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Listas y Probaciones / Re: New Probation Time!
« Last post by Cho on February 22, 2025, 12:33:24 PM »
Hola a todas, vengo a anunciar que el stop sign será dejado el viernes 28 de febrero a las 10:00pm hora México d.f.

Countdown
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Downtown District / Re: Act 1: Overture
« Last post by Kana on February 15, 2025, 09:00:35 PM »

—¿En serio a nadie le perturba de que Kazutora no aparezca desde hace más de una semana? No es que él me importe… Pero, si hacemos como si nada pasara es igual de incomodo a cuando está presente.

Pese a que Sakura Haruka era el integrante más arisco y amargado de MoonLight quien por lo demás se empeñaba en hacer entender a los demás integrantes que ellos no le interesaban en lo más mínimo, parecía que era el único al que se le hacía bizarro que un miembro de la banda haya desaparecido sin dejar rastro alguno.

Le parecía insólito que los demás integrantes de MoonLight ensayaran con tanta tranquilidad y normalidad cuando un miembro de la misma no daba señales de vida.

Pese a su reclamo, los otros siguieron practicando con sus instrumentos y el vocalista ensayando la nueva canción del grupo.
A Sakura se le hacía como un capítulo perturbador de “Black Mirrow” o cualquier serie inquietante de Netflix donde hacen desaparecer a alguien y todos actúan con normalidad. La actitud de sus compañeros lo estaba poniendo paranoico.

Chequeó sus redes sociales en el teléfono móvil. Por supuesto, no seguía con ninguna de sus cuentas a Kazutora y no es que éste último sea activo en las redes sociales. Ni siquiera tenía una cuenta.
Pero a veces se enteraba de las actividades de Kazutora por medio de cuentas de otros músicos o fanáticos que publicaban fotografías con él en alguna fiesta o encuentro casual.

Nada. Ni siquiera un rastro.

Tenía entendido que Kazutora odiaba que lo expusieran en las redes sociales, pero nadie le hacía caso así que dudaba que de pronto todos se pusieran a obedecerle y evitar subir imágenes donde aparecía él.

Tampoco tenía WhatsApp así que no podía verificar si estaba en línea.

—¿Acaso a nadie le importa? A mí me da igual, pero se supone que al menos uno de ustedes es su amigo. — observa específicamente a Hua Cheng con mirada juzgadora.
—Aw, Sakura-kun se preocupa por sus mayores.
—No digas pendejadas, Gojo. — el joven frunció el entrecejo mirando con hastío al peliblanco. —Pero si falta uno de nosotros, ¿cómo carajos vamos a ensayar bien? Se supone que debemos progresar como banda y nos falta uno y ni sabemos si está vivo o muerto.
—Kazutora debe estar bien. — Dijo tranquilamente Amemura, degustando un caramelo distraídamente mientras afinaba su instrumento.
—¿Cómo estás tan seguro de eso? — le preguntó Sakura incrédulo.
—Fácil. Si hubiera muerto habría aparecido en las noticias. Es el famosillo de la banda, así que si apareciera de pronto flotando sin vida en el río los medios lo publicarían. Así que podemos estar tranquilo
—Hm...— De verdad que a veces ese pelirosa además de sacarle de quicio le perturbaba. A Sakura se le hacía que Amemura no era tan inocente como intentaba aparentar ser. —¿Saben qué? Si ése idiota no está no encuentro chiste de seguir ensayando. Me largo.
—Espera, Sakura-kun, no importa si Kazutora no está, tú tienes que seguir practicando.— dijo Gojo
—¿Y por qué me explotas a mí?
—Porque Kazutora es un músico con experiencia así que un par de días sin ensayar no lo van a perjudicar. En cambio, tú, eres novato y te equivocas con frecuencia y puedes arruinarnos como banda, así que un día que no ensayes es fatal para todos nosotros. Eres nuestra desgracia si no te adiestras.
—Pues dile a alguno de tus amigos viejos que me reemplace por hoy. No pienso quedarme aquí como si nada mientras todos ustedes actúan tan normales. Nos vemos.

Sakura agarró sus cosas y se fue dejando a los demás mirándolo en silencio hacia la dirección que se esfumó.

—¿Deberíamos preocuparnos por Sakura? — preguntó Hua Chen un poco intranquilo, aún sin inmutarse mucho.
—Si le pasa algo lo sabremos en los noticieros. — le respondió Amemura.
—No creo… A Sakura nadie lo conoce. No es famoso como Kazutora.
—No es famoso, pero es un delincuente. Si lo matan aparecerá en los noticieros algo como “rufián con extraño cabello muere a balazos por provocar conflicto” y sabremos que es él.



Sakura todavía estaba enojado con sus compañeros de banda. Le parecía insólito que mostraran tanta indiferencia con la desaparición de un miembro de la banda. No es como si Kazutora le importara en lo más mínimo, pero el comportamiento despreocupado de ellos le parecía insoportable y dejaba mucho que desear. Una curiosidad le invadió, ¿los idiotas de la banda sin nombre eran así de despreocupados entre ellos? a Sakura le daba la impresión de que entre ellos eran muy unidos y empáticos pese a que tenían sus caracteres.

Caminó por casi dos horas para despejarse. Llegó al distrito por donde vivía y no tardó en entrar en un bar abandonado que usaba como refugio.

Se echó en el suelo quedando sentado sobre una caja de metal, abrió su mochila y sacó una lata de cerveza que le robó a Gojo y la bebió mientras seguía revisando las redes sociales.

Todavía ni rastros de Kazutora. El sujeto no era ni su amigo, pero quizá Sakura no tenía nada mejor que hacer que investigar su desaparición.

Tal vez eso pasaba porque hace tiempo no se encontraba con su amigo Hayato Suou así que le quedaba mucho tiempo libre para perderlo en idioteces.
¿Qué estaría haciendo Suou en estos momentos?

Justo en ese momento, como si lo hubiera llamado con la mente, un mensaje en el chat de Instagram precisamente de Suou le paralizó el tiempo.

