Author Topic: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back  (Read 246903 times)


Cho

Ahora que estoy al día, finalmente puedo dejar mi prueba HiME~ ...y ahora me tengo que ir a estudiar (...)

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La espera que Cho tuvo que hacer para recibir atención en la dirección fue corta, pero se sintió como una eternidad. Pese a las recomendaciones de Osaka de despejar su mente, no pudo hacerlo en lo absoluto. Y aun al dar el visto bueno de tomar la prueba y volver a ser una HiME, Cho sintió un miedo que casi se apodera de ella. Ese miedo, esa incertidumbre… sin lugar a dudas, eran las dos cosas que nunca le habían abandonado.

Sin embargo, estuvo segura de su decisión, y aun con la inseguridad que sentía, sabía que era el siguiente paso a tomar.

El proceso fue simple, y Fran la dirigió al gimnasio donde la prueba le esperaba. Cho se sorprendió de lo sencillo que resultó ser para las encargadas, aunque ellas habían estado envueltas en el dilema por mucho más tiempo. O quizás Cho probaba hacerse la vida imposible una vez más. Además de su prima, no había tenido la oportunidad de hablar con otra exHiME, y comprendía que no podía tomar la actitud animada y liberal de su pariente como el caso global de las otras.

Y se encontró ahí, nuevamente, en plena niebla sin posibilidad de escapar. Como toda HiME, Cho había experimentado ese rito una sola vez y al inicio de su rol, pero por más breve que haya sido, la situación se le hacía muy familiar. Y pese a su previa experiencia, temía lo que le estaba esperando más allá.

La neblina no le mantuvo esperando. Cho observó una silueta borrosa formarse conforme se acercaba. La marioneta tenía un andar lento y tranquilo, y ya había adoptado una forma humana como era de esperarse. En pocos segundos, pudo interpretar la silueta y descifrar de quién se trataba. Era precisamente su prima.

Cho no evitó sorprenderse, aunque supuso tenía sentido. Esas marionetas adoptaban la forma de una persona cercana, y precisamente por eso no sentía que sería un trabajo fácil. Se molestó consigo misma cuando pensó que hubiera deseado tener a Tomo en su lugar, aunque de todos modos no habría sido mucho mejor. Con su enemiga al frente, sólo le quedaba a Cho venirse con una estrategia, y desear resurgir sus poderes antes de que la marioneta le diera una muy mala pasada.

Lo único que esperaba era que su marioneta no tuviera los poderes HiME de su prima, aunque tenía la impresión que no debía preocuparse por ese detalle.

Pero sí había otro detalle que lo haría problemático.

“¡Oh, Cho! ¡Qué alegría verte!” exclamó Osaka, como si recién la hubiera reconocido. “Esta niebla sí que es densa, me hace pensar que estamos en una película de terror.”
“Eh…” la determinación de Cho de pelear se fue por los suelos. Cierto, algunas marionetas tenían los gestos y las voces de quienes imitaban. Eso le hizo preocuparse, ya que recordaba claramente lo que su otra prima le comentó; cuando dio su propia prueba HiME, la verdadera Osaka se había escabullido dentro del gimnasio y al final tuvo que decidir cuál de las ‘Osakas’ frente a ella era la marioneta. La peliceleste negó y dio un pesado suspiro. Aun siendo algo que Osaka haría, dudaba que ocurriera lo mismo por segunda vez…
“¿Eh? ¿Sucede algo, Cho? Te ves muy seria…” ‘Osaka’ se vio curiosa. “Quizás no deberías hacer esto. Vámonos.”
“…” Cho frunció el ceño. Sí, no era Osaka, porque esta le había estado alentando sin parar desde que recibieron las noticias. Decidió no darle más vueltas al asunto y extendió su mano para invocar fuego. Mientras más rápido actuara, más pronto estaría saliendo de ese sitio, y mejor sería para su cordura.
“C-Cho, ¿qué haces?” esta vez, Osaka se mostró aprehensiva y dio un paso hacia atrás. “¿P-por qué haces esto?”
“Cállate…” Cho se estremeció y percibió un sentimiento nostálgico en sus manos: calor. Llamas de fuego se originaron en su piel, y no tardó en invocar una esfera de su elemento para lanzarla a la marioneta.
“¡AAHHH!” ‘Osaka’ saltó torpemente hacia el piso, apenas evadiéndolo. “¡C-Cho!”
“…” la peliceleste se sintió insegura, pero se volvió a alentar e invocó llamas con ambas manos. Tenía que hacerlo rápido, acabar de una buena vez.

El asedio continuó. Cho atacó lo más rápido que pudo y la asustadiza Osaka siguió corriendo, haciendo todo esfuerzo posible para esquivar. Era extraño que esa inocente marioneta persistiera en quedarse relativamente cerca de la HiME, y no huir, pero Cho decidió no considerarlo mucho. Por más que esa Osaka tuviera unos sorprendentes reflejos, caería tarde o temprano.

Y así fue. Cho llegó a impactarle con una llamarada en un lado de su cabeza. El choque hizo que la marioneta se cayera por complejo al piso, y se quedara tendida como si hubiera perdido el conocimiento. La conjuradora volvió a titubear por visualizar a su prima en tal estado, pero nuevamente se tuvo que convencer que no había ningún problema, y que tenía que acabar. Preparó un ataque más fuerte de fuego, y cuando estuvo por impactar a la marioneta, esta se impulsó con sus brazos y piernas para saltar y evadir la llamarada con la destreza inhumana de un robot. Tal vez las cosas sí iban a ponerse serias desde ese punto.

“¿Por qué…? ¿Por qué haces esto, Cho…?” preguntó ‘Osaka’, esta vez con un tono cansado, lento y monótono, pero su distraída sonrisa no se había borrado. La marioneta yacía parada con una llamaba permanentemente quemando el lado izquierdo de su cabeza. Este ser caminó lentamente hacia su enemiga, y cuando Cho intentó lastimarle, sólo necesitó saltar de costado para evadirle, aterrizando a varios metros. “Tú odias pelear, y nunca pudiste desarrollarte como la mayoría de nosotras… tú nunca hiciste una diferencia en esta guerra…”
“…” Cho sintió escalofríos y continuó atacando, pero la marioneta había dejado de lado la torpe actuación de Osaka y ahora esquivaba con una agilidad sobrehumana. Pero no huía, y no se atrevía a atacar. ¿Qué estaba ocurriendo?
“Tú sólo te lastimaste a ti misma, y a Roxas, en el proceso…”
“Cállate,” volvió a dispararle fuego, y de nuevo, la marioneta probó estar con el mayor control en la pelea.
“No salvaste a nadie. Más bien… la mayoría de personas asociadas a tu rol fallecieron en la pelea pasada…”
“…” Cho atacó por inercia y fue un asedio de muchos impactos de fuego, pero ‘Osaka’ esquivó todos con acciones tan pequeñas como avanzar y retroceder un paso. Esa marioneta no se inmutaba, lo tenía todo perfectamente calculado. Debía ser porque todo lo que Cho observaba salía de algún modo de su propia mente.
“Y tú permitiste que esto ocurriera por ser HiME…”
“¡Cállate!” continuó con su ataque, pero por más que persistiera en atacar, la marioneta sabía responder. De repente, le dio la impresión que esta se acercaba con cada esquive, así que Cho lanzó una pared de fuego para mantenerla lejos. Llegó a que esta agarrara fuego en un brazo, aunque sabía que seguía muy lejos de derrotarla.
“Tampoco me salvaste a mí, ¿recuerdas? Estaba sola y vulnerable, y nadie me ayudó…” Osaka miró a su brazo que se quemaba completamente inmutada. Ella tomó su brazo afectado con su otra mano, en un inicio con suavidad, pero entonces jaló su brazo dañado con una brutal fuerza al punto en que se lo arrancó desde el hombro.
“…” Cho se estremeció por la imagen, y fue el shock de esa acción que le bajó la guardia. La marioneta tomó la oportunidad para lanzar su brazo arrancado a su oponente con una admirable velocidad. La peliceleste no fue capaz de evadirlo, y se quedó en shock por ser impactada por la extremidad de su ‘prima’. “¡AAHHH!”

Y fue peor cuando la marioneta aprovechó el caos para correr con gran velocidad hacia la peliceleste y darle una certera patada en el estómago. Cho sintió un dolor agudo e intenso, y a su cuerpo moverse con una inercia ajena y más allá de su control para atrás. Fue como cámara lenta, y la situación la recordó a distintos pasajes en los cuales sus Rebels le hacían daño. Felizmente, sus reflejos no le fallaron y al ver a la marioneta estar por volver a impactarle en medio aire, preparó otra barrera de fuego que forzó a su oponente a tomar una distancia segura.

Sin embargo, ese daño y dolor fue como un balde de agua fría para Cho. Fue el recuerdo que debía dejar sus consideraciones de lado y luchar. No podía olvidarlo.

Realizó un esfuerzo inhumano para levantarse, y vio con terror lo cerca que la marioneta volvió a estar con un solo impulso. Esa sonrisa vacía de su ‘prima’ llegó a estar a menos de un metro de su propio rostro, así que Cho invocó su arma como solía hacer…

Pero en vez de ver su clásico péndulo, una larga naginata apareció en su mano izquierda.

“…” Cho se quedó en shock por el cambio de arma, pero ese factor sorpresa jugó en su favor. La marioneta no había esperado la aparición del arma larga y cortante y terminó por recibir un corte profundo en un costado. Aun así, para la peliceleste fue estresante sentir la presión de su ‘víctima’ en la vara de metal que agarraba, especialmente por tratarse de una imagen demasiado familiar.

‘Osaka’ saltó a un costado antes de darle la oportunidad a la otra de lastimarle más, pero por primera vez, este ser mostró aflicción. Era sólo cuestión de tiempo para que cayera por esa fuerte herida, pero no por eso dejaba de ser peligrosa.

Cho le vio volver a correr en zigzag hacia ella e intentó protegerse con su nueva arma, pero subestimó el peso y distancia de la misma, y no la blandió bien como para detener la patada de la marioneta. Ese ataque le forzó a soltar su pesada arma y la dejó abierta a un fuerte puñetazo en el centro del pecho. La HiME perdió todo el aliento y se cayó hacia atrás, siendo barrida en plena caída por una patada lateral de la marioneta, la cual le mandó a rodar.

Por el dolor intenso y la falta de aire, su vista se oscureció y sintió un pánico mortal apoderarse de ella. En medio de ese escenario, oyó su agitada respiración y el ruido de la marioneta incrementar, ya que se volvía a acercar. Cho apenas distinguió cuando su enemiga estuvo frente a ella, y levantó un pie para darle una fuerte pisada. Si recibía ese golpe podría terminar seriamente lastimada, e intentó invocar más de su elemento, pero la marioneta fue más rápida que su voluntad…

Repentinamente, la HiME sintió un asfixiante vacío en el centro de su pecho, pero no era por la pisada ni por el previo golpe. Fue un sentimiento severamente angustiante, uno muy familiar… el cual sólo se manifestaba con su escurridiza capacidad.

Ni bien la marioneta entró en contacto con su víctima, el vacío de la HiME se extendió al pie de la marioneta y lo desintegró. La eliminación llegó a hacer contacto con el oponente, y este lentamente se vio plagado de huecos que le deshacían parte por parte.

“…” Cho se pudo sentar en el piso y miró con incredulidad a la marioneta ser víctima de su capacidad. Ese poder no era tan efectivo para ‘borrar’ a sus enemigos tan fácilmente. Debía ser porque ‘Osaka’ ya estaba demasiado débil y lastimada.

No sabía qué pensar. Sentía que ya estaba a salvo, pero al mismo tiempo, acababa de recordar un sentimiento muy inquietante de ser HiME que había olvidado esos tres años. Nunca fue capaz de controlar su capacidad, y esta más de una vez le había puesto en gran peligro, como si algún día fuera a acabar con ella misma.

“Tú no puedes, Cho… no puedes hacer esto… eres incapaz…” dijo ‘Osaka’, mientras las llamas en su cuerpo se propagaban al igual que los múltiples huecos. La marioneta se sacudió, y repentinamente, colapsó por su propio peso. La eliminación apenas dejó unas cenizas en el piso como recuerdo, las cuales no representaban a todo el volumen inicial.

Cho se estremeció y se llevó sus manos a su pecho, en un intento fallido de llenar el horrible vacío que sentía. Pero no, temía que este nunca se fuera a ir…

Su ensimismamiento no le hizo percatarse que la niebla se disipó, y que la ayudante de Miranda se acercó donde ella.


“Has terminado,” dijo Fran, inmutada. Ella le extendió una mano. “Ya eres una HiME.”
“…” Cho se olvidó que vivía en el presente por un instante. Su mente se transportó al concepto del colegio de Hanasaki, y de regresar sola a su cerrada habitación en la casa HiME en el bosque. Esa desubicación y el difícilmente digerible regreso tres años al futuro le inquietaron, pero sólo se concedió negar repetidamente con su cabeza y aceptar la ayuda de la peliblanca para levantarse del piso. Aun así, se quedó corta de palabras.
“Recuerdo que no llegaste a controlar tu capacidad durante tu primera vez como HiME. Sin embargo, considero que su aparición en un punto crucial de tu batalla y en tu primera pelea en tres años es un buen pronóstico. Tocará retomar prácticas intensivas en tu más próximo tiempo libre.”
“…” Cho bajó su mirada. “Me había olvidado de este sentimiento…” ella frunció el ceño y comprimió sus puños. Luego de todo lo ocurrido, de tanto esfuerzo, ni siquiera podía decir que contaba realmente consigo misma. Y de haber recordado esa impotencia con claridad tal vez no habría estado tan cometida a volver a involucrarse en eso. De entre todas las otras HiMEs que estaban mejor que ella…
“No existe el punto que te recrimines por asuntos de este tipo,” Fran casi había podido leer sus pensamientos por medio de su conflicto interno. “Y no serás la única HiME veterana con necesidad de entrenar. Hasta la HiME más experimentada y con todos sus atributos bajo control no puede descuidarse. Y personalmente, creo que este titubeo y debilidad que presentas en ti es lo que te permite ser una HiME.”
“…” Cho se confundió.
“Lo que tienes que hacer es controlarlo, porque esta ‘debilidad’ es una fortaleza en las manos correctas,” Fran caminó hacia la salida, de esta forma indicando indirectamente a la otra que la siguiera. “No te encuentras en un estado para entrenar, te aconsejo que vayas a descansar por el resto del día. Si también te sientes incapaz de atender clases, habla con Ritsu para excusarte con tus profesores.”
“C-creo que estaré bien.”
“Y también…” al llegar a la puerta que conectaba al gimnasio con los lockers, Fran miró a Cho intensamente. “…estate con la guardia en alto, porque tu Rebel puede aparecer en cualquier momento.”
“…” la nueva HiME sintió escalofríos, pero asintió. Había esperado lo de su Rebel, pero quizás no cuán pronto tendría que lidiar con ello. Ahora más que nunca necesitaba mantenerse cerca de su familia. La verdadera Osaka seguramente le ayudaría bastante en eso, ya que aun no se sentía capaz de confiar en el apoyo de su hermano. “Sí… le estaré enviando un mensaje con posibles fechas de entrenamiento.”
“…” Fran asintió. “Con permiso, tengo otros asuntos que atender. No te olvides retirar tus pertenencias del locker.”

Ni bien vio a la mayor irse, Cho se apresuró en recoger su bolso del locker que le habían prestado para irse de inmediato. Con lo recién vivido, no quería quedarse ahí sola por más tiempo.

En su apuro para irse, sintió el dolor de los golpes que había recibido con claridad. Fueron impactos duros, pero no pensaba que habría más que moretones que lamentar, y se negaba a ir a la enfermería al inicio de su regreso como HiME, por más irracional que ello sonara. Cho tomó asiento en una banca exterior cercana al gimnasio, y luego de que el clima del día le despejara un poco, sacó su celular para avisar a Roxas que había terminado. En la pantalla, vio que Hotaru le había escrito disculpándose porque su práctica se estaba extendiendo y no podría verla hasta más tarde. Ello hizo a la peliceleste sonreír ya que la pelinegra siempre era tan considerada con todos sus amigos. El apoyo de los más cercanos a ella era su mayor fortaleza hasta el momento.

Y cuando estuvo por enviar un mensaje a su hermano, la HiME oyó una voz familiar llamarle a poca distancia.



“¡Cho!” exclamó Osaka, con sus buenos ánimos de siempre. Ella llegaba junto con Roxas, Tomo y un peliblanco desconocido, todos trayendo bubble tea personalizados. Al parecer, le habían estado esperando en un puesto de bebidas no muy lejano.
“…” Cho sintió ganas de llorar un poco, pero tenía que mantenerse fuerte. Seguramente ya estaban lo suficientemente preocupados. Recogió su bolso y caminó donde ellos. “Espero que no me hayan esperado mucho.”
“No realmente, te atendieron muy rápido,” contestó Roxas, extendiéndole un té. “Toma, Komaeda nos presentó este puesto donde preparan el mejor bubble tea que he probado.”
“Hm…” la peliceleste recibió su té y ladeó su cabeza.
“Ah, y Komaeda es este tipo de aquí,” señaló Tomo al peliblanco, con leve impaciencia. “Vamos, no pretendan que ella puede orientarse después de su examen friki.”
“C-cierto, perdón…” Roxas dio un suspiro. “Y Tomo, no te dirijas a él así.”
“Oh, está bien, Roxas, estamos en confianza,” el peliblanco sonrió torpemente y se dirigió a Cho con el mejor de los ánimos. “Así que tú eres la famosa Cho. Mucho gusto, llámame Komaeda.”
“Eh, un gusto también…” Cho volvió a ladear la cabeza. Sentía que se perdía de mucho.
“Hehe, parece que es un nuevo amigo de Roxas,” dijo Osaka, interpretando la confusión de su prima. “Nos encontramos con él después de dejarte y nos hemos pasado todo el rato hablando de muchas cosas mientras te esperábamos. Además que es muy lindo.”
“Sí, y gracias por invitarnos el té, eres lo mejor,” Tomo sonrió y levantó un pulgar.
“No, más bien les debo las gracias a ustedes por haberme dado un momento tan agradable,” Komaeda asintió, sonriente. Él se dirigió a Cho. “Lo lamento, pero tengo que irme. Me gustaría quedarme a hablar contigo también pero ya me he precipitado demasiado. Tengo que reorganizar mis pensamientos por ahora.”
“Hm, claro,” Cho asintió, comprendiendo. Quizás ese chico era un poco tímido y reservado como para ser muy social todo el tiempo, y lo entendía perfectamente.
“Nos podemos reunir en otro momento,” dijo Roxas, animado. “Ah, pero hay que intercambiar números para ponernos en contacto.”
“Eres muy considerado, pero no te preocupes por ello,” el peliblanco sonrió. “Vengo a pasear muy seguido por aquí, confío plenamente que nos volveremos a ver varias veces. Bueno, con permiso.”
“Chau~” se despidió Osaka.
“¡La próxima nos llevas a comer!” exclamó Tomo, entusiasmada.
“Oye…” Roxas entrecerró sus ojos.
“Haha…” Komaeda sólo se rió débilmente y sacudió su mano señal de despedida. Él se marchó a paso lento, en dirección a la salida de la universidad.

