Author Topic: Historias omegaverse  (Read 4845 times)


Mimi Tachikawa

Historias omegaverse
« Topic Start: August 31, 2022, 09:58:16 PM »
El caso de Midori y Yuki

No podia creerlo finalmente llego el día del cumpleaños de sus padres, por una coincidencia del destino sus padres cumplían años el mismo día

Midori Takamine era un tímido Alpha que pese a que tenia de todo para ser una persona exitosa decidió quedarse en casa temblando de miedo

Mientras que por otro lado Yuki Rurikawa era un joven omega empoderado que siempre conseguía lo que quería, en este caso el amor de Midori

Ambos se conocieron cuando el grupo de Midori Ryuseitai hizo una colaboración con una marca de ropa donde Yuki trabajaba, fue amor a primera vista al menos por parte de Yuki que estuvo persiguiéndolo durante mucho tiempo hasta que en una de las presentaciones de Ryuseitai donde Yuki estaba apoyando, a este ultimo le dio el celo, sin tener el inhibidor a la mano era blanco fácil para los Alpha que se encontraban en el lugar, como si fuera teletransportado Midori corrió hacia él para ayudarlo, de paso para evitar que alguien lo tocara, mientras que Yuki sufría por su ciclo de calor

Perdoname…Yuki-san por no darme cuenta que estabas así…-

No te preocupes tonto, solo dame el inhibidor y vuelve al escenario-

No, no lo haré ahora me quedaré contigo hasta que te sientas mejor, mis amigos podrán cubrirme, ahora la persona más importante para mi eres tu…perdona por no darme cuenta de mis sentimientos…-

Eres un tonto por eso te quiero mucho…-dijo mientras se desmayaba luego de que Midori le inyectara el inhibidor

Luego de eso, oficialmente ambos se volvieron enamorados

Midori poco a poco decidió abrirse más al mundo, mientras que Yuki se volvía muy famoso al ser modista a pesar de ser omega, pero ahora ya no era un problema porque ya había sido marcado por el pelicastaño

No había pasado mucho tiempo del noviazgo hasta que ambos tuvieron la dicha de esperar un hijo a la edad de 19 años, Yuki se sentía un poco nervioso, pero estaba al lado de la persona que más amaba.

En el periodo de embarazo, Midori había cambiado completamente, ya no sentía miedo de nada, tenia mas confianza en si mismo, para ayudar a su futuro esposo aceptaba todos los trabajos posibles y se sentía muy feliz, mientras que Yuki en su habitación trabajaba manualmente en su cama mientras sentía las típicas nauseas y antojos que tenia una persona embarazada.

Y finalmente llegó el nacimiento de su hijo Sitri, el cual nació omega como su madre, era tan bello y sus cabellos plateados lo hacían ver como un copito de nieve


Yuki y Midori estaban muy felices con su hijo que el pelicastaño pidió licencia por medio año para estar con su familia, para no perderse ni un detalle de los primeros meses de vida de su pequeño orgullo

Mientras crecía Sitri se podía ver a leguas que era un digno hijo de Yuki ya que era autosuficiente y se valía de su belleza para enamorar a los demás y que hicieran cosas por él, pero era muy receloso de sus padres a los cuales quería mucho y siempre buscaba un tiempo largo para estar al lado de ellos

Midori tenia que lidiar con sus dos pequeños demonios a los cuales amaba mucho y los cuales cambiaron su vida sombría y hasta cierto punto sentía que no valía la pena y quería morirse, ahora era una persona distinta y feliz, los cuales sus amigos lo habían aplaudido mucho y se sentía muy orgullosos de él

Volviendo al presente

Sitri ya contaba con 16 años, estaba a punto de terminar la secundaria e ir a la preparatoria, ahora se encontraba decorando y alistando los regalos para sus padres en sus cumpleaños, estaba en casa descansando de la escuela por su periodo de celo, así que le había caido de pelos estar en casa en esa fecha

Pasaron unos minutos mas tarde y aparecieron Yuki junto a Midori, ambos estaban tomados de la mano y sonriendo emocionados

Feliz cumpleaños papas!!!!...-dijo corriendo abrazando a los dos afectuosamente- que sean muchos años más los quiero mucho!!!

