Author Topic: Para Neko ★ Comiket  (Read 6744 times)


Cho

Para Neko ★ Comiket
« Topic Start: December 25, 2013, 02:08:55 PM »
Hola Neko, vengo a dejarte un regalo de navidad. Es un fic muy simple, pero espero que te guste~



Era una tranquila tarde, en medio de las vacaciones de verano. Mientras una gran cantidad de estudiantes estaban disfrutando de la estación y el tiempo libre que tenían, algunas personas tenían en mente un evento muy importante acercándose en el calendario: Comiket. El Comiket de verano estaba a la vuelta de la esquina.

Era viernes alrededor de las cuatro y media de la tarde, y la anticipación del evento del día siguiente se podía sentir en todos los interesados.

“¡Ohh, el line-up de círculos de doujinshi es espectacular!” exclamó Neko. Ella había pasado por una librería para comprar el catálogo del evento, y estaba sentada en la banca de un parque cercano para darle una buena leída antes de regresar a casa. Ni bien llegó a una sección llena de mapas de tiendas, sacó un lapicero y empezó a marcar los sitios de interés. “Veamos… tengo que ir a este… a este también… hm, seguro que este otro va a ser muy popular… tampoco puedo retrasar este de aquí…”
“…” Shun miraba a su amiga marcar el mapa del evento entusiasmadamente. Él sonrió algo incómodo. Era adorable verle tan emocionada, aunque no podía entender mucho la pasión que ella tenía por su hobby. “Comiket… he oído de ese evento, es muy popular. Hm… ¿se trata de una gran venta de comics?”
“Es mucho más que eso,” ella se dirigió a su compañero energéticamente. “Comics es apenas la punta del iceberg. El fuerte del evento son sin lugar a dudas los doujinshi.”
“¿Dou…jinshi?”
“Exacto. Son publicaciones limitadas e independientes de artistas y círculos. Estos son comics o light novels o ilustraciones, entre muchos más. También hay muchos productos doujin como peluches, posters o vestimentas que son exclusivos del evento. Lo mejor de comiket es que puedes ver todas las creaciones de personas que no son parte de grandes empresas o no pueden pagar por la licencia, y que por ser independientes, tienen mucha más libertad de expresarse como gusten.”
“Oh…” él asintió, algo sorprendido. “Hay más de lo que pensé que había…”
“Y eso es sólo el lado de los artistas y vendedores,” Neko sonrió entretenida. “¡Comiket no sería igual sin la energía de todos los presentes! El ambiente de todos disfrutando el evento, participando en cosplay y consiguiendo su tan ansiada mercadería es lo mejor que hay. ¡Esta vez tengo que llegar más temprano! No te puedes imaginar la competencia que hay por algunos artículos.”
“¿En serio?”
“Naturalmente, hay cosas geniales y muy demandadas. ¡Ay, la espera fue tan larga!” ella llevó sus manos a sus cachetes. La idea de estar pronto dentro de Comiket le animaba.

Después de esa descripción, la rubia regresó a su labor de estudiar el mapa e idear su recorrido por todas las tiendas, mientras musitaba una canción que reflejaba sus buenos ánimos. Shun alzó su mirada al cielo. Sonaba muy divertido, aun sin tener mucha idea de lo que podía esperar en ese lugar. Pero Neko estaba muy contenta, además que él no tenía nada que hacer al día siguiente…

