Author Topic: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back  (Read 246871 times)


Sayi

No dudes, no sientan que abusan XD Escriban ESCRIBAN HASTA EL AMANECEEERRR


Episode 4 — She said, 'Don't make others suffer for your Rizembool hatred.' -??-

Deidara optó por retrasar su encuentro con Miranda, por lo que Sayi decidió ir por su cuenta hacia la administración de la universidad. Tras asegurarle a su amiga que podía comunicarse con ella cuando quisiera, la pelirrosa dejó a Deidara pasear tranquila por Hanasaki.

En cuestión de minutos Sayi llegó a las oficinas, y apenas cruzar la entrada fue el nervioso Ritsu Sohma quien le dio la bienvenida. Era evidente que el secretario sabía a qué se debía su presencia, pues la pelirrosa fue llevada directamente hacia las escaleras y guiada hasta llegar a la oficina de Miranda Lot.

En la sala de espera no había nadie, por lo que Sayi se acercó a la puerta y tocó un par de veces. La directora le pidió que entrara, y la ex HiME respiró hondamente antes de abrirse paso dentro en su despacho.

Al ver de quién se trataba, Miranda dejó la carpeta que leía con las demás y juntó ambas manos. Entonces le esbozó una sonrisa escueta.

“Por favor toma asiento”

La pelirrosa le devolvió el gesto y caminó hasta sentarse frente a la mujer. Pese a aún tener la sonrisa colgando en sus labios, Sayi no quería aceptar que se había sentido algo insegura el momento que entró a la oficina de la directora.

En las paredes del despacho colgaban fotos de ex HiMEs y estudiantes apenas tres años atrás. Sayi se reconoció en un par de ellas, junto a Deidara y otras chicas que no había visto hace tiempo. La pelirrosa se preguntó si alguna de ellas re aparecería para responderle a Miranda… pero su divagación terminó cuando sus ojos se encontraron con la Taikoubou en una de las fotografías.

“¿Han sido muchas las que han decidido ser HiMEs?”
“Unas pocas” respondió Miranda sin esconder su desencanto “Menos de las que me hubiera gustado. Voy a depender mucho en las nuevas reclutas”
“Ya veo”
“¿Has sabido de alguna de las ex HiMEs?” le preguntó la directora.
“No” Sayi no estaba segura de Deidara, por lo que prefirió no ilusionar a la pelinegra “Pero puedes contar conmigo. Ya decidí volver a ser una HiME”

La directora nunca fue una mujer efusiva, pero aún con esa sonrisa sobria, la pelirrosa sabía que era un alivio para Miranda contar con una HiME más.

“Gracias, Sayi. De parte mía y de Hanasaki, por supuesto” dijo, poniéndose de pie y caminando hacia el grupo de cuadros en la pared “He tenido ex HiMEs interesadas, pero casi todas han necesitado contemplarlo más después de hablar conmigo. Incluso hubo una cuyo abogado vino en su lugar”
“¿Abogado?”
“Buscaba beneficios. Seguro de vida, con extensión a familiares, seguro de salud, seguro oncológico, plan dental, beca de alimentación… incluso se vino con un par de pedidos extraños como chocolates y helado de sandía de Pinkberry”
“Ah-h… ya veo”

Sayi se arrepentía de haber entrado en el papel de la HiME guadalupana sin antes haber pensado en sus opciones. ¡Por supuesto que la beca HiME no era suficiente! ¡Hubiera aprovechado para sacar siquiera un par de cosas! La pelirrosa estaba segura que esto del abogado era obra y gracia de Suiseiseki, y pensó en pedirle que le prestara a su abogado un momento… pero ya era muy tarde: Ya había dicho que si, y perdería toda la confianza de Miranda si se retractaba por un Pinkberry.

Además, a esta hora lo más probable era que Sui se encontrara demasiado ocupada en su clase de Clarividencia con Chía Hidropónica como para contestarle.

“…Habrán varios beneficios para las estudiantes que acepten volverse HiMEs, claro está” Miranda parecía tener un presentimiento del huracán de ideas que había corrido por la cabeza de la pelirrosa “Estamos trabajando en eso”
“Bueno…” No tenía de otra. Sayi tendría que trabajar con los detalles jurídicos más adelante “Entonces… ¿aún tengo que dar mi examen de iniciación y eso?”
“Así es” Miranda continuaba observando las fotos adornando su pared “Me tendrás que dar un par de horas para arreglar eso, yo te llamaré cuando este listo”
“Y apenas supere la prueba estaré en peligro de un ataque Rebel, ¿cierto?”
“Podemos buscar información sobre tu ex Rebel si gustas”
Sayi sonrió satisfecha “No es necesario. El me dijo que no volverá a participar en esto”

Aquello sorprendió a la directora. Miranda se olvidó de las fotografías y se giró hacia la joven.

“¿Hablaste con tu Rebel?”
“Hemos sido… ¿amigos? Bueno, más como conocidos amistosos luego de terminado todo hace tres años. Me ha ayudado mucho a superar todo lo que sucedió”
“Ya veo…” Miranda parecía insegura, pero no era la primera HiME que se llevaba bien con su Rebel. Aunque, si no mal recordaba, la pelirrosa había terminado en coma unas tres semanas tras una de sus peleas “Sabes que igual te asignarán un nuevo Rebel, ¿verdad?”
“Lo sé, Soujirou me dijo lo mismo. Pero luego de retomar mi entrenamiento no debería estar tan indefensa como hace cuatro años”
Miranda asintió complacida “Me alegra que estés tan preparada. ¿Qué dijo tu Key?”
“Bien, todo bien. Nohehabladoconéltho”
“¿Has hablado con tu Rebel pero no con tu Key?”
La pelirrosa puso los ojos en blanco “No quiero decirle. No espero que deje sus estudios en Beijing por esto”
“Entiendo, pero déjame decirte algo importante”

La expresión de Sayi hacía evidente que la joven no buscaba consejo, pero Miranda consideró necesario aclarar un detalle.

“No importa si tu Key no te apoya, o si nos vamos a un escenario más dramático: No importa si tu Key no te quiere” Sayi afiló sus labios “Al final del día, el ‘poder’ que te da el Key no es más que lo que tu sientes por él”
“¿A qué te refieres?”
“Me refiero a que al rol que cumple el Key es ser la persona que más quieres, y esas ganas de proteger y luchar por protegerlo, o aunque sea sobrevivir por él, es lo que se manifiesta como la amplificación de tus poderes, incluyendo al Child” Miranda caminó hasta su escritorio y volvió a tomar asiento “El Key no tiene poderes, su único papel es hacer que tu ames y por ende luches con más fuerzas por lo que quieres. Por eso, no importa si te corresponde o no”
“Miranda, ¿me estás diciendo que ame aunque me duela?”
“…No, pero intento aclararte que no es de vida o muerte que este contigo” explicó la directora “Ayuda cuando el Key te corresponde, pues así el afecto es recíproco y ello es muy reconfortante para la HiME, como para cualquier persona claro está”
“…”
Miranda tosió algo incómoda “No es obligatorio tener al Key de tu lado para que te ayude pues en el fondo depende de ti, a eso es a lo que voy” y entonces agregó “Pero antes que todo esto, no te olvides que el Key es una persona que se preocupa por ti, y deberías pensarlo antes de ocultarle información que pueda atentar a tu bienestar, o quizás hacerle sentir culpable de alguna manera”

Sayi asintió y se puso de pie en un brinco. Miranda se sorprendió por el exabrupto de su estudiante, pero no comentó al respecto.

“Bueno…” la pelirrosa retiró su teléfono y miró el reloj “Dijiste que me avisarías para dar el examen, ¿cierto?”
“Así es. Yo te informaré del lugar cuando esté listo” Miranda abrió su laptop y empezó a buscar algo en ella “Dame un par de horas como mucho”
“Estaré a la espera” respondió la HiME, poniéndose de pie y caminando fuera del despacho.

La pelirrosa cruzó la entrada pero se detuvo antes de cerrar la puerta tras ella. Observó a Miranda ocuparse en sus quehaceres hasta que la directora se percató que la joven seguía ahí.

Sayi sonrió apenada antes de despedirse.

“Gracias, Miranda”


Ese estudio no iba a tener clases en toda la mañana, por lo que la pequeña decidió aprovechar el vacío en el horario para instalar sus materiales en un rincón. Su canvas estaba apenas boceteado, por lo que tenía mucho para entretenerse. La rubia tomó asiento en el suelo y comenzó a preparar sus óleos, mientras se recordaba a si misma que esta era la cuarta de diez piezas que tenía que terminar antes del fin de semana.

El tiempo apremiaba y Hagumi sabía que no tenía tiempo que perder… pero, aún así, sus ojos escanearon la pantalla de su teléfono para confirmar que esta seguía tan vacía como siempre.

No tenía nada de que preocuparse. El aviso había ido y venido, y ella…

El golpeteo en su hombro la tomó desprevenida. Hagumi dejó ir un grito de sorpresa, pero cuando se retiró los audífonos fue una voz familiar la que llegó a sus oídos.

“¡Así que aquí estabas Hagu!” la rubia se giró y reconoció a la pelirrosa “Te estuve buscando por todas las salas”

Hagumi y Sayi estudiaban en la misma facultad, por lo que solían verse con frecuencia a lo largo del día. Aún así, ello no evitaba que siempre se saludaran afectuosamente, pues era mucho lo que habían pasado juntas desde sus días en el instituto de Hanasaki. Hagumi era mayor por dos años y ya estaba por graduarse y aplicar a un post-grado pero, quizás por su apariencia delicada y carácter tímido, la rubia recaía en Sayi como si se tratara de su hermana mayor.

Y, así como la pelirrosa, Hagumi también había sido una HiME tres años atrás.

“¿No tienes clases hoy?” le preguntó la pequeña “¿Quieres ir a almorzar conmigo?”
“Me gustaría, pero eso dependerá de Miranda”

La sonrisa de su amiga se borró y entonces Sayi se sentó a su costado.

“Supongo que Miranda también te llamó, ¿cierto?”
“Sí… pero le dije que no quería volver a ser una HiME” respondió en un hilo de voz, y entonces se atrevió a preguntar “¿Y a ti?”
“También, y hace un momento le dije que sí. Por eso depende en que tan rápido pueda dar la prueba para almorzar contigo”
“Debí imaginarlo… siempre fuiste muy valiente”
Sayi rió “No soy valiente, a decir verdad”
“¿Entonces por qué?” le preguntó la rubia “¿Por qué quieres volver a ser una HiME?”

Hagumi miraba a Sayi preocupada, y a juzgar por la intensidad de su mirada, quizás un poco molesta. La pelirrosa no quería tener que contarle las mil y una razones, o mejor dicho excusas, pues a final de cuentas la verdad era que quería volver a ser una HiME.

Así que Sayi puso una mano en la cabeza de su amiga y sonrió rendida.

“Porque quiero ser HiME de nuevo” le respondió, y la rubia bajó la mirada.
“Entonces si eres valiente…”
“No, me muero de miedo a decir verdad” dijo “Por eso vine a verte”
Hagumi no entendió aquello “¿Por qué dices eso?”
“Porque cuando éramos HiMEs siempre sentía que debía cuidarte, aunque al final creo que no lo hice tan bien, lo siento” rió la pelirrosa “Pero la manera en la que siempre recaías en mi, como si fuera fuerte, creo que necesitaba recordar cómo se sentía eso antes de dar la prueba”
“Lo siento, Sayi…” murmuró la rubia.

Hagumi sintió lágrimas asomarse y las limpió rápidamente con una mano. Sayi la abrazó y le dio un rápido beso en la cabeza. Su amiga era muy sensible y delicada como para volver a tomar las armas. Incluso su Rebel terminó siendo un amigo muy querido, cosa que terminó por aterrar para ella todo recuerdo que tuviera que ver con su época como HiME.

Pero conocía a Hagumi, y sabía que aún muerta de miedo ella sería capaz de dar ese examen y empezar todo de nuevo. La pequeña tenía un corazón enorme y, de ser necesario, no dudaría en ponerse en la línea del fuego si veía que alguien necesitaba su ayuda.

Quizás había sido reafirmante para Sayi el venir a visitarla, pero aparentemente no lo había sido para su amiga. Y la pelirrosa sentía que tenía que remediar eso.

“No te disculpes, Hagu. Esta vez las cosas son diferentes” le explicó Sayi “Si no eres HiME, no tendré que preocuparme por ti, y así me concentraré en entrenar para ser fuerte por mi cuenta”
“¿No necesitan más HiMEs? Me siento algo mal, seguir estudiando aquí sin ayudar”
“Me aseguraré de hacerme tan fuerte para pelear por ambas, ¿sí?” le aseguró la pelirrosa “Tu ya ayudaste bastante, y ni Miranda ni nadie puede hacerte sentir culpable por tener otros planes. Volver a ser HiME te tendría preocupada a ti, a tu tío, a mí, y también a Holden, claro”
Hagu tensó los labios al escuchar el nombre de su amigo y ex Rebel “El ya no tiene nada que ver con Rizembool. Me lo dijo hace mucho”
“Exacto” Sayi le sonrió a la pequeña “Hagu, no te había visto tan feliz desde hace mucho tiempo. No quiero que hagas nada que te vuelva a preocupar así”

La pequeña alzó la mirada y observó su lienzo sin pintar frente a ella. Era cierto, tenía muchos proyectos en mente, y volver a pelear sería poner todo su trabajo en la cuerda floja. Hagumi aún no entendía por qué Sayi quería volver a ser HiME, pero si era lo que su amiga había decidido no le quedaba de otra más que estar ahí para ella.

“Si necesitas alguna cosa…”
“¡Te vendré a molestar por supuesto!” y dicho esto la pelirrosa tiró de las mejillas de la pequeña “Todo va a estar bien Hagu”
“Eso espero” le respondió su amiga, ya mucho más animada “¿Qué te dijo Taikoubou de todo esto?”
“Eh…”

Pero en ese momento el celular de la pelirrosa empezó a sonar.
Sayi revisó la alerta, y a Hagumi le bastó con observar la expresión de su amiga para saber lo que estaba por venir.
« Last Edit: August 13, 2017, 01:28:40 PM by Sayi »

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Oh, dream maker, you heart breaker
Wherever you're goin', I'm goin' your way


Cho

Hello there, vengo con otro. Y espero ver a más gente escribir pronto también~

4


Llevaba mucho tiempo caminando por la universidad sin rumbo alguno, y no veía cuándo terminaría. Roxas no estaba nada contento por la forma en la que el asunto HiME se había desarrollado. Él recordó los momentos de tensión y peligro, cómo Osaka fue dada por muerta antes de la batalla final y cómo Cho terminó pasando por varios peligros mortales en muchas ocasiones, pero ambas se comprometieron a hablar con Miranda e involucrarse tan sólo un par de minutos después de recibir el llamado.

No podía comprenderles. Miranda le dijo que como un exKnight, él podría darse una idea de cuán comprometedor era el ser HiME, pero no fue así. Roxas sí aceptaría serlo si es que fuera posible y la vida de una de sus parientes ya estuviera en riesgo, pero de estar en el lugar de una HiME que se lanza a pelear sin motivo alguno, lo rechazaría. Cho y Osaka debían de recordar mejor que nadie cuán traumático había sido.

Él se detuvo en una banca cerca de una zona de puestos de comida en la universidad, para descansar más su mente que sus piernas de tanto caminar, pero simplemente no paraba de saturar su cabeza de pensamientos agobiantes y pesimistas. Tenía miedo de volver a pasar por la misma pesadilla y de no ser capaz de evitarlo. En más de una ocasión, había pensado en lo afortunados que habían sido de sobrevivir la batalla final, y no quería poner a prueba su suerte.

Revisó su celular y vio que Osaka le había enviado un mensaje, preocupada por él. Al verlo, Roxas se apenó por haberse marchado sin decir una palabra. Era normal en él actuar bajo sus impulsos cuando se ofuscaba, y ya comenzaba a sentirse un poco culpable. Cho no le había enviado nada, pero conociéndole, sabía que no lo iba a hacer. Tendrían que hablar frente a frente más tarde.

La pausa en su ruta no le ayudó en mucho, y se levantó para continuar con su andar y buscar algo en qué distraerse, pero no dio muchos pasos antes de encontrarse con alguien conocido, justo la persona que no había querido ver.


“…” Tomaj alzó una ceja al notar cómo el rubio le miró con recelo. Siempre había pensado que ese chico tenía varios de los defectos de Sora amplificados, y al verle molesto con él por quién sabe qué motivo, decidió que no se quedaría para siquiera concederle un saludo. Se abrió a un costado. “Con permiso…”
“¿Es verdad?” preguntó Roxas, impidiendo que se marchara. “¿Es verdad que los Rebels han regresado?”
“Hm, eso he oído,” el pelimarrón se encogió de hombros. Conque eso era. “Pero ya no soy Rebel, así que no me concierne.”
“¿Entonces qué haces aquí?”
“Oh, no me había dado cuenta que Hanasaki discriminaba a todos los ajenos a su cuerpo estudiantil. Vine a visitar a mis amigos, nada más. No tengo por qué explicarme,” su respuesta sólo causó más tensión en Roxas, por lo cual pudo adivinar qué estaba ocurriendo. “Tus parientes fueron invocadas por Miranda, y seguramente quieren volver a ser HiMEs, ¿no es así?”
“…” Roxas bajó su mirada.
“Mi HiME no piensa regresar, ¿cierto?”
“N-no…” Roxas negó, con leve aprehensión. No le había gustado cómo el otro se refirió a su prima de aquel modo. “Ella está en el extranjero en pleno tratamiento…”
“Bien, que se quede así…” Tomaj parecía satisfecho con esa afirmación. “Eso es realmente lo que más me interesaba del asunto.”
“Debes estar bromeando…” comprimió sus puños. “Miranda acaba de contactar a todas las exHiMEs para que regresen, ¿y dices que no te interesa? ¿Acaso no te importa que Cho y Osaka hayan pensado en volver a ser HiMEs?”
“Pequeño…” el exRebel negó repetidamente, con leve frustración. “Esto es asunto de las dos. Si ellas quieren volver a participar, es su problema. Lo mismo va con mi HiME y con cualquier otra HiME.”
“Pero acabas de decir…”
“¿Crees que pregunté por mi HiME porque me preocupo por ella? Se ve que no me conoces,” Tomaj sonrió con ironía. Pudo ver cómo acababa de hacer al otro molestarse aun más, pero en verdad no le importaba. “Sólo me alegro de no tener que volverla a ver aún. Nunca me cayó bien, y puedo decir lo mismo de ti. Así que con permiso.”
“Un momento…” Roxas le volvió a detener. Esta vez, el mayor se concedió un par de pasos antes de rendirse a oírle.
“¿Qué quieres ahora?” sentía que le estaba haciendo un favor por hacerle tanto caso. Esta vez, pudo ver cómo el rubio se notaba menos molesto y más frustrado, y desesperado.
“Como un exRebel… ¿cómo calificarías a mi hermana como HiME?”
“¿Ehh?” el pelimarrón no había esperado esa pregunta, y luego de darse un facepalm no se ahorró las ganas de reírse con burla. “Hahaha, ¿en serio me preguntas eso?”
“¡Sólo contéstame!”
“Ella tuvo suerte,” terminó por contestar, y con más certeza y rapidez de la que Roxas había esperado. “Para serte sincero, de no ser porque recibió la ayuda de un Knight extremadamente fuerte, no habría llegado tan lejos. No tengo nada en contra de tu hermana, pero siempre le faltó fuerza, convicción, y ni siquiera tenía el potencial mágico de una HiME promedio. Creo que ni conocí a su Child,” se encogió de hombros y sonrió con indiferencia. “Pero supongo ella está condenada a ser así por todo el apoyo incondicional que le estás dando, ¿verdad?”
“…” Roxas se quedó en blanco.
“Pero ni mis palabras ni tus preocupaciones importan. Conozco el tipo de persona que Cho es, y será una HiME sin importar qué ocurra,” Tomaj no inmutó su sonrisa, restando importancia a la situación.

Ellos dos se habían conocido en lados opuestos del asunto, con Roxas siendo el primo de la HiME y Tomaj el Rebel, y desde un altercado entre los dos, nunca se habían llevado bien. Ni en esos tres años se habían mantenido en contacto, y Roxas siempre se mostró escéptico de permitir a Cho y Osaka tratar con él como si nada hubiera pasado. Para Roxas, haberse encontrado a Tomaj en medio del dilema de las HiMEs fue otra dura realización que el pasado había regresado, y también se incomodó al notar cómo el exRebel trató la situación con su clásica indiferencia. De nuevo pudo observar esa chispa en sus ojos que siempre portó cuando peleaba contra su prima menor.