Sitri-chan tenemos una gran noticia para ti…se lo decimos ahora cariño??- le dijo Yuki a Midori que estaba sonrojado y avergonzado-

Uhmm, mejor dile tu Yuki-chan…-dijo con una tímida sonrisa-es una gran noticia de las cual estoy seguro serás muy feliz-

No me digan que voy a tener un hermanito???-

Vas a tener dos hermanitos!!- dijo Yuki-

En serio??? Son las mejores noticias que he oído!! Muchas gracias!! Aunque yo tenia que darles la sorpresa, fueron ustedes los que me sorprendieron a mi!-

Ahora la familia aumenta y tenemos que buscar una casa nueva para tus hermaitos y para ti – dijo emocionado el pelicastaño-

Ahora les toca mi regalo!!-dijo Sitri sonriendo ampliamente- me aceptaron en la mejor escuela de diseño de Japón!! Voy a seguir los pasos de mamá!!-

En serio mi pequeño?? Felicidades, ahora seremos dos modistas famosos en la familia mientras que papá será el modelo numero 1 de Japón, con lo guapo que es…-dijo dándole un suave beso en la comisura de los labios-

Muchas felicidades mi Sitri, entonces para celebrar estas noticias iremos a cenar al mejor restaurante de comida Thai del mundo!!-

Yeii!!! Yo pienso pedir toda la carta porque como por tres!!-

Yo también quiero comer toda la carta!!-

Me van a dejar arruinado otra vez!!-

Y es así que la vida de la familia Takamine iba a volver a cambiar por la llegada de más miembros de la familia que harían mas animada la vida de ellos

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« Last Edit: August 31, 2022, 10:02:48 PM by Mimi Tachikawa »


Mimi Tachikawa

Re: Historias omegaverse
« Reply #1: September 30, 2022, 09:45:45 PM »
El caso de Leo y Tsubasa

En la escuela elite Hanasaki, donde todos los que asistían eran alphas y millonarios, había una alumna que era la mejor de la clase y que era Beta que había ingresado gracias a un becado que logró conseguir por sus buenas notas, ella se robaba la mirada de todos por su carácter serio y poco social, varios habían expresado su interés amoroso por ella, pero ella se negaba elegantemente aduciendo que no tenia tiempo para pensar en el amor y solo se dedicaba a sus estudios y entrenamientos

Pero la verdad del asunto era que ella secretamente estaba enamorada de su compañero de clase, un Alpha atípico que era bien distraído y andaba en la luna, que pertenecía a una unidad idol en la que ella fue cordialmente invitada y aceptó gustosa solo para estar cerca de él y cuidar que ninguna de sus fans estuviera acechándolo

Tsubasa-chan!!!- una voz hizo que saliera de sus pensamientos,esa persona era Leo Tsukinaga su amor en secreto-

Ousama no me asustes de esa manera!!...-

Es que te vi tan concentrada que quería gritarte y lo logré- canturreo alegremente- hoy si me vas a aceptar la invitación de ir a mi casa a almorzar con los demás verdad??-

Como crees que voy a ir a tu casa? Eres miembro de la familia Tsukinaga, una de las familias Alphas mas importantes del país, como una simple plebeya puede ir a tu mansión? Acepté pertenecer a Knights pero de eso a ir a tu mansión no lo puedo hacer…- dijo cruzándose de brazos y mirando a otro lado un tanto avergonzada-

Ya te dije que eso no me importa, tu eres mi amiga y quiero que vayas a mi casa, quiero que conozcas a mi familia me lo prometiste…-

Por ahora no podré ousama…y es mi ultima palabra…- le miro seriamente-

Leo suspiro pesadamente- bueno entonces si no quieres ir a mi mansión…que te parece si aceptas mi invitación a ir al comedor para almorzar juntos? No vamos a estar en mi casa, así que no hay motivo para que te niegues a mi invitación verdad?

