Author Topic: Para Cho ✿ [FIC] Tiempos HiMEs  (Read 6621 times)


Puri

Para Cho ✿ [FIC] Tiempos HiMEs
« Topic Start: January 14, 2014, 03:41:56 AM »
PARTE 1.

(Parte 2 y última vendrá mañana, que tengo que informarme del canon (?!?!?) para que sea más accurate :> perdóname la demora y el que alguno que otro personaje salga OOC, pero espero que te guste, no tienes idea de lo que me estoy divirtiendo con esto y espero que en algo te divierta a ti también. Y DISCULPA QUE NO SIRVA PARA ESCRIBIR NADA MÁS QUE CRACK </3).


***

"¿Qué es esto?", preguntó Cho llena de desconfianza, aunque un ligero tono de sorpresa podía encontrarse en su tono de voz.
"Es un regalo", contestó Riku, desde afuera de la ventana.

Habían pasado ya un par de semanas desde la batalla entre HiMEs y Rebels, pero además de ello, Riku nunca le había tenido en consideración ni le había profesado la más mínima estima. No es que ella la quisiera, tampoco, pero a diferencia de otras HiMEs que solían conocerse con sus rebels, ella nunca había mantenido ningún tipo de relación importante o alguna del todo con Riku, por lo que este presente... Sí, su existencia resultaba completamente ilógica. Era obvio que sospechara.

"Eso es todo", le dijo y se fue de ahí, sin decir nada más. Cho no le llamó para que le explicara toda esta situación porque sabía que no lo haría, pero no pudo evitar quedarse mirando por donde se había ido, aún sorprendida.

***

Al despertar a la mañana siguiente, Cho se dio cuenta que su sueño no era tal y que su rebel en verdad había venido a visitarla aquella noche. Recordaba que tan solo unas cuantas horas atrás despertó por unos golpes en su ventana y al abrirla se encontró con su rebel, lo cual hizo que le diera una leve taquicardia al imaginarse que había venido a atacarla, aunque de cierta manera le reconfortó saber que estaba en un edificio lleno de compañeras HiMEs, por lo que hasta cierto punto no se atrevería a hacerle nada...

Y tal fue lo que sucedió, pero lo que aún no comprendía era aquel pequeño paquete que había dejado sin abrir en su escritorio. En medio de la noche se dijo a sí misma que lo dejaría ahí para que desapareciera cuando despertase del sueño, pero su presencia solo concretaba todo.

¿Sería una trampa? ¿Por qué Riku le regalaría algo?

Tal vez sería mejor que se lo llevara a Fran, o incluso a la misma Miranda, pero entonces...

Nuevamente golpeteos en la ventana.

Cho observó su reloj en la pared y vio que ya para esta hora muchas debían de haber escapado del desayuno de Lince, por lo que una mansión casi deshabitada ya no era un lugar tan seguro para ella. Pero justo en el segundo que se ponía en posición de combate, la ventana se abrió por sí sola y por ella entró Roxas.

