Author Topic: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back  (Read 246901 times)


Eureka

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #90: January 26, 2016, 09:49:50 PM »
Traigo fiiic  (งツ)ว *muere*

8.




“¿Ara…kita?”

Yasutomo dejó de charlar con el cocinero para voltear la cabeza hacia la voz que le parecía conocida. Se demoró unos segundos en darse cuenta de quién era, pero al reconocerlo, casi suelta sobre la barra uno de los bowls de ingredientes que le estaba entregando el chef.

“¿…Quién eres?” Preguntó Yasutomo, haciéndose el tonto.
“¿QUÉ?” Jinpachi se llevó el dorso de la mano a la frente, en un gesto exagerado y digno de un drama queen como él. “¡No te hagas! ¡Es imposible que no me reconozcas!”
“Idiota, lo hago por joder. Esa vincha estúpida te delata completamente.”
“¡NO INSULTES MI ESTILO! ¡QUÉ POCO SENTIDO DE LA MODA TIENES!”

Yasutomo rio ante la reacción de su antiguo compañero del club de ciclismo: al parecer, no había cambiado nada en los 5 años que no se habían visto. Tal vez los años le habían sentado bien físicamente –Jinpachi se veía un tanto más maduro, si es que lo observabas con detenimiento—, pero su actitud infantil permanecía intacta y su exagerada manera de llamar la atención no había mutado en lo absoluto. Así como su carácter, su amor por las vinchas había perdurado todo este tiempo. La que portaba, sin embargo, era muy distinta a las que usaba cuando eran amigos y compañeros del club. Esta vincha estaba compuesta de dos cables irregulares, cuyas puntas salían de la banda principal y estaban adornadas con flores hechas de piedras preciosas.

Para muchos, de seguro era elegante.

Para Yasutomo, era una vincha jodidamente fea. 

 “¿Estás solo?” Le preguntó, por un instante pensando en ofrecerle compañía junto a su grupo de amigos. “Nah, de seguro y tienes una mesa…” Se arrepintió, recordando haber oído a Jinpachi pidiendo muchos bowls para hacer okonomiyaki. 
“Sí, pero—”

Yasutomo se encogió de hombros y, luego de recoger los bowls de ingredientes que el cocinero le había dejado en la barra, se giró y empezó a caminar con rumbo a su propia mesa. Jinpachi se quedó estático por unos segundos, y dispuesto a no dejarlo ir, volteó hacia el cocinero, le dio la orden y le indicó que mandara los ingredientes y las salsas a su mesa, señalándola mientras hablaba. Luego, trotó en la dirección que Yasutomo había tomado, soltando un suspiro aliviado al divisarlo a lo lejos entre el gran número de mesas repletas del establecimiento. Yasutomo ya se había sentado, charlando animadamente con sus amigos. A su lado, un joven de facciones finas y sonrisa bonita (en la escala de Jinpachi del uno al diez, sería un seis o un siete) preparaba una de las tortillas. Al otro lado de la mesa, un chico de lentes gesticulaba muy emocionado sobre algo, y de vez en cuando, el joven que estaba a su lado, lo zapeaba o le gritaba, a la vez que cocinaba una tortilla.

Jinpachi se acercó a la mesa hasta quedar parado frente a Yasutomo, quien, al notar su presencia, se giró y frunció el ceño ni bien lo encaró.

“¡Nuestra conversación no ha terminado, Arakita!” Exclamó, sumamente irritado.

Luego de ese comentario, toda la mesa enfocó sus miradas en él. Yasutomo estaba tentado a gritarle que se fuera, pero sabía que eso no sería suficiente para ahuyentar a Jinpachi. Él era muy terco, y dudaba que eso hubiera cambiado con el paso del tiempo.

Yasutomo soltó un gruñido y se paró, tomó de la muñeca a Jinpachi y tiró de él.

“¡Suéltame!” Se quejó Jinpachi, pero Yasutomo no le hizo caso hasta salir del local. Una vez fuera, se quedó de brazos cruzados y en silencio. “¿Qué fue eso? ¡Eres muy brusco!”
“Estabas a punto de hacer una escena en medio del restaurante, estúpido. Faltaba poco para que el resto de mesas voltearan a verte.”
“¡Es que me dejaste hablando solo! Y te fuiste…”
Yasutomo chasqueó la lengua. “Ya, ¿de qué quieres hablar?”
Jinpachi, anonadado, se quedó observándolo por unos instantes. “…Wow, has cambiado un poco en el tiempo que no nos hemos visto.”
“¿PERO CLARO? ¿YA ESTOY EN LA UNIVERSIDAD?”
Jinpachi rio. “Sí, eso es cierto. ¿En cúal estás?”
“…Rizembool.”
“¡Wah! Yo estuve a punto de ir a esa. Pero al final me decidí por Hanasaki.”

Yasutomo pensó por unos instantes en comentar que serían rivales si es que él aún estuviera practicando ciclismo, pero hablar del pasado con Jinpachi no le apetecía en estos momentos (aún cuando estaba claro que esas eran las intenciones de su compañero).

“Esos chicos en tu mesa… ¿eran tus amigos de la carrera?” Preguntó Jinpachi, un tanto curioso.
“Dos de ellos, vamos a ingeniería juntos. El otro va a comunicaciones… pero lo conozco porque es el capitán del equipo de vóley.”
Jinpachi esbozó una sonrisa que no llegó a sus ojos. “¿Osea que sigues practicando vóley?”
“Sí.”
“Yo sigo con el ciclismo, aunque el equipo de Hanasaki no es muy conocido. Estoy haciendo todo lo posible para que resalte.”
“Heh, no me sorprende de ti.” Jinpachi estornudó, y Yasutomo lo miró con una ceja arqueada. “¿No tienes casaca?”
“No, pensé que regresaría a casa temprano… y ninguna iba bien con este look.”
“Va a llegar el día en que te enfermes por respetar el ‘aesthetic’ y te juro que me voy a reír en tu cara pelada.”
“¡Prefiero enfermarme a no tener ningún sentido de la moda como tú!” Lo señaló, y Yasutomo solo rio, mientras se sacaba el saco que tenía puesto.

Se lo extendió, y tuvo que permanecer un buen rato con la mano en el aire porque Jinpachi no reaccionó inmediatamente. Cuando lo hizo, intentó dar con alguna excusa, pero sus estornudos lo delataron: realmente necesitaba abrigarse.

“Pero—”
“Tenlo hasta que volvamos a entrar.” Le dijo, esquivando su mirada. “O mejor quédatelo y de ahí me lo devuelves.”
“¿Tú no tienes frío?”
“Estoy con una caffarena debajo de la camisa, y encima tengo una bufanda… tu solo tienes un maldito polo manga acero. Cállate y ponte el saco, carajo.”
Jinpachi contempló refutarle pero luego rio, y le obedeció.




 

“¿Ese chico al que arrastran no es Jinpachi?”
“…Oye, sí.”

Los cuatro intercambiaron miradas, confundidos.

“Voy a ir a chismear.” Dijo Eureka, y se paró de su asiento para salir del local.
“Yo iré por los ingredientes.” Mencionó Soul, dejando a Maka y a Hizumi solos.
“…”
“…”
“…Ya.”
“¿Ya?”
“Dime qué está pasando con Soul. ¿Por qué está de vuelta en Japón?”
Hizumi saltó un poquito en su sitio, y esquivó la mirada de Maka.

No le competía a él resolver ese asunto: era una charla del mismo Soul y, tal vez, también de Eureka. Era cierto que Hizumi había participado en la guerra entre Hanasaki y Rizembool, pero el ‘secreto’ de su amigo, si bien estaba relacionado con el enfretamiento, iba más allá de este. Lo que sí: Soul estaba aquí por su deber, de eso no había duda.

Pero Maka no lo dejaría en paz hasta enterarse de la verdad… por más bizarra que sea esta. Luego de un suspiro, Hizumi recostó sus codos en la mesa y tomó su cara entre sus manos.

“Soul no es lo que crees.”
“¿Cómo así?”
“Ahhh…” Hizumi suspiró. “Es una historia larga, ¿quieres escucharla aun así?”
“¡Sí!”
“…Okay”





Eureka salió del local y caminó sigilosamente para no llamar la atención de su amigo y su acompañante. Al ver a Jinpachi conversando tan animadamente con el misterioso extraño, desistió de preguntarle sobre este. Ya luego lo haría, en estos momentos era mejor no meterse donde no la llamaban.

Ingresando de nuevo al puesto de okonomi, notó que la curiosidad seguía ahí, por más de que intentara ignorarla. Recordó con facilidad la zona en la que el conocido de Jinpachi estaba sentado y concibió la idea de ir a preguntarle a los amigos de este si es que sabían algo sobre él y la relación que tenía con Jinpachi. Al divisar a lo lejos la mesa, se llevó una grata sorpresa.

“¿Souji?” Preguntó, una vez parada en frente de él y los que, suponía, eran sus amigos.
“¿¡Eureka!?” El chico se detuvo en su sitio, optando por dejar a un lado los utensilios de cocina y pararse para saludar a su amiga.
Se abrazaron por unos instantes y Eureka le sonrió, emocionada.
“¡AHHH! ¡No puedo creerlo! Espera, Hizumi está conmigo, se va a morir al verte. ¡Cuánto tiempo!”

Con señas le pidió que se espere y corrió hacia su mesa, que se encontraba al otro lado del local. Allí, la escena que la esperaba la dejó horrorizada.

Maka estaba furiosa, su ceño y sus gritos eran más que suficientes para mostrar eso. Eureka no dudaba de que, si hubiera tenido un libro a la mano, su amiga habría sido capaz de darles en la cabeza a Hizumi y a Soul repetidas veces.
Ambos estaban sentados en el mismo lado de la mesa, esquivando las miradas fulminantes de la chica.

“Hizumi me lo contó todo.” Habló Maka, ni bien sintió la presencia de Eureka en frente de ellos. Su volumen había bajado considerablemente. “¿Es cierto, no?”
“Sí.”
“Wow.” Por unos instantes, el enojo de Maka pasó a ser sorpresa, mientras se quedaba observando a Soul con una ceja alzada y los ojos muy abiertos.
Eureka tomó asiento a su lado, y colocó una mano sobre el hombro de su amiga. “Maka, lo siento. No había motivo para decirte todo esto antes, Soul podía aparentar ser una persona común y no había problemas con ello.” Hizo una breve pausa y continuó: “ahora… con lo que sucedió esta tarde, las cosas han cambiado un poco.” 
“Maka, no es por temas de confianza, en serio.” Le dijo Soul. A su lado, Hizumi asintió.
“Era algo muy raro e imposible de justificar. Sólo le dimos importancia a la condición de Soul durante el tiempo que sucedió el tema de las HiMEs… como dice Eureka, las cosas han cambiado ahora que se ha retomado esa guerra.”
“Sigo sin creerme todo esto.”
“Soul te puede demostrar de lo que es capaz en un lugar menos concurrido.”
Maka observó a sus amigos y suspiró. “Ok. Es un poco difícil tragarse todo lo que me cuentan porque hasta hace media hora no sabía nada de HiMEs y poderes y armas humanas.”
“…Suele pasar.” Ofreció Hizumi, con una sonrisa. Maka intentó devolverle el gesto de la misma forma, aun cuando seguía un poco enojada con el asunto. “Por cierto, Eu, ¿no habías ido a chismear qué fue de Jinpachi?”
“Fui… pero está hablando con un chico y me dio pena incomodarlo. Así que lo dejé solo.”
Un mozo se acercó a la mesa para dejar las bebidas y los bowls de ingredientes. “Me había olvidado de esto.” Dijo Soul, suspirando.
“Hablando de olvidarse… Hizumi, me olvidaba: encontré a Souji en el local.”
“¿Souji?” Los ojos de Hizumi se iluminaron. “¡Ahhh! ¡Tengo que ir a saludarlo!”
“¿Quién es?” Maka preguntó.
“Fue mi roomie cuando estudié en Rizembool. También fue rebel como yo, nos llevábamos muy bien. Fue parte del pequeño grupo de gente que no se enojó o indignó por haberme cambiado de instituto en medio de la guerra. Estuvimos en contacto cierto tiempo hasta que no pude verlo más por mi puesto como knight, pero de ahí nos encontramos en Facebook y una vez finalizado todo, volvimos a vernos muy seguido. Desapareció este invierno, eso sí. No he sabido nada de él…”
“¿Está bien si nos vamos un ratito a saludarlo? ¿Pueden ir friendo las tortillas?” Preguntó Eureka. Maka y Soul asintieron la cabeza. “¡Gracias!”
Hizumi se paró y le pidió a Soul que hiciera lo mismo, para salir del cubículo en el que estaban.

Una vez solos, Soul miró a Maka y se dirigió hacia ella.

“…En serio lo siento.” Soul sonaba muy serio, pero su expresión mostraba lo que su tono de voz intentaba ocultar: se veía… preocupado. “No pensé que la guerra se retomaría, por eso no creía que era necesario que supieras esto.”
Maka le sonrió un poco. “Está bien, ya no me molesta. Por curiosidad, de la gente que conocemos, ¿quiénes saben?”
“Hizumi y tú. Pero Hizumi porque estuvo involucrado… y tú porque…”
“Porque insistí.”
“Sí, en parte. Y porque no eres chismosa. No como Jinpachi. O Eureka… pero bueno, Eu es mi HiME, así que en fin.”
“¿Okumura?”
“Ella no es de chisme pero no la conozco mucho como para contarle eso. Y como dije, no había necesidad… hasta que hoy Eureka tuvo su prueba HiME.”
“¿Puedo preguntarte algo más… personal?”
“Dime.”
“¿Sabes algo de tu creador?”
“No. Nada. No me sorprendería que haya sido alguien relacionado con Hanasaki o Rizembool, eso sí.”
“Mm, tienes razón. Y, otra cosa más.” Soul le cuestionó con la mirada. Maka continuó. “¿En serio quieres estudiar?”
“Fue una excusa del momento… pero si me gustaría. Y no, no mentí, lo que me atrae más es el cine. Lo único que he hecho es leer y ver películas así que algo relacionado con eso tenía que ser.”
“Qué buena vida.” Maka rio. “Okay, te ayudaré en lo que pueda.”
“Gracias.”
“¡De nada!”




 
 

“Creo que es el compañero del equipo de ciclismo del que me habló esta tarde.” Dijo Souji, mientras cortaba un pedazo del okonomiyaki full-meat que estaba en su plato.
“¿Eh?” Preguntó Eureka, confundida.

Hizumi y ella se habían sentado con Souji a hablar, y aunque no estaban muy a gusto con la idea por no querer incomodar a los amigos de este, los chicos —Hajime y Tooru eran sus nombres— se mostraron muy amables y reiteraron varias veces que no había problema alguno con que se sentaran con ellos. Incluso, Hajime les ofreció una parte de uno de los okonomi que había cocinado. Hizumi, sin perder el tiempo, había accedido, pero un pequeño golpe en su mano por parte de Eureka le hizo recordar que no era correcto quitarles sus tortillas a extraños. Además, Maka y Soul ya estaban preparando unas cuantas en su mesa.

Acá estaban por el chisme.

La conversación había terminado centrándose en el misterioso encuentro entre los amigos de ambos grupos: Jinpachi y Yasutomo. Al mencionar brevemente una reseña de cada uno, Souji había llegado a una conclusión: se trataba de la misma persona de la que Yasutomo había hablado mal en la tarde.

“¡ENTONCES LO VA A MATAR!” Exclamó Eureka, horrorizada. Souji soltó una carcajada.
“No, no lo hará. ¿No me contaste que están hablando y riendo afuera del local?”
“Sí.”
“Como los años han pasado, han cambiado un montón, y eso les ha permitido llevarse mejor esta vez. Quién sabe, hasta incluso pueden retomar la amistad que tuvieron.”
“¿Yasutomo te contó qué problema hubo en ese club?”
“Me dijo que Jinpachi fue el motivo por el que se fue, pero no me especificó nada más.”
“Mm… Misterioso.”
“A ver qué le sacamos a Toe nosotros.”
“De ahí me cuentan.” Les dijo Souji, y luego se dirigió hacia Eureka. “Por cierto… Eu, ¿te enteraste que… Rizembool…?” Empezó Souji, al parecer, un poco inseguro de tocar el tema.
“Sí.” Respondió Eureka.
“¿Eres eh…” Souji miró recatadamente a sus amigos, y al darse cuenta de que andaban muy ensimismados en su conversación, se volvió hacia Eureka una vez más. “…HiME de nuevo?”
“Ajá. ¿Tú volviste a ser rebel? Oh, no. ¿ERES MI REBEL?” Lo último lo gritó, y luego de darse cuenta de lo que había soltado, se tapó la boca.
Por el rabillo del ojo, Eureka notó como Tooru se había tensado y casi escupía su bebida, pero optó por no prestarle mucha atención.
“No, no accedí a ser rebel, tranquila.”
“¡Yo tampoco~!” Canturreó Hizumi.
“Aun no entiendo por qué le pidieron eso, si Hizumi los traicionó.”
Souji se tomó el mentón, pensativo. “Hizumi era muy bueno en su puesto, de seguro por ello.”
“Peeero ahora estudiar es mi prioridad~”
“Eso no te lo cree nadie.” Se burló Eureka.
“¡Pero mis notas son buenísimas!” Hizumi dijo, y luego le sacó la lengua en un gesto infantil.
Eureka lo ignoró. “Souji, ¿tú por qué no serás rebel esta vez?”
“Porque no es lo mismo sin ella.”
“Ah, ¿tu HiME anterior?”
“Sí, era muy divertido tenerla de contrincante… y dudo mucho que vuelva a encontrar alguien así. No es por menospreciar al resto, pero…”
“She was the one.” Soltó Hizumi.
“Exacto.”
“No te enamoraste de ella, ¿o sí?” Le preguntó Hizumi, curioso.
“No.” Souji rio. “Pero si fuimos buenos amigos, y la extraño horrores.”
“¿Qué pasó con ella?” Preguntó Eureka.
“Está estudiando en Italia. A veces me la encuentro por chat, pero es muy distinto a tenerla cerca…” Souji se llevó un pedazo de okonomi a la boca, y luego de pasar la comida, volvió a hablar. “Hablamos hace unos días y me comentó que no volvería a ser HiME.”
“Cosa que te decepcionó.”
“Sí, en parte. Pero tengo suficiente con mi carrera, no me sobra nada de tiempo, así que igual iba a decir que no.”
“Y pensar que podrías haber sido mi rebel…”
“Lo siento, Eu, para la próxima.” Souji sonrió. “¿Quieres que te averigüe eso? No tengo problemas con ayudarte.”
“¡Qué lindo eres! ¡Gracias!”
“De nada. Te aviso ni bien encuentro algo.”
“¿Tengo tu número? ¿Sigue siendo el mismo?”
“Creo que no.”

Hizumi y Eureka intercambiaron números con Souji a la vez que conversaban sobre sus carreras, estudios y vacaciones. Souji contó que había desaparecido todo el verano por un viaje al campo junto a su familia. Como usaba poco las redes sociales y, encima, no había wifi en la zona, no había notificado nada de este durante todo ese tiempo. Fue allí que, en un festival, le robaron el celular, y tuvo que comprar una nueva línea regresando del viaje, puesto que le salía más barato que renovar la anterior.

“Bueno, de ahí quedamos para salir o algo y ponernos mejor al día.” Mencionó Hizumi, mientras él y su amiga se levantaban de sus asientos.
“Sí, hemos incomodado suficiente a tus amigos.” Eureka los miró luego de hablar.
Hajime y Tooru dejaron de hablar, para sonreírle. “No se preocupen, no hay problema.” Dijo Hajime, muy cordial como siempre.

Como sincronizados, Jinpachi y Yasutomo habían decidido regresar en ese momento al local, y al parecer, iban a separarse en la puerta, pero al ver a sus amigos con los de Arakita, Jinpachi lo siguió hasta llegar juntos a encontrarlos.

“¿Quéeeeeee?” Jinpachi señaló a Hizumi, Eureka y Souji. “¿SE CONOCEEEN?”
“Toe, ¿recuerdas que estudié en Rizembool mi primer año de highschool? Ahí compartí cuarto con Souji.”
“Ohhhhhhhhh~ que coincidencia~”
“Sí, ya, bueno, chau.” Yasutomo empujó a Jinpachi y a sus amigos, haciendo que Hizumi y Eureka se despidieran de Souji con un ademán de manos.
“¿Me quedo con tu saco?” Preguntó Jinpachi, antes de irse.
“Sí, ya de ahí me lo devuelves.”
“Graciaaaas~~”
“YA VETE”

Jinpachi le sacó la lengua y se fue junto a sus amigos.

Una vez sentados todos en la mesa, Tooru se paró.

“¿Ahora tú has encontrado un amigo en el local?”
“Jaja~ Sou-chan y yo tenemos que excusarnos un ratín~”
“¿Qué?” Tooru le suplicó con la mirada, y Souji tuvo que acceder. “Ah, sí, un ratito.”

Y, luego de evadir las miradas curiosas de sus amigos, los dos salieron del local de okonomiyaki.



 
 

“Estamos aquí reunidos para tomar la que tal vez es la decisión más delicada e importante de nuestro año, familia.”
 
Miharu se había quedado parado entre el televisor de 120 pulgadas (manufacturado especialmente para los Vi Britannia) y los asientos nivelados de la sala de cine. Luego de dar muchas vueltas alrededor de la estancia, había optado por quedarse ahí, en el que le parecía el mejor sitio para que sus hermanos y su mayordomo lo observaran. Simon y Lelouch estaban sentados en la primera fila; mientras que Yoite, en la segunda.

“Miharu, es solo… un carro…”
“Shh.” Miharu calló a Lelouch con un gesto. “Bueno, Yoite y yo lo hemos discutido… y hemos llegado a la conclusión de que un MINI es lo que nuestra familia necesita.”
Simon soltó una carcajada, pero luego asintió. “No tengo problemas al respecto.”
“Pero los MINI’s… son chiquitos…”
“Lelouch, tampoco es que te vas a tener que doblar en cuatro para entrar. Los MINIs están un poco más cerca del piso, a diferencia de otros carros, es solo eso.”
“No. Yo quería un BMW.”
“Yo quiero una casa en Malibú pero no podemos tener todo en esta vida. Un MINI sale más barato y lo que sobra podríamos dividirlo en cuatro.” Ofreció Miharu, muy alegre.

Ante esto, Yoite meneó la cabeza y le indicó con un gesto que eso estaba muy mal y que no lo harían. Miharu estuvo tentado a hacer un puchero, pero a la distancia en la que se encontraban, sabía que no funcionaría.

“Votación.” Dijo Miharu.
“Ya sabemos que va a ganar el MINI, ¿para qué necesitamos votar?” Se quejó Lelouch.
“Yo iba a votar por el BMW, pero ya qué.” Dijo Simon.
“No, espera—”
“Entonces queda decidido: un MINI.”
“¿Puede ser azul?” Preguntó Simon.
“Sí, justo pensaba en ese color.” Miharu sonrió.
“¿Qué haremos con el dinero que sobre?” Pregunto Lelouch.
“Estaba pensando en usarlo para el mantenimiento de la casa.” Contó Yoite.
“No hay problema, Yoite. Entendemos que una sola persona no puede con todo.”
“Sí, de hecho… necesito más personal.” Admitió.
“Claro, Simon y yo estábamos haciendo apuestas sobre cuando cederías.” Contó Lelouch, sonriendo un poco. “…Y…” Su expresión se agrió. “Simon ganó.”
“Pay up!”

Lelouch sacó su billetera y la abrió, extrayendo unos cuantos billetes y extendiéndoselos a su hermano con indecisión. Suspiró, resignado, al ver la expresión feliz en la cara de Simon mientras este guardaba su ganancia por la apuesta.

“¿Cómo harás?” Miharu le preguntó a Yoite, curioso.
“Ah, pensaba llamar al Sr. Abott y pedirle que nos mandara staff de allá.”
“¡Buena idea!” Exclamó Simon, y luego se paró del asiento, haciendo que la parte inferior de la butaca rebotara al golpearse contra el espaldar. “Bueno, familia, los dejo. Debo dejar la procrastinación y cumplir… con ese trabajo horroroso que tengo para principios de animación 2.”
“Suerte.” Le dijo Lelouch.
“¡Tú puedes, Simon!” Le hizo barra Miharu.
“Gracias, los veo luego.”

Simon salió de la estancia mientras ondeaba la mano.

“Lelouch, ¿tienes que hacer algo?” Le preguntó Miharu.
“Debería leer… pero no quiero. ¿Van a ver películas?” Yoite y Miharu asintieron con la cabeza. “Oh, ¿les molesta si me quedo?”
“No, claro que no.”
“Genial.”

Miharu corrió a traer su laptop para pasar las películas a un usb, mientras Lelouch y Yoite bajaron al primer piso para preparar palomitas de maíz y bebidas.

Se sentía que la noche iba a ser muy tranquila.




 

“¿Pasó algo?” Preguntó Souji, una vez se hallaron solos en la calle.

Tooru dudó por un segundo.

Luego de pensarlo bien, meneó la cabeza para despejar un poco su mente y optó por hablar.

“Souji… las cosas como son: tú eres como la mamá del grupo.”
“Estoy consciente de ello.”
“Y como mamá que eres… pues supongo que eres comprensiva y piadosa, ¿no?”
“…Supones bien.”
“Si te cuento algo terrible y gracioso al mismo tiempo, ¿no me sacarás la mierda, no~?”
“Hajime es el encargado de eso, Tooru.”
“Lo sé. Entonces… ¿te acuerdas de lo que te conté en la mañana?”
“¿De que eres rebel?”
“Sí, de que aceptaron mi pedido y me dieron el puesto.”
“…Ajá.”
“Pues… acabo de conocer a mi HiME.”
Souji abrió los ojos levemente, sorprendido. “¿Eureka?”
“Sí, tu amiga. Esa misma. Me mandaron los datos un par de horas antes de mi entrenamiento y es ella, estoy seguro de eso.”
“Wow.”
“¿Tú crees que se haya dado cuenta de quién soy? ¿Cómo son esas cosas? ¿Las HiMEs saben sobre sus rebels también?”
“No que yo sepa. Al menos así no era antes.” Ante la mirada curiosa de Tooru, Souji suspiró. “Fui rebel.”
“¡AJÁAAAAAA!” Tooru lo señaló. “¡Lo sabía! Algo de eso escuché cuando hablabas con tus amigos (งツ)ว”
“Shhh.” Souji se llevó un dedo a los labios, para indicarle que baje la voz. “Sabes que entré a Rizembool en highschool, ¿no? En mi segundo año fui rebel.”
“No lo puedo creer.”
“Es la verdad. Me vino bien porque necesitaba el bono alimenticio del comedor. Gracias a mi puesto comía el doble.”
“…Glotón.”
Souji rio. “Sí, lo soy, para qué negarlo.”
“...Aún no me lo puedo creer.”
“Son cosas que pasan.”
“¿Cómo era tu HiME?”
“Muy buena contrincante. Nos volvimos amigos eventualmente.”
“¿Ehhhh?”
“Sí, no debería pasar, pero se formó un mutuo respeto entre ambos que al final se volvió amistad. Un poco difícil mantenerla con la situación en la que estábamos, pero valió la pena. Al final, cuando terminó el conflicto, ella decidió que lo mejor sería irse del país. Siempre se mostró agradecida con el universo porque le toqué yo de rebel. Otros son un poco más extremos y sacados de quicio.”
“¿Y hay HiMEs así también?”
“Supongo. Me enteré de que algunas mataron a sus rebels. Como también hubo rebels que mataron a sus HiMEs. De todo hay en la viña del señor.”
“No sé en qué me he metido.”
“Al menos tendrás doble almuerzo de ahora en adelante.”
“Con la comida que sirven en la cafetería, no sé qué tan agradecido me siento de eso.”
Souji rió. “Cierto.”
“Bueno, ahora que me acabo de enterar del pasado oscuro que te guardabas, ¿me puedes servir de guía en todo esto?”
“Claro, con una condición.”
“Dime.”
"Tienes que decirle esto a Iwaizumi."

Tooru abrió los ojos como platos, y luego, soltó una carcajada. 

“.........¡Jajaja~! ¡Eso fue muy gracioso, Souji-chan!~” Canturreó Tooru.
“Dile, merece saber todo esto. Es tu mejor amigo y mejor que se entere antes de que te rompas una pata o te corten en dos.”
“...” Oikawa esquivó su mirada, su expresión llena de disgusto.
“Si no lo haces, lo haré yo, aunque me hayas pedido que no lo haga.”
“Souji-chaaan ):”
“Te va a golpear de todas formas, así que tú decides si recibes el golpe ahorita o luego.”
“...Okay, le diré cuando regresemos al depa.”
“Cool.” Souji le sonrió. “Entonces, te ayudaré en lo que necesites.”
“Graciaaaas~”
“Ahora: por Eureka, no te preocupes. No sentí que se haya dado cuenta de nada. Fuiste muy bueno al controlar tu nerviosismo.”
“Espero, ya me metiste terror con todo lo que me contaste.”
“No, tranquilo. No te hará daño alguno en lugares públicos... a menos de que sea necesario. O que la tipa sea salvaje. Y no lo es… creo.” Souji le dio unas palmaditas en la espalda, y luego caminó hacia la entrada. “En fin, vamos regresando. No seas tan obvio y todo irá de mil maravillas. Ah, y no te olvides de decirle a Iwaizumi.”
“Eres cruel.”
“Asi somos las madres~”




   

Desde afuera, la mansión se veía sumida en completa oscuridad. Al ingresar al recibidor, sin embargo, notó que las luces de la sala, el corredor principal y algunos cuartos yacían prendidas. Eran cerca de las once de la noche y, aun así, muchos de los inquilinos seguían despiertos.

“Eu, me voy a dormir, así que nos vemos mañana~” Le dijo Hizumi. Eureka asintió, y le ondeó la mano, observando cómo subía las escaleras del segundo piso.

Le sorprendió ver que Hizumi se detuvo a mitad de la escalera. Eureka demoró en darse cuenta del motivo detrás de eso: un gato había empezado a bajar desde el segundo piso y en la misma dirección que Hizumi.

Su amigo se lanzó hacia el minino, pero este lo esquivó, y siguió su trayecto.

“Debe haberse metido por una ventana.” Dijo Hizumi, forzando una risa…
…que se murió abruptamente al escuchar una voz desde el segundo piso.

“¡NOOOO! ¡AKAAAA!” Lloró Ryoji, mientras llegaba a los primeros escalones. Al notar a Hizumi y a Eureka, se quedó ahí, y sonrió, visiblemente incómodo. “E… ¡Eureka! ¡A los años!”
“¿RYOJI?”
“…Ryoji…” Hizumi tenía ganas de romper cosas y empujar a cierta persona por la ventana del segundo piso.
“¿Qué haces acá?”
“V-Vine a saludar a Hizumi, ajá.”
“¿…Hizumi?” El mencionado no la encaró. “Esperen. Esto es demasiado confuso. ¿Pueden quedarse juntos en el cuarto de Hizumi un rato? Primero tengo que hablar con Haru. De ahí… me enfoco en este rollo.”
“¡Okay!” Le dijo Ryoji.
“Okay, Eu.” Mencionó Hizumi. Sacó una envoltura de galletas de uno de los bolsillos de su morral y la movió de tal forma que hizo ruido y atrajo al gato. Aka lo siguió, hasta que juntos con Ryoji desaparecieron en el corredor del segundo piso.

Eureka suspiró. Todo esto era demasiado extraño para ella.





 
“¿Haru?”
“¡Eu, pasa!”

Su amiga se encontraba con la laptop en las piernas, sentada en su cama. Eureka ingresó al cuarto y tomó asiento en la silla del escritorio, girándola levemente para encarar a Haruhi.

“Yo.”
“¿Qué tal? ¿Diste la prueba?”
“Sí. Primero cuéntame tú. ¿Estuviste donde tu tío?”
“La prueba me afectó un montón, tanto que me desmayé. No pensé que sería tan… agotadora. Terminé hecha puré.”
“¿Ya estás mejor, supongo?”
“Sí, Kashima, Clear y Aoba estuvieron conmigo.”
“¿Aoba?”
“¡Ah! Es el enamorado de Clear, creo que te lo he mencionado.”
“¡Sí!”
“Está en una banda. Es muy buena persona. Estuvo con mi tío durante el tiempo que descansé.”
“Me alegra, qué bueno que estuviste acompañada.”
“Sí, recién hoy en la mañana regresé a la mansión. ¿A ti te afectó?”
“Sí, no tanto como para desmayarme… de hecho he salido por ahí luego de la prueba. Fui a comer y todo. Pero estoy muy agotada.”
“Me imaginaba. Debiste descansar hoy.”
“Sí.” Eureka suspiró. “Por eso no pienso quedarme hasta tan tarde.”
Haruhi asintió, mientras revisaba su newsfeed en Facebook sin prestarle mucha atención. “¿Quién fue tu marioneta?”
“…Kanone.”
Haruhi volteó la mirada hacia su amiga, con una ceja arqueada. “¿Kanone? Qué raro.”
“No, realmente no lo es… creo que no te conté, pero está vivo.”
“¿Qué? Woah.”
“Me lo dijo Hizumi hace unos días, pero no pensé mucho en ello por la prueba. Al final fue peor.”
“Me imagino… Bueno, ahora tienes tiempo para solucionarlo. No creo que tu rebel se aparezca muy rápido, ¿no?”
“Eso espero. Igual con el tuyo.”
“Crucemos los dedos.” Haruhi le sonrió.
“Voy a tocar madera.” Y dio pequeños toques en el escritorio. “¿Quién fue la tuya?”
“Ah, Illya.”
“…Fuerte.”
“Jaja~” Haruhi rio. “Sí. Fue difícil. Y raro, pero más que nada… difícil. Por eso terminé como terminé.”
“No sé por qué tuve la sensación de que sería… él…”
“Ah, ¿él? No. Me sorprendió a mí también, pero supongo que mejor… parece que ya le he dejado de dar importancia al asunto.”
“Qué bueno.”
“Sí, me deja un poco más tranquila.”
“Por cierto… Soul regresó.”
“¿Cómo así?”
“Lo invoqué, creo. Lo cierto es que apareció en plena prueba HiME. Me ayudó mucho, para qué.”
“¿Se quedará en Japón de nuevo, entonces?”
“Imagino que sí.”
“¡Genial!”
“De hecho, parece que quiere estudiar en Hanasaki.”
“Ah, hablando de eso… Miranda nos mandó un correo sobre la casa HiME. De ahí revísalo.”
“¡Okay!” Eureka le esbozó una sonrisa. “Bueno” Se levantó de su sitio y cruzó la estancia. “Te veo luego, ¿sí? Descansa.”
“Tú también, lo necesitas.”
“¡Ajá! Buenas noches.”
“Buenas noches, Eu.”

Salió del cuarto y junto la puerta. Sintió de golpe todo el cansancio acumulado del día y tuvo que apoyarse de la pared del pasillo para no desplomarse.
« Last Edit: June 06, 2019, 03:20:36 AM by Eureka »


Cho

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #91: January 28, 2016, 11:44:13 AM »
Otro fic, siento lo largo (...)

15



Llegó la mañana siguiente, y Miranda recibió el pedido de parte de Youmu de tener una reunión ya que su superior se encontraba disponible para conversar con ella. La directora no tenía nada más que atender, y a eso de las nueve de la mañana, la junta inició con la llegada de las dos convocadas.

“…” Fran abrió la puerta de la oficina de Miranda, y observó a la estudiante y a la mayor. Ciertamente, aquella mujer de cabellos y ojos rosados con hermosas ropas tradicionales ya no se veía como una colegiala, pero tampoco daba la impresión de haber envejecido en lo absoluto. “Buenos días. Nos volvemos a ver, Yuyuko.”
“Cierto,” la pelirosa sonrió con alegría. “Te abrazaría pero sé que no te gustan esos gestos. ¿Cómo has estado?”
“Sin novedades. Asumo lo mismo para ti.”
“Sí, nada muy importante que contar, pero la vida puede ser bastante curiosa y hermosa después de terminar con los estudios y el rol de HiME,” Yuyuko juntó sus manos y sonrió tranquilamente. “Me encantaría filosofar contigo al respecto bajo los cerezos y tomando sake algún día, de ser posible.”
“…” Fran se limitó a abrir la puerta. “Pasen, la directora las espera.”
“Muchas gracias. Ah, qué nostalgia~” Yuyuko avanzó dando saltitos que mostraban su emoción. Detrás de ella, Youmu se dirigió a Fran.
“Ehm, lamento esto…” dijo Youmu, frustrada.
“No te disculpes por ella. Yuyuko siempre fue así,” Fran no le dio importancia y luego de dejar a las invitadas pasar, cerró la puerta y fue al costado de Miranda.
“Gracias por venir,” Miranda se levantó de su sitio y fue hacia las dos, con una sonrisa. “Y es un placer volverla a ver, señorita Saigyouji.”
“Miranda-san~” esta vez Yuyuko se dio la libertad de darle un fuerte y corto abrazo, lo cual exasperó a la estudiante. “¡Qué genial verte después de tanto tiempo!” le soltó y buscó un objeto escondido en el bolsillo de su kimono. “Espera un momento…”
“M-mi señora…” Youmu se incomodó. “Le dije nada de regalos.”
“Es imposible no dedicarle algo a la madre de las HiMEs, mi querida Youmu,” Yuyuko hizo un guiño.
“P-pero se trata de la directora de mi universidad. Esto es altamente inaceptable.”
“¡Aquí esta!” Yuyuko exclamó con un dejo de victoria y sacó lo que parecía ser una cajita de joyas.
“¡Y-Yuyuko-sama!” Youmu comprimió sus puños.
“N-no se preocupe por las formalidades, señorita Konpaku,” dijo Miranda con una sonrisa nerviosa para tranquilizar a la menor, y pasó a dirigirse a Yuyuko. “Pero ella tiene razón. No podría aceptar un obsequio de su parte, mucho menos después del sacrificio que usted realizó al haber sido HiME.”
“No creo que exista una HiME que haya hecho más que usted, Miranda-san, y es importante que todos lo reconozcan,” Yuyuko sonrió con certeza. “Es un pequeño collar y dije de plata. Espero que le guste.”
“G-gracias, pero…” Miranda vio a Fran negar.
“No podrá contradecirle,” le aconsejó la peliblanca. “Quizás lo mejor sería sentarnos para iniciar la conversación.”
“Cierto,” la directora asintió. “Le agradezco mucho por el obsequio. Prometo que le daré un buen uso.”
“No hay de qué, yo encantada,” Yuyuko fue a tomar asiento y sonrió a su protegida, quien le miró con cansancio y negó frustrada.

“Estoy segura que la señorita Konpaku le informó sobre nuestra reunión el día de ayer,” dijo Miranda, regresando a su sitio al otro lado de su escritorio. “Sobre nuestro pedido de que ella fuera una HiME.”
“Por supuesto,” Yuyuko asintió.
“Y ella nos comentó que es usted quien debe hacer la decisión final.”
“Ciertamente me siento halagada de que mi pequeña Youmu me haya considerado aun en esta decisión personal…”
“Mi señora, como su servidora no puedo atreverme a tomar decisiones importantes con tanta libertad,” observó Youmu con un tic en la ceja. “Es cuestión de estatus.”
“Tus palabras suenas lindas, pero cuando yo fui HiME lo acepté sola y sin avisarle ni a mi padre, en ese entonces cabeza de mi familia,” comentó Yuyuko, mirando distraídamente hacia algún punto aleatorio de la habitación.
“Tome más seriedad por favor, Yuyuko-sama…”
“Pero en parte sé que hubieran estado de acuerdo porque en mi familia hubo algunas HiMEs antes que yo. Hm, pero siempre fui la consentida por ser la hija única…” Yuyuko alzó su mirada al techo mientras se mecía de un lado al otro. “Pero sé que a mi mamá le hubiera gustado que fuera HiME como ella… pero mi papá de todos modos se preocupó mucho por mí cuando se enteró…”
“Por favor ponga atención a esto,” Youmu frunció el ceño, impaciente. “Ni la directora ni Viera-sensei necesitan escucharle divagar o minimizar la situación.”
“No lo estoy haciendo,” Yuyuko cerró sus ojos y sonrió suavemente. “Sólo estoy meditando tu decisión desde mi punto de vista.”
“¿Ah?” la estudiante ladeó la cabeza, extrañada.
“Y pues, no soy la que puede tomar la decisión, y decirme que yo debo decidir algo de vida y muerte para ti sólo me lleva a imaginarme los qué dirán, o la incertidumbre, como la superior que soy,” Yuyuko sonrió con simpleza mientras la pequeña seguía perdida. “No es justo que me digas que yo tengo que dictar el rumbo de tu vida por completo, y ya lo hemos hablado, Youmu. Por más que seas mi allegada, tienes toda libertad de decir que sí o que no a lo que desees.”
“…” Youmu se puso a pensar con fuerza mientras miraba al piso para procesar todo lo que oyó. “¿Entonces por qué insistió en venir a esta reunión?”
“Para ver a Miranda-san y Fran después de tanto tiempo. ¿Para qué más?”
“Tómese esto con más seriedad, por favor…” Youmu se frustró tremendamente.
“Puedo hablar por ti con total seguridad al decir que sí serás una HiME porque te conozco muy bien,” Yuyuko continuó. “Tú no huyes de ningún desafío y estás determinada a batallar contra quien sea. Y viéndolo desde un punto estratégico, se podría decir que Hanasaki se sacó la lotería por tener a una prospecta a HiME que ha sido varias veces campeona en kendo y con tremenda habilidad para pelear. Pero…” Yuyuko llevó un índice a su mentón y adoptó un gesto pensativo. “Pese a eso, nunca se puede decir que tienes todo lo necesario para ser una HiME estelar.”
“¿Perdón?” Youmu se confundió.
“Ser una HiME implica más facetas que la de pelea,” observó Miranda. “El poder surge del interior, y además de la fuerza aplicable a peleas, depende mucho de la fortaleza como persona, y de la riqueza espiritual de la HiME. Implica gran madurez inter e intrapersonal, al igual que conocimiento propio. Es con todo esto fortalecido y alineado que una HiME puede despertar su verdadero potencial.”
“Fortaleza interna…” Youmu bajó la mirada, pensativa.
“Sin embargo, eso es algo en muchas ocasiones difícil de conseguir y varias HiMEs pueden pasar toda su experiencia sin llegar a desarrollarlo debidamente,” observó Fran, inmutada. “Y ser una HiME es lo que verdaderamente ocasiona que una joven pueda realmente darse cuenta de su posición en su vida lo suficiente como para madurar. Por ello, me atrevo a decir que no hay ninguna persona que esté lista para ser HiME, ya que todas se forman con el paso del tiempo.”
“Es verdad,” Miranda sonrió un poco.
“…” Youmu se cruzó de brazos, todavía pensativa.
“Ara~ no pienses tanto o tu cabello comenzará a despedir humo~” Yuyuko sonrió.
“¡Cállate!” la menor le miró molesta y avergonzada.
“Si necesitas meditarlo más, puedes venir en otro momento con la respuesta,” le ofreció la directora.
“No…” Youmu negó y le miró con decisión. “Estoy decidida desde ayer en la tarde. Acepto.”
“Muchas gracias por tu ayuda,” Miranda asintió.
“Nos toca planificar un horario disponible para que des tu prueba HiME,” dijo Fran.
“Podría hoy, pero en la tarde,” Youmu miró a una funda en sus manos que contenía una espada de práctica. “Tengo una sesión de kendo a las diez.”
“Está bien. Tocará ver una hora específica.”
“Me alegro que todo haya salido bien,” dijo Yuyuko, sonriendo, y se puso a buscar en el otro lado de su kimono por algún objeto diferente. Ella terminó sorprendiendo tanto a Youmu como a Miranda cuando sacó una botellita de sake y dos platos largos. “¿Qué tal si damos brindis? Uhm, pero tendremos que turnarnos para beber…”
“¡Yuyuko-sama!” Youmu le quitó la botella. “¡Esto sí es completamente inaceptable! ¿Cómo te atreves?”
“Te ves tan linda cuando te enojas.”
“¡Párala!”



Mientras tanto, Cho caminaba junto con sus familiares y Larsa por los pasillos del edificio directivo hacia la oficina de Miranda. La HiME le explicó al recién llegado sobre su situación con su nueva arma, y él le recomendó que lo primero que debían hacer era sacar más horarios de entrenamiento con Fran y buscar posibles alternativas de pelea.

