Empiezo con esta, dado que venía con DEDICATORIA
(◡ ‿ ◡ ✿)
algún día suiseiseki podrá decir "sí, yo conocí a una chica que llamó ichigo holden a su hijo, o sea imagínate"LLEGÓ POR QUIEN LLORABAN ok no jaja, pero aaaah qué lindo se siente fickear y participar en algo después de diez mil años ;_; últimamente no me sale nada para escribir y todo lo que toco me da cólera, así que MIL GRACIAS CHOOOO, HA SIDO DEMASIADO GENIAL FICKEAR CONTIGO ♥♥♥ Tenemos que tener más noches de cafecito y planear fics así por favoooor XD
Prompt: Amigos de tu HiME o Rebel se preocupan por dicha persona y le organizan una intervención.
En azul: La parte de Cho. Lo demás es mío.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES PURA, MERA Y LLANA COINCIDENCIA***
Suiseiseki estaba enojada. No, olviden eso, estaba FURIOSA. Y lista a cortar a una perra en la cara con un cuchillo. Y es que ella podía tolerar muchas cosas, podía tolerar que Miranda las hubiera llamado de nuevo a ser HiMEs; podía tolerar que tanto Hikaru como Duo le hicieran la vida cuadritos; podía incluso, INCLUSO, tolerar la comida de Lince. Pero tenía que fijar la raya aquí, de ninguna manera iba a tolerar que le faltaran el respeto de esta manera. Y es que con ella no se iban a meter en ese asunto, absolutamente no. No importaba si se metían con su manera de hablar, con su falta de aptitud para sumar más de dos dígitos, con su falta de tacto para la vida en general.
No se iban a meter con su compromiso con Yuri on Ice.
Y es que no era una
obsesión, sino un
compromiso. Sí, porque ella no se obsesionaba, ella se comprometía con una causa, SIEMPRE y Yuri on Ice era la causa con la que ella se identificaba en el momento. O sea, ¿quién no podía amar esa obra de arte? No sólo habían retratado una relación homosexual de una manera tan sana, abierta y de manera gradual; sino que encima tenía miles de personajes con tanta profundidad e historias y… Sí. Era una causa que ella defendería con su CORAZÓN.
Y si para que esa maldita causa tuviera una segunda temporada ella tenía que personalmente comprar toda la mercancía que existía en el mundo, PUES ELLA LO HARÍA. Además, a diferencia de las perras básicas del resto del mundo, ELLA VIVÍA EN JAPÓN, así que ya era caserita de todas las tiendas Animate y tenía todos los productos oficiales, los de los cafés, las revistas, los dvds y gashapones de las tienditas en Akihabara. De hecho, Suiseiseki había planeado ir ese día a otro café de Yuri on Ice para poder relajarse haciendo su paper sobre antropología de la subjetividad (el tema era sobre el cosplay, los deseos y la performance; nada relacionado con el hecho que hacía tan solo dos semanas había ganado el primer puesto de cosplay con su cosplay de Yuri Plisetsky para el free program en uno de los eventos de Animate), escuchando la bellísima música del OST que ya se había aprendido para tocarla en piano… Hasta que la tragedia llegó.
Y es que esto era una tragedia. TRAGEDIA. UN CABALLO DE TROYA, ESO ERA. Porque lo que parecía ser una buena intención, en realidad estaba disfrazado de insulto, el más grave que le habían hecho en su vida.
Le había llegado una invitación por Facebook de Osaka para asistir al evento organizado por los fans de Yuri on Ice de Hanasaki para el Sweet Sixteen de Yuri Plisetsky.
Hasta ahí todo sonaba bellísimo. ¿El sweet sixteen de su personaje favorito e hijo adoptado? PERFECTO. Una hermosa oportunidad para usar otra vez su traje ganador del Allegro Apassionato en B menor. Y además, era un evento realizado en uno de los auditorios del mismo Hanasaki, así que no tendría que salir del campus, dándole más tiempo para asegurarse que el cosplay quedara perfecto y así de paso terminar de escribir sus flashcards con toda la información del anime (o sea, duh, ella iba a ganar la trivia. SIEMPRE ganaba la trivia).
¿Cuál era el problema, entonces? ¿Cuál había sido el insulto, la osadía, aquello que jamás perdonaría hasta su último respiro?
Que hubiera un maldito club de fans en Hanasaki del que ella no estuviese enterada.