“Hola, veo que estás en línea más de lo normal y ni un saludo por aquí”

Lo había pillado.
La verdad, es que estaba evitando a Suou desde que…

“Hola… ¿Todavía estás con los lunáticos?”
“Jaja, algo así… Después de que la cuenta de Mikey le pusiera like a mi video donde salgo cantando Niji, uno de sus agentes me invitó a conocer Lost Heaven en persona. Mikey me preguntó si quería participar en el ensayo y creo que le caí bien porque me invitó para una segunda ocasión.”


Precisamente por ese detalle estaba evitando a Suou. Si Kazutora se enteraba que cualquiera de MoonLight tenía relación con su ex banda, se lo tomaba a personal.

De verdad que le importaba poco Kazutora, pero soportar su mal genio por algo tan estúpido era como una patada en el culo. Por este motivo, Sakura evitaba a toda costa que Kazutora se enterara de que era amigo de Suou quien pasaba tiempo con Lost Heaven.

“Escuché que esa gente es antipática.”
“No sé quién te haya dicho eso, pero no es así. Son muy amables conmigo y con el chico que es el nuevo guitarrista de la banda.”


Habían reemplazado a Kazutora. Quizá a Kazutora no le importaba que lo reemplazaran a él, pero si se enteraba que alguien ocupaba el lugar del vocalista seguro estallaría. 

“¿Qué me cuentas de tu vida? ¿Cómo va todo con MoonLight?”
“Bien… Tenemos una presentación dentro de pronto y nos toca ensayar. Es difícil soportar a esta gente, pero todos se esfuerzan”
“Qué bien! Estaré atento para asistir y verte.”
“Ni de joda… No te voy a decir la fecha ni el lugar”
“Que tierno”


Sakura dejo en visto el resto de mensajes que Suou le envió. Quedó pensativo, hace tiempo que no veía al pelicastaño y parecía estar feliz de su nueva progreso musical pero no dejaba de preocuparle que algo le pasara a Suou en Lost Heaven. Sakura en secreto fue muy fanático de esa banda, creció con sus canciones y acudió cuando pudo a alguno de sus conciertos, por eso mismo tal vez sentía algo de "familiaridad" con Kazutora siendo que ni se dirigían la palabra pero al ser Sakura seguidor de la banda Lost Heaven donde Kazutora fue guitarrista, escuchar sus canciones y seguir sus conciertos, le daba la sensación que "lo conocía"

Por eso mismo le preocupaba que Suou frecuentara a la gente de Lost Heaven y que estos tuvieran interés en el pelicastaño. Alguien tan dañado como Kazutora debía tener su explicación en lo que vivió en esa banda y temía que a Suou le pasara lo mismo que a Kazutora, que a Inui o incluso peor... Que a Baji Keisuke.
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HiMEverse / Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Last post by Cho on February 15, 2025, 02:07:25 PM »

Hello gals <3

Para cualquier duda y/o consulta las invito a postear en el foro de planeación.

Sin más preámbulos~

*top 4*

*conteo*

Sayi :: 0 palabras
Nite :: 0 palabras
Cho :: 8284 palabras
Kana :: 732 palabras
Eureka :: 0 palabras
Puri :: 0 palabras
Mimi Tachikawa :: 0 palabras
Mery :: 0 palabras
Apple :: 0 palabras
Miyu :: 924 palabras


Now, let's carry on with those big HiME dreams...
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Listas y Probaciones / Re: New Probation Time!
« Last post by Cho on February 15, 2025, 01:54:02 PM »
Este es el conteo total del mes de Enero 2025

*header*

Quote
Sayi :: 0 palabras
Kora :: 850 palabras
Cho :: 8284 palabras
Kana :: 732 palabras
Eureka :: 2991 palabras
Puri :: 0 palabras
Mimi Tachikawa :: 0 palabras
Neko :: 1007 palabras
Airin :: 873 palabras
Apple :: 0 palabras
Miyu :: 9983 palabras



Main Projects

A continuación el conteo para los proyectos principales:


MMORPG: Neverland
C  O  N  T  E  O

República de las Naciones Unidas
C  O  N  T  E  O

One-Shot Project
C  O  N  T  E  O
Kora :: 0 palabras
Neko :: 1007 palabras
Airin :: 0 palabras
Shruikan :: 0 palabras
Eureka :: 0 palabras
Puri :: 0 palabras
Mimi Tachikawa :: 0 palabras
Mery :: 0 palabras
Apple :: 0 palabras
Sayi :: 0 palabras
Nite :: 0 palabras
Cho :: 0 palabras
Kana :: 0 palabras
Eureka :: 0 palabras
Puri :: 0 palabras
Mery :: 0 palabras
Neko :: 0 palabras
Apple :: 0 palabras



Side Projects

Y ahora el conteo para los proyectos secundarios~


HiMEverse
C  O  N  T  E  O

Downtown District
C  O  N  T  E  O

Seeds in the Garden
C  O  N  T  E  O
Sayi :: 0 palabras
Nite :: 0 palabras
Cho :: 8284 palabras
Kana :: 732 palabras
Eureka :: 0 palabras
Puri :: 0 palabras
Mimi Tachikawa :: 0 palabras
Mery :: 0 palabras
Apple :: 0 palabras
Miyu :: 924 palabras
Sayi :: 0 palabras
Kora :: 0 palabras
Nite :: 0 palabras
Cho :: 0 palabras
Kana :: 0 palabras
Eureka :: 0 palabras
Puri :: 0 palabras
Mimi Tachikawa :: 0 palabras
Apple :: 0 palabras
Miyu :: 0 palabras
Kora :: 850 palabras
Neko :: 0 palabras
Airin :: 873 palabras
Shruikan :: 0 palabras

Moonlight Garden
C  O  N  T  E  O

Patio de Juegos
C  O  N  T  E  O

Actividades
C  O  N  T  E  O
Eureka :: 2991 palabras
Miyu :: 9059 palabras



Las palabras se agregarán a su contador y podrán ser usadas en el tema de canje de palabras.



Debido a motivos personales, Mimi pidió ausencia para el mes de enero.