En ese instante, una tercera persona se unió a la conversación…


“Ah, así que los rumores de HiMEs son reales…” dijo ese individuo.
“¿Eh?” Roxas se extrañó por la intrusión de aquella persona. Era un chico alto, de cabellos blancos alocados, y una tez pálida y enfermiza. Sin embargo, portaba una tranquila y amigable sonrisa que le hacía verse con cierta torpeza.
“Disculpen, pero no pude evitar oírles. Varias personas susurran de chicas siendo HiMEs por aquí. Suena a un trabajo peligroso,” observó el chico, con leve desorientación. “No sé por qué, pero siento que me he perdido de algo.”
“Pues…” el rubio se quedó sin palabras, sin saber qué responderle. Notó cómo Tomaj miraba al recién llegado como un bicho raro, pero sin interés de resolver sus dudas. Roxas dio un suspiro y decidió entablar la conversación. “No sé si debamos hablar en voz alta de esto, pero si eres un estudiante de Hanasaki, supongo que no hay problema.”
“Oh, en verdad no soy de Hanasaki.”
“¿Qué?”
“Vine a visitar, y supongo esta universidad no discrimina a todos los ajenos a su cuerpo estudiantil. Además, tienen muy buenos restaurantes,” el peliblanco sonrió.
“…” Tomaj dio un suspiro. Se molestó un poco al notar cómo le había copiado sus palabras. “¿Cuánto nos has espiado, stalker?”
“No seas tan duro con él,” dijo Roxas. Volvió a dirigirse al extraño. “Perdón, pero no creo que debería hablar de esto con un extraño.”
“Hm, comprendo,” el visitante asintió y bajó su mirada algo apenado. “Lamento mucho la molestia, es sólo que he visto a varios incómodos con el asunto, y quería ver si podía entender qué era lo que ocurría. Estoy muy consciente de mis limitaciones y que no puedo hacer mucho, pero me gustaría al menos estar ahí por otras personas.”
“Eh…” Roxas ladeó la cabeza, confundido. Esas palabras le parecieron muy extrañas, pero aquella persona se veía honesta y comprensiva. Desvió su mirada. “Pues, sí es un tema muy complejo, e incómodo…”
“Pude oír que estás preocupado por tu hermana. Espero que no tengan muchos problemas por esto…”
“Okay,” Tomaj alzó su voz, cortando con la conversación y llamando la atención de los dos. Se veía sumamente frustrado por algún motivo. “Si me disculpan, tengo que irme, así que con permiso.”

Él no esperó ninguna objeción y se marchó, perdiéndose entre la multitud. No se notaba interesado en quedarse más tiempo.


“¿Acaso le habré incomodado?” el visitante se confundió y sonrió decepcionado. “Creo que no sé cuáles son mis límites con otros, lamento interrumpirles.”
“No te preocupes por él,” Roxas negó. De todos modos, ya no tenía más que decirle al exRebel. “Y descuida. Sí estoy un poco preocupado por asuntos familiares, pero es algo que tendré que tratarlo con mi hermana más tarde. No es por despreciar su ayuda, pero es personal.”
“Entiendo, está bien,” el peliblanco levantó su mirada al cielo, sonriendo tranquilamente.
“…” Roxas frunció el ceño, confundido. Hubo un incómodo silencio y no sabía qué decirle a esa rara persona para cerrar la conversación. Parecía que este no había terminado de hablarle.
“Si es algo tan serio, creo que lo más importante es que le dejes saber a tu hermana cuánto te preocupas por ella…”
“¿P-perdón?” esa observación salió de la misma nada.
“Y en el peor de los casos, si no hay nada que puedes hacer, nunca le des la espalda. Sé que estoy fuera de lugar, pero creo haber comprendido por tu conversación que tuviste diferencias con tu hermana por una decisión que ella ha hecho. Si ella es tu familia, sé que también te va a considerar y no querría tener que discutir contigo sin razón. Por eso, pase lo que pase, tienes que mantenerte unido a las personas más cercanas a ti. El apoyo de otros es uno de los mejores remedios existentes para cualquiera.”
“…” no supo qué decir a eso. Roxas se sentía demasiado frustrado con Cho y Osaka por lo que sucedía, y obviamente se sentía así porque se preocupaba por ellas y las quería bastante… pero las palabras de aquel desconocido le hicieron sentir que estaba haciendo algo mal. El ‘diagnóstico’ de Tomaj con respecto a Cho como HiME también le dio mucho en qué pensar.
“Ehh…” el peliblanco se incomodó al notar cómo el menor se había quedado inmóvil, sin responderle. “Tal vez mis palabras no han sido apropiadas. Vaya, he sobrepasado mis límites contigo, debería avergonzarme…”
“No, está bien…” Roxas negó, y sonrió algo agotado. “Necesitaba oír las palabras de otra persona. Me he agobiado por mis propias ideas, y es bueno tener otra perspectiva. Supongo… tengo mucho que reflexionar, y nunca he sido bueno en ello, así que gracias por tu tiempo.”
“Oh, no hay de qué,” el extraño se sorprendió del agradecimiento y sonrió con alegría. “Me tranquiliza saber que un torpe e inepto como yo haya podido ayudar a alguien.”
“No digas eso, por lo que dijiste te oyes más inteligente que muchas personas que conozco…” Roxas se sintió algo mal por pensar primera, y únicamente, en Sora. “Eh, perdón, pero tengo que irme. Tengo que hablar con alguien.”
“Adelante. Espero que nos volvamos a ver. Te deseo mucha suerte.”
“Gracias,” asintió y se fue corriendo.

Luego de la inesperada conversación, Roxas se marchó. Tenía más que considerar, y decidió que mejor no lo hacía solo. Aún tenía que resolver sus problemas e inquietudes personales antes de hablar con Cho, y eso era lo que pensaba hacer en ese instante. Felizmente conocía a alguien con la mente abierta que le podía aconsejar.




“…” Tomaj se había marchado a tomar asiento en una banca lejana, y en medio de revisar su smartphone, vio a cierto peliblanco caminar hacia él. Dejó caer su cabeza hacia atrás, extremadamente frustrado. No era la primera vez que ese impulsivo hermano se ponía a hablar con la persona equivocada. Lo mejor era desear que nunca se fuera a encontrar con algún depravado conduciendo una van y ofreciéndole caramelos.
“Pláticas amistosas no son tu fuerte, ¿cierto?” preguntó el peliblanco.
“No confío en tu concepto de amistad,” Tomaj rodó los ojos. “¿Y por qué te presentaste como si no supieras nada del asunto?”
“Porque es más fácil hablar con otros presentando falta de experiencia e ignorancia,” sonrió con simpleza.
“Me pregunto qué clase de idea macabra tienes con el pobre iluso…”
“¡P-por supuesto que nada!” el peliblanco se escandalizó por la acusación. “¡Yo sinceramente quiero ayudarle! ¡Nunca me atrevería a lastimar a una persona buena y prometedora como él! S-sólo quise aconsejarle porque se veía muy confundido y torturado,” se cruzó de brazos y dio un suspiro. “Supongo que reflexionar sí es su debilidad, y por eso le deseo lo mejor en su problema. No tiene sus convicciones derechas.”
“Hm, como quieras,” Tomaj se levantó de la banca. Como había dicho, nunca se llevó bien con Roxas, así que no era su problema. “Vámonos, tenemos clases en la tarde.”
“Sí, sempai,” el otro asintió, obediente.
“No me llames sempai, estamos en el mismo año…”

Los dos extraños se marcharon, camino de regreso a su lugar de origen…
« Last Edit: March 01, 2016, 04:51:50 PM by Cho »


Kana

Los personajes nombrados son una segunda HiME que tuve en Dz, Naoto, y Kira, quien era su key <3
Naoto: http://static.comicvine.com/uploads/original/5/57704/1084855-naoto.jpg
Sakuya Kira: http://www.absoluteanime.com/angel_sanctuary/kira.jpg

— Chapter  01

El único sonido audible era el rebote del balón una y otra vez contra el asfalto de la cancha callejera. De vez en cuando, el ruido fastidioso del metro ensordecía sus tímpanos cada vez que pasaba la máquina por la vía alta del tren anulando todo otro sonido audible que estuviera antes del escandaloso pasar del metro. Por esos lares, no sólo la estación de metro era el servicio tenía un deplorable estado, en sí toda maquinaría allí era algo defectuoso por lo tanto el ruido del crujir de metales y luces palpitantes era una constante.

No obstante, a Ryota Kise le gustaba esa cancha de basketball aunque la tildaran de zona peligrosa. Una de las cosas que le agradaban era que, para llegar hasta allí, había que pasar por una serie de callejones cuyos ladrillos estaban decorados por firmas y dibujos de graffiti hechos con aerosoles de colores fluorescentes. Eso le distraía. Quizá una distracción bastante infantil considerando que se dejaba decantar por los colores luminosos.
A esa hora de la noche las calles siempre se encontraban algo húmedas por el vapor que emanaba desde abajo y el ruido de las patrullas era otro sonido intenso y persistente que servía de contaminación acústica. Pero a Ryota le gustaba. 
Si en esos momentos alguien le preguntaba el por qué, él no podría dar una respuesta pues simplemente no se le ocurría. Sólo le gustaba y ya.

Tal vez porque allí, en el sector más marginal de la ciudad de Tokyo, los juegos de basketball tomaban un ritmo más callejero, más agresivo, más competitivo. Don del honor era lo que estaba en juego. Por tanto el curso del juego era más violento y electrizantemente más veloz. Aunque sus ex compañeros consideraban que los jugadores de calle carecían de talento, Ryota consideraba que tenían jugadas magistrales las cuales aprendía para sí.
A diferencia de las canchas cercanas al hogar de su familia, donde la seguridad abundaba y chicos sensibles y vanidosos eran sus oponentes. Su familia despreciaba el basketball por no ser un deporte tradicional japonés, pero si un Kise quería gastar tiempo en un deporte inútil prefería que lo hiciera en un lugar dónde no diera qué hablar.
El rubio se cansaba rápido, casi instantáneamente, de coexistir por más de unos minutos con esa clase de familiares. Por ese motivo no visitaba a su padre. No se relacionaba con él por un sinfín de argumentos y entre esos estaba el que no se soportaban. Eran demasiado distintos.

La peligrosa y precaria cancha ubicada en los barrios más bajos de Tokyo era todo lo contrario a su padre. Por eso le gustaba.
Pero no todos estaban felices de que él estuviera por allí. Los chicos de esos lares solían ser muy territoriales. —Hey tú, chico bonito, ya es hora de que te largues.—
—…— Ryota Kise hizo oídos sordos de la amenaza proveniente de un muchacho encapuchado que venía acompañado de tres chicos más. El que le hablaba llevaba un bate de baseball de madera consigo.
—Este es nuestro territorio. Si no te largas te sacaremos a patadas de aquí.—
El rubio lanzó el balón hacia el aro del arco encestando una perfecta canasta de tres puntos. "Escoria nueva" esos maleantes no parecían ser de la generación pasada. Los nuevos siempre eran tan estúpidos. Sonrió soberbiamente y les dirigió una desafiante mirada. –Oblígame— Antes era estúpidamente más cortes con ellos, pero ya conocía como eran. En cierto modo, le gustaba molestar a ese tipo de gente. 
—Como quieras.— Esa simple palabra bastó para que el otro chico le sonriera de lado, socarrón, mientras daba golpes suaves con el bate en su propio hombro.

El cuarteto de vándalos se aproximó al muchacho rubio con las claras intenciones de dejar en claro quiénes eran los que mandaban allí pues ése era el modo que tenían de llevar las cosas ese grupo de jóvenes. Inmediatamente los golpes comenzaron a manifestarse, Kise se preocupó especialmente de evadir los golpes que el chico le propinaba con el bate de madera mientras al mismo tiempo esquivaba las patadas insistente del tipo que tenía a su costado izquierdo. Posiblemente la personalidad poco madura e insensata de Kise le llevaba a ver las cosas como un juego divertido. Un desafío.
Ryota dio un par de golpes limpios y fuertes en el rostro al líder del grupo y una patada a un bribón que le había saldado encima de la nada. Pero él también recibió unos cuantos golpes de parte del grupo pues evidentemente le aventajaban en número.
Sin embargo, eran golpes que no hacían daño ya que tan sólo eran roces insignificantes. No porque ellos no tuvieran fuerzas o no supieran pelear, estaban más que aprobados en esa materia, sino más bien porque Kise era superiormente más ágil en movimientos, con excelentes reflejos que predecía los ajenos y los golpes no alcanzaban a tocarlo.
“¿Cuándo comienza la acción?” Pensó, casi defraudado. Quería sentir la adrenalina correr por sus venas. Encontrar un verdadero desafía en sus días de aburrimiento parecía imposible. Se había entumecido en su propia comodidad, en sus propios lujos, y eso lo hacía sentir inquieto. Molesto de ello.
Por eso buscaba imitar la vida compleja y violenta de otros chicos. Para sentirse, de algún modo, más vivo.

Esquivó un botellazo de parte de uno de sus rivales y Ryota sonrió satisfecho de sí mismo pero la sonrisa se le borró pronto al verse preso de la trampa del cuarteto. No se había dado cuenta de que movimiento tras movimiento lo habían llevado contra una de las esquinas enrejadas de la cancha y lo tenían acorralado. Rápidamente, tres de ellos lo imposibilitaron de movimientos apretando sus brazos contra las rejas de alambre de la cancha.

—Este no es tu lugar. ¿Ves a estos chicos? Son mi grupo y yo su líder. Soy el rey de este lugar. Te vas a arrepentir de no obedecer y hacerme ver mal delante de ellos. Eres un auténtico cretino.—
—Já, ¿tú el rey de estas calles? ¿Apoco no sabes quien es el verdadero rey de este lugar?
—Bastardo...— El líder del grupo escupió con repudio al suelo, alzó el bate de baseball en lo alto con intenciones de darle un golpe directo al cráneo del chico pero un brazo se interpuso entre el atacante y el atacado.
—E-Es Yamada.— balbuceó temeroso uno de los delincuentes al reconocer a ese chico.
—Yamada ya no es el líder aquí. Pasa tan poco tiempo en estas calles que ya ha perdido su poderío. Ocupado en su pseudo vida de cantante... Báh.—  dijo el del bate.
—Ve a jugar con el maquillaje de tu mamita, Shiroi. Sabemos tus gustitos raros— Ichiro Yamada le miró desafiante manteniendo el brazo contra el bate. La madera había golpeado la parte de su antebrazo y sentía una palpitación en esa zona pero estaba acostumbrado a ese tipo de percepciones de dolor. –Yo sé que eres un marica.—
—¡Deja de inventar cosas, gusano!— El líder del grupo rechinó los dientes ofendido e irritado por la intromisión de aquel chico. Soltó el bate y le dio un puñetazo en la mejilla.
—¿Sólo eso tienes? Una chica me golpea más fuerte que tú.— Sonrió burlonamente. Shiroi le dio un nuevo golpe al otro lado del rostro. –Bah, golpeas como una abuela.— Volvió a burlarse.
—¡Nadie te llamó aquí, idiota! Siempre estas defendiendo a éste sujeto que recogiste de su cuna de oro. No es de los nuestros. ¡Eres un traidor y no mereces ser el amo de las calles!—
Ichiro le sujetó del cuello de su playera, lo alzó en el aire y le apretó el cuello. Ambos se miraron intensamente a los ojos. –Deja a éste imbécil seguir jugando con su estúpido balón… Si sigues molestando… Tendré que partirte la cara.
—Gahhhw— el tipo no podía hablar por tener obstruido el cuello. 
—Eh, chicos... No se peleen por mi.— Ryota Kise alzó la voz desde el lugar en donde aún lo mantenían inmovilizado. Sonrió como bobalicón, como era esperable en él. —¿Podemos olvidar este asunto?—  en realidad, le preocupaba como se había tornado Ichiro, su mejor amigo, quien era un amor de ser humano pero cuando tenía que defender su territorio se volvía en un ser totalmente terrible.
—Tsk...— musitó Ichiro. –Yo soy el líder aquí, Rata, vuelve a la alcantarilla de donde saliste antes que me arrepienta.
—¿O qué?—
—O te romperé las costillas a patadas como la semana pasada. Ya lo sé, les dijiste a los tuyos que te habías caído de la ventana cuando salías del almacén que robabas por la noche pero bien sabes que la versión verdadera es otra.—
—¿Es cierto eso, Shiroi?— Preguntó uno de los chicos miembros de la banda de delincuentes. Notoriamente se veía defraudado de su líder.
—…— Shiroi entrecerró los ojos y lo miró con odio autentico cuando Ichiro lo soltó y lo lanzó a unos metros. El tipo tomó su bate, silbó y los malandros se fueron del lugar.
—Oye, no era necesario que te pusieras así… No quiero que seas violento por mi culpa— Ryota se acomodó su perfecto cabello rubio como el sol. Soltó un suspiro. —No soy un crío ni soy débil, puedo defenderme solo— Agradecía la preocupación de Ichiro pero... Se sentía incómodo siendo protegido por su amigo. Sentía que los demás pensarían que era como esos tipos altos pero retrasados como la galleta gigante que aparecía en la película de Shrek.
—¿Acaso eres lo contrario? Kise, eres un "niño".— Ichiro alzó una ceja, ya más calmado y volviendo a su personalidad tranquila.
—¿Por qué dejaste que te golpeara? Debías haberlo golpeado también.-
—Es como golpear a una anciana… Ehw.— 

Soltó un suspiro. De pronto un recuerdo fugaz de hace muchos años atrás se apoderó de Ichiro. La imagen de un chico de ese mismo barrio, un par de años mayor que él, quien defendía las calles de las escorias como las de hace un rato e Ichiro aprendiendo todo de la mano derecha del jefe mafioso de su distrito. Era una especie de "senpai" para Ichiro, quien debía aprender todo de él para ser parte de los peones del jefe mafioso. Su "guía" siempre usaba gafas y tenía el cabello oscuro, solía leer un libro distinto cada día. “¿De nuevo en problemas?” Sakuya Kira solía dejar que Yamada se las arreglara solo, después, cuando veía que los otros golpeaban mucho al "novato", Kira entraba en la pelea y les daba una paliza al grupo de brabucones. “¿Por qué dejas que te golpeen? Tienes que aprender a defenderte.” Aquel chico le había enseñado mucho.

Y un día… Kira murió.

Un homicidio que jamás quedó claro. Yamada estaba seguro que fue un ajuste de cuentas con la banda rival, pero también había escuchado que se involucró con una extraña chica a la que apodaban "HiME" y un día Kira simplemente murió. Aquella chica misteriosa apodada "HiME" (de quien Ichiro pensaba que era una espía de la banda rival) escapó del país después de la muerte de Kira. Se dice que a China. Se dice que devastada por la muerte del tipo del que se enamoró.

¿Qué mundo se ocultaba detrás de las que se apodaban "HiME? ¿Una nueva especie de mafia? En alguna temporada de su vida intentó descifrar la verdad pero ¿Acaso eso reviviría a Kira? Era algo a lo que tenía que acostumbrarse, en su distrito muchos "soldados" perdían la vida.

Ichiro ya no era un peón de la mafia, actualmente se había convertido en uno de los "jefes" del distrito.
Kira intentó sacarlo de ese mundo, de esa vida con sus consejos y prácticas. No pudo. Ichiro se había embriagado con ese poder. Pero eso no significaba que Ichiro dejaría que Ryota Kise se metiera en ése tipo de vida perjudicial.