Es una buena lógica...- Tsubasa se cruzó de brazos para luego suspirar- esta bien iré contigo…-

Entonces los dos caminaron juntos, mientras platicaban la gente empezó a murmuras cosas malas de Tsubasa, que era una beta interesada, que solo buscaba posicionarse en la escuela, que seguro al ser una amiga de Leo tenia las becas aseguradas

Tsubasa escuchaba eso y no pudo evitarse sentirse mal al ver que no valoraban sus esfuerzos, Leo le tomó fuertemente de la mano- no escuches lo que digan los demás tu eres la persona mas trabajadora de todos en la escuela y mereces un lugar en este lugar, siéntete orgullosa de ser la única beta en la escuela

Gracias por tus palabras Ousama..- apretó fuertemente su mano- Siempre sabes decir cosas que me hacen sentir bien-

Pero es la verdad y me gusta siempre estar contigo…y claro con los otros miembros de knights los quiero mucho aunque no parezca- rio divertido mientras canturreaba alegremente-

Esa personalidad tan libre y abierta era lo que le atraía de aquel Alpha a quien atesoraba mucho, en momentos así ella quería ser un poco egoísta y tener al Alpha para ella, pero sabia que era imposible ya que como Beta que era ella no tenia muchas chances de formar una familia ya que siempre las relaciones duraderas eran las de los Alphas con Omegas por las parejas destinadas que eran ellos entre si, mientras que los Betas eran personas comunes que solo se casaban entre ellos al no tener celo, tenían menos oportunidades de tener hijos, además que en la jerarquía eran los que estaban debajo de los Alphas y Omegas

La familia de Tsubasa era compuesta de Alphas y Omegas, ella fue la única Beta que salió de la renombrada familia Kazanari, por lo cual siempre estaba siendo dejada de lado , en síntesis los betas se la llevaban difícil

Tsubasa-chan te encuentras bien??-

Eh??...lo siento otra vez me quede sumida en mis pensamientos, lo siento Ousama…-

Ya estamos cerca del comedor, así que tienes que cerrar los ojos…-

Eh? Cerrar los ojos? Pero si ya conozco la cafetería por que tendría que cerrar los ojos? No es mi cumpleaños sabias?

Uhmm pero no es por eso que quiero que cierres los ojos, es por otra cosa, así que tienes que cerrarlos muy bien y abrirlos cuando te diga deacuerdo?-

Uhm…deacuerdo, pero pobre de ti que otra vez sea una broma tuya y de Ritsu como la ultima vez que me engañaron diciendo que Izumi-kun estaba enfermo en el hospital y me preocupé mucho-

Te prometo que no es nada de eso…esta vez…-

Bueno entonces si no es eso, cerraré los ojos…-

Tsubasa cerró los ojos y Leo la guió hacia dentro del comedor

Tsubasa estaba extrañada porque no se oia ruidos adentro, quería abrir los ojos, pero no podía hacerlos hasta que Leo le dijiera, tuvo que contener sus ansias-

Ahora si Tsubasa-chan puedes abrir los ojos…-

Tsubasa abrió lentamente sus ojos y los estudiantes empezaron a aplaudir, eso la desconcertó mucho luego giró a ver al pelinaranja que estaba arrodillado frente a ella con un anillo en sus manos-

Tsubasa-chan quieres casarte conmigo??...-

Eh???-Tsubasa se sorprendió bastante por la proposición de Leo y solo atino a levantarlo y abrazarlo fuertemente- si acepto…-


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Mimi Tachikawa

Re: Historias omegaverse
« Reply #2: May 31, 2023, 02:08:10 PM »
Hoi hoi aqui vengo con otra historia y espero poder escribir regularmente en el Himeverse xDD

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El caso de Otoya y Mayura

Otoya y Mayura se conocieron en el orfanato donde fueron abandonados, Otoya era un niño Alpha alegre que siempre llevaba una sonrisa y ayudaba a todo el mundo, por otra parte Mayura era una niña beta que era muy curiosa y siempre se perdia por estar explorando lejos del lugar donde viven, ambos eran muy unidos y andaban jugando de un lado para otro, se querían mucho e hicieron una promesa que cuando crecieran se casarian y tendrían muchos hijos. Pero el destino no es como uno quisiera que fuera , ya que Otoya fue adoptado por una familia famosa de cantantes que se interesaron por él al ser un Alpha, por lo cual la separación de ambos niños seria inevitable.
Espero que seas muy feliz en tu nuevo hogar Otoya-kun…-dijo la pequeña rubia con lagrimas en los ojos-
Prometo venir por ti cuando sea grande para cumplir nuestra promesa de estar juntos, así que tienes que esperarme y no enamorarte de nadie deacuerdo?...-
Deacuerdo es una promesa…-dijo la pequeña rubia mientras se despedia de su amigo.
Los años pasaron y pasaron, Mayura estuvo en el orfanato hasta los 16 años porque para cumplir su promesa de volver a ver al pelirojo no se dejó adoptar por nadie para volver a verlo, pero sus esperanzas se acabaron y finalmente fue adoptada por una cariñosa familia beta.

