Author Topic: neverland 1.1: you can (not) escape  (Read 113930 times)


Kora

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #30: December 08, 2013, 02:06:15 PM »


013repair job

Maya los había conducido a una pequeña plaza rodeada de arbustos, donde en el centro se erguía una pequeña fuente. El sonido del agua caer iba acompañado de los arrítmicos martilleos que producía Asami al tratar de unir el brazo metálico al muñón de Raiden. A pesar de su inexperiencia, la Blacksmith había podido colocar las tres vías principales que imitaban a las venas para que al menos conectaran, y sólo faltaba terminar la unión.

- Si tuviera un soldador... – Murmuró Asami, mientras martilleaba otro clavo en diagonal para unir los dos trozos. Raiden no mostraba ni una mueca de dolor, dejando a la otra hacer su trabajo tranquilamente. – Lo siento, Raiden, no va a quedar bien del todo.
- No importa. En Sanctuary lo arreglaré.
- ¿Seguro que no quieres que avise a Anir? – Insistió la Blacksmith. – Quizá ella pueda...

Raiden negó con la cabeza, y Asami sólo torció el labio, volviendo a su tarea. Kora miraba la escena desde el banco, con el mentón apoyado en ambas manos. El susto inicial había pasado, y al menos, viendo cómo había terminado la situación, empezaba a sentirse más aliviada.

- Eh, novata. – Maya dejó de rondar alrededor del pequeño parque, y se sentó en el banco junto a Kora. – Deja de poner esa cara.

Kora sólo suspiró, agachando la cabeza, y la otra Black Mage le puso una mano sobre el pelo, revolviéndole el flequillo. A pesar de todo, no levantó la vista, y Maya arqueó una ceja.

- ¿Estás enfadada conmigo?
- ¿Hubieras dejado que lo matara?

La chica levantó la vista, frunciendo el ceño y con un nudo en la garganta que hacía que su voz sonara ronca. Al principio, Maya le recordaba a Lilith, pero sabía que la líder de la guild nunca hubiera permitido que Raiden corriera peligro real.

- Sé que sólo quería humillarlo, pero... – Empezó Kora, formando puños con sus manos sobre las rodillas.
- Mira. – La interrumpió Maya, levantando un dedo. – No sé los detalles, sólo que la cosa sólo es entre Raiden y Jetstream. Desde que estoy aquí, he intentado salvar a novatos de Player Killers que matan por rivalidades estúpidas de guilds, por quedarse con sus objetos o dinero, o simplemente porque hasta aquí hay psicópatas y esto se ha convertido en una jungla. No puedo con ello, ¿vale?

Maya frunció el ceño, y Kora no respondió. Recordaba la presión de los dedos de la Black Mage sobre sus hombros, y no supo bien si atribuirlo a que estaba tratando de sujetarla, o si quizá era la misma Maya quien necesitaba contenerse.

- No soy como Lilith o Jack. Sé que no puedo salvar a todo el mundo. – Admitió, y agachó los hombros. Los dos mechones azules que enmarcaban su rostro cayeron hasta cubrir sus ojos desde la perspectiva de Kora. – No soy Time Mage aún, y no tengo el nivel suficiente como para parar a cualquiera. Por eso tengo que elegir bien mis prioridades.
- Maya...
- Si hubiera atacado a Jetstream, me hubiera matado. Y quizá a vosotras dos también. – La frustración era evidente en el tono de Maya. – Todavía tengo las tres vidas, pero las necesito si quiero mantener a salvo al resto. No sabía si Jetstream mataría a Raiden o sólo lo dejaría incapacitado... pero lo que sí sabía era que pasara lo que pasara, mi prioridad era manteneros a ti y a Asami a salvo.

Kora agachó la cabeza, sintiendo como los colores le subían a las mejillas. “Maya sólo quería protegernos a las dos, aún a costa de Raiden.”. Al dejarse llevar por la situación, había sido incapaz de comprender algo tan sencillo como aquello.

- Así que ahora se trata de priorizar vidas. – Admitió, suspirando. – Tres vidas intactas a cambio de una... es... es horrible.
- Si ese era el sacrificio necesario, lo hubiera hecho. – Le respondió Maya. – Jack hubiera estado de acuerdo.

Vio como a unos metros de ellos, Raiden y Asami probaban la movilidad del brazo mecánico. Los movimientos de los dedos eran súbitos y parecía que el Samurai ocasionalmente tenía que insistir para conseguir mover la mano. Pero al menos tenía una movilidad, aunque fuera limitada.

- Al menos sólo se ha quedado en sólo un brazo. – Trató de consolarla Maya, poniéndole una mano en el hombro, y Kora le devolvió una media sonrisa. – Raiden está ahora a mucho menos de la mitad de sus capacidades, así que ahora me quedo yo al mando.

A pesar de la sonrisa de seguridad de Maya, Kora no pudo evitar lanzar una mirada de reojo a Raiden, quien con ayuda de Asami, practicaba algunos movimientos con su katana. Su velocidad había bajado, y por la expresión de la Blacksmith al revisar su Omnitool, probablemente muchos de sus stats se habían visto afectados también.

- Te lo aseguro, Kora. – Maya la sacó de su ensimismamiento. – Ninguno de nosotros va a perder una vida aquí. No lo permitiré.

Kora se giró hacia la Black Mage, quien le dedicaba su característica media sonrisa con los finos labios azul intenso. El tono de Maya le transmitía seguridad, y le sonrió suavemente, haciendo que la otra le revolviera el flequillo blanco de nuevo.

- Esa cara está mejor.

Mientras Kora se atusaba el pelo, Raiden y Asami se acercaron hacia las dos. El brazo derecho de Raiden colgaba recto a su lado, y Asami tenía el ceño fruncido. Estaba claro que la chica no estaba para nada satisfecha con los resultados, pero el otro no parecía demostrar decepción.

- He hecho lo que he podido. – Asami dejó caer los hombros, resignada. – Al menos tiene movilidad parcial, pero no puede realizar técnicas de a dos manos, por lo que su fuerza se ha reducido a más de la mitad.
- Eso no significa que esté fuera de combate. – Raiden fue a cruzarse de brazos, pero el movimiento resultó más torpe de lo esperado. – Sólo... intentemos no meternos en muchos problemas.

Las otras dos chicas asintieron, y Maya miró a un edificio alto, donde un reloj marcaba la hora. Había pasado el mediodía, y como si fueran las campanadas, el estómago de Kora rugió. La chica inmediatamente se llevó las manos al abdomen, poniéndose roja.

- Podemos pasar primero por la feria de alquimistas. – Indicó Maya. – Allí compraremos comida, y veremos que más tienen en venta.

El grupo asintió, parecía lo más sensato. Y si Maya, que conocía bien Columbia, elegía aquel como primer destino, significaba que no estaría tan lejos.

- En marcha, entonces.

Raiden, probablemente por costumbre, fue el primero en avanzar, pero Maya se le adelantó. Girándose hacia él, le dirigió una mirada con las cejas alzadas.

- Lo siento, pero lo mejor es que vaya yo delante.

Asami le puso una mano en el hombro, dedicándole una sonrisa incómoda mientras se encogía de brazos, y siguió a Maya. Kora se quedó unos momentos parada frente a Raiden.

- Me alegro de que estés bien. – Soltó lo primero que le vino a la mente. – De verdad.
- ...Gracias. – Respondió, y Kora notó una punzada en el pecho al no notar la característica nota de seguridad en el tono del Samurai.

Raiden avanzó unos pasos hasta ponerse a su altura, y se giró hacia la chica.

- Vamos, Moonshine.
- S-Sí. – Kora asintió, y emprendió la marcha junto al resto del grupo.

--

La feria de los alquimistas se extendía delante de ellos, burbujeado con colores y sonidos extraordinarios. Los puestos se extendían a ambos lados de la calle principal, algunos montados por jugadores de alto nivel, y otros generados por NPCs. No sólo habían tiendas, sino también escenarios donde algunos personajes demostraban lo que podían hacer sus pociones, o incluso alguna cabina donde era posible jugar a algún minijuego.

De fondo se oía a un cuarteto cantar una versión a capella de una canción del mundo real, aunque las voces de los cantantes se veía apagada por el constante murmullo de la multitud y los vendedores anunciando sus productos o servicios a voces.

- ¡Ahh! ¡Comida! – Kora señaló un puesto donde un merchant tenía colocados varios pinchos de carne adobada en el mostrador.

Maya se encogió de hombros, dándole permiso de tal forma y Kora salió corriendo... para volver en pocos segundos.

- ¿Podéis prestarme un poco de dinero?
- Iré contigo antes de que te estafen. – Dijo Raiden, rodando los ojos, sorprendiendo a la chica. “Quizás sólo quiere hacer algo.”, pensó, mirando cómo colgaba el brazo metálico.
- Ohh, ¿no es adorable?

Maya apenas disimuló el comentario, supuestamente dirigido a Asami pero audible para los cuatro. Raiden apretó los labios mientras se llevaba a Kora hacia el puesto, dejando atrás las risitas de las otras dos.

- ¡Un pincho, por favor! – Dijo Kora, levantando la mano para llamar la atención del vendedor. – Eh, estoy en un juego de realidad virtual... no tengo que preocuparme... ¡Que sean dos!
- Tampoco abuses. – Raiden levantó una ceja.
- Es que tengo hambre... – La Black Mage hizo un puchero. – ¿Tú no vas a pedir nada?
- ...Que sean tres. – El hecho de que se uniera hizo reír a Kora, y Raiden sólo suspiró.

Volvieron con las otras dos, que estaban ya examinando de lejos una tienda en particular. Kora llevaba un pincho en cada mano, casi terminando con el de la derecha. Maya y Asami asintieron cuando los vieron llegar, y con un movimiento de cabeza, les indicaron el camino hacia el puesto en especial.

- ¡Oh! ¡Dos Black Mages! – Exclamó el vendedor, con exagerada sorpresa.
- Sí, vale, vale, no hace falta que se entere toda la feria. – Maya torció el gesto. Entre tanto Alchemist podían verse en problemas. – ¿Qué tienes?
- Precisamente habéis venido al puesto que más os puede interesar. Veréis, me especializo en pociones de magia. Resistencia a un elemento, hacer más efectivo a otro... y los vigores más baratos de toda la feria.
- ¿Vigores?

Kora miró a Maya, que permanecía cruzada de brazos. Aparentemente, Asami era la que se encargaba de comprar, ya que era la que más cerca estaba de la barra del puesto.

- ¿No sabes lo que son, joven padawan? – Interrumpió el vendedor antes de que Maya le pudiera explicar algo. – Con un vigor, puedes usar magia durante un tiempo. Por supuesto, no son nada baratos...
- ¿O sea que te conviertes en un Black Mage temporalmente? – Kora abrió los ojos, sorprendida.
- Algo así. Por eso te haces Alchemist y no Black Mage: en la versatilidad está la victoria.
- Tan sólo dinos lo que tienes. – Maya frunció el ceño, acabando la conversación.

Finalmente salieron con unas cuantas pociones de resistencia a magia (especialmente a agua, Lilith se lo agradecería después), un par de mejora de cada elemento, y dos vigores.

- No quiero usar vigores. – Kora se cruzó de brazos. – ¿Qué se ha creído?
- No entres en ese juego. – Le advirtió Maya, remarcando cada palabra. Kora sólo suspiró, ofendida. – Además, son para la guild.

El resto de la tarde pasó rápidamente. Asami hacía negocio fácil con los NPCs gracias a su job base de Merchant, y en poco tiempo tuvieron las mochilas llenas de pociones – cada uno con lo máximo que pudiera cargar con su fuerza sin que llegara a ser un estorbo. Hasta tuvieron tiempo de quedarse a ver un espectáculo donde un Mechanist controlaba un pequeño mecha, pudiendo ver en la cara de Asami como ésta tomaba notas mentales.

- Deberíamos buscar una posada. – Sugirió Asami.
- Sí. Mañana iremos al gremio de Magos. – Maya se quedó pensativa unos momentos. – No sé muy bien cómo llegar a la posada en la que suelo quedarme, pero sé que hay una en Monument Island, ese islote de ahí delante. Será algo cara, pero para lo poco que nos queda...

El resto asintió, siguiendo a Maya hacia la parada de los zepelines. El próximo que hacía parada en Monument Island partía en menos de tres minutos para cuando llegaron. Sobre el islote se alzaba una enorme estatua de una mujer con los brazos extendidos, casi como dándoles la bienvenida.

Kora y Maya observaban desde la borda (a pesar de que a la primera le hubiera costado un poco decidirse finalmente a asomarse), mientras que Asami revisaba el brazo de Raiden. Después del incidente con Jetstream por la mañana, el ambiente tranquilo a bordo del zepelín era de agradecer.


Shura

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #31: December 08, 2013, 02:09:00 PM »
La mascota de Mista es esta Sex Pistols

# 08.

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Hay cosas en este mundo que escapan a toda comprensión, cosas que están ahí aunque intentemos negarlas. La causa y efecto que escapa a nuestro control... podía llamarse superstición, pero  bueno, cuando tienes cuatro años y te escayolan el brazo y la pierna en verano, cuando el cuarto trozo de pizza te provoca diarrea, cuando el cuarto día del cuarto mes del año siempre acabas resfriado, cuando en tu partida número cuarenta y cuatro, a las cuatro horas cuarenta y cuatro minutos de juego escuchas: “Bienvenidos todos a mi mundo personal...”; entonces aprendes que ciencia y naturaleza pueden ir de la mano con lo desconocido, y la fuerza que ejercía en Mista el maldito número cuatro, era una de las cosas más inexplicables tanto para él como para quienes le conocían.

Por suerte, tenía el nivel suficiente para no tener que ir jugando a los superhéroes subiendo de nivel. Como Gunslinger de los Crimsom Raiders, se encargaba de parte de la protección de su guild así como cuidar la base, pero aquella tarde era especialmente aburrida, y precisamente cuando se aburría...
-Mista... -se trataba de un pequeño autómata dorado, de una pulgada de alto y con un cinco grabado en la frente, que en aquellos momentos flotaba a su alrededor sollozando. -Número tres me ha pegado...
Un coro de risitas burlonas acompañaba el comentario, a su alrededor otros cinco pequeños autómatas, flotaban cerca de él, dedicándose tanto a observar la situación, como a pelear entre ellos.
-Jesús... -Mista adivinó por su comportamiento, que los seis tenían que estar hambrientos. -Nº3, deja en paz a Nº5.
-Vaaale. -Pero en cuanto su dueño se dio la vuelta, volvió a la carga dándole un puñetazo a su compañero.

Sunny había hecho un buen trabajo con aquellos seis pequeños autómatas que habían adoptado el nick de su dueño como su propio nombre: Sex Pistols, y aunque fueran seis, estaban numerados del uno al siete (por cuestiones obvias, se había saltado el cuatro), eran inteligentes, y podían ayudarle a controlar las balas que disparaba y darles una potencia y un ángulo casi imposible a cada uno de sus disparos. Pero eran dependientes de su dueño, eran pequeñas mascotas que necesitaban sus cuidados y por consiguiente alimentarse.   
Mista decidió saltarse los últimos minutos de vigilancia y retirarse a Moxxi´s.
-Hola encanto. -La NPC le saludó nada más entrar por la puerta lanzandole un beso, el chico se sentó en la barra ignorándola simplemente por lo cotidiano de la escena, apuntando en su cuenta un plato de carne en adobo de a saber qué criatura, Sex Pistols hizó cuenta de ello mientras Mista vigilaba de que a Nº5 no le robaban su ración.
La puerta del local volvió a abrirse, Mista no se hubiera girado si no fuera porque el recién llegado era bastante escandaloso.       
-Brbrbrbrbr ¡qué frío hace ahí afuera! -JoJo castañeaba los dientes frotandose enérgicamente los brazos para entrar en calor.
El Gunslinger se quedó con los ojos como platos mientras el otro había comenzado a estornudar. Revisó rápidamente su omnitool solo para cercionarse de que por su nivel y sus ropas, era un novicio además de un extraño en Sanctuary. Había conseguido llegar hasta Moxxi´s porque él se había saltado la guardia, y la verdad, que no estaban los tiempos para fiarse del primero que entrara por la puerta... y menos que fuera por un despiste de su parte.   

-¡AAAHHH! ¡No me dispares!
Solo estaban ellos dos en el bar, sin darle tiempo a reaccionar ni decir nada más, Mista desenfundó su revólver de tambor de seis tiros y apuntandole directamente a la cara. JoJo levantó las manos en señal de rendición. 
-¿Quién eres? ¿A qué has venido a Sanctuary?
-S-solo soy un novicio, quería subir de job y... -en aquel momento le rugió el estómago de hambre. -Y comer algo si fuera posible, jejeje...
-...Entonces haz a lo que has venido y largate. -Guardó el arma y el gesto fue acompañado por un largo suspiro por parte del otro. 
Le siguió con la mirada mientras volvía a sentarse en la barra, JoJo cruzó un par de palabras con la NPC, y acto seguido se acercó al Gunslinger con gesto despreocupado.
-¿Podrías prestarme algo de dinero? El mío me lo robaron.
-¿Me has visto cara de hermanita de la caridad? -Mista acarició el mango de su revólver, Nº1 le susurraba al oído “¿quieres que le demos una paliza, jefe?”
-Vale... ¿cómo consigue por aquí uno mismo su propio dinero? -JoJo no perdía de vista aquellos pequeños seis seres que pululaban alrededor del Gunslinger.
-Puedes ir a cazar algún monstruo... o puedes intentar ganar algo en las apuestas. -Mista no llegó a ver el brillo de elocuencia que había pasado por los ojos del novicio.
-¿A qué se juega por esta zona?
-A las cartas... o a cualquier cosa, pero tú no tienes dinero para apostar, ¿me equivoco?
-Puedo empeñar esto. -Sacó de uno de sus bolsillos, la única poción que le quedaba, Nero se las había entregado para el viaje, y le habían servido bien para llegar a Sanctuary, aquella era la última que le quedaba, si la perdía, no llegaría con sus vidas intactas a la siguiente ciudad. -¿Quieres echar una partida a las cartas? Si no puedes darme tú el dinero, al menos apiadate de mi y ayúdame a conseguirlo, dime cómo se juega por esta zona.
-Tampoco enseño gratis.
-Entonces podemos ir apostando desde la primera lección.
Mista estaba intrigado por la actitud de aquel novicio, además que había ayudado a romper con la monotonía y el aburrimiento, una partida a las cartas no le haría ningún mal, y si le hacía perder, se marcharía con el rabo entre las piernas de Sanctuary y nadie tendría porque enterarse de que se había saltado su turno...
-Vamos a jugar.

 Le explico las normas de manera rápida, añadió un par de cambios en el juego que permitian un descarte rápido siempre que se tuvieran las cartas necesarias, y al mismo tiempo acortó la partida determinando que podía ganarse tanto por puntos como por descarte de toda la mano.
-Entonces... yo puedo quitarte una carta de la mano siempre que robe otra de la baraja...
-Exacto, si puedes descartar de la mano después del movimiento... -Mista predicó con el ejemplo exponiendo una escalera de cartas sobre la mesa hasta que se quedó sin mano. -Ganas la partida. Otra mano que yo gano, Joseph Joestar.
-Eres muy rápido para mí, Mista... casi no me estoy enterando de como funciona el juego. -Habían empezado a tutearse desde el momento en que hubo dinero sobre la mesa, pero a JoJo no le estaba yendo nada bien, dos manos más perdidas y no tendría nada con lo que apostar ni subsistir.
-Ya te he dicho que no enseño gratis. Aun estas a tiempo de marcharte y conservar algo de dinero y dignidad...
Sex Pistols corearon unas risitas apoyando a Mista, pero el otro no se retiró de la mesa, era su turno de barajar, y lo iba a aprovechar muy bien...
Aprender las normas del juego era una tapadera, no hace falta saber jugar a las cartas, todos los juegos eran similares: los números más altos, números seguidos, mismos palos, todo eso determina la mano. JoJo era muy hábil con los dedos, guardaba una carta debajo de otra, lanzaba la carta oculta y comprobaba que la que quedaba encima para asegurarse si era una de las que necesitaba, si lo era se la quedaba, si no repetía el proceso hasta dar con la mejor combinación.
Y había un segundo factor... conocer a tu rival.
En aquellas manos que había perdido, JoJo pudo comprobar muchas cosas, Mista nunca descartaba cuatro seguidas, ni se quedaba solo con cuatro cartas, ni robaba el mismo número en cartas... eso y que de aquellos pequeños autómatas, no contaban con el cuarto miembro... si sumabas dos más dos... pues eso, era la solución. Lo puso en práctica en la siguiente mano.   
Se aseguró de pasarle un número cuatro, primer bufido por parte del otro jugador al ver la carta, no le robaba cartas siempre que fueran cuatro las que tuviera en la mano... y por la carta que había robado, estaba claro que algo no le cuadraba en aquel maldito número a la hora de descartarse.
-...Está bien JoJo, esta mano es tuya, yo no voy. -Mejor perder un poco de dinero, que no arriesgarse por aquel número... lo que no se había percatado, que JoJo había visto su pequeña debilidad.
Las manos se fueron sucediendo, pero desde que había salido aquel maldito cuatro, que Mista estaba empezando a perder todo su dinero mano tras mano.
-Anda... debe ser lo que llaman la suerte del principiante. -JoJo no podía disimular una sonrisa, había recuperado el dinero perdido, lo había triplicado, y el Gunslinger seguía jugando empeñado en romper aquella racha. Una sola mano más y perdería todo lo de la mesa... Mista se mordió el labio frustrado dando un puñetazo a la mesa cuando apareció el segundo cuatro en su mano.
Si se retiraba una vez más iba a perder, estaban jugando duro, Mista necesitaba deshacerse de aquellas cartas... pero si soltaba los dos cuatros, presentía que la desgracia se abatiría sobre él además de quedarse con cuatro cartas en la mano... sólo podía robar una más, y robarle a JoJo otra de la mano... pero el cabrón tenía una cara de póker que le desconcertaba, le robó una carta... era el tercer cuatro de la baraja...
A Mista le pitaban los oídos, el sudor frío le bajaba por la espalda, casi no veía ni escuchaba nada... ¿cómo podía tener tan mala suerte? ¿Qué desgracia le esperaría tras aquella mano?
-Aún puedes robar una carta más Mista... son las normas. -JoJo apenas movía los labios, había contado las cartas, sabía cual era la que le esperaba a Mista... y exactamente, el Gunslinger se encontró con cuatro cartas del número cuatro en la misma mano...
-N-no... n-no voy...
JoJo recogió sus ganancias dejando unos minutos para que el hombre se recuperase, recostado sobre la mesa como estaba, como si le hubieran robado el alma en aquella partida.
-Ha sido un buen juego Mista... -JoJo le dio palmaditas en el hombro. -Piénsalo si quieres de este modo, me has ayudado para conseguir mi nuevo Job de ladrón, si nos volvemos a ver, te aseguro que no olvidaré este favor. Hasta la vista, Guido Mista.     

Joseph desapareció del bar, Mista aún tardó unos instantes en reaccionar, y quizás fuera por lo enfadado que estaba, pero enseguida relacionó el job de ladrón, con aquel desafortunado juego de cartas...
-¡¡El muy cabrón ha hecho trampas!! -Se pusó en pie tirando la silla, los Sex Pistols a su alrededor se revolucionaron en gritos coreando los sentimientos del hombre, cuando Mista fue hasta la puerta para perseguirle, ésta se abrió golpeandole en la cara.
-¿Pero qué estas haciendo? -Con una mano en la cadera, Lilith preguntó aquello en tono divertido al ver como el chico se frotaba la nariz.
Mista estaba convencido de que aquel golpe era producto de la maldición del dichoso número.
-Mista, si estás aburrido, lo mejor sería que fueras a ayudar al grupo, se han encontrado con un monstruo, prefiero asegurarme de que pueden resolverlo sin problema. Te gustará saber que Giorno esta también con ellos. Sólo por si quieres darte prisa.
...Su mala suerte solo estaba empeorando...