"¡CHOOO!", le dijo emocionado y regalándole una gran sonrisa. Cho no pudo hacer más que suspirar y bajar los brazos.
"¿Qué haces aquí?", no era que la visita de su hermano le desagradara, pero no podía evitar pensar que se metería en problemas si encontraban a un chico en su habitación, sobre todo uno que no estudiaba ahí. Fue por eso que se apresuró a caminar detrás de él y cerrar la ventana y cortinas.
"Vine a visitarte", dicho esto dejó su mochila en un rincón y se sentó al borde de la cama. "No pude dormir bien después de que vi una película de terror y aún faltan varias horas para que comience mi turno de trabajo...".
"¿Y qué pasó con tus consolas de video?". Ella sabía que era muy raro que su hermano decidiera visitarla cuando tenía un montón de videojuegos con los que matar el tiempo.
"Uh...".
"¿Uh...?".
"Digamos que... Las llevé a reparar". Cho sintió un leve tic en la ceja, pero decidió no juzgar a su hermano a primera instancia y preguntarle qué había sucedido.
"¿Qué pasó?".
"Pues... Se cayó la botella de Coca Cola encima cuando estaba comiendo".
"..." Cho sentía las ganas de matar aumentando.
"¡Pero no te preocupes! Al parecer el daño no era tan grave y además lo pagaré con mi sueldo, fue por eso que no te comenté nada. ¡Todo está bien!", y le dio otra sonrisa, aunque aún así esto no reconfortó a la muchacha.
"¿Estás comiendo bien?", optó por cambiar la conversación, además cuando habló de la gaseosa y que comía mientras jugaba le hacía pensar que su alimentación había decaído.
"Uh...". Con esto último, la HiME decidió que sería mejor no escuchar mucho más y decidió ir a buscar su mochila para sacar los libros que usaría ese día en sus clases. Al darle la espalda, pudo escuchar el suspiro de alivio de Roxas y luego cómo es que este se levantaba de la cama y caminaba por la habitación, pero en eso... "¡Un regalo!", gritó emocionado y antes que Cho pudiera avisarle que sería mejor que no hiciera nada, su hermano ya había roto el papel de envoltura.

Cho contuvo la respiración.
Roxas alzó una ceja.

"¿Un set de té con varios sobrecitos filtrantes de té negro, té jazmín y té rojo? ¿Quién te regaló esto?"

***

"Quieres decir que... ¿Esto te lo regaló tu rebel?", preguntó Shelke inspeccionando el set de té que Riku le había regalado. El set consistía en una pequeña tetera de porcelana junto con cuatro tazas y platos para tomar el té; además, venían incluidos varios sobres filtrantes de distintos tipos de té para probar. Ante la mirada confundida de Shelke, Cho no pudo hacer nada más que asentir.
"Es... Bonito", comentó Hotaru inspeccionandolo también. Las dos se encontraban en su cuarto puesto que cuando se encontraron en el receso Cho dejó escapar un comentario sobre regalos indeseados y terminó contándoles sobre su extraña situación actual. "Quiero decir que el set en general es un regalo bonito, aunque viniendo de un rebel...".
"¿Has probado alguno de estos tés?", Cho negó con la cabeza.
"Temo que tengan algo dentro, ¿por qué otra razón me los regalaría, sino?".
"Cierto", murmuró Shelke.
"Deberíamos probar", ambas miraron extrañadas a Hotaru. "Si en verdad tienen veneno ya es un peligro que exista el set, ya que alguien más que venga a tu cuarto podría confundirlo, ¿no?".
"Tiene razón, eso sería peligroso", asintió Cho que no había pensado en ello.
"Aunque podríamos destruir el set de té en primera instancia, no creo en verdad que sea un regalo desinteresado".
"Pero eso también sería una pérdida innecesaria". Hotaru se levantó de la silla del escritorio que Cho le había ofrecido al entrar y se acercó al paquete. Podríamos probar filtrando el té y dárselo de beber en un plato a las palomas...", Shelke miró a Cho para ver si esta estaba segura de lo que hacía su amiga, pero Cho bajó la mirada, resignada a que de una u otra manera llevarían a cabo el experimento.

Después de unos diez minutos, las chicas se encontraban fuera de la habitación y observando el pequeño plato con té que habían dejado a un par de metros lejos de ellas. Esperaron, esperaron y esperaron... Pero al parecer ese día las palomas no tenían mucha sed, o algo por el estilo. Hotaru suspiró y decidió que sería mejor dejarlo por el momento, pero apenas dio un paso, un pequeño periquito australiano se posó en el plato.