“Pues… hablando de comer,” el rubio se encogió de hombros. “Sí tenemos que buscar algo. Cho tiene clase en aproximadamente una hora, aunque quizás quieras faltar.”
“E-estoy bien, en serio,” su hermana se incomodó un poco.
“Hm, no lo sé…” Osaka inspeccionó a su prima de cerca y pasó a sonreír. “Si quieres te puedo acompañar a tu clase. No creo que entienda mucho pero estaré ahí para que no estés sola y te abrazaré del brazo cuando lo necesites.”
“B-bueno… aunque no lo del brazo…” Cho no pudo negarse a la propuesta de Osaka como normalmente lo haría. Debía ser porque sí necesitaba de la presencia de alguien.

Los cuatro amigos se pusieron de acuerdo y caminaron juntos para buscar algo que le llamara la atención a todos. También tenían que hablar de la prueba HiME de Cho y de lo que estos próximos días cambiantes les traerían. Con la HiME nuevamente activa, se encontrarían bajo muchos imprevistos, pero al menos se concentrarían en disfrutar cada momento a partir de ese instante mientras pudieran.

Todavía había mucho que definir, y nunca se haría por completo.
« Last Edit: July 08, 2017, 10:34:45 PM by Cho »


Shura

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☆. 2# Moon Princess Make Up

-¿¡Rise pero qué has hecho!? -Gyro sacudió a su compañera con tanta intensidad que le descoloco las gafas.
-¿¡Por qué es ver un mensaje de la directora y todos pensáis que yo he tenido algo que ver!?
-¡Riseeee! -Ringo parecía a punto de entrar en histeria-. ¡Qué no llevamos ni una semana! ¡Qué no nos pueden expulsar! Qué caerá la deshonra sobre mi, deshonra para la familia, deshonra en los antepasado, ¡deshonra sobre mi perro!
-¿El mensaje habla sobre expulsar a alguien? -Aunque Jojo se estaba divirtiendo con la escena, el nivel de gritos entre las hermanas iba por acabar traspasando la insonorización de la sala de estudio.
-¡NO! ¡La directora dice que quiere hablar con nosotras! -Alzó el móvil sacudiendolo por encima de las cabezas del grupo, como si fuera así de fácil leer lo que ponía.
-Entonces, ¿por qué no vais a hablar con la directora?
Ringo y Gyro compartieron una mirada, asintiendo como la opción lógica que era, tan calmados como si no hubiera sucedido nada.
Rise pronunció una exclamación ahogada mientras se acomodaba las gafas de pasta.
-Gracias Jojo, pones el sentido común que les falta a estos dos.
-De nada Risette, y si algo sale mal, siempre podemos entregarte.
Ringo y Gyro asintieron, mientras Joseph sin perder la sonrisa, se tapaba los oídos intentando silenciar el grito de rabia de Rise.

Ya en el despacho de la directora Miranda.
-Buenos días hermanas Noyamano; señores Joestar y Zeppeli, ustedes pueden esperar fue…-antes de terminar la frase, que un portazo anunció que los dos habían abandonado el despacho-... ra.
Miranda se tomó un momento después de aquello, uno siempre esperaba que hubiera más formalidad cuando se hablaba con alumnos de la universidad, pero siempre estaba la excepción que rompe la regla.
-Directora… le he traído el plan de estudio de los cuatro -Ringo desplegó sobre la mesa de la directora los seis folios que juntos formaban un mapa lleno de flechas, nombres y colores chillones para indicar las clases que quería cursar. Y obligar a sus compañeros a cursar, con la excusa de permanecer todos juntos.
-Noyamano, no las he llamado para hablar de eso.
-Si es por habernos apropiado de la sala de estudio, recuerde a quién se haya quejado, que tiene más donde elegir -la hermana mayor resopló como si no fuera con ella estar en aquel despacho.
-Pero si hace falta directora, podemos cederla.
-¡Ringo! ¡Nunca se cede! ¡Ni se pacta con terroristas!
-¡No quiero que me expulsen por una sala de estudio!
-¡Podemos buscar otra universidad!
-Ringo, Rise, calmense. No las he llamado aquí por nada de eso. Tomen asiento y escúchenme.

Las dos obedecieron tan formales que parecían dos alumnas de instituto. Ringo observó a su alrededor, el despacho tenía muchas imagenes, casi todas de alumnas que parecían demasiado jóvenes para ser licenciadas en la universidad, preguntandose porque debían estar ahí, que no prestó atención a que la directora llevaba un rato hablándoles.
-...la escuela ya ha pasado antes por crisis como esta, no les queremos obligar a nada, pero siempre hemos contado con alumnas con su capacidad.
-¿Crisis? Si es por dinero, nosotras no podemos aportar nada -Rise a la hora de pagar, era una experta en quitarse de enmedio.
-No se trata de dinero, se trata de ustedes…
A decir verdad, Ringo empezaba a admirar la infinita paciencia que demostraba Miranda para tratar con ellas, a ninguna de las dos hermanas, le pasó desapercibida la dificultad de la directora a la hora de encontrar palabras, como si lo que les estaba contando fuera un recuerdo muy lejano pero que aun dolía.
Rise quiso buscar el rostro de su hermana para mandarse una mirada que confirmarse esta sospecha, pero la hermana pequeña estaba absorta en las palabras de Miranda y Rise acabó por imitarla y prestar atención.
-Lo único que me tranquiliza de darle este anuncio, es que las dos son hermanas, y sé que en caso de aceptar ambas, se protegerán la una a la otra.
-Directora, no se ande con rodeos, ¿de qué se trata? -Rise fue al grano dando una palmada en la mesa.
-Mi esquema de clases… -Ringo se mordió el labio hablando con un hilillo de voz cuando Rise había revuelto los papeles.
-Las alumnas de la institución Hanasaki, siempre han contado con habilidades especiales, yo como directora, busco a las más aptas, como vosotras, para hacerles una propuesta: defender y luchar por Hanasaki. Convertirse en HiMEs.

Miranda les concedió un momento esperando que preguntasen a qué demonios se refería… pero cada una se hacía una imagen mental sobre aquello de ser “especiales”, acompañado de una palabra que parecía de algo de la realeza… Ringo sonrojada por la emoción de llevar un vestido de sedas rosas lleno de lazos y un cetro como el de una Magical Girl; y Rise sonrojada, por imaginarse rodeada de sirvientes, jóvenes y atractivos bien vestidos en el reino de la luna, y ella blandiendo un cetro como el de una Magical Girl.

La directora aun sin estar segura de lo que pensaban, se hizo una idea cercana, suspirando al ponerse en pie, caminando por el despacho.
-Todas las chicas que se ven en las imágenes, han sido HiMEs de Hanasaki...
-¿Y ahora… están muertas? -Ringo bajo de su nube.
-¡No! ¡Ellas están bien! Quizás las hayan visto porque muchas siguen siendo alumnas de la universidad.
Las chicas cruzaron una mirada con la que se preguntaron si alguien de esos cuadros le sonaba…
-Claro que sí, directora.
Por supuesto, ellas sabían que no.
-Ellas contaban con sus compañeros, sus Key -señaló el retrato de algunos chicos-. Y por supuesto, nunca estarán solas, pueden contar con sus amigos, el resto de HiMes, conmigo… y con Fran, mi asistente.
La mujer viera hizo acto de presencia, ninguna de las dos hermanas se explicaba dónde podía haber estado oculta, era como si que la directora la mencionase, hubiera bastado para que la vieran y Fran siempre hubiera estado ahí.
-¡Mira que bien! -Rise hablaba burlona, pero había tomado de la mano a su hermana demasiado sorprendida por la nueva aparición-. Les dejas elegir un asistente y eligen furry.

-Quiero que escuchen muy atentamente las palabras de su directora. Esto no se trata de un juego, aunque ninguna de las HiMEs que ven haya muerto, siempre es una posibilidad que todos en esta escuela tenemos muy presente.
-¿Pero de qué va todo esto? ¿Cómo podemos defender la escuela?... -Ringo se sorprendió hablando como si ya estuviera bien metida en el ajo-... ¿Van a darnos entrenamiento militar?
-Las HiMEs cuenta con habilidades, elementos que las ayudan en la batalla.
-¿Elementos? ¿Cómo el fuego? -Aunque Ringo no pudiera creer lo que la directora les contaba, no podía dejar de fantasear con aquella idea.
-Y agua, aire, tierra… y otros que no esperarían, tan poderosos que verlos en acción estremecen.
-¿Y de quién van a defender esta escuela? ¿Contra quién van a utilizar sus poderes mágicos? -Rise había dado en el clavo.
-Contra los Rebels… la institución Rizembool entrena a jóvenes para atacar la escuela, a cada HiME le asignan un Rebel, estos se encargan primero de derrotarlas o robarles los poderes, y sin esta defensa, Hanasaki caerá.
-¿Pero por qué? ¿Por qué tanto odio de Rizembool por nosotras? -Ringo se sintió conmocionada por esta noticia.
-Eso es algo que les explicaremos si deciden dar el paso y convertirse en HiMes -Fran miró, de forma penetrante, primero a una hermana y luego a otra-. Aunque tienen el don, si deciden no participar en esta batalla, no las implicaremos más allá de esta conversación.   
-¿Y cómo es eso de que los Rebels pueden robarnos los poderes sin matarnos? ¿Nosotras también podemos? -Rise levantó una ceja de manera inquisitiva, cuando la directora y su asistente, cruzaron una mirada.
-No, no tenemos manera actual para robar los poderes a los Rebel, aunque ellos sí.
-¿Y cómo lo hacen directora? ¡Tenemos que estar preparadas! -Ringo cerró los puños reafirmandose.
-Bueno… ellos… cuando un chico y una chica deciden….
-Los Rebel pueden abusar de una HiME para robarle los poderes -Fran intervino al ver que la directora comenzaba a irse por las ramas.

-Oh, ya veo -Rise lo pilló al vuelo.
-¿¡Abusar!? ¿¡Quiere decir que si nos roban los deberes y nos ponen la zancadilla podemos perder nuestros poderes!?
-N-no… no se trata de eso -Miranda no sabía por dónde tomar el comentario de Ringo.
-Nos referimos a que un Rebel las viole -Fran habló claro, qué era lo que hacía falta para ese momento.
-Ah, eso está bien… ¡quiero decir! -las tres miraron a Ringo pasmadas- ¡mamá nos habló de esto cuando teníamos once años! Qué no confiasemos en extraños y protegieramos nuestra integridad.
-Entonces, confió en que las palabras de su madre, las sigan guiando ahor…
-Pero si es consentido, ¿no pasa nada, verdad? -La sonrisa de Miranda, se borró con las palabras de Ringo.
-Mamá nos habló de esto cuando teníamos once años… pero después aprendimos el resto por nuestra cuenta -Rise sacudió la mano dandoselas de sobrada y más divertida aún por la cara de una mujer tan adulta como era Miranda por sus palabras.
-¡Esperen! Si dejan que sus Rebel se excedan, aunque sea consentido, perderán sus poderes para siempre.
-No se preocupe directora, sabemos que hay otras muchas más opciones sin que haya penetración -Ringo le siguió el juego a su hermana.
-Y de la escuela religiosa, una amiga nos contó que por detrás no es pecado… aunque si es cosa de fluidos, yo no trago.
-¡Niñas! -A Miranda le salió del alma reprenderlas con ese apelativo, aunque fueran alumnas de la universidad.
-Hermanas Noyamano, ustedes dos ya pueden salir del despacho. No podemos contarles más a no ser que quieran implicarse -Fran se colocó detrás de las dos chicas sentadas, su presencia era intimidante y salvaje-. Y por todo lo demás, ya hemos sido lo suficientemente claras. Si desean ver si son dignas HiMEs, diríjanse al gimnasio para tomar su prueba. Si son seleccionadas HiMEs, la escuela las recompensará.
-¿Recompensa?
-Oh… sí -Miranda volvió a centrarse-. Se les concede una beca a las HiMEs, y otras ayudas en los estudios, para que puedan concentrarse en la batalla y que no descuiden su día a día.

La directora ayudó a Ringo a ordenar sus papeles para que las dos pudieran salir del despacho, rumbo por el pasillo, las dos chicas estaban mucho más animadas, principalmente por no haber sido expulsadas tal y como Ringo pensaba. 
-Una beca a cambio de ser HiME…
-¡Ringo! ¿No estarás pensando en convertirte en HiME en serio?
-¡No! ¡Para nada! Es sólo que… te dan ayudas en los estudios -volvió a hablar con un hilo de voz, como si simplemente fuera un pensamiento muy tentador.
-Tendremos que conformarnos con ser alumnas de segunda y conservar la vida.

Al llegar a la sala de estudio, sus dos compañeros habían colgado guirnaldas y un cartel que rezaba…
-”Os echaremos de menos…” -Rise pusó los ojos en blanco mientras Gyro y Joseph silbaban en sus matasuegras.
-¿No os han expulsado? -Gyro abrazó a Rise -ay… qué contento estoy por tener que seguir aguantandote.
-El sentimiento es mutuo Gyro- le golpeó en la nuca con más fuerza de la que debería-, pero no guardes el cartel… hay una tonta en esta habitación, que quizás lo necesite si se muere por hacer caso a la directora…
Siseando las palabras hacía Ringo, y mirándola fijamente, la hermana pequeña no le quedó otra que retirar la mirada avergonzada, bajando tanto la vista que las gafas le resbalaron por el puente de la nariz. Rise sabía que ella, ya había tomado su decisión.
-Pero… -Joseph miró de una hermana a otra-, entonces ¿de que habéis estado hablando con la directora?
Las dos hermanas respondieron a coro.
-Educación sexual.
« Last Edit: July 07, 2015, 07:17:07 PM by Shura »


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Dejo cap 2 c:

#2: Mettle Of An Idol

   

Había pasado una semana desde que Sheryl llego a Tokyo. Superficialmente había una suave calma en su vida de nuevo. Tokyo había dejado de ser un lugar peligroso y sombrío y volvía poco a poco a ser la pintorescas y cosmopolita ciudad que atraía a miles. Su hermana había pedido una semana de vacaciones en el trabajo para pasar tiempo con ella y recordarle que la vida no era solo tragedias. Habían ido de compras, a la playa de Odaiba en la bahía de Tokyo, a Shinjuku por libros y ropa y a jugar pachinko, a Akihabara a entretenerse, tomarse fotos con las lolitas y los host y a las arcadias también. Incluso habían ido al Tokyo Dome a un concierto de rock. Hijikata también había encontrado espacios en su atareado horario y las llevaba a comer a Roppongi por las noches e incluso habían ido al karaoke con unos amigos de la pareja. Una semana había sido mejor que un par de meses de terapia. Definitivamente estar con los familiares favoritos hace bien. Incluso parecía que Rangiku y Hijikata estaban determinados a ayudarla a mejorar.
Pero no por eso Sheryl dejaba de sentirse un poco mal en el fondo. Después de unos años de ausencias y una ligera adicción al trabajo se dio cuenta de que no tenía mucho fuera de ese medio. No tenía muchos amigos *reales* y había perdido a su mejor amigo, no sabía si tenía otros talentos y lo peor: se dio cuenta de que no sabía mucho de lo que había sido la vida de sus familiares y sus amigos en los últimos cuatro años. Era terrorífico pensar en lo que vendria en el futuro y como lograría sacudirse esa culpabilidad.

Y justamente la realidad la golpeo aun mas fuerte el domingo que Rangiku llego a darle las buenas noches a su habitación y recordarle que regresaría a su rutina normal al día siguiente.

“Mañana me iré temprano, a la misma hora que Hijikata. De seguro estarás dormida, ya sabes que hay leche en la refri y cereal en la alacena” le dijo antes de dirigir su mirada a un sobre olvidado que había quedado en el escritorio junto a la laptop de Sheryl “¿ya pensaste en la oferta de Hanasaki?”

“No… Si. La verdad es que… y se que sonaré ridícula, pero me da un poco de miedo.”

“Oye eso ya lo se” afirmo su hermana mientras se sentaba junto a ella en la cama “pero sabes Sheryl, en esta vida pierdes el miedo y te jodes tratando o sigues con miedo y te jodes de todos modos. ¿Ya vez la diferencia? Creo que tu mejor que nadie lo sabe ya, aquí” y señalo con el dedo índice la frente de Sheryl “o al menos lo sabes inconscientemente. De lo contrario nunca hubieras salido de casa de papá y mamá en Kyoto”.

Sheryl sonrió a medias y fijo su mirada en el sobre. Talvez

“Que ridícula sonaste Rangiku”

“Fue por culpa tuya. ¿Ves como me haces perder el estilo?” bromeó la mayor a la vez que abandonaba la habitación.

######

   

Finalmente, cansada de auto compadecerse decidió ese mismo lunes en cuestión de pocas horas tratar de arreglar al menos una parte de su vida. Resolvió que serian los estudios. Siempre había sido una estudiante mediocre pero ya tenía una invitación a una universidad. Por si fuera poco apareció una segunda opción cuando Hijikata dijo que como alumno graduado de la universidad Rizembool, que recientemente se había vuelto mixta, la podía recomendar y volver el proceso de admisión más fácil.

“Puedes estudiar donde te venga la gana…”
le había recordado su hermana.

Era así de fácil como decía Rangiku pero antes de tomar otra decisión por la cual podría arrepentirse el resto de su vida, al menos averiguaría que opción era la mejor. Opto por comenzar por Hanasaki aprovechando que ellos la habían invitado e incluso le ofrecían una beca (quien sabe por que diablos). Preguntaría entre sus conocidos que estudiaban ahí que les parecía el lugar y que le contaran un poco de su vidas como estudiantes.

Comenzaría con Hajime Saito. El era el primo de Souji y Hijikata y por lo que recordaba estaba estudiando en Hanasaki. Busco entre sus contactos en LINE y le envió un mensaje invitándolo tomar el té ese mismo día. Un tipo como Saito no se negaría a una invitación como esa.

En lo que respecta a que estudiar, eso ya lo había decidido desde secundaria. Literatura. Interesante y absorbente, como todo lo que le gustaba ella gustaba.

Saito llego a las 3:40, veinte minutos antes de lo acordado. Eso no sorprendió a la rubia. Nunca había conocido a nadie más japonés que Hajime Saito. Parecía uno de esos samurái de antaño callados y serenos, que seguían estrictamente cada una de las reglas del bushido y eran tan fieles como los perros. Más de alguna vez se había imaginado al buen Hajime con una armadura y una katana en mano. Y es que el chico era de admirar ya que era un buen estudiante, respetuoso, amado por todos y por si fuera poco era bastante atractivo. Lo más curioso es que Saito tenía una estrecha amistad con Souji a pesar de que eran totalmente opuestos. Saito era demasiado callado y Souji era un bocón que no sabia cuando para de hablar.

Después de las típicas formalidades y saludos y de conducirlo al jardín y servirle una taza de té oolong la chica empezó a interrogar al estoico pelinegro.

“Entonces… tengo entendido de que vas a Hanasaki ¿no?”

“No. Nos expulsaron el año pasado” respondió simplemente el. Ella arqueo una ceja, su respuesta la había sorprendido más que nada por que parecía imposible que hayan expulsado a Hajime Saito de algún lado.

“¿Nos?”

“A Souji y a mi”

A la mención del chico castaño de ojos verdes ella aparto un poco la mirada y se trono los dedos. Era un mal hábito que había desarrollado hacia poco cuando estaba muy nerviosa pero que extrañamente desaparecía cuando llegaba a sentirse realmente nerviosa.

