Holi, por favor no me juzguen no he escrito literal EN MESES y siento un retroceso GIGANTE. Pero quería escribirlo y que bien se sintió (yo thirsteando por mi novio 2D 💖)
Ligeramente (casi nada) basado en este prompt: Personaje Ale compra un disfraz rídiculo a Personaje B. [/I]
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"¡Chicos! ¡Chicos!" Habían escuchado a Rin desde hace un par de cuadras, hacía un particular sonido cuando estaba feliz. Se lo escuchaba reír tan fascinado como un chiquillo, así que causó bastante impresión y curiosidad cuando se lo escucho llegar y atravesar la puerta.
Shiemi y Hoozuki regresaron a verlo, traía algo en brazos y su emoción era mucho más grande que sus ganas de ocultar lo que era.
"De seguro trae algo extraño" le dijo el pelinegro al oido, antes de ponerse de pie y alzar las cejas como preguntándole de que se trataba.
"Me dieron al gato más críptico y feo de todo el mundo" gritó, Rin vestía su improvisado disfraz de fantasma, una larga sábana llena de hoyos y u la lentes de sol como habían visto en internet. Se quitó la sábana estrepitozamente, develando que lo que traía en brazos era cualquier cosa menos un gato "¿No es hermoso?" Estiró los brazos, cuál chiquillo, casi agitándolo.
Rin cargaba en brazos a una muy desaliñada zarigueya.
A Hoozuki casi se le parten los labios de la risa, y tuvo que cubrirse la boca con su brazos como si fuera a toser para que no se le notará. Shiemi seguía sin palabras... "Rin" finalmente se animó a decir, acercándose poco a poco a este y su nuevo amigo peludo "¿De dónde sacaste eso?" Estiró la mano queriendo tocarlo, pero la zarigueya emitió un sonido que le hizo poner los pelos de punta.
Hoozuki la detuvo por la muñeca, y ella un poco espantada hizo una mueca retirando la mano también.
"Me lo dieron en una camioneta"
El pelinegro arqueo una ceja, y un poco más tosco se acercó a Rin, tomando al animalejo por la cola y alzándolo por esta. La pequeña bestia volvió a gruñir, y Hoozuki gruñó de vuelta.
Fue una escena bien extraña.
Lo analizó y sacudió apenas, dejando que la zarigueya se encorvara y agarrara de su mano con su fuerte cola.
"¿Una van vino que se pone siempre en el centro? ¿Una sin placas?"
"Y con stickers Hawaiianos" completó Rin con mucho orgullo "¡Sí! Ahí mismo, ¿Cómo lo sabes? ¿También haz comprado cosas ahí?".
Shiemi y Hoozuki intercambiaron miradas y solo uno de ellos suspiro.
"¿Qué?"
"No, nada..." Dijeron ambos al unisono. Cosa que fue aún más soapechosa.
"¿Lo vas a tener para la fiesta de hoy de noche?" Preguntó Shiemi viendolo con curiosidad. Quería tocarlo, pero sabía que el gato -no gato- podía aventarle una mordida.
La zarigueya se agitó un poco y se estiroó para acomodarse entre los brazos del japonés. Hoozuki lo cargó cuál niño, y se lo devolvió a Rin en brazos. Parecía haberse calmado.
La sensación de peligro se había ido.
"Pues estaría bien ¿No? Creo que combina muy bien con la temática y los adornos de la fiesta" lo dejó en el suelo y en seguida empezó a correr de aquí para allá explorando la sala.
Hoozuki siguió al pequeño animal con la mirada y Shiemi solo esperaba que no mordiese a nadie en el transcurso de la noche.
"¿Ustedes ya tienen sus disfraces?"
"Sí" dijeron ambos en unisono (nuevamente).
Shiemi regresó a verlo con sorpresa y como si se tratase de un hechizo sonrió.
"¿Si?"
"Hmnn-Hmn" hizo un sonido suave con su boca, y caminó hacia si habitación con intenciones que la rubia lo siguiera. Y por supuesto que así lo hizo.
Rin estaba muy entretenido con su extraño y feo gato como par asarse cuenta que ese par se había ido.
"¿Vas a disfrazarte?" volvió a preguntar con mucha emoción en su voz. De verdad que no se lo esperaba.
"Ajá"
"¿De qué?"
El más alto regreso a verle con sus oscuros ojos, con una mirada tan penetrante que ni siquiera se molestó (o dió cuenta) cuando esté estuvo demasiado cerca, casi arrinconándola; hablando en voz baja.
"Hmnn pues, estaba pensando en uno de tus novios. Esos de los videojuegos"
Shiemi se sintió un poco expuesta y no pudo evitar sonrojarse "¿Uno de mis novios?"
"Sí. Hmnn no me acuerdo ahorita el nombre" chasqueò su lengua y aquel sonido la enloqueció "igual y todos son altos de cabello largo y rasgos finos, ¿No?"
Sintió sus finos dedos tomarle del mentón y acercarse para un beso; el corazón se le aceleró tanto que se preguntaba si Hoozuki podía escucharlo también.
¿Se burlaría de ello acaso?
No, claro que no. No era esa clase de sujeto.
"Shiemi... ¿Estás bien?"
Abrió los ojos un tanto agitada, ansiando ese beso que no tenía el valor de pedir. Pero para su mala suerte tocaron la puerta; ninguno de los dos se inmutó.