Toma flashback de los nenes
Les habían avisado, casi mes y medio atrás, un murmuro quedo de un joven flacucho y de rostro demacrado. Unos ojos que habían visto más de lo que la mente humana pudiera soportar, dejándolo vacío y poco más que un cadáver andante, sombra decadente de lo que una vez había sido un hombre. Mirando a un punto indefinido en el horizonte, había emitido su profecía, y como si nunca hubiera existido, se perdió entre la multitud sin que nadie lo volviera a ver. Todos lo habían oído, pero pocos habían escuchado.
“Se acercan los finales.”
Habían sido niños de la primavera, viviendo la vida bajo el sol y la luna como hermanos y amantes; su espíritu era demasiado joven como para creer que existieran otros que conocieran el mundo mejor que ellos, y los presagios de sus mayores sólo eran exagerada retórica diseñada para subyugarlos. Sin embargo, el mayor enemigo de la humanidad, el inexorable paso del tiempo, acechaba. Paciente y metódico, había dejado que las horas se convirtieran en días, y los días en semanas, hasta que su sombra se alargó tanto que ya no podían ignorarlo.
Y entonces, fue entonces y sólo entonces, cuando se dieron cuenta de que debían haber escuchado.
-Pero ya es tarde, hermanos míos, pues La Larga Noche ha llegado. Y con ella, la oscuridad, el hambre, el frío… Disfrutemos de estos momentos de paz, pues aunque esté cercano, no sabemos el momento exacto en el que llegará nuestro fin. Cada minuto es una bend-¡Ay!
Dante recibió un cojinazo en pleno rostro que le hizo perder su postura mística, sentado en el sofá con la barbilla apoyada en sus manos entrelazadas y encorvado. Neko no se molestó en recoger el cojín del suelo, recostada en el reposabrazos como un gato.
-Que sí, pesao. Ya sabemos que los finales empiezan mañana y que vais a suspender. -Bufó Neko, colocándose bocarriba y cruzando los brazos detrás de su cabeza.- A mí no me liéis. Que yo tengo memoria fotográfica y sólo he venido a ayudaros.
-Podríamos al menos afrontarlo con un poco más de ánimo, ¿no? -Shura levantó la mirada hacia Neko. Se había esforzado lo suficiente aquella noche como para permitirse un poco de optimismo.
- Pero es cierto. -Suspiró Yuri.- Esta ha sido nuestra última cena.
-¿Sigue siendo cena si es a las cuatro de la madrugada? -Kora, quien normalmente trataba de cuidar su apariencia frente a los demás, había abandonado su humanidad y habló mientras masticaba el trozo de pizza que todavía estaba unido a su pieza por unos hilillos de queso derretido.
-Ya hemos cenado. -A su lado, Prince tecleaba en su móvil.- No puedes volver a cenar otra en el mismo día.
-¿Ah, sí? - Yuri, apoyado en el suelo con un brazo, apuntó con un trozo de pizza a Prince. -Hemos cenado a las diez de la noche, pero ya estamos en la madrugada. Es obvio que ya no estamos en el mismo día.
-¿Y? -Prince levantó la vista de la pantalla de móvil.- Igualmente eso significa que esta es nuestra primera comida del día. Estamos desayunando.
-Ahí te tiene, osito de chocolate. -Dante se levantó por fin del suelo tras el ataque de Neko.- Clásico Prince, siempre con una respuesta para todo… ¿me dejas sentarme a tu lado en el examen de-
-No. -La simple respuesta de Prince provocó una mueca de horror en Dante, que lo señaló acusadoramente mientras murmuraba “traidor”.
-¡Un momento! -Ignorando el feudo, Kora se arrastró sobre la alfombra hasta ponerse al lado de Yuri.- Todo el mundo sabe que el día siguiente no empieza hasta que te despiertas.
-Vamos a hacer cualquier cosa menos estudiar, ¿no? -Suspiró Shura.
-Es dos contra dos, Prince. -Éste levantó una ceja ante las palabras de Yuri.- Shura, menos juzgar y más desempatar.
A esas alturas, nadie contaba con que Neko participara en la discusión. De hecho, la chica se había envuelto en unas sábanas ligeras, y el iPod a todo volumen, habiendo hasta cerrado los ojos. Dormida (o más probablemente ignorándolos) como estaba, su rostro tenía una expresión hasta pacífica. Si iba a volver con ellos en algún momento, no estaba claro.
(Neko, tienes que continuar… es tu destino…)
-¿Eh? -Shura había aprovechado el descanso para leer scans de manga en el portátil. Tenía que ponerse al día, y mejor hacerlo antes de que empezara la Noche Osc-- genial, ahora ella también lo pensaba.- ¿Qué pasa?
-¿De verdad importa? -Prince puso los ojos en blanco, guardando el móvil en el bolsillo.- Es sólo pizza.
-¡Sólo pizza! ¡¡Sólo pizza!! -Dante se puso de rodillas, llevándose las manos a la cabeza, había un límite sobre cuánto podía aguantar un sólo hombre y el vaso se le había colmado ya tiempo atrás.- Mira, Prince, puedes renegar de tus ancestros esmarthianos todo lo que quieras-
-No tengo ancestros esmarthianos.
--pero nunca, nunca, permitiré que la pizza sea insultada. ¡No bajo mi techo!
-Oye, esta no es tu casa. -Le recordó Kora.
Dante sólo se dejó caer en el suelo teatralmente, quedando de espaldas y dejando en silencio al resto del grupo de estudio. Cuando pasaron unos segundos sin que nadie dijera nada, soltó un suspiro dramático. Había sido una mañana, tarde y noche intensas, parando sólo para comer en diez minutos cuando la alarma del móvil les recordaba que tenían que alimentarse. Pero eventualmente sus mentes habían dado de sí, y en la madrugada, dado que no podían dormir por haber convertido su sangre en un brebaje de café y Monster, un descanso de tiempo indefinido hasta que se les aclarasen las ideas (o se desmayaran) parecía la mejor solución.
La pizza había sido sugerencia/obligación de Dante.
-Oh, ¿alguien se va a comer el último trozo?
En un instante, todos los ojos se posaron sobre el último trozo de pizza, como aves de presa que acababan de detectar el movimiento de un ratoncillo.