“Naginata…” Larsa se puso a pensar y negó. “Lamentablemente, no tengo experiencia con esta arma. Mi especialidad siempre fueron las espadas. Me alegro que Fran le haya ofrecido su ayuda.”
“Sí, felizmente,” Cho asintió. “Ella también me recomendó que practicara con técnicas de peleas como un suplemento. Pero si hubiera alguien más que supiera manejar la naginata, le estaría eternamente agradecida si me ayuda.”
“Pues… sí conozco a alguien, pero es imposible…”
“¿Por qué imposible?” preguntó Roxas.
“Porque se trata de Dakki.”
“Ah…” el rubio entrecerró los ojos. “Sí, no hay forma de pedirle ayuda.”
“Pero Dakki-chan es muy linda~” dijo Osaka, confundida.
“Ningún pero es aceptable, Kasuga-san,” observó Larsa, con paciencia. “Dakki siempre ha sido del lado de Rizembool y nunca aceptaría en ayudar a una HiME a entrenar. Podrás ser amiga con ella, pero tampoco es para mezclar el deber con la amistad.”
“Debo admitir que me sorprende un poco que ella sepa pelear con armas, cuando la vez anterior sólo usó unos abanicos mágicos para pelear,” dijo Cho, pensativa.
“Dakki es proveniente de una familia allegada a Rizembool, y pese a que nunca tuvo la posibilidad de tomar el cargo, siempre se preparó a la par de sus otros parientes. Aun así, ella fue la única en mi círculo que aprendió a dominar la naginata porque es un arma comúnmente asociada con mujeres.”
“¡Ohh, no sabía eso!” Osaka sonrió. “Hehe, quizás yo debería emplearla también.”
“M-mejor no, es un arma muy pesada…” Cho se puso nerviosa. No consideraba que Osaka era lo suficientemente despierta como para manejar un arma blanca de ningún tipo con la prudencia necesaria.
“Me cuesta creer que tú y Dakki son amigos,” dijo Roxas a Larsa. Este sonrió rendido.
“No eres el único que me lo ha dicho. Dakki y yo somos de familias cercanas, y ambas allegadas a Rizembool, así que fue inevitable que nos conociéramos desde temprana edad. También somos los únicos de nuestra generación. Nuestros otros parientes son mayores que nosotros, así que siempre hemos sido cercanos, pese a ser personas muy diferentes.”
“Hm, pienso que eso es genial. Se complementan muy bien,” opinó Osaka, animada. “Tal y como Tomo-chan y yo somos distintas pero pese a todo nos entendemos y apoyamos. Lo mismo puedo decir de Hotaru-chan.”
“Es cierto,” Cho sonrió un poco. “Hablando de Tomo, ¿dónde está?”
“Tomo-chan tenía una clase temprano, pero dijo que nos estaría dando el alcance lo antes posible. Pobre, se vio muy triste pero parece que era una clase importante.”
“Pienso que es raro que ella esté pasando tanto tiempo con nosotros últimamente,” Roxas dio un suspiro. “En fin, ¿qué venimos a hacer aquí? Espero que no tome mucho tiempo. Tengo práctica de kendo a las diez.”
“Lo imaginé,” Larsa observó la funda que Roxas cargaba en un hombro. “Sólo venimos a consultar horarios disponibles para el entrenamiento de Tanaka-san, y si no se presenta ninguna posibilidad pronto, puedo ofrecerme para ayudar a entrenar con técnicas básicas de defensa. En ese caso, necesitaríamos reservar un cupo en un gimnasio disponible.”
“Ah, ya veo, gracias por tu ayuda. Y ya que estamos en el tema, ¿crees que podrías ayudarme a entrenar kendo en tu tiempo libre?”
“Debo haber perdido práctica en comparación contigo, no creo serte de gran ayuda,” Larsa negó con cierto pesar. “Además ahora tendré que volver a vigilar a Sora. Dudo tener mucho tiempo disponible.”
“Verdad…” Roxas sonrió.
“Lo que sí podría recomendarte es que ayudes a entrenar a tu hermana cuando puedas.”
“¿Yo?” él se quedó sorprendido y confundido por el consejo. “Pues, no sé qué podría hacer al respecto…”
“E-está bien, Fran de todos modos ya me ofreció su ayuda,” se apresuró en decir Cho.
“…” Larsa miró a ambos hermanos y decidió no hacer observaciones. “Veremos qué opciones nos puede ofrecer la directora.”

Ellos giraron en el pasillo y llegaron a la recta de la oficina de Miranda, donde observaron que la directora y su asistente se encontraban despidiendo a un par de personas. Roxas se sorprendió al ver a aquella chica del dojo de kendo aledaño. Seguramente Miranda le había ofrecido que fuera una HiME después de todo.




“Tu cita para la prueba HiME está anotada. Te espero en la tarde,” dijo Fran, apuntando en una libreta.
“Muchas gracias,” Youmu dio una reverencia.
“No, gracias a ti,” Miranda sonrió. “Vayan con cuidado.”
“Ah, ha sido un gusto volverlas a ver, y tan profesionales como siempre~” Yuyuko ladeó su cabeza mientras sonreía gustosamente. “Ahora que mi Youmu se ha unido al batallón, sé que nos veremos muy seguido.”
“No es necesario…” Youmu frunció el ceño. “Mi señora, ya no tiene más asuntos que tratar aquí. Lo mejor sería que regrese a su residencia.”
“No me trates como una niñita castigada, Youmu~” dijo la pelirosa, pensativa. “Pensaba ir a pasear por la ciudad y luego acompañarte a tu prueba en la tarde. Tú ve a tu práctica y nos encontramos luego, ¿sí?”
“Supongo no puedo detenerte…” dio un suspiro.
“Ah, señorita Tanaka, buenos días,” Miranda saludó al notar a Cho y su grupo observarles a prudente distancia.
“Buenos días, directora,” contestó la peliceleste. “Ehh, si estamos interrumpiendo algo, podemos regresar más tarde.”
“No, este es un buen momento,” la directora miró a Youmu. “Ella es la señorita Youmu Konpaku, quien acaba de aceptar convertirse en una HiME.”
“Mucho gusto,” dijo Cho. “Yo soy Cho Tanaka.”
“¡Y a mí me puedes llamar Osaka!” exclamó la prima. “Soy una exHiME.”
“Una exHiME como yo, genial,” Yuyuko sonrió. “Y yo soy Yuyuko Saigyouji, encantada de conocerles.”
“Espera…” Youmu miró detenidamente a Roxas. “Te he visto, tú también estás en el programa de kendo, ¿no es así?”
“Sí, soy hermano de Cho. Mi nombre es Roxas. Me sorprende que justo tú hayas sido convocada para ser HiME. Sé que eres una excelente luchadora.”
“Gracias, pero en verdad tengo mucho por aprender,” contestó la peliblanca.
“No, en serio. No hay muchas HiMEs con experiencia previa de pelea y sin duda eres mucho más apta que todas las que conozco.”

Con ese comentario, todos miraron a Roxas con leve incomodidad, o reproche de parte de su familia.

“¡Hahaha, eres honesto!” Yuyuko se puso a reír. “Me agradas, pequeño.”
“N-no soy pequeño,” Roxas recién se dio cuenta de lo que dijo. “Perdón…”
“¿Y a qué se debe su visita?” preguntó Fran a Cho.
“Pues, venía para planificar otros horarios de práctica con mi arma…”
“¡Ah!” Yuyuko se emocionó y agarró a su protegida de los hombros. “Mi Youmu es especialista de distintos tipos de arma. Pídele lo que quieras.”
“Suélteme, por favor…” Youmu sintió un tic en la ceja.
“La señorita Tanaka necesita ayuda manipulando la naginata,” comentó Miranda.
“No será mi especialidad, pero puedo ayudarte con eso,” ofreció Youmu luego de soltarse de su superior.
“¿Segura?” preguntó Cho.
“No seas tan considerada. Lo más importante aquí es que lo necesitas para pelear contra tu Rebel…” Youmu negó. “Y a la vez, me puedes ayudar con consejos y otro conocimiento que desconozco sobre HiMEs.”
“Sí, muchas gracias…”
“¡Yo también les puedo ayudar!” dijo Osaka.
“Gracias por tu ayuda,” dijo Roxas a la nueva HiME. “Habrá que ver posibles horarios de práctica.”
“De una vez,” Fran volvió a abrir su libreta. “Podría asistirles también, pero mi tiempo es limitado.”
“Lo entiendo,” Cho asintió.

Las HiMEs y las asistentes se concentraron en los horarios listados en la libreta, y Roxas también se quedó a la expectativa para poder definirlo de una vez. La disponibilidad de la mansión HiME también ayudaba con las diferentes opciones.

Y mientras tanto, Larsa observaba a todos desde lejos. Él pudo reconocer a cierta persona entre aquellos presentes, y había decidido no meterse en la reunión para no llamar la atención o importunar con su presencia. Al notar que Cho pudo solucionar su problema con su arma, supo que no tenía más que hacer ahí, y se dio media vuelta para retirarse antes de tener que intercambiar palabras con aquella persona…

Pero esta misma le dio el alcance.

“Disculpe…” dijo Yuyuko, con delicadeza. Vio al joven dirigírsele.
“¿Se le ofrece algo?”
“Noté cómo me habías estado mirando,” ella sonrió suavemente. “Y te percibo extrañamente familiar. ¿De casualidad serás un Solidor?”
“…lo soy. Y tú eres aquella Saigyouji de la cual he oído hablar,” Larsa asintió. “Tal vez no sea lo mejor conversar entre nosotros. Puede resultar incómodo.”
“Me gustaría intentarlo,” la pelirosa sonrió torpemente, y con ese gesto, Larsa pareció relajarse un poco. “Puedo notar que eres muy distinto a lo que imaginaría de tu familia.”
“Lo mismo digo,” el menor desvió la mirada.
“Justo tenía ganas de comer algo, ¿me acompañas?”
“No tengo mucha hambre…”
“Insisto,” ella se tomó la libertad de agarrarle de la muñeca y jalarle consigo.
“P-puedo caminar por mi cuenta…” Larsa se zafó y se rindió a acompañarle.
“¿Hm?” Osaka notó a los dos conversar y decidió seguirles mientras los demás continuaban viendo los horarios.


Después de que Yuyuko preguntara por la ubicación del food court más cercano dentro de la universidad, los tres se dirigieron hacia allá, para que la visitante escogiera algo de comer. Sólo estaban abiertos pocos puestos que todavía ofrecían menú de desayuno, y la pelirosa ordenó tres menús que venían con jugo de naranja, tostadas con huevo revuelto y waffles con miel de maple cada uno, a pesar de las insistencias de los dos de que no era necesario.

El café con mesas al aire abierto no tenía muchos clientes, así que no tardó en llegar un mozo con los tres pedidos listos.

“Servido,” comentó el trabajador con una sonrisa. “¿Se les ofrece algo más?”
“Ah, creo que me faltará un poco de miel,” dijo Yuyuko.
“Enseguida regreso.”
“Muchas gracias~” ella pasó su atención a los dos estudiantes sentados frente a ella que miraban semejante menú frente a ellos con sorpresa e impotencia sobre poder terminarlo. “Provecho a los tres, espero que sea de su agrado.”
“Ehm…” Larsa intercambió miradas incómodas con Osaka y regresó su atención a la visitante. “Aprecio su ofrecimiento pero ya he tomado desayuno…”
“Yo también pero siempre hay espacio para más comida, ¿no es así?” ella recibió su miel extra con una sonrisa y continuó con la conversación. “Al menos siempre he sido conocida por mi insaciable apetito.”
“Es admirable,” Osaka sonrió incómoda. “A mí me gusta mucho comer, pero no tengo antojos, y mi estómago es pequeño, por lo que me lleno rápidamente…”
“Pues eso está bien, tienes el autocontrol instalado innatamente. A muchas chicas les gustaría tener eso,” Yuyuko comió un poco de sus waffles y tomó un sorbo de su jugo antes de continuar. “Siento haber sido un poco directa contigo, pero tener la posibilidad de hablar con alguien del otro lado del espectro no se presenta todos los días. Hm, disculpa, ¿pero cuál es tu nombre?”
“Larsa Solidor…”
“Larsa, mucho gusto. Nunca pensé que podría sentarme a compartir desayuno con alguien de tu familia,” sonrió entretenida. “Mi yo más joven lo hubiera considerado imposible.”
“Es entendible,” él asintió. “Hace años tampoco hubiera pensado que terminaría en Hanasaki.”
“Pienso que es genial que Miranda no discrimine con todos los casos de personas con familias allegadas a Rizembool. Sólo espero que tu estadía no haya sido incómoda.”
“En su gran mayoría no lo ha sido…” Larsa cerró los ojos para meditar al respecto. Realmente a ninguno de sus amigos cercanos le importó que haya sido remotamente allegado a Rizembool cuando se enteraron, ni a sus amigas HiMEs. Él volvió a abrir los ojos y sonrió un poco. “Pero… ¿no crees que estás hablando con mucha soltura?”
“¿Perdón?” Yuyuko se confundió.
“Recién me conoces, y ya estás asumiendo que soy alguien en quien Hanasaki puede confiar. Aprecio la consideración, pero no puedes estar segura de ello.”
“¿Eh?” Osaka se confundió. “Larsa, ¿por qué dices eso? Tú siempre has sido nuestro amigo y el que más ha ayudado a todos durante inconvenientes con los Rebels. ¿Por qué querrías dar una impresión de enemigo?”
“Ya veo…” Yuyuko también sonrió un poco, pareciendo comprender. “Te puedo preguntar algo similar. Decidiste mantener distancia de mí, pero luego de mi pedido de dialogar, no te opusiste. ¿A qué se debe eso?”
“…” Larsa desvió su mirada. “Debo admitir que sentía curiosidad, especialmente porque a simple vista no parecías ser aquella HiME de la cual oí.”
“Me da ganas de saber qué cosas podrían haber dicho de mí en el círculo de Rizembool,” la pelirosa se mostró ligeramente curiosa y entretenida con pensar al respecto. “Pero para responder tu pregunta, digamos que se trata de intuición femenina. Te ves como un buen chico, y distinto a los dos miembros de tu familia que conocí en la secundaria.”
“…”
“También…” Yuyuko bajó su mirada y sonrió con leve tristeza. “Hay ciertas cosas de mi pasado que quisiera al menos corregir o dejar de cargar… y hablar con mis enemigos y quizás entablar una amistad con ellos es una de ellas.”
“…” Larsa se impresionó un poco.
“¿Estaré siendo muy idealista?”
“No creo… que cumplir con ello te pueda librar de tu pasado tanto como quisieras. Aunque realmente no puedo hablar en tu lugar. No sé cómo te sientes ni por lo que has pasado.”
“Pero sabes lo suficiente.”
“Aun así…”

Osaka les observó detenidamente. Intentaba comprenderles, pero los dos se comunicaban alrededor de algo que trataban de evadir. Siguió un silencio que le impulsó a decir algo con tal de bajar una extraña tensión.

“Pues…” Osaka habló en voz baja con leve duda de su acción, pero supo que tuvo que continuar cuando los otros dos se le dirigieron. “No sé sobre qué están hablando, pero… presiento que es sobre el asunto de las dos instituciones. ¿Acaso hubo algún problema entre sus familias? Pues, sí creo que una amistad entre HiMEs y Rebels es muy posible. Yo soy amiga de varios Rebels.”
“Siempre has sido un caso especial, Kasuga-san,” observó Larsa.
“Lamentablemente, no se trata de algo tan simple como eso, pequeña,” Yuyuko sonrió comprensivamente. “Lo que sucede… es que un Solidor fue mi Rebel, y en un enfrentamiento le quité la vida.”
“…” Osaka se sorprendió y bajó su mirada. “Perdón… entiendo que no es mi asunto…”
“Recuerdo claramente cómo inicié mi rol de HiME para proteger a Hanasaki y mis compañeros,” Yuyuko miró a la bebida en sus manos. “Fue como la marea del mar, un intercambio continuo entre la decisión y la duda, la fuerza y la impotencia, pero el ferviente deseo de proteger a mi escuela de aquellos malignos Rebels siempre estuvo presente. Yo era una de las buenas, y tenía que hacer justicia.”
“…” Larsa entrecerró los ojos.
“Sin embargo, en uno de los enfrentamientos todo acabó, y súbitamente. Mi Rebel, aquella persona que siempre fue tan fuerte, tan competitivo, tan cruel, terminó cayendo por mis propios poderes, y antes de poder darme cuenta, lo herí mortalmente, y falleció frente a mis ojos,” Yuyuko mantuvo su suave sonrisa mientras apretaba su vaso con fuerza. “Pero… por más que Miranda-san declarara que gané, que cumplí con mi labor de vencer a mi enemigo y me bajara del pedestal de HiME, la batalla continuó, y mis compañeras HiMEs siguieron peleando sin ninguna diferencia. Unas murieron, otras vencieron al igual que yo, otras abandonaron la lucha… y todo sigue igual hasta el día de hoy.”
“…” Osaka se apenó.
“Estuve en una situación de vida o muerte, y por lo que sé de los destinos de todas mis compañeras, o ganaba o moría porque en ese entonces nunca me habría rendido. Sin embargo… hasta hoy no dejo de pensar que todo pudo haber sido diferente. Es inevitable sentirse responsable, ¿no es así?”
“No creo que nada hubiera sido distinto por más que quisieras pensarlo así,” opinó Larsa, meditativo. “Porque si el pasado pudiera cambiarse, lo estaríamos haciendo sin parar. Se dio el momento en el cual fuiste HiME y con una noble razón, y hubo aquella situación de debilidad de tu oponente que permitió tu victoria. Eso es lo único que importa ahora, no hay por qué darle más vueltas.”
“…” Yuyuko le miró atentamente.
“Tu Rebel era un primo hermano. Fue relativamente cercano a mí hasta que fue a estudiar la secundaria a Rizembool, pero yo era muy joven en ese entonces como para recordarlo bien. Y no fue una mala persona, aunque estaba convencido en la superioridad de Rizembool y que la guerra entre las escuelas podría generar algún bien a futuro, especialmente por los avances tecnológicos que permiten la existencia de los Rebels. Lo comento por si en algún punto sentiste curiosidad con respecto a él, pero tampoco importa mucho,” Larsa desvió su mirada. “En esta guerra no hay ningún real ganador, sólo aquel que termina perdiendo menos en el camino. Es así como lo vi desde que mi primo nunca regresó…”
“…” la mayor bajó su cabeza. Ella sintió un gran peso al escuchar esas palabras. “Lo lamento mucho.”
“Nunca le he culpado a usted o a Hanasaki. La muerte ha sido un tema frecuente en mi familia desde que tengo memoria, y cada uno de nosotros aquí es responsable sobre cómo va a llegar a esta,” Larsa sonrió con leve tristeza. “Vaya, mis palabras deben oírse demasiado apagadas. Este podrá ser un tema sensible permanentemente, por ello no quise hablar con usted. Sin embargo… sí me da un extraño alivio saber que aquella HiME que eliminó a mi primo fue alguien como usted. Alguien que lo tiene en mente después de tantos años. Perdón por decir esto…”
“No…” Yuyuko derramó una lágrima, pero sonrió firmemente. “Me alegro de oírlo.”

Siguió un silencio en el cual ambos se miraron mutuamente, y la pausa en la conversación les alivió por dentro. Los dos pudieron llegarse a comprender, y en el fondo resultaron tener mucho más en común de lo que habían pensado.

“Creo que ha sido suficiente de mí,” Yuyuko sonrió con torpeza. “Quisiera oír tu historia. ¿Cómo así llegaste a Hanasaki al venir de una familia de Rebels?”
“Pese a que nunca había pisado Rizembool, viví toda mi vida rodeado de un ambiente muy semejante y de sus puntos de vista, pero por más que fui preparado para ser un Rebel, no quise convertirme en uno sólo por continuar la tradición familiar. Llegué a Hanasaki porque quería ver las cosas del otro lado y conocer a las HiMEs por mí mismo. Mi familia se opuso, pero mi padre me dio la libertad de venir, y antes de siquiera considerarlo, me vi ayudando a las HiMEs a mi alrededor y aconsejando a mis compañeros. Siempre me sentí más a gusto en Hanasaki que en Rizembool, pero… tampoco soy del todo inocente.”
“¿A qué te refieres?”
“Terminé siendo un Rebel en un punto crítico del conflicto hacia el final, y si bien no llegué a eliminar a nadie, realmente no huí de mis antecedentes. Creo que siempre seré parte de Rizembool… al menos siempre habrá personas que me lo recuerden.”
“Puedo adivinar a una de aquellas personas,” Yuyuko sonrió incómoda y se reservó más comentarios al respecto. “Realmente… me ha gustado hablar contigo. Quisiera hacerlo más en otra ocasión. No conozco a muchas otras personas a las que les gusten meditar, y tú serías el único con el cual podría dialogar con respecto a Hanasaki y Rizembool.”
“Hm, podría ser,” Larsa sonrió con ironía. “No pensé que lo diría.”
“Lo mismo digo.”
“Ehh, esperen…” Osaka volvió a hablar y los dos le vieron escribir en un bloc de notas a toda velocidad como quien tomaba apresurados apuntes para un examen muy importante. “C-creo que llegué a anotarlo todo, pero si van a tener más reflexiones de ambos lados del asunto, me gustaría oírles.”
“Kasuga-san, ¿qué estás haciendo?” preguntó Larsa.
“Como una HiME counselor necesito información sobre los diversos puntos de vista. Es especialmente importante porque una de mis mejores pacientes va con su exRebel en ocasiones.”
“Tu oficio suena muy genial,” la pelirosa le prestó atención. “Pero ahora es tu turno de hablar. Quiero oír tu historia de HiME y tus experiencias con tu Rebel, además de cualquier otra cosa que quisieras compartir. Soy toda oídos.”
“Claro, ahorita termino,” Osaka continuó con lo que tenía en su mente para ponerse a conversar con sus acompañantes.

La plática se tornó más amena con las anécdotas de Osaka, además que los estudiantes explicaron cómo fue el final del evento hace tres años y los distintos roles que se agregaron en ese entonces.


Distintos horarios de entrenamiento fueron establecidos, y con aquella organización, Cho acompañó y Roxas y Youmu hacia el área de sus dojos para asistir a sus prácticas. Era todavía un poco temprano, pero ambos tenían el interés de comenzar con anticipación.

“Nuevamente gracias por tu ayuda,” dijo Cho.
“No lo menciones,” Youmu negó. “Como aliadas, es natural que nos apoyemos mutuamente. Me sorprende que tu poder haya mutado con el tiempo como para experimentar un cambio de arma.”
“Cierto, también me sorprendió a mí… Y si el algún momento tienes alguna duda, puedes consultarme…” la peliceleste desvió su mirada. “Aunque no creo serte de mucha ayuda.”
“Sí hay algo que quería preguntarte,” Youmu se detuvo y miró a su compañera HiME fijamente. “¿En qué consiste la prueba HiME? ¿Qué puedo esperar? No creo recordar a mi señora haberlo comentado previamente, aparte de decir que en esta surgirán mis poderes HiME.”
“Pues, en la prueba, vas a pelear contra una marioneta que se transformará en una persona que conozcas, y como es un objeto fuerte y mágico, necesitarás de alguno de tus atributos HiME para hacerle frente. Esto se realizará dentro de un gimnasio que será envuelto en una niebla densa, así que debes estar muy atenta.”
“…” Youmu asintió y se llevó una mano al mentón, pensativa. “¿Y quién controla la marioneta?”
“¿P-perdón?” Cho se confundió.
“Fran dijo que me esperaría a las afueras del gimnasio. ¿Acaso será ella? ¿O quizás la directora la manipula con un equipo mágico sofisticado desde su oficina? ¿Y cómo funcionaría eso?”
“N-no sé qué decirte. En verdad no tengo idea…”
“¿Nunca lo has preguntado?”
“S-siempre asumí que sería una pelea interna por la apariencia personal de la marioneta y todo…” Cho frunció el ceño. “Pero en la prueba HiME de una prima, otra prima se infiltró dentro del gimnasio y realizó la labor de destruir la marioneta muy confusa…”
“¿Osaka hizo eso?” Roxas se sorprendió y se dio un facepalm. “Increíble. Pobre Mariko.”
“Ehm, no tuviste que preguntar de qué prima se trataba, ¿cierto?” Cho sonrió un poco.
“Tú sabes que no es necesario.”
“Bueno, en fin,” Youmu dio un suspiro. “El mecanismo de la marioneta no será tan importante de entender para nosotras si es que funciona, pero sigo teniendo dudas al respecto. Lo preguntaré.”
“…” Roxas miró hacia un grupo de tiendas de comida a lo lejos y vio a Osaka ocupar una mesa junto con Larsa y Yuyuko. La primera parecía estar narrando alguna anécdota por la cantidad de gestos que realizaba, mientras la última se reía de su historia. “Oh, ahí están. Me preguntaba a dónde se habían ido.”
“Cierto,” Cho asintió. “Me pareció raro que Osaka desapareciera sin decir nada…”
“Están comiendo,” Youmu negó. “Esto se debe a Yuyuko-sama. Mi señora come todo el día, ya debió haberle dado hambre.”
“Me sorprende. No se ve del tipo que come mucho…” comentó Roxas.
“Pero…” Youmu frunció el ceño. “Sí pude percibir a aquel chico observar a mi superior con cierta reserva, además que no se acercó a nosotros.”
“Ah, él es un amigo,” dijo Cho. “Pero sí fue extraño que mantuviera su distancia, él tiende a ser muy cortés todo el tiempo.”
“Larsa siempre ha tenido sus secretos,” Roxas se encogió de hombros.
“Me da un mal presentimiento, no sé por qué.”
“No es necesario que te preocupes por él. Siempre me ha brindado su ayuda,” comentó Cho. “A varios de nosotros, en verdad.”
“Cierto, a mí también me ayudó a estudiar en una temporada,” recordó Roxas. “O sea, supongo no se puede librar de cierta aura ominosa por ser tan formal y haber sido un Rebel, pero…”
“¿Qué dijiste?” Youmu se erizó.
“O-oye, no es para que te lo tomes así,” Roxas se extrañó.
“¿Qué hace un Rebel aquí a plena luz del día? Es irresponsable,” la peliblanca se frustró. “Me cuesta creer que la directora haya permitido esto.”
“Pues, Youmu…” Cho se incomodó y no supo qué decir. “Será un tema sensible, pero a decir verdad hay varios exRebels que ahora son estudiantes de Hanasaki y han dejado a Rizembool detrás. Yo no los calificaría como necesariamente malos, hay todo tipo de personas.”
“Pero no puedes estar seguro de ello.”
“Ehm, sí lo puedo estar porque Larsa ha sido un compañero de clases y amigo de muchos de nosotros, además de apoyarnos. Por eso mismo nunca lo calificaría por su rol de Rebel porque es injusto que aquel rol o su afiliación familiar lo defina.”
“¿D-dices que él viene de una familia allegada a Rizembool?” Youmu se tensó.
“N-n-no es para que lo tomes así,” Cho levantó sus manos en señal para que su compañera se tranquilizara. “Justamente digo que a pesar de todo eso, él ha demostrado ser una buena persona.”
“¿Él fue un Rebel antes de ingresar a Hanasaki o después?”
“Pues, después, pero…”
“¡Eso quiere decir que los traicionó a ustedes!”
“Youmu…” Roxas empezó a impacientarse. “¿Por qué estás viendo el asunto tan blanco y negro?”
“Siento que ustedes lo toman con mucha ligereza.”
“Es que es una larga historia…” agregó Cho. No evitaba sorprenderse de haber oído a su hermano quejarse con la nueva HiME por tratar el asunto como ‘tan blanco y negro’, cuando él claramente era el menos tolerante de Rebels en general en su conjunto de amigos. Aquella actitud tan rígida de la chica podría causar problemas.
“Como gusten,” Youmu miró a su señora. “Pero no comparto su punto de vista. No voy a dejar que Yuyuko-sama se exponga a un exRebel. Ella a veces es demasiado amigable para su propio bien.”
“Y-Youmu, espera,” Cho intentó detenerle, pero ella no le escuchó y se apresuró hacia el puesto de comida, así que los dos hermanos le siguieron de cerca.

La distancia se acortó rápidamente por la velocidad de los tres, y llegaron para oír un pequeño extracto de una anécdota de Osaka.



“En resumen, el día en que Rizembool atacó la ciudad comenzó para mí en una granja de manzanas fuera de la ciudad, luego hubo el secuestro de un bus que resultó en persecución policial que nos llevó hasta un río, y una vez en el lugar de los hechos me puse a jugar con escombros hasta que mi Rebel me paseó por el cielo y lo vi todo con una excelente vista panorámica,” Osaka sonrió. “Ahh, qué nostalgia~”
“Me sorprende que seas una HiME counselor con todo esto,” observó Larsa.
“Pero fue genial, sobre todo cómo tu Princess secuestró el bus para regresar porque se olvidó que el ataque iba a ser ese día,” Yuyuko rió un poco. “¡Así es como se vive la juventud! ¿Y qué otra anécdota tienes para mí?”
“Oh, Yuyuko-chan,” Osaka miró detrás de esta. “Youmu está corriendo hacia aquí.”
“¿Youmu?” la pelirosa se sorprendió y se levantó de su sitio para voltearse y comprobarlo. “Oh, hola Youmu, ¿qué haces por aquí? Vas a llegar tarde a tu práctica.”
“¡Señora!” Youmu se detuvo, y apuntó a Larsa con un dedo acusatorio. “¡Debe irse inmediatamente! ¡Me he enterado que este joven es un exRebel!”
“Sí, él mismo me lo dijo,” y para empeorar la situación, Yuyuko dio a Youmu unas suaves palmaditas en la cabeza como si fuera su mascota. “Todo está bien. Ahora tú ve tranquila a tu práctica y nos vemos en la tarde, ¿sí?”
“¡No!” Youmu movió la mano de su superior y se molestó más. “¡Es completamente imprudente que te expongas así! ¡Eres una HiME que derrotó a su Rebel en el pasado! ¿Quién sabe lo que Rizembool tenga en mente?”
“Vamos, ningún Rebel es la encarnación de Rizembool, o algo similar. Y sé por experiencia que Rizembool nunca va detrás de HiMEs de esta forma. Además he estado hablando un buen rato con el joven y sé que tenemos mucho en común. No es nada parecido a lo que podría esperar de su familia.”
“¿D-dices que ya conoces a su familia de antemano y aun así decides pasar tiempo con este individuo? ¿Por qué harías algo tan irracional?”
“…” Larsa dio un suspiro y se levantó. Notó a aquella nueva HiME mirarle con recelo, pero se dirigió a su superior. “Saigyouji-san, pienso que es mejor retirarme. No quisiera provocar algún inconveniente.”
“Pero estábamos hablando de lo más lindo…”
“Es inevitable que pueda causar esta reacción en otras personas. Gracias por el desayuno, con permiso.”
“No, no, espera,” Yuyuko pretendió caminar hacia él, pero Youmu se metió en su camino.
“No le siga, mi señora.”
“Youmu, esta conversación no te concierne.”
“¡Me concierne! Debo mantenerle protegida a todo costo.”
“Larsa, espera,” Osaka se acercó a su amigo. “Por favor, tenemos que hablar sobre esto. No podemos simplemente escaparnos de los conflictos.”
“No creo que haya mucho de lo que podríamos hablar, Kasuga-san…”
“No, estoy de acuerdo con Osaka,” dijo Yuyuko. “Tenemos que tranquilizarnos y poner las cosas en claro. Somos personas civilizadas, podemos dialogar y entendernos.”
“Oír las palabras de otras personas también es la mejor forma de volverse vulnerable,” Youmu entrecerró sus ojos. “Estamos en Hanasaki, y los Rebels siempre han intentado ver la forma de atacar a esta institución. Y esto es más probable en alguien que ha salido de aquel nido de ratas desde sus inicios.”
“…” Larsa se volteó y le encaró, con cierta sorpresa y molestia. “¿Qué has dicho?”
“P-por favor, no peleen…” Osaka empezó a asustarse.
“No puedes simplemente asumir que todos de algún modo afiliados a Rizembool son seres detestables. Y pese a mis antecedentes, tampoco permitiré que insultes a mi familia.”
“…” Youmu tensó su expresión.
“No soy ningún peligro para nadie ni estaría preparado para lastimar a otras personas, pero no me esforzaré en convencerte. Esto también es incómodo para mí, así que haré el favor de retirarme. Y también… Saigyouji-san tiene el derecho de decidir con quiénes conversa. Sólo porque tú tienes problemas conmigo no significa que debes forzarle a seguir tu parecer.”

Él pretendió irse, pero la peliblanca se había quedado insatisfecha. No quería que su señora fuera a pasar tiempo con aquel sospechoso elemento en el ambiente, y como no podía controlarla todo el tiempo, debía resolverlo en esa situación.

“¡Oye, espera!” ella le llamó, pero el otro siguió caminando, así que Youmu resolvió a llamarle por la fuerza. Extendió su mano hacia su espalda y jaló su espada de práctica, para dar un rápido movimiento hacia él. Estaba calculado para no impactarle, pero sí debía llamarle la atención. “¡Te estoy hablando!”

Sin embargo, Osaka, que había estado cerca de Larsa, trató de interponerse con temor de que su amigo saliera lastimado.

“¡D-detente!” Osaka extendió sus brazos y todos pasaron a mirarle con nervios. Youmu también se impresionó y bajó la intensidad de su ataque, pero de todos modos la impactó y la envió hacia atrás.
“…” Larsa llegó a agarrarla y de inmediato la sentó en el piso. “Kasuga-san, ¿estás bien?”
“¡Osaka!” Cho se aterró y corrió donde su prima al igual que Yuyuko. Las personas cerca y presentes en ese local se sorprendieron por lo que veían y se mantuvieron al pendiente de la situación.
“…” y Youmu se quedó sin palabras y soltó su espada de práctica. La molestia se le pasó como con un balde de agua fría y de inmediato quiso rectificarse, pero no se sintió cómoda de acercarse a los demás. Y entonces, vio en su vista periférica que fue amenazada por otra espada.
“¿Cuál es tu problema? ¡No te metas con Osaka!” exclamó Roxas, apuntándole con su espada de práctica. “Ella no te ha hecho nada. ¡Ninguno de nosotros, en verdad!”
“L-lo sé, no fue mi intención.”
“Pero de no haberse metido en tu camino, todavía realizaste un ataque a otra persona. ¿Qué clase de ética tienes con tu habilidad? ¡No puedes ir amenazando a cualquiera!”
“¡N-no intenté atacar a nadie, es la verdad!”
“¡Con ese movimiento rápido es imposible creerlo! ¡Y aun así es peligroso!” Roxas se estremeció de ira y comprimió el agarre de su espada. “¡Ahhh, juro que si no fueras una chica te daría un escarmiento ahora mismo!”
“…”




“¡¿Qué has dicho?!” exclamó Tomo a Roxas mientras corría a toda velocidad hacia el grupo. Todos se confundieron por su llegada y ella se dio la libertad de pararse sobre una de las sillas del establecimiento frente a los demás. “¡¿Estás excluyendo a una chica por el simple hecho de ser chica?! ¡¿Y nada menos que en Hanasaki, el paraíso feminista de las mujeres?! ¡Deberías saber mejor que esto porque tú entre todos tienes a tres parientes HiME!” y terminada su llamada de atención, Tomo sonrió como idol, contenta de estar presente. “¡Muchas gracias! ¡Llegué~! ¡Ahh, se siente genial regresar a la luz de los protagonistas! ¡No pienso quedarme atrás porque asistir una mísera clase casi cuesta que me pierda de este enfrentamiento~! Ya, alguien explíqueme. ¿Quiénes son estas dos personas que no conozco? ¿Por qué una está siendo amenazada por Roxas? ¿Y qué hace Osaka sentada en el piso?”

Varios le miraron con incomprensión hasta que Yuyuko rompió el silencio.

“¿Quién es esta chica tan simpática?” preguntó.
“Ella es Tomo-chan, la Princess de la que hablé,” explicó Osaka, sonriendo pese a todavía tener su frente roja por el impacto que recibió.
“Y no es simpática,” Roxas negó.
“¡Tú cállate, pariente! ¡Que hablen las HiMEs!” Tomo se decidió a ignorarle.
“¿Pariente?” el rubio se confundió.
“Ehm pues…” Cho desvió su mirada, no sabiendo por dónde empezar, y vio a Youmu recoger su espada cabizbaja.
“Tengo que irme…” ella se marchó a paso rápido.
“Ara~…” Yuyuko extendió su mano para detener a su protegida, pero esta fue muy rápida como para poder hacerlo.
“Pareces estar bien,” Larsa ayudó a Osaka a levantarse. “Pero te aconsejo que vayas a la clínica dentro del campus para que te revisen y descanses, por precaución.”
“Sí,” Osaka sonrió con tristeza. “Perdón, no pude solucionar esta situación…”
“Es por mi culpa que te has visto envuelta. Debí haberme marchado.”
“No puedes decir eso,” Yuyuko negó y sonrió apenada. “Sí quisiera que mi Youmu pueda llevarse bien con todos ustedes, sobre todo con aquellos que son más distintos a ella, porque los necesitará y ella nunca ha sido abierta a otras personas. Aunque… pienso que tomará mucho tiempo.”
“Ehh, ¿alguien podría explicarme qué pasó de una vez?” Tomo empezó a impacientarse.
“Primero hay que atender a Osaka,” recalcó Roxas.
“Sí, pero tú tienes que irte,” le dijo Cho.
“Pero…”
“También tienes práctica de kendo ahora, y si Tomo salió de su clase es porque ya son las diez.”
“Bueno, salí diez minutos antes, pero quizás sí sean las diez ahora…” Tomo se encogió de hombros.
“Te mantendremos informado,” dijo Larsa.
“Nos podemos reunir luego de tu práctica para el almuerzo,” Yuyuko sonrió.
“Cierto,” Osaka asintió. “No te preocupes por mí.”
“Está bien…” Roxas se frustró pero no podía ir contra la corriente. Él guardó su arma y se despidió de todos para marcharse rápidamente.

Sólo quedó aclarar la situación con los trabajadores del puesto de comida, pagar la cuenta y disculparse por los inconvenientes, para de una vez acudir a primeros auxilios. Y durante el camino, le explicaron a Tomo todo lo que se había perdido y Osaka continuó narrando distintas anécdotas del pasado.

Era el inicio de nuevas anécdotas y con otras personas.
« Last Edit: July 08, 2017, 10:44:49 PM by Cho »


Mimi Tachikawa

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #92: January 30, 2016, 12:41:38 AM »
Capitulo 12 : Amor


Ai se encontraba en su habitacion, era de noche y sus dos hermanos no se encontraban, aunque esa situación se daba todos los días, porque Koi se perdia entre sus grabaciones y presentaciones y Ryuu pues no sabia mucho de su hermano mayor, solo le decía que tenia muchas cosas que hacer y se iba sin dar mas explicaciones
Uhm me siento aburrida…-suspiro pesadamente cuando su celular sono-quien será?...-cogio el celular rosa y vio que le había llegado un mensaje- es de Totty…-empezo a leerlo, en aquel mensaje le contaba acerca de lo que había sucedido después del encuentro con su hermano Choromatsu, la pelirrosa se reia divertida de todo lo que le estaba escribiendo, después vio una foto adjuntada de sus seis hermanos, todos riéndose tontamente y a una castaña que también estaba con ellos- se nota que se diivierten mucho…- dijo mientras le escribia- este mensaje llego justo en el momento en el que me sentía sola, muchas gracias….- mientras seguía escribiendo recibió otro mensaje, que respondio una vez que terminaba de responder el otro mensaje-

Es de Mayura-senpai!!...-dijo sorprendida,empezo a leer aquel mensaje donde le enviaba muchos animos y le contaba que había decidido volver a ser Hime –es cierto según los rumores que se están propagando en la escuela, aquellos chicos de Rizembool pueden volver a atacar a la escuela, me alegra saber que senpai luchara para protegernos…- coloco el celular en su prominente pecho-y si las cosas se ponen difíciles…no necesitarían una ayuda…- cerro los ojos y se imaginaba peleando al lado de la persona que había admirado desde que la había salvado hacia 3 años- Y si doy la prueba para ser una hime? Quiero ayudar a Mayura-senpai y a las demás chicas que nos salvaron…- se levanto de su cama- eso hare!! Ire a tomar la prueba y me convertiré en hime…-

Eso si que no Ai-chan!!! No tomaras ninguna prueba que puede ponerte en peligro…- Koi había llegado de trabajar y había escuchado los pensamientos en voz alta de su gemela-

Niichan!!-dijo para saltar de su cama y abrazar a su hermano mayor- pero yo quiero dar ese examen, no crees que si me vuelvo una hime puedo ayudar a los demás justo como lo hizo Mayura-senpai con nosotros…-

Aun eres muy joven y no puedes tomar esos exámenes, correrías un grave peligro!!! Y no quiero que nada malo te pase Ai-chan…-

Oniichan…- dijo abrazando a su hermano- nada malo me sucederá…no soy tan débil para que algo malo me suceda…-

Y tu sueño de ser una idol?...-

Tambien luchare por conseguirlo…asi que no te preocupes por eso niichan…-

El pelirosa de cabellos cortos observo la mirada de decisión de su hermana y cualquier intento de persuadirla seria imposible, porque cuando algo se le mete a la cabeza es imposible que cambie de opinión

Pero por mas que yo apruebe tu decisión ….la persona que nos esta cuidando es Ryuu-nii asi que será mas difícil conseguir su aprobación…-

Eso si será difícil…pero entonces eso quiere decir que me apoyaras en mi decisión?

Si no me queda de otra….-

Niichan te quiero!!!!-

Despues de eso Koi  se retiro de la habitacion de Ai que suspiro pesadamente para volver a echarse en su cama

Mañana le dire a Ryuu-nii …uhm aunque mejor podría guardarlo en secreto no? Porque después no me dara el
permiso yo lo se…-

Justo cuando estaba agarrando sueño la puerta de su habitacion se abre

Es cierto lo que Koi-kun dijo!!!! Vas a tomar esa prueba Hime de la escuela?!!!-

Satsuki-chan?- dijo sorprendida la joven Kisaragi-

Ai-chan!!!! Te dije que no te involucres en esas cosas!!! Aun eres joven puedes terminar lastimada!!! No te acuerdas lo que paso hace 3 años? Quieres que algo malo le pase a tus hermanos o tus amigos?-

No quiero que nada malo les pase, por eso quiero tomar la prueba…-dijo cruzándose de brazos- se que tomaría muchos riesgos pero si puedo asi ayudar a Mayura-senpai y a las demás chicas lo hare, asi que apóyame si? –

Por que eres asi Ai-chan?...- suspirando pesadamente-siempre quieres ponerte en peligro para que los demás estén bien….lo hiciste primero con Koi-kun….luego con ese niño mayor que nosotras en la escuela primaria que ahora que estoy recordándolo me da mucho miedo…y ahora por la senpai que te salvo?  Ai-chan tienes que medir el peligro en serio me preocupa…-se acerco a su amiga y apoyo una mano sobre su hombro- asi que como no va a quedar de otra…te apoyare pero te ayudare a entrenar con el equipo de basket de la escuela deacuerdo?

Eh? Con el equipo de basket de la escuela? Es necesario? No quiero jugarlo me da algo de miedo…-

No te preocupes no te lastimaras…hasta creo que eres apta para jugarlo, debes de tener un talento escondido-

Eh??? Pero si me quedo practicando…como hare con las practicas del club de canto en el que estoy inscrita?...-

Pues tendras que dejarlo, porque lo importante es que te fortalezcas físicamente y yo como tu mejor amiga debo de encargarme de que eso se vuelva realidad…- le guiño el ojo- asi que si quieres ser hime tendras que hacer lo que yo diga…-

No seas tan estricta Satsuki-chan….-sonriendo nerviosamente-

No soy estricta soy una buena amiga…- le dijo sonriendo- y dime ya has escuchado el 1er single de 2 Wink? A que no suenan geniales?-

Eh?...aun no he podido escucharlos…-dijo la pelirosa de cabellos ondeados mientras se acercaba a su mesita de noche y sacaba un disco- pero si lo he comprado y tuve la suerte de comprar la versión limitada-

Se nota que eres fanatica de los idols…- dijo la otra pelirosa cruzándose de brazos- pero ahora que estamos juntas vamos prendamos la tele y veamos el pv que es hermoso, los chicos son gemelos se llaman Yuuta   y Hinata, hace poco se han hecho conocidos pero están ganando terreno en el mundo musical porque usan la electrónica en sus canciones…ademas que son muy guapos-

En serio son gemelos?...- Ai recién se dio cuenta de la porta del disco que tenia entre sus manos- es cierto son idénticos, pondré el disco del pv del video…-dijo Ai mas interesada en el disco ya que aquellos chicos eran idénticos, asi como ella y Koi-

La música empieza a sonar y en el video hacen aparición los dos gemelos Aoi

Ahora, salta en la melodia

Un soplo que viene fuera de los audifonos
¿A dónde iremos?
¿No estamos libres de ir donde queremos?
Los libros de texto indican que el poder de los dos provienen del A que es igual al B

Pero queremos encontrar nuestra propia respuesta
Tenemos ese tipo de sensación


Que hermosa canción…- dijo Ai mientras cerraba los ojos- puedo sentir cada palabra que provienen de sus voces, como si esta canción también fuera hecha para niichan y para mi…-

Por eso pensé en ti y Koi-kun…este grupo esta hecho para ustedes dos…- dijo sonriéndole ampliamente – de unos gemelos para otros gemelos…-

El sueño de un condimento dulce, podrias convertirte en uno
asi como nos caemos (y reimos)
y grabamos (el ritmo)
estamos buscando la respuesta


Ai se quedo viendo detenidamente el video mientras observaba con inusual interés hacia uno de los gemelos que llevaba el audífono celeste y su traje era azul con rosa

Son muy guapos no?...-

Se nota que el que tiene el audífono celeste quiere mucho a su hermano…-

Te refieres a Yuuta-kun? Si quiere mucho a Hinata-kun, aunque Hinata-kun es un sobreprotector al ser el mayor…-

Es como niichan y yo, el también siempre me cuida….como me gustaría conocerlos en persona…-

Cuando seas idol estoy segura que los conoceras…- le dijo-

*nota: link de cancion* https://youtu.be/HRXUk8V4PyA

Asi que se llama Yuuta-kun no?...-

Satsuki iba a decirle algo a su amiga, pero se quedo callada al ver lo emocionada que se encontraba al ver el pv del disco y el interés hacia uno de los chicos

Asi por el momento se olvidara de esa prueba de Hime que quiere tomar…-suspiro-

No me olvido Satsuki-chan…igual tomare mi prueba…-

Ambas se rieron mientras que la pelirosa entrenadora del equipo de basket empezaba a contarle acerca del grupo 2 wink, al mismo tiempo que Ai le contaba acerca de la empresa donde trabajaba Koi y sus idols que trabajaban ahí-

---------------------

No tan lejos de la casa de los Kisaragi se encontraban los mencionados idols terminando una presentación callejera, las personas que se habían reunido para verlos se encontraban maravillados después de la demostración acrobática que los gemelos demostraron, ambos jóvenes saludaban animadamente al publico

Gracias por presenciar nuestra presentación!!! La próxima semana estaremos aquí a la misma hora y en el mismo lugar!!- hablaba animadamente Hinata Aoi, el hermano mayor-

Tampoco dejen de apoyarnos en nuestras primeras presentaciones como 2wink!!!- de la misma manera hablaba Yuuta Aoi el hermano menor-

Claro que lo haremos!!! Den todo lo mejor Yuuta!! Hinata!!- hablaban las personas emocionadas mientras se retiraban del lugar-

Una vez que todos se habían ido Yuuta y Hinata se acercaron a una de las bancas del parque donde se estaban preparando

Tengo mucho sueño…- bostezo Yuuki que se había apoyado en el hombro de su hermano mayor-Aniki vamos a casa?-

Aun no podemos irnos Yuuta-kun, aun no viene nuestra manager a recogernos…-

Como siempre tiene que venir tarde….- dijo suspirando pesadamente-

Se demora porque termina de conseguirnos nuestras siguientes presentaciones, y es que nadie se puede negar a su belleza e inocencia…-dijo el mayor con ojos brillantes- es tan perfecta…-

No creo que sea perfecta e inocente…pero hace un buen trabajo…- hablo Yuuta mientras empezaba a dormitar-deberias de invitarla a salir de vez en cuando a solas…-

Como crees? No podría salir junto a Todoko-chan sin mi querido otouto…-

Aniki si te gusta ella deben de salir a solas y no conmigo como el tercio que no encaja en la ecuación…-

Pero Yuuta yo quiero salir contigo también …-dijo inflando los cachetes- y cuando tu tengas a alguien especial tienes que ir conmigo…-

Si yo me enamoro de alguien creeme que no te llevaría …-

Eso es cruel Yuuta-kun y yo que te quiero mucho…-

Somos hermanos gemelos no siameses para estar juntos…ademas es bueno de vez en cuando tener momentos para nosotros solos?...-

Tienes razón…pero no puedo evitar preocuparme por mi querido Yuuta-kun…-

Yo también me preocupo por ti y por eso quiero que seas feliz y Todoko-san puede ser la indicada…-

Como has madurado Yuuta-kun que ya no me quiere…- fingio llorar mientras que Yuuta suspiradaba pesadamente-

Chicos!! Ya llegue!!!-

En escena apareció la manager de 2wink, era una hermosa jovencita de cabellos castaños amarrados en dos trencitas, con una gorra puesta, y vestido rosa junto a un chaleco de color melón, Yuuta observo a su hermano que se había sonrojado levemente, la joven era mayor que ellos por 2 años

Bievenida Todoko-chan!!!- Hinata se acerco a la joven- como te fue? Estas bien has comido?