“Neko…”
“¿Sí?”
“¿Tú crees que podría ir contigo a Comiket para ver cómo es?”
“¿En serio? ¡Yo encantada!” los ojos de Neko se iluminaron. Shun se sorprendió de verle tan contenta por su pregunta.
“¿Segura? Es que… me da curiosidad, pero no quisiera estar en tu camino…”
“Para nada, mejor si voy con alguien más, así será más divertido,” ella levantó su pulgar. “No te arrepentirás.”
“Me alegro,” él sonrió. “Veré si puedo encontrar algo para mi hermano.”
“Ah…” Neko desvió la mirada, un tanto molesta. “Hazme el favor de no decirle que vienes. Tú sabes que no me llevo bien con él.”
“Ehh…”
“Le puedes decir después del evento, si no él podría arruinar nuestra diversión. ¿Has entendido?”
“E-está bien…” el peliverde se incomodó un poco. Entendía el inconveniente, pero no le sabía bien ocultar sus planes a su hermano, aunque haría una excepción.
“No olvides que tenemos que llegar muy temprano, y te recomiendo que lleves una cámara,” Neko asintió con determinación, sonriendo. Ella se levantó con energías. “¡Vamos de regreso a la librería!”
“¿Eh? ¿Por qué?”
“Ya que estás viniendo, es vital que te compres un catálogo con todo el contenido de la convención. El lugar es inmenso. ¡Vamos!”

Ella jaló a su amigo de la muñeca y los dos fueron a paso rápido a la tienda, comenzando con los preparativos para el día siguiente.



El tan esperado día llegó. Era alrededor del mediodía y el evento estaba abarrotado de personas, cada una ocupada en una actividad de su elección después de haber esperado bastante tiempo en línea para poder entrar.

Durante la espera frente a las puertas, Shun tuvo tiempo para hablar con su amiga sobre lo que podía esperar ni bien ingresaran, y también recibió consejos de ella, quien le pidió que nunca se separara mucho o podría perderse. Al mismo tiempo, pudo observar a varias personas cercanas conversar entre ellos sobre lo que pretendían comprar, hablar con respecto a una serie moderna que les tenía enganchados, e incluso vio a un grupo de cosplayers que ya empezaban a tomarse fotos y a recibir comentarios de personas cercanas, disfrutando del evento por anticipado. Todos esos detalles se convirtieron en un buen inicio, y al ingresar y observar el ambiente, el día sólo siguió poniéndose mejor.

Pero a las afueras del enorme centro de convenciones, había una persona que no estaba para nada a gusto con los planes de la visita…

“Me extraña que Shun no me haya dicho nada sobre sus planes…” Ikki estaba en pleno plan de revisar el app de Twitter en su smartphone por centésima vez en la mañana. Al parecer, una vez dentro de la convención, Shun había comenzado a publicar fotos del evento en Twitter, mostrando variedad de tiendas, artículos y personas. Una de las fotos más recientes era de Shun y Neko sonriendo a la cámara y agarrando una gran variedad de colgantes para celular con gatitos y cascabeles. “Seguramente su compañera le dijo que guardara el secreto…”
“No puedo culparle, sé que te habrías negado,” Hyoga negó. Él se llevaba bien con los tres involucrados en el asunto y era el mejor amigo de Ikki, pero cuando este se volvía muy sobreprotector de su hermano menor a veces le cansaba. “No te preocupes más por Shun, no es que algo malo le fuera a ocurrir. Recuerda que nosotros estamos camino a ver una película. Vamos antes que se acaben las entradas.”
“Es que no se trata que algo malo le vaya a pasar. Estamos hablando de Comiket.”
“Sí, ¿y?”
“¿Tienes idea de todo el material inapropiado y para mayores de 18 que hay en ese lugar?” el hermano tensó el rostro con sólo pensarlo. “Por eso su amiga no me convence. No quiero que le meta a Shun ninguna idea rara en la cabeza.”

Hyoga le miró en silencio por un instante, con leve desconcierto. No había esperado que Ikki considerara los gustos de Neko como una posible ‘mala influencia’ para su hermano, pero lamentablemente su instinto fraternal solía exagerar con frecuencia, así que no debía ser tan sorprendente. Lo que no entendía era el porqué de estar parados frente a la convención, y aunque no había querido preguntar, ya era hora que lo hiciera.

