Author Topic: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back  (Read 252009 times)


Cho

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #75: November 30, 2015, 03:47:29 PM »
Un poco antes del stop, pero lo hice yay~

Antes que nada, quiero agradecer a Shruikan por permitirme usar a Axel para el HiMEverse. En verdad, muchas gracias~

Y también gracias a Sayi por los icons.

12



El fin de semana pasó de manera tranquila y sin más precedentes. Cho pudo descansar y recuperarse del estrés vivido mientras organizaba sus pensamientos para lidiar con esa nueva (o reincidente) etapa de su vida. Volvió a ubicar su rol de HiME en su horario e intentó establecer ligeros cambios en su rutina y en sus pensamientos que le hicieran la transición más suave. Todavía no había rastros de su Rebel, y se encontraba muy agradecida de ello al no sentirse completamente lista de afrontarle. Y por retomar la labor de Hanasaki, tenía que atender lo primero cuanto antes: practicar con sus poderes HiME.

Como siempre, podía contar mucho con su elemento, con el cual ya tenía familiaridad, y si bien todavía le faltaba regular y refinar aspectos avanzados del mismo, no tenía que atenderlo aún. Su capacidad siempre fue su poder más problemático y era difícil sacarlo a flote, y lo mismo con su Child, el cual las muy pocas veces que se apareció actuó por su cuenta. Por ello, le quedaba atender el asunto de su nueva arma: la naginata. Luego de vivir sus peleas HiME con el péndulo como arma, cambiar su estrategia resultaría muy incómoda. Su previa arma fue muy ligera y con muy poca habilidad de lastimar o defenderse, lo cual siempre fue una desventaja al pelear con sus Rebels, pero le había proveído de un movimiento más fácil como una herramienta para esquivar o escalar. En cambio, su presente arma sí le permitiría atacar y bloquear ataques físicos, pero era aún muy pesada y masiva como para tenerle costumbre. Otro problema del caso era que no se encontraba entre las armas más comunes o populares, y encontrar a un maestro para dominarla sería difícil.

Felizmente, si bien no era una solución fija, Fran le comunicó que ella tenía conocimiento y manejo de diversas armas, entre ellas la suya, y aunque no contaba con mucho tiempo para ayudarle a entrenar por su ocupado horario, se ofreció a instruirle en puntuales ocasiones. Ese presente día en la mañana fue una de ellas.

“…” Cho se encontraba agarrando su arma en una posición de ataque, para seguir con un simple ejercicio de maniobra que debería servirle para acostumbrarse. Si bien había imaginado que una nueva arma sería complicada de manipular, con esa corta sesión comprendió que estaba muy lejos para siquiera considerar que la podría blandear bien en poco tiempo. Todavía ni podía imaginarse usar la cuchilla para cortar una hoja de papel porque sólo resistir el peso e inercia del arma le causaba dolor en los brazos.
“Estas volviendo a tensar tu agarre,” observó Fran, inmutada. “No necesitas de tensión para mantener su arma empuñada. Sólo es necesario aplicarla en el momento de impacto, o de lo contrario te puedes ver vulnerable por tu propia fuerza.”
“S-sí…” Cho lo comprendía, pero le seguía costando aplicar la enseñanza. Soltó su agarre muy ligeramente y pasó a mover la naginata como se le fue instruido, para recuperar la posición lo más rápido y establemente posible.
“Temblaste demasiado.”
“L-lo sé, perdón.”
“Sigues poniéndote muy tensa. Debes trabajar en tus nervios,” Fran negó. “Eso no tiene nada que ver con tu habilidad, es porque te desmoralizas y te pones muchas expectativas. No debes dejar que eso ocurra. Estás aquí para fallar, y mientras menos pienses tu acción, mejor va a ser. Además…” la peliblanca caminó donde la HiME, y con sus manos acomodó suavemente la posición de la HiME. “En el menor descuido, vuelves a exponer tu centro. Recuerda mantener siempre tu perfil. Esta posición debe volverse natural o de lo contrario serás un blanco más fácil de apuntar para cualquier tipo de ataque.”
“…” recordaba haber escuchado algo del perfil previamente, pero por no haber tenido un arma agresiva antes y haber dependido únicamente de su elemento, nunca sintió la necesidad de aprenderlo.
“No tenemos más tiempo hoy, pero de tarea espero que practiques esta posición y el blandeo que te enseñé. Es más que suficiente por ahora. Ni bien domines mejor la posición, notarás que portar tu arma demandará menos estrés corporal y te volverás más ágil. También, no tienes que limitarte a la naginata. Práctica con cualquier arma o arte marcial te ayudará con tu postura.”
“E-entiendo…” Cho dejó su posición y desapareció su arma, para luego bajar su mirada. No sabía con quién podría practicar.
“Te aconsejo que le pidas ayuda a tu hermano. Sé que él está siguiendo kendo a nivel profesional ahora, y he oído que ha tenido buenos resultados en competencias,” Fran pareció percibir la preocupación de Cho, por lo cual le comunicó de su opción.
“Ehm, es verdad… pero…” sin embargo, la peliceleste sólo se mostró más incómoda.
“Hm, comprendo…” la instructora desvió su mirada, con indiferencia. “No deberías sentirte así, pero no estoy aquí para forzarte. Entonces buscaré algún contacto en la universidad en cuanto tenga tiempo en mi horario.”
“Muchas gracias por toda su ayuda,” Cho dio una pequeña reverencia.

Al terminar la sesión y recoger sus cosas, Cho revisó su celular. Había estado practicando más de cuarenta minutos, y pese al muy poco avance que tuvo, la práctica fue muy informativa y tenía un poco de teoría de la cual partir, así que se sentía algo optimista. Con hacer una pequeña comparación con su realidad cuatro años atrás, era evidente que estaba mejor encaminada. Sólo necesitaba seguir así hasta que Fran pudiera ubicarle alguien que le ayudaría a practicar.

Había visto que Osaka le envió un par de mensajes, reportándose junto con Tomo y Hotaru, ya que las tres habían ido de compras por snacks y gaseosas para una actividad que todos iban a tener en la tarde. Cho sonrió. Se mantuvo secreto para la mayoría hasta que Ryo recibió la confirmación del regreso de dos personas del pasado, y luego de tres años de ausencia, los volverían a ver en pocas horas. Osaka le dio la sorpresa a ella y a Roxas muy temprano ese mismo día, así que no podía evitar encontrarse un poco emocionada. Iba a ser un gran reencuentro.

Pero antes de poder atenderlo, tenía una clase en menos de veinte minutos, y recién luego del mediodía tendría tiempo para ir a ayudar a su prima con las preparaciones.


Al igual que su hermana, Roxas había llegado temprano a la universidad para atender a uno de sus entrenamientos. Luego de un largo rato practicando, todos finalmente salieron a un pequeño descanso antes de iniciar con la segunda mitad de la sesión.

Para despejar un poco sus pensamientos, el rubio salió fuera del espacioso dojo y caminó hasta una banca debajo de un frondoso árbol. Ahí continuó tomando agua y terminó recostando su cabeza hacia atrás para ver los diminutos rayos de luz que pasaban a través de las hojas. Era un ambiente muy libre y tranquilo, y sabía que si se relajaba se podría quedar dormido, pero no era el momento.

Su paz terminó cortándose cuando uno de sus compañeros se le acercó, lo cual le hizo sentarse erguido en la banca.

“Roxas, nuestro manager nos informó que están pensando en organizar una competencia amistosa con otra universidad dentro de poco,” le dijo el chico.
“Me sorprende que sea tan pronto,” él se mostró levemente sorprendido, pero asintió. “Aunque son buenas noticias. Necesitamos de todo el entrenamiento posible si queremos mejorar el ranking del año pasado.”
“Yo no me preocuparía mucho por ti,” el estudiante sonrió frustrado. “Reconozco que me falta mucho por aprender en comparación contigo. Sé que eres la estrella de nuestro equipo, Roxas.”
“No es para que te pongas a pensar así,” el rubio le miró con leve desapruebo. “Con esa actitud no llegaremos muy lejos, recuérdalo.”
“Cierto, aunque sí confío en que tú lo harás, y me alegro por ti,” el otro sonrió decidido. “Kendo no es mi carrera oficial, pero sí es la tuya, y sé que en poco tiempo podrás competir sin necesidad de un equipo.”
“Hm,” Roxas se puso a pensar. “Sí, no puedo creer que ya estamos en el segundo año. Y sé que las competencias individuales son mucho más complejas y envueltas. Tendría que comenzar a preocuparme de coaches y managers y muchas cosas más…” él negó. “Creo que no hay nadie en nuestro equipo que ha tenido ese tipo de experiencia antes como para ir a preguntarle.”
“Sé que nuestro sensei podría ayudarte con pautas, aunque en el dojo del costado hay una chica que ha competido en grandes torneos desde la secundaria.”
“¿En serio?” Roxas se sorprendió.
“¿No lo sabías?” supuso que no era gran sorpresa ya que su amigo no era del tipo muy sociable o curioso. Vio que las chicas también estaban en su descanso y la buscó entre todas. “Ah, es esa que está parada al costado de la puerta del dojo.”
“…” Roxas vio a una chica delgada y de baja estatura, con cabellos blancos cortos y lisos. Ella se encontraba apoyada contra la pared con los ojos cerrados, sumisa en sus pensamientos. En apariencia no aparentaba tener gran talento, pero tenía cierta aura fría e impenetrable que la diferenciaba de las demás. No se veía del tipo social, pero imaginó que sería bueno hablar con ella en algún momento.
“Eh, ¿alguien podría ayudarme, por favor?” pidió un chico que caminaba hacia el dojo con varias espadas de práctica, pero la puerta estaba cerrada.
“¡Ah, ahí voy!” el otro chico fue corriendo a ayudarle, dejando a Roxas solo. Este también consideró que mejor iba regresando para continuar con la práctica, pero terminó quedándose al notar que un pelinaranja llegó corriendo. Era aquel chico del cual Sora debía responsabilizarse, y curiosamente fue directamente a esa chica peliblanca.


“¡Youmu!” exclamó Hinata. Su simple llegada y forma tan directa de dirigírsele llamó la atención de las chicas cercanas. Él claramente no se sentía apartado por la presencia de la peliblanca. Ella abrió sus ojos y se le dirigió.
“Hinata…” observó ella, con leve desconcierto. “¿Qué te trae por aquí?”
“Perdón si estoy interrumpiendo algo, pero vengo para avisarte que no voy a poder reunirme contigo hoy para trabajar en nuestro proyecto,” él se disculpó juntando sus palmas. “Algo se ha presentado, pero te prometo que te lo repondré, y,” desvió su mirada. “Pese a que no me gusta la idea de estudiar o hacer tareas, te juro que no lo digo sólo por escaparme de las obligaciones.”
“Te entiendo, tampoco me gustan a mí…” la peliblanca frunció el ceño y dio un suspiro. “Pero está bien. A decir verdad, recibí una citación hoy en la mañana, así que también estaré ocupada en la tarde.”
“¿Citación?” Hinata se confundió.
“La directora desea hablar conmigo por algún motivo…”
“La directora…” el pelinaranja se extrañó. “No te has metido en problemas, ¿verdad?”
“Pues, espero que no…” Youmu se cruzó de brazos y alzó su mirada con un dejo pensativo, como quien dudaba de su propia apreciación. “No he destruido nada fuera del dojo, y mi mente está en blanco.”
“Bueno, espero que todo esté bien, y te deseo mucha suerte,” él le sonrió. “Nos vemos más tarde, ¿sí? ¡Que te vaya bien!”
“Ah, a ti también,” ella se despidió, y luego de ver al otro marcharse corriendo, volvió a cerrar sus ojos.

Por su lado, Roxas no evitó sentir escalofríos al ser una situación un tanto ‘familiar’. ¿Le había citado la directora sin motivo aparente?


Era aun temprano como para comer y ya pasada la hora del desayuno, y al igual que Hanasaki, el campus de Rizembool U se encontraba activo por estudiantes yendo a clases u ocupados con trabajos, pero siempre había la opción de acudir a una cafetería por algún capricho personal. Tomaj se vio libre de ocupaciones, y al haber salido de su única clase en la mañana, no le quedaba más que matar el tiempo. Había recibido una invitación de parte de la gente en Hanasaki, y para variar, no le molestaba hacer una aparición social.

El exRebel terminó de comprar un café y un pequeño bizcocho, y al darse media vuelta, llegó la parte más difícil e incómoda de su descanso: buscar un lugar donde sentarse. Vio a los muchos clientes ocupar las sillas, mesas y cómodos sillones, con la mayoría luciendo con las justas las servilletas del establecimiento, luego de terminar de consumir sus compras bien hace más de media hora. Era irónico notar la permanencia de las personas, pero no podía decir que le molestaba ya que él bien había estado en el lugar de todos ellos más de una vez.

Por no haber ningún sitio disponible, se resignó a ver si podía compartir una mesa con alguien, y felizmente reconoció a un estudiante familiar, por lo cual se acercó hacia él. Este era un pelirrojo con cabellos puntiagudos, que dedicaba su distraída atención a su tablet, y que levantó su mirada al notar al otro tomar asiento sin siquiera preguntarle.

“Hola Axel, long time no see,” saludó Tomaj, mientras acomodaba sus compras sobre la mesa. “Espero que no te moleste si me siento.”
“No es que te importe,” el otro sonrió con ironía y se encogió de hombros. “Ya estaba por irme, de todos modos. Pensé que te gustaba pasar tu tiempo libre por locales de Hanasaki.”
“Tendrán buenos puestos, pero tampoco exageres, es una larga caminata,” el pelimarrón negó. “Y por mis credenciales de exRebel, también me dan buenos planes en las cafeterías y otras comodidades aquí. Seguro que entiendes.”
“Lo que no entiendo es cómo alguien como tú no aceptó la oportunidad de volver a ser Rebel ni bien te ofrecieron,” comentó el pelirrojo, mientras usaba su tablet para navegar por Internet. “Con todo lo que te divertiste la vez pasada.”
“Haha, mira quién habla,” Tomaj no evitó reírse. Ellos dos habían sido Rebels en la misma época durante la secundaria y también compañeros de cuarto, por lo cual, si bien no eran los mejores amigos, estaban familiarizados entre sí y tenían mucho en común. “Yo más bien diría que tú debiste tomar la invitación.”
“Supongo ya no me parece tan divertido,” Axel sonrió con simpleza. “Rizembool se tardó mucho tiempo para reanudar la guerra, lo suficiente para sentirme más que contento con mi vida individual sin obligaciones, así que no gracias. De todo esto, de lo que más me puedo alegrar es que Rizembool no me ha atado a un rol de estudiante ‘senpai’ como tú.”
“Ahh, en eso tienes razón,” Tomaj se frustró. “Tienes suerte.”
“Más bien fui muy bueno en demostrarle a los científicos que no soy un buen compañero ni aliado en quien confiar,” Axel se vio entretenido. “Es tu culpa por haber sido un buen Rebel estrella que hacía su tarea.”
“No me gusta lo que estás insinuando.”
“Sé que no estoy insinuando nada aquí,” sonrió con leve crueldad.
“Pero sí, hiciste un buen punto,” hubo una corta pausa que Tomaj usó para tomar un poco de su café. Él vio a Axel aburrirse con su tablet y guardarla en su mochila, cuando recordó que tenía algo que decirle. “Ah, antes que te vayas, quería comentarte algo.”
“¿Tienes algo nuevo que decirme?” el pelirrojo no se vio particularmente interesado. “Y pensé que habías dejado de ser interesante hace tres años.”
“Lo mismo digo,” Tomaj alzó una ceja, y optó por tomarse el comentario con humor. “Hoy en la tarde va a haber una reunión en Hanasaki porque dos personas están regresando. Ambos estuvieron su tiempo en Rizembool con nosotros, así que pienso que quizás te interese.”
“Vaya, tú invitándome a un evento social, quién lo diría…”
“Shocking, right? Pero es satisfactorio saber que poseo el suficiente carisma como para llevarme bien con la mayoría allá a pesar de haber sido un Rebel,” Tomaj ya podía adivinar la respuesta del otro, pero decidió preguntar como quien mataba el tiempo. “¿Te animas a venir?”
“Paso. Si bien los homenajeados pueden llevarse bien conmigo, sé que le aguaría la fiesta a los demás,” Axel mostró leve entretenimiento por la idea. “Aunque dale saludos a Osaka y Tomo, hace tiempo que no las veo.”
“Hm, lástima, les daré tus saludos,” Tomaj se encogió de hombros. “Ya no nos vemos tanto como antes, ni sé qué estás estudiando.”
“Entonces somos dos,” Axel sonrió con ironía y se levantó. “Podemos hablar con respecto a nuestras carreras maquiavélicas en otro momento. Tengo cosas que hacer.”

El pelirrojo se despidió con un gesto de su mano y se fue caminando de la cafetería. Con la mesa para sí, Tomaj sacó su celular y vio un mensaje de Kytes, quien le recordaba que no se olvidara de sus encargos para la reunión. Realmente sólo había tenido dos: comprar vasos descartables y avisarle a Sora quien se había fugado de sus clases del día. Ni bien terminara de relajarse en la cafetería se encargaría de lo primero. Y en cuanto a lo segundo, eso ya estaba arreglado, pero había optado por mantenerlo secreto de su amigo el mayor tiempo posible.

Ciertamente, el regreso de uno de sus amigos de la secundaria sería una gran sorpresa, aunque tal vez no del todo agradable.
« Last Edit: July 08, 2017, 10:31:58 PM by Cho »


Shura

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #76: November 30, 2015, 04:12:30 PM »
Pronto más tiempo en mi vida <3



Llovía, el cielo lloraba oscureciendo el atardecer, confundiendolo con la noche en el bosque de Hanasaki.
Rise quería estallar en llanto, quizás sus lágrimas ya se mezclaban con la lluvia, pero no podía permitirse el lujo de desahogarse, no hasta que encontrase a su hermana Ringo.
Corriendo por el bosque, gracias a su intuición no tardó en encontrarla, estaba tirada en el claro, boca arriba mirando al cielo, quieta y pálida.
-¡Hermana! ¡Ringo! -Rise cayó a su lado, sosteniendo su mano helada, su hermana aún respiraba pero con dificultad, tenía una enorme herida en el pecho que no dejaba de sangrar-. ¡Oh Dios!
-Her...mana… tenías razón…
-¡No hables! -Rise presionó la herida intentando que dejase de sangrar.
-Hermana… -las lágrimas rodaron por la mejilla de Ringo, a través de los cristales rotos de sus gafas, veía a Rise a través de un caleidoscopio-, tenías razón…
-No… -Se mordió el labio, aquellas dos palabras se le clavaron en el alma con dolor.
-Tenías… razón… tenías razón…
Jamás debió hacerse Hime.



-Oye, oye, Rise, -Gyro chasqueo los dedos delante de la cara de la chica para sacarla de sus fantasías. No se encontraba en el bosque, ni llovía; Jojo, Gyro y Rise se encontraban en un bar cercano a la universidad y la chica había escenificado con dramatismo teatral aquella anterior historia-. ¿Por qué estás tan segura de que eso es lo que pasaría si Ringo decide hacerse Hime? ¿Y por qué no dice otra cosa que no sea darte la razón?
Rise se encogió de hombros resuelta.
-Además -intervino Jojo-, conociendola, la escena sería más o menos así.

En aquel claro lluvioso, el melancólico sonido de la lluvia era roto por los berridos de Ringo.
-¡DUELE! ¡AY MAMA DUEELE!
Rise, agarrándola por los hombros, la sacudía como un olivo.
-¡Te lo dije! ¡DI QUE YO TENÍA RAZÓN SO MEMA!


-El caso, Ringo no tiene que hacerse Hime, ¿por qué arriesgarse por este sitio al que acabamos de llegar? -Rise se miró las uñas-. Lo que tiene que hacer, es vivir su vida y trabajar por ella.
-¿A qué llamas tú vivir su vida? ¿A qué tome sus propias decisiones? No se Rise, si te das cuenta de que te contradices.
Rise se atusó el pelo arrojándolo por encima de sus hombros, levantando un dedo.
-En absoluto mi Zeppeli amigo, Ringo es una chica lista… logrará hacer su carrera, y como somos mellizas, tiene parte de mi belleza, y la conservará por muchos años, lo tiene todo de su lado para ser feliz. Después, seguramente en unos años se casará, seguramente contigo Jojo...
-¿Conmigo? -La interrumpió sin poder evitar que se le escapase un amago de risa a través de los dientes.
-Por supuesto, está todo planeado, aunque Ringo no lo sepa- aquello último lo dijo casi para sus adentros.
-Todo un partidazo -Gyro guiñó un ojo a su compañero.
-En los días de fiesta -Rise seguía planeando el futuro-, los dos descansareís, viendo la tele juntos arropados por una manta, quizás con una taza de chocolate caliente junto a la terraza en invierno, pero una vez por semana, el resto de días será una manzanilla, no hay que echar tripa antes de los cuarenta. Y en primavera, paseareís cogidos de la mano por el parque. Y los fines de semana, tocará la limpieza de la casa, por supuesto, siempre por la mañana.

-Me encanta una vida tan tranquila -Joseph levantó la mirada al techo, casi vislumbraba la vida que le ofrecía junto a Ringo, hablando con ficticia tranquilidad-, con tanta monotonía, en pocos años acabaría poniendo los cuernos a mi mujercita.
-¡JOJO! -Rise dio un golpe contra la mesa, aquella vida de maravilla para su hermana, se había torcido con un detalle-. ¡No puedes hacerle eso a Ringo!
-Rise, Jojo aún no ha hecho nada, esta todo en tu cabeza.
-¡No voy a permitir que mi hermana se lancé a una muerte segura!
-¿Para ti esas son sus dos opciones? -Gyro pusó los ojos en blanco amargado-. ¿O muere o tiene una vida feliz y monótona?
-¿Dices que hay una tercera opción?
-La hay.
-Déjala tomar sus propias decisiones -Gyro y Jojo se pusieron de acuerdo, Rise se exaspero lanzando un amargo gemido mientras parecía derrumbarse en su asiento.

Se hizo el silencio entre los tres mientras Rise jugueteaba con los hielos de su bebida.
-¿Sabéis qué? Nosotras éramos mellizas antes de que se pusiera de moda: hijas de los unicornios y sobrinas de los elfos, una rareza donde todos a nuestro alrededor pensaban que teníamos un idioma secreto, o que podíamos leernos la mente.
Joseph y Gyro cruzaron una mirada, resistiéndose a interrumpir y dejándola hablar.
-Con los años, creo que nos lo hemos llegado a creer, quizás más Ringo que yo. Estoy preocupada por ella, pero por otra parte estoy lista para su decisión.
Bebió un trago de su vaso y sonrió a sus compañeros.
-¿Sabéis qué? ¿Conocéis el juego de “me seguirías queriendo si…”? Jugábamos de pequeñas, trataba de preguntarse cosas hipotéticas como “¿me seguirías queriendo si robo un banco?” o “¿me seguirías queriendo si me salen tres ojos en la cara?” Bueno… pues siempre nos hemos querido por encima de todo.
-Sabemos que te preocupas por tu hermana -Gyro alargó la mano por encima de la mesa tomando la mano de Rise.
-Pero también sabemos que quieres que sea cual fuere su decisión, sea la correcta para ella- Jojo colocó la mano sobre las otras dos, para demostrar que estaban todos unidos-. Y por eso, hoy no la has obligado a venir con nosotros, la has dejado para que decida libremente.

-¿¡Qué!? -Rise se pusó en pie mirando a su alrededor, indudablemente buscando a alguien- ¡Yo no la he dejado! ¡Ella me ha dicho que iba al baño!
« Last Edit: November 30, 2015, 09:39:01 PM by Shura »


Kora

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #77: November 30, 2015, 05:08:01 PM »
-editado para el reboot-
« Last Edit: June 06, 2016, 03:06:20 PM by Kora »


Sayi

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #78: December 06, 2015, 02:35:12 AM »
Hello gals <3

¡A ponerse las pilas para esa mudanza! ;D
Para cualquier duda y/o consulta las invito al tema en el foro de planeación.

Y sin más preámbulos~



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Now, let's carry on with those big HiME dreams...
« Last Edit: August 13, 2017, 01:46:53 PM by Sayi »

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Oh, dream maker, you heart breaker
Wherever you're goin', I'm goin' your way


Apple

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #79: December 12, 2015, 11:53:40 PM »
Me costo horrores escribir esto, lo intente varias veces e igual no me convence el resultado final medio songfic asd ;_; ojala se entienda lo que quise decir(?)

#6: Shades of Cool

Al medio día los jardines de Hanasaki eran invadidos por alumnos que se acomodaban en el pasto bajo los arboles para almorzar, estudiar antes de las clases de la tarde o simplemente a relajarse. Por todos lados se veían grupos de amigos, parejas o incluso algún solitario perdido en un libro o en su reproductor de música.

Desde que había llegado a Hanasaki, Sheryl se había unido a la vieja costumbre de almorzar en los jardines bajo uno de los arboles de cerezo junto a Minmay. La rubia pensaba que hacer eso las hacia algo "básicas" y que era muy cliché, pero Minmay insistió ya que era el mejor puesto de observación al equipo de football americano que entrenaba al medio día. Como era de esperar de la pelinegra, la chica era amiga de algunos miembros del equipo, pero los únicos con los que Sheryl se topaba en alguna clase y había llegado a trabar amistad eran Nagakura Shinpachi y Harada Sanosuke. Además estaba Bulma Briefs, que iba a clase de lingüística con las dos chicas, y era de la amiga más cercana de Minmay en Hanasaki antes de que Sheryl llegara.

— ¿No crees que los chicos se ven más musculosos últimamente?— Bulma veía atentamente el enteramiento del equipo de football mientras tomaba un té helado, pero no parecía que en realidad le interesara mucho el deporte.

—Pues...- Sheryl se quito los lentes de sol y trato de ver alguna diferencia en los chicos aunque no pudo encontrar ninguna; los miembros del equipo en general eran más altos y corpulentos que el chico japonés promedio —yo los veo igu-

— ¡Oye oye! Sheryl esta saliendo con mi hermano, no hagas que vea otros chicos— interrumpió Minmay.