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El job para ascender a ladrón no era precisamente uno de los más fáciles... aunque sólo consistía en hablar con un par de NPC, los cuales te pedían una cantidad de dinero desorbitada y casi imposible de conseguir por tu cuenta... salvo que empleases mucho tiempo en conseguirlo o directamente robases.
Pero cuando subió al nuevo job, JoJo reparó en que el esfuerzo había valido la pena, sus sentidos se habían agudizado y su ropa... ¡era lo que más le gustaba sin duda! Se le ajustaba perfectamente, acortandose hasta enseñar el ombligo, era mucho menos molesto que la ropa de novicio y más versátil para moverse... pero acabó arrebujándose más la bufanda frente a la tundra helada de Sanctuary... dirigió su vista hacía el muro de agua, ¿acaso el único que podía quedarse helado en aquel lugar era él? Entonces reparó en uno de los nombres que había escritos en el muro... lo había mirado de refilón, pero con sus nuevos sentidos no había lugar a dudas de que tenía que tratarse de esa persona...
-Oh no...
-¡Tú!
JoJo dio un salto sorprendido al reconocer aquella voz.   
-¡Tú, tramposo! ¿No tendrías que estar muerto?
-¡Shura! -JoJo quiso alegrarse al ver que estaba sana y salva, y felicitarle por su nuevo job, pero cuando vio la cara de basilisco de esta, adivinó que no estaba el horno para bollos precisamente.
-¿Ya estás contenta? -Sol estaba cruzado de brazos al lado de Doppio y Nero, los tres mirando seriamente la escena.
-¡No! Aún tengo que matarlo... ¿cómo se supone que puede matar una White Mage? -Shura parecía exasperada, saltando para golpear con la palma abierta en la cabeza al que había sido su desaparecido compañero de grupo.
-Te lo contaré después, primero, nuestra siguiente parada es Columbia... Doppio, te toca a ti subir de job y convertirte en un Time Mage con todas las de la ley. 
« Last Edit: September 14, 2014, 04:12:38 PM by Shura »


Shura

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #32: December 08, 2013, 02:10:15 PM »
*Todos los créditos por la imagen son para Kana (ʘ‿ʘ)

# 09.

“Ten cuidado...”
Aún no estas en ese maldito muro, pero esas dos palabras, corren por mi mente sin querer cada vez que desvío la mirada del agua.


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xx
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-Tenemos que llegar hasta Columbia, vamos a utilizar el warp, será lo más rápido.
Los cuatro miembros de la party casi no podían creer las palabras de Sol, no hacía falta conocerlo demasiado para ver que prefería caminar y subir de nivel, que la comodidad de llegar a los sitios que ofrecían los warp. El paladín enseguida pudo interpretar las acciones de sus compañeros.
-No quiero pasar demasiado tiempo en el territorio de los Crimson Raiders... -habló entre gruñidos rodando los ojos. -Son unos hippies que huelen a perro mojado.
Aquello tenía que ser algún tipo de broma interna entre guilds, ya que los únicos que habían reído ante el comentario había sido Nero y Doppio.

Abrió el warp indicando el orden en el que iban a pasar, Sol iba el primero, seguido de Doppio, pero cuando tenía que pasar Shura esta se acercó hacia Nero dándole una palmada en el trasero que le hizo dar un salto de la sorpresa y girarse torciendo el labio incómodo.
-Adelantate, nosotros vamos en un minuto. -La chica puso su mejor sonrisa juntando las manos para rogarle aquel favor.
Abrió la boca para protestar, pero se había quedado en blanco, finalmente Nero les pidió que no se retrasaran demasiado, y justo antes de entrar al warp.
-¡Nero! -JoJo le sonrió señalandole a la frente. -¡Te queda genial esa cicatriz! -El mencionado desapareció con una sonrisa de autosuficiencia.
-...Y yo pensando que empezaba a parecerse a Harry Potter... -Shura comenzó a reírse de su comentario al ver que JoJo se tapaba la boca para aguantar una risotada.
-Las mujeres no entendéis sobre cicatrices... oye, felicidades por tu job, te queda... bien. -Se encogió de hombros. -Siempre pensé en ti como una mujer de acción, pero creo que has hecho lo correcto para el grupo.
-JoJo... -suspiró pensativa- mira, no estoy enfadada porque no hayas muerto, ni nada así. Pero tengo la sensación de que voy dando tumbos entre tus juegos y los de Sol: por poco perdemos a Nero para que yo pudiera subir de nivel, y tu finges estar muerto a saber por qué, pero supongo que es también por salirte con la tuya; y la verdad, me pregunto hasta dónde pensáis llegar vosotros dos la próxima vez...

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-*Flashback*-

-Nuestra intención era unirnos a vosotros para subir de nivel y mantenernos con vida, porque por vuestro nivel era lo que se suponía que tenía que pasar.
-Mi intención era que os convirtiérais los dos en White Mages, no teníais otra opción yendo con nosotros. -Sol estaba agradecido de que se dejaran las cosas claras y ella no jugase a hacerse la que no sabía de qué iba el tema.
-Entonces, ¿qué ha salido mal? Tú tienes tu parte, nosotros somos los que hemos salido perdiendo. -Se le encaró dando un paso al frente.
-Nada ha salido mal, excepto que estamos atrapados en este juego. Escúchame Shura, no es raro que un nivel bajo muera durante la partida, un paso en falso y no tienes recursos para sobrevivir. Nada ha salido mal, es lo más común en todos los juegos. Pero las normas han cambiado, y las vidas son limitadas, no es culpa de nadie.
-¿Y ya está? ¿Esa es tu respuesta? ¿Entramos en pánico y sálvese quién pueda? -Shura apretó los dientes furiosa.   
-Yo no he dicho eso, mujer. -Intentó mantenerse sereno, pero aquello último le había tocado la fibra al recordar a su antigua Guild, y no pudo evitar arrugar el labio en desprecio. -Pero eso es todo lo que hay, si quieres enfadarte con alguien, enfádate con el GM.
-Oh... claro que estoy enfadada con el GM, pero ahora, al que tengo a mano es a ti. -Le puso el dedo en el pecho, un segundo después lo tomó por la pechera. -¿Cómo te excusas por lo de Nero? ¡Le ibas a dejar morir para que yo subiera dos miserables niveles!
No sabía si había sido el hecho de que, una iniciada a la que además de sacarle dos cabezas y que con un simple ataque pudiera barrer del mapa, tuviera el atrevimiento de tocarle y encararle así, o si fue la mención de Nero, lo que le enfadó.
-No sabes nada Shura, nada. Pronto te darás cuenta de que tu job es una mierda con la que no puedes ni matar a una mosca, ¿dos niveles te parece algo miserable? -Le tomó de la muñeca inclinándose, sonriéndole con malicia. -Te queda mucho por llorar cuando veas que tu amiguito pierde su última vida porque no puedes curarle, porque eso es lo que pasará con tu nivel y su idiotez. 
-¿Llorar? No pienso darte el gusto. -La intimidación no funcionó con ella, sin embargo aquellas palabras fueron diferentes: pensaba recordarlas muy bien, y llegado el momento restregárselas por la cara. -Pero tendrás que aguantar mi job de mierda, porque no me queda otra que quedarme con vosotros para sobrevivir... pero esto que te digo es una promesa: ¿el nivel más alto es Cleric? Cuando llegue te juro por lo más sagrado que ahí te quedas. Me marcharé y no quiero saber nada más de vosotros.

Sol acabó soltándola sin poder disimular lo que le había asqueado aquella respuesta, se alejó de ella dándole la espalda y apoyándose en la entrada de la cueva, aún tuvo que tomarse unos instantes para calmarse, Shura no dijo nada más y solo lo observó, cruzándose de brazos orgullosa, mantenerse fría mientras el otro perdía los nervios, le provocó el banal sentimiento de anotarse un tanto en su cuenta.
-Está bien... -Sol resopló, pero no pensaba darse por vencido en aquella discusión verbal. -Si es así como lo quieres: hasta que seas Cleric, eres mía.
Shura se quedó boqueando como un pez fuera del agua, con aquellas dos palabras, no es que Sol se hubiera anotado un tanto, es que directamente le había roto el marcador. Si lo hubiera tenido cara a cara, se la hubiera cruzado de una bofetada.
-¡Yo no...! -Interrumpiéndola, la omnitool de su brazo comenzó a pitar anunciando que tenía un mensaje. Sólo podía tratarse de una persona...

-Es de JoJo... -tragó saliva, nerviosa por la incertidumbre, cuando apretó el botón para escuchar el mensaje, apareció la figura del chico distorsionada porque este parecía estar moviéndose mientras lo grababa.
>¿Cómo funciona esto? ...Espero que estés escuchando esto sólo tú... ¿por qué no me has seguido? Escapé de la caída del árbol, espero que no hayáis celebrado aún mi funeral porque eso me cabrearía mucho... escucha, me dirijo hacía Sanctuary, si todavía no te has hecho White Mage, busca un momento y deja plantados a esos, tengo una buena idea para un job para ti... ¿qué es eso...? -La silueta anaranjada de JoJo se quedó muy quieta, como si hubiera apoyado la espalda contra el tronco de un árbol para ocultarse. -Creo que no me han...
Debió golpear la omnitool contra algo porque el mensaje se cortó de golpe.     

Pese a lo inquietante que resultaba el final de aquel mensaje, Shura se quedó plantada mirando al vacío, todavía asimilando aquel mensaje. Levantó la vista hacía Sol que no se molestó en disimular una sonrisa de victoria, lo cual la hizo sentirse más tonta por haberse preocupado por él.
-Entonces, ¿tu amiguito esta vivo?
-Sí... -no sabía por qué, pero esa afirmación le hizo sonreír. -Dice que está en Sanctuary, pero lo mejor será que alguien le espere en Prorencia...

...Por que pienso matarlo en cuanto lo vea...

-*Fin del flashback*-

---

-Oh, no me compares por favor... -JoJo arrugó el labio ante la comparación con Sol que había recibido de Shura. -Yo esperaba que ambos pudiéramos hacernos ladrones y ser una pareja legendaria, como en los comics.
-Sí, seríamos el terror personificado matando conejos para subir de nivel... siento si te he decepcionado.
-Mira... -chasqueó la lengua nervioso, se notaba que aquellas cosas no se le daban bien. Le pasó un brazo por encima de los hombros. -Tendría que haber empezado disculpándome yo, siento si te he decepcionado, ¿me perdonas?
-Claro... pero aun necesitaré un tiempo para dejar de estar enfadada, ¿vale? 
JoJo no contesto, estuvieron en silencio un rato, hasta...
-¿Ya no estás enfadada? Uch... -Recibió un codazo de Shura por toda respuesta, pero solo le sirvió para que el chico la arropase aún más con el brazo sin disimular una risa al ver que la otra torcía una media sonrisa. -Y dime, ¿habéis llorado mucho por mí?
-Qué va, sólo iba a ser tu primera vida.
-Vale, eso duele... -Le quitó el brazo de encima sólo para cruzarse de brazos indignado. -Pero seguro que ese tipo tiene que estar tirándose de los pelos al perder la oportunidad de tener otro White Mage.
-Muy contento no parecía... creo que te hubiera dejado de lado si el resto no hubiéramos insistido en venir a buscarte.
En el fondo Joseph se sintió halagado por la noticia, pero tenía algo rondándole por la cabeza.
-Llevo un tiempo pensándolo... pero tengo la sensación de que ese tipo esta muerto de miedo, y aún no se por qué. 
-¿Cómo? -Shura se interesó por el dato, aunque le costaba de creer que estuviera en lo cierto.
-Piénsalo... insiste en rodearse de White Mages, para su protección, si se protege es porque algo le preocupa.
-...En eso todos estamos asustados por lo que esta pasando. Yo creo que sólo es un tipo amargado y enfadado.
-La ira lleva al miedo... el miedo al lado oscuro... -JoJo hizo aquella relación, pero solo recibió una negativa por parte de la chica. -También he visto algo más que deberías saber, se trata de...

La omnitool de Shura pitó al recibir un mensaje de Nero.
>Por favor, daros prisa.
-Tendríamos que hacerle caso. -Shura se acercó hasta el warp, girando hacía su compañero cuando le escuchó soltar una pequeña risita.
-Seguro que Sol le esta echando la bronca por dejarnos atrás... pobrecito Nero, no podrá soportar que su mentor se enfade con él.
-¿Tú también lo piensas? -Shura sonrió traviesa.
-Tengo un radar para esas cosas...

Shura entró en el warp, apareciendo a los pies de un faro, JoJo apareció detrás de ella y el portal se cerró. Efectivamente Sol no tenía cara de buenos amigos, pero se conformó con lo que les iba a hacer dentro de unos minutos...
-Columbia es una ciudad en las nubes... tenemos que ir a lo alto del faro para llegar.
-Pues tampoco parece que el faro sea tan alto. -JoJo utilizó su mano a modo de visera levantando la vista, no vió como el paladín sonreía malicioso.
Los cuatro siguieron a Sol hasta el final de la escaleras del faro, donde la cabina con cuatro sillas les esperaban.
-Nero, sube con Shura y JoJo, y esta vez quédate con ellos...
-¿Esto es un warp? -Shura dio un respingo conteniendo la respiración cuando las anillas le rodearon las muñecas.
-No me va este rollo... -JoJo tragó saliva cuando la cabina empezó a cerrarse a su alrededor.
Nero buscaba su reflejo en el ojo de buey para poder contemplar por primera vez la cicatriz por la que todos le felicitaban.
...Ascensión...
-¿Es broma no? -La cuenta atrás fue acompañada del sonido de unos motores poniéndose en marcha.
Por la sonrisa de satisfacción del paladín al otro lado, estaba claro que no. Era una venganza muy simple, pero hacerles pasar por aquel rato sería suficiente de momento por las molestias.

La cabina salió disparada provocandoles que el estómago se les bajara y los dientes les castañeasen.
Pero lejos de pasar un mal rato...
-¡¡YUUUJUUUUUU!!
Shura y JoJo se reían nerviosos y excitados por lo que era, la montaña rusa de sus vidas, la adrenalina subió al máximo cuando vieron los tejados de los edificios de Columbia... pero el descenso al suelo de la ciudad fue más pasajero, dándoles tiempo a calmarse.
-¡Ha sido una pasada! -Shura se anotó darle las gracias a Sol por la experiencia, ya era hora de que se divirtieran un poco. 
-¿Podemos repetir? ¿Podemos repetir? -JoJo se escurrió por el asiento de satisfacción todo lo que sus amarres le permitieron.
-Siiii, oye Nero... ¿Nero?
Pero el espadachín estaba tan blanco como su pelo...
-Es... ¿qué ha sido... esto? ¿Estamos muertos?
Iban a consolarle, pero los dos solo comenzaron a reír incapaces de decir nada ni ayudarle cuando bajaron de la cabina con el otro tambaleándose, buscando un lugar donde apoyarse. Shura quería dejar de reír, pero quizás hubiera sido por todos los nervios que había hecho aquellos días o el hecho de que JoJo siguiera riéndose, pero entró en pleno ataque de risa incontrolable. Atenuado cuando vieron la cabina de Sol y Doppio llegar y la cara de pocos amigos del primero, que fue directamente a por Nero (aunque Doppio no estaba en mejores condiciones que su amigo) ayudándole a salir, gruñendo maldiciones a los dos iniciados que seguían riendo aún más ante la escena de ellos dos.
-Ah... ¿ya no estás enfadada conmigo Shura?
-¡Arg! ¿Por qué lo estropeas todo? -Aprovechó para enjugarse las lágrimas producto de la risa. -¿Qué te dice tu radar?
-Me dice muuuchas cosas... -Volvieron a la carga para reír cuando JoJo señaló a Sol y Nero esperándolos en la plataforma de salida. -Vale, no estás enfadada.
-Pues precisamente.
« Last Edit: January 10, 2014, 10:06:00 PM by Shura »


Kora

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #33: December 08, 2013, 02:10:51 PM »
Sobre Columbia: Los ganchos que menciono son así (sí, hay réplicas reales), y para una vista mejor de los sky-lines (relés) así son. No sé si lo explico bien en el aporte (porque tampoco sé como se dicen en castellano) así que ahí lo dejo.



014across the sky

- Nn-nhh... cinco minutos más...

Kora se dio la vuelta en el colchón, tapándose con el cobertor hasta la punta de la nariz. La luz del día llenaba la habitación, pero las costumbres eran las costumbres, y la chica quería aprovechar hasta el último momento posible de descanso.

- ¡Es la tercera vez que dices eso! – Maya se cruzó de brazos. – Tendríamos que haber bajado hace por lo menos media hora.
- Kora, tenemos que ir al gremio de Magos. – Le recordó Asami, intentando sacudirle el hombro.
- Podemos ir por la tarde...

La chica se acurrucó más aún hacia la pared, a pesar de que la conversación había empezado a despertarla completamente. Se encontraba cómoda en la cama, y allí era fácil olvidarse por un rato del mundo... exterior, por decirlo de alguna manera.

- Ya nos habremos perdido el desayuno. – Suspiró Maya. – Bien, si no te levantas tú, te levantaré yo misma.
- ¿Eh?

Antes de que Kora pudiera reaccionar, notó como una fuerza levantaba la parte superior de su cuerpo, haciendo que poco a poco se incorporara. Parpadeó varias veces hasta ver que delante de ella había una esfera azul atrayendo mechones de pelo y el cobertor.

- ¡Ahh! ¡Ya me levanto, ya! ¡¡Maya!!
- Eso está mejor. – Al cerrar el puño, la esfera desapareció, y Kora cayó los pocos centímetros que se había levantado de la cama.

Refunfuñando, Kora se movió hasta sentarse en el borde de la cama, y estiró los brazos, bostezando largamente. Aunque habían pasado el anochecer en una de las terrazas del hotel, bebiendo y tomando aperitivos tranquilamente, el cansancio del día anterior había hecho que subieran a su habitación pronto.

Vio que el resto estaban preparados, los otros tres ya vestidos y con sus pertenencias listas sobre las camas individuales que les había tocado a cada uno. Se le había hecho extraño compartir habitación con un hombre al principio, pero en cuanto tocó su colchón, el agotamiento hizo que no se preocupara demasiado por Raiden.

- Venga, lávate la cara y termina de arreglarte. – Maya la ayudó a levantarse, y la condujo hasta el baño. – Esta chiquilla...
- No te quejes tanto. Te cae bien. – Intervino Raiden, arqueando una ceja. Apoyado en la pared al lado de su cama, acariciaba el mango de su katana por inercia.
- ¿Uh? Bueno, me recuerda al perro que tenía cuando era pequeña. – La mujer arqueó una ceja, y le dedicó media sonrisa al Samurai. – Además, mira quien-

Un sonido fuerte, como una explosión que sacudió las paredes de la habitación, interrumpió la conversación. Inmediatamente los tres se pusieron en guardia, y Kora salió del baño con susto en la cara, intentando ajustarse los cordones del corsé ella misma.

- ¿Qué ha sido eso? – Preguntó la chica.

Ninguno tuvo la oportunidad de responderle antes de que otra fuerte sacudida hiciera que se moviera la habitación.

- ¡Vamos! – Maya apresuró al equipo.

Los cuatro salieron de la habitación rápidamente. Se encontraban en la segunda planta del edificio, por lo que el recibidor estaba justo debajo. Desde el pasillo, podían oír un vocerío desde la planta principal.

- Nadie se mueve... ¡Y nadie muere!

El grito vino acompañado de una risa casi histriónica, seguido de varios disparos que, esperaban, hubieran sido al aire. Maya corrió hacia la esquina que daba a las escaleras, asomándose unos centímetros.

Un grupo de jugadores había asaltado el salón principal. No necesitaba la Omnitool para saber que eran de un job alto. Entre ellos destacaba el Gunslinger encima de la mesa riendo, una Dragoon, un Assassin, una maga de algún tipo, un Stalker...

- Eh, vosotros dos. – El Assassin miró a la Dragoon y al Stalker, señalando con la cabeza hacia las escaleras. – Cuando terminéis con esos novatos, id a ver quienes quedan por las habitaciones.

Maya inmediatamente retrocedió, dirigiéndose a su grupo.

- Están atracando el hotel, y en estos momentos dos de ellos van a subir. – Les informó rápidamente.
- Escondámonos en la habitación de momento. – Sugirió Asami, pero Maya negó con la cabeza.
- Tienen un Stalker. Puede forzar las cerraduras. – Maya se cruzó de brazos, con el rostro cruzado por la tensión. – Tenemos que enfrentarnos a ellos.

El grupo enmudeció, pero Maya y Asami parecían decididas. Kora se giró hacia Raiden, quien sostenía su katana en la mano que aún podía usar. El Samurai asintió hacia ella, y tragando saliva, se preparó.



- ¿Qué está pasando?

Sobresaltados, se giraron hacia el otro lado del pasillo. Una chica de pelo corto castaño se acercó hacia ellos, sujetando un carro en una mano. Inmediatamente se pusieron en guardia, pero la joven sólo alzó la mano. Sin embargo, abrió los ojos en sorpresa al fijarse en Maya.

- ¡Oh! ¡T-tú...!
- Hola de nuevo. Por cierto, no quiero asustarte, pero están atracando el hotel. – Le interrumpió Maya.
- ¿¡Qué!? ¿¡Pero qué le pasa a la gente aquí!? – La desconocida entornó los ojos. – Pensé que aquí estaría segura...
- Bueno, pues-

Maya fue interrumpida por Raiden, quien la empujó al lado para bloquear un cuchillazo por la espalda con su katana. La fuerza del impacto hizo retroceder al Samurai, pero le dio los segundos necesarios a Asami para actuar. Aprovechó el brazo extendido del Stalker para sujetarlo, dándole la vuelta fácilmente con su fuerza, y estampándolo contra la pared. Con un golpe de la palma de la mano, dejó ir una carga eléctrica sobre el pecho de éste.

El Stalker cayó al suelo en la misma posición, moviendo su cuerpo a trompicones.

- He conseguido paralizarlo. – Asami le dio una pequeña patada en el costado, comprobando que no se movería. – Nos hemos ganado unos minutos más.
- Esperad... – Maya levantó un índice. – Tenían que subir un Stalker y una Dragoon...

El grito de la otra chica les sobresaltó. La Dragoon atravesó una ventana con su lanza por delante, recuperándose del salto rápidamente, pero no sin que la otra la golpeara varias veces con un mazo. Sus golpes no eran muy efectivos, y con una risa, se dispuso a atacarla con su lanza.

- Esta es mía. – Maya sonrió, y antes de que el Dragoon se lanzara a por la otra, levantó una burbuja de gravedad. – Con mi nivel no puedo matarte, pero... puedo apartarte del camino.

Con un movimiento de la mano, la esfera estalló. Una onda expansiva hizo retroceder al grupo, y la Dragoon salió despedida en dirección hacia las escaleras. El golpe contra la pared pareció aturdirla lo suficiente como para ganar otros momentos extra.

- No podemos bajar, así que...