“Ikki…” dio un suspiro. “¿Qué hacemos aquí? Este no es el camino al centro comercial.”
“¿Qué más crees que hacemos aquí? Vas a sacar a Shun de este lugar infernal.”
“…” el rubio se sorprendió. “¿Yo? ¿Qué tengo que ver yo en esto?”
“Si yo entro, sé que Neko y yo discutiremos y arruinaré los ánimos a Shun, tú puedes arreglar esta situación mejor.”
“Oye, no te metas en los asuntos de Shun. Ellos dos son amigos y se llevan bien. Pronto nos vamos a graduar y ya no podrás vigilarle tanto. Tienes que confiar más en él.”
“Confío en él, en quien no confío es en ella…” lo cual era decir indirectamente que no confiaba del todo en su hermano, pero bueno… “Pueden ser amigos, pero este no es el lugar. Ve de una vez antes que se termine enganchando en algo.”
“Yo no tengo problemas con esta reunión de los dos, y no me meteré en problemas en tu lugar. Si tienes algo que decir, mejor espera a que ellos terminen de divertirse.”

“Hyoga…” tendría que utilizar una de sus cartas. “Tú me debes un favor, ¿recuerdas?”
“¿F-favor?” el dirigido no sabía a qué se refería, pero ese tono oscuro de Ikki le era dolorosamente familiar…
“No querrías que le dijera a tu madre lo que verdaderamente ocurrió con su antiguo jarrón, ¿verdad?”
“O-oye, ese tema ha sido cerrado hace dos meses, no hagas esto,” sí, debió esperarlo. Ikki estaba listo a chantajearle.
“Ve de una vez donde Shun a terminar con este asunto y hacerlo más fácil para todos. Todavía podemos alcanzar a comprar los boletos para la película de hoy.”
“P-pero…” la decisión de Hyoga de no envolverse en el tema ya se había quebrado, y su amigo no le daría la oportunidad de volver a decidirse.

“¡Apúrate!” Ikki le agarró de ambos hombros y le empujó hacia la entrada.


El lugar resultó más grande de lo que parecía por afuera y luego de varios minutos aún no encontraba al par de amigos. Hyoga no estaba disfrutando ese desastre en lo absoluto, y tampoco era partidario de Ikki, pero intentaría ver si podía venirse con un acuerdo. Tal vez podría dejar que Shun paseara un poco más y luego sacarlo de ahí con alguna excusa. Sin tan solo Ikki no se hiciera tantos líos…

Entonces los vio. Neko caminaba mientras revisaba su guía y Shun le seguía de cerca, cargando lo que habían comprado hasta el momento, mientras intercambiaba palabras amenas con su amiga. Lo mejor sería presentarse directamente e intentar amenizar con ellos también, de lo contrario sólo complicaría las cosas, por lo cual se les acercó.

“Hola, qué sorpresa,” les saludó, pretendiendo no haber esperado el encuentro.
“Hyoga, ¿qué haces aquí?” preguntó Neko. Ella frunció el ceño. Algo le parecía fuera de lugar. “No sabía que te interesaban estas cosas.”
“Pues… no tenía nada que hacer hoy, pensé que daría una ojeada a este lugar, por eso acabo de llegar. ¿Qué están haciendo?”
“Hemos encontrado adornos lindos,” Shun levantó una de las bolsas, sonriente. “¿Te parece si nos acompañas?”
“Sí, claro,” él miró a sus alrededores. Los puestos de mercancías parecían repetirse, y el lugar estaba repleto de personas. El ambiente se le hacía tedioso, y eso en parte apoyaría su misión de acabar temprano con el paseo. “Después de pasear, ¿qué plan tienen?”
“¿Plan?” Neko le miró confundida. “Este paseo es todo el plan de hoy. Nuestro recorrido recién ha comenzado.”
“Hm, será porque no conozco muy bien las convenciones pero… no veo demasiado que hacer aquí por todo un día. ¿No les parecería mejor si después de ver unas tiendas más vamos a algún otro lado?”
“¿Tú crees?” Shun se vio algo desanimado. “Pero… según el catálogo, todavía nos hace falta mucho por ver.”
“Ya veo que han comprado varias cosas, para aprovechar el tiempo vamos a otro lugar. He oído que han abierto una nueva heladería en el centro comercial por el verano…”
“Espera…” Neko dio un paso adelante y miró al rubio desafiantemente. “Suena a que nos quieres sacar de aquí, normalmente no eres tan insistente. ¿Por qué lo harías? ¿Acaso… Ikki te ha dicho que vengas a terminar nuestro paseo?”
“¿Q-qué? No, no es eso,” fue muy perceptiva. Ello sólo causó que Hyoga se pusiera un tanto nervioso, lo suficiente para levantar más sospechas.
“Tal vez debí haberlo esperado, siendo su amigo. Pues, ninguno de los dos va a arruinarnos el día, ¿has entendido?” ella se giró a Shun. “Sigamos.”
“Ehh…” el peliverde asintió, nervioso.