No es como si Suiseiseki fuera demasiado mayor para no enterarse de lo que sucedía en la secundaria, es decir, en la práctica todavía tenía el corazón de una colegiala y a veces se juntaba con chicas menores del fanclub de las Kardashian. Así que era imposible no haberse dado cuenta que existía un fanclub. Y si el fanclub era organizado por gente de la universidad, pues FIRST OF ALL BITCH y segundo, ¿¿¿acaso no había dejado ya en claro que ella era el referente número uno de yuri on ice en el campus??? O sea, alguien tenía que ser ciego para no haberse dado cuenta de cómo su sentido de la moda había mejorado en un 100% después de acabada la serie, o que su postura había mejorado considerablemente después de tantas clases de ballet. TUVIERON QUE HABERSE DADO CUENTA, ¿NO? SU FOTO DE PERFIL ERA ELLA LLORANDO AL RECIBIR LA MEDALLA DE ORO DEL MEJOR COSPLAY, ASÍ COMO YURI SE PUSO A LLORAR ACABADO SU FREE SKATE.
¿¿O acaso ella estaba equivocada en algo y no había mandado el mensaje que quería mandar??
La incertidumbre y la ira la asolaban. Y es por eso que iba a ir a ese sweet sixteen, iba a dejar en claro que ella era la fan número uno de ese maldito anime, y luego, cuando su posición de macho alfa hubiera quedado segura, se habría hecho de las riendas del maldito club. Porque no, nadie en su sano juicio iba a manejar un club sin ella ahí dirigiéndolo. AMÉN.
Terminó de maquillarse, se dio los últimos ajustes a la peluca, agarró su bolso y salió de la mansión HiME. Menos mal que el auditorio en cuestión se encontraba en el pabellón más cercano, así que no corría riesgo que el cosplay se ensuciara. En el camino fue repasando sus flashcards, intentando memorizar que el nickname que Yuuri Katsuki le puso a Yuuko Nishigori en el primer episodio del anime fue Ice Castle Madona. O que el color de las trillizas, en orden de aparición, era Axel, el morado, Lutz, el celeste y Loop, el rosado. Que la canción del free skate de Otabek era la sinfonía número 9 de Beethoven, el segundo movimiento, “Adviento”; y que la canción de su short program fue la apertura “Samarkand”, que, como dato curioso, era una canción de Uzbekistán al igual que el nombre Otabek, que en realidad el nombre al estilo de Kazakhstan debería ser…
LLEGÓ. OMG. La puerta estaba preciosa, tenía dos posters de Yuri Plisetsky, el primero era de esa bellísima escena del final de la copa Rostelecom cuando compartió un katsudon pirozhki con Yuuri y le sonrió como el ángel que era; y el segundo era de él de espaldas con su traje de Ágape. Conteniéndose las ganas de llorar para que no se le corriera el maquillaje y no le fastidiaran los lentes de contacto verdes del cosplay, Suiseiseki sacó su teléfono para tomarles una foto y luego una selfie directa pal Instagram.
#YuriPlisetskyTurns16 #Cosplay #YuriOnIce #YOI #YuriPlisetsky #OtabekAltin #Otayuri #Otario #Yurabek #Yurabeka #Altisetsky #Hanasaki #Rizembool #Himes #Rebels #LikeForLike #Tokyo #Japan #Anime #BitchesWouldKillToBeMe #ReadyToSlay #FirstOfAllBitchTerminadas de subir ambas fotos, Suiseiseki puso la cámara frontal otra vez, corroboró que estaba preciosa y que nuevamente ganaría el concurso, guardó el teléfono, abrió la puerta…
Y un cartel gigante que decía “INTERVENCIÓN” colgaba en el fondo.
¿…Se había equivocado de lugar? Pero si los posters estaban ahí… SEGURO SE HABÍA EQUIVOCADO DE HORA. NO. OMG NO. Sacó su teléfono rápidamente para ver si es que por estúpida había visto mal la hora, pero una mano se posó en la suya y se encontró con Osaka sonriéndole dulcemente, de la misma manera que le sonreía cada vez que iba a terapia conjunta con Yzak.
“Hola Sui-chan~” le saludó su consejera HiME con la más melodiosa y pacífica de las voces, mientras le sonreía irradiando una amorosa y apiadada aura con la intención de salvar a su pobre alma de la perdición. La HiME se mostró comprensivamente confundida.
“¿WTF~desu?” ella dio un paso hacia atrás y no tardó en notar a varias personas presentes en ese ambiente, todas sentadas en sillones. La mayoría eran conocidos de hace varios años, aunque había una persona random que apenas se le hacía vagamente familiar. “¿Qué está ocurriendo~desu?”
