Algún día iconos.
“Sun Hee… Yo… Siempre te he amado. Has sido la única a la que realmente he amado. Lamento haberte fallado una y otra vez.” Apretó la delicada mano entre las suyas, reteniéndola, suplicándole. “¡No me abandones así! ¡Te lo imploro!”
“Dae-Hyun… te…te perdono.” Una fina lágrima se deslizó con debilidad por la pálida mejilla de la muchacha. Su sonrisa plasmaba todo el afecto auténtico que había sentido por aquel chico desde hace años. Amor que no había variado en intensidad con los años, desde sus tiernos inicios e incluso en momentos en que el joven no se había comportado muy bien con ella. “Siempre te acompañaré y cuidaré… Gracias por todo”
“¡Sun Hee! ¡Sun Hee!.” La agarró de los hombros. Sacudió su frágil cuerpo con desespero. “¡Sun Hee! ¡No me dejes! ¡No! ¡Te lo prohíbo!” la conmoción de emociones golpeándole en el pecho permitió que sus ojos se cristalizaran en un llanto controlado.
“Te amaré por siempre…Mi Dae-Hyun” suspiró cansada. Cerró los ojos y no los volvió a abrir más.
El joven, negándose a perderla, volvió a sacudirle de los hombros. Al no tener respuesta de la chica, la aferró a él y la abrazó duramente, en un frenético acto de mantenerla a su lado. Una solitaria lágrima rodó por su mejilla, apretando fuertemente sus ojos cerrados renegando la dura verdad que debía enfrentar: Sun Hee se había ido para siempre.
El pitido agudo de la máquina de signos vitales no indicaba otra cosa que no fuera el cese de los latidos cardiacos.
“¡No!” gritó cuando sintió una mano sobre su hombro. Era el doctor quien intentaba en vano persuadirlo para que saliera de la sala de operaciones. “¡Deben salvarla!”
“Señor Dae-Hyun, no hay nada más que hacer…”
“¡NO ES CIERTO!” Dae-Hyun soltó suavemente el cuerpo inerte de la que fue en vida su novia.
Aquella dulce y buena chica con quien había iniciado un inocente amorío de adolescentes y quien, tan puramente, le había perdonado todos los dolores al corazón que Dae-Hyun le provocó conforme iban creciendo y conforme éste iba adquiriendo fama con su grupo musical hasta convertirse en un Idol. Porque conforme fue ganando dinero y fama, el joven también comenzó a comportarse mal con ella pese a que Sun Hee le había apoyado en cada uno de sus pasos, desde que era un don nadie.
Eso era lo que más le dolía. ¿Cómo fue capaz de traicionar una y otra vez a una chica tan buena como ella? ¿Cómo ésta le perdonaba sus temperamentos, sus infidelidades, sus desprecios? No. Él jamás la había merecido. Y lamentablemente ahora, que ya no estaría nunca más presente, se daba cuenta de lo que perdió.
Después de tanta crisis y problemas, habían logrado nuevamente retomar la relación de un modo más sano. Pero, la vida era injusta y cruel y en vez de castigarlo a él por sus actos Sun Hee había recibido todo el daño.
Ella, tan noble y buena hasta el final, se lanzó para empujarlo cuando estuvo a punto de ser arrollado por un auto. En consecuencia: Sun Hee había recibido el impacto del golpe y ahora, en el hospital, dio sus últimos respiros de vida.
Toda esa mezcla de emociones lo colapsó. Salió de la sala y destruyó todo lo que encontró a su paso en el Hospital. Tuvo que ser sacado del recinto por guardias. Afuera, sus amigos lo esperaban para consolarlo, pero él no podía escuchar palabra alguna.
Salió corriendo de allí. Quería desaparecer. Lanzarse de cualquier edificio. Lanzarse a un lago y morir. ¡Jamás podría superar el dolor que le quemaba en el pecho!
Años después…
Se veía a un Dae-Hyun con un par de años más. La enseñanza de la vida le había dado la experiencia de volverse alguien más empático y altruista. Gran parte del dinero que ganaba lo donaba a los más necesitados y con el tiempo inauguró una organización de beneficencia a la que le dio el nombre de Sun Hee.
