Author Topic: neverland 1.1: you can (not) escape  (Read 115647 times)


Kora

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #45: December 08, 2013, 02:35:48 PM »




019raising the bar

Lilith respiró hondo al ver a los diez jugadores reunidos en ala derecha interior de Moxxi’s, donde habían juntado dos mesas redondas para poder caber todos. Los miembros más extrovertidos del grupo conversaban animadamente, pero también vio caras serias que o bien se negaban a ser parte de la fiesta o simplemente se sentían fuera de lugar. Iba a ser una conversación complicada.

- Hola, chicos. – Dijo mientras arrastraba la silla para sentarse. – Veo que habéis vuelto de Columbia con caras nuevas. Siento no haberos dado una bienvenida como toca, pero era un asunto urgente.

La Elementalist apoyó las manos en la mesa, cruzando los dedos de las manos.

- Soy Firehawk, pero podéis llamarme Lilith. Mi guild son los Crimson Raiders, y tenemos la base aquí, en Sanctuary. Lo siento por el frío

Aprovechó sus palabras para examinar a las caras nuevas. En el camino de vuelta, Maya le había enviado un mensaje corto con nicks y jobs. La chica castaña de traje azul debía ser la Merchant, el rubio sería el Black Mage, el jovencito de pelo verde con traje de White Mage sería obviamente, el White Mage. Y el Dark Knight con cara de ser la última coca-cola en el desierto… a ese ya lo conocía. Al menos se estaba portando bien.

- Primero, felicidades al grupo de Columbia por haber cumplido con las respectivas misiones. – Miró a Milo y Yuzuriha. – Me han llegado ya varias peticiones para unirse, y algunos incluso de segundo y tercer job.
- Un placer, jefa. – Milo le guiñó el ojo, y Yuzuriha simplemente asintió, ajustándose su bufanda roja.
- ¿Anir?

La Mechanic levantó un pulgar, sonriendo ampliamente.

- Tengo lo que buscaba y más. – Con un movimiento de cabeza, señaló al White Mage y al Dark Knight. – Y hasta te he traído nuevos… amigos.
- Me alegro. Ahora, el otro grupo… – Se giró hacia Maya, quien tenía sentadas a un lado a la Merchant, y al otro, a Asami y Kora. – ¿Qué tal la feria de alquimistas?

La Blacksmith cogió su mochila, y fue pasándola en cadena hasta que llegó a las manos de Lilith. Las diferentes pociones para potenciar stats, vigores y demás brebajes hicieron que se le dibujara una sonrisa de satisfacción instantáneamente.

- Y eso no es todo. – Maya tamborileó sus dedos sobre la mesa. – Raiden, Kora y yo tenemos más en reserva. Elizabeth también… si está dispuesta a compartir con nosotros.
- Ya os dije que las condiciones eran que me pudiera unir a los Crimson Raiders. – Respondió la Merchant, cruzándose de brazos. – Entonces decidiremos la manera de repartirnos las ganancias.

La actitud decidida de aquella chica, Elizabeth, le gustaba. Parecía pequeña y frágil, pero al parecer, había elegido el job adecuado. Sabía aprovechar una oportunidad cuando la veía.

- Te enviaré la invitación ahora, Elizabeth. – Le dijo Lilith, asintiendo, y pasó la vista a las otras tres nuevas caras. – Y hablando de invitaciones… vosotros tres, ¿estáis interesados?

Recibió miradas de duda, aunque el White Mage parecía más que entusiasmado con la idea de unirse.

- Antes que nada, quiero dejar clara una cosa: por el momento, estamos centrados en sobrevivir. Subir de nivel, hacer quests, reunir el mejor equipo… Ese es nuestro objetivo. Por ahora.

Maya y el resto de la party en Columbia debía haber oído sus planes durante el encuentro con los Hellions. Igualmente, no pensaba en esconder nada de su guild, y aquel era el mejor momento para dejar las cosas claras tanto con sus compañeros como con aquel grupo.

- Eventualmente, buscaremos al GM dentro del juego, y entonces… no sé qué pasará entonces, pero lucharemos hasta el final. – Se hizo un silencio en la mesa, y tuvo que hacer un esfuerzo por mantener cara de póker. – Nadie irá obligado. Si sólo queréis uniros para tener un sitio seguro y colaborar para protegernos los unos a los otros, este es vuestro lugar. Si queréis venir con nosotros a patearle el culo al GM, pues mejor.

Las expresiones en el grupo iban de ligeramente asustados a decididos. Lilith ya podía imaginar quién la apoyaría y quién no, pero no iba a desvelar la sorpresa tan pronto. Quizá alguno hasta cambiara de opinión. Simplemente, se dirigió hacia los tres nuevos, expectante.

- No tengo casi nivel… – Empezó el Black Mage, pasándose una mano por el pelo. – ¿Aceptaríais a un Black Mage como yo, así porque sí?

Aquella vez, las miradas no se centraron en ella, sino que se dirigieron hacia Kora, que bebía con expresión distraída de un vaso alargado con una pajita hasta que se dio cuenta de que todos la miraban.

- ¿Eh? – Giró la cabeza de un lado a otro, y se llevó la mano al rostro. – ¿Qué pasa? ¿Tengo algo en la cara?
- Sí. – A su lado, Milo le señaló el rostro, y Kora lanzó un gritito ahogado. – El antifaz.
- ...Milo… – La chica bajó las cejas, haciendo un puchero exagerado.

Lilith le dirigió una mirada al Black Mage, sacándolo de la discusión. Tras reflexionar unos momentos, el chico habló finalmente.

- No tengo donde ir, y este sitio parece seguro. – Dijo, encogiéndose de hombros. – Si me admitís, me quedo.
- Trato hecho. – Lilith le tendió la mano. – ¿Cómo te llamas?
- Hyoga.
- Tu nombre de verdad. – Le dijo Maya.
- Ese es mi nombre de verdad, también. – Aclaró Hyoga. – Bueno, el segundo.

Mientras, Lilith les envió invitaciones a Elizabeth y a Hyoga, y finalmente, encaró al Dark Knight.

- Y tú, Bennu, ¿vas a seguir haciendo honor al nombre de tu job? – Le dijo, apoyando la barbilla en una mano. – ¿O finalmente estás preparado para jugar en equipo?
- Preferiría hablar a solas contigo antes de decidir nada. – Le respondió éste, sin inmutarse.
- Pero, hermano…

Si hubiera llevado tela en vez de armadura, estaba segura de que el White Mage estaría tironeando de ésta. Lilith notó la manera en que Bennu miraba de reojo al que aparentemente, era su hermano, y encontró por fin un posible punto débil en la coraza del Dark Knight. Quizá no sería el miembro más fácil de tratar, pero tener a un jugador de su nivel en la guild sería bastante útil.

- Bien, quédate conmigo y hablaremos. – Resolvió Lilith, encogiéndose de hombros. Se volvió hacia el resto del grupo. – Los demás… de momento no tengo nada para vosotros, así que dedicaros a subir de nivel. Todavía tendréis quests que hacer, así que aprovechad. En la base de la guild encontraréis jugadores de nivel alto que os puedan tanquear y curar, y si no, enviadme un mensaje.

Asintiendo, las sillas fueron quedándose vacías, hasta que en las dos mesas sólo quedaron Lilith, Bennu, y su hermano. El Dark Knight permanecía con los brazos cruzados, probablemente sopesando la situación internamente.

Iba a ser una conversación entretenida.

--


El grupo se había dispersado a la salida, cada uno con sus cosas que hacer, o simplemente, con sus cosas que no hacer. Después de todo, habían sido unos días intensos para todos, por motivos diferentes.

Kora caminaba al lado de Asami y Elizabeth, admirando el detalle de que su aliento hiciera una nube blanca al salir. La bebida que había tomado en Moxxi’s había calentado su cuerpo, aunque estaba considerando un atuendo que cubriera más para la próxima vez que decidiera cambiar de modelito.

- Entonces… ¿qué hacemos ahora? – Preguntó Elizabeth, como si sacara las palabras de la mente de la Black Mage.
- Ah, pensaba en buscar a Raiden. – Contestó Kora, cruzando los dedos de las manos. – Aunque no sé por dónde empezar...
- Probablemente esté arreglándose el brazo. – Asami se pasó una mano por el pelo, desviando la mirada. – Pero no sé dónde, exactamente.
- Bueno, demos un par de vueltas. – Kora estiró los brazos. – Supongo que al final lo encontraremos…

El trío vagó por las calles de la ciudad, charlando animadamente sobre posibles quests a realizar en un futuro. Asami les había sugerido visitar unas dungeons no muy lejos de donde estaban, y Elizabeth mostraba entusiasmo ante la idea de ir a diferentes ciudades una vez subieran unos cuantos niveles más. Pasear dentro de la seguridad de los muros de Sanctuary era relajante, donde nadie iba a asaltarlas y sobretodo, estaban a nivel del suelo.

- Y por favor, ten cuidado la próxima vez…

No hubieran hecho caso a la voz aguda de no ser por el característico suspiro resignado que tantas veces habían escuchado que le siguió. Raiden estaba frente a un puesto donde una niña parecía atenderle, hablando con ella -- o más bien, ella hablándole con el ceño fruncido.

- ¿Raiden? – Preguntó Kora, acercándose.

El Samurai se giró, y las tres vieron que parecía, dentro de lo posible, como nuevo. Su brazo estaba completamente arreglado, y una nueva venda cubría su ojo derecho, tapando las dos cicatrices que lo atravesaban. La niña se puso recta nada más verles, aunque la atención se desviaba inmediatamente hacia lo que parecía un enorme perro robótico sentado al lado de ésta.

- Moonshine… – Respondió Raiden. – Habéis terminado pronto.
- Te estábamos buscando. – La chica se adelantó, seguida de las otras dos. – ¿Has estado aquí todo este tiempo?
- Estaba… estaba comprando mejoras para el equipo. – Contestó el Samurai.

Elizabeth se acercó a la que debía ser el NPC de la tienda, preguntándole sobre el inventario en caso de que tuviera alguna oferta interesante, mientras que Asami comprobaba el estado del brazo nuevo de Raiden de la forma más disimulada que podía.

- Oh… bueno, me alegra ver que ya estás mejor. – Dijo Kora. levantando una mano para tocar el brazo mecánico. Aún estaba ligeramente cálida al tacto. – Ese Samurai… Jetstream… ¿crees que volverá a por ti?
- Sí, seguramente. – Respondió Raiden, de forma seca. – Pero lo que pase entre nosotros… es asunto nuestro. Si vuelves a verlo, no interfieras.
- Entiendo… Sólo espero que… que no vuelva a pasarte nada malo con él. – Kora agachó la mirada. Ya había entendido que no iba a sacar más información. – Aún así, eso significa que debemos entrenar y hacernos más fuertes.

El Samurai había estado a punto de girarse, pero permaneció quieto, levantando la ceja.

- Asami me ha dicho dónde hay sitios por aquí para ganar experiencia rápidamente, y seguro que tú también sabes unos cuántos…
- Es… un momento...

Sin darle tiempo a terminar, Kora agarró con cada brazo a Asami y a Elizabeth, juntando a las tres (e ignorando sus expresiones de sorpresa), y le dirigió una amplia sonrisa al Samurai.

- Así que sólo queda encontrar a Maya, y mañana mismo podríamos ir todos a entrenar un rato, ¿no?

Raiden suspiró, pasando la mirada de Kora a Asami y a Elizabeth. Aunque algo confundidas, ninguna de las tres parecía objetar a las palabras de la Black Mage, que lo miraba sin esperar una respuesta que no fuera un ‘sí’.

- Supongo.

Kora tendría que conformarse con eso.
« Last Edit: December 29, 2013, 09:39:22 PM by Kora »


Kana

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #46: December 09, 2013, 08:11:37 PM »
Re-subiendo. Modifiqué algunas cosas, ya que la bishoujo que tenía antes la deje para DD como era de un principio. Hm, por el momento dejo ese icono temponal, después a ver si le hago uno más bonito :B

# # # 001


Pensar que hace escasos momentos la mayor preocupación que cursaba su mente era la de tener que ir a buscar un pedido de comida china en el puesto gastronómico cerca del edificio de apartamentos en el que vivía. ¿Qué se suponía que estaba pasando? ¿De verdad el GM resultaba ser una entidad maquiavélica con sed de sangre o simplemente era una broma de muy mal gusto? Como fuera, se había gastado el dinero inútilmente en alimentos y tonteritas sin mucha importancia.

El mensaje del GM le había pillado en la calle de la ciudad así que la mejor opción, de momento, era ir con cautela. Se justificaba desde su punto de vista pues ni tenía idea como enfrentarse a un enemigo y ahora, con la presión de conservar sus tres vidas a como dé lugar, no se sentía diferente en eficiencia que hace un momento.
Ahora su dilema era; ¿Quedarse en la ciudad o irse de ella? Asomó la nariz desde la oscuridad del callejón y vio que el centro de la ciudad estaba plagado de gente, todos mirándose con suspicacia y algunos matándose entre ellos, tal vez no tomándole el peso de las palabras del GM más que como una simple broma de mal gusto. Quizá había sido muy mala opción estar en la ciudad principal. Torpe, como si se tratara de una novata en un juego de terror que sólo sabe correr para conservar lo más posible la salud, corrió como hacia la salida de la ciudad.
Tras un buen rato de estar corriendo, Starlight se dejó caer de rodillas sobre la hierba. Había llegado a una especie de bosque espeso y supuso que por el momento estaba bien, olvidado el detalle de las criaturas  esas que atacan de la nada.
-¡AH!- Salía un animalito de las hiervas y Starlight le daba una patada mandándolo lejos. ¿Poder? Ni sabía, ¡Ni tenía idea que poderes tenía su job! Al menos la maldita criatura había desaparecido.
-Menuda White mage que resultas ser…- Murmuró un tipo desde detrás de un árbol.
-¿Uh?- Starlight se levanta frunciendo el ceño, no le importaba la porquería que acababa de patear pero sí el hecho de estar siendo observada. Se puso en guardia y encaró a quien le hablaba, era un tipo de cabellos blancos, permanecía apoyado en un árbol con los ojos cerrados. -¿Qué más da que job sea? ¿Acaso no escuchaste el mensaje?-
-Sí, pero no ando como idiota alterándome por todo… Lo más lógico es conservar la calma.-
-Bah,.- La chica hizo un gesto meneando la mano para restarle importancia al sujeto. Siguió con su camino ignorándolo.

White mage… ¿Qué tan malo podía ser? En la ciudad había escuchado a un chico lamentarse por haber escogido ese job para él argumentando que era uno de los más inútiles. Quizá habría sido oportuno escoger Black Mage, al menos, suponía, más adelante podría cambiar de job.
Escuchó de pronto que cerca de ella había mucho movimiento, se escabulló entre las hierbas y observó entre ellas. El claro de los rayos del sol se filtraba entre las copas de los árboles y daba un centro iluminado justo donde una chica de cabellos azules y ojos rojos  batallaba contra una criatura que parecía ser un jabalí pero más grotesco que los comunes. Al final la chica ganó la batalla y el jabalí murió pero instantáneamente la muchacha cayó de rodillas al suelo, agotada.
Al principio la rubia pensó en seguir caminando porque quizá sólo molestaría a esa chica pero tras ver lo abatida que estaba se acercó a ella con paso receloso.

-¿Estás bien?- Preguntó Starlight, medio inclinándose para verla.
-Sí… Sólo un poco…Bueno, muy herida.- Dio una sonrisa lastimera.
-Oh…- Curvó las cejas. Aunque la situación agobiara a la peliazul ella se esforzaba por darle una sonrisa amistosa. –Si tuviera una poción te la daría.-
-Uh…- La chica analizó los atuendos de la otra muchacha. -¡Oh! Pero eres una White mage, puedes curarme con tus poderes.-
-¿Ese es mi poder?- No pudo evitar colocar una expresión de desilusión. Dejo la desilusión para después y vio en su Omnitool alguna guía de cómo usar aquel poder curador, cuando lo consiguió se aventuró a usarlo sobre la chica. Lamentaba el hecho de que fuera casi su conejillo de indias. Felizmente, la muchacha se recobró y se puso en pie de inmediato, sacudiéndose el polvo.
-¡Muchas gracias!-
-De nada.- Siguió observando su Omnitool, vio que la otra chica tenía de nickname BlueDiamond y que era Archer.
-Me llamo Kula, es un gusto. ¿Tú cómo te llamas?-
-¿Es correcto decir tu verdadero nombre en este sitio?-
-Me salvaste, yo te debo la vida.-
-…No es para tanto, la verdad…- Alzó los hombros. De todos modos no veía peligroso, a esas alturas, revelar su identidad. –Me llamo Serah, mi nickname es… Starlight.-
-¿Vienes con alguien más?-
-No, estoy sola. Se supone que iba a entrar con un amigo pero creo que jamás logeó.- Suelta un suspiro. -¿Y tú?-
-Estoy sola también, se supone que debía ir a la escuela pero me reporté enferma de resfriado. Jaja, la verdad yo nunca me resfrío aunque mi temperatura siempre está baja. Se supone que estaba con unos amigos pero se fueron en grupo y me dejaron sola, dijeron que yo era muy inútil para estar con ellos.-
-Ah.- Alzó las cejas. Kula parecía ser una chica muy sociable y amistosa. Volvió a ver su Omnitool. –Oh, parece que subí un poco, me falta poco para subir level. Por cierto, Kula, un gusto conocerte. Ahora me retiro, tengo que ver el modo de salir de aquí.- Se despidió y se fue caminando con tranquilidad, detrás suyo sentía los pasos de la chica seguirla y mirarle con curiosidad.
-Starligth, pareces una chica genial. Debes tener muchos amigos y ser muy popular.-
-La verdad la gente tiende a despreciarme luego. Dicen que soy muy sarcástica.-
-Oh, ¿Y qué tal las notas? Debes ser la más inteligente.-
-Regular.-
-Ah…- Tomó unos segundos de silencio pero volvió a hablar. -¡Ah! Debes tener tu propio club de fans.-
-…- La miró de reojo. –No, la verdad soy común y corriente.-
-Vaya… De todos modos yo encuentro que eres especial.-
-Me conoces hace unos minutos, no puedes decir eso.- Sonrió un poco nerviosa. 
-¿Te molesta que pregunte muchas cosas? El chico que estaba conmigo cuando empecé el juego me dijo que me callara… Yo no hablo mucho, sólo me pongo nerviosa.- Bajo la vista, un poco triste.
-…- Starlight la observó unos instantes, no pudo no sentir compasión por ella. –Oye Kula, ¿Quieres venir conmigo? Soy nueva y por lo que veo las dos estamos sola, sería bueno acompañarnos al menos hasta que encontremos un lugar seguro.-
-¡Ok!-
-Por mi parte quiero cambiar de job, no sé si quieras acompañarme.-
-Sí, quizá me anime a cambiar de job también. Me gusta el que tú tienes, parece ser más calmado.-
-Eso es, al parecer… Demasiado calmado.-

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Kana

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #47: December 09, 2013, 08:22:51 PM »
Otro.

# # # 0 0 2


-Todo tiene una falla, una pequeña caída en el sistema, algún detalle que no se consideró… Nadie puede ser tan perfecto de crear un mundo sin errores ¿No?- Musitó la joven de cabellos rosas cenizas, mientras acercaba sutilmente las manos con los dedos extendidos hacia el fuego de la fogata, de modo prudente. –Es un genio, no lo puedo negar.- Frunció el entre cejo. –Mira, todo aquí parece tan real. El fuego da calor, el ambiente es frío y cala los huesos, tenemos sueño cuando nos cansamos, y los nociceptores del dolor mandan la señal cerebral para que suframos cuando nos hieren. Increíble, ha hecho una conexión con la médula tan exacta que nos produce todas las sensaciones que normalmente sentiríamos en nuestras vidas reales. Es…Un genio.- Repitió entrecerrando los ojos, admitiendo el talento del GM.
-Pero tú dices que debe haber una falla en todo esto.- Procesó Kula, mirando entretenida las llamitas del fuego.
-Ahá, algo debe habérsele pasado. Tenemos que encontrar ese ¨algo¨, ese error, para salir del sistema en que nos sometió.-
-Suena complicado.- La peliazul abrió los ojos un poco sorprendida. -¿Tienes algún plan?-
-Mh…-La otra se quedó pensativa unos instantes, acto seguido se cruzó de brazos para meter las manos en las mangas contrarias del traje para que no se le fuera el calor.
-¿Y?-
-…- La miró fijamente. -¿Pretendes seguir todo el camino conmigo?-
-Yo…- Kula se mordió el labio inferior, sintiendo intimidada por la mirada seria de la otra chica. Se sintió incomoda de pronto ante la idea de haberse tomado permisos no correspondidos, no sabía que su compañía molestaría a la otra chica. –…No sabía qué te iba a molestar el que te siguiera.-
-¿Ah?- La otra alzó ambas cejas, confundida, después entendió. –Kula, tranquila.- Le sonríe un poco para que la otra se relaje. –No considero que me molestes, más bien lo digo porque soy como un estorbo  con este job. Más que nada por eso.-
-¡Ah! No pasa nada, para mí no eres un estorbo.- Hace la señal de paz, poniendo dos dedos en forma de uve mientras sonríe. –Dime que plan tienes en mente.-
-Bien, primero que nada tendremos que abandonar este bosque porque ya vimos que está lleno de criaturas, debemos volver a Prontera… Allí buscaré a quien se encargue de los Jobs y le pediré que me cambie de White Mage a uno más… No sé, alguno que dispare al menos.-
-Ow, pero es lindo tu job.-
-Digamos que no me siento bien y mi autoestima pende de un hilo.- Nada más lo decía para convencer a la otra sin que se entristeciera, no es como si ella misma se sintiera tan mal. Más que nada la rubia estaba acostumbrada a los juegos virtuales con temáticas de armas, dispararle a zombies por ejemplo o a aliens dentro de un planeta inexplorado, pero de MMORPG nada.
-Okay.- Asintió con la cabeza.
-Con el dinero que nos queda compraremos provisiones y demás utilidades para subsistir. Lo siguiente será lo complicado, buscar ciudad por ciudad, lago por lago, esquina por esquina, algún error en el juego para aprovecharlo. Debe de haber un modo de mandar un mensaje a los encargados de conectarnos.-
-Suena complicado pero no imposible, ¡Me parece buena idea!-
-A penas amanezca volveremos a la ciudad, hay que estar atentas para que ninguna bestia nos ataque en el camino de regreso. Será mejor que descanses un poco, haré guardia. Te despierto en un par de horas y tú luego haces guardia mientras yo descanso por un par de horas. Después nos ponemos en marcha.-
-Entendido.- Asintió otra vez. Sobre todo porque estaba muy cansada de tanto caminar y acabar con animales que salían de la nada. La peliazul se acomodó lo más que puso entre sus ropas y el piso lleno de ramas y pequeñas rocas, cerró los ojos y el sueño le venció rápidamente. La rubia en tanto se quedó despierta mirando la fogata que momentos previos ambas habían armado. Pensó en todo el tiempo que llevaba allí desde que logeó hasta el momento en que estaba presentemente.  Si bien parecía un tiempo largo, en la vida real eso debía equivaler menos. 

