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HiMEverse / Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Last post by Cho on June 01, 2025, 10:46:52 PM »
Hello gals <3
Para cualquier duda y/o consulta las invito a postear en el foro de planeación.
Sin más preámbulos~
*top 4*
*conteo*
Sayi :: 459 palabras
Nite :: 0 palabras
Cho :: 7843 palabras
Kana :: 2866 palabras
Eureka :: 1342 palabras
Puri :: 0 palabras
Mimi Tachikawa :: 1720 palabras
Mery :: 0 palabras
Apple :: 0 palabras
Miyu :: 0 palabras
*conteo*
Sayi :: 459 palabras
Nite :: 0 palabras
Cho :: 7843 palabras
Kana :: 2866 palabras
Eureka :: 1342 palabras
Puri :: 0 palabras
Mimi Tachikawa :: 1720 palabras
Mery :: 0 palabras
Apple :: 0 palabras
Miyu :: 0 palabras
Now, let's carry on with those big HiME dreams...
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Listas y Probaciones / Re: New Probation Time!
« Last post by Cho on June 01, 2025, 10:44:43 PM »Este es el conteo total del mes de Mayo 2025
Main Projects
A continuación el conteo para los proyectos principales:
Side Projects
Y ahora el conteo para los proyectos secundarios~
Las palabras se agregarán a su contador y podrán ser usadas en el tema de canje de palabras.
Debido a motivos personales, Puri pidió ausencia para el mes de mayo.
Happy writing~
*header*
Quote
Sayi :: 459 palabras
Kora :: 0 palabras
Cho :: 7843 palabras
Kana :: 2866 palabras
Eureka :: 1342 palabras
Puri :: 0 palabras
Mimi Tachikawa :: 1720 palabras
Neko :: 1123 palabras
Airin :: 9488 palabras
Apple :: 0 palabras
Miyu :: 1102 palabras
Main Projects
A continuación el conteo para los proyectos principales:
![]() MMORPG: Neverland C O N T E O | ![]() República de las Naciones Unidas C O N T E O | ![]() One-Shot Project C O N T E O |
Kora :: 0 palabras Neko :: 1123 palabras Airin :: 0 palabras Shruikan :: 0 palabras | Eureka :: 0 palabras Puri :: 0 palabras Mimi Tachikawa :: 0 palabras Mery :: 0 palabras Apple :: 0 palabras | Sayi :: 0 palabras Nite :: 0 palabras Cho :: 0 palabras Kana :: 0 palabras Eureka :: 0 palabras Puri :: 0 palabras Mery :: 0 palabras Neko :: 0 palabras Apple :: 0 palabras |
Side Projects
Y ahora el conteo para los proyectos secundarios~
![]() HiMEverse C O N T E O | ![]() Downtown District C O N T E O | ![]() Seeds in the Garden C O N T E O |
Sayi :: 459 palabras Nite :: 0 palabras Cho :: 7843 palabras Kana :: 2866 palabras Eureka :: 1342 palabras Puri :: 0 palabras Mimi Tachikawa :: 1720 palabras Mery :: 0 palabras Apple :: 0 palabras Miyu :: 0 palabras | Sayi :: 0 palabras Kora :: 0 palabras Nite :: 0 palabras Cho :: 0 palabras Kana :: 0 palabras Eureka :: 0 palabras Puri :: 0 palabras Mimi Tachikawa :: 0 palabras Apple :: 0 palabras Miyu :: 0 palabras | Kora :: 0 palabras Neko :: 0 palabras Airin :: 0 palabras Shruikan :: 0 palabras |
![]() Moonlight Garden C O N T E O | ![]() Patio de Juegos C O N T E O | ![]() Actividades C O N T E O |
Airin :: 9488 palabras Miyu :: 1102 palabras | ||
Las palabras se agregarán a su contador y podrán ser usadas en el tema de canje de palabras.
Debido a motivos personales, Puri pidió ausencia para el mes de mayo.
Happy writing~
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Listas y Probaciones / Re: New Probation Time!
« Last post by Cho on May 31, 2025, 11:00:07 PM »
Probaciones pronto.
Debido a una ausencia de más de cuatro meses, Apple queda fuera por tres días, luego de los cuales podrá reunirse nuevamente. Sus listas quedan disponibles para que las demás miembros muestren su interés en los personajes.
Listas de Apple
Apple as Sheryl Nome [Macross Frontier]
Bishounen Oficial: Okita Souji [Hakuoki]
Amante: Heero Yuy [Mobile Suit Gundam Wing]
Mascota: Gintoki Sakata [Gintama]
Rebel: Sasuke Uchiha [Naruto]
Prince: Griffith [Berserk]
Acosador: Pain/Yahiko [Naruto]
Boy Next Door: Reinhard Von Lohengramm [Legend ot the Galactic Heroes]
Dama de honor: Lynn Minmay [SDF Macross]
Dolly Polly: Kallen Stantfeld/Kozuki [Code Geass]
Book Boy: Jamie Fraser [Outlander]
Flower girl: Green Nam [Spirit Fingers]
Aniki: Gin Ichimaru [Bleach]
Senpai: Hijikata Toshizo [Hakuoki]
Kouhai: Saito Hajime [Hakuoki]
Primmadona: Mikuno Guynemer [Macross Delta]
Femme Fatale: Rangiku Matsumoto [Bleach]
Friki spot: Nekki Basara [Macross 7]
Ace: Ryoji Kaji [Neon Genesis Evangelion]
Game Boy: Aioria de Leo [Saint Seiya]
Soulmate: Haruka Nanase [Free!]
Joker: Tasuku Kurosaki [Dengeki Daisy]
Peacemaker: Guts [Berserk]
Voyager: Zechs Merquise/Milliardo Peacecraft [Mobile Suit Gundam Wing]
Nemesis: Aika Fuwa [Zetsuen no Tempest]
Bitchy Sidekick: Clare [Claymore]
Bastard Sidekick: Androide Número 17 [Dragon Ball Z]
Bishoujo Bitch: Sumia [Fire Emblem: Awakening]
Bastard: Joffrey Baratheon-Lannister [GoT/A song of Ice and Fire]
1. Kaname Buccaneer [Macross Delta]
2. Aioros de Sagitario [Saint Seiya]
3. Inojin Yamanaka [Boruto]
4. Ike [Fire Emblem]
5. Naraku [Inuyasha]
6. Hashirama Senju [Naruto]
7. Itachi Uchiha [Naruto]
8. Yuu Naruse [WataMote]
9. Sozuke Aizen [Bleach]
10. Sakuya Ookochi [Kaikan Phrase]
11. Matt [Death Note]
12. Quatre Raberba Winner [Mobile Suit Gundam Wing]
13. Deidara [Naruto]
14. Megumi Takani [Rurouni Kenshin]
15. Lee Jin Sung/Zack Lee [Lookism]
16. Lee Eun Tae/Vasco [Lookism]
17. Miwako Sakurada [Paradise Kiss]
18. Loki Laevatein [Kamigami no Asobi]
19.
20. Aoshi Shinomori [Rurouni Kenshin]
21. Adrien Agreste/Chat Noir [Miraculous: Tales of Ladybug & Cat Noir]
22. Char Aznable [Mobile Suit Gundam]
23. Ginzou "Gin" Fujiwara [Love Celeb]
24. Tyrion Lannister [GoT/A song of Ice and Fire]]
25. Androide Número 18 [Dragon Ball Z]
26. Robb Stark [GoT/A song of Ice and Fire]
27. Iba Hachirou [Hakuouki Shinkai]
28. Ritsuko Akagi [Neon Genesis Evangelion]
29. Trowa Barton [Mobile Suit Gundam Wing]
30. Mylene Flare Jenius [Macross 7]
31. Tsunade Senju [Naruto]
32. Aramis [Musketeer le Sang Des Chevaliers]
33. Might Guy [Naruto]
34. Bulma Brief [Dragon Ball]
35. Isabella Yamamoto [Paradise Kiss]
36.
37. Sasori [Naruto]
38. Theresa [Claymore]
39. Treize Khushrenada [Mobile Suit Gundam Wing]
40. Frejya Wion [Macross Delta]
41. Relena Darlian/Peacecraft [Mobile Suit Gundam Wing]
42. Momotaro Mikoshiba [Free!]
1. Okami - Okami
2. Madara/Nyanko sensei - Natsume Yuujichou
3.
4.
5. Jake the Dog- Adventure Time
6.
7.
8.
9.
10. Grey Wind- A song of ice and fire/Game of thrones
11. Rhaegal - A song of ice and fire/Game of thrones
12. Viserion- A song of ice and fire/Game of thrones
13. Pakkun- Naruto
14.
15.
16.
(Si hay algún personaje compartido, por favor avísenme)
Para las demás miembros, siéntanse libres de declarar a los personajes que les interesan en el siguiente quote:
Quote from: Pedidos de Personajes
*miembro interesada* - Nombre de personaje (Serie)
Tienen hasta el martes 3 de junio a las 10:00pm hora México d.f. Si hay miembros que coinciden con personajes deseados, pueden intentar llegar a un acuerdo y compartirlos, pero si ello no resulta posible, el consejo definirá una forma en que se podrá decidir quién se quedará con el personaje.
Desde esa fecha, Apple podrá reunirse y reclamar a los personajes no escogidos.
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HiMEverse / Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Last post by Sayi on May 31, 2025, 09:51:35 PM »Chupific!
Bou cerró los ojos y dejó que las gotas de sudor recorrieran su cuerpo. Pensó que había pasado el tiempo suficiente, así que se puso de pie y salió del sauna.
Aunque había pausado sus estudios y sabía que su prioridad era ayudar a Sayi y Hige a terminar con el conflicto HiME/Rebel, Taikoubou también había decidido comenzar prácticas laborales en uno de los hospitales de su familia. Lo que no anticipó fue lo rápidamente que su agenda se llenaría, dejándole apenas tiempo para descansar.
Mucho menos había esperado que Haru terminaría siguiéndole a Japón, y verse obligado a contarle la verdad de la guerra HiME/Rebel. No era que hubiese querido ocultarle la verdad… pero es que la verdad era tan extraña que pensó lo más fácil hubiera sido excusarse por unos meses. Pues esperaba que no durara más que uno, quizás dos semestres.
Luego de una fresca ducha y tras un cambio de ropa, Taikoubou se percató que no había comido nada desde el almuerzo. Tras salir del gimnasio ubicó el 7/11 más cercano y empezó a caminar en esa dirección. Las calles de Minato aún se encontraban pobladas de coches, taxis, y personas saliendo luego de trabajar sobre tiempo. A la distancia, podía ver la torre de Tokyo iluminando el oscuro cielo.
Abrió sus mensajes. En las últimas dos horas que había pasado en el gimnasio, más de veinte mensajes se habían acumulado en su lista de no leídos. Un par de amigos en Beijing todavía le escribían con regularidad, y aunque eran amistades relativamente recientes, le alegraba que lo siguieran incluyendo. El chat grupal con Hige e Ichigo traía la noticia que Kaien estaba regresando a Japón a continuar sus estudios acá. Taikoubou se preguntó si, al igual que él, esa decisión tenía que ver con la guerra… aunque imaginó que lo averiguaría en un par de semanas.
El último mensaje sin responder había sido de Haru, su novia, quien le informaba que no podía quedar a verlo hoy pues seguía conversando Sayi. El mensaje era breve y sobrio, como todos los que habían intercambiado desde que ella llegó a Tokyo.
Taikoubou sonrió para si mismo. Entendíq que Haru aún no lo perdonara por no haberle dicho la verdad del asunto… pero se preguntaba por qué había decidido quedarse, y no regresar a Beijing tras haber descubierto la falta de honradez de su pareja.
Estuvo a punto de responder, cuando una voz que no escuchaba desde hacía años le heló la sangre.
“Taikoubou Shizuka” su mirada se disparó hacia el frente, plantándose en los ojos del castaño “Ha pasado mucho tiempo”
Soujirou Seta se encontraba de pie, con su sonrisa de siempre extendiéndose despreocupada por el rostro, como si los años no hubieran pasado en absoluto.
Bou cerró los ojos y dejó que las gotas de sudor recorrieran su cuerpo. Pensó que había pasado el tiempo suficiente, así que se puso de pie y salió del sauna.
Aunque había pausado sus estudios y sabía que su prioridad era ayudar a Sayi y Hige a terminar con el conflicto HiME/Rebel, Taikoubou también había decidido comenzar prácticas laborales en uno de los hospitales de su familia. Lo que no anticipó fue lo rápidamente que su agenda se llenaría, dejándole apenas tiempo para descansar.
Mucho menos había esperado que Haru terminaría siguiéndole a Japón, y verse obligado a contarle la verdad de la guerra HiME/Rebel. No era que hubiese querido ocultarle la verdad… pero es que la verdad era tan extraña que pensó lo más fácil hubiera sido excusarse por unos meses. Pues esperaba que no durara más que uno, quizás dos semestres.
Luego de una fresca ducha y tras un cambio de ropa, Taikoubou se percató que no había comido nada desde el almuerzo. Tras salir del gimnasio ubicó el 7/11 más cercano y empezó a caminar en esa dirección. Las calles de Minato aún se encontraban pobladas de coches, taxis, y personas saliendo luego de trabajar sobre tiempo. A la distancia, podía ver la torre de Tokyo iluminando el oscuro cielo.
Abrió sus mensajes. En las últimas dos horas que había pasado en el gimnasio, más de veinte mensajes se habían acumulado en su lista de no leídos. Un par de amigos en Beijing todavía le escribían con regularidad, y aunque eran amistades relativamente recientes, le alegraba que lo siguieran incluyendo. El chat grupal con Hige e Ichigo traía la noticia que Kaien estaba regresando a Japón a continuar sus estudios acá. Taikoubou se preguntó si, al igual que él, esa decisión tenía que ver con la guerra… aunque imaginó que lo averiguaría en un par de semanas.
El último mensaje sin responder había sido de Haru, su novia, quien le informaba que no podía quedar a verlo hoy pues seguía conversando Sayi. El mensaje era breve y sobrio, como todos los que habían intercambiado desde que ella llegó a Tokyo.
Taikoubou sonrió para si mismo. Entendíq que Haru aún no lo perdonara por no haberle dicho la verdad del asunto… pero se preguntaba por qué había decidido quedarse, y no regresar a Beijing tras haber descubierto la falta de honradez de su pareja.
Estuvo a punto de responder, cuando una voz que no escuchaba desde hacía años le heló la sangre.
“Taikoubou Shizuka” su mirada se disparó hacia el frente, plantándose en los ojos del castaño “Ha pasado mucho tiempo”
Soujirou Seta se encontraba de pie, con su sonrisa de siempre extendiéndose despreocupada por el rostro, como si los años no hubieran pasado en absoluto.
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MMORPG: Neverland / Re: neverland 0.0: you can (not) remember
« Last post by Neko on May 31, 2025, 04:55:28 PM »Doctor? Who?
Anir + Cid + Robots
Anir siempre había sido una niña curiosa. Su padre había visto ese brillo en sus ojos desde el primer día que había conseguido abrirlos.
—Vas a querer saberlo todo, ¿verdad? —le dijo Cid mientras la balanceaba delicadamente con un brazo. La niña le había tomado un dedo como rehén y no quería soltarlo, tampoco es que su padre tuviera prisa en que lo soltara—. ¿A qué sí? Ya lo estoy viendo. Eres exactamente como tu papá.
Y Cid juraba que Anir se rió con el mismo tono pillo que usaba él cuando sabía que se estaba metiendo en un lío, aunque su sobrina dijo que más bien parecía que estaba haciendo gorgoritos.
En cuanto la niña empezó a gatear le dio la razón a su padre. Se metía por todos lados y lo peor de todo es que cabía en huecos muy pequeños en los que Cid ni siquiera había pensado en mirar. El padre primerizo aprendió muy pronto a asegurar la casa contra bebés móviles.
—¿Cómo te has metido ahí y por qué estás llena de grasa cuando el suelo está limpio? —le preguntó Cid a su hija que lo único que hacía era reírse con ganas mientras Cid la agarraba de los tirantes de la espalda del peto que llevaba puesto.
La niña estiró las manos hacia la parte de abajo del armario en la que se había metido. Cuando Cid se agachó a mirar vio un pañuelo que hacía una semana que creía haber perdido. Al sacarlo vio que el pañuelo sí que estaba lleno de grasa de motor.
—Bueno, eso lo explica.
—¡MUA! —dijo su hija, mandándole besos con las manos.
—Sí, sí, ahora besitos…
Y por mucho que Cid se quejase, llenó la cara grasienta de su hija con besos rasposos por su barba corta. Luego tuvo que lavarse él también la cara, pero no pasaba nada, Anir le salpicó bien desde la bañera para asegurarse que su padre saliera del baño bien limpio.
Cuando su hija tenía poco más de un año encontró un destornillador escondido entre los juguetes que guardaba en su parquecito de juegos. Cid se puso a reír a mandíbula batiente. Ahora entendía cómo es que su hija siempre se escapaba de la maldita valla infantil.
Cuando tenía tres años tuvo que enseñarle las medidas de seguridad adecuadas para trabajar con componentes eléctricos porque no iba a poder pararla de trastear con ellos. Lo mínimo que podía hacer era asegurarse de que no le estallase algún experimento en la cara, que las operaciones plásticas estaban muy caras para lo que él ganaba con el taller.
A los cinco años llegó con un bot pequeñito entre sus manitas rechonchas.
—¿De dónde has sacado esto? —preguntó Cid, abriendo la palma de la mano para pedirle el robot redondo y maltrecho.
—¡Me ha seguido a casa!
A Cid se le levantó una comisura sin querer y dejó el cigarro en el cenicero mientras su hija dejaba el bot con mucho cuidado en su mano abierta.
—¿Lo arreglas?
Pip se rascó la sien antes de agarrar a la niña de los hombros.
—Le dije que lo dejase en el parque, que no era nuestro, pero…
Cid gruñó algo que parecía un “no pasa nada” antes de decirle a Pip que su abuela los esperaba para cenar y que en un rato pasaría a recoger a su hija.
—¿Pero lo arreglas? —preguntó la niña mientras Pip intentaba llevársela a comer.
—Le echaré un vistazo.
Un par de horas después, Cid dejó el bot en la mesa de su cocina, frente a su hija, a la que acababa de ponerle el pijama.
—No tiene tracker ni nada que me diga de quién es, así que…
—¡Me lo puedo quedar! —gritó Anir, levantando los brazos.
—No, no te lo vas a quedar, pero podemos arreglarlo los dos este fin de semana. ¿Qué te parece? Y si se quiere quedar, que se quede.
Anir abrió y cerró la boca varias veces, pero luego asintió con la cabeza ilusionada.
—Vale, pues ahora a lavarte los dientes y mañana le sacamos las tripas y vemos qué le falla.
—¡Síii! ¡Tripaaaas!
Y la niña se fue correteando hacia el baño, para lavarse los dientes y tirarse a la cama porque quería que mañana llegase pronto.
Ese bot acabó yéndose, muy contento con el tratamiento que le habían dado en el taller de Cid. De dónde vino y a dónde se fue siempre sería un misterio. Pero otros empezaron a aparecer cerca de donde estuviera su hija jugando.
—Te juro que no lo he robado. ¡Es que me siguen a casa! —repitió Anir, ahora ya con once años.
Cid rodó los ojos y salió de debajo de la furgoneta en la que estaba trabajando. Se limpió las manos y se dirigió a la nevera para dar un trago de agua.
Esta vez era un ciberperro. Cid estaba bastante seguro de que era el mismo modelo que había usado la unidad canina de ciberperros de la policía hacía como cinco o seis años. Ese modelo ya estaba retirado, pero no debería estar en el mercado como cibermascota.
—Dame un momento y le busco el tracker.
Anir entrompó los labios y se balanceó sobre los pies, esperando a que su padre sacase el escáner para echar un vistazo rápido por si encontraba al dueño del robot.
La verdad es que el perro parecía haber salido de lo más profundo de una chatarrería.
—Nada —dijo Cid, volviendo a guardar el escáner—. Eres libre de tratar a tu paciente, señorita ingeniera.
Su hija se rió desde detrás de sus manos. Una risa aguda y divertida que hizo a Cid sonreír de vuelta.
—¡Vamos, largo! Tengo que terminar esta furgoneta hoy, no te voy a poder ayudar.
—No pasa nada, papá. ¡Gracias papá! —canturreó Anir, corriendo hacia la parte del taller que había reclamado como suya para cada vez que un bot malherido se cruzaba en su camino.
Anir estaría entretenida un par de horas intentando arreglar al robot. Probablemente le llevaría unos días dejarlo en un punto en el que se sintiera satisfecha con el resultado. Era posible que el ciberperro estuviera con ellos durante una semana o tal vez menos.
Y luego se iría. Y después vendría otro.
Y es que… en lo más profundo del cementerio de robots, donde algunos de los robots descartados aún se movían entre las sombras… un pequeño y redondo bot predicaba a sus hermanos sobre la pequeña niña que lo salvó. Sobre el gran hombre que le había abierto las tripas y se las había vuelto a reponer, dándole una vida nueva.
Allá donde hubiera un robot con buenas intenciones y necesidad de ayuda… el bot les diría cómo encontrar a la Doctora.
Anir + Cid + Robots
Anir siempre había sido una niña curiosa. Su padre había visto ese brillo en sus ojos desde el primer día que había conseguido abrirlos.
—Vas a querer saberlo todo, ¿verdad? —le dijo Cid mientras la balanceaba delicadamente con un brazo. La niña le había tomado un dedo como rehén y no quería soltarlo, tampoco es que su padre tuviera prisa en que lo soltara—. ¿A qué sí? Ya lo estoy viendo. Eres exactamente como tu papá.
Y Cid juraba que Anir se rió con el mismo tono pillo que usaba él cuando sabía que se estaba metiendo en un lío, aunque su sobrina dijo que más bien parecía que estaba haciendo gorgoritos.
En cuanto la niña empezó a gatear le dio la razón a su padre. Se metía por todos lados y lo peor de todo es que cabía en huecos muy pequeños en los que Cid ni siquiera había pensado en mirar. El padre primerizo aprendió muy pronto a asegurar la casa contra bebés móviles.
—¿Cómo te has metido ahí y por qué estás llena de grasa cuando el suelo está limpio? —le preguntó Cid a su hija que lo único que hacía era reírse con ganas mientras Cid la agarraba de los tirantes de la espalda del peto que llevaba puesto.
La niña estiró las manos hacia la parte de abajo del armario en la que se había metido. Cuando Cid se agachó a mirar vio un pañuelo que hacía una semana que creía haber perdido. Al sacarlo vio que el pañuelo sí que estaba lleno de grasa de motor.
—Bueno, eso lo explica.
—¡MUA! —dijo su hija, mandándole besos con las manos.
—Sí, sí, ahora besitos…
Y por mucho que Cid se quejase, llenó la cara grasienta de su hija con besos rasposos por su barba corta. Luego tuvo que lavarse él también la cara, pero no pasaba nada, Anir le salpicó bien desde la bañera para asegurarse que su padre saliera del baño bien limpio.
Cuando su hija tenía poco más de un año encontró un destornillador escondido entre los juguetes que guardaba en su parquecito de juegos. Cid se puso a reír a mandíbula batiente. Ahora entendía cómo es que su hija siempre se escapaba de la maldita valla infantil.
Cuando tenía tres años tuvo que enseñarle las medidas de seguridad adecuadas para trabajar con componentes eléctricos porque no iba a poder pararla de trastear con ellos. Lo mínimo que podía hacer era asegurarse de que no le estallase algún experimento en la cara, que las operaciones plásticas estaban muy caras para lo que él ganaba con el taller.
A los cinco años llegó con un bot pequeñito entre sus manitas rechonchas.
—¿De dónde has sacado esto? —preguntó Cid, abriendo la palma de la mano para pedirle el robot redondo y maltrecho.
—¡Me ha seguido a casa!
A Cid se le levantó una comisura sin querer y dejó el cigarro en el cenicero mientras su hija dejaba el bot con mucho cuidado en su mano abierta.
—¿Lo arreglas?
Pip se rascó la sien antes de agarrar a la niña de los hombros.
—Le dije que lo dejase en el parque, que no era nuestro, pero…
Cid gruñó algo que parecía un “no pasa nada” antes de decirle a Pip que su abuela los esperaba para cenar y que en un rato pasaría a recoger a su hija.
—¿Pero lo arreglas? —preguntó la niña mientras Pip intentaba llevársela a comer.
—Le echaré un vistazo.
Un par de horas después, Cid dejó el bot en la mesa de su cocina, frente a su hija, a la que acababa de ponerle el pijama.