Asistió a una escuela privada debido a que era una buena estudiante y logro sacar una beca de estudios pagados, para no preocupar a sus padres con sus gastos. En su primer día de clases tuvo un día que jamás pudo olvidar.
Finalmente habia encontrado a su querido amigo y primer amor de la infancia, que se habia vuelto muy guapo y además tenia muchos amigos que conversaban alrededor de él, cuando ella quiso acercarse, vio como una persona corría hacia él y le plantaba un beso en los labios, también pudo ver que ambos tenían anillos de compromiso.

Era obvio que no me iba a esperar…-dijo apretando sus puños para darse la vuelta hacia otro lado-

Ella pensaba que el pelirrojo no la habia visto pero si lo hizo y se sorprendió, dejando a la otra chica que era su prometida para correr a acercarse a la rubia

Mayura-chan!!-

La rubia volteo a verlo para darle una triste sonrisa- Hola Otoya-kun…ha pasado mucho tiempo, me alegra saber que te encuentres bien…-

Mayura-chan yo…-

No digas nada tonto amigo…- le dijo alejándose un poco de él – con solo verte comprendo todo, así es la realidad de un Alpha como tu y una beta como yo…-hizo una reverencia y se fue corriendo para alejarse del pelirojo-

Lo raro es que ella no estaba llorando ni nada, sabia que después de todo, su amigo habia encontrado el amor seguro de su destinada persona , después de todo en el mundo así era el destino con los alphas y omegas

Los días transcurrieron con tranquilidad, al menos por parte de Mayura que realizaba su vida de estudiante normal, mientras que Otoya estaba movido por el encuentro con su amiga de la infancia, pensó en que no la vería jamás porque sus padres lo llevaron a vivir buena parte del tiempo en el extranjero. Pero ahora estaba frente a frente con su amor de la infancia, mientras que por otro lado estaba prometido con su omega destinado, ambas familias se llevaban bien y los comprometieron ni bien el pelirojo fue adoptado, llegaría el momento del primer celo de su prometida y oficialmente estarían entrelazados, pero ahora estaba Mayura e hizo que su vida volviera a cambiar.

Se dedico a buscarla y conversar con ella pero la rubia lo rechazaba cortésmente y procuraba de que no se encontraran muy seguido, el pelirojo comprendió que su amiga estaba muy dolida por su falta a su promesa.

Mayura-chan mis sentimientos hacia ti jamás han cambiado…solo que…-

Lo sé, tu eres diferente a mí, ambos somos de mundos distintos, así que no podemos estar juntos, deja de hacerte y hacerme sufrir, cumple tu destino y se feliz…-la rubia quería llorar pero se contuvo-

Otoya le tomó del brazo para detenerla- No quiero que termine de esa manera…no quiero que estemos separados…por favor Mayura-chan, escapa conmigo ahora …no hay que mirar atrás y vivamos como vivíamos cuando éramos niños-

La rubia se sorprendió por la propuesta de su amigo- Pero y tus padres? Y los mios?

Sera difíciles para ellos, pero no quiero cumplir mi destino con nadie que no seas tu, vamonos y dejemos de pensar en los demás…-

Esta bien…-dijo la rubia asintiendo porque ella también de verdad quería estar con su amigo de la infancia-

Así que ambos se fueron de la escuela y escaparon lejos de ahí, la única que si informo a sus padres de su decisión fue Mayura temiendo a que se preocuparan por ella, pero sus padres por el contrario se sintieron feliz por ella, no apoyaban el hecho que dejara de estudiar así que hablaron con sus tios, para que en el pueblo donde vivian ellos, los dos jóvenes estuvieran viviendo ahí mientras terminaban sus estudios.