—No soy débil.— Kise soltó un suspiro y tomó su balón. –Pero siempre apareces y no me dejas actuar. Todos aquí piensan que soy un enclenque por tu culpa.—
—¿Qué más te da lo que piensen estas ratas?— Alzó los hombros –Vienes aquí a buscar problemas como un crío malcriado que quiere atención.—
—Basta…— Lo conocía suficientemente bien. –Sólo quiero un poco de acción, ¿Qué tiene de malo?—
—La última vez que estuviste por aquí terminaste escapando de la policía.—
—¿Ehw? ¿No me acuerdo?— Alzó los hombros, sin considerar que eso fuera malo.
—Tú estás a otro nivel… Lejos de este tipo de vida. Eres seleccionado nacional de basketball, tienes futuro en la universidad.—
—¡Puedo ser el mejor en todo!— Dijo el rubio.
—Ahhh, Ryota... Eres un caso perdido— Ichiro negó con la cabeza, dándose con la palma de la mano en el rostro.
—También estas en la universidad… Se podría decir que quieres salir de este distrito.— Tomó su balón y lo boteó  hasta llegar a él, colocó una mano en el hombro de su amigo. —¿Un uno a uno?—
—Vamos.— Giró los ojos antes de voltearse a verlo. –Sabes que, aunque ahora mi pasar económico sea mucho mejor, jamás abandonaré estas calles. Es mi lugar y estoy empeñado en hacer lo mejor posible para que la delincuencia y la maldad deje de existir en este sitio y se vuelva un lugar digno— Miró el balón. –Y soy pésimo en basket. Deja de humillarme.— Sonrió, volviendo a ser el Ichiro paciente de siempre.
—Eres el único que juega conmigo.— Ryota hizo un gesto suplicante.
—Porque me insistes… Y en parte porque los de tu equipo te agarraron miedo. Eres demasiado bueno.—
—Y eso aburre.— Suspiró. –Todos se acobardan cuando les muestro mi nivel y prefieren evitarme. ¿Así que chiste? Ya no consigo rivales a mi altura. Toma, te doy la ventaja.— Le lanzó el balón.
—Dije que dejaras de humillarme.— Apretó el balón entre sus manos antes de lanzarlo con fuerza hacia el aro. Por supuesto, el balón golpeó la madera de éste y no entró en la cesta. —¿Ves? Nunca me resulta...
—¿Quién es el niño malcriado ahora? Eso te pasa porque siempre lo lanzas con mucha fuerza por eso nunca encestas.— Siguió con la mirada el curso del balón el cual llegó hasta la calle. El rubio corrió distraidamente detrás del balón que iba hacia la huella.
—¡Kise!—  Ichiro corrió detrás de él y lo sujetó por detrás, aferrándolo a él y cayendo los dos sentados. El pelinegro había notado que una motocicleta iba hacia el balón sin reparos de detenerse. Si no frenaba a su amigo, seguro éste terminaba atropellado. 
Vieron que un tipo algo desaliñado quedó relativamente cerca del balón cuando frenó su motocicleta.
—Hey, ¿puedes esquivarla, no?— reclamó Ryota, frunciendo el ceño y sonriendo molesto.
—…— El sujeto ni siquiera le miró. Usaba una chaqueta larga con un albornoz que le cubría casi todo el rostro. El motor de su máquina ronroneaba evidenciando un deteriorado estado de la motocicleta.
—…— El muchacho de cabellos rubios sintió un incómodo momento de silencio en que todo el contexto ambiental pareció paralizarse por un prolongado instante.
 –Tsk…— Echó a andar y se alejó a gran velocidad. Más allá estuvo a punto de arrollar a un maleante que tuvo que lanzarse contra los tarros de basura para salvar el pellejo.
—¿Y a ése que le pasa? Si yo hubiera cruzado detrás del balón me habría arrollado sin remordimientos.— Kise giró su rostro hacia atrás para mirar al pelinegro. — Ichirin, gracias por detenerme.
—Debes poner atención a tu entorno. Me extraña que con tus reflejos no hayas reaccionado— Ichiro alzó las cejas.
–Parecía… Poseído.—
—Tal vez estaba drogado...—
—¿Lo conoces?—
—No. No sé. Ni siquiera le vi el rostro. — el pelinegro soltó un suspiro  –¿Me ibas a enseñar a lanzar, cierto?—
—Ichiriin, deberías poner más atención a tu entorno.
—Tsk... Mira quien lo dice...
« Last Edit: August 09, 2020, 05:50:27 PM by Kana »


Sayi

Retomo el momentum, a por esa prueba de una vez >( (soon)


Episode 5 — Point Zero

La llamada no duró mucho. Miranda le informó que los arreglos estaban listos, y sin más detalles aparte de la dirección del auditorio, Sayi estaba lista para tomar la famosa prueba HiME de nuevo.

Considerando el momento que había compartido con Hagumi, la pelirrosa pensó que lo ideal sería ir por su cuenta. Tener a su amiga esperando fuera del examen solo le crisparía los nervios, por lo que la dejo a que continuara con su trabajo con la promesa que la llamaría apenas terminara.

Dejar la facultad de arte pensando en que volvería a cruzar la entrada como HiME... no podía evitar emocionarse ante la idea. Extrañaba los poderes y todo lo que conllevaba, y aunque no contara con la presencia de varios amigos, se sentía confiada en lo que le traería tener sus habilidades de nuevo.

Y claro esta... pasar la prueba HiME marcaría también el regreso de Hige.
¿Que iría a hacer el CHILD luego de su letargo de tres años?

Llevaba diez minutos caminando cuando Ichigo finalmente le dio el alcance. El rubio estaba falto de aire, y apoyó ambas manos en las rodillas hasta recuperar el aliento.

"Me hiciste... correr... desde tu facultad..."
"Pues fuiste tu el que llego tarde" le recordó la pelirrosa "Pero vamos ya que Miranda me espera"
"Pero Sayi..." su hermanastra tiró de su brazo y continuó caminando "¿Ya hablaste co--?"
"NO, QUE NO HE HABLADO CON TAIKOUBOU" al final de ese pasillo estaba el auditorio. Si tan solo pudiera llegar a dar el examen y dejar de escuchar sobre su novio...
"Esta vez no me refería a Bou" le corrigió Ichigo mientras Sayi seguía tirando de él "Hable con Kaien y me dijo que quería hablarte sobre esto. Me dijo que te llamaría, pero supongo que esperara a que le hables tu"

El auditorio ya estaba a la vista, pero Sayi se detuvo en seco.

"¿Le dijiste a Kaien?" le reclamó la pelirrosa "¡Te dije que no le dijeras a nadie!"
Ichigo sonrió divertido "¡Corrección!: Dijiste que no le dijera a Taikoubou"
"Hijode..." Sayi suspiró cansada "Me imagino que también quiere decirme que no haga esto"
"No... el siempre ha dejado que hagas lo que quieras" Ichigo se escuchaba algo decepcionado, pero Sayi sonrió enternecida "Por algo fue tu Meister, y tu Knight. Si le pidieras que te ayude a robar un banco lo más probable es que lo haga"
"Oye..."
"Solo me dijo que quería hablar contigo, y de preferencia antes de dar el examen" le dijo Ichigo, esperando la reacción de su hermanastra "Asi que... ¿qué haras?"

Miranda la estaba esperando y ella ya estaba llegando tarde. Con la directora estando ocupada reuniéndose con nuevas HiMEs y ex-HiMEs, no era que pudiera tomarse una hora para hacer una llamada por teléfono...

Sin embargo, el saber que Kaien quería hablar con ella, independientemente si quería volver a ser una HiME o no, le hicieron percatarse que si le debía una explicación a él. Su hermanastro había sido su Meister y su Knight, y aunque su destino como HiME no dependía de nadie más que si misma, Kaien igual se preocupaba por ella y solo por ello tenía derecho a saber.

Y por ende también su Key, Taikoubou... sin importar que tan molesta se encontrara con él.

“No es obligatorio tener al Key de tu lado para que te ayude pues en el fondo depende de ti, a eso es a lo que voy” y entonces agregó “Pero antes que todo esto, no te olvides que el Key es una persona que se preocupa por ti, y deberías pensarlo antes de ocultarle información que pueda atentar a tu bienestar, o quizás hacerle sentir culpable de alguna manera”

"Ah maldición, Miranda tiene razón"
"¿Razón en qué?" le pregunto Ichigo, y su mirada se iluminó "¿Acaso te dijo que no seas HiME?"
"¿Tu crees que Miranda le iría a decir a alguien que NO sea HiME? ¡Que clase de fic sería ese!" Sayi sacó su celular y comenzó a buscar algo en él "Me recomendó que hablara con Taikoubou, así que le dejaré un mensaje para ya nO PREOCUPARME POR EL..."
"¡FINALMENTE! Estoy seguro que Bou te hará entrar en razón, y--"
"Lastimosamente tengo que entrar a dar el examen ya, así que le escribí a Kaien diciéndole que lo llamo luego y en cuanto a Bou pues..." Sayi dejó de hablar mientras tipeaba un mensaje en su LINE "Hola Bou enter los rebels han regresado y me haré HiME de nuevo enter esto no es una broma, te lo juro por mi tía enter no te preocupes por nada enter yo me encargaré de esto así que sigue estudiando duro en Beijing enter hablamos otro dia enter le dejo mi celular a Ichigo mientras doy el examen HiME enter y… *rosa de versailles sticker* LISTO."

Y dicho esto le dio su teléfono a un confundido Ichigo y continuó caminando hasta llegar a la entrada del auditorio.


Miranda no se encontraba esperándola. En su lugar estaba Fran Viera, su asistente, de pie frente a las puertas cerradas del auditorio. El lugar se encontraba desierto a excepción de ellos tres, y Sayi no sabía si eso era pura coincidencia u obra y gracia de la magia HiME.

Decidió no preguntar. Nada bueno salía de cuestionar el porqué de la métodos de Miranda.

"Sayi Mio, el auditorio ya ha sido acondicionado para dar tu examen de iniciación HiME" Fran, tan correcta como era, explicaba las reglas con la parsimonia de siempre "La prueba será igual a cómo la recuerdas: Apenas cruces la puerta estas aceptando convertirte en HiME, y tus poderes volverán a ti. Una vez dentro se te aparecerá una marioneta en forma de alguien que conozcas. La marioneta solo puede ser destruida con magia, por lo que ataques físicos no le causaran daño”
“¿Mis poderes regresaran de inmediato?” En sus días como HiME, era fácil invocar poderes hasta en las situaciones más ordinarias. Si necesitaba un vaso de agua, su elemento de materializaba en el cristal sin ella tener que levantar un solo dedo “Entonces esto será pan comido”
“Tus poderes se reactivaran, no obstante te recomiendo mantener cautela: La magia es un arte delicado, tres años sin acceso a ella y en una edad tan llena de transiciones… podría traer cambios”
“¿Cambios?” preguntó Sayi. Entonces recordó a Yoruichi, amiga y exHiME. Durante el conflicto HiME anterior, ella había pasado dos años sin ser HiME, y cuando volvió s serlo su elemento era diferente “Es probable que mis habilidades sean distintas, ¿cierto?”
Fran asintió “Habilidades, elementos, armas… hasta Childs podrían cambiar de alguna manera” al escuchar ello la pelirrosa sintió pesarle el corazón “Uno nunca sabe. La magia se alimenta de tu psyche, de tus recuerdos y personalidad, y el ser humano es tan frágil, moldeable…”

Por primera vez desde el Starbucks, Sayi pensó que quizás no terminaría disfrutando ser HiME. Aunque Soujirou le había prometido que no sería su Rebel, su Child era la mayor razón por la que quería volver a tener poderes.

¿Y si Hige no regresaba? ¿O regresaba en algo diferente a lo que era?

Pero entonces pensó en Hagu y sonrió derrotada. Ya sea Hige o Hagu o quien sea, al final del día siempre había algo con lo que se obligaba a comprometerse. 

Sayi se golpeo ambas mejillas con las manos.

“Basta de excusas, estoy lista” le dijo a Fran, y la peliblanca asintió “Voy a dar esa prueba”

Ichigo tocó el hombro de Sayi. Cuando la pelirrosa se giró, se encontró con el rostro molesto de su hermanastro. Este sostenía su celular, cuya pantalla bloqueada no dejaba de encenderse con mensajes de Taikoubou.

“Esta reventando tu teléfono a punta de notificaciones”
“Oh wow treinta y un mensajes. Es más que todo lo que me ha mandado esta semana junto” y dicho esto se lo devolvió a Ichigo “Si quieres responderle adelante, tengo que irme ya”
“Sayi…”

La pelirrosa sonrió y le dio un abrazo a su hermanastro. El rubio le correspondió, y la retuvo cuando ella quiso romper el apretón.

“Tengo que ir ya”
“Ten cuidado ¿si?”
“No te preocupes” le dijo, guiñándole un ojo “Saldré en nada de tiempo”

Fran sostenía la puerta del auditorio y Sayi tomó la manija de sus manos. La asistenta se hizo un lado y la pelirrosa puso asomarse a ver que había dentro.

Blanco. Un blanco que envolvía y no dejaba ver más que la ausencia de todo.
Era el mismo limbo que recordaba al inicio del viaje HiME.

“Si la situación se torna muy desfavorable me veré forzada a intervenir. Ten cuidado, y espero superes la prueba sin daño alguno”
“Gracias Fran”

Una última despedida y entonces cerró la puerta tras ella.
« Last Edit: August 13, 2017, 01:29:33 PM by Sayi »

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Oh, dream maker, you heart breaker
Wherever you're goin', I'm goin' your way


Cho

Yo también tengo que llegar a ese punto, me está tomando más de lo que pensaba. Ojalá el próximo sea el decisivo *se pone a planear*

5


Era el atardecer de aquel día lleno de novedades. Cho sentía que el recuerdo de limpiar su casa y comer pizzas después del arduo trabajo se remontaba a una era ancestral. El regreso de las HiMEs y los Rebels le dio una vuelta completa a su esquema de vida al punto en el cual ya no sabía si estaba pisando tierra o si seguía atrapada en un remolino.

No sabía qué hacer. Ella sintió nervios al recibir el mensaje de la directora, pero también sintió una pesada e indudable responsabilidad. La decisión inmediata de Osaka de volver a ser HiME fue lo que en un inicio le animó a serlo también, pero luego de que esta hablara con Miranda y optara por ser sólo una ayudante, sintió como si hubiera perdido toda su decisión y apoyo. Cho se sintió sola y paralizada.

Tampoco podía decir que había cambiado de parecer, pero pensar en ser HiME se volvió mucho más pesado. No dejaba de considerar que su hermano estaba en contra de su decisión, y que pelearía su punto de vista sin importar qué argumento fuera a darle. Pero Cho no quería limitarse únicamente a lo que él fuera a pensar y decidir por ella. Miranda le aconsejó a que lo pensara más y se decidiera antes de tomar una decisión forzada e incómoda, pero sinceramente, Cho ya no quería tener más tiempo para pensar. Era como si hacerlo le dejara sin aire. Deseaba de una vez dar una respuesta y acabar con esa incertidumbre, ese limbo que le estaba limitando su existencia.

Quería que algo o alguien fuera capaz de sacar lo que ella en verdad quería a flote y lo presentara a los demás. Que también se lo presentara a sí misma, porque ya no sabía qué debía sentir o desear…

Cho se quedó caminando sin rumbo por la universidad toda la tarde. No quiso ir a su casa por temor a encontrarse sola con su hermano, tampoco optó por abandonar Hanasaki en medio de esa tan dura decisión que debía tomar. Y cada minuto que pasó agonizando su situación se sintió como un martirio, como que perdía tiempo y que no era más que una inútil. Cargaba con una extraña culpa que no le dejaba en paz.

Pero su paseó se cortó cuando recibió un mensaje de Osaka, quien le llamó de regreso al edificio de la directora. Simplemente le pidió que fuera a la entrada de dicho lugar para encontrarse e ir juntas a casa, ya que había sido un largo día. Cho le respondió afirmativamente. Necesitaba desahogarse con alguien, y su siempre alegre y tranquila prima podría al menos hacerle sentir un poco mejor.

No le tomó mucho tiempo llegar de regreso al edificio, y se quedó de pie frente a las puertas de vidrio que llevaban a las oficinas administrativas de la universidad. Sólo estar ahí le hacía sentir que debía ser una HiME de nuevo, pero el pensamiento nuevamente le daba mucho estrés e incomodidad. Esperaba que su prima no fuera a tardarse mucho.

Y no lo hizo, pero Osaka no salió sola del lugar. Ella atravesó esas puertas junto con un cabizbajo Roxas.


“¡Hola Cho!” saludó Osaka, contenta como siempre.
“…” la peliceleste se impresionó. No había esperado ver a su hermano presente.
“Vamos a hablar los tres,” dijo la prima. “Pero un poco más allá. Si nos quedamos en plena entrada, luego puede haber chisme.”
“Ehh…” Cho ladeó su cabeza, pero Osaka rápidamente condujo a los hermanos a una banca al costado del camino.

Los tres se sentaron juntos, con Osaka mirando a los hermanos en uno de los extremos de la banca. Ella se había sorprendido cuando Roxas le llamó, pidiéndole una consulta para hablar sobre el presente dilema con Cho. No esperó que su primo estuviera tan dispuesto a discutir sobre el asunto, pero sí le dio mucho gusto recibir su llamada y notar que quisiera arreglar la situación. Así que, la consejera esperaba lo mejor de ese instante.

“Roxas…” Cho comprimió sus puños y tembló ligeramente. “Sé que estás muy preocupado por mí… y que esto es muy peligroso y… n-no quiero tomar una decisión que te haga incómodo, pero… s-sé que tengo que ser una HiME…” al decir esas palabras, la peliceleste notó un miedo incrementar dentro de ella, y su convicción disminuyó, incluso temblando su voz. “C-créeme que no quiero lastimarte, tampoco quiero dejarte de lado… nuestra separación es algo que no va a repetirse… es que y-yo… l-lo siento… no sé qué decirte…”

Ni bien se le acabaron las palabras, sus ojos se llenaron de lágrimas. Ciertamente, su mayor angustia en ese rato había sido encarar a su hermano. Luego de todo lo ocurrido en el pasado, Cho se sentía en deuda con él, y que no tenía el derecho de pedirle más paciencia o comprensión. Pero al mismo tiempo, el asunto de HiMEs era demasiado personal, y no podía dejarlo ir. No aún. No mientras estuviera presente en su vida…

“Tú no tienes que ser una HiME…” dijo Roxas, firmemente, contradiciendo las palabras de su hermana. Sus palabras generaron tensión en las dos presentes, pero antes de darles tiempo a contestarle, Roxas levantó su mirada, y miró a Cho con una rendida frustración. “Pero sí quieres serlo, Cho. Creo que es demasiado evidente.”
“…” Cho se desubicó. Realmente no habría dicho lo mismo de sí misma con tanta certitud. No en su presente estado de ánimo.
“Eres una persona muy insegura todo el tiempo, y tampoco hay mucho que te llame demasiado la atención, pero a veces te prendes de asuntos de forma muy necia, y es porque sí te importan. Y sé qué tan seriamente te tomaste todo este lío hasta la batalla final. Quisiera que no lo hicieras, pero no puedo pensar en tu lugar.”
“…”
“Y también… creo que no fui el mejor hermano, ni el mejor key, la última vez…” Roxas desvió su mirada, incómodo. Luego de su encuentro con el exRebel y ese raro visitante, notó que eso fue lo primero que ambos le cuestionaron. “Prácticamente te abandoné hasta el final. Tú no fuiste la única que se distanció. Yo me concentré en problemas superficiales contigo, y me volví en tu contra.”
“…”
“Por eso, creo que ninguno de los dos se ha recuperado del todo del pasado. Todavía siento tensión al respecto. Hace tanto tiempo que percibo que ambos guardamos algo de incomodidad entre los dos… y no me gusta…” entrecerró sus ojos, con disgusto. “Quiero a esa hermana que no se reservaba en llamarme la atención de vuelta.”
“…”
“Y como sé que eres más callada que yo, creo que me toca hacer el primer paso,” Roxas se levantó de su sitio y se paró frente a Cho. Él le extendió su mano, y sonrió con tristeza. “Ya no me meteré en tu camino. Si quieres volver a ser HiME, te apoyaré, y estaré ahí por ti. Esta vez, seamos verdaderamente hermanos.”
“…” Cho sintió lágrimas correr por sus mejillas, y escalofríos en todo el cuerpo. Las palabras de Roxas le causaron una profunda tristeza, y también, gran alivio. Ella se levantó y le abrazó con fuerza. Sintió una enorme culpa por oírle expresarse así. No podía perdonarse a sí misma por el pasado, pero tampoco quería dejarlo así. Y consideraba que no lo merecía, pero el apoyo de su hermano provocó un sentimiento muy agradable y tranquilo, uno que despejó todas sus dudas. No sabía lo que era, sólo que era demasiado bueno para alguien como ella. “Perdón, Roxas. Perdóname. Lo siento mucho…”
“No te disculpes. Yo también lo siento, Cho…” Roxas le devolvió el abrazo, insatisfecho. No había esperado ver a su hermana desmoronarse así, y eso le hizo entender el estrés y la carga emocional que llevaba. La que había llevado todos esos años. En verdad había fallado en su rol de apoyo todo ese tiempo, y la había abandonado en el momento más crucial, lo cual le causó muchos problemas al final de la batalla. No podía permitir que sucediera otra vez.

Pasó un corto rato hasta que los hermanos terminaron con esa modesta reconciliación. Todavía tenían mucho que resolver entre ambos, pero fue un inicio relevante. Era el comienzo de un nuevo ciclo para Cho.