—No inventes Minmay solo llevan saliendo una semana Y es injusto que nunca hayas dejado a nadie salir con tu hermano antes...— le reclamó Bulma. A pesar de ser una genio y llevar dos carreras al mismo tiempo Bulma era como cualquier chica de su edad con dramas de chicos, gusto por las compras y salir con sus amigas.

—Es parte de un "experimento" que hacemos Sheryl y yo—

—Creo que solo salimos como amigos— dijo Sheryl finalmente. No le gustaba ser brutalmente sincera con respecto a eso pero no le quedaba otro remedio —Ya hablé de eso con el...

Había empezado a "salir" con el hermano de su mejor amiga hacia unos días cuando el tuvo la iniciativa de invitarla a almorzar.  La rubia no era experta en citas ni nada, pero se sentía cómoda en la compañía de Athos y le gustaba que el fuera tan caballeroso a la antigua; le abría  las puertas, pagaba la cuenta del restaurante, le ayudaba a salir del carro, la dejaba siempre en la puerta de su casa y era extremadamente gentil. En algún momento de ocio, y gracias a las imágenes que Minmay el ponía en la cabeza, Sheryl ya se había visto felizmente casada y  con familia junto al chico. Una mansión en Azabu, una casona de verano en los Hamptons, un yate, tres niños, dos perros enormes... algo como el en video National Anthem de Lana del Rey. "Que locura... pienso estupideces así porque no viví mi adolescencia como debí" se  decía la rubia. "¿Tendrá complejo de Edipo y por eso sale conmigo?". No podía evitar pensar en la madre de el, a quien conocía por los desfiles de moda en Europa, y que encajaba perfectamente el papel de esposa trofeo (y lo llevaba desempeñando ya por casi 25 años).  Y aún así, entre tantas cosas bonitas, algo no cuadraba y Sheryl sentía que todo era tan... irreal y perfecto.

— ¿Es por Souji?— la interrogó la Minmay. No se miraba molesta para nada con lo que acababa de decir Sheryl pero parecía entesada de verdad, en especial por que conocía la necesidad de un Key para su amiga.

— ¿Okita Souji?— Bulma aun no conocía nada del asunto SherylxSouji, pero la mención de Souji pareció llamar su atención.

— ¿Conoces a Souji?— le pregunto Sheryl. Por alguna razón le dio un poco de miedo lo que Bulma tuviera que decir de Souji, sabiendo que lo habían expulsado por "líos de faldas" pero esperaba que Bulma no tuviera nada que ver con ello.

—Pues tomé un par de clases con el. Es muy atractivo, no solo es inteligente y guapo sino toda su personalidad... ¿como decirlo? es un imán para las chicas; misterioso, anda en su moto, tiene una sonrisa bonita... además no es un chismoso como el resto de los hombres. La mayoría de historias sobre el las divulgaban las mismas chicas con las que salía por Hana-chan...—

—Bulma creo que ya es suficiente— interrumpió Minmay luciendo algo nerviosa, parecía que ya sabía lo que Bulma tenia para decir pero no estaba emocionada de que Sheryl lo supiera.

— ¿Dije algo malo?—

—No, no esta bien. ¿Que es Hana-chan?— la chica estaba de verdad interesada, y el nerviosismo de Minmay no había hecho mas que incrementar su curiosidad.
 
—Es algo así como un foro que abrieron unas chicas de Hanasaki hace ya bastantes años, casi desde que existe el internet. Es donde todos chismean y eso, es como 2chan así que puedes postear anónimamente—  explicó Bulma

—Recuerdo que el año pasado hicieron un top de los chicos mas guapos de primer año y Souji quedo entre los primeros; y a partir de entonces aparecieron un montón chicas formando el Soujigumi (algo así como un club de fans) y postearon fotos que le tomaban sin que el se diera cuenta además de postear el número de teléfono y el correo de el, así que algunas lograron salir con el—

— ¿Algunas? y luego ¿que paso?— obviamente a la rubia no le estaba gustando lo que estaba escuchando pero por algún motivo quería saber de Souji. Saito y Minmay obviamente ya sabían todo lo que Bulma le decía pero no se lo habían dicho. Tal vez la estaban protegiendo  era inevitable no enterarse de algo así. Por un momento le dieron ganas de decirle a Bulma que parara pero la curiosidad era más fuerte que ella.

—En realidad fueron varias. Aunque Souji es selectivo en sus gustos... pero bueno, el fue la celebridad del momento en Hana-chan por un tiempo, hasta que lo expulsaron. Creo que fue por una chica llamada Clare, aunque a ella no la expulsaron. En fin Sheryl ¿conoces a Souji?— 
 
—Algo así(?) es un amigo de la infancia—

—Solo un amigo de la infancia ¿eh?—

— ¡¿A-a que te refieres?!—

—Es solo que... varias intentaron salir con Souji pero como ya dije el es selectivo en sus gustos. A mi me gustaba y me hubiera gustado salir con el, incluso hicimos un par de trabajos grupales juntos. ¿Te preguntaras como supe que era Okita Souji del que hablaban? Bueno a el como que solo le gustaban las rubias...—

"¿A el solo le gustaban las rubias?" Sheryl estaba desconcertada. Prácticamente Souji había sido el mujeriego de Hanasaki y parecía mucho peor de lo que ella se había imaginado. Miro a su alrededor, vio a unas cuantas rubias y se pregunto si alguna habría salido con Souji el año pasado. De pronto se le había hecho un nudo en el estomago y dejo su almuerzo a un lado.

—Disculpen, tengo algo que hacer — dijo Sheryl levantándose abruptamente.

— ¡Espera!— Minmay se había levantado tras ella y la alcanzó tomándola por el brazo con suavidad —Espero que no te moleste que no te lo haya dicho antes... no quería incomodarte y creí que Saito terminaría por decírtelo—

—No te preocupes, estoy bien supongo —Sheryl había empezado a sacar su ipod de la bolsa y se ponía los audífonos —tengo que ir a ver a Miranda, creo mañana haré la prueba HiME.

—Se supone que la harías la próxima semana— Minmay temió que su amiga se hubiera puesto un poco suicida con lo que acababa de oír además Sheryl había hecho un trato con Miranda. Aparte de la beca, la única condición que puso para volverse una HiME era que le diera el espacio de tres semanas para acostumbrase al ritmo de la universidad, pero apenas llevaba una y media.

—Tendré que adelantarla, ayer Hijikata dijo que había algo raro en Rizembool. Pero no te preocupes, estaré bien y te llamaré luego— Sheryl se despidió de Bulma que la miraba preocupada desde lejos y encendió el ipod. Por un momento intento sonreír pero se rindió.


♫My baby lives in shades of cool
Cool heart, and hands and aptitude
He lives for love, for women, too
I'm one of many…. ♫


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— ¿Estas segura que quieres hacer la prueba mañana?— Miranda la miraba seria desde el otro lado de su escritorio. Ya hacia un par de días que Sheryl no había visto al a directora pero esta siempre lucia impecable como siempre a pesar de todo el trabajo que tenia encima.

—Si... ayer mi cuñado recibió la visita del presidente de la asociación de alumnos de Rizembool y al parecer bajaron el presupuesto para las becas y se lo subieron al área de investigación— Sheryl no sabia mucho de organizaciones ni organigramas ni le interesaba mucho eso, pero Hijikata parecía intrigado por todo el asunto y menciono que investigación y desarrollo era un departamento muy extenso y tenia algunas "lagunas" que ni algunos profesores podían explicar. Al parecer era un departamento muy misterioso entre los alumnos y se rumoraba que habían realizando experimentos con humanos y que después de la segunda guerra Rizembool asiló a científicos nazis y de la Unidad 731.

—Ya veo— Miranda no parecía sorprendida por lo que oía. Era muy típico de Rizembool enfocar sus energías hacia el supuesto departamento de investigación y desarrollo, ya que era en realidad la cueva donde los científicos reclutaban y entrenaban a los Rebels además de desarrollar armas y todo tipo de artefactos para los Rebels —¿crees estar lista ahora?—

—Física y moralmente creo que si, pero creo que tengo un problema con eso del Key—

— ¿Que tipo de problema?— De nuevo Miranda no pareció sorprendida. A veces además de directora y HiME leader se sentía terapeuta de parejas y aunque ya había tenido esta conversación muchas veces antes no dejaba de incomodarla. Después de todo trataba con chicas que apenas salían de la adolescencia.

—Bueno... supongamos que no tengo Key. O mejor dicho que expulsaron a quien yo creo que podría ser mi Key. Vera... intente salir con un chico para que fuera mi Key, pero no creo que funcione. Creo que ya le había hablado antes de otra persona, pero me daba pena decir que  usted lo expulsó ¿Cree que podre seguir adelante sin un Key?—

—Sheryl un Key no es igual a un novio. Es alguien a quien amas y ese amor amplifica tus poderes—

— ¿Y si...? supongamos ¿y si mi Key no me quisiera?—

—Teóricamente no seria un problema. Mientras tu sientas algo por el, el lazo HiME-Key se formara y el amor que sientas por es lo que cuenta. Sin embargo... Sheryl, ¿te molestaría si te pregunto quien es este misterioso Key a quien expulsé?—

—uumm... se llama Okita. Okita Souji. Ni siquiera esta viviendo en Tokyo ahora y no lo veo desde la boda de mi hermana hace ya más de 6 meses pero...—

Miranda recordaba bien a Souji, porque junto a el tuvo que dejar ir a su primo Hajime Saito quien era el alumno estrella de la facultad de medicina. En realidad a ella no le gustaba eso de castigar y expulsar a los alumnos, y a veces soportaba hasta sus límites pero Okita Souji parecía  ser un imán para las chicas que lo acosaban, se peleaban por el y causaban todo tipo de revuelos. No pocas veces Souji estuvo en su oficina pero un incendio en el laboratorio fue la cereza del pastel para Miranda.

— ¿Tu lo quieres Sheryl?—

Sheryl se trono los dedos y pensó bien antes de hablar. Era una pregunta sencilla y directa pero nadie le había preguntado a Sheryl antes si quería a Souji. Por un momento se le cruzó por la cabeza que todos; Hijikata y Rangiku, sus padres, su hermano, Minmay y Saito supieran  la respuesta y que por un acuerdo mutuo silencioso todos evitaran hablar de Souji para evitarle el mal rato.


♫But I can't help him, can't make him better
And I can't do nothing about his strange weather♫


####

Terminó de hablar con Miranda y de ajustar los últimos detalles para la prueba HiME. Con una mezcla de nervios, excitación y miedo anoto en el calendario de su teléfono el evento y puso una alarma para estar temprano. "Jueves, en el gimnasio a las 8".

De mala gana Sheryl salió a uno de los jardines y empezó a caminar hacia la salida. En el fondo se sentía un poco molesta con todo el mundo por ocultarle las cosas, con Souji por ser tan imbécil y con ella misma por negarse a aceptar sus sentimientos y al mismo tiempo sentir lo que sentía.

—Souji idiota...— se dijo a si misma antes de ponerse los audífonos e irse a su casa.


♫ 'Cause you are unfixable
I can't break through your world
'Cause you live in shades of cool
Your heart is unbreakable ♫



« Last Edit: March 31, 2017, 05:59:09 PM by Apple »


Cho

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #80: December 19, 2015, 11:39:00 PM »
Aquí vengo con un fic que esperaba poner hace ya un tiempo, finally~ *se prepara para lo que viene* Y lamento lo largo que es (...)

13


A pesar de la irresponsabilidad general de Sora con temas académicos, Tomaj supo que había sólo una manera de hacerle asistir al evento planeado en la universidad sin decirle de qué se trataba: usar a Shoyo para llamar a Sora. Pese a que este último aún no se disciplinaba a pesar de haber reprobado todas las clases en su primer semestre y recibir una advertencia de la directora, al menos tenía la decencia de cumplir con su responsabilidad de estudiante asesor.

Ya era pasada la hora del almuerzo y Hinata le envió un mensaje a Sora para convocarle a Hanasaki, porque al parecer, le habían hecho una cita para algunos trámites y necesitaba la ayuda de Sora. Este se había escapado de sus clases del día, pero tuvo que ir a la universidad a regañadientes para de algún modo prevenir que aquel chico tuviera el mismo destino que él experimentó.

Lo extraño es que Hinata no le dijo que se encontraran en el edificio de administración o alguna oficina, sino cerca de una de las áreas de comida de la universidad, y ni bien se encontraron, el pelinaranja le dirigió con apuro.

"¡Por aquí!" Le dijo mientras caminaba a paso rápido.
"¿Y de qué se trata la reunión?" preguntó Sora. "¿No deberíamos ir hacia la zona de oficinas?"
"Ehh no, estamos cerca."
"¿Seguro? Espero que no te estés confundiendo de nuevo por la universidad. Sería malo si llegamos tarde."
"S-sé que es raro, pero cuando pregunté por el sitio de reunión, dijeron que fuéramos hacia una cafetería."
"¿Qué?" Sora comenzaba a sospechar que algo estaba fuera de lugar. No recordaba haber tenido ninguna reunión informal de aquel tipo, pero tampoco quería ponerse a reclamarle al chico. Sería muy energético y activo, pero no se veía del tipo que jugaría una broma en alguien. Aunque más valía que fuera importante porque había pensado en ir a ver una película esa misma tarde...
"¡Ah, ahí están!" el pelinaranja se detuvo y apuntó a una mesa grande en la intemperie entre varios puestos de comida.

Luego de la observación, Sora miró hacia ese sitio, y se sorprendió al notar a muchos de sus amigos, todos reunidos y hablando amenamente. No recordaba la última vez que los había visto a todos presentes en un solo lugar, aparte que estaban compartiendo muchos bocadillos y bebidas, como si tuvieran una fiesta...
Y no tardó en comprender el motivo al ver a una persona muy familiar que no había visto hace años.










"Un momento..." Sora se quedó en shock. "¿Larsa?"
"Sí, ese chico acaba de venir del extranjero," dijo Hinata, sonriendo satisfecho al notar que la sorpresa había salido bien. "Tomaj me dijo que te llamara para esto."
"¿E-en serio?" el pelimarrón no esperó más y fue corriendo hacia el grupo, contradicho entre estar alegre por el regreso de un amigo o molesto porque todos le ocultaron el evento. No tardó en llamar la atención de todos, pero antes de llegar a la mesa, cierta pelirroja le agarró y abrazó con fuerza. El rostro de Sora se puso azul tanto por el apretón como por reconocer de quién se trataba. "¡Aargh!"
"¡Sora! ¡Hace siglos que no nos vemos!" exclamó Dakki con efusividad y una gran sonrisa, mientras le estrangulaba con intenciones dudosas. "¿Me has echado de menos? ¡Seguro que sí, ohohoho~♥!"
"¡A-ayuda...!" Sora extendió su mano hacia delante con mucha dificultad. Hinata se quedó confundido sin saber qué decir. Esa chica le inspiraba cierto peligro pese a su personalidad y apariencia, y no supo si ayudar a Sora o no, pero notó que los demás se quedaron mayormente inmutados.
"Algunas cosas nunca cambian," Tomaj se acercó, entretenido. "Pero estás siendo una gran decepción, Sora. Deberías alegrarte de que una chica como Dakki te abrace tanto. O si quieres, puedo tomar tu lugar."
"Ah, todos sabemos que soy demasiado para ti, Tomaj. Pero Sora es un osito de peluche perfecto~♥" dijo Dakki, con una extraña ternura. "Tan pequeño, y adorable... Y vulnerable~..."
"¡Sdvakjsvbjkfs!"
"Dakki..." Larsa dio un suspiro, frustrado. "Suéltale, por favor."
"¡AAHH!" Sora casi se cae cuando la pelirroja le soltó, y respiró profundamente para recuperarse. "¿C-cuándo llegaste a Japón?"
"Esta mañana," le respondió inmutado.
"¡Oye! ¡No le restes importancia! ¡Te desapareciste por tres años y aquella vez con las justas pasaste para decir un adiós breve!"
"Las mejores despedidas son las cortas, no entiendo cuál es tu punto," contestó mientras se servía un poco más de gaseosa.
"¿Y por qué no me dijeron nada de tu retorno?"
"¿No lo sabías?" Larsa se confundió un poco y miró a Ryo a su costado. "Te avisé con varios días de anticipación para que le comuniques a todos."
"Lo hice, pero quizás Tomaj pensó en mantenerlo en secreto," Ryo sonrió. "Y no le culpo. Yo también lo habría hecho."
"¿Por qué?" preguntó Sora.
"¿Por qué más?" Tomaj se encogió de hombros. "Es divertido."
"No pensé que te molestaría, perdón," se disculpó Shoyo.
"No es tu culpa..." Sora negó, molesto con el exRebel.
"Eh, Sora, no te concentres en eso," le aconsejó Roxas, sentado cerca de sus familiares. "Lo importante es que esta es una fiesta de bienvenida a un amigo en común y hay que aprovechar esta oportunidad."
"Pues sí..."
"Aw, sé que aquí Larsa se lleva todo el amor, pero no se olviden que también soy una homenajeada," dijo Dakki.
"Por supuesto, Dakki-chan," Osaka sonrió. "Estoy muy feliz de verte."
"Sí, recuerdo todos los paseos y reuniones que tuvimos," Tomo asintió.
"Y espero llegarme a conocer con todos," dijo Reimu, quien estaba disfrutando de la comida gratis al haber sido invitada a último minuto.
"¡Reimu, qué sorpresa verte aquí!" exclamó Hinata.
"¿Se conocen?" Preguntó Roxas, confundido.
"Estamos en varias clases juntos," dijo el pelinaranja.
"Qué raro, nunca la he visto..." Sora se confundió ya que también compartía horarios con Hinata.
"Pues, tú casi no vas a tus clases, Sora..." comentó Kytes, incómodo.
"Oh, hablando de clases," Cho miró su reloj. "Sora tiene su clase de cálculo 1 en quince minutos."
"Cierto," Hotaru se alertó. "Y su salón no está muy cerca de aquí."
"También le toca con un profesor que no tolera tardanzas," comentó Osaka con un tono sombrío, como si Sora ya estuviera en problemas.
"Bueno, ya sabes que tienes que irte, Sora," sentenció Tomaj, con una sonrisa satisfecha.
"O-oigan, si acabo de llegar," Sora se sintió mareado.
"Pero si la reunión era hace media hora..." comentó Cho.
"Pobre Shoyo, debe haber esperado demasiado," dijo Tomaj, cruzado de brazos.
"Está bien, me distraje con mi celular," dijo el pelinaranja.
"¿Cómo saben todos el horario de Sora?" preguntó Larsa, confundido.
"Hahaha, es para controlarle y que asista," comentó Ryo. "Luego te paso el link."
"¡Ohohoho, es perfecto para el pequeño~♥!" Dakki se puso a reír.
"¡P-pero esta es una situación especial!" insistió Sora.
"Estaría de acuerdo contigo si no te hubieras escapado de la universidad antes de enterarte de la reunión," dijo Roxas.
"¡Pero es que...!"
"Un momento," Tomo paró la conversación y miró a Sora con cara de pocos amigos. "Él no es confiable, no podemos enviarle pensando que sí asistirá. Alguien tiene que ir con él para asegurarnos."
"¡N-no me hables así!"
"Supongo le puedo llevar..." se ofreció Kytes con resignación, pero Reimu se levantó.
"No, yo lo haré," dijo ella, quien ya había empaquetado unos bocadillos para llevar con dos platos descartables y una bolsa. "Me toca en otro horario, pero si asisto ahora, me ahorro el tráfico matutino de mañana."
"Gracias por tu ofrecimiento, Hakurei-san," dijo Larsa.
"De nada," contestó ella, sonriendo. La pelimarrón rodeó el brazo de Sora con el suyo y lo jaló consigo. "¿Es en el salón grande frente a la sala de audiovisuales donde a veces hacen maratones de películas?"
"Sí lo es," Cho asintió. Ya se había pasado una vez por ahí para controlar la asistencia.
"Perfecto. ¡Chau a todos! ¡Gracias por la comida!" Reimu jaló a Sora y se despidió con su mano. El otro no se vio contento con la decisión, pero no había mucho que podía decir por su cuenta.
"Ese Sora es un caso como siempre," Tomaj negó y se dirigió al pelinaranja. "Gracias por el favor de traerlo. Si no tienes nada que hacer ahora, puedes ocupar su lugar. Tenemos comida gratis."
"Ah, muchas gracias," Hinata se alegró y se unió a los demás. Ya había tenido la oportunidad de conocerlos a todos porque también le extendían su ayuda cuando Sora no estaba disponible, así que era el momento perfecto para conocerlos más.

Todos continuaron hablando de amenidades mientras comían por un poco más, hasta que Dakki se excusó para atender los asuntos de su mudanza, y luego de un rato, Ryo invitó a los demás a su habitación dentro de la universidad para continuar con la conversación.
...








"¡Wow, qué ambiente más cómodo!" exclamó Osaka, quien se lanzó a un sillón grande y espacioso. Tomo no tardó en imitarle y recostarse a su costado.
"Hanasaki sí que tenía los mejores espacios más reservados," comentó Tomo. "Mi habitación aquí es paupérrima en comparación con esta suite, qué injusticia."
"Pues hay todo tipo de estudiantes, y mi padre me exigió que escogiera entre las mejores opciones de vivienda aquí," dijo Ryo. "No creo que un lugar así sea elegible para una estudiante con algún tipo de beca."
"Ouch, pues gracias por llamarme becada," Tomo se levantó con cólera.
"No que esté mintiendo," Roxas negó.
"Lo importante es que te sientas lo más cómodo posible mientras terminas tus estudios, Ryo," observó Larsa. "Y ciertamente tú te lo mereces, a diferencia de Sora."
"Ehh, a decir verdad, Sora tiene una habitación pequeña y rudimentaria aquí," dijo Kytes, incómodo. "Sus padres ya no le consienten como antes."
"Ya ni quiero imaginar por qué. Asumo que no ha cambiado en todo este tiempo..." Larsa negó, frustrado. Él dejó el tema de lado y miró a los demás con una modesta sonrisa. "Sin embargo, es grato poder encontrarme con todos ustedes luego de tres años, y también les agradezco por haber organizado esta fiesta de bienvenida. Significa mucho para mí."
"No tienes por qué, somos amigos," contestó Hotaru, sonriendo.
"Además tú nos ayudaste bastante la última vez," agregó Cho. "Es lo menos que podríamos hacer por ti."
"..." él asintió con seriedad. "Sinceramente, luego de oír del regreso de los Rebels, no evité pensar en usted, Tanaka-san. Presentí que retomaría su posición como HiME, y Ryo no tardó en confirmar mis sospechas."
"Ehh..." Cho se incomodó y bajó su mirada.
"¡Ohh, verdad que eres una HiME!" Hinata se sorprendió. "¡Eso debe ser genial! ¿Ya has tenido que pelear con tu Rebel? ¿Y qué tal te fue la vez pasada?"
"..." La HiME se confundió y se quedó sin palabras.
"Shoyo, no seas tan directo," Tomaj negó, encontrando gracia a la reacción del nuevo del grupo. "No todo es poderes mágicos y alegría para las HiMEs..."
"Y mira quién habla," Roxas le miró de reojo.
"No me juzgues. Los Rebels somos más alegres que las dramáticas HiMEs," se encogió de hombros, inmutado.
"Ah, verdad que fuiste un Rebel," Hinata asintió. "Creo que Sora me lo dijo hace tiempo."
"¿En serio? No se supone que debió haber hecho comentarios antes de que la guerra se reanudara," Tomaj se extrañó.
"Pues, no dijo nada descriptivo, pero cuando se refería a ti a veces decía algo como 'ese maldito Rebel'," el pelinaranja se vio pensativo mientras los demás intercambiaron miradas. "Recién ahora lo entiendo, pero no sé qué tendrá contra ti..."
"Huh..." el exRebel alzó una ceja, con ligera molestia. "Bueno, Sora siempre fue la HiME más quisquillosa de nuestro entorno."
"Hahaha..." Ryo se rió un poco.
"¡¿Sora también fue HiME?!" exclamó Hinata.
"Sí, y Larsa fue su Rebel," respondió Tomaj con rapidez, mientras el aludido le miró extrañado.
"N-no lo fue, no confundan al pobre Shoyo, por favor," Kytes intervino y dio un suspiro. "Ehh, es una larga historia, pero para resumirlo, Sora fue un Knight. Estos eran los ayudantes de las HiMEs para pelear contra los Rebels."
"Ahh..." Hinata asintió y luego miró a Larsa. "Pero pensé que tú habías estudiado en Hanasaki."
"Eventualmente me cambié a Rizembool," le contestó. "Como Kytes dijo, es una larga historia."
"Vaya... Aun así, qué genial que todos hayan sido amigos pese a estar en distintos bandos."
"Sí, soy muy feliz por eso," Hotaru asintió. "En esta habitación hay todo tipo de roles del pasado. Kytes también fue un Knight, y a su vez tomó el rol de Meister al igual que yo. Era nuestro deber apoyar a la HiME y darle parte de nuestras energías."
"Ihh, eso suena demasiado..." el pelinaranja se estremeció un poco.
"Pero fue un rol muy lindo e importante," Osaka se levantó del sillón y abrazó a Hotaru desde atrás. "Yo fui una HiME y Hotaru-chan me apoyó un montón como mi Meister. Fuimos inseparables."
"Y no se olviden que yo era la Princess que iba detrás de ustedes porque el Rebel era un perezoso que no hacía su trabajo," declaró Tomo con cierto orgullo. Pero pasó a mirar a Roxas con molestia. "Aunque tú eres el Knight que casi me saca el alma en una pelea."
"Todas las Princesses usaban cascos, no sabía que eras tú," contestó el rubio, pero este frunció el ceño. "Aunque si me pongo a pensar, de haber sabido que tú eras la que atacaba a Osaka te habría dado un severo escarmiento."
"Oh, está bien, yo sabía y siempre fuimos amigas," Osaka sonrió.
"Siempre fuiste una HiME particular, Osaka," Cho sonrió, pero nunca dejaba de sorprenderse de que su prima haya sido una HiME tan alegre y descuidada. Al menos nunca le ocurrió nada muy severo, sin contar la vez que desapareció y la creyeron muerta por varios días.
"Y para finalizar, Tomaj, Larsa y yo fuimos Rebels," comentó Ryo. "Pero Tomaj es el único que fue un Rebel legítimo, a mi parecer."
"Cierto, ustedes dos ingresaron al Rebel force más tarde y bajo razones complejas," dijo Tomaj. "Aunque los dos hicieron un buen trabajo. Sobre todo Larsa quién tenía a Dakki de aliada e hizo sufrir un montón a Sora. También te había tocado una HiME fuerte y difícil, así que mis felicitaciones."
"Prefiero no hablar del tema..." Larsa desvió su mirada con cierto disgusto, pero unos segundos después, él no evitó sonreír con una muy ligera ironía. "Pero sí puedo alegrarme de haber hecho sufrir a Sora."
"Haha, de eso sí hablas, ¿ah?" Ryo se puso a reír.
"Team Rizembool!" Tomo sonrió entretenida y fue a chocar manos con cada uno de los Rebels. "Aw, qué lástima que Dakki ya se fue."