Sus compañeros de banda fueron un gran apoyo. Si no fuera por ellos habría terminado suicidándose, lo más seguro. Pero allí estaba, con el recuerdo de Sun Hee mientras observaba el océano hacia el horizonte.
“Tal vez en otra vida… Volveremos a estar juntos...Sun Hee”
-FIN-
Unas horas después todo el elenco del Dorama se encontraba viendo la repetición del último capítulo de la telenovela. Tanto en Corea, como en China y Japón el Dorama había sido todo un éxito. El ranking era tan alto que destruyó literalmente toda competencia.
“Escuchen” dijo una de las directoras, leyendo los twitters “Cito: La actuación de Dae-Hyun me ha dejado llorando por horas! Jamás esperé que Sun Hee muriera, ¡Que dolor! y si bien Dae-Hyun merecía sufrir… ¡No esperaba que fuera de ese modo!” siguió con otro “¡¿Por qué Sun Hee?! ¡Era tan buena! Dae-Hyun sólo era inmaduro, no merecería sufrir ese final. ¡Me duele el final de los dos!” otro “La actuación de ambos protagonistas ha sido magnífica. Lloré con última mirada de Sun Hee y lloré mil más con el sufrimiento de Dae-Hyun. ¡Me da tanta pena que él sufra así!”
“Creo que lo hicimos bien” comentó la actriz que llevó el papel de Sun Hee. Le daba satisfacción saber que el público quedó conmovido con su actuación. “Tan bien, que la gente sigue estando del lado de Dae-Hyun aunque haya sido un canalla en toda la telenovela.” Rio divertida, mirando a su compañero. “Te luciste”
“Gracias. Tú también.”
“Una fotografía de los dos protagonistas post último capítulo” la directora les sacó una fotografía a los dos jóvenes. Las personas shippeaban bastante a esos dos actores que, justamente, habían protagonizado otro Dorama haciendo de pareja. Muchos pensaban que eran novios en la vida real. “¿Qué escribo en la imagen?”
“Gracias por acompañarnos en todo este tiempo y ser tan fieles al Dorama. Sun Hee y yo estamos felices de haber llegado a sus corazones.” Dijo el actor de Dae-Hyun.
“Listo!” Al momento de publicar, vio inmediatamente un montón de likes. “Sorprendente…”
Después de celebrar el alto ranking televisivo donde estuvo todo el equipo presente brindando. Los protagonistas de esa telenovela se retiraron juntos.
Decidieron caminar hasta sus respectivos hogares.
“¿Qué harás ahora que ya terminamos este Dorama?” Preguntó la joven.
“Aún no tengo nada definido, ¿y tú?”
“Bueno…” se manifestó un poco avergonzada. “Acabo de recibir un mensaje de Yong Min… Me dice que está interesado en que protagonice un nuevo dorama.”
“Es una buena noticia.” Aunque ese director no le caía en gracia puesto que era del tipo de sujetos que le coqueteaba a las actrices. El joven elevó la vista para mirar el cielo estrellado.
“¿Qué harás tú?”
“Aún no tengo nada planificado… Hemos trabajado dos años contando el Dorama anterior. Pensaba que quizás debía tomarme unas vacaciones… Volver a Japón a ver a mis familiares, de paso.”
“Ya veo…” ella bajó la mirada, melancólica. El chico a su lado había llegado a Corea hace un par de años desde Japón y desde el primer momento que le vio le pareció alguien sumamente interesante y atractivo. Le causaba tristeza pensar en su partida… Eran muy íntimos después de compartir tanto tiempo juntos.
“Bueno, será mejor que vuelva a mi departamento. Estoy un poco cansado…” volvió a mirarla, le sonrió suavemente. “Gracias por ser mi compañera de trabajo tanto tiempo. Has sido una gran amiga y me has ayudado mucho en mi estadía en Corea.”
“Lo dices como si te fueras definitivamente.”
“Hm…” negó con la cabeza. “Sólo quería darte las gracias.”
“…” le vio hacerle un gesto de despedida. Antes de que se fuera, le llamó: “Akira-kun…” éste se volteó a mirarla y ella aprovechó para rodear su cuello con sus brazos y juntar sus labios con el del chico uniéndolo en un efímero beso.