“…” Cho bajó su mirada, extremadamente incómoda. “G-gracias por tu comprensión… entonces… cuento contigo…”
“Pues claro,” Roxas le miró con pesar. Era prácticamente lo que le acababa de transmitir. “No lo repitas. Por favor, no lo hagas más difícil para mí de lo que ya es.”
“Ehh, sí… supongo tendré que hablar con Miranda.”
“Sí, pero mejor deja estos asuntos para mañana,” sugirió Osaka. “Creo que ha sido un día muy pesado para todos, especialmente para ustedes. Es mejor que vayamos a descansar.”
“Sí…” el rubio alzó su mirada, comprobando que estaba por anochecer. “Deberíamos ir a comprar algo de comer antes de ir de regreso.”
“No se preocupen. Tomo-chan y Hotaru-chan fueron a comprar algo, y nos esperarán en casa,” Osaka asintió. “Lo mejor para terminar el día es una cena en compañía. ¿No les parece? Ahora vamos.”

Luego de esa conversación, los tres regresaron para recargar sus energías del largo día. Con lo discutido, Cho estaba más convencida de su decisión y su situación poco a poco se solucionaba. El primer paso en su nuevo camino casi llegaba a completarse.

Pero era apenas el comienzo.
« Last Edit: March 01, 2016, 04:55:00 PM by Cho »


Puri


Si algo agradecía Ren Tao a sus terribles y caóticos años en Hanasaki era haber conocido a la gente no sólo más rica y poderosa del planeta, sino también haber conocido a aquellos que dentro de los más ricos y poderosos parecían estar propensos al caos y verse involucrados en las peores situaciones que a uno se le pudiera ocurrir; es decir, clientela perfecta para abrirse camino como uno de los mejores abogados de Asia. Si bien en un comienzo hubo presión familiar para que estudiara administración y siguiera con el negocio familiar, Ren había mandado a su familia a que vayan a joder a otro lado, lo que si bien empezó como una riña constante y luchas llenas de tensiones, ahora la familia lo aplaudía y le hacía fiestas por ser el abogado principal de la compañía. Lo cual era muy, muy bueno, sumándose al hecho de que no llegaba ni a los 25 y ya era reconocido en varias partes.

Sin embargo, algo que Ren Tao odiaba profundamente de sus terribles y caóticos años en Hanasaki era que si bien había conocido a la clientela más rica y poderosa del planeta… Al ser abogado tenía que mantener una relación cordial y buena con ellos para no perderlos y hacerse de mala fama… En pocas palabras, incluía tener relaciones humanas con esos malditos engendros roba tiempo.

Lo cual incluía su situación actual, encontrarse sentado en un Starbucks de todos los lugares posibles, esperando a que su clienta actual saliera de sus benditas clases de clarividencia con chía hidropónica e introducción a los mantras en aymara.

“REEEEEEEEEEEEEEN~DESUUUUUUUUUUUUUUUU”


No. Al escuchar su voz, Ren se preguntó por qué no la clase duraba más para poder tener su tiempo de bonding con el Starbucks local.

“Suiseiseki”, respondió en un tono de voz baja cuando tuvo a la ojicolor cerca y esta le sonrió emocionada.
“¡Ren~desu! ¡Gracias por venir~desu!”, dicho esto se sentó y luego sacó de sus bolsas de rafia colorinches un contenedor de plástico transparente, donde había una lechuga. “¡Para ti~desu!”.
“¿…?”
“Además de aprender a cultivar chía hidropónica para nuestras clases de clarividencia nos enseñaron a hacer lo mismo con las lechugas para que tengamos un ejemplo, así que mi primera lechuga va para ti Rencito precioso, gracias por todo~desu <333”
“Ah… Ok, gracias”, dijo preguntándose dentro de sí dónde diablos guardaría una lechuga o qué diría el resto de la junta si entrara con una lechuga a la siguiente reunión.
“Y bueno, ¿qué te dijo Miranda~desu?”, le preguntó expectante y con una sonrisa.
“Dice que podrá acceder a todo menos al plan dental”.
“TERRIBLE~DESU ):< mañana vas y le metes todo un cuento sobre la autoestima femenina, el body empowerment y la importancia de mis dientes preciosos y bellos~desu”.
“Ok”, dijo tomando nota mental del speech que tendría que inventarse para la directora. “Por cierto, saliendo del departamento de dirección me encontré con Aki”.
“¿¡Aki~desu!?”, esto finalmente causó una reacción de sorpresa en la chica. Ren no podía comprender cómo es que el mensaje de Miranda no la había conmocionado en lo más mínimo pero escuchar el nombre de su antigua amiga HiME la había dejado medio desubicada. “¿Y qué te dijo~desu?”.
“No volverá a ser HiME”, el ojidorado pudo notar que esto tensó un poco a su clienta, pero optó por no decir nada. “Al parecer pensó lo mismo que tú y fue a preguntarle a Miranda si es que se le ofrecería un seguro de salud y de vida, pero parece que como tú y yo somos los únicos empoderados de todos esos idiotas, Miranda sólo nos lo otorgará a nosotros para no entrar en líos legales. Se ve que no tendrá la misma consideración con los demás, por lo que Aki desistió entonces de volverse HiME”.
“Ah~desu”.

Sin añadir nada más, esta se levantó con su billetera y se acercó al mostrador para ir a pedir algo de comer. Si bien le parecía raro que el humor de la chica hubiese cambiado en un santiamén, Ren no le tomó importancia y sacó su teléfono móvil para ver todos los mensajes que le habían llegado de distintas personas y aprovechar de responderlos. Algunos de estos mensajes le pedían que revisara ciertos temas imprevistos antes de la reunión con la junta directiva de la empresa, otro era de su hermana pidiéndole que no se olvidara del cumpleaños del abuelo el viernes y que cancelara el arreglo floral que ella había mandado pedir pero que no tenía tiempo de pagar. Habían dos mensajes de parte de posibles nuevos clientes, referidos por otras personas y esto le hizo sentir mejor, ya que seguía avanzando. Finalmente encontró un mensaje que…

Apenas leyó el remitente se limitó en borrarlo, sin leer siquiera el título del mensaje.

Si no fuera porque todos sus antiguos conocidos lo ubicaban en ese correo electrónico, ya lo habría cambiado hace mucho tiempo para evitar esta situación.

“¡¡TENGO UNA MEJOR IDEA~DESU!!”, pero ante el chillido inesperado de Suiseiseki detrás de él, Ren dio un grito y por poco lanza el vaso con café caliente por la mesa, pero la ojicolor lo agarró antes de que esto sucediera.
“¡¿CUÁL ES TU MALDITO PROBLEMA?!”, le gritó furioso por haberle hecho pasar semejante vergüenza; sin embargo, la desgraciada ya había vuelto a su humor de siempre y parpadeaba como si no entendiera qué tanto lío se hacía el chico.

En eso, Ren se dio cuenta que su mirada en realidad se dirigía hacia su pecho y se dio cuenta que involuntariamente había agarrado el celular entre ambas manos y lo presionaba fuertemente contra sí, como si tratara de evitar que Suiseiseki viera lo que hacía pocos segundos había visto en su bandeja de entrada.

“¿Algo que quieras compartir con la clase~desu?”.
“No es de tu incumbencia”, por lo bajo maldijo al darse cuenta que sus mejillas ardían y que las demás personas de seguro se estarían burlando de su sonrojo, pero si la ojicolor lo había notado, parecía haberse decidido a darle un respiro y no mencionarlo.
“Bueno, te decía que tengo una mejor idea~desu”, finalmente se sentó en frente de él con un plato con un muffin de naranja y chispas de chocolate. “¿Qué te parecería si le pedimos a Miranda que le dé seguros a todas las HiMEs~desu? ¡Así de seguro que todas vuelven~desu!”.
“¿Estás loca?”, repuso más calmado alzando una ceja. “Suiseiseki, soy tu abogado, no el abogado de todo el comité de ‘I survived the rebels 2k09’, mejor para eso has un gremio y luego te hablo de mis honorarios para asociaciones de ese tipo”.
“Eres una persona súper negativa~desu ):”, la chica siguió comiendo su postre en silencio unos segundos. “Por cierto~desu, ¿Te dijo Aki dónde vivía o algo~desu?”.
“No mantienes contacto con ella, ¿no?”.
“No desde hace un año~desu. De pronto borró todas sus cuentas sociales y dejó de responder a su teléfono~desu. Fui como tres veces a buscarla, pero las tres veces que intenté no se encontraba en su casa y tampoco me quisieron dar mayores detalles~desu”, se encogió de hombros. “No puedo obligar a alguien que no quiere a que hable conmigo~desu”.
“¿En serio?”, comentó sarcásticamente recordando todas las veces que la ojicolor se aparecía hasta dentro de su limosina para sorprenderlo y obligarle a que le haga caso. “Pero es verdad, tú pusiste de tu parte, no puedes hacer nada más. Ahora que la vi estaba mucho más delgada que antes, pero ella siempre había sido enfermiza, ¿no? Como sea”, miró su reloj y se dio cuenta que ya tenía poco tiempo si quería revisar los informes para la siguiente junta. “Mañana iré donde Miranda a ver lo del plan dental y…”.
“Espera~desu”, el ojidorado alzó la vista y vio que el ánimo de la otra de nuevo había cambiado. “¿Cómo que más delgada~desu?”.
“Pues eso”, ahora él se encogió de hombros. “Más delgada, un poco pálida, pero ella siempre había sido así desde los días HiME, si mal no recuerdo. Ha de ser algo pasajero”.
“¿Tú crees eso~desu?”, ahora sí se notaba completamente preocupada. “Porque ella tenía el complejo de heroína de no decir cuando se sentía mal~desu… Y si me dices que encima no volvió a ser HiME porque no le iban a dar un seguro en ese instante, entonces~desu…”.
“Sobre eso yo ya no sé nada”.
“¿No puedes investigar un poco por mí~desu?”.
“Primero que nada, soy abogado, no detective. Segundo, te estás involucrando más de lo que deberías, si Aki no quiere contar contigo para lo que sea que está pasando, pues no tienes ningún derecho a entrometerte. Y eso si es que es cierto que algo esté pasando, lo cual no sabemos tampoco, por lo que no podemos asumir que tenga relación con el conflicto HiME”. Si bien sabía que sus palabras la habían enojado, Ren estaba seguro que era necesario que la chica las escuchara. Suiseiseki ya tenía suficientes problemas como para ir a buscar ella solita más problemas de los necesarios.
“Bieeeeeeeeeen~desu”, respondió enojada y arrastrando la palabra, con un leve puchero y dándole una gran mordida al muffin para no decirle otra cosa.
“Bien. Solucionado tu momento mártir de la semana, como te decía, mañana iré donde Miranda y le diré que no aceptamos volver hasta que corroboren que tendrás el plan dental, a cambio ofreceré que cederemos en pinkberry diario por uno semanal, ¿te parece bien?”.
“Sí~desu, igual tengo que cuidar la figura~desu u___u”.
“De acuerdo. Entonces, después de eso necesito que prendas tu teléfono celular, ya que ella te llamará ahí para coordinar la hora en que des la prueba HiME y…”
“QUÉ QUÉ QUÉEEEEEEEEEEEE~DESUUUUUUUUUUUU?!??!?!!?”, gritó escupiéndole pedazos de muffin.
 “…” <- Ren se recordándose una y otra vez lo que le estaba pasando la ojicolor y que por eso había aceptado el trabajo.
“AH NO NO NO~DESU, A MÍ NO ME VAN A VENIR A JODER CON ESO~DESU”, para mayor énfasis y drama, se levantó y golpeó la mesa con ambas palmas. “NO HAY FORMA DE QUE ACEPTE VOLVER A DAR ESE MALDITO EXAMEN~DESU”.
“…” <- Ren alzando una ceja, esperando a que elabore (?).
“¿Nunca te conté de mi primer examen~desu?”, preguntó ya más calmada, ante el prospecto del chisme (??).
“No, pero tienes…”, miró su reloj, “5 minutos para hacerlo y convencerme de por qué debería abogar para que no lo des de nuevo”.
“Digamos que llegué a Hanasaki… A la semana siguiente acepté ser una HiME… Y no di mi examen hasta seis meses después hasta que Puri fickeó ese maldito aporte~desu 8)”.
“Ajá…”.
“Y no planeo darlo porque fue un asco de examen~desu D: mucho drama cuando Miranda puede darnos los poderes y ya, citando a mi mentora Mizuki, que se joda~desu”.
“Entiendo el fastidio del hecho que es innecesario”, asintió. “De acuerdo, veré lo que puedo hacer para evitar el examen HiME, pero eso tal vez comprometa el plan dental”.
“Que se quede con su pinche plan dental~desu, igual ahora sólo como comida orgánica y nada malo le pasará a mis dientes~desu >(”.
“Como digas”, Ren rodó los ojos y se levantó. “Bueno, me voy. Te mandaré un oficio con mi secretaria a tu departamento cuando termine todo esto, ya que sigues en la fase de evitar a Duo a toda costa y sigues inubicable”.
“NO NO NO~DESU, ESTOY EVITANDO LAS TERRIBLES INFLUENCIAS GLOBALIZADAS DE OCCIDENTE~DESU, ESO ES MUUUUUUUUUUY DISTINTO~DESU ):<”
“Sí, claro”, se encogió de hombros. “Entonces quedamos así, tengo que irme”, dicho esto se levantó tipeando un mensaje rápido en su celular, lo guardó, tomó la lechuga hidropónica (!) y se encaminó hacia la puerta del local.
“¡GRACIAS~DESU!”, comenzó la otra emocionada a decirle. “¡ANDA Y PELEA CONTRA EL SISTEMA OPRESOR DE HANASAKI~DESU, PODERES PARA TODOS Y GRATIS~DESU, ESE ES EL IDEAL SOCIALISTA~DESU, MARX ESTARÍA ORGULLOSO DE TU LUCHA~DESUUUUU”

Ren se volteó unos instantes para mirarla con cara de ‘cállate mierda, igual me pagas por esto’ y finalmente salió.


“…”, una vez sola y esperando unos cuantos instantes a que todos los del lugar dejaran de mirarla por la conmoción que había causado y que las señoras de alta sociedad dejaran de recriminarle en voz alta que aprendiera a comportarse (pero en serio... ¿Qué hacían señoras así en cafés como Starbucks~desu?); la ojicolor sacó rápidamente un celular de su bolso, el cual no era el suyo porque estaba con esta santa fase de alejarse del mundo, aunque aquella persona con la que deseaba hablar se lo había dado en caso de emergencia.

Y bueno, según su lógica, esta era una emergencia. Sin importar que Ren le hubiese dicho lo contrario. Así que lo prendió y llamó.

“Hola~desu”, dijo con un tono serio cuando le contestaron al otro lado de la línea. “Sí, necesito que me ayudes en algo~desu, eso es todo, veámonos en la noche en el burger king~desu”. Y sin esperar respuesta, cortó la llamada. Apagó el móvil, lo guardó, se colgó el bolso y tomó la mitad del muffin que le quedaba para echarlo a la basura, ya se le había arruinado el apetito por haber tenido que recurrir a él.

Si a Suiseiseki le pagaran por escribir un libro sobre: “Cómo pelearme con todos mis amigos apenas terminada la secundaria”, sin duda sería mucho más millonaria de lo que ya era. Lamentablemente.
« Last Edit: April 30, 2016, 04:32:10 PM by Puri »

Forget all the shooting stars and all the silver moons
We've been making shades of purple out of red and blue


Mimi Tachikawa

Bueno aprovecho que ando inspirada y con ganas de empezar los dos fics, asi que ahi va mi primer capitulo :3

Capitulo 1: "El Regreso"


Habian pasado 3 años desde que no habia pisado aquel lugar, aquella escuela que le habia traido tantas alegrias, asi como tantas tristezas, en realidad no se veia nuevamente dentro de aquel lugar, no queria volver a experimentar todas las cosas dolorosas que habia pasado en Hanasaki pero el deber de proteger su escuela y a las nuevas personas que estaban ahi era mas importante que su propia seguridad

Que habia pasado en aquellos 3 años?

Despues de la ultima batalla de las Hime, Mayura y Choutaroh habian comenzado una relacion formal, ademas que la joven pelirrosa se habia mudado a vivir con su verdadera madre, es decir Belldandy, pero aquella felicidad no le habia durado mucho tiempo ya que las secuelas de la batalla empezaron a mostrarse y la joven pelirrosa tuvo que ser internada en el hospital,los doctores no se explicaban como de la noche a la mañana la joven habia perdido la capacidad de caminar y eso la hundio en una depresion, no tenia a Flaffy para animarse porque desaparecio en aquella batalla,ademas decidio terminar con el joven peliplateado, porque antes de que todo eso sucediera el joven habia ganado una beca integral para estudiar musica en el extranjero y ella no queria atarlo con su actual estado, por lo cual lo dejo ir pese a los reclamos del joven que queria estar a su lado, las unicas palabras que le dijo Mayura en aquel momento fue:

"No tendras un futuro conmigo, y lo que yo quiero es que Choutaroh sea feliz, asi que mas te vale ser un buen musico deacuerdo? asi que hazlo por mi si?"

Despues de eso, los dos jovenes no volvieron a verse...

Despues de 1 año de tratamiento para volver a caminar y superado la depresion que tenia, el destino le habia preparado un encuentro inesperado, en aquel lugar habia conocido a Otoya Ittoki, un joven voluntario que iba al hospital para visitar a los niños enfermos y animarlos con su musica, la joven se acercaba sigilosamente con su silla a la sala de juegos donde el pelirrojo cantaba y jugaba con los niños,hasta que el joven pelirrojo la noto y se acerco a ella y le dijo

"Ven, no quieres jugar con nosotros"

" Pe...pero yo no puedo en este estado"

"Eso no es problema, podemos jugar a muchas cosas" - aquella amplia sonrisa que le habia dirigido el joven a la pelirrosa basto para que sus animos volvieran a su cuerpo y su usual sonrisa volvia a posarse en sus labios-

Deacuerdo...vamos a jugar...- dijo mas animada- por cierto mi nombre es Mayura Daidouji y el tuyo es?

Otoya Ittoki...mucho gusto Mayura-chan...- ambos estrecharon sus manos y se miraron fijamente, si aquel destino podia ser cruel pero tambien amable si se lo proponia-

Es asi que en el 2do año de recuperacion, Mayura y Otoya empezaron a ser amigos, el joven despues de visitar a los niños, iba a la habitacion de la pelirosa y conversaban de cualquier cosa, la sacaba a pasear al patio del hospital y comian juntos, en aquella epoca Mayura empezo a volver a caminar lentamente, gracias al apoyo de aquel pelirrojo y de su madre, en aquel año los dos jovenes pasaron de su amigos a formalizar su relacion, la persona que se declaro primero fue la pelirrosa despues del juego por el dia de las brujas que habian hecho con los niños en la casa embrujada hecho por la pelirrosa que se habia vestido de brujita y el pelirrojo de hombre lobo, la pelirosa con una bolsa de caramelos sello su proposicion

Es asi que en este actual año, la joven pelirosa habia salido del hospital y habia empezado a hacer su vida normalmente, por lo cual se la pasaba visitando a su novio Otoya a la compañia musical donde actualmente estaba trabajando como idol, justo en la celebracion de su 2do año como novios, la joven pelirosa habia recibido un mensaje a su celular

"Uhmm que sera?" - abrio el mensaje y empezo a leerlo, para luego ponerse palida por la repentina llamada a las anteriores Hime para regresar a Hanasaki- No puede ser? por que justo ahora?...- dijo respirando pesadamente- pero no puedo ignorar esa llamada-

"sucede algo Mayura-chan?"- le dijo el pelirrojo algo preocupado por el cambio de animo que habia experimentado la joven al leer aquel mensaje-

Etto...yo bueno... pensaba jamas decirtelo...pero hay algo de mi pasado que no sabes acerca de mi, y pues ahora el pasado ha vuelto por mi y no puedo decirle que no...es algo misterioso y maravilloso no?...bueno no tanto pero bueno...ya sabes a lo que me refiero no?-

Eh?...no creo entender mucho, pero si me cuentas creo que podria ayudarte no es cierto?...- le dijo tomandole de la mano-

Bueno entonces te contare....- dijo la pelirrosa contandole todo lo que paso en aquel lugar-

Despues de un par de minutos, un par de preguntas de Otoya y un par de nose que hacer de la pelirrosa , su joven novio empezo a hablar-

No soy nadie para deternerte, aunque no puedo negar estar preocupado, pero si es algo que es importante para ti, entonces no queda de otra que apoyarte en todo lo que hagas....-

Gracias por tu apoyo Otoya-kun...-dijo aferrandose de la mano del joven pelirrojo- prometo hacer bien las cosas y no ponerme en peligro deacuerdo?