“No fue nada realmente, excepto por el incendio en uno de los laboratorios. Fue uno de los líos de faldas de Souji que se volvió violento y se salió de control. Pero como no era la primera vez que había un problema así la directora nos expulso. Ahora voy a Rizembool y Souji también”

Sheryl miraba incrédulamente a Hajime mientras este le contaba todos los detalles del accidente y de su expulsión.

“Wow… solo wow”

######

   

Ella nunca llegaba tan temprano a la universidad y si llegaba temprano era nada más porque su hermano era muy puntual y por que no quería irse sola en el metro en plena hora pico de la mañana- prefería que su hermano la fuera a dejar en coche a las puertas de la universidad. “Aprende a conducir” se dijo mentalmente a la vez que recordaba que tener dos carros en Tokyo era sumamente costoso y que su edificio solo ofrecía un espacio en el parqueo por departamento. Quedo con Sheryl de juntarse a las 7 de la mañana a desayunar y a ayudarla a decidirse a que universidad iría.

Cuando vio a la otra chica llegar no pudo evitar sonreír con intensidad. De verdad le alegraba ver a su amiga verse mil veces mejor a como la había visto la ultima vez que se reunieron cuando Minmay fue a Kyoto por la boda de la hermana de Sheryl ya hacia un par de meses atrás. Solo notó que sus ojos todavía no mostraban la determinación que la rubia solía mostrar… pero de eso se encargaría ella, para eso están las amigas. Las dos chicas se saludaron con un fuerte abrazo y fueron a comprar un sencillo desayuno de croissants y juego de naranja.

“Mira lo que me envió la directora” dijo Sheryl extendiéndole la carta que le había enviado la directora mientras le daba una mordida a su croissant de jamón con queso.

Minmay leyó con interés la carta y no pudo evitar expresar su emoción. Su amiga le había comentado que le habían ofrecido una beca en Hanasaki pero no que la mismísima directora la había invitado personalmente.

“Eso es increíble. Es como que si te estuviera rogando que asistas a Hanasaki”

“Lo se… pero aun no me decido”

Round one. ¡Fight!

“¡Vamos Sheryl! Te están dando una beca solo porque si y encima puedes estudiar lo que quieras. ¿Tienes idea de cuanto cuesta la matricula y todo aquí? Athos y yo usamos la mayoría de dinero que nos dan nuestros padres solo en pagar los gastos de nuestros estudios” Viendo que la rubia aun no se mostraba muy convencida Minmay continúo con su discurso “Seamos honestas, ¿crees que puedas pasar los exámenes de admisión de una universidad pública como, digamos, la Universidad de Tokyo?”

Bueno punto. Sheryl pretendió estar ofendida con las palabras de su amiga haciendo una mueca pero ambas estallaron en risas. Ni aunque estudiara todo lo que quedaba del año podría pasar esos exámenes.

 “Tienes razón…” confesó, a la vez que se preguntaba de donde le había salido Minmay tan madura y sensata, porque según ella, la pelinegra era mas berrinchuda y malcriada  “Ayer Hajime llego a casa y me contó que ahora el y Souji van a Rizembool y me hablo de como era la cosa en ambas universidades. “¿Ya te conté que Hijikata me ofreció ayuda para entrar a Rizembool?”

Round two. ¡Fight!

“Sip… pero creo que…” enfatizo la otra chica como un samurái que estaba a punto de dar el golpe final con su katana a su adversario “si bien es seguro que entres ahí, requerirás ayuda de tus padres o de tu hermana para poder costear tus estudios y tu vida aquí en la ciudad lo que es igual a que tendrás dependencia de un tercero y según lo que me dijiste ya no quieres eso… No se si crees que estudiar en el mismo lugar que Souji sea un beneficio o desventaja, pero para mi seria un beneficio así te puedo ir a “visitar” para que me presentes a Hajime-kun” finalizo Minmay giñando un ojo.

Fatality.

“Si Hanasaki te ofreció una beca ten por seguro de que la administración esta consciente de tu historial académico así que, no me mates por decir esto, saben bien que no pueden esperar a que tengas buenas notas en la universidad. Solo te queda averiguar que es lo que quieren entonces”

Minmay wins.

La rubia estaba sin palabras. La habían owneado así solo cuando era una chiquilla de primaria  y su grupo de amigos pasaba todo el día en las maquinitas jugando Mortal Kombat. Ni siquiera se molesto por la mención a su mediocridad académica. Pero… ¿De cuando aquí Minmay  razonaba de esa forma? Estudiar teatro y leer todas esas obras le habían ayudado. Definitivamente no sabia nada de las metamorfosis que sus amigos habían tenido en los últimos años y tendría que pasar un buen rato con ellos para volverlos a conocer bien. Saito expulsado y Minmay toda una consejera escolar… ¿Qué seguía? ¿Souji yendo al Tíbet a volverse un monje? Mejor sacudió la cabeza, ya se estaba yendo por las nubes y se enfocó en lo que le acababan de decir. Lo único que salió de la boca de Minmay eran verdades. A pesar de que como modelo no ganaba mal nunca se había detenido a pensar en sus jubilación, y menos aun tan prematura, y nunca ahorro mucho. Prueba de ello eran las cajas con ropas, zapatos y accesorios que seguían enviando sus padres. Tampoco quería estar bajo la dependencia de sus padres que se habían vuelto muy sobreprotectores y quisquillosos y encima, ahora se les había metido en la cabeza que Sheryl estudiara y sacará buenas notas (estudiar era lo que quería pero las buenas notas…). Y mucho menos ser una carga más en la vida de su hermana que ya tenía bastante con su nuevo papel de esposa, ama de casa, su trabajo y la presión de sus padres y suegros para convertirse en madre. En ese mismo momento pensó que podría salir adelante, ya no tenia tanto miedo  y no podía vivir así de todos modos.

“Demonios Minmay, recuérdame arreglar algo para que conozcas a Hajime… vamos llévame a la dirección entonces, iré a hablar con la directora y ver que me propone”

Minmay escondió una triunfante sonrisa tras la botella de jugo de naranja tomando un trago. Le pareció ver una chispa de audacia en los ojos de su amiga cuando esta le pidió que la llevara a la dirección.

« Last Edit: June 23, 2020, 08:33:31 PM by Apple »


Kana

Aprovechando las instancias de tiempo e inspiración, me asomo por aquí con fic.
Pero antes, ¡Yey! tengo iconitos :3 y gracias a Eureka Muchas gracias por las ediciones. Las amé


— Chapter  02

/ / / Flash Back / / /

—Bitácora; experimento 7 7 1 8 9, la hora de reacción parece un efecto tardío a la descomposición de las proteínas suplementadas en el tejido del órgano dañado. No hay respuestas.— El emisor entrecerró los ojos, con la serenidad digna de un sabio. Proyectó su mirada a través del cristal que dividía el cuarto del observador en donde se hallaba y la sala quirúrgica del otro lado.
—He autorizado a mi equipo médico a que apliquen una ligera descarga de electroshock en la zona parietal y frontal del cráneo para esperar una reacción acelerada y favorable en el sujeto experimental. En forma unánime, se ha decidido aprobar la aplicación de una inyección de adrenalina en el aparato cardíaco como suplemento de fortaleza. Las pruebas de este hallazgo sin duda nos entregarán aportes reveladores para el sujeto y la institución.— Cubrió el micrófono cuando se encontró con la mirada atenta de los cirujanos al otro lado del cristal. —Adelante. — Dijo por otro micrófono, haciendo expresar una voz taciturna.

El relator entrecruzó los dedos de sus manos y apoyó el rostro entre estas para observar con atención lo que sucedería a continuación. Si sus investigaciones y cálculos estaban en lo correcto, la reacción sería favorable para el sujeto de prueba. De lo contrario, tendría que aceptar la inducción de otro sujeto de prueba para continuar con la experimentación. El obtenido era hallar un método de sanación más acelerado en los individuos sin comprometer del todo los órganos vitales en el proceso. ¿De qué servía un sujeto que sanaba sus heridas a velocidad si en el proceso se dañaban órganos que dificultarían su capacidad de ejecución motora y reacción sensorial? La revelación era asemejar los procesos regenerativos encontrados en otras criaturas... Implementar estas características regenerativas y, sumando un poder creado con tecnología, en un humano podría dar como resultado un "super humano"
En la mesa de operación, el sujeto convulcionó cuando recibió la primera descarga de electricidad, se sacudió más cuando ampliaron el nivel de electricidad de las descargas eléctricas. En un punto parecía que lo perderían, pero su corazón fue invadido por la sustancia adrenalinica y provocó un efecto de reacción.
Luego de que los doctores notasen sus signos vitales normalizados y que sus órganos parecían demostrar equilibrio y posteriores mejorías, el equipo profesional comprendió que habían dado con el clavo. Uno de los cirujanos levantó el pulgar dando el visto bueno, el locutor del otro lado asintió levemente. El sujeto experimental se recuperaría de sus patologías somáticas y con el tiempo podrían insertarlo nuevamente en sociedad para que cumpliera su rol.

—Llévenlo a su cuarto y permitan que se recupere con tranquilidad. Adminístrenle las dosis que deje prescritas en intervalos de ocho horas. — Dijo cuando aún mantenía el micrófono cubierto. Posteriormente, retiró la mano que tapaba el micrófono. —Bitácora, experimento 7 7 1 8 9, la operación que se ha prolongado por once horas y cuatro minutos ha sido exitosa. El individuo parece demostrar mejorías instantáneas y todo parece indicar que en las próximas semanas no habrá repercusiones que indiquen organicidad. — Apagó el sistema de registro, tomó sus apuntes y los guardó en su maletín.
—Doctor Liebheart, el señor Kise lo aguarda en la sala de espera. —
—Lo olvidé…— Musitó. Miró la hora en su reloj de muñeca, aquel aparato de oro que le había regalado su señor padre. —Iré enseguida. —

Cuando el doctor Liebheart llegó a la sala de espera se encontró con su colega observando el jardín del recinto a través de la ventana. Aquel jardín edénico que la institución había construido para que los pacientes se sintieran un momento tocando el cielo era realmente una visión divina de lo que era el patio de los dioses del olimpo.
El verde era reluciente en el césped y hojas de las plantas, las flores brillaban con colores absorbentes y las gotas de agua en los pétalos de las flores le daban una sensación de humedad exquisita al lugar. Las bancas eran de mármol blanco, no muy cómodas pero si muy bonitas. El diseñador se las había arreglado para crear pequeños ríos y cascadas en miniatura para que el ruido de las aguas fuese relajante para los que visitaban el sitio. Al final del rio se hallaba un monumento con el rostro de un hombre y con flores arrojadas cerca de él. Era quien había creado ese hospital/laboratorio. En medio del jardín, una pérgola adornada con rosales blancos daba una imagen de pureza autentica.
Liebheart habría preferido unas flores más llamativas en la pérgola pues a su opinión daban el mensaje de que se irían a encontrar con Dios; es decir, que estaban pronto a morir. Y ese no era el objetivo de los médicos.

—Señor Kise, disculpe mi demora. La evaluación se extendió más de lo pronosticado. —
—…— El aludido apartó la mirada del cristal. Mantenía las manos dentro de las mangas de su yukata larga y gris que usaba aquel día por el frío invernal. Asintió ligeramente, articulando una muy pequeña sonrisa suave y tranquila —¿Ha salido todo bien con…él? —
—Sí, la operación fue un éxito. Si todo marcha bien, pasaremos a "Fase dos", y posterior podremos implementar este sistema en otros pacientes. — Volvió a ver la hora en su reloj, un hábito que siempre fue característico en él. —Estoy un poco complicado con el tiempo... Y quisiera ir por un café antes de volver a los laboratorios ¿Le parece si continuamos la charla en una cafetería?
—De acuerdo...— Sabía que el rubio apenas salía de los laboratorios y las salas quirúrgicas, así que comprendía que quisiera ser "compacto" con los tiempos libres y hacer dos cosas a la vez. En este caso: conversar y "alimentarse"

Ambos salieron del recinto en poco tiempo. Liebheart no manejaba, pero el enigmático y silencioso señor Kise contaba con un chofer personal cada vez que bajaba de las montañas a la ciudad.


El rubio se sentó en el asiento de atrás junto al señor Kise. Mientras Liebheart se ajustaba el cinturón de seguridad, no pudo evitar pensar en la metamorfosis de la genética del otro: cabello gris y ojos de color ámbar que lo hacían casi único. Una contextura delgada pero atlética que lo situaban en una posición de ser un enemigo considerable en caso de ser necesario. Silencioso, carismático a pesar de no usar el lenguaje verbal y un ser místico en todo sentido. Si Liebheart no fuera tan científico y creyera en las leyendas y mitos de Japón, pensaría que estaba al lado de una auténtica deidad japonesa. Así que de esta manera era el respetable señor Kise, una eminencia en Rizembool y entre las familias ancestrales e importantes de Japón. Si bien el ciéntifico ya estaba anonadado con su peculiaridad, le costaba trabajo verlo y llamarlo "señor" se le hacía demasiado joven para ya ser un padre de familia (tres hijos, si no estaba errado en su investigación)
El rubio pensó que el chofer les llevaría a una cafetería cercana, pero, en vez de ello, los dejo en una casa de té tradicional. Esperable para el agrado de su señor. Entraron en la casa de té sacudiéndose algunos granizos de nieve que se dejaron caer sobre los hombros y cabellera de ambos individuos durante el camino del estacionamiento al local. La casa de té era un lugar agradable, no estaba llena de gente y el tipo de clientela de ése lugar eran personas adineradas por lo que vivían en su propio mundo sin prestar atención a su entorno. La temática del lugar era una alusión al Tokyo ancestral.
Encontraron una mesa más apartada y tomaron asiento en ese lugar. En poco tiempo llegó una camarera vestida con trajes tradicionales y ellos pidieron café bien cargado y té con esencias, para empezar. Tras un par de minutos, la mujer volvió a la mesa y les sirvió el café de un modo tan elegante y admirable que fue imposible no fijarse en ese detalle.

—Veo que bebe café sin azúcar.— musitó Shougo Kise, sonriendo brevemente. 
—Creo que ya soy demasiado dulce— El otro sonrió con aquella sonrisa inocentona que encantaba a las féminas. —Señor Kise, me complace conocerlo en persona, al fin. He escuchado bastante comentarios afortunados de parte de los líderes de Rizembool respecto a usted. Veo que no se equivocan. Ciertamente, nunca imaginé que lo conocería en persona—
—Mh.— asintió, sin decir más, pero manteniendo la sonrisa. —Verdaderamente aún no comprendo el interés de Rizembool por vincularnos, pero tengo curiosidad.
—Usted es bastante distinto de su cuñado, el señor Nakiri. Debido a sus costumbres y lealtades tradicionales, el señor Nakiri evita tener contacto con los "extranjeros"— el rubio rio suavemente.
—Mi estimado señor Nakiri es una persona muy reservada, me temo.— asintió nuevamente. Conocía a Azami desde niños y pensó que quizá sus consejos lograrían hacerlo más "libre" pero aún quedaba mucha conservación en su cuñado. —Pero, ciertamente, eso no es lo único que usted diferencia entre él y yo, ¿verdad?
—...— el alemán se mantuvo en silencio por un par de segundos. Luego sonrió con la misma carisma que el otro: parecía que tanto Shougo Kise como él tenían un lenguaje en común y un estilo de personalidad similar. —No puedo negar que me interesan sus genes.
—Comprendo.— Shougo bebió un poco de té con la elegancia y tranquilidad que lo caracterizaba. —Debe ser para usted un hecho muy curioso que mis hijos no sigan mi mismo lineamiento.
—...Pues.— no lo podía negar. Había investigado y los tres hijos de esa eminencia estaban lejos de seguir el camino de su admirable padre. —Usted ya me ha leído.— concluyó.
—Uno de los motivos por el que accedí a la petición de los líderes de Rizembool en cuanto a conversar con usted y compartir mi experiencia como es Rebel fue, justamente, tratar con usted un tema de índole familiar. Iré al grano, necesito que me dé su ayuda en cuanto a un familiar. A cambio, explicaré mi biografía sin reparos para usted.
—Eso me sorprende. No me esperaba que usted necesitara de mí, ciertamente.
—Uno de mis hijos, mi... Hija ilegítima, está en una situación complicada después de un accidente. Escuché sobre sus experimentaciones y pienso que ella es una buena candidata para que aplique sus experimentos y la saque de ese calvario.
—Es un honor que usted confíe en mi para hacerlo... ¿Pero está en conocimiento de que mis experimentaciones van por otra línea actualmente...? ¿Y qué su hija puede correr un eminente riesgo ante las pruebas beta?
—Lo sé.— sonrió. —Pero es mejor intentar esta posibilidad a que sea eternamente un espécimen "perdido"
—Tengo entendido que, en reiteradas ocasiones, se le ha pedido aprobación al señor Nakiri para "revivir" a su sobrina, que resulta ser hija de usted, pero el señor Nakiri se niega al ser un método "poco ortodoxo y peligroso" creo que, en cierto modo, él desea protegerla de cualquier falla.
—Lo sé, también. Mi cuñado tiene sus reparos pero en el fondo es el egoísmo de su persona el que no le permite tranzar. Mantiene a mi hija en ese estado de "coma" como castigo a su arrebato. Es común en él que sea así de severo y mantenga a mis hijos castigados de modo tan prolongado. Si bien le deje los cuidados de mis hijos a mi cuñado, hablaré con el señor Nakiri y él no se negará a mi petición. Sé como consentirlo para hacerle cambiar de opinión.

« Last Edit: August 09, 2020, 06:28:25 PM by Kana »


Mimi Tachikawa

Hoi hoi minna!! aqui les voy con capi nuevo, es un capi rosa, ya lo veran porque xDD

Capitulo 4: "El comienzo de su historia"



Es el inicio de un nuevo dia y una pelirosa de curvas exhuberantes empieza a levantarse con flojera, para mirar en su mesita de noche su despertador en forma de corazon

Aun es temprano...- bostezando ligeramente- me he despertado 1 hora antes de ir a la escuela, estoy emocionada, porque es mi primer dia de clases, se acerco hacia un espejo que estaba en su habitacion y empezo a peinarse su largo cabello ondeado-uhm...sera bueno ir a la habitacion de oniichan para despertarlo...-sonrio picaramente para coger su bata de pijama y caminar descalza lejos de su cuarto y entrar a la habitacion contigua

En la cama de aquella habitacion se encontraba durmiendo el hermano de la joven, ella no perdio el tiempo y se echo al lado de este, para susurrar en voz baja

Oniichan bue...nos...d..ias...- canturreando alegremente-

Ah!!!!!- el joven pelirrosa de cabellos cortos se levanto asustado alejandose de su hermana- eres tu Ai?...que haces aqui en mi habitacion?-le miro aun con cara de sueño-

Es que queria despertar a Koi-niichan...aunque me dio penita ya que te vez lindo a la hora de dormir...-le sonrio ampliamente-

No digas esas cosas vergonzosas Ai!!...-dijo sonrojado de la verguenza-

Ai y Koi Kisaragi se parecian casi fisicamente ya que su rostro y sus facciones eran identicas, despues de todo ambos jovenes son gemelos, la diferencia entre ellos aparte del sexo, era el cabello, mientras que Ai lo tiene largo y ondeado, Koi lo tiene corto y desordenado, como Koi nacio un par de minutos antes es el hermano mayor,mientras Ai es la hermana menor.

