Author Topic: #prompts4everyone ☆ #extra round  (Read 15325 times)


Deidara

#prompts4everyone ☆ #extra round
« Topic Start: October 18, 2014, 09:34:59 AM »


soy un desastreeeeeeeeeeeeeee

Ya sabéis cómo va esta ronda. Mismas reglas, sólo que ahora todos los prompts elegibles son los de rondas anteriores. Luego edito y los pongo todos

El stop para esta ronda será dejado el domingo de la semana que viene a las 10 pm.


Neko

Re: #prompts4everyone ☆ #extra round
« Reply #1: October 18, 2014, 04:20:02 PM »
Por que yo necesito esto:

Quote
- Personaje A y B no se conocen, pero por alguna razón se terminan encontrando en todos lados.
- Un personaje es empapado en una poderosa poción de amor, la cual lo hace irresistible a cualquier persona por las próximas 24 horas.
- El perro/gato/mascota de Personaje A se pierde, y es Personaje B quien lo encuentra y lo devuelve a su dueño.
- Personaje A es un príncipe/princesa quien cansado/a de su acomodada existencia huye a la ciudad. Personaje B es un/a plebeyo/a confundido/a que conoce a su realeza e intenta descifrar sus motivos.
- En un futuro distópico donde el amor es ilegal/considerado una enfermedad, dos personajes se enamoran pese a las reglas...
- Tu Bishoujo cae enferma (desde un resfriado que X ha exagerado, hasta una escena lo más similar a la niña del exorcista; libertad total) pero X ha de ser quien la cuide, hasta que sane o hasta lo que aguante la bishoujo RIP
Recuerda que será http://www.random.org/ quién elija a X ( ͡° ͜ʖ ͡°) ¡buena suerte!
- Hagamos un poco de drama: tu Bishonen Principal ha muerto, entre sus pertenencias, hay unas cartas dirigidas hacia tu Bishoujo…
- Personaje X y Personaje Y cambian cuerpos por un día.
- Tu party en el fic RPG son el grupo de superhéroes local, a lo Vengadores.
- Personaje X en el universo de Personaje Y (re-intentar si es el mismo).
- Tu bishoujo adopta a Personaje B, un vagabundo sin hogar.
- Con ayuda de sus amigos, Personaje A le propone matrimonio a tu bishoujo oficial.
- Personaje A y Personaje B tienen que pretender ser hermanos por algún motivo.
- El GM ha ganado, el fin del mundo y la muerte es segura para todos los jugadores, no hay nada que hacer. ¿Unas últimas palabras de despedida?
- Personaje A está borracho y en lugar de volver a casa de su amigo, vuelve a casa de personaje B. Personaje B se despierta al día siguiente con un desconocido en su casa.
- Personaje X olvida la fecha de aniversario y Personaje Y no se lo toma nada bien.
- Personajes X e Y graban un video para youtube.
- Personaje X y personaje Y se conocieron en una fiesta, acabaron juntos/acostándose. Es el nuevo día de universidad, y personaje X llega a su nuevo dormitorio… personaje Y es su compañero de cuarto.
- Personaje X acaba de desbancar a Personaje Y en Kim Kardashian Hollywood.
- Tu bishoujo principal despierta en el cuerpo de Bishoujo X el día de su aniversario de enamorados con tu Bishonen principal.
- Tu bishoujo e X, Y, Z son niños de guardería. Tu bishounen es el cuidador, en el que tu bishoujo tiene un crush.
- Bakery o Coffee shop AU
- Personaje X tiene que pedirle a personaje Y que finjan tener una relación. Fake relationship.
- Tu bishojo y el Bishonen Oficial tienen un hijo, y ha venido del futuro a pasar un día entero con vosotros.
- Persona X y Personaje Y tienen maletas iguales y las intercambian sin darse cuenta.
- Tu Boy Next Door es el nuevo vecino de tu bishoujo.
- Personaje X es un famoso cantante, y su mayor fan, Personaje Y, ha ganado una cena con éste.
- Personaje X ha sido contratado para espiar a tu Bishoujo de parte de una mafia que desea extorsionar a su familia, pero para ello deberá infiltrarse en su academia/universidad/colegio.
- Los padres de personaje X y los de personaje Y son enemigos (trabajan en compañías rivales), pero ellos no pueden evitar llevarse bien.
- Tus personajes son cazadores de demonios y otras criaturas de la noche ¿A quién van a cazar hoy? Demon hunter/supernatural AU.
- Cop AU.
- Tus personajes son ancianos y viven juntos en un asilo.
- Personajes de tu lista (y/o invitados) en los Juegos del Hambre.
- Tu bishojo es la secretaria de Personaje X.
- Tus personajes se van de botellón.
- Volvemos a Hanasaki... aka HiME AU. Un flash back, una escena que siempre quisiste escribir...
- Personaje A y B son mejores amigos, pero uno de ellos está enamorado del otro
- Partida de Mario Kart.
- Dos de tus personajes tienen que casarse por un matrimonio arreglado. Arranged Marriage AU.
- Personaje A le enseña la ropa interior a personaje B o a un grupo, ya sea a propósito o sin querer.
- Tus personajes en un creepypasta.
- Los dragones han vuelto a la faz de la tierra, y tus personajes son cazadores de dragones.
- Una gran tormenta está cayendo, y personajes A y B, que no se conocen, tienen que compartir cobijo.
- Personaje A atrapa un Pokemon.
- Personaje A y B mantuvieron una relación a distancia online, y por fin llega el día en el que se conocen.
- Personaje A trabaja en *cadena de comida*. Personaje B odia la comida de dicho lugar, y si sigue yendo una vez por semana, es porque tiene un crush en personaje A.
- MMORPG!au: uno de tus personajes logra escapar del mundo virtual, pagando un precio muy grande.


Cho

Re: #prompts4everyone ☆ #extra round
« Reply #2: October 23, 2014, 07:49:05 PM »
OMG el banner. Aw, gracias por incluirme ahí, Deidara. Y también gracias Neko por poner todos los prompts~ Yo también lo necesitaba.

Okay, tuve un poco de tiempo libre hoy así que vengo con un prompt. Veré si puedo venirme con otro, aunque voy a tener compromisos este fin de semana (...)

- Persona X y Personaje Y tienen maletas iguales y las intercambian sin darse cuenta.

Eran las cuatro de la tarde, y el aeropuerto local se encontraba tan ocupado como se podía esperar. Pasando la revisión de visas, varios pasajeros estaban en la sección de equipajes para ubicar sus maletas antes de poder seguir con sus planes.

Luego de esperar a que una desorganizada familia de seis encontraran sus documentos entre sus varios bolsos, Yukko pasó el chequeo de su documento de viaje y corrió hacia las máquinas que movilizaban las maletas. Había mucha cantidad de vuelos llegando, según había podido ver, y por ello, cada máquina tenía asignado a tres vuelos.

Ese detalle normalmente le molestaría o hasta podría hacerle preocuparse por su maleta, pero felizmente contaba con una muy fácil de distinguir. Yukko se había apurado a comprar una en oferta el día anterior al notar que había comprado demasiado en su viaje, y la maleta más económica fue una marrón clara hecha de varias capas de cuero sintético y piel de leopardo de imitación. Hasta ella sentía cierto rechazo a su maleta estrafalaria, pero por el precio y la necesidad de una, se rindió a comprarla.

Ella se abrió camino entre mares de viajeros con carritos metálicos hasta que, cómo lo esperó, la enorme y algo incómoda presencia de su atorrante maleta invadió el ambiente. Yukko la vio entrar desde el cuarto de atrás y la agarró rápidamente. Acto seguido, fue a paso rápido hacia aduanas evadiendo las posibles miradas de otras personas por su supuesto ‘horrible’ gusto.

Fue casi ‘admirable’ notar la perseverancia de la seguridad al pasar cada maleta por las máquinas de rayos pese a la gran cantidad de gente presente. Yukko zapateó con impaciencia y esperó un largo rato hasta que llegó su turno.

“Siguiente,” llamó uno de los vigilantes. “Ponga su maleta en la máquina.”
“Sí…” Yukko contestó con cansancio y dejó que la maleta pasara a través de la máquina. Ella automáticamente caminó al otro lado del equipo para poder agarrarlo y seguir con su camino, pero supo que algo estuvo mal cuando el de seguridad jaló la maleta hacia su lado y luego le miró con una severa frialdad.
“Sígame,” le dijo, y arrastró la maleta hacia uno de los cuartos individuales del área.
“O-ok…” la pelimarrón alzó una ceja y no tuvo de otra que seguirle. ¿Qué podría haber alertado al señor? Fuera lo que fuera, el dirigirle hacia un cuarto de cuestionamiento le estaba asustando.

Una vez ahí, Yukko vio a otros dos guardias más llegar y los tres le invitaron a que tomara asiento.

“A ver… Yukko Aioi, ¿no es así?” el guardián principal leyó la hoja de aduanas de la viajera para captar su nombre. “Veo que vienes de Orlando, Florida…”
“S-sí… ¿qué ocurre?”
“Señorita, ¿está consciente de las normas de seguridad? Hay ciertos ítems que no puede llevar con usted durante un vuelo.”
“C-claro que lo sé, y le aseguro que he empacado todos mis líquidos en una bolsa sellada… aunque eso es mi equipaje de mano…”
“El problema es que usted ha traído artículos que ni pueden entrar a la cabina. Me temo que tendremos que confiscar su maleta y hacer una búsqueda rigurosa a todos sus demás objetos personales.”
“¡¿Q-qué?! ¡Un momento señores!” Yukko se alarmó. No podía simplemente abandonar todas las compras que había hecho en su visita. “¡N-no sé de qué hablan! ¡No es como si yo tuviera acceso a armas, o bombas, o cepas infecciosas!” ella de inmediato notó que los tres guardias se tensaron y le miraron con grandes sospechas. “¡O-okay, entiendo que no debí decir eso, pero es la verdad!”
“¿Por qué no mejor miramos lo que tiene?” preguntó otro de los guardias.
“¡S-s-sí, mejor que lo miren ustedes!” por lo dicho, Yukko ya había perdido su calma, y su mano tembló descontrolada cuando intentó buscar en su cartera por las llaves de la maleta. Finalmente las encontró y se las dio al guardia que quería ver los contenidos. Ella trató de calmarse, convencida de su inocencia, pero volvió a estremecerse al ver cómo la llave no cabía en el candado. “¿Qué? Pero si esa es la llave, no tengo otra…” ella pretendió buscar en su cartera la muy remota posibilidad de tener una segunda llave, pero el tercer guardia se tomó la libertad de cortar el candado con un alicate. El fuerte sonido del metal y sacudida del candado estremeció a Yukko aun más, pero esa incomodidad no se comparó en nada con lo que vino a continuación.

La maleta se abrió y luego de remover un montón de plástico que mantuvo todo en su lugar, los presentes vieron un montón de frutas, hongos y plantas frescas en contenedores sellados, un par de sables con apariencia peligrosa y varias esposas y artículos con posibles fines sadomasoquistas. Los guardias levantaron unos látigos y amordazadores de látex y pasaron a mirar a Yukko como si fuera una enferma mental.