Mas te vale o sino me preocupare mucho e ire por ti para alejarte de aquel lugar deacuerdo?

Esta bien...- dijo sonriendole ampliamente- gracias por estar a mi lado Otoya-kun...- le abrazo calidamente- te quiero mucho...-

Yo tambien te quiero....

En el tiempo actual Mayura aun estaba en la entrada de Hanasaki, respiro hondamente y sonrio

Bueno es hora de volver a ser Hime e investigar los misterios que ahora tendra la escuela...despues de todo soy Mayura Daidouji...- dijo alzando las manos- aqui vamos otra vez!!- empezo a correr dentro de la escuela, aunque se habia confundido de lugar ya que fue a la zona de las nuevas estudiantes cuando debia de ir a la universidad-

Y es asi que nuevamente iba a comenzar una nueva aventura para nuestra pelirosa amiga

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bueno fue algo corto pero bueno, al menos regresamos!!!

Matta ne

Mimi-chan



« Last Edit: June 20, 2015, 11:49:06 PM by Mimi Tachikawa »


Mimi Tachikawa

Hoi hoi minna vengo con fic :3 y en estos dias dejare comentarios acerca de los fics de las demas chicas <3

Capitulo 2 : "Encuentros destinados"

Mayura despues de haberse perdido un par de minutos en la escuela, se encontraba frente a la puerta de la direccion, donde miranda estaria esperandole para hablar acerca del mensaje que le habia mandado, respiro profundamente y toco la puerta

se escucho desde adentro- Adelante...-

La pelirosa entro a la direccion y saludo alegremente

Miranda-san!!! ha pasado mucho tiempo!! me alegro que se encuentre bien - sonriendo ampliamente- vine lo mas pronto que pude ni bien termine de leer su mensaje-

Mayura...- se acerco y esbozo una sonrisa, recordando las ocurrencias de la joven hacia tres años atras dentro de la escuela-En realidad pense que no vendrias...despues de todo lo que te ha pasado- es que la directora de Hanasaki siempre estaba al tanto de lo que hacian sus anteriores hime, despues de todo ellas habian logrado mantener la paz sacrificando muchas cosas, lo mas que podia hacer era estar al tanto de ellas si es que podrian requerir ayuda o cosas por el estilo-

Como no iba a dejar de venir,despues de todo Hanasaki ha sido como me segundo hogar, tenia que venir si me llamaban...- tomo asiento en una de las sillas de la direccion- muchas gracias por ayudarnos en mis gastos de rehabilitacion estoy eternamente agradecida con usted..- le dijo levantandose nuevamente para hacer una reverencia...aunque en realidad quisiera no recordar eso por el momento...-rio nerviosamente-

Supongo que te debes de imaginar la razon de mi llamado no es cierto?- tomo asiento cerca de su escritorio ojeando unos papeles- lo que mas me temia...- tomo un respiro- nuevamente necesitamos su apoyo para poder detener el ataque de Rizembool han estado moviendose desde hace un tiempo, aun no he podido conectarme con todas las ex-hime, pero con las pocas que he logrado tener contacto aun lo estan pensando y una que otra a aceptado, asi que aqui va mi propuesta, estas dispuesta a volver a ser Hime? ...- ojeando nuevamente sus papeles- sabes lo que conlleva volver a tomar tu lugar no es cierto? quieres volver a pasar por lo mismo nuevamente? No te obligare si no lo deseas, pero quiero que sepas de por si que si aceptas, inmediamente se te asignara un rebel, tendras que volver a tomar el examen, asi como tambien tendras que volver a necesitar la ayuda de tu Key para el renacimiento de tu child...asi que necesito tu pronta respuesta no tenemos tiempo que perder...-

La sonrisa de Mayura desaparecio por unos momentos, en verdad estaba lista para volver a ser hime? al principio se sentia segura de su misma y por eso ni bien llego el mensaje fue a Hanasaki, pero las palabras directas y hasta cierto punto frias de Miranda hicieron que vacilara, si bien es cierto ahora se encontraba estable tanto fisica como mentalmente, el hecho de tener que "usar" a Otoya para que sea su Key no le gustaba mucho, recordando lo que habia pasado con Choutaroh hacia tres años atras, el volver a ver a Flaffy le alegraba, pero introducir a la persona que logro salvarla de aquella depresion y que se habia vuelto importante para ella en este mundo violento de ser una hime le aterraba, cerro los ojos y recordo las palabras de apoyo de Otoya, habian cosas que aun no le habia contado y no lo queria hacer, pero ahora era inevitable, involucrar a Otoya era para ella un sufrimiento que no quisiera volver a pasar, pero empuño sus puños, ya no era la jovencita despreocupada de antes, ahora ya era casi una adulta,y a pesar de todo queria proteger a Hanasaki y a las nuevas estudiantes que se encontraban disfrutando sus dias de escuela

Esta bien..acepto...acepto a ser nuevamente una Hime, pero podre tener tiempo para preparar a mi nuevo Key no es cierto?-

Nuevo key?...-dijo mirandole algo confundida porque lo que sabia la pelirrosa era feliz con Choutaroh Otori, pero al mirar el rostro de dolor de la joven, decidio no preguntar nada mas- si es por eso no te preocupes, pero que no pase mucho tiempo, necesitamos que estes lista para un ataque futuro-

Deacuerdo...-se levanto con una sonrisa- entonces le encargo mucho los papeleos para mi nueva incorporacion a la universidad de Hanasaki, aun tengo que hacer muchas cosas y bueno el dia bonito y necesito pasarla bien unos momentos con mi novio no? bueno no se lo que digo ando un tanto nerviosa, pero usted me entiende no?...-riendo nerviosamente-

Ya puedes irte...y en nombre de Hanasaki y mio, te agradesco en haber aceptado la propuesta...-

No hay ningun problema...nos vemos!!...-se levanto y salio corriendo de la direccion-

Mirando se quedo observando a la puerta y suspiro-Siento tener que volver a involucrarlas otra vez...- diciendo eso empezo a observar las fotos de sus antiguas hime-

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Mayura corrio lo mas rapido posible para salir de Hanasaki porque sino se arrepentiria y se iria a la direccion para decirle a Miranda que lo habia reconsiderado y ya no queria y no volver a verla nunca mas, por eso tenia que irse para seguir firme en sus convicciones, corrio sin mirar a nadie ni nada que se tropezo bruscamente, pensaba que iba a caer al suelo, pero unos brazos se aferraron a su cintura

Lo sient...- la pelirosa alzo la mirada y observo a un atractivo joven de cabellos peliplateados y ojos color ambar la observaban fijamente, sus mejillas se tornaron rojas como tomate-

Uhm...parece que he atrapado a un bello angel...-sonriendo suavemente- un bello angel que no mira lo que sucede a su alrededor-

lo siento lo siento...- dijo separandose y mirando a otro lado sonrojada- venia pensando en muchas cosas y bueno me tropece contigo y bueno pues... lo siento- haciendo una reverencia-

No tienes porque sentirlo...parece que nuestro encuentro estaba predestinado...-se acerco a la joven y toco sus mejillas con sus dos manos- en verdad eres muy hermosa...aunque parece que tienes una preocupacion en tu corazon, permiteme alejar tus preocupaciones por un momento...-

Eh?...-la pelirosa observo como aquel joven se acercaba peligrosamente hacia ella, pero no podia moverse, sus piernas empezaron a temblar y parecia que venia lo inevitable, no pudo evitar pensar en Otoya y cerro los ojos, lo unico que sintio fueron unos labios besando su frente, abrio los ojos sorprendida pero algo aliviada-

Que paso? pensabas que iba a hacerte algo mas?...yo no tengo problema alguno en hacerlo...-

Eh? no no no...-dijo tocandose la frente muy avergonzada- bueno yo me voy...- dijo haciendo una reverencia y se fue corriendo avergonzada-

Aquel joven vio como la pelirosa se alejaba y no pudo evitar rierse suavemente

Y dime que piensas de ella...- un joven rubio con gabardina marron y lentes oscuros se acercaba al peliplateado-

Es una chica muy bella...tal como lo habias dicho...- dijo acercandose al joven que era mas alto que él- estas seguro que no quieres volver a cazarla? por mi parte no tengo ningun problema en tomar tu lugar, con tal de verla nuevamente y hacerla mia...-dijo esbozando una traviesa sonrisa-es tan inocente que es mas delicioso no lo crees?-

No te preocupes Shun, no volvere a cazarla, aquella etapa ya paso, ademas yo me acerque a ti para convertirme en tu tutor, hay muchas cosas que debes de aprender y conocer de Mayura Daidouji, pese a lo fragil que se ve, es un oponente de cuidado...-

Eso no tienes porque decirmelo Yuuto, claramente se nota que mi pequeño angel es una chica fuerte...- bostezo ligeramente- bueno estoy cansado sera mejor que regresemos a Rizembool, debo de dormir antes de ir a dar un concierto...-

Deacuerdo, entonces esta decidido, Shun Shimotsuki ahora eres el nuevo rebel de Mayura Daidouji...-

Sera un placer cazar a mi pequeño angel...-

Ah...un ultimo detalle, esta persona es la persona especial de Mayura...-

Shun tomo la foto y esbozo una sonrisa- Tal parece que en verdad mi encuentro contigo y con ella es obra del destino y esto me lo acaba de confirmar...yo lo conosco, ambos trabajamos para la misma industria,en verdad que esto esta muy interesante...-solto la foto y se podia observar la foto de Otoya y todos sus datos personales-

Yuuto Kigai, el ex-rebel de Mayura esbozo una maliciosa sonrisa, indirectamente estaria involucrado nuevamente para hacer la vida imposible a la joven pelirosa, mientras tanto Otoya Ittoki era el unico que desconocia todo lo que estaria por suceder por ahora...

La rueda del destino nuevamente estaba girando para Mayura Daidoji...

Continuara....

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Sayi

Ya finally :_ estoy oxidada para escribir peleas


Episode 6 — Echoes

Sayi estaba rodeada de neblina. Y aunque podía darse una idea de cómo regresar por donde vino, algo le decía que no encontraría la salida hasta haber terminado con el examen.

La primera vez que dio la prueba HiME su marioneta asignada tomó la forma de Kazuma Ikeda, su mejor amigo en ese entonces. Al no tener experiencia previa con poderes y capacidades, la lucha por derrotar al dichoso títere terminó costándole mucho esfuerzo. Además, la imagen de un Kazuma falso, con facciones distorsionadas y lastimándole sin clemencia fue algo que demoró muchas semanas en superar.

Pero la pelirrosa sabía que esta vez iba a ser diferente. Tenía que ser diferente.

Aún si no había entrenado en más de dos años, Sayi recordaba muy bien cómo se sentía manejar sus habilidades. La facilidad con la que invocaba y moldeaba su elemento, el agua, todavía latía en su mente. Su capacidad, la telequinesia, había sido más complicada de dominar, pero dos años de peleas constantes habían terminado por familiarizarla con la habilidad de manejar objetos con su mente. Su arma habían sido dos esferas de metal, las cuales podían ocasionar gran daño combinadas con su capacidad. Y su Child, el huargo humanoide llamado Hige…

Bueno, era la principal razón por la que se encontraba ahí.

“Tus poderes se reactivaran, no obstante te recomiendo mantener cautela: La magia es un arte delicado. Tres años sin acceso a ella y en una edad tan llena de transiciones… podría traer cambios”

Las palabras de Fran todavía resonaban en su cabeza. Era cierto, estaba la posibilidad que sus habilidades HiME pudieran manifestarse de manera diferente. Su elemento podía no ser el mismo, o quizás su capacidad sería otra. Su mayor miedo era que su Child fuera diferente… pero considerando que de todos los elementos HiME, Hige fue el único presente todo el tiempo, era fácil convencerse que ese no iba a ser el caso.

Y con Hige abordo, Sayi estaba convencida que podría trabajar con los cambios que se vinieran.

El profundo eco de sus pasos se detuvo cuando una persona apareció cerca suyo. La joven no se inmutó al ver de quién se trataba esta vez. Es más, se lo había esperado.

Pero eso no le quitó el pesar colgándole del cuello por tener la imagen de Taikoubou frente suyo.

Sayi suspiró “Pues al parecer algo tiene mi ~*~psyche~*~ contra aminovios en el extranjero” dijo, pero la marioneta no reaccionó “Bueno, al menos conserva la indiferencia del original”

No quería prolongar el examen más de lo necesario. Y si bien estaba molesta con su novio, ello no quería decir que disfrutaría lastimándolo. El Taikoubou frente a ella no mostraba expresión alguna. No obstante, parecía estar callando algo que la pelirrosa no tenía intención de esperar a escuchar.

En ese momento Sayi sintió un cosquilleo en las palmas de sus manos, y supo en ese instante que ya era una HiME de nuevo.

Su elemento fue lo primero en volver. Líneas de agua emanaron de sus manos y se enrollaron suavemente alrededor de sus brazos. Probó un par de movimientos y bastó solo eso para dar por sentado que no había perdido el manejo de su elemento en lo más mínimo.

Con su elemento confirmado Sayi intentó llamar a Hige… sin embargo, no hubo respuesta. La pelirrosa dedujo que quizás debería terminar de despertar el resto de sus habilidades antes de invocar a su Child.

Taikoubou comenzó a bailar. Una pequeña demostración de la coreografía de Gangnam Style la convencieron que su capacidad seguía siendo la telequinesia. Y era definitivo, pues su novio nunca había sido un buen bailarín.

Sayi no supo si fue por el baile o porque poco a poco empezaba a armarse contra él, pero la marioneta comenzó a sonreír. Empezó como una sonrisa delgada y reservada, la cual continuó curvándose hasta volverse burlona. La pelirrosa no dijo nada; lo único que sabía era que esa sonrisa no era de Taikoubou.

La premura por terminar con el examen empezaba a ser latente. No por nada las marionetas de la prueba HiME tenían la fama de reflejar los pensamientos de sus candidatas de manera retorcida, y Sayi no quería lidiar con lo que sea que su propia mente le tuviera en reserva.

La HiME intentó invocar su arma, pero las esferas de metal no regresaron.

En cambio, una objeto elongado apareció frente a ella. La luz que lo envolvía no le permitía distinguir más que su forma, y mientras estiraba su mano para tomar lo que al parecer sería su nueva arma, la pelirrosa volvió a observar la expresión de la marioneta. Y apenas sus manos tocaron la madera todo cobró sentido.

Tenía razón. Esa no era la sonrisa de Taikoubou.
Era la sonrisa de Soujirou.

La luz desapareció y su nueva arma se volvió tangible.
Era nada menos que una katana. Sayi no pudo contener la sorpresa: Era idéntica al arma que su exRebel había blandido contra ella.

“Esto tiene que ser una broma”

Sostenía el arma en un puño, pero no quería hacer más que tirarla lejos de ella. No pensaba siquiera desenvainarla— el brillo del metal, perfectamente afilado, estaba registrado en ella como peligro. Y por más que la pelirrosa había hecho las paces con Soujirou, ello no era sinónimo que se había olvidado del arma que más había temido en su vida.

No había razonamiento que hubiera podido prepararla para ese cambio. La HiME intentaba envolver su mente alrededor del porqué, pero la marioneta no le dio tiempo a familiarizarse con su nueva arma.

Súbitamente, Taikoubou parecía haber sido poseído por algún tipo de virtuoso maestro Shaolin. El peligris se abalanzó sobre ella, y a duras penas la HiME pudo interponer la katana entre ambos. Aquello no disminuyó el poder de la embestida, y la certera patada la obligó a alejarse.

Sayi empezó a toser copiosamente. El dolor punzándole en el pecho era uno que no había sentido desde la última batalla HiME, ya tres años atrás. No había extrañado ese suplicio en lo más mínimo, pero no era por eso que había vuelto a obtener sus poderes.

“¿¡Hige!?” Su child seguía sin aparecer y Sayi sentía que necesitaba esa certeza. La marioneta continuaba atacando, pero la pelirrosa se limitó a retroceder.

Se percató que seguía sosteniendo esa maldita katana y optó por lanzarla con desprecio. El arma desapareció apenas golpeó el suelo.

Una esfera de agua cubrió la cabeza de Taikoubou como un casco. La marioneta se detuvo un momento y con sus manos intentó deshacerse del agua. Al percatarse que no había manera de desaparecer el denso líquido sin una magia que no poseía, la persecución contra ella se intensificó.

Era doloroso ver a su novio luchar mientras lo ahogaba lentamente, pero Sayi no veía otra manera más misericordiosa de derrotarlo que no incluyera destruirlo a golpes, o con cortes de agua, o despedazarlo con su telequinesia. Calculó que su adversario no debería demorar más de tres minutos en perder el conocimiento.

La falta de oxígeno hacía que la marioneta aumentara en sus agresiones y en su fuerza, y la HiME se concentró en bloquear sus ataques con brazos y piernas. El asalto de Taikoubou era vehemente en su desesperación, y pese a que le tocó soportar uno que otro golpe que no alcanzaba a esquivar, la pelirrosa se percató que sus entrenamientos previos no habían desaparecido por completo. Aún conservaba la agilidad de sus prácticas con Yoruichi, y al menos ello le daba un poco de esperanza sobre su físico en combate.

Finalmente, la marioneta empezó a perder velocidad y energía. Privado de aire, las rodillas de Taikoubou golpearon el suelo. Y, aunque intentó volver a ponerse de pie repetidas veces, eventualmente terminó de caer boca abajo.

Sayi no se atrevió a verlo directamente. No quería recordar su rostro contorsionado en desesperación, por lo que se limitó a darle la espalda. La pelirrosa lo escuchó temblar, sacudiendo sus extremidades en un último intento semi-inconsciente por respirar. Y entonces reinó el silencio absoluto.

No sabía cuánto tiempo tenía que esperar para que alguien terminara de ahogarse, pero calculó que no debía ser más de veinte minutos. A lo mejor y a Miranda le bastaría saber que podía mantener ese casco por muchas horas más… pero la neblina no desaparecía por lo que supuso que tenía que demostrar el poder matar a su adversario.

Sayi cayó en cuenta que quizás, el motivo por el que la marioneta debía morir podía estar ligado a su deber. Siempre le había parecido exagerado que la marioneta tomara la forma de algún familiar o amigo en lugar de un adversario genérico, pero era probable que esta fuera una manera de mostrar su potencial como HiME.
Debía pelear a matar, pues no podía confiar en las intenciones de su Rebel. Y la pelirrosa supuso que no había mejor manera de probar lealtad a Hanasaki que aceptar luchar contra la imagen de alguien querido.

Se había olvidado de lo agotador que era la prueba HiME. Sayi recordó cuando aceptó pelear apenas inició el instituto, y también cuando conoció a quienes ahora eran sus amigos más cercanos. Le entraron unas ganas bárbaras de abrazar a Taikoubou, y se le escaparon las lágrimas al recordar a la marioneta atrás suyo.

Ichigo tenía razón. Debió haberlo llamado antes de dar el examen.
« Last Edit: August 13, 2017, 01:29:59 PM by Sayi »

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Oh, dream maker, you heart breaker
Wherever you're goin', I'm goin' your way


Apple

Primera aporte ever en el HiMe fic YOY ojalá no les den ganas de vomitar pls no me echen del BT




#1: Better a horrible end than a horror without end.


"Al caer el invierno los espíritus de las montañas se revisten de su pelaje mas blanco. El blanco más puro en todo el sentido de la palabra. En aquel color no se mezclaba ningún otro. Su blanco nacía como el color de la nieve en este mundo. Y entre todos los cielos y todas las tierras, los espíritus que tomaban formas animales se teñían del blanco mas puro"

Al terminar de re-leer este párrafo Sheryl cerró el libro. Siempre le habían gustado los libros sobre criaturas y seres no-humanos y encontró en la “Crisálida de Fuego” un compañero excelente para su viaje de Kyoto y Tokyo. No obstante, no había leído más que la primera página. Los paisajes al lado de la vía férrea del Shinkansen la distraían y la hacían pensar en su amigo de la infancia Okita Souji. Los últimos tres meses Souji había estado en su cabeza de forma constante aunque los últimos recuerdos que tenia de el eran extremadamente dolorosos.

A sus catorce años había elegido convertirse en modelo, un año antes de su graduación de secundaria. Su carrera había sido muy exitosa llena de portadas en Vogue, Harper’s, Nylon, Elle, Dazed & Confused; con exitosos editoriales y campañas cada temporada para las marcas mas populares. Donatella, Lagerfeld y Jacobs la habían considerado su musa. Los últimos cuatro años había sido una modelo constante durante las semanas de la moda más importantes primero en Nueva York, luego Londres, Milán y finalizando en París.

