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Proyectos => República de las Naciones Unidas => Topic started by: Eureka on July 03, 2015, 01:27:02 PM

Title: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Eureka on July 03, 2015, 01:27:02 PM
(http://i62.tinypic.com/hx0jms.png)

Aquí está el tema tan esperado ´ ▽ ` )ノ!! Son bienvenidas de mandarme pequeñas intros de sus historias para agregarlas al primer post.

Good luck with your writing, gals!!


# # #


Al final de la guerra de los cien años, Avatar Aang, junto a su equipo, resolvió que lo mejor sería crear una nación adicional a las existentes para así evitar una serie de consecuencias demográficas negativas que afectarían a la Nación del Fuego y a la de Tierra. Es así que se dio origen a la República Unida de Naciones, gobernada por un consejo conformado por representantes del resto de naciones (Agua, Tierra, Fuego y Aire). Su capital, Ciudad República, no demoró en crecer y convertirse en una metrópoli sofisticada, resaltando en el panorama político por ser una potencia mundial en tecnología de última generación.

No obstante, ese mismo crecimiento acelerado ha ocasionado varios problemas, entre ellos, el crimen organizado es uno de los más resaltantes. Varias pandillas y organizaciones clandestinas hacen de las suyas en las calles de esta gran ciudad. El orden se ve afectado por estos motivos, que muchas veces se escapan de las manos de los policías.

Aun así, Ciudad República sigue adelante.


# # #​


“¿Has escuchado el rumor sobre ese mitin de los igualitarios?”
El chico lo miró con una ceja arqueada. “¿De qué hablas?”

El sol estaba a punto de ponerse en las montañas, y dos jóvenes: un maestro fuego, y un maestro tierra, regresaban a sus casas luego de las clases de la Academia Raava. Habían ingresado para desarrollas con mayor precisión sus habilidades de bending y aprender nuevas técnicas para controlar sus poderes. El Instituto había agarrado acogida desde hacía unos cuantos años y una gran parte de la población bender de Ciudad República (ya sean jóvenes o adultos) asistía a las clases. Hacía unos días que estaba en la boca de todos, ya que la Avatar actual, Korra, había prometido visitar la Academia ni bien pisara la capital, e incluso se había escuchado rumores de que enseñaría unos cursos. La joven ya había llegado así que se esperaba su visita en esa misma semana.

“Hay esta organización… no sé de dónde salió ni cómo, pero busca quitarle sus poderes a los benders. Me enteré de eso al pasear por el Parque Central, había un hombre con un megáfono hablando sobre un tal Amon y su ideología. Incluso dio unos panfletos sobre el mítin que te digo.” Le enseñó uno a su amigo, quien se quedó observándolo por un rato.
“¡Qué pachotada! Los benders somos una parte importante de la sociedad. Además, ¿cómo nos quitarían nuestro control? ¡Es imposible!” Se rió el maestro fuego. “De seguro eran puras mentiras.”
“Yo tampoco le creí, pero me dio curiosidad. Me gustaría ir.”
“¡Qué hablas! ¿Y si te hacen daño?”
El maestro tierra soltó una risita. “¿No que te parecía absurdo?”
“¡Oye!” Su amigo le frunció el ceño. “Aunque si, es cierto… da curiosidad.”
“Igual, a menos de que use mi tierra control, no creo que sepan que soy maestro tierra, ¿no?”
“Tienes razón, pero ten cuidado, ¿okay?”
“¡Claro!” Le sonrió.

Dos sujetos con vestimentas raras, caras completamente cubiertas y unos googles verduzcos noquearon en un instante al maestro tierra y lo dejaron inconsciente. Su amigo reaccionó inmediatamente y lanzó una llamarada de fuego por la mano pero no alcanzó a ninguno de los agresores, quienes esquivaron su ataque y aprovecharon para bloquear su chi con distintos golpes leves en varios puntos específicos de su cuerpo, dejándolo paralizado y sin su fuego control temporalmente. Los hombres se llevaron a su amigo frente a sus ojos: el chico empezó a llorar de la rabia por la impotencia que sentía al no poder hacer nada al respecto.

Intuyó que se trataba de los igualitarios.
En ese mismo instante, decidió que iría al mitin a salvarlo.


# # #​


Revisó dos veces el papel para cerciorarse de que había leído bien: el mitin, llamado ‘La Revelación’, se llevaría a cabo en una fábrica en las afueras de la ciudad, a las ocho en punto de la noche. Se cubrió la cara con su bufanda, ajustó su chaqueta e ingresó al local. El lugar estaba repleto de gente y parecía que el mitin ya estaba a punto de empezar.

Las luces enfocaron el escenario y un hombre con una máscara muy peculiar salió con un micrófono a hablarle a los presentes. Se introdujo como Amon, líder del movimiento igualitario.
Sin embargo, el chico hizo caso omiso a lo que el hombre empezó a decir luego de eso, puesto que vio cómo tres personas ingresaban al escenario atadas de manos y pies, entre ellas, su amigo, el maestro tierra. Estaban vigiladas por dos igualitarios, que chequeaban sus movimientos en todo momento.

Su corazón se volcó en el instante en que procesó lo que iba a pasar: estaba más que seguro de que Amon le haría daño a esos ‘rehenes’. Y sin escuchar siquiera lo que el hombre hablaba, se hizo paso entre la gente y llegó al escenario, dispuesto a salvarlos. Con un salto, lanzó por sus puños y sus manos llamaradas de fuego, espantando a los vigilantes, pero Amon sólo se hizo a un lado, y lo observó.

“Qué curioso, parece que tenemos un voluntario entre los presentes.”
“¡Suéltalo! ¡Mi amigo no tiene nada que ver en esto!” Gritó, lleno de rabia.
Amon negó con la cabeza. “Tú, y él, y todos los benders, son culpables de la situación en la que estamos. Seré justo y te daré la chance de pelear, eso sí.”

El maestro fuego frunció el ceño y se lanzó a atacarlo, dando una patada en el aire para que las llamas alcancen a Amon, sin embargo, este último fue más rápido, y gracias a su agilidad, logró colocarse detrás del chico y sutilmente le dio un golpe en la nuca. El chico hubiera caído de bruces al piso de no ser porque el hombre lo mantuvo en su sitio.

Amon llamó a uno de los igualitarios que estaban por ahí, quien le trajo una pequeña caja con una jeringa. La preparó y se la inyectó en el brazo al chico, que al cabo de unos segundos, cayó al suelo.

“Este es el método que se utilizará para quitarle el control de los elementos a los benders de Ciudad República. Hemos logrado dar con una inyección especial que bloquea el chi completamente y es mucho más rápida y eficaz que cualquier otro método. Con esto, les he podido demostrar como funciona. Ahora, pasaré a usarla en alguien que muchos de ustedes repudian: Zolt, un líder de uno de los tantos sindicatos criminales que terrorizan a los no-benders de esta ciudad, abusando de sus poderes.”

La gente aplaudió, y Amon, bajo su máscara, curvó sus labios en una gran sonrisa.


# # #​


Las noticias se llenaron de detalles de lo que había sucedido en el mitin, muchos periódicos aprovecharon la situación para exagerar sus narrativas e intentar causar pánico en la población, pero todo volvió a la normalidad cuando Korra salió a las noticias a hablar sobre el tema.

“No permitiré que esta situación se agrave. Junto a la policía y a la Academia Raava haremos lo posible para detener a Amon y a su grupo revolucionario.”

La batalla estaba a punto de empezar.
     

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Era un nuevo dia en ciudad republica y una joven de cabellos azulados cortos se levantaba perezosamente de la cama, observo su despertador que iba a empezar a sonar, asi que lo desactivo, bostezo un poco y se sento por unos momentos en la orilla de la cama, perdiendose por unos minutos en sus pensamientos, luego se eso se levanto de su cama y se acerco hacia el escritorio donde habian libros desordenados por todos lados.

Empezo a ordenar los libros, para dejar el escritorio vacio y solo con el cuadro de su foto junto a sus padres, que dicho sea de paso ambos eran hombres,se quedo observandolos con una suave sonrisa, aun preguntandose el porque habian adoptado a una chica como ella, volvio hacia su cama y empezo a tenderla.

La puerta se abrio lentamente y un joven alto de cabellos negros entro a la habitacion

Ami-chan ya estas lista para bajar a tomar desayuno?

Papá muy buenos dias...- se le acerco para hacerle una reverencia- bueno solo me falta cambiarme para ir a entregar mis papeles a la Academia Raava, luego de eso bajare a tomar desayuno..- dijo con una suave sonrisa

Es verdad, finalmente lograste ser admitida en tan distinguida escuela para mejorar tus habilidades, debes de estar muy emocionada, despues de todo era lo que mas deseabas no es cierto?...-

Si...finalmente podre aprender a mejorar mis habilidades para no causar molestias a los demas y poder protegerlos...-

Tan cariñosa mi querida hija...- se acerco y le abrazo calidamente- por eso te quiero mucho-

Pueden dejar de estar tan melosos desde que comienza el dia?- aparecio en escena un joven castaño con el ceño fruncido y cruzandose de brazos-

Estoy esperando como 5 minutos en el comedor y ustedes ni se aparecen...-

Ami se separo de su padre pelinegro para acercarse a su padre pelicastaño

Lo siento padre, es que bueno pues hablabamos de mis futuras clases en la academia y pues se alegro mucho y me abrazo...-

Es cierto, comienzas clases y yo aun no he podido conseguir los libros que necesitas para que seas la mejor alumna de la clase, ya que es tu obligacion como hija mia ser la mejor...-

Hiro-san aun no comienza sus clases y ya la estas presionando? dejala un poco disfrutar de su vida de estudiante...-

Eres muy blando Nowaki, en estos tiempos necesitamos jovenes con futuros prometedores y Ami debe de estar entre ellos, asi que debemos de trabajarla desde ahora.

Por mi no hay ningun problema porque despues de todo quiero saber mucho mas acerca de las 4 naciones y la nacion en donde vivimos actualmente,ademas de llegar a ser en un futuro lejano una maestra agua y poder conocer y entrenar con la avatar Korra-san, asi que hare todo lo que Hiroki-otosan me diga, porque tambien los libros son mi vida y asi podre hacerlo bien en la practica...-

Ami-chan salio igual a ti Hiro-san...-dijo con una gota en la cabeza- pero el dia de hoy cero libros, desayunamos, llevamos los papeles de Ami-chan y luego iremos al parque de diversiones para distraernos deacuerdo?-

Eh? eso si que no Nowaki yo tengo muchos pendientes que hacer...-

Y yo necesito terminar un libro de ciencias que he dejado pendiente y no puedo irme sin terminarlo...-

Nada nada de eso saldremos todos juntos y es una orden...-dijo con una sonrisa algo siniestra que asusto a los otros dos-

Bueno...esta bien...solo por hoy haremos lo que quieras...-hablo el castaño avergonzado y mirar a otro lado-

Si papá...-dijo la joven peliazul con una sonrisa nerviosa-

Asi me gusta...- sonriendo ampliamente-

Es asi que Hiroki y Nowaki se fueron de la habitacion de Ami, mientras que la peliazul empezo a vestirse, pensando en la manera de poder adaptarse a su nueva vida de estudiante, estaba un poco temerosa de no poder encajar con los demas, pero daria lo mejor para hacer amigos, estudiar y mejorar su habilidad
como bender de agua.

Lo hare...conseguire los objetivos que me he atrasado...- despues de animarse a si misma, cogio sus papeles que se encontraban en uno de los cajones del escritorio y salio de la habitacion.


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“Agiliza oe” Dijo Killua, empujando levemente a Yoko, y esta se enojó.
“A MI NO ME TRATAS ASÍ, MIJITO” Le respondió.
“VIEJA DECRÉPITA YO ENTRO A TERCER AÑO TU ESTÁS EN SEGUNDO RESPETA A TU SENPAI”
“PUEDEN CALLARSE DIOS MÍO” Gritó Aoko, intentando calmar las tensiones.

Las mañanas usualmente comenzaban así de ruidosas, pero felizmente las discusiones de su grupo de amigos se perdía gracias a la bulla ocasionada por la totalidad de alumnos de todas las casas de la Academia Raava, que bajaban de sus habitaciones a tomar desayuno en el comedor principal, dividido en cuatro mesas, una para cada Casa. El desayuno, al igual que el almuerzo y la cena, eran buffet, y presentaba una gran variedad de platillos, característicos de todas las naciones del mundo.

Al llegar a la cola, divisó a lo lejos a un grupo de amigos suyos: Misaki, Kanba y Souji, a quienes saludó con la mano. Le devolvieron el gesto, pero Souji dejó su puesto en la fila para acercársele.

“Minako, ¿está bien si nos sentamos con tus amigas para desayunar?”
“EJEM” Escuchó una voz detrás de la chica y vio a Killua Zoldyck, visiblemente enojado.
“Amigos” Corrigió Souji. “Lo siento, Killua, no te noté.”
Killua se cruzó de brazos, y asintió. “Okay, okay, disculpas aceptadas.”
“¿Y?” Souji miró a Minako, quien salió de su trance.
“¡AH! Lo siento, andaba en otras. Claro, diles que se vengan con nosotros. Misaki no se intimidará mucho, ¿no?”
“No creo, ya se está acostumbrando a ustedes.” Rio, y Minako lo imitó.
“¡Genial! Entonces los veo luego. Anda y corre sino perderás tu sitio en la cola.”
“¡Sí! No quiero perderme la oportunidad de agarrar cupcakes y macarrones. Por algo me levanté temprano hoy.”
“Agárrame un paaar~” Le suplicó la chica, y Killua se le unió.
“A mi tambiéeeen~, hazte una Soujiii~”
“Ya, ya, les traigo unos cuantos.”
“U da man!”

Souji se fue riendo por el comentario de Killua, a la vez que les ondeaba la mano.

“¿Por qué a Misaki le dan miedo las chicas?” Preguntó Killua.
“Porque nunca ha sabido interactuar muy bien con nosotras.” Le respondió Aoko. “…O al menos eso supongo.”
“Está en esa edad de la adolescencia, ya se le pasará.”
“…Tú estás en esa misma edad, Yoko.”
“Pero soy más madura, Aoko.”
“¿QUÉ? ¡Yo soy el más maduro!” Todas miraron a Killua, como si fuera un extraterrestre. “…Nevermind.” Shinoa soltó una risita, ocasionándole un sonrojo visible al muchacho. “¡OYE!”
“Cuéntanos, Killua, ¿Cómo así se animó tu hermana a entrar a la academia?” Le preguntó Minako.
“Quería seguir mis pasos. Y bueno, no me quejo porque la tendré más cerca.”
“Cierto que tu casa queda en las afueras de la ciudad.” Comentó Yoko, y a su lado, Aoko asintió.
“La gran mansión Zoldyck, ¿no?”
“Ajá. Los alrededores están llenos de animales salvajes y es muy peligroso. A veces los mayordomos la pierden de vista y me preocupa.”
“Awwwn, el hermano mayor super preocupado por su hermanita~”
“¡Shinoa, no jodas!”
“Jejeje~” La chica se rio, pero dejó de hacerlo al notar que un grupo de amigos le ondeaba la mano. Eran los hermanos Koi y Ai, y Yuuichiro y Mikaela Hyakuya. “Chicos, los dejo. Mi deber me llama.”
“Mejor dicho, tu cliqué te llama.” Dijo Killua, y Shinoa asintió.
“Los dejo, muchachitos.”
“¿Mika se va a colar de nuevo a nuestra mesa?” Comentó Aoko, silbando.
“Nunca lo encuentran, Yuu-san siempre le presta una capa de la casa de fuego para que pase desapercibido.” Les contó Shinoa.
“¡Qué vivo!” Comentó Minako.

Shinoa notó que Yuu y Mika la llamaban con más insistencia, y sin importarle que estuvieran más lejos del banquete, se despidió de sus amigos y se fue con su otro grupo. “Cuídense, chicooos”

“Chau, cutieee” Se despidió Yoko, y Shinoa le sonrió a la vez que se alejaba.
“Deberías aprender de ellos para hacer eso con tu hermanita, Killua. Desayunar con ella sería lindo. ¿Y por qué no? Con tu crush también.”
El chico demoró en procesarla. Sus mejillas se tornaron rojas y sus ojos se abrieron como platos, para luego fruncir el ceño y botar chispas —literalmente—. “¡…AOKOOOOO, HAS CAVADO TU TUMBA!”

Minako vio cómo los rayos que salían de la palma del chico se dirigían hacia su amiga, y suspiró.

Iba a ser una mañana muy amena.


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Un hombre de gran porte sonríe calmadamente desde la comodidad de su asiento en la mesa del comedor. Su única hija, la misma que pega un bostezo tras haberse trasnochado el día anterior le mira con estupefacción luego de oír sus palabras en un muy cálido tono de voz que fácilmente podía interpretar como “Klaus V. Reinherz trae buenas noticias para la casa”.

“Enhorabuena, mi querida hija.  Steven esta mañana envío a mi despacho la carta de la Academia Raava luego de enviar tu postulación. Quedaste matriculada.”

Yukari sintió que podía atragantarse con el trozo de pan que estaba masticando para ése entonces.

“A-Ahahah… ¿yay?”
“No es precisamente la reacción que esperaba para tan favorable noticia, ¿todo está bien?” El hombre alzó una ceja confundido.
“Papá, sabes que no quiero matarte las ilusiones pero verás… a diferencia tuya mi control es pésimo.”
“Yukari.”
“Malo.”
“Hija—“
“PÉSIMO. El otro día estaba en el jardín durante el almuerzo y casi me tropiezo, pero pisé tan fuerte que un montículo enorme de roca se apareció por debajo de la mesa y la mandó por los aires como si—“

Klaus se ajustó las gafas y enderezó su semblante. No quería sonar autoritario, pero si al menos darle una imagen más imponente a la menor que al poco tiempo dejó de narrar su tragicómica historia.

“Entiendo que le tengas algo de pánico a la idea porque siempre has sido criada en casa. Pero no le veo el problema a aprovechar la oportunidad que se te da para controlar parte de esos temores.” 

Yukari suspiró, resignada. Las peleas argumentativas contra su padre siempre terminarían en derrota absoluta.

“Espero que esto no tenga que ver con algún tipo de presión con respecto al “prestigio” de la familia ni nada por el estilo, ¿verdad?”
“Me ofendería si pensaras así.” Rió por lo bajo.
“Ah…” Yukari se pasó una mano por la cara y también rió. “Está bien, tú ganas. Aunque no prometo que no vaya a volar alguna mesa de la escuela accidentalmente por mis pies torpes.”
“Rogaré porque eso no suceda.”  Con una seña de su mano, una de las criadas que estaba en el mismo comedor se retiró de la estancia rápidamente. El gesto llamó inevitablemente la reacción de Yukari.

“¿Papá?”
“Mm”
“Temo preguntar pero… ¿Cuándo se supone que inician las clases?”

Antes de poder responder, la puerta se abrió y Steven ingresó  ajustándose la corbata del traje.
“¿Ya estamos listos?”
“Justo a tiempo.” Klaus sonrió y luego miró a su hija. “Alista tus cosas. La recepción es hoy y Steven se encargará de llevarte para que no te atrases más de la cuenta.”

“¡¿QUÉ´?!” Yukari por segunda vez en dicha mañana casi se atora otra vez con un pedazo de pan.



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-...Y así es como se usa el acelerador de un Satomóvil. ¿Entendiste?

-...¡¿Ah?! ¡Sí, sí! ¡por supuesto!

Saeko Tanaka le dio una palmada en el brazo al hombre sentado frente al volante. Parte del trabajo de ser instructora de manejo es darle coraje a los alumnos, motivarlos a que sigan esforzándose.

-¡Bien! Esto es todo por hoy señor Saito. ¡Lo espero la siguiente semana!

Con una sonrisa de oreja a oreja, Saeko hechó al señor Saito del satomóvil. Una cosa era apoyar a los estudiantes, otra muy diferente aguantar que el viejo choque con todos los conos por mirarle el escote. Si este sujeto esperaba tener su licencia de conducir pronto, debería empezar por mantener los ojos al frente.

Tras suspirar profundamente y darse una mirada en el espejo retrovisor, se dispuso a guardar el satomovil en la cochera de la escuela de manejo distrital.

"Veamos, reversa...reversa...despacio...listo."

-Tanaka-san, no debería tratar así al señor Saito...- la voz preocupada de Sugane, el mecánico aprendiz, la sorprendió desde el otro lado de la ventana entreabierta del copiloto.

-¿Haaah? ¿Tratarlo cómo?

-¡Por favor no se haga la desentendida, Tanaka-san! -el muchacho se había inclinado para hablar frente a frente con Saeko.

Una sonrisa que dejaba ver todos sus dientes se plantó en la cara de la chica, y respondió con tono burlón: -Si quieres cambiamos de lugar, Sugane. Así yo repararía los satomóviles mientras el señor Saito te mira los pectorales ¿huh? ¿qué tal suena eso? Ooh, tal vez él te miraría el trasero. Hmm, aunque no hay mucho qué mirar en tu caso, Tachibana. Deberías comer más carne, tal vez en un tiempo el señor Saito tambien empiece a mirarte con la misma sed con la que me mira la "baja espalda"- terminó, con una risilla oscura.

Decir que Sugane se había sonrojado o enfadado era minimizar las cosas.

-¡Tanaka-san! Eso es ... ¡Muy vulgar! ¡Hasta para usted!- La expresión del chico era el balance perfecto entre vergüenza ajena, fastidio, sorpresa y... más vergüenza, ¿el señor Saito era esa clase de persona...?

-Aah, bien. Mi turno terminó, pequeño. Es mi hora de almuerzo así que te encargo a este bebé, ¿de acuerdo?- Saeko bajó del satomóvil, le dio unas palmaditas al capote, y se marchó a buscar sus bocadillos favoritos.

Sugane la observó marcharse mientras empezaba a revisar el motor.

"No creo que pueda ver al señor Saito de la misma manera... Y tal vez sí debería revisar mi dieta..."


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Era una mañana común y corriente en la academia benders Raava. Sheryl Matsumoto llegaba muy temprano casi colgando del brazo de su hermano Lagi con su hermana mayor Rangiku al frente.

-Ran... dime de una vez ¿por qué tenemos que llegar tan temprano a la academia?-

Rangiku puso los ojos en blanco y le contesto a su hermana con paciencia.

-Porque me gusta venir temprano por si acaso Y porque hay un loco libre por ahi que le esta quitando sus bending a las personas y no quiero arriesgarlos, así que yo misma me aseguro de mantenerlos seguros- aseguró con orgullo.

-¡Pero si me acaban a promover a avanzado! ¡Puedo cuidarme solo!- protesto Lagi.
 
-Oye oye hombrecito, como tu mismo dijiste te acaban de promover- observó Rangiku a la vez que su expresión se tornaba extremadamente seria -No te creas que por eso ya puedes andar pateando traseros por ahí, porque el que terminara pateado serás tu. Además... no solo hablamos de una paliza. Tu bending esta en juego-

Lagi no respondió pero hizo una mueca de disgusto. Odiaba que su hermana mayor lo subestimara a pesar de que ella misma había sido su maestra y sabía muy bien lo que el chico era capaz de hacer. En cuanto a su hermana menor, Sheryl, ella se quedo como piedra. Si bien, era un cisne gracioso en el agua aún habían cosas que dejaban mucho que desear y no precisamente en su técnica; sino en su actitud poco interesada por mejorar su bending.