Al amanecer, las dos retrocedieron en sus pasos, tuvieron que recorrer un largo trayecto desde el punto del bosque en donde estaban hasta Prontera, se habían alejado mucho. Al parecer las cosas se calmaron un poco en aquella ciudad, no es de extrañar que en un panorama de caos el ser humano en vez de unirse a su igual se vuelva en contra de este. Buscaron por todos lados en donde encontrar una quest o algo para cambiar de job. Cuando encontraron el cómo, las chicas quedaron en el siguiente acuerdo mientras Starlight estaba en eso Kula se quedaría dentro de la ciudad comprando cosas útiles y después, tomando en cuenta cuanto se podía demorar la rubia, se encontrarían en una posada que vieron previamente. 

-Sé que dije que no me alejaría…pero.-

La peliazul estimó que debía subir algo de level mientras Starlight estaba ocupada cambiando su job, según entendió, cuando la pelicenizo lo consiguiera quedaría satisfecha por el cambio pero empezaría prácticamente de cero. Pensaba que si, al menos tenía algo más de level, podría ayudar un poco más en el dúo.  La chica de ojos rojizos atravesó los muros de la ciudad y comenzó inspeccionando los alrededores, mientras caminaba se encontraba con pequeñas criaturas a las cuales sacrificar en beneficio. Cada criatura se le hacía muy tierna y le daba pena exterminarla, sobre todo cuando miraba profundamente en sus redondos ojos suplicantes pero de un momento a otros asomaban sus garras y colmillos y se lanzaban a atacarle. Lanzó una última flecha a una criatura moribunda y esta se extinguió al poco tiempo del impacto.  Después de esa criatura, Kula caminó por mucho tiempo por los alrededores sin encontrarse con ninguna más o al menos ninguna que estuviera en su alcance de eliminarla.

-Que aburrido.- Alzó el arco y apuntó una flecha sin punto fijo, la lanzó junto con un suspiro desganado.
-¡Hey! Fíjate donde disparas.-
-¿Uh?- La chica miró hacia distintas direcciones para buscar a quien le había hablado, de unos arbustos de al frente salió un chico de cabellera larga y color naranja, notó que usaba un parche en uno de sus ojos. También reparó en que, en una de sus manos, apretaba molesto la flecha que ella acababa de lanzar -¡Lo siento!- Juntó ambas palmas de su mano, pidiendo perdón. –Espero no haberte lastimado.-
-…- La observó con enfado por unos segundos pero al vez que la chica no parecía una gran amenaza soltó los hombros. –Ya, no importa.-
-¿Seguro que estas bien?-
-Sí, sólo pasó la flecha por un costado mío. Menos mal que no me diste.-
-¿Qué haces por aquí…?- Kula alzó su Omnitool y vio la información de aquel chico. –Oh, hola 84726-
-Hola…- El chico imitó la acción de la peliazul, vio su nickname por si Omnitool. –BlueDiamond. ¡Que lindo nickname!-
-¡Gracias!- Se llevó las manos en puños hasta el rostro cubriendo parte de su mentón y sonriendo ampliamente. –El tuyo es…Muy bonito también.-
-Jajaja.- Sabía que la otra lo decía por cortesía. –Bueno, pude haber sido más creativo pero me daba pereza pensar en algún nickname más cool.- Se acercó a ella. -¿Qué haces aquí BlueDiamond? ¿Tendrás alguna información sobre qué está pasando?-
-No, sé lo que saben todos nada más. Lo del mensaje.- Suspiró. –¿Tú que haces por aquí?-
-Eh, buscaba a un amiguito que se me perdió.-
-Oh, espero que lo encuentres. A todo esto, ví que eres un Dark Knight, ¡Wow! ¿Te costó mucho?-
-Más o menos, es que prácticamente entré cuando esto ni se abría oficialmente todavía. Se podría decir que llevo tiempo.-
-Ya veo. Yo ahora estoy tratando de subir de nivel. Me siento un poco culpable por matar a estos animalitos.- Se encogió de hombros.
-No te sientas tan culpable, son unas malditas escorias con caritas amigables. A mí me mató un Poring en mi primer día… Es que pagué y todo pero… Me quedé dormido, ya sabes, estaba muy cansado porque ese día me tocó entrenamiento de basketball intensivo y en la maquina me dormí. Cuando desperté también lo hice en el juego y justo vi como un poring me picoteaba… Creo que lo hizo como mil veces, en fin después re aparecí allí mismo y lo partí en dos.-
-¿Te…Mató un poring?- Kula dejo caer su quijada en asombro, parpadeó un par de veces hasta reaccionar bien. –Al menos no te mató ahora, porque sería fatal.-
-Sí, al menos fue cuando el tipo este todavía no se drogaba tanto o qué sé yo que le pasó para que enloqueciera… Quizá lo dejo su novia o novio. Uno nunca sabe.-
-Jajaja.-
-Jajaja.- Ambos, eran muy buenos para conversar. –A todo esto, BlueDiamond, dices que quieres subir de nivel. Te entiendo… Habiendo tanto loco por aquí.-
-Sí, además estoy con una amiga que está cambiando de job entonces estará en mucha desventaja y quiero ser más fuerte para ayudarnos a ambas.-
-Oh, eres una buena chica.- La miró encantado. -¿Sabes que te puede ayudar? Hay un chico en la guild a la que pertenezco que tiene pociones que hace subir 40 levels instantáneamente.-
-¿En serio? Eso suena genial. ¿Crees que me pueda dar un poco para mi amiga?-
-Claro, claro. El problema es que cobra… Está un poco en banca rota. Si tienes algo de dinero encima puedo negociar con él.-
-Hm…- Kula buscó entre sus cosas y contó el dinero que tenía disponible. -¿Basta  con esto?-
-Sí, creo que sí. Está tan desesperado que lo aceptará y si no quiere lo trataré de convencer. ¿Qué tal si me lo das y yo voy por él y se lo muestro? Así se entusiasma. Después vuelvo con él y la poción.-
-Bueno, me parece bien. ¿Te espero aquí mismo?-
-Claro. Puedes esperar cerca de esa roca mientras tanto. ¡No tardo!- Agarró el dinero de la chica y salió corriendo  jurándole que traería al chico lo antes posible. Kula en tanto se sentó sobre la roca y esperó. Esperó, esperó y esperó. La noche se hizo presente y aquel pelinaranja aún no llegaba, Kula entró en cuenta de que había sido estafada.
-…Starlight me va a odiar.- La chica se puso roja de enfado. -¡84726 eres un desgraciado embustero!- Gritó a todo pulmón.

Casi amaneciendo, Kula llegó a la posada acordada, seguramente la pelicenizo se tardaría mucho tiempo más en volver. La chica se aseó y luego entró a la habitación, se recostó en la cama y se durmió, al día siguiente fue a ver si conseguía algo de dinero por allí pero consiguió muy poco. Se sentó en la cama y miró por la ventana ¿Cómo le diría a Starlight que perdió todo el dinero de ambas? 

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« Last Edit: December 12, 2013, 09:08:44 PM by Kana »


Kana

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #48: December 12, 2013, 08:53:36 PM »
Gracias Kora <33

# # # 0 0 3



-No es tan malo. No exageres, rubio.- Echa la nuca hacia atrás, cayéndole la melena de ébano por completo despejándole el rostro antes cubierto por la misma. –Sólo te pido que lo busques, ¿Es mucho pedir?- Pone un nuevo cigarrillo en su boca y lo prueba con sutiliza, al menos en ese mundo virtual los cigarrillos sí tenían esencia a tal. Expulsó una bocanada de humo. –Ve y no tardes.-
-Usted considera que es sencillo…- No pudo menos que girar los ojos. –Porque le respetan, pero yo soy… Hm, se podría decir que estoy en calidad de esclavo aquí.-
-No exageres.- Volvió a repetir. -¿Acaso te sientes como esclavo?- Alzó una ceja. –Y deja de llamarme de usted, me hace sentir vieja.-
-Ahm… Usted no, pero sí los otros.- Alzó los hombros. -¿En serio tengo que ir yo por ellos, no hay nadie más en la party que pueda hacerlo?-
-Sabes la suma de las bajas que hemos tenido y si bien tú eres novato eres muy hábil para escapar del peligro.-
-Ok.- Suspiró, sabía que era tiempo perdido suplicarle más a esa chica. No era el más hábil, era el más novato por ende estaba a la disposición del más mínimo capricho. –Veré si los encuentro.-
-Cuídate, Alice.-
-Ah, ¿Podría llamarme por mi Nick?-
-Jaja.- Soltó una risita. –Entiendo que no se trata por temas de protección a la identidad, más bien no te gusta tu nombre. En serio, ¿Qué tenían tus padres en la cabeza al momento de inscribirte? Pero sabes, novato, esa es tu gracia. Ser un misterio. Tu nombre te da cierto toque de ambigüedad.-
-No es que la quisiera…Bueno, ya me voy.- 

El rubio se despidió de la mandamás y salió de la guarida establecida para todos los miembros de la party. Estaba cayendo la noche por lo que se le haría más fácil encontrar al menos a uno de los que le habían encargado encontrar, pues ese par eran bestias nocturnas. No le agradaban ni él a ellos, sentía que eran extraños y molestosos, además de tramposos. No entendía como su “jefa” Nana tenía tanta confianza a ese par y parecía demostrar un gran afecto de camarería con ellos.
Sigilosamente el muchacho de cabellos rubios se iba deslizando por las oscuras y peligrosas calles de la ciudad, él no recordaba el nombre del lugar en donde estaba sino más bien se guiaba por el nombre ficticio que le había puesto Nana, “Sin City” pues parecía que la habitaban de todo tipo de personas.

-Genial…-

Susurró para sí mismo cuando comenzó a sentir las primeras gotas de agua caer sobre una de sus mejillas. Se cubre la cabeza con la capucha de su traje antes de continuar avanzando por el callejón oscuro.
Pasaron un par de horas en las que deambuló por las calles encontrándose con cada espécimen extraño. Le sorprendía, o quizá era demasiado inocentón en cierto sentido, cosa que le avergonzaba a su edad, que incluso en juegos de realidad virtual ofrecieran atenciones sexuales. Prefería hacer oídos sordos y seguir adelante aunque en su mente le clavaba la pregunta: ¡¿¿Y cómo rayos??!
Entró en una cantina de mala muerte, había cada tipo nefasto allá adentro que prefirió ignorar todo tipo de comentarios. Algunos sujetos tenían pinta de ser algún oscuro ente maligno dispuesto a aniquilar a quien sea pero por lo visto sólo estaban allí bebiendo y cuidándose sus propias espaldas sin necesidad de gastar energía en vano.
El muchacho de rubios cabellos se aproximó hasta la barra y pidió un trago, al menos Nana le había dado algo de dinero por si quería comprar alguna cosa en el camino. Le sirvieron un trago, al probarlo sintió un sabor extraño… No se acostumbraba a eso de experimentar sabores de la realidad mental pues si bien sabía que en su mente algo controlaban para que experimentara al máximo todo era su misma mente la que luchaba constantemente para decirle que eso no era la realidad. Por lo que la frustración le daba eso; sensación de vacío e inexistencia. Sabor a nada, esencia a nada, sueños sin descansos…

Quizá pensaba mucho…

Eso le hacía fruncir el entrecejo, en la vida real todo el mundo le decía que era un vago que no pensaba, que mejor se fuera a trabajar de obrero de mala muerte o en una mina de carbón. Aquí, hasta filosófico se había vuelto. Quizá la situación sacaba lo mejor de él, las horas y horas de reflexión le hacían madurar… Al menos algo.

-¿Ya terminaste?- Preguntó Alice a un tipo que estaba a su lado.
-¿Uh?- El otro levantó las cejas extrañado, no sabiendo si le preguntaba a él o no. Se acercó lo que le quedaba de distancia y le quitó la capucha para verlo. –Ahhh! Novato. ¿Desde cuando estás aquí?-
-Desde hace media hora.-
-No te había visto. ¿Me estabas espiando?-
-Eh, vengo a buscarte… La jefa quiere que estén todos juntos, quiere repartir encargos.-
-Ahhh…- Soltó con normalidad, pero la verdad es que el mensaje le causó incomodidad pues pronto tendría deberes y era lo que menos quería hacer por el momento. –Entonces vamos.- Alzó los hombros, con actitud perdedora. Lanzó unas monedas sobre la barra y se puso de pie, el otro le imitó.
En la calle, Alice caminaba unos cuantos pasos más atrás del otro sujeto. Casi no cruzaban palabras, cuando lo hacían era porque el otro iniciaba alguna conversación tonta y sin sentido. Al menos estaba cooperador y no se había escapado como siempre, al menos era 84726 al que seguía y no el otro.
-Hola guapo, ¿Quieres tener una experiencia única?- Una figura femenina aparecía de la nada.
-No lo sé, bonita. ¿Después qué tal si quieres algo formal? - Sonrió coqueto 84726. –Hoy estoy desanimado, la vida me parece injusta. ¿Qué tal si juegas un poco con mi amigo? Es como un gatito adorable.- Toma del hombro a Alice.
-Oye, ¿Por qué le hablas a este robot o lo que sea?-
-¿Robot?- 84726 parpadeó ante la ingenuidad del otro.
-No me interesa el cyber-sexo o lo que sea.- Alice le miró enfadado, ofuscado, perspicaz. –Ve tú con ella si tanto te gustan las cosas falsas. A mí no me van las lágrimas, sensaciones, y demás cosas virtuales.- Es cuando termina decir esto que una ráfaga de energía va directo hacia él, a pocos centímetros pasa ya que por suerte logró esquivarla. Inmediatamente miró ofuscado a la chica que se la mandó, aquella que suponía que era un personaje no jugable. -¡Que mal genio tienes!-
-¿Qué insinúas que soy, engendro retrasado y virgen?- Lo miró con odio. –No soy ningún personaje no juguable, soy igual a ti. Inepto.- Dicho esto, se retiró ofendida.
-Yo…pensé que era de mentira.- Parpadeó saliendo de su asombro. El otro chico, el de cabellos naranjas, le revolvió el cabello.
-Novato, se te nota a lejos.-
Después del pequeño incidente, volvieron al punto de encuentro, el refugio en donde estaba la chica de melena lisa y negra esperándoles. 84726 se dejó caer sobre un sillón viejo y encendió un cigarrillo prontamente, la muchacha le miró por unos segundos antes de hablar.
-¿Y bien?-
-¿Y bien qué?- 84726 le miró, ladeando el rostro.
-¿Qué compraste con el dinero que conseguiste?-
-Cierto.- Chasqueó los dedos. –Aquel dinero que tanto me costó conseguir con esfuerzo, sudor y sangre.- Coloca una expresión de cansancio. –No me creeras, pero no pude conseguir mucho. Algunas pocas proviciones.-
-Y el resto a la cantina.- Nana, conocida por su alias de BADLUCK, giró los ojos. Luego le dio una patada en la canilla a 84726 que lo hizo estremecerse. –Eres un caso perdido.-
-¿Es necesario ser tirana?-
-¿Y dónde está Skullkall?- Nana observó a Alice, quien estaba un poco más allá. Ignoró los reclamos de 84726 –Sólo me trajiste a uno.-
-Por lo visto, no está en la ciudad… A menos que se haya escondido mucho y no quiera ser encontrado.
-¿Qué voy a hacer con este par? Son un cero a la izquierda.-
-Lo que pasa es que mandas a la mascota a buscarnos justo cuando estamos más ocupados.-
-…- Alice le mira con desprecio.
-Tú eres un juerguista y el otro es un antisocial medio autista, vaya grupo que me tocó.- BADLUCK le quita el cigarrillo al pelinaranja y se va al maltrecho balcón a fumárselo.
-¿Para qué me quieres?- Dijo en voz alta 84726, echando la cabeza hacia atrás y pasando los brazos por el espaldar del sofá.
-Quiero que busques reclutas, estamos escasos. Mientras más mejor, viendo como están las cosas…Busca al otro vago y que te ayude a conseguir cosas de paso.-
-¿Me puedo llevar al novato conmigo?-
-No, Alice se queda conmigo. Lo necesito aquí.-
-¿Qué es esto?- Pone un tono exagerado. -¿Un triángulo amoroso?- Mira al rubio con los ojos entrecerrados. –Te traemos aquí, llegas si nada y quieres quedarte con la jefa para tener todos beneficios. Yo estoy de antes, arpía.-
-Eh…- Alice ladea el rostro. -¿Qué edad tienes?-
-¿Y eso a qué viene al caso?- Abre los ojos espantados. -¡¿Me estas coqueteando?!-
-Te pregunta tu edad porque pareces un crío de ocho años, ya madura de una vez.- BADLUCK se ríe un poco. -84726, nadie querría estar contigo, ni ahora en esta mierda ni allá afuera. Eres un caso perdido.- Dejo a los otros dos discutir adentro mientras ella miró la simulada luna en el cielo. Contaba con el pequeño grupo que tenía pero estaba consciente de que estaban en crisis. Esperaba que Skullkall no estuviera pasando dificultades, aunque confiaba en sus capacidades de todos modos. 

# # #
« Last Edit: January 11, 2014, 08:20:21 PM by Kana »


Kora

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #49: December 12, 2013, 08:58:27 PM »
refuerzoooos

Los enemigos que menciono son Skags, imagen de referencia del Skag medio y un Skag Alpha. Sí, las mandíbulas se abren en tres, ew.





020a small spark

- Oooh… que cueva tan bonita… y grande… ¡ECO, E-!

Cuatro manos se amontonaron sobre la boca de Kora, silenciándola inmediatamente.

- ¿Quieres matarnos nada más entrar? – Le siseó Maya, y la Black Mage abrió los ojos, asustada, negando con la cabeza. – Pues nada de gritos, entonces.

Tentativamente, las manos fueron retirándose de la boca de Kora, quien había cerrado sus labios en una fina y corta línea. El grupo se puso en marcha a través de la cueva de hielo, procurando pisar por las zonas de roca o nieve, con el techo helado sobre ellos.

- Esta cueva tiene efectos de área aleatorios. – Asami le explicó a Kora. – Que se caigan trozos de hielo del techo es un de ellos… y tonos de voz muy altos pueden desencadenarlo.

Kora asintió efusivamente.

- Puedes hablar. – Le dijo Raiden a su lado. – Sólo no grites.
- Vale… Es sólo que estoy emocionada por que es mi primera dungeon, ¿sabes?
- Ya lo sé. Llevo contigo desde el primer día del juego. – Respondió el Samurai, entornando los ojos.

Y Raiden no exageraba. Desde que volvieran de Columbia, Kora había juntado a la party, y llevaban ya un par de días cazando monstruos por la tundra alrededor de Sanctuary. Pero eventualmente la experiencia que éstos daban no era significativa ni siquiera para Kora, y habían decidido entrar en una de las dungeons.

Maya y Raiden, como siempre, dirigían la expedición, con el apoyo de Asami. Elizabeth examinaba el paisaje alrededor de ella, maravillada con los colores y formas del techo y paredes de hielo, mientras que Kora procuraba no quedarse atrás.

- Cuidado, hay Skags más adelante. – Les advirtió Maya al oír los jadeos de aquellas bestias. – Kora, prepara tus hechizos de fuego.

La maga asintió, y cuando el grupo de Skags (de una clase superior a la que normalmente encontraban en la tundra) les emboscó, no fueron rivales para el equipo. Eran débiles al fuego de Kora, no podían ver siquiera por dónde Raiden les atacaba, Asami alternaba entre el uso de su mazo y el guante eléctrico y Elizabeth terminaba a mazazos con los que Maya sujetaba en el aire para ella.

Aunque Lilith les había insistido en que aquel equipo necesitaba un White Mage, les iba bastante bien.

- ¿Todo el mundo entero? – Preguntó Maya. A su lado, Elizabeth se apresuraba a recoger todos los drops de los Skags. – Sigamos, pues.

Elizabeth le pasó pociones a Kora y Asami, quienes habían resultado heridas (Kora todavía se impresionaba por el hecho de que las bocas de aquellos monstruos se abrieran en tres partes).

- Los enemigos son más fuertes aquí. – Comentó Raiden. – Tened cuidado.
- ¿Cuidado? Te recuerdo que la última vez que nos enfrentamos a un boss fui yo quien le venció. – Kora se cruzó de brazos, riendo exageradamente.
- No sólo fue un steal kill, sino que era un simple boss de zona. – Respondió Raiden entre dientes inmediatamente.

Kora se señaló el antifaz, sonriendo ampliamente, y Raiden giró el rostro. Asami hizo lo mejor que pudo para disimular su suave risa, y Maya esbozó una media sonrisa. Pero la vergüenza del Samurai no iba a terminar ahí, ya que Elizabeth era la única que aparentemente no sabía qué había pasado aquel primer día.

- ...Y cuando todo parecía perdido, yo decidí arriesgar mi propia vida, y lancé una bola de fuego que fulminó al boss. – La Black Mage terminó su relato llevándose la mano al pecho de forma dramática.
- Robándome el último golpe. – Añadió Raiden. – Y era sólo un boss de zona.
- Asúmelo, Raiden, Kora salvó el día. – Le dijo Maya al Samurai.