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Pero tan pronto como comenzó, su brillante carrera se había apagado por un fan ligeramente obsesionado. Nunca presto atención a los correos, cartas, regalos y llamadas [inoportunas] del tipo. Total, pasaba poco tiempo en Japón. Pero cuando el invierno pasado había decidido usar unos días de sus vacaciones para ir a Tokyo para comprar regalos para su familia y amigos nunca imagino la pesadilla que viviría por 2 días. Se hospedaba en el Park Hyatt y como siempre había pedido a los empleados confidencialidad y discreción. Pero como siempre hay alguien que con dinero habla, alguien le informo a su acosador su número de habitación y el piso donde estaba con lujo de detalle. El tipo se hizo pasar por alguien de servicio a la habitación y la mantuvo secuestrada por dos días. Nadie se dio cuenta, ella era bastante discreta y gustaba de tener privacidad, además para su familia y amigos tampoco era extraño que ella desapareciera un par de días.  Al tercer día el tipo, que era un psicópata profesional y se encargo de mantenerla vigilada al punto de que cuando alguno tuviera que ir al sanitario el otro estaba presente, por fin cometió un descuido. Después de un almuerzo “romántico” el entro solo al baño para lavarse las manos y Sheryl aprovechó la negligencia de su captor para tomar su móvil que había caído debajo de la cama durante el forcejeo que tuvieron y rogando que aún tuviera batería lo desbloqueo y envió un mensaje por LINE a la ultima persona con quien *intentó* tener una conversación: Okita Souji. El había dejado su ultimo mensaje en *visto* y mentalmente se regaño por lo que estaba por hacer y tecleando como podía con sus manos atadas y adormecidas por el dolor logro formar un mensaje: “Ayuda. Estoy secuestrada”. Justo al momento de enviarlo su captor salió del baño y en su estupidez no vio a la chica empujar el teléfono bajo la cama y soltar unas lágrimas. “Si Sheryl eres una genio” se regaño “le acabas de pedir ayuda al amigo que traicionaste y ahora te odia. Le valdrá un carajo lo que pase contigo”.

Mucha fue la sorpresa cuando a los 45 minutos de haber enviado el mensaje se escucharon golpes en la puerta preguntando por la señorita Matsumoto. Sheryl se levanto de la silla donde estaba y moviendo su cuerpo como podía rompió un florero que hizo un gran escandalo al caer, su captor la golpeó para callarla y empezó a gritarles a los intrusos que se largaran o la mataría. Era la policía claro, y el asunto escalo rápidamente de un par de agentes chequeando a una modelo en su habitación a un equipo de fuerzas especiales de la policía con francotiradores apuntando a la ventana de la habitación. Un negociador llegó e intento persuadir al tipo de dejar ir a Sheryl y salir pero fue inútil. Mientras el obsesionado fan hablaba con el negociador, Sheryl se percato de que habían francotiradores en la terraza del edificio de al lado y agradeciendo mentalmente que su captor fuera un imbécil de primera se lanzó al suelo sin intentar levantar siquiera la cabeza. A los pocos minutos se escuchó el ruido de un cristal rompiéndose y su captor cayó al suelo gritando de dolor sujetándose la pierna. Sheryl levanto la mirada del suelo, vio como un oficial forzaba la puerta  y le quitaba la cinta que tenia en la boca junto con las ataduras de sus manos y tobillos.

Afuera cuando fue transportada a la ambulancia vio a sus padres, hermanos e incluso al hermano de Souji, pero no había ni rastro de este. Aún así el la había salvado y eso era lo más importante por ahora. Había momentos donde se había planteado la posibilidad de que su pesadilla nunca fuera a acabar.

La recuperación fue lenta y dolorosa, y aún después de 5 meses de lo ocurrido Sheryl sentía  tanto miedo e inseguridad que renuncio al modelaje. Su último intento fue hacía dos meses, cuando Vanity Fair le pidió una entrevista y ella gustosa acepto diciéndoles que tenia una exclusiva. La portada del siguiente mes tenia una foto de ella en primer plano y un titular que decía: “Sheryl: Sayonara, photos by Patrick Demarchelier”. Era su última sesión de fotos, entrevista y el anuncio de su retiro del mundo de la moda.
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Sheryl estaba tan perdida en sus pensamientos que no se percato de que el Shinkansen por fin había llegado a Tokyo. Se puso unos lentes oscuros enormes y un sombrero. Había acordado con sus padres que viajaría sola en tren pero que viviría un tiempo con su hermana y su esposo, además que este la encontraría en la parada.
Toshizo Hijikata era un hombre tan alto que era fácil divisarlo entre el caos de pasajeros. Iba vestido elegantemente con un traje formal y una camisa color purpura sin corbata. Este la alcanzo a ver también y la ayudo con sus maletas después de saludarse con un cálido abrazo. Sheryl estaba feliz de poder llamar a Hijikata su cuñado, después de haber sido vecinos de toda la vida y este haber sido su senpai. También el estuvo ahí cuando la sacaron del hotel. Se había casado con su hermana Rangiku el pasado febrero, el 14 de febrero para hacer la cosa más cursi, y se mudaron a Tokyo un poco después. Compraron una mansión en Azabu y vivían una vida de ensueño muy glamurosa.

Entraron al Audi de Hijikata y después de las típicas formalidades comenzaron a charlar sobre su última sesión de fotos.

“Las fotos son muy hermosas, Ran me las enseño cuando se las enviaste” la elogió Hijikata.

“Gracias” contesto sonrojándose Sheryl “Me esforcé mucho…” el semblante de Sheryl se tornaba triste al hablar de cualquier cosa relacionada con el modelaje.

“Lo sabemos. Por eso Ran preparo un almuerzo especial con tu comida favorita” anuncio Hijikata tratando de cambiar el tema.

“¡¿HAMBURGESAS?!”

“¿Cómo una modelo puede comer tantas hamburguesas?”

“Ajá... Por cierto…” el tomo de la guantera un sobre con el logo de la universidad Hanasaki y se lo entrego a Sheryl “encontré esto en nuestro buzón al salir, pensé que te interesaría verlo en cuanto para entretenerte en el camino”

“Que raro… no le avisé a nadie que vendría a vivir a Tokyo” la rubia saco varios folletos con información sobre las cuotas de la universidad, becas, las facultades y escuelas, programas de estudio y todo lo que se necesita saber sobre una universidad. Adicionalmente había una carta dirigida a ella personalmente;

“Señorita Matsumoto:

Esperando que este bien de salud y que su viaje haya sido placentero, me complace invitarla personalmente a formar parte de esta prestigiosa institución ya que su perfil encaja perfectamente en lo que buscamos en Hanasaki como estudiante. Le enviamos toda la información que requiere todo nuevo estudiante esperando que tanto como nuestras carreras como nuestros planes de estudio le parezcan interesantes. También nos complace ofrecerle un plan de becas en caso de que lo necesitara. De igual manera estaré complacida de hacerle una entrevista personal en caso de que decidiera ingresar a nuestra institución. Por favor si le interesa contácteme al siguiente número: 03-###-###.

Atentamente,

[Firma]
Miranda Lot- Directora Universidad Hanasaki”


“Q-que diablos…” exclamo Sheryl mientras re-leía la carta con incredulidad ¿era acaso una broma? Nunca había tenido buenas notas (se graduó de secundaria y preparatoria unos meses después de lo normal y eso que tenia tutor privado), no había avisado a nadie que llegaría a Tokyo y era una modelo caída en desgracia… había gato encerrado en todo esto.
« Last Edit: November 03, 2021, 07:44:06 PM by Apple »


Haruhin

Me sentí rara escribiendo esto, pero al fin sale algo ;__;!!1
En lo personal no me dejó muy conforme y para empezar no sé cortar aportes en buenas partes (?)... pero espero a que el siguiente sea mejor.


#1 - People are People.






Estuvo intranquila durante todo el trayecto a la librería, en especial porque una frase específica del mensaje quedó dando vueltas en su cabeza constantemente:

“…¿Estará dispuesta a desempeñar el rol de HiME una vez más?
De ser afirmativa su respuesta (o tener dudas), acérquese a la brevedad a mi despacho.  Solicito ignorar este mensaje en el caso contrario.“


No podía creer que después de tanto tiempo tuviese que leer un mensaje por parte de Miranda que tuviese involucrada la palabra HiME entre su contenido. Es cierto que ya habían sido casi tres años desde que los conflictos entre estudiantes de Hanasaki y Rizembool habían cesado, pero la idea de que  los eventos volviesen a repetirse no hacia otra cosa más que incrementar su preocupación al respecto.

Y… honestamente, su vida después de un par de altibajos en este último tiempo, ya estaba comenzando a adoptar la normalidad que le hacía falta. Algo.  Un poco.

“Comprar 4 miserables lápices y que una porción generosa de mi presupuesto de la quincena se vaya en eso es un robo.” Se quejó, al revisar el detalle de la boleta de la librería camino a la estación de metro. Por el resto del viaje haría todo lo posible en no mirar su teléfono ni en pensar en el mensaje (sin contestar, por cierto) de Kamina o en el de Miranda. Al notar que el andén comenzaba a llenarse de ejecutivos y algunas estudiantes Haruhi no tuvo ni que mirar el reloj para entender que se estaba regresando a casa en plena hora peak… con materiales que NO podía arrugar.

 


Diversión sin límites.

Hacer maniobras evasivas de público dentro del vagón era cosa seria y quizás arrinconarse en el fondo del metro para evitar que aplastasen sus cosas parecía ser lo más inteligente. Después de todo, cuando eres estudiante aunque te falten brazos para cargar cosas no te cederán el asiento.

“Vacíate, vacíate.” Imploró porque en las próximas estaciones el flujo de gente comenzara a disminuir. Nada más faltaban dos para llegar a casa y seguía arrinconada entre un grupo de oficinistas y un guitarrista que desafinaba a todo pulmón alguna canción compuesta por él mismo.

Con su suerte, el tumulto de gente no disminuyó hasta su estación de destino y entre empujones acompañadas de disculpas pudo sacar del vagón los rollos de papel sanos y salvos.

“¿Haru?... ¿No vas un poco cargada?”
“¿Mm?” Al voltearse ante la voz familiar cerca suyo, se encontró a nadie más que a Simon. Uno de los hermanos menores del grupo Vi Britannia que a diferencia de una numerosa parte de su familia sí había decidido permanecer en Japón.  “Oh no, esto no es nada. Aunque…” Sonrió y el rollo de cartón forrado voló a los brazos del chico. “Si me quieres ayudar a cargar esto sería estupendo, se me estaban acalambrando los dedos.”
“Ajajsdg.  ¡¿Qué habría pasado si no lo alcanzo a atajar?!”
“Te culpo y te mando a comprarme otros.” Haruhi comenzó a caminar hacia la salida de la estación seguida de Simon.

La antigua mansión Vi Britannia tenía una ubicación bastante céntrica, contando con un par de locales comerciales en calles aledañas y un transporte accesible tanto por buses o vía subterránea. Aplanar las cuadras que separaban la actual casa de la ex HiME con la estación se habría hecho más corto de no ser porque nuevamente la dichosa frase del mensaje de Miranda había vuelto a su cabeza.

“Tienes mala cara.” Simon pestañeó un poco y ladeó la cabeza para mirar a Haruhi.
“Se la atribuyo al cansancio.”
“Oh, ¿pasaste de largo otra vez?”
“Ajá.” Suspiró. “Pero fue mi culpa por no adelantar el trabajo a tiempo.” La rubia centró su atención en el otro. “¿Qué tal la Universidad? ¿Ya te vas acostumbrando?”
“No lo sé, a veces tengo mis dudas de si escogí la carrera apropiada.”
“Ah pero Simon eso es sumamente normal, ya vas a ver que después te acostumbras al sistema si es que lo que estás haciendo es lo que realmente te gusta.“
Simon sonrió por lo bajo, resignado.
“Um, tienes razón. Gracias Haruhi.”
“Hey, que no hice nada.” Sonrió mientras caminaba.
El menor siempre había sido amable con ella, le escuchaba y con los años se habían vuelto buenos amigos. Por otra parte, Simon nunca había sido ajeno a la realidad de la situación de Hanasaki y Rizembool, más que mal… fue amigo de un Rebel y su adorado hermano mayor era un Key, así que estuvo involucrado en el asunto de manera cercana.

Quizás… y sólo quizás podría confiarle esa pequeñita inquietud que la había amenazado desde la tarde.

“Oye Simon.”
“Dime.”
“La verdad es que hoy recibí un mensaje de la Directora y no era muy alentador que digamos.”
“¿Sucedió algo malo?”
“Todavía no…”




Habiendo ya cruzado el jardín de la mansión y disponiéndose a abrir la puerta, Haruhi no alcanzó siquiera a girar el pomo cuando esta se abrió casi automáticamente. La silueta de su hermana menor con los ojos relampagueantes le hizo recordar una sola cosa.

“…”
“…..”
“………..”
“¿No me—“
“PERDÓN SE ME OLVIDO.” Haruhi le pasó los rollos de papel a su hermana y se giró sobre sus talones de regreso a la calle. Simon algo más atolondrado imitó su gesto y la siguió.

Illyasviel al ver la escena arqueó una ceja e hizo una mueca. Siempre molestaba a su hermana con que era lerda o distraída (cuando en realidad era lo contrario) pero hoy realmente la atmósfera que rodeaba a la ex HiME era diferente y llamaba notoriamente su atención.

“¡¿Y tú por qué nos sigues?!”  Exclamó Haruhi al ver que su hermana apretaba paso hacia ella no sin antes haber dejado los pliegos de papel en la entrada de la casa. Yoite se haría cargo de dejarlos en su sitio.
“Me huele a que quieren cuchichearse algo y no me quería perder la primicia.”
“GET OUT.”
“OBLÍGAME.”
“Uh… si quieren pueden ir a comprar juntas para que conversen entre ustedes. Recordé que con Lelouch quedamos en que—”
“¡NO SIMON!” Haruhi le jaló del brazo. “Hay algo importante que debo decirte.”
“¡Lo ves! ¡Ahí está!” Illya le señaló acusadoramente.

La ex HiME frunció el ceño a mitad del camino hacia el almacén. Simon en tanto, deseaba tener la capacidad de hacerse invisible o algo… e Illya sólo se dibujó una sonrisa maliciosa en el rostro.
“Agh está bien, tú ganas… pero primero, compremos tu encargo.” De a poco Haruhi comenzó a soltar el brazo de Simon.
“Hecho.”
“Uh.”

La ex HiME dio un par de pasos más rápidos y se metió al almacén a comprar 3 botellas de jugo, tendiéndole dos de ellas a sus acompañantes. Mientras caminaban de regreso a la mansión, la mayor organizó de la mejor manera posible sus ideas antes de hablar.

“Antes de que me interrumpieses Illya, estaba hablando con Simon de que hoy recibí un mensaje—“
“¿De Kamina?”
“SiiiiNo. Gracias por meter el dedo en la herida, hermana.”
“Dijiste que era de la señorita Miranda, ¿Ocurrió algo malo en la universidad?” Interrumpió Simon.
“Se puede considerar que así es.” Destapó su botella de jugo para darle un sorbo. “Miranda quiere que vuelva a ser una HiME.”

Sus acompañantes palidecieron casi al mismo tiempo.

“¿Qué? ¿Pero no que habían solucionado las diferencias con Rizembool en el pasado?” Dijo el chico.
“Yo también pensaba lo mismo Simon, pero ya ves que las cosas aparentemente son diferentes.” Suspiró Haruhi.
“Nunca entendí del todo eso de las HiMES pero… si es algo que va a exponerte tienes que pensarlo bien.” Murmuró Illya.
“Estoy al tanto de ello.”
“¿Y cuándo debes darle la respuesta a la señorita Miranda?”
“Cuanto más pronto sea, mejor.”

La rubia menor dio un par de pasos más a prisa por delante de su hermana y la miró con el ceño fruncido.

“Descuida Illya, todavía no estoy segura de mi respuesta."
“¿O sea que vas a ignorar el mensaje de la Directora?”

Haruhi negó.

“Al contrario. Le haré una visita para aclarar mis dudas.”
« Last Edit: June 28, 2015, 02:32:48 AM by Haruhin »


Mimi Tachikawa

Capitulo 3 : "Despejando la mente"


La pelirosa seguia corriendo sin parar, aquel encuentro con el joven peliplateado la habia dejado mas agitada de lo que ya estaba, en verdad parecia que ese dia iba de mal en peor, recien lo habia visto y ya estaba siendo acosada, este regreso a Hanasaki ya estaba comenzando a darle mala suerte, poco a poco sintio que sus piernas empezaban a fallarle y habia corrido a una direccion opuesta a su casa, ahora estaba frente a la puerta de un departamento y empezo a tocar el timbre

La puerta se abrio y un joven pelicenizo de cabellos cortos despeinados y ojos color marrones , le observo algo preocupado

Mayura-chan?...-

Suga-san!! no sabia a donde ir...tengo que contarte muchas cosas que me han sucedido-le abrazo fuertemente-

Bueno bueno primero calmate...-dandole unos pequeños palmazos en la espalda- te preparare algo de té y me cuentas todo lo que te ha sucedido, pero pausadamente....que la vez pasada apenas podia entenderte-

Sugawara Koushi, era un año mayor que Mayura, ambos se convirtieron en amigos en la epoca en que Mayura estaba en el hospital, en su estado depresivo,antes de conocer a Otoya, se podria decir que la pelirosa lo considera mas que como un amigo, como un hermano, asi que cada cosa importante que le sucede siempre acude a él para pedirle consejos

Despues de calmarse y tomar el té que le habia preparado su amigo, Mayura empezo a contarle todo lo que le habia sucedido, Suga era una de las pocas personas que sabia todo acerca de su pasado

Y es asi que sucedieron las cosas...-dejando la taza de té a un lado- y ahora no se que hacer...ademas ese chico...- se cruzo de brazos y suspiro pesadamente-

Te dije que no tomaras decisiones apresuradas y lo hiciste,ya no puedes dar marcha atras a tus decisiones, ya practicamente eres mayor de edad y debes asumir toda la responsabilidad...-

Lo se...no tienes que ser tan directo...-dijo con una gota en la cabeza- claro que asumire mi responsabilidad como Hime, pero lo de Otoya?no se como decirle la verdad ,ademas que pedirle que sea mi "sacrificio" para mantener con vida a Flaffy...- suspiro pesadamente-

Uhm...bueno eso si sera complicado...- se cruzo de brazos- aunque conociendo a Otoya-kun lo mas probable es que no te diga nada y se ofrezca de voluntario y no habra poder que lo detenga...-imaginandose a Otoya abrazando protectoramente a Mayura mientras que arriba decia "Key"

Por eso tengo miedo Suga-san ...-suspiro pesadamente-pero de todas maneras no tengo otra opcion que hacerlo...-agarrando un par de galletas para empezar a comer-eso me hace recordar que debo de tomar la prueba para poder recuperar mis poderes y aun no se si estoy preparada para hacerlo la primera vez fue algo muy intenso y no se que sera ahora despues de 3 años ...-

Y tambien debes de considerar que no has estado bien emocional y fisicamente...crees que podras salir victoriosa de esa prueba?