Happy writing~
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Listas y Probaciones / Re: New Probation Time!
« Last post by Cho on January 31, 2025, 11:44:02 PM »

Probaciones pronto. Siento mucho la demora.
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Patio de Juegos / Re: Blue Bookmark ❤
« Last post by Eureka on January 31, 2025, 06:00:27 PM »
Te amo Arashi Narukami

❤ OC/Naru + Knights [Future!AU] || 1/? (WIP)




La única expectativa que tenía para sus 35 años era, al menos, tener pareja.

Nunca habría imaginado que se casaría incluso antes de llegar a ese “límite”. ¿Y con su idol favorita? ¡Sonaba como un sueño que nunca llegaría a hacerse realidad!

Pero había cumplido más sueños de los que habría podido imaginar. No solo tenía su propia academia de baile, sino que ahora era un coreógrafo oficial de las prestigiosas agencias New Dimension y Cosmic Production. Cuando comenzó a guiar a Crazy:B 8 años atrás, nunca imaginó que llegaría tan lejos.

Sí, su vida no era perfecta del todo. Deseaba poder ver a su esposa más a menudo, quería un carro que no se cayera a pedazos y soñaba con tener un departamento propio. Al menos dos de aquellas tres cosas no podían concretarse del todo por culpa del trabajo de Ari, ya que aún no decidían si seguirían viviendo en Japón o no. Se notaba que le encantaba la idea de radicar en Europa como modelo durante los descansos de su unit… y Atsushi no podía decirle que no.

Aun así, era difícil pensar en tener que despedirse de Tokyo. Su trabajo era un contra muy grande. Pero, sin duda, lo más importante era que aquella ciudad lo había visto crecer y aquí se encontraban sus amistades más entrañables. Era cierto que a esa edad era imposible verlos con la frecuencia de antes, pero Hotaru, Gakuto, Daisuke y Kazuma seguían siendo igual de importantes en su vida. Además, los chicos de la academia se habían ganado su corazón. Algunos más que otros, pero sí…

Atsushi soltó una risa en medio de su caminata matutina con su perro. Saludó a un par de vecinos en el trayecto de regreso al departamento y, al llegar a su piso, sonrió de lado al divisar a lo lejos a Hotaru, quien también llegaba a su casa (de Dios sabe dónde).

“Oye, ¿tienes que trabajar?”
“No.” Hotaru sonrió. “Osea, sí. Pero me chupa tres hectáreas de ver…”
“Sí, sí.” Atsushi suspiró mientras se le acercaba. “Es que… tengo un problema.”
“¿Qué le hiciste a tu esposa?”
“¡No le hice nada!” Atsushi bufó, exasperado. Se habría quedado un poco irritado ante esa acusación de no ser porque su Golden saltó a darle besos en la cara a su mejor amigo. “¡No proyectes tus tonterías en mí!”
“Oye,” Hotaru le dio un par de mimos al perro, sonriendo. “Gaku-chan nunca se ha quejado de mí.”
“…”
“Bueno, tal vez un par de veces. ¡Pero ya no tanto!”
“Ja, claro que sí.” Atsushi colocó la clave de su departamento y se giró hacia su amigo. “¿Qué dices? ¿Te invitó un café a cambio de que me escuches?”
“…Tienes secuestrado a mi novio en tu academia, así que no tengo muchos planes.”
“Está TRABAJANDO”
“¡Secuestro!”
“…” Atsushi puso los ojos en blanco. “¿Café o no?”
“Y tostaditas~”
“…Lo que sea.”





“Mm…” Hotaru se llevó la taza de café a los labios y, luego de un sorbo ruidoso, un sonido de aprobación y una sonrisa satisfecha, volvió a juzgarlo. “Entonces, no sabes cómo decirle que no te quieres mudar.”
“Ajá.”
“¿Pero no llevan casados un año? Sin mencionar los 4 o 5 años de relación. Uno creería que ya tendrías la confianza suficiente como para hablar de estas cosas con ella.”
“Es que… no sé, no hay problema si se trata de ponernos de acuerdo sobre el nuevo set de vajilla. O si vamos a ir al mismo restaurante del aniversario de nuestra relación para celebrar el aniversario de la boda. Esto es mucho más serio. Entiendo que le haría feliz porque podría desarrollar una carrera más fructífera como modelo en Europa y estaría a un paso de Leo e Izumi. Pero… no sé. También dejaría a varios de sus amigos aquí.”
“Y tú no tienes amigos en Europa… ah, bueno, tu primo.”
“Sí, y Koji. Pero dejaría de verlos a ustedes… y no sé si podría continuar con mi trabajo como coreógrafo allá.”
“Claro, claro.” Hotaru asintió. “Y te lo pidió de forma directa, ¿no?”
“Bueno, lo ha dado a entender un par de veces. La última vez que pude acompañarla en una de sus giras por Europa, dijo que le encantaría vivir en Milán.”
“Tal vez es solo un comentario y ya. Como cuando vas al hipermercado y pasas por la florería y ves una suculenta que podría ir en tu estante pero tu gata siempre bota las maceta sin cuidado y tu novio siempre se queja del desastre.”
“Estoy del lado de Gakuto.”
“¡Pero una raya más al tigre no haría daño! Ah, creo que el dicho no era así. Bueno, me entiendes.”
“¿Eso que tiene que ver con mudarse a Milán?”
“Que son cosas que uno piensa para el futuro, pero no sabe si podrá concretarlas por A o B motivos.”
“Sé que te comprarás la suculenta de todas formas.”
“Sí.” Hotaru sonrió. “La pondré en el borde de la ventana de mi cuarto. Espero que la Neko no se suba ahí.”
“Yo lo dudo, pero eso será un problema para Gakuto del futuro.”
“Así es.”
“¡EN FIN!” Atsushi suspiró. “No estoy sintiendo que seas de mucha ayuda.”
“Yo vine por el café y las tostaditas. Y el chisme, supongo. Pero te daré un consejo: dile la verdad.”
“…Eso es lo que cualquier persona me diría, Hotaru.”
“No es lo mismo. Es especial solo porque lo dijo Hocchan Kobayashi.”
“Uuuugh…” Atsushi sentía los inicios de una migraña. “Aunque… no sé. Tal vez tienes razón.”
“Siempre tengo razón, pero continúa.”
“Es que debo ser sincero. No me queda de otra. Sería tonto que actúe sin primero confirmar que esa es su intención. Tal vez, incluso, podríamos llegar a un acuerdo. Como que nos mudaríamos más adelante, o viviríamos parte del año en un lado y la otra parte, en el otro.”
“Iba a decir que eras muy idealista hasta que recordé el sueldo que se maneja Naru-chan.”
“Gracias por decirme pobre.” Atsushi rio.
“Bueno, no ganas mal. Pero ella gana mejor que tú.”
“Lo sé.” Atsushi suspiró. “A mí solo me da pena porque me gustaría comprarle esos caprichos que tanto quiere, pero se salen de mi presupuesto. Además, yo soy el que se encarga de nuestros gastos y no podemos pagar—”
“No entiendo.” Hotaru arqueó una ceja a la vez que lo interrumpía. “¿Estás pagando todo?”
“Sí. Pero me refería a hacer las cuent—”
“Guau, esa mujer te tiene como un pisado. Pero siempre has sido así, no me sorprende.” Hotaru rio. “En fin. Antes de que empieces a quejarte de la economía, te lo repetiré: tienes que hablar con ella. Resígnate. No vas a poder adivinar qué pasa por su mente. Es mejor que lo conversen antes de que las cosas empeoren.”
“¿En serio?”
“Duh.”