Después de la breve interrupción en su camino la mayor les dio un anuncio importante.

-Hable con las autoridades de la academia también- dijo, atrayendo la atención de sus hermanos - ¡y nos dejaran vivir en la residencia! nos darán un apartamento con una habitación para cada uno y ya no tendremos que madrugar tanto. ¡Sera perfecto!

Sheryl y Lagi se vieron entre ellos y sonrieron, como dos niños que acaban de planear una épica travesura. Vivir en la residencia de la academia tenia sus ventajas para cada uno, el podría entrenar más en los gimnasios y ella podría pasar mas tiempo con sus amigas.



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“Hija, ¿no vas a alistar tus maletas?”
“Nopo”
“¿Y a que se debe ese acto de rebeldía?”
“Napadapa”

Cabeceó un tanto decepcionado, su viejo puso esa expresión molesta por unos segundos ante su actitud infantil de enfado, pero no hizo más preguntas y se retiró. Por nada del mundo pensaba quedarse en la Academia a dormir, a pasar todos los días ahí. A vivir ahí. No cuando el desastre de su hermano (hermanastro) mayor estaba de profesor ese año. JUSTO, JUSTO CUANDO ELLA LE TOCABA INGRESAR. Primero muerta, cadáver, después de cadáver, gusano, tierra. Tenía que tenerlo hasta en la sopa y ella no permitiría que le quitasen esa pequeña libertad que por fin había conseguido.

Y seguro que eso le haría rabiar a Hideyuki. Ojalá comiese tierra. Se miró al espejo, bailando y probándose nuevos conjuntos de ropa. Mañana sería su primer día de asistencia y planeaba ir donde Hanayo hacia la Academia. Sus casas no estaban taaan lejos de la Academia, así que podían sufrir y llegar hasta ahí. Hanayo aún continuaba en su hogar, porque tenía que ayudar un tanto en casa en las mañanas. Resopló.  Cuando llegara la cena le explicaría todo a su querido padre.

**

¡El primer día había llegado! Saltaba de aquí y allá animada, mientras sus amigas le observaban corretear como cuy. Sin embargo, empezaron a distraerse con los consejos sobre las clases y los rumores de los profesores de parte de Kotori que no vieron a Nico estrellarse directamente con una muralla. O un cuerpo. En realidad la persona era extremadamente alta y Nico era un gremlim en comparación. “Auch, fíjate por donde caminas idiota”

Todas corrieron a callarla y taparle la boca. Su querida amiga nunca controlaba su lengua y echaba la culpa a todos, menos a ella. Era uno de sus tantos malos hábitos, empezaron a disculparse en nombre de la chica, cuando notaron que el otro se encontraba perplejo. Por no decir, fascinado.

Se adelantó unos pasos para acercarse a ellas. “¡Tú!”

“¿Yo?”
“Sí, tú y nadie más que tú”
“… Qué…” La chica le miró extrañada. Traía una sonrisa enferma que le daba ganas de golpearla.
“¿S-sería muy atrevido pedirte t-tu…”
“No y lárgate de mi vista”

Nico evadió al sujeto lo mejor que pudo y siguió caminando con actitud altiva. Sospechaba que algún bicho le había picado y su comportamiento ya le estaba asustando (cosa que no aceptaría). Sus amigas corrieron a su lado y pretendieron seguir con la charla, cuando aquel encuentro había sido más que extraño. El chico solo se quedó mirando como se iba, casi como si le rompieran el corazón.




―¿…?

Suspiró pesadamente mientras sostenía su cabeza, estaba confundida. Nunca antes había estado en una habitación estilo occidental y menos acostada sobre algo tan blandito; su cabeza dolía, tan fuerte que sus pensamientos se quebraron con aquella pesada jaqueca.

―¿H… la…?

Susurró y su aguda voz se perdió entre los ruidos de la urbe, era la tarde y los estrepitosos parloteos de la gente con alguno que otro auto la tenían mareada, no sabía nada. Sus pupilas rojizas rodaron de horizontal a vertical, izquierda a derecha, arriba abajo, haciendo un perfecto bosquejo de la morada en su mente.

―¿Inori?

La chica tendida en la cama tardó unos minutos hasta darse cuenta de que ella era a quien llamaban y con un lábil movimiento miró a la mujer que pronuncio aquel nombre que no podía reconocer como propio.

Ambas se quedaron en silencio.

―Inori pensé que estabas malherida.

Sonrió la mujer que apenas podía verse su rostro con aquel velo blanco que cubría su cabeza y dejando a la vista únicamente unos hermosos ojos avellanas en forma de nuez. Cuando la otra chica volvió a quedar muda recién cayo en cuenta que en ningún momento la miró como una conocida, como su amiga.

―Soy Megumi Sakura ―se acercó lentamente hasta quedar a tres pasos de la cama de madera del cuarto―, ¿me recuerdas?

Inori negó con la cabeza, sentándose a la orilla del lecho y miró en el espejo su propio rostro, aún su rostro era un extraño para ella, pero sus labios siguieron sin expresiones.

―¿Puedes hablar? ―preguntó algo resignada.

Negó por segunda vez, intentando hacer alguna clase de ruido pero todo lo que salía de su boca eran sonidos guturales y débiles.  Miró una vez más al vidrio que refracta su rostro y sus facciones le parecieron raras aparte de que su vestimenta lucía completamente diferente a las de la mujer de cerca.

―Eres Inori Yuzuriha, de dieciocho años. Te accidentaste hace tres días en circunstancias extrañas, vas a Raava y eres usuaria de agua control.
―A partir de aquí nos encargaremos de ella, hermana Sakura ―entró otro sujeto, su cabellera dorada resaltaba con el sol y su altura de alrededor de dos metros lo hacían parecer un modelo.
―Pero Frankenstein-san, Inori aún anda aturdida ―preocupada intentó acercarse a la joven que seguía con su mirada perdida.
―Estará bien ―sonrió él, insistiendo en la retirada de la monja—, son ordenes de Raizel-sama.
―Ella necesita atención especializada —arrugó su frente Megumi, llevando ambas manos hasta agarrar su cruz―, aún que Raizel-san quiera ayudar yo no…
―Qué bueno que lo entienda hermana Sakura ―sonrió el sujeto―, aquí podrá hacer poco y nada… que se encargue un noble como mi señor es lo mejor para la pequeña.

Inori seguía ajena a la charla que se llevaba a cabo a su alrededor, como a los participantes de esta. Sus labios se movieron ligeramente, encorvándose al ver el paisaje de la ventana. 

―¡No! corren extraños rumores sobre Raizel-san, desde que llego a Ciudad República ―con sus ojos huidizos atinaron a la chica que por primera vez había mostrado alguna emoción.
―¿Rumores? ―sorprendido el sirviente, intentó hacer que hablara pero, al ver lo mismo que ella su mirada se centró en la pequeña.
―¿Qué sucede, Frankenstein? ―entrando al cuarto, un hombre de cabellos negruzcos y traje blanco, se dirigió hasta el grupo. Sus aretes en forma de cruz resplandecían con los rayos de sol que se filtran por  el ventanal.  El rubio realizó una reverencia formal, inclinando su cuerpo en noventa grados.
―¡Egh! ―pegó un respingón Megumi, asustada por la presencia del noble.
―Maestro, bienvenido ―siguió con la ceremonia―, puedo encargarme de esto.
―Sí, solo quería saludarla ―sus pies ligeramente avanzaron hasta quedar de frente ante la chica de cabellos rosados que aún se hallaba vislumbrando el paisaje de la ciudad por aquel rectángulo―. ¿Me recuerdas? ―se dirigió ante ella.

Inori lo miró y marcó un “no” con su cabeza.

―¿Sakura? ―giró su cuerpo hasta quedar de frente ante la monja―, en la noche Pura y Frankenstein la llevaran al hospital de aquí. Te lo encargo Frankenstein.
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Mimi Tachikawa on July 21, 2015, 05:58:48 PM
Hoi hoi minna!! comenzare con mi 1er capi

Capitulo 1: "Dias de tranquilidad part1 "


(http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/fate1korra_zpsldgnaobr.png)(http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/nanoha1korra_zps17wtbpdd.png)
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*Flashback*

El joven de cabellos azabaches abria los ojos perezososamente, sintiendo la calidez de un cuerpo ajeno , podia divisar una rubia cabella,oliendola suavemente sonrio mientras escuchaba las suaves respiraciones del otro individuo

Mika...ya es de mañana es hora de levantarse-otra vez durmiendo en mi cama? sabes que tienes una cama propia no?

uhm...- el otro cuerpo calido empezo a moverse y unos ojos azules observaban perezosamente al otro joven- Buenos dias Yuu-chan...-se acercoal pelinegro y se acurruco en su pecho-aqui se siente mas calientito

Estas conciente que no es nada normal dormir juntos a esta edad?...- dijo el pelinegro con una gota en la cabeza-

No importa...me gusta dormir junto a Yuu-chan y punto...-sin soltarlo-


La puerta de la habitacion se abrio y una joven rubia de ojos rojizos entraba con un par de toallas para los dos jovenes

Buenos dias Yuu-chan, Mika-chan...ya esta listo el baño para que pueden usarlo-se quedo observando como sus dos hijos se encontraban abrazados en la cama-lo siento los interrumpi?

Eh?? que estas diciendo no pasa nada...- dijo sonrojado Yuu, el pelinegro para separarse de Mika-buenos dias Fate-mamá...- fue el primero en salir de la cama-Creo que me adelantare y tomare el baño primero...-

Buenos dias Mamá...-se levanto rapido de la cama y tomo del brazo a Yuu- Yuu-chan me has prometido que nos bañariamos juntos todos los dias...-

Eso es cierto Yuu-chan y el hermano mayor tienes que cumplir con lo que dices...- dijo alegremente su madre- o es que acaso quieres bañarte con Nanoha y conmigo?-

No digas esas cosas vergonzosas...- dijo levemente sonrojado- ven vamos a bañarnos juntos Mika...-le tomo del brazo-

Deacuerdo...-dijo alegremente-

Esperen chicos...- se acerco y les dio las toallas- una vez que terminen de bañarse y cambiarse bajen a tomar el desayuno, para luego ir todos juntos a la academia

Deacuerdo!!...-dijieron los dos al mismo tiempo-

La joven rubia madre salio de la habitacion de Yuu y fue camino a ver la habitacion de Mika, que estaba pulcramente limpia

Nuevamente volvio a dormir en cama de Yuu-chan...-suspiro la rubia- desde que los trajimos a casa ha sido asi, se la pasa solo durmiendo en cama de Yuu-chan...-

Es normal que lo hagan despues de todo han estado juntos desde que los abandonaron...Mika-kun tiene una fijacion sobre Yuu, es el destino despues de todo...-una joven peliroja de ojos azulados le dio una suave palmada en la espalda a la rubia- asi que dejemos que duerma donde quiera, recuerda que estan en la etapa mas dificil que es la adolescencia...-

Buenos dias Nanoha...-dijo la rubia sonriendo suavemente- tienes razon...no tengo porque preocuparme por eso, solo pensaba si es que su habitacion tenia algo de malo

Estas pensando demasiado en eso Fate-chan...- le sonrio suavemente-

Bueno...sera mejor que preparemos el desayuno para nuestros hijos no crees? ademas debemos de llegar temprano todos a la academia-

Es cierto las clases...hay tantos talentos en la casa de los benders de fuego que me emociona el solo hecho de que puedan enfrentarse mutuamente o pelear contra mi,asi que debo de subir la dificultad en mis practicas...-

Recien estamos iniciando las clases, no debes de ir con todo desde el principio Nanoha...-

Si los rumores que se estan propagando por las calles son ciertos, entonces seria bueno empezar a ser algo mas duros no crees?-

Puedes tener un buen punto, pero aun son jovenes...y deben de mejorar poco a poco...-

Ambas madres empezaron a preparar juntas el desayuno, pasaron un par de minutos mas tarde y los otros dos jovenes bajaban conversando animadamente, en realidad Mika que hablaba mas que Yuu que solo respondia con monosilabos y luego se apenaba de la nada

Buenos dias Nanoha-mamá...-hablaron los dos jovenes al mismo tiempo-

Buenos dias Yuu-kun, Mika-kun...- sonrio ampliamente la peliroja-sientense a tomar el desayuno debemos de ir temprano a la academia, aun hay papeleos que debo de hacer- suspiro-

Eso te pasa por dejar los trabajos a ultimo momento Nanoha...-repartiendo el desayuno para su pareja e hijos-

Es que no podia decirle que no a un reto de un alumno...-suspiro- pero como fue muy divertido no me arrepiento de nada-

Mamá no es bueno que seas tan despreocupada...-hablo el rubio mientras no perdia de vista lo que hacia Yuu-

Yo creo que esta bien que lo haga, es bueno volvernos mas fuertes...- Yuu empezo a animar a su madre-

Yuu-chan me entiende perfectamente...- Nanoha se levanto y abrazo cariñosamente a su hijo-

No hagas eso que es muy vergonzoso...-trato de alejarse de su madre-

Fate y Mika solo los miraban con una gota en la cabeza

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(http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/ami1korra_zpstkcjqpqa.png)(http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/makoto1korra_zpsq1cbuueh.png)

Ami caminaba lentamente hacia el instituto, suspirando pesadamente, estaba algo preocupada porque sus padres habian discutido y no se habian despedido melosamente como lo hacian

Espero que las cosas mejoren...-se detuvo y alzo su mirada al cielo-ni siquiera pude decirles que me promovieron y ahora estoy en la clase intermedia, en verdad no me gusta verlos enojados-

Ami-chan?...-

La peliazul salio de sus pensamientos y volteo a ver a un joven pelicastaño mas alto que ella que le miraba algo preocupado

Buenos dias Makoto-senpai...- la peliazul le hizo una reverencia sonriendole suavemente-

Te sucede algo? luces algo preocupada...acaso tus padres volvieron a pelear?-

Si...bueno es que no se como empezaron a pelear, creo que son las inseguridades de Hiroki-otousan por ser un poco mayor a Nowaki-otousan...-

Hiroki-san sera un excelente maestro, pero parece que se complica con los asuntos personales no?- le dio una palmada en la espalda-animate Ami-chan tu sabes como son tus padres seguro cuando regreses todo sera igual...-

Tienes razon, igual no puedo evitar preocuparme, porque sus mis padres despues de todo-

Lo se, se ve en tu rostro lo mucho que los quieres-

Gracias Makoto-senpai...- le dijo un poco mas tranquila-

Como vas en el intermedio? ya te has acostumbrado?-

Recien voy en el 2do dia y aun me es dificil controlar mi poder por completo, pero gracias a la ayuda de Fate-sensei estoy mejorando-

En verdad me sorprende que tan pronto has sido promovida al intermedio, en verdad eres un genio para estas cosas, estoy orgulloso de ti...-

No es la gran cosa...-dijo apenada-ademas mas sorprendente es Haruka-senpai, él si es un genio nato, no podria compararme con él, el hecho de que haya vencido a Fate-sensei en uno de los entrenamientos lo hace muy imposible de igualar...-dijo la joven peliazul-

Es cierto Haru es fuerte, aunque no esta muy interesado en entrenar, solo lo hizo para Fate-sensei le dijo...-

Es verdad...parece del tipo que le gusta tomarse todo tranquilamente-

Hablando de Haruka-senpai, como mañana es su cumpleaños, Mika-kun y yo ya hemos pensado en prepararle la torta y lo haremos en su casa, asi que es ahora mision tuya Makoto-senpai que lo lleves hacia la casa...-

Bueno hare todo lo que este a mi alcance, a veces soy algo evidente y Haru me conoce muy bien...-

Igual cuento contigo...-sonrio suavemente-

Cuando de pronto ambos chicos dejaron de caminar, al momento de que un joven de cabellos cortos y castaños se paro frente a ellos y miro a la joven sorprendido

Ami-chan?...-

la peliazul no daba credito a sus ojos, en verdad no pensaba que volveria a verlo, que una voz apenas audible salio de sus labios- Kiyoshi-kun?...-


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Continuara....

matta ne!!

Mimi-chan


Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Eureka on July 27, 2015, 02:37:02 AM
Vengo con fiiiic. Estoy muerta y por ello no hay topecitos para la primera parte u_u A ver si mañana o cuando regrese del paseo los hago


Chapter #1 .- Departure

No demoraron nada en llegar al inicio del banquete, donde una gran selección de jugos estaba a disposición de los alumnos. Estaban divididos en secciones: cada una representaba una nación del mundo. Aparte de estos, estaba el agua caliente y el té. A un lado, empezaban los platillos: sopas, tallarines, pescado, etc.

Mientras se servían lo que les apetecía, el alumnado intercambiaba cuchicheos y risitas acerca del sermón que le dieron a un par de estudiantes por causar alboroto tan temprano y en un lugar tan concurrido. Killua entornó los ojos al divisar a lo lejos a un grupo de chicas que se burlaban de él y su berrinche. A sus espaldas, también escuchó rumores sobre el espectáculo previo, y suspiró. Lo único que le importaba era que ni su hermana ni esa persona se enterase de lo que había ocurrido. No quería dar el mal ejemplo, y esperaba no haber dañado su reputación. Rogaba al Avatar Wan que Alluka y cierto maestro tierra aún no se hayan levantado: de lo contrario, estaría en graves problemas.

Se sirvió un poco de todo y su humor mejoró al notar que aún quedaban varios macarrones en la sección de dulces. Contando los que Souji les iba a guardar a Minako y a él, Killua iba a tener un montón para el desayuno.

No pudo evitar sonreír por eso.





Localizó su mesa y se desplomó al lado de Minako, quien picaba con sus palillos el pescado fresco en frente de ella. A la izquierda de la chica, las gemelas Aozaki hablaban sobre dios-sabrá-qué, con Souji y Kanba sentados en frente de ellas, haciendo comentarios de vez en cuando, aunque mayormente tomando sus desayunos. Misaki estaba al lado de los chicos, comiendo, y hablando con Minako a veces. Al parecer, la única chica con la que podía hablar tranquilamente era ella. Las gemelas lo intimidaban y Shinoa era muy bromista para su gusto.


“Vaya stunt que te mandaste, pequeño.” Le dijo Minako, luego de darle un sorbo a su té.
“…Sabes que estoy en tercero, no.”
“Lo sé, Killua, pero eres como el hermanito que nunca tuve~”
“No sé si eso es bueno o malo.”
“Entre hermanos se roban macarrones, así que es bueno.” Sugirió Misaki, y Killua la captó rápidamente: se lanzó sobre el platito lleno de dulces de la chica, y lo llevó al otro extremo de la mesa, donde ella no podía agarrarlo.
Minako solo rio ante la actitud infantil del peliblanco. “Realmente eres como mi hermano menor.”
“¡…MINAKOOO!” Killua gritó, visiblemente enojado, y luego volteó a mirar a Misaki, señalándolo. “¡Tú eres el culpable!”
“¿QUÉEEE? ¿PERO POR QUÉ? ¡YO PENSÉ QUE SE ENOJARÍA!”
“Es Minako, ¿qué esperaban?” Intervino Souji.
“La verdad es que quiero esos macarrones, pero no me gustaría que me sermonearan, y creo que tampoco a ti. Lo más probable es que hubiésemos terminado en una pelea, con una sanción o suspensión.”
“Wow, lo tenías calculado.” Comentó Misaki, sorprendido.
“…Luego se la devolveré~” La pelirroja le sonrió a Killua, y este sólo atinó a refunfuñar por lo bajo.


A los segundos, en frente de él se sentó Kashima Yuu, compañera de todos: asistía a la casa de fuego y había cursado con las chicas el primer año. A su lado, tomó asiento Tatsuya Suou, quien, al igual que Kashima, también entraba a segundo año y estaba también en la misma casa.


“¡Yoooo! ¿Qué tal?”
“Cansada, Kashima.” Comentó Aoko. “¡No quiero iniciar el nuevo añoooo!” Se quejó. “Verle de nuevo la cara a mi hermana va a agriarme todo el curso.”
“…La tienes al lado.” Comentó la peliazul. Killua soltó una risa.
“No, no, esta bestia que tengo al lado es estupenda, me refiero a la otra, a la que enseña.”
“¡AOKO!”
“Jeje~” La mencionada sonrió.
Kashima rio. “A veces me olvido que Touko-san también es su hermana.” Las señaló. “Son tan… distintas.”
“Es uno de los motivos por el que nos llevamos pésimo.” Dijo Aoko.
“Pero hey, mírenlo por el lado amable. Nuevo semestre significa nueva excursión, nuevo torneo de pro-bending, ¡nuevos compañeros de clase!” Exclamó Misaki, entusiasmado.
“¡Eso es cierto! Y hay probabilidades de que no nos toque de tutora.”
“Ojalá que me toque con Mikoto-san.”
“Ahí está el fanboy de nuevo.” Se rio Killua.
“¡N-NO ES ASÍ!” Misaki estaba sonrojado hasta las orejas.
“Ya, ya, sabemos que lo admiras un montón. Toda la academia lo sabe, no necesitas ocultarlo.” Dijo Minako.
“No lo molestes así, pobrecito.” Dijo Souji, apenado por su amigo.


Misaki no sabía dónde esconderse. Luego de pensarla un par de segundos, optó por devorar su sopa de fideos y verduras, sin mencionar otra palabra. La mesa soltó pequeñas risitas ante esto: la actitud tímida del chico era muy adorable.





(http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/minako1_zps6cjfhdqg.png)


(http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/leorio1_zpsi6ydcrer.png)   (http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/kk1_zpscum5ngcj.png)


El desayuno se pasó  entre conversaciones y comida, y Minako se excusó 15 minutos antes de entrar a clases para hacer una llamada. Si bien había pasado las vacaciones de vuelta en casa, extrañaba a su mamá y considerando el trabajo que esta tenía, le preocupaba un poco su estado actual. Uno nunca sabía qué podía suceder con la gente que pertenecía a las mafias en Ciudad República, y considerando que ella era jefe de una de las más revoltosas, tenía justificación su ansiedad.

Marcó el número de su casa, y esperó tranquilamente a recibir respuesta del otro lado de la línea.

“¿Aló?”

Minako identificó esa voz instantáneamente: se trataba de Leorio Paladiknight, guardaespaldas de su madre y de ella, así como mejor amigo de la familia. Minako y él se habían criado juntos y era considerado parte de los Arisato. Al igual que K.K. y Minako, era firebender.