“…” Yukko se había caído en el piso de rodillas, con la boca abierta a más no poder. No podía ubicar todos los dulces y recuerdos de Disneyworld en esa jungla… “¿Qué?”
“Señorita, traer varias de estas cosas es en contra de la ley,” observó el guardia principal.
“¡N-N-N-NO ES MÍO!” ella se escandalizó. Ni siquiera podía mirar a todas esas cosas sadomasoquistas de frente. “¡Y-y-yo le aseguro que no tengo esos gustos turbios, por favor tiene que creerme!”
“Ehm, esas cosas no son las problemáticas,” observó el segundo guardia. “Más bien, ha traído muchas plantas y algunas frutas exóticas que pueden albergar pestes. Las armas blancas requieren de permisos especiales.”
“Oigan, miren,” el tercer guardia estuvo rebuscando hacia el fondo de la maleta y sacó bolsas transparentes llenas de un polvo blanco muy sospechoso. Yukko sólo pudo comparar los paquetes con tantas noticias de tráfico de droga y sintió que se iba a desvanecer. No podía estar pasándole esto a ella.
“¿Qué es esto?” preguntó el primer guardia.
“¡N-no lo sé! ¡No es mío, en serio!” Yukko temblaba de pies a cabeza.
“¡No juegue con nosotros, esta es su maleta!”
“¡AAHHH!” Yukko se agarró su cabeza, asustada al ser gritada. Quería responderle que no lo era, pero no podía creer que alguien más tenía la misma maleta que ella.
“Mejor analicemos los contenidos,” sugirió uno de los guardias. “Llamaré a un encargado de control de droga…”
“¡N-no puede seeeer!” la pobre ya se veía a sí misma en las noticias de la noche…

Pero entonces vio a un joven guardia a la escena, buscando al primero que empezó a hacerle problemas.

“Jefe, una consulta,” dijo este.
“Estamos ocupados, ¿qué ocurre?” le preguntó al recién llegado con sequedad.
“Es que aquí hay un señor diciendo que se confundió de maleta…”
“¡¿E-en serio?!” Yukko instintivamente corrió hacia la puerta para mirar hacia fuera, pero fue detenida por otros dos guardias. Una persona de cabellos plateados y vestimenta estrafalaria tomó la libertad de adentrarse al ver la puerta abrirse más.
“¡Buenas tardes, buena gente del aeropuerto!” les saludó dicha persona con una potente y animada voz. “¡Me temo que ha ocurrido un malentendido aquí! Verán, con el apuro me llevé una maleta pero al salir y noté que no era exactamente la mía. ¡Ay, pero qué descortés que soy! ¡Llámenme A-ya-me~!”
“¿Dice que hubo un error?” preguntó el guardia al señor.
“Lamentablemente agarré mi segunda maleta demasiado rápido y no verifiqué que fuera la mía. Quién hubiera imaginado que alguien más tendría mi mismo impecable gusto de equipaje, ¡hahaha!,” él miró hacia una traumada Yukko, sonriéndole. “Y espero que no hayan maltratado a la pequeña por mi culpa, sé que estos contenidos son sensibles.”
“Señor, usted no puede traer muchas de estas cosas en avión…” se apresuró a decir uno de los de seguridad.
“Por supuesto que lo sé,” Ayame pasó a buscar en su bolso y sacó unos fólderes que extendió hacia el guardia principal. “Pero aquí tengo toda la documentación demostrando que soy un botánico certificado y que estoy llevando muchas muestras de África a un laboratorio en este país para análisis. Si se fijan con cuidado, cada planta y sacos de extracto de alimento tienen sellos de garantía y números de serie legales, y ya han pasado por evaluación aduanera en sus países de origen. Ah, y también tengo permiso para portar los sables. Son instrumentos en la jungla.”

Al oír todo esto, Yukko se cayó al piso. Por un instante juró que iba a sufrir de un paro luego del abuso que acababa de vivir. Ayame se alertó y se agachó a abanicar a la pequeña mientras los guardias verificaban cada uno de los artículos que traía.

“¿Estás bien, primor? No te preocupes, ahora vamos a Starbucks del aeropuerto y te convido tu latte favorito~”
“Imposible…” Yukko no podía creer la mala suerte que tenía. “¿Y mi maleta?”
“Ah, no te preocupes. Mis cosas y tu equipaje están con unos amigos de confianza fuera de aduanas,” el peliplateado sonrió despreocupado y luego pareció frustrado. “Vaya, no puedo creer que confundiera tu maleta y la mía… la tuya lamentablemente es una imitación de mi muy cara maleta de colección 2012. Debí haberlo sospechado.”
“…”
“¡Ay, pero no te sientas mal! ¡Me alegra haber encontrado alguien con mi mismo gusto!”
“N-no tenemos el mismo gusto,” Yukko se traumó. “Yo no soy sadomaso…”
“Oh, verdad que lo empaqué en esta maleta~ Pero descuida, la mayoría fueron pedidos de amigos ya que fui a Ámsterdam al inicio del viaje. Aunque pueden haber un par de caprichos para mí por ahí, ohohoho~. ¡Tan sólo espera a que salgamos de aquí! ¡Tengo un montón de tips de moda y arreglo personal que te pueden servir! ¡Te harán verte años más joven!”
“…” Yukko tembló, queriendo desaparecer. Ahora ese tipo se le había pegado como lapa.

Luego del gran malentendido, ya no faltaba mucho para que los guardias completaran su trabajo de revisión y les dejaran ir.


Cho

Re: #prompts4everyone ☆ #extra round
« Reply #3: October 25, 2014, 12:11:54 PM »
Aquí vengo con un último prompt que me inspiré de repente. Lo siento porque es exageradamente largo pero no pude detener el flujo (y tampoco me veo continuándolo en el patio de juegos). Cuenta de todos modos para 1k nomás y no le exijo a nadie que lo lea (...) En verdad lo siento, no volverá a suceder...

- Dos de tus personajes tienen que casarse por un matrimonio arreglado. Arranged Marriage AU.

Era el momento. El momento decisivo. La princesa Tomohime del reino Takino acababa de cumplir dieciséis años, por lo cual le tocaba el arreglo que menos le gustaba en su familia; la boda planeada.

Desde el inicio de su hermosa y lujosa vida como princesa, sus padres le habían informado que, para mantener alianzas con los reinos vecinos, debía casarse con unos de los príncipes al llegar a la precisa edad. Tomohime temió que ello terminara atándole a un hombre tonto, machista o demasiado mayor por el resto de su vida, pero sus padres habían escogido a quien pareció ser la persona indicada para ella desde hace casi una década. La princesa lo conoció una vez hace varios años. Se trataba de un príncipe muy apuesto y con un espíritu aventurero y energético como ella, que además tenía su misma edad. En fin, podría no haber amor de por medio, pero al menos contaba con su apruebo.

Sólo que, hace un par de meses, el reino de dicho príncipe fue arrasado por un terrible desastre natural, el cual cobró la vida de todos los habitantes, incluyendo a la realeza.

Sin dicho arreglo de hace muchos años, Tomohime estaba nuevamente en el aire, y sus padres decidieron que su hija se casaría con el príncipe más merecedor, en una competencia que se celebraría en ese mismo cumpleaños.

Y el tan esperado día había llegado. Los príncipes de distintos reinos estaban siendo recibidos con calidez por la gente del reino Takino, esperando formar alianzas y asegurando el próspero futuro en caso de salir victoriosos…

-

Mientras tanto, en la enorme habitación de Tomohime…

“Tomo… oye, Tomo… ¡Despierta!” gritó Yomi, corriendo las densas cortinas al mismo tiempo.
“¡AHH, déjame dormir!” Tomohime se acurrucó con sus sábanas, no queriendo abandonar la comodidad de su cama.
“Oye Tomo, son las nueve y media de la mañana, y los eventos empiezan a las diez. Eso que todavía te hace falta arreglarte y desayunar,” Yomi se mostró sumamente frustrada. Ella era una noble que fue criada con la princesa, y de paso es como su consejera, y en algunos casos su niñera al ser mucho más madura y cumplida. La amiga dio un pesado suspiro. “Y eso que te vine a avisar desde hace una hora y media. Hasta te hice pararte y caminar al baño. ¿Qué pasó con eso?”
“Lo dices como si no me conocieras…” dijo Tomo a regañadientes. “Oye, si fueras mi amiga, me dejarías disfrutar estos últimos minutos en mi habitación.”
“Pues, soy tu amiga y como tal te estoy avisando para que te encargues de tus quehaceres. Si te dejara quedarte, luego tu madre va a estar como una furia por todo el castillo.”
“Meh, te echaré la culpa.”
“Sinceramente, ¿crees que te creería antes que a mí?” Yomi alzó una ceja.
“¡AHH, qué cólera!” sin importar cuánto lo intentara, la presencia y voz de Yomi no iban a dejar a Tomo descansar por más tiempo, por lo cual se rindió a sentarse en el filo de su cama de golpe y hacer algo de berrinche. “¡Soy una maldita princesa, no un contrato parlanchín andante!”
“Hm…” Yomi desvió su mirada. “Quisiera apoyarte con la observación, pero no puedo hacerlo lamentablemente.”
“¡Y así te atreves a llamarme mi amiga!” Tomo le apuntó con un dedo. “¡Tú no vas a ser empaquetada a quién demonios sabe dónde en la noche, no entiendes!”
“De todos modos tengo que acompañarte como tu asistente…”
“¡Pero tú no eres la vendida, cállate!”
“Tomo…” Yomi se encogió de hombros. Ya habían tenido esa conversación miles de veces, básicamente todas las veces en las que Tomo estaba de mal humor, y realmente no sabía qué más decir. “Sí, no estoy en tu posición, pero al menos trata de ver el lado bueno de todo el asunto.”
“¿A qué te refieres?”
“Tus padres decidieron que tú pusieras condiciones a los príncipes elegidos. Así te has evitado conocer a príncipes de casi el doble de tu edad o con malas reputaciones. Muchas princesas no tienen ni siquiera esa voz, además este reino es uno de los más privilegiados, por lo cual si ocurre cualquier perjuicio a tu persona, recibirás mucho apoyo y asistencia sin importar las circunstancias.”
“Sí, sí se eso…” Tomo se quedó sin palabras por un instante y miró hacia el frente como quien buscaba más imperfecciones que gritar a los alrededores. “Es que… ah, qué cólera que ese príncipe se extinguiera con todo su reino. Era un lugar bonito y el tipo me caía bien. Siento que no volveré a encontrar un trato tan bueno como ese.”
“Al menos alégrate que el desastre natural no haya ocurrido contigo ahí. Ese sitio siempre había sido geográfica y climáticamente peligroso.”
“¡No me des la contra! ¡¿Ves que no eres mi amiga?!”
“Sólo decía…” Yomi dio otro suspiro. “Como los invitados ya han sido invitados dentro del palacio, le diré a una mucama que te traiga tu desayuno en un plato. Volveré en diez minutos y espero verte cambiada. De lo contrario obligaré a las mucamas a que te arreglen como ellas gusten.”
“Abusiva…” Tomo hizo un puchero, y vio cómo su amiga se retiró sin más consideraciones, cerrando la puerta detrás de ella. A esas alturas, ni Yomi podía hacerle escaparse de su deber. Luego de más guerra interna, Tomo se rindió a aceptar sus limitaciones y cambiarse. No quería que esas mucamas vuelvan a ponerle un corset que no le dejara respirar. Desmayarse en plena subida de escaleras una vez fue suficiente.

Sólo le tocaba tragarse su orgullo y esperar que ocurriera lo mejor.

