#24.
-¿Qué le ha pasado?
Shura llegó al encuentro de Nero y Dante, el segundo estaba en el suelo, herido, y sobre su cabeza había comenzado la letal cuenta atrás.
-Nightmare le ha maldecido, morirá si no acabamos con el monstruo a tiempo, aunque… -su mirada se iluminó esperanzada, cayendo en la cuenta de que aún podían hacer algo - ¿puedes intentar sanarlo? Quizás no sirva para nada en su estado, pero hay que intentarlo.
-Nero… -Shura miró a los ojos de su compañero -no tienes la obligación de preocuparte por él.
-Eso es Nero, hazle caso, no tienes la obligación,
Shura miró al Gunslinger con desaprobación, ofendida porque hubiera utilizado sus mismas palabras, Nero por otra parte sacudió la cabeza confuso, convencido de que Shura no había entendido a lo que se refería.
-Shura… Dante podría morir…
Pero ella sí que lo había entendido, perfectamente, aunque se sentía retorcida por aquel pensamiento y con un cierto malestar por haberlo mencionado. Sacudió la cabeza en una negativa frustrada, pero igualmente, le concedido el capricho a su amigo y, además de restaurar la salud de Dante, intentó quitar el estado de maldición, pero fue inútil.
-Gracias.
La chica ignoró deliberadamente al Gunsllinger, el cual sonrió rodando los ojos, observando que su contador había llegado a ocho.
-Tenemos que derrotar a Nightmare, Dante, no te muevas, podrías acelerar los efectos de la maldición.
El resto de la Party estaba enzarzada en la batalla, el equilibrio entre la victoria y la derrota era algo muy precario, ya que aunque superasen en número a Nightmare, este absorbía la magia y la lanzaba contra sus atacantes, JoJo no tenía demasiadas opciones por su nivel, y los ataques de Sol eran débiles contra su enemigo. Nero se quedó paralizado, mordiéndose el interior de la mejilla sin saber muy bien cómo intervenir o como no resultar una molestia en la batalla. La espada de Nightmare quedó envuelta en las llamas, golpeando a Sol y arrojándola al suelo al tiempo que un cuarto de su barra de vida quedaba afectada.
-¡Nero! -Shura comenzó a lanzar sus hechizos de curación, el cansancio empezaba a hacer acto de presencia, advirtiéndole que comenzaba a quedarse sin puntos de magia, si comenzaban a utilizar las pociones sólo sería cuestión de tiempo que alguno de ellos perdiera una vida.
-¡Ataca! -Sol instó a su compañero que pareció reaccionar a sus palabras, lanzándose contra su enemigo, dando tiempo a Sol de rodar hacia atrás y ponerse en pie cuando Nightmare bloqueo la estocada, la espada de Nero parecía a punto de partirse por la fuerza de la espada y que su enemigo ejercia sobre ella, y el Soldier no parecía poder aguantar mucho más. A Nero le temblaban las rodillas, apretando los dientes mientras el filo de la espada estaba más cerca de clavarsele en el pecho que de hacer ceder a Nightmare, pero no se atrevía a hacer otra cosa que no fuese aguantar, no tenía otro plan, no tenía la habilidad ni el nivel de derrotarlo. Gritó frustrado cuando sintió que sus dedos se le resbalaban de la empuñadura del arma…
Hasta que otra mano se cerró alrededor de la empuñadura, aunque era más pequeña hacía toda la fuerza que podía porque el arma no se cayera de las manos de Nero.
-¡Vamos! -A Shura no le quedaba nivel para seguir curando, no sabía qué otra cosa podía hacer más que permanecer hombro con hombro con su compañero.
-¡Dale el último golpe Nero! -Sol arrojó la espada, agarrando con ambas manos el escudo y lanzándose contra Nightmare, bloqueando la garra de su enemigo y limitando su movimiento, forcejeando con aquella garra a punto de liberarse y pasar por encima del escudo para atraparle...
-¡Hazlo! -JoJo se unió a Sol empujando ambos contra el escudo, con la fuerza suficiente de detener los intentos de Nightmare por escapar y atacarlos.
Nero apretó los dientes, buscando retorcer el arma para liberarla del filo de la espada de Nightmare, mentalmente calculando cuánto tiempo le quedaría a Dante convencido de que la cuenta había llegado a la mitad.
Hizo toda la fuerza posible, pero Nightmare le tenía reservada una sorpresa, volvió a incendiar su espada que quedó consumida entre las llamas mientras la criatura gritaba. Shura también gritaba afectada por las llamas, y estaba convencido de que él también, pero antes de que todo el plan se estropease, el líquido elemento cayó sobre ellos apaciguando las llamas y el dolor. Caesar no iba a quedarse al margen de la batalla utilizando sus poderes de Elementalist de agua, y Doppio tampoco, si Nightmare absorbía la magia al menos podía darle al Soldier velocidad.