"Es...".
"Es demasiado bonito para morir", concluyó Hotaru con un respingo, a lo que Shelke asintió y Cho tuvo flashbacks de los pollitos teñidos de rosa de Hikari y cómo la crueldad a los animales debía detenerse.
"Será mejor que lo ahuyentes...", le dijo la HiME del fuego, pero para cuando la chica se volteó a hacer como le habían dicho, las tres vieron cómo el periquito ya estaba tomando alegremente de su té de jazmín. La culpa entonces comenzó a invadirlas, pero tras unos minutos en que hasta el periquito se bañó en la sustancia, parecía que nada malo había pasado.
"Al parecer no están envenenadas", comentó Shelke, aunque por su mismo tono de voz parecía que ni ella misma se lo creía. Fue en eso que llegó un lorito que hizo lo mismo que el periquito australiano y luego se fue volando. No, tal parecía que el extraño regalo no era más que eso... Un regalo.

***

"Al parecer no tiene veneno", dijo Ryo con una sonrisa después de ver que su cucaracha de mascota tampoco había sido afectada por el té de rebel.
"Gracias", le dijo Cho e hizo una reverencia. Ryo había sido lo suficientemente gentil de ayudarla con la segunda prueba que hacía después de la de los pajaritos. Aún no se sentía demasiado segura para probarla ella misma.
"Pero no podrás corroborar nunca si tiene algún efecto dañino para el ser humano si es que no la pruebas con un ser humano".
"No... No creo que eso sea lo ideal. No quiero ocasionarle molestias a nadie...", sintió que sobraba decir que tampoco planeaba tomarlo ella misma.
"Por eso no tienes que preocuparte", Ryo le sonrió nuevamente, aunque pudo identificar que ya tenía un plan. No supo juzgar si es que eso sería para mejor...

***

"¡Vaya, tenías razón!", dijo Sora emocionado. "Siempre pensé que tomar el té con leche era asqueroso, pero si le echas cinco cucharadas de azúcar sabe fenomenal".
"¿Acaso sabes lo que es la diabetes?", le preguntó Larsas sin poder creer aún en la cantidad de azúcar que su compañero de habitación le había echado al té con leche que le había servido Ryo.
"Déjalo, Larsa, no es como si fuera a morirse envenenado", añadió con una leve risa el peliblanco. Por alguna extraña razón, Larsa sintió que Ryo había envenenado el té de Sora.. Pero no, no creía que el chico fuera capaz de ello, por más que tuviera sus excentricidades una que otra vez".
"¿Cómo así se te ocurrió la idea?", le preguntó Rin que observaba cómo Sora apuraba su taza para que le sirvieran otra.
"Oh, hace poco una amiga me regaló unos cuantos tés filtrantes y supuse que sería mejor si los compartía. ¿Quieres una taza, Larsa?".
"No, gracias", respondió educadamente.
"¿Y tú, Rin?".
"Sí, por favor", dijo animado al ver cómo Sora disfrutaba.
"¡Tú te lo pierdes!", le dijo Sora a Larsa mientras tomaba la cucharita con una mano y con otra la azucarera.

***

"Déjame ver si entendí. Tu rebel que siempre te ha odiado llega en medio de la noche, te regala un set de té y se esfuma sin mayor explicación. Luego de corroborar que el set de té no es venenoso para animales y humanos, decidiste probar un poco... Y ahora no puedes dejar de tomarlo porque tienes demasiados y en realidad todos son de tu agrado". Sayi alzó una ceja y Cho bajó la mirada, encontrándose con la taza de té que tenía en manos. Asintió. "Okay...", añadió Sayi intentando encontrarle el sentido a toda esta ocurrencia.

Cho se había encontrado con la pelirrosa en el clóset de escobas al esconderse de Lince llamando a tomar el lonche. Al escuchar su voz cercana, Cho decidió no arriesgarse y esconderse en el lugar más cercano hasta que el peligro pasara, pero fue así como se encontró con la pelirrosa, que se escondía ahí por el mismo problema. Fue en eso que decidió contarle su situación puesto que era una compañera HiME y tal vez conocer un poco más sobre la relación que tenía ella con su rebel le ayudaría a entender el comportamiento de Riku... Pero tal parecía que esto era tan extraño como sonaba.