-

Eran las diez de la mañana y Tomo estaba bastante ocupada poniéndose los últimos sujetadores en su desarreglado cabello, mientras corría por las escaleras acompañada de dos mucamas que no dejaban de aplicar lo último del maquillaje. Estaba tarde y seguramente había perdido la pequeña bienvenida en el salón real, por lo cual estaba camino hacia el patio fuera del castillo donde iniciarían las pruebas. No le importaba perderse de formalidades. Tan sólo esperaba que su madre no se molestara tanto con ella.

Llegó al primer piso y confirmó que los invitados y nobles de su propio reino ya estaban sentados en las gradas afuera, mientras que sus padres y Yomi saludaban a los príncipes presentes y allegados. Parecía que todavía no habían explicado toda la dinámica, por lo cual no se había perdido de mucho.

Tomo pretendió salir, pero los guardias le detuvieron. La princesa tuvo la intención de llamarles la atención por su insolencia, cuando entonces notó que Yomi le miró, y luego de rodar sus ojos, interrumpió la amena conversación que uno de los candidatos estaba teniendo con los reyes.

“Disculpen la interrupción, sus majestades,” pidió Yomi con una elegante reverencia. “Es finalmente hora que todos conozcan a la princesa. Damas y caballeros, nuevamente les damos la bienvenida a este tan esperado evento real, y con ustedes, les presento a la princesa Tomohime Takino, primera de su nombre, e hija única de nuestros reyes del próspero reino Takino.”

Con esa introducción, la orquesta sonó y Tomo fue acompañada de la mucama y los guardias hacia su asiento al costado de sus padres. Una desubicada Tomo pasó a saludar a los presentes con leve torpeza, al no haber esperado esa entrada. Vaya que Yomi era buena improvisando pese a que la entrada tardía no había sido programada… o quizás Yomi sí esperó que se tardara desde antes. No sabía cuál fuera el caso, pero lo seguro era que Tomo sentía que debía molestarse con su amiga.

Ni bien Tomo se sentó, vio a su padre levantarse de su asiento, y con una señal paró a la orquesta, además de acaparar la atención de todos los presentes.

“Mis estimados súbditos, es para mí un gran orgullo presentarles a mi hija, de la cual me siento muy orgulloso,” les saludó el padre. Tomo le miró con cansancio. Claro, frente a todos se portaba bien y ‘digno’, cuando en verdad lo dos tenían el mismo carácter. “Ahora que la homenajeada de este día está presente, quisiera que nuestros príncipes candidatos se presenten ante ella.”

El pedido del rey fue inmediatamente aceptado por todos, y así, príncipe por príncipe comenzó a presentarse formalmente.

El primer grupo era de un príncipe de estatura un tanto baja, acompañado de varios guardias que en general le ganaban tanto en tamaño como en físico. Uno de los guardias más altos dio un paso adelante para presentar al príncipe.

“Buenos días, princesa,” saludó Almaz. “Le habla el guardia principal Almaz von Almadine Adamant, y estoy aquí para introducir al príncipe del Netherworld, Mao.”
“¿Cuántas veces te he dicho que te ahorres tu redundante nombre?” Mao se molestó con su allegado, y luego regresó su atención a la princesa con cansancio. “Ah sí, gusto conocerte, supongo.”
“…” Tomo sintió un tic en la ceja. Lo acababa de tachar, así que más le valía no ganar.

El segundo grupo era uno un tanto menos formal. Por la apariencia de los guardias y el mismo príncipe, parecía que venían de un reino tropical. En este caso, unos acompañantes del príncipe que parecían ser familiares fueron los que hablaron.

“Princesa Tomohime, es un honor estar en su presencia,” saludó Roxas. “Somos príncipes del reino de Destiny Islands.”
“Estamos aquí para acompañar a mi hermano,” dijo Blanc, la hermanita, con un tono más monótono y desinteresado. “Este es Sora Aoi.”
“Oye, no me trates de ‘este’,” recriminó Sora a su hermanita, y luego pasó a aclarar su garganta. “Estoy aquí esperando formar alianzas con usted y su reino. Le agradezco la oportunidad de participar.”
“Eh, sí, de nada,” Tomo se extrañó al responder eso. No es como si le estuviera haciendo el favor a nadie, y con sólo ver a ese príncipe, se notaba que él también estaba participando por obligación y posiblemente presión, pero al menos tenía una mucha mejor disposición que el primer candidato. Con la introducción, sólo tenía una pregunta… “Eres tú quien está de pretendiente, no tu hermano. ¿Cierto?”
“Sí…” Sora se confundió, ya que debía ser muy claro que sí era él.
“Entiendo…” Blanc negó. “Mi hermano mayor es mucho más apuesto y más recomendable en un montón de aspectos, pero él ha jurado servicio a su país como estratega y dirigente de muchas labores, por lo cual no es el heredero. ¿No te parece una pérdida que sea Sora el prometido?”
“¿Eh? Pues…”
“¡Blanc, deja de hacerme quedar mal!” Sora resondró a su hermana, algo ofuscado, mientras Roxas negaba muy frustrado. En fin, Tomo todavía los posicionaba mejor que el otro peliblanco altanero, pero toda faltaban más personas por presentarse.

El tercer grupo consistía de varios guardias con pesadas armaduras, dando a impresión que venían de un lugar robusto. Sin embargo, el príncipe no se veía precisamente así, hasta parecía un tanto enclenque pese a su posible corte militar. Dos asistentes dieron un paso adelante para hablar.

“Hola, es siempre un gusto conocer a una princesa,” dijo Ryoji, sonriendo. “Ahora es hora que conozcas a nuestro príncipe.”
“Le presento al príncipe del reino minero Phlogiston, Junpei Iori,” dijo Yosuke.
“Eh, buenos días,” dicho príncipe no se veía del todo cómodo por el arreglo, pero decidió dar un paso adelante. “Sé que es la primera vez que nos vemos, pero al menos podemos hacer esto funcionar…”
“S-supongo…” Tomo notaba las cero ganas del chico de participar en el evento, pero por la actitud frustrada que tenía, medio le hacía recordarse a sí misma. Aunque debía admitir que no le gustaba la apariencia del príncipe. Sus asistentes eran mucho más presentables que él. “Y tus amigos…”
“¿Mis amigos qué?” Junpei frunció el ceño. No era la primera vez que alguien parecía confundirlo con sus amigos.
“Sólo somos nobles,” resumió Ryoji. “Pero no te preocupes, princesa. Nuestro bro es una persona espectacular.”
“Lo es, lo único que necesita es conocerlo,” afirmó Yosuke, mientras miraba al otro asistente con algo de reproche. No podían ser tan informales ahí como para decir ‘bro’. Tomo decidió conformarse con posicionar a ese príncipe debajo del segundo príncipe en su ‘lista de prioridades’.

Y finalmente, el cuarto grupo era uno ominoso. Todos los guardias y hasta el mismo príncipe vestían con armaduras anchas y capas negras, ocultando sus rasgos. Todos menos un informante, que tenía una apariencia simple y profesional. Tomo miró a ese mensajero, y se veía como un chico de apariencia muy limpia y educado. Ojalá esa fuera una imagen de referencia para saber qué esperar con el príncipe.

“Princesa Tomohime, buenos días, es muy grato conocerla. Le saluda Naoto Shirogane, del reino Dunkelwald,” dijo el mensajero con una pausada reverencia. “Es mi privilegio presentarle a nuestro príncipe, el príncipe Schwartz. Por motivos de seguridad y fama, ha decidido mantenerse desconocido hasta terminada la ceremonia.”
“…” el príncipe Schwartz dio una reverencia muy pronunciada hacia Tomo, mostrando gracia y respeto hacia ella. Tomo se quedó sin palabras. Nunca había escuchado de ese reino. Ese último príncipe era como la caja sorpresa de todo el evento.

“Gracias a cada uno de ustedes por presentarse ante nuestra hija,” esta vez fue la reina quien se levantó, y procedió a terminar con la introducción del evento. “Para determinar quién recibe el honor de casarse con la princesa, cada príncipe de cada reino ha sugerido una prueba en la cual retarán a sus oponentes, y al finalizar los cuatro eventos, habrá una deliberación para escoger al ganador. Sin más preámbulos, comenzaremos con el primero de los eventos. ¡Que el mejor príncipe gane!”

Y con la exclamación de la reina, se oyeron trompetas y la orquesta animar el ambiente, mientras las tribunas aplaudían y animaban a las personas presentes. Tomo tragó saliva. Hasta el momento no le convencía ninguno. Tan sólo esperaba que las cosas comenzaran a mejorar para ella…

-

Comenzó la primera propuesta, de parte del reino de Destiny Islands. Era una competencia de natación para cruzar el río principal del reino Takino.

Al haber sido previamente informados, todos los príncipes se alistaron con sus ropas de baño. Sorprendentemente, el príncipe Schwartz siguió con su casco y sólo se despojó de la armadura de sus extremidades y su capa, así aligerando el peso que cargaba, pero todavía manteniendo su identidad en secreto.

“Las reglas son simples,” dijo Yomi por un altavoz desde el otro lado del río. “Los cuatro candidatos nadarán a través del río hasta estas orillas, y el primero en llegar gana la competencia. ¡En sus marcas, listos, ya!”

Un disparo anunció el inicio de la competencia y Sora y el príncipe incógnito saltaron al agua sin pensarlo dos veces, empezando a nadar con técnica y agilidad. Por su lado, un nervioso Junpei miraba de lado a lado para tratar de hacerse un camino seguro por el cual nadar, pero terminó por convencerse de sólo nadar y seguir a los otros antes que fuera demasiado tarde. Mientras tanto, Mao miraba al caudaloso río con aprehensión.

“Deben estar bromeando…” Mao parecía ni querer ser impactado por una gota de agua, a pesar de estar usando su enterizo para nadar.
“Ehh, príncipe, ¿acaso le teme al agua?” preguntó Almaz, confundido.
“¡Cállate o haré que te decapiten!” le gritó.
“R-realmente no es un río tan rápido ni caudaloso, sólo debe nadar por encima para evitar las rocas del fondo…” el guardia dio un suspiro. Mao estaba muy acostumbrado a darle amenazas de muerte por cualquier cosa.
“Pero soy un príncipe. Estas demandas físicas sólo le corresponden a la milicia,” Mao se cruzó de brazos. “Me niego a participar. Sé que deslumbraré en los siguientes eventos.”
“Mao…” Almaz se frustró. Ya estaba convencido que su príncipe no ganaría.

Mientras tanto, los otros tres participantes ya habían cruzado la mitad de la carrera, aunque Junpei parecía tener dificultades para continuar y comenzaba a quedarse atrás.

“Nuestro bro se ve en aprietos,” observó Ryoji, quien estaba con los demás al otro lado de la línea de meta.
“Nuestro ‘príncipe’. Pero todavía se ve bastante firme,” dijo Yosuke. “Sabes que no podemos interferir.”
“Hay que darles crédito. Cruzar aguas en movimiento no es tan fácil como muchos creen,” dijo Blanc. Su hermano estaba a la delantera, pero aquel ‘príncipe Schwartz’ estaba demasiado cerca. “Pensé que Sora tendría más ventaja.”
“Cierto, yo también…” Roxas vio que la carrera estaba por terminar. Por un lado, vieron a un agotado Junpei empezar a llamar por ayuda, por lo cual varios guardias corrieron para sacarlo del agua.

Al final, Sora salió primero a la orilla, pero el príncipe incógnito salió del agua de un salto justo detrás de él. Sora se sorprendió. Había ganado, pero acababa de ver quién iba a ser su mayor contendor.