Osaka también aprovechó para chocar manos con la gente que estuvo del lado de Hanasaki y hubo un ligero momento ameno de cortos comentarios. Cho dio un suspiro y sonrió con nostalgia. La escena a su alrededor había sido sacada de hace años atrás, y pese a la distancia que había crecido entre todos, se sintió muy cómoda al ver a todos conversar como los viejos tiempos. Ciertamente, los mejores momentos de la secundaria había sido con sus amigos, quienes muchas veces aliviaron los instantes más difíciles de ser una HiME. No se había dado cuenta de cuánto los había echado de menos.

"Wow, quisiera escuchar sus historias al respecto. Deben tener las anécdotas más extremas,” comentó Hinata.
“Hehe, seguro que sí,” Osaka asintió, sonriendo. “Voy a pensar en qué contarte.”
“Yo personalmente no pasé por mucho, pero sí vi bastante a mis alrededores,” Ryo sonrió. “Principalmente por los roommates que tuve.”
“Me pregunto qué quieres decir con eso…” Larsa dio un suspiro.
“Te aseguro que Ryo se refiere especialmente a Sora,” observó Tomaj.
“Hm, sí, pero no del todo.”
“En verdad mucho pasó durante la secundaria, no podemos apuntar sólo a las HiMEs y los Rebels. Todos pusimos de nuestra parte,” dijo Kytes. “Y es increíble pensar que todo está comenzando nuevamente.”
“Sí, creo que eso merece nuestra atención por encima de lo demás,” Roxas asintió.
“…” Cho se incomodó.
“No hay necesidad de preocuparse de más, Roxas,” dijo Larsa, con paciencia. “Todo se atenderá con calma. Y al igual que la última vez, estoy dispuesto a ayudar a Cho con lo que necesite. Lo primero que debemos atender es el entrenamiento.”
“S-sí…” la peliceleste desvió su mirada. “Muchas gracias…”
“Cho, no tienes por qué sentirte incómoda,” Hotaru se le acercó, percibiendo aquel conflicto en su amiga. “Debes saber que puedes confiar en nosotros para lo que sea.”
“¿Te vas a poner dramática de nuevo?” preguntó Tomo, impaciente.
“Cho…” Osaka le miró un poco preocupada.
“N-no es nada, en serio…” la HiME se sintió como en el centro del escenario, y decidió sonreír y sacudir sus manos para restarle importancia al asunto. “S-sólo no puedo evitar sentirme culpable por ser una HiME a veces. Quizás me cuesta creer que haya regresado al rol…”
“¿Eh? ¿Por qué te sientes culpable?” preguntó Hinata.
“Haber participado en lo que ocurrió hace tres años puede simbolizar una gran carga, y todos pasamos por bastante,” explicó Kytes, bajando la mirada. Él también se veía incómodo, ya que podía sentirse identificado con las palabras de Cho.
“Ah, Kytes, nunca vas a cambiar…” Tomaj negó.
“Lo que sienten es perfectamente normal, quizás inevitable a cierta medida…” comentó Larsa, pensativo. “Pero quiero que entiendan que no hay nada por que sentirse culpables.”
“Sí pues…” Tomo se impacientó y se encogió de hombros. “Y sobre todo tú, Kytes. “Tal vez no todo salió a la perfección, pero tú te desviviste un montón. Y aun en el caso de otras personas, pues todas fueron experiencias de vida. No hay por qué arrepentirse de vivir, ¿no lo creen?”
“Y no debes culparte por haber retomado tu rol de HiME,” observó Larsa a Cho. “Porque con honestidad, es mucho más que un rol. Es una parte de ti. Algo que no se puede ignorar.”
“…”
“Lo mismo puedo decir de Dakki y de mí. Lo primero que hicimos al enterarnos del retorno de los Rebels fue regresar. Por más que no tengamos planes de envolvernos en la pelea, Rizembool fue parte de nuestras vidas desde el inicio, y lo será mientras siga presente…” sonrió con reserva. “Y también vine para reencontrarme con los amigos que conocí hace cuatro años, y ver si hay algo que puedo hacer por ellos.”
“Sonará raro, pero la riña entre Hanasaki y Rizembool significa algo muy importante para mí,” Ryo sonrió con leve torpeza. “Este periodo me dio muchas de las experiencias más valiosas para mí en toda mi vida. Cuando llegué a Hanasaki finalmente pude salir de las comodidades de mi hogar y conocer el mundo por primera vez, y más aún, hacer  unos grandes amigos. Ahora que esto se está reanudando, me alegro de estar aquí con todos. Por más que exista una gran incertidumbre en este lugar, no me retiraría, porque nada se sentiría más personal ni real para mí que esto.”
“…” Cho se sorprendió por la observación de Ryo. Nunca hubiera esperado una reflexión así de su parte, aunque realmente nunca había tenido muchas oportunidades de hablar con él.
“Hm…” Hotaru sonrió. “Estoy de acuerdo…”
“Creo que todos nos podemos identificar mucho con Hanasaki y la guerra entre las escuelas porque nos hizo pasar por muchos momentos difíciles e irremplazables, y además de formarnos como personas, nos terminó uniendo casi como una familia,” Ryo continuó, con un tono tranquilo y reflexivo. “Antes de preocuparnos por lo que viene, de temer o de arrepentirnos, tenemos que aprovechar este momento para pensar en todo lo que vivimos, disfrutar lo que tenemos… recordar siempre lo que se perdió…”

“…” Osaka sonrió levemente y bajó su mirada. Podía pensar en amigos que, por diversos escenarios, ya no existían en el presente. Pero el recuerdo de ellos era muy valioso, y también estaba feliz por encontrarse rodeada de gente muy preciada. Ella observó disimuladamente a Kytes y Tomaj, quienes habían desviado sus miradas. Los dos, al igual que Sora, habían perdido a un amigo importante y sin duda pensar en el pasado seguía siendo duro, pero pese a ello, se alegraba de que siguieran juntos como amigos a pesar de los problemas.

“Tus palabras son muy ciertas, Ryo. Todo es parte de nuestras vidas,” Larsa miró por una ventana hacia el cielo. Sonrió levemente. “Sólo nos queda seguir adelante.”

Por su lado, Roxas también recurrió a mirar hacia fuera para meditar en las palabras dichas. El sol seguía alto, pero comenzaba a descender, por lo cual le cayó la luz directamente a los ojos, al punto de cegarle parcialmente. La conversación fue muy intensa, y cavó más profundo en sí de lo que hubiera esperado. El pasado fue duro para él porque hasta el ingreso a la secundaria había vivido una vida muy relajada e inconsciente, y por más que Cho intentó ocultarle todos los inconvenientes en Hanasaki y en otros asuntos, él eventualmente se topó con la realidad. Fue una etapa en que se separó de su hermana, y por varios sucesos negativos, no evitaba observar esos años como una pesadilla, una fuente de diversos arrepentimientos y asuntos pendientes. Sin embargo, por más que quisiera mantener el libro cerrado, ya había sido reabierto por Cho y Osaka. Y por más que deseara negarlo, aquel peso del pasado sí se sentía ‘real’ y significante, como Ryo lo había comentado. Se sentía muy presente y vivo. Más intenso que el sol que recibía en ese instante.

Tampoco todo había sido negativo, y las palabras de los demás le habían dado un sentimiento de confianza. Esa vez estaría unido al grupo desde el inicio, y luego de la conversación con su hermana el otro día, supo que la unión era lo más importante, y que había una esperanza y cierto optimismo para que todo saliera bien.

“Whoa…” Hinata no evitó hablar en medio de aquel silencio meditativo de los demás. El pelinaranja pudo sentir la intensidad del momento por más que no haya sido parte del pasado, y pareció emocionarse por lo que acababa de observar. “Estas palabras, este compromiso…” él cerró sus puños y los miró, ensimismado. “Lo puedo percibir. ¡Es realmente genial!” sonrió decidido. “¡Sé que soy nuevo, pero me encantaría ser parte de esto y ayudarles en lo que necesiten! ¡Ahh, no será lo mismo porque me dedico al vóley, pero comprendo la dedicación que le dan al asunto de las instituciones!”
“Ya te considero parte del grupo, nos vemos muy seguido,” Ryo sonrió. “También puedes contar con nosotros por si quieres de nuestra ayuda.”
“Sí,” Hinata asintió efusivamente y se dirigió a Cho. “¡Te podría ayudar a entrenar! Ehh, no estoy seguro cómo, pero ya se me ocurrirá algo.”
“S-si quieres…” la peliceleste ladeó su cabeza, confundida.
“No sé ehh… soy rápido, tal vez podría funcionar como un blanco movible.”
“¡C-creo que paso!” la HiME se asustó. “C-controlo el fuego, es muy peligroso.”
“Cho, si el niño quiere jugar con fuego, es su propia responsabilidad,” Tomaj se encogió de hombros, sonriendo con cansancio. “Aunque siempre podemos contar con Shoyo para alegrar el día. Además suena divertida su idea. De todavía ser Rebel, aceptaría dispararle con mi pistola para practicar.”
“¿Tenías una pistola?” Hinata se asustó. “N-no me creo capaz de esquivar balas…”
“Oh, no es tan letal como suena, haha,” el exRebel rió un poco. “De haberlo sido, Kytes no estaría aquí. ¿Verdad, Kytes?”
“N-n-no bromees con eso, por favor…” el pelimarrón se torturó por recuerdos de guerra.
“Personalmente me encanta recordar nuestros altercados,” Tomo sonrió satisfecha. “¿Qué tal si volvemos a brindar por esto?”
“Oh, yo estoy llena de todo lo que comimos,” dijo Osaka. “Pero no me opongo si los demás quieren.”
“¡Me gusta la idea!” se apuntó Hinata. “En parte ya pronto tengo que irme, y me dio un poco de sed. ¿Qué dicen?”
“Quedaron vasos y gaseosas, me parece bien,” reportó Hotaru. “Y también hay que prometernos que este es sólo el primero de muchos encuentros.”
“Definitivamente,” Larsa asintió.
“Entonces alistemos las bebidas,” Cho caminó hacia las bolsas con los vasos descartables.
“Espera, te ayudo,” Roxas le dio el alcance.

El grupo siguió con la pequeña celebración y con temas más ligeros, además de compartir algunas simples experiencias del pasado con el nuevo del grupo. La reunión simbolizaba el regreso de aquel periodo de HiMEs y Rebels para ellos, aunque todo aquella vez iba a ser distinto, y les esperaba mucho por delante.


Pasaron alrededor de una hora y media, y Sora salió de su clase. Él revisó su celular y vio un mensaje de Ryo invitándole a su habitación donde todavía estaban varios reunidos, así que fue hacia allá. Cruzó un área grande donde había distintos negocios de comida, y al entrar a una de las zonas de habitaciones estudiantiles, se encontró con Kytes, quien había comprando un sub en Subway.
“Oh, Sora, ya saliste de clase,” el menor se sorprendió un poco al verle.
“Sí, y te puedo asegurar que estuve ahí hasta el final,” Sora dio un suspiro, agotado. “Reimu me vigiló toda la clase. Hasta me dio un par de hojas de su cuaderno y un lápiz para tomar apuntes… ugh…”
“Ehh, me alegro que te haya forzado,” Kytes sonrió incómodo. “Pero no deberías tomártelo así. En el fondo, te ha ayudado.”
“Por su actitud, creo que lo hacía en parte para molestarme,” él negó. “En fin, ¿qué haces comprando un sub?”
“Después de la reunión tengo planeado regresar a estudiar para un examen, así que aproveché a comprarme algo para comer más tarde, pero todavía te están esperando donde Ryo. Vamos a darles el alcance.”
“Sí, vamos,” Sora caminó con su amigo hacia el lugar de la reunión, alejándose poco a poco de la muchedumbre del área de comida. “Ahh, pero me da cólera que me forzaran a asistir a clases y perderme de este reencuentro.”
“Tú sabes que lo hacemos por tu bien.”
“Ihh, no te me vengas con eso ahora, por favor,” Sora desvió su mirada. Él se veía incómodo e insatisfecho por algún motivo.
“¿Qué sucede?” preguntó Kytes, confundido.
“Ahh, no lo sé… supongo, cada vez me siento más fuera de lugar,” el mayor desvió su mirada. “No estamos tan unidos como en la secundaria, todos se están ocupando mucho con sus clases y sus carreras, incluso nosotros dos estamos menos comunicados… también ya no me veo mucho con Ryo y sé que el estuvo en contacto permanente con Larsa estos tres años.”
“Pues, en parte eso es porque tu correo antiguo se cerró al llenarse de spam… pudiste haberle pedido el contacto a Ryo también…”
“P-pero sé que entiendes mi punto…” Sora bajó su mirada. “Cada vez me siento más solo, y es como si todos se separaran. A veces me parece que soy el que está más fuera de lugar en nuestro círculo, en parte por estar el probación con la universidad por mis malas notas.”
“…” Kytes le miró con leve preocupación.
“Y luego Tomaj se vuelve a hacer el chistoso y callarse sobre la reunión, además de forzarme a asistir a clases. Todo esto me está molestando, para ser sincero.”
“No creo que tengas que preocuparte, Sora,” Kytes negó. “En verdad es imposible que las cosas no cambien con el tiempo, pero todos seguimos siendo amigos. Hace un rato lo conversamos, y estamos cometidos a mantenernos cerca, sobre todo por el asunto de Hanasaki y Rizembool.”
“…”
“Y también te tuvimos presente en nuestros diálogos, eres un miembro importante de nuestro grupo. Ryo y Larsa claramente te consideran un montón, y es normal porque los tres fueron compañeros de habitación y estuvieron juntos todo el tiempo,” sonrió aliviado. “Me alegro mucho por ti, por haberte encontrado con dos personas que te apoyaron tanto durante la secundaria. Por eso sé que sí perteneces aquí y estás en el lugar correcto.”
“Ah, espero que tengas razón…” Sora se animó un poco. “Gracias Kytes, en verdad soy afortunado por tenerte de amigo desde hace muchos años.”
“Lo mismo digo, y sé que en su muy rara y cruel forma, Tomaj diría lo mismo.”
“Uhh, eso no te lo creo,” negó. Ellos subieron las escaleras pronto a llegar al apartamento de Ryo. “Pero tienes razón, ahora nos toca comprometernos a permanecer juntos, y es hora de ponerme al día con todos.”
“Sí,” Kytes asintió mientras abrió la puerta. Los dos entraron, y ni bien el menor dejó a Sora pasar y cerró la puerta detrás de él, todos notaron al recién llegado…

…justo en el momento en el cual cierto sensible tema de conversación con respecto al mismo había salido a flote.






“¡¿Reprobaste todos tus cursos en tu primer semestre el año pasado?!” exclamó Larsa a Sora con una temible ira e indignación.
“…o-okay bye~” Sora se estremeció y se dio media vuelta para correr por su vida, pero un muy oportuno Tomaj llegó para meterle cabe y hacerle tropezar estrepitosamente. Por la puerta cerrada, el desafortunado estampó su rostro contra la misma.
“¿A dónde crees que vas?” preguntó Tomaj, con una entretenida sonrisa en su rostro. “Dijiste que querías quedarte a la reunión, ¿por qué no aprovechas tu tiempo libre ahora que saliste de clases?”
“Tomaj…” Kytes dio un suspiro, torturado.
“Ihh…” Sora se despegó de la puerta con mucho dolor, y todos vieron que el impacto le había producido una hemorragia en la nariz.
“Uhh, qué pena, Hotaru-chan se acaba de ir…” se lamentó Osaka.
“Y bien, ¿qué tienes que decir?” preguntó Larsa, cruzado de brazos y mirando a Sora que estaba arrodillado en el piso recuperándose del golpe.
“O-oye, espera a que me levante, te ves raramente intimidante y alto desde aquí,” se levantó, y se topó con una incómoda sorpresa. “Un momento, ¿estás más alto?”
“Ahora es más alto que tú, wow,” Tomo se sorprendió. “Growth spur.”
“¡N-no es justo! ¡Tú siempre fuiste el enano amargado del grupo!” exclamó Sora. Larsa negó y golpeó al otro en la frente con un chasquido de dedos. “¡AAHH!”
“¡No te desconcentres y contéstame! ¿Cómo ocurrió esto?”
“¡¿Qué quieres que te diga?! ¡La universidad es más difícil que el colegio y no soy el mejor estudiante! ¡Eso es todo!”
“No, eso no puede ser todo. Con razón tu horario está colgado en internet,” se dio un facepalm, sumamente frustrado. “¿Y cómo así eres el estudiante asesor de Hinata?”
“Eso es algo que todos nos hemos preguntado en algún momento,” contestó Roxas, como quien presentaba uno de los misterios de la vida. Tomo asintió.
“No podemos dejar esto así. Además que todos dejaron claro que te escapaste de las clases del día. Es muy probable que vuelvas a reprobar si sigues con este ritmo, y eso resultaría en tu expulsión,” apuntó energéticamente a Sora. “A partir de hoy estás forzado a estudiar en tus descansos y antes y después de clases. También requeriré que tengas un resumen de los temas que verás al día siguiente.”
“¡¿Q-q-qué?!” Sora se escandalizó. “¡Eso es imposible!”
“Pues no tienes otro remedio, y no te daré opción ahora. Más te vale cumplir.”
“P-pero…”
“¡Sin peros!”
“…” Sora se quedó sin palabras y en eso vio a Ryo acercársele con una toalla húmeda.
“Para tu nariz,” le ofreció con una sonrisa incómoda.
“¿P-por qué no le comentaste con anticipación para que le pasara la cólera antes de verme?” le preguntó por lo bajo.
“Pensé que era un tema que sería mejor atendido aquí,” respondió el peliblanco con simpleza.
“No pienses que no te oigo, Sora,” Larsa negó. Él dio un suspiro y se giró a Cho. “Tanaka-san, lo lamento, pero tendremos que ver los asuntos HiME mañana. Hoy estaré ocupado toda la noche con tutoría.”
“Ehh, descuida, justo tenía que ver lo del alojamiento en la mansión HiME,” Cho sonrió. Esas discusiones se le hacían muy nostálgicas, y sabía que no sólo a ella.
“¿T-toda la noche?” Sora se aterró.
“Bueno, por más que me guste ver a Sora sufrir, prefiero alejarme de los estudios,” Tomaj levantó su mano en señal de despedida. “Nos vemos otro día.”
“Yo también debo estudiar, hasta luego,” dijo Kytes, retirándose también.
“Y pues, nosotros tenemos algo no relacionado al estudio que hacer, así que…” Tomo sonrió. “Que la pasen bien y se reconecten con el pasado o lo que sea.”
“Bye bye~ no se olviden comer los bocadillos antes de que se malogren~” dijo Osaka, sonriendo y agitando su mano.
“¡Ahh, ¿por qué todos me abandonan?!” exclamó Sora.
“Al menos así ya no me tendré que preocupar por ti,” dijo Roxas. “Sólo intenta tener una mejor actitud.”
“Hasta pronto, y gracias por invitarnos a la reunión, Ryo,” se despidió Cho, con una sonrisa cortés.
“Fue un placer, vengan cuando gusten,” el dueño de casa les acompañó a la salida, y al cerrar la puerta, se giró hacia la mesa del comedor. Ahí estaba Sora sentado todavía en shock, mientras Larsa sacaba utensilios como cuadernos, lápices y una calculadora científica del maletín que había llevado consigo. Ryo no evitó reírse un poco. Seguramente, Larsa tuvo algún presentimiento como para haber estado listo para esa sesión de estudio.

“Espero que no te incomode que usemos tu mesa para estudiar,” dijo Larsa.
“Para nada, seguro que con sus frecuentes discusiones también me concentraré mejor,” contestó el peliblanco, quien se alegró de recibir miradas molestas de los dos. “Siéntanse como en casa.”

La tarde continuó con una demostración de que, por más tiempo que pudiera transcurrir y por más nuevas circunstancias, algunas cosas no cambiaban.
« Last Edit: December 19, 2015, 11:40:57 PM by Cho »


Mimi Tachikawa

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #81: December 30, 2015, 12:46:31 AM »
Hoi hoi minna, vengo a dejar un ficku >,<

Capitulo 10: " Simplemente una chica"


Mi nombre es Sakura Kinomoto…tengo 16 años y se puede decir que soy una persona común y silvestre…bueno en realidad si soy una persona común porque me gusta salir con mis amigos, me encantan los deportes, me gusta cocinar, las manualidades y todo lo que a una jovencita de mi edad le gusta,todo eso esta bien no lo creen? Pero mi vida tranquila solo es una oración vacia, porque en realidad…

La puerta de mi habitación se abrió y una sirvienta paso

Sakura-sama el desayuno se encuentra listo, desea que lo traiga o bajara para tomarlo?...-

Bajare, después de todo tengo que irme a la escuela…- le dije sonriéndole, mientras vi como se alejaba un poco temerosa- por que todos son asi?- suspiro pesadamente- voy a buscar a oniichan…ahora que recuerdo siempre se va temprano a la escuela…asi que no me queda de otra que irme “sola”

Termine de alistarme y estoy con ganas de ver a mis amigas nuevamente, estos días han sido muy pesados, debido a que mi hermano mayor y yo nos quedamos huérfanos de padres, heredamos el “negocio familiar” aunque en realidad no podemos salirnos de esto porque muchas cosas están en juego, bueno eso siempre dice nuestro tio Ayanami que es nuestro tutor

Cuando baje al comedor para tomar el desayuno vi que muchos de mis “hermanos” estaban alrededor de la mesa saludándome animadamente

Sakura-oneesama como has dormido?

Pues dormi bien …-

Ya no te duele el brazo?-

Con los días de descanso logre recuperarme por completo…- movi mis brazos a la perfeccion- vez? Asi que no te preocupes- le sonreí sinceramente –

Oneesama oneesama deseas que te compremos chocolates?-

Esto…no es necesario…- dije un poco avergonzada es que son muy sobreprotectores conmigo-

Si dejen de agobiar a Sakura-chan…-mis demás “hermanos” se alejaron unos metros de la mesa, mientras que llegaba Bishamonten, es un joven de cabellos largos pelirojos que lleva gafas y vestia un traje negro, en realidad todos llevan esos trajes-bueno el dia de hoy te llevare a la escuela ya que Makoto-chan no me dejo acompañarlo…no creo que tengas ningún inconveniente no?- mostrando su arma- sabes que seria muy peligroso caminar tu sola hacia tu escuela no?-

Si…ya lo se Bishamonten, no tienes por que decirme todas esas cosas, mi tio me dio todo un sermón por haber salido sin protección-

Es que prácticamente te diste en bandeja de plata para los del bando contrario te asesinaran…-

Al menos queria probar salir sin tantas personas vigilándome…-

Pero recuerda que no eres una chica normal, eres miembro de uno de los clan Yakuza mas importante de Japón, por lo cual los enemigos no van a faltar…-mientras caminaban un grupo de tipos de aspecto sospechoso se encontraban rodeándonos-quedate detrás de mi Sakura-chan…-

Deacuerdo…- le dije mientras observaba como Bishamonten sacaba una pistola, para empezar a disparar, me aferre fuertemente a él, es que en verdad tengo mucho miedo no quiero morir y no quiero que sea lastimado-

Cuando sentí que alguien tomaba de mi brazo fuertemente-te tengo niña…-observe con miedo a aquella persona que tenia un cuchillo entre sus manos que apuntaba a mi yugular, gire a ver a Bishamonten que estaba preocupado por mi posición y se acercaba hacia mi, luego cerre los ojos,quizás el dia de mi muerte había llegado…-

Pero no paso nada, abri los ojos lentamente y aquella persona se encontraba inconsciente en el piso, frente a mi se encontraba mi amigo de la infancia y prometido

Syaoran-kun…-

Te encuentras bien Sakura? No te lastimo?...-

No…no paso nada…- dije algo asustada, pero ocultandolo de él-

Te debo una Li-kun, me descuide y no iba a llegar a tiempo para protegerla…es un alivio que el novio de Sakura-chan sea del orgulloso clan Li de Hong Kong-

Quisiera que no menciones el nombre de mi clan Bishamonten…-suspirando pesadamente, mientras abrazaba a la pelicastaña- menos mal que se me ocurrio  venir a buscarte a tu casa…después de lo que te sucedió anteriormente andaba muy preocupado-

Gracias por salvarme Syaoran-kun…- le abrace fuertemente-siempre vienes a salvarme.