Asami señaló la otra punta del pasillo, y el grupo subió hasta el tercer piso a la carrera. No tan sorprendentemente, la otra chica les siguió. Al llegar allí, un confundido trío de jugadores se les unió tras explicarles brevemente la situación.

- Por cierto, tú, ¿quien eres? – Preguntó Maya a la otra chica. – La otra vez tenías demasiada prisa, aparentemente.
- Songbird. Gracias por salvarme... otra vez. – Respondió ésta, cruzándose de brazos mientras se sonrojaba. Un rápido tecleo en la Omnitool les reveló que era una Merchant de nivel medio.
- Deberíamos preocuparnos en cómo salir de aquí. – Les recordó Asami.

Maya apretó un puño, frustrada. Habían podido derrotar a dos de ellos, pero no iban a poder mantener un ritmo así de ninguna forma.

- No podemos hacer nada. – Raiden tenía una expresión similar a la suya. – Ahora lo importante es cómo salir de aquí.
- ¿Ideas? – Preguntó Asami al resto.
- En realidad... creo que sé cómo podemos salir de aquí...

El resto se giró hacia Songbird, quien parecía bastante segura de lo que tenía que decir.

- Habéis visto los relés de carga, ¿no? – Les dijo la Merchant. – Hay una manera de que los jugadores puedan usarlos...
- ¿Los ganchos esos? – Preguntó Maya, y Songbird asintió. – ¿Tienes?
- En venta, sí.
- ¡Te hemos salvado la vida! – Kora se cruzó de brazos. – Si puedes ayudarnos a salir de aquí, es lo mínimo que puedes hacer.

Songbird les dedicó una media sonrisa, y sacó del bolsillo de su chaqueta un papel doblado. Inmediatamente reconocieron el símbolo y el texto.

- Entre todas las posibilidades... – Empezó Maya.
- Dejad que me una a los Crimson Raiders, y os sacaré de aquí. – Sonbird agitó el folleto. – No tenemos mucho tiempo.
- Trato. – Raiden tomó la iniciativa, y Songbird asintió.
- Trato.

--


Los seis pisos del hotel se les hicieron casi eternos. Hasta nueve jugadores más se les habían unido en la escapada, y por suerte, el Paladín y la Sniper del quinto piso acabaron con la Dragoon que les perseguía. El suelo temblaba en ocasiones, y la escalera del cuarto piso cedió momentos después de que el último de ellos la pisara. Literalmente no había vuelta atrás.

El último piso tenía una suite que daba a una amplia terraza, con mesas de hierro forjado y una pequeña piscina. Pero lo más importante no era el lujo, sino que cerca del borde, había una vía de relés por los que se enviaban cargas a través de la ciudad.

- Para ser sinceros, nunca he usado esto. – Les dijo Songbird. – Pero sé que el gancho se agarra a las vías por magnetismo, y se puede saltar de relé en relé usando la fuerza del impulso. Una vez encontremos un sitio donde aterrizar, sólo hay que soltarse apretando el gatillo.

Songbird explicó brevemente como funcionaban aquellos ganchos, que parecían un guantelete con tres ganzúas rotantes. El gatillo servía para soltarse de la vía que estaban siguiendo, y gracias a alguna forma de magnetismo -- o simplemente mecánica del juego, saltar hacia otra vía.

El plan parecía sencillo: seguir los relés desde Monument Island hasta donde pareciera seguro.

- Bien, ¿quien va primero? – Preguntó Songbird, mirando al grupo. Cuatro de ellos ya tenían guantelete y experiencia usándolos, por lo que no había escasez.

Maya se adelantó, cogiendo uno de los guanteletes. Lo probó en sus manos, y las tres ganzúas rotaron cuando pulsó el gatillo.

- Raiden, ¿crees que...? – Preguntó Asami, pero la mirada de Raiden lo dijo todo. Al fin y al cabo, sólo se necesitaba un brazo. La Blacksmith se colocó el gancho, preparada para saltar.

Kora era la que más dudas tenía. Según Songbird, el diseño del guantelete hacía que fuera imposible soltarse a no ser que fuera intencional, y no recordaba que hubiera fallado alguna vez. Sin embargo, empezaba a pensar que quizá pasara mucho tiempo hasta que quisiera volver a una ciudad en el cielo.

- Vamos, vamos. – Songbird terminó de cerrar su carro con correas, ajustándoselo a la espalda.
- ¿Listos? – Preguntó Maya al resto.

La futura Time Mage fue la primera en lanzarse a través de los relés. Para no perderse, tenían que subir deprisa, y Asami saltó segundos después, seguida de Raiden. Kora pareció dudar, pero Songbird le levantó el brazo hasta engancharlo al relé.

- ¡Piensa que es como una montaña rusa! – Le dijo, antes de darle un empujón.
- ¡¡Odio las montañas rusAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!!


Shura

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #34: December 08, 2013, 02:11:51 PM »
# 10.

xx
x


-No tiene gracia.
Todo el mareo provocado por la subida a Columbia ya había pasado, pero mientras iban subidos en la plataforma rumbo al gremio de Time Mages, Nero iba apretando los dientes, cruzado de brazos y comenzando a ponerse colorado involuntariamente, ante las risas de sus dos compañeros. 
-No pasa nada CuteBoy, yo también me he mareado. -Los ánimos de Doppio no ayudaban a su imagen.
-No me he mareado, sólo... he bajado la guardia. -Y era verdad, si le hubieran avisado de lo que le esperaba, la ascensión no le hubiera pillado de sorpresa... seguramente.
-No pasa nada Nero, te queremos así como eres. -Shura miraba al resto del grupo buscando su aprobación. -¿A que sí Sol?
Nero bufó incómodo, aún no se había recuperado de la herida emocional de que resultara herido en el bosque, no estaba teniendo la suerte de su lado para demostrar lo que valía realmente.
-Parad de una vez. -El paladín habló exasperado.


La plataforma se había encajado en su destino, antes de que se abrieran las barreras hacia la plaza de la torre del reloj, Nero les enseñó su omnitool muy digno.
-Más os valdría preparar la configuración para aparecer justo aquí si algo malo os pasase, Columbia puede parecer un lugar calmado, pero las tensiones entre magos y alquimistas siempre han estado presentes.
Shura y JoJo se miraron sin comprender muy bien a qué se refería, por lo menos habían dejado de reírse, la chica se acercó de manera confidencial hacía su compañero.
-Incluso enfadado se preocupa por nosotros.
Los cuatro aquella vez siguieron a Doppio, parecía muy concentrado y algo nervioso por cambiar a un job definitivo, llegaron hasta la torre del reloj, donde en su interior le esperaba su quest.
-Bueno... -el mago giró sobre sus talones, sonriendo mirando al suelo. -Tengo que daros a todos las gracias, sin vuestra ayuda, no estaría aquí.
-Nosotros no nos las merecemos, pero estamos contentos si en algo hemos podido ayudar. -JoJo habló por los dos iniciados, dándole al mago una palmada amistosa en la espalda.
Doppio levantó la cabeza mirando alternativamente a JoJo y Shura.
-Sí, vosotros también habéis sido de ayuda. -Se produjo una sensación muy extraña dentro de la chica que apartó la mirada evitando la de Doppio... pero su tono era el mismo que mostraría un científico en agradecimiento a sus cobayas.
Aquello duró menos de un segundo. Doppio se acercó hasta su destino, acariciando el marco de la puerta y girando una última vez para sonreír tímidamente a sus compañeros.
-Deseadme suerte.
-Te estaremos esperando. -Nero y el resto se despidieron de él cuando desapareció tras la puerta.


-Oye... cuando estábamos arriba, -JoJo habló para su compañera en el tono suficiente de que todos se enterasen. -Me pareció ver que por aquí cerca había una feria.
-Yo también la he visto.
-Vosotros dos, ¿no estaréis pensando en marcharos? -Nero rodó los ojos señalándolos asqueado. -Vamos a esperar a nuestro compañero que está con su quest.
-A mí nadie me acompañó en la mía. Estará bien. -Shura se encogió de hombros, no había tanto con aquello.
-Yo me tengo que marchar un momento. -Sol revisaba su omnitool sonriendo satisfecho. -Por aquí se puede comprar tabaco.   
-Entonces decidido. ¿Te vienes con nosotros Nero?
-No. -Rechazó tajante la invitación de JoJo, utilizando todo su tono ácido para intentar remover la conciencia de sus compañeros. -Voy a esperar a mi amigo porque quizás nos necesite para algo; para ser el primero en felicitarle cuando lo consiga, o para darle todo mi apoyo si, no lo quiera, fuera necesario. Porque eso es lo que hacen los amigos.
-Vale, mándanos un mensaje si nos necesitas. -JoJo y Shura se fueron juntos y Sol por su parte, dejando solo a un estupefacto Nero, que optó por sentarse en los escalones de entrada a la torre murmurando enfadado maldiciones para sus compañeros.


---


-Shura, ¿me queda bien? -JoJo había comprado un nuevo gorro en uno de los puestos de la feria, esta vez de aviador, adoptando una pose exagerada para mostrar cómo le quedaba en conjunto aquel complemento.
-Sí, te queda bien... ¿de dónde has sacado el dinero? -Se obligó a apartar la mirada de un elementalist que lanzaba chispas al aire como si fueran pequeños fuegos artificiales.
-Me ha sobrado un poco de cuando hice mi quest.
-Pues estírate y devuélveme lo que me debes... -Los ojos de Shura brillaron. -¡Vamos a dar una vuelta!
Estaba claro que se iba a cobrar la deuda con intereses... pero su primera parada iba a ser los puestos de comida, el olor de palomitas dulces, y perritos calientes eran como una melodía atrayente que atrapaba todos sus sentidos después de días a base de raíces y frutas.
-Sí, -Shura se plantó delante del NPC. -Póngame cuatro perritos, dos bebidas, ¿y tienen helados? ¿No? ¿Tú que vas a pedir, JoJo?
-Cuatro perritos y dos bebidas, ¿quedan helados? ¿No tienen? -La maga a su lado casi pareció desinflarse desanimada por la respuesta del NPC. Pero la visión de comida la reanimó, las dos chicas acercaron las manos a la bandeja donde ambos pedidos al realizarse a la vez se habían mezclado.


Shura observó a la chica de cabello blanco y traje de Black Mage, pero lo que más le llamó la atención fue su cara, era guapa, pero ahora mismo, con la comida entre ellas, parecía irradiar otro tipo de luz, los ojos le brillaban con esperanza y con el mensaje de que alimentarla a ella, era hacer desaparecer el hambre en el mundo, su gesto reflejaba cierta incredulidad e inocencia como si uno de los misterios del ser humano fuera “¿qué hacía aquella persona agarrando su bandeja? Exageradamente llena de cuatro bebidas y ocho perritos; oh dios mío estoy en el cielo y la bandeja es el mesías.”
-Lo siento, pido otra bandeja y ahora repartimos. -Shura acabó cediendo, apartando las manos y dejando a la recién llegada toda la bandeja.
La Black Mage hizo un gorjeo más propio de una fan recibiendo a su estrella, pero al segundo después reparó en algo más fundamental.
-No, no te preocupes, podemos usar las dos la misma bandeja. -Se la entregó a Shura, y ya con las manos libres tomó uno de los bocadillos dándole allí mismo el primer bocado, y la White Mage pudo jurar que un escalofrío de satisfacción le recorrió hasta la punta del pelo.
Shura se acercó la bandeja a la cara y tomó la pajita de la bebida más cercana... era tan dulce que le hizo sonreír, así se encontraron las dos chicas sonriéndose mutuamente en lo que era el comienzo de una hermosa amistad gracias a la comida.


-Moonshine, ven aquí. -Una hermosa joven de cabellos como el ébano pagó su parte de la cuenta, reprendiéndose interiormente el haberla perdido de vista tan solo un instante y que ésta hubiera acabado hablando con cualquiera cuando hace apenas un rato habían escapado de un nuevo ataque.
La mencionada parecía debatirse entre hacerle caso o quedarse con la comida, casi como si lo hiciera por si acaso, agarró un segundo bocadillo de la bandeja acercándose a su compañera.     
-La he invitado a que usemos la misma bandeja, ¿y tú que has pedido?
-¿La conoces? -Alzó una ceja suspicaz.
-Claro que sss... -Quería consultar en su Omnitool, pero tenía las dos manos ocupadas.
-No la conoces. -La chica cerró los ojos paciente, consultando ella misma los datos.
Shura las observó deduciendo de qué podrían estar hablando, pero estando en posesión de la comida, se sentía más tranquila, JoJo acababa de llegar con cuatro paquetes de palomitas dulces, así que estaban servidos.
La Blacksmith miró suspicaz al recién llegado, pero ambos eran de bajo nivel, no pertenecían a ninguna guild y estaban en una party, ella como White Mage no resultaba amenazadora y a juzgar como el otro hacía malabares para robarle bebida a su compañera directamente de la bandeja, no era tampoco la imagen viva de la amenaza ni de la seriedad.
La Black Mage miraba la escena, o sería más correcto decir toda aquella comida, esperando impaciente una señal de la Blacksmith para reunirse con aquellos dos.
-Bueno... si quieres podemos comer con ellos. -Suspiró sin poder evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro al ver la felicidad de su amiga.


-Hm hola, mi nombre es Moonshine.
-Yo me llamo Shura, y él es JoJo.
-Mi nombre es Kora, -que la otra chica se presentara con su nombre le dio ánimos para revelarlo. -Mi compañera es Techbender. Y, esto... ¿dónde vamos a comer?


Al lado de la feria había bancos donde podían sentarse los cuatro, compartieron comida, Kora había decretado que JoJo y Shura eran los tres mejores amigos cuando el chico le había regalado dos de sus bolsas de palomitas a ella y a la White Mage, Techbender rechazó cordialmente la tercera bolsa, y los cuatro estuvieron hablando mientras duró la comida, Shura descubrió que ella también había quedado atrapada en su primer día de juego, pero que desde entonces se había esforzado todo lo posible por salir hacia delante. Techbender sonreía sin intervenir cuando su compañera de guild ensalzaba sus proezas de iniciada.
-Esta máscara la conseguí al derrotar a un jefe de zona. -Se señaló el antifaz negro de su cara como el orgulloso trofeo de batalla que era.
-¡Qué pasada! -Shura sintió una punzada de admiración, acompañado de algo más que se le acabó escapando en forma de suspiro. -Te envidio, creo que nunca podré derrotar a un enemigo por mi cuenta como White Mage.
-¡Pero los White Mages podéis hacer otras muchas cosas! Podéis curar, podéis... -Hizo memoria con alguno de los miembros de los Crimson Raiders que conocía, a decir verdad no había demasiados que hubieran empezado como White Mages... -Podéis llegar a Champion y luchar cuerpo a cuerpo, podéis... ¿ya he dicho curar?
-¿Qué es Champion? -Parpadeó sorprendida, aquel nombre sonaba muy bien.
-Ah... -Kora disimuló su nerviosismo, convenciéndose que de cabeza podía definir bien un término del que sólo había visto a su compañera de Guild. Se cruzó de piernas tan digna como una reina. -Pues, dan puñetazos para luchar. -Y se encogió de hombros tan resuelta como su sonrisa.
-Son maestros de las artes marciales, Champion es el último nivel, primero va el nivel de Monk. -Techbender ayudó a complementar la información de su amiga, también apiadándose de la cara de no saber que se le había quedado a la otra.
-Mujer de acción... -JoJo lanzaba palomitas a las palomas del lugar que cada vez tomaban más confianza acercándose al grupo.
Shura le devolvió la sonrisa rodando los ojos, tendría que investigar cual eran sus otras opciones. 


Pero ahora que había salido el tema de último nivel de job...
-Vas a decir, “tendríamos que ir a ver cómo le va a Doppio”
-Tendríamos que ir a ver cómo le va a… ¡ahrg! ¡Para de hacer eso! -Shura golpeó molesta a su compañero haciendo que las aves se asustaran y emprendieran el vuelo.
Fue el turno de las otras dos chicas de no entender de qué estaban hablando.
-Perdonad, tenemos un amigo que está haciendo su quest para convertirse en Time Mage.
-¿De verdad? ¡Nosotras también tenemos una amiga que está a punto de convertirse en Time Mage!
-¡Moonshine! -Techbender la reprendió por aquel exceso de información, pero parecía que los otros dos simplemente lo habían aceptado como otra anécdota más de la maga.
-Si queréis vamos los cuatro, puedes preguntarle cómo ha sido su quest por si eso ayuda a tu amiga. -A decir verdad, a Shura le podía la curiosidad con aquello.
-¡Sí! Y así también veo el lugar... podemos ir, ¿verdad?
La morena se mordió la lengua un tanto nerviosa, pero después de prácticamente haberse ofrecido, aquella pregunta por parte de Kora llegaba tarde.
-Está bien... vamos los cuatro. -No es que no terminara de confiar en ellos dos, pero la experiencia le había vuelto más precavida y aquel día ya habían tenido suficientes sorpresas desagradables.
-¡Pero primero pasaremos por el puesto del algodón de azúcar! -Shura se puso en pie con fuerzas renovadas por la comida... y la promesa de más comida.
-¡Me has leído la mente! -Kora la imitó encabezando la marcha, Shura la siguió confiando en que aquel radar que tenía para la comida, las guiase hacia su próximo objetivo.


Pero les había durado poco la alegría cuando al llegar, vieron un cartel anunciando que las existencias de aquel día se habían agotado a causa de una Merchant...


Kora

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #35: December 08, 2013, 02:13:09 PM »


015where all the roads lead to

- ¡Ahí!

Maya señaló un islote al que se acercaban rápidamente desde los relés metálicos. Tenían bastante espacio para poder aterrizar, y uno tras otro, fueron dejándose caer en la zona -- unos con más gracia que otros. Kora rodó un par de metros en la caída, y estaba casi tan blanca como su pelo.

- ¿Cuándo volvemos a Sanctuary? – Dijo con un hilo de voz, mientras intentaba arrodillarse.

Por la presión del aire durante el trayecto, los pulmones le ardieron cuando por fin pudo inhalar oxígeno. El resto del equipo parecía estar bastante bien, Maya estaba de pie examinando el mapa en su Omnitool, Raiden comprobaba el estado de su brazo, Elizabeth simplemente se sacudía la larga falda azul para reajustarla mientras miraba a los otros jugadores huir con sus guanteletes, y Asami le tendía la mano no enguantada.

- Mañana, seguramente. – Le dijo la Blacksmith, ayudándola a levantarse. – Pero no vamos a quedarnos ahí para siempre, sabes.
- Claro que no. – Maya cerró la Omnitool. – Cuando terminemos aquí, seguramente empezaremos con quests para subir de nivel... y probablemente tú y yo volveremos aquí pronto, Kora.

Mentalmente, Kora cruzó los dedos para que simplemente usaran Warps y zepelines.

- ¿Dónde vamos ahora? – Preguntó Elizabeth distraídamente.

La merchant miraba dentro de unas cajas, rebuscando dentro de ellas, hasta que sacó una poción. Sonriendo, la guardó en su carro.

- Nunca se me hubiera ocurrido mirar ahí. – Admitió Asami, arqueando una ceja.
- Te sorprendería la de cosas que se encuentran en estos rincones. – Elizabeth simplemente se encogió de hombros, sonriendo.
- Parece que no eres tan inocente como creía. – Maya dio unos pasos hacia ella, y la sonrisa de la Merchant se heló ligeramente.
- Uhm, lo del otro día...

Elizabeth agachó ligeramente la cabeza, cruzándose de brazos. Parecía que Maya iba a hablar, pero la otra no le dio tiempo a empezar.

- No creía que... bueno, no creo que esté bien quitar vidas. Pero me salvaste... – Tan sólo suspiró. – Supongo que así es como van a ser las cosas a partir de ahora, ¿no?
- Me temo que sí. – Respondió Maya.
- Igualmente... gracias. – Elizabeth le sonrió a Maya, y ésta le devolvió el gesto, sellando la situación previa entre ellas.

Asami se acercó a ambas, tendiéndole el guantelete prestado a Elizabeth.

- Nosotros también te debemos las gracias. Sin ti, no hubieramos podido escapar.
- Deberíamos añadirla a la party. – Intervino Raiden. – Quiere unirse a los Crimson Raiders, y es Merchant...
- ¿Qué quieres decir con eso? – Elizabeth arqueó una ceja.
- Lo entenderás cuando volvamos a Sanctuary. – Le dijo Maya, intentando disimular una sonrisa. – Ahora tenemos que ir al gremio de magos.

--


Afortunadamente, el islote en el que habían aterrizado era cercano al que conducía al gremio de magos, y sólo tuvieron que esperar a que bajaran el puente levadizo para poder cruzar. La zona de magos no era tan diferente del resto de Columbia, a excepción de la arquitectura más sobrecargada de algunos edificios. Por las calles, algunos Black Mages exhibían sus habilidades, y un pequeño grupo de hadas los sorprendió al lanzarse sobre ellos, inspeccionándolos con curiosidad.

- Perdón, todavía no tengo mucho control sobre ellas... – Se disculpó el Summoner, llamándolas de vuelta.

Kora se quedó mirando el pequeño grupo que revoloteaba alrededor del jugador, e inmediatamente se acercó hacia Maya.

- ¿Es un Summoner?
- Sí. Pero aquí no es donde se hace la quest, es en otra ciudad... además, tenemos una Summoner muy fuerte en Sanctuary.
- ¿Rydia? ¿La del dragón? – Preguntó Asami.

Maya asintió, y siguieron sus pasos. Durante el camino, Elizabeth encontró una bolsa con monedas, que dio a la líder de la party en ofrenda, y se unió a la animada conversación que Asami y Kora mantenían. Raiden y Maya, sin embargo, tenían otros temas de los que hablar.

- Voy a ir a hablar con los Hellions. – Le dijo Maya a Raiden, y éste arqueó una ceja. – Lilith conoce a la líder, si alguien puede enseñarle el job de Illusionist es ella.
- ¿No crees que es demasiado para que simplemente vea un job?
- Tampoco es el único motivo por el que quiero hablar con su majestad la reina blanca.

Maya hizo un gesto con la mano, y Raiden asintió. Pronto llegaron a una plaza enorme, donde varios puestos se extendían en círculo, con una amplia fuente en la que se erguía una estatua de una mujer en medio. La zona en general parecía el equivalente para los magos de la feria de alquimistas, con tiendas de accesorios para magos y algún que otro pequeño escenario.

- Bueno, yo tengo que buscar a cierta Illusionist para Kora. La base de su guild no está muy lejos de aquí. – La Black Mage se cruzó de brazos. – Este es un sitio relativamente tranquilo, pero tampoco hay que fiarse.
- Asami y yo nos encargaremos de cuidar a las novatas. – Continuó Raiden, y Elizabeth le miró entrecerrando los ojos, con una ceja alzada. – Aunque no esté al máximo de mis capacidades, nosotros dos seguimos siendo los más fuertes del equipo.
- Nos mantendremos en contacto a través de la Omnitool. No tardaré mucho, pero no os metáis en problemas, ¿vale?

El resto asintió ante las palabras de Maya, quien se puso en marcha hacia una de las calles que daba a la enorme plaza, dejando a los otro cuatro detrás.

- Ahora que lo pienso... – Kora ladeó la cabeza. – No hemos desayunado aún.
- ¿Eso es en lo único en lo que piensas? – Raiden le entornó los ojos, y Kora puso los brazos en jarra.
- Raiden, su stamina es más baja que la nuestra. – Intervino Asami. – Kora se cansa y necesita reponer energías antes.

Kora asintió efusivamente, instintivamente poniéndose al lado de Asami. No sabía si realmente era por su stamina, pero le llegaban olores de algunos puestos que hacían que la boca se le llenara de saliva.