“¿Leorio?”
“¡MINAKO!” Su tímpano casi se rompe por semejante grito, pero la chica sonrió alegre al escuchar a su amigo. “¿Cómo estás? ¿Hoy empiezan las clases, no? ¡Ya te extrañamos aunque te fuiste hace un par de días atrás!”
“Iré a visitar los fines de semana como el año anterior, no te preocupes.”
“¡Genial! Aka ya está llorando por ti, por sea caso.”
“Awww, mi bebé, mándale saludos~”
“¿Oíste que el Sr. Klaus metió a Yukari a la Academia, también?”
“¿En serio? ¡Qué genial! Espero encontrármela por acá pronto. Me imagino que debe haberse sorprendido un montón con la noticia.”
“Sí, pero bueno, es una oportunidad para que mejore su tierra control.”
“Le va a ir genial, los profesores son muy buenos. ¿Sabes a qué hora se fue?”
“Hace una hora, de seguro te la encuentras por ahí.”
“Creo que la buscaré luego de hablar con mi mamá. ¿Me pasas con ella?”
“¡Oh, sí! Bueno, cuídate. Te veo el fin de semana. Si estás libre, vamos a pasear en mi carro por la ciudad.”
“¡Buena idea! Gracias, Leorio.”
“¡De nada!”
“¡Cuídate tú también!”

Escuchó una conversación pequeña entre su madre y Leorio, y a los segundos, K.K. Arisato estaba en la línea.

“¿Madrecita?”
“¡FLAQUITA!” La voz emocionada de su progenitora le reventó también los tímpanos. Su familia era experta en el fuego control, pero fallaba muchísimo a la hora de controlar el volumen de sus voces. Aquel pensamiento la hizo reír levemente. “¿De qué te ríes?”
“He recibido el mismo saludo de parte de ti y de Leorio: súper ruidoso, pero lleno de cariño. ¡Los extraño un montón!”
“¡You cutie! Es que nosotros también te extrañamos horrores. Parece mentira que estuviste todas las vacaciones acá. Aka se puso a llorar desde el primer día que te fuiste.”
“MI BEBÉEEEE”
“Y luego te burlas de nuestros gritos.”
“¡LO SIENTO! No puedo vivir sin él. Y sin ustedes, claro.”
“Graciosita.”
Minako rio. “¿Y todo bien por allá?”
“Algunos problemas con tú-ya-sabes-quiénes y con el caracortada pero todo bien. Leorio te contó que Klausie metió a Yukari a la Academia, ¿no?”
“Sí, en un rato iré a buscarla. Espero encontrarla y poder orientarla un poco. Debe estar súper perdida.”
“Es un cambio radical en su vida. Me alegra que estés dispuesta a ayudarla.”
“¡Como no! Si somos amigas de toda la vida. Es lo mínimo que puedo hacer por ella. De hecho, estoy feliz de tenerla por acá. ¡Más caras conocidas en Raava!”
Su mamá rio. “Me alegro, me alegro. ¿Algún avance con lo de Mikoto?”
“No… ni lo he visto en la Academia al regreso de clases. Veré que encuentro en estos días y te llamo.”
“Genial. Antes de que digas algo, estoy bien, en serio.”
“¿Sí?”
“No te preocupes por mí. Pero llámame para hablar de vez en cuando y saber cómo estás tú, porque tú si me preocupas.”
“Estoy en una academia, mamá. Es imposible que—”
“Mikoto.”
“Él no sabe nada.”
“Muy bien. Ten cuidado. No quiero que te descubra. No sé qué te haría si…”
“Ya, tranquila. No me va a pasar nada, ¿okay?”
“Cuídate mucho. ¿Vienes el fin de semana?”
“Ahí estaré.”
“Estoy pensando en infiltrar a Leorio como un asesor de profesor o algo—”
“NO, es mejor que él esté contigo. Sé muy bien que te puedes cuidar sola pero mejor que sobren guardaespaldas a que falten.”
“¿Sabes que yo soy la mujer de 38 y tú la chica de 19, ¿no?”
“Sí.”
“¿Entonces?”
“¿…tu trabajo es más peligroso que mi academia?”
“¿Yo soy la madre y tú eres la hija?”
“OKAY, ganas. Si quieres mándame a alguien por acá.”
“Perfecto.”
“No te quedes sola, eso sí.”
“No lo haré.”

Sintió que alguien tocaba su hombro y al voltearse, notó la cola de unos diez estudiantes de distintas casas que también necesitaban usar los teléfonos de la Academia. A su lado, vio que las llamadas de los otros benders eran muchísimo más cortas y suspiró: tenía que cortar. Igual, debía ir a buscar a Yukari, así que no podía andar más tiempo en el teléfono.

“Mami, hay una cola inmensa de alumnos esperando a usar el teléfono así que debo colgar. Eso, y planeo buscar a Yukari. A ver si me da el tiempo antes de que inicien las clases.”
“Suerte con eso, flaca. ¡Cuídate mucho! Ya hablaremos en estos días. Me llamas para contarte cómo es la cuestión con lo de Leorio.”
“Sí, no hay problema. Cuídate mami, saludos a mis tíos.”
“Doy fe de que se los daré a Klausie. Pero al baboso, es otra cosa…”
“¡MAMÁ!”
“Okay, Okay. Veré que hago. Chau, flaquita.”
“¡Chau!”

Colgó y el waterbender detrás de ella casi se lanzó encima de la mesa del teléfono. Minako logró esquivarlo por un pelo, y sonrió un poco ante la actitud desesperada del chico.

Empezó a caminar con dirección a la entrada de la academia, esperando encontrar a su amiga allí.

Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Morphine on July 27, 2015, 11:06:45 PM
Asjdkls no hay topecitos por ahora porque esta vida es tan cruel y despiadada ♪♫ y luego edito.

1. Bad reputation

(http://i.imgur.com/WiLvhym.png) (http://i.imgur.com/FvEGQ6U.png)


La portada del libro en sus manos citaba ‘Como deshacerte de tus stalkers y no morir en el intento, para dummys’.

Llevaba caminando en dirección a la casa de Hanayo para recogerla y dirigirse juntas a la Academia Raava. No las acompañarían las tontitas de Minami ni Kotori, porque ambas habían decidido caer perdidamente enamoradas de su odioso y bocazas hermanastro, el nuevo profesor que tendrían los firebenders. Patético, pensó y puso mala cara al mismo tiempo que pateaba un pedazo de basura de la calle. Al parecer, algunas de las chicas se despertaban temprano para dirigirle un saludo efusivo al imbécil ese, como si se necesitase inflarle más el ego. A él, a ese bueno para nada que había terminado siendo un profesor. Poderoso era, pero era tan desordenado que ya estaba fantaseando con el día en que su culito fuese a parar a la calle.

Como mucho, un par de semanas después.

El hogar de los Koizumi parecía un alboroto desde el exterior, pero ni rastro de su mejor amiga. Imaginaba que seguía tragándose toda la olla de arroz que solía hacerse como desayuno. Se apoyó sobre el cerco y siguió tratando de poner real atención a su libro. Era muy mala poniéndose empeñosa con la lectura, pero realmente su problema con su stalker personal estaba saliéndose de control. Paso 1, ubica a tu acosador. Paso 2, debes…

“AHOIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII NICO!” Chilló su amiga, asustándola y haciéndole cerrar el libro de golpe.

“Mierda Hanayo, me acaba de dar un ataque cardíaco, ya vas a ver, me va a dar convulsiones, va a venir la ambulancia, me va a dar…”

“Shh, shhh, estoy disfrutando mi depresión post desayuno” Dijo la otra, sonriendo con los ojos cerrados. En lugar de estar triste, parecía tener la misma expresión que cuando comía. “Además deja de exagerar, ya te conozco”.

La pelinegra refunfuñó, esperando que la otra se dejara de bromas para andar hacia la academia. “Pues te apuras y te lavas la cara de nuevo, porque te has olvidado de todos esos granos de arroz en tu mejillas”

“¡Ahoi, delicioso!”

**
(http://i.imgur.com/htO0grk.png) (http://i.imgur.com/FvEGQ6U.png) (http://i.imgur.com/My6DN9M.png)
(http://i.imgur.com/WiLvhym.png) (http://i.imgur.com/q1UM1BK.png) (http://i.imgur.com/GNS87i2.png) (http://i.imgur.com/KZxPl8y.png)


“AMEEEEAS POR AQUÍ” Llamó Joy desde su asiento, para entonces la mayor parte de su grupo estaban sentadas y echando grandes bocados al almuerzo de ese día. Nico estaba con una cara que no invitaba a hacer amigos, pero ellas no parecían hacerle mucho caso. Hanayo correspondió al saludo y empezó a atragantarse, nuevamente, el arroz de su bandeja.

“¿Y esa car…a?” Preguntó la ingenua de Kotori y todas empezaron a hacer señas detrás de la pelinegra, para que esta se detuviera. No supo qué hacer después, dado que ya había abierto la boca. Todas resoplaron a la vez, como esperando lo inevitable.

“¿NO SABES POR QUÉ ESTOY ASÍ? Ok te lo explicaré Kotori, porque es algo grave gravísimo y esta estúpida academia debería saber cómo ayudarme en estas situaciones, hasta tengo que leerme un libro con indicaciones para la edad de un infante para saber qué hacer y… y eso no es lo peor, lo peor es…”

Kotori no pudo más que querer golpearse contra la mesa, la velocidad de las palabras de la otra iba a 300 palabras por segundo y no quería saberse la historia completa. Las demás miraban a cualquier lado para no ser involucradas.

“A ver, DILE HANAYO, DILE LO QUE HIZO EL ESTÚPIDO”

“¿Hmm?”

“Oh por el amor al avatar Aang, deja de comer y dile lo que hizo el…”

“Ok, ok, creo que ya entendimos que te refieres al idiota” Dijo Hanayo, tratando de no molestarse por ser interrumpida de su ritual usual.

“Y con detalles”

“Con detalles… pues verás, Kotori, hay un…”

“Idiota, eso, dile, UN IDIOTA”

“Hay un idiota vale, ya lo captamos. Es un chico del nivel intermedio que se quedó baboso con Nico, él jura que ya la había visto antes y que todo este tiempo estuvo esperando por su… no sé, le pone un nombre extraño. De todas formas, hoy estuvimos llegando a clases esta mañana y mientras todas ustedes estuvieron ocupadas saludando a su querido profe, el idiota también había esperado a Nico con una enorme pancarta, según él y cito, ‘darle ánimos a mi querida kohai’ y creoooo… que estaban desde temprano, no sé, Kazuma me había dicho que ese chico vivía cerca de la Academia, por no decir a la vuelta.” Lo último lo mencionó casi pensativa, tal vez su primo había exagerado un poco con los datos.

Kotori escudriñó la mirada. “Espera Nico, ¿tienes un admirador? ¿No es eso tierno?”

Todas consideraron patear a la basura a su gran amiga. Había soltado una bomba sin aviso.

“¿Un admirador? No Kotori, esa bestia humana no puede ser un admirador. Me vigila, está obsesionado conmigo, inclusive lo he visto intentado colarse a mis clases. Y las cartas, me deja mil cartas en mi casillero, lo quiero matar, quiero que me deje en paz.”

“Uh creo que leí una y era terrible...” Joy se echó a reír, por aquel detalle.

“¿Ehhh, qué es tan gracioso?” Una simpática voz salió de la nada, dispuesta a salvarlas. Y antes que Nico volviera a quejarse sobre su acosador, Kotori fue lista por primera vez y saludó a sus dos compañeras de su mesa. En realidad, todas las demás estaban colandose y una que otra fue retirandose para no causar ningún alboroto. Nico era la única que no parecía tener ninguna vergüenza en cambiarse a la suya. Mucho menos cuando arrastraba a las demás consigo. “N-nada tan solo dijimos una broma sin darnos cuenta” Trató nerviosamente de cambiar de tema.

“¿Tú le crees Eli? Yo creo que nos están mintiendo~” Dijo Nozomi, dandole un codazo a Eli, ambas eran dos seniors del elemento agua. A veces pensaban que eran dignas alumnas a cuales todos debían reverenciarse, pero luego recordaban que era Nozomi quien lideraba esa amistad. “No las molestes tan temprano Nozomi, apenas es el almuerzo.” La rubia trató de detener a su mejor amiga de sus constantes 'ataques' hacia sus otras compañeras.

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(http://i.imgur.com/Eh4ES7S.png) (http://i.imgur.com/ka8Axva.png)


En otra mesa, el famoso acosador estaba fijando la vista en su adorada. “Oh, oh no digas nada, que va a voltear aquí si haces mucho ruido, shh”

“Creo que lo que deberías preocuparte es en dejar de acosar a esa chica, ten un poco de decencia Chanyeol”

“Cállate, que está hablando con sus amigas y no puedo escuchar bien, bien, tendré que pasarme a su lado casualmente

“Estás enfermo” Dijo su compañero, volviendo a su comida. Ya había visto suficiente, desde el día anterior que había tratado de coleccionar una de las cucharas con la que había comido su almuerzo. Decidió enfrascarse en su comida y seguir pendiente de sus objetivos para su siguiente examen, faltaba mucho, pero no podía perder el tiempo con un amigo como el suyo. Por otro lado, Kim Ah Young (aunque todos sus amigos le decían Yura, un apodo que se había ganado en el nivel básico) observó las acciones infantiles de su otro compañero de mesa. Chanyeol no era un chico tan popular, pero era curioso verle tan obsesionado con una chica. Tan divertido era, que se preguntaba que pasaría si se entrometía en medio. Con media sonrisa, continuó terminando la gelatina que había escogido como postre.
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Haruhin on July 29, 2015, 04:14:23 PM
TRAIGO APORTEEEEE *confetti*

#1 "Cuidado con donde pisas"


(http://i.imgur.com/d6vF3Gq.png)(http://i.imgur.com/9hCuPJX.png)


La vista de la chica se pierde a ratos por la ventanilla del asiento del copiloto, confundida y somnolienta.  En menos de veinte minutos Yukari se había visto obligada a armar su maleta con sus pertenencias, despedirse momentáneamente de su padre y su casa. Seguía sin estar convencida del todo con la idea pero no había mucho por donde negarse, su padre había vuelto a ganarle y Steven ahora era el que se hacía cargo de llevarla hacia la Academia tan pronto como se lo permitiese el flujo vehicular a esa hora. Las arterias principales de Ciudad República para esas horas se encuentran ligeramente congestionadas de otros cuantos vehículos, pero nada terrible.

“Para mi sorpresa has estado muy callada durante el trayecto.  ¿Segura que estás bien?”
“Sí, creo. Podría ser peor en realidad.” 
“Podría como palabra clave.” Steven rió por lo bajo.
“No te hagas.” Le hizo una mueca. “Sabes bien porqué estoy algo disgustada con la decisión de mi papá.”
“Aunque no lo creas, le costó decidirlo.”
“Yo lo considero como la manera más fácil de sacarme del camino para poder  trabajar.”
“Bueno, esa también es una forma de verlo.”
“¡Oye!”
“Solo bromeo.”

Steven A. Starphase. Segunda cabeza al mando del negocio “familiar”.
Hombre de buenos modales y un genio de fácil tratar aunque es un verdadero misterio andante. Casi nunca menciona cosas con respecto a su vida personal ni de su edad pero el padre de Yukari confía plenamente en él dado a que son amigos desde su adolescencia. 

A ojos de la castaña, Steven puede ser la imagen más cercana a un tío y le aprecia mucho dentro de todo.

“Bueno, aquí estamos señorita.” Steven bajó del auto hacia el maletero y dejó las pertenencias de la chica en el suelo. “En cuanto a tu bicho—“
“Terriermon.”
“Salud.” El hombre se cruzó de brazos. “A ése te lo vengo a dejar después.”
“El pobre debió haberse espantado con tanto jaleo en casa, lo entiendo.” Cogió sus maletas y caminó hacia la entrada del campus. “Supongo entonces que es un hasta luego.”
“Por consejo no hagas nada demasiado imprudente y procura fijarte sobre dónde pones los pies.”
“Sabio consejo.” Rodó los ojos y sonrió. “Lo tomaré en cuenta, gracias Steven.”
“Y por cierto, si tienes algunas consultas del funcionamiento del campus pídele un poco de guía a la hija de K.K, lleva ya su buen tiempo estudiando aquí.”
“Pobre de Minako, la llenaré de preguntas.”
“No va a morirse por un poco de cortesía.”
“¿Quién sabe?” Rió la castaña.

El hombre le devolvió la sonrisa y se metió al carro, despidiéndose con una seña de mano. Yukari inspiró antes de cruzar por la gran entrada de la edificación.


(http://i.imgur.com/d6vF3Gq.png)


El edificio realmente era gigantesco, pero a esa hora ni una mera alma se aparecía por entre los pasillos. Yukari comenzó a cuestionarse entonces de que quizás había llegado un poco tarde y se perdería las charlas de inicio de clases. Resignada, comenzó a arrastrar sus maletas por los amplios pasillos del primer piso.
“Ja, menos mal que esto era llegar a la hora.” Se dijo a sí misma rodando los ojos. “No puede ser tan difícil encontrar los dormitorios…”

Y entonces justo al girar en un pasillo sintió que se había golpeado con una gran roca que la llevó a caerse sentada sobre su propia maleta. Frente a ella, dos estudiantes (uno más alto de divertida sonrisa y otro más bajo de dura expresión) yacían algo sorprendidos del repentino incidente.

 “PFFT, Iwa-chan  ¿en qué andas pensando como para no ver a esa pobre chica?”
El aludido nada más soltó un gruñido y con nula gentileza pateó una canilla del otro estudiante, dejándolo retorcerse en su momentáneo dolor.
“Lo siento, no te vi porque estaba preocupado de que cierto idiota no tirase los formularios que nos mandaron a buscar a la sala de maestros.” Se excusó, extendiéndole una mano a Yukari para ayudarla a ponerse de pie. “¿Te encuentras bien?”
“Ah no, no es nada. Yo venía mirando el piso así que tampoco me percaté.”
“Oh, por esa expresión y por la maleta mm~ ¡Asumiré que eres nueva!  ¿O no?” Intervino el otro chico.
“Sí, supones bien.” Asintió con algo de vergüenza. “Estaba familiarizándome con el lugar porque planeaba llegar a la ceremonia de inicio de semestre pero creo que me atrasé.”
“Y por mucho, ya empezaron hace un rato las clases y el alumnado está en los salones.”
“…Oops.”
“Está bien, no te perdiste de mucho. Sólo es la misma cháchara de los valores y el agradecimiento con el Avatar con respecto a la paz. Nada nuevo.”
“Ya veo.”
El chico más bajo rodó los ojos, luego se dirigió hacia Yukari. “Como sea.  Soy Iwaizumi y él es Oikawa” Señaló con la mano hacia atrás al más alto. “¿Necesitas saber dónde se dejan las maletas verdad?”
“Pues la maleta me delata bastante, así que es un sí.”
“¿Qué bender eres?”
“Um… Earthbender.”
Los chicos se miraron en silencio por un instante a lo cual Yukari nada más arqueó una ceja.
“La sala de los Earthbender está por—“
“Sigue por el fondo del pasillo, luego dobla a la derecha y sube las escaleras hasta el cuarto piso. A mano izquierda y en la tercera puerta es la sala de ellos ; D” Interrumpió Oikawa asomándose casi por encima de Iwaizumi.
“Oh excelente.” Yukari sonrió e hizo una pequeña reverencia con la cabeza de forma rápida para despedirse de ambos chicos. De algún modo y por la cara que Iwaizumi había puesto, estaba asumiendo que el tal Oikawa volvería a recibir otro golpe por imprudente. “Les debo una, gracias~”

Y efectivamente, cuando se alejó disimuladamente casi a mitad del pasillo pudo escuchar un reclamo adolorido del más alto.

Yukari se sonrió, divertida. Aunque seguía sin estar convencida de cómo podría sobrellevar su nueva vida como estudiante de la academia, de algún modo otra porción de sí misma creía en la posibilidad de que se trataría de una experiencia muy interesante… y quería creerle más a lo segundo que a lo primero.
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Miyu on August 14, 2015, 03:21:23 PM
Edito en de poco uwu. Luego lo hago más pequeñito ;u;. 

Inori canta Euterpe de su anime :'3 link (https://www.youtube.com/watch?v=bbrqrL19bN0)~

(http://i1299.photobucket.com/albums/ag67/Oyasumiww/Inori_zpsoq3sjhup.jpg)
001 hat  do  u  think?

Se rodeó con sus propios brazos, en un frío y desolado abrazo, como aquella habitación tan cutre donde se encontraba sentada sobre su pequeña y gélida cama. El cuarto parecía ser monótono, en una bizarra escala de grises. Todo pulcro, demasiado estéril y cuidado como para que alguien viviera ahí.   

La chica sonrió, siguiendo con aquel solitario movimiento, se acurrucaba en sus propios brazos mientras miraba el horizonte por una pequeña ventanita que conducía a lo que parecía el mar; un mar calmado y demasiado azul, demasiado trasparente para volverse en el horizonte parte de un infinito cielo escarlata.

La puesta de sol debía ser el único momento donde aquel cuarto cobraba un poco de vida, un poco de sentido. Un rojo intenso iba acariciando con delicadeza aquella piel nívea en la que caían con suavidad su cabello rosado, ahora puesto de un naranja intenso.

El hastío de aquella chica lo dejaba notar en su mirada, con sus pestañas tupidas y sus ojos en forma de almendra, solo podía atinar a entrecerrarlos, aburrida de aquel funesto y pulcro lugar. Ella no podía pensar en nada, solo sabía que estaba ahí, encerrada, en lo que parecía un cuarto occidental, por la cama y algunos muebles blancos esparcidos con detenimientos en ciertos lugares.

Encrespó sus labios, notando un poco de sequedad y comenzó a tararear una canción mientras el atardecer caía frente a ella y la enmudecida habitación mutaba como quimera sobre aquellos colores oscuros hasta volver a su tonalidad.

"Oh, field flower that has bloomed,
Ah, somehow, please tell me:
Why is it that people hurt each other
And fight?"

 Cuando la noche cayo, no pudo evitar sentir sus piernas algo entumecidas y ciertos punzadas en su estómago. Tenía el hambre pero no sabía qué hacer, en fin, sonrió y pronto un golpe seco se sintió en su puerta; la hora de cenar.

Otro día más pasaba y ella seguía en un estado zombificado.


―Adelante ―Respondió con suavidad; su mirada en ningún momento cambió y la comisura de sus labios volvieron hasta su habitual forma.

Un bicho extraño entró al lugar, invadiendo aquella privacidad.

―¿Cómo estás Pura-san?

Aquella criatura la miró con sus grandes ojos negros en forma de ovalo horizontal, pareciendo un panda con otra especie de triangulo deforme dividiendo su rostro en dos. Traía sobre su cabecita una bandeja de mimbre y caminó rápidamente hasta donde se encontraba aquella chica; con dificultad dejó sobre una mesita de luz la vianda de alimentos.
     

―Gracias ―Pronunció, buscando su ropa entre la cama para alistarse  con cuidado una vez que aquella cosa se marchó. Aún le tenía desconfianza, el monstruo la aterraba pero por alguna razón se había vuelto algo rutinario dedicarle algunas palabras a ese pequeñito ser. No lo podía considerar su amigo y quizás aquella palabra ni existiera en su vocabulario.