Aun no lo se...- agacho la mirada- a decir verdad tengo miedo...-

El joven peliplateado se levanto de su asiento y acaricio suavemente los cabellos de la pelirosa

Mayura-chan...has pasado por peores cosas, y has sido fuerte, no deberias de tener miedo, asi que aleja de tus pensamientos ese negativismo...-

uhm...- dijo asintiendo para luego alzar el rostro y sonreir suavemente- en verdad el hablar contigo es como sentir que hablo con mi madre...-

Y deberia sentirme halagado por eso?...- dijo sonriendo con una gota en la cabeza- bueno terminemos con el té y vayamos a dar una vuelta para que vayas a Hanasaki a tomar tu prueba te parece?...-

Yo queria posponerlo...- observando el rostro de su amigo- mejor no...mejor noo vamos vamos...- dijo recuperando su animo mientras que el otro joven se reia suavemente-

Es asi que la joven pelirosa pudo relajar su mente en la caminata rumbo a Hanasaki junto a Suga, ambos empezaron a bromear, ademas de que la pelirosa le empezo a contar acerca del misterioso joven con quien se topo en su salida de la universidad

Eso si que es raro, que un chico se te acerque y que casi te bese? no sera que es un acosador? quizas te ha estado persiguiendo y no te has dado cuenta...-

No lo creo...no parecia una persona de esas...ademas era guapisimo en verdad...- dijo con sus mejillas sonrojadas-

Solo te fijas en eso?...- suspirando pesadamente-

No me fijo en eso, solo lo comentaba...ademas Otoya es mas guapo que él...- se cruzo de brazos-

Eres toda una chica enamorada...-

Te parece?...-rio suavemente-

Es lo que veo, la manera en como ambos se refieren del otro, simplemente es tan dulce y cursi...-rio divertido-

Que malo Suga-san!!...-fingio estar molesta- por eso me invitaras a comer helados cuando termine mi prueba-

Deacuerdo deacuerdo lo hare...-

No paso mucho tiempo hasta que llegaron a Hanasaki,Mayura y Sugawara se quedaron atonitos al ver a Otoya que caminaba rumbo a ellos con una amplia sonrisa en sus labios

Otoya?...que haces en Hanasaki? no estabas en medio de la grabacion de tu pv para tu nuevo single? necesito explicaciones pero ya?...-estaba contenta de verlo, pero no en este lugar definitivamente no-

Pues eso es algo simple Mayura, vine a matricularme en la universidad, asi que seremos compañeros...-

Eh???!-tanto Mayura como Suga hablaron al mismo tiempo- no tomes decisiones tan apresuradas!!!!-

Pero porque el problema? es que acaso no puedo estar estudianto en el mismo lugar donde estudia mi novia? ademas no tendre mucha carga en estos meses despues del lanzamiento del nuevo single, que mejor que pasar mis dias de estudiante junto a Mayura y Suga-san....-hablo visiblemente emocionado, iba a darles la sorpresa, pero que hacen ustedes aqui ahora?...-

Eh? que hacemos? jjejejeje no hacemos nada no hacemos nada...-Mayura miro de un lado a otro para no encontrar a nadie conocido, tomo del brazo a Otoya para jalarlo hacia fuera- bueno ya que es un encuentro sorpresivo vayamos todos a comer helado te parece?

Bueno..deacuerdo...aunque no podre tener mucho tiempo...-

No importa no importa vayamos fuera y cuentame como te ha ido en el dia...-

Suga miro como los novios se iban adelantando-Tal parece que tendremos que esperar un dia mas para ir a la prueba...-suspiro pesadamente para acercarse a los novios y unirse a la conversacion

Mientras conversaban alegremente Mayura se aferro fuertemente al pelirojo, por su bien y por el bien de su relacion iba a pasar la prueba Hime para proteger lo que queria y no perderlo por sus inseguridades como lo hizo en el pasado...

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continuara

En el prox.capitulo la esperada prueba hime de Mayura <3

Matta ne!!

Mimi-chan


Morphine

Grita en silencio.Luego corrijo los errores 8DDDDDD.

1. Good luck ☆


Ok. A ver si había entendido, ¿iba a estudiar la carrera que había soñado toda su vida en esa universidad tan prestigiosa? ¿Todo bien? ¿Sin problemas, líos, casi salido de un sueño de hadas? ¿Ella? ¿Realmente se dirigían a ella?

Hasta yo sé que es falso. —Juzgó Nozomi y desechó por unos cinco minutos la dichosa carta. Extraño era que se comportara tan escéptica. Ella quién se la pasaba hablando de señales que uno debía estar constantemente en alerta, para descubrirlos. Quizás fuera su usual irritación, su cuenta en Netflix había expirado y necesitaba una serie con la cual obsesionarse. Sin mucho dinero, apenas podía darse ese gusto.

Iba a encender el auto, cuando volvió la vista hacia el pedazo de papel. No quería apresurarse a conclusiones, pero no había forma. Ella no era especialmente nada. Lo único bueno en su historia era su crianza en una familia tan extravagante como la suya, un grupo de gitanos que recorrían el mundo entero. A veces juntos, a veces solos. Ella estaba en ese momento en un viaje de redescubrimiento, por ejemplo. Había terminado la escuela hace varios meses, por lo cual había decidido moverse por donde sus pies (o su auto) le llevasen (o donde la gasolina alcanzara, porque el mundo estaba yéndose al diablo con todas las caídas de las bolsas de valores). Casi libre como el viento. De todas formas, aquella carta no tenía ningún sentido, ¿pero cuándo tenía algo en su vida lógica? Nozomi solía ser supersticiosa, había mil caminos para nuevas aventuras.

Casi a regañientes, se dignó por fin a leer la carta completa, en la que también había una serie de indicaciones para llegar a aquella institución. Silbó al ver algunas de fotografías que le habían enviado. Esa oportunidad no se tenía todos los días y aquello era como el golpe perfecto. A medida que iba releyendo y juzgando la veracidad del autor, cada vez iba aceptando la idea. Tal vez no se tratara de un grupo de secuestradores de chicas cuasi adultas. A lo mejor.

¿Y si lo hablaba con alguien? Tal vez sonara menos a una locura, le costaba ser una chica analítica y reflexiva, cuando el 90% de las veces se la pasaba tomando decisiones que le dictaba el corazón. O las pocas ganas de decidir, Eli sabía que su mejor amiga tomaba lo primero que viniera para evitarse la fatiga de verse entre dos opciones. Casi como un llamado telepático, su móvil vibró. Era la rubia en el whatsapp. Quizás era de día allá en Estados Unidos.

—(´~`) Ehhh, tu primo me acaba de decir que no estás en casa, ¿qué pasó?

Nozomi sonrió ante el mensaje. Sentía haber decepcionado a la otra, porque cabía la posibilidad de que hubiera deseado viajar a casa de sus padres en uno de esos meses cercanos. Sí, para ser unos gitanos que solían moverse a menudo, su familia tenía una que otra propiedad pequeña alrededor del globo. Y Eli, pese a las constantes mudanzas y la distancia que siempre las tenía tan alejadas, seguía siendo su mejor amiga. ¿Cuanto tiempo? ¿7, 8, 10 años? Para la suerte de ambas, sus padres les habían dejado viajar de un lado del globo al otro para encontrarse y hace unos años habían logrado irse de mochileras con unos primos.

—°˖✧◝(⁰▿⁰)◜✧˖° Pues nope y tampoco estoy en EE.UU ahora, tampoco quiero distraerte, sabes que te secuestraría de esa enorme facultad en la que estás para irnos de viaje…

—(´~`) Es cierto, aunque dudo que acepte, Harvard está siendo especialmente pesada con las becas este año.

—JJJJJJJJJJJJJJJ, ( ͡° ͜ʖ ͡°)( ͡° ͜ʖ ͡°)( ͡° ͜ʖ ͡°) es que estás trabajando duro para mantenerme luego~

—ᶘ ᵒᴥᵒᶅ No. Ya deja de vaguear tanto y ponte a trabajar en algo.

— ( ˘ ³˘)♡ Peeeeero yo ya tengo un trabajo~~~

—(´~`) ………………… Timando gente, ¿eh?

Se rascó la nuca. No es que se considerara una criminal, pero así era como vivía. De los días de sequía y uno que otro abundante. Una vez hasta había ganado medio millón en una semana, true story como decía su tío Barney.

—"Eli"

—"Dime"

—"Si tuvieras la oportunidad de cambiar tu vida, digamos, dejar atrás todo lo que haces por una mejor oportunidad y que no tengas muchos detalles, ¿lo harías?"

—"Tal vez. No sé Nozomi, eso está en uno."

—"Eso no es para nada cool, parecen los consejos de mi abuela."

—"Solo lo dices, porque soy medio año mayor que tú."

—"Traducción, oldie."

—"Lo que quiero decir es que cada uno tiene su destino, si te equivocas y tú me lo has desmostrado muchas veces, sucede y ya."

Iba a escribir algo en respuesta, pero se contuvo. La rubia tenía razón. Sospechaba que le estaba molestando
ese viejo error del cual por fin se había liberado. —"Espero que no estemos hablando de alguna lotería, es irónico, pero casi nunca tienes suerte en ellas, bueno debo irme a la biblioteca y OYE, enviame mensajes más seguido, pronto vienen parciales y lo único que quiero hacer es dormir. Bye" Visto a las XX:XX.

Se dio un par de veces contra el volante del auto. Odiaba decidir, pero si no se apuraba, jamás llegaría a su destino.

De pronto le rugió el estómago y supo que era hora de encontrar un lugar donde vendieran hamburguesas o algo. No había desayunado y la verdad, quería gastarse lo poco que tenía en ese momento en un super banquete. O un starbucks, aunque al final solo le alcanzara para las galletas de avena que solo sabían a harina y azúcar.

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A modo de ahorrar (aunque el concepto siguiera siendo desconocido para ella), decidió pasar del desayuno al almuero tardío. La carta al parecer había aprovechado que ella estaba al menos a unos kilómetros de distancia como para trasladarse a la famosa universidad. ¿Encajaría en tanta gente estirada? Al menos esa era la primera idea que le venía a la mente. Cuando por fin había divisado un par de tiendas decentes, salió de su auto, tarareando esa canción de Christina Aguilera. Estaba tan animada por esta que había empezado a cantar, mientras la tía veneno le preparaba su royal.

Y no, al final se había dado cuenta que necesitaría para el combustible y tan solo podía permitirse una comida que engañara a su estómago. A medida que iba dirigiendose a aquella institución, sentía que la prudencia iba dominando sus decisiones. Hasta hace muy poco hubiera preferido comprarse tres pizzas de carne y quedarse varada en mitad de la nada con esa camioneta vieja que manejaba.

¿Una flor para la bella cantante?

La voz del chico le interrumpió y se quedó callada abruptamente. Si quería una venta segura, aquel chico podía esperar todo lo que quisiese. Notengodinerosorrynomevasasacarnadayosoylamaestradelaestafa. —Soy alérgica a las flores. —Mintió. Volteó a ver al chico, fingiendo una sonrisa. Él no parecía desilusionado. —¡Entonces hoy es tu día de suerte! —Exclamó, ¿es que estaba hablando en croata, serbio, alemán o algo?

¿Eh? —La peliazul se quedó extrañada, al recibir una flor. —Pero dije que soy alérgica y no tengo... —El chico movió la cabeza, negando ese propósito. Le miró de arriba y abajo sin tapujos, ¿es que tampoco sabía cómo trabajar o creía que se lo tragaría? —Pero esta es una flor de plástico, genuina y es gratis, porque para una bella flor como t-… —Empezó el chico con su discurso, pero antes de que pudiera continuar, Nozomi ya estaba riéndose en su cara. La risa era contagiosa y el chico también había soltado una sonrisa, ante la reacción de la otra. Sin embargo, las carcajadas no se detenían. —Ay, ay, lo siento… es… —Se limpió la lágrima que se le escapaba, su estómago le dolía tanto que tuvo que sostenerse.

Las flores de plástico también tienen sentimientos… —Trató de defenderse el pobre chico, pero Nozomi seguía riéndose cruelmente. Se dio la media vuelta, sintiéndose humillado.

¡Hey espera! —Dijo la otra, sujetándole del hombre con fuerza. —Eh, eh… —¿Qué iba a decirle? Había sido un acto reflejo que ni siquiera había tenía idea de lo que diría.

¿Sí? —El muchacho parecía esperanzado. Nozomi enarcó una ceja.
¿Cómo, cómo te llamas? —Premio a su espontaneidad.

El chico se quedó en silencio unos diez segundos, como si le preocupara decirle su nombre. —No me digas que ahora no tienes identidad, porque si las flores son de contrabando… —Empezó la otra y el chico movió frenéticamente las manos.

No, no, m-me llamo Sishio. —Soltó como si le doliera decirlo.
¿Lo ves? No es taaaaan difícil. —Volvió a reírse de él, la señora veneno le llamó desde su puesto de comida, su almuerzo ya estaba listo. —Adiós, Shishio... vendedor de flores de plástico. —Se despidió de forma rara, como si huyera. No se le daba muy bien ser formal a la hora de decir adiós. Se regresó para tomar su pedido, saltar a su auto y seguir conduciendo.

¡Espera! ¡¿Cual es tu nombre?! —Gritó desde su lado, mientras Nozomi daba una mordida enorme y trataba de darse un buen bocado que le mantuviera en pie al menos una media hora más. No supo como responder al otro y tampoco quería que todo el mundo supiera quien era. Ya en el auto, sacó la cabeza y gritó: —¡61210TW! —y encendió el auto con rapidez, al notar que cada vez se hacía más tarde.

No quería que un policía se diera cuenta que las luces de su camioneta ni funcionaban. A la lejanía podía ver el enorme instituto asomarse.

_____________________________________________

Vigilando la escena, alguien con el pelo desordenado y abultado se asomó, saliendo de su escondite. Llevaba un uniforme desañilado y una expresión divertida. Había sido la perfecta oportunidad para corroborar sus sospechas. —Tus cartas nunca fallan Nozomi.
« Last Edit: June 30, 2015, 12:47:45 AM by Morphine »


Cho

Hola a todas. Ahh, es realmente un gusto ver a tanta gente escribiendo por aqui *HiME love* Ahora que estoy más libre debo ponerme las pilas con esto...

Y quienes quieran que sus comentarios cuenten para probaciones no olviden mandármelos por pm antes del stop *advertising*

6


Pasó la noche y llegó el siguiente día, el decisivo. Cho optó por llamar a la directora desde su casa para avisarle de su decisión final, y de este modo, su cita y subsecuente prueba HiME se encontraba programada. La peliceleste se incomodó un poco al decirle a Roxas sobre su rápida acción de contactar a Miranda, pero el rubio sólo dio un suspiro y le pidió que dejara de incomodarse tanto.

Y fue así que los hermanos, junto con Osaka, llegaron a la universidad. Tomo y Hotaru no tardaron en unírseles, y luego de intercambiar unas palabras de aliento, todos se detuvieron frente al edificio de la dirección.

Cho miró perdidamente hacia los pisos superiores, finalmente percatándose del buen clima del día y del profundo cielo azul encima de su cabeza. Por un instante, sintió como si el persistente marchar del tiempo hubiera dado un suspiro y concedido una pausa para todos los presentes. Aun estando convencida de que quería ser una HiME de nuevo, Cho sintió una fuerte tensión en sí misma y un muy ligero temor impregnado en el aire que respiraba. Nunca antes había sentido un momento de transición en su vida tan marcado como aquel, ya que la primera vez que se convirtió en HiME no supo lo que le esperaba.

Sus pensamientos fueron interrumpidos abruptamente cuando Roxas le agarró de un hombro. Cho se sobresaltó y miró a su hermano, quien le dirigió una mirada segura y, en cierto modo, comprensiva.

“¿Lista?” le preguntó.
“…” Cho sintió un temblor en su pecho y algo de incomodidad por ser Roxas quien le hacía la pregunta. Sin embargo, ella sabía que debía honorar el pedido de su hermano de no reservarse más, y ya no temer a expresarse o actuar ante él. Por ello, tomó una bocanada de aire, y asintió convencida. “Sí.”
“No olvides que todos estamos contigo, Cho,” le recordó Hotaru, llevándose una mano a su pecho. “Te deseo todo lo mejor y estaremos aquí una vez termines.”
“Sí, muchas gracias…”
“Sí, no me gustará que te acapares del rol de magical girl del grupo, pero pese a eso somos amigas. Además siempre tienes buenos snacks en tu casa,” Tomo se encogió de hombros. “Ahora ve a knockear a esa marioneta.”
“La directora iba a estar un poco ocupada, así que no te atenderá de inmediato, pero no tendrás que esperar mucho,” dijo Osaka. “Tienes que usar este tiempo para despejar tu cabeza, ¿de acuerdo?”
“Eso haré. Gracias a las dos,” Cho sonrió torpemente. Ya se sentía un poco avergonzada por estar recibiendo tanta atención.
“Pero antes que te vayas, no te olvides tu ponchera,” Osaka le extendió un maletín de metal que tenía una merienda adentro. “Un sándwich mixto y jugo de gelatina de fresa, tal y como te gusta. Sé que nos vamos a encontrar para el mediodía, pero si en algún momento te sientes baja de energías come esto. Es bueno para el alma.”
“Eh, m-muchas gracias Osaka,” Cho se impresionó por el detalle y lo recibió. Ahora se sentía como una niña llegando a inicial por primera vez. “Ni bien termine, les estaré dando una llamada.”
“Estaré al pendiente,” Roxas sonrió frustrado y agitó su palma en forma de despedida.

La futura HiME se despidió de su familia y amigas, y entró al edificio, camino hacia la oficina de Miranda. Los demás le vieron atravesar las puertas y perderse detrás de los vidrios que reflejaban el color del cielo. Era un nuevo comienzo, y todavía muy pronto para predecir lo que ocurriría, pero al menos la unión entre todos seguiría de pie.



“Pues ya está hecho, ¿vamos a algún otro lado?” preguntó Tomo. Todos caminaron hacia un área más concurrida de la universidad donde había varios puestos de comida, dejando el emblemático edificio detrás.
“Mientras esperamos noticias de Cho, podemos ir a tomar un jugo,” sugirió Osaka.
“Me encantaría, pero tengo clase en veinte minutos,” dijo Hotaru, apenada. “Tengo que irme, aunque voy a estar libre un par de horas en la tarde.”
“Sí, no te preocupes,” dijo Roxas. “Más bien gracias por estar aquí.”

Hotaru pasó a despedirse de los demás, pero antes de tener la oportunidad de irse, una persona ajena se acercó al grupo y pasó a saludar a alguien específico.

“Ah, nos volvemos a encontrar,” dijo el desconocido a Roxas. Este le miró y se sorprendió de ver a aquel visitante del día anterior.
“Vaya, qué coincidencia,” el rubio sonrió un poco. “¿Qué haces por aquí?”
“Paseo. Lamentablemente no tengo mucho que hacer, y esta institución está tan pulcra y brillante como siempre…”
“Eh, Roxas…” Tomo alzó una ceja. “¿Quién es este albino?”
“Ah, perdón,” se disculpó el hermano. “Recién lo conocí ayer. Él es… eh… c-creo que no te pregunté tu nombre, lo siento…”
“Yo tampoco pregunté el tuyo, debería estar muy avergonzado…” el peliblanco se dio un facepalm, sonriendo con autodecepción. “Realmente mi nombre no es importante, pero me llaman Komaeda. Es un gusto verte nuevamente, ¿y cómo te llamas?”
“Roxas, lo mismo digo,” él asintió.
“Un gusto por aquí también,” Osaka sonrió al extraño. “Yo soy Osaka, la prima de Roxas, y ellas son mis amigas Tomo-chan y Hotaru-chan.”
“Un placer conocerlas a las tres,” el peliblanco sonrió. “¿Osaka? ¿Ese es en verdad tu nombre? Es muy peculiar.”
“Hehe, es como me llaman. Y suena raro pero ya me acostumbré. Pero siéntete libre de llamarme como quieras. ¿Y yo también puedo darte un nick? ¿Qué te parece Koma-chan?”
“K-Koma…chan…” el mayor sonrió torpemente. No se notaba convencido, pero tampoco parecía interesado en negarse. “Pues, si así lo deseas, no voy a decirte que no.”
“Aw, eres tan lindo~”
“¿Lindo?” preguntó Tomo, frunciendo el ceño. “El tipo te gana como por dos cabezas y es mayor que tú. Tienes gustos raros.”
“Hm…” Roxas se confundió. Si bien Osaka era de tratar de diminutivos con todas sus amigas, era una de las muy pocas veces que lo hacía con chicos. Realmente sólo podía pensar en Kytes como el otro caso. Pero en fin, parecía que esos dos acababan de congeniar muy bien y también tenía la impresión personal que ese peliblanco era una buena persona.