"No, puedo asegurarte que en mi caso no es así", Sayi suspiró consternada. "Pero no deja de ser extraño... ¿Por qué te daría algo? O en todo caso... ¿Por qué té? ¿Por qué no chocolates, o flores?".
"... No creo que Riku quiera entablar alguna relación amorosa conmigo", comentó por la alusión a los regalos de amor que hizo la chica.
"Oh, por favor", dijo riéndose y alzando las cejas sugestivamente. "Todo su comportamiento tiene perfecta lógica si lo vemos desde el punto de vista en que tu rebel se ha enamorado de ti. La candente HiME del fuego encendió una llama de pasión en su interior que lo llevó a buscar alguna manera posible de ganar su corazón... Pero como es socially awkward compró lo primero que vio en un escaparate y fue el set de té, pero como ambos están unidos por el destino, resultó que el regalo fue perfecto y ahora ya te haz tomado casi la mitad de los sobres filtrantes. Makes totally sense". Cho quizo refutarla, pero antes de que pudiera encontrar palabras bonitas con las que decirle "lol no", la puerta se abrió y Lince les sonrió.
"¡Aquí están! ¡Vengan a probar mis rollos de canela con topping de aceitunas!", les dijo emocionada y tomando a ambas de las manos. Cho y Sayi se miraron consternadas y la pelirrosa no pudo evitar susurrar:
"¿Tienes más de ese té para poder pasar la tortura?".

***

Fran Viera y Miranda Lot se reunían periódicamente con el objetivo de analizar los reportes sobre el desempeño de las HiMEs, reunirse con una que otra chica que necesitaba orientación y más que nada planear actividades y estrategias que les ayudaran. Sin embargo, esa tarde en que Miranda ya estaba poniendo en orden los papeles para retirarse de su despacho, Fran abrió la puerta y la cerró tras de sí, ahogando los gritos de Ritsu que pedían perdón por haberle dejado pasar sin anunciarla previamente. La directora parpadeó confundida y abrió la boca para hablar, pero la otra le ganó.

"Tenemos un problema..." y Miranda supo que era serio por el tono de voz que había empleado.
"¿Qué ha sucedido?".
"Se trata de la HiME Cho Tanaka, cuyo elemento es el fuego". La directora recordó que Fran se había encargado de entrenarla en múltiples ocasiones. "Su elemento... Se ha desvanecido". Miranda palideció.
"¿Me estás diciendo que...? ¿Ella y su rebel...?".
"No", Fran negó rápidamente. "La estudiante me ha asegurado y reiterado que no ha tenido ningún encuentro sexual con su rebel". Fran recordó la gran incomodidad de Cho y cómo es que esta chica se había ruborizado por completo a pesar que ella no fuera de tener ese tipo de reacciones. "Hemos tenido una larga charla, pero no logramos ubicar nada de malo. Su vida ha seguido con su curso normal desde la pelea tanto física como anímicamente, pero por alguna extraña razón cuando intenta usar su poder, no puede hacerlo... Es decir, sí puede, pero con las justas puede invocar el fuego y no puede mantenerlo por mucho tiempo".
"Es... Es la primera vez que escucho de algo parecido". Al decir esto, Miranda vio el semblante de Fran ensombrecerse, ya que parecía esperar que por su experiencia, Miranda supiera algo más al respecto. Ella también se sintió decepcionada consigo misma. "Creo que lo ideal será tener a la señorita Tanaka en observación. No podemos dejar tampoco que se arriesgue a que su rebel desee batallar con ella en ese estado, nos estaríamos arriesgando demasiado".
"Tienes razón. Iré a llamarla".

***
« Last Edit: January 14, 2014, 03:47:42 AM by Puri »

Forget all the shooting stars and all the silver moons
We've been making shades of purple out of red and blue