—No tiene tracker ni nada que me diga de quién es, así que…
—¡Me lo puedo quedar! —gritó Anir, levantando los brazos.
—No, no te lo vas a quedar, pero podemos arreglarlo los dos este fin de semana. ¿Qué te parece? Y si se quiere quedar, que se quede.
Anir abrió y cerró la boca varias veces, pero luego asintió con la cabeza ilusionada.
—Vale, pues ahora a lavarte los dientes y mañana le sacamos las tripas y vemos qué le falla.
—¡Síii! ¡Tripaaaas!
Y la niña se fue correteando hacia el baño, para lavarse los dientes y tirarse a la cama porque quería que mañana llegase pronto.
Ese bot acabó yéndose, muy contento con el tratamiento que le habían dado en el taller de Cid. De dónde vino y a dónde se fue siempre sería un misterio. Pero otros empezaron a aparecer cerca de donde estuviera su hija jugando.
—Te juro que no lo he robado. ¡Es que me siguen a casa! —repitió Anir, ahora ya con once años.
Cid rodó los ojos y salió de debajo de la furgoneta en la que estaba trabajando. Se limpió las manos y se dirigió a la nevera para dar un trago de agua.
Esta vez era un ciberperro. Cid estaba bastante seguro de que era el mismo modelo que había usado la unidad canina de ciberperros de la policía hacía como cinco o seis años. Ese modelo ya estaba retirado, pero no debería estar en el mercado como cibermascota.
—Dame un momento y le busco el tracker.
Anir entrompó los labios y se balanceó sobre los pies, esperando a que su padre sacase el escáner para echar un vistazo rápido por si encontraba al dueño del robot.
La verdad es que el perro parecía haber salido de lo más profundo de una chatarrería.
—Nada —dijo Cid, volviendo a guardar el escáner—. Eres libre de tratar a tu paciente, señorita ingeniera.
Su hija se rió desde detrás de sus manos. Una risa aguda y divertida que hizo a Cid sonreír de vuelta.
—¡Vamos, largo! Tengo que terminar esta furgoneta hoy, no te voy a poder ayudar.
—No pasa nada, papá. ¡Gracias papá! —canturreó Anir, corriendo hacia la parte del taller que había reclamado como suya para cada vez que un bot malherido se cruzaba en su camino.
Anir estaría entretenida un par de horas intentando arreglar al robot. Probablemente le llevaría unos días dejarlo en un punto en el que se sintiera satisfecha con el resultado. Era posible que el ciberperro estuviera con ellos durante una semana o tal vez menos.
Y luego se iría. Y después vendría otro.
Y es que… en lo más profundo del cementerio de robots, donde algunos de los robots descartados aún se movían entre las sombras… un pequeño y redondo bot predicaba a sus hermanos sobre la pequeña niña que lo salvó. Sobre el gran hombre que le había abierto las tripas y se las había vuelto a reponer, dándole una vida nueva.
Allá donde hubiera un robot con buenas intenciones y necesidad de ayuda… el bot les diría cómo encontrar a la Doctora.
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Patio de Juegos / Re: Dive back in time
« Last post by Miyu on May 31, 2025, 08:02:24 AM »Tengo algo para el HV, a ver si lo termino jajaja
Time Photo Studio.
Tan largo ha sido su camino, tan maldito ha sido su destino; siempre mirando hacia las fotos, siempre sumergiéndose en las fotografías, rompiendo la superficie quieta del papel para lanzarse al torbellino del pasado… y todo por sentir una vez más la calidez de Cheng Xiaoshi.
No se arrepiente. ¿Cómo podría hacerlo?
Todos sus sacrificios lo valen, aun si termina perdido en el mismo vacío o, al final del camino, encuentra la muerte.
—¡LU GUANG, AYUDAAA!
Corre hacia el albino como siempre, escondiéndose detrás para evitar que Qiao Ling lo agarre.
—¡Deja de esconderte, Xiaoshi! —está molesta; su tono agresivo y postura en jarra lo dicen todo.
La rutina, la dulce normalidad que tanto añora y lo desespera. Suspiró, cerrando los ojos.
—¿Qué hiciste? —sigue con los párpados caídos.
Recién entra al estudio fotográfico y es asaltado por los dos “adultos” del lugar, que más parecen niños discutiendo por las cosas más triviales del mundo.
—¡NADA, LO JURO! —el azabache apoya ambas manos sobre los hombros del otro varón—. La casera enloqueció.
—¡Mentiroso, poco confiable! —apartó una mano de sus caderas para señalar el rostro de su hermanastro, detrás de Lu Guang—. ¡Te pedí que revelaras un viejo rollo, el cliente estará en una hora!
Lu Guang avanzó hasta el mostrador de la tienda y se fijó en la lista de clientes que tenían para ese día. No habían anotado ningún encargo para dentro de unas horas. Colocó la mano en el mentón para pensar. Normalmente es cuidadoso con los registros.
Frente a él, una pelea campal se desarrolla, con la casera tirando de las mejillas de Cheng Xiaoshi hasta dejarlas completamente rojas.
—No hay nada aquí, Qiao Ling —murmuró el menor de los tres con la vista sobre los nombres de reserva.
—Ah, es que el cliente lo pidió como favor especial —desvió la mirada hacia él, con las manos puestas sobre los pómulos de Cheng.
—… —suspiró de nuevo, cerrando el cuaderno—. Entonces, ¿cuándo exactamente lo pidió?
—Uhm… —la fémina soltó a su hermanastro y apoyó ambos brazos sobre el mostrador—. Un momento antes que te fueras, entró y lo pidió entre lágrimas. ¡Se veía desesperada!
—Ya veo —musitó el encargado con una expresión de comprensión—. Entiendo la urgencia, pero el revelado de un rollo de fotos no es tan rápido como muchos creen. No es como imprimir algo en una impresora. El proceso requiere una serie de pasos químicos y luego un tiempo para secarse.
—¡Es lo que le dije, Lu Guang! —con las mejillas rojas e hinchadas, corrió hacia detrás del mostrador para apoyar la mejilla en el hombro del albino.
—¡Mentiroso! —su índice se dirigió una vez más a Cheng Xiaoshi—. Dijiste que la agenda estaba llena y Wang Wang es un demente con el orden.
—… —otro suspiro por parte del albino—. Imagina que el rollo es como una "cinta" donde la luz ha dibujado las imágenes —explicó el encargado, usando sus manos para ilustrar—. Para que podamos ver esas imágenes, necesitamos que ocurran varias cosas que es imposible completar en dos horas.
—Pero… —la chica lo miró con pena—. La señorita parecía estar a punto de llorar.
—Qiao Ling, te explico esto para que entiendas los pasos en el revelado… Para que podamos ver esas imágenes, el rollo tiene que pasar por varios "baños".
Ahora Lu Guang estaba siendo observado por los dos chicos con atención. Él solo exhaló aire, codeando a su amigo, que ya sabe mejor que nadie el proceso.
—Primero debemos meternos en el cuarto oscuro —señaló una habitación cerca—. El baño del "Revelado" es lo primero… ahí sumergimos el rollo en un líquido especial llamado revelador. Este químico es el que "despierta" las imágenes invisibles que la luz grabó en la película, haciéndolas aparecer. Este paso lleva entre dos y cinco minutos, dependiendo del tipo de rollo y el químico que usemos. Sigue el baño de "paro", donde el rollo pasa por un líquido que frena la acción del revelado. Esto evita que las imágenes sigan oscureciéndose. Es un paso muy rápido, apenas unos treinta segundos a un minuto. Después tenemos el baño del fijador. Usamos un químico que hace que las imágenes queden permanentes y no se borren cuando les dé la luz. Sin el fijador, tus fotos desaparecerían con el tiempo. Sigue el de "limpieza" o lavado. Después de todos esos químicos, el rollo se lava con agua para quitar cualquier residuo. Y finalmente, el momento de la "espera" o secado. Obtenemos los negativos, que son como la versión invertida de tus fotos. Necesitamos colgarlos cuidadosamente en un lugar sin polvo para que se sequen completamente. ¡No podemos tocarlos mientras están húmedos porque se arruinarían! Este secado es lo que más tiempo consume, pudiendo durar de 2 a 5 horas, o incluso más si el ambiente es muy húmedo.
—Eh… —la chica quedó un poco impresionada y después miró a Cheng Xiaoshi. Ella se había equivocado…
—¿Casera? —la cara de suficiencia de Cheng esperando disculpas era impresionante.
—Tampoco te hagas el tonto y ve a trabajar —el albino lo empujó con suavidad—. Ayer te quedaste a medias en un encargo.
—¡IIIIKKKKK! — gritó antes de volver hacia su amigo y apoyar de nuevo el rostro en su hombro—. Lu Guang, déjame tener este momento de victoria.
—¡Insensible! —la mayor sacó el móvil—. Le avisaré a la chica.
—Espera —abrió de nuevo el libro de clientes y buscó con la mirada un hueco entre los pedidos de esa semana—. Dile que para mañana.
—¡Ah! ¿En serio? —la carita de ella brilló ante las palabras de Guang.
—Sí. Por única vez haremos una excepción, por ti —anotó con un plumón la fecha—. A las 17 hs. ¿Cómo se llama?
—Sí, ahora le diré —comenzó a teclear en el teléfono para mandar un mensaje—. Mizi. ¡Listo!
—Bien. Recuerda hablar conmigo antes de aceptar pedidos de revelados —cerró sus párpados a la par que guardaba el libro—. Está bien que tengas buenas intenciones, pero… tenemos un cronograma que seguir y Xiaoshi no hace nada…
Lo fulminó con la mirada.
—¡Ya voy, Lu Guang! —apartó la cara del hombro y sus pies lo dirigieron al cuarto oscuro de inmediato. Estaría algunas horas ahí dentro.
—Te avisaré para el almuerzo, no te distraigas —le advirtió.
—Sí, sí. Tan molesto como la casera.
La puerta del cuarto oscuro se cerró con un leve golpe después de que Cheng Xiaoshi entrara. El sonido seco marcó el inicio del trabajo. Desde afuera, apenas se percibía el tenue resplandor rojo filtrándose por la rendija inferior, mientras todo quedaba en silencio, interrumpido solo por los pasos apagados del chico moviéndose dentro del cuarto.
Time Photo Studio.
Tan largo ha sido su camino, tan maldito ha sido su destino; siempre mirando hacia las fotos, siempre sumergiéndose en las fotografías, rompiendo la superficie quieta del papel para lanzarse al torbellino del pasado… y todo por sentir una vez más la calidez de Cheng Xiaoshi.
No se arrepiente. ¿Cómo podría hacerlo?
Todos sus sacrificios lo valen, aun si termina perdido en el mismo vacío o, al final del camino, encuentra la muerte.
—¡LU GUANG, AYUDAAA!
Corre hacia el albino como siempre, escondiéndose detrás para evitar que Qiao Ling lo agarre.
—¡Deja de esconderte, Xiaoshi! —está molesta; su tono agresivo y postura en jarra lo dicen todo.
La rutina, la dulce normalidad que tanto añora y lo desespera. Suspiró, cerrando los ojos.
—¿Qué hiciste? —sigue con los párpados caídos.
Recién entra al estudio fotográfico y es asaltado por los dos “adultos” del lugar, que más parecen niños discutiendo por las cosas más triviales del mundo.
—¡NADA, LO JURO! —el azabache apoya ambas manos sobre los hombros del otro varón—. La casera enloqueció.
—¡Mentiroso, poco confiable! —apartó una mano de sus caderas para señalar el rostro de su hermanastro, detrás de Lu Guang—. ¡Te pedí que revelaras un viejo rollo, el cliente estará en una hora!
Lu Guang avanzó hasta el mostrador de la tienda y se fijó en la lista de clientes que tenían para ese día. No habían anotado ningún encargo para dentro de unas horas. Colocó la mano en el mentón para pensar. Normalmente es cuidadoso con los registros.
Frente a él, una pelea campal se desarrolla, con la casera tirando de las mejillas de Cheng Xiaoshi hasta dejarlas completamente rojas.
—No hay nada aquí, Qiao Ling —murmuró el menor de los tres con la vista sobre los nombres de reserva.
—Ah, es que el cliente lo pidió como favor especial —desvió la mirada hacia él, con las manos puestas sobre los pómulos de Cheng.
—… —suspiró de nuevo, cerrando el cuaderno—. Entonces, ¿cuándo exactamente lo pidió?
—Uhm… —la fémina soltó a su hermanastro y apoyó ambos brazos sobre el mostrador—. Un momento antes que te fueras, entró y lo pidió entre lágrimas. ¡Se veía desesperada!
—Ya veo —musitó el encargado con una expresión de comprensión—. Entiendo la urgencia, pero el revelado de un rollo de fotos no es tan rápido como muchos creen. No es como imprimir algo en una impresora. El proceso requiere una serie de pasos químicos y luego un tiempo para secarse.
—¡Es lo que le dije, Lu Guang! —con las mejillas rojas e hinchadas, corrió hacia detrás del mostrador para apoyar la mejilla en el hombro del albino.
—¡Mentiroso! —su índice se dirigió una vez más a Cheng Xiaoshi—. Dijiste que la agenda estaba llena y Wang Wang es un demente con el orden.
—… —otro suspiro por parte del albino—. Imagina que el rollo es como una "cinta" donde la luz ha dibujado las imágenes —explicó el encargado, usando sus manos para ilustrar—. Para que podamos ver esas imágenes, necesitamos que ocurran varias cosas que es imposible completar en dos horas.
—Pero… —la chica lo miró con pena—. La señorita parecía estar a punto de llorar.
—Qiao Ling, te explico esto para que entiendas los pasos en el revelado… Para que podamos ver esas imágenes, el rollo tiene que pasar por varios "baños".
Ahora Lu Guang estaba siendo observado por los dos chicos con atención. Él solo exhaló aire, codeando a su amigo, que ya sabe mejor que nadie el proceso.
—Primero debemos meternos en el cuarto oscuro —señaló una habitación cerca—. El baño del "Revelado" es lo primero… ahí sumergimos el rollo en un líquido especial llamado revelador. Este químico es el que "despierta" las imágenes invisibles que la luz grabó en la película, haciéndolas aparecer. Este paso lleva entre dos y cinco minutos, dependiendo del tipo de rollo y el químico que usemos. Sigue el baño de "paro", donde el rollo pasa por un líquido que frena la acción del revelado. Esto evita que las imágenes sigan oscureciéndose. Es un paso muy rápido, apenas unos treinta segundos a un minuto. Después tenemos el baño del fijador. Usamos un químico que hace que las imágenes queden permanentes y no se borren cuando les dé la luz. Sin el fijador, tus fotos desaparecerían con el tiempo. Sigue el de "limpieza" o lavado. Después de todos esos químicos, el rollo se lava con agua para quitar cualquier residuo. Y finalmente, el momento de la "espera" o secado. Obtenemos los negativos, que son como la versión invertida de tus fotos. Necesitamos colgarlos cuidadosamente en un lugar sin polvo para que se sequen completamente. ¡No podemos tocarlos mientras están húmedos porque se arruinarían! Este secado es lo que más tiempo consume, pudiendo durar de 2 a 5 horas, o incluso más si el ambiente es muy húmedo.
—Eh… —la chica quedó un poco impresionada y después miró a Cheng Xiaoshi. Ella se había equivocado…
—¿Casera? —la cara de suficiencia de Cheng esperando disculpas era impresionante.
—Tampoco te hagas el tonto y ve a trabajar —el albino lo empujó con suavidad—. Ayer te quedaste a medias en un encargo.
—¡IIIIKKKKK! — gritó antes de volver hacia su amigo y apoyar de nuevo el rostro en su hombro—. Lu Guang, déjame tener este momento de victoria.
—¡Insensible! —la mayor sacó el móvil—. Le avisaré a la chica.
—Espera —abrió de nuevo el libro de clientes y buscó con la mirada un hueco entre los pedidos de esa semana—. Dile que para mañana.
—¡Ah! ¿En serio? —la carita de ella brilló ante las palabras de Guang.
—Sí. Por única vez haremos una excepción, por ti —anotó con un plumón la fecha—. A las 17 hs. ¿Cómo se llama?
—Sí, ahora le diré —comenzó a teclear en el teléfono para mandar un mensaje—. Mizi. ¡Listo!
—Bien. Recuerda hablar conmigo antes de aceptar pedidos de revelados —cerró sus párpados a la par que guardaba el libro—. Está bien que tengas buenas intenciones, pero… tenemos un cronograma que seguir y Xiaoshi no hace nada…
Lo fulminó con la mirada.
—¡Ya voy, Lu Guang! —apartó la cara del hombro y sus pies lo dirigieron al cuarto oscuro de inmediato. Estaría algunas horas ahí dentro.
—Te avisaré para el almuerzo, no te distraigas —le advirtió.
—Sí, sí. Tan molesto como la casera.
La puerta del cuarto oscuro se cerró con un leve golpe después de que Cheng Xiaoshi entrara. El sonido seco marcó el inicio del trabajo. Desde afuera, apenas se percibía el tenue resplandor rojo filtrándose por la rendija inferior, mientras todo quedaba en silencio, interrumpido solo por los pasos apagados del chico moviéndose dentro del cuarto.
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HiMEverse / Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Last post by Cho on May 31, 2025, 12:57:15 AM »Un poquito más esta vez yay~ Regreso con los icons que faltan.
115.10.
…
Sin embargo, pese a los deseos colectivos de mantener la situación bajo control…
“Ah, por supuesto que él ya se encuentra expandiendo su poder, y con gran fuerza,” Shiyoon se encogió de hombros y dio un suspiro. Él caminaba junto con Floyd fuera del estadio, en dirección al área donde había la manifestación de la niebla roja.
“Hm~” Floyd ensanchó su sonrisa curiosa. La niebla roja continuaba tan tenue y desapercibida que antes. Sin embargo, para ambos, era más bien la habilidad de detectar la propia magia de aquel Rebel tentativo, y en particular, Floyd podía resonar con aquellas vibras. Apretó el agarre que tenía en un tubo de metal, el cual descansaba encima de un hombro. “Es obvio, ¿no? La niebla tiembla de agresión. Esos orphans están a punto de salir~”
“Eh, ¿de dónde sacaste ese tubo?” preguntó el otro, sonriendo incómodo.
“¿Qué? El tubo estaba apoyado en la entrada al estadio junto con otros, por eso lo agarré,” respondió con toda naturalidad y una pisca de aburrimiento. “Dices que orphans van a aparecer, ¿no? Yo no soy Rebel aún, así que tengo que defenderme con algo.”
“Creo que ya te dije que no tienes que pelear, yo me encargo…”
“¿Pero dónde está la diversión en eso, Shiyoon? Siempre eres el que hace cosas divertidas,” se quejó de mala gana. “Si sólo me usas de guía para encontrar al revoltoso, más me asemejo a una aburrida hadita luminosa. Así mejor no hubiera venido.”
“Y no tenías ninguna obligación de acompañarme,” se frustró un poco. Si bien Shiyoon era de mantener su buen humor ante cualquier circunstancia, sí había muy contadas personas que podían impacientarle, como aquel desenfrenado gemelo.
El par se adentró en el área marcada como en cuarentena. Una vez ahí, les tocaba inspeccionar el área y poder ubicar al causante de aquel hechizo para prevenir que causara algún revuelo. O al menos, aquellas habían sido las intenciones de Shiyoon cuando estuvo operando solo. Este mismo sabía que, al ser alguien con habilidades de Rebel, su mera presencia incentivaría la aparición de los orphans, motivo por el cual tenía que apurarse a rastrear a su objetivo. Pero, por supuesto, no había llegado por su cuenta.
“Pues, parece que tal cual esperé, esta niebla se está volviendo más densa,” observó Shiyoon, mirando de un lado a otro. “Así es difícil detectar de dónde viene. ¿Puedes notar algo, Floyd?”
“Hehe~” por su parte, el peliverde ya estaba armado con su tubo, al cual agarraba como si se tratara de un bate de baseball.
“Ehm, Floyd, ¿acaso estás esperando a los orphans?” preguntó, sonriendo nervioso. “Te aseguro que no son tan divertidos de pelear, ya lo he hecho.”
“Oye, no me mates el suspenso, quiero conocerlos por mi cuenta,” dijo en lo que dio un golpe al aire a manera de calentar sus extremidades. “¿Son orphans aleatorios? ¿Serán tipo dragones? ¿Quizás algún zombie? ¡Hehe, totalmente me apunto a un zombie apocalypse!”
“Haha, admito que no me molestaría que veamos cómo hacer una simulación de eso de alguna manera, pero pues, ahora he venido con un rol…” le recordó amablemente, lo cual le hizo ganarse una mirada de desdén del otro. “Ah, ¿qué tal si luego le digo al jefe que te prepare una pelea con estos orphans? Así no te pierdes de nada.”
“¿Pero por qué esperar si puedo hacerlo ahora?”
“Por favor recuerda que nuestra misión es que nadie salga herido.”
“Ese es tu problema, ¿no? Yo sólo ando aquí de curioso…” se volvió a desentender y continuó practicando su mejor golpe en el aire.
“Sabía que no me ayudarías para nada e igual estoy decepcionado…” dio un pesado suspiro. “Dijiste que podías leer las vibras en el aire para encontrar al responsable. ¿Acaso no te interesa conocerlo? Realmente es todo un personaje, te lo aseguro.”
“Hmm…” para variar, el peliverde se mostró curioso y lo meditó un poco, casi convencido.
Pese a ello, la niebla finalmente se condensó lo suficiente como para que los primeros orphans se manifestaran frente a ellos. Se trataban nuevamente de las enshyoujos, las cuales de inmediato se enfocaron en Floyd al notar sus intenciones de pelear.
“¡Ohhh! ¡¿Vampiresas?! ¡¿Cómo así recién me entero?!” exclamó casi eufórico, mientras sus ojos se afilaban. Alzó su tubo con toda la intención de aniquilarlas. “¡Hahahahaha!”
“Uhh…” Shiyoon dejó caer su cabeza hacia el frente, grandemente cansado y frustrado. Ahí estaba, la responsabilidad que su yo del pasado le había lanzado por decidir no pensarlo dos veces cuando Floyd quiso apuntarse. Lo peor del asunto era que, por más ‘entusiasta’ que el otro se mostrara de pelear, él no podía contra esos orphans a largo plazo y podría ser descuartizado ni bien se le acabaran las energías, así que ni podía confiarle solo en lo que pretendía terminar con su trabajo.
“¡Y están apareciendo más!” observó entusiasmado en lo que más de las enshyoujos hacían acto de presencia. “¡Nada mal, ya estaba demasiado aburrido!”
“Eh, Floyd…” y sí, acababa de fallar en su trabajo de control de daños, ya que las enshyoujos continuarían multiplicándose desenfrenadamente ante la agresión. “Ahh… no me sorprende que ocurra esto, pero debí haberlo evitado…”
Por más que la prognosis a largo plazo no estaba a su favor, Floyd demostró una muy impresionante habilidad con su improvisado tubo y rápidos reflejos para desnucar, lanzar y dislocar a sus múltiples enemigas. Las enshyoujos gritaban de manera ensordecedora con evidentes intenciones de matar al joven, aunque de momento el otro se mantenía firme, con una algarabía que no tenía nada que envidiar al instinto salvaje de sus oponentes inhumanas. Mientras tanto, Shiyoon se abría paso entre dichos orphans en un intento de llegar donde el otro, procurando no llamar la atención y volverse un segundo blanco al mantenerse sin intenciones de combatir frente a ellas. Sin embargo, aquello no fue posible por más tiempo, ya que a poca distancia del peliverde, este por poco y es alcanzado por una enshyoujo que pasó a través de otra que acababa de ser derrotada.
Shiyoon tuvo que invocar su espada y con una rápida serie de cortes, desintegró a todos los orphans que les rodeaban.
“Ya, te tengo, ahora vámonos,” dijo agarrándole del brazo. A pesar de sus intenciones, no iba a serle fácil de convencer al otro.
“¡Haha, no way!” Floyd se zafó justo cuando todas las enshyoujos descuartizadas en el aire volvieron a regenerarse. “This is some Castlevania level shit! ¡Tengo que pelear!”
“¡Oye!” intentó volver a alcanzarle, pero por haberle protegido, las enshyoujos también comenzaron a tratarle como un oponente, así que había pasado a tener el doble de trabajo.
Pues… al menos le quedaba el consuelo que había otros agentes de Rizembool en stand-by listos para ayudar a disipar esa tormenta de orphans.




El grupo de HiMEs con el par de chicos de Rizembool ya había estado cerca de regresar al estadio. Sin embargo, no tardaron en oír unos gritos desgarradores femeninos, los cuales pusieron los pelos de punta a más de uno.