Raiden simplemente resopló. Siguieron el camino de la cueva hasta llegar a un cruce de caminos.

- Asami, comprueba el mapa, por favor. – Maya se giró hacia la Blacksmith.
- Podríamos explorar otras partes de la cueva antes de ir a por el boss. – Intervino Elizabeth. – Estoy segura de que encontraremos cosas interesantes.
- Songbird tiene razón. – Dijo Raiden, asintiendo. – Como máximo encontraremos un Skag miniboss vagando por ahí.

Maya simplemente se encogió de hombros, y esperó la respuesta de Asami.

- De acuerdo, el Boss está al noreste, así que deberíamos tomar el camino del oeste primero. – Señaló el túnel que había a la derecha. – Luego volveremos aquí.
- Eh, si te paras a pensarlo, también salvé el día en Columbia, cuando lo del hotel. – Kora, sin embargo, continuaba con su hilo de pensamientos. – Si no hubiera querido quedarme más rato en la cama, hubiéramos- ¡Ah!

Maya la había interrumpido lanzando una rápida bola de gravedad, haciendo que Kora se cubrirera con ambos brazos al ver que iba en dirección a ella.

- ¡No te enfades, Maya! ¡Lo retiro!

Kora asomó la cabeza por detrás del escudo de sus brazos. Oía el zumbido de la bola de gravedad detrás de ella, y se giró para ver un Skag flotando en medio de una esfera azul oscuro.

- Esperad, no lo ataquéis. – Maya levantó la mano que tenía libre. – Llevo queriendo probar una cosa desde hace tiempo… Kora, lánzale un hechizo de fuego.

La chica asintió, y dirigió una llamarada hacia la esfera. Inmediatamente ésta se prendió, quemando al Skag dentro poco a poco.

- Le has inflingido el estado de quemadura. – Corroboró Asami con su Omnitool.- Buena idea, Maya.
- Todavía no he terminado… – Dijo la mujer. – Que todo el mundo se aleje lo máximo posible.

Con algunos escondidos tras placas de hielo, y otros refugiándose en el borde del túnel, Maya cerró el puño, haciendo explotar la bola de gravedad. Ésta sonó como una pequeña explosión, que lanzó trozos de Skag ardiendo por alrededor.

El grupo se reunió de nuevo alrededor de Maya, satisfechos ante el sangriento espectáculo ofrecido.

- Justo lo que pensaba. – Maya se giró hacia Kora. – Haremos buen equipo.

Se oyó un crujido, como un hilo que iba ascendiendo hasta el techo.

- Oh. Mierda.

Maya tan sólo dijo eso mientras todos observaban la pequeña raya en la pared de hielo ascender hasta el techo, donde empezó a ramificarse.

- ¡¡Todo el mundo a cubierto!! – Gritó Raiden, justo antes de que empezara el derrumbe.

--


Kora se incorporó, con el costado dolorido. Recordaba que alguien la había empujado justo antes de que un enorme bloque de hielo cayera sobre ella, y ahora se encontraba atascada en la entrada de un túnel.

Por suerte, podía usar la poca luz que se filtraba por el techo de hielo (estaba segura de que había un término físico que explicaba por qué podía haber luz, pero no era una persona de ciencias) junto a un hechizo de fuego en sus manos para poder seguir caminando.

>¿Estáis todos bien?

Oyó la voz de Raiden hablar a través de su Omnitool.

- Yo sí.

Los milisegundos en que las otras tres tardaron en contestar se le hicieron eternos.

>Elizabeth está conmigo.
>Y yo estoy con Raiden… Lo siento. Lo siento de verdad.
>Este no es el momento, Phaselock. Tenemos que volver a encontrarnos.

- ¿O sea que yo soy la única que está sola? – Dijo Kora, suspirando.

>Acabo de examinar nuestras posiciones en la cueva, y podemos encontrarnos más adelante todos.

Por suerte, siempre podían confiar en Asami. La Blacksmith dio direcciones a Raiden y Maya, y luego a Kora. Al parecer, sólo tenía que seguir hacia el norte hasta el segundo cruce de caminos, donde se encontrarían todos.

>Tened cuidado, ¿vale?
>Maya, esto podía haber pasado en cualquier momento. Por suerte estamos todos bien.
>Asami...

Maya parecía realmente incómoda. Kora rió entre dientes, pensando en el pulso tácito que ella y Raiden llevaban a la hora de liderar el equipo. La Black Mage había perdido puntos frente al Samurai, o al menos ellos dos llevarían la cuenta de tal forma.

- Pero ha sido una maniobra guay… – Murmuró Kora, mientras empezaba a caminar. Hablar en voz alta era un poco más reconfortante.

Apenas llevaba unos pasos cuando un grupo de Skags la rodeó. Varios hechizos de fuego después, Kora tuvo que tomar una poción para recuperar salud, y otra para recuperar MP. Los beneficios de tener Biochemists en la guild era un flujo interminable de pociones básicas de nivel alto, más que suficientes para alguien de primer job como ella.

Kora siguió caminando, perdida en sus pensamientos. Los Crimson Raiders eran un grupo variopinto, pero los que se habían quedado en Sanctuary eran leales tanto a Lilith como entre ellos. Poco a poco había empezado a trabar amistad con algunos de ellos, y una vez había entendido el funcionamiento del juego de cartas, había ganado alguna que otra pequeña fortuna.

- Aunque mi saldo está en negativo… – Recordó que, después de todo, había perdido más de lo que había ganado. – ¡Tal vez eso signifique que tendré suerte en el amor!

Recordó aquel Assassin con acento italiano que a menudo le guiñaba el ojo durante las partidas, y soltó una risita al imaginarse a ambos en uno de los tejados de Sanctuary, bajo el cielo nocturno. La luna brillando sobre ellos, y el cielo-

- Ah, debe ser aquí. – Kora se interrumpió a sí misma al ver el cruce de caminos. – Ya he pasado uno, así que éste es.

No vio a ninguno de sus compañeros, ni siquiera asomándose por los túneles a los que daba el cruce.

- ¿Soy la primera en llegar?

Como si respondiera a su pregunta, oyó la voz de Asami a través de la Omnitool.

>Kora, ¿dónde estás?

- La pregunta es dónde estáis vosotros. – Respondió Kora. – Si me ataca otro grupo de Skags…

>Todos estamos en el cruce. Espera un momento…

Kora oyó un gruñido, seguido de un olfateo. Se giró inmediatamente, para chocar su nariz con una mandíbula triple del tamaño de su cuerpo.

>¡¡Kora, vuelve atrás inmediatamente!!

No tuvieron que decírselo dos veces. El Skag Alpha lanzó un rugido, abriendo su triple mandíbula y echándole su aliento helado sobre todo el cuerpo. Con un chillido igual de alto que el del monstruo, Kora echó a correr en dirección sur, gritando todo lo que le permitían sus pulmones.

Y detrás de ella, pisándole los talones, el Skag Alpha.


Kora

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #50: December 12, 2013, 08:59:07 PM »


021when things explode

Tan sólo había recorrido unos metros, pero Kora los había pasado gritando con todas sus fuerzas. El Skag Alpha cada vez acercaba más su mandíbula trifurcada a ella, y el aliento frío le helaba los muslos. Para cuando alcanzó al grupo, que había avanzado hacia donde estaba preparados para luchar, se lanzó al suelo cubriéndose la cabeza con las manos.

Pudo ver cómo al mismo tiempo Raiden saltaba, lanzando un corte en horizontal que hirió al Skag en el interior de la enorme boca. El monstruo lanzó un bramido y retrocedió unos pasos, salpicando las paredes de sangre azul al agitar la cabeza.

Kora se incorporó con la ayuda de Elizabeth, quedándose atrás con ella. La Merchant tenía el carro listo para repartir pociones en caso de necesidad, y le tendió una para recuperar el MP que había perdido. Mientras, los otros tres se encaraban con el boss de aquella mazmorra.

- Los apoyaremos desde aquí. – Le dijo Elizabeth, a lo que Kora asintió.

Raiden no tenía tanta movilidad como hubiera querido en aquel túnel, pero la diferencia de nivel era lo suficiente como para que el Skag Alpha no representara ningún peligro para él. Las otras dos, sin embargo, estaban en una zona en la que no podían correr demasiados riesgos.

Asami detuvo un zarpazo con el brazo cubierto por el guantelete mecánico, retrocediendo unos centímetros en el suelo por el impacto, y con un rápido giro lanzó una descarga eléctrica por todo el brazo del Skag.

- ¡Techbender, cuidado!

Con rabia, el Skag había dirigido una dentellada hacia ella, pero retrocedió tras recibir varios cortes rápidos en el morro. Ninguno de los presentes había podido ver más que el destello de la katana de Raiden antes de siquiera pudiera acercar las fauces a la Mechanic.

- Gracias, Raiden. – Asami asintió, poniéndose en guardia.
- En un espacio cerrado sólo puedo herirle cuando va a atacar. – Comentó Raiden.
- Puedo ayudar. – Intervino Maya. – Dejadme sitio.

Aunque Raiden dudó por unos momentos, Maya quedó al frente del Skag. Éste avanzó hacia ella, deteniéndose a apenas unos metros para lanzarle un rugido amenazador. Pero ésta no se dejó intimidar, y comenzó a conjurar un hechizo de gravedad.

- ¡Abajo!

La bola se formó justo debajo de la cabeza del Skag, y éste apoyó las zarpas en el suelo con todas sus fuerzas, tratando de resistir la presión de ésta. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, poco a poco fue bajando la parte posterior del cuerpo.

- Parece que se esté inclinando ante Maya… – Murmuró Kora, sorprendida.
- ¡Raiden, ahora! – Gritó la Black Mage, con el ceño fruncido por el esfuerzo.

El Samurai no necesitó que se lo dijeran dos veces. De un sólo salto alcanzó la cabeza agachada del Skag, y se movió todo lo que le permitían las espinas en el dorso del monstruo hasta alcanzar el costado, donde clavó la katana hasta el mango.

Maya dejó ir la bola de gravedad, y el Skag levantó la cabeza con un bramido estremecedor. Desde su posición en la espalda, Raiden se sujetó a una de las espinas para no caer con las sacudidas del monstruo. Con cada movimiento brusco, el filo de su arma se retorcía en el interior del Skag, manchando sus guantelete en sangre azul espesa.

- ¡Es mi turno! – Kora se adelantó unos pasos, y lanzó una bola de fuego que alcanzó el rostro del Skag Alpha. – ¡Sí! ¡Así es como se siente la venganza!
- ¡No estaría tan contenta! – La interrumpió Asami, examinando su Omnitool. – Ya le hemos quitado un tercio de vida, así que ahora-
- ¿¡Sólo un tercio!? – La Black Mage se llevó las manos a la cabeza. – ¡Pero…! ¡¡Ahhh!! ¡¡Asami!!

Al intentar golpearle con el guantelete, Asami se había llevado un zarpazo de pleno, lanzándola contra una de las paredes. El tono granate de su camisa se volvió más oscuro alrededor del par de desgarros que se habían formado.

Inmediatamente, Maya intervino, lanzando una bola de gravedad que envolvió la otra zarpa delantera del Skag. Un desagradable crujido se oyó por encima del estruendo en el túnel, seguido de un bramido enorme. El Skag se había inclinado hacia el lado derecho, con la pata delantera claramente torcida.

Raiden no desaprovechó aquel momento, y arrastró la katana hacia el costado todo lo que pudo para sacarla, abriendo una herida enorme en el costado del Skag. Éste trató de quitarse al Samurai de encima, chocando el costado en el que estaba contra la pared de hielo, obligándolo a rodar entre las espinas dorsales para no quedar aplastado.

- ¡Asami, toma! – Elizabeth le pasó una poción a su compañera, que aprovechó los pocos segundos que tenía libres para recuperarse.
- ¿Cuánto más queda? – Preguntó Kora en voz alta, mientras preparaba un hechizo de fuego de nivel superior.
- Pasando la mitad. – Le respondió Elizabeth. – Si Raiden tuviera más espacio supongo que iríamos más deprisa.

Kora lanzó la llamarada, golpeando en el interior de las fauces del Skag justo cuando éste iba a volver a morder. El monstruo abrió y cerró la mandíbula repetidamente para tratar de apagar los restos del fuego con su aliento helado, para abrirla en otro rugido cuando Raiden volvió a clavarle la katana.

Tras sacudirse unos momentos, el Skag se quedó quieto, con las patas delanteras encorvadas y un rugido leve saliendo de su garganta.

- ¿Se… se ha rendido? – Kora iba a lanzar otro hechizo, pero no hizo ningún movimiento al ver la reacción del monstruo. – Uhhh…
- ¡Cuidado! – Gritó Raiden, agarrando con fuerza una de las espinas del Skag.
- ¡Esta es la parte final! – Les advirtió Asami, poniendo su cuerpo en guardia.

La pregunta se ahogó en la garganta de Kora cuando vió que, con un rugido desesperado, el Skag se lanzó disparado hacia el grupo, buscando arrollarlas bajo su peso directamente. La orden de Maya fue innecesaria, ya que las cuatro habían podido reaccionar a tiempo y salir corriendo en dirección al túnel.

- ¡Esperad! ¡El final del túnel…!

Kora sólo había tenido que ir en línea recta desde el derrumbe del techo, y aquello sólo significaba una cosa. Estaban acorralados, y no les quedaba mucho espacio antes de verse entre la espada y la pared de una forma demasiado literal.

- ¡¡La pared!! – Consiguió gritar entre jadeos.

No era la única que se había dado cuenta, ya que haciendo muestra de su agilidad, Raiden se había encaramado al cuello del Skag, y sujetando la katana con ambas manos, la hundió entre los ojos del monstruo.

El aullido fue estruendoso, pero al menos el monstruo se detuvo en su carrera, dejando unos metros entre él y la pared de hielo.

- ¡Raiden! – Gritó Maya, conjurando una bola de gravedad. – ¡Encárgate de abrirnos paso!

El Samurai pareció dudar unos momentos, aunque su expresión era difícil de descifrar entre las violentas sacudidas del Skag. Finalmente, cedió, y saltó desde su posición, atravesando el grupo a tal velocidad que parecía un borrón gris y azul. Antes de llegar a la pared de hielo, dio otro salto, describiendo un corte en el aire que quedó como una fina línea recta en los enormes trozos que bloqueaban el camino.

- Nos toca encargarnos a nosotras, Asami… – Dijo Maya.
- Estoy lista. – Respondió la Mechanic, cerrando su mano en un puño del que salieron varias chispas.

La primera en atacar fue Maya, tratando de causar el mismo daño en la otra pata del Skag, y cuando éste estaba retorciéndose, Asami volvió a acercarse a él para descargar un golpe en el costado opuesto. Kora suprimió un grito de advertencia, recordando lo caro que le había costado a la Mechanic acercarse al monstruo la última vez, y tomó acción lanzando otro hechizo.

- ¡Elizabeth!

Se giró hacia la Merchant, que no necesitó más pistas para lanzarle una poción para recuperar MP. La botella rebotó entre las manos de Kora, por poco cayendo al suelo y ganándose una mirada de desaprobación por parte de la otra. Soltó una risita aguda y bebió, sintiendo el ya habitual cosquilleo recorrerle.

Pero la diversión no iba a durar mucho. Entre Maya y Asami habían formado una barrera que impedía avanzar al Skag, sin embargo, ambas sabían que aquel monstruo aún podía dar de sí aún en sus últimos momentos.

- ¡Songbird, ven! – Gritó Raiden, y Elizabeth se acercó hasta él.

Habían marcas de cortes por todo el muro de hielo que se había formado, pero apenas huecos. Raiden iba a necesitar más tiempo para despejar la pared, y aún no sabían cuánto iban a tardar Maya y Asami en eliminar al Skag.

- Usa tu mazo para derribar los trozos de hielo. – Le dijo el Samurai, estudiando su trabajo. – Con todo lo que he cortado no debe costarte mucho.
- Entendido.

Elizabeth asintió, y sacó de su inventario la maza. Golpeó la pared con fuerza, y un trozo de hielo cayó al otro lado.

- Ten cuidado con lo que derribes. – Raiden alzó la vista. – Intentaré cortar en el aire cualquier cosa que pueda caer sobre nosotros.

Kora iba a sugerir usar sus hechizos de fuego para ayudar con el trabajo de derribe, pero el rugido del Skag la interrumpió.

- ¡Déjame hablar, bicho! – Se giró hacia el monstruo, con los puños cerrados. – ¡Estás acabado, igual-!

Sin embargo, la Black Mage comprobó que quizá no debería haber hablado tan pronto. El Skag Alpha no se movía de su posición, incapaz de caminar con sus dos patas delanteras crujidas, pero podía moverse. Y parecía más que dispuesto a usar la fuerza que le quedaba.

- Oh, no… – Asami retrocedió unos pasos. – Aquí no…

Con un rugido casi desafiante, el Skag empezó a moverse de un lado a otro, golpeando su cuerpo contra las paredes con fuerza. El impacto era lo suficientemente potente como para que los muros de hielo temblaran con cada embestida, y no tardaron en oír un crujido familiar.

- ¡Se nos va a llevar con él! – Gritó Maya, furiosa y frustrada. – ¡Tenemos que salir de aquí!
- ¡No puedo… no puedo ir más deprisa! – Elizabeth alzó la voz con el poco aire que le quedaba al golpear los trozos de hielo. Todavía no había abierto un agujero lo bastante grande como para que pasaran todos.

Raiden intervino justo a tiempo, saltando para cortar unos trozos de hielo que iban a caer sobre Maya y Asami. Éstas retrocedieron, pero los trozos de hielo del techo caían por toda la sección del túnel, y Raiden no podía dar abasto.

Con una serenidad que contrastaba con el tono severo que había usado momentos atrás, Maya dio unos pasos adelante, conjurando una bola de gravedad.

- Supongo que es lo justo. – Dijo, mirando al Skag con el ceño fruncido, casi desafiándolo con la mirada.
- ¿Maya…? – Asami alzó las cejas. – No tienes que hacer nada-
- Es irónico que estando a punto de ser una Time Mage…

Extendiendo el brazo hacia arriba, una bola de gravedad enorme se formó frente a ellos, y empezó a absorber los trozos de hielo, haciendo que flotaran alrededor de la esfera oscura.

- ...Precisamente lo que hemos necesitado durante todo el combate es tiempo.

El Skag seguía golpeando las paredes con su cuerpo, y cada vez caían más trozos de hielo. Si no fuera por los ágiles y casi invisibles cortes de Raiden y la bola de gravedad de Maya, ya estarían enterrados. Pero las palabras de Maya y el tono con el que las había pronunciado era lo que producía escalofríos a Kora.

- ¡No tienes por qué hacerte la heroína, Phaselock! – Gritó Raiden.
- ¡¡Elizabeth!! – Maya ignoró al otro, girándose hacia la Merchant. – ¡Termina, ahora!

La merchant se giró hacia ellos, con trozos de hielo por el pelo y la ropa. Frente a ella se abría un agujero en el muro lo suficientemente grande como para que pudieran deslizarse por él.

- ¡Podemos salir ya! – Avisó la Merchant.
- ¡Daros prisa! – Frunciendo el ceño, Maya mantuvo la bola de gravedad.
- ¡No! ¡No así!

Asami fue a agarrar a Maya, pero Raiden la sujetó del brazo. El Samurai negó con la cabeza, y Asami cerró los ojos, apretando la mandíbula.

- ¡Corred!
- Pero… pero Maya… – Kora miró de un lado a otro, notando cómo se le iba el aire de los pulmones. – ¡Estamos a punto de vencerlo! ¡Podemos-!
- No. Hemos perdido por segundos, pero hemos perdido.

Mientras Asami la arrastraba de la muñeca hacia el muro de hielo, Kora giró la vista, observando la figura de Maya encarar al Skag, con la bola de gravedad flotando entre ambos. Giró la cabeza bruscamente, notando como un nudo se formaba en su garganta.

¿Tan pronto?”, se preguntó. “¿Cómo ha podido irse todo al traste tan pronto?”.

Cayó al suelo helado al salir del agujero, y ahogó un quejido al notar el daño en el hombro al ser levantada por Asami, quien la condujo lejos del muro de hielo. Raiden fue el último en salir, avisando a Maya con voz ronca.

La explosión fue suficiente para derribar lo que quedaba de los trozos de hielo que habían sentenciado aquel combate.


Shura

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #51: December 12, 2013, 09:06:27 PM »
# 15


-¡¡AAAAHHH!!
Joseph alzó el brazo atónito al comprobar que no tenía mano, sin dejar de gritar esperando la oleada de dolor al perder su miembro, le recorriera… pero en su lugar, alzo el puño después de haber tenido doblada la muñeca en un acto reflejo para evitar que la cuchilla le cortará la mano, de uno en uno, fue estirando cada dedo hasta asegurarse que estaban los cinco correspondientes.

-Jeje… porque poco… -Aunque riera y bromeara, JoJo era consciente de que si no fueran por sus sentidos de Thief, probablemente hubiera perdido la mano. –Y ahora, a ver que hay dentro de este cofre.

No hubo más sorpresas inoportunas, abrió el cofre en el cual había un único ítem, Joseph sonrió, era como si hubiera estado ahí esperándole, justo lo que necesitaba.

---

x

Nero lo vio por fin, una araña enorme, puede que un poco más grande que él mismo, que comenzaba a descolgarse desde el techo.
Ahora que comenzaba a acostumbrarse a la luz, ahí arriba podía ver espesas telarañas y docenas de esas arañas, la más grande doblaba el tamaño de la anterior y las más pequeñas eran tan grandes como la palma de su mano, moviéndose despacio y acercándose a bultos enrollados de figuras muy características.