“Ven conmigo, siéntate a mi costado,” Osaka cerró la puerta y le condujo a un sillón donde había asiento para las dos. La exHiME esperó a que su fiel paciente empezara a mirar a todos y aclimatarse a la situación para comenzar con la intervención. “Antes que nada, quiero decirte que todos estamos aquí porque te queremos y pensamos que eres genial y en verdad creemos que algún día la chía va a salvar el mundo. Y es porque te queremos que…”
“Un momento~desu,” Suiseiseki paró el coche de Osaka con su speech motivacional para dejar lo más importante en claro. “¿Entonces no hay un Sweet Sixteen de Yuri Plisetsky~desu? ¿No hay un grupo de fans de YOI en Hanasaki~desu?”
“…no lo hay…” Larsa negó con frustración al detectar dónde estaban las prioridades de la HiME. “Fue una excusa para hacer que vinieras…”
“Ahh entonces no fui dejada de lado por un club de fans inexistentes~desu,” hizo el ademán de secarse el sudor de la frente. “¡Aunque me han dado una muy genial idea~desu! ¡Tengo que ver cómo organizar el Sweet Sixteen yo misma~desu! ¡Si muevo las masas puede que alquile el American Airlines Arena cercano para el evento~desu!”
“S-Suiseiseki, escúchanos por favor,” Kaoru mostró cierto dolor en su expresión.
“Pero sí~desu, ¿por qué me han llamado~desu? Me han ocasionado una gran duda existencial en el camino hacia acá~desu,” ella se cruzó de brazos, demandando explicaciones.
“Sui-chan, como decía…” retomó Osaka con todos los ánimos. “Es porque todos aquí te queremos mucho…”
“Yo no…” dijo Holden, rodando los ojos e ignorando las miradas de los demás. “Pero ya llegará mi turno.”
“Ehh…” Osaka sonrió incómoda y continuó. “…que nos preocupamos por ti y queremos hablarte sobre tu más reciente obsesión con Yuri On Ice y con tu personaje favorito de esa serie.”
“¿Desu?” Suiseiseki le miró perpleja. “¿Pero por qué~desu? Yo no tengo ningún problema~desu” ella notó a todos frustrarse de distintas formas. “¡En serio~desu! ¡Y no es una obsesión~desu! ¡Es un ardiente deseo, razón de ser y vocación en la vida que gobierna y guía mi existir en el presente~desu! ¡Soy una persona muy apasionada y YOI específicamente habla sobre los distintos tipos del amor que ha resonado en mi interior~desu!”
“C-Comprendo que haya cosas que a uno le gusten de sobremanera, créeme, te entiendo mucho…” Cho desvió su mirada con incomodidad. “Pero si nos hemos reunido aquí es porque además de que creemos que te puedes perjudicar, también puedes causar inconvenientes a otras personas.”
“¿Cómo así~desu?” alzó una ceja, no convencida.
“Este me parece un buen punto para que todos tomemos turnos explicándonos,” sugirió Osaka. “Cho, ¿podrías comenzar?”
“Claro,” la peliceleste sacó un papel donde había tomado algunos apuntes. “Me preocupan mucho tus gastos y la extensión a la que has ido para adquirir toda la mercancía relacionada con…” se aseguró de revisar bien el nombre antes de decirlo. “Yuri Pli…setsky…” volvió a mirar a la desu para notar cómo esta desaprobaba que no supiera bien el nombre. “Ehem, sé que has estado frecuentando todos los Animate, has participado en cada gashapon e incluso has ido fines de semana a zonas turbias de Akihabara para encontrar las ediciones limitadas de llaveros, imanes y entre otros.”
“¿Pero qué hay de malo en eso~desu? Te aseguro que no soy la única que lo hace~desu.”
“Creo que en tu caso puede ser serio. Por favor, Suiseiseki, tienes que entenderlo. Has gastado todos tus ahorros, un iPod y un kilo de limones en tu búsqueda.”
“¿Limones?” Sora frunció el ceño. “Y justo andamos en escasez. ¿Qué tan caro era eso que intentabas conseguirte?”
“¡P-pero tengo perfectamente justificables razones para haber agotado las reservas de limones de la mansión HiME~desu! ¡Además la persona con la que intercambié los limones los necesitaba para una fiesta en honor al pisco sour~desu! ¡Así que todos salimos ganando~desu!”