Otoya aviso a su madre, y ella también lo apoyo y esperaba que fuera feliz con la persona que ama, mientras que ella y su padre se encargarían de anular el matrimonio y pedir disculpas a la familia de ella.

Es así que los dos jóvenes empezaron a vivir su vida tranquilamente en un pueblo alejado, donde pudieron terminar sus estudios, tuvieron muchos amigos, mientras que un manager de un grupo musical reclutó a Otoya para ser parte de un grupo idol, Mayura se sintió feliz por su novio y le animó para que aceptara, mientras que ella se quería preparar para convertirse en una profesora porque amaba a los niños .

Los sueños de ambos jóvenes se cumplieron, y después de un par de años de noviazgo, se casaron en una ceremonia pequeña, junto a sus amigos y familiares.

Luego Otoya decidió hacerse una operación para no poder percibir las ferohormonas de los omegas para jamás traicionar a su amada, fue una operación difícil pero logro sair adelante al lado de la persona que mas amaba en la vida. Y para completar esa felicidad que sentían, tuvieron gemelos a los cuales quieren mucho y cuidan con mucha dedicación.
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Mimi Tachikawa

Re: Historias omegaverse
« Reply #3: June 30, 2025, 10:58:38 PM »
Hoi hoi vengo con fic

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El caso de Chiaki y María

Desde muy pequeño, Chiaki  soñaba con llegar a ser un idol para hacer feliz a las demás personas. A pesar de que era un beta, jamás dejó que nadie lo hiciera menos. Era persona enérgica y con fuerte sentido de la justicia, entusiasta, siempre con una meta en mente: convertirse en un héroe en el escenario y en la vida real. Aunque no tenía la fuerza y destreza de un Alpha, tampoco poseía la delicadeza de un omega, brillaba por su gran fuerza de voluntad.

María, en cambio, desde pequeña conciente de que era una omega que rechazaba su rol. Era fuerte, decidida, rebelde. No necesitaba que nadie la protegiera ni de vínculos que limitaran su libertad. Su talento como actriz creció junto con su carácter, y pronto fue conocida no solo por su belleza, sino por su capacidad de dominar cualquier escena.

Ambos se conocieron en una audición televisiva cuando eran adolescentes. Chiaki había ido como parte de un pequeño grupo idol que apenas comenzaba; mientras que María, había sido invitada para ser jurado y evaluar nuevos talentos. Fue un encuentro breve, pero intenso.

-¿Un beta intentando ser idol? -comentó ella con una sonrisa burlona, mirándole de reojo con interés.

-Ser beta no es una desventaja. Es solo otra forma de luchar - Chiaki le respondió con una gran sonrisa y confianza, haciendo que la omega se quedara mirándolo por más tiempo del que hubiese querido.

Ese fue el inicio de una extraña coincidencias ya que ser veían en eventos, campañas, y cada vez que lo hacían, discutían. María no toleraba su actitud tan heroica y optimista, mientras que Chiaki encontraba divertido la forma en que María se negaba a ser encasillada como una delicada omega.

El tiempo pasó, y ambos se convirtieron en figuras públicas muy reconocidas y queridas. Chiaki, aunque aún no era tan famoso como otros idols Alpha, tenía una base de fans fiel gracias a su esfuerzo y sus valores. María, que ya era una estrella consagrada. Aunque parecía tenerlo todo, en el fondo se sentía sola: los vínculos que se esperaban de ella como omega la ahogaban, y el mundo solo la quería ver cumplir su papel.

Fue en un evento benéfico donde sus caminos volvieron a cruzarse más de cerca. Ambos fueron asignados como embajadores de una campaña infantil y debían trabajar codo a codo durante varias semanas. Al principio, todo fue lo mismo: desacuerdos, comentarios sarcásticos, silencios incómodos. Pero poco a poco, comenzaron a ver más allá.

-No entiendo por qué siempre sonríes —dijo ella con los brazos cruzados, mientras caminaban agotados tras visitar un hospital infantil.

-Porque si no sonrío yo, ¿quién lo hará? A veces, eso puede cambiarle el día a alguien… como a ti por ejemplo- contestó él con una amplia sonrisa.