Claro que tengo que hacerlo, después de todo eres mi prometida…-

Ah…es por eso solamente…- dije desilusionada mientras me separaba de él mientras me acomodaba el uniforme-

Esto no es por eso solamente…-

Ya la malograste Li-kun…- dijo el pelirrojo mientras suspiraba pesadamente-

Pero si yo no hice nada malo…-

Claro que si lo has hecho…- dije mientras me cruce de brazos y camine por delante de ellos-

Desde que eramos pequeños nuestras familias habían pactado nuestro compromiso, de la misma manera no hicieron entrenar juntos en las artes marciales, aunque yo me dedique mas en la cocina y los deportes, Syaoran-kun si se tomo en serio el papel de mi protector y perfecciono en poco tiempo sus artes marciales, después de todo ambos somos miembros de familias yakuzas y para protegerse mutuamente pactan este tipo de cosas, pero para mi Syaoran-kun es mas que mi protector y mi prometido, es la persona que mas quiero en este mundo, claro después de mi tio y Makoto-niisan, pero parece que él aun no me ve de esa manera…aunque me duela no importa mucho, mientras que aun permanesca a mi lado, porque si lo hace por fin se dara cuenta de lo que siento por él-

Por que te vez tan animada Sakura-chan?...- me pregunto Bishamonten con una amplia sonrisa-

Bueno es que por fin volveré a ver a mis amigos y tengo muchas ganas de encontrarme con todos ellos-

Pero ellos te dijieron que iran a Hanasaki?...- me pregunto Syaoran-kun-

Claro…después de todo es una escuela muy famosa y popular en todo Japón, ademas mi tio dijo que será un buen lugar para que aprender a ser un productivo ser humano-

Como siempre tu tio pensando en el negocio familiar…- veo la sonrisa de mi prometido y me sonrojo levemente para mirar a otro lado para que no me vea-

Ademas tengo muchas ganas de ver a Mayura-senpai, desde que la conoci en el hospital y venia todos los días para animarme con una sonrisa siempre he tenido muchas ganas de agradecerle todo lo que hizo por mi y ahora que finalmente estamos viviendo en la misma ciudad que ella por fin podre expresarle todo mi agradecimiento-

Claro que también debes de evitar meterla en problemas…- me hablo Syaoran-kun desde atrás-

Claro que evitare meterla en problemas…- dije inflando mis cachetes, yo no soy la peligrosa, mi familia es la peligrosa-

Otra vez metiste la pata Syaoran-kun…- rio divertido mi alocado guardaespaldas-

Es que yo..yo no dije nada malo…- rei divertida al ver su rostro contrariado, aunque varias veces me lastima con sus palabras, no puedo evitar sentirme atraída por su sinceridad-Oigan miren ya llegamos!!-dije emocionada al llegar a la entrada de la escuela-

Vamos Sakura…- Syaoran me tomo de la mano- de aquí y dentro de la escuela yo me encargare de protegerla, asi que puedes irte Bishamonten-

Ya lo se ya lo se, cumpli con dejarla en la escuela, asi que regresare por ella en la salida y cuidado que se escapa porque sino no la contamos esta vez…-rio para acercarse hacia mi y susurrarme al oído- que tengas buena suerte con el despistado de tu prometido-luego lo vi irse canturreando alegremente-

Se nota que te quiere mucho no?...-

Claro que me quiere mucho y yo también a él después de todo me crie con él desde pequeña, el me trata como una simple chica…- dije susurrando mas para mi misma-

Bueno dejemos hablar de él y apresurémonos porque se nos hara tarde…-

Deacuerdo…-vi como Syaoran-kun fruncia el ceño y rei divertida, quizás por fin estoy logrando poco a poco ponerlo celoso-

Este año prometo hacer que Syaoran-kun se enamore de mi
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Matta ne!!!

Mimi-chan
« Last Edit: January 09, 2016, 12:24:50 AM by Mimi Tachikawa »


Sayi

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #82: December 30, 2015, 09:55:42 AM »
Luego edito con iconos y hago los que me faltan a mi y a otras personas y ilu so sorry

EN el que debió haber sido EL CAPITULO ANTERIOR DE SAYIHIME HEIGHTS...


Episode 9 — Interlude

Su única compañía en esa habitación isolada no dejaba de hablarle de las mil y una cosas que iría a hacer apenas saliera del aeropuerto.

Claro está, eso era si es que llegaban a salir de aduanas.

La puerta se abrió y Sayi se puso del pie. Esperaba que los agentes de seguridad se apiadaran de ella, pero lejos de dejarla marcharse, fueron cuatro los que se abrieron paso dentro de la habitación.

Uno de ellos le alcanzó un celular.

"Puede hacer una llamada"

Hige dejó la silla de un brinco.

"¡Llama a Ichigo! ¡A Tsukino y Kano! ¡No, mejor Hagu! ¿¡Y que tal Holden!? ¿No sería divertido llamar a Holden?"

La pelirrosa tomó el teléfono y sin mirar a su Child, empezó a marcar un número. El castaño la miró aprensivo.

"Pero… mejor trata de no llamar a Miranda ¿si?" le pidió Hige, temiendo lo que estaba por venir.


El teléfono sonó y Miranda dudó unos segundos en contestar. Era domingo en la tarde, y entre tantos quehaceres HiMES aquellas horas habían sido las únicas en las que había podido avanzar con algo de trabajo.

Pero cuando el deber llamaba…

“¿Sí?”
“¡MIRANDA, TIENES QUE VENIR AL AEROPUERTO YA! ¡TAIHEN DESU!”
“…¿Señorita X?”
“¿Qué? ¡No, soy Ichigo!” Miranda se quedó en blanco y el rubio intento no tomar ofensa “Ichigo Kurosaki, amigo de Sayi Mio, ¿le leo mi número de estudian--¡Sayi la necesita ahora!”
Miranda se pusó de pie “¿Le ha atacado un Rebel? ¿Necesita una ambulancia?”
“No, nada como eso pero” Ichigo observó los agentes de seguridad vigilando la entrada a aduanas “Sayi estaba volando de Beijing a Tokyo y su Child apareció en pleno vuelo así que quieren presentarle cargos por traer a un supuesto ilegal chino de contrabando”

Miranda se sobó las sienes con ambas manos. En toda honestidad, hubiera preferido el ataque de un Rebel.


La universidad estaba vacía por lo que no había nadie que la distrajera. Tenía su canvas boceteado frente a ella, y mientras preparaba su paleta se dio el lujo de poner música sin audífonos.

“Pericote”

Una voz la llamó desde la puerta y Hagu se giró de inmediato. La rubia se puso de pie y corrió a la entrada, donde estaba asomándose Holden.

“¿Trabajando un domingo? Tu sí que no descansas”
Hagu rió “Quería avanzar con mi tesis y Shu dijo que podía usar un estudio” le explicó mientras lo invitaba dentro de la habitación. Holden observaba los trabajos incompletos descansando alrededor “¿Y tu que haces por aquí? Pensaba que no te gustaba la facultad de arte”
“Pues no. Evado a todos estos hipsters lo más que pueda, pero quería hablar contigo”

Hagu se detuvo en el lugar y Holden sonrió apenado.

“¿Escuchaste que los Rebels han regresado, cierto?”


El vuelo 7557 proveniente de Sudáfrica acababa de aterrizar. Los pasajeros se encontraban desembarcando ordenadamente cuando una estridente voz se abrió paso en la sala de espera.

“¡PERO SI ES MI NEGRA FAVORITA!”

Medio avión se giró y ubicó al responsable de tal bienvenida—nada menos que un rubio platinado sosteniendo EL señor bouquet de tulipanes holandeses en sus brazos.

Los turistas no demoraron en percatarse que la más incómoda por aquel recibimiento debía tratarse de la aludida. Esa misma chica se separó del grupo rápidamente, tomó al rubio del collarín de su traje y sin decir una palabra lo arrastró más allá de la zona de Duty Free.

“No tienes vergüenza”
“¡Y tu demasiada!” canturreó Ayame, quien aún cargaba los ostentosos tulipanes en esteroides que Yoruichi se negaba a recibir “Pero muy fuera de bromas estoy feliz, FELIZ que finalmente hayas regresado. Aunque aquí entre nos, me parece que no en el mejor momento…”
“Ese parece ser el caso siempre que regreso a Hanasaki” comentó la morena. Entonces se detuvo en seco “Y hablando del demonio”

A varios metros de distancia Yoruichi reconoció el inconfundible porte y cabello de Fran, y no se equivocó al deducir que Miranda se encontraba con ella. Acompañándolas y cargando con files del tamaño de biblias también venía Ritsu Sohma, la secretaria, quién parecía estarse disculpando con tantas reverencias que uno pensaría que iba a caérsele la cabeza. La directora, su asistente y secretaria se encontraban acompañados de otras siete personas, cuatro oficiales y tres civiles, y el grupo parecía estar siendo escoltado a las afueras del aeropuerto.

Yoruichi reconoció a Sayi, Hige e Ichigo y sonrió nostálgica.

“¿No vas a saludarlos?”
“Oh si, voy a saludarlos ya mismo y darle excusa al TSA para detener a una negra”
Ayame rió fuertemente “Cómo te extrañe”
“Ya habrá oportunidad luego” Yoruichi le resto importancia al encuentro “Además, ¿viste la cara que traía Sayi?”

El peliblanco abrazó sus tulipanes.

“Oh boy”
“Oh boy indeed”
« Last Edit: August 13, 2017, 01:49:48 PM by Sayi »

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Oh, dream maker, you heart breaker
Wherever you're goin', I'm goin' your way


Eureka

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #83: December 30, 2015, 11:53:05 AM »
como que debi terminar esto porque asi tendria mas sentido peeero mejor no poRque hubiera sido un MONSTRUO
luego edito con topes y yadas

7.




Ni bien cerraron la puerta principal, corrieron hacia la reja de la entrada, cerciorándose de que ninguna persona los viera. Una vez fuera de la mansión, trotaron dos cuadras hasta llegar a una esquina y entraron por un pasaje, chequeando varias veces sus alrededores para no chocarse con nadie conocido. Ya a unas cuantas cuadras de la casa, soltaron un suspiro sincronizado.

“Me dijiste que también ibas a Hanasaki.” Comentó Kanone.
“Sí, tengo clases… y una situación.” Le respondió Hizumi.
“¿Qué pasó?”
“Eh… ¿no sé si te conté que Eu es HiME de nuevo?”
“Sí me lo mencionaste.”
“Ya, hoy dio su prueba… y convocó a su arma, que estaba pasándola de lo más lindo en Inglaterra. Donde, por cierto, es de mañana.”
“…Ajá”
“Y bueno, apareció en pleno gimnasio con pijama y babuchas.”
“¿Soul, no?”
“Sí. Se rehúsa a salir así a la calle así que Eu está estancada en los alrededores del gimnasio con una oz inmensa. Me pidió que le llevara cambio de ropa a Soul.”
“…Bueno, entonces nada, me voy por mi cuent—”
“No seas cobarde, dude. Si quieres un viaje gratis en taxi, ven conmigo. Eu lo pagará… y ok, te puedes encontrar con ella, pero si te bajas un poco antes y te escondes por ahí, te ahorras algo.”
“…”

Kanone se quedó observándolo por un rato, mientras se debatía entre hacerle caso o no. La idea era tentadora, pero el riesgo de toparse con Eureka en un encuentro no planeado le ponía los pelos de punta.

“…okay. Necesito esa plata para comprarte comida luego.”
“WUUUJUU~”

Hizumi se acercó a la pista y llamó a un taxi.

“Oye… ¿sabes si Eu ya se enteró de que Ryoji y yo estamos viviendo con ustedes?” Le preguntó Kanone, una vez dentro del taxi.
“Nah, lo dudo. De ser así, ya me estaría cortando en trocitos… y a ustedes también. Eso, o me hubiera enviado un inbox mandándome de vuelta al vientre de donde vine.” Hizumi hizo una pausa. “¿La verdad? Yo no creo que ella tenga problemas con que anden por ahí, el problema fue no avisarle desde un inicio. Lo que sí, estoy seguro de que se armará el quilombo del año si Lelouch se entera y ella lo confronta. Sería un problema un poco delicado para su relación, you know.”
“¿…Por qué?”
“¿Eres baboso?” Hizumi le arqueó una ceja. “¿Ustedes no tuvieron una sesión intensa de salseo o algo así?”
“No hables tonterías, oye.” Kanone se sonrojó y frunció el ceño.
“Jaja~ Así decía el rumor.”
“¿Quién te dijo eso?”
“Soul.”
“Yo lo mato.”
“Mátalo. Pero antes, dime si fue cierto o no.”
“No debo darte explicaciones a ti, oye.”
“…Ese yakiniku que me debes va a convertirse en una porción del ootoro más caro de la ciudad si es que no abres tu bocota as soon as possible.
“¿Por qué eres así?”

Mientras sacaba su celular del bolsillo, Hizumi le guiñó un ojo. Se dedicó a revisar sus notificaciones, esperando que el otro hable.

“Dale, habla mientras chequeo este inbox que me han mandado en Facebook.”
“¿Quién es?” Kanone se inclinó un poco hacia el lado para poder ver la pantalla, pero Hizumi metió su celular en su bolsillo para esquivarlo.
“De ahí te cuento. Primero suelta la sopa.”
“…okay. Lo que dijo Soul no es cierto. Pero si la besé unas cuantas veces.”
“AJÁ~ Soul es un exagerado, lo sabía.”
Kanone seguía rojo de la vergüenza. “Lo es. Pero esto que te digo no cambia nada.”
“Por supuesto que no. Lelouch piensa que la mayor competencia por el amor de su damisela está en Alemania, no que vive en el segundo piso de su casa y estudia psicología en su universidad.”
“…”
“Jaja~ Suena tan gracioso cuando lo digo yo—”
“No sé cómo arreglar esto.”
“Ni yo. Esta bomba está lista para estallar en cualquier momento. Lo único que pueden hacer es irse a otro lugar a vivir, pero eso también es riesgoso porque alguien los puede ver al mover sus cosas.”
Kanone se llevó una mano a la cara, en un claro signo de frustración. “No sé por qué pensé que vivir en esa casa me ahorraría problemas.”
“Estabas en otras, supongo.” Hizumi ya había sacado su celular de nuevo, y estaba revisando su inbox.
“…Sí. Bueno, ¿me cuentas quién era el que te hablaba?”
“Es Soul, desde la cuenta de Eu. Me estaba diciendo que nos encontraremos en la puerta, para que Eu pueda pagar el taxi.”
“Ah.”
“No te preocupes, ya te dije, sales unas cuadras antes y nadie se dará cuenta de que existes.”
“…No sé hasta cuando postergaré esa charla con ella.”
“No te va a comer vivo. Sólo mándale un mensaje o un correo… ¿o llámala?”
“Estoy esperando que ella me busque, porque no quiero incomodarla.”
“Sabia decisión. Ahora que arregló el asunto HiME… o bueno, hasta que se aparezca su rebel, estará medio tranquila. Así que puedes hablarle si quieres. O esperas que ella lo haga. Por cierto…”
“¿Mn?”
“¿Encontraste algo sobre tu hermano?”
“No, nada.” Kanone se veía apenado. “Ryoji me prometió buscar por toda la red, pero ahorita anda ocupado con sus trabajos. Espero que en el transcurso del mes salga algo.”
“Eh… puedo ayudarte si quieres.” Ofreció Hizumi, esquivando su mirada.
“¿En serio?”
“Sí.”
“…Gracias”

Hizumi se giró a sonreírle.

Si hace tres años le hubieran contado que estaría hablando con la persona a la que casi asesinó como si fueran amigos de toda la vida, no se lo hubiera creído ni ‘a balazos’.

El juego de palabras era a propósito.

Hizumi empezó a reír de la ironía –y de su grandioso chiste, para qué negarlo—.

“Aún no sé cómo te puedo ayudar, pero de ahí veré, supongo.”
“Oye”
“¿Sí?”
“¿Qué más se te antoja?”
“¿Por qué?”
“Esa ayuda no va a ser de buen samaritano y lo sé muy bien.”
“Si tanto te ofreces, con un oden baratito basta y sobra~”

Hizumi le sonrió. Kanone rodó los ojos, pero luego, esbozó también una sonrisa.







Parte de él quería morderse la lengua y no soltar el chisme de hace unas horas. La otra parte, la más dominante, estaba muriéndose de ganas de contarle todo a Yasutomo.

El silencio en el carro se interrumpió por su hondo suspiro. Su amigo giró levemente la mirada para observarlo, pero al ver que Souji no hablaba, volteó de nuevo a prestarle atención al camino.

“Yasutomo, ¿te gustaría ser rebel?”

El mencionado frenó con fuerza y saltaron del asiento hacia adelante por la inercia. Souji se quedó inmutado en su sitio por unos segundos, mientras observaba al piloto con detenimiento: Yasutomo tenía una expresión indescriptible. No era su típico ceño fruncido, pero tampoco era una sonrisa.

Esto sólo duró unos instantes, porque su cara no demoró en mostrarse llena de enojo.

“¡Carajo, Souji, que nos hemos podido chocar por las cojudeces que sueltas!”
“En mi defensa, eres tú el que está al volante.” Souji recibió un gruñido frustrado por parte de su amigo, que lo hizo reír.

La verdad es que la pregunta era un poco redundante porque Souji sabía cómo se sentía Yasutomo respecto a la rivalidad entre los institutos. Cuando se esparcieron los rumores de que la guerra se había reanudado, Yasutomo dejó en claro su punto: por más de que estudie en Rizembool, él no está de acuerdo con la violencia que, según su punto de vista, es innecesaria. Lo han discutido varias veces desde ese entonces y nunca ha cambiado de parecer, pero no estaba de más preguntar por sea caso.

“Ni aunque me dieran buenos motivos lo haría.”
Souji asintió, y luego soltó una risita. “No me esperaba otra respuesta de ti.”
“¿Entonces por qué preguntas?”
“Curiosidad.”
“¿Tú lo serías?”
“Mm…” Souji se quedó pensando por unos segundos. “Puede que sí, puede que no. Pero no sé, sería difícil de explicar en casa y no me termina de cuadrar la idea.” Souji vio que Yasutomo ya estaba abriendo la boca para hablar, pero no lo dejó interrumpir. “Todo esto sale porque Tooru… va a ser rebel. O ya lo es. No sé en qué quedo.”

Tooru Oikawa. Capitán del equipo de vóley de Rizembool, amigo de ambos y casanova por excelencia… ¿iba a ser rebel?

Yasutomo y Souji volvieron a saltar del asiento cuando el primero frenó de nuevo, esta vez un poco más repentino y violento. Ante esto, Souji agradeció mentalmente que las calles de la ruta que habían tomado ese día para llegar a Rizembool estaban totalmente despejadas, y es que sino ya hubieran ocasionado un choque múltiple por las reacciones de su amigo.

“¿QUÉ CARAJOS?” Comentó Yasutomo, mientras se quedaban estacionados un rato.
“A mí también me agarró frío. Me dijo que no le contara a Hajime, pero como no eres Hajime...” Dijo Souji, mirándolo por unos breves momentos.
Yasutomo retomó el manejo. “Iwaizumi-chan lo va a matar cuando se entere.”
“Lo sé, por eso está escondiéndoselo.”
“Pero no entiendo, no va a poder con el vóley y el puesto de rebel... va a ser demasiado para él. Su cuerpo no va a resistir tanta presión."
"Es lo mismo que pienso, pero insiste, al parecer. Ya le asignaron HiME, incluso." Yasutomo gruñó, y Souji continuó hablando. "Hajime se entera de esto y rodarán cabezas…”
"Eso no lo dudo. Por cierto, ¿Qué ganas siendo rebel?"
"Creo que tienes beneficios, te mentiría si te digo algo que no sé."
Yasutomo asintió en silencio. "…Oye."
"¿Mn?”
"Eres muy chismoso, pero gracias por el chisme."
"De nada~" Souji rio en voz baja.

Un ringtone inundó el carro y Souji rápidamente sacó su celular del bolsillo de su saco para contestar.

“Yahoo~” Esa voz era imposible de no reconocer.
“¿Tooru?”
“Sou-chan~ ¿Estás con Tomo-chan?”
“Sí, estamos camino a Rizembool.”
“Ay, genial. ¿Cuánto se demorarán? ¿Tienes una idea?”
“En cinco, diez minutos llegamos, estamos a unas seis cuadras más o menos.”
“Es que tenemos entrenamiento en un ratitooo~”
“No te preocupes, que estamos ahí en poco tiempo.”
“Apúrenseee” Le urgió Tooru. “Podemos empezar sin él pero… cuando Tomo-chan está acá, los cachimbos se ponen en onda y es más fácil manejarlos.”

Y era cierto. A Hajime lo respetaban, pero ponías en la ecuación a Yasutomo y los dos intimidaban a cualquier persona que pasara por su delante. Por más de que Tooru fuera el capitán, los que verdaderamente cumplían esa función eran Hajime y Yasutomo. Después de todo, nadie le hacía caso a Tooru… ¿y quién lo haría? Era un idiota.

“Uno pensaría que a alguien tan majestuoso como yo lo respetarían, pero no es el caso ):”
“Creen que eres uno más de ellos, esa es la verdad.”
“NO ME AYUDAS, SOU-CHAN”
Souji rio. “Ya, te vemos en unos minutos. Estamos llegando.”
“Yay~ ¡Apuren, apuren!”

Souji colgó y volvió a guardar su celular en el bolsillo de su saco.

“Tooru dice que te apures.”
“Geh.”
“Lo sé, es muy jodido.”
“Me alegra no ser el único que piensa así.”
Souji sonríe. “…Por cierto. Yo sé que no eres boca suelta, pero ten cuidado, ¿sí? No vaya a ser que se te salga algo del tema de los rebels en frente de Hajime.”
“Nah, no creo. Vamos a estar en equipos contrarios para el entrenamiento de hoy. Y no soy de contar cosas que no me competen. Oikawa-chan es el que debe decirle las cosas a la cara.”
“Vaya capitán que se manejan.”
“Sí. Pero el tipo es dedicado, aun así.”
“Se nota. Al menos eso lo reivindica totalmente.”

Llegaron a la entrada de Rizembool y sacaron sus carnets de estudiante, enseñándoselos al portero cuando bajaron la luna del carro. Luego Yasutomo tomó un desvío a la derecha, con dirección a uno de los tantos estacionamientos del campus, que justo quedaba cerca del gimnasio donde se llevaba a cabo el entrenamiento de vóley. Además, la zona era estratégica porque también se encontraba a una corta distancia de la facultad de Ingeniería informática, donde Souji, Hajime y él estudian, aunque el único que iba a asistir a clases en esos momentos era el peligris.

“¿Qué curso te toca ahorita? Uno del nivel 3, ¿no?”
“Sí. Sistemas operativos.”
“Suena terrible e interesante.”
“Lo es, pronto lo llevarás.”
“Falta un ciclo para eso.”

Yasutomo estacionó el auto y salieron rápidamente de este. Le lanzó las llaves del carro a Souji, y se dispuso a sacar su maleta de cambio de ropa de los asientos de atrás, mientras su amigo sacaba su morral de la maletera. Cerraron las puertas y le pusieron seguro al carro.

“Oikawa-chan me hace recordar a alguien.” Soltó Yasutomo, camino al gimnasio.
“¿Importante?”
“No, felizmente. Pero igual de odioso que él. Felizmente no vino a Rizembool… aunque pensé que lo haría.”
“¿Un amigo de Highschool?”
“No. Compañero del club de ciclismo en Middle School.”
“Si no me equivoco, eso fue antes de que te cambiaras al de vóley, ¿no?”
“Ajá. Me cambié en mi primer año de Highschool.”
“Wow, otro Tooru Oikawa. ¿Cómo le hiciste?”
“Por algo estoy jugando vóley ahora.”
Souji soltó una risilla. “…¿Lo extrañas?”
“No, me encanta que esté a mil kilómetros de distancia.”
“Y aun así, terminaste siendo amigo de Tooru.”
“Irónico, ¿no?”
“Sí, para qué negarlo.”
“Oikawa-chan es un poco más pasable, eso sí.”
“¿Sí? ¿Por qué?”
“No anda todo el día fijándose en el espejo si se ve bien o si su peinado se malogró… y su club de fans respeta sus espacios. Oikawa-chan al menos hace el esfuerzo de preguntarte si estás bien, cuando te nota un poco bajoneado.”
“Wow, tu antiguo compañero suena a una pesadilla hecha persona.”
“Lo era.”
Souji le dio unas palmaditas en el hombro. “Ya pasó, ya pasó.”
“NO JODAS” Yasutomo se zafó del contacto, gruñendo. Souji sólo rio ante esto.

Yasutomo se adelantó un poco para abrir las puertas del gimnasio, y adentro, se toparon con que Iwaizumi andaba botando humo por las orejas y Tooru estaba rodeado de mil chicas.

“…Retiro lo dicho.”
“…Sí.”



   
 

 
“AAAACHÚ”
Maka soltó una risita. “Eso te pasa por tu terrible sentido de la moda~”

Hacía un poco de frío: ya casi eran las seis de la tarde, hora en la que empezaba a correr viento.

“EXCUSE YOU, mi sentido de la moda es igual de perfecto que yo, Maka.”
“Jinpachi… no.”
“JINPACHI SÍ”

Pelear con Jinpachi era peor que hablarle a una pared y esperar una respuesta… y Maka no estaba con ganas de hacerlo. Luego de soltar un suspiro, escuchó como Jinpachi empezó a hablaaar y hablaaar sobre su estornudo y relacionarlo con que alguien de seguro andaba rajando de él en esos momentos.

Al inicio le prestó atención, hasta que su mirada se fijó en la silueta de una persona conocida a unos cuantos metros de ella. El chico andaba hablando con Eureka y Hizumi, y aunque estaba de espaldas, Maka sabía perfectamente de quién se trataba.

Contra todo pronóstico, corrió hacia él y lo golpeó en la cabeza con el libro que llevaba en las manos. El chico soltó un gruñido, y al girarse, todo enojo se esfumó de su cara al notar a Maka.

“… ¿¡Maka!?” Soltó, sumamente confundido.
“Uno avisa que está de regreso, ¿no?” Y le sonrió.

Al observarlo por unos breves segundos, Maka concluyó que Soul no había cambiado nada en los tres meses que no se habían visto: aunque la ropa que llevaba puesta le quedaba un poco... chica.

“Eh, no es lo que crees. Estoy aquí porque—” Empezó Soul.
“Maka, hay algo que debemos contarte.” Lo interrumpió Eureka.

Sin embargo, unos pasos detrás de Maka estaba Jinpachi, quien se les acercó, con una gran sonrisa. Saludó con un choque de palmas a Soul y a Hizumi, y luego se giró hacia Eureka.