“¡¿Q-qué es eso?!” exclamó Tsubasa.
“¿Alguien necesita ayuda?” preguntó Roxas, listo para regresar por donde habían llegado. Sin embargo, Norimune le agarró de un hombro.
“No tan rápido, joven Key,” este, para variar, miraba hacia la ahora muy visible niebla roja con una determinación y seriedad poco características de él.
“Norimune…” Suzuka se quedó impresionada. “¿Qué sucede?”
“Tal parece que alguien habrá comenzado la susodicha tormenta…”
Entonces, esa niebla comenzó a extenderse más cerca de ellos, y pronto notaron a unas figuras que pertenecían a orphans con apariencia de vampiresas. Estos monstruos aparecieron uno detrás de otro.
“Tch…” Suishinshi entrecerró sus ojos. La situación se estaba tornando seria. “Recuerden lo que les he dicho, no nos toca pelear, debemos ingresar dentro del estadio y prevenir que más salgan.”
“Entendido,” Saki asintió. Pese a esas instrucciones…
“¡No, más bien nos toca eliminar este peligro!” Tenshi se aventuró a pelear con aquellas figuras siniestras, sorprendiendo a todos.
“¡Maldición, escucha para variar!” le requintó Reimu, ya muy tarde.
“Creo que lo ha usado de excusa por lo aburrida que estaba,” Youmu dio un pesado suspiro.
“¿Eh? ¿Está haciendo algo riesgoso por estar aburrida?” Taikei parpadeó confundido. “Pero eso no tiene mucho sentido. Uno siempre puede buscar hacer algo divertido luego de las obligaciones. ¡Yo estaba por sugerirles que de aquí vayamos a un karaoke! ¿Qué piensan?”
“Eh, no es el momento, parece que algo serio ocurre…” Kashuu le miró como bicho raro.
Efectivamente, luego de que Tenshi partiera a un par de orphans con su espada con aparente facilidad, estos seres pasaron a regenerarse como si nada hubiera ocurrido. Más bien, cuatro más surgieron de la niebla a corta distancia.
“¡¿Q-qué es esto?!” la peliazul se quedó en shock.
“¡Ah, demonios!” Suzuka había querido seguir las recomendaciones, pero no podía dejar a Tenshi sola en medio de ese bizarro y aparentemente invencible peligro. Ella partió corriendo para ayudar a su kouhai. Un frustrado Norimune apenas se encogió de hombros con cansancio para entonces volverse en un haz de luz y tomar la forma del arma de su susodicha hija.
“Y ahora… ¿qué hacemos?” Roxas dio un suspiro. “Normalmente pensaríamos en ayudarles, pero…”
“…” Suishinshi cerró sus ojos.
“¿Qué tienes en mente?” le preguntó Taikei, mirándole atentamente.
“Espero que no te sientas obligado en ayudarles. Fuimos advertidas, hasta ahí se extiende tu responsabilidad,” le recordó Saki. “Ya no eres un Rebel como para que tú pelees.”
“No sé cómo harán las cosas en Hanasaki, pero en caso de que alguien desacate el sentido común, nadie debe verse con ninguna obligación de ayudar a los faltantes, al menos según mi experiencia propia,” comunicó, tranquilamente.
“Entiendo, pero…” Youmu se alertó.
“Sin embargo, hay personas que ayudarán a derrotar a estos orphans, gente con experiencia que saben cómo lidiar con ellos…” Suishinshi volvió a abrir sus ojos y observó a ese par de HiMEs ya comenzar a tener líos para defenderse de la lluvia de orphans que continuaba incrementando. “No es un caso perdido. Lo único que necesitan hacer es resistir el ataque hasta que reciban el auxilio que ya está en camino,” él miró hacia Saki y Tsubasa. “Y desde ya les indico que ustedes no las van a ayudar. Son todavía inexperimentadas.”
“E-entiendo, no creo que lo pueda hacer de momento,” Tsubasa asintió.
“No pensaba hacerlo, pero que me llames así me dan ganas de darte la contra,” su hermana menor le miró con cierto desapruebo, y vio a su mayor apenas negar impaciente.
“No estoy en posición de juzgar a las demás HiMEs presentes al desconocer sus casos, tampoco tienen ninguna responsabilidad de auxiliarles, pero eso lo dejo en sus manos,” Suishinshi se dio media vuelta. “Taikei, ingresemos al estadio. Nuestro trabajo ha terminado.”
“Hmm, ¿sabes? Podríamos quedarnos a hacerles compañía~” sugirió juguetonamente.
“No lo volveré a repetir, vámonos ya,” insistió con severidad.
“Uhh…” el menor hizo un puchero, y terminó por sonreír apenado a los demás. “Eh, lo siento, pero ya nos tenemos que ir. ¡Suerte y ojalá nos volvamos a ver pronto!”
“…” Saki les vio partir. El más joven intentaba dialogar con su hermano a manera de tratar de animarle, pero este ni siquiera volvió a girar la cabeza para mirarles. Alzó una ceja.
“Hehe, tu hermano se toma su labor muy seriamente, ¿no es así?” Tsubasa sonrió.
“Es frustrante, él en verdad no es para nada tan serio…” dio un suspiro. “Casi no parece él.”
“…” Youmu dio un respiro profundo e invocó sus armas. “No estoy contenta con el ímpetu de Tenshi, pero no podemos dejarlas así a su suerte…”
Justo en ese momento, Tenshi gritó hacia las demás para demandarles que se les unieran.
“…” y sólo por eso, la previamente voluntariosa peliblanca se mostró inconforme.
“Yo que tú dejo que los orphans la abollen un poco, en serio,” dijo Reimu, impaciente. “Aquí a la que podríamos ayudar es a Suzuka, al menos ella fue cuidadosa esta vez.”
“Entiendo eso, pero andan tan juntas que ayudarlas es como un paquete de dos,” observó Kashuu, rodando los ojos.
“Igual si fue irresponsable, no deberíamos dejarla expuesta al peligro,” Tsubasa frunció el ceño. Casi le daban ganas de intentar ayudar al ver que los demás no saltaban al peligro.
“Y no, serás la presidenta de la clase, pero ahora estás fuera de tu elemento, tú no haces nada,” observó Saki, severamente, en lo que le agarraba de un brazo.
“De todos modos tenemos que ayudar a nuestra senpai, eso solo lo vale,” finalmente, Youmu terminó de convencerse y adentrarse en medio de la horda de orphans.
“Al menos sus esfuerzos parecen estar focalizando un poco a los orphans, pero sí, se regeneran constantemente…” Roxas se puso a pensar. Intentaba ver cómo poder ayudarles efectivamente.
Entonces, Cho terminó por caerse de rodillas al suelo.
“A-aruji,” Kashuu se alarmó y se agachó a su costado. Su HiME se veía consternada y cubría sus orejas con ambas manos. “Aruji, ¿te sientes bien? ¿Qué sucede?”
“Cho…” Roxas fue despertado y también se le acercó. “Tsk, perdón, verdad que intentamos regresar porque no te sentías bien…”
“Estos gritos de los orphans…” dijo la HiME con una mueca de dolor. “…no es la primera vez que los escucho…”
“¿Cómo así?” preguntó su hermano.
“¿Acaso son como ese extraño grito interno que a veces oyes desde la noche en el muelle?” preguntó Kashuu, atentamente y agarrándole de los hombros a manera de reconfortarla.
“…” Cho asintió un par de veces.
“…” Roxas volvió a mirar a esos orphans que no paraban de gritar. Era bastante desconcertante, pero sabiendo cómo su hermana había podido notar la niebla desde mucho antes que los demás y a mayor intensidad, era posible que el ruido la estuviera afectando más que a la mayoría, por algún motivo que no podía entender. Él apretó sus puños y terminó por ayudar a la peliceleste a ponerse de pie. “No, no hay forma que vaya a pelear ahora. Vamos al estadio donde los demás.”
“Eh, pero…” ella se preocupó.
“Prefiero asegurarme de que estés bien. No me gusta la idea de que te tenga que dejar de lado todo el tiempo porque todavía puedo pelear, aparte que ni sabemos lo que te ocurre,” admitió el rubio, algo contrariado y desviando su mirada. “Así como estás no estaré tranquilo a menos que pueda quedarme de tu lado…”
“…” Kashuu le miraba intensamente.
“…y presumo que no tienes nada de qué criticarme por mi decisión, ¿verdad?” le reclamó el Key, impaciente.
“No, más bien casi no pareces ser tú, no eres de poner a aruji primero en momentos así,” observó con un cierto dejo de aprobación, sin despejar su escepticismo. “Estoy de acuerdo.”
“Eh… ya veo…” Roxas se extrañó.
“O sea, es bueno que lo hagas, para variar,” se encogió de hombros.
“Tsk, no intentes buscarme bronca ahora, no es el momento,” entrecerró los ojos.
“…” Cho sintió cierta frustración, aunque al menos parecía que su arma intentaba tragarse un poco su orgullo. Era sin duda algo reconfortante.
“Eh, lo lamento, pero tenemos que irnos. Tengan mucho cuidado, por favor,” dijo Roxas.
“Sí, muchas gracias, ustedes también,” Tsubasa asintió.
“…” Saki dio un suspiro. “No es que nosotras podamos hacer mucho, pero me sentiría mal si las abandonamos del todo. Veremos qué hacer.”
“Por favor vayan a descansar, Cho se ve fatal,” observó Reimu. Ella les vio partir y pasó a frustrarse. De las tres restantes, era sin duda la que más ‘experiencia’ tenía, apenas por ser mayor y contar con quizás unos meses adicionales de ser HiME, pero bueno… esperaba no tener que sentir que era necesitada.
Sólo podía quedarse al pendiente para ver cuándo los supuestos expertos irían a llegar.

“¡Muchas gracias!” Dash sonrió ampliamente en lo que entregaba una ficha con sus datos a un encargado, así asegurando su participación en las competencias de atletismo.
“No hay de qué, te esperamos mañana a las ocho de la mañana para la orientación y toda la información referente a tu número como participante y tu horario personal,” contestó esa persona, amable y entusiasta. “Te deseo lo mejor, da tu mejor esfuerzo.”
“¡Oh, sí que lo haré!” sus ojos brillaron con estrellitas y asintió efusivamente.
Al lograr su meta de la noche y saber que figuraría entre los muchos estudiantes participantes, Dash dio espacio para la siguiente persona a ser atendida y caminó dando saltitos sin darse cuenta. Podía sentir que el rumbo de su vida mejoraba cada vez más, y luego de observar la inmensidad de la impresionante universidad de Hanasaki, le anhelaba pensar que podría ser una estudiante más de aquella prestigiosa institución.
Su caminata le llevó cerca de una de las salidas del estadio, la cual pasaba mayormente desapercibida para los presentes. Dash no pudo evitar mirar hacia la noche por medio de esa puerta abierta. Pensó en su camino de regreso a casa al término del presente evento, recordó la posibilidad que seguramente Rita volvería a darle un mal rato por alguna indescifrable razón… pero, por sobre todo, se concentró en la oscuridad de la noche, el recuerdo de la brillante luna y sutiles estrellas… en ese vacío de las tinieblas que le recordaba lo pequeña que era, pero que a su vez, le hacía sentir como un pequeño destello en el centro de su corazón, en medio de la fría inmensidad de todo lo demás.
Sintió la dicha de seguir con vida y poder brillar al igual que los demás, a su propia manera.
“¿Eh?” entonces, en medio de su contemplación, notó que había una rara niebla rojiza al exterior, algo que no podía detectar bien a menos que se acercara más al ingreso, lo cual quiso hacer…
“¡Dash!” repentinamente, Rin se le saltó encima y le dio un fuerte abrazo.
“¡Ah!” esta no evitó asustarse por la sorpresa.
“¿Qué te tiene tan nerviosa? A mí me gusta lo apachurrable que siempre eres~” canturreó la gemela, sin soltarle.
“Eh, no, no es nada, sólo que…” Dash miró hacia la puerta, aunque curiosamente un par de porteros habían aparecido justo para cerrar la salida. “Pues… me pareció ver algo afuera…”
“Dime, ¿pudiste inscribirte para tus competencias?” preguntó Len, dándoles el alcance.
“Ah sí, ya está todo confirmado,” dejó de ser abrazada y asintió efusivamente. “¡Ahora sólo me queda dar todo de mí! ¡Al menos esa es la parte menos intimidante!”
“Oh, bien por ti, yo en tu lugar tendría muchos nervios antes de la competencia,” admitió Rin.
“Eh, no que no los tenga, pero…” curiosamente, la decidida Dash terminó viéndose inquieta por aquel recordatorio, y terminó sacudiendo su cabeza. “O sea, es la parte que depende solamente de mí ahora que terminé con las formalidades, y pues, prefiero encargarme de eso.”
“Bueno, eso tiene sentido,” Len asintió y le dio un panfleto.
“¿Qué es eso?” preguntó Dash, confundida. Incluso Rin se acercó para leerlo.
“Horario de buses…” leyó la rubia.
“Como los eventos van a ser tanto en Hanasaki como en Rizembool, han habilitado unos buses especiales que conectan a las dos universidades para que todos los asistentes puedan transportarse rápidamente. Estos parten cada quince minutos,” explicó. “Aquí figuran los paraderos y las horas.”
“¡Ohh, ni lo había pensado, muchas gracias!” la pelinegra se emocionó.
“Hm, no sabía, pudiste haberme traído uno, Len,” le recriminó su hermana.
“Por supuesto que no sólo agarré uno, tengo una copia para los dos,” contestó con otro panfleto.
“¡Ah, perfecto!” así, Rin se lo arrancó y lo revisó entusiasmada. “¡Bien hecho, así es como debes tener a tu hermana mayor en mente!”
“¡Oye, no sólo es para ti, y no eres mayor, somos de exactamente la misma edad!” le reclamó el chico, frunciendo el ceño.
“No, obviamente eres el menor, le puedes preguntar a cualquiera,” Rin sonrió con superioridad. “Ya mucha gente me ha dado la razón, ¿no te acuerdas?”
“¡Sólo lo hacen porque siempre empiezas autodeclarándote como mayor que yo!” se quejó. “¡Ya les das la idea antes de que lo puedan pensar por su cuenta!”
“Haha…” Dash rio un poco. Era sin duda una discusión que no oía por primera vez.
“Bueno, ya mucho, hermanito, no hagamos a Dash esperar.”
“¡No insistas!”
“Dime Dash, ¿has probado dippin’ dots? ¡Hay un puesto no muy lejos de aquí!”
“Eh, no, ¿qué es eso?” no llegó a contemplarlo, ya que Rin de inmediato le jaló y los tres fueron en dirección a ese lugar.
“¡Es helado congelado con nitrógeno líquido en bolitas! ¡Apuesto a que te va a gustar!” explicó en lo que avanzaba rápidamente.
“E-espera, ¿podemos ir más lento, Rin?”
“Uhh, no, si ya nos separamos antes porque un grupo de fans nos detuvieron para hablar con nosotros,” Rin negó e hizo un puchero. “Así que así nos exponemos por menos tiempo a cada posible transeúnte. ¿No tiene sentido?”
“Yo más bien creo que avanzar rápido nos hace llamar más la atención, Rin,” Len dio un suspiro.
“Hehe…” Dash pensó lo mismo que Len, pero decidió no meterse en el asunto.
Felizmente, pudieron llegar a aquel puesto bastante popular, el cual al igual que la mayoría servía sus productos gratuitamente al público en general.
“¡Ohh, se ve bonito! ¡Me pregunto si Rita o Horizon los han probado antes!” exclamó Dash, aunque ella misma se detuvo y sonrió incómoda. “Eh, no, ¿qué estoy diciendo? A Horizon no le gustaría el helado…”
“…” tanto Rin como Len se sorprendieron e intercambiaron miradas.
“Eh, chicos…” ladeó su cabeza.
“¿Por qué dices eso, Dash?” preguntó Len, curiosamente.
“¿Será que a tu supervisora no le gusta la leche? ¿Tendrá intolerancia?” Rin lo meditó.
“Eh, pues, n-no, más bien… ¡Oh, sí, creo que es eso! O-o sea, Horizon es muy particular con las cosas que come, por eso lo digo…” la pelinegra se vio nerviosa. “Ehm, ¡¿qué tal si hacemos la fila desde ya?! Creo que hay más gente que viene.”
“Gracias, pero Rin y yo ya comimos varios bocadillos antes que llegaras,” admitió Len, sonriendo con torpeza.
“Uhh, sí, tú sabes que tenemos que cuidarnos como los idols y streamers que somos,” Rin asintió, sonriendo ampliamente. “¡Pero descuida, estamos aquí por ti! ¡Date el gusto que sé que te gustará! ¡Te esperamos!”
“Aw, bueno, ojalá la próxima podamos compartir algo juntos. ¡Ahora vuelvo!”
Así, la chica se unió a la cola, la cual efectivamente recibió al grupo que había estado cerca. Luego de verla distraída con el menú y el producto en sí en lo que este era servido, los gemelos se mostraron entre preocupados y aliviados.
“Uhh… qué cerca estuvo…” Rin se dio un facepalm. “Qué bueno que no me vio acercarme porque creo que corrí más rápido que la gente promedio.”
“Me sorprende que en plena emergencia de orphans todavía osen por tener las puertas abiertas…” Len negó, y miró al lado opuesto del estadio, el cual efectivamente tenía todas las salidas descubiertas. “Entiendo que la manifestación es del otro lado, pero nadie debería salir en lo que se pone bajo control.”
“Hm, no sé, Len,” Rin le dio un vistazo. “Igual hay porteros, y con un lado del estadio cerrado, supongo que mantienen el otro abierto para todavía dar un ambiente de normalidad.”
“Pues, tiene sentido, igual da miedo…”
“Me alegro mucho por Dash que quiera apuntar a estudiar en una escuela privada como Hanasaki, pero a la pobre le tocará estar expuesta a estas cosas…” Rin bajó su mirada.
“Sí pues…” Len miró hacia las luces del estadio, contemplativo. “¿Tú crees que deberíamos resguardarla tanto, Rin?”
“¿Eh? ¿Por qué no? No es que la hayan aceptado aún,” alzó una ceja.
“Lo sé, pero o sea… sus dos supervisoras que la cuidan no son ajenas a las instituciones,” llevó una mano a su mentón. “Y podríamos decir ‘pero Dash seguro que no lo sabe’, pero…”
“Sonó a que quizás sabía la verdad sobre Horizon, ¿no?”
“Hmm…” Len terminó cruzándose de brazos, con cierto conflicto interno. “Exacto…”
“Entiendo que parte de mí quisiera que Dash sí supiera más cosas, tal vez así nosotros también podríamos ser más honestos con ella, pero no lo sé, Len…” Rin volvió a mirar a Dash, quien ya se notaba maravillada y emocionada de ser la siguiente en ser atendida, debido a aquel muy raro postre que estaba por probar. “Temo que Dash no sólo pueda ser una posible estudiante de Hanasaki. Creo que ella sería una HiME.”
“¿Eh?” Len se sorprendió. “¿Por qué lo dices? De ser así, seguro que ya la habrían intentado reclutar y no tendría que rendir ninguna prueba o competencia para aplicar a una beca.”
“Tú sabes por qué lo digo,” Rin se impacientó. “¿Recuerdas la noche en la que la conocimos?”
“…” el otro se vio preocupado y desvió su mirada. “Lo sé…”
“Y ni sabemos qué es de ese tal Jin que se aparece cuando quiere… uhh, ojalá fuera sólo un amigo imaginario de Dash, pero sabemos que sí existe…”
“Cierto, es alguien de quien no sabemos nada y no puedo pensar en otro caso así…” cerró sus ojos con fuerza. “Hmm… dudo mucho que un ser tan misterioso se acerque a alguien que es completamente normal…”
“¡Ahh!” la rubia se agarró la cabeza con ambas manos. “¿Acaso nos toca estar rodeados de personas que corren riesgo permanente? Qué frustrante. Esperaba que Dash no fuera así.”
“Pero no podemos preocuparle, Rin. Suena a que aquella Rita ya le hizo sentir mal de hasta venir,” observó Len, meditabundo. “Quizás era su manera de prevenir que Dash llegara a Hanasaki, o algo, pero si no vamos a hacer honestos con Dash, no hay por qué incomodarle…”
“Sí lo sé…” ante esas palabras, Rin llevó sus palmas a sus cachetes. “No puedo verme inquieta por nada. Imagínate si hay un paparazzi y se inventa un drama de mí. Todos nuestros followers van a llovernos mensajes y hacer videos de youtube al respecto.”
“Eh, me sorprende ese enfoque…” pese a la observación, Len fue sacado de cuatro por dicha posibilidad.
“¿Qué? Es mi manera de cambiar de conversación. Funcionó, ¿verdad?”
“Creo que un poco, pero…” dio un suspiro. “¿No pudiste venirte con algo positivo?”
“No me mires a mí, al menos yo intenté algo, a diferencia de ti.”
“Hai, hai…”
“¡Rin, tenías razón! ¡Es increíblemente delicioso!” exclamó Dash con su vasito de dippin’ dots. “¡Nunca los he visto antes! ¡Tengo que hacerle probar a Rita, de todas formas!”
“¡Ah, me alegra mucho!” Rin le dio un abrazo de costado. “¡Qué linda que eres para pensar en tu mayor, pese a lo que pesada que es contigo!”
“Ehehe, me cuesta entenderle, pero sé que Rita se preocupa por mí, ¡por eso quiero corresponderle!” exclamó Dash. “¿En serio no quieren? Son vasitos chiquitos.”
“Haha, gracias, pero sigue siendo bastante,” Len negó con sus palmas, sonriendo incómodo.
“¡Más bien hay que buscar más cosas para que comas!” dijo Rin. “Ahora que ya estás libre de las formalidades, ¿se te apetece algo?”
“Eh, no es que tenga nada en mente…” desvió su mirada. “Gracias por estar al pendiente de mí, pero esto debe ser aburrido para ustedes. No tienen que acompañarme a comer.”
“No digas eso, estamos pasando un rato como amigos, ¿verdad?” le preguntó el chico.
“¡Sí, sí, y no es algo que nosotros podemos hacer con frecuencia por nuestros horarios! ¡Aparte que este es un momento tan importante para ti! ¡Sigamos paseando!” procedió a darle media vuelta y empujarle hacia un área con más puestos de comida. “¡Demos un vistazo!”
“¡B-bueno!” Dash sonrió con torpeza. Le costaba creer que fueran tan amables con ella, pero podía decir que eran honestos. Eran amigos que apenas había conocido hace poco tiempo, aunque se sentía muy agradecida de los dos.
Así continuó una noche mayormente tranquila para los tres en lo que disfrutaban del momento.



“Hm, no entiendo…” Hiiro estaba pensando muy duramente.
“No tiene mucho sentido que ese portero no te haya dejado salir, pero bueno…” Kotegiri dio un suspiro. “Tampoco era para que te prepararas para atacarle.”
“Ah, sólo puedo imaginar que eso ya ha pasado varias veces…” Gumi se dio un facepalm. Pese a que el pelirrojo era un chico muy amigable y con la mejor disposición, por cosas como esa comenzaba a comprender por qué el buen Kotegiri vivía tan perpetuamente al pendiente de él (además de más que un poco estresado). Al menos lo pudieron prevenir esa vez.
“Nos hemos disculpado muy profusamente y prometimos que nos portaremos bien y seguiremos un buen ejemplo,” les recordó IA, alzando un índice. “Y sé que lo vamos a hacer, pero ahora que nos hemos calmado, deberíamos hablar con el señor para preguntarle por qué no podemos salir.”
“No lo sé, o sea, las puertas del otro lado están cerradas de la nada,” Gumi alzó una ceja. “Quizás deberíamos esperar a que las abran.”
“Eh, yo voto por eso, es raro, pero tal vez tienen un buen motivo,” Kotegiri asintió.
“Hm…” por su parte, IA hizo una especie de pequeño puchero, el cual el par no evitó ver como sumamente adorable. “No quiero ser innecesariamente curiosa, pero deberíamos saber…”
“¡Oh! ¡Tal vez los eventos competitivos acaban de empezar!” exclamó Hiiro en un momento de gran inspiración. Este sonrió de oreja a oreja en lo que comprimió un puño. “¡Claro, debe ser un acertijo que nos toca resolver para poder salir!”
“Ehm, no lo creo, Hiiro…” comentó su amigo, sonriendo incómodo.