Atsushi observó la poca cantidad de té que quedaba en su taza mientras admitía en silencio que su amigo tenía razón.

Era mejor tomar al toro por las astas.

Luego de suspirar, se propuso que sacaría el tema cuando Ari regresara de Europa.

No le quedaba otra opción.





No sabía si había sido por su falta de acción o por su torpeza… pero las cosas SÍ empeoraron.

Su esposa regresó un poco distante del viaje. Si bien era común que salieran a cenar el mismo día que llegaba su vuelo, esa noche, Arashi le dijo que no podría porque se sentía mal. Atsushi no dudaba que el jet lag era siempre un problema —él lo había vivido en varias ocasiones—, pero el mal presentimiento que surcaba por su mente no lo dejó en paz del todo.

Ante ello, resolvió que lo mejor sería preparar algo para la cena, y cocinó el plato favorito de su esposa: un karaage de pollo con ensalada fresca. Arashi se emocionó y comió muy feliz, pero volvió a mostrarse un poco distante antes de dormir.

“Lo siento, supongo que estoy muy cansada.”
“No te preocupes, amor.” Atsushi le sonrió y le dio un beso en la frente. “Ya hablamos mejor mañana.”
“Gracias, guapo.” Arashi le sonrió. “Descansa.”
“Tú también.”

Y la abrazó, atrayéndola a su pecho para que durmiera cómoda como siempre.

Pero su actitud permaneció de esa forma a lo largo de las semanas. No se veían mucho por temas de trabajo, pero Atsushi sabía que algo la estaba preocupando y por eso se había aislado un poco. Por más de que llevaban más de cinco años de relación, la chica aún tenía el mismo hábito de cerrarse en sí misma ante un problema.

Aun así, Atsushi nunca la presionaba a contarle las cosas. No había motivo para hacerlo: confiaba en que ella se acercaría a él por su cuenta en el debido momento.

Era solo que su ansiedad se elevaba a niveles nunca antes vistos y se moría en vida cada vez que interactuaba con ella. Ya no sentía que Arashi lo hacía para herirlo o con la intención de separarse de él, pero el sentimiento aún persistía… al menos hasta cierto punto.

Se sintió terrible al notar el alivio que lo invadió cuando su esposa tuvo que volver a viajar por un trabajo de Knights. A este paso, iba a morirse: ya sea de la ansiedad, de la culpa o de la distancia física y emocional que se había formado entre ambos.





“Cárgala un segundo.”

Eso fue lo único que le dijo Izumi antes de entregarle a su hija en los brazos.

Tsukasa quería llorar. Sus primos habían tenido hijos en los últimos años y sabía cómo cargar a una niña… o eso creía. Pero la presión de cometer un error o dar un paso en falso y que la niña de los Tsukinaga-Sena saliera volando por los aires era demasiado para su salud mental.

Tsukasa frunció un poco el ceño al ver que uno de los papás de la chiquita estaba tirado en el piso componiendo una melodía como siempre. El otro se retocaba el maquillaje sin prestarle atención al resto, pero sabía que no la dejaría pisar el suelo ni bien terminara lo que hacía. ¡La frescura de ese par era increíble! ¿Cómo podían tener actitudes opuestas con su propia hija? A este paso, la niña terminaría Dios sabe dónde con un par de papás tan excéntricos.

La pequeña era preciosa. Pese a ser adoptada, contaba con el mismo color de cabello de Izumi y los ojos verdes de Leo. Se parecía a aquella gata de Yumenosaki, Lil John, que había sido parte de la historia de amor de sus senpais. Sin duda, era una coincidencia curiosa y muy tierna.

Al sentarse en el sofá al medio de sus otros dos amigos, Tsukasa sintió que se le hizo más fácil agarrar a la niña. A su lado, Ritsu soltó una leve risita y Arashi se le unió en un segundo.

“¡Papi!” Dijo la chiquilla, al cruzar miradas con Izumi y ver la sonrisa deslumbrante en su rostro.
“Quédate quieta, mi amor. Ahorita te vuelvo a cargar. Papi está arreglándose.”
“¿Qué opinas, Ritsu-chan? ¿No crees que Tsukasa-chan será un excelente papá?” Le preguntó Arashi, curiosa.
“Sí, Suu-chan será el mejor.” Ritsu le sonrió.
“A-Ah, eh…” Tsukasa no sabía dónde meterse. ¡Qué vergüenza!
“¡Wahahaha!” La risotada de Leo retumbó por todo el camerino. “¡Hablan como si la chiqui no hubiera estado a punto de caérsele cuando Sena se la dio!”
“Oye, yo me sigo preguntando por qué lo llamas así si ya se casaron y tomó tu apellido…”
“¡Sena es Sena!” Anunció el pelirrojo, mientras se paraba. “Sería raro llamarlo Izumi.”
“Sí.” Izumi sintió escalofríos. “Yo concuerdo con él.”
“Pero ¿dónde quedó el amor?” Se quejó Arashi. “¿No se llaman “cariño”, “mi vida”, étc.?”
“Sena tiene determinados tonos a la hora de decirme imbécil, idiota, étc. Por ejemplo, en la cama—”

En menos de un segundo, Izumi atravesó el cuarto para patear a su esposo en las pantorrillas y así evitar que terminara la frase peligrosa que acababa de comenzar.