(http://i1299.photobucket.com/albums/ag67/Oyasumiww/Rin_zpsahhzuhzp.jpg) ★ (http://i1299.photobucket.com/albums/ag67/Oyasumiww/Komari_zps7fvackvb.jpg) ★ (http://i1299.photobucket.com/albums/ag67/Oyasumiww/Akao_zpsaokc5djs.jpg)

―¡Yosh! vamos a visitarla.
―¡¿¡¿Ehhhhh?!?!
―S-si Komari-chan va… t-ta ¡también yo!

Las voces de tres chicas comenzaron a mezclarse con los pequeños ruidos que iba largando aquel vespertino día en Ciudad República. Con una pequeña charla trivial, comenzaron a caminar por una urbe que de a poco iba tomando los colores de una jornada rutinaria.

Este era el último día de vacaciones y como tal, las tres chicas decidieron entregarse al lujo de vagar por sus calles y tiendas favoritas de la zona o bueno, eso creían hasta que Komari decidió que debían ir a visitar a una senpai que el año pasado por disques causas no pudo asistir.

―Aki-chan no la conoces ¿cierto?
―No pero ―Al pronunciar esto bajó su mirada hacia la acera. Prácticamente odiaba tener que visitar gente que ni registraba, más aún si esto interrumpía esas tardes únicas y codiciadas con Komari y Rin.

Akao con su mirada algo melancólica, decidió sonreír y mirar hacia quien le hablaba, lo primero que le encantaba de esta pequeña era sus lazos rojos con bordes blancos que contenían unas estrellas. Komari le había dicho que eran estrellas del deseo, aunque realmente nunca le dijo cuál era su pedido y siempre se imaginó que debía ser para alguien más. Probablemente Rin. Komari podía ser algo –muy– hiperactiva, correteando en todas direcciones y siempre esbozando una sonrisa de oreja a oreja; con sus cabellos cortos y dorados ondeándose al viento, la podía ver esforzándose por los demás.

―¿Q-Qué sucede A-Akao-sa-san? ―Preguntó la otra niña que se encontraba más cerca de ella.
―Nada Rin ―Respondió volviendo a mirar al frente y dedicándole algunos segundos una pequeña mueca a sus dos amigas.

Natsume Rin, apodada por un amigo como “la dama escorpión” a pesar de su timidez a la hora de hablar con otras mujeres que no sea Komari, sin duda su personalidad badass la caracterizaba bastante bien. Sus cascabeles ubicados como prensas en su cabeza, hacían ruiditos como de pequeñas gotas de lluvia cayendo, el sonido aquel deleitaba sus oídos cuando todo quedaba en silencio.

―¡¡EN MARCHA!! ―Gritó emocionada Komari, levantando su pequeño brazo derecho al cielo para dirigirles una radiante sonrisa a sus dos amigas.
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Puri on September 02, 2015, 12:28:21 AM
here i am ( •̀ᄇ• ́)ﻭ✧ sin topes porque soy pobre

***

“¿¡EEEEEEEEEEEEEH!?”, gritó exasperada. “¿¡CÓMO PUEDE SER QUE EL TREN SE HAYA RETRASADO!?”.
“Lo lamentamos mucho, señorita”, informó el encargado. “Hubo un desperfecto a una hora de trayecto y ya se ha mandado a un equipo a solucionarlo, pero por lo pronto estamos calculando que recién en tres horas llegarán los pasajeros. Lo sentimos, pero no podemos hacer nada más por el momento”.

Si bien las explicaciones del hombre eran lógicas, la chica no podía evitar desesperarse; hacía ya varios años que no veía a su prima y aunque todas las semanas intercambiaban cartas eso no era suficiente tomando en cuenta que de niñas habían sido muy unidas. Es por ello que aunque sabía que ninguna de las personas de la estación tenía culpa alguna, no pudo evitar correr fuera y empezar a gritar al mismo tiempo que hacía uso de su earthbending para descargarse. ¿Quién podía culparla? Después de haber recibido las emocionantes noticias de su prima que finalmente tenía el visto bueno para ir a verla y vivir juntas, la pobre ya no podía esperar ni un segundo más.

Al comenzar tremendo show de fuerza y descontrol varios transeúntes no pudieron evitar dispersarse, murmurando varias cosas sobre ella de una manera negativa. Dándose cuenta de esto, la chica se mordió el labio inferior y finalmente se sintió arrepentida; alzando una mano y empezando a limpiar lo que podía con el uso de su poder, aunque igual parecía que el daño estaba hecho y la gente siguió en aquel plan antagónico.

“¡Qué injusto!”, se dijo para sí misma a lo que se abrazaba y se sentaba enojada en una banca. “Si tan sólo todas estas personas pudieran comprender… ¡Todos ellos estarían enojados!”.

Además de que el tren se hubiera retrasado también estaba perdiendo día de clase de manera injustificada, ya que sus profesores le prohibieron faltar porque su prima estaba lo suficientemente grandecita para guiarse por la ciudad y encontrar la academia, pero no había forma de que ella dejara que otro segundo se escapara. No, ya habían sido suficientes años separadas y no iba a dejar que cualquier idiota que se creía mejor que ella por tener un título fuera a…

“¡DIANEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!”
“¿Eh?”, al escuchar su nombre se paró y volteó a todos lados buscando aquella voz con intriga, pero al escuchar la risa que le siguió pudo ubicarla y sonreír como no lo había hecho en años.
“¡KITTYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY!”

Diane comenzó a correr y haciendo nuevamente uso de su earthbending la tierra comenzó a subir en picas conforme cada paso que daba y también iba subiendo en longitud, ya que aquella a quien iba a recoger venía volando hacia ella. Finalmente; ambas chicas coincidieron y se lanzaron a la otra en un fuerte abrazo lleno de risas, a la par que iban cayendo hacia el suelo pero la recién llegada hizo control del aire para evitar que cayeran de manera brusca. Aún así, en el piso y con uno que otro moretón, ambas siguieron riendo y abrazándose sin importarles los comentarios que habían vuelto a surgir.

“¿¡Cómo es que has llegado!? ¡Me dijeron que tu tren se había retrasado para tres horas más!”
“¡PARFAVAR, ya no podía esperar ni un segundo más!”, Kitty, su prima, entre bocanadas de aire y risas se sentó y la ayudó a hacer lo mismo. “El tren se averió porque un niño comenzó a hacer una pataleta y ¡Oh sorpresa! Resulta que era earthbending y ya sabes cómo son de brutos esos”. Diane se echó a carcajear y le golpeó el brazo a su prima.
“¡Ya no sigas! ¿Y qué fue?”
“Lo típico”, se encogió de hombros. “Arruinó los rieles con todo lo que movió de tierra y por muy raro que sea no había ningún earthbender en el tren. Sólo habían personas normales y, bueno, los encargados de los motores que son firebenders, así que nadie pudo ayudar en nada”.
“¿Ves? Puede ser que los earthbending sean brutos, pero los airbenders tampoco son de mucha ayuda que digamos”, Kitty bufó ante la sonrisa sarcástica de su prima.
“Riiiiiiiiiiiiight. En fin, como ya me la había pasado desde hace tres días viajando como idiota de tren en tren hasta llegar acá ya no podía soportar más, así que simplemente abrí la ventana y use el staff de airbending para llegar volando hasta acá”, dicho esto hizo la señal de la victoria. “¡Problema resuelto!”
“¡Bien!”, Diane la tomó de las manos y ambas se pararon. “Entonces vamos a mi casa, ¿de acuerdo? Mira que he ambientado mi antigua habitación para que te quede perfecta, tiene muchas ventanas para tu gusto, te compré también muebles para tus libros y… Por cierto, ¿tus libros?”, preguntó recordando que su prima menor no viajaba a ningún lado sin traer alguno.
“… Ah. Me olvidé de traer el baúl”.
“…”
“…”
“KITTY QUE NO PUEDES SER TAN BRUTAAAAAAAAAAAAAA DDDD:”, empezó a gritar nuevamente exasperada la mayor.
“¡¡¡PERO ES QUE AUNQUE ME HUBIESE ACORDADO NO PODRÍA HABERLO TRAÍDO ;_;!!!”, se defendió mientras retrocedía de la cólera de Diane. “¡ES DEMASIADO PESADO!”
“¡¡AHORA VAMOS A TENER QUE ESPERAR MUCHAS HORAS MÁS!!”, Diane posó ambas manos en sus caderas y gritó mirando al cielo, enojada por la naturaleza despistada de la otra. “¡¡Ya no vamos a poder hacer todas las cosas que tenía planeadas para hoy!!”
“No es como si me fuera a ir”, dicho esto, Diane le prestó toda su atención a lo que Kitty le regalaba una sonrisa tierna. “Ya no nos tendremos que separar desde hoy”.

Diane, con una triste mirada, se acercó y abrazó con todas sus fuerzas a su prima, quien le devolvió este abrazo, mucho más tranquilo y calmado, pero con mayor sentimiento que los anteriores.

Rato después ambas primas ya se habían comprado un plato de salchipapa y se encontraban sentadas en una banca de la estación comiendo mientras se ponían al día en aquella semana que no habían sabido nada de la otra y esperaban que llegara el tren. Diane le contó que la primera semana de escuela había sido fatal, había comenzado el último año en la academia y aunque siempre había mostrado habilidades excepcionales y gran fuerza en los años pasados, resultaba que ahora los profesores se encontraban empeñados en limitarla y hacerle aprender cosas más finas en las que ella nunca había sido buena; por ejemplo, el metalbending. No era en verdad que ella no estuviese interesada, pero en sí la habilidad de concentración y de esfuerzo que se necesitaba para convertirse en metalbender era demasiada y Diane no quería perder tanto tiempo con eso, prefería acabar la academia de una vez y seguir con otros proyectos.

Por su lado, Kitty le contó que la despedida de la aldea de airbenders había sido muy emotiva con llantos, risas, bailes y muchos dulces como a ella le gustaban; y aunque al momento de irse habían insistido en que debería quedarse con ellos, sólo mencionar la existencia de la carta del profesor Charles Xavier desde la academia Raava había sido suficiente para callarles. En sí, Kitty no entendía por qué el profesor, una de las personas más jóvenes después del avatar Aang en obtener tan rápido sus tatuajes de maestro aire, se había fijado en ella durante la última visita que había hecho a su aldea natal, ya que después de todo sus promedios eran sólo eso: promedio. No destacaba en nada ni era muy mala en nada, era una chica común. Ante esta confesión Diane bufó y le dijo que era imposible que Kitty pudiera catalogarse como alguien “común”, después de todo, muy pocas personas en el mundo podían controlar su elemento.

Fue recién cuatro horas después de su encuentro que finalmente ambas primas pudieron llegar a la casa de la mayor, la cual se encontraba muy lejos de la estación y del centro en general; después de mudarse de un lugar tan tranquilo como lo era Lago Laogai años atrás, la familia no encontró mejor idea que mudarse lo más lejos posible del barullo diario.

“Es preciosa”, dijo Kitty con una sonrisa después de haber entrado corriendo y habiendo abierto cada una de las habitaciones en su recorrido. “¿Dónde dormían mis papás?”, le preguntó emocionada.
“Déjame llevarte”, Diane rió y salió del cuarto de la menor, donde se había quedado tras dejar el baúl y comenzar a ayudar con la mudanza, para bajar al primer piso y llevarla a una sala que ahora hacía de estudio. “Aquí estuvieron hasta antes de mudarse de vuelta a Ba Sing Se”.
“¡Vaya!”, la menor entró y comenzó a mirar por todos lados. “¡Tiene una vista bonita! Seguro que a mi mamá le gustó mucho”, dijo tras abrir la ventana y ver las flores que bordeaban abajo el muro de la casa.
“Sí, ella misma fue la que las hizo crecer”, Diane se puso a su costado y cruzó sus brazos reposándolos en el marco de la ventana al igual que Kitty. “El primer año hubo un invierno terrible y nada de lo que plantó floreció, pero los demás años todas las flores sobrevivieron sin ningún problema”.
“Ya veo”.

Después de un largo silencio en que aprovecharon de ver juntas el atardecer, Diane volvió a hablar.

“¿Fuiste feliz allá, Kitty?”

La mencionada miró de reojo a su prima y al ver que esta no lograba obtener el coraje para mirarla al rostro tras esa pregunta, se sintió lo suficientemente segura de responder.

“Sí”. Silencio. “Aunque ahora me siento más feliz aquí, todo ese tiempo allá esperé este día”. La mayor bajó la mirada con una sonrisa avergonzada.
“Eso espero, en verdad”. La miró y le dedicó ahora una sonrisa cálida. “¿Pijamada? No tenemos una desde la última vez que nos vimos”.
“Seis años atrás”, murmuró Kitty recordando. “¡Pues claro! No creas que voy a dejarte tan rápidamente ahora que te tengo”, ambas rieron y fueron corriendo a la cocina, hablando sobre qué chucherías deberían llevar arriba al cuarto y si Diane tenía los suficientes esmaltes para todos los colores que Kitty planeaba usar en sus uñas. Después de todo, mañana comenzaba Kitty sus clases en la academia Raava y de ninguna manera perdería así como así sus últimos y escasos momentos de diversión junto a Diane.

***
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Mimi Tachikawa on September 16, 2015, 12:33:59 AM
(http://i60.photobucket.com/albums/h38/mimi-chan_photos/ami1korra_zps4io0jabr.png)(http://i60.photobucket.com/albums/h38/mimi-chan_photos/kiyoshi1korra_zps1ofzmrix.png)

Capitulo 2:“Aquellos viejos recuerdos”

Inicio del Flashback

Una pequeña Ami se encontraba arrodillada en medio de varios niños que le tiraban piedras, la niña estaba llorando asustada

Vete de aquí niña anormal…-

No queremos a alguien como tu cerca a nosotros-

Por tu culpa nadie viene a adoptarnos…-

Aquí nadie te quiere, vete!!-

Oigan dejen de molestarla!!!- un niño de cabellos castaños y un poco mas alto que ellos se coloco al medio de la pequeña peliazul-Aquí todos somos niños, asi que debemos de apoyarnos mutuamente, no importa si alguien tiene habilidades distintas a uno, mientras que no estemos unidos, nadie nos adoptara…-

Es Teppei, dejemos de molestarla….vamonos…-

Los niños que molestaban a la peliazul se fueron corriendo, mientras que Teppei se acerco a la peliazul, para limpiarle las lagrimas

Te encuentras bien?...-

Gracias…por ayudarme…-dijo la pequeña tímidamente- yo no pedi tener esta habilidad…porque asi todos me tienen miedo…-

No les hagas caso, como somos niños solemos tener miedo de las cosas que desconocemos…-

Lo se…yo también estuve asi cuando descubri que puedo manipular el agua…por lo que puedo comprenderlos…-

Pero eso no es motivo para que dejes que otros niños te ataquen…-

Tampoco quiero crear conflictos si me pongo a pelear…-

Eres una buena niña…-

Mi nombre es Ami…Ami…- dijo la pequeña para sonreírle tímidamente al otro niño que era unos centímetros mas alto que ella-

Yo soy Teppei…- le extendió su mano- quieres venir conmigo a jugar? Ahora ambos somos hermanos deacuerdo?...-

No soy buena jugando…tampoco hablando con otras personas…pero dare lo mejor de mi…- dijo tomando tímidamente la mano del otro joven-

Y es asi, que Ami y Teppei, iniciaron su amistad, la pequeña peliazul, cogia los libros que estaban en el estante del salón de juegos y se acercaba al castaño para leer los cuentos juntos, mientras que el pelicastaño invitaba a los niños que no tenían rencillas con Ami a jugar con ellos, y todos se divertían animadamente, aunque en secreto la peliazul aprendia poco a poco a controlar su manejo con el agua, aunque fue descubierta por su amigo que empezo a ayudarla-

La peliazul se sentía mas segura mientras lo tenia a su lado, pero aquella tranquilidad no iba durar mucho, ya que Teppei fue adpotado antes que la peliazul, como el niño era querido por todos los niños, todos fueron hacia la salida para despedirse del pelicastaño, la peliazul que tenia un libro entre sus manos también se había acercado, se sentía muy triste, pero no queria llorar frente a su amigo-

Teppei…toma…para que me recuerdes…- le dio el libro que tenia-

“El cuento de la tortuga y la luna” pero si es tu libro favorito Ami-chan…-

Eso no importa…ademas quiero que me recuerdes…porque yo no voy a olvidarte…-

Muchas gracias lo cuidare mucho y cuando nos volvamos a ver te lo devolveré deacuerdo?...-

Deacuerdo…cuídate mucho y se muy feliz…-

Tu también…- le da un beso en la frente-

La peliazul vio como el castaño se fue, y cuando su figura apenas era visible, empezo a derramar lagrimas

En el presente…

No pensé que nos encontraríamos en un lugar como este…es una grata sorpresa…- le dijo el castaño con una amplia sonrisa-has crecido mucho, te has vuelto muy guapa Ami-chan…-acariciandole los cabellos-

Ami se sonrojo y se dejo acariciar por su amigo- tampoco pensé en verte en este lugar Kiyoshi-kun….desde que te fuiste del orfanato-

Al año siguiente regresé, pero las hermanas dijieron que ya te habían adoptado y te habían llevado lejos, por eso ya nos pudimos ver…-

Es verdad…mis padres me adoptaron y tuvimos que irnos lejos por los trabajos de los dos, son muy buenas personas dijo emocionada y apenada cuando hablaba de sus padres…-

Ami-chan ire adelantándome…luego hablamos acerca del cumpleaños de Haru…-

Espera Makoto-senpai, antes de que te vayas te quiero presentar a mi amigo de la infancia Teppei Kiyoshi, Kiyoshi-kun te presento a Makoto Tachibana es mi senpai de la escuela primaria y mi mejor amigo…-

Mucho gusto Kiyoshi-kun…- el castaño le sonrio suavemente para estrecharle la mano-
El gusto es mio…-

Bueno ahora si me adelantare…no te demores mucho Ami-chan, recuerda que Fate-sensei es estricta con la puntualidad…-

Deacuerdo no demorare…- ondeando su mano-

Y Tachibana-kun es tu novio? Porque parece que se llevan muy bien…-

No…eso no …para nada…Makoto-senpai es muy gentil y amable conmigo, tenemos muchas cosas en común y soy su tutora en los cursos, pero no tenemos nada amoroso…lo quiero como un hermano mayor nada mas, ademas Makoto-senpai esta con Haruka-senpai…-le dijo con una leve sonrisa- aunque ellos si son diferentes pero logran comunicarse a la perfeccion…-

Ya veo…me alegro que aun sigas soltera…-dijo sonriendo suavemente-

Eh? Decias algo Kiyoshi-kun?...-

No dije nada…mas bien, como se que ahora vives aquí, tengo que devolverte el libro que me diste ahora que nos hemos vuelto a ver…-

Aun te acuerdas del libro que te preste?...-dijo apenada-

Si, lo he atesorado con mucho cariño, ya que cuando estaba en problemas miraba el libro y pensaba en mi linda amiga…-

No es para tanto…-

Y dime como son tus padres? Te quieren mucho…saben acerca de tus habilidades?...-

Mis padres son muy cariñosos y me sobreprotegen mucho…-dijo apenada- aunque siempre paran ocupados, Nowaki-Otousan es un pediatra es una persona muy amable y trabajadora cuando era niño tenia como tres trabajos, lo admiro mucho…y bueno Hiroki-otousan es muy estricto y tiene un carácter fuerte, pero es muy cariñoso conmigo bueno a su manera, es profesor de una universidad de aquí, los quiero mucho a ambos y cuando me vieron por primera vez no lo dudaron dos veces y me adoptaron…- sonrio ampliamente- no te parece genial? Pensé que nunca me adoptarían y ellos lo hicieron, por eso dare lo mejor de mi para ser una buena estudiante y maestra agua…-

Se nota que los quieres mucho y que ellos te quieren mucho, me gustaría conocerlos…-

Este…-sacando su móvil- podemos intercambiar números para fijar un dia para que puedas venir a casa?-dijo tímidamente-
Justamente iba a pedirte eso…- cogio el móvil de la peliazul y apunto su numero-

Bueno tengo que irme a clases Kiyoshi-kun, no puedo llegar tarde a la escuela…-

Te acompaño mientras me vas contando que has hecho en estos años que no nos hemos visto deacuerdo? Ademas no puedo dejar sola a una dama…-

Como siempre tan protector conmigo…-

Es porque Ami-chan es importante para mi…- le tomo de la mano-

La peliazul se sorprendio, pero sonrio apenada, después de todo cuando eran niños siempre se tomaban de las manos
Yo también quiero saber lo que has hecho en estos años Kiyoshi-kun…-

No tengo muchas cosas que contar, pero también tengo una familia algo peculiar que me gustaría que los conocieras…-

Claro que lo hare…- dijo- aunque no me imagino una familia peculiar para Kiyoshi-kun…-rio suavemente-

Y como imaginas que es mi familia?….-

Pues…- se quedo en silencio y luego rio suavemente- luego te lo digo…-

Uhm…no puedo creer que Ami-chan tenga sentido del humor…como has cambiado…-rio divertido-

Oye…- dijo apretando fuertemente la mano del castaño- si tengo sentido del humor…- dijo hablando bajito-

Ambos rieron divertidos y caminaron hacia la academia donde estudiaba Ami, recordando viejas épocas y contando nuevas anécdotas, como si el tiempo no hubiese pasado y ambos habían regresado al pasado.

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Matta ne!!

Mimi-chan
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Eureka on October 31, 2015, 03:43:50 PM
Super corto y feo pero algo es algo B(

Chapter #2 .- Trouble


(http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/crona1korra_zpscya9vg4i.gif)(http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/rose1korra_zps6lp7y69l.gif)(http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/anemone1korra_zpsjsowlmql.gif)(http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/leorio1korra_zpsz1bpm3gk.gif)


“¿Estás bien?”
“Ah, s-sí, no se preocupe…”

Había tropezado de una manera muy estrepitosa, y justo en frente de la que parecía ser una profesora de la casa de agua. Su suerte iba de mal en peor.

Al observar la sonrisa sincera de la mujer –y la mano que ésta le extendía para ayudarlo a levantarse—, Crona dejó a un lado su negatividad y aceptó la ayuda ofrecida, intentando devolverle el gesto de la misma manera pero fallando súbitamente al sentirse forzado e incómodo.

“¿Estás buscando a alguien?” Le preguntó la mujer de apariencia muy extraña: era altísima, de cabellos rosados en bucles definidos, túnicas blancas (a excepción de una capa azul con bordados y pieles de animales, típica de la tribu del agua) y mirada tranquila. Su voz llena de preocupación le llamó la atención. “No pareces ser de la academia.”
“No, me perdí. El portero no da buenas indicaciones. ¿Quería ir… a la enfermería?” Le dijo la verdad, aunque claramente escondería los detalles sobre el encuentro con la persona a la que buscaba.
“Ah, ¿conoces a alguno de los doctores?”
Crona desvió la mirada hacia el piso. “Algo… así.”
“Puedo llevarte hasta allá, si deseas.”
“¿Pero… no tiene que dictar clases?”
“No.” La profesora negó con la cabeza sutilmente. “Hoy me tocaba enseñar sólo en la mañana. Pero siempre me quedo unas horas más para apoyar a otros profesores y ayudar a los alumnos que quieran entrenar un rato más conmigo.”
“Ah, ya veo…”
“Por cierto, soy Rose Quartz. ¿Cómo te llamas?” Se introdujo con una gran sonrisa, y aunque en cualquier otro caso le hubiera parecido un gesto amable, a Crona se le hacía intimidante. Después de todo, tenía a una fuerte waterbender en frente de él. La ansiedad y el miedo se mezclaban en su interior y sintió que se ahogaba.
“C-Crona.” Soltó, luego de unos segundos de silencio.
“Ohh, qué bonito nombre~”

La mujer comenzó a caminar y Crona no demoró en seguirla de cerca. Luego de unos cuantos pasos, la profesora se giró y le sonrió.