“¡Eu!” Exclamó Jinpachi, con voz muy alta y emoción notoria. La abrazó, su amiga correspondiéndole el gesto inmediatamente.
“Hace tiempo que no te veo, Toe.”
“Eso es porque sólo andas llevando un curso.”
“Era el plan inicial, pero con esta semana y media que ya pasó, me estoy arrepintiendo. Tengo demasiado tiempo libre.”
“Eu siempre ha tenido un contacto medio raro con la directora así que de seguro por ahí se consigue un cupo tarde en algún curso,” comentó Maka.
“Ese es el plan.” Sonrió Eureka.
“¿Y? ¿Qué hace Soul acá? ¿No que andaba con tu mamá en Inglaterra?” Mencionó Jinpachi, un poco confundido.

Maka notó que había algo que Hizumi, Soul y Eureka estaban escondiéndole, pero con la llegada de Jinpachi desistieron de sacarlo a la luz.

La curiosidad la iba a matar, pero no tenía idea de qué hacer para sacarse al recién llegado de encima.
 
“Regresó ayer, de hecho. Se animó a última hora de cursar también este ciclo, j-jaja,”
“¿En seri—?” Hizumi tan oportuno. Eureka lo codeó con fuerza para que no terminara su pregunta. “J-Jaja, sí.”
Jinpachi arqueó una ceja, sin creerles del todo. “¿Qué vas a estudiar, Soul?”
“Creo que iré a comunicaciones, con Maka y Eureka.”
“¿Qué?” Maka preguntó, muy confundida.
“Me gustaría especializarme en cine.” Confesó Soul, y todos se quedaron observándolo.
“…”
“…Qué.”
“Maka, necesitaremos tu ayuda para que se familiarice con la facultad y los cursos.” Mencionó Eureka.
“¡Sí!” Hizumi le guiñó un ojo a Maka, quien seguía con su expresión llena de confusión.

Luego de un intercambio de miradas por parte de todos los miembros del grupo, Jinpachi soltó un dramático suspiro y ondeó la mano, gesticulando que dejaran el tema a un lado.

“¿Alguien tiene algo que hacer ahorita?” Preguntó Jinpachi.
“Yo tengo clases… pero creo que no iré. Esa profesora me la tiene jurada.” Dijo Hizumi.
“Es que Mary me pidió que le jalara gente justo a estas horas. Anda grabando un video para RIA y necesita extras… prometió comida, no sé si la dará hoy, pero algo es algo.” Dijo Jinpachi.
“Siempre podemos pedirle que su equipo nos invite a comer en alguno de los puestos en frente de la U.” Dijo Eureka.
“Deberíamos ayudarla, es un hoy por ti, mañana por mí.” Dijo Maka. Hizumi y Eureka asintieron.
“¡Genial! Es en el z201.” Contó Jinpachi.
“Vámonooos~” Canturreó Hizumi.

Y el resto del grupo lo siguió.



 



Tooru se acercó a su equipo de práctica para felicitarlos por sus aciertos durante el partido de prueba, así como sugerirles algunos puntos en los que debían mejorar. Sus compañeros de equipo también le hicieron llegar sus críticas, las que él aceptó muy agradecido. Con ello, dieron fin al entrenamiento.

Mientras tanto, Yasutomo se había escapado de las garras de Tooru y caminaba hacia las gradas de losa del gimnasio, donde Souji estaba sentado. Había entrado hacía unos quince minutos, al parecer, luego de terminada su clase.

“Yo.”
Souji cerró su libro, y lo dejó en su regazo. “¿Qué tal el entrenamiento?” Alzó la mirada y le sonrió a su amigo.
“Cansado, pero sobreviviré. Oikawa-chan quiere ir a comer, ¿te apuntas?”
“Nunca rechazaría una invitación como esa.”
Hajime se les acercó. “Danos 15 minutos para usar las duchas y volver a ser personas decentes.”
“Claro, no hay problema, los espero.”

Souji observó como parte de los alumnos se fueron a los cambiadores y el resto se alistó y abrigó para salir del gimnasio.







“¡BOOM, BABY!” Gritó Tooru al entrar de nuevo al gimnasio, y recibió un golpe por parte de Hajime. “¿POR QUÉ HICISTE ESO, IWA-CHAN?”
“No sé, me dio ganas.”

Al verlos, Souji guardó su libro en su morral, el que colgó de su hombro al bajar las gradas del gimnasio para llegar a estar en frente de ellos.

“¿Listos?”
“Vamooos~” Canturreó Tooru.
“Souji, Oikawa-chan quiere ir a comer McDonald’s y eso no llena.” Se quejó Yasutomo, mirando al implicado con desdeño.
“Hay un puesto de okonomiyaki a unas cuadras de acá. Está un poco cerca de Hanasaki, pero qué importa.” Ofreció Hajime.
“Hajime, eso suena mucho mejor.” Comentó Souji.
“¿Cierto?” Iwaizumi sonrió.
“¡P-PERO MCDONALD’S!”
“Para la próxima, Tooru.” Dijo Souji, en un intento de consolar a su amigo.
“ESTO ES CRUEL E INJUSTO, ¿DÓNDE QUEDÓ LA DEMOCRACIA?”
“Eh… creo que eres el único que quiere McDonald’s. Nadie más votó por esa opción.” Dijo Yasutomo.
“…OKAY… ¿Y DÓNDE QUEDÓ LA DICTADURA?”
“Shh, cállate y síguenos, Shittykawa.”

Tooru soltó un dramático suspiro, y continuó caminando al lado de sus amigos.
Felizmente, y a escondidas de todos, el okonomiyaki también le encantaba.
     





“Wah~, tenía una idea de lo que hacían en su carrera, ¡pero nunca imaginé que sería tan agotador!” Se quejó Hizumi, desplomándose en una silla. El resto lo imitó, tomando asiento alrededor de la mesa, ubicada en una esquina muy discreta del local de okonomiyaki al que habían ido a cenar.

Por ser hora punta, el restaurante estaba lleno de gente: la mayoría de comensales conversaban mientras preparaban sus tortillas, otros esperaban que los cocineros se las prepararan, y unos cuantos iban a la barra principal a pedir ingredientes.

“Eu y yo aún no llevamos RIA, pero cuando llegue el momento, te tendrás que acostumbrar a eso.” Comentó Maka, con una sonrisa. “Estoy segura de que te pasaremos la voz a cada rato.”
“¿Eeeeeeh? ¿Osea que me llamarán para ayudarlas?”
“Claro, te pagaremos con comida así que tranquilo.” Eureka vio que Jinpachi ya estaba a punto de reclamarles, por lo que siguió hablando. “Sí, Toe, también te pediremos que nos ayudes.”
“¿Seré su estrella?” Jinpachi se llevó las manos a la cara, emocionado. “¡No lo puedo creer! Aparte de ser chef, ciclista y un chico muy guapo, ¿yo? ¿actor? ¡No me sorprende!”
Soul rio. “Ya decía yo, era raro que no te tiraras flores a ti mismo.”
Jinpachi dio un bufido. “¡Pero estoy diciendo la verdad!”

Un mozo se acercó a su mesa y los saludó, dejándoles las cartas en un montículo al lado de la plancha. Cada uno sacó una y se puso a revisar el menú, enfocándose en los tipos de okonomi.

“¿Qué vamos a pedir?” Preguntó Eureka a toda la mesa.
“Ay, a mí se me antoja un yaki básico.” Soltó Maka.
“¿Vamos a pedir un plato cada uno o cómo?” Preguntó Soul, confundido.
“Podemos pedir tres y de ahí vemos si avanzamos más. Ya luego hacemos cuentas.” Ofreció Hizumi, y todos asintieron con la cabeza.
“Ya. Láncense.” Dijo Eureka.
“Insisto en el yaki básico.” Dijo Maka.
“¡Yo quiero kurobuta!” Exclamó Hizumi, emocionado.
“Hizumi, no. Hay uno de full-meat que se ve más interesante y menos caro.” Dijo Jinpachi.
“Son 300 yenes de diferencia, tacaño.” Se quejó Hizumi.
“¡MIRA QUIÉN HABLA!” Le replicó Jinpachi, con el ceño fruncido.
“Okay, para nadie. El de tomates horneados.” Dijo Eureka.
“Yo pienso que Jinpachi y Hizumi deberían regírsela. De ahí sale el último que falta.” Dijo Maka.
“¿POR QUÉ LOS QUE USTEDES ESCOJIERON SI QUEDAN Y LOS QUE JINPACHI Y YO HEMOS ELEGIDO NO PUEDEN IR JUNTOS?”
“Porque mucha carne.” Dijo Soul, como si fuera el detalle más obvio del mundo (y lo era, realmente).
Jinpachi infló las mejillas. “¡Eso es muy injusto!”
“¿Qué les parece si pedimos uno y, si aún avanzamos, pedimos el otro? Pero tienen que elegirse por uno primero.”

Hizumi y Jinpachi intercambiaron miradas y luego de unos instantes, asintieron.

“¿Jankenpón?”
“Jankenpón.”

El ambiente se llenó de tensión durante los segundos en los que los contrincantes prepararon sus armas (manos) para la batalla. Ambos gritaron al unísono “Jankenpón”, a la vez que movían sus muñecas de atrás para adelante, conforme pronunciaban las sílabas de la palabra.

Hizumi sacó tijera y Jinpachi, piedra. Ante los resultados, sus amigos aplaudieron en forma de broma, y Hizumi tuvo que resignarse a la derrota. Jinpachi empezó a reír, revitalizado y lleno de alegría.

“¡Wahaha! ¡Jinpachi Toudou es victorioso una vez más!” Exclamó Jinpachi, jugando con un mechón de sus cabellos.
Maka estuvo a punto de decirle que todo esto era sólo por una porción de okonomi, pero verlo tan feliz hizo que desistiera totalmente.
“Okay, okay, perdí, Toe. Pero hazte una y anda a pedir los ingredientes~” Le canturreó Hizumi.
“¿Por qué yo?”
“Porque la mesa está a favor de la proposición de Hizumi.” Dijo Maka, y Eureka y Soul asintieron.
“¡Traidores!” Jinpachi los señaló a todos, y luego rieron en unísono. “Ya, ¿qué pido?”
“Un mexicano, un full meat, un yaki básico y uno de tomates horneados.” 
“Ya~ si viene el mozo, díganle que quiero una limonada helada.” Jinpachi se levantó de su asiento.
“Okaaay~” Le aseguró Hizumi.

Jinpachi caminó por entre las mesas hasta llegar a la barra del local, donde los chefs preparaban sus platillos en la plancha. Encontró que uno andaba desocupado y lo llamó. El chef se le acercó a él, y justo cuando lo iba a atender, vio cómo la atención de este se volcó hacia un comensal a unos metros a su izquierda. La voz, que sonaba amargada, irrespetuosa y muy tosca, se le hizo conocida, y por curiosidad, volteó un poco para ver de quién se trataba. Al girar levemente la cabeza y observar al otro comensal, abrió los ojos como platos, reconociéndolo inmediatamente (su ceño fruncido era uno en un millón, después de todo).
« Last Edit: June 06, 2019, 02:02:10 AM by Eureka »


Sayi

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #84: January 04, 2016, 09:08:32 PM »
Hello gals <3

¡A ponerse las pilas para esa mudanza! ;D x2
Para cualquier duda y/o consulta las invito al tema en el foro de planeación.

Y sin más preámbulos~
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Now, let's carry on with those big HiME dreams...
« Last Edit: August 13, 2017, 01:50:42 PM by Sayi »

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Oh, dream maker, you heart breaker
Wherever you're goin', I'm goin' your way


Mimi Tachikawa

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #85: January 09, 2016, 01:45:37 AM »
Hoi hoi minna vengo que mi 1er capi del mes!!!

Capitulo 11: "Proteger"


10 años atrás…

Un pequeño rubio se quedaba fuera de su casa tocando su armonica, desde que sus padres se habían separado se pasaba todo el dia alejado del lugar donde le traía muchos recuerdos de su vida como familia “normal”, ocultaba su tristeza tocando aquella harmónica que su padre le había regalado, no queria estar cerca de nadie porque no queria volver a pasar por la misma separación

Tocas muy bien oniisan…- frente al rubio estaba un pelirojo con una amplia sonrisa, era unos centímetros mas bajito que el rubio- me enseñas a tocar?...-

No deberías ir a tu casa? Es de noche y tus padres deben de estar preocupados por ti…-

Mi padre murió de una enfermedad y mamá esta trabajando de enfermera en las noches, asi que estoy solo en casa…- le sonrio-asi que me…me enseñas a tocar?

El rubio miro al pelirrojo y no entendia porque sonreía con semejante situación, suspiro pesadamente  - Bueno te enseñare…pero solo una vez …-

Deacuerdo!!!...- dijo emocionado el pelirrojo mientras miraba atentamente como el rubio empezaba a enseñarle-

Por cierto mi nombre es Riku Nanase tengo 6 años y tu?-

Yo soy Yamato y tengo 8 años…-

Ambos se dieron un apretón de manos y se sonrieron mutuamente

Los dos jóvenes se hicieron muy buenos amigos, Riku iba a buscar al rubio y salían a jugar al parque que quedaba cerca de donde ambos vivian, al rubio se veía un poco mas animado cuando el pelirrojo estaba cerca de él

Yamato que es lo que quieres ser cuando seas grande? Yo quiero ser un cantante y que mis canciones lleguen al corazón de las personas!!- dijo levantándose del columpio donde estaban sentados-

Yo no se que quiero ser  de grande…aun no lo tengo planeado, igualmente te apoyare en todo lo que hagas…-

No me parece correcto que aun no tengas algo planeado…te agradesco que me apoyes en lo que quiera hacer, pero también quiero apoyarte en todo lo que hagas…-

Ya pensare en que hacer…-

Bueno entonces vamos a casa que mamá llegara temprano y …-el pelirrojo cayo al suelo-

Riku!!!....-cuando se acerco a el le toco la frente y vio que tenia mucha fiebre- no por favor mejorate mejorate
no quiero que te vayas de mi lado Riku!!-

Lo que no sabia Yamato era que Riku tenia la salud frágil y no podía esforzarse mucho porque ponía su vida en peligro, al verlo tendido en el piso y todo enfermo supo que no queria perderlo por nada del mundo y una vez que lo vio en el hospital con tubos en todos lados mientras lo miraba de pie se juro a su mismo que lo protegería  pasara lo que pasara

Volviendo al presente, Yamato se había vuelto un cantante popular, tenia una banda de rock llamada Teenage Wolves, lo llamaban para sesiones de fotos de revistas de rock, marca de pantalones y otro tipos de comerciales, su agenda siempre estaba llena, pero lo que si pedia a su manager y a la compañía donde trabajaba era tener las noches libres que aprovechaba para visitar a Riku en el hospital, la salud del pelirojo se había deteriorado y el doctor había recomendado internar al pelirrojo para tenerlo vigilado ante cualquier ataque que sufriera, eso afectaba de sobremanera al rubio que había decidido tomar el sueño de su mejor amigo y cumplirlo, por eso la razón por la cual se había vuelto cantante

Cada vez que entraba a la habitación veía como Riku leia emocionado las revistas de música, tocando cada pagina y cerrando los ojos como transportándose a ese mundo del cual tenia las puertas cerradas, empuño sus manos fuertemente y toco ligeramente la puerta

Puedo entrar?

Claro que puedes hacerlo Yamato…-dijo el pelirrojo mientras guardaba la revista y le sonreía suavemente- como te fue hoy?...-

Tuve un concierto y un encuentro con los fans…- dijo mientras se sentaba a un lado de la cama-

Me imagino como se sintieron las personas que te admiran cuando te tomaron de la mano, debio de ser una gran sensación…espero que al menos les hayas sonreído…- mirándole expectante-

Si les sonreí, ni que fuera una persona antisocial…-

Claro que no lo eres…-dijo riéndose divertido-

Tu como te has sentido? Que te dijo tu madre?

Dijo que aun debo de estar en el hospital hasta que mi salud mejore…pero le dije que ya me aburri de estar aquí y que quiero ir a casa…-

Si aun estas enfermo no debes de moverte Riku, debes de quedarte  en el hospital hasta que mejores…-
Ya lo se…- dijo mientras miraba a su amigo e intentaba tranquilizarlo- no te preocupes no me pasara nada tengo mucha fuerza de voluntad…-

Y lo de tu operación?...-

Aun mi madre no tiene el dinero suficiente y aunque nos has ayudado con mucho dinero aunque no debias hacerlo aun falta mucho, ademas el doctor dijo que aun no puedo operarme porque mi corazón sigue débil…-

Ya veo…- el pelirrojo vio como le cambio la expresión al rubio y le tomo de la mano para apretarla fuertemente- ya te dije…mi enfermedad no me vencerá y cuando me recupere totalmente retomare el sueño que deje pendiente, asi que debes de esperarme hasta entonces deacuerdo Yamato?-

Esta bien…te esperare pero no te esfuerces mucho…lo que menos quiero es llegar a perderte…-se aferro fuertemente a su mano-

Ya te dije que no me perderas…mi salud será frágil pero no mi espíritu…- se movio un poco para estar frente a frente al rubio y acariciarle con la mano que estaba libre las mejillas-Mientras que tu y mamá estén a mi lado estare bien…-

Riku y Yamato se miraron fijamente, mientras el rubio acerco sus manos hacia las mejillas del pelirojo para luego observar como el pelirrojo cerraba lentamente sus ojos, se fundían en un calido beso en los labios, luego se separaron para ambos mirarse con los rostros sonrojados

Te amo Riku...-le dijo mientras volvia a besarlo-

Yo tambien te amo...Yamato...- le dijo mientras seguian besandose-

Ambos jóvenes se querían desde que eran niños y ese amor infantil había florecido convirtiéndose en la clase amor que solo se consigue con la unión de los hilos rojos del destino.

Despues de charlar amenamente, cenar y ver television juntos, finalmente Riku cayo profundamente dormido, Yamato le dio un beso en la frente, salio de la habitación y cuando iba a cerrar la puerta se encontro con Shun

Asi que él es el famoso Riku…si que es una bella persona…lastima que esta enfermo…-

A que has venido al hospital Shun?...-

Eh? Solo queria venir a saludar a la persona que amas en este mundo, después de todo lo que haras por él…-

No hablemos cerca de su habitación… no lo quiero involucrar…-cerro la puerta con cuidado y empezo a caminar-

Bueno en eso tienes razón…no queremos que se enferme no?...-le dio una suave palmada en el hombro-

Yuuto-san nos espera en Rizembool, dentro de poco empezaremos a movernos…-

Ya veo…- dijo cerrando la puerta de la habitación con cuidado de no despertar al pelirrojo-

Aun no entiendo porque quieres lastimar a una chica que recién acabas de conocer?...-

Yo tampoco lo entiendo pero igual tengo esa sensación de ver su rostro de sufrimiento y ser el causante de eso…-

Te esta afectando mucho estar al lado de Yuuto-san…-

Sera que tengo ganas de entretenerme un poco…-

Si tu lo dices…-

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Despues de haber pasado una tarde divertida con sus nuevos amigos Todomatsu y Ai, Mayura finalmente había regresado a casa, había saludado alegremente a su madre para luego dirigirse a su habitacion junto a Flaffy, la ovejita se subio a la cama de la pelirrosa para acomodarse a un lado de la cama, mientras que la pelirrosa sacaba su celular y responder los mensajes que su novio Otoya le había dejado, no podía llamarlo para hablar con ella porque aun seguía en sus grabaciones de un dorama que estaba haciendo, pero al menos podía escribirle contándole todo lo que le había sucedido en el dia

Espero que te encuentres bien, te mando muchos animos y da lo mejor de ti…- termino de escribir para mandar aquel mensaje- ya esta listo

Luego escucho el sonido de que le había llegado un mensaje

Tan rápido ha leído el mensaje Otoya-kun?...-reviso su celular y vio el nombre de la persona que le había mandado un correo- es de Miranda-san!!...- dijo algo preocupada- habrá sucedido algo?-abrio el mensaje-

Estimadas HiMEs:

Me es grato saludarles y darles un mensaje de gran importancia.

De parte de toda la directiva, maestros, personal y estudiantes de Hanasaki, les extiendo el más sincero agradecimiento por su sacrificio y devoción al proteger nuestra institución de la amenaza de Rizembool. Por su dedicación, es momento de revelarles un proyecto dentro del campus dedicado a ustedes. Hemos habilitado una residencia especial para todas las HiMEs, la cual cumplirá el rol de una sororidad llamada ΗΙΜΣ [Eta Iota Mu Sigma].

En este edificio, cada una de ustedes tendrá una habitación individual, comedor con comidas gratis y salas de esparcimiento. También, como una sororidad oficial de la universidad, serán capaces de organizar eventos disciplinarios y recreacionales de su preferencia.

Sólo me queda pedirles que acudan a la residencia HiME en la brevedad posible para reservar su habitación e instalarse. Vivir dentro de la sororidad no es obligatorio, pero es recomendable que lo hagan con frecuencia para estar en contacto con la institución. El mapa del edificio dentro del campus se encuentra adjunto a este mensaje.

Estaré atenta a sus dudas. Les deseo una buena semana.

Saludos,

Miranda Lot
Directora de Hanasaki U


Miranda-san…- dijo la pelirrosa con lagrimas en los ojos- como siempre preocupándose por nosotros…-se acerco a Flaffy y le abrazo cálidamente- justamente queria pedirle a Miranda-san para quedarme en Hanasaki, si las cosas se van a poner feas no quisiera involucrar a mamá, asi que es mejor estar por ahí y mantenerla a salvo…- observando a su ovejita que movia la colita de un lado a otro-vamos a hablar con mamá …- se levantaron de la cama para ir a la habitacion de Belldandy, abrieron la puerta lentamente y observaron como la castaña miraba las fotos de su padre y las acariciaba tiernamente, luego observaba las fotos de Mayura cuando era niña-

Mamá?...-

Adelante Mayura-chan…Flaffy…- dijo con una suave sonrisa- has venido a decirme algo importante no es cierto?-

Eh? Como lo sabes?-

Puedo ver en tu mirada que es algo muy importante…ademas las madres tenemos un sexto sentido-

Hay algo que aun no podía decirte porque me sentía mal e insegura, pero ahora que ya se fueron mis preocupaciones y creo que supongo como ya sabes que Flaffy esta nuevamente conmigo eso significa una sola cosa…-

Que volviste a convertirte en Hime no es cierto?....-

La pelirosa asintió y empezo a contarle todo lo sucedido a su madre, mientras que ambas estaban sentadas en la cama de la castaña,Belldandy no pregunto nada y solo dejo que su hija diga todo lo que tenga que decir

Y por eso mamá te pido que me des permiso para quedarme por un tiempo en la residencia de las hime que Miranda-san ha puesto para nosotras, esta vez no me sucederá lo que me sucedió hace 2 años, he aprendido de mis experiencias y soy mas fuerte que antes, quiero que estes a salvo y se que por el momento estando a mi lado no lo estaras porque podrían estar detrás de ti y para protegerte a ti y a Otoya-kun debo de estar en Hanasaki-

Mayura-chan…- le acaricio suavemente los cabellos- has madurado mucho, estoy orgullosa de ti, como tu madre estoy preocupada por la decisión que has tomado porque los antecedentes fueron muchos y terminaron mal, pero si es lo que has decidido no me queda nada mas que brindarte todo mi apoyo, me sentiré sola en casa pero se que en Hanasaki estaras a salvo-

Gracias mamá por entenderme…-le abrazo fuertemente-prometo llamarte todos los días para que no te sientas sola, una vez que todo se solucione Otoya-kun, tu y yo debemos de irnos de viaje por un largo tiempo ne?..-
Todo lo que tu quieras mi querida hija…-correspondiendo al abrazo, mientras miraba a Flaffy- cuento contigo para cuidar a mami-Mayura deacuerdo?-

La ovejita asintió moviendo la cola y acercándose a las dos para quedarse en medio mientras era abrazada por las dos mujeres

Bueno entonces comencemos alistando todas tus cosas para que mañana puedas ir con lo necesario a la residencia de Hanasaki

Deacuerdo mamá, pero ahora podemos seguir estando de esta manera?...-

Claro que si Mayura-chan….todo el tiempo que quieras…-

Mayura alistaba todas sus cosas junto a su madre mientras conversaban alegremente, sin saber que en Rizembool Yuuto se encontraba en una reunión junto a Shun, Yamato y otros chicos mas, muy pronto comenzaría el primer movimiento y la pelirrosa estaría preparada para ello? El tiempo lo dira a su debido tiempo.
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Matta ne!!!

Mimi-chan


Kana

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #86: January 15, 2016, 05:05:19 PM »
Primer fic del año.
Gracias Eureka por los iconos :3

—Chapter 10

Los días transcurrieron rápidamente después de la prueba HiME y el bochornoso momento que ocurrió posterior a este evento poco a poco iba quedando en el pasado. Recordaba poco y preferiblemente por opción propia prefería olvidar lo sucedido en el invernadero de Hanasaki pues el sólo recuerdo de su torpeza la hacía sentir tonta. Había llegado al invernadero después de la prueba HiME y no se le ocurrió nada mejor que apoyar el rostro en la espalda de un joven pelinegro. Éste se volteó mirándola indiferente pero con un halo de extrañeza. Hiyori le confundió con aquel chico del pasado que aparecía en las fotos de los Keys como el suyo pero cuando susurró su nombre antes de desvanecerse el chico del invernadero le dejo en claro que no era él.