“¡Cállate, idiooota!” Fue recién en ese instante que guardó sus polvos compactos. “¡No digas tonterías!”
“¿Ven? ¡Ese es un tonito especial! ¡Indica que le da vergüenza lo que acabo de decir!”
“¡CLAAARO QUE NO!” Izumi se inclinó hacia Tsukasa. “Dámela, por favor.”
“Ah, sí.” El líder le entregó a su hija con una sonrisa.
“¡Papiii!” La niña gritó feliz al estar de nuevo en sus brazos. “¡El tío está suave!”
“¿Te gustó pasar tiempo de calidad con tu tío Tsukasa?”
“¡Chi!”
“Me alegro, linda.”
“Senaaa, ¡dame a la chiqui! ¡Es mi turno!” Leo se manifestó a su lado de un momento a otro.
“¡No es tu turno, imbécil! ¡Es tu hija! ¡Siempre debes estar pendiente de ella!”
“¡Y lo estoy! ¡Tanto que sólo verla me inspira! ¡Aaah, ahí viene! ¡La inspiración se desborda! ¡Tengo que volver a componer!”
“¡Babbo!”
“¡Ese soy yo!”
“¡Un plumón!”
“¡Y eso es lo que tengo en mi mano!”
“¡Jajaja!”
“¡Jajaja!”

Ante la escena, Arashi soltó un par de risitas.

“Son como dos gotas de agua,” dijo Arashi, observando las ocurrencias de sus amigos.
“Sí. Es obvio que Secchan hace bilis cada vez que lo nota. De seguro esperaba que su hija saliera como él.”
“Y salió como el Babbo,” comentó Tsukasa, sonriendo. “Pero me alegra que sean felices. Y… que no se haya filtrado nada de Luna-chan.”
“Tenemos que tener mucho cuidado,” indicó Ritsu.
“Sí, no hay que confiarnos solo porque Anzu-san nos está ayudando,” comentó Tsukasa.
“Hablando de ella… ¿No debería haber venido también? Trickstar es una de las units que se presentará en el festival.”
“Me dijo que ya llegaban,” comentó Izumi, haciendo un esfuerzo sobrehumano por ignorar cómo su hija le jalaba el pelo. “Supongo que viene con Yuu-kun y el resto.”
“Ah, genial~” canturreó Ritsu. “Hace meses que no veo a Maa-kun~”
“El tiempo se pasa volando, ¿no? Recuerdo cuando nos veíamos todos los días en el colegio o en ES…” dijo Arashi.
“Ya son como 10 o más años de eso.” Afirmó Tsukasa.

Izumi tenía la intención de comentar al respecto, pero la puerta interrumpió sus pensamientos al abrirse y mostrar a las personas en cuestión. Anzu y Trickstar ingresaron al camerino con sonrisas y saludos, cerrando la puerta detrás de ellos. Luna se emocionó ante la variedad de personas en frente de ella, y le sonrió a todos con mucha alegría.

“Hola, disculpen la tardanza,” dijo Anzu.
“Lamentamos invadir su camerino.”
“¡Es una visita, Hokke! ¡Una visita!” Corrigió Subaru. “¡Hola, Knights! ¡Hola, pequeña princesa!”
“¡Holaaa!” Luna le ondeó la mano.
“Ah, qué linda es tu hija, Izumi-san.” Le dijo Makoto, acercándose a los tres.
“Gracias, Yuu-kun.” Izumi le sonrió. “Puedes cargarla, si gustas.”
“¡Yupi!” Luna no demoró en expresar su alegría.
“Ah, claro.” Makoto sonrió y la recibió feliz cuando Izumi se la entregó. “Se ve muy refinada como tú.”
“Y también muy engreída como él~” jodió Ritsu.
“¡¿Perdóóón?!”
“Hola, Maa-kun~” Ritsu optó por ignorar a Izumi. “Parece que te has olvidado de tu mejor amigo.”
“¡Lo siento! ¡El trabajo me tiene demasiado ocupado!”
“Alguien dígale que deje de llenarse de más, por favor,” se quejó Hokuto.
“Sí. Ni yo soy tan workaholic,” dijo Anzu.
“Un gusto volver a verlos, Trickstar.” Los saludó Tsukasa, formal y educado como siempre.
“¡Qué lindo, Cathy! ¡Gracias!”
“Ay, Akehoshi-san, ya te he dicho que me averguenza que me llames aún por ese apodo…”
“¡Pero te queda genial!”
“¡Y ya no tengo 15 años!”

En medio del alboroto y la cacofonía de voces felices por volver a encontrarse, Anzu encontró un asiento libre al lado de Arashi y se sentó con su amiga. Hacía un tiempo que no se veían. Al menos dos semanas, si mal no estaba. Mao tenía razón: el trabajo hacía imposible que vuelvan a coincidir como en los viejos tiempos. Además, muchos de ellos habían dejado de vivir en ES, como era el caso de Arashi, que se había mudado a vivir con su esposo.