- Puedo darte una poción, si quieres. – Le dijo Elizabeth.
- ...No es lo mismo. – Kora agachó los hombros. Inmediatamente se agarró del brazo de Asami, poniendo su mejor cara de cachorro abandonado. – Yo quiero comer comida...

Asami intercambió unas miradas con Raiden, como si estuvieran discutiendo mentalmente. Al final el Samurai se dio por vencido, haciendo un gesto con la mano y girándose hacia el centro de la plaza.

- No tardéis mucho. – Dijo Raiden, con un suspiro. – Songbird, quédate conmigo.
- Vale. Igualmente ya tengo esta zona muy vista... – Elizabeth suspiró. – Aunque me gustaría comprar algodón de azúcar luego.

Kora extendió los brazos hacia el cielo, estirándose al mismo tiempo que se regocijaba en su victoria. Agarró a Asami del brazo, y se dirigió hacia los puestos de comida, dejando que su olfato la guiara.

--


Maya sólo había ido al cuartel general de los Hellions una vez, acompañada por Lilith cuando apenas llevaba unos días en el juego. El edificio no había cambiado, con la fachada blanca y ostentosa, al igual que la líder de la guild. A pesar de aceptar sólo magos, los Hellions se habían convertido en una de las guilds más influyentes en Columbia, y sus enemistades con otras guilds daban mucho que hablar.

Lilith le había contado que por suerte, los Hellions no estaban interesados más que en mantener su posición de poder en Columbia, ya que de tener que enfrentarse a ellos en las típicas batallas de guilds hubieran tenido problemas.

- Eh, tú. – Tras examinarlo con su Omnitool, Maya se acercó a un Hellion. Curiosamente... llamado Hellion. “¿Su majestad le deja ir con ese nombre?”.

El chico parecía un adolescente, pero a juzgar por su nivel, llevaba ya un buen tiempo siendo Illusionist. No sabiendo con quién podía encontrarse, prefirió ir con cuidado. El más pequeño conflicto podía abrir una fuerte rivalidad entre guilds, y en aquellos momentos, no era lo que más les convenía.

- ¿Qué pasa?

Inmediatamente, el chico la examinó sin ningún reparo con su Omnitool. Por su voz, sonaba acorde a su aspecto: un adolescente repelente. Maya torció el labio.

- Ah, una Black Mage... ¿vienes a mendigar un puesto en la guild porque te has cansado de helarte el culo en Sanctuary?

O quizá no iba a ir con ningún cuidado.

- Oye, niño, no tengo tiempo que perder contigo. Quiero saber dónde puedo encontrar a White Queen.
- Primero, te saco bastantes niveles de ventaja, así que podrías empezar a hablarme con un poco de respeto. – Maya sólo puso los ojos en blanco. – Segundo, ¿quién te crees que eres para ir exigiendo hablar con la líder de la guild?
- Vengo de parte de los Crimson Raiders. El resto no es asunto tuyo.

El chico -- Hellion (“¿En serio?”), chasqueó la lengua. Parecía indeciso sobre si seguir en una disputa verbal con Maya o ceder a sus peticiones.

- ¿Qué parte de “no tengo tiempo que perder contigo” no has entendido? – Le insistió Maya.
- Tsk... los Crimson Raiders tomáis una mierda de ciudad y os creéis los reyes del mundo. No duraríais ni un día aquí.

Maya simplemente trató de poner su mejor cara de póker e ignorar al mocoso, ya que al menos éste había abierto la Omnitool.

- ¿Cómo te llamas? – Preguntó mientras tecleaba, sin mirarla.
- Phaselock. Pero dile que vengo de parte de Lilith. – A juzgar por la media sonrisa de superioridad, debía estar añadiendo varios adjetivos de diversa índole al mensaje. – Queremos hablar con ella en privado.
- ¿Sobre qué?
- ¿Estás sordo? Te he dicho que no es asunto tuyo.

El chico le dirigió una mirada de asco puro, pero siguió escribiendo. Finalmente cerró la Omnitool, y le hizo un gesto con la mano.

- Ya le he enviado el mensaje. – Le dijo. – Ahora lárgate antes de que cambie de idea... y te cambie las tuyas de paso.

Maya tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no lanzarle una bola de gravedad. Pero hubiera sido inútil, no sólo por la diferencia de niveles, sino porque echaría por la borda la mínima relación que mantenían con los Hellions. Aquel crío no valía tanto la pena como para que les provocara tantos problemas.

Además, ahora su principal preocupación era saber cuánto tiempo la reina blanca les haría esperar. Conociéndola, ya podía esperar a que pasaran varias horas, si es que se había despertado de buen humor aquel día.

--


- ¿No crees que esos son demasiados algodones de azúcar?

Raiden se había sentado en el borde de la fuente del centro de la plaza, tan quieto que parecía una decoración más de la estructura de piedra. Pero su impasibilidad terminó al ver a Songbird acercarse a él con por lo menos seis conos de algodón de azúcar en cada mano -- cómo conseguía sujetarlos era algo que escapaba a su conocimiento.

- Pensaba darte un par. – La Merchant arqueó una ceja, y dio un mordisco a una de las nubes rosadas... quedando una mancha enorme alrededor de su boca. – Oh, sujeta, por favor.

Le tendió los conos de su mano derecha, y Raiden aceptó con un suspiro resignado. Una sonrisa traviesa cruzó el rostro de la chica, y colocó los conos que no estaba comiendo entre las juntas del cuerpo robótico de Raiden.

- ¿En serio? – Raiden arqueó una ceja, más resignado que otra cosa. Esperaba que al menos Songbird terminara antes de que alguna de las otras tres volviera.
- Hmmm-mhh. – Asintió, sentándose a su lado.

Satisfecha, Songbird empezó a coger trozos del algodón rosado con la mano libre, mientras tarareaba una canción. La melodía le resultaba ligeramente familiar, pero no conseguía ubicarla.

- No puedo comer mucho azúcar en la vida real, así que... – Empezó a hablar. – En realidad nunca he comido de esto nunca. Excepto aquí.

Songbird parecía extrañamente melancólica al decir aquello. Se quedó unos momentos mirando el cono casi vacío, meditabunda. La expresión en su rostro contradecía su actitud animada y decidida, pero Raiden no sabía qué decirle. Por suerte, ésta recuperó el ritmo, comenzando con la segunda nube de azúcar, y además...

Acababa de llegarle un mensaje a la Omnitool.


Kora

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #36: December 08, 2013, 02:13:59 PM »


016trouble o'clock

Tenía que admitir que Kora parecía bastante animada hablando con Shura, y de hecho aquello era lo que le había hecho acceder al pequeño paseo. Al fin y al cabo, estaba segura de que la torre del reloj no quedaba demasiado lejos, y lo más peligroso que había visto hacer al dúo había sido JoJo tirándole palomitas a la capucha de White Mage de su compañera.

- Y tu ropa es muy guay, Kora... – Escuchó a Shura. – ¿De dónde la has sacado?
- Bueno... fue mi recompensa por mi primera misión cumplida. – Las palabras de Kora estaban llenas de orgullo, al fin y al cabo, habían dado en el clavo. – El único problema es el frío...
- Heh, es que hay que estar siempre preparado. Mírame a mí. – Intervino JoJo, apuntando a su bufanda.

Kora lo miró, arqueando una ceja, y se cruzó de brazos. Pero antes de que dijera nada, el Thief se le adelantó.

- Y ahora dirás: ‘Una bufanda así no pegaría con mi ropa’.
- Una bufanda así no pegaría con mi ropa... ¡ah! – Kora casi dió un salto hacia atrás, tapándose la boca con las dos manos. – ¿P-Pero cómo...?
- Te acabas acostumbrando. – Shura le puso un brazo en el hombro, negando con la cabeza.

JoJo sólo soltó una risita, cruzando los brazos por detrás de su cabeza, mientras Kora intentaba recuperar su posición digna.

Sin embargo, aunque no dejaba de prestar atención a lo que estuvieran diciendo los otros tres, Asami terminó de teclear un mensaje para Raiden, indicándoles hacia dónde se dirigían. No esperaba problemas, pero tras el día que habían tenido, sentía que cualquier precaución era poca. Y además, irse de la feria sin ningún aviso preocuparía al resto del equipo.

- ¿Habéis venido por warp o por la ascensión? – Preguntó Shura, sonriendo.
- A-Ascensión... – Balbuceó Kora, tragando saliva de forma audible.
- ¿A que es genial? – La White Mage cerró los puños, entusiasmada. – ¡Tengo ganas de volver sólo por probarlo otra vez!
- Sí... bueno... supongo... – Kora miró hacia otro lado, y para suerte de ésta, la torre del reloj estaba tan sólo a varios metros de ellos. – ¿Es ahí?

El edificio donde los Time Mages realizaban su quest se alzaba sobre unas escaleras doradas, y el enorme reloj parecía la joya de una corona. Como todo Columbia, era ostentoso y exagerado, pero no podía decirse que fuera desagradable para la vista.

- Ah, sí. – Shura puso ambas palmas al lado de su boca. – ¡Nero! ¡Ya hemos vuelto!
- ¡Ya puedes desenfadarte! – JoJo imitó a su compañera.

Asami se puso en guardia, preparando su Omnitool para examinar rápidamente a los otros dos miembros de la party de desconocidos. Pero en cuanto se acercaron a los escalones, ni siquiera lo necesitó. Un escalofrío la recorrió al ver a un joven espadachín de pelo blanco y el mago de pelo morado y pecas. “¿Es que no vamos a tener ni un respiro hoy?”, pensó, apretando la mandíbula en tensión.

- ¿Ves? Todo ha salido bien. – JoJo se acercó al chico de pelo blanco, quien parecía esforzado en mantener una expresión de enfado más bien infantil. – Feliciades, Doppio.

El Thief le dio una palmada al nuevo Time Mage que casi hizo que cayera por las escaleras de no ser porque se sujetó al hombro del otro.

- Ya era hora de que volvierais.
- Ah, claro, seguro que a Sol no le dirás tanto... – Shura rió entre dientes, y le dio un codazo a JoJo, quien también se rió de algún chiste interno. – Bueno, felicidades, Doppio.

Kora se acercó a ellos, con medio cuerpo inclinado, y levantando la mano en saludo.

- Hola... – Dijo la Black Mage, con su habitual excesiva confianza en los desconocidos.
- Esta es Kora, también es nueva en el juego. Las dos tuvimos la misma suerte de quedar atrapadas en nuestro primer día de juego... – Shura puso los ojos en blanco. – Ellos son Nero y Doppio, formamos party.
- ¡Encantada! – Saludó la chica efusivamente.

Asami reaccionó rápidamente. No podía escribir un mensaje sin que se dieran cuenta, por lo que simplemente abrió comunicación con Raiden. Parte de lo que oyeran y vieran tendría que servirles de señal para que acudieran lo más pronto posible.

La Blacksmith subió unos escalones, colocándose a la altura de Kora. Los otros dos quizá tardaron unos segundos en reconocerla, pero pronto vio la misma tensión en su mirada.

- Ella es Techbender, tiene un poco más de práctica. – Continuó Shura, presentándola. – Seguramente esté alrededor de vuestros niveles.
- Encantada. – Asami sonrió educadamente, cuidando que no escapara ni un sólo gesto de hostilidad. Tenía que hacer todo el tiempo posible.
- Igualmente.

El espadachín respondió probablemente intentando lo mismo que ella, pero para su satisfacción, la tensión era casi imperceptible en su voz... casi. A su lado, la expresión del Time Mage se descompuso, mirando de uno a otro, deciéndose con un ligero saludo nervioso. Ni Shura ni Kora parecían sospechar nada, aunque Asami hubiera jurado que JoJo frunció el ceño por unos momentos.

- Una amiga mía va a ser Time Mage pronto. – Kora avanzó unos pasos hacia el mago, sonriendo. – ¿Ha sido difícil? No creo que necesite ayuda, pero al menos saber qué esperarse...
- Bueno... n-no ha sido difícil, sólo... – Empezó éste, trastabillando.
- Heheh, parece que a Doppio le da vergüenza hablar en frente de chicas guapas... – Intervino JoJo, colocándose al lado de éste. – Será falta de práctica...
- ¡Eh! ¿¡Qué quieres decir con eso!? – Saltó Shura.

JoJo parecía haber distraído temporalmente a los cuatro, dejando a Asami cruzando miradas con el espadachín. No había participado en muchas batallas entre guilds, pero recordaba perfectamente a aquel polluelo de pelo blanco bajo el ala de un paladín que más de una vez había causado estragos entre los Crimson Raiders más inexpertos. Por el bien de Kora, no empezaría ninguna rencilla, pero tan sólo esperaba que los otros tres llegaran pronto.

Daros prisa...”.

--


Echando humos” era una expresión casi literal al ver el gesto de Phaselock volviendo de su encuentro con los Hellions. La maga se echó un mechón azul hacia atrás al llegar, resoplando.

Mentalmente, Raiden agradeció que al menos Elizabeth había terminado con los conos que decoraban su cuerpo.

- ¿Y bien? – Dijo Raiden.
- Nos atenderán cuando vean que somos dignos de su presencia. – Contestó Phaselock, cruzándose de brazos.
- ¿Y eso es en...?

Como respuesta, Phaselock se sentó a su lado, agarrando un cono de algodón de azúcar de su mano.

- Pues que podemos esperar un buen rato. – Como si hubiera salido finalmente de su enfado, Phaselock pareció darse cuenta de las dos miembros que faltaban. – ¿Y Asami y Kora?

- Están en la torre de los Time Mages. – Respondió Raiden. – Kora ha encontrado una novata con la que hablar, y han decidido acompañarlos-
- ¿¡Y te quedas aquí plantado!?

Tal vez era por el enfado por lo que fuera que hubiera pasado con los Hellions, pero Phaselock le cortó la frase agarrándolo del cuello metálico. Los conos que sujetaba para Elizabeth cayeron al suelo, haciendo que ésta soltara un gritito ahogado.

- ¿¡Cómo se te ocurre dejar que se vayan por ahí!?

Phaselock apretó los dientes al hablar, y Raiden simplemente decidió que había tenido más que suficiente con los aires de líder absoluta de la maga. Con su brazo mecánico funcional, la agarró de la muñeca a una velocidad que la otra ni pudo ver.

- Cálmate, ¿quieres? – Respondió Raiden, con un tono ronco. – Son mayorcitas y están dando un paseo, no dejaría a Moonshine sola, pero me fío de Techbender.
- ...Vamos a por ellas. – Con un suspiro, Phaselock soltó el cuello de Raiden, y de un tirón se deshizo del agarre del Samurai.

Phaselock se levantó, seguida de Raiden, cuando la Omnitool de éste se abrió con una conversación entrante. Por unos momentos se sobresaltaron, pero no oyeron de fondo más que una conversación tranquila, reconociendo la voz de Kora junto a la de unos desconocidos.

- Habrá pulsado un contacto directo sin querer. – Murmuró Raiden, levantando la Omnitool para examinar lo que veía. – Parece que enfoca desde el costado.
- Déjame ver. – Phaselock levantó la Omnitool, examinando la escena girando la cabeza. – No puedo distinguir bien a nadie...

Con un bufido, dejó ir el brazo de Raiden, y se puso en dirección a la torre.

- Vamos, Elizabeth. – La chica se levantó, agarrando su carro, y siguió a los otros dos.

Sin embargo, Raiden no apartó la vista de la Omnitool. Probablemente sólo había sido un error por parte de Techbender, pero le extrañaba que cometiera un despiste así en un momento tan extraño. No iba a quejarse por el ritmo de Phaselock.

Habían salido ya de la feria cuando una voz muy familiar se escuchó por la Omnitool.

>Estáis muy lejos de casa, Crimson Raiders, parece que Lilith se está volviendo descuidada si se le han escapado sus perritos.

- Ese... ese es... ¡Phaselock!


Shura

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #37: December 08, 2013, 02:14:47 PM »
# 11.

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Sol acababa de hacer sus compras, era el momento de regresar a la plaza del reloj y ver si Doppio había superado su Quest, se encontró con la agradable sorpresa de que sí que lo había conseguido, y que además, había dos mujeres. A una de ellas la reconoció en el acto, se acercó dejándose ver.
-Estáis muy lejos de casa Crimson Raiders, parece que Lilith se está volviendo descuidada si se le han escapado sus perritos.

Nero sonrió de manera socarrona dando un paso al frente para colocarse a la altura de Sol que ya estaba encarando a las dos chicas.
Asami no se dejó intimidar por su presencia, manteniéndose firme y digna ignorando sus insultos.
-Badguy… ¿así que estos son los miembros de tu guild? –Miró alternativamente al espadachín y al mago. –No puedo decir que sea un placer coincidir con vosotros.
-El sentimiento es mutuo, Techbender. –Sol miró inquisitivamente hacía Kora que parecía descolocada con la nueva aparición. -¿Nueva mascota? ¿Cómo te llamas, Black Mage?
Sol no esperó una respuesta que de todos modos Kora no le dio, consultó en su omnitool dando con su nombre de usuario e información.
-Moonshine, apenas tienes nivel… -habló para sí mismo levantando la cabeza hasta dar con la mirada de la chica.- Es un desperdicio que seas Black Mage, pero aun puedo darte un sitio en mi party si quieres dejar de ser uno de los perritos de Lilith.
-¡Déjala en paz! –Asami saltó enfadada cuando Kora le apretó el brazo nerviosa.
-Perdona Techbender, para ti también hay un sitio en mi party. –Sol sonreía satisfecho de haber conseguido enfadar a la “dama de hierro”.
-Ni muerta me uniría.
-Ten cuidado porque hay deseos que se cumplen.

Shura y JoJo se miraron sin comprender, habrían intervenido en la conversación de no ser porque Doppio les hizo señales para que no intervinieran y se mantuvieran al margen, pero el Time Mage se puso alerta con la nueva aparición.
-Puedes ahorrarte las amenazas Badguy, si te descuidas pueden volverse contra ti.
Maya encabezaba el grupo seguida por Raiden y detrás de éste Elizabeth.
-Ya decía que olía a perro mojado… -Nero sonrió por su propio comentario, sintiendo la mano de Sol sobre su hombro instándole a mantenerse tranquilo.
-Phaselock, Raiden… -El cruzado pasó de largo de Asami y Kora acercándose hacía los recién llegados. -¿De verdad eres Raiden? –Lo miró de arriba abajo sin poder evitar que un bufido de burla escapara de sus labios. –Te recordaba más entero la última vez que nos vimos. Se nota que los Crimson Raiders sabéis como divertiros.
-Al contario que los Made in Heaven, no he escuchado que tu grupo se haya estado divirtiendo mucho últimamente. –Maya puso el dedo en la llaga, eran mayoría y todos de la misma Guild, mientras que los otros solo eran algunos miembros y otros de party, al ver los datos de la omnitool.
-Ya sabes… -Ante la mención de su Guild, la sonrisa en el rostro de Sol desapareció. –No apreciamos tanto el número como la calidad.
-Solo erais ratas, abandonaron el grupo cuando comenzaron los problemas.
Nero desenvainó la espada, crispado por el comentario de Raiden que ni se molestó en mirarle, pero de nuevo el paladín le hizo una seña para que no se precipitara. Los piques entre guild eran comunes, ayudaban a alimentar el fuego a la hora de una Guild War o un evento. Desde el anuncio del GM no habían tenido motivo para que las Guild rivalizasen, pero había costumbres que no se perdían.
-Había olvidado que los dos erais amigos de la justicia, perdonad si finjo que me importa una mierda vuestros comentarios.
-No tienes por qué fingir, no tienes moral ni vergüenza, solo erais unos mercenarios. –Maya dirigió la vista hacía la maga y el ladrón. –Lo siento por tus iniciados, solo son carne de cañón bajo tu mando. No cambias tus métodos ni bajo la amenaza del GM, ¿piensas seguir alistando iniciados para mantenerte a salvo detrás de ellos mientras ves cómo mueren?
Nadie reparó como Nero palidecía ante la revelación, sujetando la espada con las dos manos para evitar que el pulso le temblase.
-A ver… déjame pensar… sí, ya recuerdo: recuerdo como gritabas cuando te metieron una flecha en el pecho hace cuatro Guild Wars. Siento si no te gustaban mis métodos, pero no puedes negar que eran efectivos. –Sol intentó sonreír pero solo acabo mostrándole los dientes a la maga.
-¿Efectivos? –JoJo dio un paso al frente, incapaz de mantenerse al margen después de aquello, sentía que tenía la pieza del rompecabezas de aquel personaje. –Yo no hablaría de que fueran efectivos, ¡cuando es tu nombre el que está escrito en el muro de agua!

Maya parpadeó sorprendida un segundo antes de entornar la vista hacía el ladrón, Sol también giró la cabeza para observarle, pero en su mirada parecía escrito que iba a matarle si decía una palabra más.
-¿Cómo dices? Su nombre no puede estar escrito porque está vivo… de modo que… -Maya volvió a dirigir la vista hacía el paladín que la encaró con orgullo. -¿Hay algo que quieras explicar?
-¿A una Crimson Raider? No tengo nada que explicar, los temas de los Made in Heaven se quedan en la Guild.
-No si eres un Player Killer… eso nos concierne a todos. –En la mano de la maga, una bola de gravedad comenzó a brillar en un característico azul. Pero la amenaza solo provocó que Sol se enfadase aún más.
-¿Y qué pasa si lo soy?
Maya no estaba de humor para aquello con todo lo que le había sucedido en aquel día, arrojó contra el paladín la bola de gravedad que solo atinó a apartar a Nero de su lado para que no le afectase el ataque, inmovilizado sintió como sus pies habían dejado de tocar el suelo, con el ataque de Maya alzándole por el aire.
Con aquel anuncio la discusión había dejado de ser solo de ellos dos, el más afectado parecía Doppio, que retrocedió unos pasos agarrándose la cabeza y mordiéndose el labio inferior sin saber cómo lidiar con el miedo que le provocaba aquella noticia.
-¿Algo que confesar?
-Vete a la mierda, Phaselock. –Maya apretó aún más la presión que ejercía su ataque alrededor del cuello de este.
Nero empezó a temblar, como miembro de la guild, aquella noticia le había calado, pero ahora lo más importante era que estaban atacando a Sol, se aferró aún más fuerte al mango de su espada, pero no podía atacar… porque aquel motivo explicaría porque no había acudido ningún otro miembro de la guild ante la llamada tras el mensaje del GM… y por qué el único que regresó de la base fue Sol.
-Tu… mat… -Nero no pudo terminar con aquella palabra, se la tragó sintiendo como le arañaba dolorosamente por dentro. -¿Le hiciste algo a los miembros de la Guild…?
Sol guardó silencio, mientras Raiden hablaba escupiendo las palabras.
-A sus propios compañeros… jamás creía que caerías tan bajo, Badguy.
-¿Compañeros? Te equivocas Raiden, -Sol se dirigió a este. –No eran solo mis compañeros, eran mis amigos, mis hermanos. Yo era su líder y murieron por mi mano.
-Lo confiesas… aunque no me creas, lo siento mucho, pero mereces una lección…-Maya se sentía decepcionada por confirmar el dato, pero sabía bien lo que tenía que hacer.