“Ehh, creo que vi a Lince deprimida en un rincón en la cocina…” Cho desvió su mirada, incómoda. Ella dio un suspiro. “Sólo quiero que lo entiendas. No debes excederte, por favor. Tampoco soy la única aquí que ha venido a hablar contigo.”
“¿Quién quisiera ir ahora?” preguntó Osaka, sin inmutar su sonrisa. Ella vio a Larsa levantar la mano y le dio la palabra con un ademán.
“X-san,” Larsa se levantó como quien le rendía un leve homenaje y toda su atención. “Concuerdo con las palabras de Kasuga-san de que nos preocupamos por tu bienestar, y esperamos que sus pasatiempos y gustos personales no terminen haciéndote ningún daño. Después de todo, siempre te he considerado como una amiga.”
“Gracias~desu,” ella sonrió.
“Aish deja de ser tan ceremonioso y ve al grano,” Sora rodó los ojos. “Ya Osaka nos ahorró ese discurso.”
“Cállate…” él miró a su amigo con desaprobación y procedió a explicarse. “Comprendo que ha sido el anime de tu interés el cual te ha motivado a tomar clases de ballet.”
“¡Exacto~desu!” Suiseiseki juntó sus manos, maravillada. “YOI me ha hecho conocer la delicadeza y gracia de disciplinas artísticas como el ballet y pienso volverme una experta~desu. Lo estoy tomando muy seriamente~desu.”
“Sí, estamos al tanto,” asintió y frunció el ceño con un gesto de preocupación. “Sin embargo, como una estudiante de universidad, no debes permitir que tus horarios se crucen o que tus estudios se vean perjudicados por tus corazonadas.”
“P-pero el ballet es ahora gran parte de mi vida~desu. También es muy culto y apropiado~desu.”
“Pero sé que escogiste un horario que tiene conflicto con tus estudios. Y me han dicho que te retiraste de un curso anual y obligatorio de tu carrera con tal de tomarlo. Lo lamento, pero no lo considero justificable.”
“Ehhh…” la desu se sintió incómoda, y al no poder venirse con una perfecta excusa para defender su decisión, optó por ser honesta. “P-perdón~desu, es que es la mejor academia de ballet y cerca de la universidad y era el único horario con cupos~desu. A-aunque insisto que es una gran necesidad de que tome el curso~desu.”
“Lo estoy mencionando por tu bien y porque espero que tus estudios no se retrasen demasiado.”
“¡Pero soy una HiME~desu! ¡Y como una de las hijas predilectas de Miranda tengo beca de por vida~desu! ¡Estaré perfectamente bien~desu!” declaró con grandes ánimos.
“X-san, te pido prudencia con tus acciones. Es importante que te moderes, de lo contrario podrías causarte problemas en el futuro a ti misma. Deseo velar por tu bienestar al igual que todos aquí…” miró de reojo a Holden antes que este fuera a decir algo. “…menos aquel invitado, pero sé que hablo por la mayoría.”
“Lo sé~desu y muchas gracias por tu honestidad~desu,” Suiseiseki asintió, aunque pese a comprender el punto del chico no daba la impresión de querer cambiar su forma de ser.
Habiendo terminado con lo que tenía que decir, Larsa volvió a tomar asiento y este notó cómo Sora estaba impaciente a su costado.
“¿Sucede algo?” le preguntó con un tic en la ceja.
“Me cuesta creer la forma delicada en la que eres a veces,” Sora le miró con desconfianza. “Si yo hubiera hecho algo así habrías estampado mi cara contra la pared y fin de la discusión. Malditos dobles estándares.”
“Estamos aquí por X-san, no por ti.”
“Sí, a mi nunca me organizarían una intervención,” resopló.
“Nunca es tarde, Sora, no pierdas las esperanzas~” declaró Osaka con alegría. Cho no evitó reírse un poco.
“¿Ehh?” este se quedó confundido y miró a quienes conocía. “No me andan planeando algo, ¿verdad?”
“…” Larsa dio un pesado suspiro. “Continuemos, por favor.”
“¿A quién le gustaría continuar?” preguntó la paciente consejera.
“Antes que se vengan con teorías conspiracionales en mi contra, tomaré la palabra,” Sora negó y se enfocó en el presente tema de importancia. “Ehh, Sui…seki, sí, tú… perdón, todavía no me aprendo bien tu nombre,” le notó mirarle con leve reproche. “Ehh en fin. Al igual que los demás, estoy aquí porque me preocupo por ti, y particularmente pienso que ese undercut que te has hecho en el cabello no te queda nada bien. Pensé que tu look siempre iba a ser la de una muñeca con cabellos de Rapunzel o algo así. En serio, ¿en qué estabas pensando?”