“Ya decía yo, Anzu-chan~ Pensaba que Mao-chan no era el único que se había olvidado de su mejor amigo.”
“¡Lo sientooo!” Anzu junto sus palmas en un intento de súplica por piedad. “Ya no debería ofrecerme a apoyarlos a todos, pero no puedo evitarlo. Los quiero mucho y aún sigo muy pendiente de ellos.”
“Pero querida, Trickstar ES la unit que produces. No importa si te da pena Mama, o Alkaloid, o incluso nosotros. ¡Sí, te agradecemos mucho lo que estás haciendo! Igual, eso no quita que debes priorizarte a ti y priorizarlos a ellos.”
“¡Lo sé!” Anzu suspiró. “Es que me cuesta dejar esos hábitos atrás.”
“Bueno, no te culpo. Yo también haría lo imposible por mis amigos. Aunque… dime que te pagan, por favor.”
“No, claro que sí.” La castaña le sonrió. “Cuentas claras, amistades largas.”
“Creo que ese dicho no aplica en esta ocasión, jeje.” Arashi soltó un par de risitas. “¿Cómo has estado? ¿Qué tal las cosas con el galán?”
“Ah, ¿Subaru?” El sonrojo que afloró en sus mejillas no sorprendió a Arashi en absoluto. “Bien, bien. Estamos… pensando… en…”
“¿Comprometerse?”
“…” Anzu asintió, avergonzada. “…Sí.”
“¡Ay, qué emoción! Me avisas, por favor. ¡Yo encantada de ayudarte con lo que desees! Ah, y de recomendarte el servicio de catering y otras cosas. Algunos proveedores nos fallaron, pero en su gran mayoría, todo salió bien.”
“Hablando de eso, ¿cómo está Atsushi-san?”
“…” Arashi se forzó a fingir que todo estaba bien entre ellos, aun a pesar de saber que ella era el problema. “Bien, aunque no nos vemos mucho por trabajo. Antes solíamos coincidir más en New Dimension.”
“Mm…” Para su mala suerte, Anzu la conocía muy bien. “¿Estás segura? Siento que hay algo más ahí. No hay problema, no tienes que contarme.”
“La verdad… Sí me gustaría conversarlo contigo.”
“¿Eh?” La productora y mánager ladeó la cabeza, confundida. “¿En serio? Pensé que fingirías que estaba todo bien entre ustedes.”
“Es que puede que… tú me entiendas.” Arashi se veía muy apenada.

Su expresión deprimida le partió el corazón.

“Después de todo, eres una mujer como yo.”

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SeeDs in the Garden / Re: SeeDs in the Garden – revival
« Last post by Kora on January 31, 2025, 02:56:13 PM »
Había pasado horas persiguiendo el rastro de energía, atravesando la nieve y esquivando árboles sin descansar de su galope, necesitando nada más que su sola presencia para ahuyentar cualquier criatura que quisiera detenerlo. Para Isley, era más práctico hacer viajes largos en su forma abisal – oscura y siniestra, y sin embargo, aún después de siglos, nunca se había sentido menos persona que en su forma humana.

¿Qué era aquello que se había adentrado en el muro? Isley lo había sentido como una explosión, aún si nada a su alrededor se había movido. Una energía que le era desconocida, y al mismo tiempo, extrañamente familiar. Familiar de la misma manera en que alguien podía ser un espíritu afín, alguien que podía parecer un humano, pero nunca pertenecería a su mundo.

Alguien como ellos.

/Nosotros/.

La noche empezaba a caer, tiñendo la nieve de púrpura y naranja. Estaba cerca, podía sentirlo. Sentirle a aquel delicado desconocido. Tras tanto tiempo siguiendo su energía, Isley se había vuelto familiar con ella. Era frágil, inocente, pura. Aquella criatura, fuera quien fuera, no era capaz de hacer ningún daño, a pesar de que se lo habían hecho, y por ello, Isley sabía que debía darse prisa.

Nada que no supiera cómo defenderse podría sobrevivir por mucho tiempo detrás del muro.

Cuando por fin supo que estaba cerca, cambió a su forma humana. No era tan ágil y fuerte como en su forma abisal, pero tampoco tenía problema para subir por la montaña.

Encontró primero dos cuerpos humanos – por sus ropas, dedujo que provenían de los poblados cerca del muro. Isley sacudió la cabeza, en compasión por ellos. Nada en lo poco que quedaba de su aura indicaba agresión o violencia en sus últimos momentos, habiendo muerto instantáneamente.

Después, había otros dos cuerpos, pero a diferencia de los anteriores, estaban vivos y aunque lo parecieran, no eran humanos, no del todo.

Una de ellas era la fuente de energía, e Isley inmediatamente se acercó a ella, ignorando a la otra – había algo oscuro en su aura, aunque no fuera una amenaza para él. Su cuerpo pequeño estaba medio enterrado por la nieve, con el cabello rubio verdoso pegándose a su carita, y cuando Isley se lo apartó, vio que tenía una leve marca rojiza en su frente. Era una banda que se extendía a los lados, como si hubiera llevado una tiara durante demasiado tiempo.

Isley suspiró con alivio al sentir su aliento tenue contra la yema de sus dedos. Estaba viva, pero inconsciente. Con cuidado, deslizó los brazos bajo su cuerpo frágil y la levantó, sacudiendo los copos de nieve que se aferraban a su ropa. Aun con la escasa luz del crepúsculo, podía ver la palidez de su piel y el ligero temblor de sus labios. No sobreviviría mucho más tiempo en la intemperie.

La otra criatura se empezó a mover detrás de él, probablemente despertada por la energía que él mismo desprendía.

-No… la toques…

Era una mujer, o al menos, algo que se parecía mucho a una. Incluso antes de girarse a mirarla ya sabía que era diferente a la joven en sus brazos. Su energía tenía bordes ásperos, un filo que hablaba de violencia incontrolable, de supervivencia en los rincones más oscuros del mundo.

La mujer se incorporó, desenterrando medio cuerpo de la nieve. Su cabello, negro y corto, se pegaba a sus mejillas. Sus ropas no eran apropiadas para el frío, pero no parecía estar afectado por éste, y en sus ojos refulgía algo antiguo, algo que Isley reconocía en sí mismo. Algo que detestaba.

-¿Es tu sangre?

-¡Ja! -la mujer rió, su voz ronca y rota, pero aún con energía para escupir.- No me insultes. No tengo nada que ver con ese pequeño monstruo…

Isley entrecerró los ojos ante el insulto, sosteniendo con firmeza el cuerpo frágil en sus brazos.

-No… no es de mi sangre. -la mujer continuó, poniéndose en pie con dificultad.- Esa cosa que tienes en brazos le pertenece a mi jefe.