“¿Eh? ¿Entonces será otro tipo de prueba?” lo volvió a meditar. “Hmm… creo que oí a unos compañeros de nuestra clase de baile conversar sobre algo en grupo que se llama… Battle Royale, o por ahí…”
“Eeeesperemos que no, haha,” Gumi rió un poco. Sin duda decía las cosas más graciosas, aunque el hecho que lo comentaba con tanta inocencia y seriedad simultáneas era un poco desconcertante. Sin duda un gimnasio lleno de gente se prestaría demasiado para la idea, así que mejor ni lo pensaba más.
“Oh, buenas noches a todos, veo que finalmente nos encontramos,” saludó Hyuuga cordialmente y dirigiéndose principalmente a IA. “¿Cómo les está yendo?”
“Ah, Hyuuga,” la rubia se acercó a su viejo amigo y asintió atentamente. “Muy bien, sólo parece que no nos quieren dejar salir. ¿Y ustedes?”
“Excelentemente, puedo reportar que mi documentación de mis presentes experiencias en plena velada se está llevando a cabo de maravilla,” él le extendió el pequeño cuaderno de apuntes. “No te obligaré, pero si pudieras añadir un comentario sobre tu parecer con respecto a la organización y efectividad del presente evento, te lo agradecería.”
“Hm, sí, pero déjame pensarlo un poco,” ella le sonrió. “Con mucho gusto.”
“Oh…” Taikogane pasó de frustrarse por la etiqueta de su compañero de clase a sentir que su corazón se pasmó por aquel semblante angelical de quizás la chica más bella en toda su secundaria.
“¡Hola! ¿Qué tal si seguimos paseando todos juntos?” preguntó Sora, contento.
“Haha, me parece bien,” Gumi asintió. “Aunque no andamos trabajando en el ensayo al igual que ustedes, pero de por sí felicidades por su esfuerzo.”
“Créeme que sólo es él…” Taikogane dio un suspiro. Le hubiera gustado agregar más quejas, aunque por saber cuánto IA lo estimaba, no quería quedar mal frente a ella.
“Hm, quizás yo también debería tomar algunas notas, al menos cómo poder comenzar,” observó Kotegiri, quien miró a Shiro y Kuro. “Buenas noches a los dos, ¿se están divirtiendo?”
“Eh, sí,” Shiro sonrió tímidamente, aunque agradecido por la atención a los dos. “Es mi primer evento de este tipo, y lo encuentro muy agradable.”
“Hehe, me alegro. Son muy generosos por tanta comida. A divertirnos con las actividades de los próximos días, hay que dar lo mejor.”
“Claro que sí.”
“…” Kuro le miró fijamente, y terminó por asentir.
“Hm…” Kotegiri se confundió un poco por su actitud, aunque pudo ver que era la forma del silencioso peliblanco de interactuar.
“¡Haha!” Sorita terminó por extender su palma a Kotegiri.
“¡¿Eh?!” este se alertó. “Eh… Harukawa-san, ¿sucede algo?”
“High five! ¡me gusta el color que tienes!” exclamó el rubio, alegremente. “¡Eres una buena persona, Sora está feliz!”
“Eh, g-gracias…” con algo de duda le extendió su palma y el otro finalizó el choque.
“¡Y llámame Sora, te llamaré Kotegiri! ¿Está bien?”
“B-bueno…” sonrió. En ese corto tiempo había terminado por llamar a más gente sin honoríficos, algo no muy característico de él, pero no le importaba mucho, ya que le gustaba tener a tantos amigos, por más que algunos fueran un tanto revoltosos…
“Así que eso fue lo que pasó. Malinterpreté el gesto del guardia y supongo que por mi actitud nos ha castigado,” Hiiro hizo una reverencia. “¡Lo siento! No es justo que los demás tengan que pagar por mi error.”
“¿En serio quisiste pelear contra él?” Taikogane alzó una ceja.
“Tal parece que es algo que hace de vez en cuando, recién me voy enterando,” Gumi sacudió una palma, intentando restarle importancia.
“Pero me parece muy raro, Hyuuga, entiendo que lo impacientamos, pero si no nos dejan salir merecemos respuestas,” observó IA. “Estaba por ir a preguntar si ocurre algo.”
“Por supuesto, te acompaño,” Hyuuga asintió, sonriendo tranquilamente.
“Ah, muchas gracias,” contestó contenta.
“¡Eh, vamos todos, suena muy interesante!” se apresuró en decir el peliazul, dirigiéndose a la chica. “Seguro que no podrían negarse si le pides amablemente, pero te apoyamos.”
“Eh, bueno,” ella ladeó su cabeza. “No creo que sea necesario, pero está bien.”
“Está bien, a resolver el misterio,” Gumi se encogió de hombros. Considerando que estaban en Hanasaki y era un evento de Hanasaki y Rizembool, tal vez tendría algo que ver con la usual guerra de siempre, motivo por el cual quiso ignorarlo, aunque no se opondría a los demás si estaban tan interesados en el asunto.
Así, el considerable grupo llegó donde la misma puerta que antes. Efectivamente, a pesar de que esta se encontraba abierta y se podía ver la tranquila y solitaria noche, el guardia encargado de aquel punto no tardó en interponerse.
“He sido claro con ustedes,” espetó, mirando a Hiiro con desapruebo. “Si insisten puedo reportarles a sus superiores por mal comportamiento.”
“Por favor, no meta a los demás en problemas por lo que hice, en verdad lo siento mucho,” dijo el pelirrojo, con leve tortura. Entonces, este notó que Hyuuga pasó por su costado, a manera de representar al grupo.
“Descuide, ninguna falta disciplinaria será necesaria, hemos venido únicamente por respuestas,” este se presentó con su seria y perspicaz sonrisa. “Comprendo que hay un motivo por el cual no quiere que nos retiremos y aprecio su dedicación. Sé por su comportamiento y prioridades que usted es un guardia entrenado en Rizembool. Estoy incluso más agradecido con usted por su leal trabajo a mi alma mater.”
“Eh, usted es…” ese guardia casi se vio en aprietos y agachó su cabeza. “Siento la falta de respeto, Masamune-sama, no me di cuenta que estaba presente.”
“Oh, no se preocupe por mí, vengo acompañado de estimados compañeros y amigos, no sería justo darme un trato especial.”
“C-cierto, lamento haberme comportado indebidamente con todos,” dicho esto, pese a claramente dudarlo por un segundo, se hizo a un lado. “Confío en su conocimiento y nivel en Rizembool. Pueden salir.”
“Eh, ¿está seguro?” Hyuuga le miró casi perdido. Sin embargo, fue jalado por Taikogane.
“Oye, abriste las aguas como Moises, ahora cruza nomás,” le regañó un poco y lo jaló. Así, el grupo se aventuró a la noche.
“Wow…” Gumi continuaba impresionada. Ella miró a Sora. “Ehm, ¿esto es normal?”
“Hm, sí, supongo,” él asintió y sonrió. “Hace un par de semanas, él le comentó a nuestra maestra de matemática que nos había dado un problema muy bien redactado y formulado en la tarea, y todos lo volvimos a ver en los próximos dos pasos.”
“Eh, con otros números, pero sí,” Shiro sonrió incómodo.
“Hm… ahora que lo piensan, sí recuerdo ese problema repetido,” alzó una ceja.
“Pues, parece que sí llegamos a salir pese a todo,” Kotegiri sonrió incómodo.
“Sí, pero… igual no tenemos respuestas,” IA lo pensaba un poco. Sin embargo, la rubia se encontraba inconforme.
“¿Pasó algo?” preguntó Hiiro.
“Ese señor se intimidó por Hyuuga, no me gustó,” miró al otro con seriedad. “Creo que es un gran problema que la gente lo no pueda ver por lo adorable que realmente es.”
“¿Adorable?” Kotegiri se confundió e intercambió miradas con el pelirrojo.
“Sí,” IA volvió a alzar su índice. “No sé si existe un código social que impide a chicos verse entre ellos como adorables, pero Hyuuga siempre ha sido muy adorable para mí. Ahora mismo no fue más que respetuoso y atento, pero es como si nadie lo pudiera ver.”
“Eh, s-supongo que es porque no lo conocen como tú…” comentó Kotegiri, sonriendo. Sí que lo estimaba mucho. Y seguramente se trataba de eso, ya que, en su punto de vista, ese peligris casi le inspiraba un aura un tanto siniestra en ocasiones por lo cortés y ‘bajo control’ que parecía.
“Una pregunta,” Hiiro alzó un poco su palma.
“Sí, dime,” IA le miró atentamente.
“¿Qué es adorable?”
“¿Eh?” los otros dos se confundieron.
“Creo que ya lo han dicho antes, y perdón si pregunto algo que no debería,” asintió con pesar por nuevamente causar inconvenientes. “Pero entiendo que no puedo atender lo que está mal ahora si no lo comprendo. ¿Qué es lo que me estoy perdiendo?”
“Hiiro,” entonces, IA le dio un efusivo abrazo. “Ahora mismo pienso que eres muy adorable, así que eso es lo que es. El algo que inspira un deseo grande de abrazar a alguien y que te da mucha felicidad y dicha por dentro.”
“Oh…” este se quedó en blanco en lo que algunas tuercas dentro de su cabeza se sincronizaban. “No sé si lo entiendo del todo, pero tiene algo de sentido. Muchas gracias.”
Mientras tanto el resto miró a esos tres ya que la acción de IA les había llamado la atención. Hyuuga sonreía gustosamente al ver a su amiga tan feliz por algún motivo que desconocía.
“Eh, IA…” sin embargo, Kotegiri sintió la necesidad de realizar un posible control de daños. “Creo que hay que explicárselo un poco mejor a Hiiro…”
“Prometo que lo iré entendiendo, Kotegiri. Hm, ahora que lo pienso…” el pelirrojo lo pensó. “Si, creo que tú también eres muy adorable.”
“¿P-p-perdón?” se quedó en shock.
“¡Sí, tiene sentido! ¡Tú me ayudas todo el tiempo a aprender mucho de la ciudad y a entrenar para ser un idol! ¡Puedo decir que tu apoyo me hace muy feliz y lo aprecio mucho!”
“Eh, pues, d-de nada, pero espera…” dijo ya algo mentalmente agotado.
“Pero, ¿eso significa que debería sentir el deseo de darte un abrazo?”
“¡N-no, es algo completamente diferente!” exclamó alarmado.
Encima de aquel estadio, un par de Rebels estuvieron a punto de atender el asunto de la niebla roja, aunque se detuvieron al notar a ese grupo de estudiantes salir del seguro estadio.
“Dijeron que les darían excusas creíbles a los asistentes para no salir, pero han dejado que estos niños salgan…” Ootakemaru agarró su nuca, a manera de disipar aquel ligero fastidio.
“Por más que el suceso ocurra del otro lado del estadio, sólo basta un paso en falso o un mero destello de poder, y esas enshyoujos podrían aparecer frente a ellos…” Matsui estaba usando aquella capa negra que, por sus modificaciones tecnológicas, cubría su rostro en tinieblas sin importar el ángulo o luz por el cual se le viera. “Uno de nosotros debe pedirles que regresen al interior. Parecen estudiantes de Rizembool.”
“Hm…” el otro alzó una ceja. “Pues eso quiere decir que la explicación será fácil al menos. Ya, yo me encargo.”
“Waka-sama, mejor lo haré yo,” este hizo una leve reverencia. “Déjeme asegurarle que yo personalmente le veo como un ser admirable y exalto su apariencia. Sin embargo, la gente promedio podría juzgarle por los cuernos que posee.”
“¿No serán más asustados por el hecho que no te pueden ver?” le cuestionó Ootakemaru.
“Fufu, seguro que así será, pero al menos yo ya estoy acostumbrado a que me rechacen, lo hace más fácil para mí,” lo comentó con un dejo de diversión.
Sin más que decir, él saltó hacia abajo y prácticamente de ese simple salto aterrizó frente a aquel grupo de estudiantes.
“¡Ohh!” Taikogane casi se cae para atrás y todos en general retrocedieron instintivamente, con distintos grados de aprehensión ante la llegada de aquella sombra humana.
Curiosamente para muchos, Shiro y Kuro de inmediato avanzaron al frente a manera de encararle, pero la tensión del par se apagó ni bien Hyuuga puso una mano en el hombro de cada uno y, de nuevo, tomó el liderazgo del grupo con suma calma.
“Buenas noches,” le saludó Hyuuga, con un semblante serio, aunque tranquilo. “¿Cómo le podemos atender?”
“No hay tiempo de charla…” dijo la voz con frialdad. “Regresen al estadio de inmediato.”
“…” el peligris asintió y sonrió comprensivamente. “Lo entiendo, disculpe las molestias.”
“!!!” en eso, Matsui pudo mirar atentamente a los demás en ese abundante grupo hasta llegar hacia el final de mismo, donde había una chica de cabellos rubios largos, un pelirrojo, y…
“Eh,” Kotegiri se confundió al notar cómo ese ser intimidante de la nada dio un salto y desapareció en medio de la noche. Pese a que este había llegado de la misma manera, casi pareció como si hubiera huido despavorido. Sin embargo, no llegó a considerarlo mucho…
“S-Sora,” Shiro instintivamente se acercó al rubio, quien de inmediato le abrazó. “Ya pasó.”
“Oye, Sora, ¿estás bien?” preguntó Taikogane, alarmado. Le vio asentir sin decir nada.
“No te preocupes, también me impresionó, pero parece que no era más que una especie de guardia,” observó Gumi, atentamente. “Parecía que nos estaba aconsejando.”
“Gracias, y perdón…” ya más tranquilo, Sora se soltó de Shiro y miró a todos. “Es sólo, esa persona, no me gustó el color que tenía… era un color muy inquietante, no puedo explicarlo.”
“Seguramente se trataba de un Rebel, para poder moverse así,” dijo Hyuuga. Este sonrió. “Descuiden, sólo regresemos al estadio, les aseguro que todo está bien. Es posible que esté ocurriendo una inconveniencia menor del conflicto entre las escuelas, pero seguramente todo se encuentra bajo control. De lo contrario, yo ya habría sido informado.”
“Eh, bueno, seguramente, por el overlord que eres,” Taikogane rodó los ojos, y terminó por arrepentirse al notar la mirada desaprobatoria de IA. “¡Q-quiero decir…!”
“Vamos, o si no regresará alguien a asustarnos de nuevo,” Gumi dio un suspiro.
El una vez animado grupo se mostró tenso en lo que caminaban de regreso a la entrada. Al notar eso, Hyuuga observó a los demás hasta notar a Hiiro meditar en silencio.
“Oh, Amagi-san, ¿de casualidad tiene alguna duda?” le preguntó amablemente.
“¡Ah, puedes llamarme Hiiro, entiendo que es la etiqueta en nuestro colegio!” dijo gustosamente. “Sólo estaba considerando la razón por la cual no pudimos salir antes. Entiendo que era por algo que ocurría afuera y no por tratarse de alguna actividad, así que mi deducción había sido incorrecta.”
“Fufu, no hay nada de malo en ello, más bien aplaudiría si nos fueran a asignar una actividad sorpresa en esta velada,” comentó entretenido. “Haría por una buena descripción para el ensayo que tenemos que escribir.”
“¡Es una buena manera de verlo! Por un momento pensé en aquello que otros llaman como una Battle Royale, como si todos estuviéramos en una dentro del estadio.”
“¿Eh? ¿Como Squid Game o algo?” preguntó Taikogane.
“¿Qué son esas palabras?” le preguntó Hiiro.
“Heh, es una ocurrencia muy interesante, Hiiro-san,” Hyuuga asintió. “Por más que no nos encontremos en un Battle Royale, ¿qué tal si todos ahora entretenemos la idea?”
“Ah, suena divertido,” IA asintió.
“Sé que no sucede ahora, pero, ¿qué es Battle Royale?” preguntó Hiiro, curiosamente.
“Es una pelea o competencia en la cual todos los participantes tienen que derrotarse mutuamente hasta que sólo uno queda en pie, el cual se convierte en el triunfador,” explicó Hyuuga. “Es la supervivencia del más apto, simplemente.”
“Ohh…” los ojos de Hiiro brillaron.
“H-Hyuuga-san, ehh…” por su parte, Kotegiri comenzó a asustarse.
“A pesar de no ser nuestra realidad, podríamos pensar en nuestras estrategias personales para sobrevivir o derrotar a otros, digamos, como una especie de entretenimiento mental,” dijo el peligris gustosamente.
“Entrenamiento mental…” Hiiro asintió un par de veces, a manera de tomar nota.
“Eh, no sé si deberíamos…” Gumi comenzaba a preocuparse.
“Para variar suena divertido, pero sólo lo pensaría si estuviera en un estadio con gente que sabe pelear,” Taikogane lo meditó. “No me gustaría ir seriamente contra gente común y corriente.”
“¡Haha, pero no hay que tomarlo con seriedad!” Sora sonrió animado. “¡Lo que más me gusta es correr y saltar así que yo sería puramente de defensa!”
“No soy muy atlética, pero de inmediato llamaría a Sakuya para que me proteja,” IA asintió.
“Y podríamos formar alianzas y tener nuestros equipos,” se sumó Shiro. “Tampoco soy de pelear, pero Kuro tiene más experiencia que yo.”
“No me opongo a equipos, pero por motivos del Battle Royale, es mejor ver lo que cada uno de nosotros puede hacer por su cuenta,” Hyuuga sonrió para sus adentros. “Me hace falta mayor entrenamiento, aunque pienso que sé defenderme bien con las espadas. Hiiro-san, ¿has podido pensar en una estrategia?”
“¡S-sí, he sido entrenado en pelea cuerpo a cuerpo!” este agarró su brazo con su otra mano, inspirado. “¡Pienso que puedo dar gran pelea! ¡Y si alguien me derrota entonces es porque no he sido lo suficientemente fuerte así que totalmente lo merecería! ¡No tengo miedo!”
“Es una buena actitud de tener,” Hyuuga asintió. “¿Y usted, Gou-san?”
“Llámame Kotegiri, por favor, y eh, tengo algo de experiencia con kendo, pero no mucho…” dijo dolorosamente. No le gustaba aquel ‘entrenamiento mental’ que estaba haciendo con Hiiro, sentía que era algo que le tocaría desenseñarle al pelirrojo después.
“Fufu, gracias por entretener el juego. Quizás no todos estemos igual de dispuestos a participar en una pelea así tan seriamente, pero como alguien en entrenamiento, es importante acoplarse ante la idea de estar listo para defenderse de otros o de atacarlos. Sin duda en un Battle Royale uno tiene que estar permanentemente listo para pelear contra todos.”
“¡Ehh!” no, Kotegiri definitivamente debía parar el coche.
“¡Es muy cierto!” aunque quizás ya era tarde. Los ojos de Hiiro se llenaron de llamas pasionales. “¡Pienso que fuera de las competencias, determinar quién es el ganador en una batalla puramente a base de nuestro potencial interno es mucho más importante! ¡Habría que buscar a la directora de Hanasaki para sugerírselo! ¡Habría que aprovechar que todos estamos encerrados!”
“Haha, todos igualmente esperan participar en sus disciplinas, así que una batalla seria que demande mucho de todos sería contraproducente, ¿no lo crees?” le preguntó Hyuuga.
“Hm, es cierto, hmm…” Hiiro volvió a cruzarse de brazos hasta que se vino con otra idea. “¡Entonces que sea para la clausura!”
“Ihh…” Kotegiri miraba con horror cómo la mayoría continuaba echando leña al fuego y encontrando las reacciones de Hiiro como graciosas, mientras él mismo temía que su muy voluntarioso roommate fuera a prender ES en llamas. No sabía si contaba con las energías o habilidad de rectificar el daño accidental que IA y Hyuuga le habían causado al muy inocente pelirrojo.
...
115.10.
…
Sin embargo, pese a los deseos colectivos de mantener la situación bajo control…
“Ah, por supuesto que él ya se encuentra expandiendo su poder, y con gran fuerza,” Shiyoon se encogió de hombros y dio un suspiro. Él caminaba junto con Floyd fuera del estadio, en dirección al área donde había la manifestación de la niebla roja.
“Hm~” Floyd ensanchó su sonrisa curiosa. La niebla roja continuaba tan tenue y desapercibida que antes. Sin embargo, para ambos, era más bien la habilidad de detectar la propia magia de aquel Rebel tentativo, y en particular, Floyd podía resonar con aquellas vibras. Apretó el agarre que tenía en un tubo de metal, el cual descansaba encima de un hombro. “Es obvio, ¿no? La niebla tiembla de agresión. Esos orphans están a punto de salir~”
“Eh, ¿de dónde sacaste ese tubo?” preguntó el otro, sonriendo incómodo.
“¿Qué? El tubo estaba apoyado en la entrada al estadio junto con otros, por eso lo agarré,” respondió con toda naturalidad y una pisca de aburrimiento. “Dices que orphans van a aparecer, ¿no? Yo no soy Rebel aún, así que tengo que defenderme con algo.”
“Creo que ya te dije que no tienes que pelear, yo me encargo…”
“¿Pero dónde está la diversión en eso, Shiyoon? Siempre eres el que hace cosas divertidas,” se quejó de mala gana. “Si sólo me usas de guía para encontrar al revoltoso, más me asemejo a una aburrida hadita luminosa. Así mejor no hubiera venido.”
“Y no tenías ninguna obligación de acompañarme,” se frustró un poco. Si bien Shiyoon era de mantener su buen humor ante cualquier circunstancia, sí había muy contadas personas que podían impacientarle, como aquel desenfrenado gemelo.
El par se adentró en el área marcada como en cuarentena. Una vez ahí, les tocaba inspeccionar el área y poder ubicar al causante de aquel hechizo para prevenir que causara algún revuelo. O al menos, aquellas habían sido las intenciones de Shiyoon cuando estuvo operando solo. Este mismo sabía que, al ser alguien con habilidades de Rebel, su mera presencia incentivaría la aparición de los orphans, motivo por el cual tenía que apurarse a rastrear a su objetivo. Pero, por supuesto, no había llegado por su cuenta.
“Pues, parece que tal cual esperé, esta niebla se está volviendo más densa,” observó Shiyoon, mirando de un lado a otro. “Así es difícil detectar de dónde viene. ¿Puedes notar algo, Floyd?”
“Hehe~” por su parte, el peliverde ya estaba armado con su tubo, al cual agarraba como si se tratara de un bate de baseball.
“Ehm, Floyd, ¿acaso estás esperando a los orphans?” preguntó, sonriendo nervioso. “Te aseguro que no son tan divertidos de pelear, ya lo he hecho.”
“Oye, no me mates el suspenso, quiero conocerlos por mi cuenta,” dijo en lo que dio un golpe al aire a manera de calentar sus extremidades. “¿Son orphans aleatorios? ¿Serán tipo dragones? ¿Quizás algún zombie? ¡Hehe, totalmente me apunto a un zombie apocalypse!”
“Haha, admito que no me molestaría que veamos cómo hacer una simulación de eso de alguna manera, pero pues, ahora he venido con un rol…” le recordó amablemente, lo cual le hizo ganarse una mirada de desdén del otro. “Ah, ¿qué tal si luego le digo al jefe que te prepare una pelea con estos orphans? Así no te pierdes de nada.”
“¿Pero por qué esperar si puedo hacerlo ahora?”
“Por favor recuerda que nuestra misión es que nadie salga herido.”
“Ese es tu problema, ¿no? Yo sólo ando aquí de curioso…” se volvió a desentender y continuó practicando su mejor golpe en el aire.
“Sabía que no me ayudarías para nada e igual estoy decepcionado…” dio un pesado suspiro. “Dijiste que podías leer las vibras en el aire para encontrar al responsable. ¿Acaso no te interesa conocerlo? Realmente es todo un personaje, te lo aseguro.”
“Hmm…” para variar, el peliverde se mostró curioso y lo meditó un poco, casi convencido.
Pese a ello, la niebla finalmente se condensó lo suficiente como para que los primeros orphans se manifestaran frente a ellos. Se trataban nuevamente de las enshyoujos, las cuales de inmediato se enfocaron en Floyd al notar sus intenciones de pelear.
“¡Ohhh! ¡¿Vampiresas?! ¡¿Cómo así recién me entero?!” exclamó casi eufórico, mientras sus ojos se afilaban. Alzó su tubo con toda la intención de aniquilarlas. “¡Hahahahaha!”
“Uhh…” Shiyoon dejó caer su cabeza hacia el frente, grandemente cansado y frustrado. Ahí estaba, la responsabilidad que su yo del pasado le había lanzado por decidir no pensarlo dos veces cuando Floyd quiso apuntarse. Lo peor del asunto era que, por más ‘entusiasta’ que el otro se mostrara de pelear, él no podía contra esos orphans a largo plazo y podría ser descuartizado ni bien se le acabaran las energías, así que ni podía confiarle solo en lo que pretendía terminar con su trabajo.