María se quedó callada. Por primera vez, no tenía un comentario punzante que decir.

Los días se transformaron en semanas, y la relación que tenían también cambió. Los roces se volvieron bromas, las miradas, más largas. Pero ninguno se atrevía a dar el primer paso. Un beta y una omega no era una combinación habitual, y ambos sabían que sus agencias y el público no los aceptarían tan fácilmente.

Hasta que un día, María entró al camerino de Chiaki con los ojos llorosos por la rabia y un papel arrugado en la mano.

-Me han emparejado oficialmente con un alpha. Para mejorar mi imagen pública... Quieren que finjamos ser pareja, y si todo sale bien, formalizar el lazo. No me preguntaron, solo lo decidieron. Dicen que es lo mejor para mi carrera -le dijo mientras cerraba fuerte el puño.

Chiaki sintió una opresión en el pecho. No era justo. No para ella.

-No tienes que hacerlo si no quieres -dijo él tomando su mano- No estás sola, Maria. ¿Vamos a escaparnos juntos que te parece? .

-¿Qué estás diciendo? -

-Lo que oiste. No eres una mercancía para vender. Tú eres tú, libre. Vamos lejos. Dejemos esta ciudad, aunque sea por un tiempo.

Ella lo miró, incrédula… pero con esperanza. Por una vez en su vida, alguien no la deseaba por lo que representaba, sino por lo que era.

Y así, sin pensarlo demasiado, lo hicieron.

Se fueron lejos, sin anunciarlo a nadie. Sus agencias intentaron buscarlos, pero poco a poco la noticia dejó de interesar cuando nuevas caras llenaron los titulares. Chiaki y Maria encontraron refugio en un pueblo tranquilo, cerca del mar. Rentaron una pequeña casa y comenzaron a vivir una vida más sencilla, alejada de cámaras, contratos y falsas apariencias.

Chiaki trabajaba cantando en pequeños eventos, y Maria daba clases de actuación a niños. Por primera vez, se sintieron completos.

-No puedo darte feromonas, ni un vínculo definitivo - le dijo él una noche mientras caminaban por la playa-. Pero puedo darte mi lealtad, mi esfuerzo y este corazón que siempre va a pelear por ti.

Maria lo abrazó fuerte. Nunca nadie le había dicho palabras tan reales.

- Y eso es todo lo que siempre he querido -

Pasaron los años. Ella decidió no usar supresores, y cuando llegó su celo, Chiaki no la evitó, sino que se quedó a su lado. No hubo vínculo creado debido a las feromonas, pero hubo amor, respeto y comprensión. Eligieron estar juntos cada día, no por instinto, sino por decisión.

Eventualmente, Maria volvió a actuar en pequeños proyectos independientes, mientras Chiaki alcanzó notoriedad en una unit nueva que valoraba su talento más allá de su condición.

Pasaron dos años desde que Chiaki y Maria dejaron atrás el brillo forzado del espectáculo para vivir una vida más tranquila. En ese tiempo se encontraron con críticas y rumores infundados. Pero también descubrieron el calor de una casa compartida, la paz de los días sin cámaras y la fuerza de un amor que se eligió cada día.

Maria siempre pensó que no quería tener hijos. Había pasado tanto tiempo luchando contra lo que los demás esperaban de ella como omega, que la maternidad se le hacia como una cadena más. Pero algo cambió. No fue repentino, ni siquiera intencional. Solo lo supo una mañana de primavera, al despertarse con náuseas y el corazón latiéndole más rápido de lo normal.

Fue al médico sola, sin decirle nada a Chiaki. Tal vez era una falsa alarma. Tal vez era algo más. Pero cuando le entregaron el resultado del análisis, se quedó sin aire:

-Estoy embarazada-

Se sentó en silencio en la banca del consultorio, mirando sus manos temblorosas. Chiaki era un beta. Las posibilidades eran ínfimas, casi nulas. Pero aún así… estaba ocurriendo.

Esa noche, Chiaki la recibió como siempre: con una sonrisa cálida y el delantal puesto, pues había intentado cocinarle algo que no quemara por primera vez en días.

-Mariaaa~ ¡esta vez no arruiné el arroz!… ¿estás bien?