“…” Suiseiseki se quedó en blanco al igual que la mayoría presente, y frunció el ceño. “¿Todos se pusieron de acuerdo para que él me diga eso~desu?”
“Pues, creo que lo dijo muy mal…” Kaoru negó en desapruebo. “Le faltó delicadeza.”
“¡Pero nada de ‘delicadeza’~desu! ¡YOI me ha inspirado para mejorar mi estética~desu! ¡Y ese undercut además de ser más fashion-forward que mi look de siempre significa mucho dentro de mi corazón~desu! ¡No quiero pensar en ustedes como haters~desu!”
“T-te aseguro que no es nada así,” dijo Cho, apresuradamente. “Sólo lo comentamos entre nosotros y temíamos que por seguir a tu fandom fueras a perder tu individualidad.”
“Sí, eso y en verdad no te queda nada bien,” insistió Sora. “Como un amigo te tengo que decir la verdad aunque duela.”
“Recuerda al menos ser algo cordial,” le aconsejó Larsa.
“Shhh tú, ya hablaste. Es mi turno de hablar.”
“…” dio un suspiro.
“Me sumo a la misma observación,” Holden decidió no reservarse más y se dirigió a todos sin reserva, con cierto espíritu justiciero e indignado. “Es que, en serio, hablas tanto de estética y clase, ¿pero qué demonios de anime estás mirando para justificar el maldito vestido que llevas todo el día? Y no, no me refiero a ese cosplay sacado de Cirque du Soleil que tampoco es tan cristiano que digamos. ¡Me refiero a tu fucking vestido!”
“¡N-n-no insultes a mi fucking vestido~desu!” la HiME se indignó. “¡Es MI fucking vestido~desu! ¡¿Qué cosa te crees~desu?!”
“¡¿Acaso tienes que ir al oculista para que te operen de los ojos?!” Holden sacó su smartphone para mostrar a todos una foto del atuendo que seguramente ya habían visto varias veces en las últimas semanas. Era un vestido con flecos y muy voluminoso que se parecía al vestido verde usual de Suiseiseki, pero este era completamente negro y en el frente había un estampado gigante del rostro de un leopardo que iba desde el cuello hasta la propia base del vestido, encima de todos los flecos, el cuello e incluso las mangas. “¡Es esta maldita monstruosidad que impones en todos dentro de Hanasaki! ¡Me duelen los ojos cada vez que tengo que verlo y en todas las fotos que la gente te anda tomando! ¡Como un estudiante honorario de arte, condeno tu elección y debería quitarle el título y trabajo a quien sea que te lo confeccionó!”
“¡No te metas con mi apasionada elección de fashion~desu! ¡Soy una persona libre de vestirme como desee~desu! ¡Y lo he hecho mi ropa usual pese a ser verano por todo el amor que representa para mí~desu! ¡En serio no hay nada de malo conmigo y no es la prenda más rara que existe~desu!”
“¡Debes estar bromeando! ¡Ni en esos programas de MTV donde ofrecen recompensas por retos la gente aceptaría ponérselo! ¡Por eso tienes que parar ya! ¡No soy el único harto!”
“¡AHHH no aguantaré más~desu! ¡Todos ustedes son unos abusivos~desu! ¡Lo único que han hecho bien esta reunión fue atinar con los posters en la puerta pero nada más~desu! ¡No siento más que odio y toxicidad de ustedes~desu!”
“Sui-chan, cálmate, por favor,” Osaka se preocupó y le agarró de las manos. “Escucha, mi amiga. Por encima de todas tus decisiones, siempre te recordaré que te queremos y te aceptamos por quién eres. Sólo estamos aquí para expresarte nuestras preocupaciones y dirigirte en caso que te estés haciendo mucho daño. Así que nunca dudes de nuestra amistad, ¿sí?”
“Hm…” ella asintió, un poco más calmada. “No desconfiaría de ti~desu.”