“¡Y están apareciendo más!” observó entusiasmado en lo que más de las enshyoujos hacían acto de presencia. “¡Nada mal, ya estaba demasiado aburrido!”
“Eh, Floyd…” y sí, acababa de fallar en su trabajo de control de daños, ya que las enshyoujos continuarían multiplicándose desenfrenadamente ante la agresión. “Ahh… no me sorprende que ocurra esto, pero debí haberlo evitado…”
Por más que la prognosis a largo plazo no estaba a su favor, Floyd demostró una muy impresionante habilidad con su improvisado tubo y rápidos reflejos para desnucar, lanzar y dislocar a sus múltiples enemigas. Las enshyoujos gritaban de manera ensordecedora con evidentes intenciones de matar al joven, aunque de momento el otro se mantenía firme, con una algarabía que no tenía nada que envidiar al instinto salvaje de sus oponentes inhumanas. Mientras tanto, Shiyoon se abría paso entre dichos orphans en un intento de llegar donde el otro, procurando no llamar la atención y volverse un segundo blanco al mantenerse sin intenciones de combatir frente a ellas. Sin embargo, aquello no fue posible por más tiempo, ya que a poca distancia del peliverde, este por poco y es alcanzado por una enshyoujo que pasó a través de otra que acababa de ser derrotada.
Shiyoon tuvo que invocar su espada y con una rápida serie de cortes, desintegró a todos los orphans que les rodeaban.
“Ya, te tengo, ahora vámonos,” dijo agarrándole del brazo. A pesar de sus intenciones, no iba a serle fácil de convencer al otro.
“¡Haha, no way!” Floyd se zafó justo cuando todas las enshyoujos descuartizadas en el aire volvieron a regenerarse. “This is some Castlevania level shit! ¡Tengo que pelear!”
“¡Oye!” intentó volver a alcanzarle, pero por haberle protegido, las enshyoujos también comenzaron a tratarle como un oponente, así que había pasado a tener el doble de trabajo.
Pues… al menos le quedaba el consuelo que había otros agentes de Rizembool en stand-by listos para ayudar a disipar esa tormenta de orphans.











El grupo de HiMEs con el par de chicos de Rizembool ya había estado cerca de regresar al estadio. Sin embargo, no tardaron en oír unos gritos desgarradores femeninos, los cuales pusieron los pelos de punta a más de uno.
“¡¿Q-qué es eso?!” exclamó Tsubasa.
“¿Alguien necesita ayuda?” preguntó Roxas, listo para regresar por donde habían llegado. Sin embargo, Norimune le agarró de un hombro.
“No tan rápido, joven Key,” este, para variar, miraba hacia la ahora muy visible niebla roja con una determinación y seriedad poco características de él.
“Norimune…” Suzuka se quedó impresionada. “¿Qué sucede?”
“Tal parece que alguien habrá comenzado la susodicha tormenta…”
Entonces, esa niebla comenzó a extenderse más cerca de ellos, y pronto notaron a unas figuras que pertenecían a orphans con apariencia de vampiresas. Estos monstruos aparecieron uno detrás de otro.
“Tch…” Suishinshi entrecerró sus ojos. La situación se estaba tornando seria. “Recuerden lo que les he dicho, no nos toca pelear, debemos ingresar dentro del estadio y prevenir que más salgan.”
“Entendido,” Saki asintió. Pese a esas instrucciones…
“¡No, más bien nos toca eliminar este peligro!” Tenshi se aventuró a pelear con aquellas figuras siniestras, sorprendiendo a todos.
“¡Maldición, escucha para variar!” le requintó Reimu, ya muy tarde.
“Creo que lo ha usado de excusa por lo aburrida que estaba,” Youmu dio un pesado suspiro.
“¿Eh? ¿Está haciendo algo riesgoso por estar aburrida?” Taikei parpadeó confundido. “Pero eso no tiene mucho sentido. Uno siempre puede buscar hacer algo divertido luego de las obligaciones. ¡Yo estaba por sugerirles que de aquí vayamos a un karaoke! ¿Qué piensan?”
“Eh, no es el momento, parece que algo serio ocurre…” Kashuu le miró como bicho raro.
Efectivamente, luego de que Tenshi partiera a un par de orphans con su espada con aparente facilidad, estos seres pasaron a regenerarse como si nada hubiera ocurrido. Más bien, cuatro más surgieron de la niebla a corta distancia.
“¡¿Q-qué es esto?!” la peliazul se quedó en shock.
“¡Ah, demonios!” Suzuka había querido seguir las recomendaciones, pero no podía dejar a Tenshi sola en medio de ese bizarro y aparentemente invencible peligro. Ella partió corriendo para ayudar a su kouhai. Un frustrado Norimune apenas se encogió de hombros con cansancio para entonces volverse en un haz de luz y tomar la forma del arma de su susodicha hija.
“Y ahora… ¿qué hacemos?” Roxas dio un suspiro. “Normalmente pensaríamos en ayudarles, pero…”
“…” Suishinshi cerró sus ojos.
“¿Qué tienes en mente?” le preguntó Taikei, mirándole atentamente.
“Espero que no te sientas obligado en ayudarles. Fuimos advertidas, hasta ahí se extiende tu responsabilidad,” le recordó Saki. “Ya no eres un Rebel como para que tú pelees.”
“No sé cómo harán las cosas en Hanasaki, pero en caso de que alguien desacate el sentido común, nadie debe verse con ninguna obligación de ayudar a los faltantes, al menos según mi experiencia propia,” comunicó, tranquilamente.
“Entiendo, pero…” Youmu se alertó.
“Sin embargo, hay personas que ayudarán a derrotar a estos orphans, gente con experiencia que saben cómo lidiar con ellos…” Suishinshi volvió a abrir sus ojos y observó a ese par de HiMEs ya comenzar a tener líos para defenderse de la lluvia de orphans que continuaba incrementando. “No es un caso perdido. Lo único que necesitan hacer es resistir el ataque hasta que reciban el auxilio que ya está en camino,” él miró hacia Saki y Tsubasa. “Y desde ya les indico que ustedes no las van a ayudar. Son todavía inexperimentadas.”
“E-entiendo, no creo que lo pueda hacer de momento,” Tsubasa asintió.
“No pensaba hacerlo, pero que me llames así me dan ganas de darte la contra,” su hermana menor le miró con cierto desapruebo, y vio a su mayor apenas negar impaciente.
“No estoy en posición de juzgar a las demás HiMEs presentes al desconocer sus casos, tampoco tienen ninguna responsabilidad de auxiliarles, pero eso lo dejo en sus manos,” Suishinshi se dio media vuelta. “Taikei, ingresemos al estadio. Nuestro trabajo ha terminado.”
“Hmm, ¿sabes? Podríamos quedarnos a hacerles compañía~” sugirió juguetonamente.
“No lo volveré a repetir, vámonos ya,” insistió con severidad.
“Uhh…” el menor hizo un puchero, y terminó por sonreír apenado a los demás. “Eh, lo siento, pero ya nos tenemos que ir. ¡Suerte y ojalá nos volvamos a ver pronto!”
“…” Saki les vio partir. El más joven intentaba dialogar con su hermano a manera de tratar de animarle, pero este ni siquiera volvió a girar la cabeza para mirarles. Alzó una ceja.
“Hehe, tu hermano se toma su labor muy seriamente, ¿no es así?” Tsubasa sonrió.
“Es frustrante, él en verdad no es para nada tan serio…” dio un suspiro. “Casi no parece él.”
“…” Youmu dio un respiro profundo e invocó sus armas. “No estoy contenta con el ímpetu de Tenshi, pero no podemos dejarlas así a su suerte…”
Justo en ese momento, Tenshi gritó hacia las demás para demandarles que se les unieran.
“…” y sólo por eso, la previamente voluntariosa peliblanca se mostró inconforme.
“Yo que tú dejo que los orphans la abollen un poco, en serio,” dijo Reimu, impaciente. “Aquí a la que podríamos ayudar es a Suzuka, al menos ella fue cuidadosa esta vez.”
“Entiendo eso, pero andan tan juntas que ayudarlas es como un paquete de dos,” observó Kashuu, rodando los ojos.
“Igual si fue irresponsable, no deberíamos dejarla expuesta al peligro,” Tsubasa frunció el ceño. Casi le daban ganas de intentar ayudar al ver que los demás no saltaban al peligro.
“Y no, serás la presidenta de la clase, pero ahora estás fuera de tu elemento, tú no haces nada,” observó Saki, severamente, en lo que le agarraba de un brazo.
“De todos modos tenemos que ayudar a nuestra senpai, eso solo lo vale,” finalmente, Youmu terminó de convencerse y adentrarse en medio de la horda de orphans.
“Al menos sus esfuerzos parecen estar focalizando un poco a los orphans, pero sí, se regeneran constantemente…” Roxas se puso a pensar. Intentaba ver cómo poder ayudarles efectivamente.
Entonces, Cho terminó por caerse de rodillas al suelo.
“A-aruji,” Kashuu se alarmó y se agachó a su costado. Su HiME se veía consternada y cubría sus orejas con ambas manos. “Aruji, ¿te sientes bien? ¿Qué sucede?”
“Cho…” Roxas fue despertado y también se le acercó. “Tsk, perdón, verdad que intentamos regresar porque no te sentías bien…”
“Estos gritos de los orphans…” dijo la HiME con una mueca de dolor. “…no es la primera vez que los escucho…”
“¿Cómo así?” preguntó su hermano.
“¿Acaso son como ese extraño grito interno que a veces oyes desde la noche en el muelle?” preguntó Kashuu, atentamente y agarrándole de los hombros a manera de reconfortarla.
“…” Cho asintió un par de veces.
“…” Roxas volvió a mirar a esos orphans que no paraban de gritar. Era bastante desconcertante, pero sabiendo cómo su hermana había podido notar la niebla desde mucho antes que los demás y a mayor intensidad, era posible que el ruido la estuviera afectando más que a la mayoría, por algún motivo que no podía entender. Él apretó sus puños y terminó por ayudar a la peliceleste a ponerse de pie. “No, no hay forma que vaya a pelear ahora. Vamos al estadio donde los demás.”
“Eh, pero…” ella se preocupó.
“Prefiero asegurarme de que estés bien. No me gusta la idea de que te tenga que dejar de lado todo el tiempo porque todavía puedo pelear, aparte que ni sabemos lo que te ocurre,” admitió el rubio, algo contrariado y desviando su mirada. “Así como estás no estaré tranquilo a menos que pueda quedarme de tu lado…”
“…” Kashuu le miraba intensamente.
“…y presumo que no tienes nada de qué criticarme por mi decisión, ¿verdad?” le reclamó el Key, impaciente.
“No, más bien casi no pareces ser tú, no eres de poner a aruji primero en momentos así,” observó con un cierto dejo de aprobación, sin despejar su escepticismo. “Estoy de acuerdo.”
“Eh… ya veo…” Roxas se extrañó.
“O sea, es bueno que lo hagas, para variar,” se encogió de hombros.
“Tsk, no intentes buscarme bronca ahora, no es el momento,” entrecerró los ojos.
“…” Cho sintió cierta frustración, aunque al menos parecía que su arma intentaba tragarse un poco su orgullo. Era sin duda algo reconfortante.
“Eh, lo lamento, pero tenemos que irnos. Tengan mucho cuidado, por favor,” dijo Roxas.
“Sí, muchas gracias, ustedes también,” Tsubasa asintió.
“…” Saki dio un suspiro. “No es que nosotras podamos hacer mucho, pero me sentiría mal si las abandonamos del todo. Veremos qué hacer.”
“Por favor vayan a descansar, Cho se ve fatal,” observó Reimu. Ella les vio partir y pasó a frustrarse. De las tres restantes, era sin duda la que más ‘experiencia’ tenía, apenas por ser mayor y contar con quizás unos meses adicionales de ser HiME, pero bueno… esperaba no tener que sentir que era necesitada.
Sólo podía quedarse al pendiente para ver cuándo los supuestos expertos irían a llegar.



“¡Muchas gracias!” Dash sonrió ampliamente en lo que entregaba una ficha con sus datos a un encargado, así asegurando su participación en las competencias de atletismo.
“No hay de qué, te esperamos mañana a las ocho de la mañana para la orientación y toda la información referente a tu número como participante y tu horario personal,” contestó esa persona, amable y entusiasta. “Te deseo lo mejor, da tu mejor esfuerzo.”
“¡Oh, sí que lo haré!” sus ojos brillaron con estrellitas y asintió efusivamente.
Al lograr su meta de la noche y saber que figuraría entre los muchos estudiantes participantes, Dash dio espacio para la siguiente persona a ser atendida y caminó dando saltitos sin darse cuenta. Podía sentir que el rumbo de su vida mejoraba cada vez más, y luego de observar la inmensidad de la impresionante universidad de Hanasaki, le anhelaba pensar que podría ser una estudiante más de aquella prestigiosa institución.
Su caminata le llevó cerca de una de las salidas del estadio, la cual pasaba mayormente desapercibida para los presentes. Dash no pudo evitar mirar hacia la noche por medio de esa puerta abierta. Pensó en su camino de regreso a casa al término del presente evento, recordó la posibilidad que seguramente Rita volvería a darle un mal rato por alguna indescifrable razón… pero, por sobre todo, se concentró en la oscuridad de la noche, el recuerdo de la brillante luna y sutiles estrellas… en ese vacío de las tinieblas que le recordaba lo pequeña que era, pero que a su vez, le hacía sentir como un pequeño destello en el centro de su corazón, en medio de la fría inmensidad de todo lo demás.
Sintió la dicha de seguir con vida y poder brillar al igual que los demás, a su propia manera.
“¿Eh?” entonces, en medio de su contemplación, notó que había una rara niebla rojiza al exterior, algo que no podía detectar bien a menos que se acercara más al ingreso, lo cual quiso hacer…
“¡Dash!” repentinamente, Rin se le saltó encima y le dio un fuerte abrazo.
“¡Ah!” esta no evitó asustarse por la sorpresa.
“¿Qué te tiene tan nerviosa? A mí me gusta lo apachurrable que siempre eres~” canturreó la gemela, sin soltarle.
“Eh, no, no es nada, sólo que…” Dash miró hacia la puerta, aunque curiosamente un par de porteros habían aparecido justo para cerrar la salida. “Pues… me pareció ver algo afuera…”
“Dime, ¿pudiste inscribirte para tus competencias?” preguntó Len, dándoles el alcance.
“Ah sí, ya está todo confirmado,” dejó de ser abrazada y asintió efusivamente. “¡Ahora sólo me queda dar todo de mí! ¡Al menos esa es la parte menos intimidante!”
“Oh, bien por ti, yo en tu lugar tendría muchos nervios antes de la competencia,” admitió Rin.
“Eh, no que no los tenga, pero…” curiosamente, la decidida Dash terminó viéndose inquieta por aquel recordatorio, y terminó sacudiendo su cabeza. “O sea, es la parte que depende solamente de mí ahora que terminé con las formalidades, y pues, prefiero encargarme de eso.”
“Bueno, eso tiene sentido,” Len asintió y le dio un panfleto.
“¿Qué es eso?” preguntó Dash, confundida. Incluso Rin se acercó para leerlo.
“Horario de buses…” leyó la rubia.
“Como los eventos van a ser tanto en Hanasaki como en Rizembool, han habilitado unos buses especiales que conectan a las dos universidades para que todos los asistentes puedan transportarse rápidamente. Estos parten cada quince minutos,” explicó. “Aquí figuran los paraderos y las horas.”
“¡Ohh, ni lo había pensado, muchas gracias!” la pelinegra se emocionó.
“Hm, no sabía, pudiste haberme traído uno, Len,” le recriminó su hermana.
“Por supuesto que no sólo agarré uno, tengo una copia para los dos,” contestó con otro panfleto.
“¡Ah, perfecto!” así, Rin se lo arrancó y lo revisó entusiasmada. “¡Bien hecho, así es como debes tener a tu hermana mayor en mente!”
“¡Oye, no sólo es para ti, y no eres mayor, somos de exactamente la misma edad!” le reclamó el chico, frunciendo el ceño.
“No, obviamente eres el menor, le puedes preguntar a cualquiera,” Rin sonrió con superioridad. “Ya mucha gente me ha dado la razón, ¿no te acuerdas?”
“¡Sólo lo hacen porque siempre empiezas autodeclarándote como mayor que yo!” se quejó. “¡Ya les das la idea antes de que lo puedan pensar por su cuenta!”
“Haha…” Dash rio un poco. Era sin duda una discusión que no oía por primera vez.
“Bueno, ya mucho, hermanito, no hagamos a Dash esperar.”
“¡No insistas!”
“Dime Dash, ¿has probado dippin’ dots? ¡Hay un puesto no muy lejos de aquí!”
“Eh, no, ¿qué es eso?” no llegó a contemplarlo, ya que Rin de inmediato le jaló y los tres fueron en dirección a ese lugar.
“¡Es helado congelado con nitrógeno líquido en bolitas! ¡Apuesto a que te va a gustar!” explicó en lo que avanzaba rápidamente.
“E-espera, ¿podemos ir más lento, Rin?”
“Uhh, no, si ya nos separamos antes porque un grupo de fans nos detuvieron para hablar con nosotros,” Rin negó e hizo un puchero. “Así que así nos exponemos por menos tiempo a cada posible transeúnte. ¿No tiene sentido?”
“Yo más bien creo que avanzar rápido nos hace llamar más la atención, Rin,” Len dio un suspiro.
“Hehe…” Dash pensó lo mismo que Len, pero decidió no meterse en el asunto.
Felizmente, pudieron llegar a aquel puesto bastante popular, el cual al igual que la mayoría servía sus productos gratuitamente al público en general.
“¡Ohh, se ve bonito! ¡Me pregunto si Rita o Horizon los han probado antes!” exclamó Dash, aunque ella misma se detuvo y sonrió incómoda. “Eh, no, ¿qué estoy diciendo? A Horizon no le gustaría el helado…”
“…” tanto Rin como Len se sorprendieron e intercambiaron miradas.
“Eh, chicos…” ladeó su cabeza.
“¿Por qué dices eso, Dash?” preguntó Len, curiosamente.
“¿Será que a tu supervisora no le gusta la leche? ¿Tendrá intolerancia?” Rin lo meditó.
“Eh, pues, n-no, más bien… ¡Oh, sí, creo que es eso! O-o sea, Horizon es muy particular con las cosas que come, por eso lo digo…” la pelinegra se vio nerviosa. “Ehm, ¡¿qué tal si hacemos la fila desde ya?! Creo que hay más gente que viene.”
“Gracias, pero Rin y yo ya comimos varios bocadillos antes que llegaras,” admitió Len, sonriendo con torpeza.
“Uhh, sí, tú sabes que tenemos que cuidarnos como los idols y streamers que somos,” Rin asintió, sonriendo ampliamente. “¡Pero descuida, estamos aquí por ti! ¡Date el gusto que sé que te gustará! ¡Te esperamos!”
“Aw, bueno, ojalá la próxima podamos compartir algo juntos. ¡Ahora vuelvo!”
Así, la chica se unió a la cola, la cual efectivamente recibió al grupo que había estado cerca. Luego de verla distraída con el menú y el producto en sí en lo que este era servido, los gemelos se mostraron entre preocupados y aliviados.
“Uhh… qué cerca estuvo…” Rin se dio un facepalm. “Qué bueno que no me vio acercarme porque creo que corrí más rápido que la gente promedio.”
“Me sorprende que en plena emergencia de orphans todavía osen por tener las puertas abiertas…” Len negó, y miró al lado opuesto del estadio, el cual efectivamente tenía todas las salidas descubiertas. “Entiendo que la manifestación es del otro lado, pero nadie debería salir en lo que se pone bajo control.”
“Hm, no sé, Len,” Rin le dio un vistazo. “Igual hay porteros, y con un lado del estadio cerrado, supongo que mantienen el otro abierto para todavía dar un ambiente de normalidad.”
“Pues, tiene sentido, igual da miedo…”
“Me alegro mucho por Dash que quiera apuntar a estudiar en una escuela privada como Hanasaki, pero a la pobre le tocará estar expuesta a estas cosas…” Rin bajó su mirada.
“Sí pues…” Len miró hacia las luces del estadio, contemplativo. “¿Tú crees que deberíamos resguardarla tanto, Rin?”
“¿Eh? ¿Por qué no? No es que la hayan aceptado aún,” alzó una ceja.
“Lo sé, pero o sea… sus dos supervisoras que la cuidan no son ajenas a las instituciones,” llevó una mano a su mentón. “Y podríamos decir ‘pero Dash seguro que no lo sabe’, pero…”
“Sonó a que quizás sabía la verdad sobre Horizon, ¿no?”
“Hmm…” Len terminó cruzándose de brazos, con cierto conflicto interno. “Exacto…”
“Entiendo que parte de mí quisiera que Dash sí supiera más cosas, tal vez así nosotros también podríamos ser más honestos con ella, pero no lo sé, Len…” Rin volvió a mirar a Dash, quien ya se notaba maravillada y emocionada de ser la siguiente en ser atendida, debido a aquel muy raro postre que estaba por probar. “Temo que Dash no sólo pueda ser una posible estudiante de Hanasaki. Creo que ella sería una HiME.”
“¿Eh?” Len se sorprendió. “¿Por qué lo dices? De ser así, seguro que ya la habrían intentado reclutar y no tendría que rendir ninguna prueba o competencia para aplicar a una beca.”
“Tú sabes por qué lo digo,” Rin se impacientó. “¿Recuerdas la noche en la que la conocimos?”
“…” el otro se vio preocupado y desvió su mirada. “Lo sé…”
“Y ni sabemos qué es de ese tal Jin que se aparece cuando quiere… uhh, ojalá fuera sólo un amigo imaginario de Dash, pero sabemos que sí existe…”
“Cierto, es alguien de quien no sabemos nada y no puedo pensar en otro caso así…” cerró sus ojos con fuerza. “Hmm… dudo mucho que un ser tan misterioso se acerque a alguien que es completamente normal…”
“¡Ahh!” la rubia se agarró la cabeza con ambas manos. “¿Acaso nos toca estar rodeados de personas que corren riesgo permanente? Qué frustrante. Esperaba que Dash no fuera así.”
“Pero no podemos preocuparle, Rin. Suena a que aquella Rita ya le hizo sentir mal de hasta venir,” observó Len, meditabundo. “Quizás era su manera de prevenir que Dash llegara a Hanasaki, o algo, pero si no vamos a hacer honestos con Dash, no hay por qué incomodarle…”
“Sí lo sé…” ante esas palabras, Rin llevó sus palmas a sus cachetes. “No puedo verme inquieta por nada. Imagínate si hay un paparazzi y se inventa un drama de mí. Todos nuestros followers van a llovernos mensajes y hacer videos de youtube al respecto.”
“Eh, me sorprende ese enfoque…” pese a la observación, Len fue sacado de cuatro por dicha posibilidad.
“¿Qué? Es mi manera de cambiar de conversación. Funcionó, ¿verdad?”
“Creo que un poco, pero…” dio un suspiro. “¿No pudiste venirte con algo positivo?”
“No me mires a mí, al menos yo intenté algo, a diferencia de ti.”
“Hai, hai…”
“¡Rin, tenías razón! ¡Es increíblemente delicioso!” exclamó Dash con su vasito de dippin’ dots. “¡Nunca los he visto antes! ¡Tengo que hacerle probar a Rita, de todas formas!”
“¡Ah, me alegra mucho!” Rin le dio un abrazo de costado. “¡Qué linda que eres para pensar en tu mayor, pese a lo que pesada que es contigo!”
“Ehehe, me cuesta entenderle, pero sé que Rita se preocupa por mí, ¡por eso quiero corresponderle!” exclamó Dash. “¿En serio no quieren? Son vasitos chiquitos.”
“Haha, gracias, pero sigue siendo bastante,” Len negó con sus palmas, sonriendo incómodo.
“¡Más bien hay que buscar más cosas para que comas!” dijo Rin. “Ahora que ya estás libre de las formalidades, ¿se te apetece algo?”
“Eh, no es que tenga nada en mente…” desvió su mirada. “Gracias por estar al pendiente de mí, pero esto debe ser aburrido para ustedes. No tienen que acompañarme a comer.”
“No digas eso, estamos pasando un rato como amigos, ¿verdad?” le preguntó el chico.
“¡Sí, sí, y no es algo que nosotros podemos hacer con frecuencia por nuestros horarios! ¡Aparte que este es un momento tan importante para ti! ¡Sigamos paseando!” procedió a darle media vuelta y empujarle hacia un área con más puestos de comida. “¡Demos un vistazo!”