“…” parpadeó sorprendido. No esperaba que su compañera terminase besándolo. Ella se apartó, al no ser correspondida.
“Disculpa.” Sonrió con desconsuelo. Dicho esto, un silencio fatigoso exigió que apretara sus puños y saliera corriendo de allí. “¡Éxito en todo!” gritó a lo lejos, invadida por una vergüenza y humillación.
“…”
A la mañana siguiente su manager había aparecido demasiado temprano en su departamento. Esta le agitaba una y otra revista en el rostro mostrándole la imagen de él besándose con su compañera de Dorama. Los tacones de la elegante mujer resonaban por todo el lugar.
“¡Ahora todo el mundo habla de esto!”
“…”
“¡Y ella hace poco se había comprometido con Tae-Min! ¡Y tú hace unos meses terminaste tu relación con Jun Sun, la protagonista del Dorama rival! ¡Van a pensar que eres igual de canalla que tu personaje de Dae-Hyun!” Nona se llevó las palmas de su mano al rostro, enojada.
“Yo… No tenía una relación con Jun Sun.”
“No. Sólo salían a cenar seguidito… ¡Uh! ¿Qué no lo ves? ¡La gente quiere verte con ¨Sun Hee¨ cómo novios! Pero tú y ella tienen sus parejas respectivas. Y…Y… Tae-Min es un maldito magnate y Oppa de Corea! ¿Sabes que tiene influencias que pueden destruirnos? ¡Literal D-E-S-T-R-U-I-R-N-O-S!”
“Yo soy soltero.” Dijo seriamente. “Y Tae-Min me tiene sin cuidados. Si quiere hacer uno de sus ridículos show me importa un bledo.” Alzó los hombros. Ese tipo lo amenazaba desde hace tiempo, de todos modos. Estaba celoso de que Suni, su prometida, dedicara tanto tiempo a él en el Dorama… Y Akira sabía que Suni lo amaba. Pero no podía corresponderla.
“¿Qué se supone que hagamos?”
“¿Qué se supone que hagamos?” le repitió, porque no sabía que responderle a su manager.
“¡Tienes que estar con Suni! La gente así lo quiere y te juro que nos ganaríamos unos cuantos millones con el material que puede salir de allí.”
“…” Akira curvó las cejas. No parecía estar de acuerdo con el plan de su manager.
“¿Acaso tienes algo mejor en mente?”
“¿No dices tú misma que Tae-Min nos buscará pleito si me ve cerca de Suni?”
“…Puedo usar mis influencias también…” Nora entrecerró los ojos, sospechando algo más. “¿O es que tienes otra cosa en mente desde antes, Akira?”
“Pues…” el chico miró por el ventanal hacia la ciudad. “Creo que ya pasé demasiado tiempo en Corea. Si bien dije que me tomaría unas vacaciones, la verdad es que necesito buscar nuevos aires… He pensado… Cómo será Eastwood”
“¿Estás loco? Aquí tienes una carrera en ascenso. Allá no te irá mal porque eres conocido mundialmente, pero ¡Aquí están obsesionados contigo! ¡Tienen unas jodidas tazas de té con tu cara y todo!”
“Eso mismo me enferma en estos momentos… Necesito irme lejos de estos fanáticos trastornados y enceguecidos. Todo lo que hago, aunque sea aberrante, lo toman como un ejemplo a seguir o lo justifican ciegamente… No puedo salir de mi casa porque se viven sacándome fotografías. No puedo salir con mis amigos porque una avalancha de tipos se me lanza sobre mí para pedirme autógrafos, besarme o sacarme algo como recuerdo… Registran mi basura para quedarse con cosas mías… Me tienen saturado.”
“No creo que irse sea una opción”
“Lo siento. Yo ya tomé mi decisión. Me iré dentro de poco.” Dijo decididamente “Y… No quiero que nadie de Corea lo sepa, Nona-san.”
“¡Ahhh! ¡Me vas a volver loca!”
“Bueno, ¿Acaso quieres que me quede para que Tae-Min me mande a ¨borrar¨? No creo que quieras arriesgar a tu ¨chico de oro¨ si puedes usar este mismo boleto en otro lugar y explotarme mejor... Lejos de tantos locos…”