Nero alzó la espada junto con un grito desgarrador, abalanzándose directamente hacía Maya dispuesto para atacarla antes de que acabase con Sol. Cuando iba a dejar caer la espada, esta resbaló en la hoja de la rápida katana del Samurai, que con un movimiento desvió el golpe de Nero hacía el suelo.
Aunque a Raiden solo le quedase un brazo, tenía el nivel y la destreza suficiente para pelear contra Nero y derrotarle, pero el espadachín no se daba por vencido, le mandó un tajo directo hacía el tórax que Raiden volvía a bloquear, Nero luchaba como un animal desquiciado, intentando derribar la barrera que suponía Raiden para llegar hasta Maya antes de que fuera demasiado tarde.
-¡Raiden!
-¡Nero! –Kora y Shura se lanzaron directas a la batalla, pero al primer paso fueron detenidas por Asami y JoJo respectivamente, conscientes de la gravedad de la situación y de que podían resultar heridas en aquella batalla.
Nero no se detenía, y aunque la diferencia de nivel era demasiado como para poder plantar cara a Raiden, seguía intentándolo, pero las palabras de Sol le reverberaba en su interior luchando más fuerte aun por salir.
-¡Dime que no es verdad! –Dejó caer la espada contra Raiden que lo bloqueó una vez más, dejando que la hoja se deslizase hasta casi el mango de la espada de Nero y golpeándole de nuevo para obligarle a soltar el arma.
El dolor de la vibración del arma le hizo daño en las manos, pero pareció aferrarse aún más desesperado a esta para volver a golpear, sorprendió a Raiden durante un instante, pero el samurái fue más rápido propiciándole un corte en el brazo que le resto algunos puntos de vida. Shura lo observo con un grito ahogado mientras le lanzaba un hechizo de curación, Nero que no reparaba ni en el dolor ni en la ausencia de este, volvió a lanzarle un golpe.
-¡No es verdad! –Golpeó la espada de Raiden, pero estaba claro que no era contra el samurái contra el que peleaba. Raiden aprovechó la corta distancia que le separaba al bloquear el golpe, giró el arma desestabilizando al espadachín, clavándole el mango de la katana en el plexo solar.
Nero soltó el arma yéndose al suelo, el dolor desapareció pronto por la intervención de los poderes de curación de Shura, pero aún le costaba recuperar la respiración, desde el suelo giró la cabeza para observar a Sol que le devolvió una mirada funesta.
-Dime… dime que no es verdad… -Había matado a otros miembros de la Guild… si aquello era verdad, ¿qué sería ahora de ellos?
-Nero. -Sol le llamó la atención, le hubiera gustado tener la oportunidad de explicarse, pero era más urgente que Nero desistiera en su batalla si no quería morir. –Lárgate, estorbas aquí. 

Aquello pareció afectar más al chico que los golpes de Raiden, el desprecio en aquellas palabras le confirmo la realidad de la que se acusaba a Sol, se mordió el labio abandonando la espada y saliendo a la carrera del lugar para que no le vieran llorar.
Sol soltó un bufido de disgusto, pero pronto comenzó a llenarle una gran rabia, se encaró contra Maya.
-¿Y tú qué? ¡Vamos! ¡Ataca de una vez! ¡Estoy aburrido de estar aquí colgando! Pero te advierto, Phaselock: estas muy equivocada si piensas que te entregaré mi vida sin luchar. –Le superaba en nivel, utilizó toda su fuerza para lograr poco a poco empezar a moverse, Maya se mordió el labio concentrando su ataque sobre el cuello de este para ahogarle ya que parecía no ser capaz de reducirle con la gravedad.
-¡Espera! ¡Espera! –Shura intentó intervenir o que por lo menos llamar la atención de Maya o Raiden, pero la indiferencia era otro defecto de tener un nivel bajo. -¿Por qué no tiene visibles sus vidas?
-¿Qué? –JoJo le prestó atención. La información también  había impresionado a Shura, pero en vez de dejarse llevar, comenzó a consultar los datos de la omnitool por si podía sacar algo en claro, y aquel era el punto que se escapaba a su comprensión. Pero Joseph enseguida supo encajarlo, era una posibilidad remota pero era posible que…
-¡Está ocultando sus vidas! –JoJo soltó a Shura y los dos se acercaron hasta Raiden que adoptó una pose ofensiva, Asami también soltó a Kora pero solo para acercarse a Raiden y asegurarse de que no tuviera problemas con los dos iniciados, Kora se acercó a Raiden respirando pesadamente, se había preocupado por que el hombre pudiera volver a resultar herido.
-¿De qué están hablando? –Maya se esforzó todo lo posible por hablar y mantener el hechizo de gravedad que retenía a Sol, pero este aprovechó para volver a recuperar la respiración.
-¡No muestra sus vidas!
-…¿Y qué? –Maya no entendía a donde quería llegar la White Mage.
-Porque tiene algo que ocultar… ¿no es verdad Sol?
Éste no reaccionó a las palabras de JoJo, para el Joestar aquel dato y la reacción que presentó Sol ante la amenaza de Maya, había terminado por explicar todo lo relacionado al personaje.
-Sol mató a miembros de su Guild… y ha insistido desde el primer momento en rodearse de White Mages, además ahora oculta sus vidas… la explicación a esto solo puede ser una: hubo una discusión en la Guild, y una pelea donde él tuvo que luchar por su vida, está claro que gano, si no, no estaría aquí. Pero en aquella pelea, ¡Sol perdió una de sus vidas! ¡Por eso ahora quiere White Mages! Para asegurarse el apoyo suficiente para sobrevivir hasta el final. Él mismo ha dicho que lucharía por su vida, es lo más lógico.

Maya observó a Sol que se mantenía impasible pese a las palabras del chico.
-¿Es eso cierto? –Aflojó su ataque esperando una respuesta.
Sol no respondió, aun flotando en el aire con las manos libres, compartió la información de su onmitool, efectivamente, solo le quedaban dos vidas.
-Si luchó por su vida no se le puede juzgar… -Maya le liberó definitivamente de la gravedad, volviendo con su grupo. –Aunque nunca he aprobado tus métodos, y creo que es inexcusable la muerte de un amigo, pero yo no voy a hacer más, bastante te toca explicar a los que quieran seguirte a partir de ahora.
-No me voy a olvidar de este favor, Phaselock, te lo garantizo. -Sol gruñó intentando disimular la vergüenza.
-Eso espero Badguy, que no olvides. Adiós. –Maya encabezó la marcha alejándose del lugar. Kora giro una última vez la cabeza para observar a su amiga Shura las dos mordiéndose el labio sin atreverse a hacer un gesto de despedida.
-Adiós… -Kora se atrevió a aquello intuyendo que pese a su situación y a la posibilidad de que no volverían a verse nunca más, la amistad de ellas dos estaba a otro nivel de sus lealtades.
-…Adiós… -Shura sonrió tristemente, pero le reconfortó poder despedirse de su amiga.
Sol permaneció en silencio, oculto sus vidas en la configuración y se giró para hablar con JoJo y Shura.
-No hay nada que excuse la muerte de un amigo, ni siquiera luchar por la vida de uno mismo. Pero hablaré de esto con todos reunidos… ¿por dónde se ha marchado Nero? …¿Y dónde está Doppio? 
 
RING-RING RING-RING

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Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
*la despedida de Kora y Shura ;A;


Neko

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #38: December 08, 2013, 02:21:17 PM »
Apuntes sobre el aporte: El lugar donde está Neko (Esther's Plains) es la playa del juego "Dear Esther", fotitos: 1, 2, 3. Gracias Kora por la información <3
Los bichos contra los que se pega son lagartos de diferentes colores y tamaños~ Como estos: 1, 2, 3. Por poner ejemplos.

¡Ah! y Neko se cambió de ropa para ir a Columbia, lleva ESTO puesto.
Y creo que eso es todo :___________D





11. Os estoy escuchando

   

Se encontraban a medio camino entre Lavender Town y Columbia. Esta vez, Ikki hacía de guía, llevándoles por una ruta diferente a la que había tomado Hyoga. Más rápida, más segura. Aunque según Shun, cualquier vía era más segura con Ikki a su lado.

—Acamparemos aquí —avisó Ikki, señalando un claro con un círculo de rocas en el suelo—. Es un lugar seguro.

Hyoga y Shun inspeccionaron el claro con curiosidad mientras Ikki les explicaba que aquel era un lugar preparado por el juego para que los jugadores lo usaran como campamento.
No tardaron en encontrar palitos para quemar e Ikki usó uno de sus kits para hacer fuego. Se sentaron cerca de la fogata y compartieron las raciones de comida de viaje que habían comprado en al ciudad antes de salir de ella.
En poco tiempo, Shun y Hyoga entablaron una conversación amistosa. Ikki se mantuvo al margen, observando las sombras que los rodeaban.

—Y dime, Hyoga —dijo Shun entre bocado y bocado, clavando sus ojillos verdes en su interlocutor—. ¿Cuál es tu nombre de verdad?

Ikki se giró para observarlos, interesado de repente en su pequeña cháchara. Hyoga tomó aire y se rascó la barbilla, con su ración de comida casi terminada.

—Tú sabes los nuestros. Mi nick es Andromeda, pero me llamo Shun y mi hermano, Bennu, se llama Ikki. Así que —insistió Shun— ¿cuál es tu nombre? El de verdad.

Hyoga se encogió de hombros antes de contestar.

—Mi nombre es Hyoga, pero-

Ikki bufó por la nariz, con el tono de una risa cortada imprimido en la manera en que resoplaba.

—¿Qué? —preguntó Hyoga, mirando por encima de la cabeza de Shun, hacia Ikki.

—Sólo un imbécil se pondría su nombre de nick.

Hyoga arrugó el entrecejo.

—Pues hay mucha gente que se pone variaciones de su nombre como nick. —se defendió el rubio.

—Pues hay muchos imbéciles.

Shun tosió, como si se estuviera atragantando con la comida. Ikki le palmeó la espalda, dejando de lado la disputa con Hyoga de inmediato, mientras el propio Hyoga miraba a Shun preocupado.

—Gracias, gracias. Ya estoy bien —alegó Shun, envarando la espalda y carraspeando—. ¿Pero qué?

Ikki y Hyoga le miraron confusos.

—Has dicho ‘mi nombre es Hyoga, pero’ ¿Pero qué? —aclaró Shun su pregunta.

Hyoga le sonrió y se frotó las manos para quitarse las migas.

—Es mi segundo nombre. Mi primer nombre es Aleksei.

Shun hizo un sonido de aprecio mientras masticaba y fue Ikki el que habló.

—¿Aleksei Hyoga? Que nombre más raro. —su tono era neutro, casi curioso, dejando de lado el desdén con el que normalmente hablaba.

—Medio ruso, medio japonés —explicó Hyoga antes de estrechar los ojos y preguntar de vuelta hacia Shun—. ¿Tu pelo es verde? Quiero decir, ¿te tiñes de verde?

Ikki rodó los ojos y volvió a hacerle más caso a su comida que a la conversación, centrándose en posibles enemigos ocultos en la oscuridad.
Shun se rió bajito. Su risa era clara y divertida, pegadiza, y Hyoga sonrió.

—No, soy castaño. Pero mi color favorito es el verde, por eso cambié el color de mis ojos y de mi pelo. Por lo demás soy como ves. —usó la mano derecha con los dedos extendidos para señalarse a todo él en un movimiento fluido descendente.

—¿Tampoco tienes los ojos verdes? Me siento engañado… —Shun empujó amistosamente a Hyoga y le contestó.

—No, son azules, como los de mi hermano. Tal vez un poco más azules, más claros. Los de mi hermano son un poco más gris. Los míos se parecen más a los tuyos.

Hyoga parpadeó y de repente pareció caer en cuenta de algo.

—No tengo los ojos azules, los tengo verdes. Más claros que los tuyos ahora.

—¿Te los cambiaste? —preguntó Shun, sorprendido— ¿Por qué?

Hyoga se encogió de hombros. No iba a admitir en alto que cambió el color de sus ojos al de su madre para parecerse más a ella dentro de un juego. Nop, eso no iba a ocurrir.

—¿Algo más que hayas cambiado? —preguntó Shun, habiendo acabado ya con su comida y abrazando sus rodillas para darse más calor.

Hyoga negó con la cabeza y miró hacia Ikki de soslayo.

—¿Y él? —preguntó en un susurro— ¿Él ha cambiado algo?

—Os estoy escuchando. —avisó Ikki antes de que continuaran por ese camino.

De todas maneras, Shun aprovechó que estaba de espaldas a Ikki para comunicarle a Hyoga su respuesta simplemente moviendo los labios.

‘No realmente’ había dicho.

Hyoga se mordió el labio inferior, imitando la pose de Shun y abrazando sus rodillas durante unos segundos de silencio antes de levantarse y anunciar que iba a meterse al saco.


 

El suelo rocoso de Esther’s Plains no era el mejor terreno para su moto desmontable, pero Neko tenía experiencia conduciendo y bonus por ser mechanic. La motocicleta saltó entre roca y roca, con la chica casi volando encima del asiento la mayoría del tiempo.

Hizo un derrape en un espacio lleno de gravilla y se quitó las gafas de conducir, bajándolas hacia su cuello.

—Aquí estará bien… —murmuró para sí misma.

Parte de la guild a la que se había unido, Crimson Raiders, había ido a Columbia por varios motivos. Stark y Crane se encontraban en ese momento en la ciudad, repartiendo panfletos para que más gente se uniera a ellos. Neko había pensado que sería un buen momento para conseguir piedras elementales.
Había muchas formas de conseguir este material: como drop, como recompensa por terminar una misión, en algunos puntos específicos de algunas minas, comprando a npcs o a jugadores. Y este era uno de los mapas que Neko prefería para conseguirlas.

Para su nivel era una zona sencilla, sin demasiado peligro, aunque estaba un poco nerviosa porque era la primera vez que acudía sola.

—Espero que estén bien por allá arriba —susurró la chica mirando hacia el cielo azul manchado con islas flotantes—. Já, estás que subo sin mi airship.

Neko apretó los labios y se deprimió un poco, pensando en su querido Marshmallow al que había tenido que dejar atrás. Se palmeó las mejillas y sacudió la cabeza. Sabía que la decisión no era permanente, que con suficientes mecánicos podría volver a tener el timón de Marshmallow entre sus dedos.

Esa cuestión le llevó a otra y volvió a mirar en su omnitool en busca de un mensaje que sabía que no estaba allí. Su maestro, el mecánico que le había enseñado a como ser mecánico dentro del juego, seguía desaparecido y sin dar señales de vida.
Neko podía suponer que el mensaje del GM le pilló desconectado, pero de algún modo lo dudaba. Frunció el entrecejo y suspiró, buscando en su carro para sacar armas y armaduras.

Arregló su barra de acceso rápido. Tener varias armas con propiedades distintas preparadas a un pensamiento de distancia para ser equipadas podía ser muy útil cuando estabas solo. Añadió la moto a la barra, seleccionándola con un dedo y arrastrándola hacia su slot y se enganchó el carro para continuar su viaje.

La playa debajo de Columbia, conocida como Esther’s Plain, era un lugar rocoso e irregular plagado de monstruos con aspecto de lagartija. Neko no se cambió de ropa, con una armadura ligera sus movimientos siempre iban a ser más rápidos que con una armadura pesada y los malditos lagartos si tenían una cosa era velocidad.
Neko estaba blandiendo su hacha doble a diestro y siniestro cuando un pensamiento repentino cruzó su mente. ¿Qué estaría haciendo Hipo?

Neko dejó caer el hacha encima del cuello de una lagartija y abrió mucho los ojos.

—¡Hipo! ¿Cómo no he caído antes? —se regañó a sí misma.

Terminó con la lagartija de un carrazo y sus dedos volaron sobre la omnitool. Hipo no aparecía como conectado en su lista de amigos. En un principio, Neko se desanimó pero terminó por mandar un mensaje de todas maneras.
Tecleó con dedos ágiles y decisión en sus ojos. Después de dudar, cambió el modo a mensaje de voz al ver a otra lagartija agresiva, esta negra y amarilla, acercarse hacia ella a todo correr.

Neko afianzó sus dedos sobre el carro y preparó todos sus músculos, esperando el momento perfecto para levantarlo y rodar en un ángulo de ciento ochenta grados, enviando a la lagartija bastante metros hacia su izquierda, ahora derecha, y quitándole media vida sólo con el viaje.

—¡Hipo, soy yo, Neko! —explicó en cuanto tuvo un momento.

Ahora tenía el hacha en la mano y esperaba que la lagartija arremetiera de nuevo contra ella.

—No sé si estás, casi prefiero que no, pero-

¡Neko! —entró un mensaje de voz con la inconfundible voz de su amigo.

Neko sonrió, justo tuvo que blandir su hacha contra la lagartija cuando Hipo continuó hablando.

¡Me alegro de oírte, amiga! Bueno, no… creo que me comprendes.

Ella se rió esta vez y le cortó la cola al bicho.

—¿Qué haces, qué son esos ruidos? —preguntó Hipo.

—Estoy en Esther’s Plains, matando lagartijas. ¿Cómo te va? Yo también no me alegro de que estés aquí.

Neko podía decir que casi oyó a Hipo rodar los ojos mientras contestaba a su pregunta.

Estoy bien, un poco atrincherado. Estoy en una torre hacia el norte del mapa del mundo, arreglándola, poniéndole más defensa, añadiendo torretas de ataque… ya sabes, lo típico.

—Claro, lo típico —contestó Neko, rodando los ojos de vuelta—. Un momento, esto casi está.

Atacó por última vez a la lagartija antes de terminar con ella y dar un gritito de alegría al conseguir una de las piedras que andaba buscando.

¿Musco? —preguntó Hipo, refiriéndose a una de las piedras más comunes.

—No, muscovites ya tengo, pyroxene. Estoy pensando en hacer unas dagas dobles de elemento oscuro para un stalker de mi guild.

Hipo tardó unos segundos en contestar, mientras tanto, Neko había encontrado otra lagartija verde y roja que la miraba con curiosidad.

—Ven, pequeña… —se acercó poco a poco hasta que la lagartija notó a la mecánico y empezó a moverse en su dirección.

Pero en tu guild no hay stalkers. —terminó por comunicar Hipo.

—Em… ah, sí. Eso —Neko agarró el hacha con las dos manos y la hizo ondular en el aire hasta que chocó contra el monstruo—. Me he cambiado de guild.

¿¡Cómo!? ¿¡Tú te has cambiado de guild!? —Hipo sonó más que sorprendido.

Neko volvió a arremeter contra la lagartija, que chilló desde el suelo.

—Sí, mira, Hipo... Tanlaus no está ¿qué quieres que haga? No puedo quedarme en una guild donde no podamos hacer nada.

Hipo pareció murmurar algo en su siguiente mensaje y débiles ruiditos de metal contra metal se grabaron junto con su murmullo.

—¿Qué pasa? —preguntó Neko.

Nada, estoy con un invento… si lo termino y funciona ya te lo diré —Hipo pareció dejar lo que fuera que estaba observando porque sus siguientes palabras sonaron menos distraídas y más preocupadas—. He oído que algunas guilds están reclutando mecánicos a tutiplén ¿pero qué harán después con ellos? ¿Estás segura de dónde te metes?

Neko se rió bajito y terminó con la lagartija a tiempo de girar para dar con el carro a otra que se le acercaba por detrás. Había sido buena idea dejar suelto uno de sus bots de reconocimiento, que había pitado histérico para avisarle.

—Sí, hombre. Estoy con los Crimson Raiders. Sabes que Lilith era amiga de Tanlaus, o al menos se llevaban bien.

Neko miró a su alrededor. Había despejado la zona de lagartijas y le hizo un gesto a su bot de reconocimiento para que se alejara un poco en busca de más presas.
Ella se quedó de pie en medio de la grava de la playa, mirando en su omnitool como iba su inventario.

Ah, sí. Tanlaus hablaba bastante bien de ella, no puede ser tan mala entonces.

Ambos compartieron unas risas bajas y agudas, como si la frase se tratara de un chiste interno. Relajada como se encontraba no escuchó el suave pitido de su bot de reconocimiento, que flotaba encima de las olas, antes de que un movimiento debajo del mar enturbiase sus oscuras y frías aguas.
« Last Edit: September 27, 2018, 03:41:25 AM by Neko »


Kora

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #39: December 08, 2013, 02:21:57 PM »


017in the hall of the mountain queen

Kora iba la última en el grupo, con Asami a su lado. En silencio esperaba la inevitable regañina, la cual, considerando todo, creía que merecía igualmente. Pero ninguno de los presentes dijo nada, creando un silencio tenso entre el grupo, el cual permaneció haciéndose aún más denso cuando volvieron a la plaza.

Sentados en el borde de la fuente, finalmente Kora cedió ante la presión.

- ¿Nadie... nadie va a decirme nada?
- ¿Qué quieres escuchar? – Respondió Maya, con un suspiro pesada. La Black Mage parecía más cansada que otra cosa. – ¿Que has sido una chica mala y casi consigues que nos pusiéramos a pelear contra otra party, probablemente haciendo que uno de nosotros perdiera una vida?
- Maya, Kora no podía saber-

La Black Mage hizo un gesto con la mano, interrumpiendo a Asami. Con los mechones cayendo al lado de su rostro, no era posible ver su expresión, pero su tono lo decía todo. Maya estaba más resignada que otra cosa.

- Ya lo sé. Por eso mismo no sirve de nada empezarnos a culparnos los unos a otros. – Continuó, hundiendo los hombros. – Podría haber terminado peor, y con un poco de suerte, lo que queda de Made in Heaven se disolverá eventualmente si no es que acaban matándose entre ellos primero.
- ¿Tan... tan malos son?

Kora se asomó para mirar a sus otros compañeros de guild, con un nudo en la garganta. Aunque el Paladín le había asustado con tan sólo su presencia y la sencillez con la que había admitido haber matado a sus compañeros, Shura y JoJo le habían caído bien... ¿qué podría pasarles si seguían en aquella party?

- A veces las guilds se enfrentan unas contra otras durante un evento por algún tesoro, o por diversión. Realmente, cuando se alcanza un nivel alto y has hecho casi todas las quests, una batalla entre guilds es uno de los pocos desafíos que quedan. – Empezó a explicarle Maya. – Lo normal sería asumir que los miembros más fuertes vayan delante, y los de menor nivel aprovechen para obtener toda la experiencia posible, ¿no?

La chica asintió. Aquel Paladín había mencionado algo sobre Maya con una flecha atravesándole el pecho, y las imágenes se formaron solas en su mente. Una flecha rápida clavándose un poco más abajo de la clavícula, la punta sobresaliendo por el otro lado, y Maya dejando ir un alarido mientras su personaje se iba deshaciendo en píxeles. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

- Made in Heaven usa otra táctica. Antes de que empiece el evento, reclutaban todos los jugadores de nivel bajo sin guild que podían, y los enviaban primero. – La Black Mage entrecerró los ojos. – Mientras que estábamos ocupados apartando del camino a una manada de novatos sin idea de qué hacer, Badguy y su grupo selecto se dedicaba a ir a por el premio, o simplemente a esperar a que nos cansáramos para atacar ellos estando frescos.

Kora tragó saliva. Aunque antes no existiera el riesgo de morir en la realidad, había comprobado en sus propias carnes el realismo del juego... y antes que ella, muchos otros inexpertos jugadores habían experimentado la muerte para que unos pocos terminaran beneficiándose. Con el rabillo del ojo, vio que Raiden apretaba el mango de su katana. Parecía perdido en sus pensamientos, pero a juzgar por su expresión, no eran del todo buenos. El tono ronco con el que habló sólo confirmó su intuición.

- Usar a los más débiles como escudo humano... Qué panda de miserables. – Raiden casi escupió las palabras. – Badguy tiene lo que se merece.
- Pero Shura y JoJo... – Empezó Kora. ¿Qué iba a ser de ellos? ¿Los usaría también Badguy?