“¿Y? ¿A quién buscas?”
“A la doctora Sollel…”
“¡Ah! ¿Anemone?”
“E-exacto. Es mi hermana mayor.” Crona se colocó a su lado mientras caminaban.
“Ohhh, no sabía que Anemone tenía hermanos. ¿Tú eres bender?”
“N-No.”
“Igual que ella, entonces. Qué lindo que la vengas a visitar, eso sí.”
“S-Sí…” Mencionó Crona, en voz baja.

El resto del trayecto fue en silencio, a excepción de los saludos de la profesora al personal que se cruzaba con ella, en su mayoría profesores y uno que otro alumno.

Cuando llegaron a la enfermería, encontraron a la doctora junto a un hombre alto, de cabello negro y ojos cafés, vestido de una manera muy formal. Lo que más llamó la atención de Crona fueron sus lentes oscuros y de forma peculiar.

“Crona, qué bueno que viniste.” Habló Anemone, al notar a su hermano menor. El hombre que hablaba con ella se giró a encarar a los recién llegados.
“¡Buenas tardes! Soy Leorio Paladiknight, vengo a apoyar a la Dr. Sollel.”
“Un gusto.” Dijo Rose.
“Me perdí en la academia pero la profesora Quartz me ayudó al guiarme hasta acá.” Mencionó Crona.
“Gracias, Rose.” Le agradeció la doctora.
Rose negó con la cabeza. “No es nada. Si me disculpan, debo regresar a la Casa de Agua.”
“¡Hasta luego!” Se despidió Leorio.

Anemone sólo hizo un ademán con la mano, y Crona bajó la cabeza, en señal de agradecimiento y respeto.

“Leorio… ¿está bien si te dejo un momento? Quiero hablar con Crona a solas.”
“¡No hay problema!” Le respondió Leorio, lleno de entusiasmo.

Los hermanos salieron del cuarto de enfermería y Crona siguió a Anemone hasta llegar a un pequeño patio. Crona chequeó varias veces sus alrededores para cerciorarse de que nadie pudiera escuchar la conversación que seguía.

“No te preocupes, ahorita todos están en clases o en sus dormitorios.”
“…Okay.” Luego de una pausa, Crona volvió a hablar. “Los jefes dicen que te dejes de juegos y regreses. Te necesitamos de regreso en la academia.”
“¿Pero no que necesitaban información de los benders?”
“Lo sé, pero es más necesario tenerte ahí preparando y distribuyendo las inyecciones junto al resto de científicos…”
“Mm” Anemone sonrió maliciosamente. “Me sorprende lo entusiasmado que estás con todo eso. Y pensar que hace un tiempo eras un niño tímido y cobarde.”
“A-Aún lo soy… estar rodeado de benders me da escalofríos. Pero Amon nos ha dado maneras de luchar y no me puedo quedar de brazos cruzados.”
“Eso es cierto.”

Anemone volvió a ingresar a la academia, y su hermano la siguió rápidamente.

“Diles que regresaré… eventualmente. Supongo que a inicios del mes que viene. ”
Crona asintió. “O-Okay.”
“Cuídate mucho, ¿sí? Y no hagas cosas peligrosas.”
“Puede que me vea obligado a hacerlas.”
“Ojalá que no. ¿Sabes cómo salir de acá?”
“Sí, creo. Gracias a la profesora me ubiqué.”
“Okay. Suerte.”

Crona asintió y se separaron en la entrada de la enfermería, tomando rumbos distintos.
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Haruhin on December 01, 2015, 05:48:34 PM
Aporte para Diciembre t_t... corto y feo i'm sorry askdh

(http://i.imgur.com/qbn4PB2.png)(http://i.imgur.com/Or37a24.png)


#2

Tras su abrupta llegada a la academia, Yukari había pasado unos buenos ideas familiarizándose con las instalaciones y con el entorno general de Raava. Si bien uno que otro detalle de las clases o de las exigencias de sus maestros le resultaban problemáticas poco a poco había comenzado a acostumbrarse a su vida como estudiante.

Estaría mintiendo si decía que no extraba su casa y el confort que le entregaba el mantenerse algo más distanciada de otros en su cuarto, pero… también se sentiría algo culpable de tirar las expectativas que depositaba su padre en ella al pensar en la posibilidad de desistir de los estudios para perfeccionar su control de tierra. La familia Reinherz no había obtenido su prestigio ni sus méritos en la capital a base de comodidades y ella, como única descendiente tenía un cierto peso sobre sus hombros con las responsabilidades con las que tendría que lidiar al graduarse.

Un pesado suspiro abandonó sus labios cuando se acercó a uno de los teléfonos dispuestos para contactarse con el exterior. Tal y como había prometido, se mantendería en contacto constante con su familia para contarle de sus progresos y de lo que había podido observar del panorama con respecto a sus compañeros durante tan breve tiempo.

La primera en contestar el teléfono fue una de las criadas de la casa. Poco fue lo que tuvo que esperar para que la línea fuese contestada por una voz grave y perfectamente conocida.

“Es una grata sorpresa que me llames. ¿Todo bien?”
“Dentro de lo normal, siempre podría ser peor.  ¿Cómo están allá?”
“Atareados como siempre, es por lo mismo que Steven no ha podido mandar a Terriermon contigo en este tiempo.”
“Supuse que era por algo como esto. Own, pobrecito me debe estar extrañando mucho.”
“Tu madre lo ha estado mimando más de la cuenta, no te preocupes.”
“…¡¿M-Mi mamá ya llegó?!” Yukari se apegó el auricular con sorpresa a la oreja creyendo haber escuchado mal. “Pero yo pensé que su viaje era más largo.”
“Considerando lo agitadas que se han puesto las cosas con la presencia de los Igualitarios ella misma consideró prudente detener sus presentaciones en la ciudad vecina.”
“Um…”
“Aunque no te esté viendo la cara en este preciso instante se percibe lo intranquila que te encuentras.” Klaus se ajustó las gafas al mismo tiempo que su espalda se recargaba en el asiento de su despacho. “Pero puedes confiar en mi palabra.”
“Más que intranquila diría que me da algo de lástima que mamá no hubiese podido seguir con la gira. Ya sabes, cantar es lo que más la apasiona.”
“Lo sé, pero sabes cómo es ella. Aunque intenté asignarle guardaespaldas para protegerla rechazó la idea rotundamente. Es más, ni siquiera accedió a que fuese el mismo Steven el que la escoltase.”
“Tan terca~”
“Suena como a alguien que conozco.”
“Shuuuush.” Yukari hizo una mueca desde el otro lado. “En fin, prefiero eso a que se exponga innecesariamente. Cuando pueda me arrancaré a casa para saludarla como corresponde.”
“¿No prefieres que te pase con ella al teléfono? Ahora mismo debe andar deambulando por el jardín.”
“No, está bien. Además si lo hago mamá me va a parlotear mucho y no le puedo quitar por tanto rato el turno a otros chicos que también quieren usar el teléfono aquí.”
“Tienes un punto con eso.” Klaus rió muy sutilmente. “Entonces nos estamos comunicando.”
“Claro, nos vemos papá.”
“Yukari, una cosa más.”
“¿Eh?” La castaña estuvo a punto de colgar el teléfono. “¿Pasó algo malo?
“Algo así. Los ambientes han estado algo tensos y preferiría que cuidases bien tu espalda incluso dentro de la academia.”
“O-Oh… hablabas de “ése” tipo de asuntos.”
“A la brevedad procuraré enviarte a uno de los muchachos para que te vigile.”
“¿Huh? ¿Me quieres poner a un…” Yukari miró hacia los lados esperando no tener a algún otro estudiante muy cerca. Una vez con el perímetro asegurado, habló muy pegado al auricular. “¿Guardaespaldas? ¿Aquí? Pero—”
“No es algo que vayamos a someter a discusión. Nicolas debería ser el más apropiado.”
“Ni siquiera tiene cara de estudiante, papá.”
“…”
“No habrás pensado que sólo porque es bajito iba a pasar con naturalidad en el campus, ¿o sí?”
Klaus carraspeó, incluso hasta a un hombre de tan importante cargo a veces se le pasaban esos detalles.
“¿Marco?”
“Nop.”
“¿Kiyotaka?”
“MENOS.”
“Está bien, pensaré en algo. Déjamelo a mí.”
“No hagas nada imprudente, ¿de acuerdo?” Suspiró. “Te quiero, hablamos después que ya me están corriendo aquí.” 
“También te quiero, cuídate.”
Y la llamada se cortó.

(http://i.imgur.com/qbn4PB2.png)(http://i.imgur.com/77rfJmz.png)(http://i.imgur.com/35W2tEc.png)


“¿Seguro que solamente mencionar que los aires están un poco hostiles es suficiente como para ponerla en alerta?” La voz de Steven interrumpió la estancia. A su lado la silueta de una mujer de hermosas facciones y un largo cabello azabache hacia una pequeña mueca.
“No tienes que regañarlo así. A Klausie le encanta bajarle el perfil a las cosas cuando se trata de Yukaricchi.”
“Sí pero, estamos hablando de tu hija también.”
“No , tiene razón Steven.” Interrumpió Klaus al dejar el teléfono sobre el escritorio y ajustarse las gafas. “Yukari recién está empezando a estudiar en Raava, quiero que se enfoque en sacar el potencial de sus habilidades sin tropiezos por eso preferí no entrar en detalles para alarmarla.”
Steven se cruzó de brazos, resignado.
“Pues espero que tengas en cuenta que conociéndola, se va a enterar más temprano que tarde.”
“Dame tiempo, pensaré en algo para arreglar el problema.”

“No me cabe duda que así será.” La mujer caminó hasta bordear el escritorio ajeno. Al poco tiempo sus manos se apoyaron sobre los hombros de su marido para darle un masaje. “Además, en caso de desesperarse ustedes dos, por suerte tienen a K.K y a mí, adelante por ése poder femenino~“ Bromeó, guiñando un ojo.
“…” Klaus soltó un bufido y recargó su peso con mayor insistencia sobre el respaldo, relajado quizás por los hábiles dedos de la fémina. “No tiene caso. Steven, cuento contigo.”
“Soy todo oídos.”
“Asigna una reunión de emergencia aquí en la mansión. Ubica a todos sin falta.”
“¿Mientras más pronto, mejor?”
“Así es. La dejaremos programa para mañana en la noche.”
“Entendido.” Tras ello, Steven se retiró del despacho.
“Pobrecito, siempre le dejas tareas pesadas.” Comentó Oruha.
“Confío en sus gestiones, así que estoy seguro que no me fallará.” 
"¿Hay algo en lo que pueda ayudarte yo también?"
"Sí, necesito que contactes a Aigis cuanto antes."
"Ara, realmente te mueves rápido."
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Puri on December 30, 2015, 12:25:03 PM
***

“Bienvenida, Katherine, pasa adelante”.

La primera vez que había visto a Charles Xavier en su vida, todos en la aldea de los airbenders habían hecho un barullo enorme como si el avatar mismo hubiera llegado a visitarles, fueron varios días de fiesta seguidos de varios días de entrenamiento intensivo con él tanto física como emocionalmente, ya que una oportunidad como esa no podía dejarse pasar y mucho menos con los jóvenes, quienes debían aprender a como dé lugar. Desde que los poderes de airbending despertaron en algunas personas existía mucho recelo con aquellos que habían sido “elegidos” y los maestros los cuidaban de cualquier influencia externa, sea negativa o positiva. Y era así que Kitty había vivido encerrada en una burbuja los últimos 6 años de su vida. Pero bueno, esa es una historia que se contará más adelante.

El punto era que sin tanto barullo y algarabía, y ubicados dentro de un pequeño despacho con miles de libros en precario equilibrio y desorden por doquier, Charles Xavier casi parecía una persona normal. Sin embargo, bastó que este posara su mirada en Kitty para que esta diera un respingo; aquel hombre seguía intimidándola por más bondadoso que se mostrara.

“Disculpa no haber podido irte a recoger como era debido, ayer no fue un buen día, pero espero que lo hayas pasado bien con tu familia”, Kitty asintió mientras se sentaba en una silla frente a su escritorio. “En fin, quiero que tengas esto”, sacó un fólder de manila y le entregó un papel. “Es tu horario de estudios”.
“Demasiada… Meditación…”, comentó, harta de tener que seguir meditando, medita 6 años seguidos todos los malditos días de tu vida y lo comprenderás.
“Créeme que encontrarás una gran diferencia entrenando en un entorno no solo urbano, sino con muchas más personas con distintas habilidades”, Charles sonrió más que nada para sí mismo mientras seguía buscando algo más en el fólder, “Aquí está tu lista de útiles escolares”. Kitty alzó una ceja, pero tomó el papel y empezó a leerlo.
“No creo tener tanto dinero”.
“Descuida”, hizo un ademán con la mano de que no le prestara atención, “Eso lo cubriré yo, pero debes tener la lista de todas maneras. Por otro lado, deseo que también tengas esto”, esta vez le alcanzó un papel que tenía dentro de un cajón en su escritorio. “Son mis horarios de asesoría y espero verte aunque sea una vez a la semana. Como podrás ver en tu horario igual tendremos varios cursos juntos, pero me parecería elemental que tengamos más horas aparte”.
“Bueno”, respondió de manera desanimada.
“Creo que eso sería todo”, Charles juntó ambas manos bajo su barbilla y le sonrió. “La tardanza para tu clase de hoy está perdonada, así que puedes marcharte cuando gustes, pero antes, ¿tienes alguna pregunta?”. Miles de preguntas se le aparecieron por su mente, así que fue por la más obvia.
“¿Por qué me trajo hasta aquí?”, se mordió la lengua antes de decir más, pero se sintió igual de intimidada como si lo hubiese dicho, ya que la mirada del profesor parecía dar a entender que podía leer su mente.
“Porque tu rendimiento en la aldea como airbender es casi nulo, Katherine”, wow, rude. “No me malinterpretes, pero tras la semana que pasé ahí pude darme cuenta que un caso como el tuyo jamás podría progresar en la aldea y para que no creas que es algo particular, déjame decirte que ha sucedido con otras personas. Es cierto que cuando uno como profesor aplica una metodología de enseñanza lo hace porque sabe que funciona en la mayoría de los casos; sin embargo, ante un error en el sistema, es también responsabilidad del mismo profesor encontrar una solución con su alumno, quien deposita su fe en él”, pero a ella nadie le preguntó si quería siquiera depositar su fe.
“Ah, tiene sentido”, la mirada del profesor parecía esperar que siguiera preguntándole más sobre esto, pero la chica se limitó a dar una vaga sonrisa y asentir. “Lo veo luego entonces”, se levantó y le hizo una reverencia. Charles Xavier le regaló una sonrisa cálida, aunque su mirada parecía triste.
“Nos vemos el miércoles entonces. Ten cuidado, Katherine”.
“Claro”, asintió y se fue del despacho.


Ya que tenía una tardanza justificada, Kitty no vio nada malo en demorarse hasta llegar a su primer salón, en el cual era una clase conjunta con otros benders sobre historia mundial. La verdad no le apetecía estar en compañía de tantas personas aún, considerando que venía de una aldea con una población menor a las cien personas y ya de por sí un día en la ciudad y toda el trayecto hasta el instituto Raava durante la mañana la habían agotado. Si mal no recordaba, Diane debía tener en aquel momento gimnasia con los demás earthbendings, así que hasta que deambuló lo suficiente para encontrar un mapa del local, Kitty pudo ir corriendo hacia donde debía de estar su prima.

Al encontrar un pasillo que daba vista a la arena, la chica se detuvo y se quedó viendo con una sonrisa la clase avanzada de los earthbenders. Fue muy fácil ubicar a Diane, ya que a diferencia de los demás, su prima parecía como si bailara al hacer sus movimientos de una manera tan fluida, algo que no muchos de su clase podían imitar. Después de acabar con su demostración la vio hablar y reírse con una chica de cabellos verdes, para luego ambas señalar a un chico cuyo turno era el siguiente y Kitty no pudo evitar abrir su boca hasta el suelo al ver cómo el joven hacía metalbending de una manera tan fina y muy bien ejecutada; el chico, usando solo una buena posición con sus pies y con movimientos calculados con sus brazos, pudo sacar los componentes metálicos de la tierra y empezó a asirse de estas lianas de metal para moverse por los aires y una vez arriba, invocar a la tierra en un gran espectáculo. Era cierto que no era la primera vez que Kitty presenciaba este uso del earthbending, pero nunca lo había visto de una manera tan preciosa, por lo que se había quedado atónita. Una vez acabado el turno del chico, Kitty notó cómo su prima se cruzaba de brazos y hacía un puchero, claramente enojada por no poder hacer lo mismo que él, a lo que la chica de cabellos verdes le daba unas cuantas palmadas en el brazo y luego se unía al joven que regresaba a las bancas.

Kitty se quedó mirándolo unos instantes más hasta que volvió la vista a su prima y se dio cuenta que esta la miraba de vuelta, pero antes que pudiera levantar una mano para saludarla, Diane le indicó con gestos del rostro que mirara hacia otro lado. Al levantar la vista, se encontró al otro lado del instituto, en el pasillo contrario, a Charles Xavier mirándola fijamente de una manera indescifrable.

Se volteó y se fue corriendo a su primera clase.

***
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Miyu on January 23, 2016, 11:53:09 AM
Me falta los iconos </3 luego edito~


002 nicia el viaje.

El  cielo resplandece con furia entre las ranuras de mi mano extendida; quería mirar el sol, que aquella luminosidad penetrara las cuencas de mis orbes avellanas. Este día el mundo se funde en mi pequeña y temblorosa mano derecha, el calor es absorbido por mi nívea piel mientras mis pensamientos fluyen hacia el exterior.

Mañana me mudaré a Ciudad República, tengo miedo y mis rodillas tiemblan flaqueando de a poco ¿es que acaso debo abandonar la vida que tanto amo? Los lugares conocidos, mi familia, los vecinos, las pequeñas tiendas que visito con regularidad desaparecerán en el horizonte, volviéndose quimeras con las montañas de un alejado e infante pueblo.

Mis cabellos revolotean con intensidad por la brisa matinal y pronto ciento el abrazo cansino del abrazador sol.  ¿Mis memorias se harán  retazos de ésta?, ¿acaso recordaré la fragancia del agua salada entrando por mis fosas nasales? Y pronto una risa chillona se retuerce a los lejos, correteando con rapidez hasta mi ubicación.

―¡¡Ayanooooo ―Gritó su padre a todo pulmón, montando una especie de lobo gris gigante― ooooooo!!
―Padre ―Repasó con la mirada la extraña apariencia de su patriarca, siempre se había preguntado el motivo por el cuál su madre había elegido a tan extraño personaje como pareja de vida y al final soltó una pequeña risa risueña; el traje que traía puesto se encontraba echo harapos desde quien sabe dónde. 
El lobo pertenece a una casta exclusiva de maestros tierra, aunque Yardio tiene más habilidades que esa, se reconoce más fácil como un animal que corre a velocidad normal, tener tierra entre sus gigantescas patas les parece un placer pero, cuando surcan los cielos el mundo se aparta de sus exquisitos sentidos. Todo en el gran animal parece único e imponente pues, su edad oscila entre los cien años.
―Botan te busca ―Espetó con una sonrisa enmarcadora de oreja a oreja. Las hebras castañas de Hirari Abe parecían estar despeinadas y en punta, mientras sus orbes marrones se posaban en las de Ayano la sujetó por debajo de sus hombres y la levantó como cuál saco de papas―, Las órdenes de MI ESPOSA son absolutas. 
―Woof ―Gruñó el animal, corriendo por todo el parque de la pequeña urbe.
―Yardio también cree que eres un inútil ―Infló sus mejillas, girando su rostro en noventa grados.
―Hehe eres mi hija ―Miró por el rabillo de su ojo izquierdo y le sonrió burlonamente―, peor de inútil. Los genes de Botan te ayudan.~

Los rasgos de Ayano no se parecían a los de sus padres pero, como hija menor del prestigioso y ancestral clan Abe, debía esforzarse al máximo. Si bien ellos eran de una casta secundaria, el hecho de ser portadores de apellido los hacía algo reconocidos en la pequeña villa. Aya no Abe o conocida como “Ayano” estaba destinada a trabajar bajo la luz de su hermana mayor Nene y Kakeru. 



―Hirari dono ―Dijo Botan, encerrándolo contra una de las esquinas en la sala―, ¿podrías dejar a la niña en paz?

La mueca de Botan hiso que los pelitos de los brazos de Hirari se erizaran, ella siempre había odiado esa forma tan grosera de dirigirse ante Ayano. Ella se encontraba desde hace tiempo dando lo mejor de sí, intentando causar problemas pequeños con su fuego control y aquí si bien los rebeldes desconocían la existencia de aquel lugar, siempre había posibilidades de que algún llegase a quitarle su bending.

―Pero ella se fue sin Yardio ―Suspiró, arrojando su cuerpo sobre Botan y abrazándola desde la cintura―, mis hijos están creciendo.

Botan cerró sus ojos y dejó caer su cuerpo al suelo, doblando sus rodillas en el proceso. El kimono que traía puesto, hacia relucir su despampanante cuerpo y los tonos en rosa y violeta oscuro combinaban a la perfección con las facciones de su cintura entallada y cabeza pequeña, el hecho de que tuviera unos preciosos ojos amatista con la cabellera corta y lila, la hacían una joya en la cultura oriental.

―Eres como un niñito al que madre tiene que contener en su regazo.
―Eso pensé yo, Nene ―Expresó Kakeru, mirando sorprendido a su hermana mayor.
Con una pila gigante de libros y unos trozos de sandía, los tres chicos comenzaron a repasar sus apuntes en una pequeña mesa del lugar. Su casa si bien parecía ser de gente normal, el patio que los rodea es inmenso, cubriendo varias hectáreas para ellos solos.

―Ayano debes repasar la historia de Zuko y las travesías que hizo con el Avatar Aang ―Aspiró toda la brisa que pudo, pasando alguno de los manuscritos de alrededor―, Kakeru tú lee sobre Korra, debes fijarte en los movimientos que hace cuando utiliza su bending de aire.
―Nee, aquí tengo una duda ―Soltó Ayano, señalando la táctica que Zuko y sus amigos usaron para destronar al antiguo emperador de la nación del fuego.
―Yo ―Levantó su mano Kakeru― iré a entrenar con Yardio.
―¡¡¡Qué infantil eres Kakeru!!! Y mira Aya esto es así. 