Ella lo miró. Llevaba semanas pensando en lo que le diría si esto pasaba. Había escrito discursos en su cabeza. Pero al verlo ahí, tan animado como siempre, no sabía que decir.

- Chiaki tengo que decirte que estoy embarazada- dijo, simple, como si fuera la cosa mas normal del mundo.

Chiaki dejó caer la cuchara de madera al suelo.

- ¿Qué?-

-Que estoy esperando un bebé,a nuestro bebé-.

Hubo un silencio. Un silencio tan grande que Maria pensó que él iba a entrar en pánico. Pero entonces, Chiaki corrió hacia ella y la abrazó, con fuerza pero con cuidado, como si tuviera miedo de romper algo frágil.

-¡Vamos a ser padres! ¡Maria! ¡Un bebé! ¡Soy la persona más feliz del mundo!!!!!-

Ella soltó una risa nerviosa, una de esas que solo Chiaki podía provocar.

- No te emociones tanto, aún no sabemos si todo irá bien. Tú eres beta,asi que no se supone que sea posible…

-¡Pero lo es! ¡Está ocurriendo! Y no importa cómo llegó, ¡voy a protegerlos a los dos!-

Y lo hizo. Desde ese día, Chiaki se convirtió en un guardián 24x7. Estaba en cada cita médica, cocinaba usando recetas (aunque eso no mejoraba mucho el sabor), decoró la casa con dibujos de bebés y hasta empezó a leer libros de crianza todos los días antes de dormir.

Maria, por su parte, tuvo un embarazo complicado. Su cuerpo de omega no reaccionaba bien porque no tenía feromonas alpha tranquilizantes. Hubo mareos, cansancio extremo, momentos de debilidad. El médico les explicó que, aunque no hubiera un lazo por feromonas, el cuerpo aún lo “esperaba” por instinto.

-Podrías considerar un vínculo artificial- le dijo el doctor-Podría activar una respuesta hormonal y con eso se estabilizaría el embarazo.

Pero Maria negó con la cabeza.

-No señor. Este hijo es fruto de mi elección, no de una imposición de los instintos.

Y Chiaki, aunque preocupado, respetó su decisión. Se esforzó aún más en estar presente, ayudando con todo, incluso cuando ella se mostraba irritable o vulnerable. Nunca le hizo sentir que era una carga.

Una noche, cuando Maria se despertó sobresaltada por un sueño extraño, lo encontró a su lado, acariciándole el vientre suavemente mientras murmuraba:

-Gracias por elegirme, pequeño o pequeña te voy a querer mucho-

Y Maria lloró en silencio. Porque en ese momento comprendió que, más allá de todo lo que había renegado del destino, esa vida creciendo dentro de ella… sí la quería.

El parto fue difícil. Maria entró en trabajo de parto antes de lo esperado, y tuvieron que trasladarla de urgencia al hospital más cercano. Chiaki no la soltó ni un segundo. Estaba asustado, tembloroso, pero su voz no temblaba cuando le decía:

-Aqui estoy contigo,asi que descansa vas a estar bien-

Y así, después de muchas horas y esfuerzo, nació una pequeña niña de cabello oscuro y ojos intensos como los de su madre. Chiaki la sostuvo en brazos por primera vez con lágrimas cayéndole por las mejillas.

-Hola, pequeñita … bienvenida al mundo-

Maria se encontraba agotada pero estaba muy feliz de ver a su hija junto a Chiaki.

La noticia del nacimiento fue discreta. Solo sus familiares y amigos cercanos lo supieron. No hubo conferencias, ni anuncios. No hacía falta.

Los meses pasaron, y con cada día que pasaba, Chiaki demostraba que no hacía falta ser alpha ni omega para ser un buen padre. Lo único que hacía falta era amor, paciencia… y determinación. Esa que siempre había tenido.

Maria, no dejó de ser firme, pero se le veia más feliz.

Con el tiempo, ambos volvieron poco a poco al mundo del espectáculo, pero bajo sus propios términos. Maria como directora de teatro independiente, y Chiaki como mentor de nuevos idols sin importar su clase. Eran una familia feliz que nació después de superar los problemas del destino.

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« Last Edit: July 01, 2025, 09:27:07 PM by Mimi Tachikawa »