“¡E-esperen!” Hyoga les vio detenerse, y Neko le miró con una mirada filosa. Ella estaba molesta con él, y no podía culparle. “Está bien… escucha, Ikki me obligó a venir, entiendo que te hayas molestado, pero entiende que no es nada personal.”
“¿Nada personal? ¿Acaso no crees que tratar de sacarnos de aquí es una falta de respeto a mis gustos? No me importa tanto que Ikki tenga una impresión mala de mí, claramente así ha sido siempre. Más me molesta que tú te hayas puesto de su lado.”
“…” por esa respuesta, mencionar que Ikki le chantajeó no ayudaría mucho, aparte que a Shun ya se le notaba incómodo y apenado por el tema. Hyoga decidió intentar hacer a Neko sentirse mejor de otro modo. “Pues… no es que piense mal de lo que te gusta, no es eso. Vine por insistencias de Ikki, pero para ser sinceros… también me llaman la atención algunos doujinshi. No pienses que estás sola en tus gustos.”
“¿En verdad?” Neko se sorprendió, y no estaba del todo convencida.
“Sí, eh…” Hyoga en verdad no tenía familiaridad con el tema, pero al menos le debía algo de dedicación a su amiga. Si no se equivocaba, había un puesto de doujinshi shonen hacia su izquierda, por lo cual apuntó hacia allá. “M-me gustan los que venden ahí, no dije nada de mis gustos antes por temor a que a Ikki no le parezca.”

Neko miró a esa dirección, de momento cubierta por un gran grupo de amigos que pasaban caminando frente a los tres… pero ni bien la pared de personas se fue, los tres vieron específicamente qué clase de doujinshi vendían ahí.

“H-Hyoga…” Shun se quedó en shock, mientras Neko instintivamente cubrió sus ojos y giró la cabeza de su inocente amigo a otro lado.
“¿E-en serio te gustan de ese tipo?” Neko se quedó casi pálida.
“¿Eh?” y Hyoga vio unos afiches promocionando el más imposiblemente físicoculturista y explícito homoge de la faz de la tierra. Eso efectivamente le paralizó. “¡Y-y-y-yo n-n-no…!”
“Vaya… no te culpo por ocultarlo de Ikki,” Neko negó, sintiendo algo de pena por su amigo. El estado catatónico del rubio luego de su ‘revelación’ hizo parecer que era un gusto prohibido del cual él estaba avergonzado, y eso terminó por convencerles. “Te costó admitirlo, ¿no es así? Creo que traumarías a tu amigo si fueras honesto con él.”
“¡E-espera!” Hyoga había cambiado de opinión sobre el doujinshi, pero fue muy tarde.
“Oh, descuida, no le diré nada,” Neko le sonrió y le dio unas palmaditas en el hombro. “Será nuestro secreto,” le guiñó un ojo.
“Tampoco le diré nada a mi hermano, te lo prometo,” Shun sonrió inocentemente.
“Dios mío…” Hyoga quería desaparecer de la faz de la tierra.
“Por tus palabras, suena a que esta es tu primera convención,” la rubia se emocionó. “Sería un pecado que te fueras sin disfrutar de Comiket, puesto que también te gustan los doujinshi. Ven, verás que es mucho mas divertido de lo que parece.”