Las miradas que le dirigieron el resto hizo que agachara la cabeza.

- Decía que quería rodearse de White Mages, ¿no? – Comentó Elizabeth, con la barbilla apoyada en la mano. – Seguramente intentará al menos que la chica sobreviva...
- Ahora sí que necesita un novicio... ironías de la vida. – Maya negó con la cabeza. – Da igual, dejemos este tema.

Maya echó la espalda hacia atrás, apoyándose con una mano en el borde de la fuente y jugueteando distraídamente con la poción de MP que le había dado Elizabeth, que era ahora un botellín vacío. Kora sólo suspiró y balanceó sus pies sobre el suelo. Después de lo ocurrido no se le pasaba por la cabeza sugerir ir a algún sitio, pero ahora que de algún modo habían resuelto el tema, empezaba a querer hacer algo.

- Por cierto, ¿a qué estamos esperando? – Preguntó Elizabeth, para alivio de la maga.
- Vamos a hablar con la líder de una de las guilds de aquí. – Le contestó Maya. – Se supone que nos avisarán... con suerte, relativamente pronto.

Relativamente pronto” había sido una manera bonita de expresarlo. El sol se estaba poniendo, con el cielo violeta oscuro sobre ellos, para sorpresa de Kora, que estaba dormitando sobre el hombro de Asami. La Omnitool de Maya había pitado justo cuando Elizabeth terminaba de vender unas pociones a una pequeña party, y la Black Mage se había levantado como impulsada por un resorte.

- Vale, unas palabras antes de ir. – Explicó Maya. – Lo más probable es que al ver a la líder de los Hellions tengáis ganas de preguntarle “¿Y quién se ha muerto y te ha hecho reina?”, pero no hagáis ninguna muestra de hostilidad.
- ¿Por qué tenemos que ir a verla? – Elizabeth levantó la mano antes de preguntar. – Los Hellions no tienen muchos amigos en Columbia.
- Precisamente por eso. – Contestó Maya, cruzándose de brazos. – Kora, seguramente harán algo para alardear de sus habilidades, así que esta es tu oportunidad para aprender sobre los Illusionists.

Kora asintió, aprovechando el movimiento de cabeza para terminar de despejarse. El resto se puso en pie, preparándose para partir.

- Vale, seguidme entonces.

--




El grupo siguió a Maya entre las calles de Columbia hasta llegar a la base de los Hellions. Con las lámparas de gas ya encendidas, la ciudad tenía un aire aún más idílico, y al mismo tiempo, se volvía aún más peligrosa. Todavía no se había hecho de noche completamente, pero la luz marcaba sombras en las que podía esconderse cualquier peligro.

Maya fue la que llamó a la puerta de mármol blanco. El portal estaba enmarcado por dos altas columnas, y cubría un par de metros cuadrados tras subir unos escalones, tenuemente iluminado por una lámpara a cada lado de las columnas. Tal vez fuera eso lo que los sorprendió cuando se abrió la puerta.

Un haz de luz hizo que todos cerraran los ojos, algunos de ellos incluso cubriéndose con los brazos o incluso preparándose internamente para atacar. Pero cuando miraron a su alrededor, vieron que se encontraban en un lugar completamente diferente.

Se había hecho de día otra vez, y un jardín de estilo romano se extendía ante ellos. Estatuas de dioses y héroes, una amplia fuente con mosaicos de todos los colores, y un camino marcado por arbustos y setos con una forma intricada.

- ¿Un laberinto? – Kora fue la primera en quejarse, llevándose las manos a la cabeza. – ¿No podemos volver mañana?
- Buen intento, White Queen.

Ignorando el quejido de su compañera, Maya simplemente invocó una enorme bola de gravedad, empezando a arrancar plantas en línea recta. Poco a poco, iba abriendo un camino para el grupo, cuando el escenario a su alrededor se disolvió.

Se encontraban, esta vez, en el hall de lo que parecía una mansión victoriana. Frente a ellos, una mujer rubia vestida con un traje blanco que dejaba poco a la imaginación les dedicaba una media sonrisa, aparentemente divertida. A su lado se encontraba un joven dirigiéndoles una expresión con sorna.

- No sé por qué no me sorprende que la primera opción de los Crimson Raiders sea la fuerza bruta. – Les dijo la mujer, y se giró hacia el otro. – Impresionante, Julian. Lástima que no todos puedan apreciar tu talento.
- Gracias por recibirnos. – Dijo Maya sin casi variar el tono. – Nos hubiera encantado disfrutar de las habilidades del que espero que sea sólo tu pupilo, pero preferiríamos centrarnos en cosas más importantes.

El joven chasqueó la lengua, dirigiéndole a Maya una mirada molesta. Pero White Queen se encogió de hombros.

- Podemos hablar aquí perfectamente. – Respondió la mujer, extendiendo las manos.
- Como quieras. – Maya cruzó los brazos, y miró al otro joven. – ¿Va a estar tu Hellion aquí?
- Confío en Julian totalmente. – White Queen puso una mano sobre el chico. – No tengo que esconder de él ninguna decisión que tome. ¿Puedes decir tú lo mismo de tu... banda?

Maya puso los ojos en blanco, y dirigió una rápida mirada al grupo. Al menos habían estado sentados el suficiente tiempo como para no quejarse sobre la falta de sillas.

- Esperaba más hospitalidad por tu parte, para ser sincera.
- ¿Queréis un sofá? – White Queen levantó una mano, pero Raiden la interrumpió.
- No más ilusiones, gracias. – Dijo el samurai, con tono ronco.

Los dos Illusionists frente a ellos rieron entre dientes.

- De acuerdo. – White Queen ladeó la cabeza. – Os escucho. Seamos directos y no intentéis engañarnos, ya sabéis que no funcionará.
- Lilith... Lilith planea encontrar y enfrentarse en un futuro al GM para salir de aquí. – Maya ignoró los sonidos ahogados de sorpresa en su grupo. – Si contáramos con vuestra ayuda, las bases de los Crimson Raiders siempre estarían abiertas para los Hellions.

Maya resistió el impulso de tragar saliva, manteniéndose impasible. Nadie, ni siquiera Raiden, sabía las intenciones de Lilith. Incluso ella misma había pensado que Lilith había perdido la cabeza cuando le reveló su plan, pero confiaba en ella. No podían quedarse encerrados en un videojuego para siempre. Sintió algo frío envolver su brazo, tirando de ella a un lado.

- ¿Qué significa esto? ¿Aliarnos con los Hellions? – Le dijo Raiden entre dientes. – Es pedir a gritos que nos claven un puñal en la espalda.
- La única locura es ir a por el GM. – White Queen puso los ojos en blanco. – ¿Qué crees que vamos a hacer? ¿Ir corriendo al GM a chivarnos? Probablemente ya sabía qué planea Lilith antes de que tuviera tiempo a abrir la bocaza.
- No podemos quedarnos aquí dentro hasta que nos pudramos. – Respondió Maya. – Lilith ha tomado la iniciativa, vosotros no tenéis aliados ni dentro ni fuera de Columbia, y no os estamos pidiendo que tomemos el té todas las tardes juntos. Sólo saber que contaremos con vuestro apoyo cuando ataquemos.
- ¿Un pacto de suicidio con los Crimson Raiders? ¿Crees que estamos tan locos como vosotros? Ni siquiera sabéis si ese tugurio que llamáis ciudad va a seguir en pie cuando el GM se harte de veros ladrar vuestra heroicidad.

Hellion había sido quien había intervenido, cruzándose de brazos y dejando ir una risa sórdida. Raiden asió la katana, listo para atacar, pero White Queen levantó una mano, y justo delante de ellos se empezó a abrir una brecha en el suelo de mármol en la que no podían ver siquiera el fondo. Inmediatamente el grupo retrocedió.

- No tomemos decisiones que luego vayamos a lamentar, ¿hm? – White Queen levantó una ceja. – Caer tan bajo... tendría consecuencias nefastas.
- Phaselock, esto es una locura. – Dijo Raiden a Maya.
- Decidle a Lilith que tomaremos en cuenta vuestra oferta. – Continuó la Illusionist, llevándose una mirada sorprendida por parte del chico a su lado. – Es todo lo que tenemos que decir por ahora. Y por favor, marcharos antes de que tenga que convenceros de que sois una manada de cerditos.

Con un chasquido de sus dedos, la brecha en el suelo desapareció, dejando el mármol impecable. Sin decir nada más, el grupo salió, encabezados por una airada Maya.

El portón se cerró tras ellos con un estruendo, y se quedaron en la calle, ya de noche. Maya se dirigió hacia un banco cercano, más que sentándose, dejándose caer con un bufido. Por unos momentos, Raiden estuvo a punto de dirigirse a ella y exigirle más explicaciones, pero él también estaba agotado.

- Bueno, Kora, ya has visto lo que hacen los Illusionists. – Le dijo Maya.
- ¿Ser unos idiotas pretenciosos? – Preguntó, casi inocentemente, la Black Mage.

Por primera vez en todo el día, Maya dejó ir una risa. La sensación de sus hombros sacudiéndose levemente casi se le hizo extraña.

- Exactamente.


Shura

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #40: December 08, 2013, 02:23:07 PM »
# 12.


-¡¡AAHH!!
Doppio se había quedado paralizado, temblando delante del muro de agua, había confirmado sus sospechas, el líder de la Guild y de la party era un Player Killer.
El miedo le atenazó el corazón, habían caminado al lado de un hombre que había sentenciado por su cuenta a dos compañeros, ¿qué le impedía hacer lo mismo con ellos? ¿Y si ya tenía pensado el modo de eliminarles? Preguntas como aquellas no dejaban de pasar por su mente profundizando el miedo que sentía.
-Me… me duele la cabeza… -Doppio comenzó a tener “tics” en el parpado, el ojo derecho se volvió  blanco mirando hacia el interior de su cráneo.

RING-RING RING-RING

Con manos temblorosas, Doppio tomo su teléfono descolgando, al otro lado de la línea su interlocutor hablaba con tono firme para tranquilizarlo, pero no podía evitar un deje de nerviosismo.
>Acabó de verlo… yo… no sé qué decir…
-¿Qué vamos a hacer Boss? –Apretó los puños para evitar que le temblasen las manos. -¿Dónde puedo huir?
>¿Huir? –Se hizo un silencio que le sirvió al interlocutor para reflexionar. >Huir no servirá de nada.
-¡Pero…!
>Tranquilo, tengo un plan. –Le interrumpió. >Mantén a tus amigos cerca… y a tus enemigos, aún más cerca.
-No entiendo... –Doppio puso toda su atención al plan.
>No vas a huir, seguirás con la Party, porque de momento han demostrado que pueden moverse y protegerse, y porque huir, sólo asegurará que vayan detrás te ti. Pero no te dejarás atrapar, porque serás tú el que se adelante a todos ellos, no esperaras a ser el primero en morir, serás tú el que los sentencie, a todos ellos. No te dejarás ver, y yo te ayudaré. Este es un juego de supervivencia, Badguy ha hecho su primer movimiento, si no le hubieran pillado quién sabe lo que hubiera podido ocurrir, por eso no te dejaras atrapar. Ahora sabemos, que no podemos confiar en nadie que no seamos el uno en el otro.
-Sí… confió en ti. –El mago se llevó una mano al corazón apretando en su puño la pechera de su ropa.
>¿Serás valiente?
-Por ti, seré valiente. –Se cuadro tomando aire y apretando la mandíbula, iba a ser valiente, no iba a derramar más lágrimas, porque ahora tenía que ser un superviviente, por ambos.
>Sabía que lo harías… pero no voy a dejarte solo… prepárate, viene alguien.

Se escucharon unas fuertes y rápidas pisadas, un hombre se acercaba a la carrera donde el muro de agua.

---


Nero se detuvo, helado ante la visión que le ofrecía el muro de agua, tenía que haber tomado aire para aliviar los pulmones que le ardían después de la pelea más la carrera, pero parecía que se había olvidado de respirar. El shock que le provocaba aquel nombre en el muro le atenazaba el corazón.
No eran cualquiera los nombres que acompañaban el nick del Player Killer, uno de ellos era el mejor amigo de Sol y el segundo en la Guild, ¿qué habría pasado? Era absurdo, ¿pero por qué Sol le había mentido entonces?

Tuvo que alejarse del muro, necesitaba aire, se movía como si sus pies pesaran una tonelada, pero consiguió llegar hasta el límite de Columbia y asomarse por uno de los lados del cercado. Las nubes por debajo eran densas como los pensamientos de Nero, moviéndose lentamente, amenazando tormenta pese al sol que iluminaba la plaza de Columbia.
Respiró pesadamente sintiendo vértigo por la visión, era tanta la incertidumbre que tenía… había tenido que pasar algo muy grave en la sede de la Guild, no podía tener otra explicación, si Sol hubiera querido matarles, le hubiera sobrado las oportunidades y el nivel para hacerlo. ¿Pero por qué había tenido que enterarse así? ¿Qué era lo que pretendía ocultar al no contárselo?

---

Doppio observaba a Nero al otro lado de la plaza, el espadachín no había reparado en su presencia. Se acercó el teléfono a la oreja.
>Nero está solo. ¿Estás preparado?
-Cuteboy… es el más cercano a Badguy, le seguirá pase lo que pase, sé que tengo que hacerlo... pero, él… no se lo merece…
>…Lo entiendo. Déjame a mí.

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Nero tomó aire una vez más. Cerrando los ojos con fuerza al recordar las palabras con las que Sol le había despachado del combate… dolían, y dolía no haber podido cumplir su objetivo y rescatar a su compañero, tenía tan poco nivel, era tan débil que su cuerpo no respondía en condiciones. Recordar cuando le apartó para que el ataque de la Black Mage no le alcanzase, le hizo sentir miserable, pero fue por aquel recuerdo que cayó en la cuenta de que Sol había intentado apartarle de la pelea para que no resultase herido.
Y había sido tan idiota que lo había dejado a merced de los Crimson Raiders… tenía que volver, aunque no tuviera su arma, si Sol perdía una vida aparecería en la sede de la Guild y no podría pedirle explicaciones de qué demonios había sucedido.

Se separó de la valla que delimitaba Columbia… y el siguiente paso fue directo hacía el vació donde la gravedad reclamó su cuerpo.

Ni siquiera se dio cuenta de lo que pasaba, parecía que se había quedado flotando en el aire un segundo, como una caricatura, cuando alargo los brazos para agarrarse al saliente, ya era demasiado tarde y el aire rugía ensordecedor a su alrededor. Si alzó un grito este nunca salió de su garganta, incluso respirar se hizo imposible, un torrente de imágenes pasaba por su mente, pero era incapaz de relacionar ninguna, nada tenía sentido, incluso aquella pieza de plástico negro que le acompañaba en su caída.

Quizás había perdido el sentido nada más comenzar a caer, quizás permaneció consciente el suficiente tiempo como para oler la salitre al acercarse al mar a toda velocidad a punto de chocar contra su reflejo. Nunca se sabría, porque no hubo dolor en aquella muerte.

---

-¡NO! ¡NO! –Doppio se asomó al otro lado de la valla histérico, alargando el brazo inútilmente como si pudiera alcanzar lo que había comenzado a caer. -¡SE HA CAÍDO EL TELÉFONO! ¡El teléfono!
La cabeza le dolía como si se le fuera a partir en dos.

RING-RING

Se apartó del cercado como si este fuera de fuego, había escuchado claramente el sonido de su teléfono. ¿Pero de dónde venía?

RING-RING

Un Black Mage acababa de aparecer en la plaza, se había quedado sorprendido por ver al Time Mage asomado y gritando al otro lado de la valla. Había dejado de comer su helado de crema preguntándose casi aburrido si a aquel tipo se le habría caído algo.

RING-RING

Doppio le clavó la mirada al mago que retiró la suya distraído mientras probaba su helado.

RING-RING

-¡Tú! –Doppio se acercó a la carrera, en sus manos brillaba el ataque de gravedad, dispuesto a utilizarlo contra aquel desconocido. -¡Deja de comerte mi teléfono!
Le arrebató el helado de la mano, la primera reacción del Mago fue salir corriendo asustado por la amenaza del ataque y aquel arranque de locura inexplicable.
Una vez solo, Doppio se acercó la bola de helado hasta la oreja.
-Pronto?
>Siento lo del teléfono… si quieres aun podrías…
-No, no hay tiempo… -Doppio tragó saliva. -¿Crees que esta…?
>¿Muerto? Sin duda, pero es su primera vida, aún queda mucho trabajo por hacer, con los demás también… ahora que el tiempo esta de nuestra parte… quería haberlo dicho antes: felicidades por subir de job.
-Gracias. –Sonrió mordiéndose el labio avergonzado por aquel alago, la crema del helado comenzaba a derretirse por su cara, pronto tendría que deshacerse de aquel teléfono. -¿No te ha visto?
>Ha sido perfecto… pero recuerda, esto es solo el principio.
-Puedo hacerlo, ahora sé que puedo hacerlo. –Aquella muerte había sido el impulso final que necesitaba. -Puedo salir con vida de este juego.


Kora

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #41: December 08, 2013, 02:25:57 PM »
DEMASIADOS ICONS DIOS MÍO




018head in the clouds and feet on the ground

- Oh, no.

Kora dejó caer los hombros, suspirando exageradamente. Frente a ella se encontraba una cabina como en la que habían subido a Columbia, sólo que ésta estaba en otro islote de la ciudad. Tras una noche de descanso y sin ningún incidente por la mañana, los ánimos del grupo se habían elevado, especialmente los de la joven Black Mage. Y ahora descendían de la misma manera que iba a hacerlo la cabina.

- ¿Cómo esperabas bajar, si no? – Le preguntó Raiden a su lado, con los ojos entrecerrados.
- No sé... – Admitió, torciendo el labio. – Podríamos haber usado un warp...
- No hay tiempo para quejas. – Maya la interrumpió. – Milo, ¿has avisado ya a vuestra compañera?

El Bard asintió, levantando un pulgar. Aunque hacía lo que podía por mantener una sonrisa, ésta se notaba claramente forzada, y miraba de reojo la cabina como si fuera a comérselo en cualquier momento. El hecho de que Yuzuriha hablara más que él era casi sorprendente.

- Se encuentra en el faro de bajada. – Añadió la Dancer, jugueteando con el borde de la bufanda. – Dice que está con otros dos jugadores que nos acompañarán también a Sanctuary.

Maya arqueó una ceja, pero no hizo ningún comenario al respecto.

- Bien, vayamos bajando. – Abrió la puerta de la cabina, cuyo chirrido hizo eco en toda la estancia, y se sentó la primera. – Kora, Asami y Elizabeth bajan conmigo.
- Um... – Elizabeth se mordió el labio, y Maya suspiró con exasperación.
- ¿Tú también tienes miedo?

La Merchant se cruzó de brazos, balanceando su cuerpo de un lado a otro levemente.

- Nunca he bajado de forma... analógica, por decirlo así.
- ¿En serio? – Maya parecía sorprendida. – Pero tienes un nivel bastante alto.
- Siempre he tenido dinero para warps... – Admitió Elizabeth, y levantó las manos enseguida. – Pero ya voy, ya voy.

Aunque parecía decidida en la forma de sentarse en el sillón, el tono delataba que estaba nerviosa. Asami fue a dar el primer paso, pero se fijó en que Kora parecía pegada al suelo, soltando una risita nerviosa. Con un suspiro, le puso la mano en la espalda, empujando suavemente.

- Podríamos usar un warp, bueno, sólo es recoger a Neko, ¿no? – La chica hablaba mientras básicamente Asami la ayudaba a subir los escalones. – Y creo que podríamos usarlo porque ¿para qué tanto camino? Quiero decir... no, espera, no me estáis escuchando...

Asami cerró el cinturón de Kora, que soltó un gritito ahogado, y se sentó en su sillón mientras Maya cerraba la puerta. El balbuceo de la Black Mage se convirtió en un sollozo exagerado, para terminar en un grito agudo que fue bajando de volumen gradualmente cuando la cabina empezó el descenso.

Raiden se giró hacia los otros dos. Milo se había puesto aún más pálido, y Yuzuriha tuvo que repetir un ritual parecido al de Asami para conseguir que entrara en la cabina una vez se puso disponible la siguiente. El samurai estaba a punto de cerrar la puerta cuando oyó una voz desde fuera.

- ¡Esperad!

Un joven rubio se asomó a la puerta de la cabina. Instintivamente, Raiden se llevó la mano al mango de la katana, pero el otro chico no hizo amago de intentar atacarles.

- Ya que sois sólo tres, dejadme bajar con vosotros. Así no tengo que esperar al siguiente.
- Lo que quieras.

Raiden respondió secamente, y el otro, que según su Omnitool era un Black Mage, de nick Hyoga, se sentó en el asiento que quedaba libre.

--




Para no perder costumbres, Kora salió de la cabina para caer al suelo, aunque aquella vez se incorporó apoyada en las manos para hablar.

- ¿Sigo... sigo teniendo corazón? – Le dijo a las otras tres, que se dirigían hacia las escaleras. – Asami, comprueba si tengo pulso... el corazón me ha estallado, estoy segura...

La Blacksmith arqueó una ceja, medio sonriendo, y la ayudó a levantarse. Elizabeth estaba con los labios apretados, aunque parecía encontrarse bien, y siguió a Maya, que bajó hasta el segundo piso la primera de todas. Oyó una discusión bastante alta, e inmediatamente se puso en guardia.

Asomándose a la barandilla, vio en el primer piso a tres jugadores. Uno era un White Mage, el más pequeño de todos y trataba de poner paz entre un Dark Knight y una Mechanic que estaban discutiendo sobre un tema tan trivial que le hizo poner los ojos en blanco.

- ¡Eh, tú! – Bajó unos escalones, dirigiéndose a la chica de pelo naranja. – ¿Eres Anir?
- ¿Eh? – La chica la escaneó con la Omnitool rápidamente. – Ah... sí, soy yo.

Sin entender del todo la situación, Maya fue bajando la escalera, y la expresión de Anir se suavizó al reconocer a Asami y Kora.

- ¿Van contigo? – Preguntó Maya al bajar, señalando a los otros dos.
- ¡Sí! – Intervino el White Mage. – Me llamo Shun, y él es mi hermano... y... ¿cómo te llamas?

El joven se dirigió al otro con una sonrisa que le iluminaba todo el rostro, y éste se pasó una mano por la cara, suspirando.

- Ikki. – Habló el Dark Knight, probablemente diciendo su nombre.

Maya los examinó con la Omnitool, no tenían guild pero el Dark Knight era de nivel alto. Mientras, Kora parecía haber recuperado los ánimos, y las otras tres chicas se presentaron animadamente, empezando a charlar. Pronto oyeron unos pasos hacer crujir la escalera de madera, y el resto del equipo bajó... con un miembro extra.

- ¿Quién es ese? – Maya se giró, examinándo al desconocido con la Omnitool inmediatamente.
- ¿¡Qué te ha pasado en el brazo!? – Neko se llevó las manos a la cabeza al ver el estado de Raiden. – Tu precioso brazo...

El desconocido se presentó como Hyoga, su mismo nick, y Shun lo reconoció con emoción, aunque su hermano apenas reaccionó. Ikki parecía preferir estar apoyado en la pared sumido en sus pensamientos antes que interactuar con el grupo. Por unos segundos, Milo y Yuzuriha se miraron el uno al otro tras verlo, pero ninguno de los dos dijo nada.

