056 ⇒ ticket to nowhere
Cada uno de sus pasos resonaba con un crujido, sus pies hundiéndose en la nieve mientras vagaba sin rumbo, sin saber qué hacer. ¿Cómo había llegado allí? Su último recuerdo era en un paraje nevado, sí, pero estaba segura de que no era el mismo que atravesaba en ese momento. Recordaba llegar a los límites del bosque, la blanca nieve tapando cada vez más a la hierba, persiguiendo unos animalitos peludos…
Y entonces… entonces…
Intentar indagar en el recuerdo era difícil, como intentar agarrar peces de colores en el agua con las manos. Se escapaban entre sus dedos, resbaladizos y rápidos, nadando en círculos, pero hizo el esfuerzo.
Entonces… algo la había atacado. Le había dado en el costado izquierdo, dejándolo húmedo y caliente con su propia sangre. Aunque era sólo un vago recuerdo, se llevó la mano allí, a pesar de que estaba seco y no había rastro del dolor siquiera. Aquella herida ya había curado, o al menos, eso parecía.
¿Qué había pasado después de eso? Volvió a intentar atrapar alguno de aquellos pececillos, a pesar de que el esfuerzo le provocaba una ligera pero constante presión en el cráneo.
Una figura oscura dándole la espalda mientras envainaba una espada, el acero dando un último destello antes de desaparecer. Le había dado las gracias por salvarle, pero… ¿qué había respondido? Las palabras que le hubiera dedicado en respuesta se escapaban de su mente. Si se esforzaba un poco más, se daba cuenta de que de algún modo, le entristecía pensar en aquella figura, pero no sabía por qué.
No era que sufriera amnesia completa. Sabía quién era y cómo se llamaba – Kora –, que estaba en Neverland, el hiperrealista juego de realidad virtual que le había atraído por los bonitos trajes que se podría poner a su personaje y dónde había creado una versión más bonita de ella misma. Pero sus recuerdos terminaban poco después del proceso de creación de personaje.
¿Dónde estaba? ¿Por qué tenía esa sensación de que había olvidado algo muy importante?
Kora hizo un último intento por recordar.
“Bienvenidos todos a mi mundo personal…”
Como si se hubiera partido algo en su mente, al finalmente recordar aquellas palabras cayó al suelo, hundiéndose hasta las rodillas en la nieve. Le dio frío, y se tuvo que abrazar a sí misma mientras la recorría un escalofrío. Empezó a respirar fuertemente, faltándole el aire – aquella frase le provocaba ansiedad, casi pavor.
- ¿Qué está pasando? - Preguntó al aire, con voz temblorosa. No había nadie que pudiera responder.
La soledad y la incertidumbre hacían que el miedo trepara por su pecho, y Kora se tuvo que frotar los ojos para apartar unas lágrimas que empezaban a agolparse.
Abrió la Omnitool para ojear su inventario – era extraño, pues tenía el vago recuerdo de no saber usarla bien –, donde había varios ítems. Pociones, equipo, joyas y basura por igual, objetos de los cuales no tenía ni idea de su valor.
Entre todo aquello, sin embargo, había un ticket dorado. Hubo un ápice de nostalgia cuando lo miró, a pesar de que no entendía por qué. Con un movimiento fluido, sacó el ítem, y sujetó el ticket entre sus temblorosos dedos. Parecía oro prensado, fino y ligero, y en letras grandes se leía:
Penacony
Entrada VIP
Sabía que Penacony era un lugar, pero no recordaba dónde lo había aprendido. Sólo conocía Prorencia, la ciudad en la que había empezado el juego, el resto le eran desconocidos. Pero Penacony… nunca había estado allí ni había hecho planes para hacerlo.
Parpadeó una vez. ¿O tal vez… sí? ¿Por eso sabía que Penacony era un sitio? No, era sólo una sensación extraña. No podía saberlo – no recordaba nada relacionado con aquel ticket, por mucho que lo intentara.
Al sujetarlo, saltó una notificación en su Omnitool.
> ¿Usar ítem?
> Sí
> No
La parte racional de su mente le decía que no debería ir usando ítems que no sabía que eran, mucho menos cuando no sabía qué tipo de lugar era Penacony. ¿Sería una de aquellas dungeons, plagadas de monstruos? Kora no se sentía con fuerzas para luchar.
“Sólo quiero irme a casa…” pensó. Sacudió la cabeza. ¿Por qué no había hecho eso directamente? ¿Por qué estaba perdiendo el tiempo allí?
Con el ticket aún en la mano, cerró el menú en la Omnitool y buscó la opción de desloguearse. Pero cada vez que la pulsaba, sólo oía un zumbido de error, aumentando en frecuencia con cada apretón desesperado hasta que dejó caer el brazo con un sollozo de frustración.
- ¿Qué está pasando…? - Gimió en voz alta una vez más, y de nuevo, no había nadie que pudiera responder.
Estaba completamente sola, perdida en medio de la nieve, sin nadie que pudiera ayudarle. Kora siempre había odiado estar sola. En comparación, donde quiera que estuviese Penacony, parecía ser su única opción en aquel momento.
Kora volvió a levantar el ticket, intentando recordar algo de aquel sitio – dónde era, si había hecho planes para ir –, pero fue en vano. Iba a ciegas.
Con un último suspiro tembloroso, abrió la Omnitool, y eligió usar el ticket.