Me fue muy bien, tenemos muchas presentaciones fijadas a apartir del prox. mes y pues aun no he podido comer, pese a que estuve cerca a restaurantes no me dio tiempo…- se toco el estomago-tengo mucha hambre…vamos a comer todos para celebrar que 2 wink esta comenzando bien su incursión a ser idols reconocidos!!

Si vamos a comer!! Quiero que me cuentes todo lo que has hecho…-

Seguro que Todoko-san estuvo coqueteando con alguien para conseguirnos mas presentaciones…-rio divertido, cuando observo a la pelicastaña que empezaba a toser exageradamente-

Eso es cierto Todoko-chan?...-

Claro que no como podría hacer eso? Jejejejejej …-riendose nerviosamente- bueno bueno dejemos de charlar aquí y vayamos a comer, deben de dormir temprano para asistir a clases…-

Deacuerdo!!!...-dijieron los dos gemelos al mismo tiempo-

Hinata se adelantaba para caminar al lado de Todoko mientras escuchaba como la joven mayor se empezaba a quejar de algunas cosas que había pasado, pero el joven solo asentia mientras se quedaba mirándola como un tonto,Yuuta decidio quedarse unos centímetros mas lejos para dejar espacio libre para los dos solos

Si Aniki esta a puertas de conseguir novia…sera que yo también lo hare? Aunque no he conocido a alguien que me impresiona como Todoko-san con él-suspiro pesadamente- la podre conocer?

Los tres jóvenes pasaron por la casa de los Kisaragi justo en el momento que Ai terminaba de despedirse de Satsuki, las miradas de Ai y Yuuta se cruzaron, el menor de los Aoi volteo a ver nuevamente a la pelirosa que estaba entrando a su casa

Oi!!! Yuuta-kun!! Apurate que nos estamos adelantando mucho!!-ondeo sus manos el mayor para llamar al menor

Esa chica era muy linda…- dijo con una suave sonrisa- espero volver a verla nuevamente…- luego tomo una onda respiración y exhalo-  ya voy Aniki!!!-

Ai ya dentro de su casa penso en el chico que vio pasar y luego en el cantante de 2wink

No puede ser!! es Yuuta Aoi?!!!!...-corrio para abrir la puerta y ver si aun estaba por ahi, pero ya no estaba-espero que pueda volver a verlo...-

Y aquel encuentro se daría en un futuro en cuanto Ai tome el camino de ser Hime…

Continuara

--------------

Matta ne!!!

Mimi-chan
« Last Edit: April 05, 2016, 10:59:32 PM by Mimi Tachikawa »


Puri

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #93: January 30, 2016, 03:12:32 AM »
***




“Al parecer no habrá forma de poder convencerla, ¿no es cierto?”.
“No, lo lamento”. Tras unos instantes de silencio en que ninguna se atrevió a mirarse a los ojos, Miranda finalmente suspiró.
“Lamento las molestias, señorita Chun. Espero no haberle causado mayores inconvenientes”.

Miranda no tenía que saber lo que sucedió en aquel momento que recibió el mensaje en que le pedía volver a ser una HiME, pero sintió como si algo helado recorriese toda su espina dorsal al escuchar sus palabras y el tono con el que las pronunció. Era como si supiera y no le gustaba para nada. Chun se limitó levemente a hacer una reverencia, se paró de la silla y salió sin decir una sola palabra más de la oficina de la directora. Afuera estaba Yzak esperándola de brazos cruzados.

“¿Todo bien?”.

Chun se limitó a asentir y con un gesto del rostro le indicó que lo mejor sería que salieran de ahí. Luego que Ritsu tartamudease mil disculpas (nadie podía culparle, después de todo cualquiera tendría miedo de ver a un ex rebel con una ex HiME ahí juntos como si nada) los dos salieron de la estancia. Siendo honesta, la pelinegra no se imaginaría que sería tan pronto que volvería a pisar la escuela Hanasaki. Claro, era cierto que venía a estudiar en la universidad y técnicamente eran las mismas personas detrás de todo, pero dentro de su mente estos seguían siendo dos edificios y campus separados y con el universitario ella nunca tuvo algún tipo de relación, por lo que no tenía que asociarlos de alguna manera al pasado. Además, siempre pensó que si algún día volvía a Hanasaki, lo ideal sería volver con Mariemaia, pero esta no había vuelto a contactarse desde esa llamada…

Finalmente salieron del edificio y Chun sintió que se quitaba un fuerte peso de los hombros. Miró a su hermano y le dedicó una leve sonrisa.

“Estoy bien. Le dije que no deseaba volver a ser una HiME, que en verdad no quería volver a involucrarme. Además, soy la hermana de un ex rebel que decidió no acudir al llamado de Rizembool, así que tampoco me parecía correcto”.
“Es lo mejor”, Yzak le sonrió con más calma y le tomó de la mano. Chun entrelazó sus dedos.
“¿Qué dices? ¿Quieres almorzar conmigo?”, decidió cambiar el tema a uno mejor y al ver el chispazo de interés en los ojos de su hermano, rió. “¡Ah, pues no soy la única que tiene hambre entonces!”.
“Hush”, Yzak se permitió también una risa. “Casi no desayuné nada en la mañana y al parecer no hay tantas máquinas de snacks en Hanasaki. No necesitamos una guerra entre HiMEs y rebels para decidir qué escuela es superior”.
“Esas máquinas están por los salones, obviamente no van a estar por el despacho de profesores”, Chun rodó los ojos. “Pero bueno, ¿tienes algún antojo en especial?”.
“No, elige tú”.
“Entonces shawarma”, para este punto ambos hermanos ya se encontraban en la parada de bus y tomaban uno.
“¿Cuál es la obsesión de los europeos con la shawarma?”, preguntó Yzak mientras pasaba su tarjeta y pagaba los pasajes de ambos. Chun corrió a sentarse al fondo y una vez que su hermano llegó cerca de ella le miró de pies a cabeza. “¿Qué?”.
“La última vez que te vi tú también eras europeo. Y la última vez que chequeé era yo la que tenía apellido chino”.
“Por adopción y porque los fics de Puri nunca tuvieron sentido anyway”, recalcó Yzak y Chun rió. “Hasta ahora no entiendo qué es lo maravilloso de las shawarmas si son lo mismo que un twister de KFC”.
“Ok hereje, detente ahí. NI TE ATREVAS a compararlos porque el que queda mal parado aquí eres tú”.
“Como digas”, el peliblanco se cruzó de brazos y bufó. “Sólo porque le echas ajo a uno y no al otro no existe un cambio abismal”.
“Oh, pero el ajo hace maravillas”, Chun sacó su teléfono del bolsillo, lo revisó rápidamente y volvió a guardarlo. “Oye Yzak… ¿Has hablado de todo esto con Suiseiseki?”, su hermano se encogió de hombros.
“No y aunque quisiera hacerlo no creo que podría lograrlo”.
“¿A qué te refieres?”.
“¿Recuerdas que te mencioné que fue ella la que insistió en que ambos fuésemos a terapia conjunta?”, Chun asintió. “Es una especie de juego para ella. O sea, no, en verdad no, pero no sé cómo explicarlo…”, suspiró. “Es como si utilizara esos espacios de excusa para consigo misma. Ella sabe que tiene que hacer cierto trabajo de introspección sobre lo que sucedió pero tampoco quiere hacerlo, así que se engaña a sí misma haciendo una actividad que evidentemente debería llevarla a hacer ese proceso; sin embargo, no lo hace. Todo es superficial. No sé si lo entiendas la verdad”.
“Creo que no”, admitió la menor.
“Intenta pretender ante sí misma que todo está bien cuando no lo está, en resumen. El problema es que mientras ella no desee afrontar eso no lo querrá ni ver ni aceptar, así que mucho no puedo hacer por ella”. A pesar de las duras palabras, Chun pudo reconocer la frustración detrás del enojo y supo entonces que su hermano aún se preocupaba por la otra. Después de todo, tampoco era el estilo de Yzak ir siguiéndole el juego a cualquier persona así por así.
“Pero si todo el asunto HiME sucedió hace años, ¿por qué recién pasa todo esto ahora? ¿Por qué recién te dice para hacer terapia conjunta? ¿O por qué recién es que notas todo esto? Tampoco lo entiendo”.
“Su key se fue a estudiar a China”, nuevamente se encogió de hombros. “Puedo atreverme a decir que esto le ha afectado más de lo que ella misma quiere aceptar y le obliga a repensar demasiadas cosas. Pero como parece, no desea afrontar absolutamente nada”.

Chun se quedó en silencio, la verdad no podía culparla. Si ella pudiese, tampoco afrontaría nada.

Se quedaron en silencio el resto del camino hasta que llegaron a su paradero y se bajaron en una zona con un gran parque y varios puestos de comida. Después de que Chun ubicó bien el lugar que le había comentado Pilika, ambos hermanos encontraron el puesto de shawarma y ordenaron; como era de esperarse, Yzak terminó enamorado de las shawarmas y Chun no dejó de repetírselo a cada instante que estuvieron ahí después que el peliblanco hubiese acabado su tercera repetición.

Y mientras su hermano pedía otro para llevar y poder comerlo en la cena, Chun cayó en cuenta que esta era la primera vez en su vida que había salido con su hermano a pasear y se había reído y disfrutado tanto, algo que no pasaba desde que eran niños, desde antes de la separación y todos los problemas. Yzak se veía feliz, no mostraba ningún signo de preocupación y finalmente lo veía libre, ninguna cadena lo ataba y finalmente podía hacer lo que quería. Su hermano finalmente estaba en paz.

“¿Pasa algo?”, preguntó con preocupación al ver su rostro, conteniéndose las lágrimas. “Chun…”, susurró con miedo y se levantó hacia ella, pero la menor prorrumpió en carcajadas. “Qué carajo te pasa, AH”, dijo con enojo.
“Que te quiero, eso es lo que pasa”, respondió con una sonrisa radiante que dejó al otro congelado. Esto no amilanó a la menor y Chun saltó de su asiento a darle un rápido y fuerte abrazo para luego echarse a caminar de vuelta al paradero del bus. “¿Qué?”, le preguntó dándose una vuelta tras unos cuantos pasos. Yzak sólo frunció el ceño y se mordió por dentro de la boca para no sonreír.
“Ustedes los europeos son gente demasiado rara”. Chun rodó los ojos.
“Sí, como digas, Yzakku-onii-sama, de ojos azules y cabello blanco”.
“Así es, imouto-chan”. Ambos rieron.

Nunca, pero nunca más en su vida volvería a ser HiME. Porque tener momentos como estos al lado de su hermano, el poder tener paz ambos, era algo que Miranda jamás le podría dar.

***
« Last Edit: January 30, 2016, 04:27:47 PM by Sayi »

Forget all the shooting stars and all the silver moons
We've been making shades of purple out of red and blue


Sayi

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #94: January 30, 2016, 04:26:51 PM »
Luego dejo los iconos que me faltan :_


Episode 10 — Half Right

Tras agradecer a Miranda, Fran y Ritsu por su rápida, Ichigo no demoró en conseguir un taxi que los llevara a Sayi, Hige y a él directo a casa.

La pelirrosa apenas había intercambiado palabra con él, por lo que el rubio optó por no objetar cuando su hermanastra ocupó el asiento de adelante, dejándolo a ponerse al día con el Child en el asiento de atrás.

Luego del vuelo, el escándalo en el avión y el drama en aduanas, Sayi parecía perdida en la luna e Ichigo asumió que era entendible. No sabía cómo habían ido las cosas con Taikoubou, pero al parecer su gemelo había tenido la razón al respecto.
Al menos Hige se veía feliz de la vida, y aunque seguro el Child sabía la verdad del asunto, su efusividad parecía camuflar cualquier ápice de tristeza. Ichigo optó por seguirle la corriente y hacer del camino algo más entretenido, conversando sobre las cosas que irían a hacer y poniéndole al tanto de la vida de los demás.


Cuando llegaron a casa, Sayi se apresuró en subir a su cuarto y cerrar la puerta tras ella. Ni siquiera Hige tuvo chance a darle el alcance, pues al escuchar ruido en la entrada, el resto de la familia salió a encontrarse con nada menos que el Child al pie de las escaleras.

Ichigo respiró hondamente al ver la cordial bienvenida con la que Hiro, Izumi, Tsukino y Kano recibieron a Hige… aún si sabían muy bien lo que significaba la presencia del Child.

Así era como se venían a enterar del compromiso de Sayi con un nuevo conflicto HiME.


Tsukino y Kano habían optado por buscar a la pelirrosa, y aunque esta no dejaba entrar a nadie en su habitación, las hermanas se limitaban a deslizarle post-its por debajo de la puerta.

Mientras tanto en el comedor, Izumi Mio se masajeaba las sienes mientras intentaba ignorar por un momento al inocente Child sentado al otro extremo de la mesa. Hige no le hacía caso a la incertidumbre reinante, pues Ichigo no había demorado en servirle tres bolas de helado para entretenerlo.

Contactando a Miranda, describirle la situación a Fran, consiguiendo el transporte, distrayendo a Hige y ahora con la tarea de explicarle él a la familia el por qué ella era HiME de nuevo… Ichigo no podía evitar preguntarse en qué momento se había vuelto el relacionista público de Sayi.

En ese momento Hiroyuki, su papá, salió de la cocina cargando una taza con valeriana. El pelinegro lo dejó delante de su esposa y tomó asiento frente a su hijo. Sonrió pesadamente, e Ichigo sintió cierto alivio al percatarse que su papá se compadecía de él y la situación en la que se encontraba.

"Eres un buen hermano" le dijo.

No obstante el ambiente volvió a abrumarse cuando Izumi tomó un largo sorbo de valeriana antes de empezar a hablar.

Hiro había adoptado a las hermanas Mio como si fueran sus hijas, pero la mayoría de la responsabilidad aún la cargaba Izumi —la tía y guardiana original de sus tres sobrinas. El cómo un evento cómo volver a ser HiME se había escapado de su radar aún estaba fuera de ella, y era evidente que la pelinegra intentaba venirse con una idea de cómo lidiar con la situación efectivamente…

…sin matar a nadie en el intento.

"¿Me podrías contar cómo volvió a ser HiME? ¿Desde cuándo?"
"Yo tenía entendido que el asunto había quedado en el olvido" agregó Hiro
Izumi suspiró amargamente "Fui una idiota al pensar que la última batalla había cerrado las cosas..."

Ichigo se apuró en ponerlos al día a grosso modo. Les contó del mensaje de Miranda y cómo la respuesta de Sayi fue casi inmediata. Para no debrayar, dejó fuera todo lo relacionado a la prueba HiME, así como el encuentro/consejo con Soujirou, su ex-Rebel… aunque si les aseguró que el castaño no retomaría su rol. Les contó que la visita a Beijing había sido para poner al tanto a Taikoubou, y que Hige había aparecido en pleno vuelo de regreso.

La certeza que su Rebel aún no había aparecido pareció darle cierta seguridad a su tía, aún si ello no le quitó la cara de pocos amigos.

Hige había terminado su helado y ahora escuchaba la conversación en silencio. Aún mantenía un porte relajado, e Ichigo se preguntó si saltaría a agregar algún trozo de información intrínseca entre HiME y Child.

Pero el castaño no dijo nada. En cambio, fue Izumi quien golpeó la mesa con su puño.

"¡Sabía que debí haberla mandado al extranjero! Ahora estaría feliz en algún otro lado, sin preocuparse por este conflicto sin pies, ni cabeza, ni final" la pelinegra se recostó en el respaldar "Por supuesto que iba a decir que sí. Mis sobrinas son unas expertas en saltar a ayudar sin medir las consecuencias" su mirada pasó por Hige, y antes de pensar sus palabras, se lamentó "Y ahora es evidente que no hay vuelta atrás"

El Child se dejó ver apesadumbrado por primera vez en toda la tarde, y con un hilo de voz prometió proteger a Sayi de cualquier peligro.

"Gracias Hige" le respondió Hiro, y agregó "Y estamos muy felices de volver a verte, por cierto" le aseguró. El Child pareció animarse un poco e Ichigo agradeció mentalmente el carácter mediador de su padre "Es solo que nos preocupa el bienestar de Sayi. Todos fuimos testigos de lo difícil que fue su primera experiencia como HiME, y el que ahora haya vuelto a participar en el conflicto es muy preocupante"

“Aunque yo no sea tu Rebel, si vuelves a ser HiME te asignarán a alguien nuevo”

Ichigo recordó las palabras de Soujirou en la cafetería y sintió un peso en el estómago.

“Y si Rizembool viene a vengarse, no me sorprendería que sea un enemigo formidable. Sobretodo cuando se trata de derrotar a una de las HiMes que ‘triunfaron’ la última vez”

Izumi miró de reojo a su esposo, seguido del Child de su sobrina, y entonces suspiró. Ella misma sabía que a veces no cuidaba lo que salía de su boca, pero no podía evitar lo molesta que se sentía con toda la situación.

"Yo también me alegro de verte Hige, no fue mi intención sumarte como parte del problema. Se que tu existencia consiste en ayudar a Sayi, y por eso te agradezco"
Hige se conmovió con esas palabras "Abu ;_;…"
"Pero… ¡ugh! ¡Debe haber algo pude haber hecho! Ya sea encarar a la fresca de Miranda o encerrar a la ingenua de Sayi…"
Ichigo sonrió rendido "Sayi tiene un lazo muy fuerte con Hanasaki. Ella podía haber estado viviendo en una aldea en los Himalayas, Miranda le hubiera mandado el S.O.S por paloma mensajera y estoy seguro que Sayi se hubiera aparecido a dar la prueba el día siguiente"

Hiro y Hige no pudieron evitar reír ante la ocurrencia, pero Izumi volvió a irritarse al escuchar esas palabras.

"Es hija de su madre. Kyoko hubiera hecho exactamente lo mismo" dijo entre dientes "Al menos mi hermana terminó con su deber relativamente rápido, pero…"

Izumi a duras penas hablaba de su hermana con ellos, e Ichigo se sorprendió al escuchar de ella. Pero su madrastra se detuvo y cambio el tema de inmediato.

"Y a todo esto, ¿qué dijo el malagradecido de Taikoubou?" A Izumi jamás le había simpatizado el novio de su sobrina, pero estaba al tanto de su rol como Key "¿Se dignará a visitarla más a menudo, supongo?"


Ichigo miró a Hige en busca de una respuesta, pero antes que el Child dijera algo, Tsukino y Kano entraron al comedor. Tenían un semblante preocupado y ello alertó a Hige e Ichigo.

"¿Qué paso?"
"Es Sayi…" empezó Tsukino "De la nada empezamos a escuchar mucho ruido en su cuarto y… y…"
"¿...Y?"
Kano tenía lágrimas en los ojos "¡Esta escuchando Radiohead y Death Cab for Cutie a todo volúmen!"
"DIOS MIO"
"MAMI NOOO"


Sin excusarse con los mayores, Ichigo y Hige subieron al segundo piso seguidos de Tsukino y Kano. Solos en el comedor, Hiro le sobó la espalda a Izumi, quien volvía a descomponerse en su asiento.

"Hay que apoyarla, no queda de otra" comentó Hiro. Izumi tensó los labios "Al menos esta vez es más experimentada en combate, y esta mejor preparada para lidiar con el problema"
"Cuando Kyoko era HiME, teníamos otro par de conocidas que eran HiMEs y… bueno… solo puedo decir que uno nunca puede confiarse. Es un asunto delicado. Son peleas muy fieras, y lo más triste es que son por un trasfondo tan insignificante como un conflicto entre instituciones. Las HiMEs, Rebels, todos, se toman ello como un asunto personal y terminan distorsionando sus vidas por completo"
Hiro sonrió pesadamente "Todas las guerras siguen una fórmula muy similar, lamentablemente"

Escucharon un estruendo en el segundo piso, pero ninguno de los dos se movió de su sitio.

"Cada vez se parece más a su madre"

Hiro sintió la angustia en su voz.

"Pero no son la misma persona"
"Kyoko no vivió mucho más allá del conflicto. Salió victoriosa, pero…"
"Lo que pasó con tu hermana fue un accidente. No tuvo nada que ver con Rizembool. Y estoy seguro que cuando Sayi salga ganando esta vez, va a tener una larga vida por delante, no te preocupes"

Hiro la abrazó, e Izumi recostó su cabeza en su hombro. Se sintió reconfortada, y parte de ella sentía que las palabras de Hiro podían timbrar con verdad.

No quería dañar esa esperanza, pero tampoco podía ignorar la sospecha que llevaba cargando por tanto tiempo, y el pánico que sentía porque pudiera repetirse.

Que sí, que la muerte de su hermana había sido culpa de Rizembool. O al menos, de aquel hombre que habían jurado muerto y enterrado.


Tras el cargamontón de Ichigo y Hige, la puerta se abrió en un escándalo que detuvo a la dueña de la habitación en el acto.

“MAMA NO, LA VIDA SIGUE T__T” lloró el Child abrazándose a los pies de su HiME “¡Ya verás! ¡En nada de tiempo encontraremos un nuevo papi y---!”
“Hige…” Sayi intercaló miradas incómodas entre el delator a sus pies y su hermanastro y hermanas al pie de la puerta “Ehm, no quería que se enteraran así pero… sobretodo…”
“;3;”
“¿Por qué rompieron mi puerta?”
“Sabemos que el que tu escuches Radiohead y Death Cab for Cutie juntos es como mezclar Racumín y Cloro. Son tus bandas suicidas”
Tsukino se giró hacia Kano y susurró “Kaien al final tenía razón. Si iba a terminar con Taikoubou”
“¡Kaien siempre tiene la razón! No se para que le cuestiono” se les unió Ichigo, y por su lado Sayi se anotó mentalmente matar a su hermanastro apenas llegara de Australia “Pero aparte de eso, Sayi, ¿por qué estás empacando?”

La atención se prestó a las tres maletas abiertas encima de su cama. Una estaba repleta, mientras las otras dos aún estaban en proceso de sortearse. El velador, la mesa y hasta el suelo tenía desperdigados ropa, maquillaje y chucherías. Al pie de su cama, su laptop acompañaba con música mientras mostraba una sola ventana abierta además del Spotify.

“Estaba revisando el correo y Miranda mandó una invitación a todas las HiMEs para mudarnos a la mansión. Al parecer han habilitado una sorority y bueno, considerando que seguro Izumi quiere matarme por no haberle dicho nada, el momento parece preciso para volver a vivir en la universidad.”

Dicho esto Sayi continuó tirando cosas dentro de sus maletas por encima del silencio de sus hermanos. Hige dejó ir la pierna de la pelirrosa y se quedó cruzado de piernas en el suelo, observando. La música continuó siendo el único sonido hasta que un hilo de voz interrumpió desde la puerta.

“¿Por qué tienes que irte?” le preguntó Kano “Hay suficientes cuartos para que Hige elija, y…”
“Pero ahora que soy HiME de nuevo, quedarme aquí podría ser un poco peligroso para ustedes. Además, es mejor estar junto a otras HiMEs para ayudarnos, y…”
“¿Pero te podremos visitar al menos?”

Sayi se giró a sus hermanas, y el verlas tan apenadas le hizo percatarse que su lógica las estaba lastimando. En reiteradas ocasiones, Tsukino y Kano le habían contado lo mucho que la habían extrañado en la anterior batalla HiME, cuando ella no tenía cabeza para otra cosa que no fuera su Rebel y Rizembool.

Y tras tres años de tranquilidad, ahora les caía el baldazo que su hermana era HiME de nuevo y, sin siquiera un descanso para sacudirse, Sayi volvía a dejar la casa para regresar a Hanasaki por tiempo completo.

“¡Claro que si! Voy a venir a visitarlos a menudo y ustedes también pueden venir a visitarme cuando quieran. La preparatoria esta a nada de distancia” les aseguró, plantándoles un beso en la frente a cada una “Además tengo toda la experiencia anterior conmigo. Voy a ser una HiME de temer” terminó de decir con una sonrisa.

Ambas sonrieron levemente y Sayi las rodeo con un abrazo. El ambiente se apaciguó con la muestra de afecto entre hermanas… hasta que una larga sombra se cernió sobre ellas.

“Oh pero que lindo ♥ ¿Hay espacio para una tía ignorada con ganas de asesinar?”
“BYE”

Al escuchar a su tía, Tsukino y Kano rompieron el abrazo y salieron corriendo hacia el primer piso.

Cruzada de brazos, Izumi fulminaba a la mayor de sus sobrinas con la mirada. Sayi retrocedió un par de pasos e intento mantener la compostura, aún si le aterraba lo que estaba por venir.

Ni tonto ni lento, Ichigo tomó a Hige de su hoodie y lo arrastró con él hacia la puerta de la habitación.

“Eh… Hige, vamos al ático que ahí tenemos una caja llena de cosas tuyas que tenemos que limpiar para sacarles el polvo y que no te den alergía y—“

En un intento por salvarse, Sayi tomó a su hermanastro del brazo y le rogo con la mirada que se quedara. Pero Ichigo a duras penas negó con la cabeza y continuó camino fuera de su cuarto.

Cuatro años conviviendo con Izumi Mio era suficiente para respetar su aura asesina por encima de cualquier plegaria.


La puerta se cerro tras ellas y la pelinegra miró con desinterés las tres maletas sobre la cama de su sobrina.

“¿Y esto? ¿Te mudas?” preguntó, pero Sayi solo tensó los labios “Pero yo no debería sorprenderme, ¿cierto? Solo otro detalle que no merezco saber”
Sayi tomó aire “Tía, siento no haberte dicho lo de las HiMEs”
“No shit Sherlock”
“Pero sea como sea, igual iba a ayudar a la otras chicas y a Miranda. No iba a quedarme paseando por Hanasaki mientras las demás HiMEs volvían a pelear”
“¿Y por qué no?” Izumi se llevo ambas manos a la cintura “Tu ya peleaste lo suficiente. Estuviste en el hospital dos veces, hell, una de ellas pensamos que te quedarías vegetal. Deja que otras chicas luchen —es una tentación difícil de resistir para los incautos: El tener poderes mágicos”
La pelirrosa se incomodó ante esas palabras “¿Y eso hubiera estado bien? Dime con toda honestidad”
“No” le respondió tajantemente.

Pero, seguidamente, Sayi reconoció cierta suavidad en su mirada.

“Pero hubiera sido lo justo. Al menos para ti”

Izumi tomó asiento en su cama. Sayi se demoró unos segundos en imitarla.

“Tu mama hubiera hecho lo mismo, ¿sabes?”

Sayi ubicó con la mirada el pequeño retrato de su madre. Ella también había sido una HiME: Miranda se lo había dicho en el último conflicto con Rizembool, y su tía se lo había confirmado después, cuando no tuvo cómo ocultárselo más.

Era extraño, pero ella no se había acordado de su madre en lo absoluto, aún con los Rebels resurgiendo. Era difícil mantener presente a una persona que apenas y te había dejado recuerdos, pero era evidente que ese no era el caso de su tía.

“A quien quieres engañar” dijo Sayi “Si tu hubieras sido HiME también hubieras hecho lo mismo”
“…”
“Y siendo sincera, estoy segura que hubieras sido una HiME más temible que mi mamá, yo y Miranda juntas”

Izumi no pudo evitar reír un poco. Se puso de pie y volvió a contemplar las maletas sin terminar.

“¿Piensas irte a Hanasaki hoy?”
“Así es. Creo que será lo mejor para Hige, y a mi me vendría bien un cambio de ambiente también”

Sayi continuó doblando un par de blusas cuando su tía le preguntó por lo inevitable.

“¿Cómo fueron las cosas con tu novio?”
“Bien. Ya no es mi novio” le respondió con una sonrisa torpe.

Ni siquiera Izumi pudo ocultar la sorpresa. No le agradaba el chico, pero sabía lo mucho que su sobrina lo quería.

“¿Estás bien?”
“Si, o sea no… pero estoy más tranquila. Aunque triste. Es todo complicado” intento explicar, mientras guardaba un par de medias dentro de una zapatilla “Pero eso había corrido su curso. Así que es lo mejor. Y el ‘estoy bien’ llegará por su cuenta”

El rol del Key era uno de suma importancia para una HiME, Izumi lo sabía muy bien. Aún así, también sabía que el estar o no en una relación, o estar cerca o lejos de esa persona, no surtía ningún efecto negativo en las habilidades de la HiME. Al final del día, el verdadero poder provenía del interior. Y, a su tiempo, su hermana lo había demostrado muy bien.

No obstante, eso no desmerecía el que doliera separarse de alguien amado. Era un sentimiento global con el que hasta ella podía identificarse.

“Creo que deberías pasar la noche aquí. Ya es algo tarde para una mudanza” le pidió la pelinegra “Hiro y tus hermanas están bien con el que seas HiME, y creo que Hige disfrutaría de ver alguna película con todos. Y tu deberías descansar de tu viaje”

Sayi observó su maleta un momento antes de responder.

“¿Y tu estás bien con que sea HiME?”
“Creo que esto es lo mejor que podré estar. Quédate esta noche y mañana llevas tus cosas” le pidió, y finalmente Sayi aceptó “Hiro me hizo valeriana, ¿quieres un poco?”

Sayi rió ante el ofrecimiento, pero también lo aceptó. Entonces Izumi caminó fuera de la habitación. Los pasos de su tía empezaron a disminuír en las escaleras, y el silencio le regresó el nudo a la garganta.

Pero antes de permitir que las lágrimas se asomaran, Sayi cerró los ojos y respiró hondamente. Entonces caminó hasta su mesa, tomó la fotografía de su madre y la guardó en una de sus maletas antes de salir de la habitación.
« Last Edit: August 13, 2017, 01:56:11 PM by Sayi »

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Oh, dream maker, you heart breaker
Wherever you're goin', I'm goin' your way


Mai

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #95: January 31, 2016, 03:21:12 PM »
Hello gals <3

¡A ponerse las pilas para esa mudanza! ;D x3 YA SRSLY
Para cualquier duda y/o consulta las invito al tema en el foro de planeación. Aprovecho también para invitarlas a votar en los temas que se están discutiendo ahí <3

Y sin más preámbulos~



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« Last Edit: August 13, 2017, 01:56:54 PM by Sayi »


Sayi

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #96: February 01, 2016, 12:20:56 AM »
Empezamos con el pie derechooo (i hope)


Episode 11 — You Remind Me Of Home

Holden invitó a Hagu a tomar asiento en una banca cerca a los jardines de la facultad. Era evidente que la había perturbado preguntándole sobre el regreso de los Rebels, pero lastimosamente era una conversación que necesitaba tener con ella.

En un intento de animarle, Holden se ofreció a comprarle un Chai Latte y un pastel que quisiera. Hagu aceptó, y el pelinegro fue a conseguir la comida mientras la joven se tomaba un momento para organizar sus ideas.

Hagu sabía que no había mucho que discutir. Ya había conversado con Sayi al respecto y sabía lo que quería, o mejor dicho, no quería hacer.

Su tiempo como HiME había terminado hace tres años. Hagu no quería volver al terror de aquellos días, y mucho menos, al pánico y la culpa que se sintió al combatir contra alguien querido.

Vio a Holden aproximarse y supuso que ese debía ser la razón por la que su amigo le había buscado. Su corazón volvió a acelerarse y sus piernas se sacudieron por la angustia. Desde ya había sido difícil conversar con Sayi, pero el tener que tocar el tema con quien había sido su Rebel…

No recordaba la última vez que algo le había crispado tanto los nervios.

"Yyy aquí esta tu Chai Latte con canela, y el último cheesecake que tenían. Tuviste suerte" Holden dejó el te y el pastel junto a ella, y tomó asiento a su costado. Mientras Hagu abría el envase y tomaba el tenedor, Holden tomó un largo sorbo a su triple expreso.

Su amiga se quedó observando la fresa que descansaba sobre el postre, y Holden sonrió desanimado.

"Supongo que ni tu favorito te sacará una sonrisa, ¿no? Realmente no quería incomodarte tanto"
"No… muchas gracias por el pastel, y el té" agradeció Hagu "Mas bien, perdona por no buscarte cuando me llamó Miranda. Creo que quise obviar todo el asunto"
"No te culpo por eso"
"Sayi me buscó al día siguiente, justo antes de dar su prueba de nuevo" Holden alzó su cejas al escuchar eso "Me vino a decir que yo no tenía que volver a ser HiME. Que se haría tan fuerte para luchar por ambas"
Holden dejó ir un largo silbido "¿Osea que Sayi ya es una HiME de nuevo?" Hagu asintió pesadamente "Boy, esa chica no piensa antes de saltar a la boca del lobo"
"Me siento algo mal por haberle tomado la palabra tan fácilmente"
"No deberías" le dijo Holden, y su amiga buscó su mirada "A decir verdad, eso hace mi tarea más fácil"
"¿Que quieres decir?"

Holden dejó su bebida a un lado y se llevó un cigarrillo a la boca. Hagu no pudo evitar distraerse con la pequeña llama del encendedor. Era fuego, después de todo. Y fuego era el arma que Holden ocupó cuando era su Rebel.

El pelinegro aspiró y luego exhaló el humo.

"A diferencia de Sayi, lo último que pienso hacer es volver a inmiscuirme en la pelea entre Rizembool y Hanasaki. Pero, al igual que Sayi, yo también venía a pedirte que desestimaras el pedido de Miranda"
Hagu asintió apenada "Se que fui una HiME mediocre"
"No se trata de tener la facilidad o no… pero si quieres saber, créeme que no fuiste mediocre en lo absoluto. Aún recuerdo la última batalla. Tuve suerte que no luchabas con la intención de matarme…" Hagu desvió la mirada y Holden se percató que se iba por las ramas "…pero no tiene importancia. El punto es, Hagu, que tu eres mucho más valiosa manteniéndote al margen del conflicto"
"No me gusta que personas arriesguen su vida. Y lo peor de todo, saber que yo tengo la posibilidad de participar, pero negarme a ayudar"

No tenía remedio. Holden podía hablar con Hagu hasta el fin del mundo, comprarle todos los cheesecakes de New York más un cisterna lleno de Chai Latte, y su amiga seguiría castigándose por no haber tomado la invitación de Miranda. Ese era el problema de la gente tan dispuesta a sacrificarse por un ideal— un requisito para todo creador, y Hagu era un ejemplo de artista.

"Volverme Rebel fue el peor error que pude cometer" Holden se retiró la bufanda y agachó la cabeza lo suficiente para que su amiga pueda ver su nuca. Había una cicatriz en ella "Yo mismo me hice esto cuando acepté volverme un Rebel. Ahí iba el famoso chip con el que trabajaban hace tres años."
"…"
"En ese entonces tenía prioridades que Rizembool prometió cuidar pero, en retrospectiva, estuve a punto de perder todo lo que me rodea ahora. Y siendo honesto, no cambiaría lo que tengo por nada del mundo"

Entonces le sonrió con tanta sinceridad que los ojos de Hagu se llenaron de lágrimas. Estaba acostumbrada a un Holden cínico y burlón, por lo que ese era un evento que no olvidaría en ningún tiempo cercano.

"No quiero que te sacrifiques ahora que estas reconstruyendo tu vida. Déjale eso a personas como Sayi, que siempre caen de pie" dijo con una sonrisa apagada "Pero tú, así como yo, no somos buenos lanzándonos al abismo."

La rodeo con un abrazo y Hagu se prendió de él, sollozando. El pelinegro la consoló por varios minutos hasta que finalmente pudo respirar tranquila. Entonces compartieron el pastel que se había quedado a un lado, bajo la promesa que se buscarían si en algún momento necesitaban ayuda.


"Tres años Miranda. La paz a duras penas y duro TRES AÑOS"

La directora se limitó a sonreír cordialmente.

"Lamentablemente no puedo controlar los planes que se tengan en Rizembool" respondió, para luego agregar "Es bueno tenerte de vuelta, Yoruichi"

Yoruichi Shihouin estaba cursando el último año de Sociología, y en preparación para el final de su carrera había pasado el último mes y medio en Ciudad del Cabo. Con su laptop llena de notas, entrevistas y encuestas por sortear, la morena pensaba que su mayor preocupación sería empezar a planificar su tesis cuando la primicia de Rizembool le cayó encima.

"Espero no haber interrumpido tu investigación"
"No. Cuando me llegó tu correo ya tenía comprado el pasaje de regreso. No me molesté en cambiarlo tampoco" Sabía que estaba siendo mordaz con la directora, pero no podía (ni quería) hacer mucho por camuflar su molestia "Y, ¿ya convenciste a muchas para que vuelvan a pelear? ¿Has tenido alguna novedad de Rizembool?"
"De Rizembool nada, pero tenemos un número de HiMEs activas por lo que un ataque es inminente" Yoruichi chasqueó la lengua y negó con la cabeza "Debo suponer que no piensas retomar tu rol como HiME una tercera vez, ¿o sí?"
"Tu sí que no pierdes el tiempo"
"Eso es porque se lo valioso que es"

Yoruichi respondió con una carcajada y se puso de pie. Caminó hasta la pared, donde se mostraban todos los cuadros con fotografías de HiMEs, Keys y Knights, todos sonriendo para la cámara. Se empezó a entretener buscando rostros familiares en ellas.

"No lo sé. La verdad, mi prioridad ahora es graduarme. De ahí veremos"
"Técnicamente ya no serías una estudiante de Hanasaki entonces, por lo que no podríamos reclutarte"
"¿Y si me pagas la maestría? Podría ser grad-school HiME" bromeó la joven "Con la maestría paga estaría más que feliz en llevarme un par de Rebels por delante"

Miranda sonrió para si misma. Yoruichi había demostrado ser altamente efectiva como HiME. Había lidiado con cambio de elementos y habilidades y aún así había salido triunfante ambas veces. Era una de las pocas que prefería el combate cuerpo a cuerpo y sobresalía en ello. Sin duda sería una ventaja para Hanasaki contar con ella nuevamente.

No obstante pedirle participar una tercera vez cuando era evidente que estaba lista para tomar vuelo, y dejar Hanasaki del todo…

"Miranda, no me digas que lo estás tomando en serio"
"Tengo un par de demandas pendientes de parte de otras HiMEs, así que me temo que no" respondió la directora "Pero lamento no poder contar contigo"
Yoruichi regresó al sillón, alzó su bolso del suelo y lo colocó en una mesa. Entonces se puso a buscar algo "No creo poder pelear esta vez, pero si alguna de tus pichones HiMEs necesita ayuda estaría más que dispuesta a entrenarlas. Solo mándalas en mi dirección"
"Te lo agradezco"
"Y esto…" Yoruichi retiró una esfera pintarrajeada de su bolso y lo dejó en manos de Miranda. La directora lo recibió sorprendida "Es un souvenir. Es un huevo de avestruz pintado, típicos en Sudáfrica."
"Vaya, no debiste haberte molest—"
"Siendo sincera, luego de enterarme de Rizembool me pase medio vuelo a Japón pensando en cómo estrellártelo en toda la cara… pero tras conversar contigo se me quitaron las ganas"
"…"
"Al final del día este asunto de Rebels es tanto tu culpa como mía o de las demás. Por eso te ofrezco ayudarte en lo que pueda, aunque prefiera mantenerme al margen"
"Gracias, Yoruichi"

En ese momento la puerta sonó un par de veces y Ritsu asomó la cabeza dentro del despacho. Con su típico titubeo anunció la llegada de un nuevo visitante.

"Ese es mi cue" anunció Yoruichi y cerró su bolso de un tirón. "Si me disculpas, debo regresar a organizar mi cuarto. Ayame lo estuvo usando como una extensión de su armario todo el mes pasado"
"Si prefieres, eres más que bienvenida a vivir en la mansión HiME" ofreció Miranda, pero Yoruichi se negó "Nunca me va a dejar de sorprender lo excepcionalmente típico que es ver a algunas HiMEs y Rebels volverse amigos luego de los conflictos"
La morena rió al escuchar eso "Mira quien habla. Si tu lo contrataste como profesor en tu universidad"

Yoruichi se despidió de Miranda y caminó fuera de la oficina. Al salir por la puerta se cruzó con la siguiente cita—un hombre pelirrojo, vestido típicamente y portando una katana en su cintura. Ella le llevaba una cabeza de estatura, y su contextura delgada hacían que su espada pareciese de juguete.

Sin embargo había algo en él que, por alguna razón, merecía respeto. Observó como Ritsu cerró la puerta de la oficina tras Miranda y el recién llegado, y Yoruichi no pudo evitar preguntarse si aquel hombre tendría que ver con el conflicto con Rizembool.

Definitivamente, aquella persona no era alguien con quién querría cruzarse en combate.


Miranda terminó de acomodar el souvenir de Yoruichi en el mueble atrás suyo, y cuando se giró se encontró con su visita de pie frente a la puerta.

La directora sonrió, dándole la bienvenida.

"Es un gusto verte, Kenshin"
"Ha sido mucho tiempo" saludó el pelirrojo "Siendo sincero, nunca imaginé que te vería como directora de una universidad. Mucho menos de Hanasaki"
La pelinegra rió "Ni yo, siendo sincera" entonces extendió una mano, señalando el sillón frente a su escritorio "Por favor, toma asiento"

El hombre retiró la katana y la apoyó contra el costado del sillón. Entonces tomó asiento y continuó intercambiando observaciones y comentarios con la directora. Miranda le pidió a Ritsu una tetera y algo para picar, y muy hacendosa, Ritsu les complació. Después de todo era algo extraño, pero interesante, ver a Miranda entretener a un invitado.
 
“No pensé que accederías, viendo como te negaste las últimas veces” observó Miranda, y Kenshin sonrió con algo de pena “Francamente, decidí probar mi suerte y me sorprendió que aceptaras”
“Como toda persona, mejor dicho, como la mayoría de personas…” Miranda sonrió ante el comentario “…con historia en los problemas con Rizembool, entenderás que he querido mantener la mayor distancia posible”
“Claro”
“Pero este caso es diferente. Hasta un poco personal, podría decirse” explicó el pelirrojo “Tu debes saberlo bien”

Miranda asintió, y entonces Kenshin observó los papeles que descansaban en el escritorio.

“¿Tienes una foto de ella?”

La directora le alcanzó una ficha y Kenshin observó por un momento la imagen adjuntada al documento. Sintió una punzada nostálgica en el pecho, y una sonrisa se esbozó al recordar a una vieja amistad.

No obstante, ese cabello rosado era un recordatorio agridulce de lo irónica que podía ser la vida.

“Ha crecido mucho” se limitó a decir “Lamentablemente, no se parece mucho a Kyoko”
“No tanto en apariencia, pero te sorprenderás al tratar con ella” le aseguró la directora “Supongo que no debe recordarte”
“Claro que no, si era una criatura cuando la conocí” el pelirrojo dejó la ficha en la mesa “Y dudo mucho que Izumi le haya hablado de mi”
“Yo fui quien le dijo que su madre había sido una HiME. Lo poco que Sayi sabe sobre Kyoko como HiME se lo ha tenido que sacar a su tía a cucharitas. Y dudo muchísimo que le haya hablado de ti, sabiendo que podía encontrarte”
Kenshin sonrió apenado “Para ser honesto, no me molesta mantener los términos de Izumi. Por eso quería venir a verte” Miranda alzó las cejas al escuchar eso “Preferiría que le digas que soy un tutor que conseguiste, y tratarnos como extraños. No quiero llevarle la contraria a Izumi, pero quiero ayudar a Sayi”
“Entiendo” asintió la directora “Y hablaré con Izumi. Ella estará bien con no tener que hablar de Kyoko, y se que no negará tu ayuda tampoco” Miranda retiró un post it y se escribió el recordatorio “Ella sabe de lo hábil que eres con la espada y, francamente, Sayi no podría estar en mejores manos”
“Gracias Miranda”
“No, gracias a ti”

La mirada de Kenshin se desvió al puño de su katana.