-Si te atrapan, pueden mantenerte vivo durante días mientras van comiéndote… están casi ciegas, pero protegen el tesoro celosamente, si tocas una sola de esas monedas las tendrás encima y fin de la diversión. –El extraño le quito la mano de la boca poniéndose en pie y ayudando al chico a que también se reincorporase.
No hacía falta comprobar en la Omnitool que aquel extraño era un Lancer, era algo más alto que él, el arma a su espalda le delataba, además de aquella armadura negra con detalles dorados, desgastada por la suciedad y los combates.
-Gracias, me has salvado la vida. –Nero bajo su tono de voz mientras no le quitaba el ojo de encima a aquellas arañas. –Mi nombre es Nero.
-Yo soy Aniki, ¿a ti también te ha atrapado un Warp?
-Supongo… -Nero se atrevió a retirar la mirada para comprobar su Omnitool, dejando de lado que Aniki no le había revelado su auténtico nombre, descubrió que el resto de sus compañeros no quedaban lejos. –Mis amigos también están perdidos por el castillo. Aniki, ¿conoces algún método para escapar de esta sala?
-Si… pero no será fácil, estoy aquí encerrada por culpa de ese Warp desde hace dos días, encontré un camino para salir, pero… sígueme, lo mejor es que lo veas por ti mismo.
Le hizo señas para que le siguiera, los montones de monedas formaban pasillos hasta que un enorme montón les cerró el camino.

-Por aquí detrás, está la salida… pero claro, es imposible pasar sin tocar ese maldito tesoro.
Nero reparó en la desesperación en los ojos del hombre cuando miro a la cima de aquel tesoro, mediría unos cinco metros, tenía la pendiente suficiente como para poder pasarlo de pie, pero las monedas desperdigadas por el suelo indicaban que otros lo habían intentado desesperados mucho antes, y sin suerte.
-Tranquilo, no estás solo. Pero si llevas dos días aquí encerrado, necesitaras reponer energía, ¿tienes pociones? –Antes de recibir una negativa por su parte, que Nero le ofreció una de su propio inventario.
-Gracias… pero no tengo con que pagártelo.
-Arreglaremos cuentas cuando salgamos de esta. –Nero sonrió involuntariamente cuando recibió la sonrisa de aquel tipo. –Tienes que ser un tipo muy duro si has sobrevivido dos días tú solo y sin medios.
-¿Cómo dices? –La sonrisa desapareció de la cara de Aniki.

-Tenemos que salir de aquí… -Nero no le prestó atención, demasiado preocupado en otras cosas. -Tengo que ir a ayudar a mis amigos.
-Solo nos lo impide este último obstáculo… ¿qué te parece Nero? ¿Estas lo suficientemente desesperado por querer salir?
-Lo estoy… -Trago saliva nervioso.
-Y yo también… -Aniki tomo el tubo vacío de la poción. -¡Prepárate!
Con todas sus fuerzas, lo arrojó hacía uno de los montones de monedas que habían dejado atrás… Nero casi podía hacer la cuenta atrás de los segundos que quedaban antes de que la habitación estallase en caos.

El objeto golpeó las monedas que entre aquel silencio produjo un sonido atronador, las arañas comenzaron a descender alertadas.
-Todavía no… -Aniki susurraba entre dientes, tenían que esperar a que la mayoría de aquellos enormes insectos se alejasen de su posición atraídas por el otro sonido.
-…Aniki… -Con un susurro, Nero llamo la atención de su compañero, una de las arañas más pequeñas había ido a parar sobre su bota… escalando muy despacio por su pierna.
Aniki tomó su lanza, asintiendo para transmitir coraje al chico, con un rápido movimiento partió al animal en dos.
-¡Ahora! ¡Corre Nero!

Comenzaron a escalar por el montón de monedas, el terreno poco estable provocó que avanzarán más lentamente, los monstruos presintieron su presencia lanzándose a por ellos. Eran extraordinariamente rápidos en comparación, avanzaban saltando sobre el oro, casi dando alcance a los dos jugadores.
Una de las arañas más grandes cayó sobre la espalda de Aniki, aplastándole y apuntando sus colmillos directamente hacía su yugular.
-¡Ahhh! –Un grito agudo salido de la garganta del Lancer.
-¡AAAHH! –Nero desenvaino su espada y de un salto derribo a la araña rodando ambos por la pendiente. -¡Huye Aniki!
-¡Nero! ¡Agárrate a la lanza! –No iba a dejarle después de su sacrificio, agarro un extremo de su arma acercando el otro hacía el espadachín, que consiguió agarrarlo y de un impulso ayudarle a subir a su lado, continuando corriendo llegaron a lo alto.
Con el tiempo justo de mostrarse sorprendidos por la siguiente visión… para llegar a la puerta, tenían que atravesar un estrecho pasillo formado por los montones de monedas hasta la salida.
 
Prácticamente se arrojaron pendiente abajo para ganar distancia con los monstruos, colándose en el pasillo por donde tuvieron que avanzar caminando de lado.
-¡Corre! ¡Corre! –Las arañas llovieron sobre ellos, pero por suerte, excepto las más pequeñas, el resto no pudieron abrirse camino hacía ellos… pero eso no impedirían que siguieran atacándoles.

-¿Qué están haciendo? –Aniki las vio saltar sobre ellos… con un horrible propósito.
-¡Están intentando enterrarnos entre el oro! –Las paredes formadas de monedas iban cayendo sobre ellos, aceleraron su alocada carrera, pero sus pies comenzaron a estar enterrados entre el tesoro, cegados por la cascada del precioso metal que ahora estaba lapidándolos, enterrados hasta las rodillas como estaban, tan cerca que si estiraban una mano estarían fuera…

Aniki tomo una última determinación, tomo de nuevo su lanza, clavándosela en el vientre a la araña más grande que era la que más estragos estaba ocasionando.
-¡Huye Nero! ¡Gracias por todo! –La caída del oro no se había detenido, pero aquello le haría ganar tiempo al chico para llegar sano y salvo a la salida.
El espadachín actuó sin pensar, no se dirigió hacia la salida, se acercó hasta el Lancer tomándole de la mano, obligándole a soltar la lanza que quedo clavada en el monstruo y potenciando su resistencia hasta el máximo para arrancarle enterrado por la cintura como estaba, de entre aquel maldito oro. Rodando ambos desordenadamente hasta acabar en la salida, que quedo taponada a causa del oro.


Se hizo el silencio entre ambos, resoplando para volver a recuperar la respiración y sobrellevar por lo que habían pasado.
-Es… ¡estamos vivos! –Nero empezaba a reparar en lo imprudente que había sido siendo que ya había perdido una vida, consciente entonces de su mortalidad, y sonriendo radiante por estar vivo.
-Lo has hecho muy bien ahí dentro Nero.
-No hubiéramos podido salir si no hubieras detenido a esa araña.
-Era lo que tenía que hacer, tú me has salvado antes. –Aniki intentó ponerse en pie.
-Tú me salvaste la vida cuando evitaste que tocase… -Nero se interrumpió, de rodillas como estaba, abrió los brazos para recibir al Lancer que había perdido el equilibrio cayendo sobre él.

-Creo… que algo no anda bien… -Aniki reparó por primera vez en el corte en su costado, había un líquido morado goteando de la herida.
-¡Veneno! –El espadachín se mostró asustado, dando una nota de dolor al modo en que había pronunciado aquella palabra, lamentándose que después de todo lo sucedido, la acción se hubiera cerrado con aquella herida tan injusta.
-¿No tienes antídotos entre todo ese material? Es igual. –Aniki sintió que Nero había empezado a negar mucho antes de que terminase de hacerle aquella pregunta.
-Pero…
-Escucha, no importa, es sólo mi primera vida, había pensado en la opción de quitarme la vida si seguía encerrada en ese sitio un día más. –Con sus fuerzas restantes se separó de Nero sentándose junto a la pared.
-¡No puedes hablar enserio! –Nero se sintió más afectado de lo que esperaba, con la manera de aquel tipo, de frivolizar sobre sus vidas.

-No queda otra opción, pero moriré tranquila sabiendo que te he ayudado a escapar.
-¡No voy a dejar que mueras! ¡Eres el hombre que ha salvado mi vida!
-¿Hombre? ¿Qué te hace pensar que soy…? Oh. –Frente a sus ojos, Nero le ofreció un Warp listo para usar. –¿Tienes más?
-Úsalo. –Trago saliva nervioso, no disponía de más, y si alguno de sus compañeros lo necesitaba… pero era lo justo, aquella era la persona que le había salvado la vida, tenía que hacer lo mismo por él.
-No. Tienes que ir a buscar a tus amigos y usarlo todos para escapar de este infierno. –Giró la cara rechazándolo definitivamente. Empezaba a notar un hormigueo en las extremidades... pero aun noto la cálida mano de Nero sobre la suya, cerrándole los dedos sobre el duro cristal que contenía el Warp.
-Voy a estar bien. Siempre que no tenga que andar pensando, que el compañero que salvó mi vida, anda sufriendo en los sótanos de un asqueroso castillo.

-Yo no… -Iba a corregirle en su error sobre los géneros… pero acabo desistiendo cuando se le escapo una risa involuntaria ante la honestidad que mostraban las palabras del chico. –Gracias Nero.
-De nada, Aniki.
-Llámame Hermes. Escucha, Nero, yo… nos volveremos a ver.
-Por supuesto. –El chico sonrió.
El tarro que contenía el Warp se rompió y el cuerpo de Hermes desapareció en un haz de luz azulada.

Nero comprobó la Omnitool para situar de nuevo donde estaban sus compañeros, listo para reunirse con ellos y luchar a su lado… aunque, había algo con Hermes que le había escamado y que tenía la sensación de no haberle prestado la suficiente atención…

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x

Shura se mantuvo al amparo de la pared mientras analizaba a aquel extraño sujeto. La Omnitool le revelo que era un NPC, un personaje colocado para asustar a los jugadores. Tomo la determinación de no dejarse intimidar, se dirigió a la puerta mientras el otro no le quitaba la vista de encima.
-¿Ya te vas? Aun no nos hemos presentado.
-Dime cómo se sale de este lugar. –Se giró hacía el diván… no había nadie sobre este.
-¿Dónde están sus modales, mademoiselle? –Le susurró al oído como si fuera el restallar de un látigo de seda.

De un respingo, Shura se apartó de su lado, había aparecido a su espalda sin ni siquiera sentir su presencia o que se movía del sitio. 
-¿Su nombre?
Si la chica había descubierto algo al convertirse en White Mage, era que a los NPC había que seguirles el rollo…
-Shura.
-Un placer, mi nombre es Dio. –La tomo de la mano, besándola mirando intensamente a la chica que mantenía el aplomo pese a la situación.
-¿Cómo se puede salir de este lugar Dio?
-¿Por qué tanta prisa? Apenas nos estamos conociendo.
Un brillo malicioso en aquellos ojos rojos, le reveló a Shura que aquel NPC estaba jugando con ella y no era su intención ayudarla a salir.
-No tengo tiempo que perder contigo. –Pasó de largo de este, dándole la espalda rumbo hacía la puerta.
-Como deseé mademoiselle, pasemos a la acción entonces.

Shura sólo sintió una corriente de aire, como si hubiera sido el filo de un bisturí, se llevó la mano al cuello alertada por la característica humedad. Dio se relamía los dedos de la mano llenos de la sangre de la chica, mostrando los colmillos que delataban su naturaleza.
La maga alertada no perdió el tiempo, utilizando un hechizo de curación que le sano la herida.
-¡Una White Mage! –Dio pareció excitarse con la revelación sonriendo cruelmente.
-Si… y que sorpresa encontrarse un vampiro en lo alto de un castillo como este… -Shura busco ampararse contra la pared cerca de las antorchas por si tenía que tomar alguna para defenderse. Moviéndose despacio hacía el balcón. Aunque no tuviera medios, tenía la esperanza de poder buscar alguna táctica para arrojar al vampiro al fondo del barranco.

Dio la acechaba en su recorrido, continuando con aquella sonrisa que delataba que sospechaba del plan de esta.
-Nunca he probado a una de tu clase, pero será divertido jugar contigo si puedes recuperarte con cada hechizo… te disfrutaré lentamente hasta ver donde están tus límites.
Shura reprimió un escalofrió, sintiéndose indefensa y pequeña frente a aquel rival… tenía que ganar tiempo y pensar en algo, hablar de lo que fuera para no caer en su trampa y entrar en pánico.
-Yo sin embargo he probado muchas veces el Drácula… pero siempre he sido más de frigo pie.
-Tu aplomo resulta adorable. -Apoyando un brazo contra la pared detuvo su camino, y con el otro su huida, formando una jaula con la que atrapo a la chica entre la pared y su cuerpo, Dio escuchaba cada latido de su corazón, que parecía un pajarillo nervioso encerrado en su pecho.
Hace tiempo que no tenía diversión, y ahora quería ver a aquella chiquilla llorar y suplicar por su vida, quizás si resultaba lo suficientemente dulce le concedería la muerte. Pero primero tenía que desnudar aquella falsa imperturbabilidad...
-Es muy triste pensar que le estarán haciendo a tu cuerpo, indefenso, en el mundo real… atada a una maquina como estas, indefensa y expuesta… tendrías que alegrarte que alguien como yo te trate con gentileza.

Aquello fue la gota que colmó el vaso. Shura contuvo la respiración sintiendo que palidecía clavada en el sitio como se encontraba. Ya no solo por sus palabras, que le resultaron perturbadoras… pero nadie que fuera de dentro del juego le había hablado del mundo exterior, si no era un NPC, entonces, ¿quién era aquel tipo?


Kana

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #52: December 12, 2013, 09:13:06 PM »
Gracias chicas por subir <33 así no me  siento contra la ley xD

# # # 0 0 4




Nana encendió un cigarrillo, lo colocó entre sus labios y dio una profunda aspirada para posteriormente terminar el proceso al exhalar el humo el cual formó una nube pequeña al frente de ella. Al menos el cigarrillo, su mayor vicio, seguía sabiendo a eso: el maldito vicio a gusto de tabaco.
Se sentó en un banco y mientras esperaba pensó que seguramente el GM era un maldito genio loco, pues a través de la conexión medular lograba tocar todos los circuitos neuronales de las sensaciones, recuerdos, emociones. Supuso que el sentir los sabores de las comidas, los brebajes y el mismo cigarrillo era parte de alguna conexión en el área de la memoria y la experiencia, por eso allí dentro de la realidad virtual sentía las cosas tan ¨reales¨.
Lo mismo con el tema de la rabia y el miedo, lo que causaba el saber que alguien te domina y no puedes hacer nada, el hecho de ver morir a gente que se conoce; debía tener una explicación a nivel de la amígdala . ¿Y qué tal la erotización? Veía a todos esos idiotas desesperados sintiendo experimentar sensaciones placenteras, eso debía ser parte de alguna conexión que tocara el sistema límbico. De todos modos a Nana se le hacía absurdo como un montón de pixeles podían ser vistos como un cortejo coqueto, seguramente detrás de la realidad virtual eran pobres idiotas sin pareja y posiblemente rondando los cuarenta, muchos hombres que se hacen pasar por mujeres curvilíneas.
Lanzó la colilla del cigarrillo al suelo cuyos ladrillos estaban entre sacados, la aplastó con la punta de su bota y metió la mano en su bolsillo para sacar la cajetilla. Frunció el ceño al comprobar que no le quedaban más cigarrillos, sabiendo que le quedaban un par con seguridad.

-Maldito 84726, estuviste de intruso entre mis cosas. Estúpido ladrón…- Lanzó la cajetilla vacía a un tacho de basura cerca de la banca. La cajetilla entró, algo esperable de una buena tiradora como ella.  Estaba en ello cuando vio a Alice llegar, cargado de una bolsa muy grande la cual la colgaba por el hombro hacia la espalda.
-¿Trajiste todo lo que te anote?-
-Algunas cosas estaban agotada.-
-¿Cigarrillos?-
-Sí, sí, si traje…- Sabiendo que Nana no sobrevivía un día sin uno.
-Bien, eso es lo más importante.-
-…-
-Lo que no conseguiste, debiste sobornar a alguien que lo tuviera. ¿Cuándo aprenderás, novato?-
-No sé, todos parecen en su mundo… No sé si hablarles o no. Ni siquiera sé si son jugadores o NPC.- Alzó los hombros.
-En fin, vámonos de aquí.- Nana se puso en pie y comenzó a caminar en dirección norte, Alice le seguía detrás, cargando tranquilamente el saco lleno de cosas mientras miraba distraído a su alrededor.
Nana había ido hasta Acre, una ciudad de construcción sólida y fuerte, con pinta de civilización romana ancestral. Con ella llevó a Alice para que le sirviera, en pocas palabras, de burro de carga. Pero no era tan mala como se puede entender, pues por una parte también se llevaba al novato para que no cometiera ninguna estupidez en el cuartel, o en caso de que 84726 llegara antes del tiempo que le estimaba la misión que le dio indudablemente le haría bullying al novato, por otro lado el viaje le servía a Alice para aprender nuevas cosas. Que buena líder que era.
-¿Sabes que tenemos que hacer ahora?-
-¿Ah?- El rubio parpadeó saliendo de su ensimismamiento. Cada detalle de la ciudad le llamaba la atención, en parte, le hacía sentir como en su casa en Italia, un escenario familiar.
-¿Me estas poniendo  atención?-
-Perdón, es que… Aquí es muy bonito.-
-¿Mh?- Nana miró por unos instante el paisaje, era una de las ciudades más grande que había visitado pero ya se sabía algunas partes de memoria gracias al tiempo que llevaba jugando. –Supongo, a mí sólo me recuera la ciudad del vaticano, lleno de viejos pedófilos.-
-…- Seguramente, en un caso ficticio, si llevaba a Nana hasta su tierra, opinaría lo mismo. –Sí, también lo pienso… Es tétrico, quizá nos aparezca un sacerdote ofreciéndonos ítem a cambio de alguna niñita o niñito… Jaja.- Bromeó un poco incómodo.
-…- Nana se detuvo en seco, se volteó hacia Alice mirándolo seriamente. Se acercó mucho a su rostro para analizar cada detalle de él.
-¿Q-qué pasa?-
-¿Qué edad tienes, rubio?-
-Dieciséis… Dentro de poco cumplo los diecisiete, ¿Por qué?-
-¿Cuántos ítem o dinero crees que nos puedan dar por ti?- Nana le agarró fuertemente de la quijada, ladeándole el rostro al chico rubio y mirándolo indiferentemente, apretando el agarre. –Tu avatar se ve decente, no creo que a ello les importe si detrás de esta imagen eres un pigmeo horrendo. Dime, Alice, ¿Cómo eres en la vida real?-
-…- Olvidando la parte de pigmeo horrendo. -¿Planea venderme?- Alzó las cejas. –Dudo que le den algo… Soy novato.-
-Algunas personas piensan en otras cosas aquí adentro.-
-¡Ah, por favor!- Alice se soltó del agarre de Nana de un manotazo. En tiempos pasados Nana no habría tolerado un gesto así de insolente por algún miembro de la guild pero por ser un novato sin mucho cerebro se lo toleraba.
-Que sensible, sólo era una broma.- La pelinegra soltó una sonrisa burlona. –No te vendería, no nos darían mucho. Tampoco es como si se pudiera. Apúrate.- Siguió caminando. –Y más te vale que nada adentro de la bolsa se estropee o lo lamentarás.-
-No hay problema- Volvió a alzar  los hombros, por un lado ya se acostumbraba a las bromas pesadas, y comentarios aburridos a su juicio, de parte de los miembros de la guild.
El par de jugadores caminó un gran trecho de piso de piedra más, a su alrededor había distinto tipo de jugadores buscando algunos ítem que sólo se encontraban allí, como misiones y demás cosas, cada ciudad tenía lo suyo. Nana divisó un lugar que le pareció interesante, una cantina con pinta de ser muy antigua.
-Espérame aquí.- Indicó la chica cuando entraba por la gran puerta de marco de roble con detalles en piedra.
Alice dejo con cuidado la bolsa en el suelo de piedra para después apoyar la espalda en la pared de la cantina, se cruzó de brazos y bajó la cabeza. Nana tal vez se tomaría su tiempo allí adentro, así que era mejor aprovechar de descansar mientras tanto. Lo más probable es que Nana entrara allí para conseguir algo que ella considerara importante, si fuera el caso de esperar a 84726 lo más lógico es que el jugador entraría allí para gastarse el dinero en tragos fuertes.
-¿Qué tienes allí?- Una chica, de rostro dulce y adorable, apareció en frente de él. Ella señalaba la bolsa.
-Algo.- Respondería un ¨Que te importa¨… Pero parecía ser una dulce niña, por lo visto, una White Mage. –De mi líder.-
-Ya veo.- Ella le sonrió amablemente, acercándosele. –Me llamo Rosie, más bien ese es mi Nick.-
-Está bonito.- Sonrió un poco. 
-Sí, me gusta mucho.- Le agarró del brazo. –Sabes, te vi de lejos… Eres muy bonito, sobresales. Vi que ibas con otra chica, ¿Quién es ella?-
-Mi líder.- Soltó un suspiro, escapando del agarre de la chica. –Demasiada amabilidad. ¿Qué quieres?-
-¿Crees que quiero algo?-
-Sí, lo más lógico.- Apuntó con la mirada a un par de tipos más allá. –No vienes sola,vienes con ello. Puedo notarlo porque no te apartan la mirada. Por un instante pensé que eras una chica simpática y créeme, soy el sujeto más idiota dentro de esta realidad… Pero cuando pasas tan sólo un momento de tu vida con un tipo de Nick 84726 dudas hasta de ti mismo.-
-Uhm…- Se apartó de él, mirándole con desprecio. Chasqueó los dedos y el par de chicos se acercó hasta ellos. Por lo visto, mejor nivel que Alice y la White Mage. –Desplúmenlo.-
-Un momento.- Alice se sorprendió del cambio de actitud de la chica. -¿Eres la líder? ¿Cómo lo haces si ellos tienen más rango que tú?-
-No formamos una guild pero nos repartimos el botín hasta que encontremos un grupo que nos interese, cada quien toma su camino después.- Respondió la chica. –Ahora, hazte a un lado y retírate pacíficamente si no quieres perder una de tus vidas.-
-Eh, no puedo darte lo que hay allí. Mi jefa dice que vale más que todos los miembros de su grupo juntos.-
-Cómo quieras.- Ella suspiró. –Chicos, hagan lo suyo.-
-Pobre idiota, lo más fácil era hacerte a un lado. Como si el líder valiera tanto para que cuides de sus cosas como un perro obediente.-
-Es lo que hay, amigo.- Alice le miro sin bajar la guardia. Eran dos, contra él, contando con que la chica podía curar a ese par en caso de hacerles el leve daño. De todos modos tendría que combatir contra ellos dos pese a que las posibilidades fuesen nulas.
En par de jugadores sonrieron de manera fanfarrona al momento que  uno comenzaba a formar una esfera de energía y el otro desenvainaba su arma, la White Mage dio un paso al costado esperando el resultado y Alice sacó la mísera arma que tenía. Peor era nada.
-Estas perdido.- Dijo uno de ellos, mientras ambos enemigos daban un paso hacia el frente.
Estaban a punto de hacer la primera acción pero se detuvieron en seco cuando notaron que un hilillo de sangre corría desde su frente hasta por el puente de la nariz. No entendían como, tocándose las frentes y palpando la sangre. Miraron hacia ambos lados y vieron a una chica de cabello negro apoyada en el marco de la puerta, con un ojo cerrado y con un arco largo apuntándoles. 
-¿En qué momento salió?- Masculló uno de ellos.
-Rubio, toma las cosas. Nos vamos.- Bajo el arco, sin preocupación. La flecha que había lanzado causó impacto en ese par si bien apenas les rosó.
-…- Uno de los atacantes revisó la información de Nana  a través de su  Omnitool , el otro la revisó a través de la Omnitool de su compañero y ambos prefirieron dar un paso hacia atrás.
-Bien decidido, señoritas.- Dijo Nana, empezando a caminar. Alice tomó la bolsa y la siguió.
-¡Atáquenlos!- Ordenó la White Mage.
-Olvídalo, nosotros nos vamos.- El par de enemigos no esperó más tiempo y se retiró del lugar.
-Cobardes.- Ella frunció el entre cejo. Con la rabia del momento, corrió hasta Nana con intención de darle un empujón por arruinar sus planes pero la pelinegra fue más rápida y se hizo a un lado, la White Mage cayó al piso y la miró iracunda.
-Eres como una mosca en el mapa, esfúmate.- Ordenó Nana.
-¡Yo sólo quiero tener cosas en este juego! ¡No sabes lo difícil que es vivir el día a día encerrada aquí sin cosas que te ayuden!-
-Ah, ya deja de molestar.- Tanto berrinche y lloriqueo le aburrió a Nana, apuntó hacia la White Mage y disparó un tiro. El chico rubio, quien miraba por detrás sin alterarse, llegó a preocuparse realmente por la White Mage pero vio que el tiro de Nana era dirigido intencionalmente cerca de la White Mage y no directo a ella. La chica se puso de pie apenas pudo y salió corriendo, perdiéndose por un pasillo de piedra largo. –Aunque no lo creas, hay novatos con mentalidad más novata que tú. Algunos tienes que organizar sus prioridades.-
-Ya veo…- Alice entrecerró los ojos. 