“¡B-bueno!” Dash sonrió con torpeza. Le costaba creer que fueran tan amables con ella, pero podía decir que eran honestos. Eran amigos que apenas había conocido hace poco tiempo, aunque se sentía muy agradecida de los dos.
Así continuó una noche mayormente tranquila para los tres en lo que disfrutaban del momento.









“Hm, no entiendo…” Hiiro estaba pensando muy duramente.
“No tiene mucho sentido que ese portero no te haya dejado salir, pero bueno…” Kotegiri dio un suspiro. “Tampoco era para que te prepararas para atacarle.”
“Ah, sólo puedo imaginar que eso ya ha pasado varias veces…” Gumi se dio un facepalm. Pese a que el pelirrojo era un chico muy amigable y con la mejor disposición, por cosas como esa comenzaba a comprender por qué el buen Kotegiri vivía tan perpetuamente al pendiente de él (además de más que un poco estresado). Al menos lo pudieron prevenir esa vez.
“Nos hemos disculpado muy profusamente y prometimos que nos portaremos bien y seguiremos un buen ejemplo,” les recordó IA, alzando un índice. “Y sé que lo vamos a hacer, pero ahora que nos hemos calmado, deberíamos hablar con el señor para preguntarle por qué no podemos salir.”
“No lo sé, o sea, las puertas del otro lado están cerradas de la nada,” Gumi alzó una ceja. “Quizás deberíamos esperar a que las abran.”
“Eh, yo voto por eso, es raro, pero tal vez tienen un buen motivo,” Kotegiri asintió.
“Hm…” por su parte, IA hizo una especie de pequeño puchero, el cual el par no evitó ver como sumamente adorable. “No quiero ser innecesariamente curiosa, pero deberíamos saber…”
“¡Oh! ¡Tal vez los eventos competitivos acaban de empezar!” exclamó Hiiro en un momento de gran inspiración. Este sonrió de oreja a oreja en lo que comprimió un puño. “¡Claro, debe ser un acertijo que nos toca resolver para poder salir!”
“Ehm, no lo creo, Hiiro…” comentó su amigo, sonriendo incómodo.
“¿Eh? ¿Entonces será otro tipo de prueba?” lo volvió a meditar. “Hmm… creo que oí a unos compañeros de nuestra clase de baile conversar sobre algo en grupo que se llama… Battle Royale, o por ahí…”
“Eeeesperemos que no, haha,” Gumi rió un poco. Sin duda decía las cosas más graciosas, aunque el hecho que lo comentaba con tanta inocencia y seriedad simultáneas era un poco desconcertante. Sin duda un gimnasio lleno de gente se prestaría demasiado para la idea, así que mejor ni lo pensaba más.
“Oh, buenas noches a todos, veo que finalmente nos encontramos,” saludó Hyuuga cordialmente y dirigiéndose principalmente a IA. “¿Cómo les está yendo?”
“Ah, Hyuuga,” la rubia se acercó a su viejo amigo y asintió atentamente. “Muy bien, sólo parece que no nos quieren dejar salir. ¿Y ustedes?”
“Excelentemente, puedo reportar que mi documentación de mis presentes experiencias en plena velada se está llevando a cabo de maravilla,” él le extendió el pequeño cuaderno de apuntes. “No te obligaré, pero si pudieras añadir un comentario sobre tu parecer con respecto a la organización y efectividad del presente evento, te lo agradecería.”
“Hm, sí, pero déjame pensarlo un poco,” ella le sonrió. “Con mucho gusto.”
“Oh…” Taikogane pasó de frustrarse por la etiqueta de su compañero de clase a sentir que su corazón se pasmó por aquel semblante angelical de quizás la chica más bella en toda su secundaria.
“¡Hola! ¿Qué tal si seguimos paseando todos juntos?” preguntó Sora, contento.
“Haha, me parece bien,” Gumi asintió. “Aunque no andamos trabajando en el ensayo al igual que ustedes, pero de por sí felicidades por su esfuerzo.”
“Créeme que sólo es él…” Taikogane dio un suspiro. Le hubiera gustado agregar más quejas, aunque por saber cuánto IA lo estimaba, no quería quedar mal frente a ella.
“Hm, quizás yo también debería tomar algunas notas, al menos cómo poder comenzar,” observó Kotegiri, quien miró a Shiro y Kuro. “Buenas noches a los dos, ¿se están divirtiendo?”
“Eh, sí,” Shiro sonrió tímidamente, aunque agradecido por la atención a los dos. “Es mi primer evento de este tipo, y lo encuentro muy agradable.”
“Hehe, me alegro. Son muy generosos por tanta comida. A divertirnos con las actividades de los próximos días, hay que dar lo mejor.”
“Claro que sí.”
“…” Kuro le miró fijamente, y terminó por asentir.
“Hm…” Kotegiri se confundió un poco por su actitud, aunque pudo ver que era la forma del silencioso peliblanco de interactuar.
“¡Haha!” Sorita terminó por extender su palma a Kotegiri.
“¡¿Eh?!” este se alertó. “Eh… Harukawa-san, ¿sucede algo?”
“High five! ¡me gusta el color que tienes!” exclamó el rubio, alegremente. “¡Eres una buena persona, Sora está feliz!”
“Eh, g-gracias…” con algo de duda le extendió su palma y el otro finalizó el choque.
“¡Y llámame Sora, te llamaré Kotegiri! ¿Está bien?”
“B-bueno…” sonrió. En ese corto tiempo había terminado por llamar a más gente sin honoríficos, algo no muy característico de él, pero no le importaba mucho, ya que le gustaba tener a tantos amigos, por más que algunos fueran un tanto revoltosos…
“Así que eso fue lo que pasó. Malinterpreté el gesto del guardia y supongo que por mi actitud nos ha castigado,” Hiiro hizo una reverencia. “¡Lo siento! No es justo que los demás tengan que pagar por mi error.”
“¿En serio quisiste pelear contra él?” Taikogane alzó una ceja.
“Tal parece que es algo que hace de vez en cuando, recién me voy enterando,” Gumi sacudió una palma, intentando restarle importancia.
“Pero me parece muy raro, Hyuuga, entiendo que lo impacientamos, pero si no nos dejan salir merecemos respuestas,” observó IA. “Estaba por ir a preguntar si ocurre algo.”
“Por supuesto, te acompaño,” Hyuuga asintió, sonriendo tranquilamente.
“Ah, muchas gracias,” contestó contenta.
“¡Eh, vamos todos, suena muy interesante!” se apresuró en decir el peliazul, dirigiéndose a la chica. “Seguro que no podrían negarse si le pides amablemente, pero te apoyamos.”
“Eh, bueno,” ella ladeó su cabeza. “No creo que sea necesario, pero está bien.”
“Está bien, a resolver el misterio,” Gumi se encogió de hombros. Considerando que estaban en Hanasaki y era un evento de Hanasaki y Rizembool, tal vez tendría algo que ver con la usual guerra de siempre, motivo por el cual quiso ignorarlo, aunque no se opondría a los demás si estaban tan interesados en el asunto.
Así, el considerable grupo llegó donde la misma puerta que antes. Efectivamente, a pesar de que esta se encontraba abierta y se podía ver la tranquila y solitaria noche, el guardia encargado de aquel punto no tardó en interponerse.
“He sido claro con ustedes,” espetó, mirando a Hiiro con desapruebo. “Si insisten puedo reportarles a sus superiores por mal comportamiento.”
“Por favor, no meta a los demás en problemas por lo que hice, en verdad lo siento mucho,” dijo el pelirrojo, con leve tortura. Entonces, este notó que Hyuuga pasó por su costado, a manera de representar al grupo.
“Descuide, ninguna falta disciplinaria será necesaria, hemos venido únicamente por respuestas,” este se presentó con su seria y perspicaz sonrisa. “Comprendo que hay un motivo por el cual no quiere que nos retiremos y aprecio su dedicación. Sé por su comportamiento y prioridades que usted es un guardia entrenado en Rizembool. Estoy incluso más agradecido con usted por su leal trabajo a mi alma mater.”
“Eh, usted es…” ese guardia casi se vio en aprietos y agachó su cabeza. “Siento la falta de respeto, Masamune-sama, no me di cuenta que estaba presente.”
“Oh, no se preocupe por mí, vengo acompañado de estimados compañeros y amigos, no sería justo darme un trato especial.”
“C-cierto, lamento haberme comportado indebidamente con todos,” dicho esto, pese a claramente dudarlo por un segundo, se hizo a un lado. “Confío en su conocimiento y nivel en Rizembool. Pueden salir.”
“Eh, ¿está seguro?” Hyuuga le miró casi perdido. Sin embargo, fue jalado por Taikogane.
“Oye, abriste las aguas como Moises, ahora cruza nomás,” le regañó un poco y lo jaló. Así, el grupo se aventuró a la noche.
“Wow…” Gumi continuaba impresionada. Ella miró a Sora. “Ehm, ¿esto es normal?”
“Hm, sí, supongo,” él asintió y sonrió. “Hace un par de semanas, él le comentó a nuestra maestra de matemática que nos había dado un problema muy bien redactado y formulado en la tarea, y todos lo volvimos a ver en los próximos dos pasos.”
“Eh, con otros números, pero sí,” Shiro sonrió incómodo.
“Hm… ahora que lo piensan, sí recuerdo ese problema repetido,” alzó una ceja.
“Pues, parece que sí llegamos a salir pese a todo,” Kotegiri sonrió incómodo.
“Sí, pero… igual no tenemos respuestas,” IA lo pensaba un poco. Sin embargo, la rubia se encontraba inconforme.
“¿Pasó algo?” preguntó Hiiro.
“Ese señor se intimidó por Hyuuga, no me gustó,” miró al otro con seriedad. “Creo que es un gran problema que la gente lo no pueda ver por lo adorable que realmente es.”
“¿Adorable?” Kotegiri se confundió e intercambió miradas con el pelirrojo.
“Sí,” IA volvió a alzar su índice. “No sé si existe un código social que impide a chicos verse entre ellos como adorables, pero Hyuuga siempre ha sido muy adorable para mí. Ahora mismo no fue más que respetuoso y atento, pero es como si nadie lo pudiera ver.”
“Eh, s-supongo que es porque no lo conocen como tú…” comentó Kotegiri, sonriendo. Sí que lo estimaba mucho. Y seguramente se trataba de eso, ya que, en su punto de vista, ese peligris casi le inspiraba un aura un tanto siniestra en ocasiones por lo cortés y ‘bajo control’ que parecía.
“Una pregunta,” Hiiro alzó un poco su palma.
“Sí, dime,” IA le miró atentamente.
“¿Qué es adorable?”
“¿Eh?” los otros dos se confundieron.
“Creo que ya lo han dicho antes, y perdón si pregunto algo que no debería,” asintió con pesar por nuevamente causar inconvenientes. “Pero entiendo que no puedo atender lo que está mal ahora si no lo comprendo. ¿Qué es lo que me estoy perdiendo?”
“Hiiro,” entonces, IA le dio un efusivo abrazo. “Ahora mismo pienso que eres muy adorable, así que eso es lo que es. El algo que inspira un deseo grande de abrazar a alguien y que te da mucha felicidad y dicha por dentro.”
“Oh…” este se quedó en blanco en lo que algunas tuercas dentro de su cabeza se sincronizaban. “No sé si lo entiendo del todo, pero tiene algo de sentido. Muchas gracias.”
Mientras tanto el resto miró a esos tres ya que la acción de IA les había llamado la atención. Hyuuga sonreía gustosamente al ver a su amiga tan feliz por algún motivo que desconocía.
“Eh, IA…” sin embargo, Kotegiri sintió la necesidad de realizar un posible control de daños. “Creo que hay que explicárselo un poco mejor a Hiiro…”
“Prometo que lo iré entendiendo, Kotegiri. Hm, ahora que lo pienso…” el pelirrojo lo pensó. “Si, creo que tú también eres muy adorable.”
“¿P-p-perdón?” se quedó en shock.
“¡Sí, tiene sentido! ¡Tú me ayudas todo el tiempo a aprender mucho de la ciudad y a entrenar para ser un idol! ¡Puedo decir que tu apoyo me hace muy feliz y lo aprecio mucho!”
“Eh, pues, d-de nada, pero espera…” dijo ya algo mentalmente agotado.
“Pero, ¿eso significa que debería sentir el deseo de darte un abrazo?”
“¡N-no, es algo completamente diferente!” exclamó alarmado.
Encima de aquel estadio, un par de Rebels estuvieron a punto de atender el asunto de la niebla roja, aunque se detuvieron al notar a ese grupo de estudiantes salir del seguro estadio.
“Dijeron que les darían excusas creíbles a los asistentes para no salir, pero han dejado que estos niños salgan…” Ootakemaru agarró su nuca, a manera de disipar aquel ligero fastidio.
“Por más que el suceso ocurra del otro lado del estadio, sólo basta un paso en falso o un mero destello de poder, y esas enshyoujos podrían aparecer frente a ellos…” Matsui estaba usando aquella capa negra que, por sus modificaciones tecnológicas, cubría su rostro en tinieblas sin importar el ángulo o luz por el cual se le viera. “Uno de nosotros debe pedirles que regresen al interior. Parecen estudiantes de Rizembool.”
“Hm…” el otro alzó una ceja. “Pues eso quiere decir que la explicación será fácil al menos. Ya, yo me encargo.”
“Waka-sama, mejor lo haré yo,” este hizo una leve reverencia. “Déjeme asegurarle que yo personalmente le veo como un ser admirable y exalto su apariencia. Sin embargo, la gente promedio podría juzgarle por los cuernos que posee.”
“¿No serán más asustados por el hecho que no te pueden ver?” le cuestionó Ootakemaru.
“Fufu, seguro que así será, pero al menos yo ya estoy acostumbrado a que me rechacen, lo hace más fácil para mí,” lo comentó con un dejo de diversión.
Sin más que decir, él saltó hacia abajo y prácticamente de ese simple salto aterrizó frente a aquel grupo de estudiantes.
“¡Ohh!” Taikogane casi se cae para atrás y todos en general retrocedieron instintivamente, con distintos grados de aprehensión ante la llegada de aquella sombra humana.
Curiosamente para muchos, Shiro y Kuro de inmediato avanzaron al frente a manera de encararle, pero la tensión del par se apagó ni bien Hyuuga puso una mano en el hombro de cada uno y, de nuevo, tomó el liderazgo del grupo con suma calma.
“Buenas noches,” le saludó Hyuuga, con un semblante serio, aunque tranquilo. “¿Cómo le podemos atender?”
“No hay tiempo de charla…” dijo la voz con frialdad. “Regresen al estadio de inmediato.”
“…” el peligris asintió y sonrió comprensivamente. “Lo entiendo, disculpe las molestias.”
“!!!” en eso, Matsui pudo mirar atentamente a los demás en ese abundante grupo hasta llegar hacia el final de mismo, donde había una chica de cabellos rubios largos, un pelirrojo, y…
“Eh,” Kotegiri se confundió al notar cómo ese ser intimidante de la nada dio un salto y desapareció en medio de la noche. Pese a que este había llegado de la misma manera, casi pareció como si hubiera huido despavorido. Sin embargo, no llegó a considerarlo mucho…
“S-Sora,” Shiro instintivamente se acercó al rubio, quien de inmediato le abrazó. “Ya pasó.”
“Oye, Sora, ¿estás bien?” preguntó Taikogane, alarmado. Le vio asentir sin decir nada.
“No te preocupes, también me impresionó, pero parece que no era más que una especie de guardia,” observó Gumi, atentamente. “Parecía que nos estaba aconsejando.”
“Gracias, y perdón…” ya más tranquilo, Sora se soltó de Shiro y miró a todos. “Es sólo, esa persona, no me gustó el color que tenía… era un color muy inquietante, no puedo explicarlo.”
“Seguramente se trataba de un Rebel, para poder moverse así,” dijo Hyuuga. Este sonrió. “Descuiden, sólo regresemos al estadio, les aseguro que todo está bien. Es posible que esté ocurriendo una inconveniencia menor del conflicto entre las escuelas, pero seguramente todo se encuentra bajo control. De lo contrario, yo ya habría sido informado.”
“Eh, bueno, seguramente, por el overlord que eres,” Taikogane rodó los ojos, y terminó por arrepentirse al notar la mirada desaprobatoria de IA. “¡Q-quiero decir…!”
“Vamos, o si no regresará alguien a asustarnos de nuevo,” Gumi dio un suspiro.
El una vez animado grupo se mostró tenso en lo que caminaban de regreso a la entrada. Al notar eso, Hyuuga observó a los demás hasta notar a Hiiro meditar en silencio.
“Oh, Amagi-san, ¿de casualidad tiene alguna duda?” le preguntó amablemente.
“¡Ah, puedes llamarme Hiiro, entiendo que es la etiqueta en nuestro colegio!” dijo gustosamente. “Sólo estaba considerando la razón por la cual no pudimos salir antes. Entiendo que era por algo que ocurría afuera y no por tratarse de alguna actividad, así que mi deducción había sido incorrecta.”
“Fufu, no hay nada de malo en ello, más bien aplaudiría si nos fueran a asignar una actividad sorpresa en esta velada,” comentó entretenido. “Haría por una buena descripción para el ensayo que tenemos que escribir.”
“¡Es una buena manera de verlo! Por un momento pensé en aquello que otros llaman como una Battle Royale, como si todos estuviéramos en una dentro del estadio.”
“¿Eh? ¿Como Squid Game o algo?” preguntó Taikogane.
“¿Qué son esas palabras?” le preguntó Hiiro.
“Heh, es una ocurrencia muy interesante, Hiiro-san,” Hyuuga asintió. “Por más que no nos encontremos en un Battle Royale, ¿qué tal si todos ahora entretenemos la idea?”
“Ah, suena divertido,” IA asintió.
“Sé que no sucede ahora, pero, ¿qué es Battle Royale?” preguntó Hiiro, curiosamente.
“Es una pelea o competencia en la cual todos los participantes tienen que derrotarse mutuamente hasta que sólo uno queda en pie, el cual se convierte en el triunfador,” explicó Hyuuga. “Es la supervivencia del más apto, simplemente.”
“Ohh…” los ojos de Hiiro brillaron.
“H-Hyuuga-san, ehh…” por su parte, Kotegiri comenzó a asustarse.
“A pesar de no ser nuestra realidad, podríamos pensar en nuestras estrategias personales para sobrevivir o derrotar a otros, digamos, como una especie de entretenimiento mental,” dijo el peligris gustosamente.
“Entrenamiento mental…” Hiiro asintió un par de veces, a manera de tomar nota.
“Eh, no sé si deberíamos…” Gumi comenzaba a preocuparse.
“Para variar suena divertido, pero sólo lo pensaría si estuviera en un estadio con gente que sabe pelear,” Taikogane lo meditó. “No me gustaría ir seriamente contra gente común y corriente.”
“¡Haha, pero no hay que tomarlo con seriedad!” Sora sonrió animado. “¡Lo que más me gusta es correr y saltar así que yo sería puramente de defensa!”
“No soy muy atlética, pero de inmediato llamaría a Sakuya para que me proteja,” IA asintió.
“Y podríamos formar alianzas y tener nuestros equipos,” se sumó Shiro. “Tampoco soy de pelear, pero Kuro tiene más experiencia que yo.”
“No me opongo a equipos, pero por motivos del Battle Royale, es mejor ver lo que cada uno de nosotros puede hacer por su cuenta,” Hyuuga sonrió para sus adentros. “Me hace falta mayor entrenamiento, aunque pienso que sé defenderme bien con las espadas. Hiiro-san, ¿has podido pensar en una estrategia?”
“¡S-sí, he sido entrenado en pelea cuerpo a cuerpo!” este agarró su brazo con su otra mano, inspirado. “¡Pienso que puedo dar gran pelea! ¡Y si alguien me derrota entonces es porque no he sido lo suficientemente fuerte así que totalmente lo merecería! ¡No tengo miedo!”
“Es una buena actitud de tener,” Hyuuga asintió. “¿Y usted, Gou-san?”
“Llámame Kotegiri, por favor, y eh, tengo algo de experiencia con kendo, pero no mucho…” dijo dolorosamente. No le gustaba aquel ‘entrenamiento mental’ que estaba haciendo con Hiiro, sentía que era algo que le tocaría desenseñarle al pelirrojo después.
“Fufu, gracias por entretener el juego. Quizás no todos estemos igual de dispuestos a participar en una pelea así tan seriamente, pero como alguien en entrenamiento, es importante acoplarse ante la idea de estar listo para defenderse de otros o de atacarlos. Sin duda en un Battle Royale uno tiene que estar permanentemente listo para pelear contra todos.”
“¡Ehh!” no, Kotegiri definitivamente debía parar el coche.
“¡Es muy cierto!” aunque quizás ya era tarde. Los ojos de Hiiro se llenaron de llamas pasionales. “¡Pienso que fuera de las competencias, determinar quién es el ganador en una batalla puramente a base de nuestro potencial interno es mucho más importante! ¡Habría que buscar a la directora de Hanasaki para sugerírselo! ¡Habría que aprovechar que todos estamos encerrados!”
“Haha, todos igualmente esperan participar en sus disciplinas, así que una batalla seria que demande mucho de todos sería contraproducente, ¿no lo crees?” le preguntó Hyuuga.
“Hm, es cierto, hmm…” Hiiro volvió a cruzarse de brazos hasta que se vino con otra idea. “¡Entonces que sea para la clausura!”
“Ihh…” Kotegiri miraba con horror cómo la mayoría continuaba echando leña al fuego y encontrando las reacciones de Hiiro como graciosas, mientras él mismo temía que su muy voluntarioso roommate fuera a prender ES en llamas. No sabía si contaba con las energías o habilidad de rectificar el daño accidental que IA y Hyuuga le habían causado al muy inocente pelirrojo.
...
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HiMEverse / Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Last post by Mimi Tachikawa on May 30, 2025, 11:14:01 PM »Hoi hoi vengo con un fic
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El sol apenas despuntaba por el horizonte cuando Sakura y Mashu llegaron al pequeño santuario a las afueras de Kioto. El aire de la primavera estaba impregnado del dulce aroma de los cerezos en flor, cuyos pétalos comenzaban a caer lentamente como una lluvia suave. Ambas chicas llevaban semanas esperando este momento, después de tantos acontecimientos que habian sucedido alrededor de su clan y de sus amigos próximos, pero ninguna estaba realmente preparada para la emoción que las embargaría.
Sakura, con sus cabellos castaños cortos sujetados en ganchos en forma de hojas de cerezos, observaba el camino de piedra con el corazón latiendo a mil por hora. Mashu por su parte, siempre serena, ajustó sus lentes y trató de mantener la compostura, aunque sus manos temblaban ligeramente. Lo sabían: sus padres adoptivos por fin llegarían ese día, después de años de comunicación por cartas y videollamadas, pero sin un encuentro físico desde que eran niñas.
Y entonces, entre el murmullo del viento y el canto de los pájaros, los vieron.
Primero apareció Wei Wu Xian. Su figura era inconfundible: alto, de cabello negro largo atado en una coleta alta, con una sonrisa tan brillante como el sol de la mañana. Llevaba su túnica tradicional negra con detalles rojos, ondeando al ritmo de sus pasos largos y enérgicos. A su lado, caminando con elegancia y calma, venía Lan Wang Ji, con su porte digno, su túnica blanca inmaculada, su cinta en la frente tan pulcra como siempre. Su rostro serio apenas mostraba emoción, pero sus ojos -esos ojos que lo decían todo sin palabras- brillaban con una calidez contenida.
- ¡Sakura! ¡Mashu! - exclamó Wei Wu Xian, abriendo los brazos con una alegría incontenible.
Las dos chicas corrieron hacia ellos sin pensar, como si retrocedieran en el tiempo y volvieran a ser niñas corriendo al encuentro de sus padres.
Wei Wu Xian las atrapó en un abrazo amplio, envolviéndolas con su energía desbordante. Reía con ese tono contagioso que Sakura recordaba haber escuchado en las grabaciones que conservaba de su infancia. Mashu, normalmente más comedida, se dejó llevar por la emoción y escondió el rostro en su hombro, conteniendo lágrimas.
Lan Wang Ji se acercó con paso más lento, pero cuando Sakura se volvió hacia él, no dudó en inclinarse levemente y abrazarla con firmeza. Sus manos grandes y cálidas en la espalda de ella ofrecían más consuelo que mil palabras. Luego hizo lo mismo con Mashu, posando una mano sobre su cabeza con suavidad.
-Hemos tardado mucho... -murmuró Lan Wang Ji, con su voz baja y profunda- Pero al fin estamos aquí.
Wei Wu Xian, como siempre, rompió la solemnidad con una carcajada.