“¿Sabes a que vino el cambio de arma?” preguntó “La última vez nada pude hacer por ella, considerando que no manejaba una espada”
“No sabría decirte. Es normal que las HiMEs cambien de capacidades conforme crecen, pero Sayi conservo todo —hasta su Child— a excepción del arma” comentó Miranda. Entonces recordó un detalle adicional, y le pareció preciso compartirlo “Lo más extraño es que, según me contó, su espada era muy parecida a la katana de su ex Rebel”

Kenshin abrió los ojos, preocupado.

“Esa no debió ser una grata sorpresa”
“En lo absoluto. Le tiene pánico” continuó la directora “Hasta donde se, ha hecho las paces con su Rebel, pero eso no significa que le guste un arma…”
“Que le hizo daño, lo entiendo” respondió Kenshin.
“Era algo preocupante, pero creo que estará bien ahora que va a contar contigo”

El pelirrojo sonrió levemente. Sería difícil lidiar con un miedo pre-existente, pero estaba seguro en que habría alguna forma de sobrellevarlo.

“Gracias por decirme esto” dijo, poniéndose de pie “Cuando Sayi esté lista, esta es la dirección donde puede encontrarme”

Kenshin le alcanzó un papel y Miranda lo anexó al resto de documentos. Tras una breve despedida, la directora lo acompaño a la puerta y, tras prometer mantenerse en contacto, el pelirrojo dejó la dirección de Hanasaki.

Estaba feliz de poder ayudar, aún si tendría que ocultar su relación con Kyoko. Tampoco podía culpar a Izumi por ello— después de todo, su guardiana solo buscaba proteger a su sobrina. Y como alguien externo, le tocaba respetar el cómo Izumi quería tratar el legado de su hermana.
 
Kenshin sonrió cuando una brisa golpeó su rostro. El atardecer caía en la universidad, y el pelirrojo apresuró el paso de vuelta a casa.

“Aún así, creo que esto será divertido”
« Last Edit: August 13, 2017, 01:58:43 PM by Sayi »

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Oh, dream maker, you heart breaker
Wherever you're goin', I'm goin' your way


Kana

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #97: February 08, 2016, 02:56:52 PM »
Disculpen lo largo.
Oh, por cierto, gracias por ponerme en el top. Me gusta como se ve Hiyori en la imagen :3

—Chapter # 12

Durante toda su joven vida había sido una muchachita demasiado temerosa del mundo y especialmente de la sociedad donde coexistía. Sus padres intentaban en vano poder incluirla en los grupos de niñas de la escuela para que ella pudiese tener amigas de pequeña pero los resultados solían ser nefasto. La niña se empequeñecía en sí misma, sin pronunciar palabra alguna, temblando bajaba la mirada y comenzaba a simular que jugaba con sus pies haciendo círculos con ellos en el suelo. Las demás niñas no mostraban interés en hablar con una pequeña que apenas les mantenía la mirada y a simple vista era demasiado timorata para el gusto de ellas. Para las demás niñas era agotador lidiar con alguien como ella. La dejaban sola, y la niña se sumergía en su mundo propio sin molesta a nadie. Regresaba a casa donde inmediatamente se ocultaba debajo de la mesa o en el armario para esconderse de sus padres con el objetivo de que ellos no la expusieran más a la sociedad.
Así fue su infancia, sin amigos que la recordaran y sin amistades que la invitaran a sus fiestas de cumpleaños como para guardar una fotografía de algún evento importante. Cuando cursó la etapa de la adolescencia el fantasma invisible en que ella se había convertido le trajo complicaciones graves. Siendo muy tímida y ajena del mundo, fue blanco fácil para ser perfecta víctima de bullying. La primera vez que le lanzaron harina y huevos fue un suceso estresante pero de algún modo tolerable pues tuvo la ilusa esperanza de que sólo fuera por esa vez. Pero no fue una, ni dos, ni tres veces, el ser empolvada de harina y huevos, pues se repitió cada semana.
Se sentía tan vulnerable y dañada que el sólo pensar que al día siguiente iría a la escuela su cuerpo se tensaba y somatizaba toda la problemática vivida en cada parte de su cuerpo. El estómago se le revolvía. Pero no se atrevía a decirles a sus preocupados progenitores lo que pasaba. En cambio, les decía que todo iba bien y sólo se tensaba por los exámenes. Ella tenía muy buenas notas, por lo que no fue extraño para sus padres asimilar que su pequeño ángel quisiera mantener el promedio más alto de la clase.
Pero la situación se volvió insostenible cuando vinieron los golpes físicos de parte de sus compañeras. La rodearon en un círculo a la salida de clases en el patio. Primero la empujaron, luego jalaban violentamente de su cabello, la lanzaron al suelo y sintió golpes de pies y puños en su cuerpo. Hasta allí, nada que fuera nuevo o que no le hubieran hecho días antes. Sin embargo, vino lo peor… Una chica decidió ir más lejos al tomar un palo y sin pensarlo dos veces darle un certero y fuerte golpe en la frente.
La chica perdió la consciencia y lo último que vio antes de cerrar sus ojos era aquel grupo de compañeras que se reían de su debilidad, dedicándole groserías y deseándole que no despertara más.
Tuvo que pasar una semana entera para que recobrara el conocimiento en la habitación de la clínica. Lo primero que vio fue a su madre sollozando y a su padre con rostro preocupado. Ella sintió un escalofríos recorrer su cuerpo tan solo recordar lo sucedido. Deseó decirles a sus padres que sólo fue un accidente y que estaba bien pero las lágrimas llenas de angustia brotaron solas de sus ojos y no pudo aguantarlo más.
Sus padres comprendieron con tristeza que no podían forzar a su pequeño ángel a exponerla ante situaciones de tensión por lo que de ahora en adelante debían manejar la situación con mucho cuidado ya que cualquier detalle podría provocar en ella un trauma severo que llevase a un estrés postraumático o algo peor.

En un tiempo breve y demasiado apresurado para la chica, sus padres empacaron todo lo necesario, vendieron su querida casa familiar, pidieron traslado en su trabajo y compraron boletos de ida sin retorno a Inglaterra. La muchacha apenas tuvo tiempo de despedirse de Japón. Era una mezcla de emociones partir ya que, si bien en su país de origen vivió las experiencias más desagradables que pudiese resistir, ella amaba lo tradicional que era Japón y sus lugares más rurales.
Casi en un chasquido de dedos ella se vio viviendo en Londres. Era un lugar completamente diferente a Tokyo salvo por el detalle del volante de los vehículos pero le pareció bastante bonito. De todos modos no se atrevía a salir de su hogar y sólo observaba el paisaje a través de su ventana.
Sus padres, matrimonio exitoso de negocios, trabajaban arduamente durante todo el día y por la noche llegaban muy cansados pero de todos modos intentaban entablar comunicación con su hija para alentarla y animarla. Al principio ella no deseaba salir de su hogar, pero con el entusiasmo de sus padres logró dar los primeros pasos fuera de la puerta principal y salir con ellos al parque.  Ella se sentía acompañada con sus padres y con Sensei, una pequeña ave que siempre llevaba en su hombro.
Poco a poco ellos lograron que la pequeña de rubios cabellos paseara un poco más lejos del parque visitando el centro comercial y otros lugares en salidas familiares. No querían forzarla  a nada extremo y sólo cuando ella estuviera lista sus padres aceptarían dar un siguiente paso.
La chica admiraba la paciencia de sus padres y se sentía culpable de limitarles tanto tiempo a ellos con sus preocupaciones hacia ella. Un día, mientras observaba por la ventana de su habitación, vio a un grupo de escolares ingleses transitar por el lugar después de una larga jornada escolar. Entendía que sus padres estaban deseosos de que su pequeña genio retornara sus estudios y ella no estaba haciendo nada por tranquilizarlos. Soltó un suspiro, esa tarde de verano aceptó el mayor desafío de su vida: reinsertarse en las actividades académicas.
Su padre y su madre no le preguntaron dos ni tres veces, sino unas cuatro o cinco si estaba segura de volver a la escuela pues temían que ella no estuviera preparada. La rubia les sonrió dulcemente y les pidió que la inscribieran en la escuela que a ellos más les gustara. Por supuesto, la noticia fue recibida con emoción por ambos padres y al día siguiente el jefe de hogar inscribiría a su princesa en la escuela más cara de todo Londres.

Inhaló profundamente aire ese día antes de ingresar al enorme edificio clásico que sería su nuevo lugar de estudio. Tenía un aire de arquitectura victoriana, con amplios jardines hermosos y verdosos, donde su edificio era hecho de piedra con toques en las ventanas, puertas y esquinas que dejaban que su imaginación la ubicaran en aquellos tiempos victorianos que tanto querían aparentar. Mientras avanzó, miró con temor a los estudiantes que marchaban a su lado, todos parecían muy entretenidos en sus charlas y otros pocos ensimismados en sus mundos como ella misma. Parecían de distintas edades, algunos de la suya, otros menores que ella y, los de cursos más grandes, se ubicaban en un sector privilegiado donde no se mezclaban con los demás. La rubia posó su mirada en ese grupo en particular pues le llamó la atención que fueran tan ajenos al resto pero cuando sintió la mirada de algunos de ellos en su persona la chica bajo la mirada y se escabulló. No quería problemas.
Al ingresar al edificio, vio que su interior era complejamente distinto a lo que sus ojos vieron afuera pues adentro todo era mucho más modernizado. Le gustó el lugar, sentía que tenía muchos espacios libres donde poder ocultarse de la sociedad. Esperaba que el personal de la escuela no presentara problemas por llevar a Sensei en su hombro. El ave, si bien era un ser vivo, se presentaba como un animalejo disecado en su hombro o al menos la mayoría de las personas que le veían pensaban que el pájaro estaba disecado. Simplemente, estaba bien entrenado y sólo con ella se manifestaba.  Pero… Incluso Sensei podía ser descubierto.

Esa tarde se aventuró a ir al centro comercial ella sola con el objetivo de comprar los libros que antes había apuntado a su lista de interés. En modernísimo y enorme Mall tenía unas cuantas librerías espectaculares. La rubia entró en una de ella y distrajo su mente en la lectura de la contraportada de los libros a ver cuál le interesaba más. En eso, Sensei se movió en su hombro un poco inquieto. Ella supuso que, a esa hora, él debía tener hambre. Sacó un par de granos de alpiste de su bolsillo y se los dio al ave disimuladamente.

-¿Ese bicho tiene vida?-
-¡…!- La chica se tensó completamente. La habían descubierto. ¡Nadie más que ella y sus padres sabían que Sensei no era un ave disecada!

Timorata, apenas vio a la persona que pronunció esa declaración y se asustó aún más por su mirada. Parecía demasiado frío para ser un joven de unos cuantos años más que ella, y sus ojos eran de un color único que lo hacían fantasmagórico. Si su memoria no le fallaba, quizá ese sujeto pertenecía al grupo de chicos elite del curso mayor que ella observaba por las mañanas al entrar a la escuela. La rubia soltó los libros dejándolos caer y corrió del lugar causando cierto alboroto. Se sintió perdida y vulnerable de nuevo, demasiada pequeña al lado de ése tipo que le provocó horror profundo como si fuera el mismo Satanás en persona. Aunque antes ya se había sentido así, era primera vez que se sentía tan profundamente frágil frente a una persona. Él tenía el don de intimidarla a niveles que se sentía mareada, agitada y a punto de perder la consciencia. Seguramente comentaría con sus amigos que aquella extraña chica solitaria a la que llamaban "Chica pájaro" la cual hablaba con un pájaro muerto en realidad hablaba con un pájaro que sí tenía vida.
Llegó a su casa y se encerró en su cuarto. Acarició a Sensei no pudieron evitar que algunas lágrimas salieran de sus ojos. Finalmente se durmió. Aceptó que tenía que volver a clases pero haría lo imposible por no toparse con el grupo de chicos elite de los cursos superiores.

Fuera de ese pequeño detalle, los primeros días de escuela comenzaron bien. La presentación en su salón llegó al fin y fue neutra a excepción del detalle que muchos miraban a Sensei con cara de curiosidad. Luego la chica pasó inadvertida el resto de la semana pues era demasiado extraño comunicarse con alguien que le hablaba a un pájaro muerto así que la mayoría evitaba tener contacto con ella. En ese sentido, la rubia se sentía muy a gusto de que nadie le prestara atención. Al parecer ese extraño chico no había hablado nada del asunto con su grupo de amigos. La vida escolar estaba marchando bien a excepción de un solo detalle…

-Mi princesa…- Su padre se acomodó sus gafas cuando terminaba de revisar el boleto de notas que su hija le dio. –Tus notas están en promedio regular, me parece bien pues aún te estas adaptando… Pero me preocupan algunas asignaturas que están en el límite de lo bajo. Si quieres, cuando llegue de mi trabajo podríamos estudiar los dos.- Le sonrió con dulzura.
-…-
-¡Yo también podría ayudar!- Dijo su animada madre. -Podemos hacer maratón de estudios.-
-…- La muchacha los vio con compasión por unos segundos. Aunque se expresaran animados ella podía notar el cansancio en las ojeras debajo de sus ojos. –Yo…- Se sintió miserable. Desde que nació no hizo más que arruinarles la vida a sus amables padres. Deseaba morir en ese momento. No quería sumarle mayores deberes a sus ya cansados padres. –Creo que…- Pero le costaba articular una excusa. –Sería bueno que tuviera un tutor particular…- Ni ella podía creer lo que dijo. Sus padres la observaron boquiabiertos.
-¿Segura?-
-Sí.- Sonrió suavemente, asintiendo con su cabeza. –Así podría aprender más de las costumbres de Londres, también.-

Era una gran mentira que inmediatamente le hizo sentir miedo imaginar a una persona extraña enseñándole únicamente a ella pero necesitaba dar un basta en las preocupaciones de sus padres.
Pensó que sus progenitores tardarían mucho en encontrar a alguien que quisiera darle clases particulares pero nada más pasó una semana cuando alguien tocó el timbre de su casa. Su madre, animada y extrovertida como ella era, le invitó a entrar a la casa. Su padre se crispó un poco al ver que el tutor de su hija sería un chico y no una mujer pero su mujer se lo llevó a pasear por la ciudad para que no fuese un obstáculo en los estudios de la pequeña rubia.
La muchacha tuvo pavor de ingresar a su sala de estar y encontrarse con la persona que su madre había contratado para enseñarle. Tardó treinta minutos exactos en hacer acto de presencia y quedó petrificada al ver al chico que antes había coincidido con ella en la biblioteca y descubierto que Sensei no era un ave muerta. La rubia se cubrió el rostro ante la vergüenza y el miedo, no se explicaba cómo el mundo podía ser tan cruel y poner a ése sujeto en su casa. Quizá la estuvo buscando para hacerle daño. Quizá era demasiado extrema pero los eventos de bullying vividos le traumaron de tal modo que todo para ella parecía una amenaza. Se resignó a recibir sus insultos y golpes pero pasaron un par de minutos y nada pasaba. Al despejarse la vista lo vio en el mismo sitio revisando su Iphone sin expresar metamorfosis alguna en su expresión fría.
Era un sujeto indescifrable y ella no sabía cómo actuar ante su presencia. Pero Sensei era mucho más atrevido y el ave fue volando hacia él con la intención de picotearlo presintiéndolo como una amenaza para su dueña. El chico lo agarró con una mano, apretó al plumífero ejerciendo un poco de presión haciéndole daño mientras lo miraba sin expresión.

-¡No le hagas daño, por favor!- La rubia corrió hacia él implorando clemencia por su mascota. Se arrodilló juntando las palmas de su mano para suplicarle que le soltara. –Sensei no lo volverá a hacer.- Sólo imaginar que dañaran a su único amigo le provocaba tristeza profunda. -Sólo actúa así porque cree que me harás daño.-
-…- Soltó a Sensei y observó a la rubia sin presentar expresión que delatase un estado. Le entregó la cacatúa a su dueña. –Lo siento, no tengo mucho tacto…-  Se excusó con honestidad. Sólo quería analizar al pájaro más detalladamente, pero, tal como dijo, carecía de tacto.
-…- La chica abrazó con cuidado a su traumada ave y besó su pequeña cabeza. –Sensei a veces es demasiado sobreprotector. No era su intención dañarte.- Se puso de pie con cuidado.
-Un ave no me puede dañar.- Alzó una ceja, un tanto indignado. –Ni siquiera una que actúe como muerta.- Observó la hora en su reloj de muñeca. -¿Iniciamos la clase?- No era de su incumbencia lo que a las intenciones del ave respectaba.
-Esto… ¿Aún deseas enseñarme después de ver quién soy?- Bajó la mirada, abrazando a su pequeña ave. –Me conocen como la chica pájaro… Tu reputación con los chicos podría disminuir.-
-Lo dudo.- Le restó importancia cuando se dirigió a la mesa de estudio. Vio que la madre de la chica dejó preparada la mesa con los libros y cuadernos necesarios como también una bandeja con té y dulces asiáticos. –Mi reputación no corre riesgo. Además, no nos verán juntos nunca.-
-Lamento todo esto.-
-Descuida.- Volvió a restarle importancia. Esta vez, sonrió un poco. A la rubia le pareció una sonrisa poco sincera y un tanto engreída pero parecía que ese era el modo de relacionarse del chico. Si ella conocía algo bien eran las dificultades de desarrollar relaciones interpersonales y él puntuaba con ciertos patrones que ella pudo reconocer en esas dificultades. Los dos eran distintos, claramente, pero algo le indicaban que compartían ciertas similitudes. –¿Quisieras comenzar por alguna asignatura en particular?-
-Oh… Esto…- Abrió los ojos enormemente al ver la pila de libros que en la mesa había. –Tengo grandes dificultades en física, principalmente.-
-Perfecto. Es mi punto fuerte y ya antes tuve que enseñarle a alguien más.-

La rubia se sentó temerosa en el asiento frente al chico mientras lo veía leer de reojo el libro de ella memorizando la materia y haciendo uso de sus recuerdos de cuando él mismo tuvo esa asignatura. Rápidamente comenzó a apuntar algunos ejercicios y los pasos para lograr el desarrollo de este. Cuando tuvo todo lo necesario listo, comenzó a enseñarle pacientemente a la chica cómo debía desarrollar por sí sola cada fórmula y, según él, darle un sentido a su significante pues esa era la clave.  Entender la importancia de la física en el universo entero.
En poco tiempo sus notar mejoraron y sus padres eran los más dichosos con la noticia. Al recibir el nuevo boleto de notas decidieron ir a festejar en familia con una cena en el restaurante más fino del distrito. Su madre decidió seguir pagando las clases de tutoría aunque su esposo se mostrara reacio a la presencia del tutor cerca de su princesa. El tiempo pasó forjando una especie de relación amistosa entre la aprendiz y el tutor.
Jamás pensó que conseguiría un amigo en Inglaterra, mucho menos alguien tan extraño y complejamente distinto a ella. Al principio la relación se basó únicamente en los estudios, luego él se había ofrecido a acompañarla al centro comercial para ir a buscar unos libros de encargo que la rubia había pedido (más bien la madre de la chica lo había obligado a acompañar a su hija), su madre era la más contenta de que su pequeña fuera acompañada. Con el paso del tiempo incluso comenzaron a hablarse en la escuela sin importar lo que los demás dijeran de ellos. Ella comprendió que, si bien él no tenía muchos amigos, era alguien que movía hilos importantes dentro del lugar y por tanto lo respetaban siendo parte de un grupo privilegiado de elite. De este modo, nadie buscaba meterse en problemas con ella. Poco a poco comenzaron a pasear juntos por la ciudad, el chico le enseñaba algunos lugares que a la rubia le podían agradar y en efecto eran de su estilo. Con el tiempo comprendió que él hablaba japonés, claro, sin dejar su acento inglés de lado así que no le costaba nada comunicarse de una u otra manera con su tutor. Su madre lo invitaba a casa y aunque el chico siempre les dejaba plantados ambas tenían esperanzas de verlo llegar. El único que no lo toleraba era Sensei quien le tenía sangre en el ojo desde el apretón y, por supuesto, su padre quien sospechaba de todo chico que intentara acercarse a su hija.
Incluso llegó el día en que juntos fueron a Yorkshire a la casa de campo de la familia de su tutor. Fueron por el día pero la visita le resultó maravillosa a la pequeña pues se vio rodeada de un ambiente campestre y paradisiaco donde los animales iban libres por el prado y las flores saludaban alegres al sol. Comprendió que el dicho de que Yorkshire era el jardín de Dios se aplicaba realmente bien a ese lugar.

La rubia, después de mucho tiempo, se sintió feliz y tuvo la capacidad de sonreír con honestidad nuevamente. Hecho que no pasó desapercibido por sus padres. Su tutor se graduó mientras ella seguía en la escuela pero eso no distanció la relación. Él entró en la universidad pero la rubia sabía que su especie de amigo había sido promovido dos veces cuando estuvo en la escuela por tanto era joven para su promoción. Aunque, ¿Eso debería importarle? No era como si se estuviera tomando a pecho las palabras de su madre cuando en broma le decía “Parece que a mi pequeña le gustan los chicos mayores” ahora él llevaba su carrera profesional más una segunda carrera por lo que suponía que debía estar agobiado.
Pero inexplicablemente, tenía demasiado tiempo libre y la iba a visitar. Aburrido de su propia vida, prefería pasar el tiempo con su pequeña aprendiz. “¡Es un extraterrestre!” decía Sensei sin creer que el chico fuese un superdotado que expresara desprecio y hastío por la vida. El ave lo consideraba un borde insoportable con complejos de superioridad. No comprendía como su ama lo consideraba agradable.

Ella era feliz con él… Hasta que se marchó.

Primero fueron unos días, luego esos días se volvieron semanas y las semanas un par de meses. Ella no sabía nada de su tutor y aunque su madre lo llamara mil veces al día él no contestaba. Alarmada, la rubia tomó un vuelo a Yorkshire (ya que nunca supo su dirección en Londres) y comprendió que después de conocerlo comenzó a hacer cosas tan hozadas como viajar sola. Tenía la esperanza de encontrarlo allí pero su mundo se vino encima cuando tampoco le halló en el jardín de Dios. Para su sorpresa, se encontró con un hermano del chico a quien no conocía pues jamás le habló de su familia. Éste le indicó que había viajado por asuntos de negocios ya que científicos de Japón se había interesado en su investigación científica sobre una presunta fórmula de partículas regenerativas que el chico había descubierto y lo requerían en presencia en el lugar.
De eso, habían pasado meses y ni su hermano había tenido noticia alguna de él pero el chico no consideró que fuese extraño ya que su engreído hermano era demasiado hermético como para comunicar su situación actual incluso a sus familiares. Ni siquiera lo tenía agregado a alguna cuenta de red social y dudaba que en realidad tuviera una.

Pasó el tiempo y ella se graduó con honores de la escuela siendo la mejor de su promoción. Sus padres eran los más orgullosos con los logros de su pequeña hija festejándola y agazapándola por semanas. Sin embargo, notaban cierto halo de melancolía en la rubia y aquello los mantenía intrigados. Finalmente, optaron por preguntarle que deseaba como regalo de fin de año por haberse graduado con honores, la rubia pensó en algunos libros y tal vez unas vacaciones familiares con sus padres y Sensei pero de pronto una idea improvisada vino a su mente.

-Quiero volver a Tokyo.- Anunció tan de pronto en la cena que sus padres se quedaron perplejos.
-¿Estás segura? Tal vez volver a Tokyo te lleve a recordar todas las malas experiencias que viviste allá.- Su madre ladeó su rostro con preocupación. Aceptaba que su pequeña princesa había cambiado conforme pasaron los años y ahora parecía tener un poco más de valentía pero aun así no la veía preparada para volver a donde se le hizo tanto daño.
-Es por eso que quiero volver…- Bajo la mirada dejando que el flequillo rubio le cubriera el rostro. –Necesito enfrentar mis demonios del pasado y creo que volver a Japón es el único modo de hacerlo.-
-…- Sus padres intercambiaron miradas inseguras entre ellos.
-Además, extraño a la abuela y me gustaría volver a verla. Su salud no es la misma de hace unos años y me gustaría que no estuviera sola. Pienso que podría inscribirme en una universidad de Tokyo y visitarla a menudo.-
-Pero Nino…- Su padre curvó sus cejas. –Ya no queda nada para que entres a tu primer año universitario. Podemos volver a Japón pero aún si iniciamos hoy mismo una solicitud de traslado de nuestros trabajos tardará más de lo previsto y perderías la primera parte de tu primer semestre.-
-El único modo de que llegaras a tiempo sería si tú te fueras antes.- Secundó la madre, soltando un suspiro. –No sé si lo venías planeando de antes pero me parece demasiado apresurado. Aun así… ¡Si eso quiere mi pequeño ángel no me queda más que aprobarlo!-
-P-p-pero pero… Un momento.-
-Creo que me ayudará a enfrentar la vida.-
-Podría pedir permiso en mi trabajo así viajar juntas a Tokyo para que no vayas sola. Te dejo en casa de la abuela y cuando estés establecida volver con papá hasta solucionar las cosas aquí y regresar definitivamente a Tokyo.-
-U-u-n momento. Yo no he aprobado nada.- El hombre se acomodó las gafas sintiendo como su corazón se comprimía ante la sola idea de separarse de su preciada hija. Presentía que ese alocado viaje a Tokyo no sólo era asuntos universitarios y de superación personal, algo le indicaba que el tipo raro que visitaba a su hija tenía algo que ver. No por nada su hija se había entristecido tanto desde su ausencia. Su mujer le había comentado que su hija le contó que él había viajado a Japón. Observó  a la rubia con seriedad a través de los cristales de sus lentes. -¿Estás segura que es esto lo que deseas? Debes tener en cuenta que, una vez que estés allá, no hay vuelta atrás. No quiero ser negativo pero si alguna experiencia fuerte te ocurre en Tokyo volverás todo lo que has avanzado hacia atrás y no estará mamá ni yo para sostenerte.-
-Lo sé, padre.- Nino lo observó decidida, llevando una mano a su corazón. –Pero es una corazonada muy fuerte la que siento aquí y que me dice que volver a Japón cambiará mi vida. Sé lo duro que será para ustedes soportar la preocupación sumándole la distancia… Pero creo que ya es hora de volar con mis propias alas.-
-Entiendo.- Su padre la observó fijamente una vez más. Su hija seguía siendo una pequeña muchachita delgada y bajita con rostro aniñado pero debía aceptar que debía dejarla enfrentar los desafíos por sí sola pues ellos no eran eternos y algún día partirían a mejor vida sin poder hacer más por su hija. –No estoy del todo de acuerdo pero tus palabras suenan con mucha convicción y sea lo que sea lo que decidas nosotros siempre  te apoyaremos.-


Tal y como sus padres le habían prometido, cumplieron con concederle el deseo de volver a Japón. Su madre la había acompañado durante el viaje, se quedó unos cuantos días en la casa de su suegra asegurándose de que a Nino no le faltara nada, luego tuvo que volver a Inglaterra en el último vuelo para coincidir con el día de retorno a su trabajo. La mujer lamentó no poder acompañar a Nino para el día de inscripción de universidad pero se fue tranquila de verla decidirse por Hanasaki la cual había sido su universidad.
Con mucho temor, se inscribió en Hanasaki los días posteriores a la despedida de su madre. Los primeros días de clases le resultaron caóticos pero no insoportables, había olvidado cuanta mezcla de gente había en Tokyo y los distintos estilos de tribus urbanas que existían en un mismo lugar.
En casa de su abuela la vida era bastante relajada pues la anciana vivía en una casa tradicional rodeada de árboles y donde los gatos habitaban a su merced. Nino gozaba mucho del lugar y la compañía de su dulce abuela. Se sentía culpable de haber partido de Japón hace unos años dejando a la anciana sola pero se prometió recuperar el tiempo perdido con su abuela.
Lo único preocupante que había sucedido desde su llegada fue una citación de la directora de Hanasaki, Miranda Lot. No la conocía en presencia pero su madre contó muchas historias demasiado disparatadas sobre la directora y Hanasaki. ¿Por qué la había citado? Era un misterio para ella.
Esperaba fuera del despacho y su corazón la torturaba latiendo frenéticamente. ¿Y si la directora sabía de su pasado? Peor aún, ¿Qué tal si en Hanasaki estaban las chicas que le hicieron bullying años atrás? Estaba segura que le daría una crisis de ansiedad si se exponía a ellas nuevamente. Meneó su cabeza de un lado a otro evitando que esos pensamientos perturbadores nublaran su mente. Posteriormente, una mujer alta y de cabellos blancos abrió la puerta del despacho. Nino se intimidó por su presencia pero se demostró neutra en cuanto a gestos. Algo que había aprendido de su tutor era a no demostrar muchas emociones si bien él directamente no se lo había enseñado pero entendía que era una buena máscara para ocultar su verdadera persona.

-La directora la espera, señorita Okamura.- Fran vio a la pequeña niña ingresar a la oficina pidiendo permisos cordiales a ella y a Miranda antes de ingresar. Llamó su atención un ave petrificada en el hombro de la chica. -…-
–Tome asiento, por favor.- Invitó la directora. Era primera vez que Nino la veía, se notaba que era una mujer ocupada por la cantidad excesiva de carpetas sobre su escritorio y la gran taza de café que la acompañaba. Nino observó que la directora tenía una pizarra de acrílico donde tenía fijadas fotografías de chicas en edad escolar. –Señorita Okamura, primero que nada bienvenida a Hanasaki. Espero que su estadía aquí sea grata, no dude en acudir a nosotras cuando tenga dudas o necesite algo. Estamos para servirle.-
-Muchas gracias.- Sonrió tímidamente, asintiendo. –Y-yo.. Recibí una citación de su parte.-
-Así es.- Miranda asintió. Entrecruzó sus dedos y observó con atención a la chica en frente suyo. Conservaba los rasgos de su madre por herencia, la directora no pude omitir aquello. Tan sólo verla recordó a aquella animada compañera de su clase que resultó ser la madre de Nino. Pero también ella tenía mucho de su padre. Era increíble que aquella relación escolar entre HiME y Key perdurada en el tiempo conservando un matrimonio estable del cual había nacido una hija. -El motivo de esta cita tiene un objetivo bastante peculiar y me temo que tal vez lo desconozca, ¿Usted ha oído hablar alguna vez sobre una HiME?-
-Y-yo… No.- Negó con la cabeza avergonzada ante su ignorancia. Esperaba que no fuera una pregunta definitiva para entrar en una facultad. –Pero podría estudiar al respecto. Sólo tendría que pedir algunos libros.-
-Señorita Okamura, no se preocupe. Una HiME no es algo que se estudie de un libro.- La directora sonrió con amabilidad. –Permítame ilustrarla…-

Ella misma no podía creer que había aceptado ser una HiME. Entendía que quería dar un cambio drástico a su timorata vida pero esto resultaba muy extremo. Sin embargo, tal como su necesidad de volver a Japón, el ser una HiME le había nacido con una corazonada. Como si fuera eso lo que necesitaba en su vida para poder hacerse fuerte.
Le dieron la fecha de su prueba HiME y supo que no había vuelta atrás por mucho que dudara en asistir o no.
 
« Last Edit: February 09, 2016, 09:00:29 AM by Kana »


Cho

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #98: February 17, 2016, 01:38:03 AM »
Otro fic~ *se siente abusiva* Ahh tengo mucho por hacer.

16



Completó el entrenamiento del día como lo había esperado, pero con un cargo de consciencia encima. Youmu no recibió ninguna llamada de atención de su instructor pero seguramente todavía no se había enterado sobre el incidente, así que al día siguiente podía esperar algún tipo de castigo.

Pasado aquel momento en el cual estuvo frente a aquel sospechoso exRebel, ella se puso a meditar con la cabeza más fría, y fue evidente que se precipitó a actuar. No era la primera vez que importunaba a alguien por su forma de ser, pero hace tiempo que no había cometido una imprudencia como tal, y debía rectificarse cuanto antes.

Acababa de salir de su dojo y le tocaba atender la prueba HiME programada en un gimnasio no muy lejos. Por el camino, pasó cerca de otros edificios deportivos y escuchó ajetreo desde las afueras del gimnasio de vóley. Seguramente Hinata se encontraba muy envuelto en su práctica como era usual. Debía contactarle más tarde para seguir poniéndose de acuerdo en el trabajo académico que tenían pendiente.

Ni bien se acercó al gimnasio de la prueba, observó que tanto su señora como la HiME y sus amigos estaban esperando en las afueras. Se incomodó un poco al notar a aquella chica que había recibido su ataque, y ver que tenía una equis adhesiva en su frente. Sin embargo, no vio que había molestia o rencor entre los que le esperaban, así que decidió acercarse. Tampoco había señales del exRebel.

“Llegas justo a tiempo,” Yuyuko le sonrió. “¿Estás lista?”
“…” Youmu asintió y de inmediato se dirigió a Osaka. Para sorpresa de todos, se arrodilló frente a ella.
“¿Eh?” Osaka ladeó su cabeza, confundida.
“Perdón por lo que te hice. No tengo ninguna excusa válida. Mi acción fue demasiado imprudente."
“Ah, no te disculpes,” Tomo se dio la libertad de contestar con indiferencia. “Osaka siempre ha tenido una suerte tremenda en todo lo que hace. Hasta tuvo un Rebel muy fuerte y este nunca la tomó en serio. A decir verdad, me alegré al enterarme que le golpeaste en la frente porque así no soy la única que la ha lastimado. Y pues, bienvenida al club.”
“Siento que te estas burlando de mí...” Youmu le miró apesadumbrada.
“Todo está bien,” Osaka extendió una mano a la nueva HiME y le ayudó a levantarse, para sonreírle. “Pudiste haberte precipitado, pero sé que no eres una mala persona y te preocupas mucho por tu señora. Tampoco quisiste lastimar nadie, así que te comprendo. No te preocupes más.”
“G-gracias por tu comprensión,” Youmu desvió su mirada.
“Pero no quisiera que te cierres y consideres a Larsa como un enemigo sólo por sus antecedentes,” Osaka le miró con súplica. “Lo considero como uno de mis preciados amigos y no quiero que se lleven mal.”
“…” la peliblanca entrecerró los ojos. “No pienso simplemente aceptarle, pero… supongo le toleraré. Si él es importante para ustedes, al menos le debo cierto respeto. Y prometo no volver a causarles más problemas.”
“Está bien,” Roxas asintió con cierta solemnidad. “Conociéndole, él también va a respetar tu espacio e ideas, así que no tienen que interactuar directamente.”
“¿Y dónde está?” preguntó Yuyuko. “Me da pena no verle aquí.”
“Pues, Larsa recién acaba de llegar de Inglaterra, así que está ocupado con papeleo personal y mudanza,” contestó Cho, con cierta incomodidad. Aunque sabía bien que, por más que estuviera libre, luego de lo ocurrido en la mañana mantendría su distancia.
“Ehm, debo admitir que no esperaba verles aquí, por cómo me porté en la mañana,” comentó Youmu, con cierta vergüenza. “Les agradezco su dedicación, pero no era necesario.”
“Como HiMEs con algo de experiencia, era lo menos que podíamos hacer,” Cho sonrió. “Y sé lo intimidante que esta prueba puede ser, así que quisimos venir a darte ánimos.”
“…” la aspirante tomó un poco de tiempo para meditarlo y mirar las puertas cerradas del gimnasio, aunque se mostró confundida e inafectada. “No veo qué hay que temer a un gimnasio ni por qué tendrías miedo.”
“P-pues…” Cho se frustró bastante. “S-seguramente alguien tan profesional como tú no tiene nada de qué preocuparse, c-cierto...”
“Ohoho~ pensarás que esto es algo normal o cotidiano, pero esta prueba puede ser muy demandante o dura, mi pequeña Youmu,” comentó Yuyuko, entretenida. “Como todavía no la has dado, es normal que no lo pienses así."
“Pero tampoco es para que te desanimes. Ahora venimos para desearte toda la suerte del mundo y darte la bienvenida al círculo de HiMEs,” Osaka sonrió a Youmu. “Puedes contar con nosotras para lo que necesites y en cualquier momento del día. Ah,” sacó un tarjetero y le extendió su información personal. “Aquí está mi tarjeta y número por si quieres sacar una cita.”
“HiME Counselor…” la peliblanca lo leyó con cierto escepticismo. “¿En serio tienes una oficina dentro de la universidad?”
“Exacto,” Tomo negó exasperada. “Por eso, si quieres golpearle de nuevo, te invito a hacerlo. Considéralo justicia.”
“Suficiente, Tomo,” Roxas dio un suspiro.




En ese instante, la puerta del gimnasio se abrió y todos vieron a Fran dar la bienvenida a los presentes.

“Buenas tardes, señorita Konpaku,” Fran se dirigió a la aspirante. “Ha sido puntual. ¿Se encuentra lista para rendir la prueba?”
“Sí,” Youmu asintió. “Pero antes, tengo una pregunta.”
“Adelante…” la mayor le miró con una pizca de interés.
“¿Qué es lo que controla a la marioneta con la que debo pelear? ¿Cómo así accede a mis recuerdos para transformarse en una persona? ¿Cuál es el mecanismo detrás de la activación de mis poderes mediante este método tan extraño?”
“…” Cho se quedó levemente sorprendida. En verdad lo había preguntado, tal y como dijo que lo haría. “E-es más de una pregunta, aunque también tengo curiosidad…”
“Yo también,” se apuntó Osaka.
“Sasuga Youmu, cuestionando lo incuestionable,” a Yuyuko le brillaron los ojos.
“…” Fran se cruzó de brazos, cerró los ojos brevemente y se dirigió a la próxima HiME. “Ese es un secreto de casa.”
“¿Ah?” Youmu se mostró insatisfecha.
“Los mecanismos detrás de la prueba, su necesidad, eficacia, los poderes de las HiMEs, la importancia de los Keys, la materialización de los Child y los derechos de Hanasaki son todos reservados por la institución. Ustedes como estudiantes no deben preocuparse sobre aquellos detalles.”
“Esto es un poco sorprendente…” Roxas se puso a pensar.
“Pero por supuesto que tiene sentido,” Tomo se encogió de hombros. “¿Por qué creen que la matrícula es tan cara? ¿Por qué KFC está por todo el mundo pese a haber sido empezado por un señor en sus sesenta? Obvio que la directora sabe marketearse y aprovecharse del dinero de chicas con ilusiones de grandeza o chicos necesitados que quieren ser Keys.”
“Interesante hipótesis, pero asegúrate de no faltarle el respeto a la directora,” Yuyuko sonrió entretenida.
“Pues, si Hanasaki se está aprovechando de alguien aquí, esa serías tú porque han sido años de mensualidades y no eres HiME,” observó Roxas a Tomo, frustrado.
“¡N-no lo uses en mi contra, maldito!”
“Una buena observación, joven Tanaka,” Fran mostró una casi imperceptible sonrisa irónica que no tardó en disipar. “Como ya debes estar informada, señorita Konpaku, esta es una prueba individual, así que tus acompañantes tendrán que esperarte aquí afuera. Si deseas, puedo cuidar tus pertenencias.”
“Oh, yo me encargo de eso,” Yuyuko tomó la funda y maletín de Youmu. “Tú ve tranquila. Te esperaremos aquí. ¡Y todavía tenemos que ir a almorzar!”
“He-hemos tenido dos almuerzos hasta ahora… no puedo más…” Osaka sintió leves mareos por la mención de comida.
“Youmu…” Cho se le dirigió y le sonrió un poco. “Tú puedes.”
“Gracias,” ella asintió e ingresó al gimnasio, viéndose dirigida de Fran. Las puertas del edificio se cerraron detrás de las dos.

Una vez el gimnasio se cerró, hubo un silencio sepulcral y casi solemne entre los presentes.

“Ahí va. Mi pequeña está creciendo tan rápido,” Yuyuko sonrió con cariño fraternal, como si acabara de verle dar sus primeros pasos.
“Pienso que estará bien. Sé que es bastante fuerte,” opinó Roxas. “La experiencia de una HiME es muy dura, pero mientras se prepare y se mantenga cerca de otras HiMEs, creo que no tendrá mucho de qué preocuparse.”
“Espero…”
“Tenemos un rato libre, ¿tienen algo en mente?” preguntó Osaka.
“Vi un puesto de cinnabons no muy lejos de aquí, vamos,” sugirió Yuyuko.
“Uhh, si me compras uno para llevar, lo acepto, porque estoy llena,” dijo Tomo.
“Tomo, lo mejor no sería aprovecharnos de la amabilidad de Saigyouji-san,” observó Cho.
“Llámenme Yuyuko, y estaría encantada de comprarles cinnabons para llevar,” la mayor sacó su billetera y su alegre sonrisa se vio contagiada de cierta tristeza. “Pero quisiera aprovechar este momento para pedirles que cuiden de mi Youmu y la mantengan vigilada. Ella podrá ser muy buena peleando, pero tiene ciertas inexperiencias y debilidades en otras áreas. Por eso, quisiera que fueran a ser amigos con ella.”
“No te preocupes por eso, yo encantada,” Osaka sonrió. “Y ya le ofrecí mi ayuda como una counselor profesional.”
“C-cierto, pero te falta mucho para ser profesional, Osaka…” Roxas negó, recordando cierto suceso con Cho hace pocos días.
“Creo que mejor nos apuramos. Dudo que termine su examen al toque, pero estas cosas tampoco toman mucho tiempo,” observó Tomo.
“Es muy cierto, me sorprende que lo sepas pese a no ser HiME,” observó Yuyuko.
“¡IIIIHHHH te ignoraré porque ya me prometiste cinnabons!” Tomo comprimió sus puños con leve cólera.
“Ehm… nuestra amiga siempre quiso ser HiME pero nunca fue elegida,” explicó Cho a la mayor.
“Ah, entiendo. Lo siento. Vamos de una vez por esos postres.”
“Sí, y hay que confiar en el talento de Youmu para su examen,” Osaka asintió.
“Hmm, sí, pero por la naturaleza de la prueba, no evito preocuparme,” la pelirosa se puso a pensar. “Va a ver a alguien familiar en la marioneta que la atacará, y será un enfrentamiento difícil… no puedo evitar sentirme mínimamente culpable por ello.”
“…” Cho pareció comprender a qué se refería. “Puede que sí sea duro. Ella parece muy cometida a protegerte…”
“Sin embargo, por más duro que sea, es una prueba digna. Si no puede con esto, no podrá con su Rebel a futuro…”
“…” Roxas se tensó un poco.
“Ah, pero perdón por ponerme tan seria tan súbitamente. ¡A comer!” Yuyuko olvidó su reflexión y caminó hacia el puesto de cinnabons más cercano casi a son de marcha. Osaka sonrió y le imitó, y los otros tres no tardaron en seguirlos. Estarían recibiendo noticias del examen dentro de poco.


Una vez dentro del gimnasio, Fran repitió las indicaciones de la prueba y dio cabida a que Youmu preguntara cualquier duda al respecto. El concepto fue simple, y la aspirante a HiME se embarcó más allá de la entrada hacia el centro del gimnasio conforme una densa niebla empezaba a aparecer a su alrededor.

La estudiante miró a todos lados y no pudo distinguir más que niebla y una tenue luz que apenas iluminaba el ambiente. La infraestructura del gimnasio había desaparecido y ante ella no quedaba más que una borrosa vista sin límites. Lamentaba que Fran haya optado por no contestar sus interrogantes respecto a la naturaleza del ritual ya que realmente quería tener respuestas sobre ello.

Sabía que el peligro saltaría ante ella en cualquier momento. Dio un suspiro y se preparó mentalmente. Era extraño para ella no andar con su espada, y por más que tuviera conocimiento sobre artes marciales, su presente estado no se sentía natural. Ella miró a sus manos y trató de concentrarse. Si es que tenía un elemento, aquel debía manifestarse, pero no parecía estar con suerte. Seguramente sería durante su encuentro con aquella extraña marioneta.

De repente, oyó un corto y súbito ruido no muy lejos. Ella se tensó y adoptó una posición de defensa mientras miraba de un lado a otro. No tuvo que esperar mucho y ya tenía que ponerse en acción.

Pero su alerta se deshizo en duda e incomprensión al reconocer la silueta de Yuyuko acercarse.

“Ah, aquí estás,” observó la pelirosa con una sonrisa amigable.
“Y-Yuyuko-sama...” Youmu se quedó en blanco y no tardó en fruncir el ceño. Maldijo a Hanasaki y su increíble habilidad de falsificar apariencias. Aquella figura frente a ella se parecía tanto la original que se sentía obligada a cuestionarle.
“¿Are~? ¿Por qué me miras tan amargada? No creo haber hecho algo para molestarte. No aún, al menos, ohoho~”
“…” no podía quedarse con la guardia baja, así que volvió a prestarle atención y ponerse a la defensiva.
“¿Por qué te pones así? No pienso lastimarte.”
“N-no me engañarás. Viera-sensei me comentó sobre ti, y sólo eres una farsa, una imagen barata de mi señora.”
“No puedes resolver nada sólo con usar la fuerza,” ‘Yuyuko’ negó con su índice. “Precisamente entré aquí porque he cambiado de parecer. Siento que no eres digna de ser una HiME.”
“¿Qué?” la peliblanca se confundió, pero sacudió con cabeza con cólera. “¡Cállate! ¡No me convencerás!”
“Hmm, pero lo digo por tu propio bien,” ‘Yuyuko' se cruzó de brazos y miró distraídamente a un costado. “Quieres ser HiME para tu formación como guerrera, pero como tal realmente no lo necesitas. Más bien, siento que ser HiME será lo peor para ti, porque te anulará como persona, y te convertirá en un ser frío, cruel y sanguinario.”
“T-te equivocas,” no podía evitar sentirse levemente inquieta por oír a alguien con la apariencia de su señora hablarle de ese modo. No podía permitir que esta incomodidad se alargara más, pero tampoco se veía golpearle. “Tú no entenderías. Nunca se puede entrenar lo suficiente, y estoy haciendo esto por mi señora. Debo entrenar, volverme más fuerte y poder protegerle. Ese es mi deber y mi meta.”
“¿Segura?” ‘Yuyuko’ seguía con la mirada desviada, y hablaba con un dejo de indiferencia y distracción. “Suenas tan seria como siempre, pero aquí entre nos, percibo que sólo pones excusas…”
“…” Youmu entrecerró sus ojos y comprimió sus dientes.
“Es conveniente tener a alguien a quien servir para lo que apuntas, ya que así le haces responsable de todas tus decisiones, cuando en verdad debería caer en tus hombros. Por eso es que siempre me consultas todo, para librarte de cualquier responsabilidad mientras sigues tus caprichos…” ella le miró con unos ojos nulos e inexpresivos. “¿No es así?”
“¡Suficiente!” esa definitivamente no era su señora, y se decidió a hacerle frente y atacarle para acabar con la conversación de una vez. Corrió para darle un golpe, pero la marioneta, la cual se había presentado quieta, distraída y elegante, agarró su puño con una agilidad sobrehumana, y con completa naturalidad, lo torció y lo apretó. “¡AAAHHHH!”