“Me alegra oírlo, Sui-chan,” sonrió ampliamente. “Y es bajo un acuerdo con Miranda que tengo que hablarte con respecto a esa vez que fuiste guía de ese grupo de estudiantes de intercambio y te pusiste a llorar desconsoladamente cuando averiguaste sobre ese chico que vino de Kazakstan,” continuó sonriendo pese a que la conversación empezaba a tornarse más seria y un tanto inquietante. “…y cómo te emocionaste, lo abrazaste, le hiciste preguntas, le volviste a abrazar y le pediste más datos de su país de origen que lo aceptable y hasta le seguiste a su dorm y te quedaste hablando con él en contra de su voluntad por casi una hora.”
“D-desu…” la HiME desvió la mirada, avergonzada.
“Y cómo los padres del chico llamaron enfadados a la directora al día siguiente y le gritaron en su idioma natal por media hora demandando recompensas y seguridad…” Osaka asintió con toda la felicidad del mundo y sin soltar las manos de su paciente. “Es por eso que Miranda nos rentó este espacio y nos pidió que hagamos esta intervención para prevenir que más acosos a estudiantes de intercambio de Rusia, Europa oriental o del medio oriente vuelvan a ocurrir, y que lo logremos bajo cualquier medida necesaria…”
“N-no volverá a ocurrir~desu…”
“Yay, es bueno oírlo,” le miró con completa compresión y cariño. “Pero vuelvo a recalcarte que siempre vas a ser mi muy querida amiga y te tendré muy cerca de mi corazón.”
“Sí~desu.”
“Incluso si eres una amiga con tendencia a ser stalker que debilita las relaciones internacionales con nuestros programas de intercambio~” Osaka le sonrió y se vio animada. “¡Yay, siento que se bajaron las energías y estamos todos más tranquilos!”
“O-okay~desu…” Suiseiseki casi se sintió en cierto peligro luego de oírle, aunque Osaka parecía haber dejado su tema de lado.
“Nos toca escuchar al siguiente invitado,” ella miró a Kaoru. “Tienes toda nuestra atención~”“Suiseiseki”, Kaoru le sonrió dulcemente y se sentó a su costado, pero cuando quiso rodear a su amiga por los hombros, esta murmuró algo sobre las plumas del cosplay y que tuviera cuidado… Así que, con un resoplido, el chico optó por simplemente apoyar una mano en su hombro. “Tú sabes cuánto te estimo, cuánto te quiero y que nuestra amistad jamás se acabará independientemente de lo que suceda con mi hermano”. Esto hizo sonreír a la chica. “Y, como te hemos venido diciendo, todos aquí nos preocupamos por ti… O por Hanasaki en general”, dijo en dirección a Holden. “Pero yo en lo particular, me preocuparé siempre por ti primero y solo por ti”.
“Eres una bendición del señor, Kaoru~desu”, dijo la chica emocionada hasta las lágrimas por las palabras de uno de sus mejores amigos.
“Y créeme, Yuri on Ice es un muy buen anime”, al decir esto, su amiga chilló de la emoción y lo miró con una sonrisa aún más grande. “El otro día me lo vi completo y créeme que yo también estoy seguro que en la segunda temporada Yuri y Otabek serán canon”. Suiseiseki dejó ir las manos de Osaka para tomar las de su amigo, pero antes que la chica comenzar a recomendarle todos los fics que tenía que leer, Kaoru la cortó. “SIN EMBARGO… Recuerdo haberte visto tuitear como loca durante el último episodio”.
“OBVIO, o sea, era el último episodio~desu y tenía que corroborar que Yuri ganaría el oro~desu y que los otros dos—” Kaoru la silenció levantando una mano.
“Yo sé. Y era más que obvio que Yuri ganaría el oro. Pero Suiseiseki, ese miércoles era tu parcial de campesinado”.
“…”
“Que, si mal no recuerdo, vale el 40% de la nota.” El respingo de indignación de Larsa rompió el silencio, seguido de la pequeña risa de Sora, quien murmuraba
finally. “8 puntos. ¿Cómo se supone que vas a recuperar esos 8 puntos?”
“Pues… Aún quedan los 8 puntos del final~desu…”, murmuró.
“Y los 4 puntos de clases, a las que creo que tampoco has estado yendo por ver Yuri on Ice. Y estamos a mitad de semestre”.
“…Okay~desu”, dijo mirando a Larsa y al resto. Hasta Sora parecía preocupado por su desempeño académico y eso no era más que otro indicador de lo mal que se encontraba. “Tal vez… Tal vez tengan razón~desu”. Todos suspiraron colectivamente y Holden alzó los brazos al cielo. “Creo que me he excedido un poco~desu. Si bien tengo una beca de por vida en Hanasaki~desu, tampoco está bien aprovecharme~desu. Es como dice Larsa~desu, esto en realidad sólo me traerá futuros problemas si es que no me detengo ahora~desu”.