-

Era hora de la segunda propuesta del reino Phlogiston. Ante los cuatro príncipes había una roca gigante para cada uno, y la labor era extraer el mineral dentro con cualquier método que quisieran emplear.

En este caso, Sora fue quien tuvo más problemas. Él agarró un pico y empezó a clavarlo a la roca para tratar de quebrarla, pero en más de una ocasión, el propio temblor del impacto le dejó aturdido y desestabilizado. Esa cosa era más dura que todos los cocos que había partido en su vida. Por su lado, Junpei también empleaba una herramienta similar, pero parecía tener método y más resistencia. Con golpes precisos y bien escogidos, ya estaba deshaciendo la estructura. Por su lado, el príncipe incógnito usaba un mazo gigante y pretendía golpear la estructura con impactos devastadores. La descomunal fuerza del príncipe Schwartz dejó a todos impresionados, pero al faltarle el conocimiento de cómo partir una roca y cómo ubicarla, estaba usando bastante de esa fuerza sin la precisión correcta.

Por su lado, Mao estaba sentado en el piso en plena mezcla de varias soluciones que había traído, y muy ensimismado en su labor, al punto que muchos pensaron que también había abandonado esa competencia. Sin embargo, eventualmente se levantó, agarró un pico, y empezó a verter su nueva solución en un punto específico de la roca.

“Heh, bárbaros como ustedes no reconocen la estructura de los minerales,” Mao sonrió con superioridad y pudo desintegrar la dura roca. El empleo del pico sobre la estructura debilitada fue todo lo que bastó para cavar a través, y por su trabajo con reactivos químicos, comenzó a ponerse al día en la competencia.

Al final, Junpei probó ser primero en su especialidad. Mao y el príncipe Schwartz le siguieron en segundo y tercer puesto, aunque por sus métodos, el cristal fue extraído algo derretido y quebrado respectivamente. Y a Sora no le quedó de otra que ser descalificado.

-

Llegó la tercera competencia desde el Netherworld. Mao preparó materiales iguales para los cuatro y una simple misión: hagan algo deslumbrante y llamativo. Pero claro, todos los materiales dados consistían de soluciones altamente inflamables y algunos explosivos.

“Esto es bastante peligroso,” Yomi estaba algo inquieta, mientras miraba a los príncipes trabajar en mesas separadas. “Espero que no se lastimen con esto.”
“Pues, si ocurre una explosión envolvente y los cuatro son consumidos por llamas… ¿significa que tendré otro año más siendo soltera?” Tomo sonrió por la idea.
“Si deseas que los otros tres príncipes se mueran por no trabajar con estos materiales, entonces te casarás con ese molestoso de Mao,” observó Blanc.
“¡O-oye, no me hables así, soy una princesa!”
“Yo también soy una princesa. Estamos al mismo nivel,” Blanc se encogió de hombros. Esa chica no le caía bien. Esperaba que su hermano no fuera a ganar, aunque por la presente prueba que requería conocimientos y cuidado, esperaba que le fuera mal.

Mao se notaba trabajar con mucha pasión y placer. Por otro lado, Junpei sorprendentemente también tenía familiaridad, aunque por venir del reino minero, también fue una competencia en la cual tuvo cierta ventaja. Sora y el príncipe incógnito estaban simplemente probando pequeñas reacciones como quienes se familiarizaban con lo que tenían al frente, y en más de una ocasión, producían una inquietante llamarada. Luego de algunas combinaciones, cada uno se puso a trabajar en algo individual.

Se acabó el tiempo y cada príncipe tenía que demostrar lo que hicieron al público. Mao deslumbró a todos con un excelente y complicado show de fuegos artificiales. Luego, Junpei demostró la fuerza y precisión de su reino al hacer un punto muy específico de tierra explotar, y manteniendo lo aledaño intacto. Luego, Sora quiso mostrar una gran explosión, pero por falta de cálculo, él salió volando y guardias tuvieron que impedir que el fuego vaya a quemar su cabello. Y por último, el príncipe incógnito se limitó a llevar una bandeja llena de pequeñas envolturas de papel hacia la princesa y nobles.

“¿Eh?” Tomo miró al príncipe incógnito con confusión.
“Tome uno princesa, no se preocupe,” le alentó Naoto, quien decidió dar el ejemplo. Este mensajero agarró una envoltura y la lanzó al piso. La empaquetadura resultó ser una cantidad pequeña de pólvora que hizo una pequeña y segura explosión al impactar el piso. Todos entonces hicieron lo mismo, y notaron que el príncipe Schwartz les había regalado un pequeño juego y pasatiempo. Quizás esa demostración careció de presencia como las otras, pero sí dejó una buena impresión.

-

Y llegó el último desafío del reino Dunkelwald. Todos los príncipes iban a participar en una competencia de jalar soga, rodeando un círculo marcado en el piso. El sistema era de cuatro sogas unidas en una argolla gruesa de metal, y la única regla era que, si en algún momento los otros competidores forzaban a uno a pararse dentro del círculo de referencia, este quedaba fuera y volvían a comenzar con un participante menos.

Escucharon la pistola sonar y los cuatro príncipes jalaron con todas sus fuerzas, de momento manteniéndose parejos.

“Nunca había visto a cuatro personas jalar soga al mismo tiempo,” Tomo estaba confundida.
“Esta es una competencia amistosa común en mi reino,” le informó Naoto. “Al haber competidores jalarse además de la dirección opuesta, salir victoriosos depende de más que fuerza bruta. No lo parecerá a simple vista, pero se requiere de gran estrategia.”
“¿En serio?”
“Hm, lo puedo ver,” Yomi asintió. “Una fuerza perpendicular a la tuya en el momento inoportuno te sacaría de la competencia, sin importar cuán fuerte seas.”
“Me alegra que lo comprendas,” Naoto sonrió con perspicacia.

Los cuatro continuaban jalándose, y entre todos, Mao parecía tener mayores inconvenientes al ser el menos fuerte. Sin embargo, esperó a un momento preciso y al ver a Junpei descuidar su lado, jaló en una dirección sorpresiva. El príncipe de Phlogiston se desestabilizó, y mantenerse de pie costó pisar el círculo central.

“¡El príncipe de Phlogiston queda fuera!” declaró un referee. “¡Empezaremos la siguiente ronda con los tres candidatos restantes!”
“¡Eso fue trampa!” declaró Yosuke, indignado.
“Así es el juego, tal y como Naoto nos lo ha explicado,” observó Roxas. “Su príncipe se concentró en jalar en una sola dirección, y por ello no tuvo buena defensa.”
“Lástima que nuestro bro no es el mejor pensando,” se lamentó Ryoji.

Comenzó la segunda ronda con los tres príncipes distanciados a ángulos iguales. Desde el inicio se volvió a ver a Mao mucho más inestable y teniendo problemas de mantener el ritmo con los demás, pero este estaba más al pendiente de los gestos y movimientos de sus oponentes que en sus propios pasos. Entonces, notó cómo el ángulo entre sus dos oponentes de abrió más, y sorpresivamente, se posicionó perpendicularmente y dio su mejor jalada. Tal y cómo Yomi lo explicó, los otros dos príncipes fueron jalados violentamente de costado y Sora pisó dentro del círculo. El príncipe Schwartz por poco y lo hace también, pero tuvo suerte de mantener mejor el balance.

“Wow…” Almaz no podía reconocer a su príncipe. Mao estaba ganando únicamente por aprovechar los vectores de fuerza de sus oponentes, y por poco gana por completo en esa ronda. Aunque lamentablemente… “Pero ahora que es él contra el príncipe Schwartz, ya no tiene oportunidades de ganar…”

Inició la tercera ronda, la cual fue mucho más rápida que las otras, ya que al ser uno contra uno, sólo bastó una fuerte jalada del príncipe Schwartz para arrastrar a un enclenque Mao dentro del círculo.

El referee anunció a dicho príncipe como el ganador, y las deliberaciones estaban por comenzar.

-

El proceso de decisión fue más rápido de lo esperado. En todas las competencias, el misterioso príncipe Schwartz había deslumbrado aun de no siempre ganar. Tomo esperaba finalmente ver el rostro de ese príncipe, pero sus acciones impecables y gran desenvolvimiento fueron lo suficiente para convencerle de aceptar la decisión de su padre, y de hacer oficial el arreglo matrimonial del cual no podía escapar.

“¡Damas y caballeros!” anunció el rey, para cerrar la ceremonia. “Les agradezco por su presencia y atención. Este es un momento muy feliz para mí y mi familia, al haber finalmente decidido el mejor pretendiente para mi hija. ¡Declaro que el príncipe quien tomará la mano de Tomohime Takino es… el príncipe Schwartz de Dunkelwald!”

Las tribunas estallaron en aplauso y la orquesta tocó una de sus canciones más alegres y victoriosas. Los príncipes perdedores variaron entre aplaudir al ganador y retirarse de golpe (como el caso de Mao). El incógnito príncipe caminó hasta estar frente al rey y la familia real, y se arrodilló con sumo respeto. La madre de Tomo procedió a dar empujones a su hija para que se parara frente a su futuro esposo oficial, y esta fue a regañadientes. Al menos hasta el momento ese raro enmascarado se portaba bien.

“¿Algunas palabras que quiera decir, princesa?” le preguntó su padre.
“C-claro…” Tomo dio un suspiro. Ya no tenía de otra. “Eh, ehem… es un gusto conocerle y estaré bajo su cuidado a partir de este momento… sólo tengo un pedido que hacerle. Ahora que vamos a vivir juntos, ¿podría ver su rostro por favor?”
“…” el príncipe se levantó del piso y pasó a hablar con una voz pausada y extrañamente femenina. “Por supuesto, princesa.”
“¿Eh?”

Fue un shock enorme ver la pesada armadura caer en el acto, y todos presenciaron a una chica fornida, bronceada, de proporciones envidiables y con un fuerte y animado espíritu. No era ningún príncipe… ¿entonces qué era?

“Eh-eh-eh-eh-eh-…” Tomo estaba de pie, en estado catatónico. “¡¿EEEHHHH?!”
“Permítanme presentarles a nuestra princesa guerrera del reino de Dunkelwald: Suruga Kanbaru,” dijo Naoto muy oportunamente. “Es nuestra tradición que las mujeres de la familia real sean la máxima autoridad, y ellas también tienen la obligación de aliarse con otros reinos al casarse con princesas extranjeras.”
“Sí,” Suruga asintió con una sonrisa justiciera y apuntó a Tomo. “Porque no existe un amor más fuerte, inocente y puro que el compartido entre dos mujeres.”
“¡¿Q-qué demonioooos?!” Tomo estaba completamente traumada. Sus padres estaban completamente tranquilos, además de otras personas presentes. “¡¿Eras mujer?!”
“¿No lo sabías?” preguntó Roxas, confundido.
“Alguien debió haberse quedado dormida en sus clases de historia…” Blanc se encogió de hombros, mientras una muy diminuta sonrisa delataba que estaba muy entretenida.
“¡I-imposible, yo estoy aquí por un príncipe, no una princesa!” exclamó Tomo.
“En nuestro reino, la máxima autoridad que es la princesa es el equivalente a un príncipe en diplomacia internacional,” dijo Naoto.
“¡¿P-pero por qué no puede ser un chico apuesto, como tú?!”
“Yo también soy una chica…”
“…” Tomo se desestabilizó y se cayó de rodillas al piso. “¡AHH, mi cabeza! ¡N-nunca había escuchado de este reino demente!”
“Seguro habrás oído mucho del reino, pero no por su nombre,” Junpei se encogió de hombros. “Se les conoce como ‘ese reino lleno de amazonas guerreras’.
“¡¿A-amazonas?!” ahora Tomo temía por su vida. “¡Y-Yomi, ¿tú sabías?!”
“Tenía mis sospechas…” Yomi desvió su mirada.
“Lamento ocultar mi identidad, pero decidí presentarse incógnitamente para que fuera tu corazón y no tus prejuicios quienes me eligieran,” explicó Suruga, restando importancia al asunto. “Para mí tú eres una princesa sensacional. ¡Te prometo que en cinco años las dos seremos las amazonas más fuertes de mi reino!”
“¡AAAAHHHH!” Tomo no lo podía aceptar. “¡Esto no es justo! ¡NOOO! ¿Y quién demonios le pone un nombre alemán a un reino de amazonas? ¡Maldición!”
“¡Tomohime, compórtate!” le reclamó su madre, la reina. “Todas tus cosas ya han sido empacadas y están a bordo del barco de Dunkelwald hacia tu nuevo reino. Yomi querida, prométeme que la cuidarás y la educarás para que se acostumbre a su nueva vida.”
“Por supuesto, su majestad,” respondió Yomi con una reverencia.
“¡No pueden hacerme esto!” Tomo entonces se sorprendió cuando su ‘príncipe’ le levantó y la subió sobre un hombro.
“¡Vamos de una vez, tenemos mucho entrenamiento físico que hacer!”
“¡AAAAHHHHH!”