Youmu tuvo que patearle para librarse y retroceder. Aquella técnica debía funcionar para enviar a su oponente al piso, pero la marioneta sólo necesitó dar un paso hacia atrás con toda calma, inafectada. Ciertamente, no sería una pelea que podría resolver con artes marciales, así que a esas alturas no le veía solución. Agarró su puño lastimado. Debía tener más cuidado a partir de ese instante.

La marioneta mantuvo aquella actitud desinteresada y una expresión aburrida y vacía, aparte de ni concederle la mirada.

“Estás siendo muy obstinada, mi pequeña. Deberías comprender mis palabras y tu necedad,” ‘Yuyuko’ pasó a ladear su cabeza de un lado a otro, con el mismo distraído desinterés. “Pero no se podría llamar necedad si comprendieras las cosas más fácilmente, ¿verdad? Tendrías que aprender por experiencia.”
“…” Youmu lo consideró una amenaza y se alistó para atacarle.
“Hmm, y pensar que por tu necedad estás a punto de atentar contra la vida de tu propia señora…” ladeó su cabeza a otro lado. “¿Sí, verdad? Sólo estás haciendo esto por ti misma. ¿Acaso la imagen de tu señora ya no te es útil para justificar tus acciones?”
“D-deja de intentar de confundirme,” le miró con rencor. “Tú no eres mi señora, no tienes nada que ver con ella.”
“Asumiendo que no lo soy, me parezco mucho a ella, ¿cierto?” ‘Yuyuko’ le miró con su expresión vacía, aunque contagiada de una pizca de curiosidad. “¿Me estás diciendo que te encuentras perfectamente bien con la idea de aniquilar a un enemigo que es idéntico a la persona a la cual debes proteger?”
“C-c-claro que no está bien, pero ese no es el punto,” su voz le tembló un poco. ¿Por qué esa prueba consistía en enfrentarse a un oponente que hasta podía adquirir consciencia? Normalmente nunca tendría inconvenientes en simplemente atacar a su enemigo, pero aquella marioneta era demasiado inoportuna. Tampoco podía llevarse por un impulso a atacar luego de ver cómo pudo detener su previo ataque. Entrecerró sus ojos. Se desconocía a sí misma, debía ponerse a actuar. Aquella marioneta sólo buscaba desmoralizarle. “Este es apenas el comienzo, la primera misión, y no eres más que una prueba para mí. Nunca podría encarar a nadie si pierdo ante una simple imitación.”
“Pero…” la pelirosa llevó un índice a su mentón, adoptando una posición pensativa. “Tomar este primer paso de lastimar y destruir a una imagen familiar es sólo el inicio de la pérdida de sensibilidad. Quizás una persona con gran madurez e intenciones más nobles pueda recobrarse de este cruel juego, pero…” recostó su cabeza encima de un hombro a un ángulo que para una persona normal resultaría en un gran daño, y le miró con sus ojos ampliamente abiertos. “Tú no eres una persona normal. Estás a un paso de perder aquello que te hace una persona, para empezar. Y cuando ocurra, ni tu señora estará a salvo de ti.”
“…” Youmu sintió escalofríos por el gesto de la marioneta. Pese a repetirse a sí misma sobre la naturaleza de su oponente, ver esos gestos inhumanos le llenaron de nervios. Pero ya habían sido demasiadas contemplaciones. “No me insultes, ni pienses que caeré en tus trucos. Nunca perderé la vista de mis convicciones ni de lo más importante para mí. Pondré fin a tu juego ahora mismo.”
“No lo entiendes, ¿no es así?” la marioneta optó por no decir nada más, y luego de perder la mínima expresión que le quedaba, fue esta la que inició el ataque.

Inició con un trote que fue aumentando en velocidad, para repentinamente lanzarse hacia la estudiante. Youmu se sorprendió pero pudo saltar a un costado para evadir un golpe rápido, el cual de haberle golpeado pudo haberle lastimado bastante. A esas alturas presentía que recibir daño era inevitable.

La marioneta aterrizó en un pie y dio un giro rápido en este para volver a lanzarse. Estuvo más cerca de alcanzar a la peliblanca, quien sintió un mínimo roce en un brazo. Eso le quitó la concentración y la marioneta aprovechó para darle una fuerte palmada en el centro del pecho.

Youmu sintió una completa pérdida de balance y aire, y la marioneta aprovechó para agarrarle de un brazo, lanzarle hacia arriba y luego saltar para darle el alcance en pleno aire. La peliblanca pudo reaccionar para no recibir un ataque de lleno. Detuvo el brazo que iba a impactarle con el suyo y se impulsó de ese contacto con la marioneta para girar y darle una patada en la nuca. Fue un impacto más contundente y la marioneta cayó como trapo al piso, pero en un instante se levantó e inició con un asedio rápido de varios golpes sucesivos.

“Tch…” evitaba como podía pero seguía afectada por el golpe y su oponente se movilizaba demasiado rápido. También era demasiado resistente como para pretender simplemente darle un golpe, y si se abría a un ataque tan cerca, lo estaría pagando muy caro. Tenía inconvenientes manteniendo sus pasos estables y brazos fuera del camino mientras dedicaba toda su atención a los movimientos de la marioneta. Sabía que tarde o temprano algo le fallaría.

Aquella marioneta definitivamente no era su señora. Ella nunca sería capaz de hacer nada semejante, al no ser adepta a las peleas. También había perdido toda expresión y ‘humanidad’. Y cada vez más comenzaba a intensificar su molestia de ver a ese ser imitarle y pretender burlarse de ella. No podía dejarlo ir.

Luego de esquivar un fuerte golpe que estuvo dirigido a su rostro, Youmu aprovechó la inercia del ataque de la marioneta para darle un golpe en la quijada y después un golpe contundente en el estómago. La marioneta se sacudió, pero a diferencia de una persona normal, no se cayó derrotada ni se vio mayormente afectada. Más bien, ‘Yuyuko’ agarró a la peliblanca del cabello y le jaló. Inmediatamente, le dio una serie de golpes en el rostro con su mano libre.

El dolor era intenso y Youmu sentía que su tabique podría romperse en cualquier momento. Luchaba para liberarse o golpear a la marioneta, pero esta se mantenía inmutada. También la tenía atrapada al agarrarle de bastante cabello y no había forma de que pudiera soltarse. Agarró el puño que continuaba golpeándole, pero este era muy fuerte y lentamente vencía la fuerza de sus dos manos. Resistió lo que pudo pero la marioneta optó por empujar su cabeza al piso y golpearla bruscamente. Aquel ataque casi le quita el conocimiento a Youmu y antes de intentar impulsarse con sus piernas, la marioneta se arrodilló encima y le comenzó a ahorcar con la mano que previamente le había estado golpeando.

Sintió unas nauseas fuertes y un martilleo en su cabeza, además que ni pudo respirar como para recuperarse. La desesperación le hizo forcejear, pero aquel oponente era inmovible, y no podía hacer nada en esas circunstancias. Como una especialista en kendo y artes marciales, su presente experiencia era inconcebible. Su oponente no usaba ningún tipo de técnica ni estrategia; era simplemente omnipotente y sobrenatural. ¿En verdad le espera enemigos de ese tipo en la labor de HiME? ¿Enemigos que sobrepasaban completamente todo lo que conocía hasta ese instante? El aire le faltaba y su vista comenzaba a nublarse, además de sentir adormecimiento general. No había nada que podía hacer en su presente estado como para pelear...

Pero ni loca que se daría por vencida. Youmu sintió una extraña fuerza surgir entre su asfixia y levantó su mano derecha. Repentinamente sintió un peso muy familiar y comprimió el objeto en un fuerte agarre. Era una espada y una que se sentía muy cercana y especial para ella. No lo pensó dos veces y la blandeó a la marioneta, la cual tardó en darse cuenta, y recibió un corte profundo en el rostro. Esta soltó a la estudiante para retroceder, pero un segundo blandeo llegó a cortarle uno de los brazos.

“…” Youmu se levantó con gran esfuerzo mientras jadeaba, pero no se descuidó y mantuvo a la marioneta en la mira, con su espada firmemente empuñada. Se estremeció levemente al notar a la marioneta con un gran corte en el rostro, pero la inexpresión de la misma y falta de sangre ayudó a convencerle que era un enemigo falso. Continuaba cansada, pero era momento de terminar y adoptó una posición de ataque.

La marioneta volvió a lanzarse para atacarle pero con más cuidado, ya que la menor tenía un arma que sí podía hacerle daño. Youmu llegó a causarle más cortes, pero la rapidez de su contrincante hacía su trabajo difícil. Aun así, también notaba que con la aparición de la espada, su velocidad también incrementaba progresivamente. Todo parecía indicar que en poco tiempo, la marioneta iba a caer.

Siguió atacándole y continuó haciéndole daño en el torso pero, en un descuido, ‘Yuyuko’ agarró el brazo que agarraba la espada con firmeza, así volviendo a limitar a Youmu. Esta intentó zafarse y vio a la marioneta preparar una patada para volver a derrumbarle. Aunque grande fue su sorpresa al ver que una espada de menor tamaño se materializó en su mano izquierda, junto con unas fundas atadas a su espada. Con esta arma, contraatacó la patada y terminó cortando la pierna de la marioneta.

“…” ya no podía soportar ver la imagen de su señora en tal estado, así que decidió que debía terminar de una vez, y alzó su espada para finalmente atravesar el pecho de la marioneta y destrozarle.
“No lo entiendes, ¿no es así?” atinó a repetir la marioneta segundos antes del ataque. Youmu negó para no permitir que le confundiera, y con el ataque, esa imagen se deshizo en polvo y eventualmente dejó de existir.

Sólo quedó lugar para que Youmu respirara profundamente mientras seguía recuperándose del brutal ataque que había recibido. Su rostro le seguía doliendo, y esperaba no verse muy lastimada. Lo último que quería era que su señora se fuera a preocupar.


Y entonces vio a Fran aparecer ni bien toda la niebla se deshizo.

“Felicidades, Youmu Konpaku,” le dijo con inmutabilidad. “Eres una HiME.”
“…” Youmu no evitó sorprenderse por la declaración, y miró a las espadas en sus manos. “Entonces…”
“Esas son tus armas. Tienes suerte de ya poseer el conocimiento y práctica para manejarlas, será tu fortaleza. También pude percibir un incremento en tu agilidad y reflejos durante tu pelea. Puede que la agilidad sea tu capacidad, pero tendrás que aprender a controlarla e invocarla a voluntad propia.”
“…” ella asintió, pensativa. “¿Y mis otros poderes?”
“Ninguna HiME comienza con completo control de sus habilidades. Es afortunado que ya estés familiarizada con dos, y con entrenamiento y futuras experiencias, descubrirás lo que te falta.”
“Entiendo…”
“Ve a la enfermería. Tienes suerte de no haber recibido daño muy visible, pero todavía necesitas atención y reposo por el resto del día. Y antes de que me olvide…” Fran le extendió un folleto. “Hay un edificio dentro del campus dedicado a las HiMEs donde cada una tiene una habitación particular. Como una HiME, debes ir a separar tu espacio y puedes ocuparlo todos los días. Lo recomendable es que, por tu rol, te mantengas dentro de la universidad. Toda la información está impresa aquí.”
“Gracias…” Youmu miró sus armas al tener las manos ocupadas como para recibir la propaganda, y al pensar en guardarlas en las fundas a su espalda, tanto las espadas como las fundas desaparecieron. “¿Eh?”
“No te sorprendas. Eres capaz de invocar y desaparecer tus armas según sea necesario. No tardarás en acostumbrarte.”

La HiME recibió la notificación y no tardó en despedirse de Fran para salir y reencontrarse con quienes le esperaban. Abrió las puertas del gimnasio y vio a su señora comiendo un cinnabon enorme, con los demás cargando bolsas para llevar del mismo local.



“…” con sólo ver eso, Youmu supo que había regresado a la realidad y dio un pesado suspiro, para mirar a su señora con frustración. “No es para que coma todo el día, Yuyuko-sama, y esto es malo para usted…”
“¡Ah, Youmu!” Yuyuko se sorprendió y sonrió muy animada. “Sé que no debo preguntar. Felicidades.”
“¡Felicidades, Youmu!” Osaka sonrió. “Ahora estoy para servirte.”
“Um…” la peliblanca se confundió y apenas asintió al no saber qué contestar.
“Eh, pienso que lo mejor es que vayas a la enfermería. Pareces un poco lastimada,” observó Cho.
“Estoy bien,” Youmu negó.
“No, no, Youmu. No es para que te hagas la valiente todo el tiempo. Vamos ahí ahora mismo,” Yuyuko le miró con una infantil seriedad. “Y no hay peros que valgan. Vamos inmediatamente.”
“Vaya, la prueba HiME debe ser temible para que hasta tú tengas problemas,” observó Roxas con leve temor.
“Sí lo es,” Osaka asintió. “Aunque es secreto de HiMEs.”
“No te vengas con ese VIP crap, Osaka,” Tomo entrecerró los ojos. “Creo que es conocimiento general que es una prueba terrible, sólo que tu primo está en las nubes todo el tiempo."
“Oye…” él rubio le miró con reproche.
“Seguro que yo fui la que te causó tantos problemas,” Yuyuko sonrió con leve tristeza. “Lo siento, Youmu.”
“¿C-cómo lo sabe?” la nueva HiME se sorprendió un poco.
“Tal y como nuestros amigos lo han dicho, esta prueba es un gran desafío, y pienso que yo sería la última persona que estarías dispuesta a lastimar. Pero no te preocupes por nada. Sabes muy bien que nosotras nunca nos enfrentaríamos.”
“No se inquiete con este asunto. Supe muy bien que no se trataba de usted. Lo importante es seguir adelante.”
“Cierto,” Yuyuko asintió. “Hay que ver lo que nos queda por hacer."
“Podrían ir a la mansión HiME para reservar una habitación,” observó Cho. “Fuimos ayer para ver la mía.”
“Viera-sensei me dio la información,” Youmu miró a su folleto. “Pero no quisiera estar todo el tiempo dentro de Hanasaki. Tengo el deber de cuidar de mi señora.”
“No te preocupes por mí,” la pelirrosa sonrió. “En estas circunstancias, tienes que ponerte primero. Y no es como si yo estuviera en peligro constante.”
“Pero…”
“Tampoco es un requisito quedarse todos los días,” observó la peliceleste. “Yo no pienso hacerlo. Vivo con mi familia.”
“Es un buen recurso también, debo reconocerlo,” comentó Roxas. “Es bueno que tomes algo que la directora te está ofreciendo ya que estás siendo una HiME.”
“Bien, eso haremos. Ya quiero ver las opciones de habitaciones que tenemos,” los ojos de Yuyuko brillaron intensamente. “¡Oh! ¡Ahora que lo pienso, puedo contratar a un diseñador de interiores y un experto en Feng Shui para diseñarte la habitación más avant-garde y zen de todas!”
“N-no gracias, yo me las arreglaré,” Youmu tensó su expresión como si hubiera recibido daño interno por las palabras de su superior. Esperaba que no insistiera, pero algo le decía que ya había perdido la batalla.
“Tú déjamelo a mí, es lo menos que debo hacer,” Yuyuko miró a los demás. “Estaré yendo a la enfermería con mi pequeña. Hemos pasado bastante tiempo juntos, ¿seguirán disponibles o les he retenido demasiado?”
“Pues… lamento decirlo pero tengo una clase dentro de poco, no podré continuar acompañándoles,” observó Cho, incómoda.
“Vaya, ya que estás yendo a clases, sé que no perderé nada de acción si atiendo a la mía,” Tomo asintió. “Así que estoy ocupada también.”
“Roxas y yo tenemos que ir de compras al supermercado, perdón,” dijo Osaka. “Pero tenemos nuestros números telefónicos. Sé que no dejaremos de vernos el rostro.”
“Me alegro mucho, Osaka. Nos vemos todos, gracias por la compañía, entretenimiento y anécdotas~” Yuyuko se despidió de todos, quienes le correspondieron y terminaron por marcharse de ese sitio. Youmu también se despidió de ellos con cierta torpeza y dio un pesado suspiro.
“Mi señora, espero que no les ande importunando…”
“Por supuesto que no, Youmu. Es normal y perfectamente cordial pasar toda una mañana con personas, sobre todo si tienen algo en común. Lo hago por tu bien. Quiero que seas cercana a ellos y que te ayuden del mismo modo en que tú les ayudarás.”
“Esto es extraño…”
“Sé que siempre has sido muy individualista, así que creo que esta experiencia será muy valiosa para ti. Deseo de todo corazón que crezcas y aproveches lo que Hanasaki tiene para ti.”
“…” Youmu se extrañó. Era definitivamente muy distinto a lo que la marioneta le había dicho, así que todo estaba en su lugar.
“Sin embargo…” la señora se cruzó de brazos y desvió su mirada. “No quiero que te pierdas en tu rol de luchadora ni que ignores tu lado social y más humano, porque ser HiME es mucho más que poder. Dependerá mucho de tu riqueza interna.”
“…” y eso le dio leves escalofríos porque sonaba mucho más similar a las palabras de la marioneta. Decidió cortar con la conversación al caminar hacia la enfermería más cercana. “No se preocupe por mí, Yuyuko-sama. Todo está bajo control.”
“…” Yuyuko se confundió por su actitud y mostró un poco de pena en su rostro. Tal vez le hizo sentirse mal, pero era una preocupación honesta que sentía por su pequeña. Aunque si ella no quería hablar al respecto, no iría a obligarle.

Ellas fueron hacia la enfermería para así poder atender lo de la habitación en la mansión HiME. Era el inicio de su vida como HiME para Youmu, y le esperaba mucho más de lo que podía imaginar.

« Last Edit: July 08, 2017, 10:47:15 PM by Cho »


Kana

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #99: February 24, 2016, 05:30:15 PM »
—Chapter # 13

 

Frente a sus ojos color magenta tenia dos ediciones de revistas cuyas portadas habían atraído su interés y únicamente por ello había comprado ambas por sobre cualquier revista que realmente fuera de su interés.

Hiyori estaba en el jardín del campus, debajo del mismo cerezo en el cual una vez había despertado. No es que intentase reconciliarse con el evento bochornoso de hace unos días pero justamente ese enorme árbol de firme tronco y rosáceas hojas estaba ubicado en un punto perfecto donde se podía encontrar alejada de la muchedumbre pero, a la vez, tenia la opción de observar todo desde ese sitio al encontrarse en un terreno un poco más elevado. Desde donde estaba, tenia visión a la cancha de tenis, y, un poco más allá, se podía ver la piscina donde algunos estudiantes tenían sus clases de natación. Generalmente estas canchas eran utilizadas como segunda opción o para entrenamiento dividido ya que, tanto la cancha de tenis, como la de básquetbol y la misma piscina, tenían un duplicado considerablemente más generoso en el campus de educación física de Hanasaki donde dichos espacios eran más grandes, especializados y con más recursos.

—¡Hiyori! — Saludó una chica de cabellera larga y oscura que usaba un flequillo recto sobre sus cejas. Su tez era pálida y tenia largas pestañas. Si usara un kimono en esos momentos, luciría como una autentica kokeshi. Su nombre era Sawako… Aunque muchos la llamaban por “Sadako” —Te estaba buscando. — Le sonrió animadamente al llegar a su lado. —Pensaba que podíamos pasar el break junta. Aunque si prefieres unos momentos de soledad…— Inclinó la cabeza hacia un lado con gesto comprensivo.

—…— Apuntó a su lado, invitándola a sentarse. Hiyori le sonrió también. Sawako se ubicó a su lado, soltando un suspiro aliviado al recibir la sombra que el árbol brindaba. —Lo siento, no pude esperarte. Tuve que acompañar al profesor… Me obligó a ayudarlo a llevar los libros de regreso a la biblioteca. Eso me pasa por ser lenta. — Soltó un suspiro.
—Oh, no te preocupes. Yo fui la despistada que me perdí en un momento. — Lo que en realidad había ocurrido fue que la pelinegra se escondió después de clases en el baño femenino al ver un gran grupo de jóvenes circular por el pasillo. Eran los mismos que la buscaban para tomarse una fotografía forzada con ella para luego subirla al foro de Hanasaki con la etiqueta #yotambiénencontréasadako.
Aquella muchacha delgada y que constantemente intentaba evitar a la sociedad se había vuelto en una especie de amistad para Hiyori. No sólo compartían la necesidad de evitar personas sino también compartían los gustos peculiares que ellas tenían por ciertos vestuarios o alimentos. Cuando Hiyori había llegado a la clase, le tocó la desgracia de trabajar en grupo ese mismo día. En su grupo faltaba una persona más e Hiyori había sugerido integrar a una joven pelinegra que estaba sola en un rincón. Los chicos rápidamente habían dicho que Sawako daba mal augurio pero Hiyori los convenció de no dejarse influenciar por comentarios extraños ya que ellos eran más inteligentes. Al pasar los días ambas comenzaron a hablar más y acerse compañía.
Sawako sacó una libreta con motivos de gatitos donde anotó una nueva ruta de escape. —Hanasaki es gigante. Mira, he encontrado otro camino para salir sin morir en el intento. —
—Eso nos podría servir mucho. — Hiyori observó la ruta que había forjado Sawako en una especie de mapa dibujado por ella. No cursaba los mismos problemas de acoso molesto que vivía Sawako pero la idea de salir en menos segundos posibles le gustaba. —Siempre es bueno conocer todos los rincones de un enorme edificio. Así podríamos escapar cuando nos llamen para ayudar a los de teatro en sus papeles cuando faltan sus actores. —
—Oh, has comprado las nuevas ediciones. — La chica apuntó hacia las dos revistas que la pelicastaña torpemente había intentado ocultar cuando apenas llegó. —No sabía que te gustaban. Bueno, la de deportes puede ser pero la revista de tips, moda y consejos adolescentes no me lo esperaba. — Rio un poco. —¿Puedo verlas? —
—C-claro. — Se las entregó —Eh, no son para mi. Una conocida me las pidió—
—Entiendo. A veces mi prima me pide que le compre doujinshis de temática yaoi porque le da vergüenza comprarlos ella en la tienda. — Leyó la revista de adolescentes. —Ayumi es muy linda. — Comentó al ver a la idol en la revista. —Aunque siempre le dan el papel de la tercera en discordia en los triángulos amorosos en las novelas. —
—…— Hiyori suponía que a Lilina le daban esos papeles debido a su critica impuntualidad.
Sawako leyó su horóscopo en esa revista y el de Hiyori. Posteriormente, cambio a la segunda revista. Comenzó a hojear la revista la cual era deportiva. La edición estaba dedicada únicamente al basquetbol en Japón y tenia un interesante volumen que rápidamente captó la atención de la chica. En la fotografía de la portada aparecía su imagen pero dentro de la revista tenia todo un articulo en exclusiva —Ryota Kise es sensacional. Aun no puedo creer que ése chico haya escogido Hanasaki para estudiar. Escuché que tenia ofertas de muchas universidades de Japón e incluso de los Estados Unidos. —
—Seguro se irá pronto. — Ladeó la cabeza. No es que no escuchara a su hermano pero alguna vez le comentó algo de irse a Estados Unidos dentro de pronto. Mejor no le preguntaba a Ryota de nuevo sobre eso o se resentiría por no prestarle atención a sus metas y aspiraciones y, seguramente, se colocaría un poco dramaqueen. 
—Con un buen porte, movimientos ágiles, una técnica insuperable, acciones impredecibles y un tiro perfecto Ryota Kise es uno de los candidatos favoritos a ser seleccionado nacional. — Sawako parpadeó un par de veces. —Vaya, las estadísticas que salen aquí de él son muy buenas. Además, tiene mucha fama entre las chicas. Dicen que en sus tiempos libre es modelo. — La muchacha rio un poco. —Esta clase de gente perfecta me hace sentir fea y miserable. —
—Sí… Como si fueras destinada a vivir en las sombras como alimaña sarnosa. — Hiyori giró los ojos. Ahora que lo pensaba bien, además de ser la oveja negra de la familia era la menos atractiva para el mundo Nipon. Tampoco es que quisiera aparecer en una revista, pero era inevitable ver  que sus hermanos, ambos rubios y de ojos llamativos, brillaban con gracia en la sociedad como si fueran unos elfos de El Señor de los Anillos. La madre de Ryota y Lilina, la señora Kise, era una mujer bonita y de ella habían heredado esa belleza. —Seguramente el gen de Kishou me arruinó— Murmuró.
—¿Ah? —
—No. Nada. — Sonrió gentilmente meneando la mano para distraer a Sawako. —Ya deberíamos volver. Nos quedan pocos minutos. —
—Tienes razón. —
Ambas chicas se colocaron de pie y sacudieron sus atuendos. Seguidamente se dirigieron a su salón mientras conversaban. No les importaba mucho ser puntuales pero sí era prioridad de ambas hacerse con los asientos del fondo del salón que quedaban junto al ventanal y daban una perfecta visión. Al llegar, caminaron justamente ha esa ubicación donde se sentaron y prepararon sus cuadernos para la clase.
Hiyori sintió cuando un chico se sentó en el asiento vacío a su lado pero no le prestó atención pues era habitual que la sala se llenara pronto y que todos los sitios quedaran ocupados. Sólo esperaba que no fuera aquel chico parlanchín que no dejaba de hablarle. Pero sintió la incomodidad de sentir su mirada penetrante sin dejar de mirarla. La pelicastaña no quiso mirarle para no iniciar una charla pero fue inevitable el verle de reojo en algún momento. En ese instante, Hiyori se paralizó.
—Hola. — Saludó el joven, con indiferencia total en su rostro. Tenia el cabello oscuro y algo ondulado, sus ojos eran grandes y con forma felina que lo hacían tener una mirada mucho más intensa.
—…— La pelicastaña subió su cuadernillo hasta cubrir la mitad de su rostro y fingir estar desconcentrada.
—…— El chico le restó importancia al desprecio de la chica. Dejo escapar un suspiro y miró por unos segundos hacia el frente cuando el profesor entró y comenzó a hablar sobre el punto que habían quedado en la clase anterior. Después se aburrió de escucharlo y prefirió estampar el rostro sobre su mesa para terminar dormido.
—Veo que el señor Mabuchi está a un nivel superior de mi clase y, por tanto, prefiere dormirse en lugar de prestar atención. —El profesor alzó una ceja al notar el descaro. Aunque ese bribón se sentara al último de todos modos notaba su falta de respeto. —¿Señor Mabuchi? — No existió respuesta —Alguien despiértelo, por favor. — Bufó hastiado. Cerrando de golpe su libro.
—Hey, Mabuchi. El profesor está molesto contigo. No es hora de dormir. — Un chico lo sacudió y el nombrado alzó la cabeza perezosamente y bostezó como un gato que acababa de despertar.
—Señor Mabuchi, si mi clase es un fatídico fastidio para usted sería preferible que se retirara en estos momentos y diera placer a su dosis de sueño diaria. — Habló el maestro con voz grave y molesta desde el centro del salón.
—…— Hiyori se tensó un poco. Estaba con la mirada en su lectura y tratando de ser ajena a la situación pero… ¡Eso era difícil hacerlo cuando a su lado tenía al chico que la había ayudado cuando ella se desvaneció sobre él después de salir como idiota de su prueba HiME!
—Lo siento, señor Tokaharu. No volveré a dormirme, lo prometo. —Habló el joven con voz pausada y suave.
—Esa promesa ya no me la creo. — El hombre frunció en ceño en descontento. No era usual que regañara a sus estudiantes pero precisamente él le sacaba de quicio. —Noto que no tiene motivación por la asignatura y me temo que por su carrera en general. Insisto, si no quiere estar aquí nadie le obliga a hacerlo. —
—Si quiero estar aquí— El chico sonrió, de pronto, cálidamente. —Por favor, permítame quedarme hasta el final de la clase. No es que no tenga motivación, sino que he olvidado mi mochila por tanto no tengo cuaderno ni lápiz con qué anotar. —
—Hm…— el profesor soltó un suspiro. Era difícil expulsarlo después de esa sonrisa infantil aunque sabía que era una de sus sucias artimañas. Cambió su foco de atención. —Señorita Arima, por favor, entréguele una hoja a su compañero y si su amabilidad no tiene limites facilítele un lápiz. —
—…— Comprendía bien lo de trágame tierra. Otra vez sintió la mirada de ese chico observarle insistentemente. Arrancó una hoja con delicadeza la cual se la entregó, posteriormente sacó un lapicero de su estuche y se lo entregó también.
—Gracias. — El chico le observó fijamente volviendo a su expresión de indiferencia. —¿Uh? ¿The Moomins? — Observó con curiosidad la hoja que ella le dio, en una esquina tenía un estampado de dicha caricatura. El lápiz, por su parte, tenía una tapa con forma de gato.
—…— Sintió como una espada de hielo le atravesaba la vertebra lumbar partiéndola en dos. Ése extraño chico, el cual en un momento extraño la había sostenido en un extraño reflejo, ahora la miraba como si observara un fenómeno.
—Bien. Ahora, resulta la problemática, podemos seguir con la clase…— El maestro dejo de prestar atención a Mabuchi y continuó con lo suyo.
—¿Hiyori Arima, verdad? —
—S-sí. — Anotó algunas cosas en el cuaderno.
—Mabuchi-kun, ten. — Sawako le facilitó un libro. —El profesor nos hará trabajar con este libro. Hiyori y yo podemos usar el suyo. Así no te regañará más. —
—Gracias, Kuromuna-san. — Aceptó el libro. Volvió a mirar a Hiyori. —Arima-san, ¿Podríamos hablar después de la clase? —
—Está bien. — Le miró finalmente a los ojos. No podía dejar intimidarse por un chico holgazán por el solo hecho de haberla visto en un acto ridículo. —Hablaremos en la salida. —
—Hm… Ok. —




Como era totalmente neófita en el tema no conocía nada respecto a la prueba HiME. La señorita Miranda le explicó mientras la acompañaba al gimnasio que se trataba de una prueba de enfrentamiento donde debía luchar contra una marioneta que representaba a un ser querido. Le pareció macabra la idea de tener que golpear o incluso deshacerse de alguien a quien quería pero entendía que la finalidad de la prueba era sensata. Nadie le había dicho que las cosas serían color de rosa y ella había aceptado ser una HiME consciente de que sería difícil para ella debido a que no era precisamente la persona más idónea para el puesto.
La directora la esperó afuera del gimnasio y Nino ingresó al lugar. Allí una niebla espesa la envolvió y tras unos momentos de incomodo silencio apareció una conocida silueta para ella. En efecto, frente a ella, la figura de una de las personas que más quería: Su padre.
La marioneta extendió los brazos y la invitó a que se acercara para abrazarla cual gesto que siempre hacía su padre hacia ella después de sonreírle y guiñarle el ojo. Sin duda, la tecnología de Hanasaki era admirable porque por un momento casi se dejo engañar.

—Nadie dijo que sería fácil…— Se repitió.

Un recuerdo invadió su mente. Se recordó a ella misma en Inglaterra, temerosa y confundida respecto al mundo entero. Tenía tanto miedo de salir de su casa pensando que otra vez viviría el bullying que vivió en Japón que sus piernas temblaban al solo hecho de exponerse frente a un grupo de muchachos engreídos.

“Nadie dijo que sería fácil”

Le había susurrado aquel chico inglés, su tutor, cuando él bajó los peldaños de la escalera y la esperó abajo con esa mirada entrecerrada y aburrida que poseía.

“No podemos predecir nuestra vida, mucho menos controlar los sucesos que nos ocurran. De lo único que podemos estar seguros es de la inminente muerte. Somos seres que sufriremos la mayor parte de nuestra vida porque no es fácil ni maravillosa… Por ese motivo, debes vivir la vida porque es el único modo de hacerle frente… Y, supongo, que disfrutar de los pequeños momentos de felicidad es algo que deberías considerar.”

Aquello había sido tan melancólicamente destructivo como irónicamente empoderador. Nino desde ese momento había albergado el valor que por muchos años huyó de ella. Esas palabras de su tutor eran las que la conducían cada día.

Y allí estaba, frente a la marioneta que había optado por moverse y atacarla. Al principio la esquivó bien pero, debido a su falta de ejercicio, no fue capaz de esquivar algunos golpes que le llegaron. Sobre todo resintió el puñetazo en el estomago. La marioneta materializó una daga la cual empleó contra la candidata a HiME. La rubia pudo evitarla unas cuantas veces pero un roce del filo de la hoja cortó su mejilla derecha.

—Eres un desperdicio de tiempo. Un desperdicio de vida. Nino, querida hija, no debiste nacer nunca. —
—No eres papá. — Nino se armó de valor y sonrió con dulzura. —Tus palabras no me dañan porque lo conozco demasiado bien. —
—…— La marioneta se hartó de la pequeña y arremetió contra ella.

Nino esquivó la daga y aprovechó un descuido de la marioneta para darle una patada en el tobillo y botarlo al piso. Cuando ella corrió para ganar distancia la silueta de su padre se arrastró por el piso y le agarró el pie derribándola. Se apoderó de sus movimientos posicionándose sobre ella mientras que Nino le daba patadas a la marioneta. La forma de su padre alzó la daga dispuesta a enterrar el arma en el corazón de la joven, en ese momento Nino sintió como un montón de energía se generaba a su alrededor.

—No terminará así. — Anunció ella cuando, para su sorpresa, vio que la marioneta era envolvía por su energía y caía electrocutada hacia un lado. Nino aprovechó de hacerse a un lado y ponerse de pie.
Ver la imagen de su padre calcinado por la electricidad fue algo espeluznante. En poco tiempo la marioneta se incendió.
Pasaron unos minutos cuando la niebla se disipó, aquello era la señal para que ella saliera.
Al salir del gimnasio encontró a la señorita Miranda Lot esperándola.
—Felicidades, señorita Okamura. Ha logrado vencer a su adversario y demostrar que usted puede ser una HiME. —
—Gracias. — La rubia hizo una reverencia. En ese momento sintió un ardor en el estomago, recordó el puñetazo de la marioneta en esa zona. Se llevó ambas manos a su estomago expresando un gesto de dolor.
—Le acompañaré a la enfermería para que le otorguen un placebo. — La pelinegra miró la mejilla de la joven. —Y para que le atiendan esa pequeña herida. —
—Señorita Lot. — Nino se apresuró a hablar mientras caminaban en dirección a la enfermería. —Allí adentro sucedió algo extraño. Cuando pensé que no podría derribar la marioneta de mi padre una energía fluyó en mi y la marioneta se electrocutó ella misma. —
—En eso se equivoca, señorita Okamura. — Miranda sonrió un poco al ver la perplejidad de la joven. —Aquella electricidad fue producida por usted y no por la marioneta. Su elemento como HiME es la electricidad. —
—¿Es eso posible? — La rubia parpadeó sorprendida. La ciencia podría dar ápices a una respuesta lógica pero nada que diera un argumento contundente donde se explique que una persona pueda tener poderes de la nada. —Lo siento. Eso sí es posible. La señorita Fran me explicó sobre la tecnología de Hanasaki. — Sonrió un poco al recordar la inducción de la peliblanca. Miranda afirmó con un gesto.
Cuando llegaron a la entrada de la enfermería, Miranda volvió a hablar. —Quizá sea muy pronto para usted, que apenas vuelve de Inglaterra, pero hemos dispuesto para las HiMEs una mansión donde cada una es propietaria de una habitación. Esto a modo de protección para ustedes y para los demás estudiantes de Hanasaki si llega el momento de actuar de pronto. Sería ideal que viviera con las demás HiMEs, hay muchas que ya han sido HiMEs antes y podrían orientarla. —
—Agradezco su ofrecimiento. — Le hizo una reverencia. —Pero debo rechazarlo. Actualmente vivo con mi abuela y ella no goza de buena salud por lo que le ayudo y le acompaño. Mi deber está con ella también. —
—Entiendo. — Comprendió la directora. —Pero no es obligación quedarse todos los días en la mansión HiME. Usted puede quedarse un día si quiere, cuando se haga tarde para volver con su abuela o hayan situaciones de peligro. —
—Esa opción puedo tomarla siempre y cuando le avise primero a mi abuela. — Le sonrió con amabilidad. Ambas entraron en la enfermería para tratar las lesiones de la más joven.





No entendía como pero aquel chico las había convencido de ir a un Starbucks ubicado en la zona céntrica de Tokyo. Un joven de cabellos blancos les atendió con amabilidad llevándoles café, cappuccino y frappuccino que habían pedido.

—Agradezco que me hayas facilitado el libro, Kuromuna-san— Demostró un grado de cordialidad con la pelinegra. Observó luego a la otra chica, quería tocar un tema que le llamó la atención con ella pero no sabía si proceder delante de la otra chica como testigo. Se contuvo unos momentos.
—Mabuchi-kun, usted quería hablar de algo en especial. —
—Kou, me llamo Kou. — El pelinegro le sonrió amistosamente cerrando por unos instante los ojos. Hiyori recordó su mensaje en el papel donde había escrito lo mismo que le dijo en esos momentos. —Por cierto, ¿Eres HiME, verdad? —
—…— Las dos chicas se miraron con suspicacia por unos instantes. Hiyori le había contado aquello a Sawako hace unos días atrás cuando la pelinegra había estado emocionada con el tema de las HiMEs. La pelicastaña le contó como eran las cosas y Sawako dejo de ver el tema como algo de color de rosas. Sin duda, Sawako era más aterrizada en ese sentido y no veía  una oportunidad de ser una magical girl. El problema era, ¿Se podía confiar en Kou Mabuchi? ¿Qué tal si era un espía Rebel?
—¿Qué sabes sobre las HiMEs, Mabuchi-kun? — Preguntó astutamente Sawako
—Pues…— Kou alzó la vista tratando de encontrar una respuesta adecuada. Se llevó los brazos detrás de la nuca y se apoyó en el respaldar de la silla balanceándose en esta. —No mucho. Sólo tengo curiosidad. — Al ver que las dos chicas no estaban del todo convencidas, prefirió ir con honestidad. —Es un tema que me llama la atención. Es primera vez que lo escucho, es cierto, pero no puedo evitar relacionarlo con una miembro de mi familia. — Se tomó una pequeña pausa. —Tuve una prima de mi misma edad, crecimos juntos y éramos un tanto unidos. Ella entró en Hanasaki y nos vimos muy poco pero recuerdo que una vez me contó que tenía un deber con la escuela. Un día, ella se vio involucrada en un confuso accidente donde perdió la vida. Lo que me llamó la atención es que Hanasaki corrió con todos los detalles de los funerales y, de algún modo, hubo mucho secretismo de parte de la institución… Como si quisieran ocultar una verdad perturbadora—
—Piensas que ella pudo ser HiME. — Intervino Sawako.
—Exacto. Por eso quería que Arima-san me instruyera al respecto. ¿Podría hacerte algunas preguntas e ilustrarme? —
—Claro. — Si sólo era eso, no veía peligro. Además, no parecía tener intenciones de sacarle en cara lo de su desvanecimiento.
—¿Por qué escogen gente débil para ser HiMEs? —
—¿¡Eh!? — Hiyori y Sawako abrieron enormemente sus ojos ante la ofensiva.
—Eso. — Kou no se inmutó. No expresaba emoción alguna en sus gestos y no parecía tener tacto con el tema. —Mi prima no era exactamente una persona idónea para ser una HiME suponiendo las responsabilidades y acciones que efectúan. Más bien, era una tipa enfermiza. —
—Q-qué frío modo de referirse hacia ella. — A Sawako le tiritó una ceja al escuchar hablar así a Kou.
—No digo que Arima sea débil, pues no la conozco, pero no creo que su contextura sea lo suficientemente fuerte para resistir un ataque nocivo de un enemigo.
—…— Hiyori le observó con tranquilidad. —Si imaginas que en Hanasaki reclutan super chicas musculosas y con cualidades innatas para la supervivencia, me temo que usted tiene un concepto errado. Me atrevo a decir, incluso, que quien gozaba de esos dotes es un mito en el campus incluso referidos a ella como un fantasma perturbador. — Tomó una pausa para dar un sorbo a su bebestible. Continuo. —Pero debo aceptar que su punto de vista es verdad, en cierto punto, porque muchas de las HiMEs tenemos debilidades visibles. Como respuesta a ello podría decir que es más eficaz para Hanasaki trabajar con chicas que valoren sus cualidades, elementos, armas porque son algo que antes no tenían fácilmente por tanto le toman un cierto grado de responsabilidad y respeto al rol de HiME. Tal vez ser débil, en este caso, es una fortaleza del cual las chicas se pueden aferrar para superarse. —
—Interesante. —
—No creo que seas débil, Hiyori. — Dijo Sawako observando a la chica. —Ni que tu prima lo haya sido, Mabuchi-kun. —
—Lo soy. — Advirtió Hiyori. —Pero eso lo veo como una fortaleza pues constantemente quiero alcanzar la superación— Le respondió con una sonrisa y una señal de paz.
—¿Puedo hacer otra pregunta, si no te molesta? —
—Adelante. —
—¿Contra quien luchan? —
—Contra los Rebels. —
—¿De donde salen? —
—De Rizembool. —
—¿Ellos por qué luchan? —
—Porque tienen propósitos ocultos que no comprendemos. Tienen mejor tecnología, eso lo sé, pero desconozco su motivo. He escuchado que a muchos le ofrecen de lo que carecen. —
—¿Y ustedes por qué dan la vida por Hanasaki? —
—…— Había podido responder todo lo anterior sin titubeos pero con aquella pregunta Kou la descolocó. —Pues…—
—No existe un motivo claro tampoco, ¿verdad? — Curvó las cejas en una señal de desilusión.
—Lamento no poder instruirlo, Mabuchi-kun. — Se disculpó.
—Otra cosa. Ese día que nos encontramos por primera vez…—
—“No ahora, por favor” — Se le vino a la mente.
—¿Por qué me llamaste por el nombre de Caín? —
—Eh… Pues. — Eso le había incomodado. —Y-yo… No lo sé—
—Hm…Pensé que me habías visto como alguien maligno por el nombre bíblico y por eso me evitabas después. —
—¡Ah! ¡Nada de eso! — Hiyori alzó ambas manos, avergonzada. —E-esto… Eh, según me han dicho que mi Key se llamaba Cain. —
—¿Key? — Su rostro se expresó serio nuevamente, volviendo a la normalidad.
—Es, supuestamente, el que le otorga cierto poder a la HiME. No recuerdo a mi Key, porque… Bueno, tuve un problema de amnesia hace un tiempo. Tal vez te confundí… O algo—Sonrió un poco, empequeñeciéndose en su asiento. —Fue algo estúpido, la verdad. —
—Comprendo. — Soltó un suspiro. —¿Llegas tarde por la mañana porque vives lejos? —
—¿E-eso qué tiene que ver con el tema? — Hiyori alzó una ceja.
—Nada. Tienes razón. Arima, muchas gracias por tu tiempo. — Se puso de pie. —Regreso en seguida. —
—Mabuchi-kun es un joven bastante extraño  y en cierto modo muy intimidante. — Comentó Sawako cuando el aludido estaba ya lejos. —Aunque no creo que sea un Rebel o un socio de ellos que está en busca de información. —
—No parece de ese tipo de personas. — Agregó Hiyori, observándolo a lo lejos. —Aunque sí es algo extraño. —


Kou se aproximó a la cercanía de la barra del Starbucks para poder leer en el pizarrón la clave del Wi-Fi pero a esa hora estaba atestado de gente que esperaban tomar su pedido con los trabajadores que a esa hora pic se veían en dificultades.
Incluso si intentaba alzarse no podía ver la clave con ese montón de gente estorbando. Tuvo el deseo de que desaparecieran de su vista pero si esperaba a que eso sucediera le darían las doce de la noche y el local cerraría.
Observó disimuladamente hacia una mesa donde un par de personas parecían navegar por la red con sus teléfonos móviles. Kou dejo escapar un suspiro, no le quedaba de otra que acercarse y preguntarles a ellos si conocían la clave del Wi-Fi.