Se despertó al sentir un par de pétalos de cerezos caer sobre su frente. Al abrir los ojos se encontró a sí misma sentada bajo un gran árbol de cerezo del jardín de Hanasaki. Lo primero que vio fueron muchos chicos y chicas buscando un lugar para comer sus almuerzos por lo que su presencia en el lugar pasaba desapercibida como una alumna más aprovechando el momento libre. Su sentido del tacto le hizo notar que en su mano descansaba un papel. Al llevarlo hasta sus ojos notó que era una especie de esquela kawaii con un mensaje escrito en una letra demasiado bonita para ser la de un chico. Pero… Precisamente era la de un chico

❝Me llamo Kou❞

Después de ese día no había vuelto a poner un pie en Hanasaki por vergüenza de toparse con ese chico nuevamente. Sin embargo, entendía que más temprano que tarde tendría que hacer acto de presencia en la universidad para asistir a clases. Miranda Lot había realizado las gestiones necesarias para que la chica ingresara en la carrera de Ciencias Físicas y era crucial que asistiera pronto a clases para poder agarrar el ritmo. Tenía esperanza de hacerlo bien y así especializarse en un futuro en Física Cuántica. Por otro lado, la directora le había asignado una habitación en una supuesta mansión HiME. Hiyori sabía que no ocuparía ese cuarto pero Lilina había insistido en que era un beneficio único que no podía despreciar. Lilina le había dicho que no se preocupara de nada pues ella se encargaría de preparar el cuarto que le habían dado. En eso se había estado entreteniendo su hermana menor.
Cuando entró en coma estaba en segundo año en la escuela de Hanasaki por lo que se perdió la graduación de su promoción y el primer año universitario pero afortunadamente cuando tenía diez años la habían promovido a una clase superior y eso le sirvió para que en la actualidad estuviera en Ciencias Físicas con un curso cuya edad correspondía con la suya. Le debía un favor a Miranda por hacer los movimientos claves y hacer como si se hubiese graduado de Hanasaki. Aunque… Entendía que esos dos años que no realizó le pesarían en la actualidad.

Soltó un suspiro prolongado y decidió dejar el tema del chico misterioso en el olvido. De lo que debía preocuparse ahora era de los estudios, por este motivo estaba a las afueras de un templo japonés. Se había dejado llevar por sus pasos adentrándose en los lugares más tradicionales y rurales de Tokyo hasta llegar a ese templo que, si bien tenía aires de abandono, desde pequeña le había parecido un lugar que le inspiraba paz e instancias de reflexión. Lo que más le gustaba de allí es que jamás había nadie. Posiblemente sí estaba abandonado después de todo y por lo visto seguía en la misma postura pues tan siquiera subir el primer peldaño y comenzar a avanzar por la eterna escalera tradicional se daba cuenta cuanto polvo y basura encontraba en cada paso que daba. Sólo esperaba no encontrarse con un borracho que se haya tomado el lugar como su hogar.
Aunque la escalera fuera dificultosa de subir y parecía no  terminar jamás, Hiyori desde ya comenzaba a sentir aquella paz que por mucho tiempo la había abandonado. El cantar de las aves posadas en los árboles de alrededor influía mucho en ese estado ahora que lo analizaba.

Llegó a las puertas del templo cuando el ocaso se templaba en el horizonte. Hizo una reverencia antes de entrar y tal como lo esperaba el lugar era una auténtica pocilga. Las hojas de los árboles que se habían caído en otoño seguían allí adentro tan amarillas y casi pulverizadas que a cada paso que daba evitaba pisarlas para así no producir el característico sonido de las hojas secas. También había latas vacías, una escoba vieja arrojada en el piso y, curiosamente, muchos útiles de aseo que se notaban a simple vista que eran nuevos. Eran las únicas cosas que no tenían polvo en el lugar. La chica estornudó cuando un ave voló desde las vigas del techo hacia el exterior y desprendió el polvo de la madera.
Aún así, sentía que ese era su lugar. Fue hasta el monumento al Dios que el templo consagraba, dejó su chaleco en el suelo y sobre él se arrodilló, juntó sus manos y oró pidiéndole a Kamisama que la ayudara en lo que sería su nueva vida académica.

—Por favor… No quiero ser la que tenga las peores notas de la clase,  Kamisama, ayúdame y prometo venir todos los meses a dejar una ofrenda y limpiar un poco tu templo. —
—¡Favor concedido! —
—¡Ah! —Hiyori sintió como el cabello se le crispaba al mismo tiempo que un frío fantasmal le recorrió toda la médula espinal. No se esperaba que alguien más estuviera allí. Dio un salto hacia al lado al notar de pronto una presencia a su lado —¿Q-quién eres tú? — Dijo observando a ese sujeto. Era joven, tenía el cabello azulado y unos ojos enigmáticamente azulados. Era como encontrar el corazón del océano en ellos.
—Soy el Dios de este templo. —
—Eso no es posible. —
—¡Por supuesto que sí! — Le sonrió con un gesto fantoche. —Soy Yato. Descendiente directo del linaje divino de este templo. Puedes llamarme Kamisama como lo hiciste en un comienzo. —
—No eres un Dios. — Hiyori frunció el ceño y le miro con cierto desprecio. —Los dioses… No lucen… Como tú. — Por no decirle otra cosa.
—Lo sé, lo sé. — Se apuntó así mismo con ambas manos. —No llevo el traje tradicional del Dios de este templo y en cambio tengo que lucir esta ropa común y corriente. — Haciendo mención del jersey y jean azul marino que usaba. —Pero los tiempos cambian y mis antepasados me dicen que hay que adaptarse para poder llegar al público. —
—Pero…— La chica miró hacia ambos lados. —Lo que caracteriza a este lugar es que jamás tiene seguidores. —
—¡PERO ESO VA A CAMBIAR! —
—Ok, ok. — Hiyori volvió a dar otro paso más para hacer crecer la distancia entre ellos. Se notaba que ese fiel seguidor del templo no estaba en sus cabales. —Eh, yo… Rezaré en esta esquina y luego me iré. No interrumpiré tus oraciones. —
—Esta bien. — Le observó felinamente. —No olvides dejar tu contribución por favor concedido—
—…Eh, sí. — Asintió mirándolo con unos enormes ojos. —Cómo quieras. — No tenía olor a alcohol pero quizá estaba drogado o algo. Era la persona más eufórica y confianzuda que había conocido. Hiyori fue hasta el rincón que había pedido para orar, cerró sus ojos y juntó sus palmas pero vez que intentaba concentrarse para ello el chico la interrumpía con los sonidos que hacía al recolectar los productos de limpieza o molestando con su canturreo. Hasta que al final volvió a hablarle.
—¿Cómo era tu nombre? —
—Kana. — Total, ya lo había usado para mentirles a todos.
—Ah… Te recuerdo.  ¿Y por qué no habías venido en todos estos años? —
—¿Eh? — Abrió los ojos ante ese comentario. ¿Cómo así y la conocía? Más sorprendente aún ¿Cómo sabía que no había ido hace años? —¿Cómo sabes eso? —
—Yo lo sé todo.  Me queda grabado en la retina. — Señaló sus ojos extremadamente azules. —Aunque seas una hereje colectiva, estas perdonada. Bienvenida de nuevo al templo. Bueno, puedes volver a orar, voy a mover el monumento de Kamisama a ese sector para que se visualice apenas entren los fieles. Ok, te dejo. Recuerda dejar una contribución.—
—…— Esa visita se estaba tornando bizarra. Cuando al fin el tipo se fue por allí ella vio la oportunidad de volver a orar para poder retirarse del lugar pero justo en ese instante su propio teléfono móvil comenzó a emitir el sonido del ringtone.
—Eso es de mala educación. — El chico colocó una expresión fatal. —Pero puedes contestar. No me enojaré. Pero recuerda dejar—
—Sí, sí. Una contribución. — Sacó su teléfono móvil pensando que era Ryouta fastidiando por no encontrarle por ninguna parte pero vio que el nombre registrado era el de su hermana menor. Contestó.
—¡Hiyori! Quedarás encantada de cómo estoy decorando tu cuarto aquí. ¡Eres tan afortunada de ser una HiME! ¡Y yo de ser la hermana de una HiME! — Lilina soltó un suspiro ensoñador. —Este lugar es genial, tienen todo lo que necesitas además de mucha privacidad. Cuando entre a la universidad quiero ser una HiME para poder tener mi habitación aquí y ya no volver a casa. ¡Me libraría de los fans fácilmente aquí! Está en medio del bosque y no se observan stalkers a los alrededores. —
—Eh, Lilina. — Habló en tono bajito por respeto al templo. —Puedes quedarte las veces que quieras en ese cuarto. Sabes que no lo ocuparé mucho… No es necesario que seas una HiME. —
—¡Gracias! —
—¿Me llamabas por algo en especial! —
—Oh, cierto, cierto. ¿Qué esencia prefieres para las velas aromáticas? —
—El que te guste más. —
—Vamos, tienes que tener uno en especial. Así el lugar es más tú. —
—…— Pues le daba lo mismo. —Vainilla— Dijo el primero que se le vino a la mente. —Lilina, tengo que cortarte. En estos momentos estoy en un templo. Te devuelvo el llamado luego. —
—Ok. ¡Bye! —
Hiyori cortó la llamada y justo cuando se dio la vuelta para acabar con esa visita de una vez por todas chocó con lo que parecía ser el monumento que ese tal Yato estaba moviendo. Vio que la referencia del Dios se tambaleaba de un lado a otro y la chica se abrazó al monumento para que no cayera al piso pero para su desgracia el peso de éste la llevó a caerse junto con esa roca que representaba al Dios. Crash. Fue lo que escuchó antes de abrir los ojos y ver la roca sagrada milenaria hecha pedazos.
—No puede estar pasándome…— Hiyori se dio un facepalm. Estaba perdida. Esa reliquia debía valer millones y millones de yenes además de ser un patrimonio del templo.
—¡NOOO! — Yato era el más afectado con la situación. —Es una reliquia irremplazable. ¡Y la única que tengo! Si el maestro se entera me va a desterrar.—
—Eh… Sé que no puedo pagar el daño hecho pero… Podría conseguir un trabajo e ir pagando en cuotas. — Sí, prefería trabajar que pedirle dinero a Kishou Arima.
—Terminarías siendo una anciana para entonces. — Soltó un suspiro. —Además los monumentos no se compran así como así. Tendré que decirle al gran maestro que forje uno nuevo y eso tardará. Más aún si ve que el templo no tiene seguidores. —
—Yo… Lo siento. — Se cubrió el rostro.
—Un lo siento no mejorará la situación. — Chasqueó los dedos. —Pero ya sé que puedes hacer para pagar tu sacrilegio. — Él sonrió ampliamente, como si hubiera triunfado en una guerra épica. —Como ves el templo está algo vacío y necesita una Miko-san. Si tú te conviertes en la Miko de éste templo podrás ayudarme y juntos haremos que el templo brille de nuevo ¡Y así tendré más fieles! Ah, y pagar tu deuda. No tendrás que pagar dinero pero quedará perdonada por tu blasfemia con tu trabajo aquí.—
—No creo que pueda hacer eso. — Soltó un suspiro. —Tengo responsabilidades con mis estudios. Además, no sería una buena Miko. —
—Te tengo fe— Hizo un gesto con la mano. —Además no tendrías que abandonar tus responsabilidades. Puedes seguir siendo estudiante y a la vez Miko. —
—P-e-ro. — No quería. Que Kamisama la perdonara ¡Pero no quería! Seguramente tendría que lidiar con ese enajenado todos los días y sentía que el chico se quitaba un peso de encima consiguiéndose una Miko.
—Será solo por un tiempo. Hasta que el gran maestro termine de forjar el monumento que tú rompiste ¡Y que era el único de este templo! — Fingió profunda tristeza.
—B-bueno… Si es por un tiempo. —
—¡Perfecto!  Puedes comenzar recogiendo las hojas. —
—Está bien. — Alzó los hombros. Después de todo debía aceptar que lo que había hecho era un daño irreparable para el patrimonio de ése templo. Se lo debía al lugar.
—Ah, hay un detalle más. Habrán noches que tendrás que quedarte aquí. No te preocupes, hay un cuarto especial para la Miko. —
—¡E-espera! No puedo quedarme aquí. No te conozco de nada y tú tampoco a mi. —
—Si piensas que te puedo hacer algo te hubiera atacado cuando estabas distraída. Además, no eres de mi gusto. —
—…— No era por eso precisamente. Pero el irse a vivir de la nada allí era algo demasiado… Desquiciado.
—Yo creo que terminarás encantada con este lugar. Es mejor que el cuarto solitario y triste en que vives ahora. A las seis de la tarde comienza el ruido más intenso del metro que pasa cerca de ese recinto. ¿Así quién puede concentrarse en los estudios? En cambio aquí hay mucho silencio y podrás estudiar tranquilamente.—
—¡¿C-ómo sabes donde vivo?! —
—Y aquí no te encontrarán fácilmente. Vamos, no tendrás que quedarte todas las noches. Algunas noches también puedes quedarte en ese lugar que te está preparando esa chica.—
—¿Me estabas escuchando?—
—Un buen descendiente divino debe enterarse de todo lo que respecta a sus seguidores.—
—...—
« Last Edit: May 18, 2016, 08:37:35 PM by Kana »


Haruhin

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #87: January 16, 2016, 03:17:03 PM »
#5 yo y mis elegantes retrasos.




“…Nn”
“Hey mira, está despertando”
“Uwah, ¡ya era hora!” La voz denotó emoción. “¿Le aviso a Katsuya-san?”
“Sí, mejor. El pobrecito estaba preocupado allá abajo aunque creo que ha estado charlando con Aoba un buen rato y eso lo ha calmado.”
“Voooy~” Clear rápidamente se puso de pie y cruzó la puerta de la habitación. El leve portazo dejado fue lo último que terminó por despertar completamente a la antes ex HiME.

“¿Qué… pasó?”
“Shh, buen día dormilona.” Kashima la recibió con una sonrisa de oreja a oreja mientras permanecía sentada en una esquina de su cama. “Estuviste marmoteando un día entero, parece que alguien nos debe una buena explicación.”
“¡¿U-Un día?!” La sorpresa se hizo evidente en su rostro así como también la vergüenza. Terminar en ese estado tan deplorable sólo por haber dado la prueba HiME en el gimnasio hablaba muy mal de su condición física. “Esto no puede estar pasando…”
“Oh sí, claro que sucedió. Fue casi una coincidencia que yo estuviese todavía por la facultad a esa hora cuando te desplomaste en brazos de la señorita Fran.”
Algo hizo click en la HiME.
“¿Y por qué estabas ahí siendo que las clases habían terminado hace rato?”
“Pues—“

“Tadá, hemos llegado.”
Y antes de que Kashima pudiese responder, Clear regresó al cuarto acompañado de una silueta un poco más alta que él. Katsuya cruzó la estancia hasta dar con su sobrina, a la cual le tomó el rostro entre sus manos para revisar de que estuviese todo en orden.
“Por dios, me tenías preocupado. ¿Qué rayos te pasó?”
La HiME apartó con sutileza las manos de su tío y suspiró. “Nada grave, sólo… me descompensé producto del estrés. Ya sabes, muchas entregas incluso cuando apenas estamos comenzando con el nuevo semestre.”
Kashima y Clear intercambiaron miradas momentáneamente, a pesar de que algo de verdad existiese en las palabras de Haruhi no era la razón responsable de su accidente.
“Esa mala costumbre tuya de anteponer tus trabajos a tu salud. Tienes que cuidarte mejor o me vas a seguir dando sustos como esos.” Katsuya se cruzó de brazos y le miró de reojo. Aunque su expresión fuese algo dura, realmente no estaba disgustado.
“Lo siento, no volverá a pasar.” La chica se talló un poco los ojos. “Por cierto, ¿dónde estamos?”
“En mi casa. No venías de visita hace tiempo así que por eso no lo recuerdas, pero estás usando uno de los cuartos de invitados.”  Expresó el mayor.
“Oh, así que se trataba de tu cas-- ¡momento! Dime que no te arruiné nada de tu planificación de boda ni nada por el estilo.”
“¿Una boda?” Preguntaron Kashima y Clear al unísono y Katsuya sintió que la sangre le subía hasta las orejas.
“N-No, eso sigue normal. Ninguna fecha ha cambiado.” Tosió para aclarar su garganta. “Sigue siendo el de semana, así que por favor procura mantenerte en buen estado para que asistas.”
“¿Qué no era en dos semanas más?”
“Eh, no. Sale bien escrito en el parte la fecha.”
“Oops, entonces Illya me lo recitó mal desde el teléfono.”
“Da igual, mientras no me salgas con otra sorpresa así para la fecha todo está bien.”
“Hay que verle el lado bueno, es mejor más pronto que tarde, ¿no?” Interrumpió Kashima con su habitual genio que le sacó una pequeña risa al mayor.
“Supongo que es una forma de verlo.” Katsuya destensó los hombros y caminó de regreso al umbral de la puerta. Ya habiéndose cerciorado de que Haruhi estaba bien se había sacado un peso de encima. Nada de este asunto sería comentado a Komui. “Bueno, despertaste justo para cenar y estaba en mitad de hacer eso. Voy de regreso a la cocina.”
“Ah, ¿quiere que lo ayude en algo?” Preguntó Clear.
“No, descuida. Más me alegraría que se quedasen a comer también.”
“¿Podem—“
“Claro Katsuya-san, nos encantaría.” Exclamó Kashima.
“Gracias tío, eres el mejor.” Sentenció la rubia con una sonrisa antes de que el mayor se retirase. Lo que sí llamó la atención de la chica es que justo en ése momento había una silueta que no conocía parada en el umbral de la puerta. “…?”
“Perdón por molestar, yo—“
“Molestar ni que nada, a ti también te debemos una porque estuviste conversando con Katsuya-san para relajarlo mientras la bella durmiente seguía en su reposo.” Dijo Kashima.
Antes de que Haruhi pudiese preguntar sobre quién se trataba, Clear miró a su amiga con una sonrisa un poco más avergonzada.
“Haru, él es bueno… Aoba-san.”
“¿Tu novio?” La HiME preguntó y el albino asintió levemente con la cabeza, para sus amigas el gesto fue más que adorable.
“Sí. Justo estábamos juntos cuando Kashima me llamó de que habías tenido un accidente, así que no dudamos en venir también.”
Haruhi escuchó con detención las palabras de su amigo y por una vez en un buen tiempo sintió que realmente se había sacado la lotería con los buenos amigos que tenía.
“Pasa.” Invitó la rubia al de cabello azul a ingresar al cuarto. “También debo darte las gracias porque de seguro y te interrumpí una cita.”
Aoba río algo nervioso y tomó asiento al lado de su pareja en el piso. “No realmente, estaba en un ensayo de la banda.”
“Cierto que eres músico, Clear nos comentó de eso. ¿Cuándo van a presentarse?” Preguntó con interés la peliazul.
“Hemos tenido presentaciones pequeñas en un par de bares, pero la próxima semana tendremos una tocata un poco más masiva. Podrían ir si tienen algo de tiempo.” Sugirió.
“Eeeh, eso sería estupendo. Hace mucho que no me meto a un pub.” Acotó Haruhi.
“Ni yo.” Secundó su amiga.

Siguieron conversando de temas bastante aleatorios hasta que la voz de Katsuya llamó desde el primer piso de la casa. Con el aviso de que la cena estaba lista, todo el grupo bajó a comer.




“Gracias por todo.” Exclamaron los muchachos en el umbral de la casa. La cena había estado de maravilla, el cuidado que Katsuya le daba a la comida difícilmente podría hacer que otros se hicieran la idea de que con esas mismas manos también empuñaba un arma para capturar delincuentes.

Haruhi le agradeció a sus amigos y a Aoba de su buena disposición para ir a visitarla en ese día que se había borrado del mapa y se despidió asegurando que mañana estaría sin dudas de regreso en clases. Convencidos de que no cabía duda en el sentido de responsabilidad de la rubia, Kashima y Clear asintieron convencidos y junto con Aoba se retiraron aplanando las levemente oscuras calles de la capital a esa hora.

Hubo unos minutos de silencio, hasta que Kashima fue la primera en romper el hielo con la vista clavada hacia el frente.
“Clear, notaste lo mismo que yo. ¿Verdad?”
“Sí, Haru lo volvió a hacer.” Asintió, esta vez sin mucha alegría en su rostro.
“¿Eh? ¿Qué cosa?” Preguntó Aoba cierta confusión en su rostro
“Tal vez no lo hubieses notado porque no conoces a Haru como nosotros pero… a veces con Clear sentimos que ella está evitando contarnos algo.”
“Tenemos ciertas sospechas de qué podría hacer pero, tampoco queremos sacar conclusiones apresuradas.” Acotó el albino mientras que Aoba sólo se dedicaba a mantener su expresión.
“¿Conoces eso de la supuesta rivalidad de Hanasaki y Rizembool que incluye además parafernalias mágicas y místicas dentro de la descripción?” La chica desvió su mirada hacia el mayor.
“Uh pues, ¿qué no se supone que esos son mitos urbanos para aumentar la popularidad del campus?”
“¿No… realmente?”

Antes de que Aoba pudiese preguntar, los tres se detuvieron en mitad de un cruce y un pase peatonal. La radiante expresión de Kashima resplandecía entre el cielo nocturno mientras esperaban porque cambiase la luz del semáforo.
“Heeh, bueno bueno~ Mi casa queda para el otro lado así que aquí es donde nos separamos. No se preocupen, no les voy a seguir interrumpiendo así que aprovechen.” En un rápido movimiento la peliazul se acercó hacia los chicos cogiendo las manos de ambos para obligarlos a entrelazarlas. Clear se sorprendió mientras que por primera vez en todas esas horas, Aoba se sonrojó con vergüenza.

“¡O-Oi!”
“¡Bye bye!”
“Adiós Kashima, nos vemos mañana.” Murmuró Clear ondeando su mano libre para despedirse de su amiga que rápidamente se había borrado de la escena corriendo hasta perderse en el pasaje previo al cruce. Honestamente, si bien también tenía algo de vergüenza no le desagradaba la idea de ir caminando por la calle disimuladamente de la mano del otro.




“¿Ella siempre es así?”
“Sí, desde que la conozco. Aunque a veces su efusividad le trae ciertos roces con otras personas.”
“Me hago a la idea.” Cuando la luz dio en verde, Aoba fue el primero en avanzar, su mano sostenida todavía a la del albino. “Aunque adicionalmente me dejó bastante confundido con eso último que dijo.”
“¿De lo de Hanasaki y Rizembool?” Aoba asintió. “No te preocupes Aoba-san, es normal mantenerse un poco colgado del asunto. Yo me enteré de ciertas cosas hace muy poco en realidad. Lo que es un hecho es que varias de las que se mencionan casi de forma anecdótica son verdad.”
“¿Y crees ahora que una de tus amigas está viéndose involucrada en el asunto?”
“Sí, Haru es muy buena para ocultarnos cosas. Sé que no lo hace con mala intención pero no deja de ser algo incómodo…” Y su afirmación no pudo sonar más preocupada por si sola. “Y puede que no sea la única.”
“¿Kashima también?”
El albino volvió a asentir.
“Estoy preocupado Aoba-san. Son mis amigas y no me gustaría que les pasara algo malo.”
El peliazul soltó un suspiro y ablandó su expresión. Recordando que estaban todavía en la calle lo único que se limitó a hacer fue apoyar su cabeza momentáneamente contra la maraña de cabello blanquecino; de ahí luego depositó un pequeño beso y retomó su postura anterior. Clear se sonrojó.

“Tonto. ¿Qué vas a sacar preocupándote ante suposiciones? Lo único que vas a ganar es sugestionarte.”  Le regañó. “Si tanto te importan tus amigas tienes que ir y preguntarles directamente lo que inquieta. Estoy seguro que de una u otra forma terminarás sacándoles algo, más que mal va en tu propia personalidad ser bastante insistente.”
“¡¿EEH?!” Clear hizo un puchero, sintiéndose ofendido por la última frase. “¡Lo dices como si fuese algo malo!”
“Perdón, perdón. No era mi intención ofenderte.” Rió.
“¡Aoba-saaaan!~” Lloriqueó en una protesta.
“Ya entendí, mi culpa.” Siguió riendo. “¿Me aceptas la disculpa si te invito a beber algo antes de que te deje en casa?”
Los balbuceos infantiles de Clear terminaron tan pronto escuchó la invitación.
“¿Ahora?”
“Claro. Mañana sólo tienes clases en la tarde, ¿no?”
“Pues sí.”
“Entonces no debería haber problema.” Aoba dio un par de pasos más por delante del otro para guiarlo en una ruta diferente. “Hay un local por aquí cerca en el que trabaja un amigo y sirven buenos tragos, vayamos a ese.”
“Está bien. Oh y Aoba-san—“
“¿Mm?”
 “Gracias por todo.”
“No es nada, creo que es lo mínimo que puedo hacer antes de que termines convertido en un bulto.”
Clear rió. “Supongo que tienes razón. Vamos entonces, si te llegas a pasar de la bebida quédate a dormir en mi casa, Virus no se va a molestar.”
“¡M-Me voy a moderar!”
“Claro claro~”




“Estoy en casa.” Exclamó Kashima al cruzar la puerta de un viejo piso de apartamento de un ambiente, algo que con espacio reducido mucha pinta de ser un hogar familiar completo no tenía en lo más mínimo.
Al quitarse los zapatos en la entrada y cruzar el pasillo, se topó con la silueta de un chico alto y de cabello oscuro, descamisado, cocinando algún tipo de verduras salteadas en un wok.
“Oh, bienvenida. Llegas justo para comer algo.”
“No, no te preocupes. Ya cené en la casa del tío de mi amiga.” Kashima cruzó la pequeña cocina para dejar caer su peso en un sillón cerca del balcón. “¿Y ese milagro que te pillo temprano en casa?”
“No tuvimos ensayo el día de hoy y además, no tenía muchas citas en la peluquería. ¿Por qué? ¿Me ibas a meter a algún pretendiente en la casa?”
Kashima hizo una mueca y cogió un cojín del sillón que no tardó en tirarle como proyectil a la fornida espalda de su hermano mayor.
“Eso suena más a algo que harías tú.”
“Ouch. En mi defensa, la última vez que lo hice te avisé.”
“Menos mal, me quería ahorrar la escenita bochornosa.”

Porque su hermano tenía fama de ser muy mujeriego. Desde que vivían juntos en la ciudad, fácilmente y ya le había visto unas seis a siete novias diferentes y ya en dos oportunidades llegando de clases había entrado al departamento cuando él… bueno, la estaba pasando de maravilla con alguna de sus groupies.