Tomo se vio cargada por su nueva acosadora y vio cómo toda esa guardia ominosa de Dunkelwald se deshizo de sus trajes para mostrarse como mujeres amazónicas que le llevaban al menos dos cabezas.

Con esto terminó el evento, y el giro de ciento ochenta grados de la vida de Tomohime recién estaba comenzando.


Puri

Re: #prompts4everyone ☆ #extra round
« Reply #4: October 25, 2014, 05:54:44 PM »
Kinder fic!!!

***

“¡Tatada, Tatada!”, el rubio le sonrió a la peliceleste, su mejor amiga del mundo mundial para toda la vida y pinki fuens, o como sea que se llame (Sayaka había dicho que eso de ser pinki fuens era importantísimo según su hermana Sayi, que todos en secundaria tenían uno).
“¡Sayaka!”, respondió. “¿Quieres darle de comer a los pollitos? ¡Kame trajo mucho maíz para darles!”. Pero su amiga negó.
“Hoy no. ¡Quiedo que Tachuya me cuente una histodia!”.
“¿Eh? ¡Pero todavía no toca historia!”, dijo frunciendo el ceño, ya que él quería ir con los pollitos. “Eso es después de comer, duh”.
“¡¡Duh!!”, repitió enojada, “¡¡Ya sé!! Pedo el otuo día Tachuya le contó una a Levy cuando se hizo yaya”.
“Pero tú no tienes ninguna yaya. Además, si quieres una historia le puedes decir a Kame que te cuente”.
“¡Kame no! ¡Quiedo a Tachuya!”, respondió con un gran puchero, no entendía cómo Tatara podía ser tan bruto cuando era el único que sabía atarse los zapatos. “¡Además, Sayi dice que si soy buena niña, me como toda mi loncheda y me quedo calladita cuando vienen sus amigos, Tachuya se casadá conmigo!”.
“¿En serio?”, ahora sí se encontraba interesado. “¿Se van a casar?”.
“¡¡Sí!!”, asintió con emoción y dando saltos. “¡¡Y tú puedes llevad los anillos! ¡Sayi puometió que lanzadá muchas fuodes dosadas y que si quiedo, Hodo-Hodo no idá!!”, Tatara asintió emocionado, sobre todo porque el hermano de Sayaka que los molestaba no iría.
“¡¡Sí!! ¡¡Yo quiero llevar los anillos!!”, repitió emocionado. “¿Y cuándo se casan?”.
“Puimedo tiene que contadme una histodia”, le informó la peliceleste mientras le tomaba de la mano y lo llevaba a un rincón. “Pedo pada eso necesito una yaya. Después de la yaya y la histodia le invitadé mi chocolate”, dicho esto abrió su bolsillo y le enseñó una barra. “Y nos casamos”.
“¿Tan fácil?”.
“¡Sí! Mamá dice que el camino al codazón es pod la badiguita”, se dio palmaditas en su abdomen. “Y mamá no miente”.
“Aaaah, sí, a mí también me gustan los dulces”, asintió viendo la lógica. “¿Pero cómo te haremos la yaya? ¿Y dónde la quieres? ¡Oh! ¿Y si te rompemos un brazo? ¡Tendrás un yeso y podré hacerte dibujitos!”.
“¡¡Sí!!”, le dijo saltando del asiento, para quedar en frente de él. “¿Pero qué hace uno pada dompedse el buazo?”.
“Uhhh… ¡¡Hay que preguntarle a Kame!!”.

***

“Tatsuya”, se acercó y el otro levantó las cejas en señal de atención. “Voy a ir al baño, pero vigila a Sayaka”.
“¿Quién?” Kame le miró molesto.
“Pelo celeste, problema del habla”.
“Ahhhh, Sayaka” Tatsuya la tenía catalogada como ‘Pedú’ en su mente desde que la menor le regaló su bolsito traído de Perú cuando él le hizo el dibujo de una hada y ella le dijo orgullosamente que ahí decía ‘PEDÚ’. “¿Qué tiene?”.
“Está con Tatara y me preguntaron cómo hace uno para tener un yeso”.
“¿Y les dijiste…?”.
“Que duele mucho y que luego no puedes jugar con él”, suspiró. “¿Míralos, ok?”. Le dio unas palmadas en el hombro y lo dejó ahí sin más; Tatsuya suspiró y se sentó en el piso, con la mirada fija en los menores.

***

“Gajeel me estaba columpiando muy, muuuuy fuerte y, ¡PUM! ¡Me golpeó en la espalda, me solté y me caí!”, les contó Levy. “¡Pero dolió mucho, muuuucho!”, le dijo con preocupación. “¡Mira!”, le señaló las costras que tenía en las rodillas.
“Sacadse costuas es divedtido”, dijo Sayaka encogiéndose de hombros.
“Además, Sayaka se va a casar con Tatsuya y yo voy a llevar los anillos, por eso tenemos que hacerle una yaya”.
“¿En serio?”, preguntó emocionada y la otra peliceleste asintió. “¿Puedo ir?”.
“¡¡Sí!! Pedo tienes que taedme un degalo”.
“¿Como qué?”.
“Una licuadoda”.
“¡Ya!”, les dijo y se levantó. “¿Pero qué hacemos?”.
“¡¡Dile a Gajeel que me columpie!! Él sólo te hace caso a ti”.
“No es cierto”, Levy hizo un puchero. “¡El otro día me echó témpera a mi cabello, es malo!”.
“¡¡Ya, pero dile!!” insistió Tatara impaciente, quien había recordado a los pollitos y que tenía que ayudar a Sayaka antes de poderles dar de comer. Levy gimió exasperada.
“¡¡GAJEEEEEL!!”.

***

“¿Y?”.
“Pues pasaron de dos revolucionarios a una protesta de cuatro”. El menor se sentó a su costado y se quedó mirando a los niños, quienes ahora caminaban hacia los columpios y hablaban con Mikoto, quien usaba uno.
“Deben estar armando equipos para jugar”, Kame se relajó. “Por cierto, ¿te han dicho algo sobre el bono extra?”.
“Ni una palabra”, el de cabello negro se volteó enojado. “Le mandé un correo al tal Nakamar—”
 “¡¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!”, el llanto y los gritos de todos los niños les dejaron fríos y se voltearon a ver a Sayaka tendida en la arena con sangre en cabello. Oh. OH.

Gajeel lloraba diciendo que él no había querido mientras que Levy chillaba que había sido su culpa de nuevo, Tatara lloraba un montón al costado de Sayaka y la otra era un mar de lágrimas al ver su manita llena de sangre. En el fondo, los pollos corrían libres.

“¡Deja!”, le respondió Tatsuya con molestia a Kame, quien se había acercado donde Sayaka. “Tú calma a los niños, yo me la llevo al hospital”, ante esto no pudo replicar, ya que Tatsuya era el único de los dos que manejaba. Al corroborar que la herida no era tan grave como para no llamar a especialistas, la cargó y la apretó fuertemente contra sí. “Sssh”, la calmó. “¿Qué pasó?”.
“N-No es c-c-c-culpa de Gajeeeeel”, le lloró en su cuello dejando más lágrimas y sangre en su camisa. “Yo le dije que quedía hacedme yaya”. Tatsuya abrió la puerta de la van de la guardería, la sentó donde el copiloto y le abrochó el cinturón.
“¿Y eso por qué?”, preguntó una vez se sentó a su costado y arrancó el motor; sin embargo, aunque amaba el silencio, le perturbaba cuando este venía de una niña con la cabeza destrozada. “¿Sayaka?”.
“Yo quedía que me contadas una histodia”, sollozó. “Como a Levy”. ¿Quién rayos era—? Ah, la otra peliceleste.
“No tenías que hacer eso, Kame te hubiera contado una si le pedías”.
“A mí me gustan las histodias de Tachuya con hombues lobo”. El mayor miró a la pequeña con sorpresa –varios padres se habían quejado de él por esas historias-, pero fue en ese momento que llegaron a emergencias y salió rápidamente, gritando por ayuda y varias enfermeras se acercaron a llevarse a la niña mientras él aparcaba y hacía el papeleo.

***

“¿Por qué no te pusieron un yeso en la cara?”.
“¡Podque soy una niña fuedte, dijo el dotod!”, todos los niños congregados alrededor de la peliceleste, que tenía la cabeza vendada y varias curitas en los brazos, asintieron emocionados.
“¡No te creo que te hayan cosido!”, gritó Saruhiko, el niño malo que siempre la fastidiaba.
“¡Cállate! ¡Tú no sabes id al baño solo!”, le respondió sonrojada por el enojo.
“¡Recreo!”, gritó Tatsuya desde lejos y abrió la puerta de cristal hacia el patio, donde ya estaba la clase de Kame. Todos los niños se fueron corriendo excepto Sayaka, quien tenía prohibido jugar fuera. El mayor cerró la puerta y se sentó a su costado. “¿Estás mejor?”.
“¿Tú sí me quedes de que me cosiedon? Saduhiko dice que miento”.
“Sí te creo”, rodó los ojos. “Mira”, levantó su mano derecha y le enseñó su meñique, el cual estaba torcido. “De niño me hice una yaya muy fuerte jugando con la pelota y nunca sanó. Por eso me vas a prometer que ya no te harás yayas a propósito, ¿ok?”. La peliceleste asintió seriamente. “Bien”. Entonces sacó algo de su bolsillo y se lo dio, era un chocolate. “¿Y esto?”.
“Pada ti”. El dulce estaba derretido, pero el mayor sonrió.
“Gracias”. Sayaka sonrió emocionadísima. “¿Qué te parece si te cuento una historia de niños grandes? Pero no le digas a Kame”.
“¡¡Ya!!”, gritó, aunque al instante se tomó la cabeza con las manos y cerró los ojos conteniendo lágrimas de dolor.
“No puedes moverte mucho”, suspiró, “Así que ven”, la llevó al rincón y acomodó las almohadas para que se recostara y él se sentó a su lado. La niña al instante se le apegó a su cuerpo y el otro la dejó, mientras abría un libro de Frankenstein y empezaba a leer.
“Tachuya”, comentó cuando terminaron un largo capítulo en que había improvisado todas las voces y alterado el diálogo para que sea más child-friendly y divertido. “¿Me he podtado bien?”.
“Sí”, asintió sin prestarle mucha atención.
“¿Y te gustó el chocolate”.
“Ajá. ¿Por?”.
“Sayi dice que si me podto bien y te doy comidita te casadás conmigo”. ¿Y quién era esa—? Oh. OH.
“Uh…”
“¡Tú puedes dodmid en la cama de adiba si quiedes!”.
“Ok”, Tatsuya le sonrió y se encogió de hombros. Cuando no intentaban matarse a sí mismos, los niños tenían un gran sentido de la lógica. “Pero tú lavas los platos”.

