Decidí empezar esta historia basada en el libro "The thief of always" de Clive Barker. Me encanto <3 Y ahora que Kentaro Miura falleció, quería usar a un par de sus personajes más :c
Espero tener la oportunidad de poner el fic bonito algún dia
#1: The house of always
Febrero. Lluvioso, frío y aburrido.
Las vacaciones de invierno estaban por acabar, y Sheryl deseaba que las vacaciones fueran eternas y que terminaran pronto al mismo tiempo.
Lo peor de su situación era la soledad y el aburrimiento. Desde que su madre se había ido la casa se sentía vacía y su padre prácticamente vivía en su oficina.
Lo lógico era buscar la compañía de sus amigos pero con el clima endemoniado nadie deseaba salir. No tenía ganas de ver a nadie de todos modos. Ni siquiera a Souji. Probablemente las noticias de lo que pasaba en su familia se habían regado ya y todos tendrían algo que comentar.
No, era febrero y su familia se había desintegrado. Solo le quedaba quedarse en casa y hundirse en su miseria adolescente.
A sus 15 años Sheryl aún no entendía muy bien lo que estaba pasando. Toda su infancia había sido cómoda y privilegiada, pero ahora que todo lo que conocía y creía se había desmoronado, su moral había caído al suelo.
En consecuencia, la chica alegre y popular se había vuelto retraída y melancólica en cuestión de semanas. El único que sabía por lo que estaba pasando era su novio, otro niñato de 15 años, que a pesar de sus mejores intenciones era incapaz de darle el sistema de apoyo que ella necesitaba.
Desafortunadamente, ni la misma Sheryl entendía esto. Como buena adolescente, decidió vivir su etapa angsty aislandose de todos ¿Quién quiere salir bajo la lluvia de todos modos?
No había nada mágico en Febrero, ni en el hecho de que tenía 15 años, ni en la vida en general. Si alguien preguntaba, a Sheryl la mató ese desafortunado febrero.
Mientras estaba recostada en el sofá de la sala esperando a su padre para cenar, una sombra cayó sobre ella. Al mismo tiempo que unos toquecitos en la ventana, rítmicos, suaves pero que sonaron en toda la habitación vacía con fuerza la despertaron de su siesta.
“Señorita Sheryl~” la llamó una voz juguetona a través de la ventana.
De un golpe, la chica saltó del sofá. Para su sorpresa, y susto, un tipo de apariencia rara se inclinaba para verla a través de la ventana. Sonreía descaradamente una sonrisa de zorro y a pesar de que tenía los ojos cerrados Sheryl podía sentir como la miraba acechante.
“Señorita Sheryl~” repitió el hombre, esta vez abriendo la ventana con un leve empujón a pesar de que estaba cerrada por dentro.
Sheryl se frotó los ojos creyendo que seguía dormida. Últimamente dormía demasiado, y ella había empezado a notar que eso la estaba afectando, ¿acaso también le estaba empezando a causar alucinaciones?
“Discúlpeme por levantarla de esa forma~” se disculpó el tipo, mientras entraba a la habitación por la ventana. Sus piernas eran largas. Todo él era alargado y particular. Podía moverse sin abrir los ojos y hablar sin que esa sonrisa desapareciera de sus labios. Era joven pero tenía el pelo blanco. Su vestuario parecía salido de un cuento Victoriano, con chaleco y sombrero de copa incluidos.
“¡¿Q-q-q-quién eres tú?!” comenzó a interrogarlo la rubia. Para su sorpresa no era ni un sueño, ni una ilusión.
“¡¿Qué haces aquí?! ¡Fuera de mi casa, pervertido!”
El hombre hizo caso omiso, y en lugar se sentó muy cómodo con las piernas cruzadas en el sillón donde hacía unos minutos Sheryl dormitaba su depresión.
“No vengo para hacer cosas pervertidas~ Y esas son muchas preguntas, algunas muy complicadas de responder~” afirmó el tipo. “Mi nombre es Gin. Mi jefe me ha enviado, con una propuesta.”
Sheryl seguía confundida y asustada. Estaba alerta, por si el tal Gin decidía lanzarse encima de ella.
“Sabemos que estás aburrida~ ¿Y cómo no? Este clima, con lo que pasa en tu familia~ Te aburres ¿no?”
“¿Cómo sabes lo que pasa con mi familia?” la chica se puso a la ofensiva. Le alivió un poco el hecho de que Gin no tratara de acercarse a ella.
“Mi jefe sabe muchas cosas~” explicó Gin. “Sabe que, por ejemplo, tu madre se fue y que querías ir con ella. Sabe también que tu padre no regresará hoy sino hasta a media noche~ Y por supuesto, tras muchos años de lidiar con niños, sabe lo que pasa por tu cabeza~ Quieres un merecido descanso ¿verdad?”
“N-no soy una niña” fue lo único que atinó a contestar Sheryl. Le confundía como este Gin, que parecía más una caricatura que una persona de carne y hueso supiera todo por lo que estuviera pasando. “¿Quién es tu jefe?”
“¡Oh! Esa es una pregunta fácil de responder~ Mi jefe se llama Aizen. Ha sido el dueño de ese nombre por mucho tiempo y…” Gin se levantó y sacudió sus ropas fuera de época. “Desea invitarte a su casa, a nuestra casa~”
El tal Gin se inclinó para darle un sobre a Sheryl. Estaba dirigido a ella, con su nombre completo y dirección. Era una invitación a pasar unos días en un lugar llamado “Holiday House”.
Sheryl leyó la invitación varias veces. No tenía mucha información ni una dirección, solo estaba firmada elegantemente por un tal “Aizen S.”
“¿Q-qué es eso?”
“Lo que ves frente a ti, ni más ni menos.” Gin empezó a retirarse por la ventana. “No esperamos a que respondas a la invitación ahora. La mayoría se toma un par de días para pensarlo~ a excepción de los más desesperados~” Gin finalizó la oración con una sonrisa misteriosa.
“Pasaré dentro de unos días para saber tu decisión. Esta es una oportunidad única en la vida, así que no lo pienses demasiado.”
Y sin más Gin desapareció por la ventana, tras “guiñarle” el ojo a Sheryl.