Ni un alma en pena que rondara a esa hora se vislumbra en el horizonte.

La mañana había llegado y bajo el sucinto frío matinal, los tres chicos cargaron sus pertenecías sobre Yardio y su padre. Si bien, solo sería un año antes de regresar a su casa, aquello los tenía algo aterrorizados. Nene con su elegancia, figura deseada y cejas fruncidas, sin duda era la más preparada; Ayano temblequeaba pero con un pequeño empujón de Kakeru, ella sonrió y comenzó a caminar alegre con su pequeño bolso carmesí.

Las pisadas rugientes de los tacones de Nene aturdían al corazón de la hermanita, el hechizo mágico del hermano se esfumó. Cuatro horas embarcados en un barco viajero y trescientos sesenta y cinco días fuera de su casa. Exageraba, lo sabía mejor que nadie pero nunca fue buena haciendo amistades y seguramente la verían como una pueblerina que ni puede hacer los movimientos correctos.

―Sabes ―Carraspeó su hermano, colocando sus cosas en el camarote que compartirían―, el fuego es un gran elemento que toma su fuente del sol, son majestuosos y lo harás bien Ayano, eres fuerte.
―Kakeru nii es habilidoso, tiene un elemento que simboliza la libertad, Kakeru es como la brisa~
―Ustedes simbolizan el poder, sin fuego, no podríamos hacer nada ―Suspiró, quedando de frente a su hermana―. Nene y yo estaremos para ti.



―¡Oh! ¿Ustedes van a Raava? ―Preguntó un extraño chico de pelo rubio casi blanquecino. Su bastón rechinaba peor que los tacones stiletto de Nene.
―¡Sí! ―Contestó algo contracturada Ayano.   

La parada del tren era el último recorrido que debían hacer hasta llegar a los dormitorios de ahí y a la tarde ya debían asistir a clases. El joven parecía ser algo excéntrico, obtenido de alguna revista occidental que últimamente parecían estar de moda.

―¿Cuáles son sus nombres y sus bending’s? ―Sacó una pequeña libreta de su bolsillo y anotó algunas cosas con un boli.
―¡JE! ¿nosotros? ¡¡no diremos ni mierda a un monstruo de los cuentos chinos ―Gritó la mayor de los Abe, molestando a quienes los rodeaban y haciendo sonrojar a los dos hermanitos. Ella parecía estar aún dispuesta a decirle varias verdades a aquel hombre.
―Nee-chan ―Susurró  el del medio con su cara roja como tomate; sus mejillas ardían con intensidad.
―Interesante ―Anotó el extraño en su libretita, observando con interés al grupo de hermanos. Nene cruzó sus brazos y giró su cabeza al lado contrario. Estaba como fiera―, la chica de pelo violeta es explosiva umm ¡DEBE TENER FUEGO CONTROL!

La mirada del albino parecía estar a punto de expulsar sus ojos, impresionado por la actitud de la chica, siguió escribiendo en las hojas de aquella cosa, con la actitud de un niño travieso descubriendo alguna chuchería nueva y fundido completamente entre la curiosidad y su mirada especulativa. Nene tardó segundos en reaccionar y atinarle una bofetada pero cuando sus nudillos entraron en la zona de confort del extraño este tambaleó hasta casi caer.
―¡NO TE MUEVES! ―Gritó ella, más furiosa que nunca―. ¡¡SÉ UN HOMBRE Y RECIBE EL CASTIGO!!
―Ya nee-san, tiene mal pinta ―Señaló la menor, sujetando la mano de la otra.
―¡Descuiden! ―Retomó la compostura el chico―. Soy anémico y mi nombre es Rui Takuma.

Los tres hermanos intercambiaron miradas, la apariencia enfermiza del chico y su actitud altanera sin duda sacudía los nervios de Nene pero por otro lado, comenzaron a reír por la situación; nunca se habían topado con alguien que al investigar le brillaran sus orbes lilas. Esta nueva vida que comenzaban sin duda sería interesante o eso al menos quería desear.

El tren llegó pronto y eso sería el último paso para alcanzar aquella prestigiosa institución.
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Miyu on January 30, 2016, 02:29:49 PM
Falta corregir toodo ;///////; ni lo releí pero quería dejarlo este mes, así puedo avanzar un poco más.


003 rimer día.

Las clases ya habían comenzado y el aire olía a esa combinación de azufre, eso asustó a Ayano pero Nene estaba dispuesta a entrar a su nuevo salón. Ambas estaban en diferentes divisiones; Nene en intermedio y Ayano en principiante pero aun así, eso tranquilizaba a la menor.

―Se fuerte Aya ―susurró la mayor, entrecruzando sus cejas―, vamos a demostrar lo fuerte que somos.
Inspirando todo el aire posible, golpeó la puerta del salón con una feroz patada, haciendo que su uniforme se levantara y mostrara parte de sus bragas. Pronto acomodó sus cabellos e hizo un movimiento con su mano, diciendo sin palabras “soy genial.” Ayano corrió lo más fuerte que pudo hasta el final del pasillo, maldiciendo entre dientes a su hermana, ella siempre había destacado pero ahora sería por su personalidad “bad ass” y eso la preocupó. Estaría nuevamente bajo sus sombras.

Pronto los nervios volvieron a invadir a la castaña, sintiéndose abatida por ser tan tímida y no poder hacer una ¿presentación? como la de Nene. Sus pies se detuvieron frente a su salón y trató de girar el picaporte, en su mente recorrieron las mismas dudas de antes y con ello pensó en que no quería cambiar, no quería dejar de ser “Ayano” y aprender tantas cosas. Ella estaba feliz con su escueta vida.

Y un olor a pastel de fresas inundó sus sentidos y comenzó a olfatear alrededor hasta distraerse por completo de su meta y entrar en un salón abandonado por la fecha y hora. Sus ojos avellana tardaron minutos hasta encontrar a los responsables de aquel perfecto y delicado aroma.

―¡¡NO SEAS UN CERDO IZUMI!!
―¡¡¡COMO DE LA MANERA QUE SE ME ANTOJE, YANKEE!!!
―¿Esta bien con esto Hana-chan?
―¿Por qué no?, tenemos otro pastel esperando. Despreocúpate Chiba.
―Los dos compiten en quién es el más cerdo.
―Kitami-kun.
―¡¡¡Pero es la verdad Miya!!!
―E-este tipo de ambiente es te-enebroso.
―Y así es como ninguno de los ocho se  percata de la presencia de nuestra invitada―sonrió el albino del grupo, tomando el último trozo de tarta mientras el resto del grupo miraba con atención a la chica.

Los segundos en que ella estuvo en observación se volvieron eternos pero fuera de agobiarla, estaba bastante interesada por aquella fragancia que teñía el ambiente de un preciado olor a flores de cerezo o fresa, aún no podía descubrir el sabor.

―¿Y bien? ―gruñó el que parecía ser líder entre ellos, de cabellos rubios y ojos algo cansinos―. Entra…

La puerta se encontraba de par en par, abierta y con ella de tope en el medio, los profesores todos estaban en clases pero siempre quedaba la posibilidad de que alguien los viera y aunque eso no parecía importarles, los alaridos que pegaban si eran estruendosos.

―Lo siento ―tartamudeo, entrando mientras cerraba la puerta.
―¡Bienvenida! ―sonrió uno de los chicos, acomodando sus gafas.
―¡Cha chan! ―aplaudió la chica de trencitas oscuras, poniéndose de pie y cortando con aquel circulo que habían formado―, nuestra miembro número nueve.
―¡¿Eh?! ―exclamó la nueva junto a otro de los chicos que llevaba puesto lentes.
―Las tartas de sabor sorpresa de Miya Miya siempre funcionan ―sonrió el último joven de anteojos, el más alto de todos, parecía medir dos metros.
―Uhm~ la nueva parece ¿nueva? Aha ―carcajeó el líder, de cabellos desteñidos.
―¡¡QUÉ GRAN OBSERVACIÓN, SHINA!! ―gritó sarcásticamente el más pequeñito de anteojos.
―Huele a señorita ―apareció al lado de Ayano el albino.
―Y parece agradable ―sonrió la única chica de anteojos, del lado contrario del albino.
 ―¿Tu nombre? ―dijeron al unísono ambos chicos, sujetándola del brazo.
―Ayano Abe ―susurró levemente algo avergonzada por el toque de las dos personas.
―Yo soy Hana Adachi ―se señaló a sí misma la jovencita de gafas y luego al rubio “yankee”―, el que está ahí de chancho es Daichi Shinagawa.
―¡HEEEEY! SI ES POR CERDO… ¡¡ESTE DE AQUÍ ES GAKU IZUMI, EL QUE COME TODO DE UN BOCADO!! ―gritó efusivamente marcando con ambas manos al pequeño de gafas.
―¿QUÉ ME METES A MI, BRUTO? ―enfurecido se levantó junto a Shina, sujetándose ambos de sus uniformes―, ¿QUIERES PELEA YANKEE?
―Mi nombre es Seiya Chiba, es un gusto Ayano-chan ―rió cálidamente el más alto del grupo.
―¿Escuchaste su nombre Chiba? ―miró sorprendido el decolorado, dejando a Izumi.
―Tengo buen oído ―con sus cabellos cubriendo parte de sus gafas, sus mejillas se tiñeron de un colorado suave.
―Los tres tímidos son Akira Kitami, Hiyori Nishiyama e Izumi Miyamura ―indicó el chico que tenía al lado a un chico totalmente colorado y con un pañuelo cubriendo su rostro, a una rubia pequeñita que parecía del parvulario y a otro joven de anteojos, este con el cabello tan largo que lo hacían ver algo tenebroso―; yo soy Miyamura Toranosuke ―afirmó señalándose así mismo, infló su pecho, orgulloso de su nombre.
―¿Quieres? ―preguntó echándose al piso el platinado y cruzando sus piernas a la vez que Chiba mostraba un pastel de color rosado y decorado con copos de crema blanca y algunos frutos rojos.

La mirada de la castaña se iluminó como faroles y tardó minutos en asentir, en eso descubrió que eran un grupo peculiar y que todos  ̶ incluida ella̶  se habían saltado las clases. Los líderes parecían ser Hana Adachi y Daichi Shinagawa. Hana parecían tener aire control pero estaba en un nivel bajo, pese a su apariencia de estudiosa   ̶gafas de pasta, uniforme estrictamente colocado de acuerdo a las reglas de Raava y una trenza a cada lado de su cabeza̶   su personalidad es torpe y siempre golpea a Shinagawa. Este último se había decolorado sus cabellos cuando iba a su antiguo instituto y fue de suerte que entrara a la academia. Lo comparan con los yankees y su caminata de piernas abiertas  ̶ travoltiana̶   nunca lo ayudó en lo más mínimo; para Ayano se viste bastante cool pero que le contaran que siempre busca peleas y usa su firebender le pareció algo incómodo, al parecer los dos irían juntos; otro del grupo de fuego era Izumi Miyamura, de apariencia algo sombría y otro gafotas del grupo, su personalidad parecía la de un humano común pero el hecho de que sus padres tuvieran una panadería quizás era el detalle que más lo conectaba con su elemento. Los demás pasaron casi desapercibidos ante la mirada casi embobada de Ayano.

―¡Y aquí están los que saltan las primeras clases! ―sonrió su profesor ubicándolos frente al salón―. Al menos preséntense adecuadamente…

Shinagawa fue el primero en abrir la boca y gritar “¡qué trabajo!” y soltar entre dientes su nombre, la segunda fue Ayano cuya sangre se dirigió a sus mejillas, las sentía arder y apenas pudo pronunciar su nombre entre susurros y el último fue Miya Miya, quien acomodó sus gafas con ambas manos y pronuncio su nombre como es debido.

―Siéntense.

Pronunció y los chicos obedecieron.  Las clases estaban en su segundo periodo y pese a no haber avanzado mucho, tocaría seguir con las clases de información de cómo procedería de ahora en adelante el curso.



Por otro lado, Kakeru Abe ya estaba almorzando con alguno de sus compañeros; los de airbending y como los airbending suelen ser populares y codiciados por ser tan escasos, él se encontraba en la mira de algunas chicas.

―¡HEEEEY PRESTA ATENCIÓN KAKERU! ―gritó eufórica Nene, golpeando despacito el hombro de su hermano.
―Nene ―sonrió él  girando su rostro hasta encontrarse con su familiar―, ¿y Aya?
―Ella está con su grupo de amigos ―Indicó con su pulgar a una mesa algo apartada donde el grupo se había reunido  nuevamente.
―Ya veo, que raro.
―Si bueno, hay que llamar a mamá ―suspiró encogiéndose de omoplatos―, tengo tandas enteras que leer de libros, ¿podrías?
―Okei ―asintió, siguiendo con aquella radiante mueca.
―¿Comiste bien? ―miró algo molesta el plato de su hermanito, viendo que apenas había tocado sus verduras y suspiró―, ya no eres un niño.
―Lo sé, lo sé ―asintió despacito cabizbaja―. Pero nee-chan llevas emm tu falda a…
―¿A? ¿Qué? ―miró extrañada por el comportamiento de Kakeru y su cara totalmente rojiza hasta que decidió fijarse en su cremallera y  el mundo ardió(?)― ¡¡PERVERTIDO!! ¡¿¡CÓMO TE VAS A CALLAR, IDIOTA!?!

Salió como fiera, ocultando el costado de su falda de la mirada de los demás y Kakeru se quedó viendo como aquél tsunami de destrucción corría a velocidad moderada entre los demás estudiantes. “Bien” se dijo mentalmente, levantando su bandejita y colocándola donde correspondía; hoy sería un día muy largo y agotador.

Los pasillos le parecieron algo grandes y con ventanas bastante amplias, cuando pensó en estudiar para ser un maestro aire, se imaginaba algo más oriental, usando maderas y algunos ladrillos, de aleros grandes, colores rojizos, negros y grisáceos. Cuando llego hasta el teléfono, se sorprendió de que un aparato así existiera, lo había utilizado pocas veces en su cada debido al costo. Marcó con sutileza las teclas y el sonido que hacía era totalmente diferente al de su casa; sus ojos brillaban con más intensidad con cada “clack” que escuchaban sus oídos.

―¿Madre? ―soltó con sus comisuras echas un lío.
― ¡Kakeru! ―su tono sorprendida alertó al chico y este rió por lo bajo― ¿Cómo estás?
―Bien, la escuela es enorme y aún nos falta visitar el pueblo y seguro a Yardio le gustará el parque del Avatar Korra.
―Nosotros iremos a visitarlos, su padre está como loco suspirando y tirado por todas partes. Los extraña chicos y yo también; los amo y deben cuidarse especialmente de los que están tras el robo de los bending.
―Siempre se comporta como un niño ¿no? haha y no veo lo malo de que roben mis habilidades…
―Eso no es cierto, Kakeru de pequeño te ha gustado tu aire control.

Pronto del otro lado de la línea se escuchó un sacudón y la risa de su padre resonó por toda la bocina del aparato, desconcertando al pequeño.

―¿Quién osa robarme mi anhelada paz con mi encantadora y maravillosa esposa Botan Abe?
―¡Papá!, ¡¡al menos habla normal, estas gritando y me aturdes!!
―Hijo inútil, pasan unas pocas horas y ya estás llamado como pendejito a tu madre hehe~ pero ella ahora es toooooda mía, mía y nada más que m i a. 
―Tonto e////eres un Abe, compórtate, papá.
―¿Celoso? Cupido y Buda me bendijeron con la esposa más maravillosa del mundo ¿y a ti? pfff solo te dan un poder de cuarta~ fufu~ intenta llamar una vez por mes mocoso. Bye, bye.

Y colgó, dejando aún más en tinieblas y confundido a su hijo del medio. Kakeru tenía serios problemas para controlar su habilidad y eso lo hacía cuestionarse sobre si seguir o no para convertirse en un maestro aire. Dejó el teléfono y camino por unos instantes hasta llegar a una pequeña ventanita uno centímetros más adelante.

El patio del colegio era gigante y eso le encantó a Kakeru, podía respirar el aire puro y ver los verdes prados que se extendían por todo el terreno, también más lejos se divisa los artefactos con los que entrenan el alumnado, hasta una fuente zen se erguía por los pastizales.   

―La vista es linda ―susurró.
―Y también puede servir de campo de batalla emm… Kakeru Abe-san, estudiante número xxxx de los nómadas aire. Va, no eres nómada pero es algo extraño que de una ex onmyoji y un miembro de una unidad anti disturbios salgan tres pequeños con bendings.
―La familia Abe tiene bastantes descendientes sensei.

Miró a la mujer que se encontraba sentada bajo la ventana con su espalda apoyada en la pared.

―¿Me conoces? ―dijo ella.
―Claro, es famosa la profesora Birdy Shinmyou-san, tampoco es que haya tantos maestros aires rondando por aquí hehe ―apoyó su mentón contra el marco de cemento del muro.
―Puedes decirme Birdy, nuestro elemento nos da ciertas ventajas como tomarse todo a relajo.

Así los dos se quedaron observando un rato largo la vista que posaba frente a sus miradas, distraídos y envueltos por aquel ambiente de paz. Kakeru aún tenía mucho en que pensar pero aquella atmósfera lo cautivó de inmediato, haciendo que sus dudas abandonaran por algunas horas su cuerpo.

―Nii-san, despierta…
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Eureka on February 05, 2016, 02:38:23 AM
traigo fic y es más de mil palabras, apocalipsis when u_u?

tw: es muy gay, como yo
pd: cambié mis topes u_u algún día cambiaré los anteriores
pd3: este capitulo debio llamarse 'gay'... they all ghei u_u

Chapter #3 .- Sun


(http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/minakokorra1_zpsu3qmj5ke.png)   (http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/leoriokorra1_zps41nhwnvj.png)   (http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/izukukorra1_zpscpuqqcl6.png)


Había ido a la enfermería por una pequeña herida en su pierna (se había tropezado tontamente en pleno ejercicio de educación física). La doctora, que andaba ocupada atendiendo a un waterbender con una herida en el brazo, le había derivado a su asistente, quien yacía detrás de unas cortinas.
“¿¡LEORIO!?” gritó Minako, al reconocerlo cuando este se giró a atenderla.

El mencionado corrió a taparle la boca antes de que hablara de más, y, con la mano que le quedó libre, se llevó el índice a los labios, indicándole que se callara. Minako tuvo que alejarse para zafarse del agarre, pero asintió. Su guardaespaldas la tomó de la mano y la llevó a un lugar menos concurrido, una estancia vacía cerca de la enfermería donde él trabajaba.

Al juzgar por sus alrededores, era un consultorio privado. Minako tomó asiento en la camilla, mientras que Leorio se sentó en la silla del escritorio.

“Lo siento, nuestro hábito de gritar y hablar en voz muy alta es difícil de evitar.” Dijo Minako, bajando el tono de su voz. Al final de su frase, soltó una pequeña risita.
“No hay problema, pero… nadie debería enterarse de que nos conocemos.” Leorio le respondió. “En fin, ¿qué tal?” Y le sonrió.
“No esperé que mamá te mandará de esta manera. Pensé que serías un estudiante más.”
“Bueno, Oruha-san me contó que Aigis entraría a Raava, y la jefecita dijo que Saber también… así que le comenté que quería ver a mis hermanas, y como estudiante se me iba a hacer un poco difícil. Saber y Aigis han entrado como parte de las casas de agua y de tierra, y si yo entraba a la casa de fuego iba a ser poco probable que me cruzara con ellas.”
“Tienes razón, yo aún no me he topado con Yuka-tan.”
“¿Ves?” Leorio suspiró. “Entonces ser asistente de enfermería era lo mejor. Sé que no soy waterbender así que no puedo hacer mucho, pero al menos paso desapercibido con los conocimientos de medicina que tengo.”
“Qué genial, Leorio. Entonces te tendremos por aquí también.”
“Mato dos pájaros de un solo tiro: te puedo ver a ti y a ellas.”
Minako le sonrió. “Gracias. Por cierto, ¿qué hacen Aigis y Arturia aquí?”
“Aigis está como guardaespaldas de Yukari. Saber está en una misión especial para sacar información de Mikoto. Lo que le comentaste a tu mamá se le hizo muy raro, así que quiere más gente detrás de él. De hecho, también tengo que encargarme de eso, pero mi deber principal es tu seguridad.”
“Weh, mi mamá sigue pensando que no puedo defenderme sola…”
“No es así. Recuerda que eres su única hija, es natural que se preocupe por ti… y considerando la situación en la que estamos…”
“…sé que Asymmetry es una triada muy peligrosa, pero sólo uno de sus jefes está acá…” dijo Minako, y luego bufó. “Y en serio no creo que se dé cuenta de quién soy. El año pasado lo tuve como profesor en una clase y nunca pasó nada.”
“Mm… puede que se porte distinto dependiendo del contexto. Pero fuera de clases estás en peligro. Es mejor que haya más personas de nuestra familia aquí. Estoy seguro de que el jefe pensó lo mismo para su hija.”
“Imagino que Yukari debe andar igual que yo.” Suspiró.
“Pues sí, no se me haría raro.” Leorio le sonrió. “Shirazu y Deku también se vinieron por acá.”
“Aw, ¿Deku?”
“Sí, de hecho lo llamé hace un rato, quería conversar con él sobre cómo le iba. Está con Saber en la misma casa, así que de paso le preguntaré si sabe algo de mi hermana.”
“¿Y Shirazu?”
“Se fue con Yukari, están en la misma casa.”
“Ay, poco a poco nuestra familia invade Raava~”
“Sí.” Leorio le sonrió. “Lo que sí, ellos van a tener más movilidad.”
“¿Cómo así?”
“Al menos sé que Deku solo viene a estudiar y no se quedará en la residencia. Debe ser porque Shouto andará sin su compañía en nuestra base. Dejando eso a un lado, ¿cómo te ha ido con las clases?”
“Nada del otro mundo. Siempre ha sido complicado y exigente, pero supongo que porque estoy en un nivel mayor que el del año pasado, lo siento un poco más… agotador.”
“Ah, suerte con eso. Sé que te irá genial.” Leorio le sonrió, y luego hizo una pausa breve. “Bueno, lo mejor será que te vayas yendo.”
“Me avisas cualquier cosa, ¿sí?”
“Claro. Aún te debo esa salida en mi carro.”
“¡Esperaré impacientemente al fin de semana!”
“¡Yo también!”

Minako y Leorio se levantaron de sus sitios, compartieron un abrazo rápido y Minako se dirigió a la puerta de la estancia.

“Te veo luego.”
“Cuídate, Minako.”

Al salir, notó que Izuku había estado esperando afuera.