***

Forget all the shooting stars and all the silver moons
We've been making shades of purple out of red and blue


Kora

Re: #prompts4everyone ☆ #extra round
« Reply #5: October 25, 2014, 06:32:32 PM »
Eeep, tengo como tres o cuatro por hacer, voy a ir dejando y a ver si termino el resto. Toca MMORPG!au



Dos de tus personajes tienen que casarse por un matrimonio arreglado.
Maya + Raiden

- ¡No!
- ¡Ni loca!

Maya y Raiden habían respondido al mismo tiempo, haciendo que Elizabeth retrocediera unos pasos por el sobresalto. La Alchemist cerró la Omnitool, frunciendo el ceño ante la reacción tan infantil de sus compañeros de party. Por lo menos, los dos tuvieron la decencia de darse cuenta de lo fuera de tono que había estado su reacción, fingiendo sin mucho éxito recobrar la compostura. Sus rostros, sin embargo, delataban lo poco de acuerdo que estaban con la situación.

- Por el reparto de vidas que tenemos ahora, es la decisión más equilibrada. – Apelando al sentido común, Elizabeth trató de razonar con ellos. – Sólo es un proceso… rudimentario.
- No quiero que mi vida dependa de él. – Maya señaló con el pulgar al Samurai. – En el momento menos pensado, salta a por Sam y ahí se van las vidas que me queden.
- Phaselock, la primera en perder una vida has sido tú. – Replicó Jack, torciendo el labio.

Ahogando un gruñido, Maya casi le saltó encima, controlándose en el último segundo. Eso sí, murmuró unos insultos hacia el otro como consuelo. Lilith tenía razón: habían reaccionado con niños de parvulario, y ahora comprendía por qué la líder de los Crimson Raiders había encontrado misteriosamente una tarea que hacer que le impedía estar presente cuando tocara dar aquella información.

- Elizabeth, ¿no quieres casarte conmigo? – Más despierta que su compañero, Maya optó por otra ruta, sonriéndole de lado a Elizabeth. Pero no iba a funcionar.
- Me halagas mucho, Maya, pero con las vidas que tenemos ahora, me sale más a cuenta quedarme con Jolyne. – Explicó, con un suspiro. – Además, la idea es que teniendo que compartir vidas, los dos seáis más responsables y sensatos con vuestras acciones.
- ¿Qué quieres decir?

La sonrisa en los labios de Maya se heló, dando lugar a una mueca de ofensa. Parecía ser que no había tanto amor sincero detrás de su declaración.

- Moonshine, ¿y tú no querrías…?

Raiden se giró hacia Kora, quien estaba revisando su colección de cartas en la mesa. Levantó la cabeza cuando escuchó a Jack llamarla, e inmediatamente, alargó una mano hacia él, enseñándole el dorso. En el dedo anular llevaba un anillo con una gema morada, prueba de su unión con su compañera.

- Lo siento, Raiden, pero soy una mujer casada. – Dejó ir una risa. – ¡Si tanto me querías, haberme echado el lazo antes!
- Muy graciosa… – Musitó entre dientes el Samurai.
- ¡Basta!

Elizabeth se cruzó de brazos, levantando la voz. Elegir la distribución de parejas para optimizar las vidas a compartir le había supuesto un buen quebradero de cabeza, además de que estaban perdiendo tiempo a lo tonto.

- ¡Os vais a casar cuanto antes, y os vais a portar bien para que los dos aguantéis con vuestras vidas compartidas! – Elizabeth levantó el mentón, alzando la voz más aún cuando vio que los dos futuros novios iban a protestar. – ¡No se aceptan peros!

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- Estás preciosa, Maya, casi tanto como yo en mi boda… – Kora se llevó una mano a la mejilla. – Esta es una de las pocas buenas ideas que ha tenido el GM, desde que lo anunció, casi todas las semanas podemos asistir a bodas… me encantan las bodas…
- Me estoy casando en Moxxi’s en Sanctuary, lo que está sólo un escalón por encima de casarte borracha en Las Vegas. – Gruñó Maya en respuesta. – Quizá debería emborracharme ahora para pasar antes el trago.

Elizabeth tironeó del brazo desnudo de Maya, a quien había costado casi diez minutos convencer para que se equipara el traje de novia. En el ala cubierta opuesta del local, imaginaba que los otros Crimson Raiders estarían teniendo los mismos problemas con Raiden… o al menos esperaba que fuera así, era lo justo.

- Vamos, Maya, serán sólo unos momentos y-
- ¡Aquí está la preciosa novia!

Lilith entró en escena, aguantándose la risa claramente. La situación en sí debía ser graciosa vista desde fuera, sobretodo si no habías tenido que aguantar el monólogo sobre lo injusto que era todo. La líder de los Crimson Raiders le pasó un brazo por el hombro a Maya, que rodó los ojos en respuesta.

- Ahh, yo los crío y ellos se juntan… – Rió Lilith, aún a pesar del gesto de disgusto eterno de Maya. – Es broma, es broma. Si te sirve de consuelo, Jack está igual de disgustado.
- ¿Lo has visto? – Preguntó Kora.
- Sí. – Asintió la mujer. – Está muy mono con el traje de novio, ahora que ya no lleva el cuerpo cibernético le queda bien y todo. ¿Vamos? He dejado a Milo a cargo de tocar la marcha nupcial.

El camino hacia el “altar” no iba a ser demasiado largo, pero por tradición impuesta por los Crimson Raiders los novios tendrían que caminar juntos hacia la salida del local, y ahí el bardo podría lucirse a gusto.

Guiada por el brazo de Lilith, Maya llegó hasta el altar, donde un claramente incómodo Raiden la esperaba. Ninguno de los dos dijo nada, dejando que Moxxi, el NPC del local, recitara los mandamientos adecuados. Podrían haber buscado algún Cleric que tuviera la habilidad de casar, sólo que la suerte les había dado la espalda y los dos o tres que tenían la rara habilidad estaban fuera de Sanctuary en aquellos momentos.

- Esto es súper decadente. – Jolyne le dio un codazo a Elizabeth. – ¿Podemos casarnos en otro sitio?
- Oh, claro. – Asintió Elizabeth. – ¿Tenías algún sitio en mente?
- ¿Qué te parece Two Ri-¡¡Agh!!

Kora había saltado para coger el ramo que había lanzado Maya como quien tira una lata de refresco hacia atrás, empujando a las dos en su camino.

- ¡Pero si ya estás casada! – Le recriminó Maya al girarse.
- ¡Estos son mis trofeos de guerra! – Kora apretó las flores azules contra su pecho con una mano, apartando a otra Crimson Raider con otra. – ¡Míos!

La pelea que se había montado entre las dos chicas tuvo que ser arrastrada a un lado para que continuaran discretamente su disputa y los novios pudieran seguir su camino hacia fuera de Moxxi’s.

- ¿Pedimos que se besen? – Sugirió Dick, mejor conocido como Nightwing, a Lilith.
- Por favor, no conviertas esta boda en un funeral… ¿Tienes más arroz?


Kora

Re: #prompts4everyone ☆ #extra round
« Reply #6: October 25, 2014, 06:34:19 PM »
Y el Obligatory OTP Trash fic... no me juzguéis demasiado por favor.

Personaje A le enseña la ropa interior a personaje B o a un grupo, ya sea a propósito o sin querer.
Johnny + Gyro

Cuando abrió el paquete que le había ofrecido Gyro, con la misma sonrsia boba que ponía cuando estaba a punto de soltar la frase final de alguno de sus terribles chistes, Johnny rodó los ojos con tanta fuerza que creía que estaba viendo el interior de su cabeza.

- Precioso, no sé cómo podré agradecértelo nunca. – El tono neutral le salía de lo más profundo de su ser.
- Pues yo sí. – Gyro levantó y bajó las cejas en exagerada sugestividad, ensanchando su sonrisa. – Podrías ponértelas.
- Creo que paso.

Ignorando las quejas de su novio, Johnny le dio la vuelta al sillón y siguió con el trabajo que tenía para entregar en unas horas. Aquellas braguitas, de pantaloncito corto y con un estampado de ositos de peluche, encontraron un sitio definitivo en el fondo del cajón de la ropa interior, olvidadas por un largo tiempo.

--

Gyro condujo directo al apartamento de Johnny, entrando con un saludo tan arrastrado como sus pasos, llegando hasta el sofá para dejarse caer sobre él con un bufido largo. La mitad de su cuerpo estaba sobre el del otro, que le estaba regañando por algo de que lo estaba aplastando y que qué maneras eran aquellas, pero lo único que hizo al respecto fue rodearlo con los brazos, ajustando su posición moviéndose lo mínimo hasta que lo rodeó con los brazos para apretarlo contra sí mismo.

La regañina terminó con un suspiro corto.

- ¿Cansado?

Aunque Johnny había sonado bastante indignado, Gyro sintió su mano acariciarle la cabeza, enredando los dedos en el largo pelo hasta deshacer su coleta. Asintió contra su pecho, tratando de olvidar los horrores que suponían dos turnos seguidos en un hospital. Horas y horas de pie, yendo arriba y abajo cada vez que al jefe de medicina salía con un nuevo paciente de debajo de una piedra. Era difícil empezar como interno de medicina, y el momento en que llegara a casa con su Johnny se le había hecho tan lejano que casi parecía imposible que lo tuviera allí mismo.

- Me quiero morir… otra vez, porque ya estoy muerto. – Aunque no estaba totalmente depleto de fuerzas, ya que pudo al menos incorporarse un poco para besar la mejilla de Johnny, que se revolvió un poco, todavía algo incómodo con las muestras de afecto inesperadas aún después de tanto tiempo, pero no se apartó. – Te he echado de menos.
- Y yo a ti. – Johnny se quedó callado unos momentos, y entonces puso una mano en el pecho de Gyro, usándola para moverse un poco sobre el sofá. – Hm… voy a enseñarte algo para animarte.

Deshaciéndose de su abrazo, Johnny se arrastró por el sofá con los brazos, hasta quedar con los codos apoyados en el reposabrazos. Quedaba así frente a Gyro, que alzó una ceja con curiosidad. Cuando Johnny tenía aquellos arranques, la cosa podía terminar muy bien o muy mal. Pero Gyro estaba dispuesto a arriesgarse, y además, la cosa parecía ir hacia ‘muy bien’ cuando vio cómo Johnny enganchaba los pulgares en el elástico del pantalón de pijama, empezando a bajarlo lentamente.

Sintió los labios secos, pasándose una lengua sobre ellos: estaba cansado, pero si había podido aguantar haciendo todos los tests rutinarios a cinco hipocondríacos seguidos, podría aguantar un poco más… o eso quería creer. Cuando el borde del pantalón de Johnny estaba a mitad de sus muslos, vio que no era lo que esperaba exactamente, aunque desde luego estaba en el ‘muy bien’.

