Ok...
Debo decir que me emocioné muchísimo cuando leí esta prompt y recordé al amigo vagabundo de Miley Cirus |D;; jaja, así que escribí... Mucho. En un comienzo planeaba que fueran algo de 1,5k para no excederme tanto, pero se me salió de control y escribí 2,5k, a pesar que recorté varias cosas y escenas cuando leí la versión final. No quise tampoco postear partes en el patio de juegos por lo que es un oneshot y solo pondría cosas menores a 1k allá también Y bueno, conversando con Dorita me dijo que solo se cuentan las 1k y está bien, yo solo quiero compartir mi fic porque le agarré mucho cariño ;v;
y además es ligerito de leer, bien puri light con edulcorantePrompt: Tu bishoujo adopta a Personaje B, un vagabundo sin hogar***
“¡¡¡SAYAKA, VUELVE!!!”
Apenas gritó esto, Yuichi -su mánager-, se maldijo a sí mismo por la atención que había llamado hacia quien se suponía debía proteger de la atención pública. Aún así, la peliceleste que le llevaba varios pasos de ventaja parecía no importarle los gritos de la gente que empezó a perseguirle, gritando:
‘¡¡¡OMG ES OKTAVIA!!!’, ‘¡¡QUIERO UNA SELFIE CONTIGO!!’, ‘¿¡ES VERDAD QUE ERES AMIGA DE KOURTNEY KARDASHIAN!?’, entre otros.
Se suponía que aquella preciosa mañana se dirigían a un photoshoot para promocionar su próximo single,
Miki vol. IV, pero de un momento a otro dentro de la camioneta apenas llegaron a una luz roja, la peliceleste dijo:
‘Jin, aparca el carro en la próxima avenida, iré por algo de comer’ y sin darle tiempo a nadie de reaccionar, tomó su bolso y salió en medio de la pista. ¿Por qué? Porque así de random era la jodida de Sayaka Miki, ex estrella Disney y en rápido ascenso en todos lados, a la cual Yuichi tenía la desgracia de representar. Una vez incluso decidió comprarse un cerdito de mascota y lo llevó a uno de sus conciertos en Taiwán, al cual llegó montada en un caballo de carreras. Sí, sus fans la amaban por su ‘originalidad’, pero él la odiaba porque tuvo que disculparse por toda la mierda de caballo tirada por el lugar.
“Sí, me das tres donas cubiertas de chocolate con crema pastelera, un six pack de munchkins de cualquier sabor… Yuichi, ¿quieres algo? Te invito”. Finalmente había llegado donde ella, Sayaka se había metido en un Dunkin Donnuts y era la cara de la inocencia mientras todo el mundo le tomaba fotos.
“Sí, quisiera una dona glaseada con QUÉ HACES AQUÍ”.
“Tenía hambre y no comeré nada hasta después del photoshoot, duh”, le dijo con un gesto que le indicaba claramente que estaba rodando los ojos por debajo de las gafas oscuras. “Y además estoy cerca del release del single, es obvio que tengo hambre de ansiedad”.
“¿Algo más con tu pedido, Oktavia?”, le preguntó el sonriente cajero, al cual Sayaka le devolvió la sonrisa.
“Una dona con pistacho también, para mi señor mánager”, le dijo sonriente y agregó: “Gracias, Junno”, al leer su identificación. Dicho esto, el chico sonrió como si se hubiera ganado la lotería y procedió a registrar la compra.
“Mira”, comenzó a decirle en voz baja y esperando que nadie estuviera livebloggeando esto en tumblr, “Es verdad que tenemos un montón de cosas encima, tu single, los viajes de promoción, fijar fechas para tu próxima gira y en un mes son los VMAs. Pero por favor, necesito que cumplas tu agenda o todo se retrasará. Además, después del escándalo del Hotel Hilton…”, Sayaka trató de contener la risa, recordando que había roto un inodoro estando drogada hacía tres meses, “No necesitas más atención”. A esto, Junno le dio su pedido a Sayaka y esta le agradeció, dejando una generosa propina. Finalmente, le devolvió su atención al mayor.
“Yuichi, dulce Yuichi… ¿Acaso venir a un lugar público, ser buena con los nativos y sonreír para sus fotos no es suficiente buena publicidad?”.
“Si crees que eso hará que te ganes la confianza de los padres que han prohibido a sus hijas menores de 13 comprar tus CDs, estás equivocada”.