Despues de aquel abrupto despertar, Koi se fue a bañar, mientras que Ai salio de su habitacion, bostezando ligeramente camino hacia la habitacion contigua a la de Koi

Estara despierto Ryuu-niisan?-

Buenos dias Ai-chan!!...- Ryuu tenia el cabello ligeramente largo tambien pelirosa con una especie de vincha acomodando su cabello, era unos metros mas alto que la joven-Claro que debo de estar despierto,he cumplido mis 8 horas de sueño y mi rostro debe de estar muy humectado, para que las chicas caigan rendidas a mis pies-

Que relajado debe de ser ir a una escuela de puros chicos...-rascandose la barbilla- aunque no se porque te arreglar si no va a ver ninguna chica cerca tuyo-

Eso no tiene nada que ver...-sonrio nerviosamente- y tu que haces despierta? si aun no es hora de que vayas a la escuela junto con Koi? que seguro ya lo has levantado

jejejeje...-dijo sonriendo picaramente- es que no podia dormir, el dia de hoy comenzamos clases en Hanasaki y ando muy emocionada-

Contra mi voluntad estan asistiendo a esa escuela...- se cruzo de brazos- hace 3 años la hermana de un amigo mio la paso mal cuando tu nueva escuela se convirtio en un gran campo de batalla-

Aun asi la escuela es muy popular por su gran nivel de educacion y las personas que nos salvaron...en verdad son mis heroinas...-dijo emocionada- como quisiera ser como ellas teniendo poderes magicos y peleando-

Tu tambien crees en eso? es algo poco ilogico, solamente fue un ataque terrorista...-se cruzo de brazos- cosas como la magia no existen y si existiera jamas te permitiria arriesgar tu vida...- se acerco a ella y le acaricio los cabellos- eres mi preciada hermana menor...-

Pero no soy una niña...-dijo haciendo un puchero de desgano-

La puerta de la habitacion del mayor de los Kisaragi se abrio y un Koi vestido de ropa casual entro en escena

Ryuu-niisan tengo una llamada de ultimo momento de la agencia y no podre llevar a Ai-chan, no hay molestia se puede ir contigo?-

Estos representantes son tan antipaticos, molestando desde temprano, recuerda que tienes que regresar a tiempo al menos para asistir a algunas clases del dia, que he luchado mucho para que puedan darte un par de horas de permiso y no me hagas quedar mal...-suspiro pesadamente-

Es que Koi-niichan es un idol y no tienen horario fijo de trabajo...- dijo canturreando alegremente la pelirosa-tu puedes niichan da lo mejor de ti!! muy pronto seguire tus pasos-

Eso si yo lo evito!!!...-grito Koi mientras se iba corriendo de la habitacion-

Sera un doble dolor de cabeza cuando tu tambien entres al mundo del idol...-suspiro pesadamente- apenas tendre tiempo para dedicarle a mis novias....-

No sera que en verdad estas celebrando por dentro para poder meterlas a la casa?...-

Oye eso no es cierto!!- dijo sonrojado-

Los padres de Ai fallecieron en un accidente hace 4 años atras, por lo cual Ryuu se volvio la cabeza de la familia, afortunadamente gracias a la herencia que le dejaron sus padres, y los trabajos de Koi como idol y Ryuu en un hostclub podian sobrevivir al dia a dia, por eso Ai deseaba entrar a la industria de los idol, para poder ayudar a su familia y claro
porque le gusta cantar y hacer felices a las personas

Bueno entonces Ai-chan solo seremo...- cuando iba a seguir hablando, recibio un mensaje de texto en su celular- si...por fin lo hice!!-

Sucede algo niisan?

Lo siento mucho Ai-chan vas a tener que ir sola a la escuela, por fin la chica con la que he estado chateando por el facebook acepto vernos ahora, asi que tengo que ir, no te molestaria ir sola a la escuela no?

No para nada, y espero que por fin tengas una novia...-sonrio ampliamente-

EH? claro que si...- dijo sonrojado para irse corriendo-

Que lindo es mi hermano cuando se sonroja...-dijo sonriendo ampliamente para luego salir de la habitacion e ir a la suya, se echo en la cama para observar su celular-aun falta una hora mas para ir a la escuela...- cerro los ojos- por fin ire a Hanasaki,y podre conocer a aquellas chicas que nos salvaron hace tres años- sus mejillas se sonrojaron-podre ser algun dia tan fuerte como ellas? y podre llegar a ser un gran idol como lo es Shun-san? -suspiro pesadamente- solo tengo que dar lo mejor de mi para cumplir mi sueño-

Pasaron un par de minutos y la joven se levanto de su cama y empezo a alistarse, despues de todo era el 1er dia en Hanasaki y visiblemente estaba emocionada, cogio su bolso en forma de conejo,se coloco un brillo en los labios, se coloco un gancho en los cabellos mientras acomodaba su larga cabellera rosada, acomodo sus cosas y salio de su habitacion,seguidamente salio de casa y empezo a caminar rumbo a Hanasaki

Oi!!! Ai-chan!!! Ai-chan!!-

La pelirosa joven que estaba siendo objeto de miradas de admiracion de chicas y chicos por las calle, observo que una joven pelirosa como ella con curvas mas exhuberantes que ella corria para acercarse a ella

Satsuki-chan!!!...- dijo emocionada observando que la joven tambien llevaba el uniforme de Hanasaki-tu tambien iras a la misma escuela?

Diras que ya estoy en la escuela, recuerda que soy un año mayor que tu...- le dijo sonriendo mientras se acomodaba la minifalda- en verdad me alegro que tambien estes en Hanasaki es una escuela muy divertida...-

Eso lo se, por eso quiero ir a Hanasaki, para ver a mis heroinas que pelearon por la escuela...-

Uhmm dudo que puedas verlas...o mejor dicho dudo que puedas saber de ellas, porque en el año que he estado en la escuela no han hablado nada de las Hime, me pregunto porque sera?- se cruzo de brazos-y Koi-kun?

Oniichan se fue desde temprano a su agencia discografica, pero dijo que iria a la escuela durante el dia...-

Ya veo, Koi-kun es muy trabajador, bueno al menos hace lo que quiere no? y seguro que Ryuu-san no esta porque se fue a una cita ne? aun me pregunto porque nunca quiso ligar conmigo?-

Yo creo porque Satsuki-chan es mi mejor amiga y ademas Ryuu-niisan te considera como una hermana...-

Es verdad...aunque si hubiera ligado conmigo tambien lo hubiera rechazado...-rio suavemente-

Y que andas haciendo ahora Satsuki-chan? aun sigues siendo manager?...-

Si!! ahora soy la manager del club de basket femenino de la escuela, y puedo decir que las chicas tienen un futuro prometedor...despues de clases te llevare al club para que las conoscas...-

Sera interesante verlas...te diria para entrar al club, pero no creo que pueda unirme soy mala en los deportes...- dijo apenada-

Si, mejor no te animes a entrar al club...-le dijo sinceramente que hizo que Ai se deprimiera en forma chibi-pero no te preocuopes, tenemos chicas buenas, entre ellas esta Sakura Kinomoto...de alguna forma me hace acordar a ti por lo torpe y fanatica de los dulces...-

Gracias por la sinceridad Satsuki-chan...-con una gota en la cabeza-

Bueno ya no hay que perder el tiempo y vayamos a la escuela...- Satsuki le tomo de la mano a su amiga y empezaron a caminar-

Cuando la pelirosa vio como otra pelirosa paso por su lado, junto a un pelirojo y un pelicenizo que conversaban animadamente, por instinto ambas jovenes voltearon a mirarse por unos segundos y luego ambas se enfocaron a las personas que estaban a su alrededor

Esa chica me parece conocida...-dijo Ai tratando de recordar -

Sucede algo Ai-chan?...-

Eh? no no sucede nada...- dijo recuperando su amable sonrisa-

A lo lejos sobre un edificio Yuuto observaba la escena con una sonrisa entre sus labios

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Matta ne!!

Mimi-chan


Kana

Algún día llegaré a la prueba HiME, lo prometo. Pero necesito hacer estos fics para hilar la historia.


— Chapter  05


—Suave, femenina, jovial. Mi piel luce radiante con cada toque. ¿Tienes problemas de autoestima porque no luces tan bella como quisieras? ¡TonyMoly te cambiará la vida! Ahora puedes ser tan hermosa como tu artista favorita en sencillos pasos. Ahora, nueva sucursal en Mall de Tokyo oriente. Visítanos, ¡te esperamos! — La chica marcó una perfecta sonrisa en todo momento, los ojos brillaban de manera cautivante y jovial.
—Corten. — Avisó un hombre con cabellera oscura. Inmediatamente el set comenzó a moverse.
—¿Hacemos otra toma? — Preguntó su asistenta.
—No. Con esta estaremos bien. Por fin se aprendió las líneas en coreano. — Dijo el hombre quien se frotaba las sienes. —El comercial está listo. —
—Necesito comer. — Reclamó la chica que hace unos instantes era grabada por varias cámaras. Aún estaba bajo los focos de luz. —He estado horas aquí. —
—Señorita, si se hubiera aprendido sus líneas correctamente se habría ahorrado mucho tiempo. — La mujer se acomodó las gafas.
—El coreano no es mi fuerte. —
—Pues deberá acostumbrarse porque en adelante tiene un contrato con la línea de maquillaje coreano. —

La muchacha ignoró el resto de conversación que la mujer expresó pues salió del set de grabación tan pronto como intuyó que estaba libre para irse. En poco tiempo se hallaba caminando en las calles más comerciales, pobladas y llamativas de Tokyo.
Llevaba el cabello rubio suelto y un sutil maquillaje de tonos damascos en los labios y mejillas, la chica metió las manos en los bolsillos de su larga chaqueta roja pero antes se acomodó una boina de lana del mismo color para calentarse la cabeza. A esa hora el viento soplaba un poco más fuerte.
Las luces de los edificios y los anuncios eléctricos de los negocios comerciales atraían fuertemente su atención distrayéndose del mundo entero pero un negocio en particular llamó su atención. La joven se acercó al ventanal y observó con curiosidad los distintos diseños en chocolate que la vitrina en el interior del negocio exhibía al público. Había cajas con bombones de diferentes sabores de frutas, chocolates en forma de corazones, castillos, muñecos, fragancias dulces y tentadoras que hipnotizaban a la chica.

—No puede ser, ¿Eres Ayumi? —
—¿Eh? — La aludida subió las cejas cuando abrió los ojos en sorpresa al momento de ser sacada de su trance dulce. Vio a un par de chicas con uniforme de marineras que la miraban con ojos brillosos.
—¡Sí, es Ayumi! — Dijo la otra chica que acompañaba a la primera.
—Me están confundiendo. — La aludida sonrió nerviosamente alzando ambas manos. —No soy ella. Mucha gente me suele confundir con Ayumi. —
—Oh, vaya… Que mal. Pensamos que eras ella. — La desilusión se plasmó en el rostro de las dos adolescentes pero de pronto una se iluminó. —Oye, pero de todos modos nos podemos sacar una fotografía contigo. Nadie se dará cuenta de que no eres Ayumi. Será un secreto. ¿Podemos fotografiarnos junto a ti? —
—C-claro. No hay problema. — volvió a sonreír un poco. Era difícil en la actualidad salir tranquilamente sin que alguien la reconociera en las calles. Por eso cuando le preguntaban si ella era Ayumi, la joven Idol de los adolescentes, ella decía que no. Estaba segura de que si decía que sí inmediatamente saldrían más personas a pedirle fotografías, autógrafos y regalos.
—¡Gracias! — Las chicas se colocaron una a cada lado de la rubia y no tardaron en sacarse unas cuatro fotografías. —Aunque no seas ella te pareces mucho. Deberías probar ser su doble oficial. — Agitó una mano en señal de despido. —Adiós. —
—Adiós. — Movió la mano perezosamente despidiéndose. Soltó un suspiro y observó la hora en su reloj de muñeca. —Cielos, ya se me ha hecho tarde. — Bajó la mirada. —La distancia es demasiado larga para llegar hasta allá y ni siquiera he traído mis audífonos para distraerme en el camino. — Frunció el entrecejo cuando de pronto unas manos cubrieron sus ojos. —¿Quién es? — Esperaba que no fuera el típico psicópata japonés de aquellos que se creen malitos por molestar exclusivamente a chicas. —Mira, si quieres molestar a alguien, ¿Por qué mejor no vas a stalkear a un militar? Seguro que no tienes el coraje para…—
—Vaya, que agresiva. — Susurró a un costado de su rostro una voz que era muy familiar para ella. Retiró las manos de los ojos de la chica y la observó directamente a las orbes color miel.
—¡Qué haces aquí! — Fijó su mirada en la ambarina del otro. —¿No tenías entrenamiento?  ¡Me estabas mintiendo para no ver como grababan el comercial!  ¡Ryota eres un descorazonado! —
—Lilina…— Embozó una sonrisa de lado —Cualquiera mentiría para no tener que experimentar la tortura de verte en tus grabaciones. Todos sabemos que esas grabaciones duran horas porque eres una despistada. — Le dio un golpecito en la cabeza. —Te olvidas de los diálogos y haces que el asunto se extienda. —
—¡Eres un malvado! —
—Pero no te mentí. Tenía entrenamiento de básquetbol pero lo cancelaron ya que el entrenador tuvo que atender unos asuntos personales. Te vine a buscar al estudio pero ya no estabas y supuse que andabas babeando en el negocio de los chocolates. —
—Uh…— Frunció el ceño y bajó la mirada. —Odio ser tan predecible. —
—Eres predecible para mí, hermanita, pero para el resto eres todo un problemático enigma. — Ladeó el rostro. —Debemos empezar a movernos si queremos llegar puntual. — Comenzó a caminar en dirección a la estación de metro, la chica rubia le siguió inmediatamente. Ambos hermanos compartían el tono de cabellera rubia y la tez pálida, aunque Lilina tenía ojos color miel mientras que Ryuota los tenía ámbar.
—Pensé que no irías. —
—Casi…— Alzó la mirada observando a la primera estrella en el cielo. —Cada vez soporto menos las cenas familiares. Me aburro mucho. —Giró los ojos.
—Vamos, no son tan malas. Además, al lugar que vamos a cenar es muy elegante y atractivo. Tiene una buena valoración y la gastronomía es exquisita. —
—Se nota que sólo vas por la comida. —
—Sí. — Rio suavemente cubriéndose el rostro con las manos. —Ahora que lo mencionas creo que tienes razón. —

Llegaron a la estación de metro y tomaron el primero que se detuvo ya que ese era el que les servía. Supuestamente podrían irse en el automóvil de la esposa de su padre pero Ryota prefería irse sólo y así no escuchar a la quejica mujer esa y Lilina, bueno, ella simplemente vivía en su mundo de Ayumi la Idol juvenil. Pero Ryota la comprendía, siempre era mejor estar fuera de casa distraída con otras cosas que tener que soportar a una mujer que se quejaba constantemente y a un padre que pasaba poco en casa y que nada de lo que hicieran sus hijos parecía ser lo suficientemente bueno para él.
Como cada lunes de cada semana, la familia iba a cenar a un lujoso restaurante para cubrir apariencias. En ese lugar todos se comportaban como la familia perfecta y bella que al mundo le gustaba observar.
« Last Edit: May 03, 2016, 06:34:10 PM by Kana »


Ekha

Ok, este es mi primer aporte en esta historia y la verdad le sigo teniendo pánico al HiME fic por que cuando llegué al BT ya había terminado así que ... OMG, espero que las horas de explicación de Sayi en documentos no hayan sido en vano- sob-

Un detalle, mi bishoujo se llama Y, sí, literalmente "Y"[wye/ˈwaɪ/] así que es un dolor de cabeza identificar las Y de "Y entonces" así que ahora todos los nombres tienen colorcitos y "Y" está en itálicas hasta que encuentre una forma de hacer diferenciar una y de una Y -???-


-A Priori -
 

0-00
“¡Maldita sea, Y!”, gritó mientras aventaba el celular contra la pared.
Justo en ese momento Haruto se tomaba la libertad, como siempre y desde que sus rivalidades habían acabado, de  entrar a la habitación del chico sin tocar antes sólo para ser recibido con una casi posible contusión ocasionada por un objeto plano de pantalla de 5 pulgadas, último modelo, que se hizo añicos después de estrellarse contra la pared a unos cuantos centímetros del rostro del castaño.
La visita en cuestión agradeció mentalmente a cualquier cosa divina existente por la grandiosa suerte de la que era dueño. Aunque podría tener más, pensaba, entrar justo cuando  Y había hecho enfadar a su hermano mayor por millonésima vez en la vida no era exactamente un signo de que el día (o más bien la tarde) tendría un buen desenlace.
“Eh…”
Al escuchar la voz de su amigo intentó recobrar la compostura. Tomó aire y cerró los ojos por un momento para volver a su actitud de siempre.
“Así que ¿ Y otra vez?”
“Es obvio”, respondió, fastidiado “Mikleo rara vez se mete en problemas, es obvio que  Y es el problema en esta familia.”
“Eheheh…”, rió nervioso. Era costumbre que los dos mayores de la familia se ignoraran todo el tiempo. L-Elf solía ser serio y reservado mientras que Y era demasiado activa para su propio bien, había aprendido las mañas más peligrosas de su hermano mayor y había adquirido mañas propias.
“¿Qué fue ahora?”, si no lograba que realmente se le bajara el mal humor que el peliblanco ocultaba detrás de su calma, posiblemente se desquitaría contra él tarde o temprano.
“Wryyy”, contestó de la forma más plana y seca. Incluso su expresión de casi fastidio se mantuvo intacta.
“¿…Eh?”
“Grabó un estúpido mensaje de voz en su celular y sólo decía eso.”
“No creo que sea suficiente para hacerte enfadar ¿O sí?”, si eso último era cierto, habría encontrado una de las pocas formas de hacer explotar a su amigo. ¿Quién lo diría? Pensaba que a L-Elf sólo le desquiciaba la estupidez humana pero si un sonido tan estúpido como “wryyy” hacía lo mismo…
“No seas estúpido. Claro que eso no fue. La muy inteligente utilizó mi tarjeta para comprar estupideces nuevamente”. Haruto podía darse cuenta que su mejor amigo estaba pensando en cómo poner un alto a la ola de compras inútiles de su hermana, especialmente porque todas salían de su crédito.
“¿No podrías hablar con ella simplemente?”
L-Elf suspiró y observó atentamente a Haruto, con ese tipo de mirada que intenta decidir si eres estúpido o simplemente haces creer al mundo que lo eres, antes de responder una vez más.
“En serio crees que—“, un sonido lo interrumpió. En la puerta de la casa se estacionaba un camión de repartos, visible desde la ventana de la habitación del peliblanco. Haruto sintió cómo la tensión del ambiente aumento de cero a cien en menos de unos segundos.
“Decidido.  Y necesita aprender su lección YA.”
El castaño no supo si compadecer a la nueva víctima de su amigo. El nivel donde L-Elf no perdonaba algo era alto y, al parecer su hermana parecía alcanzarlo sin mucha dificultad.