Recordó la primera vez que revisó a Nana con la  Omnitool , vio su nivel de Gunslinger y que era la líder de una guild. Le habían explicado que un tiro de ella era letalmente fatal, podía atravesar armaduras costosas y causar daño con resultado de muerte. Era una persona de temer.
El camino continuó con tranquilidad, notaba como los novatos compraban muchas cosas que no les servía en los puestos ambulantes y como los más expertos parecían calmados seguros de su nivel el cual les protegería, algunos intercambiaron un saludo fugaz con Nana, evidentemente ella llevaba mucho tiempo en el juego.
Pasaron por una parte de la ciudad donde una muralla de agua en movimiento postulaba unos nombres de color llamativo, era larga por lo que se tomaron un tiempo en pasar por allí, mientras caminaban notaron que algunos nombres más aparecían en ella. La pelinegra detuvo el paso por unos instantes, ella tenía las manos dentro de los bolsillos de su traje y la mirada tranquila.
Leyó los nombres allí, por un momento.

-A ése yo lo conocía, y a ésta también.- La chica apuntó con el mentón un par de nombres.
-¿Eran amigos suyos?-
-Conocidos.- Nana ladeó el rostro, apuntó otro nombre nuevo. –Este era de nuestra guild.-
-Lo lamento.-
-Son cosas que pasan.- Nana alzó los hombros y siguió caminando.
-¿Cosas que pasan?- Alice la miró medio molesto. –Entiendo que morir son cosas que pasan, pero es odioso cuando hay alguien allá que lo controla. Son muertes sin sentido que pudieron ser evitadas si la mente enferma de este tipo es una aberración.-
-Pues…- Nana se tomó unos segundos de silencio. –Acostúmbrate a esta aberración, novato. Vas a estar dentro de ella por un buen tiempo.-
-…- Nana a veces parecía una chica agradable, respetable, pero accesible, pero a veces era muy fría. -¿No le quiere dedicar un momento de silencio? ¿Algún rezo o rito que se tenga dentro de la guild para los caídos?-
-No, Alice, no hay tiempo para trivialidades.  Apúrate.-
-No tiene nada de malo.-
-Como sea…- Suspiró fastidiado, ya no hablando más durante el camino.

Nana siguió caminando, notando que a ratos Alice se tardaba un poco leyendo nombres en la pared de agua, no recordaba que él viniera con alguien a este juego… Más bien nunca le había preguntado. No le regañó por la lentitud , lo dejo en lo suyo, estaba bien siempre y cuando no perdiera las cosas.
La pelinegra miró hacia el horizonte, el cielo aún estaba celeste pero pronto caería el atardecer. Seguramente Alice pensaba que era una tipa horrenda y descorazonada en esos momentos, y estaba bien… Siempre alguien debe cumplir algún rol. Además, como líder, no podía desmoronarse en situaciones así… Podría sembrar la confusión con los suyos y eso sería catastrófico.
Los nombres en la pared eran de personas que conocía, con las que había compartido, reído y aventurado en misiones. Muchos de ellos eran personas que habían llegado al inicio del juego tal como ella había llegado por lo que tenían, si se podía decir de algún modo, una ¨historia de vida¨. Lamentaba lo que les había pasado, maldecía desde cada centímetro de ella al GM y juraba que algún día ése tipo tendría su merecido.
Pero si Alice esperaba que ella se lanzara a llorar y a lamentarse, estaba muy equivocado.

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« Last Edit: January 11, 2014, 08:26:26 PM by Kana »


Kana

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #53: December 12, 2013, 09:28:59 PM »
# # # 0 0 5


Cuando no hay mucho que hacer y el ocio abunda el tiempo pasa lento y casi agónico, pero cuando hay tantas cosas por hacer por delante y la inversión de energía viene en dosis grandes, el tiempo es lo más preciado porque pareciera que falta en demasía.
De este modo estaba Kula Diamond, “BlueDiamonds”, como era conocida en el mundo virtual. Porque por esos días tenía más de mil cosas por hacer. Justamente por el hecho que menos se habría esperado de alguien dentro de ese mundo virtual, el ser estafada por alguien, era lo que le llevaba a tener esa gran carga.
Todavía no se podía convencer como una persona que parecía tan agradable y confiable pudiese hacer esos actos tan bajos. Si bien era cierto que lo había conocido por solo unos momentos, sintió gran empatía por él apenas conocerlo y por eso la estafa la habría sentido como una gran puñalada por la espalda. En ese momento sintió ganas de ir a buscarle y reclamarle, hasta le nacieron ganas de golpearle… Pero quizá el sujeto aquel estaba pasando por necesidades semejantes a las de ella y por eso había hecho lo que hizo. De todos modos no quería toparse con alguien así nunca más, como también se había prometido, una vez saliera de la realidad virtual, jamás volver a consultar a una adivina pues parecía que nunca le decían la verdad acerca de su futuro porque siempre pasaba lo contrario.
Agudizó la visión y apuntó directo hacia una criatura para, posteriormente, intentar aniquilarla con una flecha. La observó seriamente por unos momentos pero al final terminó por bajar el arco y soltar un suspiro. ¿Cómo alguien tan maquiavélico y malvado como el GM podía crear criaturas tan bonitas y adorables?
Salió de su escondite y caminó por el escenario buscando algo que le pareciera feo, asqueroso y que no le causara tanto pesar matarlo. En eso, se encontró con un chico que parecía estar haciendo lo mismo que ella. Prefirió seguir su camino y no perder el tiempo, en parte para no caer en posibles trampas, pero al final no pudo avanzar mucho ya que algo de tamaño muy grande obstruyó el paso del par de jugadores.
Era una criatura grande, de aspecto como de un jabalí pero que multiplicaba el tamaño real de uno como los que se conocen, los cuernos que salían del hocico de la bestia eran muy grandes y filosos, la mirada del jabalí irradiaba discordia y notorias ganas de enfrentar al par de intrusos que tenía en frente.

-Viene por nosotros, creo que no le caímos bien a primeras.- Comentó el otro chico, que estaba más allá de Kula.
-¿Deberíamos huir?- Preguntó la muchacha, cuando en eso vio a dos jabalíes más salir de entre los arbustos.
-¡Sera mejor que nos subamos a un árbol!- Aconsejó el otro, buscando inmediatamente un árbol cercano el cual empezó a escalar. Por su parte Kula hizo lo mismo, escaló el árbol que estaba a su derecha, subió unas cuantas ramas más y desde arriba observó a las bestias allá abajo enojadas por la escapada de los dos.
-Eres una archer, lánzales flechas. Yo haré lo que pueda también.- Dijo el chico, por lo visto era un soldier.
-Okay.- Kula apuntó a uno de los jabalíes mutantes y le lanzó la primera flecha, sabiendo que el daño sería casi nulo pero al menos intentando algo. El otro jugador hizo lo mismo con sus ataques sin conseguir mucho efecto en el jabalí que estaba justo debajo de su árbol.
Fue una mala idea seguir con los ataques pues no causó más que enfurecer más a los jabalíes mutantes, ellos comenzaron a arremeter con sus cuernos peligrosos a los árboles ocasionando que estos se movieran violentamente y sus ocupantes temporales tuvieran que aferrarse fuertemente a las ramas para no caer.
Un par de jabalíes se sincronizaron en atacar el árbol del soldier por lo que el panorama para él no era el mejor, menos aún cuando el par de animales terminó por hacerle perder el equilibrio y de este modo el soldier se desplomó hacia el suelo quedando justo al medio de los dos jabalíes que lo esperaban iracundos y rencorosos por el ataque anterior. Estos inmediatamente comenzaron el ataque hacia el chico quien ni siquiera alcanzó a correr un metro cuando sintió las patas de las bestias pisotear su espalda y  como los cuernos de los animales penetraban su cuerpo haciendo un sonido desgarrador al salir.
El chico dio un grito de dolor intenso, eso bastó para que Kula bajara del lugar de donde estaba, le diera una patada en pleno rostro al jabalí que la asechaba y aprovechó de agacharse para tomar un puñado de tierra del piso y lanzársela en los ojos al jabalí.

-¡Resiste!- Le gritó la chica de cabellos color cian.

Aprovechando que uno de los jabalíes se retorcía de dolor al tener tierra en los ojos, ella comenzó a lanzar flechas en dirección a los otros dos logrando la atención de uno de ellos pero el tercero insistía en atacar sin piedad al soldier que, ahora, estaba inconsciente en el suelo.
Por más rápido que lanzara las flechas ningún ataque era digno de derribar a ninguna de las dos criaturas, como era de esperarse uno de los jabalíes corrió furioso hacia ella y la envistió golpeándola con su hocico en su estómago y apretándola contra un árbol. Kula soltó un quejido doloroso al sentir el dolor punzante en la zona afectada, para colmo de la situación el otro jabalí seguía atacando al chico que estaba inconsciente y que, por lo visto, le quedaba poco para perder una vida. El jabalí que apretaba a Kula contra un árbol se separó de ella y dio unos cuantos pasos hacia atrás, con su pata trasera comenzó a raspar el suelo en signo de estar dándose impulso para un nuevo ataque, Kula dio un salto hacia un lado y corrió antes de que el animal la golpeara otra vez. Mientras corría a duras penas apuntó otra flecha al jabalí que atacaba al chico, este se apartó al final de él sin antes darle el golpe de gracia y quitarle la vida que le quedaba. A Kula se le hicieron los segundos eternos, como si la imagen se paralizara al igual que todo su entorno, por unos instantes más le vio tendido en el piso hasta que su figura pixeleada desapareció posteriormente. Sus ojos se cristalizaron ante la imagen, se sintió inútil, frustrada y desgraciada.
En ese momento, la otra bestia, a la que le había lanzado tierra a los ojos, le dio un fuerte golpe en la espalda haciéndole sentir  como cada vértebra de su columna sonaba o al menos eso imaginaba inconscientemente. Rodó por el piso y como pudo corrió lo posible para alcanzas a trepar dolorosamente a un árbol, desde allí nuevamente lanzó flechas pero no hacía más que enfurecer a los jabalíes.  Otra vez la estrategia utilizada por los animales fue agredir al árbol para hacer caer a la víctima, Kula pensó en saltar al otro árbol pero en su condición sería demasiado dificultoso o más bien prácticamente imposible.
En una sincronización oportuna, los jabalíes dieron un golpe a ritmo con tanta fuerza que hicieron que el tronco del árbol se quebrara, el árbol se movió de un lado a otro hasta que al fin se derrumbó hacia un costado y Kula volaba por los aires directo a la boca del lobo, es decir, al centro de las bestias. Pensó que era su fin,  pero jamás sintió su cuerpo chocar contra el piso.
Al abrir los ojos, con la vista nublada por toda la energía perdida, apenas pudo ver a alguien frente a ella, que la sostenía y dejaba en el suelo. No pudo divisar bien el rostro pero algo se le hacía familiar, quizá el parche en el ojo. Ella cerró los ojos ya no pudiendo resistir más, sólo alcanzó a escuchar a los jabalíes gritar de dolor para después no escuchar nada más.

Notoriamente había pasado mucho tiempo, quizá hasta una hora, desde que se había dormido. Poco a poco abrió los ojos encontrándose con un atardecer pacífico, todo en calma después de la tempestad. Hasta que una especie de araña horrenda saltó en dirección a su rostro.

-…- Kula ya no sabía que pensar, quizá en su vida la habían maldecido muchas veces y era una especie de yeta ambulante.
-¡Hey bicharraco!- Una chica de cabellos entre rosa y cenizo se apareció en el momento, le dio una patada a la araña sin importar que estuviera en el rostro de Kula y la mandó a volar lejos, la otra inmediatamente formó una esfera de energía en su mano y se la lanzó al arácnido para aniquilarlo. -¿Estás bien, Kula?-
-Starlight…- Kula tuvo que parpadear un par de veces para convencerse de que era ella, notoriamente el cabello, los ojos y el rostro eran el mismo pero el vestuario era otro. -¡Eres tú! ¡Cambiaste de job al fin! ¡Te extrañé!-
-¿Dónde estuviste metida? Te estuve buscando todo este tiempo. Suerte que somos party y te pude rastrear porque sería imposible de lo contrario.-
-Oh, Starlight!, han pasado tantas cosas.- Pone una expresión lamentable. –Hace un momento me atacaron tres jabalíes, fui testigo de cómo un chico perdió su vida y yo no pude hacer nada, luego apareció alguien y me salvó, ¿Eras tú?-
La chica negó con la cabeza. –Acabo de llegar, sólo te quité la araña de encima.-
-Uh…Quizá…-
-¿Quizá?-
-Nada, olvídalo.- No podía ser él, ¿O sí? La de ojos rojos revisó entre sus cosas, curiosamente le faltaba algo de dinero. -…-
-Bueno, lo importante es que estamos juntas de nuevo. Mejor vamos a la ciudad más cercana, compremos cosas que nos sirvan nos vienes bien posiones y entre otros. He juntado algo de dinero de camino aquí, ¿Tienes bien guardado el que te pasé?-
-Verás…Yo… Tengo algo que contarte, sé que te vas a enojar.-
-….-
Kula se mordió el labio inferior al ver el rostro serio de la otra chica, comenzó con la larga historia de cuando conoció a ese chico que la estafó y la dejo sin dinero, la contó del modo más sincero y rápido posible para no ganarse el desprecio de la otra chica. Después de finalizar la historia, pasaron segundos de silencio que se hicieron una larga y eterna tortura.
-¿Me odias, verdad?-
-…-
-¡Te juro que no sabía que tenía esas malas intenciones!-
-…- Starlight se dio la vuelta, dándole la espalda y comenzando a caminar.
-¿Starlight?-
-Debemos apurarnos antes que caiga la noche.-
-Okay…- Kula soltó un suspiro, sintiéndose realmente mal por todo lo pasado. No culpaba a la otra si la odiase. Caminaron unos treinta minutos en silencio total.
-¿Cómo pudiste confiar tan fácilmente?- al fin habló Starlight. -¿Qué tal si era un degenerado o algo por el estilo?-
-Es que no parecía malo.-
-Yo jamás caería en algo tan sucio.-
-Lo siento.-
-Ya da lo mismo,  será mejor llegar luego a la ciudad. Vendemos lo que tengamos demás o bien matamos criaturas alrededor de la ciudad…¿Se puede pedir limosna en este juego? Se supone que es realista.-
-Jajaja, no lo sé.- A Kula le causó gracia lo de mendigar.
-Más de alguien podría apiadarse de un par de chicas y darnos una moneda.- Starlight giró los ojos. –A lo que tengo que llegar… Maldito juego.- Murmuró
-¿A qué ciudad vamos ahora?-
-Mos Eisley.- Contestó Starlight

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« Last Edit: December 18, 2013, 07:49:03 PM by Kana »


Kana

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #54: December 19, 2013, 11:58:08 PM »
Este fic es por el mes de diciembre. O sea, NO es re.posteado xD
El tema de la cantina es este por si quieren ambientar (?) : http://www.youtube.com/watch?v=GlF2L5XtEg4

# # # 0 0 6

Starlight deslizó el dedo índice por sobre la superficie de roble viejo, una y otra vez pero con lentos movimientos. Observó el puñado insignificante de monedas sobre la misma mesa, sólo por revisar las contó mentalmente una vez más para asegurar por tercera vez que les alcanzaba para pagar la cuenta. Estaban en una cantina que tenía pinta de ser de ese tipo de lugares clandestinos que en cualquier momento se espera que entre un policía buscando a un mafioso. En una disimulada plataforma había un grupo de seres tocando una movida y pegajosa canción al ritmo de los instrumentos de aires que los músicos utilizaban. La música provocaba que muchos de los presentes se animaran a aplaudir y algunos otros presentes meneaban el dedo índice al ritmo de la canción al mismo tiempo que tambaleaban sus cuerpos motivados por la música mientras caminaban en dirección a la barra de la cantina. Pese al buen ritmo de la canción, ninguna de las dos se motivaba a alegrarse tanto como las demás personas presentes en el local.   Tener dinero a justas y sumándole todo el panorama negativo de estar atrapadas dentro de un juego que ninguna de las dos conocía a fondo en su totalidad era suficiente para sentir una especie de nube negra sobre sus cabezas.