—Disculpen. — Dijo Kou cuando estuvo de pie al lado de la mesa de ese par. —Me preguntaba si saben la clave del Wi-Fi. — Apuntó el montón de gente que se amontonaba cerca de la barra. —Los orcos no me dejan ver la clave. —
—A esta hora ya parece Mordor. — El chico de cabellos rubio secundó la broma del de cabello oscuro. —Y espera a unos treinta minutos más. Todos los Hipster de la facultad de diseño y vestuario y los de arte salen de sus clases y vienen a pedir su orden para tomarles fotografías, subirlas a Instagram y ni probar el pedido. —
—Cállate, Ichigo. — La chica que estaba con él le dio una patada por debajo de la mesa. Era una joven de cabello pelirosa y ojos verdes claro. —Los de artes no son un montón de Hipster. — Objetó.
—Ok, Sayi, tú serás la excepción. ¡Pero cuidado! Que se contagia. Esa moda es como el T-virus. — Bromeó una vez más el muchacho.
—Que va, los de literaturas también son todos unos Hipster pero… Son como los Hipster pobres así que les alcanza para el cappuccino después de vender su alma a cambio. — Agregó Kou.
—¿Los de literatura también? — La chica que correspondía al nombre de Sayi demostró una expresión perpleja.
—Tengo un conocido allí... Todos sus compañeros son así. — Kou alzó los hombros.
—¿Ves? Es como un virus… Y todo inició por el lado de los estudiantes de artes. —
—¡Cállate, Ichigo! — Sayi volvió a patearlo por debajo de la mesa. Momento que aprovechó para robarle su Cappuccino y apoderárselo. —Tu dosis de cafeína ya exceso los limites saludables de tu circulo social. Después será una tortura para todos en casa escucharle parlotear toda la noche sin que te de sueño. Lo hago por piedad a los de la casa.—
—P-pero. — Ichigo colocó una expresión de confusión.
—Además, él está pidiendo la clave de Wi-Fi. No una cátedra de tus hipótesis sobre un supuesto virus hipster nacido entre los estudiantes de artes. — Sayi sonrió divertida por la expresión de su amigo. —La clave es: coconut98348. Disfruta, soldado. —
—Gracias. — Kou le sonrió agradecido. Aquella chica le había evitado una larga espera por el Wi-Fi. Registró la clave —No los interrumpo más. —
—De nada. — Sayi hizo la señal de V con los dedos.
—Cuidado con el virus Hipster. — Advirtió Ichigo.
—Lo tendré en cuenta. — Kou hizo el gesto de “Ok” con los dedos. Se despidió de ellos y se alejó.
Un poco más allá buscó en google map una ubicación que era de su interés. Luego retornó a la mesa con las chicas. Conversaron un poco más hasta que acabaron sus bebestibles. Tal como lo predijo Ichigo, el lugar se sobre pobló de Hipster justo cuando estaban saliendo del local. Sawako se sintió indignamente pobre entre esos chicos con Iphone Apple y ropa costosa tomándoles fotografías a sus pedidos.

Sawako insistió en que Kou no se fuera solo y los tres caminaran juntos por el centro de la ciudad hasta la estación de metro más próxima. Aunque Kou no quería aceptar, después se interesó por los temas que las chicas conversaban. Comentaban sobre la literatura de Goethe y a Kou le fascinaba.
Tomaron el metro cuando ya la noche cayó. La primera en bajar fue Sawako quien vivía en una zona departamental unas cuantas estaciones más allá de la zona céntrica de Tokyo. Kou conversó con Hiyori sobre algunas cosas aunque ambos eran bastante callados por lo que la charla no fue muy fructífera.
Kou vivía a un extremo de Tokyo y quedaban pocas estaciones para llegar hasta allí, se sorprendió de que Hiyori no bajara aún en ninguna parte.

—Mabuchi-kun, — Habló Hiyori rompiendo el silencio. Kou se retiró los audífonos. —Te agradezco que me hayas ayudado ese día. —
—Descuida. — El pelinegro le restó importancia al asunto. —Pero debes tener precaución contigo misma. Puedes exponerte al peligro frente a tu enemigo. —
—…Que más da. — Alzó los hombros, sin dejar de ver por la ventana.
—Debería importarte, Arima. — La observó con seriedad. Se percató de que ya habían pasado las dos estaciones restante. —Debo bajarme en la siguiente estación. Arima, ¿dónde te bajas? —
—En la última. Luego tomo la combinación hacia el metro oriente y llego hasta el final. —
—Es un largo recorrido. — Y el metro ya estaba casi vacío. Era un tanto inquietante que de noche ella hiciera ese recorrido. Por lo demás, debía hacerlo todo el tiempo pero no parecía preocupada.
—Descuida. — Ahora ella le restaba importancia al asunto. —Es tu estación. — Le advirtió.
—Cierto. — Kou soltó el pasamanos. —Nos vemos. — Se despidió abruptamente y se bajó del vagón.
« Last Edit: May 03, 2016, 06:50:07 PM by Kana »


Apple

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #100: February 28, 2016, 08:09:46 PM »
Prueba HiME! Al fin YOY no me salia como yo queria, y no me convence pero creo que ya va siendo hora de postearla... quedo enorme, intente resumir though.

#7: A mans ego is as fragile as a women’s heart

 

Sheryl

Era demasiado tarde cuando se despertó. Como pudo y maldiciendo, se levanto de un salto de la cama y empezó a dar vueltas por la su habitación jalando ropa, tirando el maquillaje y otros cosméticos por todos lados, buscando su mochila y tratando de arreglarse el cabello antes de entrar a la ducha. La jodida alarma había sonado si; pero los nervios por la prueba HiME habían hecho que Sheryl entrara en un estado nirvanico de sueño y no escucho el despertador de su celular. Pero si escucho al aparatito cuando Hijikata la llamo pidiéndole un favor, quien-sabe-que-cosa, pero Sheryl en medio del caos de su retraso le dijo que si.

Un golpe en el pie con la esquina de la mesa de noche la hizo regresar a la realidad. Entre el dolor, los nervios y la ansiedad la chica encontró el momento para tranquilizarse.

"Get your shit together..." se dijo a si misma mientras se sobaba el dedo pequeño del pie tratando de alejar el dolor.
Se dio una ducha rápida, se vistió lo más casual que se le ocurrió y salió corriendo de la casa de su hermana. A lo mejor si se apuraba todavía llegaba a tomar el metro de las 7:30. El trayecto en el metro fue una tortura dolorosa y largo. Estaba atorado de estudiantes y personas que se dirigían ese día a su trabajo. No tardo mucho antes de que Sheryl empezara a sentir nausea. Ya iba tarde, hacia calor en el vagón, estaba nerviosa e iba apretujada entre dos estudiantes de secundaria que, de no haberse puesto lentes oscuros y una gorra lo más seguro es que le hayan pedido un autógrafo o una fotografía.

Llego a la universidad a eso de las 8:30. A pesar de que ese día estaba excusada para faltar a clase trato de caminar desapercibida a la oficina de Miranda pues sentía como que si estuviera haciendo algo malo. No lo había pensando tan detalladamente hasta hacia 16 horas cuando se dio cuenta de que por fin haría la prueba HiME si o si. De ello dependía su beca y, quizás, la supervivencia de muchos estudiantes de Hanasaki; sin embargo la alarma interior de Sheryl no dejaba de sonar. Quizá ser HiME no fuera algo malo sino peligroso, no solo expondría su vida sino seria un blanco fácil para su Rebel ya que no tenía ni experiencia ni a su Key.

Llegó a la oficina de Miranda donde esta ya la esperaba junto con Fran. No se acordaría de la llamada de Hijikata hasta horas más tarde.
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Souji

Nada mas entrando a la estación del shinkansen comenzaron a sonar los acordes de cierta canción que anduvo de moda en Kyoto cuando era adolescente. Era una canción vieja desde luego, de un grupo de los 70's ("los Beatles japoneses") pero era jodidamente popular entre los padres que eventualmente de tanto escucharla la contagiaron a sus hijos.

Mientras pedía un expresso en la cafetería de la estación trato de acordarse de los acordes de la canción para guitarra pero se puso de mal humor. Odiaba esa maldita canción, le recordaba a todas las cosas que nunca había podido tener. Un vistazo rápido al puesto de diarios y  revistas de la estación lo hizo encontrarse con una de ellas. Con disimulo tomo una revista y el periódico del día (como excusa para comprar una revisar que nunca le había interesando).

La había pasado muy bien en Okinawa, el clima cálido había aliviado los síntomas de esa odios neumonía  que le había dado Además por primera vez en su vida tuvo la oportunidad de vivir solo. Su padre tenia un apartamento frente al mar, cerca de la base militar americana, donde el se había quedado. Se había dado el lujo de vivir tranquilamente, sin la sobreprotección de su padre, los mimos de su cuñada y el acoso protector de su hermano mayor. Pero ni aún así había encontrado la paz que estaba buscando.

A los pocos días de haber llegado y después de que el clima cálido hizo sus magia y se sintió restablecido, volvió a sus andadas. Solo que ahora amplió sus horizontes; salía de fiesta cada noche a los bares locales con los militares estadounidenses, jóvenes de mas o menos su edad (algunos mayores), se sorprendían de conocer a un tío japonés que midiera 1.80 y pudiera tomarse unos 5 tarros de cerveza sin inmutarse. El desfile de rubias despampanantes que pasaron por su habitación no lo hacia sentirse mejor. Cada una era un reflejo borroso. No trato de aprenderse sus nombres; la mayoría eran hijas o trabajadoras en la base militar que tenían algún fetiche con los hombres asiáticos o simplemente eran conquistadas por su encanto rebelde. Lo mejor que se le ocurrió para evitar el mal viaje que le producía levantarse por las mañanas y encontrar a una rubia desconocida junto a el fue cortar los encuentros casuales y limitarse a salir de fiesta con los militares de la base.

Si le hubieran preguntado que había hecho durante esos cortes meses en Okinawa hubiera respondido cínicamente que "nada". Pensó en inscribirse a la universidad, unirse al ejército de los Estados Unidos, huir a Indonesia o quedarse en Okinawa pero en el fondo sabía que la única opción era regresar a Tokyo. Y así fue como esa mañana de primavera se levanto en la madrugada con la idea de regresar a Tokyo. Hizo su maleta, cerró el apartamento con llave y después de avisarle al superintendente del edificio que ya se iba tomo un taxi a la estación del shinkansen. También llamo a su hermano para avisarle que regresaba ese día; sabía que a Toshi no le gustaban las sorpresas y las cosas imprevistas.
Lamentablemente no se le había ocurrido llamar antes para asegurarse que hubiera un boleto disponible para las 6 am y la recepcionista le informo que tendría que esperar al tren de las 8. Resignado se fue a sentar al área de espera dispuesto a hojear la revista, no sin antes darse cuenta de que en la radio habían puesto otra vez esa jodida canción.
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Sheryl

—¿Estas bien? — preguntó Miranda poniéndole una mano sobre el hombro antes de dejarla entrar al gimnasio.
Sheryl se encontró con sus ojos que mostraban una leve preocupación. La rubia supuso que no hacia falta ser médico para darse cuenta de que no estaba muy bien. Se habría preparado un poco antes de la prueba; estudiando los conceptos HiME, Key, Rebel, Child, Knight, Princess, etc. 

También había memorizado el proceso de la prueba HiME, e incluso esperaba que la marioneta en cuestión tomara la imagen del tipo que la secuestro y en cierta forma eso haría la prueba mas sencilla y todo el rencor que le tenia manifestaría sus poderes sin problemas. Sin embargo, estaba insegura sobre sus propias habilidades y los supuestos poderes que Miranda le había dicho que tenía. Pero ya era tarde para arrepentirse. Trato de sonreír a medias y le aseguró a Miranda que estaría bien.

—Estoy un poco nerviosa, pero creo que puedo hacerlo—

—Sabes que podemos interrumpir la prueba si algo sale mal— le aseguró Fran.

Sheryl asintió y empezó a caminar hacia la entrada del gimnasio. Trato de hacerlo tranquila, con el porte que usó alguna vez para recorrer las pasarelas, pensando que si actuaba como si tuviera toda la confianza del mundo eventualmente terminaría creyéndoselo. 

Cuando las puertas del gimnasio se cerraron tras ella y todo se volvió un limbo de neblina se puso aun más nerviosa. Una pequeña parte de ella, quizás la mas racional, aun no se creía del todo el cuento HiME. Pero ahora era demasiado real.

Tomo un poco de valor y empezó a caminar. No avanzo mucho cuando logro ver una silueta acercándose a ella. No pudo evitar llevarse una mano a la boca y lanzar un pequeño grito cuando vio a quien tenia enfrente. No era a quien esperaba, no era la figura pequeña pero fuerte que emanaba olor a alcohol, sudor y tabaco barato, no era el tipo que la secuestró con quien ella iba a desquitar todo el dolor, incertidumbre y frustración que tenia adentro, el que le quito todo lo poco que tenia. Frente a ella tenia a un par de ojos color esmeralda que la miraban con el mismo enojo de hacia 4 años.
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Souji

Cuando Souji entro al vagón de primera clase en el Shinkansen supuso que las dos horas de espera habían valido la pena. El consideraba que era un tipo de gustos simples, sin embargo le gustaba darse el gusto de viajar en primera clase.

Encontró su asiento y se acomodo. El viaje de Okinawa a Tokyo era largo. Saco su ipod y se puso los audífonos pero no presto atención a la música. Había tirado el periódico que había comprado a la basura pero aun conservaba la Vanity Fair doblada en el bolsillo de su parca. La saco, y por segunda vez repaso la portada. Reconocería a Sheryl bajo cualquier circunstancia, aun con toneladas de maquillaje y un vestido extravagante. El articulo que contenía la revista sobre la chica era poco relevante para el con excepción que anunciaba que Sheryl se retiraba de forma oficial del modelaje y cualquier actividad relacionada con ello. La mayoría de fotos tampoco le gustaron mucho; fueron tomadas un fotógrafo supuestamente importante pero casi ninguna revelaba a la Sheryl que el conoció. En todas se miraba bien sí, pero solo una se acercaba a la imagen idealizada que el tenia de ella donde no tenia casi nada de maquillaje, usaba un vestido negro sencillo y mostraba una sonrisa radiante que no reflejaba nada de lo que le había sucedido unos meses antes.  Arranco la hoja que tenia esa fotografía y arrojo la revista a la basura.

En esos momentos se moría de ganas por un cigarrillo. Tenia que admitir que la noticia de que Sheryl se retiraba del modelaje lo había molestado un poco. Según el, ella solo se andaba tomando unas largas vacaciones para luego regresar con todos los honores a las revistas y pasarelas. Pero si el retiro era permanente y ella seguía viviendo en Tokyo como le había comentado Hijikata, lo más seguro es que su residencia permanente fuera la casa de este y de Rangiku.

Sin quererlo, bostezo y se dio cuenta de que había dormido muy poco. Se acomodo para dormir un poco. Estaba empezando a recordar cosas que no quería recordar.

++flashback++

Tenia que admitir que estaba emocionado el día de su graduación de secundaria. No solo se graduaría, sino que se decidió a hacer algo que tenía muchas ganas de hacer desde hace tiempo: darle el segundo botón de la chaqueta de su uniforme a Sheryl. Lo había planeado desde hacia algún tiempo pero según la tradición era inoportuno hacerlo antes, además de que ella no iba a la misma escuela y se la pasaba viajando por su trabajo... aun así, Souji pensaba, las cosas podrían funcionar.

Fue temprano a la escuela para el ensayo del evento, y luego salió a encontrarse con su padre, con Toshi e incluso Rangiku estaba ahí. Supuso que Sheryl llegaría tarde como usualmente pasaba y le resto importancia. La ceremonia empezó y no llego a la mitad sin que Souji se diera cuenta de que ella no llegaría. Al finalizar, su padre los invito a todos a comer.

No supo nada de Sheryl hasta entrada la tarde cuando llegaron a casa del almuerzo. Souji todavía estaba enojado y todavía tenia el jodido botón en el bolsillo de la chaqueta pero cuando ella lo llamo no vacilo en ir, ni siquiera se cambio el uniforme. Solo salió corriendo al parque cercano a las casas de ambos. Cuando por fin llego Sheryl estaba sentada frente al lago viendo a los cisnes nadar. Por un momento le pareció una desconocida y tuvo la sensación de que debía salir corriendo de ahí.

—Perdón por no llegar... pero me llamo mi agente- se excusó ella. Tenia un paquete en sus manos, por el estampado del empaque era algo de una casa de modas muy exclusiva. Se lo dio y lo abrazó furtivamente antes de sonreír con orgullo —me darán una portada en Vogue Paris y ya tengo la de Vogue Italia... siéntate te lo contare todo, te ves muy cansado ¿todo fue bien?

—Si.. uumm... todo estuvo bien— contestó el con desgano. Aceptó el paquete y ambos fueron a sentarse en un banco. El abrió el paquete de Hérmés y saco una fina bufanda tejida de color azul marino. Muchos de sus compañeros habían recibido una igual en la mañana, solo que no eran de diseñador ni costaban más de doscientos mil yenes, sino era tejido a mano por alguna novia ilusionada.

— ¿Te gusta? —

—Supongo que si... —

—Bien... —

Era obvio que a el no le había gustado el regalo. Pero ella no sabía ni lo del botón ni lo de las bufandas tejidas por alguna novia ilusionada. Hubo un silencio incomodo entre ambos; a Souji la presencia del botón en el bolsillo lo quemaba y Sheryl permanecía ajena a todo, en su pequeño mundo adolecente donde se obtiene todo lo que uno quiere por tener una cara bonita.

—Yo... umm... — Por unos segundos Souji había juntado el coraje para sacar el botón pero Sheryl parecía querer decir algo también así que desistió.

— ¿Sucede algo Souji? —

—Dímelo tú—

—Es que... me llamo mi agente. Lo quise ignorar, de verdad quería ir a tu graduación, pero parecía urgente. Lo siento pero la modelo que tenían para salir con Kate Moss con Vogue Paris se quebró una pierna y me eligieron para substituirla ¿Puedes creerlo? Dos portadas simultaneas en Vogue y ¡una de ellas es con Kate Moss! Tenía que aceptar de inmediato lo cual por supuesto hice, pero mi agente tenia una gran lista de cosas que a Kate no le gusta que otros hagan frente a ella, así que hizo que aceptara todos esos términos también... La cosa es qu-

— ¿Que diablos pasa contigo? — la interrumpió Souji. No estaba solo molesto, estaba furioso.

—Pues nada— ella se levanto del banco — ¿Que te pasa a ti? ¿No puedes estar contento por mí? —

—No, no puedo Sheryl. Estas actuando como una idiota que vive fuera de la realidad. Solo date cuenta: una persona se acaba de herir y pareces feliz por ello. ¡Ni siquiera estas mostrando un poco de respeto! Y Solo para trabajar junto a una tipa que no conoces pero por la que te mueres por complacer desde ya. Y encima no puedes interrumpir a tu estúpido agente para enviarme un mensaje y avisarme que no llegarías... —

— ¡Solo estas molesto porque no fui a tu estúpida graduación Souji! Deja de pensar que todo el mundo gira a tu alrededor—

— ¡Estoy molesto porque  solo te estas preocupando por ti misma! Te perdiste la graduación de preparatoria de Ran y Hijikata, no fuiste a despedir a tu hermano al aeropuerto, y no cumples tus promesas. ¡Tú deberías de dejar de actuar tan egoísta y malcriada! —

La rubia trato de replicar y buscar algo aun más ofensivo para decir sin en realidad herir a Souji (aunque se moría de ganas por hacerlo). Sin darse cuenta pequeñas lágrimas habían empezado a salir de sus ojos. Según ella fue porque su orgullo estaba herido y el la había insultado; pero más tarde comprendió que lloraba porque sin darse cuenta había perdido a Souji.

—Ten– Souji se levanto del banco y puso el segundo botón de su chaqueta de la escuela en la mano de ella. El botón más cercano al corazón de un chico que este le da nada más a la chica que esta más cerca de él – espero que al menos recuerdes lo que significa eso.
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Sheryl

Por un momento Sheryl creyó que tenia al Souji verdadero frente a ella, pero cuando este la ataco se dio cuenta de que era la marioneta. Con dificultad esquivo el primer atraque, pero no tuvo suerte con el segundo. Un puño alcanzo su costado dejándola sin aire por unos segundos.

La chica quiso correr pero la falta de aire no la dejo avanzar más que un par de pasos antes de que la marioneta volviera a atacarla.

No sabía que la perturbaba más, si la velocidad de la marioneta o la cara desencajada de odio. Sheryl se dio cuenta de que estar en forma no era suficiente y que aun no aparecían sus poderes. Las cosas se pusieron peor cuando la velocidad de la marioneta aumento y si ella no hiciera sido tan liviana de seguro no hubiera esquivado muchos golpes. Pero aun así la marioneta acertó en varios. En algún momento en el que ella no se dio cuenta, se encontró con una espada en la mano. Solo había aparecido, de la nada, pero su presencia no pasaba desapercibida. Era grande, con una forma peculiar que no se parecía a ninguna espada que ella hubiera visto antes además de estar finamente elaborada con detalles dorados sobre la hoja de acero. Pero la espada era pesada y además Sheryl no sabia usar una. Entre la confusión de tener una espada mágicamente entre sus manos y tratando se esquivar un puñetazo la chica se tropezó con su propio pie y cayó de espaldas perdiendo la espada que callo a un metro de Sheryl. Todo su cuerpo estaba tenso y adolorido así que no podía levantarse con agilidad. Sabia que si no hacia algo empeoraría y no quería que Miranda interrumpiera la prueba. Intento atacar a la marioneta pero esta la esquivo con facilidad haciéndola cae de nuevo. La marioneta la miro con desprecio unos segundos antes de levantar la pierna para patearla.

Viéndose en esa situación Sheryl tuvo que recordarse a si misma que esa era una marioneta y no Souji, por mas que el la ignorara y probablemente detestara nunca la lastimaría físicamente. Era poco probable poder recuperar su afecto ahora pero tampoco quería rendirse ahora. Rodo a un lado para esquivar la patada. Para su sorpresa sus manos estaban calientes y sentía un cosquilleo; hecho un vistazo y una pequeña flama salía de la palma de su mano. Junto todas sus fuerzas y apunto a la marioneta que se disponía a atacarla de nuevo pero un remolino de llamas la envolvió; de las palmas de Sheryl salían llamaradas tan fuertes que por un momento entro en pánico pensando que se quemaría pero al contrario sintió la calidez del fuego, era suave como tocar seda y ella no se quemó como la marioneta-Souji que empezó a arder de una forma horrible y grotesca que por un momento Sheryl olvido el alivio de haber obtenido sus poderes. Más horrible era la cara de odio de la marioneta y la forma en la que a pesar de ser literalmente una hoguera siguiera avanzando a ella. Por un momento Sheryl se sintió en un giallo, viendo a Souji arder y se tuvo que volver a recordar que esa cosa en realidad no era Souji. El ya no estaba, nunca accedería a encontrarse con ella de nuevo.

Dándole la espalda a la marioneta que cada vez avanzaba mas cerca corrió hacia la espada que yacía tirada a un metro y cuando se agarro para recogerla la marioneta le tomo el cabello con tanta fuerza que Sheryl chilló y no alcanzo a tomar el arma. Maldijo, y una vez más trato de tomar la espada, y por unos segundos todos parecieron flotar con suavidad incluyendo la espada que por fin pudo alcanzar. Dio una media vuelta muy torpe y encajo la espada en la marioneta que para esos momentos ya no era más que una masa amorfa que dejo de moverse y cayó al suelo. En ningún momento la marioneta se quejo o soltó alguna palabra.

La neblina desapareció a los pocos segundos y la puerta del gimnasio se abrió.
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Souji

Solo faltaba media hora para que el tren de Souji llegara a Tokyo. Hijikata se había asegurado de que Sheryl fuera por él a la estación, sin embargo cuando llamo a la rubia hacia un rato para recordarle el encargo no le contesto.
Saco un Parliament mientras esperaba en la plataforma por su hermano. Estaba nervioso. Souji estuvo muy enfermo y la primavera aún no era muy cálida. Por un momento se pregunto si la enfermedad de Souji tenía que ver con su repentina visita.

Cuando por fin llego el tren la plataforma se lleno rápidamente de gente no le tomo mucho tiempo encontrar a Souji. Era un poco mas bajo que el, pero mas alto que el ciudadano promedio. Llevaba jeans, converse azules, un suéter rojo y una chaqueta muy gruesa color verde que hacia juego con el par del esmeraldas que tenia como ojos. Tenía además dibujada en sus labios su típica sonrisita cínica. Llevaba una mochila y la única maleta que se había llevado para Okinawa. Apenas se saludaron, Souji hiso el ademan de abrazar a Hijikata pero este lo esquivo; sabia que su hermano menor nada mas lo estaba jodiendo. Salieron rápidamente de la estación sin intercambiar muchas palabras al Audi negro de Hijikata.

Había mucho trafico, de seguro por algún accidente de transito. Souji rápidamente encendió el radio del auto y conecto su ipod. Subió el volumen muy alto antes de presionar >play. Una canción de rock de los 80's hiso vibrar las bocinas en el auto.

—Oye, no seas tan escandaloso— regaño Hijikata bajando el volumen.

—Creí que esta era tu banda favorita...—

—Ya no- respondió cortante el pelinegro. Souji tenía la habilidad de joder con sus nervios desde que eran pequeños. Era intencional la mayoría de las veces. Las otras veces solo era la forma de ser de Souji la que lo ponía al límite de su paciencia. Por reflejo busco sus cigarrillos en el  bolsillo de la chaqueta, pero recordó que Souji estuvo muy enfermo y que fumar delante de el estaba prohibido. Suspiro y dejo que el silencio se apoderara de ellos por unos minutos

—Tenia la intención de que Sheryl te recogiera en la estación— retomó la conversación.

— ¿Por qué ella?—

—Supuse que eso te haría feliz—

Souji sonrió.

—Me encanta como te preocupas por mi felicidad "onii san"— las palabras salieron de su boca en un tono infantil y burlón —Pero me hace más feliz que mí ocupado onii san venga a recogerme en persona, cuando apenas me iba a visitar a Kyoto—

—Imbécil...— Hijikata suspiró —De pequeño solo hablabas de ella, incluso le prometiste que te casarías con ella—

—Oh ¿enserio? — contestó el castaño mientras sacaba un paquete de cigarrillos de su propio bolsillo — ya no recuerdo

—Puso uno entre sus labios un Lucky Strike y lo encendió con un encendedor barato, como esos que venden en las gasolineras —Por cierto... ya no se tienen que preocupar por no fumar delante de mí. Ya estoy bien—

Hijikata trato de permanecer estoico. Recordaba muy bien el mal rato que su hermano le había hecho pasar a todos con su enfermedad. Era increíble que en pleno siglo 21 todavía la neumonía fuera una enfermedad tan mortal; y lo peor que Souji se había enfermado por andar jugando a ser el rebelde. De por si era ya un poco indomable y de carácter travieso, cuando lo echaron de Hanasaki se volvió peor. Nunca descuido sus estudios y siempre fue un chico inteligente (al menos intelectualmente) pero le gustaba hacerse el duro. Paso todo el invierno dando vueltas por la ciudad en su moto, sin importar que tanto lloviera. Llegaba empapado y helado a casa nada mas a cambiarse para volver a salir. Al poco tiempo se enfermo de gripe, que fue empeorando progresivamente hasta volverse pulmonía. Pronto lo tuvieron que internar (a la fuerza) en un hospital y poco después fue enviado a Okinawa a restablecerse.

Okita Souji era un chico entra fácil y difícil de lidiar. Usaba el cinismo y el sarcasmo a su favor y actuaba con indiferencia. Ocultaba cualquier emoción bajo una sonrisa fácil y burlona. Todos lo comparaban con un zorro y siempre se andaban con cuidado de que Souji  no les jugara una broma. Era el tipo de persona que les gusta que les insistan para hacer las cosas, y siempre terminaba haciéndolas a su manera. Pero bajo esa fachada de sinvergüenza, Hijikata sabia que Souji era un chico bueno, caprichoso al que le gustaba ser mimado y sus bromas iban con la intención de hacer reír a los demás. A simple vista la relación de Souji y Hijikata no era buena. Era la típica "molesto a mi hermano mayor porque disfruto verlo enojado". Hijikata trataba de que Souji pareciera una molesta obligación en lugar de un hermano. Muchas veces habían peleado, o mejor dicho Souji había hecho enojar tanto a Hijikata que este terminaba gritándole. De pequeños incluso se caían a golpes. Pero en el fondo ambos sabían que se querían, y esa era su forma de demostrarlo el uno al otro. Y aunque no fueran hermanos biológicos, los unía un lazo más fuerte que la sangre.

Cuando llegaron a casa Rangiku ya estaba ahí preparando el almuerzo. Sabía que a Souji le gustaba como cocinaba y ese día salió temprano del trabajo. La rubia abrazó a su cuñado efusivamente y se pusieron al día sobre sus vidas en lo que Hijikata subía la maleta de Souji a su habitación. Cuando el pelinegro regreso le indico a Souji que tendría la misma habitación de siempre. Con la excusa de que se quería duchar y cambiar de ropa Souji se retiro de la cocina y con nostalgia se dirigió a su habitación, la misma que había ocupado por casi dos años desde que se mudo a Tokyo para estudiar originalmente en Hanasaki. Las cosas habían cambiado poco pero le llamo la atención que la que antes fuera la habitación de invitados frente a la suya estuviera levemente abierta y con una decoración totalmente diferente.

El cuarto parecía salido de una revista de decoración o de un cuento de hadas. Las paredes, el tocador, la alfombra, la lencería de cama y un diván eran de color champagne. Rosas frescas del mismo color estaban en una mesita que tenia algunos libros y una laptop. La decoración era mínima, pero la abrumadora presencia de la dueña de la habitación se percibía y lo hacia sentirse un poco ahogado. Souji entró pero no se atrevió a tocar nada. Se pregunto a si mismo cuanto habría cambiado ella desde la ultima vez que la vio.  Para Souji, Sheryl al estar rodeada de marcas de moda, otras modelos y esa clase de personajes se remarco su superficialidad. Ella siendo tan hermosa y viniendo de una familia rica siempre había sido vanidosa pero en ese entorno, creyendo que era inocente y normal digno de cualquier adolescente, se distrajo de las cosas realmente importantes y dramáticos que pasarían mas adelante. Más bien, se idiotizo y no se dio cuenta de lo que paso hasta que la realidad la alcanzó.


Mimi Tachikawa

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #101: February 29, 2016, 01:52:58 AM »
Hoi hoi minna!! aqui les traigo el capi antes de probaciones xDD

Nota: pedi permiso a mi hija Mery para usar a Ichimatsu, Jyushimatsu y Osomatsu <3 gracias hija

Capitulo 13 : "Descubriendo sentimientos"



Seto Kaiba, el joven presidente de la prestigiosa compañía de juegos Kaiba Corp, se encontraba durmiendo en una de las habitacion de su lujosa mansión, se movia de un lado a otro ya que estaba teniendo una pesadilla

En aquel sueño se veía a el mismo mas adulto, vestia traje de sacedorte de una cultura egipcia y entre sus brazos llevaba el cuerpo de una mujer que le miraba con angustia en sus ojos

Disculpame…Seto…no podre cumplir con mi promesa…-alzando una de sus manos para acariciar suavemente las mejillas del pelicastaño, sonriendo tímidamente- yo siempre te amare y si volviese a renacer estoy segura que volveria hacerlo…asi que solo esperame que algún dia nos volveremos a ver…-

Ya no hables Hajime…ya no lo hagas…-aferrandose fuertemente a ella-jamas te olvidare y si en la próxima vida nos vemos esta vez si te protegeré…-

Gracias…- la joven dio su ultimo aliento y murió en brazos del joven-

Hajime!!!

El castaño abrió sus ojos y sintió sus mejillas húmedas

Estupido sueño…- se levanto y vio que aun era de noche- por que últimamente solo sueño eso?...-suspiro pesadamente-el presidente de una respetada compañía teniendo sueños de quien sabe que época, se reirían de mi …- avanzo hacia la ventana de su enorme habitacion, y saco el celular que tenia en el bolsillo de su pijama- encima no tengo noticias acerca del paradero de Hajime…- cerro los ojos- es el mismo nombre, pero son personas diferentes…- tocándose la cabeza visiblemente estresado-Si hubiese ido al orfanato un dia antes del accidente podría habérmelo llevado

Inicio de Flashback

Hace 10 años, cuando Seto Kaiba tenia 6 años vivía en el orfanato ya que sus padres habían muerto y no tenia a nadie que pudiese cuidar de él, como era un chico muy inteligente siempre se la pasaba solo porque los demás niños no querían jugar con él, solo había un niño que se le acercaba con una amplia sonrisa y de cabellos cortos azulados
Y es divertido lo que haces??- le hablo tímidamente-

Lo es para mi…-

Ya veo…-dijo emocionado- puedes enseñarme a jugarlo? Asi te puedo hacer compañía-

No creo que te guste, terminara aburriéndote…-

Claro que no yo se que me gustara…-

Es entonces que Seto empezo a enseñarle con paciencia al pequeño Hajime que observaba interesado todo lo que le había enseñado, después de un par de días pudo ser capaz de jugar con él al ajedrez, aunque claro Seto le ganaba debido a su talento innato, pero mas que molestarse Hajime estaba maravillado por la habilidad de su amigo, y decía su amigo porque empezaron a estar juntos de arriba y abajo, el rostro serio de Seto había cambiado de semblante desde que Hajime se había vuelto su amigo, y cada vez que el peliazul se emocionaba, siempre le preguntaba el motivo para poder compartir aquella felicidad juntos

Pero la felicidad no duraría mucho y Seto había sido adoptado por la familia Kaiba…

No quisiera irme, pero es una gran oportunidad que no quiero desaprovechar…-

Claro que no debes de desaprovecharla, aunque ya no nos veamos se que te ira todo muy bien porque eres un buen chico Seto, espero que seas muy feliz…-dijo el peliazul tratando de no llorar-

Tu también eres un buen chico y se que seras adoptado, y si no es asi vendre por ti, te lo prometo…-

Es una promesa, estare esperando por ti Seto…- dijo despidiéndose de su amigo con una amplia sonrisa mientras las lagrimas caian sobre sus mejillas

Seto no quizo voltear a verlo porque sino retrocedería y se quedaría con su amigo, pero debía de ser fuerte y solo ondeo su mano para despedirse

Volviendo al presente…

Despues de que Seto oficialmente había adquirido el derecho de tomar control de todas de las propiedades de la familia Kaiba, se había puesto a investigar acerca de lo que había pasado con su amigo peliazul, las noticias que tenia acerca de él no eran positivas ya que sabia que no había sido adoptado por ninguna familia porque el peliazul había decidido quedarse a cuidar de los niños que aun seguían en el orfanato como un hermano mayor para ellos, pero eso no era nada a comparación del incendio que había sufrido el orfanato donde afortunadamente no había victimas que lamentar ya que los niños habían salido a tiempo, solamente había que lamentar una desaparición y ese era Hajime, debido que había corrido a ayudar a que los niños corrieran hacia un lugar seguro, no tuvo tiempo para cuidar de si mismo y desaparecio en medio del incendio, como no encontraron ningún cuerpo solo lo dieron por desaparecido

Seto volvió a observar su celular y había un mensaje de parte de las personas encargadas del orfanato, indicándole que aun no daban con el paradero de su amigo- Es como ese maldito sueño…ninguno de los dos pudimos salvarlos…-empuño fuertemente el puño- pero no me rendiré, seguire buscándolo y lo traeré a vivir conmigo…-

Quizo echarse a descansar pero no podía hacerlo, después de haber recibido aquel mensaje le había quitado el sueño por completo, pese a que le estaba empezando a doler la cabeza por el estrés y preocupación que sentía se quedo en su cama mirando al techo

Donde estaras Hajime…- de sus labios salio el nombre de aquel joven con nostalgia, se sentía mal por el destino de su amigo que cuando estaba en el orfanato con él siempre era amable y servicial, en verdad no merecia tener ese destino-

Cuando estaba a punto de recobrar el sueño, su celular sono – Que paso? Por que me levantan a esta hora? Espero que sea algo muy importante…-

Kaiba-sama encontramos a un joven con las características que nos descubrió…-

En serio?!!! En donde esta?? Tráiganlo inmediatamente hacia la mansión..-

Por el momento no lo podemos hacer…se encuentra en el  hospital esta muy lastimado porque quisieron aprovecharse de él y llegamos a tiempo para evitarlo-

Que!!!! Y esos desgraciados siguen con ustedes?? Si es asi asegúrense que nunca salgan de la cárcel…ire inmediamente al hospital, mándenme la dirección por mensaje de texto..-colgo-maldicion…quisieron lastimar a Hajime eso no se los voy a perdonar…- salio apresuradamente de la mansión

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En la casa de los Matsuno…

5 de los 6 hermanos se encontraban escuchando fuera de la habitacion donde Mimi se hospedaba, aun no podían creer que el hermano marginado, quiero decir Karamatsu Matsuno el segundo de los hermanos, se encontraba dentro de aquella habitacion como hacia mas de 3 horas, se escuchan risas por parte de los dos jóvenes

No puedo creer que Karamatsu-niisan este hablando con Mimi-chan por mas de dos horas…se supone que soy el mas adorable de los 6 yo debería de estar en su lugar…- dijo visiblemente celoso Totty-

Yo creo que por el hecho de saber como eres realmente es porque no estas ahí ..-dijo Choromatsu también visiblemente celoso

Y a ti no te escogio porque eres pajamatsu-niisan…-le dijo sacándole la lengua-

Ya deja de molestar a Pajamatsu …-hablo el mayor de los seis hermanos-

Y tu no quieres estar ahí Osomatsu-niisan??...- le dijo el menor-

No tengo necesidad, después de todo ella ya me rechazo….-sonriendo nerviosamente-

Asi de cruel es Mimi-chan…por eso no le digo nada…- dijo Choromatsu mientras se reia por lo bajo de su hermano mayor-

Estaran hablando de beisball? Yo también quiero estar ahí hablando de beisball-dijo Jyushimatsu mientras agitada sus manos- Muscle muscle, Hustle hustle!!-

No creo que estén hablando de eso Jyushimatsu-niisan…-dijo Totty mientras suspiraba pesadamente, luego enfoco su mirada a Ichimatsu- y tu no diras nada Ichimatsu-niisan?

Y para que tengo que decir algo? …-mientras suspiraba pesadamente- ni que me interesaran ese tipo de cosas…ademas estamos hablando de cacamatsu…imposible que suceda algo con ella…-

Entonces Ichimatsu esta celoso…-rio por lo bajo Osomatsu- pero será de Karamatsu o de Mimi-chan…-

No se de lo que estas hablando no estoy celoso ni nada por el estilo…-dijo mirando a otro lado disimulando su vergüenza-

La puerta de la habitacion se abrió y salio un animado Karamatsu con su perfect style que consistía en su chamarra de cuero de color negro, su polo con su foto al medio y unos pantalones brillantes, mientras se despedia de Mimi

Buenas noches a todos!!...-dijo la pelicastaña mientras cerraba la puerta de su habitacion-

Y cuéntanos Karamatsu-niisan que tal te fue con Mimi? Te le declaraste??? Cuéntanos cuéntanos…-

Un hombre no puede hablar de lo que converso con una da…- no pudo terminar de hablar porque Ichimatsu le lanzo un almohadazo que no sabemos de donde salio-

Como si quisiéramos saber lo que hablaste con ella…- hablo Ichimatsu cuando iba darse la vuelta-

Ichimatsu-niisan esta celoso…solo que no lo quiere decir…-rio divertido el menor de los Matsuno-

Totty quieres callarte?!! O quieres que me lleve todas sus revistas pornográficas??-

Oye!! No te metas con mis revistas que me tomo mucho tiempo coleccionarlas, mejor coge el de Osomatsu-niisan!!-

Eso si que no, aun estoy limpiándolas de lo que hizo Pajamatsu!!-

Oye idiota no lo digas en voz alta!!!-dijo un avergonzado Choromatsu-

Ya dejen de hablar de porno cerca de mi habitacion!!!!- Mimi salio de su habitacion y les golpeo a todos menos a Jyushimatsu a cual jalo a su habitacion- para que no lo pervientan con sus estupideces!!!-cerro la puerta-

Eh!!!! Ahora el que entra a su habitacion es Jyushimatsu??!! Que es lo que pasa con Mimi-chan? Acaso es tonta??...- dijo el mayor cruzándose de brazos- osea si no hay mucho que conversar con ellos dos-mientras observaba que

Karamatsu aun estaba en el suelo inconsciente por el almohadazo que le dio Ichimatsu-

Bueno será mejor que nos vayamos a dormir, conociendo a Mimi-chan seguro debe de estar conversando de cosas sin sentido junto a Jyushimatsu asi que no creo que nada malo pase…- hablo Choromatsu-

Y si nos quedamos aquí y esperamos que salga?? Quizás mete a alguien de nosotros a su habitacion-

Lo dudo Totty…lo dudo…- suspiro Osomatsu para retirarse- es hora de dormir vamos a la habitacion…menos Ichimatsu que debe de cargar a Karamatsu para llevarlo a la habitacion-

Eh?? Por que yo??-

Sera porque lo golpeaste??...-

Buenas noches Ichimatsu-niisan…-

No te demores…-

Los otros hermanos se fueron a dormir, mientras que Ichimatsu observaba a Karamatsu que estaba tirado en el piso, se acerco a él y empezo a moverlo para despertarlo, pero el otro no despertaba, suspiro pesadamente y se arrodillo a su lado

Eso te pasa por provocar mis celos…idiota..- dijo con su mirada inexpresiva mientras acariciaba tímidamente los cabellos del hermano con el que mas se peleaba

Mientras que en la habitacion de Mimi

Sucede algo Mimi-chan? Te duele el estomago? Quieres jugar beisball???...-moviendo sus manos agitadamente de un lado a otro-

Este…tenia que aprovechar este momento en el que no estas con los demás chicos para decirte algo que siempre quise decirte desde el momento que me fui de viaje a Estados Unidos te lo iba a decir antes pero…-la castaña evito mencionar el nombre de la chica de la cual su amigo de la infancia se había enamorado pero la cual lo abandono por razones desconocidas-

Eh?? Que pasa Mimi-chan??-mirandole fijamente mientras hacia poses graciosas que hizo que la castaña riera divertida-

Jyushi-kun me gustas mucho!! Quieres ser mi novio?...-

Eh?? EH?!!!!!- dijo el joven visiblemente sorprendido-

Fuera de la habitacion Ichimatsu se sorpendio por la noticia y dio un suspiro como de alivio mientras tenia en su regazo a Karamatsu que ahora solo estaba dormido

Parece un gato…- dijo mientras seguía acariciando sus cabellos- si solo estuvieses asi todos los días sin que hablaras estupideces

Ya me preguntaba porque Ichimatsu-niisan se demoraba tanto en venir a la cama cargando a Karamatsu-niisan y era porque solo queria tener un momento a solas con él, se los dire a los demás…- rio divertido Totty-

Totty tuuu!!!! Si dices algo te mato…- lo dijo con voz sombria y lúgubre que hicieron que Totty desistiera de su idea- deberías de decirles que Mimi se le ha declarado a Jyushimatsu…-

Que?!!!!!!!!!!!!!!!!-

Mientras que en la habitacion

Mimi estaba visiblemente sonrojada mirando de un lado a otro esperando a que Jyushimatsu saliera de su asombro  y le respondiera

Jyushi?? Jyushi?? Te encuentras bien?? …olvídate de todo lo que te dije …-dijo avergonzada-

El joven de polera amarilla le tomo de las manos y le sonrio ampliamente

Acepto…acepto ser tu novio…-

En serio??...- dijo sonrojada visiblemente emocionada- muchas gracias…- dijo abrazandole fuertemente-

La puerta se abrió y aparecieron los 5 hermanos, incluido Karamatsu que estaba visiblemente golpeado porque era el único que sabia acerca de lo que Mimi queria decir

Maldito afortunado!!!-

Jyushimatsu-niisan felicidades…- dijo Totty con una sonrisa forzosa porque estaba visiblemente celoso-

Mas te vale tratarla como una dama…- dijo Choromatsu que sonrio sinceramente por su hermano, sabia que no tenia oportunidades con su amiga pero algo le decía que a ella le gustaba uno de sus hermanos-

Felicidades…par de torpes…-

Karamatsu se acerco a los dos chicos y los abrazo-My Jyushimatsu te estas llevando a una de mis Karamatsu Girls, asi
que debes de tratarla con …- luego cayo al suelo por otro almohadazo de Ichimatsu-

Bueno como a todos se nos quito el sueño hay que pedir comida…Choromatsu invita…-

Eh?? Claro que no Osomatsu-niisan eres el mayor tu debes de pagar…-

Yo voy a invitar!!!- dijo Mimi- asi que pidan con confianza todo lo que quieran!!!-

Claro que pediremos todo lo que queramos-

No podemos dejar pasar la oportunidad…-

Quiero comer tantas cosas…-

Mimi veía divertida como sus amigos de la infancia pedían desesperados diversos tipos de comida, luego sintió que alguien le tomaba de las manos y era Jyushimatsu que le sonria inocentemente, la pelicastaña se sonrojo y cayo desmayada

Mimi-chan!!! Mimi-chan!!!- dijo el de la polera amarilla mientras observaba a la castaña desmaya con una ligera hemorragia en la nariz-

Ahora ya entendemos porque a sido nuestra mejor amiga…es porque es igual que nosotros!!!- dijieron los otros cinco chicos menos Jyushimatsu que no entendia nada y ayudaba a la castaña a levantarse

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Matta ne!!!

Mimi-chan
« Last Edit: April 17, 2016, 10:03:12 PM by Mimi Tachikawa »


Eureka

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #102: February 29, 2016, 01:59:32 AM »
Mi plan era escribir más, oops. No alcancé ):

Advertencia: shonen-ai en una parte. Literal no hay nada más que abrazos y un beso en la frente (?) pero por si incomoda, yknow. adviertomasquenadaporquesonesosdospersonajes...ylosheescritosuperfluffycomoquenooooimsorry.

9.


     


Hizumi caminaba de un extremo del cuarto al otro, hablando para sí mismo. No hacía más que incomodar más a Ryoji y a Kanone, que ya estaban lo suficientemente aturdidos con la idea de que Eureka aparecería en cualquier momento: esto implicaba encararla, algo que Kanone no había planeado hacer tan rápido. Tenía que analizar bien lo que le diría, y aunque sentía que era bueno con las palabras, la situación era muy delicada para no pensar detenidamente en lo que hablaría con la HiME.   