Aunque débil, la energía de la mujer era inestable, densa como una tormenta contenida, y su mirada ardía con advertencia. Una sonrisa afilada se dibujó en sus labios, un último aviso justo antes de chasquear la lengua y lanzarse hacia él. Su velocidad era brutal, apenas un destello en la penumbra, y sus dedos se curvaron como garras buscando su cuello – quizás si no hubiera estado tan débil hubiera tenido alguna oportunidad.

Isley apenas inclinó la cabeza hacia un lado para esquivar el primer ataque. La mano de la mujer pasó a milímetros de su garganta, el aire vibrando con la fuerza de su golpe fallido. Sin detenerse, giró sobre su eje y le lanzó una patada a la altura de las costillas. El impacto resonó con un crujido sordo. La mujer salió despedida unos metros y rodó por la nieve, pero se incorporó de inmediato, escupiendo sangre y sonriendo con una mezcla de furia y diversión.

-No sólo eres guapo, también eres rápido y fuerte… -murmuró, limpiándose la boca con el dorso de la mano.- Eres mi tipo. Vamos, precioso, ven a por mí.
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HiMEverse / Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Last post by Miyu on January 31, 2025, 06:04:56 AM »
Me woa mimir, un día lo corrijo  :'(

09 #
La reunión para cenar en “Miguel y Juani” había concluido, la mayoría de la “Nobleza de Rias”  -como le dicen al grupo de la pelirroja- ya se había marchado, incluyéndola.
Akeno, Tobio y Gen estaban caminando por las calles de Tokyo, siguiendo las indicaciones de Google Maps; la única chica del grupo quería hablar con ambos, necesitaba hacer catarsis de todo lo ocurrido con Koneko y para eso necesitaba a ambos.
—… —ella iba atrás de los dos chicos, mirando hacia sus zapatos de tacón, que resonaban en la acera.
—La fuerza de Toujou se incrementó notablemente, el único problema es que no sirve para atacar —parloteaba Narumi, totalmente inmerso en la charla de las habilidades que había obtenido la HiME.
—¿Entonces? —Tobio miró por sobre su hombro a su prima, preocupado por lo que ella se encontrara pensando.
—No lo sé —negó con la cabeza—. En los mobas hay personajes que son tanks y sirven para ser escudos o atraer todo el daño. El problema es que no sabemos si el daño que hizo “Gabimaru Uzui” fue absorbido por Koneko o no.
—¿Qué sabes de las HiME? ¿Hay muchas? —sus pupilas seguían desviándose a Akeno, una y otra vez, preocupado por ella.
—Nada nuevo. Se lo mismo que tú, Tobi —cerró sus ojos y suspiró, en parte podía entender los sentimientos del contrario, más cuándo miraba con preocupación a la mujer.
—Estoy realmente confundido —el pelinegro detuvo su paso—. Azazel, Roxana, Qian Jin y quién sabe cuántos más estén involucrados y nosotros sin saber qué hacer o como ayudar.
—Si Himejima se convierte en una HiME, lo más probable es que seas su Key —Narumi no se detuvo, se adelantó lo suficiente para darle espacio a los primos.

La noche sobre ellos se extendía, el frío de la costa se hacía sentir y con una ventisca que hizo que los cabellos de Akeno se movieran, Tobio se quitó la chaqueta y se la colocó sobre los hombros.

—Tienes que cuidarte —susurró él, con las mejillas un poco coloradas.
—Gracias, Tobio —murmuró ella, oliendo un poco la prenda y definitivamente olía al hombre que tanto la había cautivado.

Akeno sintió un ligero escalofrío recorrer su espalda, no solo por el frío de la noche, sino por la cercanía de Tobio. Su presencia siempre había sido reconfortante, pero en ese momento, con todo lo que estaba pasando, se sentía aún más cómoda con él, más segura. Apretó la chaqueta que él le había colocado sobre los hombros, sintiendo el calor residual de su cuerpo y el aroma que la envolvía una vez más.

—¿Estás bien? —preguntó Tobio, frente a ella, mirándola directamente a los ojos. Su voz era suave, pero cargada de preocupación.

Akeno asintió, aunque no estaba segura de si era completamente cierto—. Sí, solo estoy pensando en todo lo que ha pasado. Koneko, las HiME, todo esto… es mucho para procesar.
—Lo sé —afirmó, colocando una mano sobre su hombro—. Pero no estás sola en esto. Estamos aquí para ayudarte, ¿recuerdas?

Ella sonrió levemente, agradecida por sus palabras. Tobio siempre había sido así, alguien en quien podía confiar, alguien que la hacía sentir segura. Que él fuera ser su Key la hizo pensar que también lo podría en peligro… después de todo, en su corazón solo estaba su primo.

—Gracias, Tobio —susurró, bajando la mirada por un momento antes de volver a encontrarse con sus ojos—. Realmente no sé qué haría sin ti. Desde que nos volvimos a ver y nos hicimos cercanos…

Sus labios se curvaron en una sonrisa que iluminó el rostro de Tobio, incluso en la oscuridad de la noche.

—Los dos nos sentimos igual, Akeno.

Ambos sostuvieron la mirada en el otro, permaneciendo en silencio por un momento, no necesitaban hablar porque los dos sabían que compartían un amor prohibido que los besos apasionados que se habían dado… no estaban permitidos y ninguno quería ponerle nombre a eso que sentían.

Narumi, que había estado caminando un poco más adelante, se detuvo y se volvió hacia ellos.