-¿Qué tal el agua de coco?- Preguntó Kula después de un largo momento de silencio en que las dos se dedicaron exclusivamente a pensar en nada.
-Bien.- Starlight dejo de mirar el montón de monedas para mirar su propio vaso. -¿Qué era lo que pediste tú?-
-Una limonada…Era como lo más económico.- Sonrió levemente.
-¿Y qué tal?-
-Está bien.-
-Ah…- Entraban en una conversación monótona.
-¿Estás molesta por lo que pasó…Sobre el robo?-
-No.- Soltó un suspiro. –Sólo estoy un poco desanimada, quisiera salir luego de aquí.- Starlight se le quedó observando por unos momentos. -¿Te molesta si hablamos de ese evento que te sucedió?-
-Eh, no, no pasa nada.- Kula alzó los hombros y meneó una mano restando importancia. -¿Qué quieres saber?-
-No quisiera indagar en tantos detalles de cómo se dio el hecho más bien saber qué características tenía el sujeto que te robó el dinero.-
-Oh, entiendo. Para prevenir.-
-Sí…- Stalight inclinó levemente el rostro haciendo que el cabello del flequillo cubriera parte de su rostro y ensombrecerlo para darle una imagen escalofriante. –Y por venganza.-
-¿Planeas vengarte? ¡Pero la venganza es mala!-
-Nah, era broma. Sólo quiero saber cómo es para no caer en sus juegos si alguna vez me lo topo. He escuchado que los estafadores siempre acechan a gente que anteriormente han atacado.- Cambió drásticamente de semblante a uno más de tranquilidad, acto seguido llevó la pajilla del vaso con agua de coco hasta sus labios y la mantuvo allí para escuchar con atención a Kula.
-Pues…- Kula se llevó un dedo al mentón trabajando la mente para recordar cada detalle. –Era un tipo alto, el cabello lo llevaba suelto y era largo… ¡De color naranja! Usaba un parche en uno de sus ojos, era bastante simpático…Mh, creo que eso recuerdo de él.-
-De ahora en adelante deberíamos evitar gente con esas características… Bueno, en tu caso sería mejor que evitaras a toda persona que parezca sospechosa.- Starlight soltó una risa. –Eres demasiado confiada.-
-Lo sé…Siempre he sido así.- Sonrió al instante. Después de entregar los datos del sujeto, el tema de conversación cambió a uno más ameno y así se pasó el tiempo hasta que ambas chicas quedaron sin bebestibles. Pagaron la cuenta y se levantaron de sus asientos caminando hacia la salida con intenciones de retirarse cuando fueron testigos de un escándalo entre dos personas.
-¡Eres un mal nacido!-
-Creo que estas confundiendo las cosas.-
-¡Le has coqueteado a mi novia durante todo este tiempo!-
-¿Era tu novia? Ah, bueno yo no le he estado coqueteando… ¿De verdad es tu novia?-
-¡Pues sí pedazo de escoria!-
-Pero insisto, estas confundiendo las cosas.-
-Ya verás.- El sujeto más alterado dio un puñetazo y el otro sujeto no tuvo mayor opción de responder el golpe sólo que ninguno de los dos llegó a su propósito ya que alguien se puso entre los dos agarrando cada puño para evitar el contacto físico con el otro.
-Será mejor que se calmen y tengamos una charla como seres humanos civilizados. Los insto a bajar la tensión y hablar del asunto con respeto de uno por el otro.-
-¿Y tú quién diablos eres?- Gruñó el novio ¨traicionado¨, dando un manotazo y soltando el agarre del interceptor.
-Hola. Soy un viajero sin rumbo, como muchos aquí, vengo a despejar la mente y pasar un buen momento.- Contestó el interceptor.
-¡Yo creo que vienes con él y estas encubriéndolo!- Vociferó otra vez el más alterado del trío.
-Que sujeto más tranquilo, transmite confianza.- Dice Kula. Starlight y Kula se habían quedado viendo la escena. El interceptor era un sujeto de melena rubia clara y ojos celestes claros como el cielo.
-Oh, no, Kula. Por favor, no más sentimientos de confianza por extraños.- Negó Starlight con la cabeza. Puso una mano en el hombro de la chica sugiriéndole que abandonaran el lugar.
Ambas chicas salieron del lugar, afuera se encontraron con que ya se había hecho de noche. Caminaron a paso lento sin rumbo por un largo momento por Mos Eisley. La ciudad era de esas que tienen un ambiente desértico y arenoso, no había calles iluminadas más que por algunos escasos focos de luces diminutos, la ciudad era grande y con una distribución por núcleos que la comprendía en su totalidad, las edificaciones eran simples y redondeadas, de pocas ventanas y opacas en su totalidad, color arena como todo lo que se observaba en el lugar. El clima era fresco pese a estar en medio de una zona desértica, de ese clima que es fresco pero que no enfría, que se puede estar con atuendos ligeros de todos modos, el viento soplaba ligeramente meciendo sus cabellos y deslizando más arena en sus rostros.
-Creo que aquí hay otra cantina.-
-Así parece.- Las chicas se habían dedicado a observar los lugares para determinar y clasificarlos, sin mayores entretenciones que la ociosidad del momento.
-Deberíamos buscar un lugar seguro donde dormir… Quizá otro callejón sin salida que podamos custodiar por turnos.- Sugirió Kula.
-Ya se ha hecho tarde.- Starlight alzó la vista al cielo y se quedó contemplando las estrellas maravillosas que se podían apreciar a plenitud en esa ciudad apartada de luces. –Aunque quisiera practicar un poco antes de irnos a dormir.-
-Okay.-
-Vamos por aquí, no hemos pasado antes.- Dijo Starlight dando vuelta en una esquina y colisionando con alguien al instante. Casi cae si no fuera porque la persona con la que chocó la sujetó a tiempo. –G-gracias.- Murmuró la de cabellos rosas cenizos.
-Disculpa, no te vi.- Se disculpó el otro, soltándole con delicadeza.
-Oh, eres el chico de la cantina.- Reconoció Starlight.
-¿Me vieron allá?- Sonrió el otro con amabilidad.
-Sí, ¿cómo acabó todo al final con ese par?-
-Pues…- El chico de cabello rubio se apuntó la mejilla con su dedo índice evidenciando un hematoma.
-¿Se desquitaron contigo?-
-Algo así, al sujeto se le metió la idea en la cabeza de que yo era cómplice del muchacho que le coqueteaba a su novia. Así que me dio un buen golpe pero creo que así su ira se apaciguó, al menos no pasó para más y los dos dejaron de pelear cada quien tomando su camino.- 
-Te llevaste la peor parte.-
-Alguien tiene que hacerlo.- El rubio sonrió con total serenidad.  -¿Qué hacen tan solas por estos lares? Son como los más apartados de la ciudad.-
-De hecho estamos intentando salir de la  zona urbana de la ciudad para ir a por algunas criaturas y aumentar level.-
-Ya veo. Mh…- Se llevó una mano al mentón antes de señalar con el índice hacia el horizonte, una colina de arena que más allá se veía la luna por detrás iluminada por estrellas. –Allá hay unas cuantas.-
-¿Y son muy peligrosas? Es que no llevamos muchas posiciones encima.- Admitió Starlight.
-Oh, pero eso no sería problema si él nos acompaña.- Agrega Kula a la conversación, quien mientras tanto estuvo mirando en su omnitool los datos del joven. –Eres un Cleric, ¿verdad?-
-Exactamente.-
-Kula…¿Qué hablamos de confiar en las personas?- Le susurró disimuladamente.
-No parece malo.- Sonrió confiada.
-…- Starlight observó nuevamente al joven de cabello rubio. –No quisiéramos incomodarte.-
-Hm…- Se apoyó en su vara. –No tengo nada mejor que hacer por el momento. Estoy esperando a alguien aquí pero debo estimar que su atraso será de un par de horas así que mientras tanto puedo acompañarlas hasta que deba yo volver al punto fijado.-
-Está bien, gracias. Por cierto, somos Starlight y BlueDiamond.-
-Hola.- Saludó amistosamente la chica de cabellos celestes
-Mucho gusto. Yo soy ¨Borgia¨-
-¿Borgia?- Starlight parpadeó un par de veces con sorpresa, casi con recelo. –Irónico nickame para un Cleric.-
-Lo sé, lo sé.-
El trío de chicos fue hasta la colina anteriormente indicada, comenzaron a escalarla lentamente, la arena era de aquellas cristalina y hermosa pero detestablemente también era del tipo que hacen la caminata más pesada.
-¡Break please!- Sugirió la pelirosa, dejándose caer en sus rodillas exhausta.
-¿Otra vez?- Parpadeó el rubio, clavando la vara en la arena. –Al parecer no tienes muy buena condición física.-
-Oh, es que debe estar cansada… Vivir en la calle no es bueno para la salud.- Justificó Kula a su compañera.
-…- Starlight casi sintió vergüenza de ese comentario ¿Qué pensarían de ellas aquel muchacho?
-Entiendo.- ¨Borgia¨ se inclinó hasta quedar de rodillas en la arena. –Sube a mi espalda y te llevaré hasta el otro lado de la colina.-
-Oh, ¿En serio? Ah, yo no sé si debería aprovecharme tanto así.- Se llevó ambas manos a las mejillas.
-Descuida, va en mi vocación ayudar al prójimo… Haha, pongámosle así.-
-Bueno.- Starlight sonrió encantada y acto seguido se colgó de la espalda del muchacho.
-Sujétate bien.-

Unos minutos después ya estaban pasando al otro lado de la colina. Starlight se bajó de la espalda del joven rubio y observó a su alrededor. En la arena, había diversas criaturas con aspectos rocosos y de color café, como armadillos con protuberancias puntudas. Esas criaturas eran de tamaño grande y comían plantas que tenían pinta de cactus. Por lo visto, tenían un nivel moderado de lucha así que sería un buen reto considerando la cantidad de animales que allí había presente. ¨Borgia¨ se sentó en la arena y se dedicó a observar al par de chicas mientras acababan con algunos animales monstruosos, cada vez que llegaban a un estado bajo de salud él les aumentaba para que no corrieran riesgos innecesarios. Después de un par de horas las criaturas se acabaron y las pocas que vivieron se fueron lejos por tanto dieron por concluida la acción por esa noche.

-Ha sido un gusto acompañarlas. ¿Ya tienen en mente en qué posada se quedarán?-
-Pues sí. En la posada ¨La calle es fría¨ jaja.- Río Kula.
-Ah, ya veo. Se están quedando en la calle. Eso me pasó hace tiempo también, una vez mis compañeros se gastaron todo el dinero en tonterías.-
-A nosotras nos pasó que un bribón se llevó todo el nuestro.- Agregó Starlight
-¡Aquí estás!- Una voz femenina se hizo presente entre el grupo. El trío volteó a ver de quien provenía. Era una chica de porte medio, cabello corto castaño y bien vestida.
-Oh, Eletania ♥ - Canturreó el rubio. –Te esperaba en…- Sacó de los bolsillos eternos de su túnica un reloj de arena. –Ah, creo que se me pasó el tiempo.-
-Pues claro que sí.- La castaña lo observó enojada. –Me has tenido esperándote en la posada por dos horas y algo. ¿Qué tanto hacías?-
-Acompañaba a estas chicas mientras se entrenaban. Mi buena acción.- Sonrió gatunamente, con los ojos cerrados de manera encantadora. Tan encantadora que no convenció a la chica de nickname Eletania quien le dio un golpe en la cabeza con su puño.
-Tonto.- Frunció el ceño. Después observó a las dos chicas. –Disculpen si les causó inconvenientes.-
-Para nada, ha sido de gran ayuda.- Aclaró Starlight.
-¿En serio?- Eletania parpadeó. –Casi siempre mete a la gente en problemas. Bueno, menos mal que hoy no fue el caso.- Soltó un suspiro. –Es mejor que nos vayamos a la posada. Si no tienen una posada fija, les recomiendo a la que vamos, es una de las más seguras y económicas.-
-Ehw, gracias.- Starlight sonrió un poco nerviosa. –Pero ya tenemos donde estar.-
-Las chicas se quedan en la calle.- Sonrió Borgia con completa tranquilidad. –Qué tiempos aquellos.- Recordando con nostalgia y cariño cuando él mismo se quedaba en la calle.
-¿Qué clase de buen caballero eres y permites que se queden en la calle?- Eletania lo miró ofendida. –Es mejor que se queden con nosotros, puedo pagar una habitación de a cuatro. El panorama no es tan grato como para que anden por allí sin más. Por lo que veo, son novatas. Sin ofender.-
-Es que no quisiéramos ser una gran molestia.- Se adelantó Kula.
-Más me preocuparía que estén por allí solas.-
-Está bien.- Ambas asintieron con la cabeza no muy convencidas. No querían ser un estorbo para ese par y por otro lado podía ser incómodo al mismo tiempo estar con dos extraños. Siguieron a Borgia y Eletania a paso lento detrás de ellos mientras la chica de cabellos castaños regañaba al rubio por haberla hecho esperar.
Tras una caminata moderada, entraron en una posada silenciosa y donde algunos se miraban con suspicacia. Subieron al segundo piso en donde entraron en un cuarto con cuatro camas de una plaza y una ventana grande que daba vista hacia la calle.
-Siempre me ha gustado la vista desde aquí.- El joven rubio fue hasta la ventana, sacó una pipa larga y comenzó a fumar lanzando el humo hacia afuera.
-Podría estar toda la noche mirando por la ventana.- La chica de cabello castaño se sumó en compañía del chico, no para fumar pero sí para observar por la misma ventana. Apoyó ambas manos en el marco de madera y miró el horizonte estrellado con una sonrisa dibujada en los labios. Las dos chicas, en tanto, estaban sentadas cada una en una cama. –Por cierto, ni siquiera nos hemos presentado. Mi nickname es Eletania pero mi nombre real es Yuna. Llámenme por cualquiera. Soy Biochemist- Se giró a mirar a las otras dos. –Éste de aquí, su nickname es Borgia e, irónicamente, es un Cleric.-
-Ya lo saben.- Dijo con los ojos cerrados.
-Pero su nombre no es Cesare ni nada por el estilo. Se llama Howl.-
-Mucho gusto. Nosotras somos Kula y Starlight. Emh, somos Archer y Black Mage.-
-¿De qué party son?-
-Pues… Una pequeña. Básicamente somos las dos.-
-Mh.- Yuna ladeó el rostro. –Quizá deberíamos incluirlas con nosotros. La jefa dijo que buscáramos miembros debido a las bajas. Podrían acompañarlos hasta el cuartel si no tienen mucho que hacer, en el camino podríamos ayudarlas a subir de level y conseguir ítems necesarios, esas cosas que necesitan.-


 


Kana

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #55: December 27, 2013, 02:46:57 PM »
Este es mi último fic del mes.

# # # 0 0 7
# # #
-Acre es la segunda ciudad más visitada por nuestro grupo.- Explicaba Howl con su particular sonrisa amistosa. –Por allá queda la plaza principal donde puedes encontrar a muchas personas con quien intercambiar conocimientos, si tomas ése camino de piedra llegar hasta una tienda de especias muy interesante y si giras a la derecha te toparás con una taberna donde venden el mejor elixir dorado de todas las ciudades.-
El rubio iba señalando cada lugar conforme iban avanzando por Acre la ciudad de piedra con pinta de religiosidad impregnada en cada rincón. Para llegar al punto de encuentro tenían que pasar por unas cuantas ciudades antes de llegar a la ciudad en donde tenían su ¨casa central¨ como la llamaban. Starlight ponían atención a las indicaciones que les daba Howl como buen guía turístico.
-Como ven, es una ciudad enorme y una de las mayores fortalezas.-
-Parece muy segura.- Comentó Kula
-Todo tiene su punto débil pero sí es una de las más seguras. Hasta el momento, al menos.- El Cleric alzó la vista hacia el despejado cielo celeste, el color de sus ojos eran del mismo tono que el cielo de ese día. Dio un suspiro y extendió un brazo hacia el cielo. –Me siento como en casa.- Sonrió contento.
-Howl pasa gran parte del tiempo aquí, el jefe de nuestro grupo le encomienda y confía muchas misiones en esta ciudad.- Explicó Yuna –Es raro ver a Howl en nuestra base, por eso toma esta ciudad como su segundo hogar.-
-Aquí tengo muchos amigos.- Asintió con la cabeza.
-Howl parece ser muy amable y social.-
-Social puede ser, pero yo no me confiaría de su amabilidad.- Yuna jaló un mechón rubio del cabello de Howl mirando con suspicacia.
-Yuna está molesta desde una vez que le jugué una bromita inocente.-
-¿Inocente?- Yuna alzó una ceja. –Howl pretendió estar en peligro y fingió su propia muerte…Yo en ese entonces era un ave inocente que caía en todas las mentiras que me ponían en frente. Lógicamente me lancé a salvarlo y fui yo la que perdió la vida. Cuando reviví me di cuenta que Howl jamás estuvo mal, que incluso podía auto curarse cuando quisiera. Estaba recostada en el césped y él inclinado sobre mí con esa tonta sonrisa cínica.-
-Dormías tan apaciblemente, amiga Yuna.-
-¡Acababa de morir por ti, imbécil! Aún siento el dolor como una punzada… Esa vez fui despedazada… Por suerte el GM aún no ponía aquella condición de las tres vidas.-
-Tenía que ponerla a prueba.- Howl se giró hacia el par de chicas. –Era nueva y estaba sin grupo, se ofreció ante nuestro jefe y me encomendaron una misión con ella.- Contaba todo sin borrar la sonrisa y aquella expresión de felicidad en sus ojos. –Durante la misión, que en realidad no tenía importancia, tenía que dejarme atacar y fingir que moriría. Tenía que ponerla a prueba.- Repitió. –Para ver si se convertiría en un buen perro fiel como le gusta al jefe. ¡Resultó ser muy fiel y valerosa!- Juntó ambas palmas.
-De todos modos las ganas de asesinarte posteriormente a eso jamás se me quitaron.-
-No debes guardar rencor en tu corazón, el odio sólo cultiva amarguras.- Haciendo un buen rol de Cleric. –Además, cuando despertaste tenías un lindo traje puesto que te compré en compensación.-
-….Eso fue lo peor.-
-Su jefe parece ser una persona a quien hay que respetar mucho.- La peliceleste ya se estaba imaginando a un hombre alto y de semblante serio. Lo mismo pasaba por la mente de Starlight, se imaginaba a un tipo sentado en un trono tal como si fuera el señor del fuego. ¨En donde nos hemos metido¨ pensó la pelirosa.
-Así es.- Afirmó el Cleric.
-Hablando de eso, deberíamos ir a atender nuestro asunto.- Yuna recordó la lista de deberes que le había encomendado el jefe de su guild.
-Cierto.- Howl se inclinó para acercarse a Serah y Kula. –Niñas, iremos a hacer una misión encomendada. Ustedes pueden conocer la ciudad mientras tanto pero no se alejen mucho de la plaza y no conversen con extraños. La pérgola de la plaza será nuestro punto de encuentro a las el día de mañana a las seis de la tarde, ¿Les parece?-
-¿Niñas?- Yuna alzó una ceja -¿Te piensas que son tus hijitas o…alguna clase de tus corderitas?-
-Jaja.- Río divertido el Cleric. –Pero estoy hablando en serio, hay que advertirle de los peligros.- Volvió a mirar al par. –Nos vemos a la hora acordada. Tengan este dinero, creo que es suficiente para ustedes dos.- Le dio una bolsita pequeña con unas cuantas monedas. Tras despedirse, él y Yuna se alejaron del lugar.
-Parece que Howl es quien tiene dinero.- Serah alzó ambas cejas mientras hacía que la bolsa diera saltitos de una mano a otra. –Por fin no estamos en banca rota.-


# # # # # #
-Grupo de mierda.- Masculló una pelinegra mordisqueando el filtro de su cigarrillo el cual, ya consumido, escupió con desdén al piso de piedra. –Ya va a ser la hora y no ha llegado ninguno de ellos.- La Gunslinger miró filosamente al muchacho rubio que estaba sentado en una piedra más allá. -¿Estás seguro que le dijiste la hora tal cual como te la dije yo?-
-Sí, jefa.-
-Mhr…- Frunció el ceño.
Nana sacó otro cigarrillo, el último que quedaba en su cajetilla, lo encendió mientras dedicaba improperios a los suyos. Estaba de mal humor, odiaba Acre quien sabe por qué pues era un gran misterio para el resto de su guild. El clima tampoco ayudaba mucho, a las afueras de Acre había calor pese a que estaban metidos en una parte de piedra y ríos por tanto era una mezcla de calor y humedad que por la noche se transformaba en frío absoluto. Alzó la vista al divisar a alguien aparecer de pronto.
-Jefe, buenas noticias. He conseguido mercancías únicas.-
-84726…- Pronunció el nickname del recién llegado. –Me sorprende que seas uno de los primeros en llegar.-
-Soy responsable.- Se auto alababa. Abrió su capa a un costado y dio a conocer una serie de bolsas pequeñas que colgaban de ella.
-Pobres personas…- Alice negó con la cabeza conociendo que el otro sujeto era muy buen ladrón pese a que ese no era su job.
-Lo que más deben contemplar es esto.- Sacó de la bolsa más grande una especie de corona antigua con mucha historia y por lo cual valía más que muchas cosas juntas.
-Interesante.- Nana la miró detenidamente. El precio de esa corona equivalía a una fortuna grande la cual podría fortalecerlos con la compra de armas y mercaderías para la guild por al menos tres meses. –Pásasela al novato para que la guarde. Tú te puedes desaparecer en cualquier momento y ya no volveremos a ver esa corona.-
 –Le tienes más fe a tu mascota.- Le lanza la corona al rubio quien, haciendo caso de su líder, la guarda en la caja que siempre Nana lo obligaba a cargar consigo. 
-Listo.- Dijo el thief de nickname ¨Sorrento¨
-Que obediente.- El pelinaranja saca de uno de sus bolsillos una especie de hueso de dragón –Perrito, ven perrito te  he traído un regalo.-
-Cállate.- Alice entrecerró los ojos, con los brazos cruzados.
-¿Te has portado bien?- Se acercó a ponerle el hueso al rostro. –Aw, has una pirueta ¿Si?-
-…- Nana ignoró al par de ¨idiotas¨ detrás suyo cuando a lo lejos divisó a su Cleric y Biochemist aproximarse saliendo entre la espesura de la maleza. –Tarde.-
-Oh, BADLUCK.- Howl se detuvo a una distancia prudente de la pelinegra. –Tengo algo que contarte.-
-No me importa, me lo contarás después de esto.- Ella meneó la mano demostrando no estar interesada. Especialmente porque veía llegar a uno de los integrantes de su guild que hace semanas no tenía noticias de él. –Así que has recibido el mensaje.- Nana sonrió torciendo el labio.
-Tus bufones me han bombardeado con mensajes.- El joven pelicastaño dijo de modo indiferente.
-Leonhart- El Cleric sacó una mano de la manga del brazo contrario de su túnica y la alzó en modo de saludo. –Que dicha la de verte.-
-…Hola.- El nombrado dio un vistazo disimulado a los presentes, todos parecían estar como siempre…Nada cambiaba. –Falta el Assassin.- Susurró
-Quiere hacer su entrada llamativa como siempre. Déjalo, en algún momento llegará- Agregó 84726. -¿Qué tanto estabas haciendo tú que estabas tan desaparecido?-
-No es de tu incumbencia.- El chico dio por finalizado el diálogo con el grupo, se apartó de todos pasando por un lado de Yuna con quien intercambió miradas de manera indiferente y se fue hasta un árbol en donde apoyó la espalda al tronco fuerte de este para cerrar los ojos y cruzarse de brazo.
-Es un amor.- El pelinaranja dijo con sinceridad, quien respondía al nickname de 84726, ladeó el rostro con una sonrisa infantil que hacía pensar a Yuna que no tenía el cerebro suficiente para traducir un mensaje antipático de parte de Leonhart. 84726 volvió a lo suyo con Alice. -¿En qué estábamos?-
-…- El rubio le miró con desprecio pero era imposible safarse de ese tipo. –Oye 84726… Leonhart es illusionist, ¿verdad?-
-Ahá.-
-¿Es uno de los más antiguos del grupo?-
-¿Quieres saber más de tus compañerines? Mhh.- Se acomodó el parche de su ojo. –Es uno de los más viejos de aquí, en efecto. No te recomiendo que trates pegarte a él como un parásito pues le gusta más estar en solitario ¿Qué más puedo contarte de él? Se llama Squall, su nickname ya lo sabes. Creo que no tiene familia aquí adentro como para que se le haga un gran melodrama…No sé si Yuna es su novia o alguna vez lo fue.-
-Deja de decir mentiras, mentecato.- Yuna le miró filosamente. El comentario le había incomodado, volvió la mirada hacia Squall pero este no se había inmutado en lo más mínimo.
-Ah, ahora que recuerdo bien…- 84726 se acercó a hablarle complicemente a Alice. –La verdad había otro integrante más en la guild, era muy cercano a Yuna y a Squall eran un trío que solían hacer misiones juntos todo el tiempo. Creo que ese sí era algo de Yuna, quien sabe ¡Jamás me doy cuenta de los líos amorosos, jaja! La cosa es que quizá eran una especie de triángulo amoroso.  Un día Squall y ese chico tuvieron que ir a una misión en la zona más nortina del mundo y bueno, sólo volvió Squall y desde entonces nunca ha dado una explicación sobre qué paso con el otro. ¿Era así la historia? No tengo tan buena memoria.-
-¿Quieres decir que se murió?- Preguntó en tono bajo el Thief, sorprendido por lo que escuchaba.
-No lo sé. Sólo sé que desde ese entonces la relación entre Squall y Yuna no van muy bien.-
-¿Qué están susurrando ustedes dos?- Nana los miró castigadoramente.
-Nada, nada. Hablabamos sobre un vestido que Alice quiere tener.-
-Alice, ¿Eres de ese tipo de chicos que se trasvisten?- Yuna parpadeó incrédulamente sin estar al tanto de la conversación anterior que esos dos tuvieron donde ella era una de las protagonistas. –Digo, no quiero decir que este mal pero pensé que no era tu tipo de gustos.- la pelicastaña se imaginó a Alice con algún vestido sweet lolita. –Sabes, yo sé dónde venden algunos vestidos a buen precio si es que te da vergüenza ir puedo hacer como que son para mi.-
-¡Yo no quiero un vestido!- El chico se horrorizó por la imagen que se estaba haciendo Yuna de él.
-Y le gustan los hombres.- Agregó 84726. –De hecho se me confesó hace un tiempo pero le he dicho que mi  corazón está ocupado por una misteriosa dama del pasado y  que no tenía oportunidades. Howl, ¿Qué tal le iría contigo?-
-Jaja. Parece un chico adorable pero soy un hombre dedicado al celibato.- Asintió con la cabeza, siguiéndole el juego a 84726.
-N-no me gustan los hombres.- Alice ladeó el rostro, molesto.
-…Ya te dije yo que si nos quedábamos sin dinero te usaría como explotación sexual, mejor si sirves para chicos y chicas.- Nana se sumaba a la broma grupal.
-Creo que lo están incomodando.- Yuna se compadecía del novato. ¿Cómo tratarían al par de chicas que planeaba unir al grupo? –Mejor ya déjenlo.- Miro seriamente a 84726 –Además nadie estaría enamorado de ti, inepto. Eres muy odioso para ser cierto.-
-Uh, eres tan mala...- Puso una fingida expresión de dolor.
-…- Squall se abstenía de la payasada grupal. De pronto, a un lado suyo, apareció de la nada un sujeto de cabellera blanca y ropa totalmente oscura que sólo resaltaban los metales de armadura que tenía, llevaba una especie de bozal de perro en la boca. Era el Assassin a quien estaban esperando. -No te has perdido de nada.- Susurró Squall.
-…- El peliblanco le miró de reojo antes de quitarse la mascarilla. Posteriormente se retiró el flequillo albino de cabello hacia atrás dejando ver sus ojos color rojo. –Tú…- Pronunció en tono bajo, haciendo memorias para recordarle. –Pensé que estabas muerto.-
-..Te equivocaste de sujeto.-
-Hm.- Al parecer tenía mala memoria. –Ah.- Pero luego le recordó. Se apoyó en el mismo árbol.
-Llegó Haine.- Yuna notó que Squall susurraba solo y obviamente no era del tipo de gente que habla con un amigo imaginario. Al parecer el assassin hanía llegado hace un rato y como siempre nadie se había percatado.
-Skullkall.- Nana le llamó por su nickname. El aludido la miró desde su posición. –El más desaparecido de todos. Perro insolente.-
-…- El albino gesticuló una sonrisa tosca la cual quedaba oculta detrás de la capa que le cubría el cuello y parte de la cara.
-Skullkall!- 84726 se levantó emocionado y fue a paso apresurado hacia el recién llegado al cual acosó con preguntas y molestias que el otro ya estaba acostumbrado de parte de su compañero de equipo.
-Largo.-
-¿Estas molesto porque se me olvidó acompañarte? Vamos, deberías dejarlo en el pasado.-
-¿Nunca te enseñaron disciplina en la cárcel?- El assassin apartó el rostro del otro quien lo tenía muy cerca del suyo propio.
-¿Cárcel?- Yuna alzó una ceja desconcertada.
-Que agradable es ver a todos los miembros de “spectra of the abyss” reunidos. Ahora que estamos la mayoría, ¿Qué motivo es el que existe para esta reunión?- Preguntó Howl aproximándose a la jefa de la guild.
-Pues…- Nana se inclinó y recogió una roca del suelo la cual lanzó a un riachuelo grande que se formaba entre una gran grieta en el suelo de piedra. El agua comenzó a volverse turbulenta. –
-“Nunca perturbes las almas del río”- Susurró Howl, recordando las enseñanzas del maestro que alguna vez tuvo en el juego y que ahora yacía en la angustiosa pared de agua con su nombre inscrito en ella como uno de los caídos.
-Los he reunido en pocas palabras por…- Habló claro Nana. –Barón Nashor.-
-¿B-barón Nashor?- Yuna no se lo esperaba. En ese instante el agua turbulenta se volvió más turbia y en pocos segundos un gran monstruo salió de allí, dio un grito mortífero al pronunciarse.