-¡¡Y mira lo grandes que están!! Ya no son las niñas pequeñas que saltaban sobre mi cama ni las que se robaban mis talismanes para jugar. ¡Ahora son mujeres! ¡Mujeres hermosas e inteligentes! ¡Estoy tan orgulloso que podría gritarlo en medio del tren bala!
-Por favor, no lo hagas —dijo Lan Wang Ji con un suspiro, pero con una curva casi imperceptible en sus labios.
Los cuatro caminaron por el jardín del santuario mientras conversaban. Sakura contaba sobre sus estudios, sus pasatiempos, cómo había aprendido a preparar té siguiendo las recetas que Wei Wu Xian les mandaba desde China. Mashu compartía sus investigaciones, sus lecturas, y cómo aplicaba los principios del Gusu Lan a su vida diaria. Wei Wu Xian los interrumpía constantemente para hacer bromas o recordar anécdotas del pasado, mientras Lan Wang Ji asentía con orgullo cada vez que sus hijas hablaban.
Finalmente, se detuvieron bajo un gran cerezo en flor. Wei Wu Xian sacó una botella de vino que había escondido en su túnica y la agitó.
-¡Para celebrar el reencuentro familiar! Aunque probablemente Lan Zhan me regañará por esto...
-No es apropiado aquí —dijo Lan Wang Ji, aunque no se la quitó.
-Entonces beberé por ti también -respondió Wu Xian guiñándole un ojo.
Sakura y Mashu se sentaron sobre un mantel que habían preparado, y los cuatro compartieron una comida sencilla pero significativa. Era un momento que parecía congelado en el tiempo. No importaban los años de distancia ni las diferencias culturales o lingüísticas. Allí, entre risas, miradas cómplices y recuerdos, eran simplemente una familia.
-¿Sabes? -dijo Wei Wu Xian mientras observaba el cielo azul entre las ramas del cerezo- Hubo días en los que temí no poder volver a verlas. Temía que el tiempo y la distancia nos cambiaran demasiado... que ustedes se olvidaran de nosotros.
-Jamás podríamos -respondió Mashu con firmeza.
-Ustedes son nuestra familia -añadió Sakura, mirando a Lan Wang Ji, quien tomó su mano con gentileza.
Wei Wu Xian tragó saliva y se limpió una lágrima que se le escapó.
-Ya crecieron tanto que me están haciendo llorar. ¡Qué vergüenza!
-No es vergonzoso -dijo Lan Wang Ji, colocándole una mano en el hombro- Es natural.
El cielo comenzaba a teñirse de naranja cuando Lan Wang Ji se volvió hacia sus hijas. Sus ojos, serenos pero siempre atentos, captaron un leve cambio en la atmósfera. Algo en la forma en que Sakura jugueteaba con una flor caída, o cómo Mashu desviaba la mirada hacia el horizonte, le hizo saber que aún quedaban palabras no dichas.
-Mashu. Sakura -dijo con suavidad- ¿Hay algo más que debamos saber?
Sakura levantó la vista, y sus ojos verde esmeralda se encontraron con los de su padre. Por un instante quiso decir “no”, sonreír y fingir que todo estaba bien. Pero ya no era una niña que podía esconder verdades importantes. Miró a Mash, quien le dio un leve asentimiento.
-Sí...- hay algo más.
Wei Wu Xian, que había estado tarareando y recogiendo pétalos caídos, se detuvo al notar el cambio de tono. Se sentó con las piernas cruzadas, mirándolas con curiosidad y un atisbo de preocupación.
-¿Qué pasa? No me digas que van a decirnos que se escaparon de clases o que destruyeron un laboratorio de alquimia -bromeó, aunque sus ojos estaban alerta.
Mashu respiró hondo. La responsabilidad de lo que iba a decir pesaba sobre ella, más aún porque ella es la mayor de las dos hermanas.
-Tiene que ver con Sakura…- y con los últimos eventos que sucedieron en el Instituto Hanasaki, lugar donde estudiaba Sakura.
Sakura apretó las manos sobre su regazo. Las palabras eran difíciles de decir, pero ya no había marcha atrás.
-Hace unos meses, el Instituto fue atacado por un rebel, perteneciente al instituto Rizembool, donde estoy estudiando actualmente. Su nombre es Gilgamesh.
Ambos padres se tensaron al escuchar ese nombre. Lan Wang Ji frunció ligeramente el ceño; Wei Wu Xian dejó de sonreír.
-Gilgamesh… ¿ese Gilgamesh? -preguntó Wu Xian, ahora completamente serio.
Mashu asintió.
-Cuando Sakura se manifesó como HIME de Hanasaki, fue a la mansión del clan Kinomoto para atacarla. Sakura se enfrentó a él.
-Junto a mi child de nombre Orthos-añadió Sakura, alzando la vista con firmeza-
Lan Wang Ji dio un paso adelante, su voz era tan baja como el trueno en la distancia.
-¿Estuviste en peligro?-
-Sí -respondió Sakura sin rodeos-. Pero no había otra opción. Y al final, logré contenerlo y se retiró.
Wei Wu Xian la observó con los labios entreabiertos, tratando de procesarlo.
El silencio fue profundo. Lan Wang Ji bajó los ojos por un momento, en contemplación. Wei Wu Xian lo rompió con un suspiro largo.
-¿Y me entero así que nuestra pequeña niña ahora es una Hime? ¡Hime! ¡Eso es como ser emperatriz estudiantil con deberes místicos! -Se tapó la cara con las manos- ¿Por qué no me avisaron antes? Hubiera traído un estandarte, un desfile, ¡algo!
Lan Wang Ji finalmente habló.
-Estoy… orgulloso. -Sus ojos eran profundos, sinceros- Pero debiste habérnoslo dicho.
-No quería preocuparlos -dijo Sakura.
-Ya lo hiciste de todos modos -replicó Wei Wu Xian-
Y entonces, un silbido en el viento.
Lan Wang Ji fue el primero en notar la sombra sobre ellos. Todos alzaron la vista. A lo lejos, flotando con gracia sobre alas translúcidas, se acercaba una figura casi infantil.
-Orthos… -susurró Sakura.
El ángel bajó del cielo lentamente, descendiendo sobre el claro como una estrella fugaz. Su cabello blanco brillaba bajo la luz del atardecer, y sus alas —blancas con bordes dorados— lo envolvían como un manto celestial. A pesar de su apariencia joven, su mirada era antigua, profunda.
Wei Wu Xian se puso de pie de inmediato, entre sorprendido y encantado.
-¿Y este pequeño ángel? ¿Qué es esto, una novela de fantasía?
-Él es... mi child -dijo Sakura con suavidad-. Nació durante la prueba que tomé para convertirme en HIME. Su nombre es Orthos.
Lan Wang Ji ladeó la cabeza.
-¿Un ser espiritual? ¿Un familiar?
-Más que eso. Tiene conciencia, voluntad propia-. Es… una parte de mí, y al mismo tiempo, un ser independiente.
Orthos se posó junto a ella con elegancia, sin decir palabra. Pero hizo una leve reverencia hacia Wei Wu Xian y Lan Wang Ji, como si los reconociera.
-Y hay algo más… -añadió Mashu con firmeza-. Sobre Syaoran.
De entre los árboles, salieron Syaoran y Shinobu. Ambos llevaban los emblemas del clan Li en sus vestimentas.
Wei Wu Xian levantó una ceja.
-¿Syaoran? ¿Ese Syaoran?-
-Sí -respondió Sakura entre sonrojada y nerviosa-. Estamos comprometidos.
La reacción fue instantánea. Wei Wu Xian se atragantó con el aire. Lan Wang Ji se quedó inmóvil, como una estatua.
-¿Perdón? -repitió Wu Xian, con la voz más aguda que de costumbre.
Mashu asintió.
Wei Wu Xian se giró hacia Lan Wang Ji, con los ojos como platos.
-¡¿Escuchaste eso, Lan Zhan?! ¡Nuestra hija está comprometida con el heredero del clan Li!-
Lan Wang Ji respiró hondo. Caminó hasta estar frente a Syaoran, que se inclinó en una reverencia respetuosa.
-Prometo protegerla -dijo Syaoran-. No por deber, sino porque estoy enamorado de ella.
El silencio se hizo de nuevo, hasta que Lan Wang Ji simplemente asintió.
-Entonces no tienes derecho a fallar.-
Wei Wu Xian, aún en shock, abrazó a Sakura con fuerza.
-No puedo creerlo. ¿En qué momento creciste tanto? Me siento viejo.-
Y mientras el sol terminaba de esconderse, el viento trajo consigo no sólo el aroma de los cerezos, sino la promesa de una nueva etapa, en la vida de las hermanas Kinomoto.Mashu decidió por el momento no hablar de ella y su relacion con Tsumugi ya que eran muchas sorpresas para sus padres por el dia de hoy.
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matta ne!!
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El sol apenas despuntaba por el horizonte cuando Sakura y Mashu llegaron al pequeño santuario a las afueras de Kioto. El aire de la primavera estaba impregnado del dulce aroma de los cerezos en flor, cuyos pétalos comenzaban a caer lentamente como una lluvia suave. Ambas chicas llevaban semanas esperando este momento, después de tantos acontecimientos que habian sucedido alrededor de su clan y de sus amigos próximos, pero ninguna estaba realmente preparada para la emoción que las embargaría.
Sakura, con sus cabellos castaños cortos sujetados en ganchos en forma de hojas de cerezos, observaba el camino de piedra con el corazón latiendo a mil por hora. Mashu por su parte, siempre serena, ajustó sus lentes y trató de mantener la compostura, aunque sus manos temblaban ligeramente. Lo sabían: sus padres adoptivos por fin llegarían ese día, después de años de comunicación por cartas y videollamadas, pero sin un encuentro físico desde que eran niñas.
Y entonces, entre el murmullo del viento y el canto de los pájaros, los vieron.
Primero apareció Wei Wu Xian. Su figura era inconfundible: alto, de cabello negro largo atado en una coleta alta, con una sonrisa tan brillante como el sol de la mañana. Llevaba su túnica tradicional negra con detalles rojos, ondeando al ritmo de sus pasos largos y enérgicos. A su lado, caminando con elegancia y calma, venía Lan Wang Ji, con su porte digno, su túnica blanca inmaculada, su cinta en la frente tan pulcra como siempre. Su rostro serio apenas mostraba emoción, pero sus ojos -esos ojos que lo decían todo sin palabras- brillaban con una calidez contenida.
- ¡Sakura! ¡Mashu! - exclamó Wei Wu Xian, abriendo los brazos con una alegría incontenible.
Las dos chicas corrieron hacia ellos sin pensar, como si retrocedieran en el tiempo y volvieran a ser niñas corriendo al encuentro de sus padres.
Wei Wu Xian las atrapó en un abrazo amplio, envolviéndolas con su energía desbordante. Reía con ese tono contagioso que Sakura recordaba haber escuchado en las grabaciones que conservaba de su infancia. Mashu, normalmente más comedida, se dejó llevar por la emoción y escondió el rostro en su hombro, conteniendo lágrimas.
Lan Wang Ji se acercó con paso más lento, pero cuando Sakura se volvió hacia él, no dudó en inclinarse levemente y abrazarla con firmeza. Sus manos grandes y cálidas en la espalda de ella ofrecían más consuelo que mil palabras. Luego hizo lo mismo con Mashu, posando una mano sobre su cabeza con suavidad.
-Hemos tardado mucho... -murmuró Lan Wang Ji, con su voz baja y profunda- Pero al fin estamos aquí.
Wei Wu Xian, como siempre, rompió la solemnidad con una carcajada.
-¡¡Y mira lo grandes que están!! Ya no son las niñas pequeñas que saltaban sobre mi cama ni las que se robaban mis talismanes para jugar. ¡Ahora son mujeres! ¡Mujeres hermosas e inteligentes! ¡Estoy tan orgulloso que podría gritarlo en medio del tren bala!
-Por favor, no lo hagas —dijo Lan Wang Ji con un suspiro, pero con una curva casi imperceptible en sus labios.
Los cuatro caminaron por el jardín del santuario mientras conversaban. Sakura contaba sobre sus estudios, sus pasatiempos, cómo había aprendido a preparar té siguiendo las recetas que Wei Wu Xian les mandaba desde China. Mashu compartía sus investigaciones, sus lecturas, y cómo aplicaba los principios del Gusu Lan a su vida diaria. Wei Wu Xian los interrumpía constantemente para hacer bromas o recordar anécdotas del pasado, mientras Lan Wang Ji asentía con orgullo cada vez que sus hijas hablaban.
Finalmente, se detuvieron bajo un gran cerezo en flor. Wei Wu Xian sacó una botella de vino que había escondido en su túnica y la agitó.
-¡Para celebrar el reencuentro familiar! Aunque probablemente Lan Zhan me regañará por esto...
-No es apropiado aquí —dijo Lan Wang Ji, aunque no se la quitó.
-Entonces beberé por ti también -respondió Wu Xian guiñándole un ojo.
Sakura y Mashu se sentaron sobre un mantel que habían preparado, y los cuatro compartieron una comida sencilla pero significativa. Era un momento que parecía congelado en el tiempo. No importaban los años de distancia ni las diferencias culturales o lingüísticas. Allí, entre risas, miradas cómplices y recuerdos, eran simplemente una familia.
-¿Sabes? -dijo Wei Wu Xian mientras observaba el cielo azul entre las ramas del cerezo- Hubo días en los que temí no poder volver a verlas. Temía que el tiempo y la distancia nos cambiaran demasiado... que ustedes se olvidaran de nosotros.
-Jamás podríamos -respondió Mashu con firmeza.
-Ustedes son nuestra familia -añadió Sakura, mirando a Lan Wang Ji, quien tomó su mano con gentileza.
Wei Wu Xian tragó saliva y se limpió una lágrima que se le escapó.
-Ya crecieron tanto que me están haciendo llorar. ¡Qué vergüenza!
-No es vergonzoso -dijo Lan Wang Ji, colocándole una mano en el hombro- Es natural.
El cielo comenzaba a teñirse de naranja cuando Lan Wang Ji se volvió hacia sus hijas. Sus ojos, serenos pero siempre atentos, captaron un leve cambio en la atmósfera. Algo en la forma en que Sakura jugueteaba con una flor caída, o cómo Mashu desviaba la mirada hacia el horizonte, le hizo saber que aún quedaban palabras no dichas.
-Mashu. Sakura -dijo con suavidad- ¿Hay algo más que debamos saber?
Sakura levantó la vista, y sus ojos verde esmeralda se encontraron con los de su padre. Por un instante quiso decir “no”, sonreír y fingir que todo estaba bien. Pero ya no era una niña que podía esconder verdades importantes. Miró a Mash, quien le dio un leve asentimiento.
-Sí...- hay algo más.
Wei Wu Xian, que había estado tarareando y recogiendo pétalos caídos, se detuvo al notar el cambio de tono. Se sentó con las piernas cruzadas, mirándolas con curiosidad y un atisbo de preocupación.
-¿Qué pasa? No me digas que van a decirnos que se escaparon de clases o que destruyeron un laboratorio de alquimia -bromeó, aunque sus ojos estaban alerta.
Mashu respiró hondo. La responsabilidad de lo que iba a decir pesaba sobre ella, más aún porque ella es la mayor de las dos hermanas.
-Tiene que ver con Sakura…- y con los últimos eventos que sucedieron en el Instituto Hanasaki, lugar donde estudiaba Sakura.
Sakura apretó las manos sobre su regazo. Las palabras eran difíciles de decir, pero ya no había marcha atrás.
-Hace unos meses, el Instituto fue atacado por un rebel, perteneciente al instituto Rizembool, donde estoy estudiando actualmente. Su nombre es Gilgamesh.
Ambos padres se tensaron al escuchar ese nombre. Lan Wang Ji frunció ligeramente el ceño; Wei Wu Xian dejó de sonreír.
-Gilgamesh… ¿ese Gilgamesh? -preguntó Wu Xian, ahora completamente serio.
Mashu asintió.
-Cuando Sakura se manifesó como HIME de Hanasaki, fue a la mansión del clan Kinomoto para atacarla. Sakura se enfrentó a él.
-Junto a mi child de nombre Orthos-añadió Sakura, alzando la vista con firmeza-
Lan Wang Ji dio un paso adelante, su voz era tan baja como el trueno en la distancia.
-¿Estuviste en peligro?-
-Sí -respondió Sakura sin rodeos-. Pero no había otra opción. Y al final, logré contenerlo y se retiró.
Wei Wu Xian la observó con los labios entreabiertos, tratando de procesarlo.
El silencio fue profundo. Lan Wang Ji bajó los ojos por un momento, en contemplación. Wei Wu Xian lo rompió con un suspiro largo.
-¿Y me entero así que nuestra pequeña niña ahora es una Hime? ¡Hime! ¡Eso es como ser emperatriz estudiantil con deberes místicos! -Se tapó la cara con las manos- ¿Por qué no me avisaron antes? Hubiera traído un estandarte, un desfile, ¡algo!
Lan Wang Ji finalmente habló.
-Estoy… orgulloso. -Sus ojos eran profundos, sinceros- Pero debiste habérnoslo dicho.
-No quería preocuparlos -dijo Sakura.
-Ya lo hiciste de todos modos -replicó Wei Wu Xian-
Y entonces, un silbido en el viento.
Lan Wang Ji fue el primero en notar la sombra sobre ellos. Todos alzaron la vista. A lo lejos, flotando con gracia sobre alas translúcidas, se acercaba una figura casi infantil.
-Orthos… -susurró Sakura.
El ángel bajó del cielo lentamente, descendiendo sobre el claro como una estrella fugaz. Su cabello blanco brillaba bajo la luz del atardecer, y sus alas —blancas con bordes dorados— lo envolvían como un manto celestial. A pesar de su apariencia joven, su mirada era antigua, profunda.
Wei Wu Xian se puso de pie de inmediato, entre sorprendido y encantado.
-¿Y este pequeño ángel? ¿Qué es esto, una novela de fantasía?
-Él es... mi child -dijo Sakura con suavidad-. Nació durante la prueba que tomé para convertirme en HIME. Su nombre es Orthos.
Lan Wang Ji ladeó la cabeza.
-¿Un ser espiritual? ¿Un familiar?
-Más que eso. Tiene conciencia, voluntad propia-. Es… una parte de mí, y al mismo tiempo, un ser independiente.
Orthos se posó junto a ella con elegancia, sin decir palabra. Pero hizo una leve reverencia hacia Wei Wu Xian y Lan Wang Ji, como si los reconociera.
-Y hay algo más… -añadió Mashu con firmeza-. Sobre Syaoran.
De entre los árboles, salieron Syaoran y Shinobu. Ambos llevaban los emblemas del clan Li en sus vestimentas.
Wei Wu Xian levantó una ceja.
-¿Syaoran? ¿Ese Syaoran?-
-Sí -respondió Sakura entre sonrojada y nerviosa-. Estamos comprometidos.
La reacción fue instantánea. Wei Wu Xian se atragantó con el aire. Lan Wang Ji se quedó inmóvil, como una estatua.
-¿Perdón? -repitió Wu Xian, con la voz más aguda que de costumbre.
Mashu asintió.
Wei Wu Xian se giró hacia Lan Wang Ji, con los ojos como platos.
-¡¿Escuchaste eso, Lan Zhan?! ¡Nuestra hija está comprometida con el heredero del clan Li!-
Lan Wang Ji respiró hondo. Caminó hasta estar frente a Syaoran, que se inclinó en una reverencia respetuosa.
-Prometo protegerla -dijo Syaoran-. No por deber, sino porque estoy enamorado de ella.
El silencio se hizo de nuevo, hasta que Lan Wang Ji simplemente asintió.
-Entonces no tienes derecho a fallar.-
Wei Wu Xian, aún en shock, abrazó a Sakura con fuerza.
-No puedo creerlo. ¿En qué momento creciste tanto? Me siento viejo.-
Y mientras el sol terminaba de esconderse, el viento trajo consigo no sólo el aroma de los cerezos, sino la promesa de una nueva etapa, en la vida de las hermanas Kinomoto.Mashu decidió por el momento no hablar de ella y su relacion con Tsumugi ya que eran muchas sorpresas para sus padres por el dia de hoy.
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HiMEverse / Re: HiMEverse Episode V: The Rebels Strike Back
« Last post by Eureka on May 30, 2025, 10:52:52 PM »Se logró aaaaaa
“…”
“Eureka-chan.” Oikawa la miró, preocupado. “¿Podemos hablar un ratito a solas?”
“Sí, sí~” Gojo los empujó fuera de la oficina. “Adelante. Me avisan cuando terminen. Quiero saber qué se les ocurrirá para lidiar con todos sus problemas.”
“…Gracias.” La respuesta unísona de HiME y key sonó tan desanimada como la expresión que compartían en sus rostros.
En el pasillo, ambos pensaron lo mismo: mucha gente transitaba por las oficinas de los profesores de aquella facultad. Entre alumnos, maestros y personal administrativo, varias personas se cruzaron con ellos. Lo mejor era encontrar un lugar para conversar sin ningún tipo de interrupciones… y sin oídos a su alrededor.
Eureka lo llevó a uno de los patios internos de aquel edificio. Era una zona tranquila con bancas, arboles y una pileta grande al centro. Oikawa la siguió hasta una de las bancas, donde tomaron asiento.
La HiME suspiró de manera exagerada.
“Lo siento,” le dijo, visiblemente preocupada. “Siento que cada vez te meto en más y más problemas. ¡No es justo! Debería ser más considerada, pero…”
“Bueno, hay cosas que se escapan de tus manos.” Oikawa le dio un par de palmaditas en el hombro. Habría querido abrazarla, pero la paranoia lo invadió antes de que pudiera hacerlo: ¿qué pasaba si se daba cuenta de lo que sentía por ella?
Era demasiado arriesgado.
“No me molesta… si eso es lo que te preocupa,” le aseguró. “¡Y así como tú quieres apoyarme, yo también quiero hacer lo mismo contigo!”
“Es que… ugh.” Eureka se llevó una mano a la cara. “No entiendo cómo llegamos a esto. Yo estaba tan segura de que Mona había nacido gracias a ti… y no importa de dónde salió, la verdad. ¡No quiero que desaparezca! Le agarré muchísimo cariño y no puedo quedarme con los brazos cruzados. El tema es que no quiero forzar a ninguna HiME a crear un vínculo con él solo por mi egoísmo. Le quitaría la oportunidad de crear un Child con la persona que más quiere… Y eso sin mencionar que deberíamos buscar una HiME adicional para el Child que mencionó Gojo. ¿Venti creo que se llamaba?”
“Yo había pensado en sugerirte a Maka-chan. Se lleva bien con Mona-chan y podría ser su nueva dueña, ¿no crees?”
“También pensé en ella… pero ¿no sería un poco desatinado? Soul era mi arma y pasó a ser la suya. ¿Y ahora también voy a heredarle mi Child?”
“Bueno, podría tomarlo un poco mal.”
“¡Eso es justo lo que pienso!” La chica removió sus manos para mirarlo, indignada. “¡¿Qué pensará?! ¡¿Que la veo como una recicladora o qué?!”
“Dudo que piense así, pero sí te entiendo… un poco.”
“Pero de ahí… no sé. No creo que pueda decirle lo que pasa a Kana, Cho o Sheryl. Me sentiría muy mal si lo hago.” Eureka suspiró. “Tienen sus propios problemas. No tienen por qué lidiar también con los míos.”
“Al menos podrías decirles que le pasen la voz a las HiMEs que conocen para que más chicas sepan sobre eso. Podrían ser vínculos temporales, ¿no? Hasta que encuentres a alguien que sí esté dispuesta a quedarse con él.”
“¡Aaaaah!” Eureka se revolvió los cabellos, estresada a más no poder. “¡¿Y qué voy a hacer con Neuvillette?! ¡¿Dónde lo voy a meter?! Gojo tiene razón. Podríamos dejarlo con él, pero me da miedo. ¡¿Y si lo convierte en un fuckboy?!”
“Un… ¿qué?”
“¡Pero hasta ahora no he hablado con mis padres para que me den dinero para la renta! Y aun si lo hago, ¿quién dice que me lo darán?”
“Tengo una pregunta. ¿Cuánto dinero te dan al mes?”
“Am… ¿Mil quinientos dólares? A veces cien o doscientos menos. Pero entre taxis, comidas y…”
“Guau. No puedo creer lo que voy a decir, pero es poco.”
“Tal vez eres más privilegiado de lo que creía.” Eureka le sonrió.
“E-espera.” Oikawa comenzó a procesar la respuesta de su amiga. “¿Cada uno te da eso?”
“¿Sí?”