“…” pero por su lado, Hotaru miraba fijamente al extraño conversar con sus amigas amenamente. La pelinegra se notó preocupada. Había algo raro en él, fueran sus manierismos, sus expresiones, o hasta su uso de palabras y oraciones. Parecía ser la única presente que detectaba que ese joven no era normal… tal vez su fuerte entrenamiento clínico tenía algo que ver con ello… “Eh, disculpe…”
“¿Sucede algo?” preguntó Komaeda, al notar que la pelinegra interrumpió la conversación. Todos los demás también miraron a Hotaru, ya que no era normal en ella hacerse oír por encima de los demás.
“Ehh, yo…” y Hotaru inmediatamente se avergonzó. Habló casi por inercia y sin pensar, pero era porque se encontraba genuinamente intrigada por el recién llegado. Bajó su mirada. “Perdón, pero… ¿se encuentra bien?”
“¿Yo?” el peliblanco ladeó su cabeza.
“Hotaru-chan…” y Osaka se confundió. ¿De dónde venía eso?
“¿Eh? ¿Me perdí de algo?” Tomo alternó a mirar a todos los presentes.
“Yo estoy perfectamente bien, pequeña,” contestó Komaeda, con una sonrisa agradecida. “Es más, me encontraba muy meditativo y cabizbajo hasta que tuve la suerte de reencontrarme con Roxas. E incluso las llegué a conocer a ustedes tres, así que este está siendo un día muy afortunado para alguien como yo. Sinceramente…” él bajó su mirada, sonriendo con cierto asombro. “…notar que una joven se preocupa tanto por mí me da una culposa alegría. Me siento tan… desmerecedor…”
“…” Hotaru se afligió. Nuevamente, vio algo muy fuera de lugar en los gestos de esa persona, pero no sabía qué era. De todos modos, tampoco quería que esa persona desarrollara ese raro pensamiento pesimista en el cual andaba rondando. “N-no digas eso, sólo me pareció que no te sentías muy bien, pero me alegra que no es el caso. Ehh, lo siento mucho, pero tengo clases, así que debo irme…”
“Adelante, no quisiera retenerte ni un segundo más. Ha sido un gusto, espero que nos volvamos a ver,” Komaeda sonrió.
“Igualmente, con permiso…”

Hotaru dio una leve reverencia y se despidió de todos, para marcharse a paso rápido. Ella caminó hacia la facultad de medicina para no llegar tarde a una de sus prácticas. La imagen del extraño chico no se desaparecía de su cabeza, y además de la impresión que se había llevado, conforme se alejaba, tuvo un mal presentimiento. Algo en ese lugar estaba muy mal, pero nuevamente, no tenía ningún diagnóstico.

“Me pregunto qué le habrá picado a Hotaru,” Tomo se encogió de hombros y miró al peliblanco. “Pero no te lo tomes a mal. Creo que ella es la más amable y cuerda de todos nosotros aquí.”
“Pues, me alegra que lo reconozcas, Tomo…” Roxas negó.
“¡Oye, ¿qué quieres decir con eso?!”
“Haha, no peleen,” Komaeda levantó sus palmas, tratando de apaciguar a los dos. “Descuida, sí he notado que es una joven ejemplar. Amable, disciplinada, al pendiente de todos… en verdad que Hanasaki está tan lleno de gente única y llena de vida. Será por eso que me encuentro deambulando por la universidad con tanta frecuencia…”
“Y te aseguro que nosotros estamos más que gustosos de recibir a invitados,” dijo Osaka. “Íbamos a ir a tomar unas bebidas, ¿te gustaría acompañarnos?”
“Ah, sería un honor,” los ojos del peliblanco brillaron, elogiado por la oferta.

Los cuatro caminaron juntos para buscar un puesto que le convenciera a todos, mientras se encontraban al pendiente de Cho. El día prometía ser tranquilo para ellos.
« Last Edit: March 01, 2016, 04:58:41 PM by Cho »


Eureka

Vengo super super rápido a dejar aporte 8)

1.


“¿Quién es?”
“Eeeeees… Haru, dice que ya no hay más tinte color lavanda en el Sally Beauty u_u”
“…”
“: )”

Sabía que era una mentira estúpida, pero si al menos conseguía sacarle una carcajada al idiota en frente de ella, lo valía.

“…”
“:’)”
“¿En serio piensas que me voy a creer eso? Tu cara decía otra cosa.”
“Dude, mi look pastel goth está en juego. ¿Por qué no me preocuparía?” Lelouch entrecerró los ojos, sin despegar la vista de ella. “¡EN SERIO! A diferencia de esos cambios de look que tenía cada cierto tiempo cuando era HiME, ahora dependo de botes de Manic Panic y agua oxigenada. La calle está dura, Lelouch. A veces hasta compro los tintes marca Ion porque no hay plata. ¡ION!”  En vista de que su enamorado ni se inmutaba, Eureka suspiró. “…Miranda me mandó un mensaje pidiéndome que la contacte ni bien tenga tiempo y me preocupa un tantito.”
“¿Un tantito?”
“Sí, solo un tantito.”
“¿Por qué?”
“Puede que sea por los informes que debo entregar esta semana al Servicio Psicopedagógico de mi facu. Sí sabes, por el rollo del retiro de cursos, mi depresión, blablablá.”
“¿Pero no me dijiste que ya estaban listos?”
“Sí”
“¿Entonces?”
“…”
“¿Es otra cosa, no?”

No quería preocuparlo a él también: era algo que les había costado dejar atrás y volver a mencionarlo sería complicar de nuevo las cosas. La pelea entre Rizembool y Hanasaki le traía a la mente no solo los atentados, las batallas, lo difícil que era vivir con ese sentimiento de angustia… sino también los errores que había cometido y las miles de maneras en las que lastimó a su enamorado. Recordarle eso no iba a ser tan agradable.

Apareció en su mente la imagen de cierta persona, quien había fallecido por aquel tiempo, y tuvo que sacudir la cabeza para recordar que ya había pasado mucho tiempo y que era hora de olvidarse por fin de eso.

No había ninguna prueba que demostrara que Miranda quería hablarle sobre aquel tema, pero tampoco quería descartarlo tan fácilmente, por temor a llevarse una sorpresa no tan grata.
Era mejor aceptar que la posibilidad existía.

“Tengo miedo de que se relacione de nuevo con los rebels. Sé que ha pasado un montón de tiempo pero aun así…”
“No te tortures por gusto y llámala, mejor.”

Eureka se incorporó en la cama, y marcó el número de Miranda. A su lado, Lelouch se sentó y acomodó las almohadas a su alcance de tal manera que a ambos les servían de respaldar. Al voltear la cabeza levemente, notó en la repisa de la cama las miles de figuritas de colección que la chica se había comprado con el paso del tiempo —lo que la psicóloga había mencionado que era una manera de lidiar con sus problemas: a más estrés, más compras sin sentido—, acomodadas en un orden aleatorio, algunas con un poco de polvo.   

Suspiró, haciendo una nota mental de ofrecerle ayuda para limpiar la repisa en un futuro cercano. Estaba casi seguro de que su enamorada se rehusaría, pero no perdía nada con intentar. En algún momento la acumulación de polvo le sería dañina, y era mejor prevenir que lamentar.

“¿Aló, Miranda? Sí, buenas tardes, soy Eureka. Llamaba por el mensaje que me mandasTEEEE… ¿QUÉEEEE? ¡P-PERO!” Su rostro palideció. “Oh, okay, okay, mejor hablamos frente a frente sobre esto. ¿Yo? Ah, ando libre mañana en la mañana. Okay, Cuídate.”
“¿Qué fue”
“Es por—”
“¡HOOOOOOLAAAAAA”
El grito se escuchó antes de que Hizumi Mizushiro se hiciera presente en el cuarto. Entró dando pequeños saltitos de felicidad, y se desplomó en el sofá rojo, luego de hacer a un lado el morral de Lelouch. “¡Aprobé mi práctica de Macroeconomía!” Anunció, entusiasmado, pero luego se quedó confundido con la tensión latente entre su pareja de amigos. “¿Hn? ¿Qué pasa, Eu? ¿Lelouch está jodiéndote?”
“…Oye.” El mencionado lo miró con desdeño. Hizumi le sacó la lengua y tiró levemente de su ojo derecho, un típico gesto infantil del chico.
“No es eso.” Se preparó mentalmente para responder, y luego de darle muchas vueltas al asunto, decidió que lo mejor sería hablar de una vez por todas. “Miranda… me pidió que sea HiME de nuevo.”

Hizumi y Lelouch intercambiaron miradas por unos instantes, luego voltearon a observar incrédulos a la chica.

“¿PERO QUÉ?” El peliverde fue el primero en hablar. 
“Me dijo que era mejor conversar sobre esto en su despacho. Pienso ir a darle una visita mañana antes de clases.” Se levantó, para caminar unos pasos y apoyarse en la pared. “Igual, quiero discutirlo con Haru antes de eso. Si es posible, con otras HiMEs también.”
“Me parece injusto, ya estabas mucho mejor… ¿y ahora esto?” Hizumi frunció un poco el ceño.
“No hay nada que hacerle. Más bien, llegaste en el momento perfecto… te quería preguntar algo.”
“¡Dime!” Le sonrió el chico.
“¿Rizembool te pidió que vuelvas a ser rebel?”
“Sí, hace unos minutos. Me mandaron un mensaje. Lo borré porque pensé que era spam.”
“…Qué”
“El spam no es tan específico, Hizumi.” Le dijo Lelouch.
“Hmmm, tienes razón.” Se paró, y empezó a husmear entre los cajones de su amiga, buscando algún dulce. “No la pensé, supongo.”
“¿En qué andabas?”
“Quería un sándwich de pollo en un café de la estación del tren. Fue ese reflejo raro de ‘oh, mensaje, spam, borrar’. Mi sándwich era más importante.” Encontró la barra de chocolate, y revisó su empaque. “Wow, chocolate bitter y naranja.”
“Admiro tus prioridades.” Comentó Eureka.
“Damn right~ No iba a aceptar de cualquier forma. Estoy un poco oxidado para eso y luego de que los traicioné, no entiendo por qué me quieren de vuelta.” Dijo, mientras metía el dulce en su bolso.
“Eras bueno, de seguro por eso.”
“¡Gracias~!”
“…Mejor tenerte de mi lado.”
“I know.” Le guiñó el ojo. “Welp, los dejo. Eu tiene que pensarla.”
“¿Cómo sabes que no me rehusaré de frente?”
“No sé si Hizumi piensa igual… Pero yo tengo el presentimiento de que si vuelves a ser HiME, lo harás por nosotros.” Murmuró Lelouch, pero Eureka llegó a escucharlo.
“No te equivocas.” Le sonrió, y su enamorado le devolvió el gesto.
“¡ME DAN URTICARIA, VÁYANSE A SER MELOSOS A OTRO LADO!” Hizumi hizo muecas de asco y se levantó de su sitio, corriendo a la puerta. “Pero sí, yo pensaba lo mismo también. Bueno, los veo lueguito. Ah, Eu”
“¿Qué?”
“…Kanoneestávivobye”
“…Qué”
“NADA”
“VEN ACÁ HIZUMI DE MIERDA”





Hizumi se escapó y no lo encontró hasta luego de un par de horas. Apareció de nuevo en la casa por hambre, y como vivía de la comida del lugar –porque la plata que Kiyotaka le mandaba se la gastaba en chucherías—, iba a regresar tarde o temprano. Sin embargo, ni bien entró por la puerta se chocó con su amiga, y supo que ya no había otra forma de salvarse.

Eureka lo arrastró al puesto de comida más cercano y pidió un relámpago para llevar. Se fueron a un parque, le lanzó la bolsa con el dulce y caminaron a unas bancas, donde tomaron asiento.

“Eso que dijiste… ¿es cierto?”
“Sí.”
“No me mentiste.”
“Nope.”

Era un chiste cruel por parte de su mejor amigo y esta vez no se lo iba a perdonar. Le había costado tanto restaurar la confianza en él que perdió cuando se enteró de que por asuntos relacionados a un tal Kiyotaka y una agencia de asesinos, Hizumi había tenido que ‘desaparecer’ a Kanone Hilbert, a vísperas de la gran batalla final entre Hanasaki y Rizembool. Kanone había sido su rebel, quien al enamorarse de ella, dejó Rizembool y la persiguió a Hanasaki para conquistarla de alguna u otra forma. Por más de que sus intentos fueron en vano, cultivaron una amistad muy fuerte.

Le dolió en el alma escuchar la noticia y pasó mucho tiempo sin tragársela, por lo inverosímil que sonaba y lo poco probable que era. Pisó tierra cuando varios de los chicos de la agencia dejaron de contactarla por todo el problema. Ninguno fue capaz de perdonarle ser amiga del asesino.

Con todo eso, había considerado que la amistad que tenían Hizumi y ella se terminaba. Por estos sucesos, lo perdió como knight justo en ese momento tan crucial, y por si fuera poco, también perdió a su Meister, quien había sido parte de la agencia y aún no procesaba los hechos.

Una charla con su hermano la hizo entrar en razón y aceptó de nuevo al peliverde en su vida, bajo otras condiciones. Al inicio, sólo era para la batalla de Hanasaki. Aún no lo perdonaba.

A la larga, la barrera que quería colocar entre ambos no funcionó de nada y retomaron la amistad, aun cuando a veces dudaba del chico. Sin embargo, prefería tenerlo cerca, vigilado y a su lado, que darle la oportunidad de regresar a Rizembool, o peor, hacerse su enemiga. La rivalidad entre ambos institutos se había disipado pero las heridas de la guerra no se cerraban tan fácilmente: iba a ser difícil olvidarse de todo en un abrir y cerrar de ojos. Por más de que intentara convencerse de que todo había vuelto a la normalidad, no podía bajar la guardia en ningún momento. Además, Hizumi era muy peligroso y lo había confirmado con la muerte de Kanone.

Oír que el chico había estado vivo todo este tiempo era peor que la noticia de Miranda. <<Bueno, van por ahí, creo>>, pensó, y luego rio amargamente al darse cuenta de que los problemas se le habían juntado.  Daba la casualidad de que era justo en el momento en el que veía progreso en su vida y calma alrededor de ella.

“¿Dónde está en estos momentos?”
“Pueeeeees” Eureka quería fulminarlo en ese mismo instante. No tenía tiempo para nada más: solo quería oír las explicaciones del caso. Le frustraba ver al chico intentando alargar el asunto cuando podía ir directamente al grano. “No necesitas ser tan agresiva. Yo no sabía de eso hasta hace poco: me llamó como si fuera la cosa más normal del mundo. Nunca te conté como fue todo, y no necesito entrar en detalles, pero cuando lo ‘maté’, lo dejé en su apartamento y llamé a la policía. Supongo que ahí aprovechó y, I don’t know, ¿se escapó?”
“¿Pero y el cuerpo que estaba en el féretro?”
“No lo subestimes. Kanone tenía muchos contactos, incluso hasta en la morgue. Le habrán prestado un cuerpo parecido al de él, lo habrán maquillado, no tengo la más mínima idea.”
“¿Y cómo sabes que no es un impostor, entonces?”
“¿…Facetime? ¿Te suena?”
“…Me dijiste ‘llamada’ no más, grandísimo idiota.”
“Je je je~”
“¿Pero qué, en serio hicieron facetime?”
“¡Sí! Y era él, no hay duda. Kanone Hilbert estaba en mi pantalla, vivito y coleando.”
“No me respondiste: ¿dónde está ahora?”
“En Bonn, Alemania, pero creo que va a tomar un vuelo de vuelta a Japón mañana. En un par de días lo verás por acá.”
“¿Qué chuchas hace en Alemania?”
“No me preguntes. Como dije, en mi defensa, no sé absolutamente nada. Así: nothing, naranjas, nichts, no sé en qué otro idioma decirlo ):”
“Naranjas no es un idioma (?)”
“I know (?)”
“¿Te dio un número o algo?”
“Tengo su correo, el que usó para el facetime. Aún no sé cómo se consiguió el mío, though.”
“Dámelo.”
“Eu, sé que te lo dije en un muy mal momento pero no debes—”
“Dámelo. Yo sabré en que momento le haré facetime o mensajearé o whatever. Primero el asunto de las Himes, de ahí él. Pero al menos quiero tener su número, sacarme un peso de encima.”
“…Su correo.”
“Correo, la misma cojudez.”

Ambos sacaron sus celulares y Hizumi le dictó el correo; Eureka lo apuntó en una nota nueva en su Iphone. Se quedó mirándolo por un par de segundos, sin creerse lo que veía. Aún le costaba procesar que Kanone estaba vivo, de seguro ahorita era de mañana en Alemania, tal vez andaba desayunando o acariciando a un gato (aunque estaba segura de que esto último era lo más probable).

Plantearse aquella situación hizo que sonriera, lo que le dio curiosidad a Hizumi.

“¿Qué pasó?”
“Nada, debemos volver a casa.”
“¿Por qué?”
“Tengo que empezar a solucionar alguno de mis problemas. Y como te dije, el tema de las HiMEs es mi prioridad ahorita.”
“¿…Entonces?” Hizumi estaba perdido.
“Haru. Tengo que hablar con Haru.”




Cuando regresaron, la casa estaba en total oscuridad, salvo por algunas luces prendidas en el pasillo y las que emanaban de un par de cuartos con las puertas abiertas. Esperó la bienvenida de Yoite y de Miharu, pero no los vio por ningún lado. Supuso que andaban viendo películas en la sala de cine, que estaba en el segundo piso.

Se dirigió por inercia a la habitación de su mejor amiga, y la encontró recortando papeles junto a Simon y a Illya, quienes suponía habían caído en la astuta trampa de Haruhi y no les quedaba de otra que ayudarla con su trabajo de taller.

“Te conseguiste nuevos lacayos, Haru.” Dijo Eureka, apoyándose ligeramente en el marco de la puerta. A su lado, Hizumi observaba el desastroso panorama de varias cartulinas en bolsas, papelitos recortados por doquier, útiles en el piso y la hermana mayor sentada en la silla de su escritorio, mientras que Illya y Simon yacían sumergidos entre otro grupo de cartulinas folcote y canson, en la cama de Haruhi.
“Los compré con jugo.” Les contó Haruhi, y su amiga rio. “Se acercan los parciales y ya me ves corriendo de un lado a otro por materiales y para terminar trabajos. Tengo que hacer una zapatilla de papel pero debo estudiar para el resto de exámenes así que ando avanzando un poco ahorita, luego estudiaré.”
“Zapatilla de papel…” Mencionó Hizumi, sin comprender.
“Son cosas de estudiantes de diseño.” Dijo Simon. “Ni yo entiendo lo que estoy haciendo, pero igual lo hago (?)”
“Sabes que te ayudo cuando quieras, igual no es que haga mucho… con mi problemilla de llevar sólo un curso este ciclo, jejeje” Dijo Eureka, y Haruhi le sonrió.
“Al menos es algo.” Le aseguró Haruhi.
“Sí, eso es cierto.” Eureka recordó el motivo por el que había venido. “Hey, Haru. No te quiero quitar mucho tiempo, pero—”
“Para nada, así como te ofreces a ayudarme, yo me ofrezco a escucharte. Si tienes algún problema, adelante.”
“Es… un poco privado.” Le dijo, luego de acercarse un poco y susurrarle al oído.
“Qué, ¿es lo de las HiMEs?”

Un poco más e Illya lo gritaba.

“…”
“…”
“…Illya”
“¿Qué? No sabía que era un secreto.”
“¿Te llegó ese mensaje a ti también, Eu?”
“Yep. Me tiene preocupada.”
“Voy a ir a verla a su despacho, tan pronto como tenga tiempo libre.”
“Osea, algún día (?)” Soltó Illya.
“No me ayudas, ¿sabes?”
“Te quiero~”
“Yo pensaba ir mañana, ¿podría contarte que tal?”
“Gracias, Eu, pero también iré a verla en su momento. Igual me cuentas porque quiero saber qué te dice a ti también. Yo de ahí te contaré como me fue a mí.”
“Cool, Haru.”
“En cuanto a la respuesta… aún no estoy segura. Por un lado, no quiero perturbar la calma que ya tengo. Por otro, sé que el problema en sí terminará haciéndolo en algún momento, participe o no de esta… ‘guerra’. Tiro más para el no, pero todo depende de la charla con Miranda.”
“Yo lo único que sé es que ya no soy esa chiquilla que acepta sin pensarla bien. Pero… me preocupa la gente que tengo en Hanasaki. No quiero que estén en peligro.”
“Sabes que lo estarán de cualquier forma, aceptes o no. Sé que sólo pueden atacar a las Himes pero a veces los rebels son capaces de todo.”
“Tienes razón… urgh, estoy tan enojada, todo andaba muy bien y BAM, ‘necesitamos que vuelvan a ser HiMEs’. Gracias, Miranda.”
“Ella no tiene la culpa: Rizembool es el que está detrás de todo esto, y Miranda no tiene de otra. Aun así, también me enoja. Ya me estaba acostumbrando a la rutina.”
“Yo también. Igual, aún no hemos aceptado.”
“Como dije, tiro para el ‘no’.” 
“Yo… no sé.”
“Miranda despejará nuestras dudas.”
“Hey… Piénsenlo bien, ¿Okay?”

Voltearon a ver la cara preocupada de Simon y ambas asintieron con la cabeza.

No solo era arriesgarlos, también darles más preocupaciones. Debían de analizar detenidamente los pros y los contras.

Sin embargo, había algo de lo que estaba segura: ninguna opción implicaba algún beneficio

Tomar una decisión iba a ser una tarea muy difícil.
« Last Edit: June 06, 2019, 01:33:46 AM by Eureka »