0-01
Normalmente no estaba en casa para recibir el correo así que, cuando el cartero apareció en la entrada, le sonrió algo fastidiado y le entregó un paquete relativamente pesado, Mikleo pensó que se trataba de algún pedido de libros que había olvidado hacía meses. Confirmando su nombre en el paquete, lo aceptó al igual que un par de cartas más, avisos de pago para su hermano (curioso, no sabía que había adquirido algo a  plazos) y una carta para su hermana. Dejó los artículos que no eran para él  cerca de la entrada, en una pequeña mesa y se dirigió a su habitación para revisar el contenido de su paquete aun pensando qué libros serían ya que en sus recuerdos no aparecía semejante pedido.

Y llegó un par de horas después. Revisó las cartas y se rió por adelantado de la cara que haría L-Elf cuando checara su correo.
“Esto te enseñará, hermanito, que no se juega con una mente maestra.”, murmuró antes de observar un sobre.
“¿Ha-na-sa-ki? ¿Uh?”, observó ambos lados del sobre sólo por si acaso antes de proceder a abrirlo.
“¡TÚ!”, se escuchó un grito desde las escaleras. Era la voz de su hermano menor. Sonrió e inconscientemente dejó el sobre donde lo había encontrado.
Mikkun, ¿Pasa algo?”, preguntó con falsa curiosidad acercándose a las escaleras con el fin de que el chico la escuchara. Sabía qué pasaba, hoy había llegado ese paquete. Gracias dioses por la envoltura para regalos.
Pudo escuchar los pasos acelerados de su hermano por el pasillo superior, cómo saltaba un par de escalones y, finalmente, lo tuvo frente a ella con el rostro rojo de ira.
“Pareces chica enamorada después de confesar sus sentimientos al chico que le gusta.”
“¡¿POR QUÉ RAYOS ESE PAQUETE ESTABA DIRIGIDO A MI?!”, reclamó ignorándola… cuando recuperó un poco el aliento agregó, indignado “¡No parezco una niña tonta!”
Una malévola sonrisa se formó en el rostro de Y en menos de una fracción de segundo. Mikleo sabía que debía sentirse indignado y furioso con su hermana pero esa sonrisa siempre le hacía sentir indefenso y con ganas de salir corriendo a buscar a L-Elf.
“Lo sabes perfectamente Mikkun.”
“D-deja de decirme así, es vergonzoso.”
“Sabes que mi amor de hermana mayor hacia ti, mi pequeño e inocente hermano menor es mucho, ¿Verdad?”
Mikleo sabía hacia dónde iba eso y no le gustaba para nada. Hizo una mueca involuntaria de disgusto que Y interpretó como señal para continuar con su diálogo.
Estiró los brazos con las palmas extendidas en dirección hacia su joven interlocutor.
“Sé de tus verdaderos sentimientos hacia esa persona y no puedo evitar sentirme frustrada por el desarrollo de tu triste historia, Mikkun.”
“…¿Qué rayos…?”
“¡Lo sé todo! ¡Y como tu hermana mayor sólo deseo velar por tu felicidad a pesar de que el mundo esté en tu contra!”
“¿De qué demonios está—?“
“¡No lo reprimas más! Admite que has estado enamorado de tu mejor amigo desde preescolar—”
Lo siguiente fue que la chica recibió un golpe con un libro directo en el rostro que ocasionó que cayera de espaldas en el suelo.
“¡Sabía que ibas a hacer eso!”, reclamó aún más indignado su hermano menor. “Te lo he dicho una y mil veces, psicótica hermana mayor, ¡no me gustan los hombres!”
Dejando a la chica en el suelo, prácticamente fuera de combate, Mikleo subió a su habitación, bajó con la caja que había llegado y enterró a su hermana en libros. Obviamente la había dejado fuera de combate, ni el peso de los libros logró traerla al mundo de los vivos.


0-02
Cuando despertó eran pasadas las dos. Al parecer sus hermanos consideraron suficiente castigo dejarla en el suelo de la planta baja enterrada por esos nada inocentes libros que había hecho llegar a manos de su hermano menor. Sonrió para sí y se dio cuenta de lo mucho que le dolía el rostro.
“Creo que… no volveré a meterme con Mikkun”, murmuró antes de levantarse. Luego arreglaría el desastre.
Caminar entre todos los libros y los objetos de la planta baja de la habitación era pan comido pero, considerando que quizá su cabeza seguía desorientada por el golpe recibido, chocó sin querer con la mesita de la entrada.
“¿Qué hace esto aquí?”
Se inclinó para recoger todo lo que había caído por el golpe y recordó el sobre que estuvo a punto de abrir en la tarde.  Tomó todas las cartas y caminó hacia la sala donde encendió una lámpara y se sentó en el sillón más cercano a buscar dicho objeto.
Una vez localizado leyó de nuevo.
“Hanasaki… uhm, no me suena.”
Revisó una vez más y sí, iba dirigido a ella. Dudó un momento antes de volver a considerar abrirla pero cuando lo hizo, vio que era una carta bastante reciente, había sido enviada un día antes. ¿Alguien sabía que le daba más prioridad a su correo físico que a los mensajes de su celular? A todo esto, ¿Dónde había quedado ese aparato nuevamente?
En la carta se le invitaba a formar parte del Instituto Hanasaki en el nivel Universitario a partir del siguiente ciclo pero, además, le invitaba a ser parte de un examen especial. HiME-algo, leyó. En parte sonaba interesante pero, al mismo tiempo algo apresurado. La fecha de emisión de la carta era demasiado reciente y se le solicitaba su confirmación y asistencia a dicho examen en dos días más. Había otra hoja con una explicación pero decidió omitirla por el momento ya que, a pesar de haber dormido por horas, el sueño comenzaba a vencerla.
Se levantó de nuevo, con la carta aun entre sus manos y regresó al sitio donde había dormido por horas gracias al ataque de Mikleo en busca de su teléfono celular. Cuando lo encontró, introdujo el número que aparecía en la carta y escribió una apresurada confirmación para el examen HiME. Fuese lo que fuese parecía lo suficientemente importante como para creer que se presentaría en dos días a dicho evento. Programó un recordatorio y decidió dar por terminado el día.

Al día siguiente había olvidado absolutamente todo lo relacionado a la carta, de lo cual se arrepentiría mucho más tarde.

ʎɐpoʇ ǝƃɐd ʍǝu ɐ ƃuıuɹnʇ


Deidara

esperar durante una semana con este aporte en mi carpeta a ver si me venía la inspiración para hacer icons no dio sus frutos = = algún día tendré icons...

#3”Vaya, vaya… ¿están mis ojos viendo un espejismo?”


Pisando los terrenos de Hanasaki, Deidara se preguntaba si haber accedido a venir aquí con Sayi había sido una buena idea. El sitio le traía recuerdos, tanto buenos como malos. No estaba segura de cuál era la manera correcta de calificar el asunto HiME. Tampoco estaba segura si la decisión que había tomado Sayi era buena o mala. La pelirrosa probablemente estaba en ese mismo momento hablando con Miranda, quién sabe si ya tomando la prueba. Volver a ser HiME… odiaba ese gusanillo que notaba, ahí dentro, que le decía que fuese a hablar con Miranda. Sólo a hablar. A contarle su situación, a pedir explicaciones, ayuda. A preguntarle por qué estaba dispuesta a volver a hacer esto a las chicas.

Caminó, y caminó, pero aun así no estaba segura de cómo fue que llegó a plantarse frente al campo de básquet de Hanasaki. Dios, había pasado tanto tiempo en ese mismo campo, tantos momentos. Le gustaba venir aquí a pensar, con su balón, por la noche. Donde no escuchaba las voces que a veces le era imposible sacar de su cabeza.

Tal vez por eso sus pasos le habían llevado hasta allí.

No llevaba su balón, pero encontró uno olvidado bajo una de las canastas. Lo recogió, y botó experimentalmente, una, dos, cinco veces. Hacía tanto tiempo que no cogía uno. Decidió probar suerte, desde la línea de triples, a ver si se había olvidado de cómo tirarlo… entró, limpiamente. Al parecer eso era algo que no se olvidaba.

Botó la pelota alrededor de la cancha, hizo unos cuantos tiros, sin haber perdido la práctica, y recordó cuántos partidos había jugado en esta cancha. Desde las olimpiadas de Hanasaki con el Black Team, pasando por otros partidos del club de básquet, y varias tardes que había pasado aquí con sus amigos Zoro y Mitsui, otros dos enganchados al deporte como ella. Soltó una risita, al recordar también todos los balones que había petado en sus primeras semanas tras convertirse en HiME y despertar sus poderes. Le costó un tiempo acostumbrarse a ellos, al principio no lograba controlar la fuerza con la que hacía sus acciones cotidianas, lo cual le hizo tener que reponer varios balones en más de una ocasión.

Todo lo quedaba tan lejos.

“Vaya, vaya… ¿están mis ojos viendo un espejismo?”
Deidara se giró, sorprendida. Lo último que esperaba, era encontrarse a alguien conocido aquí… “Me temo que no.”
“¿Vienes de visita y no avisas?”
“Bueno… no pensaba quedarme mucho tiempo. Aunque imagino que ya sabes por qué he venido.”
“Ah, sí. Algo he escuchado. Pero no esperaba verte por aquí. Ha pasado mucho tiempo… ¿ni un abrazo ni nada?”
“Bueno, si te lo ganas en un uno contra uno…”



Caso omiso, porque en apenas dos segundos Hisashi Mitsui había dado dos zancadas y se había plantado frente a ella para darle un abrazo, que fácilmente le podría haber partido en dos. Hacía tanto, tanto tiempo que no veía a su (¿ex?) mejor amigo. Deidara se lo devolvió, apretando con incluso más fuerza que la del chico.

“Joder— eres, eres tú, ¿no? ¿Qué os dan de comer en Barcelona? Has cambiado bastante en estos tres años.”
Deidara se encogió de hombros. “Patatas bravas y tal,” respondió, recordando la conversación del día anterior con Sayi.
“Pues ya me invitarás a una de esas… pero, joder, cómo— cuéntame algo, ¿no? Hacía siglos que no te veía. No, no sabía nada— sabíamos, nada de ti. Deidara, estábamos tan preocupados por ti. ¿A quién cojones se le ocurre? Menos mal que tu hermano nos iba contando cosas sobre ti y—”
“Espera, ¿Near?” No sabía que Near se hablase tanto con sus amigos de Hanasaki. Siempre había sido más bien calladito.
“¿Qué? No, no, Kurogane. De vez en cuando hablábamos, más que nada para saber qué tal iba todo…”

La pelirroja se dejó caer en el suelo, recostándose sobre el incómodo poste de la canasta. Traidor. Deidara no tenía ni idea que Kurogane había estado hablando con sus amigos tras sus espaldas. Aunque algo le dice que si no lo hubiese hecho, tal vez se hubiesen presentado en Barcelona para asegurarse que Deidara seguía viva… probablemente Kurogane fue el que impidió eso. Si al final iba a tener que darle las gracias y todo.

“Oye, Dei.” Mitsui suspiró, jugueteando con el balón que había encontrado Deidara minutos atrás, haciéndolo rodar en el suelo. “Voy a serte sincero— ya nos pondremos al día más tarde, si te parece bien, pero… a pesar de que me alegro de volver a verte, estoy enfadado. Desapareciste de un día para otro, sin avisar ni nada. Entiendo que en el momento te pareció la mejor de las ideas, pero no fuiste la única que lo pasó mal. Tuve que ver a la mitad de mis amigos pasar por el hospital, sabiendo que no iba a poder hacer nada más que esperar que todo saliese bien. Sé que no pasé por lo mismo que tú, pero… desapareciste tras la batalla final, sin avisar, no volviste a hablarnos. Eso nos sentó bastante mal.” La pelirroja sabía que hablaba sobre todo por sus amigos Luffy y Zoro. A pesar de que de Zoro sí que tuvo la oportunidad de despedirse, y no fue demasiado bien.
“Imagino que es tarde para decir que lo siento.” Deidara empezaba a hacerse una idea del disgusto que tenía que haber dado a sus amigos meses atrás cuando desapareció así de la nada. En todo ese tiempo, había sido demasiado egoísta, y ni se había planteado en pensar en lo que dejó detrás… a pesar de que eso era lo que más buscaba, olvidarse del pasado. Pero no había sido para nada justa con sus amigos.
Mitsui se encogió de hombros. “No sé. Al menos, has vuelto, ¿no?”
Deidara hizo una mueca en respuesta. “Mh. Ya. No sé cuánto tiempo voy a quedarme.”
“Entonces, es verdad que…”
“No lo sé. ¿Quién te lo ha dicho?”
“Nadie. Pero llevo aquí todo el día, y he visto a varias de tus amigas. La mayoría iban a la oficina de Miranda. Me ha parecido raro que fuesen todas el mismo día, así que…”
Deidara soltó una pequeña risa. “Sigues siendo un cotilla.”
“Hey, cállate,” rió él, dándole un golpecito con el puño en el brazo. “Viejos hábitos nunca mueren.”
“¿Sigues por aquí?”
Su amigo asintió. “Sí. Me voy a especializar en medicina deportiva.”
“En medi— wow. No sabía que eras tan listo, Michi.” Que su amigo fuese a ser doctor le sorprendió. No porque se creyese que el chico no daba para tanto, si no porque… se había perdido toda esa etapa. Seguro que había sido difícil entrar en la carrera de medicina. Ni sabía que estaba interesado en la medicina.
“Yo tampoco, pero mira. No me va mal. ¿Y tú qué hiciste por Barcelona?”
Bufó, “Estuve de becaria en una agencia de detectives privados. No preguntes, larga historia… la idea fue de Kurogane. Les parecí buena leyendo a la gente, y la mitad del tiempo me tuvieron investigando infidelidades. Tiempos oscuros,” bromeó.
A Mitsui pareció gustarle la historia. “Vale, algún día me tienes que contar más,” dijo riendo.
“Vale, prometido.”

Pasaron un rato callados, sin decir nada ninguno de los dos. El silencio no era incómodo; hacía que Deidara se sintiese como en casa, preguntándose qué había estado haciendo de verdad esos tres años en Barcelona.

“¿Qué vas a hacer?” Preguntó por fin Mitsui, y la chica supo que él había estado reprimiendo esa pregunta durante un rato. Sabía que iba a venir, pero no había tenido suficiente tiempo como para prepararse una respuesta.
“No lo sé. Quería poner punto y final a todo, hablar con Miranda, decirle que no estoy interesada, tal vez veros a algunos de vosotros, admitir lo estúpida que fui, y luego volver a casa. Pero… la verdad es que ahora no lo sé.” No dijo nada durante unos segundos, tratando de buscar las palabras correctas, insegura de qué tenía que decir a continuación. “No sé si estoy capacitada para tener toda esa responsabilidad de nuevo.”
Mitsui sacó un cigarrillo de su bolsillo trasero y lo encendió. Deidara no comentó en lo irónico que era que un futuro graduado en medicina, nada más que deportiva, tuviese el hábito de fumar. Pensaba que él lo había dejado. “No soy un experto, pero creo que eras una de las más fuertes y poderosas.”
Tal vez lo era, físicamente. Al fin y al cabo su elemento era la fuerza. “De nada me sirve eso si no soy la más cuerda de todas.”

Seguro que Miranda habría avisado a todas las antiguas HiMEs, y seguro que muchas otras habrían dicho que no. ¿Y si Miranda avisaba a nuevas chicas, involucraba a otras inocentes? Encontraba eso injusto, pero… ¿era algo por lo que ella tenía que preocuparse?

Deidara se levantó de golpe, dejando de lado la pelota con la que había estado jugando antes. “Creo— creo que voy a darme una vuelta. Necesito airearme un poco más antes de ir a hablar con Miranda.”
Mitsui pareció comprenderlo, quien no insistió. “Vale. Si sigues por aquí, deberías llamar a Luffy. Le haría ilusión verte.”
Asintió. Le extrañó que no dijese nada de Zoro, que no le dijese que le avisase a él también, y por primera vez en toda la conversación se atrevió a preguntar sobre él. “¿Y Zoro? Sigue… ¿por aquí?”
Pareció tardar un poco más en contestar. “Sí, claro… aunque no sé si— le sentó mal que te fueses así.” Y era de entender, pensó la pelirroja. “Date un tiempo. Tal vez cuando estés más relajada, podrías verle.”
“Ya… bueno, creo que, voy tirando. Sigo teniendo el mismo número. Ya te diré algo.”

Se despidieron, ambos fueron por caminos opuestos, Mitsui dirigiéndose hacia la facultad de ciencias ya que su próxima clase estaba a punto de empezar. No había cambiado en ese sentido— seguía llegando tarde.

Iba a tener más que pensar al parecer, porque Mitsui había parecido un poco reacio a hablar sobre Zoro. Pero tenía otros asuntos que aclarar antes.
« Last Edit: October 24, 2015, 11:28:53 AM by Deidara »


Sayi

Tengo nuevos iconos que hacer para todos lados pero igual reharé estos también porque ya no me gustan /shotsself

Pero por ahora fic (◡ ‿ ◡ ✿)


Episode 7 — I’ll see you there

Apenas terminó la prueba HiME, Sayi salió del auditorio para darle a Fran un resumen de los hechos. Lo más probable era que la asistenta de alguna manera ya supiera de lo sucedido, así que a medio reporte la pelirrosa se percató que lo que en verdad quería eran explicaciones. Y una solución.

Fran no se inmutó ante la ausencia del Child. Tampoco reaccionó cuando escuchó sobre el cambio de arma, aún si Ichigo exclamó sorpresa por ambos. Lo único que si le prometió fue referir sus preguntas a Miranda, y que la directora la buscaría cuanto antes.

“Nuestra prioridad es asistir a las HiMEs, pues sabemos que están bajo un peligro inminente” le aseguró Fran “Ahora que sabemos con que cambios lidiamos, podemos ofrecerte ayuda. Miranda te contactará pronto”

Pero…

“¿Y mi Child?”

Su respuesta no ofreció consuelo alguno, pero era algo que sabía necesitaba con urgencia.

“Ten paciencia. Aparecerá cuando lo necesites”


Escuchar ambigüedades no ayudaban a su desazón, por lo que Ichigo sugirió descansar en algún lugar. Sin necesidad a coordinar dirección, ambos se dirigieron al que era, por alguna razón, el mejor lugar que tenían para conversar sobre las ocurrencias de la vida: El Starbucks.

Pero solo el camino desde el auditorio hasta el café fue un abrir de ojos para ella.

Con el recuerdo de la marioneta y sus poderes (o la carencia de estos) frescos en su mente, la idea de que su futuro Rebel podría saltar a su ataque en cualquier momento era algo, si bien paranoico, plausible. Pensó en Kaien, su ex-Knight, pero este ya no tenía poderes y se encontraba a siete mil kilómetros de distancia. Su supuesto Key estaba cruzando otro océano, y aunque tenía a su mejor amigo caminando a su lado, él siempre había estado en el grupo de personas a quienes debía proteger.

Aún así, si bien Ichigo no era más que soporte moral, él era lo único que tenía tangible en ese momento. Sayi se aferró de su brazo, y aunque ello entorpeciera su caminar, se sintió mucho más tranquila cruzando la universidad de esa manera.

Solo esperaba no encontrarse con Deidara. Pues de ser así, en ese momento nada le impediría subirse con ella a un avión e irse a Barcelona sin ticket de retorno.




