidad mientras continúa con su misión, y espero que no se le presenten más contratiempos, aunque parece que las cosas recién andan comenzando.
Dean ha probado ser un casanova y tener un don encantando a la gente. Pienso que le va bien, y tal vez sea algo que también le guste realizar con tanta facilidad. Aun así, el punto de vista de la narración lo pinta como una mala costumbre y algo problemático, y veo que Castiel no disfruta aquel lado de su amigo. Vaya, así que no es tan sencillo, y los dos terminaron por huir debido a la relación de ambos. El relato me pareció fluido y sencillo, pero interesante y también muy razonable. Me gusta el hecho que pese a los rechazos y problemas y también las propias dudas de ambos, sí son jóvenes y tienen mucho por delante. De todos modos, es difícil y se nota que cada uno tiene una idea distinta sobre cómo comportarse y qué hacer, y espero que al menos puedan llevar las cosas en paz sin complicarse demasiado.
Como asesina se podría decir que perdió la noche, aunque sin duda Deidara es más que ello al tener la difícil tarea de dar con un desconocido blanco y también tener que robar un objeto de gran importancia. Pude comprender la frustración y la inquietud de compartir ambiente con gente muy distinta a ella en ese barco, aunque también me gustó cómo decidió no hacerse líos y decidir disfrutar de dicho viaje y realmente adentrarse en su rol además de cumplir con su deber. Suena a que su viaje será muy interesante.