De color purpura, una serie de ojos azules fluorescentes, unas antenas que detectaban todo lo que se movía a su paso, y lo más notorio en el monstruo; una serie de afilados y gigantescos dientes, era la sorpresa que Nana les estaba guardando.
-Es hora de que aumentemos nuestras fortunas, experiencias y fortalezas. Acabemos con este mal nacido.- Dijo Nana aún de brazos cruzados pese al inminente peligro. Estaba emocionada por volver a la acción de verdad después de unos días de receso. Un Barón Nashor era un mosntruo gigantesco, uno de los más fuertes y por tanto su derrota traía muchas recompensas consigo.
-Un Boss..- El pelinaranja sonrió de medio lado. –Ojala que después de esto hayan muchos cigarrillos.- 
-Skullkall, Leonhart, 84726 y yo a cada punto cardinal dejando a la bestia al centro.-Dijo fuerte y claro Nana dando las instrucciones a su grupo.
-OK.- Los nombrados se pusieron a cada punto cardinal, norte para el assassin, sur para el illucionist, este para el dark knight y oeste para la sniper.
-Borgia, ubícate en esa zona rocosa donde no estés lejos ni cerca pero necesariamente lo más próximo para sanarnos.
-Entendido.- El nombrado se posicionó en el punto indicado.
-Eletania, a lo alto del peñasco donde puedas combinar las posiciones necesarias para crear tu homúnculo que luche a tu lado para dar ataques desde esa zona a la cabeza del Barón Nashor.-
-Ok.- Yuna comenzó a trepar ágilmente por el peñasco rocoso hasta llegar a la cúspide de este desde donde trabajaría ella.
-Y tú…- Nana le habló al faltante, Alice. –Ve con Eletania, pero al árbol que te señalo.- Apunta a un árbol un poco más apartado de la Biochemist. –Te quedas allí hasta que todo acabe. Más te vale no irte con el tesoro.-
-¿No atacaré a esa cosa?-
-Mocoso…Sólo serás un estorbo.-
-…-  Le molestaba que siempre le tocara el papel de quedarse escondido a esperar que todo acabara. Subió de malas ganas y se quedó en donde su líder le había indicado.
El monstruo vociferó fuertemente alertando a todos. La acción empezaba en ese mismo instante.


#
-¿Qué crees que estarán haciendo Yuna y Howl?-
-Quizá estén comprando pociones. Yuna es Biochemist y Howl es Cleric, ambos necesitan de posiciones y creo que aquí tienen buenas ventas de todo tipo de posiciones.- Starlight dio un sorbo a su limonada. Amaba las limonadas, no había nada más sagrado en ese mundo que las limonadas. Por ese día no tenía más preocupaciones que disfrutar la tarde y sonreír como niña emocionada cada vez que le daba un sorbo a su limonada –Adoro la limonada-
-Ellos han sido muy buenos con nosotras. Me pregunto si seremos aceptadas en su grupo, quizá nos hagan hacer algún tipo de prueba para tener que entrar.-
-Lo que sea será menos traumante que dormir  cerca de la basura. Pero no hablemos de deberes y compromisos.- Serah extendió las manos hacia el cielo. –Acre es maravillosa. Hoy debemos disfrutar de la libertad y tranquilidad.-
-Cierto, cierto.- Kula asintió con la cabeza. Dio un sorbo a su jugo de coco, si Starlight era fanática de las limonadas lo mismo pasaba con Kula pero con el jugo de coco.
« Last Edit: January 17, 2014, 03:56:20 PM by Kana »


Kora

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #56: December 29, 2013, 10:11:23 PM »


022minus one

La explosión había levantado una enorme nube de humo, blanca y gélida, que les erizó la piel al contacto. Trozos de lo que había sido la pared de aquella trampa mortal se esparcían alrededor de la entrada del túnel, y el crujido que provocaban bajo sus zapatos era el único sonido que se escuchaba en la estancia.

Ninguno de los cuatro se atrevía a decir una palabra, pero sus pasos eran acelerados hacia la entrada. Sobre ellos había caído un silencio pesado y denso, y todos contuvieron el aliento al asomarse al túnel donde habían librado la batalla apenas minutos atrás.

- Phaselock, ¿dónde estás?

Raiden rompió el silencio con voz grave, con el eco como única respuesta. Kora avanzó unos pasos, con las manos sobre el pecho, escapando por milímetros del agarre de Asami, quien la siguió.

- ¿Maya? ¿Maya…? – Preguntó con voz temblorosa. “Había empezado todo tan bien… no puede ser…”. – ¿Ma-?

Las palabras se quedaron atascadas en su garganta y se detuvo en seco cuando vio la mancha de sangre en el suelo. El rojo resaltaba sobre el blanco azulado, y la salpicadura se extendía un par de metros más adelante, pequeñas gotas rojas que aumentaban repentinamente en aquel charco.

- ¡¡Maya!! – Su primera reacción fue echar a correr, aún si no sabía dónde, pero Asami la sujetó de los hombros. – No… no puede ser…

Raiden avanzó hacia ellas, examinando la mancha de sangre. Chasqueó la lengua, apartando la mirada a los pocos segundos. Más adelante se encontraban los restos del Skag Alpha, atravesado por varios trozos de hielo.

- Recojamos lo que queda. – Dijo con tono seco. – Y comprobad cuánto os falta para subir de nivel.
- ¿Cómo puedes decir algo así después de lo que ha pasado? – Elizabeth fue la que se adelantó, con el ceño fruncido y los ojos vidriosos. – ¡Esto es lo que menos importa!

Agachándose para recoger lo que el boss de zona había soltado, Raiden ignoró las palabras de Elizabeth, y una vez terminó, se acercó y le tendió el botín, sin mediar una palabra. La Merchant lo apartó de un manotazo.

- ¡No lo quiero! – Se giró, cruzándose de brazos. – Después de esto… es como si tuviera la sangre de Maya.
- Habíamos venido a subir de nivel y recoger botín para la guild. – Respondió Raiden, severamente. – Phaselock tomó una decisión, y no podemos traerla de vuelta.
- Elizabeth, tiene razón. – Intervino Asami, con las manos frotando los brazos de Kora, que estaba aún temblando. – Todos perderemos una vida tarde o temprano… Maya ha tenido la desgracia de ser la primera, pero todavía tiene dos.

No obtuvieron respuesta de Elizabeth, pero al menos se agachó a recoger la piel y trozos de coraza que habían obtenido para ponerlos en el carro.

- Es mi culpa… es mi culpa otra vez… – Murmuró Kora, mordiéndose el dedo con fuerza.
- ¿Qué? ¡No! – Asami la giró, apretando las manos en sus hombros. – Las cosas se han torcido, y ya hemos comprobado que algunos enemigos son ahora mucho más fuertes.
- Si quieres apuntar con el dedo a alguien, Phaselock provocó la primera explosión.

Raiden enfundó su katana, y empezó el camino de vuelta. Pero apenas había dado unos pasos cuando Elizabeth soltó el carro, encarándose a él.

- ¡Quizá es tu culpa! ¡Eres tooodo un Samurai de tercer nivel, y sin embargo, no has podido vencer a un jefe de zona! – La Merchant puso los brazos en jarra.
- No tenía espacio para moverme aquí. – Raiden entrecerró el ojo, que soltó un destello rojo por unos segundos. – Si la entrada hubiera estado despejada, en el cruce de caminos hubiera terminado con él.
- ¡Pero no lo has hecho! ¡No culpes a Maya cuando tú no has podido hacer nada!
- ¡¡Basta!!

Asami soltó a Kora por unos momentos, poniéndose en medio de los dos.

- Creía que habíamos aprendido ya que podemos empezar una cadena de culpas, y todas terminan en estar encerrados en este juego por culpa de un psicópata. – La Blacksmith entrecerró los ojos. – Ninguno de nosotros tiene que cargar el peso de lo sucedido.

Las palabras de Asami parecieron calmar a Elizabeth, que retrocedió unos pasos. Aún con el ceño fruncido cruzó un brazo sobre su pecho.

- Tienes razón, Asami. – Se mordió el labio inferior. – Deberíamos… deberíamos volver y ver cómo está Maya.
- Vamos. – Asintió ésta en respuesta.

--


Cuando llegaron a la entrada de Sanctuary, los cuatro aún permanecían en silencio. Parecía que habían pasado días desde que salieran de la base de la guild, charlando animadamente sobre el plan para el día, sin creer que al atardecer uno de ellos habría perdido una vida.

Al entrar, se cruzaron con un grupo de Crimson Raiders. El grupo arqueó las cejas, reconociendo a aquel grupo de cinco como jugadores que se encontraban en el tercer job ya y de un nivel alto. Raiden frunció el ceño, pero Asami fue la que se acercó a la mujer con la armadura oscura.

- ¿Dónde vais, Rose? – Preguntó, extrañada.
- A investigar una cosa. – Fue la única respuesta que obtuvo de aquella mujer de rostro sereno.
- No seas tan seca, rosa nera, deberían saberlo también.

Un Asassin de acento italiano se acercó a ambas, guiñándole el ojo a Kora, aunque la falta de respuesta de ésta pareció sorprenderle por unos momentos.

- Unos jugadores han quitado una vida a un grupo de Crimson Raiders entrenando, y parecía que iban precisamente a por ellos. Vamos a ir a ver qué podemos averiguar y si se da la ocasión… – Se encogió de hombros. – Vendetta.
- ¿Habéis comprobado qué guilds nos tienen en la lista negra? – Intervino Raiden.
- Ese es el problema. – Respondió la Dark Knight. – Pudieron examinarlos con la Omnitool antes de morir, pero no formaban parte de ninguna guild.

Se quedaron en silencio unos segundos, sopesando la situación. ¿Por qué iban a atacarles unos usuarios anónimos?

- Probablemente no sea nada serio, pero tampoco podemos pasar esto por alto. – Concluyó el Assassin. – ¿Y vosotros por qué traéis esa cara tan larga?
- No queremos hablar de ello. – Intervino Raiden, secamente.
- Entonces retiro mi pregunta. – Respondió el otro, esquivando cualquier posible disputa con la misma agilidad de la que su job dependía tanto. – Nosotros nos iremos ya.

Tras una breve despedida, siguieron el camino hacia el cuartel. Las calles de Sanctuary se teñían con el color del atardecer, y varios carteles de neón empezaban a encenderse, pero no parecía alzar los ánimos de ninguno de ellos.

La puerta de acero del cuartel se abrió con un chirrido, y una ola mezcla de incomodidad y alivio los recorrió al ver a Lilith junto a Maya, ambas conversando sentadas en uno de los sillones mientras la Black Mage terminaba una poción.

- Ahí estáis. – Lilith rompió el hielo. – Ya veo que las cosas no han terminado tan bien como esperábamos.
- Maya… – Kora avanzó hacia ella. – Lo siento… si no hubiera propuesto…
- No te preocupes. – La otra sólo se encogió de hombros, sacudiendo el bote para mover las gotas que quedaban. – Todavía tengo dos vidas más… aunque no niego que me hubiera gustado perder la primera de una forma más heroica.

Maya se encogió de hombros, aparentemente tomándose todo lo sucedido con bastante pragmatismo. Su actitud chocaba con la pesadumbrez del otro grupo, aunque al menos parecía aliviar el peso sobre sus hombros.

- ¡Te sacrificaste por todos nosotros! – Kora formó un puño con las manos. – Maya, sacrificaste una vida para que ninguno de nosotros perdiera otra… eres una heroína…
- Basta, basta, vas a hacer que me sonroje. – Maya sacudió una mano. – Igualmente, tenemos noticias.

Aquel plural pareció provocar que Raiden frunciera el ceño por unos segundos, pero el resto del grupo estaba centrado en las dos mujeres como para notarlo.

- Parece que estamos en el punto de mira de alguien. – Dijo Lilith, inclinándose hacia adelante hasta apoyar los brazos en las piernas. – Un grupo de Crimson Raiders fue eliminado mientras entrenaban, y no sabemos quién puede estar detrás de ésto.
- Nos hemos encontrado con el grupo en la entrada. – Asintió Asami.
- Subir de nivel es más prioritario que nunca, y sobretodo… – La líder de los Crimson Raiders levantó un dedo. – Cualquier party tendrá que llevar un miembro de tercer job mínimo.

Las miradas de las tres chicas se clavaron sobre Raiden, que sólo suspiró al ver cómo ya habían firmado su destino. Pero las noticias parecían no terminar ahí.

- Eso nos lleva a que… – Maya los miró de reojo. – Conseguí aguantar hasta que el Skag muriera, por lo que me llevé mi parte de la experiencia.
- No parecerá mucho, pero diez segundos con trozos de hielo atravesándote el pecho y el estómago no es para reírse. – Intervino Lilith, con un tono indescifrable.
- No necesitábamos los detalles. – Replicó Raiden, entrecerrando los ojos.

Lilith sólo se encogió de hombros, y dejó que Maya continuara. Pero Kora notó como el aire se le vaciaba de los pulmones al escuchar la definición tan gráfica de lo que le había sucedido a su compañera.

“A ver… déjame pensar… sí, ya recuerdo: recuerdo como gritabas cuando te metieron una flecha en el pecho hace cuatro Guild Wars.”

Todavía recordaba la frialdad con la que aquel jugador había hablado de la muerte de Maya, aún si había sido antes del anuncio del GM. Otra vez había tenido que pasar por aquello, sola en el túnel de hielo y aguantando hasta que el enemigo muriese para poner final a aquel dolor.

Jamás se hubiera planteado si ella misma hubiera sido capaz de soportar aquello, y temía que la respuesta era un claro ‘no’.

- El caso es que a pesar del porcentaje perdido al morir, he conseguido subir el nivel necesario para convertirme en Time Mage.
- ¿Significa que volvemos a Columbia? – Preguntó Kora, mentalmente cruzando los dedos para que usaran el Warp aquella vez.

Maya negó con la cabeza, y los mechones azules le cubrieron el rostro.

- Maya vuelve a Columbia con otros Crimson Raiders. – Continuó Lilith. – Vosotros vais en otra dirección.
- Así que… – Maya se levantó, sacudiéndose el traje amarillo y negro. – Aquí es donde nos separamos. Espero que nos volvamos a encontrar pronto.


Airin

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #57: December 30, 2013, 04:08:39 PM »
~+01~


El cielo estaba tan claro que las pocas nubes que se veían en el horizonte, pequeños jirones de algodón blanco mal puestos sobre el azul brillante, parecían fuera de lugar. El viento era suave, con alguna ráfaga más fuerte que nunca llegaba a ser violenta, y la arena naranja del suelo se levantaba sin llegar a molestar la mayoría del tiempo.

Aerith había estado corriendo por ese suelo rocoso, saltando entre los escasos arbustos y piedras detrás de su pañuelo rosa, que se había escapado de su pelo después de soltarse el nudo.
Lo atrapó a duras penas justo antes de que el anuncio del Master empezara a emitirse desde su omnitool. La alegría de volver a tener su pañuelo favorito en las manos se evaporó en un instante, convirtiéndose en preocupación.

Detrás de ella, unos metros más allá, Raistlin caminaba, apoyándose en su bastón de mago, a paso lento, escuchando el mismo anuncio que había dejado en shock a su compañera. Vestía una túnica nueva, roja, con runas doradas adornando capucha y mangas, y con los bajos manchados de la tierra anaranjada por la que llevaban caminando un buen rato.

—No puede ser… —murmuró Aerith con los ojos vidriosos y el pañuelo rosa agurruñado entre sus dedos.

Su figura se movió ligeramente, parecía encogerse en sí misma y Raistlin, a dos pasos de la mujer, rodó los ojos antes de hablar con voz profunda y rasgada, que parecía manar desde el interior de su capucha.

—No es para tanto.

Aerith giró su cuerpo ciento setenta grados para encarar al mago, haciendo volar su coleta. La expresión de su cara era de reprimenda y congojo. El ver emociones negativas tan abiertamente expuestas en el rostro de Aerith hizo que Raistlin se pensara dos veces que decir o hacer a continuación.

—Desde luego, Raist —dijo ella después de recomponerse, levantando las manos para volver a atarse el pañuelo en la coleta.

Él se encogió de hombros, escondiendo una pequeña sonrisa de soslayo entre las sombras de la capucha, pero que aún así Aerith podía adivinar con facilidad.
Con Aerith más tranquila, Raistlin señaló en dirección a Prorencia con su bastón y cabeceó para añadirle énfasis a su gesto.

—Una tragedia —entonó con cierto sarcasmo sus palabras, aunque continuó con decisión—. Pero tenemos cosas que hacer, mujer.

Aerith se frotó el cuello con las dos manos y suspiró. Sacudió con suavidad su cabeza y afirmó con fuerza, con la misma decisión que su compañero.

—Cierto es —le dio la razón, recuperando su sonrisita habitual y poniéndose de puntillas durante un segundo antes de dejar caer los tacones de sus botas sobre el suelo, levantando polvo—. Y supongo que ahora más todavía que antes.