Sayi se quedó en la terraza mientras Ichigo entraba a pedir las bebidas. En su ausencia, la pelirrosa revisó su teléfono. No había entrado a su Line desde antes de la prueba, y la burbuja de notificaciones marcaba 45 mensajes no leídos —todos probablemente de Taikoubou.

Pero su novio al parecer había desistido en buscarla al no recibir respuesta. Sayi se anotó mentalmente llamarlo luego, pero decidió buscar a la segunda persona que se había enterado de su posición.

“Genial” mascullaba para si misma mientras veía su teléfono “Esto era lo que necesitaba”
“¿Con quién hablas?” preguntó Ichigo mientras dejaba un frappuchino frente a su hermana. Sayi notó que esta vez no mencionó a Taikoubou y agradeció mentalmente por ello.
“Con Soujirou” Ichigo estaba por sentarse pero se detuvo momentáneamente al escuchar ese nombre “Le conté lo de mi arma y le pregunté si conocía a un buen maestro”
El rubio no ocultó su malestar “Te recomendaría que no compartieras mucha información con él”
“Lo sé. Solo quería saber que decía, no es que fuera a tomarlo en serio”
“Bueno, ¿y? ¿Qué dice?”
“No se” Sayi prendió la pantalla de su teléfono “Lleva riéndose cinco minutos”

Ichigo se llevó una mano al rostro y también empezó a reírse. Y si bien a Sayi no se le había hecho gracioso la reacción de su exRebel, el ver a Ichigo riéndose a carcajadas si le dio algo de gracia. Ambos rieron, y llegaron a tal risotada que Sayi tuvo que limpiarse las lágrimas al final de la sesión.

Y cuando finalmente se calmaron, la pelirrosa se sentía mucho mejor. Lo más probable era que necesitara desahogarse, pero no había querido caer en llanto.

“¿Que piensas hacer?”
“Aunque no me guste mi nueva arma tengo que aprender a usarla, así que necesito alguien que me enseñe” respondió “Le mandé la misma pregunta sobre un tutor a Miranda. Me imagino me referirá a alguien pronto”
“Katana… la ironía no se pierde en ti”
“¡Yo sé! Pero lo que me estresa es que no aparece Hige” continuó Sayi “No me importa tanto lo del arma, pero si Hige”
Ichigo dejó descansar su café en la mesa “¿No puedes invocarlo?”
“Ese es el problema. Nunca aprendí a hacerlo realmente. Desde que apareció ha estado siempre presente. Nunca ‘desapareció’, y no era de esos Childs que solo se invocan en batalla, así que no se cómo” la pelirrosa se echó en la mesa “Esa vez que Soujirou casi me mata fue precisamente porque no sabía invocarlo y el andaba feliz de la vida jugando por ahí"
“¿Y no debiste solucionarlo poco después? Suena a algo importante, digo” Sayi lo fulminó con la mirada e Ichigo se recostó burlonamente en el respaldar “Bueeeeno, pero ¿ni siquiera si te concentras mucho mucho? ¿Y si te metes a Yoga?”
“Esas vainas no sirven…”
“Te falta zen, Sayi”
“¿¡Pero qué quieres que haga!? No se usar mi arma, en cualquier momento me ataca un Soujirou reloaded, y la razón por la que me volví HiME de nuevo ¡NO APARECE!” Sayi se incorporó en su asiento, arrugó la cara e hizo fuerza para concentrarse “Saaal Higeee sal yaaa”
“…Si necesitas ir al baño, esta entrando a la derecha”

La pelirrosa pateó a su hermanastro por debajo de la mesa e Ichigo se agachó para sobar su rodilla. Sayi tomó su frappuchino y le dio un largo sorbo mientras observaba a los estudiantes transitar en el jardín de abajo.

“Últimamente hay mucha gente atractiva en esta universidad, ¿no te parece?”
“Hay varios idols registrándose, o al menos eso me comentó Mitsui” respondió Ichigo “Y he escuchado que habían invitado a una ex modelo famosa o algo así, eso estaría interesante”
“Pues sí…”

El timbre para el cambio de hora sonó. Su clase de retrato empezaría en un par de horas más, pero pensaba saltársela en vista de todo el asunto HiME. La pelirrosa contemplaba que iría hacer el resto de la tarde cuando Ichigo le pidió que revisara su correo.

“¿Qué me mandaste?”
“¿Yo? Nada”

El primer email en su bandeja de entrada era un correo de Taikoubou. Era un forward, no un mensaje, pero el contenido no le sorprendió nada menos.

Era un pasaje para ella. Ida y vuelta a Beijing por ese fin de semana.
« Last Edit: August 13, 2017, 01:31:51 PM by Sayi »

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Oh, dream maker, you heart breaker
Wherever you're goin', I'm goin' your way


Cho

Reintroduciendo chars y continuando con la historia~

Gracias Sayi nuevamente con los icons *blessed*

8



Pese a los orígenes de la guerra entre las escuelas, por las influencias de tanto Hanasaki y Rizembool, sus raíces lograron extenderse con el paso de los años, al punto en el cual ambas instituciones formaron aliados y afiliados en distintas partes del mundo. Por ello, aquellos presentes en Japón no eran los únicos afectados por las nuevas noticias.

Un profesor de Rizembool tomó eso en cuenta y utilizó sus recursos mágicos para dar una visita a un par de allegados, los cuales luego del ataque final de hace tres años, se habían mantenido distantes del círculo. Tal y como lo esperó, las noticias del regreso de las HiMEs y los Rebels les cayó como un balde de agua fría.

“…” Larsa se vio impresionado y mantuvo silencio mientras procesaba la información.
“Vaya…” Dakki, sentada en un cómodo sofá y tomando una taza de té, dibujó una intrigada sonrisa en su rostro. “Hm, pero por más súbito que sea, no es algo que debería sorprendernos, ¿verdad, Larsa?”
“Supongo que no…” él dio un suspiro, cansado.

Los dos se encontraban en una cómoda sala dentro de la gran residencia del joven en Inglaterra. Ellos se habían retirado de Japón con el fin de la batalla y regresaron a su país de origen para continuar con sus vidas, cortando todo vínculo que habían tenido antes. Ambos provenían de familias una vez afiliadas a Rizembool y se conocían desde hace varios años, pero con el lío entre las escuelas terminado, ninguno tuvo más que atender en el país oriental. Sin embargo, por las más recientes noticias, era más que posible que ellos tuvieran asuntos pendientes.

“…” y Shinkouhyou, el profesor de Rizembool, lo sabía muy bien. Él sonrió satisfecho ya que ambos le habían provocado mucho ‘entretenimiento’, especialmente hacia el final. Verles de nuevo en el ecosistema podría resultar en lo mismo. “Han sido tres años intensos para los ‘sobrevivientes’ de Rizembool, por llamarlos de algún modo, pero les aseguro que se han levantado más fuertes y preparados que antes. Y por el status quo de Hanasaki, no puedo decir lo mismo de ellos.”
“Siempre ha sido Rizembool quien da el primer paso, algunas cosas nunca cambian,” Dakki extendió su mano para agarrar una galleta danesa cubierta de azúcar. “Notar a la directora de Hanasaki convocar a exHiMEs e implementar los sistemas antiguos contra el reloj no es nada sorprendente.”
“Lo que me sorprende es que Rizembool te haya perdonado luego de tu traición, Shinkouhyou,” observó Larsa al peliblanco.
“En lo que a Rizembool respecta, yo no les traicioné como institución. Lo único que hice fue traicionar y eliminar a mi superior, quien comenzó a perder su enfoque y tomó acciones imprácticas y dementes. A largo plazo, limpiarle del camino fue lo mejor para Rizembool porque les ahorré muchos problemas financieros y legales. Además, siempre he sido un miembro importante,” Shinkouhyou se encogió de hombros. Él había sido Rebel más de una vez en el pasado y luego se convirtió en un mentor y entrenador de nuevos Rebels, razón por la cual tenía permitido conservar sus poderes de Rebel, pero sólo por motivos de enseñanza y ajenos a la pelea. “Por razones de reconstrucción, Rizembool ha abierto su mente y recursos más que en el pasado. No me sorprendería que hasta te acepten a ti con los brazos abiertos. Después de todo, tú también les ‘traicionaste’ bajo mi plan maestro.”
“…”
“Aw, sería lo mejor~♥, pero los dos sabemos bien que nuestro Larsa es un idealista,” Dakki juntó sus manos. “Temo informarte que tu convocatoria ha sumado una persona para Hanasaki y otra para Rizembool, ahora que permiten estudiantes femeninas.”
“Estaba contando con ello, Dakki,” Shinkouhyou se levantó. “Les aconsejo que se apuren. Hanasaki está en plan de rendir exámenes a las HiMEs, y Rizembool en averiguar sobre ellas y asignarles sus respectivos Rebels. Se podrán perder de asuntos importantes.”

Y dicho esto, el profesor desapareció en el mismo aire. Con su ausencia, Dakki dejó su taza a un costado y se levantó entusiasmada.

“Ahh, ya van a ser como dos meses desde la última vez que viajé en avión, ¡qué emocionante~♥!” la pelirroja saltó y revisó su celular. “Es la excusa perfecta para comprarme todo un armario de ropa nueva. Oh, y zapatos también. Pero antes de los detalles necesitamos tickets de avión. A ver… ¿dos de primera clase o quieres que busque la posibilidad de rentar un jet?”
“Como gustes, Dakki…” Larsa negó y dejó su bebida sobre la mesa, para retirarse.
“No seas aguafiestas. Ya van a ser dos años desde que no vemos a Ryo, y tres para todos los demás. ¿Acaso no les echas de menos?” ella sonrió con una muy ligera incomodidad y maldad. “Bueno, espero que no, ellos siempre han sido un dolor de cabeza para ti. Y aun sin ser un Rebel, debes admitir que Rizembool te va mejor para continuar con tus estudios de maestría.”
“…” Larsa se detuvo en el umbral de la puerta. “No confío en ninguno de los colegios, pero sí ligeramente más en Hanasaki.”
“Pues, no puedo pretender en cambiarte de parecer,” Dakki llevó sus manos a las caderas. “Y dime… luego de todo lo que los científicos la vez pasada le hicieron a tantos de nuestros conocidos, ¿tienes alguna divertida teoría sobre qué puede ocurrir esta vez?”
“Lo único que puedo decir…” él miró a su amiga. Mantuvo su seriedad, pero había una gran intensidad en sus ojos. “…es que lo sabremos cuando estemos allá.”
“¿No es verdad?” la pelirroja sonrió malignamente. “Alista tus asuntos personales y de estudios, yo me encargaré del viaje.”

Los dos habían vivido desde el inicio de sus vidas rodeados por pláticas e información de Rizembool, y por ello sabían sobre varias historias de Rebels del pasado, muchos de ellos afiliados o incluso parientes. Debido a ello, pese a no ser HiMEs o Rebels activos, este asunto entre las escuelas era una parte importante de sus vidas, y una responsabilidad incomprensible para otras personas. Y aun en un futuro lejano, ellos continuarían conectados con los sucesos en Japón, sin importar el rumbo que fueran a tomar.

Era el turno de los preparativos, y en pocos días llegarían al lugar de los hechos.

« Last Edit: March 01, 2016, 05:04:53 PM by Cho »


Haruhin

{Traigo aporte después de largo tiempo sin escribir~ Presentando charas nuevos de este fic /o/}

#2





“Pst, Haru despierta.”
“Nn—no, más rato.”
“¿Más rato cuándo? Si la clase ya terminó, haha.”
“Um, todavía es temprano. Deberíamos aprovechar de almorzar.”
“What.” La rubia levantó la cara con rapidez de su mesa allá entre las filas traseras de la sala y miró hacia los lados.

El resto de sus compañeros ya se habían marchado y el profesor tranquilamente comenzaba a apagar el proyector en los puestos delanteros. Ahí se iba otra clase perdida de Materiales por quedarse dormida. En su defensa, la noche anterior y luego de tener a Illya y a Simon como sus esclavos ayudándole con su zapatilla de papel terminó por pasar la noche en vela conversando con su mejor amiga Eureka con respecto al mensaje de Miranda. Cada una tenía su propia postura ante el asunto y hoy, probablemente en diferentes horarios ambas acudirían a hacerle una visita a la directora para que respondiese sus dudas.

Miranda tendría que perdonarle las ojeras sobre ojeras, pero fuera de eso allí la tendría en su despacho después del bloque de clases que… ya se había perdido y posterior al almuerzo en compañía de sus amigos de carrera.

“No te preocupes, no te perdiste de mucho.”
“Más que mal el profesor siempre manda los PPT por correo de la clase.”
“Yup, Clear tiene razón.” Sonrió Kashima ayudando a la rubia tomando su mochila mientras ella se colocaba su abrigo en piloto automático. “Ojalá el casino tenga un buen menú hoy.” Comenzó a caminar hasta la salida de la sala seguida de sus amigos. “Estoy muerta de hambre.”
“Si yo igual, no desayuné por pasar de largo.”
“¡Haru!, ya te dije que eso está mal.”
“¿Se me fue?”
“Clear, rétala. Ahora.”
“Ah, um… no tengo mucha voz para hacer eso. Nunca  desayuno.” Rió.

Yuu Kashima es una chica inquieta y muy apasionada, aunque por algunos de sus comentarios pueda sonar como alguien muy organizada, la verdad es que es todo lo contrario: olvidadiza, despreocupada y con las peores prioridades. Sin embargo, lo que causa más gracia entre sus compañeros de generación, es que dentro de todo es muy aplicada con lo que le apasiona, diseño textil.

Clear por otro lado, es casi una voz de la consciencia. Amable y responsable tiende a ser muy voluntarioso con sus amigas. Posee un encanto natural que puede llamar la atención fácilmente. Junto a Haruhi, ambos estudian para la especialización en diseño gráfico.

Para la ex HiME, ambos han sido desde el inicio de su estancia universitaria, sus buenos amigos que le acompañan durante las jornadas.  Tras graduarse de highschool muchas cosas habían comenzado a cambiar, pero lo más drástico que experimentó con los años fue con respecto a su círculo de amistades. Aparte de Eureka (y su novio Lelouch) o incluso Simon, el resto de sus amistades de la época escolar ya no existían. 

¿Razón en concreto?... todavía trataba de precisarlo.

“Veamos… creo que el menú de hoy no está nada mal. ¿Tú qué opinas?”
“Oh, es estofado, me agrada. Creo que también almorzaré aquí hoy.” Asintió Clear. “¿Haru?”
“Me inclino por la alternativa de fideos.”

Los tres pidieron sus respectivos almuerzos y se encaminaron hasta una mesa desocupada. La hora se dedicaron a pasarla conversando de un par de anécdotas del fin de semana.
“Oh chicas…” Murmuró Clear al revisar su teléfono. “Creo que las voy a tener que dejar por ahora.”
Kashima y Haruhi se miraron cómplices durante unos instantes, luego sonrieron.
“Está bien Clear, no te preocupes. De por sí ya no tenemos mucho que hacer aquí.”
“Yup.” Asintió la peliazul. “Por tu cara me hago a la idea: ¿Tu novio te está mandando señales de humo?”
Clear se sonrojó hasta las orejas. “N-No, o sea…”
“No te esfuerces en ocultarlo que tu cara te delata.” Haru rió. “Un día debería venir a buscarte, en serio.”
“Mm, es que los lugares donde ensaya siempre son lejos de la facultad y si no es eso está estudiando.”
“Oye sí, la otra vez dijiste que se había cambiado de banda. ¿Ahora qué tal le va?” Kashima regresó tras dejar su bandeja para recoger su bolso.
“Diría que bien. Es más, este fin de semana tienen una presentación en un bar.”
“Hey eso es genial. Espero que lo acompañes.”
“Es la idea.” Clear asintió despidiéndose de ambas chicas con un beso en la mejilla. “¡Nos vemos!”
“Bye bye~” Se despidieron las dos en unísono.
“Bueno, es una pena pero yo también debo dejarte. Senpai estaba histérico ayer porque no terminé de hacer mi parte de patronaje así que voy a seguir trabajando en el laboratorio con eso.”
“Suerte, yo… creo que iré a hablar con Miranda ahora.”
“Seguro que está. Ánimo con eso también, hablamos~”
“Um, hasta mañana.”

Cada quien se fue por su respectivo lado.




La rubia se encaminó hacia el despacho de la directora. Curiosamente casi al llegar se topó con que gente saliendo del despacho, de entre ellos una cara reconocible de alguna de las antiguas HiMES de hace tres años. El escalofrío recorriendo su espina no se hizo de esperar, ya habían otras chicas tomando su decisión mientras ella seguía con un caos dentro de la cabeza.

Justo para cuando pretendía esperar por su turno en la entrada, la figura de Miranda se asomó luego de que los otros visitantes se hubiesen retirado por el pasillo. La mujer desvió su mirada con una pequeña sorpresa ante la rubia y luego recuperó su habitual semblante.

“Señorita Lee, qué sorpresa tenerla aquí.”
“Ah, ¿qué tal?” La ex HiME respondió, nerviosa. “Espero no estar interrumpiendo algo, directora pero... necesitaba hablar con usted.”
“Es una grata noticia. Por favor, adelante.”
“Con permiso.” Habiendo hecho una pequeña reverencia con la cabeza, la rubia entró acompañada de la directora al interior de la oficina, tomando asiento frente su escritorio.
“Me hago a la idea de que se encuentra aquí luego de haber recibido mi mensaje.”
“Está en lo cierto.” Asintió, distrayéndose momentáneamente con las fotos en la pared de las HiMES de la guerra anterior, fácilmente pudo reconocer a un par de caras. “Entonces… ¿todo eso es cierto? ¿Rizembool nuevamente volvió a tomar actividad contra Hanasaki?”
“Temo que todo es verdad.” Miranda se acomodó en su asiento.  “En vista de la urgencia notará que me vi obligada a contactarme con todas ustedes como medida extraordinaria.”
“Es que me cuesta entenderlo, se supone que el asunto de los rebels había terminado con la última guerra, directora. ¿Cuál es la razón por la que después de tres años empiecen a actuar nuevamente?”
“Hay cosas que simplemente llegar a ser incomprensibles, señorita Lee.  Rizembool ha sido una institución con sofisticada tecnología e implementos en función de explotar las capacidades de sus estudiantes para la batalla. No me cabe duda alguna de que tres años fueron el período de receso suficiente para perfeccionarse en aquellas falencias que condujeron a sus rebels a la derrota.”
Haruhi suspiró. “Nunca se me habría ocurrido que sucedería algo como esto.”
“Francamente nadie. Los enfrentamientos significaron una enorme carga para muchas de ustedes.” Miranda cruzo sus manos sobre el escritorio, manteniendo el contacto visual. “Antes de otras posibles consultas señorita Lee, quiero dejar en claro que esta llamada de ayuda no tiene un carácter obligatorio. Puede rechazar o no la propuesta según lo que le dicte su propia consciencia.”
La ex HiME permaneció en silencio, cabizbaja.
“Aunque eso es lo que usted diga en el fondo, está esperando que idealmente la respuesta siempre sea afirmativa, ¿no es así?”
“Todas las manos serán bienvenidas ante lo delicado de la situación, eso es un hecho.”