“¡Yo, Deku!”
“Minako!” Deku le sonrió tímidamente. “¿Cómo estás?”
“Bien, vine a hablar sólo un ratito con Leorio. Me actualizó sobre la situación actual.”
“No hay nada que nos asegure que Mikoto Suoh se comportará decentemente este año. Luego de lo que pasó hace unos meses…”
“Pero eso nos afectó a ambos bandos… perdimos a varios amigos…”
“Es cierto, pero Mikoto Suoh es el más impulsivo de los tres jefes de Asymmetry. Eso, sumado a su puesto como profesor, significa peligro para Yuka-tan y para ti.”
“Mi mamá me mandó a que lo observara, aparte de entrenar.”
“Sí, y ahora se arrepiente mucho de eso.” Deku le esbozó una pequeña sonrisa. “Por eso Saber y yo estaremos chequeándolo, y Leorio, Shouto, Aigis y Shirazu se encargarán de protegerlas.”
Minako soltó un prolongado suspiro. “Esto es más complicado de lo que creí— ¿Shouto?”
“Ah, la jefa te lo asignó… de hecho él lo pidió, porque… eh…” Deku se sonrojó.
“¿No quería estar lejos de ti?”
“Sí, y le parecía muy trabajoso que me regrese a la base todos los días solo por él, así que pidió venirse para acá. Pasó la prueba y todo, así que mañana o pasado se muda a la casa de Fuego. Él es el que estará más cerca de ti.”
“Me doy cuenta.” Minako volvió a suspirar. “¿Sabes a qué nivel ingresó?”
“Creo que al avanzado, no estoy muy seguro.”

Leorio salió para ver con quién hablaba Minako, y sonrió. “Ah, Deku, ¡hola!”
“¡Hola, Leorio!”
“Deku, ¿han localizado a Mikoto?” le preguntó Leorio.
Deku negó con la cabeza. “No, hasta ahora no se ha aparecido en la academia.”
“Mm…”
“Parece que tomará su tiempo en aparecer.” Comentó Minako, y Deku y Leorio asintieron.
“Minako, como eres parte de la casa de fuego, lo más probable es que seas la primera en verlo, si es que regresa. Nos avisas de ser así, ¿sí?” le dijo Deku.
“Llamaré a enfermería y le diré a Leorio, para que les avise a todos.”
“¡Perfecto!”
“Okay.”
“Ahora, los dejo solos.”
“¿A dónde vas?”
“Se verá muy sospechoso si me quedo aun con ustedes… así que me regreso a la casa de fuego.” Minako les sonrió. “De ahí los veo.”
“¡Cuídate, Minako!”
“¡Nos vemos, Minako~!”

Ella les sonrió y salió de la enfermería.





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Como nunca, las calles estaban tranquilas. Lo único de crimen que habían encontrado en todo el día era a una banda de ladrones intentando acorralar a un comerciante en una zona desolada de la ciudad. Felizmente, había sido muy fácil desarmarlos y salvar al comerciante, que les agradeció con unos cuantos yuanes y frutas de la estación. Piáo Chóng y Hei Mao intentaron negarse, pero el comerciante insistió, así que se resignaron a aceptar los regalos. Se dividieron las frutas y yuanes y los guardaron en sus pequeños morrales.

“Gatito, ¿has escuchado algo sobre los igualitarios?” Piáo Chóng le preguntó, mientras observaban el panorama de la ciudad desde lo alto de una torre.
“He oído rumores en Raava,” comentó Hei Mao. “Algo sobre unos mítines, donde proponen erradicar a los benders. Está de más decir que sólo nonbenders van a esas reuniones…”
“Sí, justo algo así comentaban en la Casa de Agua.” Piáo Chóng tomó asiento en el borde del balcón, sacudiendo sus piernas. Hei Mao la imitó. “Me preocupa. Esto podría estar relacionado con muchas de las cosas raras que están pasando últimamente.”
“¿La desaparición repentina de algunos benders?”
“Sí.” La joven maestra agua sonaba preocupada. “Avatar Korra se ha pronunciado sobre eso pero la gente sigue su vida.” Mencionó, un poco enojada.
“Mientras no le pase a alguien cercano a ellos, no moverán un dedo por cambiar la situación. Después de todo, no han sido muchas personas las afectadas.”
“Pero eso puede cambiar pronto. Me preocupa horrores.”
“Tranquila.” Hei Mao le puso una mano en el hombro. “Si pasa algo, acá estamos nosotros. Sé que somos dos personas, pero igual podemos hacer un cambio.”
“Gracias, gatito.” Piáo Chóng le sonrió.
“De nada, princesa.” 
“Ahora… deberíamos regresar a la Academia.”
“Sí, ya es tarde.” Hei Mao se giró y bajó del balcón, y la ayudó a hacer lo mismo.

Piáo Chóng formó una nube de agua luego de sacarla sutilmente de su cantimplora. Le diseñó un piso de hielo y Hei Mao y ella se subieron.

El trayecto a Raava fue corto y silencioso: la academia quedaba muy cerca de aquella torre.

Piáo Chóng regresó el agua a su cantimplora una vez pisaron tierra, y tomó de la mano y jaló a Hei Mao para que la siguiera detrás de un muro que los escondía de los guardas de la puerta principal de Raava.

“Bueno, mañana nos vemos, gatito. Cuídate y descansa, ¿sí?” y le sonrió.
“Igualmente. Nos vemos, princesa.”

Piáo Chóng fue la primera en salir y correr hacia la puerta, una tradición que habían tomado desde que iniciaron sus actividades de patrullaje por las noches. Desde lejos, Hei Mao observó su espalda y notó como se retiraba la máscara y se sacaba la capa rápidamente, ante el despiste de los guardias. Por un instante, deseó estar del otro lado y poder ver su rostro pero sabía que eso le disgustaría a su compañera –la que enfatizaba siempre la importancia de no revelar sus identidades entre ellos— por lo que hizo a un lado aquellos pensamientos. Una vez ingresó Piáo Chóng a la academia, Hei Mao la imitó, sacándose el antifaz y la capa y corriendo a la puerta. Los guardias le saludaron y él les respondió el saludo con alegría, mientras iniciaba su camino hacia la casa de fuego.





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Se despertó, y lo primero que notó fue la expresión relajada de su pareja, que dormía tranquilamente a unos cuantos centímetros de él. Tatara sonrió para si mismo, enternecido por el panorama que tenía en frente. Se acurrucó más en el pecho de su esposo, sin una pizca de ganas de levantarse de su sitio.

Era poco usual encontrar a Mikoto a su lado en las mañanas, puesto que él se iba muy temprano a trabajar a la academia Raava, y si no le tocaba dar clases, tenía que revisar algunos asuntos de la triada junto a Izumo y a Reisi, los otros dos jefes. Por ello, Tatara recién lo veía en el almuerzo, momento del día que habían acordado compartir, pasara lo que pasara.

Pero esto había cambiado desde un enfrentamiento entre Asymmetry y Hellsalem hacía un par de meses. Tatara había resultado herido de gravedad, y Mikoto dejó todo por estar a su lado. Felizmente, para ese entonces, el año escolar de Raava ya había terminado y no necesitaban más de sus servicios.

Cosa que no ocurría en estos momentos.

“¿Mikoto?” probó llamando a su pareja, en voz baja. Repitió su nombre un par de veces más, y luego de unos instantes, Mikoto abrió los ojos, muy despacio.
“Mn…”
“Las clases en Raava empezaron hace varios días, ¿no vas a ir a trabajar?”
“Mn…”
“Mikoto… es sospechoso que no vayas, ¿sabes? Puede que quieran investigarte por eso… O peor, que llamen a la base.”
“No tienen el número.”
“¡Igual! ¡Debes ir a trabajar!” Totsuka se zafó del agarre de su pareja, y luego de estirarse, se levantó de la cama.
Mikoto, privado de su mayor fuente de calor, contempló la idea de hacerle caso, pero prefirió envolverse en las sábanas y girarse.

“Mikoto, ya estoy mejor, ¿okay?” Le dijo, suavemente. “Felizmente, Alex y Reisi tienen dones tremendos y saben curar heridas graves. Me salvé, estoy bien, sigo aquí contigo.” Sin darse cuenta, Mikoto ya se había parado y caminaba en su dirección. Lo abrazó con todas sus fuerzas, y, sorprendido, Tatara se quedó inmóvil por unos breves momentos. Cuando reaccionó, lo imitó, y rodeó su espalda con sus brazos. “Estoy aquí. No me voy a ningun lado.”
“Pensé lo peor.”
“Lo sé.”
“Anna…”
“Anna está feliz porque estamos vivos y juntos. Sí se que se preocupó un montón, pero todo salió bien. Hemos perdido a varios amigos, y eso sé que va a ser difícil de superar, pero estamos juntos.”
Tatara se separó un poco para acariciar el rostro de Mikoto, quien inclinó su cabeza hacia el contacto.
“No sé ni qué horario me ha tocado este año. Ni qué clase…” Mikoto suspiró.
“Bueno, te dirán cuando estés ahí.” Tatara le sonrió. “Alístate y—”

La puerta se abrió de un golpe e Izumo Kusanagi, otro jefe de la triada, estaba en el marco, inclinándose levemente en él.

“Me disculparía por interrumpir, pero necesito robarte a Mikoto. Es urgente.” Izumo sonrió.
“Es todo tuyo, aunque espero que sea algo breve, porque este profesor debe irse a trabajar~” Mencionó Tatara, separándose de Mikoto, quien gruñó ante la falta de contacto.
“Ah, ¿este año también serás profesor?” Izumo rio un poco al ver que Mikoto estaba muy desanimado con la idea. “Sí, es algo corto. Reisi y yo estábamos discutiendo la posibilidad de reclutar nuevas personas. Con las pérdidas del año pasado…” la cara del maestro tierra se agrió. “Necesitamos más gente en nuestra triada.”
“Okay, ahí voy, entonces.”
“Estamos en la sala, apura.” Izumo les sonrió, y se fue, no sin antes cerrar la puerta tras de sí.
“El deber me llama.” Mikoto habló, irritado.
Tatara rió ante su expresión llena de enojo. “Yo iré a ver si es que Anna está despierta, y prepararé el desayuno.” Luego de robarle un corto beso, Tatara empezó a caminar con dirección al cuarto de su hija. “Te veo luego~” Canturreó, saliendo de la habitación.

Mikoto se quedó en su sitio, y esbozó una pequeña sonrisa.





(http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/soujikorra1_zpsvgwe9uyz.png)    (http://i33.photobucket.com/albums/d77/dejiko_digicharat/adachikorra1_zpsqcfkkyrz.png)
     


“¡Oh! Ahí viene mi guardia favorito.”

Lo que más le enojaba a Souji era que el comentario de Adachi carecía de sorna. Era sumamente sincero: de todos los guardias que había tenido el psicópata, Souji era, según él, el más decente y divertido.

Pero eso no importaba ahora. Este sería el último día de vigilarlo.

“Hola, Adachi.” Le saludó, mientras tomaba asiento en la banca en frente de la celda.
“¿Te estás salteando tus clases de nuevo? Eso está muy mal~”
“Sí, pero será la última vez que lo haga.” Souji le esbozó una sonrisa.
“¿Qué? ¿Me dejas?”
“No. Te sacaré de aquí.”
“¡Wah! ¿En serio?” Adachi se levantó, y caminó hacia las rejas. Las hubiera tomado con las manos de no ser porque la camisa de fuerza se lo impedía.
“Sí.”
“¿Alguien te pagó?” Adachi abrió los ojos. “¿Alma?”
“Sí, Alma Karma.”
“¡Ahhhh!” Tohru regresó a su cama, y tomó asiento en ella. “¡Sabía que ese chico lo haría!”
“Qué, ¿habían quedado en eso?”
“Sí. Él se escapó primero, pero antes de irse, prometió liberarnos a todos.”
“¿A todos?”
“Ah, no, no a todos los criminales, no seas idiota. Sólo a un grupo específico. Alma se hizo amigo mío, y de una earthbender llamada Aversa y un waterbender de nombre Ryoji.”
“Pero… ¿cómo?”
“Es que antes de ser trasladado a este lugar, estuve en una prisión en las afueras de la ciudad, donde encerraron sólo los criminales más peligrosos. Intentaron reformarnos, sin éxito, y de ahí nos regresaron acá. Pero en la prisión del bosque teníamos más libertad, y bueno, interactuábamos entre nosotros. Ahí lo conocí.”
“¿Qué hizo para terminar ahí?”
“Uhhh, falló una prueba de ingreso a Raava… pero en el proceso mató al jurado y a los espectadores. Terrible.”
“…Wow.”
“Sí,” Adachi se acercó de nuevo a las rejas. “Y bueno, ¿cómo me sacarás?”
“Ya tengo todo planeado. En unos minutos la seguridad disminuirá, por el patrullaje y la hora de almuerzo. Ahí aprovecharé para sacarte. Alma consiguió tu bisonte, y lo dejó en un almacén cerca de aquí. Me dio una dirección para reunirte con él.”
“De seguro Aversa y Ryoji ya escaparon, también.” Mencionó para sí mismo Adachi. “Okay, gracias, Souji. Espero que tu plan funcione, eso sí.”
“Mi vida depende de ello.”
“Wow, Alma siempre tan genial.” Adachi rió. “Pero, ¿cómo harás para seguir trabajando aquí? ¿No necesitas el dinero?”
“Con lo que me pagó Alma, ya no. Me dio bolsas repletas de yuanes, no tendré deudas con Raava por el resto de mi estadía en la Academia.”
“Oye, ¿crees que me pueda quedar contigo? Dudo que Alma me tenga un lugar para vivir, también. Además, no me quiero aprovechar.”
Souji rodó los ojos. “Hablaremos de eso en el camino, primero, tengo que sacarte de aquí.”

Adachi sonrió con malicia.

Souji suspiró. De todos los reos de la estación, justo le había tocado el más problemático y molestoso.
Maldijo su suerte, mientras sacaba las llaves de su bolsillo y abría la reja de la celda.



Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Haruhin on February 06, 2016, 11:30:43 AM
#3



(http://i.imgur.com/RVilkhz.gif)(http://i.imgur.com/lDPK2wv.gif)(http://i.imgur.com/kqzJSks.gif)(http://i.imgur.com/CjMQX4K.gif)


Steven se pasó la mano por el cabello con pesadez y dejó que un suspiro agotado abandonase sus labios. Después de pasar toda la mañana batallando, había conseguido meter a la alimaña en su jaula para transportarla.

Cerca de dos semanas habían pasado desde que su sobrina no consanguínea había dejado la casa para estudiar en Raava y el bicho no hacía otra cosa más que lamentarse en el dormitorio de la muchacha en su ausencia y dado que el waterbender era hombre de palabra, fuera de un par de inconvenientes y asuntos de trabajo,  finalmente conseguiría llevárselo a la castaña.

“A ver si al fin dejas de masticar las cortinas, salvaje.” Le reclamó el hombre a la jaula que cargaba en su otra mano mientras planeaba abandonar las dependencias de la familia de Hellsalem.
“Ara, alguien parece no llevarse bien con Pai por aquí.” Interrumpió una voz femenina al final de las escaleras que comunicaban con el primer piso. La dama no pudo evitar solar una pequeña risa divertida ante la cansada expresión de su colega.
“¿Pai? Yukari había dicho que se llamaba Terriermon.”
“Mi hija no fue muy imaginativa. Ése es el nombre científico que tienen los marsupiales de tierra, al final encontré que era más apropiado ponerle uno nuevo. ¿Pai no te suena mono?”
 “Sumamente encantador como él mismo.” Steven mencionó con sarcasmo. Poco a poco comenzó a bajar los peldaños de la escalera para pasar cerca de la mujer. Planeaba ser lo más rápido posible para cuando una enguantada mano le tomó del rostro y le obligó a detenerse. “¿Señorita Oruha?”
“Heh, parece que hasta te ganaste un par de arañazos de su parte.” Sus largos dedos delinearon un par de cortes recientes cerca de la barbilla del más alto, como de costumbre Steven no le dio importancia.
“No son nada grave. Por suerte no me pegará la rabia.”
“Pobre de mi pequeño Pai.” Dramatizó la pelinegra mirando la jaula donde el marsupial de mala gana trataba de abrir los barrotes. “No tienes que ser así con el tío Steven, él solo quiere ser tu amigo~”
Pai movio un poco las orejas, prestando atención al dulce tono de voz de la señora de la casa. Sabía que no era su dueña, pero era tan agradable como ella.
“No parece llevarse mal con usted.”
“Para nada, lo he estado mimando desde que llegué.” Oruha soltó el rostro de Steven para mover la mano entre los barrotes. Su índice pokeo un par de veces la mejilla de la mascota.
“Eso explica la razón de por qué tuve que ir a buscarlo a su dormitorio.”
“Mi culpa, a veces me quedo leyendo y me ha estado acompañando a un costado de la cama. Es gracioso porque cuando llega la hora de dormir Klausie tiene que sacarlo casi a la mala.”
“Cierto, a veces olvido esos detalles.” Acotó Steven aclarándose la garganta. Klaus V. Reinherz había sido su amigo casi de toda una vida y aun así en ocasiones pasaba de largo que era un hombre casado; Oruha nunca había sido una esposa ni madre muy presente dada su carrera artística.

“¿Se lo vas a llevar a mi Yukaricchi?”
“Sí, antes de que empiece a causar más destrozos y ella siga reclamando por teléfono que nunca se lo llevo.”
“Awn Steven, no sé qué haríamos sin ti. ¡Eres un encanto!” La mujer le aplaudió un par de veces.
“No se acostumbre tanto, para la próxima voy a sugerir que hagan estas tareas con alguien más.” Rió por lo bajo. “En fin, ¿algún recado o algo más que quiera mandarle a su hija?”
“Claro, una cosa pequeña.”
“Estupendo, ¿de qué se tra—!?“
No alcanzó ni a terminar de preguntar cuando la mujer volvió a sujetar su rostro para dejarle un beso sobre los labios.
“Pásale mis cariños, ¿sí?” Sonrió coqueta cuando Steven se apartó abruptamente del contacto, aunque siempre mantuvo la compostura.
“De acuerdo, aunque espero que sepa que no va a querer recibirlo así al menos de mi parte.” Sujetó con firmeza la jaula e hizo un respetuoso gesto con la cabeza. “Nos vemos más tarde, dígale a Klaus que el informe que pidió de la reunión de emergencia ya está redactado y lo dejarán esta tarde en su escritorio.”
“kay’, yo le digo.” Oruha le despidió con una mano ondeada, Steven se retiró rápidamente del recibidor de la mansión tras ello.

Dispuesta a cruzar la estancia para ir hasta el comedor, fue interrumpida por una enorme silueta que yacía de brazos cruzados apoyada contra la pared, en silencio.

“Tienes un mal gusto por atormentarlo.”
“¿Me estabas espiando, cariño?” Pestañeó la pelinegra
“No realmente. Iba camino a mi despacho cuando me recibe tu número estelar en el recibidor.” Klaus respondió con tranquilidad.
“No te lo tomes como algo personal, sabes que eres mi único amorcito.” El hombre no respondió nada a ello. “Asumo que escuchaste lo del informe que mencionó Steven, ¿no?”
“Sí, también lo oí. Iré a darle un vistazo a la brevedad.” La mujer hizo una pequeña mueca infantil, muestras de cómo estaba buscando algo de atención por parte de su estoico marido. Klaus se limitó a ajustarse por un instante las gafas antes de acercarla hasta él con uno de sus fornidos brazos. “Por cierto, no estoy molesto ni celoso.”
“Lo sé Klausie.” Oruha apoyó su cabeza contra su pecho. “Tal vez eso sea lo mismo que me disgusta~ Tengo que esforzarme un poco más para sacarle otras expresiones a mi esposo.”
“Lo lamento mucho, es algo con lo que debo trabajar.”
“Vengo escuchando eso desde antes de que Yukaricchi naciera.” Klaus guardó silencio y Oruha
se rió. “No es un regaño, tranquilo. Si me hubiese aburrido de ti, me habría marchado hace mucho tiempo atrás.”
“Lo aprecio mucho, Oruha.” Los dedos de su mano peinaron el cabello de la mujer, caballerosamente. “Por cierto, tengo algo que preguntarte.”
“Dime, cariño.”
“¿Cómo te fue con Aigis?”
“De maravilla, la contacté por medio de su hermano mayor. Ya se encuentra en Raava y nos informará de cualquier anormalidad que pueda percibir.”
“Esa es una buena noticia.”
“No te preocupes. Yukaricchi está en buenas manos.”




(http://i.imgur.com/MrcjRwH.gif)(http://i.imgur.com/cZEfnr1.gif)(http://i.imgur.com/9ak0x7S.png)


“En serio… me duelen parte del cuerpo que ni siquiera sabía que tenía.” Explicó Yukari cuando su mano se sobó en su retaguardia un par de veces. Su clase de destreza física había sido un fiasco. “Aunque me mantendré con el optimismo de que me acostumbraré a todo esto eventualmente.”
“Estoy segura de que así será.” Asintió la silueta de una rubia que se limitó a tomar asiento frente suyo en el casino.
“Sheesh, ojalá sea sencillo” Yukari hizo un puchero. Luego, pinchó con el tenedor un poco de su almuerzo. “Por cierto Aigis, ¿has visto a Minako en el campus?”
“Um, aunque sólo la vi una vez y entre tantos estudiantes la perdí de vista.”
“Heeh, no puedo creer que llevamos un buen tiempo aquí y seguimos sin toparnos. Raava es gigantesca después de todo.”
“Van a encontrarse más pronto que tarde. La situación aquí se ha… puesto un poco más delicada.” Susurró.
“¿A qué te refier—“
“¡Yo, anee-san! ¡Aigis! ¿Puedo sentarme aquí?”
“Shirazu, ¿cuántas veces te he dicho que no me digas así?”
“Perdón, perdón. La costumbre.”
Aigis rió. “A mí no me molesta, toma asiento.”

Shirazu se sentó a un costado de la castaña con su bandeja.
“No interrumpo nada, ¿verdad?”
“No, sólo estábamos hablando vagamente de cosas de la casa.”
“Oh… sobre eso, supongo que sabes que tu hermana mayor también está de infiltrada. ¿No?” Shirazu arqueó una ceja al desviar su atención en la rubia.
“Lo sé, Leorio también está aquí. Cada uno con un propósito diferente.”
“Hablando de propósitos, nunca me quedó claro por qué papá te envió aquí.”
“Como soporte de protección.”
“¿Incluso cuando ya había enviado a Aigis antes?” Yukari arqueó una ceja confundida.
“No te puedes fiar de nadie. Es una academia gigantesca y sabemos que hasta una de las cabezas de Assymetry está aquí.”
“Aunque no ha hecho ningún movimiento sospechoso hasta ahora.” Acotó Aigis.
“Pero tampoco podemos estar esperando a que lo hagan y luego actuar.” Completó Yukari con un deje pensativo. Por un momento y sintió que sus propias palabras empezaban a sonar como las de su padre. “¿O sea que también eres mi guardaespaldas?”
“En menor grado. Aigis está mucho mejor aplicada para eso, yo simplemente soy el support y me encargo de la plataforma de comunicación con la base, anee-san.”
“Shirazu.”
“DIGO, YUKARI.”
“Mucho mejor.”
“Oh.” Aigis dejó de darle un sorbo a su jugo. “Hay otra cosa importante que mencionar. Neil Dylandy.”
“¿Ah?” Shirazu y Yukari balbucearon al mismo tiempo.
“¿El maestro Earthbender?”
“AHHH, ése Neil. ¿Qué hay con él?”
“Es un asociado especial de Hellsalem, aunque está encargado de investigar más a otros maestros en caso de encontrarse con que hay alguien de Assymetry entre ellos. Por si es que notan que es amable con ustedes, es por eso.”
“Wow, eso no me lo esperaba.”
“Los jefes y su masa de contactos.”