Nero podía sentirlo, todos estaban de su parte. No tenía un plan, ni habilidad, pero tenía a sus amigos de su parte.
Nightmare viéndose acorralado, intentó sacudirse logrando mandar un cabezazo contra el Soldier. Nero recibió una herida en la cabeza que comenzó a sangrar manchandole la cara y Shura acabó en el suelo por la sacudida, pero Nero no cedió ni un centímetro, comenzando a quemar sus puntos de magia para transformarlos en resistencia y en fuerza, envuelto en un aura azul eléctrico, gritando lleno de coraje, retorciendo el arma hasta que la punta de ésta se liberó y empaló con fuerza la cabeza de Nightmare justo por la visera del yelmo.
Ni siquiera hubo un último grito agónico por parte de su enemigo, como si el cuerpo que poseyera la armadura hubiera comenzado a arder, se convirtió en cenizas y humo que se colaron por la armadura escapando al aire, cayendo al suelo pieza por pieza mientras la armadura envejecía rápidamente, oxidandose, barrida por una corriente de aire y dejando atrás las recompensas para los jugadores por haber derrotado al Boss de zona. Dante suspiró aliviado cuando la cuenta dejo de correr, desapareciendo cuando ya había llegado al dos.
-He… ¿hemos ganado? -Nero miraba la punta de su espada en la que ya no quedaba nada clavado de su enemigo.
En respuesta a la incrédula pregunta de Nero, Joseph le golpeó en la espalda tan fuerte que estuvo a punto de tirarlo al suelo.
-¡Así se hace! ¡Le has dado una lección!
-Buen trabajo, pero no te olvides de que aquí dentro aun no se termina el peligro. -Sol le extendió una poción del inventario, Nero la destapo sonriendo y bebiendo… recuperando una buena parte de su vida y curando la herida que Nightmare le había hecho en la frente con su último golpe.
-¡No! ¡Espera! -Shura se puso en pie ayudada por Caesar, mirando escandalizada la poción que había tomado Nero. -¡Así seguro que al curarle le deja cicatriz! Espera a que me recupere y yo me encargo.
Nero se levantó el flequillo acercándose a Sol, casi emocionado por aquel comentario.
-¿Me ha quedado cicatriz?
-Es difícil de saber con toda esa sangre… pero a juzgar por la herida te habrá dejado una buena cicatriz.
-Genial…-Se le escapó una sonrisa.
-¡No!
Joseph pasó la vista por todo lo que había dejado caer Nigtmare… había pociones o lo que parecían vigores, una carta y algo similar un arma, pero entre aquel material había algo que sólo podía llamarle la atención a él: era una prenda morada con rayas azules, una bufanda. Dio un paso acercándose, estirando la mano para alcanzarla, y viendo como se la arrebataban en sus narices.
Dante agarro la bufanda guardándola en su inventario, consciente de que todos le prestaban atención una vez que parecía recuperado y activo, y que estaban alerta por lo que pudiera decir.
-Esta bufanda no vale, ni lo que cuesta agacharse para recogerla… es justo que me quede con el peor objeto cuando he sido una carga y un problema para vosotros.
-Para nosotros no has sido ni eres nada Redgrave, a quién tendrías que darle las gracias por haber podido salir de una pieza es a Nero, y también tendrías que darle a él tus disculpas, nosotros no las queremos. -Sol no iba a ofrecerle ningún tipo de condescendencia, quedando sellado que entre ellos dos nunca existiría siquiera una camaradería, y es que Sol no llegaría nunca a comprender ni a perdonar, que alguien así hubiera podido influenciar tanto en la vida de Nero.
Dante guardó silencio mirando a Nero, esperando que este levantara la vista para sostenerle la mirada.
-Nero, lo siento mucho, y gracias. -Sin más, el Gunslinger se dio media vuelta poniendo rumbo hacia la salida.
-¿Y eso se supone que es una disculpa? Payaso -Sol se quedó con la última palabra, cruzándose de brazos.
-Sol, chicos, -Nero se adelantó un paso mirando a sus compañeros, parecía nervioso y confundido -esperadme, ahora vengo…
Sus amigos le hicieron caso, acercándose al material mientras Nero daba alcancé a Dante.
-Espera ¡Dante!
-¿Qué pasa? -Se cruzó de brazos, deteniéndose y girando para escuchar lo que tuviera que decirle Nero.
-¿Se puede saber…? -Nero no sabía como expresar lo que sentía, convencido por un instante de que eran imaginaciones suyas -¿qué ha pasado antes?
Dante guardo silencio, Nero chasqueo la lengua frustrado.