Haruhi desvió la mirada a sus manos en su propio regazo, sus puños comenzaron a contraerse con incomodidad. Miranda le dejó permanecer en silencio.
“Entonces… ¿Nanaya y los otros volverían a aparecer?” Porque lo recordaba con exactitud. Su primer rebel había sido un dolor de cabeza, pero por si fuese poco la rubia había experimentado durante su tiempo como HiME el reemplazo de su rebel en casi dos oportunidades, uno cada vez más aterrador que el otro.
“Mm…” La directora hizo una pausa antes de coger unos cuantos papeles sobre su escritorio para darles una breve lectura. “No puedo asegurar que la modalidad de reemplazo de rebels durante ciertos períodos de tiempo sea algo que todavía se implemente en Rizembool, pero según lo que nosotras mismas hemos investigado y según tenemos dentro de nuestros antecedentes, Nanaya Shiki no está entre los activos a la labor.” Dejó los papeles en paz.
“Por lo que de aceptar, es probable que me asignen un nuevo rebel…” Completó la rubia.
“Precisamente.”

“No--”
“¿Señorita Lee?”
 “No creo que pueda ser de mucha utilidad por ahora directora, lo siento mucho.” Haruhi hizo una pequeña reverencia con la cabeza a modo de disculpa, Miranda sólo pestañeó con perplejidad ante el gesto.
 “Está bien, no tiene que disculparse. Ya hemos dejado en claro que no vamos a doblegar la voluntad de nadie. Aunque sí me gustaría que le diera una vuelta a una cosa.”
“Adelante.”
“Tenga en consideración que usted ha tenido la oportunidad de decidir si luchar en esta batalla o no a diferencia de otras HiMES en el pasado.”
“Directora…” Haruhi planeó decir algo más pero Miranda hizo un movimiento de cabeza en negación.
“No es necesario que me responda ahora. Sólo quiero que también piense en lo que acabo de decirle.”
“L-Lo haré, o haré el intento.” Suspiró. “Con permiso directora, ya no le quitaré más tiempo.”
“Estaremos en contacto.”

“Una presión indirecta. Tan sutil como siempre.” Pensó la ex HiME.

Haruhi se despidió del despacho de Miranda y avanzó hacia la salida del campus dejando que un pesado suspiro abandonase sus labios. Caminando rumbo a la estación de metro se detuvo cuando decidió mirar la hora en su teléfono celular, todavía tenía algo de tiempo antes de volver a casa por lo que no dudó en buscar en su directorio telefónico el contacto de alguien en particular.
Considerando lo delicado de la situación, estaba segura de no tendría mayor problema en conversar con ella un rato.

“¿Haise?” Llamó cuando contestaron del otro lado. “… ¿Estás ocupado ahora?”


Apple

#3: Do you want to be a HiME?


"¡No puedo llegar solo así! ¡Me olvide de avisarle a la directora que vendría!" exclamo Sheryl mientras trataba de huir del agarre de Minmay.

"Ya estas aquí ¿Te estas arrepintiendo?" Minmay jaloneo a Sheryl mientras intentaba tocar la puerta de la dirección, pero no fue necesario pues la asistente de la directora abría la puerta en ese momento.

"¿?..."

"Buenos días señorita Fran. Ella es Sheryl" dijo Minmay mientras liberaba a Sheryl y buscaba la carta que Hanasaki le envió a la rubia "le llego esta carta de Hanasaki hace una semana"

Ambas chicas vieron a la asistente de la dirección examinar la carta. Sabían que de no haber sido por ello, las habrían mandado a volar. Fran dejo entrar a la rubia mientras su amiga se despedía porque ya tenía clase en unos minutos. La mujer seria que tenia frente a ella se presento como Fran, la asistente de la directora de una manera muy formal que puso a Sheryl bastante nerviosa. También le dijo que le avisaría al a directora que ella había venido y que esperara un momento. Finalmente le avisaron que Miranda la podía atender y fue pasada su oficina. Tímidamente se acerco al escritorio donde una mujer estaba de pie y le extendió la mano. Se presento como Miranda Lot, la directora de Hanasaki y le agradeció su visita aunque no la esperaba tan temprano.

"Disculpe, si es mal momento puedo venir después" dijo Sheryl mientras hacia el ademan de irse.

"No, esta bien. Siéntate. De nuevo me alegra que hayas venido. Me imagino que si estas aquí es porque estas considerando unirte a Hanasaki ¿no?"

"Si... bueno, en realidad ya lo decidí" habló Sheryl sin saber muy bien lo que hacia "me encantaría aceptar su beca y estudiar Literatura"

Miranda se mostro complacida con la decisión de la chica y le empezó a explicar como serian los tramites para su inscripción y asignación de cursos. También le dijo que se le daría "ayuda personalizada" si la necesitaba en alguno de sus cursos. La beca no se limitaba a lo académico; si Sheryl lo requería podía tomar un curso opcional de otra área diferente a la suya como arte o música, podía hacer uso de cualquier instalación deportiva de la universidad e incluso la universidad le podía dar una tarjeta para la cafetería del la universidad. Miranda pauso y le pregunto a Sheryl si por el momento tenia dudas sobre la beca antes de continuar.

"En realidad... me pregunto, sin ofender, ¿por que me dan la beca a mi?" Sheryl repaso mentalmente todo lo que le acaban de decir y era demasiado bueno como para que no le pidieran nada a cambio. Esperaba que antes de terminar de aceptarla Miranda le diera una lista de condiciones y requisitos para ingresar. También esperaba que le dijeran que lo de la beca era un error "Creo que esta enterada de que mi promedio de la escuela no es muy bueno... y esto es el sueño de cualquier estudiante universitario... ¿hay algo que necesiten de mi para darme la beca?" Se sintió un poco maleducada por haber sido tan directa en su pregunta. Se trono los dedos y desvió la mirada de la directora a las fotografías de las chicas que estaban colgadas en la pared. Eran chicas jóvenes, quizá de secundaria.

"Hanasaki se encuentra en peligro. Necesitamos la ayuda de chicas como tú."

Ahí vamos...

"¿Disculpe?" la chica estaba visiblemente confundida "¿ayuda en que?"

Miranda la miro fijamente y busco las palabras adecuadas antes de continuar. La ultima vez que había hablado con unas chicas sobre lo de ser HiMEs el tema se salió a otros rumbos.

"Todas las chicas admitidas en Hanasaki tienen habilidades especiales. Algunas son más obvias que otras, sin embargo... busco a las más aptas para desempeñar un papel muy importante: pelear y defender a Hanasaki. Por ello, ayudamos a las elegidas a liberar y desarrollar sus poderes y volverse una HiME"

Sheryl se quedo pasmada en su silla. Por un momento se pregunto si Miranda estaba drogada. Había conocido a muchas personas que usaban drogas... y miro fijamente a los ojos a la directora comprobando que sus pupilas no estaban dilatadas ni tenia los ojos rojos. Por la seriedad de la directora asumió también que tampoco estaba en un programa de bromas.

"Ellas son las HiMEs anteriores" explico la pelinegra levantándose de su silla y enfocando su mirada también en las fotografías "hace 3 años tuvimos la misma crisis. Pero también tuvimos la suerte de que este grupo de jóvenes aceptara unirse a nuestra causa. Fueron muchas batallas, y muchas no regresaran ahora pero varias también accedieron a volver a ser HiMEs."

Por la seriedad con la que hablo Sheryl no tuvo duda alguna de que lo que le decían era cierto. Pero no por ello la situación dejase de ser bizarra... ¿entonces existían las magical girls como en esos mangas y animes que vio en su infancia? Y ahora ella seria una de ellas... Bueno si aceptaba.
 
"Y ¿cual es el peligro?

"Rizembool. Así como nosotros tenemos HiMEs ellos tienen Rebels." Miranda dudo por un momento pero continuo "la principal meta de los Keys es deshacerse de las HiMEs para que Rizembool ataque sin problemas"

"¡¿QUE?!"

"Sheryl... se que esto suena descabellado." Dijo Miranda tratando de calmar a la chica "Pero podrás defenderte y te entrenaremos. Tendrás el apoyo de tu Key, de nosotros y de las demás HiMES. Aparte de que te proporcionaremos una beca de estudios completa y ayuda en tus estudios"

"Pero podrás defenderte" fueron las palabras que mas tocaron a Sheryl. Una de las cosas que más le estaba jodiendo la vida era el miedo, producto del trauma del secuestro. No podía salir sola, no podía estar sola y no podía vivir sola por el miedo de que a otro loco se le ocurriera volver a encerrarla en una habitación de hotel y a actuar como que si fuera su novia o algo así. Pero si lo que le decían era cierto, podría hacerse fuerte y defenderse, vencer el miedo y ¡ella tendría poderes! Sin embargo, Sheryl se recordó a si misma que poderes son igual a responsabilidades también.

"¿Que clases de poderes? ¿Como los adquiero? ¿Qué es un key?"

"Poderes que vienen de elementos como el aire, fuego, tierra... y además habilidades. No te podemos revelar mucho hasta que aceptes y contamos con tu discreción. En cuanto a la segunda pregunta, los poderes están en ti. Solo tomaras una prueba para despertarlos, pues ni nosotros sabemos cuales son"

"... ¿Puedo pensarlo?"

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Al salir de la oficina de la dirección Sheryl se sintió como que si acabara de salir de un sueño muy extraño. Pero estaba ahí, parada como una tonta frente al edificio administrativo de Hanasaki y sacando su teléfono para pedirle a Rangiku que fuera por ella. Ni siquiera tenia ganas de hablar con Minmay, así que solo le envió un mensaje diciéndole que la llamaría mas tarde para contarle todo. ¿Todo? Que la directora la acababa de reclutar para un ejército de magical girls y que ella solo tenía que aceptar para aceptar una beca con beneficios  que nunca tendría en otra universidad. Sheryl empezó a entender a que se refería Miranda con "ayuda personalizada".

Rangiku llego en pocos momentos, había usado su hora de almuerzo para ir a recogerla y estaba más preocupada que una madre. Sheryl solo le explico que la emoción del ofrecimiento de una beca tan extraordinaria y el calor la habían hecho sentir mal. "Que excusa tan estúpida" pensó  Rangiku pero no dijo nada. Paso a McDonalds a comprarle el almuerzo a Sheryl y la dejo en casa antes de regresar a su trabajo. La rubia menor comió en el comedor del jardín frente a la piscina de mala gana antes de decidir tomar una siesta.

Estaba, en su sueño, en un salón de clases de Hanasaki recibiendo una clase que no tenia ni idea de que era y no había nadie conocido a la vista. Sintió que le daba un ataque de pánico. La clase terminaba abruptamente y Sheryl recordó sorpresivamente que no tenia ni idea de a donde tenia que ir a la siguiente clase y busco entre sus cosas buscando un horario. Claro no lo había solo, había cuadernos en blanco. Definitivamente le daría un ataque de pánico. La clase que hace unos momentos estaba llena se vacío en un parpadeo y las puertas del salón se cerraron. Sheryl trato salir pero las puertas estaban con llave, y no solo eso ahora tenía ataduras en sus manos y sus tobillos que la lastimaban y la hacían caer violentamente. La sensación de estar atada le era familiar y no era precisamente divertido. Ahora estaba encerrada en un salón de clases arrastrándose para esconderse bajo una de las mesas pues ya había empezado a escuchar pisadas dentro y presintió que no era nada bueno... antes de que una enorme sombra negra se acerca por encima de la mesa donde estaba escondida logro despertar.

Estaba cubierta en sudor y las sabanas se enrollaron en sus piernas haciéndola sentir verdaderamente atada. Se las sacudió rápidamente y se metió a la ducha. Abrió la llave hasta el fondo, no le gustaba el agua fría, pero sentía que ardía. Estuvo un buen rato ahí, y cuando finalmente se sintió un poco mas calmada salió. El reloj marcaba las 8:30, así que seguramente Rangiku y Hijikata estarían dormidos. Les gustaba levantarse temprano a hacer ejercicio, así que de igual manera se dormían temprano.

Pero Sheryl estaba muy lejos de tener sueño. Se vistió como pudo, tomo sus llaves y la billetera y salió a caminar. Probablemente eso le haría bien, aunque fuera la primera vez que saliera sola de noche después de mucho tiempo.

« Last Edit: November 03, 2021, 07:09:13 PM by Apple »


Morphine

SOMEDAY MIS TOPECITOS VOLVERÁN DE LA GUERRA.

2. Ship to wreck


Cuando Eli dejó el móvil, trató de enfocarse en su ensayo que debía presentar para su clase… y lo hizo. Anotó la bibliografía importante que tenía en su escritorio, repasó las lecciones y notas que había hecho en clase que servirían para su trabajo, para finalmente empezar a redactar. Nozomi alguna vez la había descrito como eficiente. Competente, le corregiría ella. Toda su vida había planeado ingresar a Harvard y no podía más que sentirse a gusto de ver todo el progreso había dado frutos. No había tenido mayor problema al adaptarse al ambiente universitario, pese a que no había hecho tantos amigos como su mejor amiga le había predicho en sus cartas. Tampoco le importaba, lo suyo no era socializar y salir cada tanto terminaban las clases. Su controlada soledad era necesaria para ella. Excepto que extrañaba la (a veces irritable) histriónica presencia de su amiga. Por alguna razón que solo la otra entendía, le había explicado que no deseaba meterse en alguna de las universidades con mayor influencia en relación a su carrera. Algo así como las malditas estructuras de poder de esta maldita Academia. Quería hacer la diferencia, lo entendía. Desde que la había conocido, había tenido esa mala costumbre de dejar su huella personal.

Después de todo, habían sido compañeras en la preparatoria.

Nozomi era la típica chica que no encajaba, porque al parecer no había estado en algún internado en su vida y extrañaba mucho a su familia (y sus costumbres). Todo el mundo le había señalado como el bicho raro. Tampoco hablaba demasiado y ni siquiera recordaba quién de las dos había iniciado la conversación. Simplemente habían comenzado a ser amigas, porque sí. Fue algo tan natural en ellas que ni siquiera les importó que fueran tan diferentes. Por supuesto, tuvo que aguantar sus tonterías y usuales hábitos poco comunes que incluían explorar toda el área del internado de forma acrobática. Al principio había sospechado e imaginado lejanamente que también sido criada por un grupo cirquero hasta que se lo confirmó.
Con el tiempo, se acostumbró a no sorprenderse tanto.

Al ver la hora en su portátil, se recordó tomar un descanso y seguir con su ensayo. Cayó medio rendida en su cama, mientras abría la app de cookie run en su celular. Secretamente, era su único vicio en esos días sin descanso de exámenes semanales y trabajos por todos lados. Al cabo de conseguir el puntaje que deseaba en el evento que estaba participando, empezó a tontear con los archivos que tenía. Recordaba que no había terminado de descargar todas las fotografías de su tarjeta de memoria y algunas quedaban de su época de preparatoria. Era un buen recuerdo, dado que hace poco había mensajeado con la loca. Todavía no conseguía comprender por qué se había puesto de ese modo, huyendo de todos y buscando alguna clase de destino oculto para ella. 

Eli nunca lo había confesado, pero hubiese deseado compartir las clases con ella. Sin embargo, esa no era su decisión. Pasó entre las imágenes, hasta notar que no solo eran ellas, sino también sus compañeros de clases. Vaya nostalgia. A pesar de haber sido un internado de niños ricos, algunos habían sido bastante simpáticos. Estaba a punto de dejar el aparato y volver a su portátil, cuando se dio cuenta que no reconocía una de las imágenes. Curioso, se dijo, mientras trataba descifrar de qué se trataba. Frunció el ceño a medida que iba haciéndolo. Tanto que se podía leer una expresión furiosa en Eli.

Pelo desordenado, pequeñas heridas alrededor del cuello (sin contar los moretones) y la mitad de una sonrisa. Obviamente no había sido una foto tomada por ella. La foto había tomada de tal forma que mitad del rostro apenas podía verse.

Ronan Lynch. Inclusive traer nuevamente ese capítulo le daba escalofríos. Todo había ido relativamente muy bien, hasta que él llegó a la vida de ambas. Podía hasta permitirse opinar que no había sido un mal chico desde siempre. Sin embargo, ya era muy tarde para darse cuenta que algo se había roto en él. Ni las lágrimas y súplicas de su amiga habían sido suficientes para traerle de vuelta. Había sido un dolor de cabeza, uno muy fastidioso… al igual que ese compañero que tenía que era muchísimo peor. Habían sido los reyes de la escapada del internado y Nozomi había terminado envuelta en ese lío en su penúltimo año en la preparatoria.

Sí, entendía que Nozomi necesitaba tiempo para ella misma, después de aquella relación que asemejaba a una montaña rusa. Su ex novio había sido en verdadero encanto con ella y Nozomi había terminado por elegir ese viaje de encuentro consigo misma, después de la graduación. Pero se había prolongado más de lo que había esperado.

Al menos ese nuevo cambio del que ella le había hablado, podría ser más beneficioso de lo que su amiga pensaba. Lo esperaba de todo corazón, por fin Ronan Lynch solo sería un capítulo cerrado para ambas.

**


─Hey, Lynch.
─No me jodas Kavinsky, ahora no.

El otro no parecía haberse dado por aludido, por lo que echó con pura confianza un brazo por el hombro de su mejor amigo.

─Oye… ¿no te he dicho que no me gusta ese tonito que me echas, eh marica? Ya sabes que me estoy hartando que me faltes el respeto. Estamos para vivir la paz y el amor, mira que por fin cumplimos nuestro sueño, ¡nunca nos separaremos!

Joseph Kavinsky se echó a reír, con aquella estridente voz que inspiraba terror, en lugar de gracia. El hombre estaba loco, por donde se le viera. Mientras Ronan más quería deshacerse de ese idiota, aún seguía al lado suyo. Probablemente tan solo fuese mala suerte.  ─Lo que tú digas, Kavinsky.

─General Kavinsky querrás decir, ¿sería emocionante si entrara al ejército, no lo crees?
─Seguro.
─¿Por cierto, dónde estabas?

Quiso elevar los ojos y saltarse esa pregunta, pero imaginaba que llevaría a muchos problemas. ─En ese pequeño pueblo, donde hay tiendas y todo. ─Odiaba tener que informar cada paso que hacía a Joseph. Era como una novia. O peor. ─Quería entretenerme un rato, respirar un poco.

─Vale pero la próxima dime para ir contigo Lynch, me aburro aquí… oops tengo que ir a la piscina, me toca asustar a mis cachimbos. 

Apenas le vio fuera de su alcance, Ronan corrió por las escaleras hasta su cuarto.

Se metió y cerró con llave, no tenía muchas ganas de tener que enfrentarse al loco nuevamente. Buscó su reproductor y sus cascos, para escuchar música (y caer rendido). La había visto después de tanto tiempo, quién lo diría. No en realidad no podía decir eso. Él lo había soñado y ella lo había leído hace mucho en sus cartas. Finalmente se quedó dormido, con la boca abierta y babeando la almohada.

Se despertó al oír abrirse la puerta. Debía ser su compañero de habitación.

─Bienvenido a esta humilde baticueva, Parrish.
─Por favor, no empieces Lynch.

Le vio dejar libros en su escritorio y acomodarse para estudiar. Era todo un nerd. ─¿Tan empeñoso? Ni siquiera tenemos tareas.