- ¡Hyoga! – El chico le sonrió abiertamente, cogiéndolo de la manga de su túnica. – ¡Estás bien! Me alegro de verte.
- Shun... – Hyoga sólo asintió. – Lo mismo digo.
- Vamos a ir con los Crimson Raiders, deberías venir. – Se giró hacia Anir. – Puede venir él también, ¿no?

El White Mage parecía tener un mod que hacía que sus ojos brillaran con chispas.

- Oh... pobre... – Seguía Anir lamentándose por el brazo de Raiden, hasta que procesó que la pregunta de Shun era para ella. – ¿Eh? Eso no lo decido yo...

La Mechanic levantó la vista del brazo de Raiden momentáneamente.

- No te preocupes, se lo dice al brazo. – Le dijo Milo al Samurai.
- Supongo que no hay problema. – Sentenció Maya, mirando al Black Mage de arriba a abajo. – Si quieres, claro.
- Bueno... no tengo donde ir, así que... – Simplemente se encogió de hombros.

Maya dio el visto bueno con un simple asentimiento, abriendo la puerta a la salida del faro para emprender la marcha hacia el Warp. Milo enseguida se ofreció a poner la música de fondo.

When I wake up, yeah I know I’m gonna be, I'm gonna be the man who wakes up next to you...

--




El frío de la tundra sobre sus ropas húmedas por el aire del mar fue lo primero que notaron al volver a Sanctuary. Tras el aviso de Maya, Lilith les esperaba allí, cruzada de brazos y distrayéndose mirando sus uñas virtuales, aunque su ensimismamiento se terminó cuando vio el grupo que acababa de llegar. No sólo venían con cuatro personajes de más, sino que también venían, aparentemente con un brazo de menos. O al menos, colgando inútilmente.

- Hola a todos, felicidades por volver enteros y sin perder una vida, espero que os hayáis divertido mucho y bienvenidos los nuevos. – Dijo rápidamente, pasando una mirada sobre el grupo, pero terminó mirando fijamente a Raiden. – ¿Y a ti que te ha pasado?
- Sam. – Respondió el samurai, básicamente escupiendo el nombre. – Eso es lo que ha pasado.

Los ojos amarillos de Lilith se abrieron como platos, pero inmediatamente recuperó la compostura, al menos la suficiente como para agarrar a Raiden por su muñeca metálica, empezando a arrastrarlo.

- Hablaremos luego en Moxxi’s, mientras haced lo que queráis. – Les dijo al resto, llevándose a Raiden.


Ignorando las miradas confundidas y quejidos del grupo, Lilith llevó a Raiden hasta la base, o al menos eso intentaba hasta que a mitad de camino, éste se soltó de un tirón. La Elementalist se giró hacia él, parpadeando.

- No eres la única con preguntas. – Le dijo Raiden, ladeando la cabeza en un gesto más bien enfadado. – ¿Atacar al GM? ¿Aliarnos con los Hellions? ¿Qué te pasa por la cabeza?
- Pensaba hablarlo contigo más tarde. Con todos. – Respondió, encogiéndose de hombros. – Es... es sólo una idea, ¿vale? Nadie va a ir obligado.

La respuesta no pareció satisfacer al Samurai, que desvió la mirada. Lilith chasqueó la lengua, frotándose la sien.

- Hablemos en un sitio donde tengamos al menos algo de privacidad, ¿vale?

Raiden asintió, sin decir nada más. El camino hacia la base, a pesar de estar sólo a una calle, se le hizo eterno a Lilith. “Sam... sigues con la misma obsesión...”, pensó mientras notaba una punzada en el pecho. Eran como críos, aquellos dos, críos jugando a matarse de verdad. Mirando de reojo al otro y viendo el apaño en su brazo derecho vio que Sam había ganado claramente, pero el duelo no había sido a muerte.

Contestó a los saludos de algunos Crimson Raiders en el salón de la base, con un tono distraído, y subió hacia el último nivel. La sala de mando tenía un pequeño balcón, y ambos se dirigieron hasta allí. La vista permitía ver casi todo Sanctuary, y distraídamente, se dio cuenta de que había empezado a nevar. Los copos eran pequeños y escasos, deshaciéndose al contacto.

- No hace falta que pregunte si Sam piensa venir con nosotros, ¿verdad? – Dijo Lilith.
- No. – Raiden se llevó la mano a la improvisada junta que había hecho Asami. Lilith sólo suspiró.
- ¿Por qué habéis peleado?

De nuevo, otra pregunta de la que no esperaba respuesta. Pero prefería tantear el terreno para averiguar lo que pudiera sobre el paradero y la situación del otro samurai.

- Simplemente me atacó, como siempre. – Ante la respuesta de Raiden, Lilith tuvo que hacer un esfuerzo para no entornar los ojos. – No tenía ningún interés en las otras tres. Por suerte, Phaselock no hizo ninguna tontería, a diferencia de cuando nos encontramos a los Made in Heaven.
- ¿¡Qué!?

Internamente, Lilith se maldijo por no enviar a otro Crimson Raider de nivel alto. Aquel viaje a Columbia parecía haber sido más intenso de lo que había esperado en un principio.

- Nada en especial. Dejamos suelta a Moonshine, y terminó haciendo amistad con miembros de la nueva party de Badguy. – Raiden contó el relato con cierta exasperación. – Para cuando nos dimos cuenta, lo que queda de Made in Heaven estaban con ella y Techbender.
- Lo que queda. – Ya había visto los nombres en el muro de agua, por lo que no le impresionó demasiado el dato. – ¿Y entonces?
- Resulta que Badguy se cargó a algunos miembros de su guild, e inmediatamente, Maya lo atacó. – Se giró hacia Lilith, con un tono sombrío. – ¿Recuerdas que últimamente iba mucho con un Soldier de pelo blanco? Cuando Maya retuvo a Badguy, empezó a atacarnos a la desesperada. Casi me dio pena cuando se largó con el rabo entre las piernas después de que Badguy le dijera que era una molestia.

Lilith suspiró, apoyando la cabeza en la mano. La historia le resultaba más bien una tragicomedia sabiendo que al menos, por parte de su grupo, no había habido ningún daño que lamentar.

- Maya decidió perdonarle la vida cuando confesó que lo había hecho en defensa propia. Al parecer se intenta rodear de White Mages para mantenerse con vida, ya que ha perdido la primera.
- Badguy usando novatos, nada nuevo bajo el sol. – Replicó Lilith, encogiéndose de hombros. – ¿Entonces todo terminó bien?
- Todo lo bien que se pudiera pedir. – Raiden se encogió de hombros. – De todas formas, por la mañana atacaron la posada donde estábamos... pero esa historia te la puede contar Phaselock, junto con el resto de secretos que estéis compartiendo.

La réplica de Lilith se disolvió en su garganta, al ver que Raiden ya había entrado en la sala, dándole la espalda.

- Voy a que me arreglen esto. – Señaló con la cabeza el lado derecho. – Hablaremos más tarde.
- Jack...

Lilith esperó a que Raiden desapareciera escaleras abajo antes de ponerse en marcha ella. “Como niños. Los dos son como niños.”. Niños con katanas y tres vidas que perder.
« Last Edit: December 29, 2013, 09:43:41 PM by Kora »


Neko

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #42: December 08, 2013, 02:26:47 PM »
En este aporte os presento al bot de reconocimiento que usó Anir en el aporte anterior: ESTA MONADA.
Por otra parte me he tomado libertades al describir al Lagiacrus de Esther's Plains, digamos que este tiene esas propiedades específicas y otros que salen en otros lugares no (?) NO SÉ, LO NECESITABA POR LA TRAMA ;W;
Ah, y os presento al Lagiacrus en sí: Este bicho sale en el aporte. Sí, yo també estic una mica cagat.
Yyyyy, lo último a añadir es la armadura que se pone Neko en medio del aporte, que es esta: ARMADURA CHACHI. Recordar que la ropa que llevaba puesta es esta además: ROPA CHACHI.

Ale, ya he terminado con las especificaciones, a leer :DDDD





12. Tengo un plan

 

El bot de reconocimiento empezó a temblar encima del agua, soltando alguna chispa eventual al mismo tiempo en que emitía un pitido más agudo e insistente. Sus tornillos giraban como locos dentro de sus tuercas y el bot en forma de ojo se dirigió a toda velocidad hacia Neko, que aún reía con Hipo.
La chica se mesaba el pelo, con un mechón de sus coletas atrapado entre sus dedos. En tono suave confesó:

—A veces le echo de menos…

¿A Tanlaus? —preguntó Hipo al otro lado de la línea.

El pequeño bot estaba volando desesperado hacia Neko cuando el monstruo salió del agua de un salto, letal y silencioso, goteando agua de mar y sobrepasando el pequeño invento por mucho. Enviando al bot a tomar viento con un solo roce.
Neko estaba inspirando cuando algo en el cambio de la corriente del aire y la falta de pitidos de su bot le dijeron que había algo mal. Se giró a tiempo de ver al boss de la zona con las fauces abiertas y un claro objetivo en mente: ella.

No tuvo tiempo a contestar, ni a Hipo ni al ataque, pero sus reflejos se centraron en huir. De un momento a otro su moto había aparecido delante de ella, se montó de un salto cuando el monstruo, a medio camino entre una lagartija y un dragón de mar, mordía el aire que ella había estado ocupando.
Le dio una patada en el morro, cubierto de escamas azules, mientras arrancaba el motor y salió a todo trapo, esquivando rocas y mobs que se encontraba en el camino.

¿Neko? Neko, ¿qué pasa? —exigió saber Hipo— ¿He dicho algo malo?

—¡No, no eres tú! —contestó la chica— Es el hijoputa del boss de zona. ¿No se respawneaba una vez al día? Está marcado como que no salía hasta mañana.

Anir se había asegurado de ver bien las listas de jefes de zona antes de aventurarse a Esther’s Plains ella sola.

¿Y tú te fías de lo que diga el juego, con lo que ha hecho el GM? —preguntó Hipo con un suspiro en la voz— Alma de cántaro…

Neko chistó, pero no concentrarse en la conducción le resultó caro. Una piedra se metió en el camino de su rueda y la mechanic terminó resbalando por la gravilla después de soltar el manillar de la motocicleta.

—Mierda… —susurró Neko mientras se levantaba y echaba un vistazo rápido a un codo pelado y sangrante.

¡Ey! ¿Sigues conmigo? —indagó Hipo.

—Sí, sí. Estoy bien —informó ella mientras la montaña que resultaba el boss se acercaba a saltos poco elegantes. También se fijó en la pequeña horda de lagartijas que adelantaban al monstruo y se dirigían a ella en una fila irregular, dándose trompicones las unas con las otras—. De momento…

Bien, escúchame, ya me he enfrentado a él antes —dijo Hipo con voz clara y rotunda, como asegurándose de que Neko le entendía bien y de que sus palabras se quedaran grabadas en la mente de ella a fuego—. Se llama Lagiacrus. Cuando está dentro del agua su elemento es agua, fuerte contra fuego, pero débil a electro. Cuando está fuera del agua cambia a tierra, fuerte contra electro y débil contra aire.

—Entendido —respondió Neko, calculando con rápidez cuantas de aquellas lagartijas pertenecían al séquito de Lagiacrus y cuantas la habían seguido en su huída por la playa rocosa de Esther’s Plains—. Te tengo que dejar un momento, Hipo, unos amigos han venido a jugar…

Ve con cuidado, estaré a la escucha.

Neko levantó la mano que tenía pegada al muslo en un arco de cuarenta y cinco grados, extendió los dedos y agachó la cabeza, sin dejar de mirar hacia la primera lagartija, la más rápida, que se acercaba hacia ella corriendo en eses.
Recordó su barra de acceso rápido y el hacha doble que había preparado antes apareció en el aire. Neko cerró su mano extendida sobre el mango, oyendo el chirriar de cuero contra cuero.
Pensó en un número y su ropa cambió de inmediato de unos pantalones pirata color tierra y una camiseta blanca sin mangas, con arnés y varios cinturones a una armadura completa negra con detalles en rojo y dorado.

Bajó el brazo con el arma para apoyarla en el suelo y tomarla con las dos manos. El primer hachazo fue ascendente y la lagartija negra y amarilla voló hacia la derecha. Inmediatamente bajó el hacha para atacar a una segunda lagartija, verde y marrón, cortándole la cola. Le dio con la parte plana en la cara para alejarla mientras se concentraba esta vez en una tercera, roja, apoyando el hacha en el suelo y abriendo un corte bastante feo en el lateral del nuevo monstruo mientras giraba un poco para quedar de cara a la primera lagartija, que volvía a tener encima.

Continuó lagartija tras lagartija, bailando entre ellas para evitar todo el daño que pudiera. La armadura le ayudó con la defensa, pero sus movimientos eran más lentos y Lagiacrus, el boss, se acercaba cada vez más.
Aún le quedaban cuatro o cinco lagartijas a las que matar cuando Neko tomó la decisión de alejarse de inmediato. Se había ido desplazando poco a poco con la lucha, pero tenía la motocicleta a la vista y no parecía dañada aún después de su pequeño accidente.

En una maniobra arriesgada, Neko dio una vuelta completa con el hacha en alto, haciendo uso de su fuerza. Cambió la armadura pesada por la ropa ligera que había vestido antes y salió disparada hacia su moto.
Tenía el vehículo de pie y el hacha guardada en el inventario, las manos en el freno y el acelerador, un pie en la moto y la otra pierna en alto, montándose en la moto, cuando Lagiacrus llegó a su lado.

Neko miró hacia sus ojillos rojos brillantes con la respiración contenida. Escuchó el rugido ensordecedor de la bestia y podía observar como la saliva se movía entre sus dientes con la corriente de aire que provocaba.
Lagiacrus estiró una de sus garras a tiempo de arañar a Neko, pero no consiguió asir la pequeña pierna entre sus enormes dedos palmeados.

—¡Aaah! —aulló Neko mientras dejaba caer la pierna herida al otro lado de la moto y apretaba el acelerador.

Esta vez se aseguró de concentrarse en el terreno, aún cuando escuchó a Hipo al otro lado.

¿Neko? —preguntó dudoso.

—Estoy contigo, m-me estoy alejando… Ah, escuece.

La chica estaba describiendo un círculo con su motocicleta, volviendo hacia el lugar donde el jefe había aparecido desde el agua, esquivando piedras e intentando no acercarse demasiado a las pocas lagartijas agresivas que no la habían perseguido en su primer intento de huída.

¿Qué ha pasado? —Hipo sonaba alarmado.

Neko carraspeó y parpadeó, sintiendo un pinchazo en la pierna izquierda, donde el jefe le había herido.

—He terminado con casi todo su séquito y algunos bichos que me habían seguido. —explicó.

Bien, bien. Eso es bueno.

—He cogido la moto para poner tierra por en m-medio entre el boss este y yo —Neko se lamió los labios, notándolos secos—. Pero me ha arañado. Menudas zarpas, necesita manic-cura pero ya.

Neko torció la boca, notando su intento de chiste forzado. Se oyó el suspiro de Hipo en su siguiente mensaje. Parecía inmerso en algo.

He estado revisando mis notas sobre Lagiacrus. Tu amigo puede causar ceguera, confusión y o veneno en sus ataques directos —informó Hipo—. ¿Cómo te sientes?

Neko parpadeó, no notó ningún tipo de cambio en su visión, así que descartó la ceguera. Echó un vistazo rápido hacia atrás y se dio cuenta de que estaba huyendo de algo que ya no estaba allí.
Paró la moto después de asegurarse de que no había nada lo suficientemente grande como para que el jefe se escondiera.
Aún con el motor en marcha hizo un reconocimiento del terreno más, por si algo se le podía haber pasado por alto.

—Mi bot —recordó de repente—. ¿Dónde está mi bot?

¿Qué bot? —preguntó Hipo preocupado y olvidando su pregunta anterior— ¿Cuál de todos?

—Uno de los primeros que hice, u-uno de reconocimiento —ella cerró los ojos y los volvió a abrir, notando una gota de sudor bajarle por el costado de la frente—. El que parece un ojo de color cobre.

Neko hablaba mientras activaba la omnitool e intentaba conectarse con su bot. Unos metros más allá algo surgió entre la gravilla y empezó a flotar tambaleante, emitiendo suaves pitidos.
Neko dejó caer la moto al suelo y corrió hacia el bot. Lo tomó entre sus manos, escuchando un gorjeo extraño en sus pitidos. El ojo parpadeó.
Un primer escaneo le dijo que podía arreglarlo con unos pocos puntos de magia y el uso de una skill sencilla, que no tardó en activar. El bot se levantó unos veinte centímetros por encima de su mano y pareció reconocer todo el lugar antes de posarse de nuevo sobre los dedos de Neko y pitar suavemente.

—Está bien, ya lo t-tengo. Ya está bien. —respiró por fin aliviada.

¿Y tú cómo estás?

Neko asintió, recordando lo que le había dicho Hipo antes sobre los ataques físicos del Lagiacrus. Sacudió la cabeza y miró la omnitool.

—Veneno, no tengo c-confusión ni ceguera. Por eso me escuece, es veneno —Neko echó un vistazo hacia la bota desgarrada por arriba y la herida sangrante, olisqueó la sangre, arrugando la nariz—. Pero huele a c-canela.

Qué extraño… —opinó Hipo antes de encogerse de hombros— ¿Dónde está el jefe?

—No lo sé, no lo veo d-desde hace un rato. Espera —pidió Neko antes de levantar las manos y abrirlas para que su bot de reconocimiento echase a volar—. Objetivo de la búsqueda: Lagiacrus, boss de Esther’s Plains.

La pupila color cobre del bot brilló antes de que empezara a alejarse, buscando el rastro del monstruo.

Neko, aunque no lo veas… Lagiacrus es un cazador. Seguirá a su presa hasta matarla o morir en el intento. —advirtió Hipo, aún revisando los datos del monstruo.

—Ah, estupendo. Todo son buenas noticias, e-entonces —contestó la chica con el sarcasmo rezumando en su tono. Luego suspiró y se dedicó a revisar su inventario—. Eso quiere decir que atacará tarde o t-temprano, ¿no?

Sí. Probablemente, más temprano que tarde.

El bot pitó más fuerte, parecía haber encontrado el rastro y estaba siguiéndolo hasta el agua. Neko lo miró de reojo y gritó hacia el invento mientras gesticulaba con una mano para darle más énfasis a su frase.

—¡Más alto, v-vuela sobre el agua más alto!

El bot pareció pitar más bajito y puso unos cuantos metros entre el agua y su cuerpo redondo de metal. Serpenteó por encima del mar, siguiendo aún el rastro del jefe de zona hasta que se paró repentinamente y se levantó un metro más.
Ahora el bot se movía lento, balanceándose, casi como si estuviera dentro del agua en vez de sobre ella. Neko se mordisqueó el labio inferior.

El bot marcaba una zona a entre veinte y treinta metros de una roca alta que se adentraba en el mar, donde las olas rompían con mayor violencia que en el resto de la playa.
Neko se rascó la barbilla mientras hacía matemáticas básicas para calcular su nuevo movimiento.

—Es más rápido en el agua que en la tierra, ¿v-verdad?

—afirmó Hipo—. Además cambia de elemento, es-

—Sí, s-ví. De eso me acuerdo, ya me lo has dicho antes.

Ah, vale. Ok —dijo Hipo algo perplejo—. ¿Por qué preguntas, está en el agua?

—S-sí, está en el agua.

No te conviene atacarlo en el agua, la verdad.

Neko volvió a echar un último vistazo a su inventario y levantó la mirada. El bot continuaba meciéndose en el mismo punto, formando pequeños círculos de vez en cuando. La pierna le escocía.
Sonrió de costado mientras se daba un golpe en el brazo para apagar la omnitool.

—O tal vez, sí. —dijo Neko con aire de misterio en sus palabras.

Neko, Neko, no. Neko, es más fuerte en el agua. En serio, espera a que salga.

Anir no escuchó las advertencias de su amigo y se dirigió a grandes zancadas hacia la roca, la que sobresalía hacia el mar.

—T-tranquilo, Hipo. Tengo un plan.
« Last Edit: September 27, 2018, 03:47:18 AM by Neko »


Shura

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #43: December 08, 2013, 02:27:56 PM »
# 13.

xx
x

-¡Sol! ¡Ve más despacio! -Nero jadeaba a cada acometida del paladín, le comenzaban a doler las manos a causa de la vibración del metal de su espada, contra la espada del otro.
-¡Tienes nivel suficiente para aguantar! -Sin perder el aliento, Sol ejecutó una rápida estocada que fue desviada por muy poco por la otra espada. Aunque a Nero le fue imposible contraatacar al verse empujado hacia atrás por la fuerza del ataque, dando con sus huesos en el suelo mientras resoplaba para recuperar el aliento.
-Shura, -Sol se llevó la espada al hombro dirigiéndose hacia la chica que estaba sentada a la sombra de un árbol con Doppio y JoJo. -Encárgate de curarle, al primer toque, quiero saber de cuantos hechizos dispones.
-Claro. -Cumplió sin problemas volviendo a recostarse sobre el tronco para seguir observando aquel entrenamiento. -Le está dando una señora paliza...
-Nero aun tiene un as escondido en la manga. -JoJo apoyó la cabeza contra el tronco casi somnoliento. -Tiene un golpe especial guardado para Sol.
-Me resulta difícil de creer, pero siendo tu seguro que aciertas. -El chico sonrió por el comentario de Shura.
-No imagino a CuteBoy alcanzando a Badguy. -Doppio estaba inclinado hacia delante prestando atención al combate, apoyando la barbilla en sus rodillas.

Sol ajeno a la conversación en torno a ellos dos, volvió a tomar su espada y como si esta fuera tan ligera como una pluma, la hizo girar por encima de su cabeza como un molino para dejarla caer muy cerca de Nero que reaccionó apartándose y poniéndose en pie, manteniendo la distancia suficiente para no ser atacado, y para no poder atacar tampoco.
-No te lo estas tomando en serio.
-Sol... es un entrenamiento, no hace falta que seas tan agresivo.
El hombre rodó los ojos exasperado.
-Chico, te derrotó un manco con un palillo por espada, no digo que tuvieras que darle la paliza de su vida, pero qué menos que haberle podido plantar cara, tienes nivel para eso.
-Sé que me falta destreza con la espada, -se sacudió nervioso, como si Sol le hubiera herido en lo más hondo de su orgullo. -Por eso mismo, me preocupa que de seguir así... pueda matarte por accidente...

-Ahí está el golpe especial de Nero... pero le va a salir caro. -JoJo le dio un codazo a una incrédula Shura la cual no se esperaba que aquel susodicho golpe pudiera tratarse de un simple comentario, pero demonios, a juzgar porque el paladín empezó a ponerse blanco, y que por primera vez parecía totalmente descolocado por la situación, para a continuación, pasar a que su rostro se pusiera rojo de rabia. Sin lugar a dudas se trataba de un golpe a su moral.
-Con un poco de suerte quizás consiga una nueva cicatriz.

Sol se abalanzó contra este potenciando el ataque de su espada.
-¡Que.va.un.niñato.como.tu.siquiera.a.rozarme! -Cada palabra iba acompañada de un golpe de espada, el espadachín apenas podía bloquear los ataques yéndose de nuevo al suelo. Boca arriba, observando el cielo aún demasiado ido por aquel último golpe sin poder recuperar la respiración... era extraño sentir vértigo por solo mirar al cielo, solo unas horas le separaban del momento en que perdió su primera vida por ser empujado desde Columbia...
Cerró los ojos aun sintiéndose enfermo por el recuerdo, no quería regresar allá arriba nunca más.