Yukari volvió a picar algo de su almuerzo.
“Les encanta mantenerse con esa cortina de misticismo. ¿Hace cuánto ya que no tienen un enfrentamiento?”
“¿Un medio año tal vez? Las cosas no terminaron bien en la última rencilla.”
“Varios hermanos cayeron, lo recuerdo bien.” Asintió Shirazu.
“¿Estuviste ahí?”
“Ah sí, pero… no hice de mucho. Hace poco había terminado mi entrenamiento y fui pupilo de Steven.”
“Momento- ¿Cuántos años tienes?”
Shirazu miró hacia los lados fingiendo demencia.
“¡Hey!”
“Yo puedo ayudar a responder eso.” Aigis miró a su compañero y hablo en un tono muy bajo. “Tiene 23, pero se ve más joven. Increíble, ¿no?”
“SHHH, nee-chan. ¡No tenías que decirlo!”
“Se iba a enterar tarde o temprano.” Aigis destensó los hombros y siguió con su comida.
“Honestamente no los aparentas en lo más mínimo.” Yukari enfocó su mirada fijamente en el chico, Shirazu avergonzado se dedicó a centrar su atención en otro punto mientras hacia una mueca. “Hey, no es nada malo.”
“P-Perdón, no era mi intención ofender—“ Shirazu se tragó sus palabras cuando vio el ceño fruncido de la hija de Reinherz. Supo que tratarla con formalidad tampoco iba a ser muy bueno. “Olvídalo, no dije nada.”
“Mucho mejor.”
“Oigan, la hora del almuerzo casi acaba.”
“Um, tienes razón.”
“Hora de volver al salón.” La rubia fue la primera en levantarse seguida de Yukari. Shirazu, el último en llegar, tuvo que terminar de zamparse su comida para alcanzar a las chicas al momento de dejar su bandeja.
“Por cierto, ¿en qué clase está Shirazu?”
“Avanzada.”
“Oh…”
“¿Qué?”
“No, nada. Pensé que estarías en principiante como yo, sin ofender.” Admitió Yukari.
“Ah sí, no serías la primera que me lo dice. Pero no soy tan estúpido—“
“Shirazu.” Aigis le dio un zape. “No es forma de hablar sobre quienes todavía no manejan bien el control de su elemento.”
“Nee-san, ¡eso dolió!”
“Nah, descuida Aigis. No me lo tomé como personal.” Rió empezando a caminar un poco más adelante que los otros dos. “¡Los veo después!”
“Yukari espera un momen… se fue.” Aigis pestañeó perpleja al notar como su protegida se había hecho humo entre los pasillos. “Al menos sé que va a su salón.”
“¿Cómo te encargas de cuidarla si estás en la clase de nivel Intermedio?
“Tengo mis medios y me encargo de no estropear todo.” Aigis se arregló su uniforme y comenzó a caminar a su propia clase. “Espero que sea igual para ti. No eches nada a perder, Shirazu.”
“¿Hah? ¡¿Con quién crees que hablas?!” Ligeramente ofendido, Shirazu fue tras su compañera.
 
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Morphine on February 29, 2016, 04:38:38 PM
no hay topes otra vez, porque la vida es cruel y despiadada y no le importa nada pt 2. °˖✧◝(⁰▿⁰)◜✧˖°

2. Burn

“¿No deberían estar en clase ustedes?” Ladró agresivamente la pelinegra en voz alta, al encontrarse en el camino del pasillo a Kotori y Minami espiando detrás de la puerta. Pese a la sencilla pregunta, no era necesario volverse alguna clase de vidente para adivinar que era lo que hacían en ese preciso lugar, dado que las clases impartidas a los firebenders se realizaban por esos salones. “Hasta donde sabemos, sus clases son en el otro lado OPUESTO de la academia” Recalcó Joy, secundando a Nico, pero con una sonrisa burlona y una expresión menos peligrosa que la primera. Ella no era nadie para juzgar en aquel lío y tampoco pretendía entrometerse más de lo necesario. Al parecer ya estaba más que satisfecha al notar que las otras dos habían saltado por la sorpresa y parte de la vergüenza. Sobre todo Kotori.

Hanayo simplemente las saludó, atragantándose con un nuevo bol de arroz.

“¿N-no deberían estar en clases USTEDES?” Trató de defenderse Kotori muy débilmente, pese a que su rostro solo se veía el efecto de la vergüenza y su tono de voz no era ni lo más mínimo amenazante (al contrario, parecía incluso estar a punto de suplicar disculpas a las demás). Por su parte, Minami decidió tan solo esconderse detrás de esta, como si fuese su sombra. O quizás solo estaba jugando con su bendito aparato de videojuegos. La única razón por la que se hubiese decidido acompañar a Kotori, era posiblemente porque le había prometido algún aperitivo o nuevo entretenimiento a futuro.

“Eh, tenemos clase de meditación conjunta… chilleen un poco.” Se rascó la cabeza Joy, tratando de calmar los ánimos entre todas, al darse cuenta de la cara de perros que empezaba a expresar su otra amiga. Pese a su intento, para Nico era evidente que sus amigas se habían vuelto las nuevas groupies del patético de su hermanastro. Y ella se lo había tomado tan a pecho que consideraba aquello alguna clase de provocación personal. Hanayo por alguna razón no parecía nunca acabarse el plato de arroz, a pesar de los grandes bocados con los que seguía atragantándose.
“¿Están esperándolo, no?” Los dientes le rechinaron de tal manera que Kotori había palidecido inmediatamente y ni siquiera se atrevía a replicar por miedo.

(¡Por supuesto que se encontraba ahí para babearle al idiota de Maya!)

“No… sí, ¿no?”

Joy se pegó la frente, en señal de de que Kotori lo había arruinado totalmente sin siquiera esforzarse demasiado.

Para entonces Nico ya tenía todo el semblante de querer treparse las paredes de la academia en cualquier segundo. Si no se las comía vivas, posiblemente sería gracias a la ayuda de los profesores del plantel.

Y las cosas se tuvieron que ponerse peor.

"Vaya, vaya, miren a quién tenemos aquí, ¿no es el bichito rato?" Saludó Maya saliendo del salón y acercándose al grupo de chicas, al acercarse a saludar a la pelinegra. “Oh… y sus amigas, ¿están todas vigilando al enano monstruoso, como es debido?” La risa era tan falsa que a ninguna le pareció extraño que Nico se la pasara quejándose de este, la mayor parte del tiempo.

“Bueno supongo hoy que no habrá meditación alguna” Soltó Joy en un suspiro, mientras Nico se abalanzaba sobre su hermano hermanastro. “Ya, avancemos a clases y ustedes también” aconsejó a Kotori, aunque esta ya había desaparecido en cuanto acabó de terminar su frase.

**

“Es un imbécil, lo odio” Todo el mundo asintió y estuvo de acuerdo sin querer decir nada al respecto. En realidad no tenía nada que decir. “¿Tú también lo odias, no Hanayo?”
“Pfgodasskmeghhss” Hanayo seguía comiendo arroz.

“¿No será al revés?” La sonrisa que surcaba en el rostro de Nozomi aparentaba honestidad, pero la mayoría de las integrantes en la mesa imaginaba que se trataría de otra de sus frases provocadoras. Era bastante usual para la mayor molestar a Nico, casi como algún deporte extremo.

“¿A qué te refieres?”
“Que quizás no odias tanto a tu hermano como dices, sino todo lo contrario… es casi como si lo protegieras de Kotori, ¿o me equivoco? ¿Qué dices tú Eli?”

A excepción de las últimas interlocutoras, las demás palidecieron y desearon encontrarse haberse sentado con otras compañeras en ese instante. Lanzado el proyectil, Nozomi se entretuvo por ver la reacción de la otra. Era preferible que su siguiente decisión fuera el cambiarse la mesa de inmediato, pero Joy imaginaba que Nozomi se quedaría un rato para entretenerse. A partir de ese día consideraría conseguirse otras amigas, nuevas amigas. Sí, aquello sonaba bastante bien, sonaba hasta conveniente.

Pero por alguna gracia, Nico dejó los palillos con expresión fastidiada. Nadie se animaba a seguirle.

“Lo que sea. Ya no tengo hambre, Hanayo puedes comerte mi ración de arroz si deseas.”
“¡Ahoooy!”

Eli fue la primera que habló.
“Nozomi te dije que no la molestaras más del tema”, reprendió a la otra dándole un suave codazo.
“Solo quería ver su respuesta, pero parece que acerté”
“¿Por qué Nozomi está tan interesada en fastidiar a Nico sobre su hermano el profesor, Kotori?” Le susurró con desgano Minami a su compañera, la cual ni siquiera había tocado su bandeja de comida. “¿Es alguna clase tragic backstory del que siempre se está quejando?”

“Algo así”
“¿Y Nozomi?”
Esta vez Eli la que siguió la pequeña conversación.

“Nozomi no tiene nada mejor que hacer desde que confiscaron sus cartas para leer el futuro”
“¡Eli te dije que no dieras nada, vas a arruinar mi negocio!”

**

Entre las callejuelas, dos figuras caminaban tan pegadas una de otra que asemejaba a una sola sombra en el camino. “En serio las cosas que hago por amor… juntarme con unos raritos y brindarles recados raros”
“Oh cállate, nadie te está obligando a seguir con nosotros”

Silencio, de nuevo.

“¿Y bien?”
“Nada, estaba recordando por qué estoy contigo y… debo haberme pegado muy fuerte. Tienes una terrible personalidad y parezco olvidarlo”.

Adam solo volteó los ojos en blanco.

Pero en realidad Ronan sabía muy bien por qué seguía al otro hasta ese tugurio de pro benders.
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Othinus on June 30, 2016, 03:25:40 PM
Ossu! jaja ¡tanto tiempo! vengo con algo horrendoroso y coooorto :-[ pero prometo pasarme mas seguido
Edito con los iconos 



(http://i161.photobucket.com/albums/t226/Meril_Inugami/Erio_zpsmyjm2bk0.jpg) (http://i161.photobucket.com/albums/t226/Meril_Inugami/6hmoxpR_zps6ina77c8.jpg)
***

#01

"¿Mh?"

Hacía dos días que perdida por las calles de Ciudad República camina sin cesar. El tiempo se encuentra parado en su pequeña cabecita de novia (o de forever alone). Normalmente responde al apodo de alienígena  u otros de mismo índole, en fin, una brisa cálida recorre sus cabellos celestes tan puros como el mar.

"¡Hey! ¿Estás causando disturbios en la bahía?"
"¿QUÉ?" miró asombrada a quien con una voz chillona le habló. "Busco a mi abuelo. ABUELO. Hace dos días me perdí y el viejo no me busca..."
"Oh bueno... la policía está ocupada manteniendo a raya los discursos de los igualitarios y eso".
"Ya veo".

 Lo miró profundamente quitándole su alma(?) o bueno, el chico parecía aterrorizado por las orbes tan intensas de ella. El pelirrojo hizo dos pasos hacia atrás, dejando que la chica siguiera con lo suyo, él recién empezó hace dos semanas su trabajo como un poli común, sin bending ni nada, ni podía estar seguro el por qué lo aceptaron pero ya con su uniforme puesto hacía su trabajo.

"Bueno" dijo algo sonrojado y rascando su nuca. “Dejar a una chica sola es descortés ¡te ayudaré! Bue-bueno, si quieres…”
“Mi familiar se llama Ichirou Inuyashiki, es de la tercera edad y umm típico asiático su bending es tierra y creo que es todo”.
“¿Ehhh? Pero así nunca lo vamos a encontrar”.

Aquella charla surrealista terminó con el estómago rugiendo de la chica y ambos totalmente rojos de la pena, ¿cuánto hacía que ella no come bocado alguno? Y por su parte el novato sobrevive de arroces y pepinos en su casa.

“Me tienes que invitar a comer”  dobló su cabeza como perrito sin entender y el brillito la invadió por completo. Dammit piel pálida con unos labios finos y naturalmente de color cereza, mejillas de manzana con cabellos celestes e igual color de ojos, ¡joder! Hanemura le tiene cierta debilidad a las chicas  y más si las encuentra lindas.
 
“Entonces… ¿te mudaste hace dos días aquí? ¿Tienes bending?”
“Esta bueno, mhn soy de aire, Erio Touwa”.

Los dos sentados sobre unos almohadones comían alrededor de una mesa de madera en un restaurante de comida china. Erio se encargó de pedir algo bien llenador y el chico un vaso de té.

“Me llamo Hanemura, Megumu. Soy novato jeje”.
“¡Esfuérzate!” sonrió ella con algo de comida en boca.
“Pero es un trabajo duro y no sé qué hago aquí, digo… Soy débil”. Bajó su mirada y revolviendo el líquido dentro del vaso con movimientos circulares de su muñeca en su cabeza se hizo un flashback de todos los momentos duros en su entrenamiento. ¿Quería ser policía?
“A mí me has salvado, primero que me encontraba perdida, sin dinero y muerta de hambre. Gracias Megumu san”.
“De nada Erio chan” sonrió gentilmente, dammit, la cara de ella le parecía preciosa pero tenía deberes como alguien entregado al cuidado de la ciudadanía. “Seré el guía hasta encontrar a tu abuelo”.
 “Él me dijo que si tenía problemas fuera con Sister-san, trabaja en una capilla pero mi memoria me falla”.
“¿Sister? Podemos ir a ver, hay poca cantidad de  monasterios o capillas religiosas, será fácil”.

Erio continuó masticando con rapidez, mordida tras mordida lo mira, que alguien la ayudase y más siendo una forastera la dejo con un buen, muuuy buen sabor de boca (literal).
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Othinus on April 30, 2017, 03:46:52 PM
Prometo un día venir en ley y hacerlo largo ;;


#02

La primera capilla que Hanemura y Erio visitaron: completo desastre. El lugar parecía puros escombros, no era de extrañar, la religión católica nunca fue bien vista.

“¿Cuántas quedan?” Preguntó ella mirando con los cristalinos ojos el alma de chico.
“Dos más” respondió suspirando, ya no quería caminar.
“Let’s go Muracchin” lo tomó del brazo y comenzó a correr.

El tiempo en Ciudad República es bastante bueno, se veía el cielo despejado y nada de mal augurio rondando por las inmediaciones.

Los dos chicos llegaron hasta la siguiente capilla, el lugar parecido al primero pero, al menos se veía gente.

“Sistah” apareció una chica de cabellos magenta gritando y paso presuroso.

Erio y Hanemura intercambiaron miradas, ¿sería el lugar? Y cuando de la capilla apareció una hombre de dos metros mínimo vestido con túnicas raras y rubio (¡EXTRANJERO!), Megumu retrocedió.

“Una monja es mujer” asintió para el.
“¿Eh?” confundida lo volvió a tomar del brazo y lo arrastró con ella. “Vamos Marucchin.”

Él maldijo el tener debilidad por mujeres. Suspiró y dejo ser arrastrado.

“¿Eres Sister san?” habló metiéndose en la charla de la chica de recién.
“¿Quién lo pregunta?” contestó él.
“La nieta de Ichirou Inuyashiki, me perdí y mi abuelo no aparece.”
“Mh"  respondió él.
“Mhm” contestó ella.
“Mhmm” imitó la chica de pelo fucsia.
“¿Qué hacen?” preguntó con duros recorriendo el rostro el último.
“Fingiendo interés.”
“Fingiendo interés del interés.”
“¿Imitando al interés del interés?

Hanemura intentó retroceder, se sentía fuera de lugar pero cuando lo hizo, los dedos de Erio se enredaron al brazo de él. LA PERDICIÓN.

“Marucchin debe acompañarme” sonrió ella.
“¿Eh?” se quedó atónito y perdido. Lo perdimos. ^ 2
“Ejem” hizo ruido la otra chica, “¿quiénes son?
“Ella es Touwa Erio san” la presentó Hanemura. “Buscamos a su abuelo; Ichirou Inuyashiki san.”
“¡Quiero hacerlo!” dijo Erio. “Él es Marucchin, policía.”
“Yo, yo, yo, yo” repetía incesante la jovencita magenta hasta que el hombre vestido de mujer le golpeó en la cabeza haciendo un K.O. “Él es la Sistah y yo soy Yui, un gusto chicos.”
“¿Sistah?” preguntó Erio sorprendida.
“Forma naca de decirme Sister” respondió inmediatamente él.
“¡SISTAH!” golpeó la palma con el puño de la mano y volvió a pronunciar: “¡SISTAH!”
“Son iguales jé…” trató de reírse Megumu pero obviamente estaba en pésima situación.
“Sobre Inuyashiki, el viejo anda trabajando, luego los llevaré con él, vengan a la capilla a tomar algo.”

Los invitó, realmente Hanemura quería evadir eso pero no podía negar que Erio tenía un algo en sus ojos, que eran como galaxias, la atraían hacia ella. No es que se sintiera enamorado, nadie lo haría tan rápido quizás porque era la primera persona que confiaba en él o de plano tenía una belleza frente a sus ojos. De cualquier forma ahí se encuentra, él al lado de ella, una bender de agua.
Title: Re: Retrace #1 >> Welcome to Republic City!
Post by: Othinus on May 31, 2017, 01:17:25 PM
Con personajes de la mishu <3 agrego iconos en un ratito ;;
akshajd falta Fushi y Hanemura ;;


(http://i161.photobucket.com/albums/t226/Meril_Inugami/Erio_zpsmp1sztpu.jpg) (http://i161.photobucket.com/albums/t226/Meril_Inugami/sister_zpsqkwk85lb.jpg) (http://i161.photobucket.com/albums/t226/Meril_Inugami/Yui_zpsxkjokjsp.jpg)

(http://i161.photobucket.com/albums/t226/Meril_Inugami/Sakura_zpsmpzxy8u1.jpg) (http://i161.photobucket.com/albums/t226/Meril_Inugami/ayano_zpsc5pm8wac.jpg) (http://i161.photobucket.com/albums/t226/Meril_Inugami/Belurum_zpsacuczotl.jpg)

#03

Las aves graznaron  a medid que los cuatro se acercaron a la iglesia, el lugar parecía concurrido pero eso no le sacó el aura a lugar tenebroso, sin duda parecía que pronto se caería abajo el edificio,  que las vigas de deshonoraría y el techo cedería.

Al ingresar notaron un aroma peculiar a limón en todo el ambiente, ninguno dijo nada hasta que las entrañas de Yui y Erio crujieron.

“También tengo hambre” agregó Sister.
“¿Uh-h?” los miró Megumu, en tan poco  tiempo los tres ya son amigos, eso le hizo sentir un poco de decepción, él quería llevarse bien con Erio y también con sus compañeros pero no podía socializar como Sister ni las dos chicas.

Las voces de dos mujeres y dos de sexo masculino colmaron el ambiente, las voces parecían tranquilas y las charlas parecían tribales.

“Fushi~” dijo una de las féminas “¿cuánto falta para que esté?”
“Un rato más” respondió alegremente uno de los sujetos.

Cuando entraron al cuarto, Yui se apresuró a todos para abrazar a otra monja,  esta no traía el traje de Sister pero el aura que desprendía le recordaba a Megumu alguna princesa de cuentos de hadas.

“Yui chan, ¡mo!” se quejó ella.
“Megu nee, quiero tarta” miró a uno de los chicos y le sacó la lengua “Fushi es un idiota. NADIE ME SACARÁ A MEGU NEE.”
“¿EKKKK―?”se tambaleó la pelirosa con el rostro como tomate y casi tiró a la menor, si no fuera porque golpeó con el trasero la mesa, seguramente hubiera hecho una escena.
“Fushi no entiende de esas cosas,  Yui” infló sus mejillas la otra jovencita, esta parecía tener espíritu normal.
“¿Quiénes son, Sister?” el último sujeto, sentado en la mesa y bebiendo café, al fin soltó algo que los demás ignoraron.
“Erio Touwa, es la nieta de Inuyashiki y él es Hanemura Megumu” los señaló e instintivamente hicieron una reverencia los dos chicos. “Nos acompañaran hasta que sea la hora que el viejo esté en casa”
“Un gusto” saludaron los dos al unisono.
“Oh my…! Lo siento, no me di cuenta de ustedes” presurosa tomó una mano de cada uno y los llevó hasta las sillas. “Soy Megumi Sakura, pueden decirme―.”
“Megu nee ” agregó rápidamente Yui sin que la otra pudiera replicar.
“Yo soy Ayano Tateyama” sonrió la de aura normal, traía un lindo kimono rojo y el cabello recogido hacia un costado, parecía salida de un festival. “Él es Belurum Asherah” se aproximó hasta el que se encuentra sentado y se abalanzó sobre la espalda de él.
“¡Oye!” replicó la víctima.
“Mucho gusto, soy Fushi” les sonrió el albino que parecía haber cocinado una tarta de limón o al menos la sacó del horno de barro.

Los ocho se sentaron a comer pero aún Megumu tenían un no sé qué, que le impedía estar amistosamente con los del lugar, todo le traía recuerdos.

“Ya es hora” incorporándose Sister, se levantó del asiento. “Hey, Ayano y Belurum, lleven a los dos mocosos con el viejo.”
“¿Eh?” lo miró confundida Erio y parecía que la mirada profunda que ella tenía no le hacía efecto. “Sistah, acompáñenos.”
“No puedo, si dejo el lugar cosas podrían pasar… el terreno es codiciado y debo cuidarlo.”
“¡No se preocupen! Yo los acompañaré” soltó la castaña que parecía amigable con el albino.

# # #

“¿Y cómo se conocieron?” comenzó a cuestionar la castañaque venía caminando haciendo pequeños saltos.
“¿Hm?” pensó un instante Megumu sin respuesta, ya lo olvidó. 
“Muracchin es mi salvador” respondió sin cambiar de facciones. “Él incluso me alimentó.”
“¡Oh!” sonrió traviesamente la chica.
“¿Y USTDES DOS?” gritó como idiota él, tratando de desviar la conversación.
“¿Nosotros?” lo miró a Belurum, el tipo parecía rudo y que todo le valía madres.
“La idiota se mete en problemas siempre, me toca ayudar” habló Belurum, dejando en tanto que ella dependía de él.
“Bue-bueno” golpeó sus manos Ayano. “Llegamos.”

Atrás de ellos ponía imponente un edificio de varios pisos, la fachada parecía occidental mezclada con oriental y las vestiduras eran nuevas. El lugar es hermoso.

“¡Woooh!” sorprendido, Megumo miró con las orbes abiertas exageradamente.
“El viejo es algo importante” soltó encogiéndose de hombros el albino.
“¿Importante?” a ella solo se le había dicho que viviría con su abuelo, persona que no veía desde quien sabe cuándo.