─Pasa que quiero adelantarme las lecciones… ¿puedes seguir durmiendo? Prefiero eso a que traigas a tu amigo ese.
─No te preocupes por él, ya no voy a traerle por aquí.
─Sí claro. ─Adam se rió brevemente, regresando sus libros. Por supuesto, Ronan sabía que fingía.
─¿Qué tratas de decir, eh, Adam?

Aquello parecía ser el inicio de una pelea sin cuartel, pero su compañero rechazó la invitación. Tenían toda una colección de ellas. Unas que solamente era de palabras y otras que terminaban a golpes. Ese día el rubio no tenía muchas ganas de caer en alguna.

─Nada, déjame en paz Ronan.

**


A pocos metros del estacionamiento, Nozomi trató de aparcar con cuidado y pensar cómo resolver el asunto del dinero. En la carta habían mencionado que necesitaba hacer una llamada previa, pero... no tenía saldo. Se había gastado todo en chucherías de mierda. Estrelló varias veces la cabeza contra su volante. Tranquila, be a queen, se aconsejó.

De todas formas pretendía hacer una entrada triunfal sin aviso, obvio que resaltaría que estaba primera en aquella escala social de estudiantes. Pero antes... tenía que hacer dinero y recargar su celular para las siguientes semanas. Era primordial. Dio vueltas por dentro del espacio de su auto, donde tenía todo tipo de baratijas, una que otra relacionada con servicios. Mientras rebuscaba entre las hierbas y todas las cartas, recordó que hace meses había prometido hacer una limpieza a ese muradar que tenía por transporte-hogar. Estaba a punto de tirar la toalla, cuando alcanzó la caja donde se encontraba una bola de cristal. La lectura de cartas estaba bien, pero era mucho más emocionante ver como la gente se fascinaba por lo que ella veía en ese frágil cristal.

─Te daré un buen uso.

Esperaría a algunas incautas se acercaran y se emocionaran por todo el aura de misterio que traía la lectura del futuro. Era como quitarle el dulce a un niño.

Se rascó la cabeza, intentado ver si no se había olvidado nada más... ¡el velo! Era un trapo cualquiera que aumentaba su presencia decrépita. Salió por la puerta trasera, abriendo también la mesa pegable. Estaba más que segura que alguna vendría a chismosear sobre algún negro porvenir que imaginaba. Y Nozomi se encargaría de leerle lo que sus potenciales clientes querrían. 

Y luego vería que diablos quería aquella Miranda con ella. El misticismo de esa carta le estaba matando.

**


─¿Qué haces acá?

Sishio se quedó perplejo por unos segundos, sintiendose sumamente atacado. Aquella rubia nunca tenía modales. ─Eh...

─Vienes con tu cara de muerto de hambre y solo pides ramen, ¿ah? Al menos no sé, pide algo más y son solo las... no importa, ¿por qué has venido antes de lo- OYE CTM SUELTAME AHORA MISMO, FIGHHTMEEEEE ─La chica trató de zafarse del agarre del otro. Sishio no podía evitar ver la escena con extrañeza. Hiyoko podía ser tan pesada (y también amenazante). Ahora mismo se asemejaba a un hámster tratando de pelear con... bueno, Ginji asemejaba a un perro muy grande.

─Claro Hiyoko, bastante que podrías ganarme una pelea. Ahora sé bonita y atiende en la barra que se están acumulando. ─Empujó a su amiga directo a que volviera al trabajo. ─Déjala, está uhm, está irritable porque cancelaron su serie favorita y es para niños, pero no digas nada al respecto. ─Dijo el rubio a modo de confidencia en voz baja. Normalmente salvaba a la otra de su mal comportamiento y sus explosiones, como si fuese su hermano mayor o su consejero mental. ─Ya se le pasa, además no ha comido.

─Descuida, Hiyoko siempre me trata como... ─Basura, continuó en su cabeza. ─Pero es bastante simpática... ─Cuando quiera conseguir algo a cambio.

─Lo séééé, es toda una criaturita del señor, el otro día- ah cierto debo cogerte el pedido, ¡un ramen picante para Sishio! Ahora mismo le digo al chef que te eche su condimento secreto.

Su buen amigo fue a atender a las otras mesas. El escenario en aquel restaurante-bar era agradable. Los chillidos de Hiyoko y las conversaciones que hacía Ginji eran relajantes en cierto modo. La remodelación había pintado de maravilla y ya no era ese local que nadie iba... excepto él. Los comensales salían y entraban, dejando con más trabajo a sus únicos meseros. Sin embargo, el rubio le había comentado que muy pronto contratarían a alguien más que ayudase en el local Funky Monkey. Aunque con Hiyoko, mucho dudaba que el o la nuevx empleadx durara mucho tiempo. Con ese humor de perro chihuahua que tenía, no había quién le soportase a excepción de Ginji. Ambos eran sus vecinos en ese edificio hecho ruinas que tenía la apariencia de derrumbarse en cualquier momento. Económico como era, no podían permitirse algo más fancy en aquella zona. Tener aquellas escuelas de gran renombre tan cerca, era como una bofetada directo a la pobreza. Hiyoko se la pasaba despotricando que estaba harta de los riquillos. Una vez había osado de gritarle a uno maldito cerdo fascista. Había sido divertido.

Po otra parte, la venta de flores no iba tan buena, pero no iba a rendirse y vender flores naturales que no hacía más que traerle abajo la clientela alérgica. La imagen de la chica vino a su cabeza y recordó su última frase. No había tenido ni idea de lo que había hablado y si era honesto, era como tratar con un rompecabezas. Tal vez necesitase un cigarro.

Estaba tan perdido en sus pensamientos, que se despertó al escuchar la animada voz de su amigo, con el plato humeante de ramen.

─¡SERRRRVIDO! Disfrutalo, el chef le echó más verduras porque te ve demasiado flaco, porque ya sabes.... HIYOKO DETENTE VAS A TIRAR TODO AL SUELO, FIJATE POR DONDE VAS ─Shishio se rió de la escena, mientras quebraba los palitos para comer.

Al fondo del restaurante, se volvía a escuchar 'FIGHHHHHHHHHT MEEEEEEEEEEEEEEEE'.
« Last Edit: July 30, 2015, 08:32:19 PM by Morphine »


Sayi

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #43: August 01, 2015, 01:46:28 AM »


Hello gals <3

Se que no somos un proyecto principal y por ende no salimos en el tope. No obstante, creo que estamos bastante activas y vendría bien un pequeño incentivo, así que dejare un pequeño Top 3 aquí al final de cada mes probacional.

Y sin más preámbulos~



Sayi :: 1094 palabras + 2483 (c)
Shura :: 1965 palabras + 2055 (c)
Deidara :: 1675 palabras
Nite :: 0 palabras
Isumi :: 0 palabras
Cho :: 4366 palabras + 5208 (c)
Kana :: 3529 palabras + 3288 (c)
Eureka :: 0 palabras
Puri :: 0 palabras
Mimi Tachikawa :: 1535 palabras
Haruhin :: 1682 palabras + 806 (c)
Mery :: 772 palabras
Ekha :: 1557 palabras
Apple :: 3728 palabras
Morphine :: 2150 palabras + 813 (c)
Arence :: 0 palabras



Now, let's carry on with those big HiME dreams...
« Last Edit: August 13, 2017, 01:44:12 PM by Sayi »

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Oh, dream maker, you heart breaker
Wherever you're goin', I'm goin' your way


Puri

Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Reply #44: August 01, 2015, 04:42:13 AM »
cualquier parecido con mi triste realidad es pura coincidencia




“Sabes, debo decir que me lo esperaba de todas maneras~desu y aún así, no quería que fuera verdad que vinieras~desu”, dijo tras tomar otro sorbo de su milkshake de Burger King.
“Y que lo digas”, su acompañante se rió suavemente y le dio otra mordida a su hamburguesa de pollo, para después de unos instantes, seguir hablando. “Aunque siendo honesto, él no me dijo nada, sólo le escuché hablar contigo. Y parte del paquete gemelo vengativo incluye venir a husmear lo que el gemelo dolido no desea saber. Uno siempre debe estar preparado” y le sonrió.

La amistad entre Suiseiseki y Kaoru se había deteriorado desde que la ojicolor y el gemelo mayor habían terminado su cortísima relación post-Duo-se-fue-a-Beijing-QUE-NO-PARE-LA-FIESTA-PITBULL.mp3; aunque este deterioro iba más en términos de lejanía, ya que a pesar que no tenían problema con el otro se habían distanciado finalmente por las circunstancias: Kaoru siempre le iba a ser leal a Hikaru y Suiseiseki no tenía celular ni facebook para hablar con nadie. Así estaban las cosas.

“Entonces”, Kaoru decidió romper el nuevo silencio que se había formado, “¿Qué era eso importante que querías hablar con Hikaru?”.
“Oh, otra de mis cosas egoístas~desu”, hizo un movimiento para restarle importancia al tema. “Había escuchado algo raro sobre Aki~desu, ¿te acuerdas de ella~desu?”.
“Claro”, asintió. “Aunque no escuchaba de ella en mucho tiempo, ¿qué pasa?”.
“Eso mismo es lo que deseo saber~desu, algo está pasando y no parece bueno~desu, por eso mismo le iba a pedir a Hikaru que me acompañara a averiguar~desu”.

Después de esto, Kaoru se limitó a sonreírle con una mirada conocedora y buscó en su bolso su smartphone, para, bajo la atenta mirada de la ojicolor, desbloquearlo y comenzar a jugar Candy Crush (…). Suiseiseki se quedó callada varios segundos sin poder evitar preguntarse mentalmente qué rayos pasaba por la mente del gemelo menor, ya que este era demasiado diferente a su hermano al que sí sabía tratar; pero otra de las grandes soluciones que Suiseiseki había aprendido post-pelea HiME, post-secundaria y post-Marysueness era que si se quedaba callada no iba a ganar ni un carajo con nada.

“Ok~desu, QUÉ RAYOS quieres que te diga~desu”.
“Sui”, comenzó el otro sin despegar la mirada de la pantalla. “Tus motivos son muy honorables, el bienestar de Aki, blablablá, lo que tú digas, pero tú y yo sabemos que jamás habrías llamado a Hikaru sólo para eso. Quiero decir, si fuera sólo para eso, para decirle: ‘Hey, ex enamorado que aún no me supera! Descubamos qué fue de la vida de mi BFF! Y como amigos, nada más!! Desu!!!!’, Hikaru nunca te perdonaría tu existencia”, como Suiseiseki empezó a hablar toda enojada y sonrojada para contradecirle, Kaoru se apresuró en cortarle, “MIRA MAMITA >( que yo sea tu amigo y que seamos pinky friends está bien, pero tampoco voy a negar que el más dolido de lo que pasó es mi hermano, ¿está bien? Así que puede ser que tú estés llevando un calvario por dentro, no lo sé, pero no hay argumento que me convenza a mí que tú estás peor que Hikaru”.
“OK NÚMERO UNO~DESU”, dijo golpeando el milkshake contra la mesa, “POR QUÉ MI GEMELA NO ES TAN BUENA Y GENIAL COMO TÚ QUE ME DEFIENDA ASÍ CON GARRAS OMG HIKARU NO TE MERECE ;_; YOU CINNAMON ROLL OK YA NÚMERO DOS~DESU >(  en realidad no iba a contradecirte en ningún momento, sino a decirte que sí~desu, tienes razón~desu, no es que le haya llamado sólo por eso sino que era algo más~desu”.
“¿Y eso es…?”.
“…Empieza con ‘A’ y termina con ‘Cepté-volver-a-ser-HiME’~desu”.
“Ah mira qué boni WAIT QUÉ”
“No te preocupes, aún estamos en el papeleo legal, todavía puedo sacar más beneficios~desu (!)”. Kaoru siguió mirándole de manera incrédula y Suiseiseki siguió explicándole de su abogado 11/10 que había contratado y de cómo iba a ser la primera HiME con póliza dental y oncológica; pero el pelirrojo finalmente comprendió por el nerviosismo de la otra que era verdad lo que hablaba, así que le cortó nuevamente.
“A ver, a ver, a ver, espera un momento…”, Suiseiseki se quedó callada en un instante y Kaoru no pudo evitar agradecer internamente haber venido él en vez de Hikaru. Probablemente, de haber venido su hermano mayor, no le habría creído a la chica debido a lo enojado que todavía estaba con ella; además que como la otra se había distanciado de todas sus amistades, Kaoru dudaba que les hubiese comentado esto a más personas. “Respira. Ok, desde el comienzo. ¿Por qué han vuelto a convocar a las HiMEs?”.
“Según Miranda, Rizembool ha vuelto a buscar a los rebels y están planeando una nueva ofensiva contra Hanasaki~desu, mismo drama de siempre~desu. Y bueno, pues acepté~desu”.
“Ok”, decidió responder y evitar presionar por respuestas que sabía que Suiseiseki no le daría a él. “No tienes que profundizar si no deseas, pero, ¿no es Duo tu key acaso?”.
“Nunca le mentí a Hikaru cuando le dije que ya no me hablaba con él~desu”, suspiró esta con desgano y le evitó la mirada. “No~desu, no sabe nada de esto~desu, aunque sospecho que si Sayi le ha dicho a Taikoubou pues entonces Duo habrá de saber algo~desu, pero tampoco se ha manifestado ni nada y tendría que preguntarle primero a Sayi~desu”. La chica volvió a agarrar el milkshake y sorbió lo poco que quedaba.
“Bueno”, Kaoru suspiró y empezó a jugar con lo que quedaba de su hamburguesa, ya que ya no tenía apetito. A decir verdad, no comprendía por qué Suiseiseki se había empeñado en hablar con Hikaru sobre esto cuando su hermano, por decirlo de modo sutil, era bien bestia para este tipo de temas. Le habría recriminado, le habría gritado, luego se habría quedado aún más dolido y habrían vuelto a base cero los dos; pero si Suiseiseki no le había comentado nada a Duo, entonces la chica tenía pocas opciones en verdad para conversar y… Hold on a minute. “Suiseiseki, corrígeme si me equivoco, pero tú nunca llamaste a Hikaru para hablar con él, ¿o sí?”.
“…”
“Quiero decir, si hubieses querido hablar sobre el tema HiME le habrías dicho que era sobre ello y no habrías usado la excusa de Aki…”
“En mi defensa~desu, siempre quise hablar sobre lo de Aki, eres tú el que me lleva por la tangente~desu ):”
“Ok, pero Aki aparte, en realidad tú no querías hablar con él sobre el tema HiME, porque si lo hubieses hecho él habría explotado y todo habría sido caos, entonces… MALDITA MANIPULADORA TÚ SIEMPRE QUISISTE QUE YO VINIERA Y NO ÉL, POR ESO ME ESPERABAS”
“Manipuladora suena horrible~desu D: prefiero el término de mujer emprendedora que sabe hacer uso del networking~desu 8)
“PINCHE SUI”, Kaoru tomó su caja de papas fritas y se la lanzó a la chica en la cara, la cual no pudo evitar echarse a reír, contagiándole a él con su risa. “¿Por qué haces esto? Tienes mi número de teléfono y no te cuesta nada llamarme”.
“Hikaru se habría enterado y habría venido sólo porque te cité a ti y no a él~desu”, se encogió de nuevo de hombros. “Y el tema HiME tiene una muy fuerte carga de Duo, así que se habría enojado aún más conmigo~desu; pero como le dije que era urgente eso iba a llamar tu atención de todas maneras~desu, aunque no tanto la de él por el hecho que no hablamos en meses~desu”.
“U shady bitch”
“Mi no comprende, no bueno ):”
“Lo que sea”. Kaoru se cruzó de brazos y se reclinó aún más en su asiento, observando a Suiseiseki, quien a pesar de todo se notaba cansada y temerosa. No, no debía de haber hablado con nadie al respecto, ni siquiera con su hermana, al parecer. “Si tan segura aceptaste, Sui, ¿qué te da miedo entonces? ¿Por qué te sientes mal?”. Tras varios segundos en silencio, la otra le sonrió aunque se notaba triste.
“En verdad no mentí cuando te dije que dentro de mí aún deseaba que sí viniera Hikaru~desu. Quería hasta cierto punto corroborar que era mentira que en esta ocasión, a diferencia de la anterior, estaría sola~desu. Pero aquí estamos~desu”.
“Aquí estamos”, asintió el otro, elevando su mirada al techo. Tras unos instantes en que ordenó sus ideas, Kaoru la volvió a mirar, aunque ella no le devolvía la mirada. “Ok, creo que ya sé qué debemos de hacer entonces”, el chico comenzó a guardar sus cosas en el bolso y luego se paró del asiento, jalándola del brazo a su amiga y obligándola a pararse. Ante su mirada confundida, Kaoru le sonrió de nuevo y esto la tranquilizó. “Seré yo quien te acompañe a buscar a Aki. Es muy teenager quejarse de estar sólo, es de adultos hechos y torcidos como nosotros el ir a buscar a las demás perras con las que nos peleamos o nos dejaron en el camino, así que te acompañaré en tu búsqueda de redención”, Suiseiseki se echó a reír y le abrazó fuertemente.
“Gracias~desu, en serio eres un cinnamon roll~desu ;_;”.
“Eh, pero ni una palabra a Kaoru, que el paquete de gemelo vengativo no incluye nada de esto”.
“CLARO, COMO LE HABLO TOOOODOS LOS DÍAS AHORITA LE MANDO UN WAZAP~DESU”.
“HUSH, no fastidies”, Kaoru rió y Suiseiseki le acompañó. “Entonces, primera parada Aki, ¿segunda parada?”.
“Segunda parada mis clases de proyección astral a través de cantos shipibos~desu”.
“…”
“MIRA QUE TÚ ESTUDIAS DISEÑO DE MODAS Y TODOS LOS FINES DE MES TE VAS A MACHU PICCHU PARA SINTONIZAR TUS ENERGÍAS CON LA PACHAMAMA, TÚ NO TIENES DERECHO A JUZGARME EN NADA~DESU”.
“HUSH TE DIJE, VUELVES A HABLAR Y LES CUENTO A LOS DE TU CLASE QUE CONSUMES CHÍA INORGÁNICA”.
“NI TE ATREVAS~DESU”, gritó mientras abría la puerta de copiloto de la camioneta de Kaoru.
“NO ME TIENTES, SEÑORITA”, este cerró fuertemente la suya y prendió el motor, enfatizando su punto.

Suiseiseki cerró su puerta y le miró. Ambos no pudieron evitar estallar en risas y calmarse, para irse finalmente del lugar. La ojicolor reclinó un poco el asiento y se abrochó el cinturón mientras le explicaba a Kaoru cómo llegar a la casa de Aki; luego, entrelazó sus manos sobre su vientre y cerró los ojos, escuchando la música que el pelirrojo había puesto y cómo este le iba contando sobre sus clases y los colores y temática que había decidido usar para su primera pasarela. Hacía meses que no se sentía tan bien.

(Deseó fuertemente que ese momento en el carro con Kaoru nunca acabara, porque todo iba tan mal que sólo necesitaba ese momento de caída)

Y la eternidad le duró quince minutos, ya que cuando Kaoru se detuvo frente a la casa de la familia de Aki; Suiseiseki abrió los ojos y la primera imagen de una ambulancia estacionada ahí se les quedó marcada a ambos.
« Last Edit: April 29, 2016, 09:27:52 PM by Puri »

Forget all the shooting stars and all the silver moons
We've been making shades of purple out of red and blue