Koujaku terminó de preparar su cena y se sirvió una porción considerable de verduras y carne salteada, cogió un par de palillos y tomó asiento en el brazo del sillón opuesto al que había escogido su hermana.
“¿Segura que no quieres comer?”
“Segura, estoy empachada.”
El chico comenzó a cenar dejando el cuarto durante un rato en silencio.

“Oye”
“¿Mm?”
“Creo que hoy conocí al vocalista de tu banda.”
“¿A Aoba? ¿En serio?”
“Sí, también me sorprendió. Clear nunca nos dijo el nombre de su novio y para cuando lo vi en casa de Haru mencionando lo de la próxima tocata a la que asistiría empecé a atar cabos.”
“Supongo que no te reconoció.”
“No lo culpo, cuando era niña era algo un tanto más diferente a como estoy ahora y él en sí también está más cambiado.”
“Sí, pero sigue siendo el mismo a fin de cuentas.” Koujaku se sonrió a gusto.
“Habló el amigo de la infancia friendzoneado~”
“Shh.” Koujaku hizo una mueca y la juzgó señalándola con los palillos. “Nunca me declaré, así que nunca fui friendzoneado. Pasado pisado.”
“Sí y por eso te quedaste sin pan ni pedazo.”
“En serio, realmente eres muy encantadora.” Una sonrisa divertida le cruzó de oreja a oreja. “¿También eres así con tu senpai?”
“Aasukdhakj”
“Oya, toqué una fibra sensible.” Rió. “De acuerdo, dejémoslo en empate.”

Kashima bufó y dejó caer su torso de regreso al sofá como un peso muerto. De pronto y el techo del apartamento lucía algo más interesante de observar que los músculos y los tatuajes que su hermano llevaba cubriéndole todo el torso.
“Por cierto Kashima, hay algo que no me has dicho todavía. ¿Qué sucedió con el mensaje que te mandó la directora de Hanasaki el otro día? Dijiste que lucía como algo serio.”
“Ah, sobre eso… fui a hablar con ella ayer por la mañana.”
“¿Y qué tal te fue?”
“Al final acepté e hice la prueba.”
“Del asunto de las chicas con poderes que defienden la escuela del campus de Rizembool o algo así, ¿no?”
“Sí. Esas “chicas con poderes” se conocen como HiMES.” Kashima extendió vagamente su mano hacia el techo con la palma extendida. “¿Sabes? Miranda me comentó que hasta mi amiga Haru, había sido una de ellas hace dos años. Tengo la sospecha de que volvió a acceder al llamado que hizo la directora de las antiguas HiMES pero nos lo ha estado ocultando a Clear y a mí para no involucrarnos. Propio de ella.”
“O sea que eventualmente se van a tener que topar haciendo lo mismo.”
“Yup, por sugerencia nos mandaron a todas a vivir en la residencial del campus.”
“¿Aceptaste eso también?” Koujaku arqueó una ceja y Kashima sacó la lengua en un gesto infantil.
“Sí, aunque tengo mis dudas. El departamento no está muy lejos de Hanasaki así que tampoco me tardaría mucho en llegar, pero dado a que parece que quieres obtener la emancipación, supongo que no tendré de otra alternativa.” Dramatizó.
“Ridícula, esta también es tu casa. Además, sabes que a veces me tiendo a ausentar por el trabajo y los ensayos de la banda.”
“El apartamento estará más solo de costumbre en ese caso.”
“Espero que sepas que estaré pendiente de ti y cualquier estupidez que hagas. No te va a ser fácil deshacerte de tu hermano.”
“Sí, lo tengo en cuenta también.”

Kashima poco después colocó los brazos detrás de su nuca y entrecerró los ojos. Koujaku captó el mensaje como que la menor quería algo de espacio así que se levantó de su sitio y dejó el plato en el fregadero para limpiarlo después. Acto seguido, cogió un cigarro y se acercó hasta el balcón para ir a fumar.

Muchas cosas parecía que irían a cambiar de ahora en adelante.
« Last Edit: January 19, 2016, 11:24:59 AM by Haruhin »


Cho

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #88: January 16, 2016, 08:04:55 PM »
Otro fic, tengo mucho por escribir *se organiza*

Lince Jesúsmaría pffff-

14


El atardecer había pasado y la noche empezaba a cubrir el campus de oscuridad, lo cual encendió las luces artificiales de los postes y edificios. Luego de verse invocada por la directora en la mañana, Youmu se acercó a secretaría donde le dirigieron a la oficina de Miranda Lot. No tuvo que esperar ya que la directora se encontraba libre, y Fran le abrió la puerta en cuestión de segundos.

“Adelante, la directora la espera,” anunció la asistente.
“…” Youmu miró fijamente a Fran por su extraña y vistosa apariencia, pero decidió guardarse sus comentarios, y asintió. “Gracias.”

Ingresó a la oficina y tomó asiento en la silla frente al amplio escritorio de la directora. Vio a Fran regresar al costado de la directora, y esta de inmediato se le dirigió.

“Señorita Konpaku, es un gusto conocerte,” dijo Miranda con una sonrisa profesional. “Te agradezco por venir a verme en la brevedad posible.”
“No hay de qué. Asumo que una convocatoria por un superior, especialmente el director de una universidad, no puede ser dejada de lado.”
“Puedes estar en lo correcto,” Miranda sonrió con leve gracia. “Pero no es mi intención convocarte por algún motivo obligatorio o formal. Es más para pedirte un gran favor.”
“¿A qué se refiere?” Youmu ladeó un poco su cabeza, mostrando confusión. Había notado que la actitud de la directora había sido muy informal y amigable desde el inicio, como si esperara que no le tratara como un superior.
“Me pregunto si ha escuchado sobre los rumores con respecto a nuestra universidad rival, Rizembool,” Miranda observó a la joven mirarle en blanco. “Esta bien que no sepa del asunto. Lo que sucede…”
“Un momento…” Youmu bajó su mirada, intentando recordar. “¿Estará hablando con respecto a los sucesos que estremecieron a la ciudad hace tres años?”
“Es inevitable que le sea familiar,” Fran asintió, inmutada. “En ese entonces, ocurrió una batalla entre las dos instituciones. Rizembool, además de ser una universidad rival, también es una organización enemiga para nosotros, y quienes comenzaron con los atentados en Hanasaki y eventualmente la ciudad, y nosotros respondimos y nos defendimos gracias al sacrificio y valentía de parte de nuestro cuerpo estudiantil: chicas con habilidades mágicas a las que llamamos HiMEs.”
“Tal vez sea mejor ir más despacio para no confundirle,” comentó Miranda a Fran.
“No lo creo,” Fran miró a su superior. “La joven parece saber de esto.”
“Ehm, admito que sí fue rápido…” Youmu desvió su mirada con leve torpeza mientras procesaba la información, pero la regresó rápidamente a la directora con su seriedad de siempre. “Pero sí sabía sobre las HiMEs y sobre lo que ocurrió hace años. Sólo que pensé que todo terminó tres años atrás.”
“Resulta… que no…” Miranda dio un pesado suspiro. “Y es por eso mismo que te hemos llamado para hablar contigo ahora.”
“Entonces…” Youmu se sorprendió ligeramente.
“Precisamente,” Fran asintió.
“Le pedimos que sea una HiME si es posible, señorita Konpaku,” concluyó Miranda, con firmeza.
“…” la estudiante asimiló las palabras y cerró sus ojos para sumergirse en pensamiento. Pasaron varios segundos de silencio en la sala, los cuales preocuparon un poco a la directora, quien decidió volverse más empática.
“Entiendo que es mucho que solicitar de usted. Como una HiME, usted será dada la labor de luchar contra uno de los secuaces de Rizembool, un estudiante denominado como Rebel. Por ello, se encontrará en peligro de muerte constante, y podrá tener que llegar al punto de asesinar a su oponente.”
“Sí sé todo eso, directora,” Youmu abrió los ojos con completa serenidad. “Una persona cercana a mí fue una HiME hace años y ella me dijo todo, incluyendo sobre el Rebel que ella se vio forzada a eliminar.”
“¿Conoce a una exHiME?” Miranda se sorprendió mientras Fran agarró el fólder con los datos de la chica y se puso a revisar. “Lamento haber obviado esa información sobre usted y siento la pregunta, ¿pero quién es aquella HiME de la que habla?”
“Su nombre es Yuyuko Saigyouji. Ella es mi superior,” reportó la estudiante.
“…” Fran le miró atentamente. “La conozco. Ella fue una HiME de mi generación.”
“Ah, me suena familiar,” Miranda sonrió un poco. “Ciertamente fue una joven muy agradable y peculiar.”
“Peculiar…” Youmu se frustró por escuchar esa palabra. “No le puedo contradecir…”
“No la he visto en muchos años. Dijiste que es tu superior…”
“Según los datos recopilados en este fólder, la familia Konpaku ha sido una especializada en técnicas de combate, especialmente con katanas,” reportó Fran. “Y también ha servido a la adinerada y aristocrática familia Saigyouji por generaciones. Aquella costumbre debe haberse mantenido hasta el presente.”
“Exacto,” contestó Youmu. “Por venir de mi familia, sé mucho acerca de pelear y estoy en constante entrenamiento para continuar con mi labor de proteger a mi señora. Y tendría perfecto sentido para mí ser una HiME por mis habilidades, y para potenciar mi entrenamiento. Matar a alguien también es algo con lo cual debo estar en paz por mi deber de protectora, y por ello mismo siento que la labor de HiME es ideal para mí. Pero no puedo tomar esta decisión por mi cuenta. Es un gran paso, y primero necesitaría consultarlo con mi señora antes de dar una respuesta.”
“Entiendo,” Miranda asintió. “De ser posible, quisiera que trajeras a la señorita Saigyouji para hablar con ella.”
“Le diré,” Youmu se levantó. “Regresaré lo antes posible.”
“Sí, muchas gracias. Que te vaya bien,” Miranda se despidió y vio a Fran despedir a la estudiante. Se alivió de ver la voluntad de la potencial HiME y de que ella estaba muy consciente sobre los riesgos a tomar, pero era recién el inicio, y no todo se podía prever con el mero conocimiento. Le tocaba esperar a la respuesta oficial.



Mientras tanto, Cho llegó junto con su familia y Tomo a la recién inaugurada mansión HiME dentro del campus. Los cuatro se dirigieron al lugar después de salir de la reunión en el departamento de Ryo, y con la invitación y guía de la leal ama de casa Lince Jesúsmaría (?) empezaron a ver habitaciones en el segundo y tercer piso.

“Y a continuación tenemos esta habitación,” dijo Lince, abriendo la puerta. “Como las demás, la cama ya está instalada con su colchón, y también muebles básicos y percheros en el clóset. Pero lo más importante de este cuarto es su proximidad al baño del sector y tiene una vista espléndida al naranjo que ha sido plantado hace poco. ¿No te gustaría ver su crecimiento constante?”
“Pues, me gusta que esté cerca al baño…” Cho se puso a pensar, no muy convencida. “Creo que me gustaría revisar el tercer piso ahora.”
“¡Oh, más altura! ¡Estoy de acuerdo!” Osaka asintió.
“¿Pero eso no sería una mala idea?” preguntó Tomo. “Cuando Mariko regrese de su terapia en el extranjero y quiera visitarte, no podrá arrastrarse tres pisos hacia arriba.”
“No digas eso, Tomo,” Roxas le miró con reproche. “Todos le podemos ayudar a subir, ¿pero hay ascensor?”
“Sí hay uno pequeño,” contestó Lince con una sonrisa. “Preferimos dejarlo disponible para mudanzas, mantenimiento o emergencias, pero también es eficiente para las personas en silla de rueda. ¡Pero si ella necesita ayuda, sólo llámenme y yo la elevo en mis brazos!”
“¡Muchas gracias!” Osaka sonrió.
“No creo que la chinchosa de Mariko quiera tu ayuda, pero en fin, no es mi problema,” Tomo se encogió de hombros.
“Luego arreglamos ese asunto. Vamos al tercer piso,” Lince les dirigió hacia arriba y llegaron a un piso con el mismo diseño de un pasillo y varias habitaciones. “Como pueden apreciar, la infraestructura es la misma por la ubicación de los baños y escaleras, pero la vista es mucho mejor, aunque tomará más tiempo subir y bajar. El diseño dentro de las habitaciones también es igual.”
“…” Cho se tomó la libertad de caminar hacia la habitación encima de la que acababa de ver, y los demás le siguieron. Ahí pudo observar al naranjo más pequeño, pero lo que más le llamó la atención fue la vista ligeramente más panorámica y la posibilidad de ver mejor a un pequeño lago dentro de la universidad. Ella sonrió un poco. “Me gusta esta habitación, si es posible.”
“Claro, todas las habitaciones abiertas están disponibles, y como puedes ver, nos falta bastante para completar la mudanza,” Lince anotó el número de habitación en una agenda y sonrió ampliamente. “¡Felicidades! De inmediato iré por sábanas y un cubrecama si quieres estrenar tu habitación hoy.”
“M-muchas gracias, pero hoy no voy a quedarme,” Cho sonrió incómoda. “Tampoco creo que pueda quedarme aquí todos los días. Sólo cuando tenga varios quehaceres o entrenamientos HiME en la noche o la mañana.”
“Está bien, pero no te confíes,” la ama de casa le miró con reproche. “Recién habrás retomado tu labor de HiME, pero esos Rebels son muy escurridizos y es más seguro quedarte con tus aliadas. También si en algún momento ves a tu Rebel deambulando por aquí, me avisas y lo saco a escobillazos.”
“C-claro, gracias por la dedicación,” a Cho le dio gracia el comentario.
“Haha, y tú graba el video cuando ocurra,” dijo Tomo la la HiME.
“Pregunta,” Osaka levantó la mano y se dirigió a Lince. “¿Podemos quedarnos a dormir donde Cho algún día?”
“En sí estas habitaciones son individuales, y si bien se permiten visitas, huéspedes es otra cosa,” Lince se puso a pensar. “Aunque mientras me avisen con anticipación y anoten sus nombres en el libro de visita debe estar bien. Eso sí, no chicos porque esta es una sororidad.”
“Aw…” Osaka se apenó y miró a su primo.
“Está bien, sería raro para mí quedarme en un sitio lleno de chicas,” Roxas negó, incómodo.
“Vaya, Tomaj estaría muy decepcionado al oírte decir eso,” comentó Tomo.
“¿Podrías no mencionarme a ese Rebel?”
“Ehh, muchas gracias por su ayuda, Lince,” Cho dio una corta reverencia. “Le estaré avisando cuando vaya a quedarme aquí.”
“Claro, pero no se vayan aún,” la encargada peliazul sonrió y agarró a la HiME de una muñeca con tanta fuerza que la estudiante temió por su mano. “Acababa de terminar de cocinar cuando ustedes llegaron, así que pueden probar mi comida. Me he puesto a practicar un montón para cuando haya varias HiMEs aquí.”
“Pues, no tengo mucha hambre…” comentó Osaka, un poco asustada.
“G-gracias por la oferta, pero todavía tenemos comida congelada en mi casa, y si no lo comemos hoy se va a perder,” dijo Cho.
“No, eso lo comimos ayer,” comentó Roxas, confundido.
“Roxas, shhh,” Tomo le calló. Claro, el hermano estuvo demasiado distante en el pasado como para conocer la horrible comida de la temible peliazul.
“Ay, insisto. Hace tiempo que quiero invitar a alguien y aun de tener comida guardada, ustedes se merecen algo fresco. ¡Vengan!” Lince se puso a correr jalando a Cho por las escaleras.
“¡Ahh, L-Lince!” ella con las justas podía seguirle sin caerse.
“Pues, Cho está frita, escapémonos,” sugirió Tomo.
“No Tomo-chan, somos un equipo y sufriremos juntos,” dijo Osaka.
“¿Por qué sufrir?” preguntó Roxas.
“Sólo prepárate,” Tomo le miró impaciente y bajó las escaleras con Osaka. Al rubio no le quedó otra que seguirles.

Ellos llegaron al gran comedor en el primer piso y vieron a una Cho torturada ocupando un sitio que ya estaba preparado con un individual, un plato hondo y varios cubiertos elegantes. A continuación, todos vieron a una feliz Lince salir de la adyacente cocina con una olla humeante que curiosamente decía ‘Sopa Sorpresa – The Revenge’ en un lado. Con ello, Roxas comenzó a sentir un miedo preventivo.

“Es mi especialidad mejorada en estos tres años y con el doble de ingredientes,” Lince sonrió tan ampliamente que inspiró terror en los demás. “Disfruten~”

Iba a ser una cena que no olvidarían.


Después de que todos los invitados se fueran, los tres amigos se quedaron estudiando en la habitación de Ryo dentro de Hanasaki U. Este se estaba dando un descanso mientras comía un aperitivo para saciar su apetito, pero Sora no era concedido el mismo privilegio por Larsa, y seguía intentando resolver unos ejercicios de cálculo a los que no podía verles forma.

“Uhhh…” se quejó Sora por millonésima vez en la noche. “¿N-no creen que ya hice demasiado? Quizás sea mejor que me vaya a dormir…”
“Son las siete y treinta y seis de la noche, y como tu excompañero de habitación, sé que te vas a dormir a medianoche,” observó Larsa, entrecerrando los ojos.
“Pero siempre puedo empezar a dormir temprano, ¿cierto?”
“Si te dejo irte, lo único que vas a hacer es jugar videojuegos hasta tarde. Lo mejor es que gastes tu atención y energías aquí, ¿no te parece?”
“¡Ahh, sigues tan pesado como siempre! ¡No has cambiado en estos años! ¿Y acaso no tienes nada mejor que hacer que darme tutoría?” le reclamó.
“Tú eres el que no ha cambiado nada,” Larsa se dio un facepalm. “Mis asuntos de la mudanza serán atendidos mañana, y Ryo ha sido lo suficientemente amable de ofrecerme a quedarme con él hasta terminar con todo lo que tengo por hacer.”
“No me agradezcas, a veces siento que mi habitación es enorme sólo para mí,” Ryo sonrió. “La visita de un buen amigo no me viene nada mal.”
“¿Entonces se van a quedar juntos aquí?” Sora se sorprendió y sonrió un poco. “Ah, qué genial, como los viejos tiempos. Ya, yo también me apunto.”
“No,” dijeron los dos al unísono y continuaron con lo que estaban haciendo.
“¿E-eh?” Sora se sintió menospreciado. “¿Por qué me rechazan?”
“Una secundaria fue suficiente,” contestó Larsa.
“Haha, lo mismo digo,” Ryo sonrió.
“¡¿Ehhh?!”
“No te lo tomes personal, es que ya no somos pacientes como antes y tenemos mucho que hacer, y pues… no podemos constantemente lidiar contigo y tus necesidades,” explicó Ryo, sonriendo. “Es que eres el niño del grupo.”
“¡¿Cómo se supone que no debo de tomarlo personal?!”
“Sigo dispuesto a ayudarte a estudiar, pero tampoco tendré mucho tiempo disponible,” dijo Larsa. “Estoy realizando investigaciones y tomando clases avanzadas para mi maestría, así que mi tiempo es más valioso que antes. Pero suficiente distracción. Tienes que regresar a los ejercicios.”
“…” Sora le miró resentido y volvió a esos ejercicios. Luego de lo que sus dos amigos le dijeron, pese a que todavía no comprendía lo escrito en su papel, sintió que lo que hacía era diminuto e insignificante en comparación con los planes de sus amigos. Sobre todo Larsa. Era increíble que le tomara tres años para graduarse de la universidad y continuar con estudios avanzados. Siguió silencio en el cual Sora intentó escribir algunos pasos de uno de los ejercicios de derivadas, pero no tardó en darse por vencido. “En serio… ya tuve demasiado…”
“Ni lo estás intentando…” dijo Larsa mientras leía un archivo en su Tablet.
“¡Sí lo estoy intentando!”
“Sora…” Ryo sonrió incómodo.
“No, no lo estás intentando, es evidente para cualquiera,” Larsa dio un pesado suspiro y dejó su Tablet a un costado. Sabía que debía prestarle más atención. “Acabo de explicarte el método general para resolver estos problemas. No espero que puedas resolverlo de una sola, pero con la sesión que hemos tenido, al menos deberías aproximarte a una respuesta. Sin embargo, ni estás haciendo eso.”
“…”
“¿Por qué no estás haciendo nada? ¿Qué te detiene? ¿Qué te está haciendo tan obstinado?”
“Es que…” Sora bajó su mirada, contrariado. “Simplemente no puedo.”
“…” Larsa alzó una ceja, y luego de pensarlo un poco, levantó el libro de cálculo de Sora para golpearlo con fuerza contra la mesa.
“¡AHH!” Sora se estremeció.
“¡No es que no puedas, es que no quieres!” le llamó la atención. “¡No serás el más inteligente pero sí eres capaz de esto! ¡Y este es un curso básico de matemática universitaria, así que no es un tema tan difícil! ¡Tienes la base de la secundaria de Hanasaki así que es más que posible para ti, no pongas excusas!”
“Ihh…” Sora se estremeció.
“No le hagas molestar, Sora,” Ryo sonrió.
“¡P-pues, ¿qué quieres que te diga?! ¡Jalé todo un semestre, ¿feliz?!” reclamó Sora. “¡Repetir es una pesadilla para mí, sobre todo porque odio todos mis cursos!”
“¿Los odias?” preguntó Larsa.
“¡Pues claro! ¡Nunca hubiera querido dedicarme a negocios y no me veo haciendo lo que mi familia hace! ¡Kytes es brillante y está cometido a graduarse con honores y seguir con su empresa, pero por más que él me ha ofrecido su ayuda, yo no puedo hacerlo!” Sora comprimió sus puños y bajó su mirada. “No tengo el interés ni la motivación, y desde que jalé, lo único que mis padres hacen es recordarme que mejore mis notas y que no les falle. Ahh, odio esto, quisiera estar por mi cuenta. Pero eso es algo que ustedes no entienden. Los dos también son disciplinados e inteligentes.”

Luego de ese desahogo de parte de Sora, Larsa y Ryo intercambiaron miradas, y el último decidió tomar la palabra.

“Eh, Sora,” el peliblanco le agarró de un hombro. “No sabemos cómo te sientes, pero los dos hemos pasado por lo mismo en algún momento.”
“¿Eh?”
“¿Acaso no lo recuerdas? Larsa y yo también venimos de familias con grandes empresas y mucha responsabilidad por ser los herederos. Créeme que yo tampoco me hubiera visto seguir esta carrera de no ser por la presión familiar. Pero por más difícil que pueda ser a veces, hay algunas cosas que simplemente debemos de cumplir.”
“…”
“Ryo tiene razón. Y si bien podría ser el caso que tú lo tienes más difícil que nosotros, eso no quita el hecho que es algo que debes hacer,” observó Larsa. “Lamento mucho que tengas tanto desaire, y si te sientes incómodo con tus padres, lo mejor que podrías hacer es comentarles tu incomodidad.”
“Pues…” Sora bajó su mirada.
“Seguramente no te sientes con mucho derecho de quejarte, ¿no es así?”
“P-pues…” Sora frunció el ceño con molestia. A veces le leía demasiado bien.
“Es importante que ellos también te entiendan. Por algo son familia, y al final tú debes encargarte del negocio familiar, así que te deben empatía. También es lo más saludable para todos, así tú te expresas y ellos podrán entender que tu bajo rendimiento no es puramente caprichoso.”
“…” desvió su mirada.
“Pero mientras continúas con el plan de tus padres, debes aprender a buscar algo para ti. Puedes intentar dedicarte a algún pasatiempo, una carrera adicional,” Larsa ignoró una mirada resentida de Sora por pretender darle más trabajo. “O quién sabe, tal vez si le das una oportunidad puede que te comience a agradar. Eso es lo que me pasó a mí.”
“Pues tú eres un nerd, obvio que ocurriría-AHH.”
“¡No minimices la situación de otros!” Larsa le dio un zape. “Es como si intentaras justificar tu inactividad al quitarle validez a las palabras de otras personas. Deja de comportarte como una víctima.”
“Uhh…” Sora se agarró su cabeza mientras Ryo se rió un poco.
“Ehm, también quiero recordarte que eres un estudiante asesor, así que por tu bien y el de Hinata, sería bueno que te vuelvas más responsable,” observó Ryo.
“En verdad, él no se verá como el estudiante más disciplinado, pero sí tiene la decisión de seguir adelante sin importar qué,” dijo Larsa. “Podrías aprender de eso.”
“Hm…” Sora se puso a pensar. Las veces que iba a clase y le miraba, notaba que Hinata también sufría con algunos cursos o no les tenía mucho interés, pero pese a lo riguroso de su horario, él siempre se notaba animado y con muchas energías, como si estuviera a gusto nadando contra la corriente. “Sí… ese chico tiene demasiadas energías…”
“Es lo mejor, y en verdad muy envidiable,” Ryo asintió. “Él también siempre enfrenta la dificultad de ser un deportista pese a su baja estatura, pero nunca le ves quejarse de ello.”
“Sí, sí, ya entendí,” Sora entrecerró los ojos. “Ahora que me pongo a pensar, Hinata me ha pedido varias veces unirme a su equipo de vóley. Tal vez me caería bien hacer un poco de ejercicio.”
“¿Ahora quieres unirte a un equipo?” preguntó Larsa, confundido. “¿De dónde salió eso?”
“Haha, pienso que es un pasatiempo más saludable que quedarse echado en el césped jugando dating games para Sora,” comentó Ryo.
“¡E-eso fue una sola vez, no escuches a Tomaj!” reclamó Sora, molesto.
“Pero, si Hinata te puede contagiar de buenos ánimos, me parece bien,” Larsa se encogió de hombros. “Se ha demostrado que una rutina deportiva también incrementa los ánimos y las energías, por lo cual te podría ir bien.”
“¡Eso suena aún mejor!” Sora se animó. “¡Entonces iré mañana mismo a inscribirme!”
“¡Pero!” exclamó Larsa, haciendo estremecer a su amigo. “A la par tendrás que estudiar más y asistir a clases, no aceptaré excusas. Si no mejoras tu rendimiento, tendré que forzarte a salir del club para estudiar intensivamente. ¿Has entendido?”
“Ehh… s-sí…” Sora sintió escalofríos. Eso sonaba a una gran amenaza.
“Me alegra que ya se estén organizando,” Ryo sonrió. “Para celebrar, ¿les parece si ordeno una pizza?”
“Me da igual,” contestó Larsa.
“¡Sí! ¡Quiero Meat Lovers!” dijo Sora, emocionado.
“Lo sé, lo sé, voy por mi laptop para llenar el pedido,” Ryo se levantó de la mesa.