Ella no aceptó un no como respuesta, y jaló a Hyoga de un brazo, quien estaba deseando con todas sus fuerzas retroceder un minuto en el tiempo y cambiar su elección de tienda.



Había pasado un largo rato, e Ikki estaba sentado en una banca frente al centro de convenciones. El tiempo que había estado esperando se sintió muy largo, y al revisar su smartphone, notó que había pasado más de una hora desde que Hyoga entró al lugar. ¿Tanto se estaba tardando en cumplir con su misión? Tal vez había tenido problemas encontrándoles. Por ello, decidió volver a revisar el Twitter de Shun a ver si tenía algunas nuevas noticias.

Y se topó con una sorpresa un tanto desagradable. Hace pocos minutos, su hermanito había publicado un par de fotos donde se pudo apreciar a él, Neko y Hyoga tomando helados dentro de la convención y divirtiéndose juntos.

Luego de experimentar un ataque de ira interno, Ikki decidió que se encargaría del asunto él mismo, y se apuró en entrar a la convención.

Usando las fotos como referencia, llegar al área de comida no fue muy difícil. No les vio en el lugar de la foto, pero no debían de estar muy lejos de ahí, por lo cual rodeó el área. Finalmente, pudo ver a Neko y Hyoga frente a un puesto de comics, donde la rubia estaba explicando algo al otro.

“¡Les encontré!” exclamó Ikki, sorprendiéndoles.
“Oh, genial, estás aquí,” Neko rodó los ojos con hastío.
“¿Dónde está Shun?”
“Pues no está aquí, obvio.”
“Iré a buscarle,” se dio media vuelta.
“¡Detente!” Neko le agarró de un brazo. “Tu hermano se está divirtiendo mucho, ¿piensas arruinarle el paseo?”
“Shun no debería estar en un lugar como este. Quién sabe lo que terminaría viendo.”
“Tu actitud me da cólera,” con un jalón, hizo que Ikki se diera media vuelta. “¡No puedes andar limitando a tu hermanito todo el tiempo! ¡Y peor aún, tu actitud tan negativa obliga a que tu mejor amigo tenga que ocultar sus gustos de doujinshi de todo el mundo!”
“¿Qué?” Ikki miró a Hyoga, confundido.
“No preguntes…” este desvió la mirada.
“No has estado aquí para ver cuánto se ha divertido Shun. Este ha sido un paseo genial, y aun si no te importa lo que yo piense, ¿no deberías considerar lo que él piensa?” Neko se cruzó de brazos. “No serías un buen hermano si no lo haces.”
“¿Y tú cómo te atreves a juzgarme?”
“Hermano…”

La discusión se cortó al oír la voz de Shun, indicando que acababa de regresar. Todos se giraron y vieron al peliverde sorprendido por ver a su hermano mayor presente. Shun traía consigo un par de peluches peludos de alpacas que acababa de comprar.

“No esperé que vinieras,” Shun sonrió muy contento y se acercó a Ikki. “Mira, encontré estos peluches en una tienda cercana. Son muy bonitos, ¿no te parece?”
“Shun…” Ikki se quedó helado. Su hermano realmente estaba muy a gusto, y esas alpacas que traía consigo eran lo suficiente inocentes para él. La intención de jalarle fuera de la convención terminó por apagarse al verle de tan buenos ánimos.
“Qué bueno que estés aquí, ahora todos estamos juntos,” él asintió. “Será mucho más divertido así, qué alegría.”
“…” el mayor desvió la mirada y se encogió de hombros. Supuso soportaría estar en ese lugar por un rato. “No pienso quedarme todo el día. Escojan su siguiente parada, rápido.”
“Sí,” Shun asintió con gusto y miró a su catálogo. “Podemos ir a…”

El grupo siguió con su paseo, y fue un momento muy ameno donde todos dejaron sus diferencias de lado para pasar un buen día, disfrutando de la compañía de todos, y de lo que Comiket tuvo para ofrecerles.