- Dio mio…

Se le escapó una risita al ver el estampado de ositos de peluche en la tela blanca de los pequeños y ajustados bóxers femeninos que llevaba Johnny. Éste estaba sonrojándose, mordiéndose el labio inferior pero sosteniéndole la mirada.

- Pensaba que las habrías tirado. – Acarició la pierna descubierta, dejando la mano sobre la ingle. – Te quedan muy monas.

Era una vista muy mona la que tenía ante él: Johnny llevaba la camiseta de pijama holgada pero dejando ver un poco de sus abdominales, el pelo rubio revuelto después del ajetreo al que lo había sometido, y la manera en que la tela elástica de los bóxers se tensaba sobre la entrepierna…

- La lavadora está estropeada hasta mañana, así que no me quedaba otra. – Admitió Johnny, apartando la mirada unos momentos hasta que un suspiro lo delató cuando Gyro tocó la zona donde ya tenía sensibilidad. – Pero… pero lo había pensado alguna vez. En tirarlas, digo.
- Menos mal. – Murmuró Gyro. – Te quedan muy bien.

Johnny se revolvió en su sitio, levantando el mentón en lo que parecía ser incomodidad… pero también otra sensación muy clara que se le contagió a Gyro enseguida, haciendo evaporarse casi completamente el cansancio de su cuerpo.

- Lo digo en serio… pero, ahora que te las he visto puestas, ¿sabes qué te quedaría mejor?
- ¿El qué?

Ésta vez se le escapó una media sonrisa a Johnny, quien ya había deducido lo que iba a decir, aunque por seguir el juego se hacía el inocente. No tan inocente cuando estaba jugando con el borde de su camiseta, levantándola un poco para enseñarle un poco más de su abdomen, el cual Gyro recorrió con la palma de la mano libre antes de contestar.

- Quitártelas.


Shura

Re: #prompts4everyone ☆ #extra round
« Reply #7: October 26, 2014, 03:26:58 PM »
Demasiado Go Nagai en vena.



Tus personajes son cazadores de demonios y otras criaturas de la noche ¿A quién van a cazar hoy? Demon hunter/supernatural AU

Shura * Dante * Vergil



“La abuela te dejo esto en herencia…”
Era un anillo, siempre lo llevaba con ella, le había contado que perteneció a la madre de su madre por muchas generaciones, hasta retroceder casi 3000 años.

El anillo, tenía el poder de hacer que su portador se comunicarse con las plantas y los animales, y de controlar a los demonios.
El anillo tenía inscrito el nombre de Dios.

Pero aquello era una milonga, actualmente, era un anillo de sello tan desgastado que no se podía diferenciar si alguna vez había tenido algo escrito, Shura lo llevaba puesto en el dedo corazón de la mano derecha, en recuerdo de la mujer, además de…
-Necesito comprar un pollo.
-¡Por favor Shura! -Dante sacó la lengua asqueado.
-No más sacrificios… -Vergil se llevó la mano a la cara.
-¿Qué? ¡No! Esta vez lo quiero para cocinar.
La chica de instituto, llevaba creyendo ser una bruja desde que aprendió a hablar, tenía su gracia jugar en el patio de guardería jugar a obligar a los gemelos a comportarse como demonios bajo sus órdenes, pero a medida que crecían, en la primaria los chicos dejaron de ir con ella porque, hablando claro, causaba vergüenza ajena; después, el desafortunado incidente que se había llevado la vida de los padres de los gemelos, habían hecho que estos terminaran bajo el techo de sus parientes, los padres de Shura, y por lo tanto volvieron a juntarse los tres. Por lo menos, la chica ya no iba por la calle disfrazada de bruja de halloween… al menos, no todos los días.

Recorriendo el camino a casa, unas chicas que reconocieron de su instituto por el uniforme, los detuvieron.
-Chicos… ¿habeis visto a esta chica? -Les mostraron una foto echa con el móvil-. Es Hikari de segundo… lleva tres días sin venir a clase, tampoco ha ido a su casa…
-¿Han avisado ya a la policía? -Vergil reconoció que no la había visto últimamente.
-Bueno… -Una de las tres, la de pelo corto pareció dudar a la hora de hablar, la más alta fue la que se le adelantó.
-El caso es que, últimamente salía por las noches y frecuentaba malas compañías, la policía la tenía fichada y por eso no están prestando mucha atención al caso.
-¡Pero no era mala chica! Va a nuestra clase y la conocemos, puede que últimamente tuviera un mal comportamiento, pero nunca desapareceria sin avisar y preocupando a todos. 
-Podemos ayudaros a encontrarla… -Shura sonreía nerviosa-, esta noche, quedamos en la azotea del instituto.

***

-Dime que no estás pensando en intentar hacer magia para encontrarla.
-¿Y para qué iba a sacar la túnica si no, Dante? -Una larga túnica negra que la cubría de pies a cabeza, ya había anochecido y Shura iba de tal guisa, cargando una bolsa y un cartón doblado, rumbo al instituto.
-Esperó que esta vez no vayas desnuda debajo… -Dante recivió un golpe en la espalda con el cartón.
Los gemelos habían esperado que aquella búsqueda fuese algo normal, coordinarse para buscar por los diferentes barrios de la ciudad, pero no podían tener un momento normal…

Igualmente, aunque Shura había dejado claras las intenciones de su plan, se sentían mejor yendo los tres juntos, últimamente, habían aumentado los casos de desapariciones, los padres de la chica les insistían para que fuesen siempre los tres juntos y se protegieran de extraños.
-Las desapariciones dicen que es un grupo organizado de secuestradores.
-¿Bromeas Verver? ¿Has visto internet últimamente? Esta lleno de creepypastas, cada día hay más, vamos, que ya no puedes comprar un videojuego sin que se te ponga el culo prieto.
-Estoy contigo Dante, el mundo se esta llenando de monstruos -la chica les dedicó su mejor sonrisa llena de determinación-, por eso, las brujas tenemos que detenerlos, ¡nuestra época ha regresado!
-Déjalo.

***

-...Estas bromeando.
Las chicas de aquella mañana, observaban como Shura desplegaba el cartón con un sello cabalístico dibujado, lo suficientemente grande como para que las tres cupieran de pie dentro de él.
-No conteis conmigo…
-¡Espera! -La chica bajita de pelo largo detuvo a la más alta-. He escuchado hablar de esta chica, dice que es bruja, pero parece que sí que ha ayudado a encontrar cosas, como móviles, incluso ha hecho que amigos hagan las paces y se formen parejas.
-Bien, Vergil, prepara las velas -Shura comenzó a llenar un plato de agua en el centro del sello-, mi invocación es un poco diferente, no llamo a demonios, la magia actualmente no funciona así: vamos a despejar la mente, para encontrar otra alternativa que nos lleve al paradero de vuestra compañera.
-¡Menuda tonteria!
-No, el hecho de que fuerzas extrañas existan no tiene importancia, porque nosotros podemos creer que estos seres si existen y darles la fuerza que requieran, cuando sucede algo malo o bueno, es voluntad de los hombres. Si creemos que un ser superior trabaja dentro de nuestras almas… ¡puf! Se puede obrar el milagro.
No parecían muy convencidas de sus palabras… pero ya que estaban ahí, decidieron terminar cuanto antes, juntándose las cuatro dentro del sello y tomándose de las manos.
-No me puedo creer que las haya convencido… -Los gemelos se quedaron fuera, esperando a que todo terminase.

-Atentas chicas, sobre la superficie del agua aparecerá el demonio que nos tiene que dar la respuesta, no salgáis del sello.
Comenzó a recitar algún cántico, terminando por mencionar el nombre de lucifer, momento en el que el plato lleno de agua, explotó a sus pies salpicando a las cuatro.
-¿Eh? -Cuando Shura levantó la cabeza, tres hombres encapuchados con túnicas blancas y rasgos ocultos entre las sombras, aparecieron frente a ellas, todos los presentes estaban estupefactos.
“¿Por qué aparecen tan claramente? ¿Y por qué todos podemos verlos?”   
-Hola… -Shura estaba tan nerviosa como el resto-, ¿habeís visto a la chica que buscamos…?

Sacrificio...sacrificio...sacrificio…

Las túnicas se rasgaron en el primer ataque, la sangre de la chica que estaba más cerca les salpicó, muerta y con el cuerpo abierto en canal, las garras, tentáculos rematados en colmillos, cabezas de hueso de cráneo humano y quijadas desproporcionadas llenas de dientes; Shura había invocado demonios.
La chica sintió como Vergil tiraba de su brazo, corriendo los tres, otra de las chicas estaba siendo devorada dentro del sello mientras gritaba, y la tercera tropezó cuando uno de los rápidos tentáculos le había cortado la pierna, siendo afortunada y no sintiendo dolor cuando fue decapitada.
-¡ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO! -Shura se fue al suelo… empujada por Vergil cuando otro de los tentáculos había intentado alcanzarla, recibiendo este el ataque, sangrando por la boca mientras se le escapaba la vida cuando el monstruo comenzó a avanzar con su arma hasta su corazón.
-¡Vergil -Dante intentó sacarselo, pero el monstruo se lanzó contra él, comenzando a abrirle el estómago entre agónicos gritos.
-Lo siento lo siento lo siento… -Lo repetía como una letanía, perdiendo la cordura por la escena.
-Hu...ye… mientras…

“No soy bruja… los demonios vienen para matarme, para que pague por mis pecados…” 
-Lo siento…
Pero, aún había una una cosa que podía hacer… cerró la mano sintiendo el metal del anillo en su dedo.
-”Príncipe lucifer, estoy satisfecha contigo y te permito marcharte”
-...Ve-t
-¡NO! Si yo los he invocado… ¡yo los mandaré al infierno! “Por el poder de este anillo y del nombre de Dios, ¡marchaos u os maldeciré!” ¡SOY UNA BRUJA!
Impacto su puño con el anillo contra el suelo, formando un sello que se deshizo en sombras que engulleron el cuerpo y la conciencia de los gemelos, renaciendo entre la oscuridad dos seres que no eran humanos, dos seres que rezumaban poder, uno rojo como la sangre y el fuego y otro azul como el hielo y el zafiro, ambos esperando órdenes.
-¡MATARLOS! ¡MATARLOS A TODOS!

***

Lloró hasta quedarse sin lágrimas, sus hermanos habían sobrevivido, volviendo a su forma humana, sanos y vivos cuando terminó la masacre, huyendo de la escena.
Al día siguiente, no hubo clases por motivos obvios.

-¿Y si hay más de esas criaturas sueltas? ¿Y si son las que están causando todo esto?
-Entonces… -Shura había tomado su determinación- tendremos que acabar con todos ellos.


Shruikan

Re: #prompts4everyone ☆ #extra round
« Reply #8: October 26, 2014, 03:51:43 PM »
I BARELY DID IT! por alguna razón, sólo tengo ideas de fics basados en el MMORPG :V


Personaje A y B no se conocen, pero por alguna razón se terminan encontrando en todos lados.

~Fenris & Astaroth~

---

La primera vez que Fenris la vio fue en Amatsu, el mismo día en el que el GM hizo su anuncio y les encerró en el juego. Se fijó en ella sólo porque la camarera le sirvió exactamente el mismo vino que a él, justo antes de dirigirse a su mesa. Una Red Mage, a juzgar por sus ropas, con la capa y el sombrero del color distintivo de su clase. Al contrario que la mayoría de los otros jugadores presentes, estaba sola, sentada en silencio mientras observaba el fondo de su vaso con una extraña expresión de melancolía en el rostro.