El peliblanco se puso a armar el pedido para seguir celebrando ese reencuentro y disfrutar más de aquel ambiente tan familiar.
« Last Edit: July 08, 2017, 10:39:03 PM by Cho »


Kana

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #89: January 26, 2016, 04:50:00 PM »
Último antes de que se ponga el Stop.
Es sobre la mudanza y algunas cosas más. Por allí puse un personaje de Dei y espero que no haya quedado mal :c


—Chapter 11


—¡Ta-da! — Una joven rubia extendió su brazo alegremente invitándola a pasar al cuarto. Ella estaba emocionada por su labor y orgullosa de los resultados.  —¿Y? ¿Qué opinas? —
—Pues…— Hiyori estaba más preocupada de encontrarse con alguien a esas horas. La noche había caído en la ciudad, la mansión de la hermandad de las HiMEs aún no estaba del todo habitada por lo que a esa hora no había nadie más que ellas lo cual podría ser considerado allanamiento considerando que no había solicitado permiso. Soltó un suspiro. Lo mejor sería terminar con esa situación pronto. —Está bien. —
—¿Sólo eso? — Lilina pareció desilusionada por la reacción indiferente de su hermana. Tomó con ambas manos una mano de la otra chica y la jaló hacia el interior el cuarto. —Me encargué de que la decoración fuera con temáticas pasteles. Oh, he comprado una MacAir para que no tengas problemas en realizar tus trabajos de clases. Además, he comprado muchas cosas de Moomins, Little Twin Stars, y gatitos adorables. Sé que te gustan, no hay necesidad de negarlo. — La chica guiñó un ojo.
—Eh… Lilina…— Hiyori desvió la mirada hacia otro lado, algo avergonzada. El maldito de Ryouta le había mostrado una fotografía a Lilina de “Kana” cuando tenía unos diez años y vivía en la residencial de menores con otras chicas en una fundación enigmática donde, curiosamente, el padre de ambas tenía redes. En ese entonces, la chica tenía varias cosas de los animalejos que Lilina nombró. Pero ahora ya no era una niña de diez años y había pasado mucho tiempo desde que había escapado de ese lugar. El rostro de su hermana estaba expectante por aprobación, Hiyori observó levemente el cuarto y comprendió que Lilina había puesto mucho entusiasmo para que le agradara. —Me gusta mucho, Lilina. Muchas gracias. — Le sonrió ligeramente.
—¡Yay! — Lilina hizo una señal de victoria, orgullosa por su triunfo. De algún modo, siempre intentaba agradarle a su fría hermana mayor aunque ésta no demostrara mucho afecto por ella. Seguramente, en Lilina se aplicaba lo de “mientras más eres inexistente para mí, más pretendes mi atención.” aunque Hiyori no era tan así con su hermana. En fin. Lilina sacó su teléfono móvil y se acercó a la chica más alta, instantáneamente sacó una selfie de las dos hermanas Arima en el cuarto. —Prometo que no irá a ninguna red social. Sólo la tendré de recuerdo… y torturaré a Ryouta porque no podrá entrar jamás a este lugar y seguramente querrá conocerlo. —
—¿Acaso a Kise le gusta….?— La pelicastaña abrió los ojos en sorpresa por unos momentos, luego negó con la cabeza. No era lógico que a Ryouta le gustase Moomins o Little Twin Stars. Seguramente estaría curioso por conocer el lugar porque iba en su naturaleza ser un fisgón. —Creo que deberíamos marcharnos. No quisiera encontrarme con gente… o tener problemas —  Alzó los hombros y antes de que Lilina agregara algo más, Hiyori se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia el primer piso. La verdad, es que no se estaba sintiendo muy bien desde hace un momento, se sentía intranquila, expuesta a la sociedad, su respiración iba un poco rápido y se sentía inadaptada. Era mejor volver a ese nicho solitario donde vivía. Llegó hasta el primer piso y se percató de que no hubiera guardias o la persona que encargada del lugar, abrió la ventana del pasillo y salió por ella. Esperó unos segundos y Lilina hizo lo mismo.
—Oh…— La chica rubia observó la hora en su reloj de pulsera. —Debo irme, se me ha hecho muy tarde y estoy atrasada para la grabación del capítulo. ¿Te molesta si me retiro sin acompañarte? — Hace unas semanas, había firmado un contrato para ser una de las  protagonistas de un Dorama donde ella representaba el papel de tercera en una relación amorosa de adolescentes. Lo típico, pero era un buen comienzo para su curriculum.
—Descuida. Sé cómo llegar a mi sitio. —
—Perdón por dejarte. Lo compensaré. —  Lilina hizo una leve reverencia y apresuró el paso marchándose del lugar.
—…— La pelicastaña la observó irse corriendo. Lilina siempre estaba tarde para sus citas. Esperaba que Lilina olvidara compensarla por un tiempo, no la detestaba, ni a Ryouta tampoco, pero ya había tenido demasiado contacto con los Arima por ahora. Hiyori tomó su camino y se marchó del lugar también. Tenía muchas cosas que hacer en su cuarto de aquel edificio de los suburbios y el trayecto desde Hanasaki hasta allá era largo.


—Así que me dices que estudias medicina…— Gesticuló una sonrisa socarrona. —Tsk… No me jodas. — Soltó una carcajada burlesca.
—Hey, te estoy hablando en serio. — El chico de cabello oscuro frunció el entrecejo. Era la tercera vez que le repetía lo mismo.
—Ya. Te creo. — Mello hizo la señal de “Ok” con una mano, fingiendo seriedad. Poco le duró pues volvió a reírse. Cerca del campus de Hanasaki U se había topado con un rostro conocido cerca de las canchas de basketball del establecimiento. Aquel joven era Hisashi Mitsui, que si bien no era un amigo cercano lo recordaba de la escuela por una que otra anécdota en esa etapa. —Ya. En serio, ¿A qué te dedicas después de haber salido de Hanasaki? —
—Pues, si me crees o no es cosa tuya. Ya te dije que estoy estudiando medicina. — Se mantuvo firme en su postura.
—Ya, ya, ya. — Meneó su mano diestra, restándole importancia a sus palabras. —Apuesto que eres una especie de traficante del bajo mundillo o algo así. Esta universidad debe ser tu terreno para el microtráfico con tantos estudiantes bobalicones que necesitan divertirse.—
—...— No era la primera persona que le tenía poca fe. —A ver, entonces dime tú a qué te dedicas.— seguro estudiaba algo que no involucraba tantas neuronas o trabajaba en algo mal remunerado y por eso lo pesado.
—…— Alzó los hombros, despreocupado. —A nada. — Fue la respuesta más sincera que le había dado a alguien en la vida.
—¿Eh? —
—Bueno, si cuenta… Soy seleccionado de fútbol de la Premier League. — Tampoco era que lo considerara algo oficial o vocación de vida.
—Mira quién es el mentiroso entonces. — Se río divertido.
—Ya. Si crees es cosa tuya. — Lo miró molesto. —Ni me interesa si me crees o no. —
—¡Estás aquí! — Lilina apareció de la nada en el lugar. Sujetó a Mello del brazo y lo observó con ojos suplicantes. —¿Me puedes llevar a Nihara Study, por favor? No he encontrado a nadie más aquí a quien conozca o tenga tiempo de llevarme.—
—Oye, suéltame. — La apartó de un manotazo, groseramente. —¿Quién te crees que soy? ¿Tu maldito sirviente? — Y ni se acordaba bien de esa muchacha que llevaba uniforme escolar. Sólo la había visto una vez en la vida cuando estuvo buscando a Kana y se encontró con el resto de engendros de su familia.
—¡Te pagaré! —
—Lárgate. —
—¡Es que eres mi última posibilidad! — Volvió a sujetarlo del brazo y a tratar de jalar. Por supuesto, la chica en mil años podría con el rubio pero sabía que algo desesperaba a los tipos como él: la insistencia y la exposición ridícula al público. Lo había aprendido haciendo berrinches a su hermano. —¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor! — Se colgó de su brazo temiendo en algún momento recibir un  golpe del otro. Lilina no era del tipo de muchachas chillonas, pegotes y odiosas, pero ciertamente la única opción de llegar a tiempo era él y sabía que si llegaba tarde una vez más el estudio la reemplazarían por la usurpadora de Ruri.
—Mierda…— El rubio la observó con odio, iba a quitársela de encima con otro manotazo pero divisó que un buen grupo de estudiantes los estaban mirando. No faltaría el enfermo que sacaría una estúpida cámara y los subiría a Youtube. Miro a Mitsui, quien tenía una expresión de extrañeza. —Bye, doc. — Se fue a paso apresurado con la chica colgando aún de su brazo casi arrastrándola por el lugar.
—Eh…— Mitsui alzó una mano en señal de despedida. Misma que usó para enredarla en su cabello sin comprender la situación. ¿De dónde había salido esa chica con uniforme escolar? Alzó los hombros, prefirió volver a la cancha de basketball para entrenar horas extras.



—¿Qué crees que haces? — Mello se llevó a Lilina detrás de uno de los muros de Hanasaki. Allí, por fin, se la quitó de encima de un manotazo.
—Necesito ir a un lugar. Yo sé que puedes, tienes motocicleta. Lo recuerdo bien. —
—Se averió.  Tampoco te llevaría, de todos modos.—
—No puede ser. — La chica bajó la mirada, desilusionada, su flequillo de cabello rubio por unos segundos cubrió sus claras pestañas. Finalmente soltó un suspiro y aceptó la realidad. —Lamento importunarte. — Hizo una reverencia en despedida. Era mejor partir cuanto antes si al final sólo le quedaba llegar en metro.
—Hey…— La agarró bruscamente del brazo. —Me hiciste hacer el ridículo allá. Mínimo si quieres que te lleve tendrás que pagarme monetariamente bien. — Sacó unas llaves del bolsillo de su chaqueta. —Vamos. —
—No tengo problemas con eso. — Sus ojos brillaron de nuevo. La posibilidad de llegar a tiempo a aún era palpable.


Guardó dentro de una caja de cartón el último libro que le quedaba fuera, lo acomodó bien para que no se dañara. Seguidamente observó las cosas que había dejado en la caja, algunos libros más, un par de tazas neutras, un plato de ramen y nada más. En otra caja de mediano tamaño llevaba más cosas y por último tenía la maleta llena de ropa. En la habitación ya no quedaba nada más que el vacío que siempre habitó allí. Hiyori se ubicó en medio del cuarto observando el lugar, sentía que abandonaría su área de confort y se enfrentaría a una situación estresante dentro de poco. Entrecerró sus ojos y subió una mano a la zona de su pecho, se sentía pequeña, llena de confusión y temores. Si bien no se lo demostraba a nadie, de ese modo se sentía. Una chica solitaria en un mundo que no es para ella.
El tren del metro circuló por la vía que daba muy cerca de ese cuarto deplorable, la habitación tembló como de costumbre y ella sintió que de este modo el lugar que la había acobijado por un buen tiempo se despedía de ella. Hiyori ubicó las cajas sobre la maleta para atarlas, luego tomó la manilla de la maleta y salió del cuarto mirándolo por última vez. Cerró la puerta y se marchó sin más, abandonando el lugar. Entendía que Kishou o, incluso, el señor Johan se encontrarían con un cuarto abandonado la próxima vez que que fueran allá y lo más lógico era que Kishou moviera las piezas necesarias para encontrarla pero ella bien sabía que, por suerte, el peliblanco estaba bastante alejado de lo espiritual.
Por este motivo, además de la deuda que le debía a Yato, había aceptado ir a vivir al templo que el chico de ojos azules electrizantes custodiaba. Estaba confundida, se sentía tan sola como siempre, pero sentía la necesidad de arriesgarse a esta extraña posibilidad. Entendía que Lilina se había esforzado por arreglar su cuarto en la mansión HiME pero Hiyori estaba consciente de que no lo ocuparía mucho  más que las veces que se le hiciera muy tarde en el campus o tuviera que quedarse por algún motivo en especial. Y aun así lo meditaría varias veces.
El lugar era agradable y estaba convencida que las chicas que allí habitarían eran personas buenas pero… De todos modos se le hacía muy raro convivir con mucha gente y sobre todo sabiendo que había personas que allí la conocían de su pasado y ella no las recordaría instantáneamente. Además,  estaba el hecho de que “Kana” figuraba como muerta gracias a Kishou. Sería muy chocante para ambas partes. Estaba la posibilidad de decir que era otra persona pero crear otra identidad le cansaba, francamente, y ya no quería engañar a nadie más. No merecían que les mintieran.
Aunque también estaba la posibilidad de que nadie la reconociera y eso sería bueno… Pero de momento no se sentía preparada para llegar allá.

Cubrió la mitad de su rostro con la bufanda de diseños de renos. Afuera hacia frio, el ambiente estaba un poco húmedo. En ese instante, sus sentidos le hicieron anhelar profundamente una taza de café. Tal vez iría por uno después de dejar las cosas en el templo.




—Ten en cuenta que cada día de tu vida aquí será un infierno. —
El chico estaba rodeado por seis niños de distintas edades. Él sabía que no les agradaba ni a ellos ni al personal del orfanato ni a nadie, no se cuestionó la amenaza pues más bien la asimilaba con normalidad. No estaba asustado, había estado esperando el momento. Esos chicos lo molestaban verbalmente siempre a su espalda o directamente, daba igual, pero siempre estaban en grupo y eso le molestaba. No por el hecho de que se sintiera en desventajas, sino por el hecho de que esos tenían la capacidad de conseguir amistades y él no. Tampoco se ganaba su aprecio, por la mañana había recolectado los desechos de Mr. Harry, como se llamaba el estúpido perro del orfanato, y sigilosamente los había mesclado en la sopa de ese grupo de niños. No era ilógico que se tomaran venganza ante el ridículo que les hizo hacer. Le dolía un poco la mejilla y el estómago por los golpes pero no demostraba debilidad. El grupo de niños también se había llevado varios golpes por parte del niño rival, a uno le sangraba la nariz, a otro la boca, y a otro se le soltó un diente, no habían salido bien aireados después de todo.
—Por hoy te libras, pero esto no ha terminado. — Amenazó el líder del grupo antes de que se fueran corriendo. Evidentemente, ya no querían más guerra.
—…— Se sintió algo desilusionado de que todo acabara tan rápido. Algo que no comprendían los encargados del orfanato era la necesidad de ése niño de fastidiar a los demás y ganarse su odio.
—Vaya, han huido como ratas. — Un muchacho de cabellos rubios y ojos castaños salió de su escondite. —Eres bueno peleando, Mihael. —
—¿Qué haces aquí? — No se había percatado de que Tate estaba husmeando por el lugar. Lo miró desganado. De todos los bichos raros del orfanato tenía que pegársele Tate a él como un chicle. Era un freak inadaptado y solitario al cual se le notaba que más adelante desarrollaría alguna patología mental o algún trastorno de la personalidad.
—Quería ver cómo terminaba el asunto. —
—…— Mihael giró los ojos. Se fue más allá a donde estaba el pequeño lago del orfanato, allí divisó un grupo de cisnes viajeros que hacían una escala en el lugar. Mihael cogió unas piedras para lanzárselas. Le dio un piedrazo al primer cisne.
—Eres malévolo. Esas aves viajan desde muy lejos para hacer una pequeña parada— El rubio le siguió, con una sonrisa en el rostro.
—Déjame en paz, enfermo. Vete a ser el psicópata personal de otro. — En otra instancia, habría reaccionado agarrándolo y lanzándolo al lago para hundir su cabeza hasta que suplicara clemencia. Ya lo había hecho un par de veces pero Tate se quedaba a su lado de todos modos y a Mihael no le quedaba otra opción que pedirle que se fuera.
Mihael era el chico más desagradable del orfanato y nadie lo quería, pero Tate era el niño más anormal y freak del lugar. En vez de un orfanato, debería estar en un psiquiátrico para el juicio de Mihael. Lo peor de todo, es que Tate se le pegaba y algunos niños decían que eran amigos ¡Que rabia le daba! No tenía problemas que los demás lo vieran como un pesado y amargado, pero si lo veían con Tate pensarían que era igual de enfermo que él. El rubio se limpió un hilillo de sangre que notó en su nariz.
—Podríamos ir a la sala de juegos y armar una civilización con los Legos. ¿Qué te parece? —
—¡NO! —
—Oh, bueno… ¿Vamos a escuchar música entonces? —
—¡NO! ¡Ahg! —
—¿Qué podemos hacer juntos? — Recibió la mirada asesina del otro. —Es que… Eres mi mejor amigo y…—
—¡DÉJAME EN PAZ! — Nadie le hacía escapar en una pelea pero Tate le sofocaba. Mihael lanzó las piedras y huyó corriendo del lugar.
Odiaba a Tate, ¿Por qué ése enfermo se le pegaba? Hablaba cosas que eran bizarras y se le aparecía en todas partes. Los demás también odiaban a Tate y lo golpeaban siempre, hasta era víctima de bullying en el lugar, ¿Pero tenía que ser él a quien se le pegara como una goma de mascar? Mihael corrió lo más rápido que pudo y entró en el viejo edificio del orfanato.
Allí empujó a un viejo que al verlo quiso regañarlo pero el rubio tenía que escapar de ese maldito de Tate antes de que los demás niños simularan que eran amigos. Siguió corriendo atravesando la sala de juegos, la biblioteca y el pasillos, más allá estaba la fila de niños que se formaban para ir a buscar su cena cerca de la cocina del primer piso y le obstruían el paso, los empujó pisoteando a algunos en el camino y siguió corriendo. Su estómago estaba vacío desde temprano y antes había querido ir a buscar algo para cenar pero sus intenciones se esfumaron ante el nuevo propósito de desaparecer del alcance de Tate. Subió al segundo piso, luego al tercero y salió hacia un cuarto donde una vieja escalera de madera daba al techo la cual sólo la podía usar el conserje para cuando quería arreglar el tejado. Era su territorio, Mihael se escondía allí cuando no quería ver a nadie. Subió la escalera y llegó al tejado en mal estado, se sentó sobre unas tejas que parecían un poco más seguras y trató de recuperar el aire.
—Odio a Tate, lo odio, lo odio, lo odio. — Se abrazó a sus piernas y masculló con desprecio mientras inconscientemente se mecía. Mihael prefería estar solo y sin amigos que tener como amigo a Tate. Era como ser amigo del paralítico con retraso que vivía con ellos. Su prestigio y reputación iría de mal en peor. —Es estúpido y raro. ¡Lo odio y deseo que se muera por feo y freak!— estampó su frente en sus rodillas al tener las piernas flectadas. Los últimos rayos del sol acariciaron su cuerpo antes de que los primeros vestigios de la noche se asomaran. Poco a poco el rubio se sintió más cansado y no pudo evitar dormirse tanto por el sueño como por el hambre. Pasaron un par de horas hasta que el bueno de Tate lo sacara de allí evitando que pescara una pulmonía.



—¿Quién es Tate? —
—…— Sintió que alguien tocaba suavemente su cabeza con pequeños golpecitos que no dañan a nadie. Al parecer, Mihael se había dormido en la cafetería. Había mantenido el rostro estampado en la mesa y ahora tenía una marca en esa zona y cuando alzó la cabeza se encontró con los ojos violáceos de Hiyori, Kana, o cómo diablos quisiera llamarse. —¿Qué haces aquí? — Entrecerró los ojos con pereza.
—Lilina olvidó su cartera en mi mochila… Me dijo que estaba en esta cafetería. —
—Ah. — Ladeo la cabeza de un lado a otro haciendo que los huesos de su cuello tronaran. Señaló el estudio del frente que se divisaba por la ventana de la cafetería. —Aún debe estar allí. —
—¿Por qué la esperas? —
—Porque tiene que pagarme. Esa sabandija negrera me hizo llevarla desde Hanasaki al otro extremo de Tokyo. Es peor de explotadora que una turca. —
—Oh, está bien… Tienen una especie de trato. — Hiyori se sentó frente a él. —Por un instante llegué a pensar que ella y tú…— Arqueó una ceja.
—Ah, por favor. ¡Tiene como diez años! — Instantáneamente se sintió ofendido por la suposición de la otra chica. No era un pedófilo.
—Tranquilo. No te enojes. — Le sonrió un poco. —Además las posibilidades eran mínimas. No eres de su estilo… Creo que sus gustos van más enfocados al tipo de chico Idol con buena apariencia… Esos que lucen un poco afeminados... Creo que me ha nombrado a un tal Prince Han de su instagram. Tú tienes una apariencia callejera y problemática, por lo que quedarías descartado. —
—…— No sabía si sentirse halagado por no ser comparado con un afeminado o sentirse un poco mal por ser visto como un vago por ella. Daba lo mismo de todos modos. — ¿Aún no me recuerdas de nada? — Se cruzó de brazos.
La chica negó con la cabeza —Lo siento. —
—Como sea. —
—Pero cuando lo haga, te lo haré saber. — Le sonrió de nuevo. —¿Puedo sentarme contigo? Quisiera pedir una taza de café aquí. —
—Oye, oye ¿Por qué tanta amabilidad?— La miró con suspicacia instaurando una brecha de separación entre ambos. —¿Estas drogada o estás sobornándome como tu hermana para que te lleve a alguna parte? —
—Nada. Sólo quería un poco de café… Como se supone que me conocían, pensé que sería bueno estar unos momentos aquí. — La pelicastaña se alzó de hombros. —Pero si te molesta…—
—Me da igual. Quédate si quieres. — Ladeó el rostro. —La no sécomosellame chica dijo que pidiera lo que quisiera mientras tanto esperaba. Así que si pides sería bueno que fuera a su cuenta por rata. —
—No es necesario. Tengo como pagar. — Meneó su mano tomando asiento.  —¿Y quién es Tate? — Volvió a insistir.
—¿Tate? — Hizo un gesto de confusión, haciendo como que no conocía el nombre de nada. —No conozco a nadie que se llame así. —
—Le nombrabas mientras dormías… Parecías algo molesto. —
—Tate es la esposa asesinada de Roman Polanski. Ésa a quien los Manson le abrieron el vientre cuando estaba embarazada aunque suplicara que no dañaran a su bebé. —
—…Okay... y sueñas con ella. — No sabría definir qué era más macabro, si el relato del rubio o que soñara con ella.
—No sueño con nadie. — Dio por finalizado el asunto. Felizmente una camarera llegó a la mesa a tomar el pedido.
—Quisiera un café. Oh, mejor un cappuccino vainilla. —
—¿Lo desea con algún diseño? —
—¿Diseño? — La chica meditó unos segundos. —Está bien. Además, quisiera un muffin de arándonos. —
—¿Y usted? —
—Café, cargado y sin azúcar. Hmm… — Era hora de la venganza. —y todo lo de esta lista más esto y esto también. —
—…— Hiyori se le quedó viendo. Ese chico era un abusivo.
—¿Qué? ¿Acaso lo pagarás tú?—
—¡Anotado! En seguida vuelvo con sus pedidos. — La camarera hizo una reverencia antes de retirarse para volver en unos veinte minutos con todo lo que se pidió en esa mesa.


—Entonces, tienes una habitación en esa mansión pero además vivirás en un templo…— Mihael terminaba de destrozar con un tenedor un brownie de zarzamoras que casi ni probó.
—Ahá. — La pelicastaña tomaba la taza con ambas manos enguantadas. Aspiró el dulce aroma del cappuccino vainilla que llevaba un diseño de Ghibli, se sintió reconfortada por el olor. Casi tuvo pena de dar el primer sorbo pues el dibujo rápidamente se distorsionó. —Suena demente, lo sé, pero… creo que será una buena oportunidad para dar un giro en mi vida. —
—Si tú lo dices… Mientras no te sientas única y especial como las novelas juveniles, no veo problema en ello. —
—¿Por qué volverás a Inglaterra? — Le vino esa duda de pronto al recordar la conversación de hace unos minutos donde el rubio mencionó tener pasaje para irse dentro de poco.
—Porque allá vivo. Sólo he venido de pasada acá. La tal Miranda me pagó por encontrarte y ya no veo motivo por qué quedarme. —
—Dijiste que no estudias. Quizá... Deberías inscribirte en la universidad y estudiar algo acá. —¿Era tonto que quisiera retener a un perfecto extraño?
—¿Para qué? — Giró los ojos, cansado. —No me gusta Japón, tampoco su gente. Si alguna vez llegué aquí fue porque me mandaron por un intercambio conveniente para la residencial de menores de donde venía. Ni siquiera terminé los estudios en la escuela de Hanasaki, apenas pude me regresé a Inglaterra y allí he estado todo este tiempo. Mientras estuviste muerta, yo tuve una vida interesante allá. En Japón no hay nada que me llame la atención. Además, gano más dinero en Inglaterra.—
—¿Y tus amigos? Debiste hacer amigos aquí durante el tiempo que estuviste. — Prefirió ignorar la grosería de que él tuvo una vida mientras ella estuvo en coma.
—No tengo amigos. —
—Pensé que el chico que dijiste que era mi key era tu amigo. —
—¡No! Esa alimaña jamás sería mi amistad. — Arrugó la nariz en gesto de rechazo.
—Ok, ok. — Soltó un suspiro. —Debo admitir que se me hará extraño que no estés aquí. Eras como… una especie de guía o algo por el estilo. —
—…Eh, seguro aparece alguien más hábil para ese puesto. —
—De todos modos, espero que tengas éxito en Inglaterra y que vuelvas pronto. — Lo había dicho con sinceridad en cada palabra. Ese rubio era su nexo entre lo que había sido su pasado y lo que sería su presente por lo que su ausencia sería notoria.
« Last Edit: May 03, 2016, 06:49:05 PM by Kana »