“Tienes razón”, Sayaka frunció el ceño y caminó a la salida, no sin antes sonreírle de nuevo a todos sus fans. “Me he quedado pensando en eso, ¿qué puedo hacer para que el ojo público vuelva a quererme? ¿Qué cosa podría ser mejor que dar propinas y aparentar que soy una niña decente?”.
Al caminar hacia la camioneta se cruzaron con un joven vagabundo que le lanzó un beso volado a Sayaka. Esta se quedó parada en el sitio viéndolo irse y Yuichi sintió su sangre helarse.
“NO”.
“Es perfecto”.
***
“¿Quieres decirme que después de salir a comprar donas adoptó a un vagabundo de la calle, lo paseó, le compró ropa y ahora están los dos jugando Pokemon?”.
“Uh…”.
“Dios, no puedo dejar el país ni tres días sin que Sayaka y sus escándalos me persigan”.
Yuichi se mordió el labio, pensando en el pobre de Kazuya, ex novio de Sayaka y su mejor amigo en secreto. Los dos, ex estrellas de Disney, habían empezado a salir juntos (Sayaka por la publicidad y porque ¯\_(ツ)_/¯, Kazuya por su crush de adolescente) y actualmente eran los nuevos Justin y Selena, con todo mundo esperando por sus fotos de posibles reconciliaciones. La cuestión era que después de haber salido por un par de años, decidieron acabarlo porque el pobre de Kazuya en verdad la quería, mientras que ella solo lo quería de mejor amigo (y publicidad). Años más tarde, finalmente habían equilibrado una gran amistad que los unía y aprovechaban al 100% en todas sus salidas como publicidad, así que cualquier cosa que hacía uno, perseguía al otro.
“Es ese chico que sale en todas sus últimas fotos de instagram, ¿no?” Yuichi quiso matarse ahí mismo.
“Sabía que no debía devolverle su contraseña…”.
“Bueno, en todo caso me encargaré de pedir que me pongan un asiento alejado de ella en los VMAs y mañana postearé alguna foto random de tumblr sobre olvidar a tu ex y volverte fuerte, le pediré a Koki que la busque por mí”.
“Muchas gracias y disculpa por molestarte en tus vacaciones, en serio”.
“Descuida, solo dile a Sayaka que me deje en paz al menos hasta la noche de los VMAs, donde podremos escribir estados pasivo agresivos y mirarnos con amor y odio. Cuídate, fuerza”.
“Gracias, la necesitaré”.
***
“Yucchi, ¿quieres ver la película con nosotros?”. Sayaka y Tatsuya se encontraban acurrucados debajo de una colcha en el sofá cuando la peliceleste vio pasar al mánager por el pasillo.
“No, gracias. Kazuya dice que no lo fastidies más hasta la noche de los VMAs”, dicho esto se fue por otro lado. Si bien era muy formal y correcto en el ojo público, Yuichi era un amigo cercano y vivía en su propia ala del departamento de 7 millones, por lo que se sentía cómodo ahí y con ella.
“Debió haberme dicho que llamó a Kame”, murmuró volviendo su atención a la película.
“¿Quién es Kame?”.
“Ah, es mi ex de Disney, ¿recuerdas que salí en Sayaka Montana? Él hacía de mi mejor amigo”.
“Sí lo recuerdo”, dijo Tatsuya tras unos segundos. “Mi hermana era su fan”.
“¿Tienes una hermana?”, preguntó curiosa. “Yo tengo uno, pero es idiota”.
“La mía es dentista, pero no idiota”, dijo riendo. “Nada en especial, pero al menos pudo corregirme los dientes hace un par de años, solía tener un hueco aquí, entre estos”, le dijo mostrando sus incisivos.
“Yo de niña usaba frenillos, pero luego me los quitaron porque aparentemente, la apariencia desarreglada me volvía ‘cute’ para el programa. Así fue que me quedé con estas desgracias”, señaló con un gesto a su boca en general.
“Podría ser peor, además, ese diente que tienes aquí”, le dijo abriéndole la boca con una de sus manos y señalando su canino inferior, “Se ve bonito cuando sonríes” y dicho esto, le dedicó una sonrisa grande, de esas que raras veces le había dado (Sayaka las descubrió después de casi morirse ahogada en una competencia improvisada de quién-tome-más-rápido-la-cerveza-tiene-derecho-a-escoger-qué-comemos-esta-noche) y que por alguna no tan extraña y cliché razón le aceleraban la respiración.