Flashback---


-No voy a pediros a ninguno de los dos que os quedéis en la party después de lo sucedido, podéis marcharos si queréis. -Sol habló apesadumbrado después del enfrentamiento contra Phaselock. -En los Crimson Raiders encajaríais bien, y siempre son necesarios magos blancos.
-Gracias, -Shura asintió, aun intentando poner sus pensamientos en orden y calmarse por la anterior situación, todo había sucedido muy deprisa, sin embargo, aunque aquel tipo no le simpatizase, pensar en verlo morir delante de sus ojos la asustó más de lo que ella misma creía posible.
Todo había cobrado más sentido después de saber que Sol había perdido una vida, no era sólo excentricismo querer rodearse de White Mages y el subir de nivel. Había saboreado la muerte y estaba un paso más cerca que cualquiera de ellos dos de que aquel juego se cobrase su vida, y si lo había ocultado era por su condición de Player Killer, la cual no invitaba especialmente a fiarse de él, pero momentos para matarlos había tenido suficientes y había luchado para defenderlos. Shura y JoJo podían ofrecerle un voto de confianza a cambio, hasta que explicase qué había sucedido y que iba a ocurrir a partir de ahora, entonces tomarían su decisión.

No les costó encontrar a Doppio, el hombre de pelo morado giró la cara entre dolido y enfadado cuando vio aparecer a Sol, le propuso marcharse de la Guild si era lo que quería, pero primero le expresó su deseo de hablar con todos. Con Doppio había pasado por mucho más que con los dos iniciados, y aunque afectado, el mago accedió a acompañarlos.
Buscaron a Nero en la plaza donde el muro de agua reflejaba el nombre de los jugadores que habían fallecido, algunos de ellos con el nombre del Player Killer a su lado, era lo que JoJo había visto antes de marcharse de Sanctuary, pero ni rastro de Nero.
Le mandaron un mensaje a la Omnitool pero no respondió, y al buscar su localización descubrieron que estaba en la plaza del reloj. Era extraño que no se hubieran encontrado de camino, pero le restaron importancia.
Hasta que encontraron su cuerpo tirado en el suelo a los pies de la torre del reloj...

Sol y JoJo salieron a la carrera para comprobar su estado, cuando Shura iba a tomar la misma iniciativa sintió las los dedos de Doppio clavarse en su brazo, la cara de este era el reflejo del miedo.
-¡Nero! -Sol lo tomó de los hombros sacudiéndole, buscando alguna reacción.
-¡Shura date prisa!
No necesitó más indicaciones, a la carrera le lanzó el primer hechizo de curación, arrodillándose al lado de su compañero para comprobar su estado. Estaba consciente, tenía el rostro desencajado, los ojos y la mandíbula apretada por el dolor, pero no había rastro de herida alguna.
-¡Han sido los Crimson Raiders! -Doppio se apartó asustado mirando alertado a su alrededor.
-No tiene heridas... ¿quizás ha sido algún hechizo, o veneno, o...? -JoJo enmudeció de golpe, siendo el primero en darse cuenta de la gravedad en el estado de Nero. -¿Dónde está su cicatriz?
La cicatriz en la frente de la que tan orgulloso se sentía Nero, había desaparecido. Todas sus heridas a lo largo del combate contra Raiden habían sanado, su estado actual era por un duro golpe emocional... JoJo intentó comprobar su Omnitool solo para sentirse frustrado al no tener muy claro su manejo. Shura corroboró la creciente sospecha...
-...Ha perdido una vida. -Se le quebró la voz al decir la última palabra.

Sus compañeros parecían realmente afectados por la noticia, todos se preguntaban como había sucedido aquello y en qué momento.
-Si han sido los Crimson Raiders los voy a...
-Nada demuestra que hayan sido ellos. -Shura cortó a Sol antes de que se lanzase a la guerra contra la Guild.
-Tiene razón. -JoJo pensaba que si Raiden o alguno de ellos quisiera haber acabado con el chico, podría haber aprovechado la anterior batalla. Nero había configurado la Omnitool para aparecer en aquel lugar en caso de morir, entonces nada aseguraba que aquel hubiera sido el lugar donde había perdido su vida, y era estúpido pensar que les había plantado cara al grupo cuando no tenía ni su propia espada... tendrían que esperar a que Nero despertase para aclarar el asunto. 
-Columbia... -Nero pareció reaccionar, apenas separando los labios para hablar hizo que los otros cuatro contuvieran la respiración para no perder detalle a sus palabras. -Columbia se está cayendo...
-Nero. -Sol sacudió a su compañero, preocupado por aquellas palabras sin sentido.

Nero abrió los ojos de golpe, sus pupilas se contrajeron observando a Sol. Antes de que el grupo pudiera sentirse aliviado por que este hubiera reaccionado por fin, Nero utilizó sus habilidades para potenciarse, de un empujón tiró a Sol al suelo y se separó de éste como si se tratase de un animal asustado. A duras penas pudo ponerse en pie, era visible que le temblaban las rodillas.
-¡Atrás! ¡N-no confió en vosotros...! -Estiraba los brazos para mantener el equilibrio y mantener alejados a sus compañeros, pero de nuevo acabo de rodillas en el suelo.
-¡Nero!
-Respira Nero... solo preocúpate en respirar. -Con un movimiento, Sol les pidió al resto que se mantuvieran detrás de él mientras se acercaba muy despacio al espadachín.
-¡Aléjate de mi! -Nero buscó a tientas, pero no tenía su espada a mano. -Tu... ¡los mataste! ¡Me mentiste! -De rodillas como estaba, estrelló la frente contra el suelo, frustrado por sus emociones e intentando que el dolor le ayudase a dejar de lado aquella sensación de vértigo y poder ponerse en pie.
-...No lo hubieras comprendido... -Desobedeciendo la petición del chico, se acercó lo suficiente como para clavar una rodilla en el suelo frente a él.
-¡Si lo hubiera hecho! ¡No soy un niño! ¿Por qué no me lo dijiste? -Reunió el coraje suficiente para levantar la cabeza y encarar al paladín. -No voy a dejar... que me mates a mí también...
Sol estiró el brazo arropando y atrayendo al chico contra su hombro, Nero se quedó helado por la inesperada reacción, pero sirvió para desarmarlo y dejarlo sin pretextos, exponiendo con aquel gesto mucho más de lo que hubiera podido expresar con palabras.
-Nunca te haría daño... nunca haría daño a ninguno de vosotros. -Soltó al chico dirigiéndose al resto del grupo. -Defendí mi vida a cambio de un material que era basura, maté y perdí una vida por orgullo... y jamás sabré porque mis amigos quisieron matarme realmente ni porque estaban tan asustados...
-Sol... -Nero se dirigió a su compañero, avergonzado. -Perdóname, no quería decir que tu...
-Ahora no te preocupes por mí. -Se pasó uno de los brazos del chico sobre los hombros ayudándole a ponerse en pie. -¿Sabes lo que te ha pasado?
-Yo... sí... pero no se qué ha pasado... he perdido una vida, pero no se... -Le volvieron a temblar las piernas, si no fuera por su compañero se hubiera ido de nuevo al suelo.
-¿Viste algo?
-No... no estoy seguro... recuerdo que comencé a caer desde Columbia.
-¿Te caíste?
-Me empujaron. -Miró enfadado hacía Doppio por aquella pregunta. -Pero... no vi a nadie...
-Este es un lugar peligroso. Escucharme bien, -Sol volvió a tomar la función de líder. -Ni yo con mi nivel puedo asegurar mi propia supervivencia ni la vuestra... pero una cosa tengo clara, separados somos más vulnerables, hay más oportunidades de sobrevivir si permanecemos unidos y subimos de nivel juntos. Si os quedáis yo daré hasta mi último aliento por vosotros, pero no tengo nada que reprocharos si decidís marcharos...
-¡Yo me quedaré a tu lado! -Nero no vaciló al dar su decisión.
-Si todos permanecemos unidos, yo también me quedo. -Doppio asintió dando por válida la explicación de Sol, además de comprender sus motivos al perder una vida.
Los tres miraron hacia Shura y JoJo esperando su decisión.

La chica meditó unos instantes... unirse a los Crimson Raiders era una tentación, compartir más momentos y aventuras con su nueva amiga Kora, además de que aquel grupo tenía el nivel suficiente para lograr sus objetivos...
Pero con aquel complicado grupo, había establecido unos lazos aún más complicados, eran nobles aunque la sacasen de quicio, no tenían nada en común aunque permanecieran unidos, no tenía motivos reales para quedarse... aunque la razón le dijera que se marchara, había algo más profundo y que no llegaba a comprender, que le instaba a estar a su lado.
-Yo me quedo mientras Nero se quede. -La sonrisa del chico por su respuesta fue radiante.
-Qué le vamos a hacer, Shura ha tomado la decisión por los dos, yo también me quedo.
-Oye JoJo, yo he tomado mi decisión, si tú no quieres.... -Shura intentó mostrarse calmada pero no pudo evitar un tono ácido en sus palabras por el comentario del hombre.
-Tú decisión está bien, yo me quedo mientras tú estés en el equipo. -Le puso una mano en el hombro a la chica que torció el labio no muy convencida antes de acabar sonriendo a su compañero agradecida porque siguiera a su lado.

Sol suspiró aliviado para sus adentros, se sentía mucho más ligero después de haber confesado.
-Salgamos de Columbia... utilizaremos el Warp, cualquier sitio es mejor que este.


Fin del flashback---


La mano de Sol se plantó delante de su cara para ayudarle a Nero a ponerse en pie. El chico la aceptó sonriendo, los dos se dirigieron al grupo para descansar.
-No se puede entrenar si no estamos a lo que estamos. -Sol se cruzó de brazos frente a Shura, que con un “perdón” curó a Nero, el hechizo le provocó cosquillas.

-Prestar atención, Shura, aun tienes que subir de nivel, y tu Nero también. Creo que ambos podréis defenderos bien contra los no muertos, esta noche la pasaremos al raso, pero nuestra siguiente parada será Pueblo Lavanda.
-¿No sería mejor pasar la noche en el pueblo? -JoJo cuestionó la decisión de Sol.
-Cuando llegues al lugar lo entenderás... -dibujo una sonrisa misteriosa. -Descansar bien, necesitamos fuerza para mañana.
-Voy a colocar unas trampas y ver si puedo pescar algo, esta noche tendríamos que cenar bien.
Nero no terminó de hablar que se fue a cumplir con lo que se había propuesto, Sol se llevó una mano a la cara exasperado.
-Eres tú el que más tendría que descansar después del entrenamiento... -El comentario despertó una risa en Shura.

Pero la sombra de la muerte no iba a abandonar todavía a aquel grupo.
Y uno de ellos pronto iba a perder una nueva vida.


Shura

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #44: December 08, 2013, 02:32:01 PM »
El enemigo que menciono en esta fase es Sleepy Hollow  ;D siempre he querido usarlo en algún aporte.

# 14.

xx
x

-OH MY GOOOD! –JoJo se llevó las manos apretándose las mejillas para evitar estremecerse.
Lo peor no eran los edificios quemados y en ruinas, ni el ambiente lúgubre, lo peor era aquella musiquilla deprimente que había en el ambiente. Era la primera vez que sentía que una melodía pareciera poder invocar una fantasmagórica presencia, algo que flotase a tu alrededor pero que nunca se dejase ver… y entonces cuando menos te lo esperas, te tomaría del pelo arrastrándote hacía el abismo…

-Yo creo que es un sitio curioso, tiene personalidad y el aroma del aire es agradable. Además la música me gusta, es fuera de lo habitual.
-Tu Shura, tu sí que eres fuera de lo habitual… -El Thief arrugo el labio apartándose de su compañera.
-Lavender Town se caracteriza por ser un área donde las dungeons están llenas de enemigos no muertos, además en esta ciudad puedes subir job como Fallen Angel. –Doppio parecía feliz de poder ofrecer aquella información a los iniciados.
-¿Qué es Fallen Angel?
-Nada de lo que una White Mage tenga que preocuparse. –Sol interrumpió entre la chica y el Time Mage. –Estar preparados y permanecer unidos, tenemos un Warp por si las cosas se ponen feas y las suficientes pociones para aguantar si se presentan imprevistos, pero intentar no usarlas y recordar que hemos venido para subir de nivel.
-¿Y no tendríamos que comprar otras cosas? ¿Agua bendita, balas de plata, o ajo para los vampiros? –JoJo se frotaba los brazos intentando desprenderse de aquella sensación de mal augurio que le asaltaba desde que habían entrado en aquel lugar.
-¿Qué pasa? ¿Te dan miedo los fantasmas? –Nero aprovechó la ocasión para fastidiar a su compañero.
-Los fantasmas no existen.
-De hecho, si existen, en Lavender Town tendrían que estar. –Doppio empezaba a dar un exceso de información según la opinión de JoJo.
-En vez de en fantasmas, tendrías que preocuparte en conseguir un arma. –Sol se cruzó de brazos sopesando las habilidades de JoJo… no había subido de nivel desde que tenía su nuevo Job, podía resultarles una carga en aquella ocasión. –Tendrías que quedarte al margen.
-Yo voy, no me quedo en este pueblo ni un segundo. –JoJo se mostró molesto, captando rápidamente que la sugerencia de Sol era debida a que le consideraba una carga… tendría que pensar una buena idea para un arma…
-Tu verás… ¿estamos todos listos?

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No eligieron Dungeon, se decantaron por un área situada tras el deprimente bosque de árboles muertos, cerca de un castillo donde detrás de este había un barranco.
-Los enemigos aquí son un poco más duros que en otras dungeon, pero eso os ayudará a subir rápido de nivel, también hay muchas zonas donde esconderse si estáis debilitados, cerca del castillo. Sobre todo no entréis en el castillo, recordar que tenemos que permanecer unidos. Doppio, encárgate de ralentizar a los enemigos que vayan a por Shura y acelera a Nero.

Sol no había dejado de hablar, que los primeros esqueletos avanzaron en dirección hacia el grupo, el Paladín estaba satisfecho con los resultados, Nero era más rápido que los enemigos no muertos y tenía el nivel necesario para pelear con grupos de enemigos, incluso había detenido la salida de un zombi de su tumba, rebanándole la cabeza antes de que llegara a sacar el pecho de la tierra. Shura iba más despacio, al no tener arma solo podía derrotarlos con hechizos de curación, pero Sol prefería que esta solo mejorase en magia, así que todo estaba de acuerdo a sus planes… excepto por JoJo.

Tenía su cuchillo de novicio, pero eso permitía que los enemigos se acercasen demasiado, sólo tenía encima un esqueleto y ya parecía que se las estaba viendo muy duras para derrotarlo…
-¡Cae de una vez! ¿¡Pero que os daban de comer antes de enterraros!? –Por más que golpease al esqueleto, no lograba que el hueso se fracturase, en un golpe erróneo el cuchillo se quedó entre las costillas del no muerto y a JoJo le fue imposible recuperarlo. Arto como estaba, le dio una patada en la rodilla que desestabilizó a su enemigo (también le produjo daño a él, pero por orgullo que no lo demostró), aprovechando para agarrar la calavera, y como si descorchase una botella, arrancarla del cuerpo lanzándola lo más lejos que pudo.

Pero antes de caer, el cuerpo del no muerto empezó a atacar a ciegas, JoJo retrocedió,  de repente viéndose incapaz de respirar ahogándole como estaban con su propia bufanda, un zombi que apenas estaba saliendo de la tierra, tomo uno de los extremos de la ropa tirando con fuerza para retenerle y derribarle, JoJo estaba a punto de caer al mismo hoyo donde aquel muerto…
Sol intervino lanzando un hechizo de curación para terminar de derribar al esqueleto y aplastando la cabeza del zombi con la punta de su espada antes de pasarle por encima caminando en dirección al Thief.
-¿Pero qué estás haciendo?
-Estaba todo controlado, -tosió un par de veces de manera involuntaria recuperando la respiración. –Antes de que me hubiera atrapado me hubiera quitado la bufanda y le hubiera dado una buena patada en la cabeza.

Sol entrecerró los ojos nada convencido por aquellas palabras.
-Si vas a jugar a los ladrones, este no es tu sitio, aquí es más fácil que pierdas una vida a que subas de nivel. Regresa al pueblo y mantente al margen mientras los otros suben de nivel, Joseph.
-Supongo que ningún job es bueno en este juego salvo Cleric, ¿verdad, chico malo?
-Que va, los Cleric también son una carga, para ser útiles tienen que ir en compañía, el único Job respetable es Paladín, ningún otro está a la altura: los magos se olvidan que lo importante no es el MP, es el HP; los ladrones que corriendo muy rápido no se derrota a los enemigos; y los arqueros se olvidan que los enemigos tienen patitas para acercarse a ellos. –Se le escapo una risa socarrona. –Aun estas a tiempo si decides hacerte Paladín, todavía no has subido de nivel como para considerar que hayas desperdiciado el tiempo. -Se alejó riéndose por su propio comentario mientras JoJo bufaba disgustado en el sitio.

“No soporto a este tipo… se cree el rey del mambo por tener una espada grande… ya le daré yo donde más duele, le demostraré que se equivoca en lo de los Job… aunque necesitaré un arma…” –Era imposible rescatar su cuchillo de entre los restos del esqueleto, solo intentándolo había roto la empuñadura del arma inutilizándola por completo.

Los combates se fueron sucediendo, pero el cansancio empezó a pasarles factura.
-No utilicéis pociones, vamos hacía el castillo.

Parte del patio del castillo estaba derrumbado, colándose entre las murallas a resguardo de esqueletos y con el suelo de piedra tenían asegurado que no saldrían zombis de este, unos murciélagos les interrumpieron, pero Sol con magia sagrada los hizo desaparecer entre cenizas.
-Descansar y recuperar fuerzas, -comprobó en la Omnitool los datos de Nero y Shura. –Habéis ganado experiencia, buen trabajo, una ronda más y regresamos al pueblo a pasar la noche, a este ritmo los dos podréis subir de Job en una semana.
-Eso si no nos deslomamos antes… -Shura suspiró cansada por el esfuerzo, aquel tipo era un flipado, si aquel juego tenía realismo, al día siguiente no podría moverse por las agujetas.

Se escuchó un sonido al otro lado de la muralla donde se encontraban.
-Será algún enemigo escalando para alcanzarnos.
-Yo me encargo de ello. –Nero comenzó a escalar por el otro lado desenvainando su espada para sorprenderle cuando el enemigo se asomase a por ellos… pero la sorpresa se la llevo él cuando intentó atacar a la cabeza… cuando su enemigo no tenía cabeza.

-¡AHH! –Lanzó una estocada al aire, de un puñetazo del enemigo, mandó al espadachín a volar de espaldas… desapareciendo entre un haz de luz azulada.
-¡NERO! –Shura intento en vano llamar a su compañero… por otra parte atrayendo la atención del guerrero sin cabeza, vestido completamente de negro y con una capa roja como la sangre, se deslizo sobre las piedras como una sombra volando directamente hacía ellos.
-¡Un enemigo de zona! ¡Alejaos! ¡Utiliza Warp! –Sol alejó a Shura antes de que la oxidada y negra espada del caballero cayera sobre ella, Nero había desaparecido en un Warp, pero por suerte era él quien llevaba uno de repuesto listo para usar en una emergencia… si conseguían huir, podrían mandarle un mensaje para que regresara con ellos…
-¡Es muy rá…! –JoJo estaba contra la espada y la pared cuando lo esquivo, pero solo para desaparecer dentro de un nuevo haz de luz, teletransportándose a algún punto indeterminado de aquella pantalla.
-¡Quietos no le ataquéis u os teletransportará! ¡Atrás! –Sol se lanzó al ataque aprovechando la posición del rival contra la pared, con su nivel podía lanzar estocadas, y esquivar la de los enemigos además de los Warp…
-¡No le ataques! –Doppio intentó detener a Shura que lanzó un ataque de curación para debilitar al no muerto, esperando que el Warp no le afectase por la distancia a la que se encontraba… pero acabando también quedando atrapada en el Warp y desapareciendo.-¡Badguy!

-¡No! ¡Mierda! -¿Por qué las cosas habían tenido que torcerse? Doppio le lanzó un hechizo para subir la velocidad y el enemigo acabo por atraparlo también en el Warp, Sol podía plantarle cara al ser un miniboss… pero necesitaba que le teletransportará también, con un poco de suerte acabaría en el mismo Warp que alguno de sus compañeros… pero antes.
-¡Qué te den por culo! –Concentro el resto de su poder sagrado en la espada, en un solo golpe, se acercó corriendo, agachándose cuando el guerrero le lanzó una estocada, y desde el suelo tomando impulso para alzarse en un golpe contra el cuerpo del guerrero, produciéndole una grave herida que prácticamente lo corto por la mitad, dejando ver su interior que ardía en llamas como el fuego del infierno.
 
Sol retrocedió unos pasos… cayendo dentro de uno de los Warp lanzados por el enemigo, con la esperanza de acabar cerca de alguno de sus compañeros…

---


Nero acabó dando con sus huesos en el suelo, perdiendo la respiración y quedándose dolorido por unos instantes. Llego a pensar que había vuelto a morir en una nueva caída, pero no reconocía el lugar donde había ido a parar.
Estaba en una enorme sala, el techo era tan alto que solo se veían sombras, y aunque la estancia solo estaba iluminada con unas antorchas, resplandecía una luz dorada producto del fuego reflejando sobre las brillantes monedas de oro, montones de oro más altos que él mismo, aquello era la cámara del tesoro del castillo.
-¿Pero qué es todo esto…? –Se reincorporó acercándose a uno de los montones de monedas para inspeccionarlas.
-¡No las toques! –Unos pasos a la carrera le sorprendieron, de detrás de uno de los montones, salió un hombre con armadura que acabó derribándolo antes de que pusiera un dedo sobre esas monedas.
-¿Qué? ¿¡Qué!? –El extraño le tapó la boca… silenciándole para que no alzase un grito por lo que acababa de ver…

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-Me gustaría ver a Sol ahora mismo en mi situación. Ya veríamos que hacía un Paladín encerrado en una habitación y sin medios para salir. –JoJo estaba de suerte, con sus materiales de Thief no le iba a costar trabajo escapar de una habitación cerrada, además, había descubierto que también tenía un cofre en la misma estancia. –Mi día de suerte.
Empezó a trastear para abrir el cofre… sin reparar  en un brillo metálico sobre su cabeza, una hoja de metal afiladísima que cayó contra la mano del ladrón cuando iba a abrir la caja. Seccionándosela en un parpadeo.
-¡AAAHHHHHH!

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Shura intentó abrir la puerta de la habitación donde estaba, sólo para certificar que estaba cerrada. Un intenso olor a rosas llenaba la estancia producto de que había muchas de ellas cortadas dentro de una enorme vasija de oro al lado de un diván de terciopelo rojo.
Paso de largo ignorando todo ello, asomándose al balcón solo para ver que se encontraba en lo alto de la torre del castillo y abajo solo le esperaba el acantilado. En lo alto del techo una lámpara de araña iluminaba la habitación… si conseguía la cadena con la que estaba sujeta quizás pudiera intentar descolgarse y alcanzar el final de la torre, y una vez abajo rodear el castillo evitando el acantilado... eso si la cadena era lo suficientemente larga, claro.

-Bienvenida a mis aposentos, mademoiselle.

Shura se giró asustada, sobre el diván había un hombre con una rosa en la mano, disfrutando casi distraídamente de su aroma. Había aparecido de repente, la puerta no se había abierto en ningún momento, cerrada como estaba a cal y canto. Y la chica estaba atrapada con aquel extraño hombre.