“Así es, así es”, asintió Osaka feliz y Cho también le sonrió, animándola. “Y como tus amigos, estaremos aquí en cada paso del camino para que veas que no solo no estás sola, sino que te apoyamos y respetamos”.
“X-san, nunca dudes de pedirnos apoyo para esto”, comentó Larsa. “Estaremos más que felices en proveer ayuda. De todas maneras puedes contar conmigo, sería muy agradable que finalmente alguien me dejara ayudarlo”, dijo sin mirar en algún instante a Sora a pesar que su tono de voz se había elevado conforme hablaba y claramente quería decir en quien pensaba.
“Pero~desu”, todos palidecieron al escuchar esa simple palabra. “También tengo que tener en claro que todavía soy muy joven~desu. Es decir, aún me queda mucho tiempo por delante y cuando sea mayor me arrepentiré mucho de no haber hecho lo que mi corazón deseaba en aquel momento~desu”.
“Sui-chan, no creo que…”, comenzó Osaka, pero la más alta negó con la cabeza.
“No~desu. Todos han sido muy amables por tomarse su tiempo~desu y tienen mucha verdad que a lo mejor me he sobrepasado un poco como con lo que pasó con ese chico precioso y hermoso de Kazakhstan~desu… Aún así~desu, este llamado va muchísimo más allá de lo que ustedes podrán comprender~desu”, Holden se levantó, dispuesto a ir de frente a la mansión HiME a quemar su vestido ya que al parecer la chica no veía razón. “Y no podrán interferir entre algo tan puro como—”
Pero la puerta se abrió de golpe en ese instante y entre un revoloteo de largos cabellos rosados, maletas cayendo al piso y la respiración agitada de la persona, pasaron varios segundos en silencio antes que Suiseiseki pudiera registrar quien era la recién llegada. Y cuando la vio ahí, después de años y meses sin habla, se quedó pálida de la impresión.
“TÚ”, gritó la chica.
“NYU~DESU?!?!?!?!?!”, la exHiME llegó corriendo hacia ella con celular en mano, aún con el gorro de alero, lentes oscuros y chal de viaje.
“¿ME PUEDES EXPLICAR QUÉ ES ESTO?”, gritó poniéndole el pantallazo del teléfono frente a su rostro. Suiseiseki pudo escuchar a Kaoru murmurar un
‘wow, ni siquiera un hola’, pero la ojicolor parpadeó para intentar comprender lo que su antigua compañera estaba intentando mostrarle… Y se reconoció a sí misma en la pantalla. Era ella, con el vestido con el que siempre andaba, pero ese no era un post de Instagram o de Facebook… Y esas macros… “SUISEISEKI X. EXPLÍCAME CÓMO ES QUE TE VOLVISTE UN MEME VIRAL QUE HASTA LLEGÓ A AUSTRALIA. EXPLÍCAMELO POR FAVOR”.
Toda la sala quedó en silencio.
“Ah, sí… Me olvidé de comentar que Sakurai-san también iba a venir, pero que su avión se había retrasado…”, murmuró Osaka. Cho la miró con reproche, sin poder creer que se hubiera olvidado de mencionar ese pequeño, pero importante detalle.
“¿RECUERDAS ESA FOTO QUE NOS TOMAMOS HACE CINCO AÑOS EN LA PLAYA CON ANNY Y QUE YO SALÍA MUY BIEN? BUENO, TUVE QUE BORRARLA PORQUE UN COMPAÑERO SE DIO CUENTA QUE CONOCÍA A LA CHICA DEL MEME. DIME, SUISEISEKI, ¿CÓMO PUEDO REINICIAR MI VIDA EN AUSTRALIA SI TE ME APARECES HASTA EN MEMES?”
“…”
“Y NI SIQUIERA ES UN BUEN MEME, O SEA, ERES LA NUEVA VERSIÓN DE LA CRAZY CAT LADY, ASÍ QUE SIMPLEMENTE TE USAN DE COMPARACIÓN. ¿TU VIDA ESTÁ CAYÉNDOSE POR LA CAÑERÍA? BUENO, AL MENOS NO ERES LA CRAZY JAPANESE CAT LADY CON EL CRAZY UNDERCUT”. Terminó de gritar, dejó de ponerle el teléfono en la cara y fue directo a sentarse a un sillón para cruzar sus piernas como toda una señorita. “Holden, ¿podrías pasarme una taza de té, por favor?”. Todos se quedaron en silencio mientras el estudiante de arte se levantaba de su sitio e iba a la mesa que habían armado con bocaditos para la intervención, para servirle té a la recién llegada.