Raistlin resopló, ahogando una risa. Como siempre, Aerith tenía razón. Y como siempre, Raistlin no iba a decírselo.
« Last Edit: October 12, 2018, 04:45:47 PM by Airin »

~      H e g o a k    e b a k i    b a n i z k i o,    n e r i a    i z a n g o    z e n,    e z    z u e n    a l d e g i n g o.       ~
~      B a i n a n    h o n e l a,    e z    z e n    g e h i a g o    t x o r i a    i z a n g o,      ~
~      e t a    n i k    t x o r i a    n u e n    m a i t e.       ~


Kana

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #58: January 12, 2014, 04:09:21 PM »
# # # 0 0 8

Cuando la líder de Spectra of the Abyss dictaba una orden los miembros de la guild tenían las siguientes opciones; hacer caso omiso sea la locura que sea que a pelinegra de melena lisa, corta y negra como el ébano, se le ocurriera, o la segunda opción era directamente salir trasquilado por desobedientes. La segunda opción se aplicaba como regla sagrada a los desertores, tachados de cobardes. Muchos preferirían, de todos modos, seguir la segunda opción antes de seguirle el ritmo a la Gunslinger líder de Spectra of the Abyss, pero para ello se debía pagar un gran costo el cual significaba salir de la guild con lo puesto, y necesario pues nada de armaduras por muy ¨enchuladas¨ que las tuvieran sus dueños, por último y no menos importante merecían morir al menos una vez por ser cobardes.
 
Los miembros de Spectra of the Abyss eran conocidos como ¨Las ratas¨, apodo que se ganaban por el modo de vida que muchos llevaban en Sin City en donde era la sede (o una parte de ella) de los miembros de la guild liderada por aquella chica fanática de los cigarrillos. 
Allí estaban algunos de los integrantes del grupo reunidos nada más porque la jefa estaba aburrida de permanecer tanto tiempo en paz. Nana, sin duda, era una persona que le gustaba estar en constante pelea. La Gunslinger, ubicada en un punto tentativamente peligroso pero estratégicamente certero, se movía con agilidad cada vez que el Boss Barón Nashor atacaba en dirección a ella. la pelinegra, con movimientos increíbles, saltaba de un lado a otro y cuando el Dark Knight y el Assassin dedicaban asertivos ataques al Boss ella tomaba posición con su gran arma y le dedicaba los más finos y potentes disparos a la bestia, preferente en el pecho de este cuando se estiraba amenazante y en el rostro cada vez que daba una nueva emboscada hacia el grupo.

—Leonhart, haz clones de ti mismo para confundir a esta babosa mutante.- Ordenó Nana, con arma tremenda apoyada en el hombro descubierto, gorra de oficial  sobre su cabeza con insignia de Dios sabe qué cosa incluida en la tela, un parche de tela blanca con un dibujo en tinta roja sobre el ojo izquierdo, y su infaltable cigarrillo en la comisura de los labios.

El Illusionist  obedeció a la orden dada por Nana, concentró la suficiente energía y creo réplicas de él las cuales rápidamente se disiparon por todo el lugar confundiendo al Boss quien daba emboscadas con su monumental cabeza hacia los clones de Squall a la vez que les lanzaba de su boca llena de dientes puntiagudos una especie de ácido. El Boss por su parte, iracundo por no acertar, invocó a una gran cantidad de criaturas esclavas para que solidarizaran con él y atacaran al grupo terrenal. No significaba mucho trabajo para el Assassin, el más veloz del grupo, quien se movía cortando el viento mientras atacaba a las criaturas que eran igual de viscosas que el Barón Nashor pero de menor tamaño comparado con el Boss, obviamente. Mientras Skullkall corría en círculos alrededor del Boss para encargarse de eliminar a las criaturas esclavas conforme pasaba al lado de estas clavándole dagas, Nana aprovechaba la distracción creada por el Assassin y el Illusionist  en conjunto para dispararle al Boss en el ¨rostro¨ de este, reventando uno de los tantos ojos de tintes fosforescentes que la bestia tenía. Inmediatamente, al reventarle uno de los ojos el Boss lanzó un gemido de dolor y enfado mientras que de su ojo salpicaba más ácido.

—Ya cállate bicharraco quejumbroso.- Nana torció el labio y afinó la vista aprovechando el momento de retorcimiento del Boss para darle otro disparo certero. Esto provocó mucho más al boss el cual invocó el triple de bestias y, vengativo, se lanzó sin piedad hacia el grupo. —….Oye tú.- Entrecerró los ojos, frunciendo el ceño.
—¿Yo?- El Dark Knight observó en dirección al líder. Al entender que era a él a quien solicitaba se acercó. —¿Qué se le ofrece, jefe?-
—…. – Nana lo miró de reojo, no se le había escapado que por unos segundos, tan sólo unos segundos cortos, el pelinaranja había dejado de participar activamente en el grupo para fumar un cigarrillo. Ya vería cuando terminaran, ella misma estaba fumando pero era ELLA. Otra cosa, cualquier descuido podría significar  peligro… El Barón Nashor no era cualquier Boss, era uno de los más poderosos… Tomando en cuenta que era alto como un edificio. —Cuídame la espalda, voy a subir a esa roca para ganar altura y darle en su horrenda cara.-
—¡Ok! Te sigo.-

La Gunslinger corrió a toda velocidad hacia un montón de roqueríos el cual comenzó a escalar con agilidad, sujetando su arma del cinto que esta tenía el cual pasaba por su hombro y parte baja del brazo. 84725 la siguió al mismo ritmo pero dándole espacio a BADLUCK para que lanzara los potentes disparos hacia el Boss. Como era de esperar, el Dark Knight al voltearse se encontró con una manada de bestias siguiéndoles el paso detrás de ellos y que, ahora, se lanzaban de un salto a atacarlos. 84725, armándose de su espada conjurada, comenzó a matar a esas criaturas y asegurarse de que ninguna de esta molestara a Nana.

—Parece que se divierten.- Comentó Yuna, teniendo todas las posiciones necesarias para invocar a cuanto homúnculo fuera necesario. Acomodó las ampollas de ¨ingredientes¨ cerca de ella pero a distancia prudente. Luego recordó al Thief más allá, bajo la sombra del árbol. Le dio un vistazo disimulado, después de todo era obligación de los antiguos estar al tanto de los novatos. El rubio estaba bajo la sombra que le daba un gran árbol de roble viejo, al parecer dibujaba garabatos en la tierra con una ramita que encontró por allí. Se notaba aburrido, casi sentía lástima de que Nana no confiera en él para las misiones. —¿Quieres…?- Sería muy idiota ofrecerle algo en esos momentos si Alice no estaba gastando energías ni nada. ¨Tonta¨ se dijo mentalmente. Alice la miró de reojo y como ella no dijo nada más comprendió la incomodidad de la chica, meneó la mano indicando que le restara importancia y que, preferiblemente, le ignorara.
—Eletania, ataca su cabeza ahora.- Gritó la pelinegra para que, desde la cima de risco, Yuna le escuchara.
—¡Entendido!- Justo la líder le hablaba, en el momento preciso. Yuna invocó rápidamente unos homúnculos para que la defendieran, lanzó algunos ataques desde su posición hasta la cabeza del Barón Nashor quien se percató de la presencia de la chica. Este asomó su enorme cabeza por el borde de la roca en donde ella estaba en el peñasco y dio un bramido feroz amenazándola. En ese momento los homúnculos comenzaron a atacarle prontamente y desde abajo, el resto del grupo hacia lo suyo también.

Skullkall terminaba de sacar la daga que le clavaba en la yugular a una bestia para sacarla, entre ese sonido repulsivo y el ensangrentado excesivo que tanto le fascinaba, para clavársela a otra bestia a su espalda ni siquiera girándose sino tan sólo dar una especie de puñetazo hacia atrás pero con daga en mano para clavarla en medio de la frente de la criatura. Matando a ese monstruo, haciendo alarde de su rapidez, se enorgulleció de ver que acababa con su grupo de criaturas más rápido el resto. Entonces se dio cuenta de algo… Para golpe a su ego no era que él hubiera acabado primero que, por ejemplo, el Illusionist quien se encargaba de lanzar esferas de energía contra las bestias que le rodeaban. Más bien las criaturas alrededor del Assassin habían desaparecido. Se inclinó en el suelo y puso el dedo índice y el siguiente en el piso de adoquines quebrados, se concentró lo suficiente para darse cuenta de lo que ese temblor subterráneo significaba.
Squall por su parte también presintió que algo raro estaba pasando, tanto en el piso como…Miró por el rabillo del ojo hacia los arbustos de atrás sintiendo como la maleza se removía a su espalda.

—¡Cuidado, Squall!- Howl le gritó desde su punto advirtiéndole de lo que el Assassin presentía que pasaría. El suelo de adoquines se abrió en dos y un segundo Barón Nashor apareció en la escena.
El Illusionist saltó hacia atrás rápidamente, cayendo entre las malezas que tanta sospecha le causaba pero para cuando llegó ya no había nada extraño. De todos modos quedaba con un gusto amargo pues algo le sabía mal. Salió de allí nuevamente al centro de acción encontrándose con el Assassin en medio de los dos Barón Nashor. Squall creó rápidamente un campo de batalla alternativo para confundir al nuevo monstruo en escena y hacer que éste se centrara en él en otro lado del campo de batalla.
Dos Barón Nashor, Nana ya se había encontrado con panoramas parecidos antes por ende no era nada nuevo para ella ni de temer. Sólo le preocupaba el hecho de que quizá los de arriba hicieran alguna idiotez.
—Bien señoritas, acabemos con este circo de una vez.- Nana se puso de pie y corrió hasta el cuerpo de uno los monstruos, al que estaba atacando hasta el momento, trepó por su cuerpo viscoso llenándose las manos de baba asquerosa que ella ignoró con molestia. Detrás de ella unas cuantas criaturas esclavas del Boss salieron a su encuentro, de un tiro eliminó un par, el Assassin se encargó de dejar el resto del camino libre. Al llegar hasta su cabeza, Nana se aferró a una de las antenas del monstruo y rápidamente comenzó a darle disparos en su cabeza encargándose, de momento, reventar la mayor cantidad posible de ojos para que quedara ciego por tanto menos peligroso.
—Controlando- Indicó el Assassin, con una mano en la frente la cual aparta de un manotazo en un vulgar gesto militarizado para retirarse a matar más criaturas mínimas.

Squall creaba unas replicas más, no porque quisiera tiempo para descansar sino más bien porque algo todavía no le calzaba bien. Al mirar a Nana, en la cabeza del Boss clavando el cuchillo en los ojos del bicho mutante lo comprendió. Nana, por unos segundos casi invisibles, miró en dirección a Yuna… Ella no haría eso para ver que los pupilos estuvieran bien… Lo hacía porque también sospechaba algo.
Justo en ese momento, un movimiento de uno de los Baron Nashor distrajo tanto a Squall y a Nana de lo que sospechaban en la posición de Yuna. El Barón Nashor, el que había sido el primero en salir del centro de la tierra, desesperado por los ataques dio una gran vomitada de jugo ácido desintegrador hacia el grupo que estaba en tierra.
 
—Que…asco…- Squall frunció el ceño y torció el labio inferior en un gesto de fastidio al ver que en su brazo había caído una gran cantidad de ácido de la boca del Boss. Su brazo comenzó a emanar humo y el ácido comenzó a hacer el efecto esperado; a comer la carne y comenzar a desintegrarlo. Squall, pese a que su brazo se estaba desintegrando, no hizo ningún gesto de sufrimiento. –Borgia.-
—En un momento.- Howl, quien estaba lo suficientemente cerca de Squall para percatarse del…pequeño percanse, se aproximó hacia él con intención de curarle y de paso intercambiar algunas palabras pero lo segundo sería tan efectivo como mantener una charla fluida con el Assassin así que descartó lo segundo, desanimado. El Cleric lazó asertivamente un hechizo de regeneración sobre el brazo de Squall el cual comenzó a restablecer.
—¡¡JAJAJAJA!!- 84725  soltó una carcajada al ver como el otro había sido babeado por el Boss. —¿Has visto tu cara? ¡Debió ser nauseabundo!-
—…- Tanto Squall como Haine intercambiaron miradas cómplices al ver lo que vendría pero optaron por el silencio. Howl separó los labios para advertir pero Squall intervino. —Shh…Borgia.-
—Oh…- El rubio se alzó de hombros,  sin borrar su característica y encantadora sonrisa.
—¡Ahggg!- Al Dark Knight le  caía de lleno una gran parte de la segunda vomitada del Boss. Frunció el ceño y se quedó en silencio unos momentos, momentos sagrados. Se encogió de hombros sin hacer el menor gesto de dolor. —Ya…Howl.- Sugiriendo que hiciera su trabajo de regeneración antes de que el vómito hiciera efecto en su preciada cabellera.
—¡AH!- Los cuatro se habían distraído con el espectáculo vomitivo del que fueron testigos.
—¡Yuna!-
« Last Edit: January 12, 2014, 04:13:45 PM by Kana »


Shura

Re: neverland 1.1: you can (not) escape
« Reply #59: January 13, 2014, 09:20:49 AM »
# 16.

X

-¿¡Quién demonios eres!? -Shura intentó apartar a Dio de su lado, que sonreía satisfecho por su reacción. Aunque la chica utilizó todas sus fuerzas, era como intentar empujar una pared.
-Oh, ¿de modo que ahora si que te interesas por mi?
-¿No eres un NPC?
-Puede que lo sea… o puede que no. -Dio comenzaba a divertirse a su costa, satisfecho por comenzar a hacerla perder el control, era tan fácil adivinar lo que iba a pasar…

Desbordada por la situación, Shura intentó escabullirse. Pero los reflejos de Dio le superaban, la agarro del brazo retorciendoselo, alzando un chillido de dolor cuando la obligó a girar para encararlo.
 Atrapada contra la pared con un solo brazo del hombre, mientras los dedos de la otra mano se clavaban en su piel, introduciendose unos centímetros en la carne hasta hacerla sangrar, absorbiendo la sangre a través de los dedos.
-Hmmm, eres tan suave y cálida por dentro. -El vampiro comenzó a acercar la boca al cuello de Shura que seguía resistiéndose inútilmente, cada vez más debilitada por la pérdida de sangre. -Dejate llevar un poco más.
-¡Dejame! -Shura activo su curación para recuperar las fuerzas, apenas unos centímetros de la cara de Dio que sonreía divertido.
-Deberías guardar esos hechizos para cuando decida arrancarte la carne, sólo estamos empezando, Shura.
-... -Le superaba a todos los niveles, y en los ojos rojizo de este se reflejaban sus intenciones, era capaz de hacerlo…
-Eso esta mucho mejor.

La puerta de la habitación se abrió. Ninguno de los dos pareció escucharla, Dio se inclinó sobre la chica mordiéndole en el cuello hasta clavarle los colmillos, sorbiendo la sangre lentamente.
-Ejem… ejem… -Una tosecilla interrumpió. Pero la presencia era de un nivel tan bajo que Dio no le dedico atención.
-¿Sabes Shura? -Se separó de su cuello antes de que la chica se desmayara por la falta de sangre. -En el momento en que probe tu sangre, te has convertido en mi presa… tengo tu rastro, sabré siempre donde estas, podre encontrar…
-EJEM EJEM COF COF COF -La tosecilla pasó a convertirse en un forzado carraspeo y toses fingidas… -Aquí, mira aquí.
Era tan molesto que Dio finalmente prestó atención a la nueva presencia y llamando por fin la atención de la chica a la que el corazón le dio un vuelco de la sorpresa, avivando también su espíritu.
-¡Jojo!


-¿Sorprendidos? -El Thief estaba de brazos cruzados y pose de autosuficiencia al lado del marco de la puerta. -Shura, nos largamos de este castillo.
-Tu amigo tiene que ser ciego o no darse cuenta de la situación en la que habéis caído. -Dio se separó de la chica que aprovechó para curarse y reunirse con su compañero, que también se reunió con su compañera en un primer vistazo examinando que esta se encontraba bien.
-¿Estas bien?
-Jojo, tenemos que marcharn- antes de terminar de hablar, la puerta se cerró detrás de estos, dejándolos a ambos encerrados dentro.
-¿Ha sido él quién ha hecho eso? -Joseph parpadeó incrédulo.
-Estamos atrapados…
-Tranquila Shura… tengo un plan.
-No es el momento… -El chico se apartó de su lado avanzando lentamente hacia el vampiro que le esperaba como retándole a que diera el primer golpe.
-Jojo… ten cuidado… -Shura sentía el corazón en un puño cuando este levantó la mano en dirección al rostro de Dio… dándole un toque en la nariz con la yema del dedo y apartándose de su lado de un salto.
-¡UUUCHH!! Yooooohh!! ♥

Si en algo coincidieron Dio y Shura en aquel momento, era en no tener ni idea de que estaba haciendo aquel tipo, salvo que el primero se mostraba impasible y Shura tuvo que buscar apoyarse contra la madera para no caer al suelo, Joseph no solo había quitado toda la tensión a la situación, la había tirado directamente a la basura y prendido fuego.
-¿¡Qué estás haciendo!?
-Chica… ¿por qué tenemos que pelear? -La miró indignado por la pregunta. -No nos estamos enfrentando contra un bicho de feria: esta es una persona racional, ¿por qué no podemos ser amigos? Venga vampirito, di conmigo: Happy, joy-py, yoropi-
“¿Qué tiene Jojo en la espalda?”

Solo los había visto por un instante, unas bolas de metal unidas por un cordel, salieron disparadas como un relámpago cuando Dio había extendido la mano para atraparle del cuello, golpeándole y haciéndole retroceder por la sorpresa.
-¿Qué ha sido eso? -Dio pareció bufar cada palabra, JoJo sonreía con satisfacción.
-¿Quieres verlo? ¿De verdad quieres verlas? -De su mano dejó caer su arma, sostenida aun en su mano por el duro hilo que unía, las bolas de metal chocaron entre ellas, eran bolas crakeadoras de metal con una J pintada en cada una de ellas. -Clackers balls… nadie podrá echarme en cara que ya no tengo un arma: ¡he encontrado mis bolas! ¡Y aún queda lo mejor!

De la otra mano dejó caer otro par de bolas, comenzando a hacerlas girar sin control a su alrededor hasta que Shura se apartó de este prudentemente.
-¡Cuatro pares de bolas! Tan duras, precisas y vigorosas que pueden acabar con lo que se le ponga por delante, tan sorprendentes como yo, tan… -una de las bolas se descontroló y acabó golpeándole en la coronilla produciendo ese sonido seco tan característico, que te hace encogerte ante el dolor ajeno. -¡OH NO!
-¡JOJO! ¡Ten cuidado! -Shura intentó adelantarse para apartar a su compañero cuando el vampiro se fue a abalanzar sobre ellos… pero JoJo había estado esperando que este se acercase…
Hizo girar las bolas en el aire, tocando una de las antorchas prendiéndose fuego, la precisión del Thief provocó que las bolas ardiendo impactasen en la cara de Dio, que se alejo de ellos cubriéndose el rostro.
-WRRYYYYYY!!!
-In-increíble… -Shura sintió una punzada de admiración hacia su compañero, ahora solo les quedaba salir de aquel lugar.
-¿Qué vampirito? ¿Cómo se sienten mis bolas calientes en tu cara? -Las bolas regresaron a él como un boomerang, con un par de giros hizo que las llamas se extinguieron.
-...JoJo… no te imaginas lo mal que… da igual, déjalo. -El aludido la miró de refilón dibujando una media sonrisa.

-Tu… -Dio le señaló con un dedo tembloroso. -¿¡Como te has atrevido a estropear mi cara!? -Descubriéndose el rostro, los rasgos vampíricos estaban marcados como si se hubieran mantenido ocultos bajo el perfecto rostro, ahora los pómulos hundidos revelaban los colmillos amenazantes, los ojos rojos brillaban revelando el rostro pálido casi cetrino del vampiro. El instinto asesino de este les alcanzó haciendo que un escalofrío les recorriera por el cuerpo. 
-Esto se pone feo…
-¿No tenemos posibilidades frente a alguien de su nivel, verdad?
-Exacto. -JoJo pensaba a toda velocidad, procurando retroceder para mantener la distancia con el vampiro.
-¿Vamos a perder nuestra primera vida? -Shura torció una sonrisa que intentaba ser sarcástica.
-Me parecería bien, prácticamente llegamos al juego al mismo tiempo, estaría bien marcharnos a la vez.
Shura sonrió y JoJo la correspondió sonriendo también, quizás fuera por estar rozando la muerte, pero se sentían muy cercanos el uno al otro.
Prácticamente resignándose, Shura añadió:
-Entonces, ¿no nos queda ningún truco?
-¿Un truco…? -JoJo miró hacía el balcón… y ya que iban a morir de todas formas, valía la pena intentarlo. -¡Confía en mi!
“Noooooo!!!” Adivinando sus intenciones, Shura se bloqueo de tal modo que aquella simple palabra no llegó a salir de su boca. La agarro de la muñeca arrastrándola con él en una alocada carrera hacia el balcón…arrojó las bolas contra la cadena que estaba unida a la pared, la pieza saltó haciendo que la cadena restallase como un látigo, un instante antes de que ascendiera por el peso de la lámpara que sostenía, JoJo la agarro, saltando por el balcón.
-¡AGÁRRATE A MIS BOLAS SHURA!
-¡¡¡Eso suena fataAAAAAAAHH!!!
-¡No escapareis! -Antes de que Dio pudiera darles alcancé, la lámpara chocó contra el techo, el golpe debió romper el gancho que la sostenía, con un sonido de hierros retorciéndose, la pesada lámpara comenzó a caer por poco no alcanzando al vampiro. Con un juramento velado este se acercó al balcón viendo a ambos colgados al otro extremo, aún demasiado lejos del suelo para sobrevivir a la caída.

-¡Maldición! ¿Cómo la ha esquivado? -JoJo estaba seguro de que el vampiro resultaría aplastado por la lámpara.
-¡Se acabaron los trucos! -Dio cortó la cadena y ambos cayeron hacia el vacío del acantilado…