-No tenias por que hacer lo que has hecho, has estado a punto de morir… ¿por qué… lo has hecho?
Agachó la mirada, avergonzado porque la duda impregnase su voz al hacerle esa pregunta, pero estaba convencido de que Dante se había sacrificado a posta, no era tan torpe para aquello.
El Gunslinger le puso una mano en el hombro, haciendo que Nero levantase la cabeza, Dante lo miraba a los ojos escudriñando su mirada azul intensa, pese a aquel cambio de aspecto, Nero seguía teniendo la costumbre de levantar la ceja y arrugar el labio cuando estaba especialmente confundido. Dante le puso la otra mano en el hombro, comenzando a reír y golpeándole en los hombros mientras cada vez, Nero estaba más paralizado y confuso.
-¡Vamos Kid! Esta vez el mérito de la batalla es todo tuyo… quiero decir, -se corrigió sabiendo que aquello no era lo que quería decir -estas cambiando, Nero… si te hubieras visto en el combate: todos estaban de tu lado, confiaban en ti, si te soy sincero me ha dado un poco de envidia, eras… tan guay.
-¿Qué? -Sacudió la cabeza confundido y un poco abrumado por esas palabras.
-Oye,-le apretó los hombros acercando su rostro al suyo -el Nero que yo conocía era un pringado, pero has cambiado, no eres el mismo… eres mucho mejor, y es algo que llevarás contigo cuando salgamos de aquí. No lo olvides. Buena suerte Nero.
Le golpeó en el hombro a modo de despedida, dándose la vuelta y retomando su camino.
-¡Dante! Oye… -no quería que él fuera el único en despedirse -¿nos volveremos a ver?
Su compañero levantó la mano sacudiéndola, bajando de piso rumbo a la salida.
Nero se rascó la punta de la nariz avergonzado, sonriendo por aquellas palabras que le había dado su compañero, comenzando a ganar una confianza y una fuerza que nada tenían que ver con haber subido de nivel.
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Volviendo con sus compañeros, estos habían recogido ya todo el material, mirando a su compañero con cierto interés teatral. Nero se detuvo un instante extrañado, continuando hasta acercarse a ellos.
-¿Había algo interesante?
-Pues ninguna novia que hayamos podido encontrarte, Nero.
Ante las palabras de JoJo, la mayor afectada fue Shura, escandalizándose, mientras el mencionado sonreía avergonzado.
-Pero, ¡no digáis esas cosas delante de vuestro amigo!
-Peor sería decírselas por detrás.
-¿Tu también Sol?
-No me importa Shura…
-Sí que importa Nero, -puso los brazos en jarras, arrugando el labio en desacuerdo -tendrías que decirles claramente que paren.
-Cuando te conviertas en Paladin, iremos a celebrarlo a Old Town, es de los mejores sitios de Sin City.
-¿¡Qué quiere decir eso Sol!?
-Shura… esta bien así… no lo dicen en serio, -se rascó la nariz avergonzado -lo dicen porque son mis amigos.
La chica lanzó una exclamación ahogada.
-Primero las cicatrices y ahora esto, ¡no entiendo a los hombres!
-De todos modos, Nero, hay algo que sí que es para ti. -Sol le pasó al inventario, el arma que Nightmare había dejado caer se materializó en las manos de Nero… una espada apodada la Red Queen, de un solo y largo filo, sobre la mitad de la hoja hacia la empuñadura el metal se volvía rojo con una zarza espinosa que se enroscaba, el mango era de cuero rojo con una empuñadura que sobresalía, Nero giró la empuñadura y acompañado del sonido de una motocicleta, las llamas cayeron por el filo provocando que el Soldier soltará una exclamación excitada.
-¡Es genial!
-Es un arma muy poderosa, hemos hecho bien en quedarnos a pelear.
-Sí, muy bien Caesar. -Joseph se enroscó al cuello una bufanda morada con rayas azules que todos reconocieron al instante. -¿Qué?
-¿No era esa la bufanda que se ha quedado el Gunslinger? -Shura lo señaló cubriéndose la boca para no reírse.
-Lo era.
-¿Se la has robado? -Doppio dejó a un lado la sorpresa para sonreír con el resto del grupo.
-Los detalles no tienen importancia, además, ni siquiera le gustaba.
Ahora que Nero había subido de nivel, ya no tenían motivo para quedarse en aquella Dungeon. Descendieron el resto de niveles entre comentarios y risas, provocando que los jugadores de menor nivel, se apartaran de ellos, extrañados por su buen humor en épocas tan turbias.
Pero, aquel buen humor, pronto iba a ser borrado y olvidado. A ellos y a todos los participantes de aquella locura, pronto se encontrarían con la peor cara que el GM les tenía reservada…