“¡Está viniendo! ¡Está viniendo! ¡Dios mío, me voy a morir, y todo es culpa de ustedes!” Hizumi se quejaba, mientras caminaba de un extremo de su cuarto al otro.
“Bueno, era algo que iba a pasar de cualquier forma.” Dijo Kanone, resignado.
“No, Kanone” Hizumi se detuvo para fulminarlo con la mirada. “Si hubieran sido más precavidos, esto no estaría pasando.”
“Lo siento, Hizumi…” Se disculpó Ryoji, mientras acariciaba a Aka, sentado en la silla del escritorio del ex-knight.
“¡Ese gato es el culpable de todo!”
“Oye, no te metas con Aka.”
Hizumi frunció el ceño, dispuesto a replicarle, pero se guardó sus comentarios y siguió caminando de un lado a otro, enojado.

Se escuchó un toque en la puerta, y Kanone, quien estaba más cerca a esta, la abrió.

“Eh… ¿hola?” Saludó, inseguro. La expresión de Eureka era indescriptible: se quedó estática por unos momentos, para luego girarse hacia Hizumi. Este se encogió de hombros, pero su expresión de amargura seguía intacta.

“Okay… okay,” Eureka cruzó la habitación en pocos pasos y se sentó en la cama de Hizumi. “Empiecen a hablar.”
“Kanone y yo nos mudamos acá… hace unos días,” dijo Ryoji.
“…Qué.”
Hizumi soltó un suspiro, resignado. “No tenían dónde quedarse porque Kanone había perdido su departamento y no me quedó de otra que ofrecerles la mansión. Están pagando renta, por sea caso.”
“¿Lelouch sabe esto?”
“No. Sólo Yoite.”
“Ya. Por cierto, ¿dónde está Lelouch?”
“Anda viendo películas con Miharu y Yoite en el tercer piso.” 
“¿No se ha dado cuenta de ustedes?”
“No. Nadie lo hizo… excepto Illya.” Dijo Hizumi, cruzándose de brazos. “Pero la compré. No dirá nada.”
“Igual no importa, porque ustedes dos,” Eureka señaló a Ryoji y a Kanone. “deben irse de aquí lo más pronto posible.”
“¿…qué?”
“No pueden estar aquí,” respondió, como si fuera algo muy obvio. “Siendo sincera, con Ryoji no hay mucho problema… pero Kanone, si Lelouch te encuentra, nos mata a ambos. Es capaz de cualquier cosa… se le puede ocurrir que estamos juntos o cosas así…”
“Eureka, ¿podemos hablar… a solas?” Kanone le rogó.
“Estoy demasiado cansada como para lidiar con esto ahorita.” Confesó. “Hoy di mi prueba HiME y estoy muerta. Pero sé que luego no habrá otro momento,” Eureka soltó un suspiro de resignación. “así que okay, está bien.”
“¿En serio?”
“Sí. Hizumi, Ryoji…”
“No te preocupes.” Ryoji se levantó de su sitio y dejó a Aka en el piso. El gato corrió hacia su dueño, y se quedó parado al lado de Kanone.
“Estaremos en el cuarto de al lado.”
“¿Está vacío?”
“Sí.” Hizumi le sonrió y se fue con Ryoji, dejándola sola con Kanone.

El ex-rebel cerró la puerta y tomó asiento a su lado, en silencio. Permanecieron así por un buen rato, sin intercambiar palabras.

“Antes que nada... Me alegra mucho verte de nuevo,” Eureka habló en voz baja, sin encararlo. “Cuando me contó todo Hizumi, pensé que estaba haciéndome una broma pesada.”
“Lo sé. Debió ser feo, lo siento,” murmuró Kanone.
“¿FEO?” Eureka se levantó de golpe, enojada. Cruzada de brazos, empezó a caminar de un extremo de la habitación al otro, justo como su mejor amigo había hecho hacía un rato. “Feo es poco. Francamente, no entiendo.” Bufó, y se detuvo en medio del cuarto de Hizumi. “Estoy muy confundida. No me cabe en la cabeza todo esto.” Gesticuló con las manos, haciendo referencia a la situación actual. “Kanone, en serio creía que habías pasado a mejor vida. Me peleé con Hizumi en un momento crucial, por ti. Estuve a punto de quedarme en desventaja en la batalla final, por ti. Hizumi no tiene excusas, sé que lo que hizo fue atroz, pero terminó muy afectado por tu muerte, aun cuando quería hacerse el fuerte. Y eso no es lo peor de todo. Eras alguien muy cercano a mí… ¿Cómo? ¿Ni siquiera podías avisarme?”
“Tenía miedo de que—”
“¿De que algo me pasara? ¿De que Kiyotaka actuara?” Alzó la voz. “Kanone, era HiME por ese entonces. Podía defenderme por mi cuenta, con poderes o sin ellos.” 
“…” Kanone guardó silencio.
“¿Hizumi sabía?”
“No, recién se enteró cuando lo contacté por facetime.” 
“Ah, más le valía.”

Hubo un silencio incómodo entre ellos.

Kanone se levantó de su sitio y dio unos cuantos pasos, hasta quedar en frente de ella. Eureka, que hasta ese entonces tenía la vista fija en el piso, alzó la mirada al notarlo cerca. Kanone le sonrió cálidamente y no pudo contener el llanto. La rodeó con sus brazos y ella lo imitó, aferrándolo más a sí misma.

“Aún estoy enojada contigo.”
“Lo sé.”
“No te voy a perdonar esto tan fácilmente.”
“Tienes todo el derecho de no hacerlo.”
“Fuiste mi marioneta en la prueba HiME, ¿sabes?”
“Siento que haya pasado eso.”
“Fue terrible. Pero felizmente Soul se materializó y me ayudó.”
“Soul estaba en Inglaterra, ¿no?”
“Sí, y regresó— espera. ¿Tú cómo sabes eso?”
“Eh…”
“Kanone.”
“EHHH… Ryoji hackeaba el facebook de Hizumi de cuando en cuando. Nos enterábamos de todo mediante eso.”
“¿Ryoji sabe hackear cosas?”
“Aunque no lo creas, sí.”
“Wow.”

Eureka fue la primera en separarse, y dio unos pasos atrás para mantener una distancia razonable. Ante la expresión confundida de Kanone, la chica suspiró.

“a) No quiero malentendidos con Lelouch, y b) tengo que dormir, estoy hecha puré.”
“Ah, cierto, hoy diste la prueba.”
“Y de ahí fui un extra en una grabación para un trabajo… luego fui a comer con unos amigos… ha sido un día largo.”
“Mañana hablamos, mejor.”
“Antes de irme, quiero saber qué pasó.”
“¿Con qué?”
“No te hagas,” Eureka rodó los ojos. “Has vuelto de la tumba y has regresado a Japón por algo en especial.”
“Mi hermano menor.” Confesó.
“¿Zushi?”
“¡Wah! ¿Te acuerdas de él?”
“Le hice de niñera unas cuantas veces, imposible olvidarlo.” Eureka rio al recordar al pequeño, que, intuía, debía tener unos doce o trece años para entonces. “¿Le pasó algo?”
“No sé nada de su paradero. Mi tía me mantenía al tanto de lo que le pasaba, pero en un momento dejó de hacerlo… y desaparecieron. No me puedo contactar con ninguno,” Kanone suspiró. “Y tengo miedo de que Kiyotaka les haya hecho algo.”
“Está casado y con una hija, de seguro Hizumi te contó. No creo que él sea el responsable.”
“Sí, y dudo mucho que esté involucrado pero no se me ocurre qué puede haberle pasado a mi familia.”
“Mm… está difícil. Pero te ayudo.”
“¿En serio?”
“Claro, no te preocupes.” Le sonrió. “Lo primero sería preguntarle a algún policía si es que hay información sobre sus paraderos. Podríamos poner un aviso de que anda desaparecido, aunque no sé qué tanto quieras llamar la atención con tu pequeño predicamento de estar muerto en los registros públicos.”
“Oh, no, ya arreglé eso.”
“…No voy a preguntar cómo.”

Kanone sólo le sonrió.



 
 


“Tengo buenas, no-tan-buenas, y malas noticias.”
Lelouch la miró, escéptico. “Empieza con las buenas.”
“Pasé la prueba HiME. Gracias por tu apoyo, eh.”
“Ah, ¿lo dices porque me fui?”
“Sí.”
“Lo siento.” Lelouch se desparramó en el sofá del cuarto de Eureka. La dueña, luego de esto, tomó asiento en el regazo de Lelouch, apoyando sus piernas en uno de los brazos del sofá. “Miharu mandó un mensaje al grupo en WhatsApp de mi familia, dijo que era urgente, pero… resultó ser algo tonto.”
“No me avisaste.” Le intentó decir sin reclamar, pero igual sonó un poco resentido.
“Como dije antes, lo siento, se me pasó. ¿Qué hiciste todo el día?”
“Ah, bueno, de ahí de la prueba fui a apoyar a Mary en su filmación para Registro de Imagen y Audio, junto a Hizumi, Toe, Soul y Maka… me quedé conversando con ellos, y luego fuimos a comer algo. Me encontré con Souji en el puesto de okonomi, y Toe se encontró con un amigo suyo,” dijo, a la vez que recostaba su cabeza en el pecho de su enamorado.
“¿Soul regresó?”
“Sí. Lo convoqué en plena prueba HiME, intuyo que es porque sigue siendo mi arma.”
“Oh, genial.” Lelouch sonrió un poco. “Bueno, sigue.”
“La no-tan-buena noticia es que Miranda creó una sororidad para las HiMEs, y tiene una casa… debo vivir ahí. No es obligatorio, pero sí quiero tener el cuarto para andar por ahí de vez en cuando.”
“¿Osea que dejarás de vivir acá?”
“No, pero quiero tener la habitación a la mano. Por temas de seguridad, y también por si termino muy tarde alguna clase.”
“Sólo estás llevando un curso…”
“Not anymore!” Eureka le sonrió. “En la tarde le pedí a Miranda que, a cambio de ser HiME, consiguiera persuadir a mi facultad para poder llevar un par de cursos más. Me inscribí en Biohuertos y Fotografía.”
“¿Y Miranda te dejó? ¿Así como si nada? Ya ha pasado una semana y media de clases…”
“Me dijo que si podía adaptarme, no había problema.”
“¿No se te hará un poco tedioso?”
“No creo.”
“Oye… ¿Misaki no está estudiando fotografía? Él te podría ayudar.”
“Sí, justo andaba pensando en eso.”
“…Ya, faltan las malas noticias.”
Eureka entrecerró los ojos: quería esquivar el tema porque temía mucho que Lelouch explotara, pero debían hablarlo ya: no era algo que se podía dejar para más tarde.

“Kanone… está vivo.”
“Lo sé, Hizumi me contó.”
“…Pero está acá, en Japón.”
“¿Te has encontrado con él?” Lelouch se mostró un poco más serio.
“Eh…” Eureka quería que la tierra le tragase. “Ha estado viviendo en la casa… desde hace unos días.”

Lelouch se quedó en silencio. En vez de los gritos que Eureka esperaba escuchar, sólo un largo suspiro se hizo oír en la habitación.

“Gracias por decírmelo, pero ya lo sabía.”
“¿…Cómo?” Eureka se mostró sumamente sorprendida.
“Illya me dijo. Hizumi puede comprarla a un buen precio, pero… yo tengo más dinero.” Lelouch sonrió.
“…Espero que Haru no sepa sobre la verdadera naturaleza de su hermana.”
“De seguro lo sabe, pero hace oídos sordos.” Lelouch recostó su cabeza en la de Eureka. “¿Tú supiste desde un inicio? Lo de Kanone.”
“No, recién me enteré hace un rato.”
“Ah.”
“¿‘Ah’? ¿Eso no más?”
“No veo por qué enojarme contigo. Voy a hablar con Hizumi y con Yoite, pero tú no tienes nada que ver en ese asunto.”
“Pensé… que me relacionarías con el tema.”
“No veo sentido a relacionarte con esto. Si me dices que no sabías nada, lo único que puedo hacer es creerte.”
“Sigo sorprendida. Pensé que estarías hecho un ají.”
“Pero no tengo motivos…”
“Has cambiado un montón, entonces.”

Lelouch se incorporó levemente y sonrió un poco al intercambiar miradas con su enamorada.

“¿Era así de irracional cuando empezamos a estar?”
Eureka rio. “Sí, un tantito.”

Sentía que Lelouch no había sido del todo sincero en cuanto al tema de Kanone, pero ya luego se preocuparía por eso. En esos momentos, lo único que pasaba por su mente era dormir.

“Te dejo, lo siento.”
“Nah, sería capaz de quedarme hablando contigo toda la noche pero… en serio estoy muerta.” Y se levantó; Lelouch la imitó rápidamente.
“Lo sé… ¿Mañana tienes clases?”
“No, pero puede que vaya a Hanasaki para ver lo del cuarto en la casa HiME… Eso, si es que tengo energías.”
“Okay. Me avisas si andas por allá, para hacer algo. Estaré en la U todo el día.”

Lelouch la atrajo a su cuerpo por la cintura y se inclinó levemente para darle un beso que la HiME no demoró en corresponder, tomándolo de las mejillas y cerrando los ojos. Al separarse, Eureka soltó una risita y cuando notó que Lelouch caminaba y salía del cuarto, le ondeó la mano.

Se desplomó en la cama ni bien escuchó el sonido de la puerta al cerrarse, y en pocos minutos, ya estaba en los brazos de Morfeo.




 
 
“¡AJÁ!” Adachi lo señaló. “¡Sabía que no podías estar sin mí por mucho tiempo~!”

Souji se quedó observándolo por unos instantes. A los segundos, soltó un suspiro, meneó la cabeza y se dio media vuelta, listo para retirarse.

“¡ESPERA! ¡ERA UNA BROMA!”
Souji se giró de nuevo. “Lo sé.” Y le sonrió. “Yo también bromeaba.”
“…En serio no entiendo cómo te soporto.” Adachi hizo una mueca de asco.

Souji sólo rio, forzando a Adachi a un lado para ingresar al pequeño departamento. Atrás de él, el dueño cerró la puerta de una patada.

El departamento de Adachi era pequeño, acogedor y lo más importante: silencioso. Souji prefería quedarse a dormir allí antes que regresar a su casa, la que, aunque también quedaba cerca de su universidad, era pura algarabía por las personas que convivían en ese lugar. Sus papás, la familia de su tío, y la familia de su hermano mayor estaban todos juntos bajo el mismo techo, y le era muy difícil concentrarse a la hora de hacer trabajos y estudiar para los exámenes. Programar con bulla no era nada… agradable.

Había intentado convencer a sus padres de que era capaz de trabajar para costearse la renta de una habitación en la mansión del amigo de Hizumi o desde ya compartir departamento con Arakita, pero ninguna idea había sido del agrado de ellos, y se habían rehusado a que Souji se mudara fuera de la casa. Lo único que le quedaba era vivir, prácticamente, en la universidad: los días que tenía clases se quedaba hasta las once de la noche, hora en la que cerraba la universidad para los alumnos que no vivían en las residencias. Y, felizmente, si llamaba y avisaba con anticipación, podía quedarse a dormir en los departamentos de sus amigos o de su primo, Kotaro (quien, a diferencia de él, sí había tenido la suerte de contar con la aprobación de sus padres con respecto a mudarse). A veces le costaba comprender esto último, considerando que Kotaro era demasiado inmaduro para mantenerse por sí mismo, pero prefería no pensar mucho en esto.

<<Akaashi-san es como su niñera, después de todo…>>, pensó.

“¿Qué tiene esa bolsa?” Adachi interrumpió sus pensamientos, señalando la bolsa que Souji había dejado en la mesa en frente de la pequeña cocina.
“Te traje un poco de okonomi.”
La expresión de Adachi se agrió. “¿Saliste con tus amigos?”
“Qué observador.” Souji rio. “Sí, salí con ellos.” Se le acercó y le dio unas cuantas palmaditas en el hombro. “Deja de ser tan celoso.”
“…No puedo.” Le gruñó.
“Sí puedes, sólo que no quieres.” Souji suspiró. “Aunque no importa, ya me acostumbré.”
“Es que… a ellos los ves todos los días, ¿no?” Adachi se quedó estático en medio de la estancia, observando cómo Souji se alejaba. Lo siguió con la mirada hasta que este desapareció en el pasillo. De seguro estaba yendo a su cuarto. “E-Espera, recién me doy cuenta, ¿qué haces aquí? ¿no es muy tarde?”
“No quiero ir a casa.” Tenía razón: la voz venía de su habitación. “Pensé en irme con Arakita, pero… hace tiempo que no te veo.”
“Nos vimos hace dos días.”
“Eso es un montón de tiempo para ti.”
“…touché.”

Adachi corrió hacia su cuarto, encontrando la puerta junta. Al ingresar, notó a Souji buscando entre sus cajones una muda de ropa. El menor lo visitaba frecuentemente y muchas veces se quedaba de un día para el otro, por lo que siempre tenía ropa guardada por ahí.

“Ah, al fin encontré este polo.” Souji lo extendió para observarlo por unos instantes. Aunque estaba dándole la espalda, Adachi supo que sonreía de oreja a oreja.

Souji guardó el polo de nuevo en el cajón, y sacó unos pantalones deportivos y otro polo en su lugar. Los lanzó para atrás con la intención de que cayeran en la cama, pero impactaron contra la cara de Adachi.

“…”
Souji se giró, riendo. “Ay, lo siento~”

Adachi le lanzó de vuelta la ropa, rodando los ojos y soltando un bufido.
 
“¿Puedo usar tu ducha?”
“…No entiendo por qué preguntas si lo vas a hacer igual.”
“Mm, tienes razón.” Souji se llevó una mano al mentón, en señal de meditación. No duró nada, sin embargo, porque ya estaba corriendo al baño, en el proceso desvistiéndose.
“No me dejes tu ropa por todos lados, engendro.”
“De ahí la recojo, ¿sí?”
“Sí, sí, ya, vete.”

Souji se detuvo en la puerta para girar un poco y sonreírle, luego entró al baño y la cerró tras de sí.



“Estuve llamándote todo el día.” Se quejó Adachi, cuando lo vio salir del baño.
“Sí vi tus llamadas perdidas, pero estaba ocupado. Los jueves son los días más recargados de mi semana, tengo muchas clases…” Souji se agachó y recogió su ropa, prenda por prenda. “Y bueno, también fui a ver la práctica de vóley.”
“¿A hacerles barra?”
“Jaja, algo así.” Dejó la ropa en el sofá, se estiró un poco en su sitio, y con unos cuantos pasos, llegó al borde de la cama, donde tomó asiento mientras se secaba el pelo con una toalla. “Eso… y quería hablar contigo sobre algo, pero en persona.”
“¿Por qué no por teléfono?”
“Alguien podía escuchar.”
“¿Eh?” Adachi lo miró, muy confundido. “No entiendo.”
“Es algo un poco… delicado. Pero si todo va bien, ya no será un secreto desde hoy. Bueno, para la gente que importa.”
“…No entiendo nada de lo que me dices, idiota.”
“Oikawa es un rebel.”
“¿QUÉEE?” Adachi se llevó una mano a la boca, luego de gritar, muy sorprendido. “¿Ese chico no es el capitán? ¿Cómo va a hacerle?”
“Por eso. Su equipo lo asesinará si se entera. Pero con tal de que Iwaizumi sepa sobre esto, no creo que haya mucho problema. Pero ese es el detalle: Iwaizumi lo partirá en dos al escuchar las noticias.”
Adachi rio un poco. “Esto es muy gracioso. Ya quiero verlo en la UCI. ”
“Le conté sobre mi experiencia y… me ofrecí a hacerle de mentor.” Souji acomodó las almohadas para que le sirvan de respaldar, y alzó sus piernas para estar medio echado en la cama, al lado de Adachi. “…estaba pensando en pedirte que me ayudaras con eso.”
“Mm… si me lo pides de rodillas— No—no, mejor en cuatro, en ese caso, con gusto te ayud— OW, ESO DOLIÓ” Souji lo había interrumpido al codearlo en el estómago con gran fuerza.
“¿Lo harás?”
“…” Adachi se cruzó de brazos, y cerró los ojos. “Eh… ¿Me repites qué gano con esto?”
“Podrías sacarle dinero, no sé, pedirle que te compre comida, lo que quieras. Oikawa es capaz de aceptar, considerando que le contaré que fuiste mi mentor… va a pensar que eres el mejor.”
“Wow, qué buena reputación tendré gracias a ti.”
Souji sacó su celular del bolsillo de su pantalón, y luego de desbloquearlo, se puso a revisar notificaciones. “Si no quieres una recompensa física, siempre puedes tomarlo de la mejor forma: será entretenido.”
“Mn, es cierto que ando un poco aburrido últimamente.”
“Me sorprende que no hayas accedido a ser rebel de nuevo, si te soy sincero.”
“Puede que lo haga, más adelante. Ser jefe de prácticas me quita tiempo… y motivación.”
“…La que podría regresar a ti al ser mentor de Oikawa.”
“La última vez que fui mentor de alguien no funcionó, y tú lo sabes mejor que nadie.” Adachi dejó a un lado su libro y enfocó su mirada en él, frunciendo el ceño levemente.
“No es mi culpa que no puedas contenerte.” Dijo Souji, colocando su celular en la mesita de noche que estaba a su lado.
“¿EH? No, estúpido, lo decía porque fuiste y te hiciste amigo de tu HiME…”
“¡Ah! Eso. Nunca escuché de reglas que te lo prohibieran, así que no hice nada malo…”
“Sigo sin comprender cómo fuiste rebel. No te quedaba para nada.”
Souji rio. “Fui uno de los mejores, qué te crees.”

En un movimiento ágil, Souji lanzó el libro de Adachi al otro extremo de la cama para poder sentarse en su regazo. Adachi abrió la boca para decir algo, pero desistió, luego de pensarlo bien. Colocó sus manos en la cintura de Souji, y lo atrajo un poco hacia su cuerpo. Souji rodeó con sus brazos su cabeza, jugando con las puntas ondeadas de su cabello, enredándolas en sus dedos.

“¿Y? ¿Qué dices?”
“¿Oikawa no es el más inmaduro de tus amigos? No quiero hacer de niñero de nuevo…” Adachi entornó los ojos, soltando un suspiro lleno de cansancio contra el polo de Souji.

En su mente, el menor hizo un recuento de sus amistades más cercanas. Arakita era muy impulsivo y propenso a enojarse, pero su actitud noble y su sabiduría eran espectaculares. Souji admiraba el hecho de que nunca intentaba vanagloriarse por ayudar a la gente, lo hacía de pura bondad.
Marie era muy parecida a Arakita: tal vez no era tan malhumorada pero si se mostraba muy arisca con la gente que la rodeaba. Su lado más amable era exclusivo a las personas cercanas a ella, y felizmente, Souji estaba en ese círculo. Marie podía ser cortés y muy detallista con sus seres queridos, si se lo proponía. Siempre estaba ahí para apoyarlo en lo que sea, y Souji agradecía el gesto inmensamente.
Iwaizumi ni debía ser analizado porque era, junto con Arakita y él, la voz de la razón en su grupo de amigos. A veces recurría a castigos muy draconianos para poner a Oikawa en su sitio, pero eso sólo ocurría con él, porque se trataba de su amigo de la infancia.

Pero Oikawa… sí, Oikawa era infantil. Su dedicación y seriedad sólo se podían ver reflejadas en el vóley y los estudios.

“…Ya me estás desanimando a mí también.” Souji se separó un poco para sonreírle.
“No era mi intención, pero genial~”
Souji meneó la cabeza. “No, ya le prometí y no pienso decepcionarlo. Lo voy a hacer.”
“Creo que ni siquiera sabe cómo defenderse…”
“No lo he visto pelear, Oikawa nunca recurre a esas formas de solucionar conflictos. Pero sé que puede llegar a ser un buen rebel: su agilidad y destreza, junto con su rapidez y resistencia irán a su favor. Practicar vóley no es tan fácil, después de todo.”
“Y él lo ha hecho por años, ¿no?”
“Ajá.”
“¿No has pensado en que puedan asignarle a alguien más? Como cuando me obligaron a ser tu niñero.”

Souji recordó su experiencia como rebel con una sonrisa en los labios. Adachi podía quejarse, pero la verdad es que, al igual que Souji, él también admitía que había sido provechoso para ambos que Rizembool le diera ese pequeño ‘trabajo’.

“Creo que iré a discutir eso con alguno de los profesores. De seguro accederán, no veo por qué no.”
“Geh…” Adachi reposó su cabeza en el hombro de Souji. “Okay, acepto.”
“¿En serio?”
“Sí, pero te ayudaré cuando me desocupe un poco. Primero tengo que preparar las clases para los cachimbos, ew.”
“Pensé que ya lo habías hecho.”
“Las clases de práctica recién empiezan la semana que viene… y no sé qué mierda he hecho todo este tiempo, pero sí, definitivamente no ha sido planear mis clases. Ni he revisado los sílabos de MIS cursos. Este ciclo será un infierno.”
“Provecho con eso.” Souji le revolvió los cabellos. “Me sorprende, considerando que tuviste mucho tiempo libre cuando me fui de viaje.”
“Lo sé.”

Souji rio, dándole un beso en la frente. Adachi lo miró con asco, pero luego le sonrió levemente.

De un salto, el menor se bajó del regazo de Adachi, y caminó hacia el sofá. Souji hizo a un lado su ropa y sacó de su morral un pequeño neceser.

“Wow, eres como una chica.”
“¿Algo de malo en que esté preparado siempre?”
“…No, pero… es raro.”
Souji rodó los ojos. “¿Puedes apagar las luces mientras voy a cepillar mis dientes? A todo esto… ¿te quedarás en esa ropa?” Y lo señaló.
“¡Wah!” Adachi se sorprendió un poco, pero se levantó de la cama y corrió al armario para sacar una muda de ropa, no sin antes hacerle caso y apagar las luces. Dejó prendida la de una lámpara que estaba en la mesa de noche del lado de Souji.

Mientras se cambiaba de ropa, escuchó el sonido del agua que corría en el lavatorio de su baño, y sintió un poco de calma. La presencia de Souji en su departamento le había alegrado el día, el que había sido muy estresante por sus clases y por la reunión que había tenido con el profesor del curso en el que enseñaría clases de práctica. No le caía bien, era muy estricto y exigente, pero tenía que coordinar con él los temas que iban a tratar en teoría y práctica, así como las lecturas y próximos exámenes. Por un momento, durante la charla, se arrepintió de haber concursado por el puesto, hasta que recordó que recibiría un sueldo por ello y se tragó todo sentimiento de incomodidad.

Tampoco iba a ser mucho dinero, pero no le venía mal un ingreso, por más pequeño que sea.

La cama crujió cuando Souji se recostó en ella, y Adachi se giró a mirarlo: el menor ya se había metido bajo las sábanas y estaba listo para dormir. Al cruzar miradas, Souji golpeó levemente el sitio a su lado, pidiéndole que regresara con él.

Adachi obedeció.

Souji apagó la lámpara, Adachi lo atrajo a su pecho y cerraron los ojos. 
Justo cuando ya sentían que el sueño les ganaba, el celular de Souji empezó a sonar.

“¡Carajo! Tu puta mierda me ha pegado el susto de la vida. Apágalo, me muero de sueño—”

Souji se apoyó en sus codos para alzarse un poco. Extendió una mano hacia el celular y estaba dispuesto a apagarlo hasta que vio de quién se trataba.

“¿Qué esperas para—?” Souji le mostró la pantalla. “Oh.”


 

 


“Soul, gracias por acompañarme.” Maka le sonrió cálidamente, y Soul asintió.
“No te preocupes. Más bien…”

Maka no necesitaba que su amigo terminara la frase para entender a lo que se refería.

“¡Ah! No, no tienes por qué hacerlo. No hay necesidad de que me muestres nada, yo creo en ti.”
“Pensé que te daba curiosidad.”
“Pues sí, me da mucha curiosidad, pero no quiero incomodarte.”
“No, al contrario.”
“Entonces… ¿está bien?”
“Sí.”
“¡Gracias!” Maka señaló a un callejón a unos pocos metros de ellos, y sin recibir respuesta de Soul, tomó su muñeca y lo jaló al lugar indicado. “Okay, hazlo.”

Soul revisó sus alrededores y cayó en cuenta de que no había nadie más que ellos, no sólo por lo hora, sino por el lugar en sí. Se quedó estático por unos instantes, y luego de concentrarse, una luz emanó alrededor de él y cegó a Maka. Al abrir los ojos, ella se encontró con una larga oz de hoja negra y roja. En la parte que conectaba la hoja con la empuñadura, notó unos círculos que hacían alusión a un ojo humano.

Al sostenerla en sus manos, le chocó el peso de esta y tuvo que hacer un esfuerzo tremendo por no soltarla, evitando así que cayera al piso de golpe. Suavemente apoyo la empuñadura en el suelo, y aprovechó la cercanía para observar detenidamente los detalles del arma.

“Esto es increíble…” Maka sonaba muy asombrada. Se sorprendió aún más cuando vio en la hoja el reflejo de Soul, que la miraba con una sonrisa. “¿Cómo hace Eu para sostenerte? ¡Pesas un montón!”
“Bueno, hace tres años no se le hacía complicado. Ahora… puede que sí, considerando que está fuera de práctica.”
“¿Y cómo funciona la batalla? ¿El rebel aparece ante ella? ¿Ella va a buscarlo?”
“Pues en esos tiempos el rebel venía por la HiME, imagino que será igual. No sé si ahora la encargada de las HiMEs pueda conseguir información sobre el enemigo, pero sería muy favorable, si te soy sincero.”
“¿Me puedes contar sobre el exrebel de Eu?”
“Claro, pero déjame regresar a mi otra apariencia.”

Por segunda vez en la noche, los ojos de Maka cedieron ante una luz cegadora que los obligó a cerrarse. Cuando los abrió, ahí estaba de nuevo Soul en su forma humana, parado en frente de ella, sonriéndole.

Se le hacía imposible creer que hace un rato era una guadaña.

“Eres como un truco de magia.”
“Algo así.” Soul rio. “Bueno, ¿querías oír sobre el exrebel de Eureka?”
“Sí, me da curiosidad.”
“No sé qué tanto deba contarte sobre esto…” Soul soltó una carcajada. “Yo quejándome de la gente chismosa y heme aquí a punto de soltarte la sopa, jaja.”
“Es que…” Maka lo miró, muy seria. “Estoy interesada en apoyar.”
“¿Qué?” Soul arqueó una ceja. “¿Quieres… ser una HiME?”
“Sí, creo.”
“No.” Soul colocó una mano en su hombro. “No lo hagas, por favor.”
“¿Por qué? ¡Quiero ayud—!”
“Maka, es muy peligroso. Tan peligroso, que desde ya estoy preocupado por mi dueña.” Soul desvió la mirada hacia un punto fijo en la pared, e hizo una pausa corta. “No quiero pensar en lo que te puede suceder si también te metes en este rollo. Eureka se aprovechó de que no estuve acá en Japón para discutir sobre el tema, porque de haber sido así, yo la hubiera intentado convencer de lo contrario. Una vez fue más que suficiente… no sé por qué es tan impulsiva y descuidada.”
“Pero… con lo que me contaron, se me hace imposible quedarme cruzada de brazos mientras sé que hay gente arriesgando su vida ahí afuera…”
“No tienes idea de cómo son los rebels. El que nos tocó fue más o menos tranquilo: era fuerte, pero flojo. En cambio, a Haruhi le tocó uno muy poderoso al inicio… recordarlo me da escalofríos. Felizmente, el rebel se accidentó y tuvo que dejar el puesto, pero me da terror pensar en lo que hubiera pasado de no ser así.” 
“…” Maka se mostró dubitativa por unos instantes, esquivando la mirada de Soul para fijar la suya en el piso.
“Te lo suplico.” Soul estrujó su hombro levemente. “No— no lo hagas.”
Maka posó su mano sobre la de su amigo. “Lo pensaré.”
“¿Qu—? Maka, todo esto que te he contado debería asustarte.”
“Lo sé. Ese es el problema. No me da miedo, me emociona.” 
Soul retiró su mano, y se quedó observándola, confundido. “No te entiendo.”
“Ni yo me entiendo.” Maka rio. “Bueno, vamos yendo, que se hace tarde.”

Pensó en preguntarle sobre el tema una vez más, pero al final, desistió, y la acompañó a su casa en silencio.
« Last Edit: April 14, 2018, 07:52:27 PM by Eureka »


Sayi

Hello gals <3

Para cualquier duda y/o consulta las invito al tema en el foro de planeación. Aprovecho también para invitarlas a votar en los temas que se están discutiendo ahí <3

Y sin más preámbulos~



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Now, let's carry on with those big HiME dreams...
« Last Edit: August 13, 2017, 01:59:40 PM by Sayi »

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Oh, dream maker, you heart breaker
Wherever you're goin', I'm goin' your way


Cho

Hola, vengo con un fic compartido con Eureka del equipo de voley de Hanasaki~ *alza sus manos al cielo (?)* Está dividido en dos partes.








La tarde llegó después de lo que pareció ser una clase interminable, y luego de terminar con sus deberes académicos, Hinata fue a su locker para cambiar su mochila de estudios por su maletín de deporte.

“¡¿T-tan tarde es?!” el pelinaranja se escandalizó al revisar su celular. El profesor debió haberse pasado de tiempo para terminar de explicar la lección del día. Con esa realización, Hinata se puso a correr. “¡Voy a llegar tarde!”

Finalmente iba a empezar su tan ansiada práctica de vóley, y tenía grandes expectativas de la misma.

Mientras más tiempo pasa, estoy más convencido. Hay algo especial en Hanasaki, simplemente lo siento. Con la conversación que tuve con mis senpais ayer, el compañerismo, y todas las posibilidades, sé que puedo esperar un montón de esta universidad. Esa es una de las razones por la que apliqué a este lugar.

Levantó su mirada al cielo despejado y soleado, sonriendo con tranquilidad y determinación, pero su apreciación del buen clima le distrajo al punto de chocarse con otro estudiante.

“¡Oye, fíjate por donde vas!” le reclamó.
“¡AHHH! ¡Lo siento!” Hinata se detuvo e hizo un par de reverencias apresuradas en señal de disculpa. “¿Estás bien?”
“Sí, sólo sé más cuidadoso,” el estudiante le restó importancia y continuó con su camino. Hinata no tardó en recordar que se encontraba apurado y reanudó su corrida.

Esta es una de las primeras prácticas de vóley desde que ingresé a la universidad, y pronto van a volverse más intensivas, ¡así que no puedo quedarme atrás! Me pregunto si ya habrán comenzado con calentamiento. Bueno, pronto estaré ahí. No tengo que divagar al respecto.

Ahh, mi nuevo equipo es genial. Todos nos llevamos bien y estamos muy enfocados en vóley. Y ahora que empiezan las verdaderas prácticas, no puedo esperar a jugar seriamente. Suga-senpai es un gran líder y Noya-senpai me asegura que es un excelente setter. ¡Justo lo que necesito! ¡Siento que esta vez sí estaré en un equipo con el cual podré contraatacar y pasar cualquier tipo de defensa!

Varias personas siempre me dijeron que por mi estatura no podía dedicarme a deportes. Yo también lo habré creído de pequeño, pero ahora sé que eso no es verdad. Todavía recuerdo la primera vez que vi al Little Giant en un partido de vóley en la televisión. Fue el ace de su equipo, y con su habilidad fue capaz de saltar más alto que todos, superar la net, elevarse por encima de la defensa enemiga… ¡y logró anotar en contra de las expectativas de todos! ¡Fue sorprendente y genial! Y lo más importante es que su baja estatura nunca le detuvo. Él estuvo en el equipo de Hanasaki hace años, y precisamente por eso es que decidí seguir sus pasos, y no dejarme limitar por mi estatura ni por nada más.




La motivación de Tobio Kageyama era distinta.

En una de las últimas prácticas antes de egresar de highschool, salió la discusión sobre las universidades a las que postularían los de tercer año. Para ese entonces, Kageyama ya tenía muy clara su primera opción: Hanasaki. Cuando llegó el momento y le preguntaron, no titubeó al contar que se había enterado del potencial del equipo de esa universidad, y que, contra todo pronóstico, deseaba con ansias ser el rival de su “maestro” y estaba muy decidido a vencerlo en el momento en que se encontraran.

El comentario había sorprendido a más de uno, puesto que la mayoría esperaba que Kageyama optara por Rizembool y continuara al lado de Oikawa e Iwaizumi. Era lo que había hecho desde que ingresó a highschool y parecía que seguiría así por mucho tiempo.

Pero ya no podía continuar siendo la sombra de Oikawa-san. Necesitaba enfrentarme al mundo por mi cuenta, y la mejor manera de hacerlo era postulando a la universidad rival. Hanasaki había mejorado considerablemente en los últimos años: esto lo tuve claro cuando fui a visitar el campus unas semanas antes de postular, y me quedé observando un entrenamiento. El líbero había ganado varios premios por su excelencia durante Middle School y Highschool, y los rematadores mostraban experiencia de varios años. Hasta el armador denotaba ser una futura gran competencia para mí.

Sé que no me arrepentiré de esta decisión.




Después de su larga corrida, Hinata llegó a las puertas del gimnasio de vóley. Estaban cerradas, así que debieron haber comenzado temprano, como era usual. Hinata no se hizo esperar y abrió las puertas para ingresar a la práctica.

“¡Perdón por la tardanza!”
“Tranquilo, todavía no hemos empezado,” dijo Tanaka.
“¡Hinata, llegas justo a tiempo!” exclamó Nishinoya, sonriendo de oreja a oreja. “¡Suga está a punto de hacer un anuncio!”
“¡Ohh, ¿será un partido amistoso?!” el pelinaranja se emocionó.
“No, no es nada de eso aún,” Tanaka negó. “Sólo van a presentar a todos los nuevos de este año al equipo, así que es una bienvenida.”
“¿Los nuevos?” preguntó Hinata. “Pues, yo soy nuevo aquí, y me pregunto quién más. ¿Más gente ha entrado?”
“Sí,” Nishinoya asintió animado. “En estos últimos días varios se han apuntado y vi a un grupo que recién entró hoy al gimnasio.”
“¡Ohh, qué genial! ¡Ya quiero ver quiénes son!” Hinata giró su cabeza a todos lados. “¿Pero dónde están?”
“Kiyoko-san los llamó un momento para ver los detalles de sus uniformes,” y al decir eso, Tanaka sonrió para sí y se abrazó a sí mismo. “Ahh, ella tan linda y atractiva como siempre, Kiyoko-san…”
“Su belleza representa muy bien a lo hermosas que son las chicas de Hanasaki,” a Nishinoya le brillaron los ojos y comprimió uno de sus puños. “¡Y justo tiene un aura delicada y misteriosa! ¡Es perfecta como nuestra manager!”

Y en ese mismo instante, ellos dos recibieron un leve golpe en la cabeza por un peligris para que dejaran sus delirios de lado.

“No anden hablando así, si les escucha la van a incomodar,” les observó Suga con una sonrisa.
“¡S-Suga-senpai, buenas tardes!” Hinata se tensó y le saludó rápidamente.
“Haha, no seas tan formal conmigo, estamos en confianza,” el capitán se dirigió a los tres. "Ah, y desde hoy vamos a tener a más compañeros, así que espero que se comporten bien y los ayuden, ¿han entendido?”
“¡No necesitas decirlo!” Nishinoya sonrió ampliamente.
“Finalmente podré desempeñarme como el senpai que soy,” Tanaka se cruzó de brazos y sonrió con superioridad y expectativas.
“¡Me emociona que el equipo esté creciendo desde ya! ¡Sé que va a ser épico!” exclamó Hinata.
“Bien, sólo tenemos que esperar a que los nuevos terminen con…” Suga se vio interrumpido porque llegó otra persona que abrió las puertas del gimnasio, pero este no era parte del equipo. Más bien era un amigo del peligris que, como era usual, venía a interrumpirle la práctica.

“¡Oye Suga!” le llamó el recién llegado.
“I-Ichigo…” Suga sonrió incómodo.
“Ah, veo que están en descanso,” Ichigo se animó. "Entonces vengo en un buen momento. ¡Deja tu práctica y vamos a pasear a algún lado!”
“¿Cuántas veces debo decírtelo?” el peligris negó y fue hacia la puerta. “El voley es muy importante para mí y como el capitán no puedo desaparecerme. Quedamos otro día, ¿te parece?”
“No seas aburrido. Deja que los demás practiquen por su cuenta para variar.”
“Oye, sabes que no es el momento para esto, Ichigo,” reclamó Nishinoya.
“¿Por qué no mejor te unes a nuestro equipo en vez de quitarnos tiempo?” preguntó Tanaka con cara de pocos amigos.

Ellos dos causaron que Ichigo retrocediera un paso, lo cual fue suficiente para que Suga agarrara la puerta.

“Perdón, pero esta reunión es exclusiva para miembros del club,” Suga sonrió de forma muy limpia y profesional, y cerró la puerta con gracia en la cara de su amigo. Detrás de él, Hinata se había quedado confundido, y vio al peligris girarse y sonreír apenado. “Ah, lo siento mucho por esto. Toca continuar con la práctica.”

...

Había asistido temprano a la práctica, cuando sólo el líbero estaba entrenando por su cuenta. Se habían puesto a practicar saques y recibos con Nishinoya. Al rato había llegado el armador principal y capitán, Koushi Sugawara. Lo saludó con una pequeña reverencia, sacándole una risa al mayor por su formalidad. Sugawara le aseguró que no había necesidad de eso. Le agradeció por venir y le pidió que esperara unos cuantos minutos a que todo el equipo llegara, para poder hacer la bienvenida de los nuevos con todos presentes.

Uno por uno fueron llegando: el equipo de vóley de Hanasaki tenía alrededor de 17 miembros, entre oficiales, suplentes y nuevos. Los rematadores que recordaba haber visto el año pasado aparecieron entre los primeros que ingresaron al gimnasio, y reconoció a un par al hacer memoria de su increíble agilidad y los mates que habían realizado. 

Los nuevos como él resaltaban al parecer perdidos en el inmenso gimnasio exclusivo para ellos. Pensó por un momento en acercárseles, pero ellos fueron los que le sorprendieron al hacerlo y lo invitaron a presentarse.

“¡Hola~~!” Lo saludó un chico de cabellos aguamarina y sonrisa muy alegre. “Soy Hizumi Mizushiro, él es Soul Evans, y él, Sora Aoi.”
“Hola.” Soul lo saludó con una sonrisa de medio lado.
“¡Hola!” Sora le sonrió también. “¿Eres nuevo como nosotros, no?”
“…S-sí.”
“¿Cómo te llamas?” Pregunto Hizumi, curioso.

Kageyama no estaba acostumbrado a que le dieran tanta atención, por lo que sintió que estaba a punto de hacer cortocircuito. “T-Tobio… Kageyama.”
“¡Oh! ¿Y sabes algo de vóley?” Kageyama sintió un montón de indignación.
“Claro que sí, soy armador—”
“Buenas tardes” Le interrumpió una voz femenina.
“¡Buenas tardes!” Saludó Kageyama, junto a los nuevos.
“Soy Kiyoko Shimizu, la mánager del club. Suga me dijo que ustedes eran los nuevos, y necesito sus tallas para poder mandar a hacer sus uniformes.”
“Oh, okay.”
“¡Está bien!”
“Gracias.”

Le pareció escuchar una voz conocida en el fondo, pero prefirió prestarle atención a la mánager y a los datos que esta apuntaba.

---

“¡Okay, okay!” Suga dio dos palmas y alzó un poco la voz para captar la atención de todo el equipo. Sus compañeros no necesitaron más para entender que debían colocarse en media luna en frente de él para poder observarlo, por lo que le obedecieron. Los nuevos no hicieron más que seguir lo que el resto hacía. “Como saben, tenemos nuevos miembros en el equipo, algunos recién han llegado hoy para inscribirse así que, chicos, vengan conmigo al frente para poder presentarlos.”
Kageyama sólo dio unos pasos adelante y se puso al lado de Sugawara.
“¡WOOOOHOO!” Nishinoya gritó. “¡Justo necesitábamos carne fresca!”
“Si necesitan ayuda, acá estamos nosotros los antiguos para lo que quieran.”
“¡Ah, muchas gracias, Tanaka-san!”

Esa voz…

Kageyama giró levemente la cabeza a un lado, y ahí, al lado de Sora, estaba Hinata Shouyo.

Oh, no.


“¡Sora, qué genial verte por aquí!” exclamó Hinata a su estudiante asesor.
“Finalmente me convenciste,” Sora sonrió. “Ya quiero ponerme a jugar, pero me tendrás que ayudar a entrenar que no tengo experiencia.”
“¡De eso no te preocupes!”
“Si van a practicar, me sumo,” dijo Soul, alzando una mano.
“Oh, yo también~” Hizumi se animó.
“Claro, claro, mientras más mejor,” Hinata asintió sonriendo.

Y al otro lado de Suga, Kageyama continuaba mirando al pelinaranja con asombro, indignación y desdicha. De todas las universidades disponibles en Japón, ¿por qué debía de reencontrarse con él y en el mismo equipo? Él comprimió sus puños y se quedó corto de palabras, pero al final no tuvo que decir nada…

“Como pueden ver, tenemos varios nuevos,” anunció Suga, quien miró a Kageyama. “Empecemos con-”
“¡AAHHHH!” Hinata gritó espantado, y efectivamente espantó a todos los presentes, sobre todo a Kageyama por sentirse remotamente aludido, y con razón. “¡¿Qué hace él aquí?!”

…porque fue Hinata quien trajo la enemistad de los dos a flote.