“¿Es esa tu manera de engatusar a jovencitas indefensas? ¿Halagando sus imperfecciones dentales?”.
“La última vez que chequeé, no eras una jovencita indefensa, eras una strong independent woman”, dijo alzando las cejas.
Sayaka maldijo por lo bajo, todo menos seducir a la feminista interior, todo menos eso.
***
Mientras Yuichi tomaba un whisky dentro de la limosina para calmar sus nervios, observó que por alguna extraña razón Tatsuya había llevado una guitarra con ellos y se concentraba en sacar algunas notas que le parecían conocidas. Estuvo a punto entonces de preguntarle por qué diablos tenía el instrumento ahí, pero por la cara que tenía Sayaka de ‘dile-algo-a-mi-vago-y-te-lanzo-por-la-ventana-porque-no-estoy-de-humor-tengo-miedo-odio-ser-una-cantante-debí-haber-sido-monja’, decidió ahorrarse el comentario. Fue después de unos minutos en que ya se acercaban al lugar que deseó chequear que todo saliera en orden.
“Veamos”, Yuichi dejó su whisky en el posavasos. “Tu vestido es de Vera Wang, tacones de Stella McCartney y tu joyería…”.
“Mi sobrina de dos años”.
“Tu sobrina de dos años”. Lo que más odiaba Yuichi eran esas pequeñas derrotas. “Kelly Osbourne te entrevistará, luego pasarás con Tatsuya al teatro y no te olvides de pasar cerca de Kazuya. Koki ha mandado mil mensajes de texto mandándome al demonio porque están haciendo el mayor tiempo posible hasta que llegues y puedan fotografiarlos. Tatsuya, tu terno y reloj son de Hugo Boss, ¿recordarás eso?”.
“Sí”.
“Ok. Tu performance es la cuarta, terminando el primer número irás backstage. No lo vayas a echar a perder”.
“Como si Sayaka pudiera hacerlo”, dijo Tatsuya con sorna. “Es perfecta”.
Yuichi nunca había visto a Sayaka sonrojarse.
***
Todo había ido a la perfección. Sayaka se desenvolvía en la carpeta roja como un patito en el agua, riéndose con todas las personas del lugar y cómoda consigo misma, además que ella y Tatsuya se habían vuelto las estrellas de la noche al hacer varias poses divertidas (con guitarra incluida) ante las cámaras. Mejor aún: Cuando pasaron cerca de Kazuya el chico les miró con una amargura que parecía realmente genuina, lo cual garantizaba 100% de chismes al día siguiente. Si bien un montón de ellos serían mala prensa, Yuichi conocía el negocio y sabía que ello era también bueno.
Llegó el momento más importante de la noche, la performance. Si bien Yuichi tenía miedo que la peliceleste no hubiera ensayado lo suficiente por dedicarle su tiempo a Tatsuya, nada malo pasó y Oktavia brilló como nunca. Esto garantizaba también que todos se olvidarían de la performance del año pasado –la cual ni planeaba recordar-, además que la del presente concordaba con el giro que le querían dar a su imagen de cantautora, un poco más madura.
En fin, todo fue un éxito, pero lo mejor fue cuando terminó su número y se quedó en el escenario, donde cantó parte de la balada que saldría en el próximo single y dejó muda a la audiencia con su interpretación. Sin embargo, lo más resaltante fue que apenas dijo que cantaría la canción, pidió silencio para que se escuchara la música y luego le pidió a un VIP que le alcanzara su micrófono a Tatsuya, quien se había parado sobre su asiento y llevaba colgada la guitarra, listo para tocar. Yuichi en ese momento sintió que se le venía el mundo abajo, pero el chico empezó a tocar y Sayaka cantó y todo lo demás fue música, emoción y silencio. Al acabar, la gente la aplaudió como nunca antes lo habían hecho.
“¡¡FELICITACIONES!!”, gritó entusiasmado dándole un gran abrazo tras bastidores una vez que regresó, entusiasmado por el boost que le daría esta performance a su carrera. “Estuviste bellísima, preciosa, magnífica, fue…”, pero al apartarse de la peliceleste, la vio pálida. “¿Qué sucede?”, preguntó.
“Yuichi”, le susurró como si estuviera a punto de decirle que había matado a alguien. “Creo que me enamoré del vago”.