—¿Todo bien por ahí? —preguntó, levantando una ceja con curiosidad.
—Sí, todo bien —respondió el barman, aunque su mirada no se despegó de Akeno ni por un instante.
—Bueno, no quiero interrumpir, pero deberíamos seguir. No es buena idea quedarnos en la calle tan tarde, especialmente con todo lo que está pasando —suspiró el genio, contemplando el móvil entre sus manos, para pedir un GO.
—Tienes razón —respondió la chica, ajustándose la chaqueta y avanzando junto al primo—. Además, necesito hablar con ambos sobre algo importante.
—¿Algo importante? —cuestionó el mayor, mirándola con curiosidad.
—Sí —contestó ella, respirando profundamente antes de continuar—. Si acepto ser una HiME, ¿qué creen que pase? No quiero poner en peligro a Tobio, aún así quiero proteger a Koneko-chan, ella es una niña.
—Te apoyaré —espetó Tobio sin dudar—. Estamos aquí para lo que necesites. Estoy aquí para ti, no quiero que te metas en esa pelea entre Hanasaki y Rizembool, pero te apoyaré.
Gen asintió en acuerdo.
—Siempre puedes contar con nosotros, Himejima. Puedes estar segura que haremos todo lo que esté a nuestro alcance para ser de apoyo para ti y Toujou.

Ella sonrió, sintiendo un poco de alivio al saber que no estaba sola.

—Fu, fu~ —se rió ella—. Palabras muy dignas para un niño.
—¿Niño? —la mandíbula de Gen Narumi cayó y se acercó a ambos a paso presuroso—. Soy dos años mayor que tú y más alto. ¡Por eso las mujeres son tan insoportables! Olvidaré tu nombre, prima de Tobi.
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Reglas, Guías y whatnot / Re: Canje de palabras
« Last post by Cho on January 30, 2025, 07:39:27 PM »
De nada, yo feliz de ayudar. Ya están tus canjes, espero que disfrutes de tus nuevos espacios~
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HiMEverse / Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Last post by Kana on January 30, 2025, 06:50:44 PM »
—¿Piensas en serio seguir siendo Rebel?
—¿Por qué debería dejar de serlo?
—Porque es riesgoso… — Shikishima se apoya en el borde del mesón de la isla de la cocina, mirando con escrutinio a Akira quien se distraía viendo un programa de televisión.
—No puedo dejar de ser Rebel de un día para otro…
—Podrías explicarle a los encargados de Rebels que estas teniendo demasiado estrés con tu trabajo, con tus estudios y, como punto destacable, tu libertad condicional.Creo que podrán entender eso, sobre todo Adachi-sensei.
—¡Por supuesto! — Akira fingió una sonrisa —Ese desgraciado de Adachi va a ser de los primeros en apoyar que me retire como Rebel, ¿cómo no contar con él?
—Quizá seria lo mejor dar un paso al costado. Agradezco que te hayas unido a la formación Rebel para ayudarme, pero es demasiado riesgoso que continúes entre ellos siendo Rebel.
—Bajo esa misma lógica, ¿Por qué no renuncias tú como científico de Rizembool? Desde mi punto de vista, esss incluso mas riesgosa tu posición como científico que esta boicoteando internamente los experimentos de Rizembool. Si te descubren, seria muy peligroso.
—Yo no puedo salir asi como asi. Seria muy sospechoso. En cambio tú sí puedes usando la excusa de estar estresado. Me preocupa que seas Rebel. La primera y última vez que tuviste tu presentación como Rebel saliste lastimado. Si no es porque Jaeger intercedió quizá hubiera sido peor y eso que ni siquiera fue una presentación donde tuvieras que enfrentarte a una HiME.
—En mi defensa, fue por culpa de Jaeger que me expuse a ese riesgo. mas bien, por la impulsividad de Nakiri que se le ocurrió atacar a su HiME en frente de todos esos civiles. — Los dos jóvenes recuerdan brevemente cuando fueron llamados por encargados Rebel para poder manipular la mente de los testigos en el caso de Akira y de la tecnología como cámaras en el caso de Minato. Akira se había sobre exigido tanto que perdió la conciencia debido a lo que significa tener poderes telequinesicos y no saber manipularlos bien.
—Pero ni Jaeger ni Nakiri perdieron el conocimiento como tú.

Akira entrecerro los ojos mirando con desgano a Ritsu y luego prefirió volver a prestar atención al programa de la televisión. En un comienzo se alisto como Rebel porque queria ayudar a Ritsu en su determinación de interferir por los Rebels para que no se sometieran a experimentos abusivos de los científicos, pero, en la actualidad no podía negar que todo el poder que obtenía siendo Rebel termino por seducirlo. Era incluso mas poderoso que él siendo “Phantom”

—Te propongo algo. Yo dejo de ser Rebel si tu dejas de ser científico.
—No puedo… Es el modo de que puedo ayudar a los demás internamente. Y si me retiro será sospechoso y perderé mi beca y estudios.
—Bueno. Entonces seguiré siendo Rebel mientras seas científico.
—Que complicada pones las cosas, Akira.— suspiró. Justo en ese momento tocaron el timbre de la casa. —¿Quién será a esta hora? Son casi las nueve de la noche.

Ritsu fue hasta la puerta de la casa y la abrió, quedándose sorprendido de ver a un par de hombres cuyos rostros se le hicieron conocidos de Rizembool. Por un momento temió que hayan descubierto lo que hacia en el laboratorio y vinieran por él para interrogarlo y hacerlo desaparecer.

—¿Aquí vive Kurusu Akira?
—…— Shikishima no respondió, quedándose en blanco. Akira al escuchar su nombre se asomo desde la sala a mirar.
—Es él…— le dijo un hombre al otro. Abrió mas la puerta. —Kurusu-kun, necesitamos de su ayuda.
—¿Yo?— se posicionó a un lado de Shikishima. En un principio también tuvo miedo de que hayan descubierto a Shikishima.
—Hubo otro evento adverso y necesitamos de tu poder.
—Disculpen pero es tarde… Y mañana tenemos examen en la mañana. No creo que sea bueno que se lleven a Akira esta vez… Ademas, si no llega antes de las doce puede violar su libertad condicional y meterse en problemas judiciales
—Por el examen y la libertad condicional no se debe preocupar. Rizembool le dará nueva fecha para rendir su examen y nuestros abogados se contactaran con su supervisor de libertad condicional para excusarlo.
—¿Los abogados de Rizembool pueden hacer eso?— Akira prestó interés en eso ultimo
—Sí.

Akira fue con ellos, interesado por esa oferta. Shikishima solo pudo limitarse a verlo partir sin poder oponerse. No podía levantar sospechas.
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