“H-Hinata…” Tanaka miró al pelinaranja extrañado por esa reacción tan poco característica, e intercambió miradas con Nishinoya. ¿Qué estaba ocurriendo? El pequeño pelinaranja salió de la fila de los nuevos para apuntar a Kageyama acusatoriamente.
“¡¿Por qué estás aquí en Hanasaki?!” reclamó al pelinegro. Este le miró fríamente y decidió contestarle.
“¡Esa es mi pregunta! ¡Eres demasiado obstinado si sigues creyendo que puedes jugar voley bien!”
“¿Qué dices? ¡Tú eres el obstinado! ¡Y por tu carácter nunca vas a ser un buen setter! ¡No tienes ninguna iniciativa de trabajar a la par de nadie!”
“¿De qué hablas? Seré un armador pero no hago milagros. No me atribuyas las faltas de jugadores que no saben jugar. ¡No me atribuyas tus faltas!”
“¡Chicos, deténganse!” suplicó Suga. “No sé qué pudo haber ocurrido entre ustedes, pero ahora son un equipo. Intentemos llevar esto con cal-”
“¡No me menosprecies!” Hinata continuó con la discusión por encima del líder del club, y causando frustración en los observadores. “¡Es muy fácil para ti minimizar a otras personas! ¡Y te aseguro que no soy el mismo de antes!”
“No te creas la gran cosa,” Kageyama le miró con superioridad. “Yo tampoco soy el mismo, he mejorado un montón, y si tanto dices que has mejorado también, demuéstramelo.”
“Ya verás…” Hinata apretó sus dientes y miró fijamente a Kageyama, quien le dirigió la misma mirada de regreso.

Mientras tanto, los nuevos se encontraban confundidos por lo que se encontraban viendo.

“Oye, ¿Hinata siempre es así?” susurró Hizumi a Sora, con curiosidad.
“N-no, primera vez,” Sora se rascó la cabeza. “No sé qué le pasó…"
"Supongo esto será normal en un equipo deportivo,” comentó Soul, extrañado.
“Ehh, no lo creo,” Hizumi negó.
“Cierto, nunca vi nada así en mi equipo de fútbol,” agregó Sora.

“No se precipiten a nada,” dijo Suga a los dos revoltosos, quienes no dejaban de encararse mutuamente. “Tranquilícense que así sólo van a causar problemas…”
“¡Te reto!” exclamó Hinata a Kageyama, nuevamente ignorando al peligris.
“¿A qué quieres retarme?” el pelinegro le contestó exasperado.
“¿A qué más? ¡A voley!” apuntó hacia atrás. "¡Tú contra mí, en esa cancha, ahora!”
“¿Uno contra uno? ¿Eres un tonto o qué?”
“Oigan…” Tanaka comenzó a perder la paciencia.
“No lo sé, saca, mata, lo que sea. Yo te responderé,” declaró Hinata.
“Tonto. No podrás hacerlo.”
“¡Claro que sí! ¡De una vez!”
“¡Paren los dos!” Tanaka no se hizo esperar más y les dio zapes, lo que permitió que un poco de espacio se abriera entre ellos para poder dirigírseles. “¡Dejen de portarse como niños! ¡Además Suga les está hablando, presten atención!”

Hinata y Kageyama reaccionaron ante el grito de Tanaka, desviando la mirada hacia un lado y cruzándose de brazos. Sus expresiones llenas de rabia y disgusto permanecieron intactas al recordar, con amargura, el campeonato que habían perdido cuando fueron compañeros de equipo en Middle School.

El enojo de cada uno hacia el otro se incrementó.

En sus mentes, sólo habían aparecido imágenes fugaces de los partidos que habían jugado juntos, pero, aun así, estas habían logrado afectar el humor de ambos considerablemente.

De repente, Kageyama sintió la necesidad de retirarse. No quería seguir ahí, recordando todo lo que había intentado olvidar durante estos últimos años. Highschool lo había ayudado a hacer a un lado esos sucesos, pero tener a Hinata en frente de él era regresar en el tiempo y vivir de nuevo esa terrible derrota que lo había marcado. Gracias a esta había aprendido a trabajar en equipo, y con la ayuda de sus compañeros de equipo en los últimos años de secundaria, habían logrado ganar varios campeonatos, pero era un poco difícil enfrentarse de nuevo a algo que había dejado enterrado por tanto tiempo.

Hinata, por su lado, le daba muchas vueltas al asunto sin entender cómo Kageyama y él habían terminado en la misma universidad. Lo cierto era que ponía las manos al fuego por su propio crecimiento: había mejorado considerablemente durante Highschool, procurando que esa derrota nunca volviera a ocurrir. No lo decía por las puras y estaba dispuesto a demostrarlo. Dudaba que Kageyama hubiera aprendido algo en el tiempo que no lo había visto, pero eso le importaba poco.

“Okay.” Sugawara interrumpió los pensamientos de ambos. “Gracias, Tanaka.” Empezó por agradecerle a su compañero. “Como dije antes, no sé qué habrá pasado entre ustedes. Lo cierto es que, si quieren quedarse y formar parte del equipo, van a tener que dejar sus problemas afuera y enfocarse en el deporte. Por ello… vamos a jugar un partido de práctica.”
Un rubio de ojos verdes se colocó al lado de Sugawara, y le sonrió a todo el equipo. “Ah, para los nuevos, mi nombre es Adrien, un placer conocerlos,” dijo, mirándolos, y luego se dirigió hacia todos. “Vamos a hacer dos equipos de siete, cada uno tendrá un número de miembros nuevos. Sé que son cinco pero los vamos a distribuir en cada equipo por experiencia.”
“Hinata, Kageyama, por lo que escuché, ya han jugado antes.” Dijo Sugawara.
“¡Sí!” Respondieron al unísono, y luego intercambiaron miradas y fruncieron el ceño.
“¿Sora?” Preguntó Sugawara.
“Nope. He practicado fútbol, eso sí.”
“¿Soul?”
“No, nada.”
“¿Hizumi?”
“Estuve en el equipo de básket en Highschool.”
“Okay.” Sugawara se llevó un dedo índice al mentón, en un gesto pensativo. Al cabo de unos segundos, sonrió, golpeando su puño en su palma. “Sora, Hizumi y Soul estarán en el mismo equipo.” Los implicados se miraron entre ellos y sonrieron. “En este equipo también estarán Noya, Adrien, Tsukishima y yo.
“¡OOOOOSU!” Gritó Noya, empilado, y codeó a Tsukishima. “¡Tú también grita, Tsukishimaaaa!”
“…Osu.” Dijo el rubio, sin una pizca de emoción.
“¡Adrien!” Noya se giró a su otro compañero.
“¡Osu!” Dijo el chico, animado.

Kageyama y y Hinata se sintieron intimidados por la altura de Tsukishima, y tragaron saliva. Tsukishima parecía medir un poco más de un metro noventa, haciéndolo perfecto para el puesto de bloqueo.

“Chicos, él es Yuu Nishinoya.” Adrien presentó a Noya ante los nuevos que formarían parte de su equipo.
“¡Un gusto!” Mencionaron Soul, Hizumi y Sora.
“Él es Kei Tsukishima. Es un experto en bloqueos y nos ayudará un montón.”
“…” Tsukishima arqueó una ceja ante la presentación que le hizo Adrien, pero no comentó nada.
“Y bueno, ya saben quién soy. Y conocen a Suga también, así que genial.”
“Les iré explicando las reglas de juego mientras forman el otro equipo, ¿okay?” Dijo Noya, y los nuevos asintieron.

Adrien se separó del grupo, juntándose con el resto del equipo y Kageyama y Hinata.

“Kageyama, Hinata, ustedes estarán juntos.” Dijo Adrien.
“¿QUÉEEEE? ¡No, debe haber un error!” Gritó Hinata, sorprendido.
“Lo siento, pero no hay ningún error. Ustedes tienen experiencia, cosa que el resto de nuevos no tiene. Y, además, necesitan llevarse mejor, así que estar en el mismo equipo los ayudará un poco con eso~” Sugawara sonrió.
“¡No puedo jugar así!”
“No hay excusas, Kageyama. Así lo hemos decidido.”
Adrien carraspeó para llamar de nuevo la atención sobre él. “En el equipo de Hinata y Kageyama, estarán también Kenma, Tanaka, Yamaguchi, Midoriya y Asahi.”
“¡Ah, un placer conocerlos!” Dijo un joven de cabellos oscuros y pecas. “Soy Tadashi Yamaguchi.”
“¡Yo soy Izuku Midoriya! ¡Un gusto!” Y les sonrió.
Se les acercó un chico que parecía mucho mayor, intimidando a Hinata y a Kageyama. “Soy Asahi Azumane. Un placer.”

Les sorprendió a ambos que las apariencias engañaran tanto en el caso de Azumane, que era muy distinto a lo que habían imaginado.

Sugawara arrastró a un chico de cabello corto y rubio, al parecer, pintado. “Él es Kenma Kozume, así como Nishinoya, es líbero.”
“…H-Hola.”
“¡Hola!” Saludó Hinata, muy alegre.

Sugawara se giró hacia el resto del equipo, y anunció que el punto de este partido de práctica, en el caso de ellos, era observar los errores de los más antiguos y chequear la performance de los nuevos.

“Antes de que iniciemos.” Sugawara alzó la voz, y todos dejaron de hablar entre ellos. “Quiero presentar a nuestra mánager, Kiyoko Shimizu.”
La mencionada hizo una reverencia. “Un gusto.”
“¡Kiyoko-saaaan!” Gritaron Nishinoya y Tanaka, los que, en algún momento, habían vuelto a juntarse.
“Hinata, necesito tu talla para poder mandar a hacer los uniformes.” Le dijo Kiyoko.
“¡A-Ah! ¡Okay!”
“No te olvides de acercarte a quedar eso conmigo, luego de la práctica.”
“¡O-okaaay!”
“Qué suertudo Hinata, vas a poder hablar con Kiyoko-san a solas.” Comentó Nishinoya.
“¡Más te vale no ponerle un dedo encima!” Dijo Tanaka con un poco de seriedad, pero luego rio.

Sugawara dio unas cuantas palmas para captar de nuevo la atención del equipo, que se había juntado en pequeños grupos a hablar.

“Vamos a tener unos 20 minutos para cuadrar todo en cada equipo. Luego, el partido empezará, ¿okay?”
“¡OKAY!” Anunció el equipo, entusiasmado (excepto por unos cuantos, como Tsukishima).

Luego de la formación de los dos grupos, cada uno de estos tuvo una reunión para conversar sobre la organización que iban a tener durante el partido.

El equipo liderado por Suga necesitó el tiempo libre mucho más para poder explicar a los nuevos sobre las reglas del juego y establecer una formación que les permitiría aprender en el partido.

“¿Qué tan familiarizados se encuentran con las reglas del juego?” preguntó Suga a los nuevos.
“Pues, me las tendrán que explicar…” contestó Soul, un poco perdido.
“Yo sé que los sets son de veinticinco puntos, o quince si es el set de desempate,” dijo Hizumi, pensativo. “También que cada equipo tiene tres toques de la pelota para contestar y la misma persona no puede tocar la pelota dos veces seguidas.”
“Sí, y que cuando el equipo oponente saca y tu equipo gana el punto, hay una rotación en el sentido de las agujas del reloj para el siguiente saque en tu lado del campo,” agregó Sora. “Básicamente cosas así.”
“Es lo básico de lo básico…” Tsukishima se impacientó levemente.
“Está bien, todos hemos comenzado así en algún momento,” dijo Adrien, sonriendo. “Eso quiere decir que este partido de práctica les caerá muy bien, porque podrán ver los distintos roles en el vóley en acción.”
“¿Roles?” preguntó Soul.
“¡Por supuesto!” exclamó Nishinoya con emoción. “Mi posición es ser líbero, y es mi deber recibir los saques de los oponentes para alzar la pelota y poder contestarla con comodidad.”
“En mi caso, yo soy armador,” Suga sonrió. “Mi trabajo es manejar la pelota recibida del líbero u otro jugador, y con el segundo toque, poder volearla a otro compañero para que la conteste fácilmente y la envíe al otro lado de la red. Por eso, me aseguraré de ponerlos a los tres cerca de mi posición, ya que les daré pases fáciles para que comiencen a acostumbrarse a contestar.”
“Ya veo,” Hizumi asintió, animado. “¿Es ahí donde matamos?”
“Lo es, pero como principiantes lo mejor es que nos vean matar a nosotros para darse una idea y aprender, matar puede ser complicado,” explicó Adrien. “El equipo contrario también tiende a bloquear el ataque con los brazos, así que es importante pensar bien sobre cómo hacerlo. Ah, pero no dejen que esto les desanime, es sólo parte del juego.”
“Entiendo, si fuera sencillo no sería divertido,” Sora sonrió convencido.
“De todos modos, nosotros también tenemos nuestra defensa con Tsukishima,” agregó Suga. “Ah, y una cosa más es que el líbero es una posición que sólo puede jugar en la parte trasera del campo, y por lo tanto intercambia lugares constantemente con otros jugadores. Luego podemos hacer un simulacro de rotación, pero por ahora les recomiendo que practiquemos saque y recepción antes de iniciar el juego.”

Los nuevos estuvieron de acuerdo y el equipo inició con una práctica simple de calentamiento. Por otro lado, el otro equipo no se encontraba inmerso en el mismo compañerismo y motivación.

Kageyama había desviado la mirada por no estar completamente convencido sobre tener que trabajar con Hinata en ese juego. Al mismo tiempo, Kenma había sacado su celular para distraerse de la presente situación.

“Vamos, los demás ya están iniciando la práctica, tenemos que hacer algo,” reclamó Hinata con impaciencia. Tampoco estaba contento con la decisión del capitán, pero trataba de olvidarse del amargo y simplemente concentrarse en el deporte, aunque no iba a ser tan fácil.
“Ehh, pues…” Asahi sonrió con leve incomodidad. “De entre todos, Kageyama es un setter con bastante práctica y experiencia, ¿no es así?”
“Sí,” contestó el pelinegro con rapidez.
“Entonces contamos contigo para armar nuestros ataques.”
“¿E-en serio?” Hinata se horrorizó, y notó que Kageyama le miró con cierta molestia por su pregunta. “Oye, ¿qué miras?”
“¿Por qué cuestionas mi habilidad?”
“¡No estoy cuestionando nada! ¡Es sólo que no puedo creer en la situación en la que estoy! ¿Más bien qué tienes contra mí?”
“¡Oigan, párenla de una vez!” reclamó Tanaka. “Este partido será amistoso y de práctica, pero si no intentan llevarse bien, se meterán en problemas.”
“Ahh…” Yamaguchi dio un suspiro frustrado. “Esto se supone que debería ser divertido. Tsukki tuvo suerte de estar en el mejor equipo…”
“No podemos dejar que nuestras energías caigan, tenemos que estar unidos,” dijo Midoriya. “Todos queremos jugar vóley aquí, ¿no es verdad? Pues eso mismo vamos a hacer, así que ánimos.”
“¡Tienes razón!” Tanaka asintió y se giró a los nuevos. “Esas son las ganas que deberían tener. Dejen lo que sea que se traen de lado y esfuércense.”
“No necesitas decirlo,” Kageyama dio un paso adelante, cansado de tanta inactividad, y miró a una cesta llena de pelotas. “Me toca practicar pases con ustedes para conocer sus preferencias. Al menos tú y Asahi-senpai se ven con gran habilidad para recibir pases.”
“…” Hinata se quedó en blanco. Era evidente que Kageyama lo tenía en segundo plano, y no iba a quedarse callado. “¡O-oye, también estoy aquí! ¡Y soy un spiker!”
“Eso me lo tendrás que probar, pero estoy determinado a hacer lo que sea necesario para ganar,” Kageyama caminó hacia el área de práctica. “No esperes un trato especial sólo porque Suga-senpai quiere que trabajemos juntos.”

El armador se marchó, y Tanaka le siguió mientras le volvía a reclamar por su actitud, pero pese a que los dos todavía mostraban recelo mutuo, al menos daban la impresión que se habían resignado a esforzarse un poco. Todos caminaron hacia su lado de la cancha para practicar con la pelota, y fue cuando Hinata notó que el líbero de su equipo continuaba en su celular y desconectado de lo que ocurría.

“Oye, Kenma,” le llamó, sobresaltándole un poco.
“¿Hm?” el rubio levantó su mirada.
“¿Podrías hacerme unos pases para practicar?”
“Soy líbero…”
“Vamos, sé que no es nada que no puedas hacer,” Hinata sonrió. “Por favor, necesito calentamiento si es que quiero demostrar mi habilidad en el partido.”
“…” Kenma bajo su mirada con leve resignación y guardó su celular. “Sólo un poco…”
“¡Gracias!” volvió a exclamar el pelirrojo, nuevamente aturdiendo un poco a su compañero.

Los dos equipos realizaron sus prácticas y calentamientos para estar listos para el partido amistoso. Mientras, Kiyoko se dedicó a traer los marcadores y chalecos que se estarían empleando para la ocasión, y una vez terminó con su labor, le tocó esperar a los jugadores para poder cumplir su rol como referee.

El calentamiento terminó y Suga volvió a llamar la atención de todo el club para pedirles que terminaran de decidir sus formaciones finales y comenzar el partido.[/center]

Inmediatamente, los equipos se juntaron en círculos para discutir sus estrategias y formaciones.

“Okay, del calentamiento, me doy cuenta de que, si bien necesitarán práctica para recibir, no se les complica mucho bloquear.” Indicó Sugawara a los nuevos.
“¡Ah, lo sentimos!” dijo Sora, un tanto preocupado.
“No te preocupes, no es nada que no se pueda arreglar. Sólo les falta mucha práctica, así que deberán ponerse al día… tenemos muy buenos jugadores en este equipo.” Sugawara les sonrió.
“Podrían probar bloqueando, por mientras. Si se animan a atacar, le avisan a Suga, estoy seguro de que podrán conectar rápido. Funcionó unas cuantas veces durante el calentamiento, así que dudo que no lo vuelva a hacer. Sólo estén atentos a la pelota, ¿sí?” Adrien les dijo, también con una sonrisa.
“¡Por supuesto!” dijo Hizumi, muy animado.
“Es un partido de práctica, después de todo.” Comentó Nishinoya. “Pero no se lo tomen a la ligera, aun así.”
“El truco del bloqueo es el tiempo: tienen que saltar en el momento indicado, no antes, ni después.” Dijo Tsukishima, y los nuevos asintieron. “Observen los movimientos del equipo contrario. Ah, y deben extender las manos así,” les indicó, mientras hacía la forma con sus manos.
“Tsukishima estará al frente en nuestra formación inicial para que les muestre como se hace, ¿okay?” dijo Adrien, y luego se dirigió hacia Soul. “Soul, ví que tú pudiste recibir una buena cantidad de ataques. ¿Está bien si nos ayudas con eso?”
“Okay.” Soul asintió.
“Entonces, Adrien, Soul y yo estaremos en la fila de atrás. Hizumi, Sora y Tsukishima, en la de adelante.”
“Nishinoya entrará cuando se vea conveniente. En el caso de que les toque a los tres estar en la parte de atrás por la rotación, alguno de ustedes puede pedir que Noya entre en su reemplazo, para tener más posibilidades de recibir el saque del equipo contrario o los ataques.”
“¡Lo tomaremos en cuenta!” dijo Sora.
“Bueno, siento que me olvido de algo, pero si me acuerdo luego, se los digo.” Sugawara les ofreció una sonrisa. “Cualquier pregunta, no duden en hacerla.”
“¡Okay!”

Sin embargo, las cosas en el otro equipo no iban tan bien.
 
Las diferencias entre Kageyama y Hinata dificultaban la coordinación de tácticas, puesto que ambos no se ponían de acuerdo en nada. Aun cuando Tanaka intentaba ponerlos en su lugar, y Midoriya y Yamaguchi hacían lo posible por calmarlos un poco, nada funcionaba, porque al rato salía otro tema en el que no podían coincidir y rápidamente la conversación giraba alrededor de sus habilidades y las discrepancias que tenían.

Asahi suspiró por la que, suponía, era la duodécima vez desde que se habían formado los equipos. A su lado, Kenma se dedicaba a jugar en su celular, mientras que Tanaka, Yamaguchi y Midoriya intentaban intervenir en las peleas de los dos nuevos.

“¡Ya basta!” gritó Yamaguchi en un intento desesperado por detener a los revoltosos, y sin querer, captó la atención de todo el club. “Ah, eh… no pasa nada, tranquilos.” Su equipo, sin embargo, se quedó observándolo. “Tenemos que ponernos de acuerdo, por favor. El partido de práctica va a iniciar y necesitamos coordinar qué vamos a hacer…”
“Hinata,” Kenma habló, cosa que desconcertó al equipo. El líbero suplente era muy callado. “Kageyama, Tanaka y tú estarán en la primera fila. Yamaguchi, Midoriya y Asahi en la segunda. Yo entraré cambiando puesto de vez en cuando, ya sea contigo o con Tanaka.”
“¡Osu!” dijo Hinata.
“Por favor… haz un esfuerzo por llevarte bien con Kageyama, ¿sí?” le pidió Asahi.
“Nos haría bien.” Dijo Kenma.
“…” Hinata observó las caras de súplica de su equipo y sonrió. “Okay, lo intentaré. Pero que él también lo intente, ¿no?” Remarcó, frunciendo el ceño.
“Está de más, estúpido.” Comentó Kageyama.
“¡OYE!”
“Ya, ya.” Midoriya intentó calmarlos, antes de que iniciaran de nuevo una discusión.
“Tsukki es el mejor bloqueando, así que vamos a tenerla difícil.” Comentó Yamaguchi. “No te desanimes si no anotas, ¿okay?” Le sonrió a Hinata, y este asintió.
“¡Planeo anotar de todas formas!”
“¡Genial!”
“Asahi-san, Tanaka-san, cualquier cosa, me dicen si el pase fue muy alto o muy rápido, prometo mejorar de ser así.” Les dijo Kageyama.
“¡Okay!”
“Gracias, Kageyama.”

Hinata gruñó ante esto, conteniéndose la ganas de gritarle que también estaba ahí.

Sugawara volvió a dar palmas para juntarlos a todos en una media luna. Kiyoko aprovechó esto para entregarles los chalecos a los equipos.

Se distribuyeron en la cancha y tomaron sus posiciones. Los líberos quedaron a unos metros de esta.

“¿Sabes? Creo que debí estar en el otro equipo,” confesó Adrien, antes de iniciar el partido. “No parece que hayan coordinado bien, por culpa de los nuevos.”
“Nah, no te preocupes,” dijo Sugawara. “Si realmente quieren jugar vóley, en su momento dejarán de lado esas diferencias que tienen.”
“Espero que estés en lo cierto, Suga.”
“¡Ya verás!” Sugawara le sonrió, y luego, se giró hacia el otro equipo. “Chicos, necesito un representante del otro equipo. Vamos a lanzar una moneda para ver quien saca ahorita,” les dijo, alzando un poco la voz para que lo puedan escuchar.

Todos intercambiaron miradas, y al final, se decidieron por Tanaka. Kiyoko se acercó y les dio la moneda.

“Tanaka, ¿cara o sello?” dijo Sugawara.
“¡…Cara!”
“Okay.”

Sugawara lanzó la moneda, y salió sello. Tanaka se mostró decepcionado, pero le sonrió a su capitán, y regresó a su posición al otro lado de la net. Sugawara le devolvió la moneda a Kiyoko y regresó también a su lugar, avisándole a su equipo que era su turno de sacar. Tomó una pelota de la cesta que estaba al lado de la cancha, y se colocó unos pasos atrás de su posición original, afuera de la cancha.

Sugawara respiró hondamente, y colocó su frente en la pelota. Retrocedió unos pasos, y lanzó la pelota al aire, para luego golpearla con la palma de la mano. La pelota cruzó la net, pero no consiguió salir de la cancha ni impactar contra el piso, porque Midoriya la recibió con el puño, alzándola de nuevo. Kageyama aprovechó para hacer un pase hacia Asahi, y este hizo un mate, pero no conectó con la pelota, y esta cayó al piso.

“Ah…” Asahi suspiró, deprimido. El punto había sido para el equipo de Sugawara.
“Don’t mind, Asahi-san,” Midoriya le sonrió.
“¿El pase fue muy bajo, creo?” le dijo Kageyama, y Asahi asintió. “Okay, para la próxima lo haré un poco más alto.”
“Me puedes lanzar a mí también, ¿no?” dijo Hinata.
“¿Para qué? ¿Para que terminemos perdiendo? No.”
“¡¿Qué te pasa?!”
“Como te dije, soy capaz de hacer todo por ganar. No pienso arriesgarme—”
“Kageyama, Hinata, el otro equipo va a sacar.” Les avisó Yamaguchi. Luego de intercambiar miradas llenas de amargura, Hinata y Kageyama se colocaron de nuevo en sus posiciones.

Sugawara volvió a sacar, y esta vez, la pelota fue recibida por Yamaguchi, quien la alzó en dirección de Kageyama. Este hizo un pase rápido a Tanaka, y aunque conectó, el mate fue bloqueado por Tsukishima y Sora. La pelota volvió a caer al piso, dándole un punto al equipo del capitán.

Se escucharon los gritos de júbilo de los miembros, y luego, Sugawara volvió a sacar. Esta vez, sin embargo, impactó contra la net, para la sorpresa de todos.

“Don’t mind, Suga!” Adrien le gritó.
“Ah, eso fue muy tonto.” Suspiró el capitán.

Al otro lado de la net, los ánimos se habían aumentado con el punto que habían recibido. Sin embargo, no era suficiente: había que anotar más, y no por casualidad, sino por sus propias habilidades. 
“¡Al fin un punto!” Hinata sonrió.
“Vamos, debemos anotar por nuestra cuenta.” Comentó Tanaka.
“¡Claro!”

Le tocaba sacar al equipo contrario, quien tuvo que rotar al recuperar la posesión de la pelota.

“¡Nice serve, Kageyama!” Lo alentaron Midoriya y Yamaguchi.

Kageyama se colocó un tanto detrás de la línea que delimitaba el campo, y alzó la pelota, para luego correr, dar un salto y golpearla en el aire.

La fuerza fue tanta que Soul no pudo recibirla, puesto que, al impactar con su antebrazo, rebotó y salió fuera de la cancha.

“¡No hay problema, Soul!”
“Lo siento…”
“¡Yay! Un punto más para nosotros.” Dijo Midoriya.

Kageyama volvió a sacar, pero esta vez Adrien la recibió y la alzó hacia Sugawara, quien se la pasó a Hizumi. Este logró hacer un mate satisfactoriamente.

“¡Woah! ¡Qué genial es hacer mates!”
“Muy bien, Hizumi.” Lo felicitó Adrien.
Sugawara soltó un suspiro. “Por un momento pensé que no conectaría, pero si lo hizo.”
“¡Yo también pensé lo mismo!” Hizumi rió.

Era el turno de Sora de sacar, y se le veía muy nervioso.

“¡No te preocupes, Sora!” Le dio ánimos Nishinoya, que estaba a su lado. “Te irá genial.”
“¡Nice serve, Sora!” Lo alentaron varios de su equipo.
“¡O-Okay!” Sora alzó la pelota y la golpeó. Esta cruzó la net con las justas, quedándose encima de ella por unos segundos, hasta que pasó a la zona del equipo contrario.
Tanaka la alzó con el puño y la lanzó hacia Kageyama, que hizo un pase a Asahi. El ace corrió, saltó y golpeó la pelota con tanta fuerza, que el bloqueo de Tsukishima y Sora no fue suficiente como para detenerla.
Habían ganado otro punto más.

Sin embargo, en medio de la celebración, era el turno de Hinata de sacar, y este pese a sentirse más satisfecho de finalmente jugar, sabía que el saque no era una de sus fortalezas. Pero de todos modos debía hacer el intento, porque Kageyama había cumplido con sus palabras.

“Eso me lo tendrás que probar, pero estoy determinado a hacer lo que sea necesario para ganar,” Kageyama caminó hacia el área de práctica. “No esperes un trato especial sólo porque Suga-senpai quiere que trabajemos juntos.”

En todo el rato, Kageyama había enviado pases a Tanaka y Asahi, tal y como lo había dicho, pero lo peor del caso era que Hinata no podía probar su habilidad porque no tenía ninguna oportunidad de hacerlo. Pero eso debía cambiar. Él recibió la pelota y completó la rotación.

“¡Nice serve, Hinata!” le alentó Tanaka.

Hinata realizó un saque simple al todavía no dominar el jump serve, y hubo cierto nerviosismo porque la pelota estuvo muy baja. Esta rozó y se detuvo encima de la net, pero por la inercia logró rodar al lado opuesto y caer con poca energía.
“¡Ahh!” Hizumi se lanzó al piso y pudo levantar un poco la pelota, pero esta se estrelló contra la net y llegó al piso. “¡Ah, perdón!”
“Don’t mind, esas son difíciles de contestar,” Suga sonrió.
“¡Pero buenos reflejos como primerizo!” exclamó Nishinoya con ánimos.

“¡Hinata nice serve!” dijo Yamaguchi.
“¡S-sí!” Hinata recibió la pelota y volvió a alistarse. Pudo haber anotado un punto con su previo saque pero era evidente para todos que estuvo muy cerca de fallar. Se concentró y volvió a sacar, pero esta vez su saque fue muy bajo y se chocó contra la net. Él oyó el pito de Kiyoko indicando el punto, y otro nuevo empate con cuatro puntos por lado.
“Don’t mind, don’t mind,” dijo Midoriya con una sonrisa. Hinata le miró y notó con su vista periférica a Kageyama observarle con disgusto y desviar su mirada.
“Oye…” el pelinaranja pensó en reclamarle, pero otra persona se le dirigió.
“Hinata,” Kenma le interrumpió. “Hay que cambiar puestos.”
“C-claro,” tuvo que salir momentáneamente ya que debía reconocer que recibir tampoco era su fuerte.

“¡Tsukishima nice serve!” exclamó Adrien. El rubio preparó su saque y apuntó al armador del equipo contrario para intentar complicar la respuesta y organización. El saque fue fuerte y contundente, pero Kageyama pudo predecirlo y se salió del camino para que Kenma se lanzara a recibir. Con la pelota alzada, Kageyama se la lanzó a Tanaka.

“¡OHHH!” Tanaka dio un grito de guerra por notar su lado libre de blockers y dio un fuerte mate. Sin embargo, este fue recibido con cierta dificultad por Soul.

“¡Ahhh!” Soul lo levantó y luego pasó a sobar sus brazos. “¡P-perdón, está muy alto!”
“Está bien,” Suga sonrió con decisión y corrió a dar el alcance a la pelota. Con una simple observación, decidió continuar el entrenamiento con Hizumi y se la lanzó a él.
“¡Voy!” entusiasmado, él saltó y preparó un mate bastante fuerte, pese a que Asahi y Midoriya habían preparado una pared. Sin embargo, Hizumi no calculó bien su tiempo y en vez de darle de lleno a la pelota, la golpeó apenas con la punta de sus dedos. “¿Eh?”

Pero eso fue lo que necesitó hacer porque agarró a los oponentes de improviso y la pelota pasó por encima de la defensa, para caer al piso. Kenma se lanzó pero no pudo alcanzar a la pelota.
Kiyoko sopló el silbato y marcó el punto a favor del equipo de Suga, seguido de una celebración de ellos.

“¡Así se hace!” felicitó Adrien a Hizumi agarrándole de un hombro. “No pensé que usarías una técnica así.”
“Pues, no es que lo haya planeado~” sonrió incómodo.
“Pero salió justo,” observó Suga. “Esa es una forma útil de pasar la defensa.”
“¡Wow, genial!” exclamó Sora desde fuera de la cancha, al estar siendo sustituido por Nishinoya. “¡Bien hecho!”

A Hinata también le tocaba observar de momento, hasta que le tocara regresar a la cancha con la rotación. Podría tardar un buen rato dependiendo de la estabilidad del equipo contrario, quienes parecían estar en mejor sintonía entre sí. Le amargaba que le haya tocado con Kageyama, pero no le quedaba de otra que hacer un intento y dejarse notar lo antes posible.

Pasó un rato y varios otros puntos, y el marcador llegó a 22-16 a favor del equipo de Suga. Este grupo no dejaba de mejorar con los nuevos adaptándose al juego, cooperando con todos los jugadores y proveyendo cierto elemento de sorpresa ya que los tres estaban igualmente dispuestos a ayudar tanto a recibir como a matar. Ciertamente, Suga, Adrien y Nishinoya les estaban instruyendo bien con cada punto y observaciones en el camino y también se encontraban listos a apoyar o corregir la jugada cuando alguno de los nuevos fallaba. Y por otro lado, si bien Tsukishima no se salía del camino para enseñarles, como un blocker con experiencia detenía el asedio contrario, e incluso podía predecir bien los pases de Kageyama para moverse al área que necesitaba blockear, y era seguido de los nuevos que le apoyaban en eso también.

Por otro lado, los ánimos en el otro equipo no dejaban de disminuir. Tanaka se impacientaba constantemente porque Tsukishima se había vuelto bueno para detener sus ataques, y los ataques de Asahi eran mucho más efectivos en esas circunstancias principalmente por tener la fuerza que podía pasar el bloqueo en ocasiones. Pero era evidente que los otros tenían el control del partido a esas alturas.

Hinata también estaba frustrado porque Kageyama continuaba negándole las oportunidades en el partido y no le quedaba de otra que intentar recibir, ya que algunos sacadores le apuntaban específicamente a él. Su equipo había tenido más rotaciones que los otros a pesar del puntaje, lo cual también demostraba estabilidad del oponente. El set parecía ya perdido, pero no por eso se iba a desanimar.

“¡Nice serve, Soul!” le alentó Adrien. Iba a ser el tercer saque consecutivo del chico así que estaba confiado en que iría bien.

Soul sacó y la pelota se elevó alto en forma de parábola, yendo hacia la fila de adelante. Era una pelota fácil de contestar, lo cual debía dar cierta oportunidad al equipo retrasado.

“¡Mía!” exclamó Yamaguchi, quien la recibió con su antebrazo y se la pasó cómodamente a Kageyama.
“…” este observó a Tanaka y Asahi correr a la par para contestarla, y también notó al muy persistente Hinata exclamar para que se la lance, pero Tsukishima ya estaba preparando su defensa. Imposible, por más que aquel ruidoso pelinaranja pudiera matar bien, por su corta estatura no había forma que pasara la defensa de un middle blocker con experiencia de casi un metro noventa de alto. A esas alturas, necesitaban de la fuerza de Asahi así que su pase fue para el ace.
“¡AAAHHHH!” este saltó para matar. Vio a Tsukishima y Sora alzarle para detenerle, pero su pelota pasó a través de la defensa. Sin embargo, a diferencia de otras veces en las cuales aquel pase simbolizaba un punto asegurado, Nishinoya corrió y se lanzó al piso para levantar la pelota.
“¡Hehe, no se escapó esta vez!” el líbero sonrió con victoria mientras la pelota era alcanzada por Suga.
“¡Adelante!” Suga recibió la pelota y notó a Tsukishima, Adrien y Sora correr simultáneamente. Vio al enemigo prepararse para bloquear el primero, así que se la pasó a Sora. Él saltó y llegó a golpearla y hacer un punto ya que Kenma no pudo llegar a tiempo.

Kiyoko anunció el punto y actualizó el conteo a 23-16. El equipo en ventaja celebró con emoción mientras en el otro creció un poco la frustración, hasta que todos se confundieron al notar que la manager anunció un time-out.

“¿Time-out?” Kageyama se sorprendió y vio al otro equipo salir de formación para tomar un poco de agua y conversar entre sí. Entonces vio que Kenma acababa de dejar de hacer una ‘T’ con sus manos.
“Estás más comunicativo de lo usual,” Asahi sonrió. “¿Qué ocurre?”
“Sólo que…” el líbero bajó su mirada, meditativo. “Estamos perdiendo, y debemos hablar al respecto.”
“Cierto, ¿pero qué sugieres que hagamos?” Tanaka negó con leve frustración. “Pese a su cara de pocos amigos, Kageyama nos da buenos pases y Asahi y yo no paramos de atacar. Todos los demás nos están apoyando bien.”
“Ehm, yo…” Hinata iba a decir algo, pero fue ignorado.
“Resérvate comentarios de ese tipo, Tanaka-san,” Kageyama entrecerró sus ojos. “Soy el armador y realmente hago todo lo que puedo. También he podido conectar bien con mis senpais y he armado buenas jugadas. Dudo que se me haya pasado algo.”
“Pues, no voy a negar tu talento…” Yamaguchi le miró detenidamente, con cierta incomodidad. “Pero tampoco niegues el de nuestros contrincantes. Tsukki es un buen blocker y sabe leer los ataques de sus oponentes, y Nishinoya es un líbero con gran renombre. Tuvo el primer puesto en su categoría en la secundaria.”
“¡¿Primer puesto?!” Hinata se quedó en shock. “¡Wow, qué genial!”
“Y Suga-senpai ha demostrado ser un setter muy preocupado por su equipo y dedicado a lo que hace. No será el setter más reconocido, pero sí sabe conectar y unir a su equipo, y me parece que lo está haciendo mejor que tú.”
“…” Kageyama mostró inconformidad y molestia en su expresión, pero su atención se desvió ya que Kenma tomó la palabra.
“Estoy de acuerdo,” dijo Kenma en voz baja, asintiendo levemente. “He podido observar por qué se han puesto delante de nosotros. Suga-senpai se asegura de acomodar las necesidades de todos y su actitud permite que los demás puedan estar conectados con él y al pendiente de sus pases. No es sorprendente que casi todos sus compañeros sean capaces de atacar con él,” observó a Kageyama. “Mientras tanto, tus pases van dirigidos a dos personas, y ambos requieren de pases marcadamente distintos. Tanaka ataca más hacia el frente mientras Asahi necesita profundidad y un pase más alto. Creo que Tsukishima ha podido captar ciertos gestos y pases como para predecir su defensa tan bien.”
“…” Kageyama se vio ligeramente sorprendido de oír ese análisis. No lo habría esperado de un líbero.
“¿Nuestros ataques son predecibles?” preguntó Asahi, quien intercambió miradas con Tanaka.
“…” Kenma asintió. “En estas circunstancias sí porque todavía no han podido trabajar juntos lo suficiente. Necesitamos más opciones y un elemento de sorpresa.”
“También quisiera intentar atacar, aunque no creo ser tan bueno como nuestro ace…” se ofreció Midoriya.
“¡Si necesitan gente estoy aquí!” Hinata alzó su mano. “¡Yo tengo más experiencia con la ofensiva! ¡Denme una oportunidad!”
“…” el setter le volvió a mirar con cierta frialdad pero se reservó comentarios.
“Dale pelotas a Hinata, el pobre no ha podido jugar bien,” dijo Tanaka con cierto cansancio. “Y a él no lo marcan tanto como a nosotros, piénsalo.”
“¿Pero qué puedes hacer contra la defensa? Eres enano.”
“¡Oye!” el pelinaranja se incomodó y pasó a molestarse con el setter por millonésima vez. “¡Soy veloz! ¡Si en verdad necesitamos sorprenderles mi velocidad lo hará!”
“Hay que intentarlo,” opinó Yamaguchi.
“Sí, siento que Hinata puede hacerlo,” Midoriya asintió, convencido. “Y somos un equipo. Tenemos que jugar todos por igual.”
“…está bien,” Kageyama se rindió bajo presión, pero seguía insatisfecho. “Más te vale no echarlo a perder.”
“¡No lo haré! ¡Ya lo verás!”

La pausa se acabó y todos regresaron a sus posiciones para continuar. El primer set estaba casi terminado, pero iban a seguir jugando con las mismas energías. Nadie iba a darse por vencido.

“¡Soul, nice serve!” exclamó Sora. El saque pasó sin problemas aunque lo suficientemente elevado para planear un ataque.

“¡Kageyama!” Tanaka lo contestó y lo pasó al setter. Este observó a sus senpai correr para contestarlo y también a Hinata esperando que le hiciera caso, pero el armador optó por lanzarlo a Asahi.

Sin embargo, eso fue algo que Tsukishima volvió a predecir, y realizó un buen bloqueo que regresó la pelota a sus contrincantes.

“…” Kenma con las justas la contestó al lanzarse al piso, pero la pelota se desvió para salir de la cancha. Kageyama se esmeró en seguirla para hacer un pase, pero estaba muy incómodo como para hacer uno ideal. Oyó a los otros llamarles, y entre las voces, Hinata gritó estruendosamente.
“¡YOOOO!” exclamó, listo para conectar. El setter se rindió a darle el pase visto que tampoco estaba en la mejor situación como para planear su jugada, pero el impulso que dio a la pelota fue mayor al esperado e iba hacia el otro extremo de la cancha. Sin embargo, Hinata probó su agilidad al correr, saltar y poder dar un fuerte y rápido mate sin preocuparse por la defensa.

Hubo una leve sorpresa en los rostros de los otros jugadores por la acción del pequeño a pesar de aquel pase tan súbito, pero la pausa fue breve ya que la manager sopló el silbato y anunció el nuevo marcador de 23-17.

“¡Así se hace!” Tanaka fue donde Hinata y le dio un fuerte golpe en la espalda como signo de felicitación. “¡Bien hecho!”
“G-gracias…” Hinata respiró profundamente para recuperarse.
“Sabía que podíamos contar contigo,” Midoriya asintió contento. “Sólo sigue así y podremos evadir la defensa.”
“…” Kageyama regresó para mirar al otro con cierto escepticismo.
“¿Y bien? ¿Qué te pareció?” le preguntó el pelinaranja.
“Tuviste suerte,” sentenció el otro.
“¡Ihh!” Hinata se sintió algo mal pero no tardó en recuperar sus energías. “¡No fue suerte! ¡Lo puedo volver a hacer, vas a ver!”

Ellos dos continuaron discutiendo entre sí mientras el otro equipo les observaba.

“Kageyama puede dar pases rápidos y difíciles, pero Hinata probó responderle,” comentó Adrien.
“Sí, como un setter me hace sentir bajo presión,” Suga sonrió. “Pero si esta respuesta salió como un accidente y apuro, los dos pueden prometer mucho más.”

Hubo una rotación y fue el turno de Yamaguchi. Este sabía que para poder tener aunque sea un poco de oportunidades, debían dar lo mejor de sí, por lo cual saltó para hacer un jump float serve. Los oponentes con experiencia se sorprendieron un poco, aunque los nuevos pretendieron tratarlo igual.

“¡Yo!” Sora corrió, pero la pelota repentinamente perdió la inercia que tenía y bajó antes de tiempo. “¿Qué? ¡Ahh!”

Se anunció el punto y el marcador de 23-18.

“Chicos, este es un saque más complejo y la especialidad de Yamaguchi en nuestro equipo,” les informó Suga. “No se dejen fiar por la pelota y estén atentos.”
“Sí,” Soul asintió.
“Si tienen problemas, puedo encargarme,” Nishinoya se apuntó a sí mismo, con una sonrisa confiada.

Yamaguchi volvió a sacar y pese a ciertas dificultades, Nishinoya lo pudo contestar para pasarlo al armador. Suga vio el movimiento de su equipo y dio el pase a Adrien para que este atacara. La pelota pasó y fue contestada por Asahi.

“…” Kageyama vio que la defensa del otro equipo se notó un poco más dudosa sobre qué hacer y supo que tenía que aprovechar eso. Pensó en lanzar el pase nuevamente al ace, pero los gritos desesperados del pelinaranja le volvieron a incomodar y decidió darle otra oportunidad. Ese fue un pase más lento que el anterior, pero la presencia de Tanaka cerca de Hinata llegó a confundir a la defensa como para que el pelinaranja pudiera anotar otro punto.

El marcador anotó 23-19 junto con la breve celebración del equipo. Yamaguchi volvió a realizar su saque, pero la pelota perdió inercia antes de lo previsto y se chocó contra la net sin poder pasar.

“¡Ahh perdón!” él se disculpó torturado.
“Don’t mind,” dijo Midoriya. Estarían en pleno set point contrario, pero no era un inconveniente al tratarse de un juego de práctica.

“Ah, con respecto a ese saque, es muy difícil de manejar y aprender,” explicó Suga mientras recibía la pelota para realizar un saque. “Así que no lo intenten simplemente. Primero refinen sus saques.”
“Entendido,” Hizumi asintió.

Suga realizó su saque, el cual fue contestado por Kenma, quien pasó la pelota a Kageyama y este realizó el pase a Asahi. El ace no tuvo que preocuparse mucho de la defensa esa vez, pero Nishinoya pudo contestar su potente mate.

“¡Suga, todo tuyo!” exclamó el líbero. Suga asintió y realizó un pase dirigido a Hizumi. Adrien logró despistar a la defensa del otro equipo con un falso mate y el otro pudo atacar, pero su golpe no fue muy rápido y pudo ser contestado por Tanaka.

“¡Vamos, no se duerman!” alentó a su equipo mientras levantaba la pelota para Kageyama. Este notó que Hinata se encontraba lejos de los otros dos atacantes principales y la defensa no estaba enfocado en él, así que le dio el pase.

Y Hinata saltó y golpeó la pelota. Pero se salió de la línea lateral y fue punto para el otro equipo.

Kiyoko dio un pitido largo para anunciar el final del set, con 25-19 y ganado por el equipo de Suga.

“Ahh, fuera, qué pena,” Midoriya se afligió un poco. “Pero no se inquieten. Fue un buen ataque pese a todo, sólo faltó un poquito de cuidado.”
“…” Hinata miró a su mano y la comprimió insatisfecho.
“Oye, no seas tan duro contigo mismo. Todo está bien,” Asahi sonrió nerviosamente. “En la próxima va a entrar.”
“Chicos,” Suga se les acercó, sonriendo. “Fue un buen set, y vi que comenzaron a ponerse más de acuerdo hacia el final así que tengo un presentimiento positivo sobre el próximo set. Ya quiero ver lo que nos espera.”
“…” Kenma asintió.
“Sí,” contestó Kageyama con firmeza. “Este set será mucho mejor.”
“Ahora tomen un poco de agua y alístense. También tenemos que cambiar de lados.”
“Claro,” dijo Yamaguchi. Todos caminaron hacia sus pertenencias para refrescarse un poco antes de continuar.