“Okay~desu”, comenzó la ojicolor después de varios instantes en silencio en los que Nyu ya tenía su taza de té en manos. “Si Nyu llegó aquí desde Australia, después de tantos años solo para decirme esto, tengo que aceptar que tengo un problema~desu”. Todos asintieron rápidamente.
“Suiseiseki, sólo lo hacemos por tu bien”, aseguró Kaoru.
“Y por mi salud mental”, murmuraron tanto Holden como Nyu al mismo tiempo.
“X-san, queremos lo mejor para ti y tu futuro”, dijo Cho.
“El que Sakurai-san haya llegado hasta aquí tan solo corrobora la magnitud del problema”, continuó Larsa. “Déjanos ayudar”.
“¡Eso es!”, asintió Osaka. “¡Hagamos un compromiso! Podríamos ver qué es lo que necesitas para poder seguir adelante en una vida en que no dejes de lado Yuri on Ice, pero que puedas moderar tu involucramiento de manera sana”.
“Eso sería lo ideal”, comentó Cho entusiasmándose también. “Podríamos hacer una especie de plan para que sigas y así podríamos ayudarte mejor”.
“¿Qué dices, Sui?”, le sonrió Kaoru. “Lo haremos todo juntos”.
“Minna-san, arigato~desu”, susurró Suiseiseki emocionada y juntando las manos de la felicidad. “La verdad es que… La verdad~desu, es que yo ya había pensado en lo grande que se estaba volviendo mi obsesión~desu… Y mi hermana también se dio cuenta de esto~desu, así que me comentó que igual que con cualquier otra obsesión, podría ingresar a esos programas de rehabilitación~desu…”
“¿…Eso no es un poco trágico?”, dijo Sora, trayendo a colación lo que pasaba por la mente de todos pero que no se atrevían a decir.
“Yo sé~desu”, asintió la chica. “Pero también creo que, si no cortamos el problema de raíz, no solucionaremos mucho~desu. Y ya hemos dejado en claro que necesito toda la ayuda posible~desu”.
“Si crees que así será mejor, entonces te apoyaremos, Sui-chan”, dijo Osaka con una sonrisa y mirando a todos rogándoles con la mirada para que no dijeran nada más. “Dijiste que tu hermana trajo esta opción a ti. ¿Te mencionó ella alguna facilidad donde estarías cómoda?”
“Así es~desu”, asintió. “Hay un programa muy interesante en Guadalajara donde tratan casos de personas con adicciones no físicas~desu”.
“¿Guadalajara?”, murmuró Nyu sin poder creerlo.
“Guadalajara~desu. Y como se acerca la semana de campo de antropología y para los que no llevamos campo es una semana de vacaciones~desu…”, Suiseiseki abrió su teléfono y le mostró a Osaka y Kaoru las fechas en el calendario. “Podríamos hacer que coincida para la primera semana de Mayo~desu. Y volvería a Japón el 8~desu”.
“¿Y por qué no vuelves el 7, que es domingo?”
“PORQUE ASÍ ES LA VIDA~DESU, digo, porque sería muchísimo mejor que pueda estar una semana completa~desu. Y el lunes tengo clases en la tarde, así que llegaría en la mañana~desu”.
“Si tú lo crees más conveniente, X-san…”, murmuró Cho.
“¡Está decidido!”, dijo Osaka antes que Suiseiseki decidiera que tanto barullo no valía la pena y que mejor volvía a robar limones para intercambiarlos por figuras. “Es más, ahora mismo veremos los pasajes de avión y tu estadía en Guadalajara”.
“Osaka~desu…”, murmuró la chica emocionada. “Muchísimas gracias~desu…”
“No es nada, no es nada”, le sonrió.
“No puedo esperar por mejorar~desu”, dijo Suiseiseki y se quitó la peluca y la redecilla, dejando caer su largo cabello en un acto de demostrar su decisión al cambio. Todos sonrieron finalmente, agradecidos de haber logrado detener la amenaza a tiempo.
Hacía años que Osaka no hacía este tipo de cosas. Pero por primera vez, en mucho tiempo, se dio el gusto de apagar el teléfono y guardarlo en lo más profundo de su maleta.
***