Parecía una escena sacada de una película, y no puedo evitar quedarse absorto por unos instantes hasta que Shruikan le dio un codazo en las costillas.

—¿Què miras?

—Nada —se apresuró a responder antes de regresar su atención a la conversación y dar un trago de vino, y después se olvidó de ella.

A la mañana siguiente partieron hacia Columbia y hubiese podido jurar cuando estaban en Acre que tuvo un atisbo de pelo negro y capa roja por uno de los callejones. En la ciudad de las nubes, aunque su tiempo allí fue breve, también le pareció ver la misma figura similar en el mercado. Se dijo que debía estar imaginándolo, que tanta casualidad no existía y no podía tratarse de la misma mujer.

Y luego fue cuando escaparon hacia Pronencia y más tarde entraron en esa Dungeon donde encontraron a ese tipo raro que no se pudieron quitar de encima. Y una vez lo acompañaron hasta Sin City, incluso ahí, vio la silueta de una Red Mage en el local donde esperaban a su socio. En ese momento, fue cuando de verdad empezó a preocuparse y dudó si comentar el tema de que había una misteriosa mujer que no dejaba de ver con el resto de sus compañeros. Le iban a tachar de paranoico, seguramente, y el momento de hablar se vio interrumpido con la llegada del Summoner al que esperaban. Durante la conversación, en el instante en el que se decidió a levantar la cabeza de la mesa, ella ya no estaba.

El asunto se le fue de la cabeza durante un tiempo en el que fueron de un sitio a otro cumpliendo algún estúpido recado en el que Shruikan les había metido y ayudando a Seras en su quest de job, con ese Alchemist tan molesto que prácticamente se había auto-invitado al grupo. Y ahora que habían detenido en Eruyt Village, Fenris había decidido que se merecía un tiempo para sí mismo, bebiendo tranquilamente en alguna taberna y gozando de una soledad que cada vez era más escasa.

Y ahí volvió a verla. Y ella le estaba mirando.

No supo cuanto tiempo pasó en el que simplemente estuvieron observándose mutuamente desde ambos lados de esa lúgubre posada. Y luego ella sonrió, tomó la botella de la que había estado bebiendo y se levantó para irse a sentar justo delante de él en la misma mesa.

—Hey —le saludó, recostando la barbilla en la palma de una mano.

Fenris tardó un rato en reaccionar después de tensarse de forma perceptible cuando ella se acercó. Su mente le gritaba varias cosas a la vez, entre las que había que quizá no estaba tan paranoico como creía, que debía ir con cuidado si no quería terminar tirado en un callejón sin nada puesto y un puñal en la espalda, y que vista de cerca, era hermosa. Quizá había bebido demasiado.

—¿Has estado siguiéndome? Creo haberte visto varias veces —fue lo primero que se escapó de sus labios, y no fue hasta que lo hubo dicho que se dio cuenta de lo ridículo que debía escucharse. Como si se tratase de un intento patético de ligar en vez de un asunto que había estado atormentándole durante quien sabe cuando.

Ella no dijo nada y simplemente siguió sonriendo. Dio un trago de su propio vino y hurgó entre su ropa roja antes de sacar lo que parecía una baraja de cartas.

—Quizás —fue todo lo que le respondió mientras barajaba las cartas. —¿Tú que crees? ¿Te conozco o no?

Él apretó los labios y no dijo nada, pasando la vista de sus ojos dorados a los dedos que se movían de forma experta con las cartas.

—¿Por qué no hacemos una cosa? —sugirió entonces ella—. Vamos a jugar. Si ganas, te explicaré todo lo que quieras saber. Si no... bueno, algo se me ocurrirá para hacer contigo.

Por unos momentos, Fenris se preguntó si estaba entendiendo del todo lo que estaba diciendo. Estuvo en silencio un rato más en el que parecía que prácticamente solo existía la mirada dorada de ella, y finalmente, él también sonrió.

—Supongo que merece la pena intentarlo —dijo, antes de hacer la botella a un lado y prepararse para empezar la primera tanda de juego.

Esa noche, Fenris regresó con sus compañeros considerablemente más pobre y un tanto más bebido de lo que sería aceptable, y sin embargo, había pocas veces en las que Shruikan le hubiese visto tan genuinamente feliz.
"Who would understand you after I die? Who else would march forward by your side?"

"when I think that you will live on all alone henceforth, I can’t help but shed tears…"


Kora

Re: #prompts4everyone ☆ #extra round
« Reply #9: October 26, 2014, 06:34:55 PM »
Oops, se me ha olvidado postear esto e_e
Escribo prompts del MMORPG pero no escribo aporte...



Personaje X tiene que pedirle a personaje Y que finjan tener una relación..
Kora + Asami

Kora cerró la Omnitool con un bufido. Acababa de borrar el quinto mensaje perturbador de algún jugador desesperado pidiéndole hacer party, los cuales eran patéticos cuando no le provocaban directamente que se le revolviera el estómago.

- ¿Otra vez? – Asami caminaba a su lado. Por su cara, debía haber recibido también algún que otro mensaje de ese estilo. – Lo siento.
- No es tu culpa… – Kora frunció el cejo. – Ya he jugado a otros juegos online, siempre pasa lo mismo cuando un personaje femenino va solo.

No era que fuera sola, pero el principio seguía aplicándose a dos chicas. Con suerte, comprarían el equipo en Prorencia cuanto antes, y podrían volver a la tranquilidad de las calles de Sanctuary, mucho menos saturadas.

- Dame la mano. – Dijo Asami de repente, un poco más rápido de lo normal. – Para que no envíen mensajes raros.

Kora tardó unos segundos en procesar la lógica, asintiendo al tender su mano enguantada a su compañera. El cuero de los guantes de Asami hacía una combinación extraña con el encaje de los suyos, sin llegar a ser una sensación incómoda. Se le escapó una risita al imaginar que la gente a su alrededor pensaría que estaban juntas, sonrojándose por unos momentos. En silencio, recorrieron las calles del colorido mercado de Prorencia, parándose en uno de los puestos de armaduras.

- Um, Asami, ¿tienes novio fuera del juego? – La pregunta había salido sola al poco de sujetarle la mano, incapaz de contenerla por más tiempo.
- No… – La Mechanic tardó unos segundos en responder, levantando la vista de la lista de la compra que les habían dado a cargo.
- Ah, pues qué extraño, eres guapa, lista y rica, cualquiera querría salir contigo.

No terminaba de comprender por qué había dicho aquello, aunque tampoco estaba mintiendo (a no ser que todo lo que Asami les había contado sobre ella fuera mentira) ni era algo que jamás se le hubiera pasado por la mente… y sin embargo, al decirlo en voz alta, se volvía algo incómodo.

- Supongo… gracias. – Las mejillas de Asami se sonrojaron ligeramente. – ¿Y tú?
- ¿Yo qué? – Tardó unos segundos en procesar la pregunta, sintiéndose tonta después. – Oh, no, no. No tengo novio.

Tampoco creía que fuera nada extraño. Le gustaba pensar en la idea de que algún día encontraría la persona adecuada para ella, aunque no tuviera mucho que ofrecer a cambio. Fuera del juego no era nadie que resaltara en la multitud: no tenía el pelo blanco y voluminoso, sino liso y lacio, de un marrón común como el de sus ojos, que tampoco eran verdes. Incluso podría o no haber retocado un par de detalles de su figura… pero aquello ya sí que era secreto.

- ¿Y… novia? – Asami apartó la mirada nada más preguntar.
- No, claro que no…

La respuesta había sido más bien automática. Si no había encontrado novio, ¿de dónde iba a sacar una novia? Kora notó que se estaba deprimiendo ella sola, era hora de hacer algo al respecto.

- ¿Podemos ir al puesto ese de gelato que encontró Elizabeth? – De todas las comidas que había probado en el juego, aquella estaba en su top 5, y el sabor dulce le animaría.
- Claro, espera que termine de comprar esto.

El puesto no estaba muy lejos, apenas un par de calles del mercado, aunque era fácil que pasara desapercibido si uno no prestaba atención. Kora recibió su gelato con un gritito contenido, sosteniéndolo con la mano que tenía libre, aún sujetando la de Asami cuando se sentaron juntas en un banco.

- Por cierto, creo que está funcionando. – Dijo entre lametón y lametón. – No he recibido un mensaje creepy desde que nos hemos cogido de la mano.
- Me alegro… – Asami suspiró, con una media sonrisa. – Aunque me temo que ha funcionado demasiado, a mí me ha llegado una invitación a un trío.
- ¡Oh! – Kora se detuvo. – Sí que se lo ha creído la gente…

Pero coger de la mano a alguien no tenía que implicar tanto, ¿no?

Kora bajó la mirada hasta ver cómo sus manos todavía estaban juntas, la piel bajo encaje resaltando sobre el cuero fino. No se había parado a pensar mucho en ello, al menos de forma consciente, simplemente disfrutando de la agradable sensación.

- ¿Te… te molesta? – Preguntó a Asami. Quizás ella no estaba tan contenta con las implicaciones de aquel gesto.
- No, para nada. – Negó con la cabeza al responder. – Sólo… sólo lo comentaba. Pero no me molesta ir de la mano, menos aún si al menos no te ha llegado ningún mensaje raro.

Ante las palabras de su amiga, tan protectiva como siempre, Kora sólo pudo sonreír mientras acomodaba sus manos en el banco. Entrelazó los dedos y continuó con el helado.

- ¿Dónde tenemos que ir después? – No había memorizado del todo su ruta, sólo había saltado a acompañar a Asami cuando le habían asignado ir de compras.
- No mucho más, un par de puestos para comprar una Claymore que sólo venden aquí. – Asami se colocó el pelo bien al hablar. – ¿Por? ¿Querías ir a algún sitio?
- No… no en especial. Sólo que podríamos dar una vuelta luego. – Kora se encogió de hombros con normalidad. – Me gusta pasear así.

No quería que Asami pensara nada extraño, ni creyera que sus intenciones eran menos inocentes de lo que podían parecer. Esperó la respuesta de la otra, mirándola de lado, expectante. Asami parecía sorprendida, aunque su gesto se suavizó enseguida en una sonrisa amable.

- Claro. Nos vendría bien un rato libre.
- ¡Genial! – Kora apretó la mano, y sintiéndose algo más valiente, se dejó llevar por la idea que se le acababa de ocurrir. – Por cierto, necesitaríamos extra protección.
- ¿Qué quieres decir?

Sin pensar demasiado en ello, porque si no se arrepentiría, Kora se inclinó hacia Asami y besó su mejilla. Ésta abrió los ojos un momento, sorprendida por el gesto, aunque luego bajó sus largas pestañas con una risa floja.

- Así nadie tendrá ya dudas de que vas conmigo. – Explicó.
- Hmm, eso servirá para los que estén aquí… – Asami le miró de lado, con los párpados bajos, haciendo que le dieran cosquillas en el estómago. – ¿Pero, y los que no te han visto ahora?
- No te preocupes, ¡me encargaré de que todo el mundo sepa que eres mía!

Quizá sí que se había pasado de la raya aquella vez, notando cómo el rubor le cubría el rostro con una ola de calor. Pero era demasiado tarde para echarse atrás, lo dicho, dicho estaba, y volvió a terminar su helado mientras pensaba en posibles muestras de afecto con las que dotar a su compañera. A su lado, Asami simplemente soltó una risita.