***
“Y el premio a mejor video musical, va para…”, En la pantalla grande se podían ver los rostros de Gaga, Lorde, Rebecca Black y Sayaka. Tegoshi, ganador del premio el año pasado –tras arrebatárselo injustamente a Sayaka, concordaban Yuichi y Kanye West- abrió el sobre y dejó que Massu, su compañero, lo leyera.
“¡¡Oktavia!!”, dicho esto la peliceleste se quedó paralizada a lo que a su lado Tatsuya se levantaba y saltaba en el aire, gesto que también hizo Yuichi (y Koki, quien estaba a su lado) varias filas atrás. La chica finalmente sonrió fuera de sí y se volteó a ver al chico, quien le tomó de la mano y le dio un fuerte apretón, antes de…
…Irse él hacia el estrado y dejar a Sayaka bien sentada.
Esto había sido muy bueno como para ser cierto. Nunca debió de haber subestimado a Sayaka, ¿sacar a un vagabundo de las calles? Easy peasy, ¿hacer que el vagabundo sea su dueto musical en los VMAs? Child’s play, ¿Dejar que el vagabundo tome mi premio y haga el speech por mí? Now, that’s something. Yuichi intentó ahorcarse con su corbata y Koki le dio unas palmadas, suspirando.
“Hola, mi nombre es Tatsuya Ueda y vengo a recoger este premio en representación de Oktavia. Los dos somos grandes amigos desde hace poco tiempo; pero lo que no conocen es que ella me acogió en su casa después de varios meses en que me quedé yo sin una”. Se escucharon murmullos, pero Tatsuya siguió. “Al comienzo pensé que era una broma, pero ella insistió y decidí ver cuál era su juego. Eventualmente, me di cuenta que varias cosas que hacen los famosos como ella son por publicidad y eso es algo discutimos para que abordara hoy. Sayaka me acogió por publicidad, sí, pero al volvernos amigos, eso quedó atrás. Así, queremos llamar a la reflexión lo que hacen los famosos con tal de mantenerse a flote y cómo la industria promueve este falso actuar humano. Muchas fans llaman ‘original’ y ‘perfecta’ a Sayaka, pero no lo es, está muy lejos de serlo y ella desea que todos sus fans sean conscientes de ello, no se puede ser ninguna de esas cosas, pero se debe caminar siempre a volverse una mejor persona, eso es lo mejor que uno puede hacer. Pero además, conocernos de aquella manera llevó a hacerla pensar sobre los problemas que jóvenes sin casa como yo hoy en día vivimos, por lo que deseamos promover la fundación que hemos creado hace un par de días en secreto”, Yuichi finalmente entendió por qué los dos se la habían dado de evitarlo últimamente y andarse susurrando cosas, “Esta consistirá en un equipo de profesionales que ayudará a todos nosotros a encontrar puestos de trabajo, cursos, brindar asesoría legal y a recibir capacitaciones con la finalidad de tener una asistencia sólida en cuanto a cómo obtener ingresos que permitan mejorar nuestra calidad de vida según nuestras habilidades y nivel educativo. Invitamos a todos los presentes a que busquen nuestra ONG como
’Un techo para Johnny’ en internet, donde la ayuda se recibe en forma de voluntarios por el momento. En fin”, rió un poco nervioso pasándose el trofeo de mano a mano al escuchar todos los aplausos que le confirió el público. “Quiero agradecer por este premio a todos de parte de Oktavia, quien le tiene una gran estima a todos sus fans, pero me iré sin no decir antes, Sayaka, ¿quieres estar conmigo?”.
Tatsuya rió de nuevo de manera nerviosa, agachó la cabeza y se fue corriendo del estado, mientras que una cámara enfocaba a Kazuya que miraba consternado a Sayaka y otra que enfocaba a la sonrojada peliceleste, quien se cubría el rosto pero dejaba entrever una sonrisa. Fue cuando llegó Tatsuya a su sitio con su premio que la chica se levantó a darle un beso en frente de todo el mundo. Tegoshi, con la boca abierta, levantó el micrófono para decir algo, pero en eso Kanye West se lo arrebató (por año consecutivo).
“Yo Tegoshi, I’m really happy for you, I’ll let you finish, but Oktavia and that dude over there are the sweetest couple after Kim and I! Sweetest couple after us!”
Yuichi Nakamaru, sonriendo, tuvo que concordar por segunda vez en su vida con Kanye West.
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