“Entonces… ¿¡son tres mil dólares!?”
“Más o menos.”
“¡¿Por qué no sacas de ahí para la renta?!”
“¡Un piso decente en Tokyo cuesta 170000 yenes!” Se quejó la chica. “¡Y no te olvides que a los extranjeros les cobran más! O incluso los rechazan si les da la gana.”
“Sé que suena descabellado, pero… podríamos vivir juntos,” le ofreció Oikawa, sonrojado. “¡C-con Iwa-chan y Hakuryuu-chan, obvio! Podríamos alquilar un departamento de cuatro cuartos y saldría un poco más barato para todos. Iwa-chan y yo podemos regatearle al casero o casera para que nos lo deje a un buen precio.”
“Ah, qué lindo.” Eureka le sonrió. “Wait. ¿Hakuryuu-chan? Ah, Neuvillette.”
“Sí, me cuesta llamarlo por su nombre.”
“Lo imaginé.” Eureka soltó una risita… y luego lo miró, seria. “Pero ¿qué hay de tu apartamento? ¿No firmaron un contrato por un año?”
“Bueno, estaría dispuesto a cubrir la penalidad por mi cuenta. Sé que Iwa-chan se indignará cuando le cuente.”
“Pero no te preocupes. ¡No es necesario! No quiero meterte en problemas con Iwaizumi. Ya había pensado en mudarme con Kanone, Hizumi y Ryoji. Me dijeron que saldrán de la mansión Vi Brittannia dentro de poco.”
“…Ah.” Oikawa se deprimió ante ello.
“Aunque sería mejor tenerte cerca.” Eureka se llevó una mano al mentón, pensativa. “Por otro lado, Mama me dejaría vivir con él sin cobrarme ni un centavo. Su departamento tiene 3 cuartos de huéspedes y de seguro dejaría que Neuvillette se quede también. Pero no quiero causarle problemas…”
“¡Ajá! Entonces, no lo hagas. ¡Múdate conmigo!”
“¿Estás seguro? Siento que empezarás a detestarme cuando veas cómo vivo.”
“Yo tampoco soy tan organizado que digamos.” Oikawa le sonrió. “Vamos, anímate. Sé que te sentirás más tranquila con eso.”
“¿Y qué hay de Iwaizumi? Siento que te estás pasando de valiente. Ante la sugerencia, te matará en el acto.”
“Bueno, no le caes mal. Y yo me haré responsable de las cosas que no hagas. Además, dudo que Hakuryuu-chan no te apoye. ¡Ya verás! ¡Todo saldrá bien!”
“…” Eureka asintió. “Bueno. Tendremos que buscar departamentos en estos días.”
“…Y tendré que contarle la noticia a Iwa-chan.”
“Espero que no te haga problemas. Siempre está la opción B, lo de Kanone y el resto.”
“Pero ¿dónde meterías a Hakuryuu-chan en ese departamento? Dudo que encuentren un departamento de 5 cuartos.”
“…Buen punto. Ya no solo tengo un gato… también tengo un dragón. ¡Ah!” La HiME se levantó de un momento a otro.
“¡¿Qué pasó?!”
“Nada. Me di cuenta de que tendría que pagar el doble por Neuvillette. ¿No sería mejor lo de Mama, entonces?”
“¡Y-yo te apoyo!” gritó, desesperado, y se levantó como ella.
“¿Eh? ¿Por qué lo harías?”
“Aaah…” Oikawa se apuró en buscar excusas. “Bueno, también es mi hijo, ¿no? Podríamos pagarlo entre los dos.”
“Esa oferta me conviene. Si yo pago todo por mi cuenta, me quedaré con poco dinero para el mes. Sin contar que debo comprarle comida y eso… ¡Tengo que pedirle más dinero a mis papás!”
“Podrías aprovechar que están separados para engañarlos y decirles que el otro te dio más.”
“¡Excelente idea! Y como son tan competitivos, ¡aceptarán!” Eureka lo observó con los ojos brillosos. “¡Guau, eres un genio!”
“¡Gracias, gracias!”
“Ah, me siento un poco más tranquila gracias a eso. Ahora solo falta solucionar lo de las HiMEs… Pensaba contárselo a Miranda, pero supongo que Gojo ya lo hizo.”
“¿HiMEs?”
La voz ajena y desconocida los obligó a girarse hacia el lugar de donde provenía.
Encontraron que su portador era un chico bajito de cabello azul, mirada divertida y hábitos curiosos… porque estaba sentado en la rama de uno de los árboles del patio.
Tal parecía que había escuchado gran parte de la conversación.
“Ah… n-no. ¡No sé de qué hablas! ¡Jaja!”
“¡Jeje!” El chico saltó hasta quedar en frente de ellos. “Aprecio que quieran buscarme una HiME, pero no tienen que sentirse tan presionados~ ¡No sé cuántos meses de vida me quedan, pero sé que todo saldrá bien!”
“…” Eureka arqueó una ceja. “¿Mona?”
“¡No!” Oikawa la corrigió. “¡Es Venti-chan!”
“¿Ven…?”
El peliazul sonrió de oreja a oreja.
“¡El mismo que viste y calza!”
“…”
“Eureka-chan.” Oikawa la miró, preocupado. “¿Podemos hablar un ratito a solas?”
“Sí, sí~” Gojo los empujó fuera de la oficina. “Adelante. Me avisan cuando terminen. Quiero saber qué se les ocurrirá para lidiar con todos sus problemas.”
“…Gracias.” La respuesta unísona de HiME y key sonó tan desanimada como la expresión que compartían en sus rostros.
En el pasillo, ambos pensaron lo mismo: mucha gente transitaba por las oficinas de los profesores de aquella facultad. Entre alumnos, maestros y personal administrativo, varias personas se cruzaron con ellos. Lo mejor era encontrar un lugar para conversar sin ningún tipo de interrupciones… y sin oídos a su alrededor.
Eureka lo llevó a uno de los patios internos de aquel edificio. Era una zona tranquila con bancas, arboles y una pileta grande al centro. Oikawa la siguió hasta una de las bancas, donde tomaron asiento.
La HiME suspiró de manera exagerada.
“Lo siento,” le dijo, visiblemente preocupada. “Siento que cada vez te meto en más y más problemas. ¡No es justo! Debería ser más considerada, pero…”
“Bueno, hay cosas que se escapan de tus manos.” Oikawa le dio un par de palmaditas en el hombro. Habría querido abrazarla, pero la paranoia lo invadió antes de que pudiera hacerlo: ¿qué pasaba si se daba cuenta de lo que sentía por ella?
Era demasiado arriesgado.
“No me molesta… si eso es lo que te preocupa,” le aseguró. “¡Y así como tú quieres apoyarme, yo también quiero hacer lo mismo contigo!”
“Es que… ugh.” Eureka se llevó una mano a la cara. “No entiendo cómo llegamos a esto. Yo estaba tan segura de que Mona había nacido gracias a ti… y no importa de dónde salió, la verdad. ¡No quiero que desaparezca! Le agarré muchísimo cariño y no puedo quedarme con los brazos cruzados. El tema es que no quiero forzar a ninguna HiME a crear un vínculo con él solo por mi egoísmo. Le quitaría la oportunidad de crear un Child con la persona que más quiere… Y eso sin mencionar que deberíamos buscar una HiME adicional para el Child que mencionó Gojo. ¿Venti creo que se llamaba?”
“Yo había pensado en sugerirte a Maka-chan. Se lleva bien con Mona-chan y podría ser su nueva dueña, ¿no crees?”
“También pensé en ella… pero ¿no sería un poco desatinado? Soul era mi arma y pasó a ser la suya. ¿Y ahora también voy a heredarle mi Child?”
“Bueno, podría tomarlo un poco mal.”
“¡Eso es justo lo que pienso!” La chica removió sus manos para mirarlo, indignada. “¡¿Qué pensará?! ¡¿Que la veo como una recicladora o qué?!”
“Dudo que piense así, pero sí te entiendo… un poco.”
“Pero de ahí… no sé. No creo que pueda decirle lo que pasa a Kana, Cho o Sheryl. Me sentiría muy mal si lo hago.” Eureka suspiró. “Tienen sus propios problemas. No tienen por qué lidiar también con los míos.”
“Al menos podrías decirles que le pasen la voz a las HiMEs que conocen para que más chicas sepan sobre eso. Podrían ser vínculos temporales, ¿no? Hasta que encuentres a alguien que sí esté dispuesta a quedarse con él.”
“¡Aaaaah!” Eureka se revolvió los cabellos, estresada a más no poder. “¡¿Y qué voy a hacer con Neuvillette?! ¡¿Dónde lo voy a meter?! Gojo tiene razón. Podríamos dejarlo con él, pero me da miedo. ¡¿Y si lo convierte en un fuckboy?!”
“Un… ¿qué?”
“¡Pero hasta ahora no he hablado con mis padres para que me den dinero para la renta! Y aun si lo hago, ¿quién dice que me lo darán?”
“Tengo una pregunta. ¿Cuánto dinero te dan al mes?”
“Am… ¿Mil quinientos dólares? A veces cien o doscientos menos. Pero entre taxis, comidas y…”
“Guau. No puedo creer lo que voy a decir, pero es poco.”
“Tal vez eres más privilegiado de lo que creía.” Eureka le sonrió.
“E-espera.” Oikawa comenzó a procesar la respuesta de su amiga. “¿Cada uno te da eso?”
“¿Sí?”
“Entonces… ¿¡son tres mil dólares!?”
“Más o menos.”
“¡¿Por qué no sacas de ahí para la renta?!”
“¡Un piso decente en Tokyo cuesta 170000 yenes!” Se quejó la chica. “¡Y no te olvides que a los extranjeros les cobran más! O incluso los rechazan si les da la gana.”
“Sé que suena descabellado, pero… podríamos vivir juntos,” le ofreció Oikawa, sonrojado. “¡C-con Iwa-chan y Hakuryuu-chan, obvio! Podríamos alquilar un departamento de cuatro cuartos y saldría un poco más barato para todos. Iwa-chan y yo podemos regatearle al casero o casera para que nos lo deje a un buen precio.”
“Ah, qué lindo.” Eureka le sonrió. “Wait. ¿Hakuryuu-chan? Ah, Neuvillette.”
“Sí, me cuesta llamarlo por su nombre.”
“Lo imaginé.” Eureka soltó una risita… y luego lo miró, seria. “Pero ¿qué hay de tu apartamento? ¿No firmaron un contrato por un año?”
“Bueno, estaría dispuesto a cubrir la penalidad por mi cuenta. Sé que Iwa-chan se indignará cuando le cuente.”
“Pero no te preocupes. ¡No es necesario! No quiero meterte en problemas con Iwaizumi. Ya había pensado en mudarme con Kanone, Hizumi y Ryoji. Me dijeron que saldrán de la mansión Vi Brittannia dentro de poco.”
“…Ah.” Oikawa se deprimió ante ello.
“Aunque sería mejor tenerte cerca.” Eureka se llevó una mano al mentón, pensativa. “Por otro lado, Mama me dejaría vivir con él sin cobrarme ni un centavo. Su departamento tiene 3 cuartos de huéspedes y de seguro dejaría que Neuvillette se quede también. Pero no quiero causarle problemas…”
“¡Ajá! Entonces, no lo hagas. ¡Múdate conmigo!”
“¿Estás seguro? Siento que empezarás a detestarme cuando veas cómo vivo.”
“Yo tampoco soy tan organizado que digamos.” Oikawa le sonrió. “Vamos, anímate. Sé que te sentirás más tranquila con eso.”
“¿Y qué hay de Iwaizumi? Siento que te estás pasando de valiente. Ante la sugerencia, te matará en el acto.”
“Bueno, no le caes mal. Y yo me haré responsable de las cosas que no hagas. Además, dudo que Hakuryuu-chan no te apoye. ¡Ya verás! ¡Todo saldrá bien!”
“…” Eureka asintió. “Bueno. Tendremos que buscar departamentos en estos días.”
“…Y tendré que contarle la noticia a Iwa-chan.”
“Espero que no te haga problemas. Siempre está la opción B, lo de Kanone y el resto.”
“Pero ¿dónde meterías a Hakuryuu-chan en ese departamento? Dudo que encuentren un departamento de 5 cuartos.”
“…Buen punto. Ya no solo tengo un gato… también tengo un dragón. ¡Ah!” La HiME se levantó de un momento a otro.
“¡¿Qué pasó?!”
“Nada. Me di cuenta de que tendría que pagar el doble por Neuvillette. ¿No sería mejor lo de Mama, entonces?”
“¡Y-yo te apoyo!” gritó, desesperado, y se levantó como ella.
“¿Eh? ¿Por qué lo harías?”
“Aaah…” Oikawa se apuró en buscar excusas. “Bueno, también es mi hijo, ¿no? Podríamos pagarlo entre los dos.”
“Esa oferta me conviene. Si yo pago todo por mi cuenta, me quedaré con poco dinero para el mes. Sin contar que debo comprarle comida y eso… ¡Tengo que pedirle más dinero a mis papás!”
“Podrías aprovechar que están separados para engañarlos y decirles que el otro te dio más.”
“¡Excelente idea! Y como son tan competitivos, ¡aceptarán!” Eureka lo observó con los ojos brillosos. “¡Guau, eres un genio!”
“¡Gracias, gracias!”
“Ah, me siento un poco más tranquila gracias a eso. Ahora solo falta solucionar lo de las HiMEs… Pensaba contárselo a Miranda, pero supongo que Gojo ya lo hizo.”
“¿HiMEs?”
La voz ajena y desconocida los obligó a girarse hacia el lugar de donde provenía.
Encontraron que su portador era un chico bajito de cabello azul, mirada divertida y hábitos curiosos… porque estaba sentado en la rama de uno de los árboles del patio.
Tal parecía que había escuchado gran parte de la conversación.
“Ah… n-no. ¡No sé de qué hablas! ¡Jaja!”
“¡Jeje!” El chico saltó hasta quedar en frente de ellos. “Aprecio que quieran buscarme una HiME, pero no tienen que sentirse tan presionados~ ¡No sé cuántos meses de vida me quedan, pero sé que todo saldrá bien!”
“…” Eureka arqueó una ceja. “¿Mona?”
“¡No!” Oikawa la corrigió. “¡Es Venti-chan!”
“¿Ven…?”
El peliazul sonrió de oreja a oreja.
“¡El mismo que viste y calza!”
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Listas y Probaciones / Re: Listas de Extras — Última Actualización: Abril 18
« Last post by Eureka on May 30, 2025, 09:20:43 PM »1. Ryuichi Sakuma (Gravitation)
2. Sasaki Shuumei (Sasaki to Miyano)
3. Anemone (Eureka Seven)
4. Yoite (Nabari no Ou)
5. Miharu (Nabari no Ou)
6. Yasutomo Arakita (Yowamushi Pedal)
7. Hawks (Boku no Hero Academia)
8. Caitlyn Kiramman (Arcane)
9. Violet (Arcane)
10. Jinx (Arcane)
11. Pedro (Killer Peter)
12. Tadeo (Killer Peter)
13. Ushijima Wakatoshi (Haikyuu!!)
14. Akaashi Keiji (Haikyuu!!)
15. Daichi Sawamura (Haikyuu!!)
16. Kuroo Tetsurou (Haikyuu!!)
17. Bokuto Koutaro (Haikyuu!!)
18. Satori Tendo (Haikyuu!!)
19. Sylvain José Gautier (Fire Emblem: Three Houses)
20. Felix Hugo Fraldarius (Fire Emblem: Three Houses)
21. (M) Byleth (Fire Emblem: Three Houses)
22. Gundam Tanaka (Super Danganronpa 2)
23. Saeran Choi (Mystic Messenger)
24. Luka Megurine (Vocaloid)
25. Sho Suzuki (Mob Psycho 100)
26. Ritsu Kageyama (Mob Psycho 100)
27. Aoko Aozaki (Mahotsukai no Yoru)
28. Touko Aozaki (Kara no Kyoukai)
29. Chidori Yoshino (Shin Megami Tensei: Persona 3)
30. Kasumi Yoshizawa (Persona 5 The Royal)
31. Marian Cross (D.Gray-man)
32. Nea D. Campbell (D.Gray-man)
33. Lavi (D.Gray-man)
34. Shinobu Kocho (Kimetsu no Yaiba)
35. Kyojuro Rengoku (Kimetsu no Yaiba)
36. Muzan Kibutsuji (Kimetsu no Yaiba)
37. Maguro Mikejima (Ensemble Stars!!)
38. Esu Sagiri (Ensemble Stars!!)
39. Fuyume Hanamura (Ensemble Stars!!)
40. Tatsumi Kazehaya (Ensemble Stars!!)
41. Mayoi Ayase (Ensemble Stars!!)
42. Niki Shiina (Ensemble Stars!!)
43. Aira Shiratori (Ensemble Stars!!)
44. Mitsuru Tenma (Ensemble Stars!)
45. Yuzuru Fushimi (Ensemble Stars!)
46. Tori Himemiya (Ensemble Stars!)
47. Souma Kanzaki (Ensemble Stars!)
48. Kuro Kiryu (Ensemble Stars!)
49. Keito Hasumi (Ensemble Stars!)
50. Ibara Saegusa (Ensemble Stars!)
51. Jun Sazanami (Ensemble Stars!)
52. Raika Hojo (Ensemble Stars!!)
53. Taki Ibuki (Ensemble Stars!!)
54. Kanna Natsu (Ensemble Stars!!)
55. Misaki Yata (K Project)
56. Saruhiko Fushimi (K Project)
57. Anna (K Project)
58. Kuroh Yatogami (K Project)
59. Yashiro Isana (K Project)
60. Dino Albani (Helios Rising Heroes)
61. Yuji Itadori (Jujutsu Kaisen)
62. Suguru Geto (Jujutsu Kaisen)
63. Megumi Fushiguro (Jujutsu Kaisen)
64. Mahito (Jujutsu Kaisen)
65. Toji Fushiguro (Jujutsu Kaisen)
66. Momose Sunohara (IDOLiSH7)
67. Banri Ogami (IDOLiSH7)
68. Reca (Honkai Star Rail)
69. Scar (Wuthering Waves)
70. Xie Lian (Tian Guan Ci Fu)
71. Hua Cheng (Tian Guan Ci Fu)
72. Ororon (Genshin Impact)
73. Yae Miko (Genshin Impact)
74. Ei (Genshin Impact)
75. Scaramouche (Genshin Impact)
76. Ayaka Kamisato (Genshin Impact)
77. Ayato Kamisato (Genshin Impact)
78. Thoma (Genshin Impact)
79. Gorou (Genshin Impact)
80. Arataki Itto (Genshin Impact)
81. Hu Tao (Genshin Impact)
82. Nahida (Genshin Impact)
83. Freminet (Genshin Impact)
84. Lyney (Genshin Impact)
85. Lynette (Genshin Impact)
86. Wriothesley (Genshin Impact)
87. Neuvillette (Genshin Impact)
88. Furina (Genshin Impact)
89. Gaming (Genshin Impact)
90. Mavuika (Genshin Impact)
91. Kafka (Honkai Star Rail)
92. Aventurine (Honkai Star Rail)
93. Acheron (Honkai Star Rail)
94. Jiaoqiu (Honkai Star Rail)
95. Seiko Ayase (Dandadan)
96. Ken "Okarun" Takakura (Dandadan)
97. Jin Enjoji (Dandadan)
98. Kanone Hilbert (Spiral: Suiri no Kizuna)
99. Caleb (Love & Deepspace)
100. Rafayel (Love & Deepspace)
101. Sylus (Love & Deepspace)
102. Chrom (Fire Emblem: Awakening)
2. Sasaki Shuumei (Sasaki to Miyano)
3. Anemone (Eureka Seven)
4. Yoite (Nabari no Ou)
5. Miharu (Nabari no Ou)
6. Yasutomo Arakita (Yowamushi Pedal)
7. Hawks (Boku no Hero Academia)
8. Caitlyn Kiramman (Arcane)
9. Violet (Arcane)
10. Jinx (Arcane)
11. Pedro (Killer Peter)
12. Tadeo (Killer Peter)
13. Ushijima Wakatoshi (Haikyuu!!)
14. Akaashi Keiji (Haikyuu!!)
15. Daichi Sawamura (Haikyuu!!)
16. Kuroo Tetsurou (Haikyuu!!)
17. Bokuto Koutaro (Haikyuu!!)
18. Satori Tendo (Haikyuu!!)
19. Sylvain José Gautier (Fire Emblem: Three Houses)
20. Felix Hugo Fraldarius (Fire Emblem: Three Houses)
21. (M) Byleth (Fire Emblem: Three Houses)
22. Gundam Tanaka (Super Danganronpa 2)
23. Saeran Choi (Mystic Messenger)
24. Luka Megurine (Vocaloid)
25. Sho Suzuki (Mob Psycho 100)
26. Ritsu Kageyama (Mob Psycho 100)
27. Aoko Aozaki (Mahotsukai no Yoru)
28. Touko Aozaki (Kara no Kyoukai)
29. Chidori Yoshino (Shin Megami Tensei: Persona 3)
30. Kasumi Yoshizawa (Persona 5 The Royal)
31. Marian Cross (D.Gray-man)
32. Nea D. Campbell (D.Gray-man)
33. Lavi (D.Gray-man)
34. Shinobu Kocho (Kimetsu no Yaiba)
35. Kyojuro Rengoku (Kimetsu no Yaiba)
36. Muzan Kibutsuji (Kimetsu no Yaiba)
37. Maguro Mikejima (Ensemble Stars!!)
38. Esu Sagiri (Ensemble Stars!!)
39. Fuyume Hanamura (Ensemble Stars!!)
40. Tatsumi Kazehaya (Ensemble Stars!!)
41. Mayoi Ayase (Ensemble Stars!!)
42. Niki Shiina (Ensemble Stars!!)
43. Aira Shiratori (Ensemble Stars!!)
44. Mitsuru Tenma (Ensemble Stars!)
45. Yuzuru Fushimi (Ensemble Stars!)
46. Tori Himemiya (Ensemble Stars!)
47. Souma Kanzaki (Ensemble Stars!)
48. Kuro Kiryu (Ensemble Stars!)
49. Keito Hasumi (Ensemble Stars!)
50. Ibara Saegusa (Ensemble Stars!)
51. Jun Sazanami (Ensemble Stars!)
52. Raika Hojo (Ensemble Stars!!)
53. Taki Ibuki (Ensemble Stars!!)
54. Kanna Natsu (Ensemble Stars!!)
55. Misaki Yata (K Project)
56. Saruhiko Fushimi (K Project)
57. Anna (K Project)
58. Kuroh Yatogami (K Project)
59. Yashiro Isana (K Project)
60. Dino Albani (Helios Rising Heroes)
61. Yuji Itadori (Jujutsu Kaisen)
62. Suguru Geto (Jujutsu Kaisen)
63. Megumi Fushiguro (Jujutsu Kaisen)
64. Mahito (Jujutsu Kaisen)
65. Toji Fushiguro (Jujutsu Kaisen)
66. Momose Sunohara (IDOLiSH7)
67. Banri Ogami (IDOLiSH7)
68. Reca (Honkai Star Rail)
69. Scar (Wuthering Waves)
70. Xie Lian (Tian Guan Ci Fu)
71. Hua Cheng (Tian Guan Ci Fu)
72. Ororon (Genshin Impact)
73. Yae Miko (Genshin Impact)
74. Ei (Genshin Impact)
75. Scaramouche (Genshin Impact)
76. Ayaka Kamisato (Genshin Impact)
77. Ayato Kamisato (Genshin Impact)
78. Thoma (Genshin Impact)
79. Gorou (Genshin Impact)
80. Arataki Itto (Genshin Impact)
81. Hu Tao (Genshin Impact)
82. Nahida (Genshin Impact)
83. Freminet (Genshin Impact)
84. Lyney (Genshin Impact)
85. Lynette (Genshin Impact)
86. Wriothesley (Genshin Impact)
87. Neuvillette (Genshin Impact)
88. Furina (Genshin Impact)
89. Gaming (Genshin Impact)
90. Mavuika (Genshin Impact)
91. Kafka (Honkai Star Rail)
92. Aventurine (Honkai Star Rail)
93. Acheron (Honkai Star Rail)
94. Jiaoqiu (Honkai Star Rail)
95. Seiko Ayase (Dandadan)
96. Ken "Okarun" Takakura (Dandadan)
97. Jin Enjoji (Dandadan)
98. Kanone Hilbert (Spiral: Suiri no Kizuna)
99. Caleb (Love & Deepspace)
100. Rafayel (Love & Deepspace)
101. Sylus (Love & Deepspace)
102. Chrom (Fire Emblem: Awakening)